FRANCIA. Actos públicos organizados en Arbúcies en el 50 anniversario de las Colonias

FRANCIA Actos públicos organizados en Arbúcies en el 50 anniversario de las Colonias 213 TESTIMONIO Carta Higinio de 2 de julio de 1939 214 FR
Author:  Paula Paz Redondo

2 downloads 62 Views 1MB Size

Recommend Stories


Las trece colonias Pre-prueba
25092_LM_LLV_034-048.qxd:Layout 1 5/15/08 11:40 AM Page 34 Las trece colonias Expediciones a la lectura: Lenguaje, lectoescritura y vocabulario

Francia 2006 en Colombia
Centro Virtual de Noticias - CVN. www.mineducacion.gov.co/cvn 1 Francia 2006 en Colombia Jueves, 21 de Septiembre de 2006 FRANCIA 2006 EN COLOMBIA T

Story Transcript

FRANCIA

Actos públicos organizados en Arbúcies en el 50 anniversario de las Colonias

213

TESTIMONIO

Carta Higinio de 2 de julio de 1939

214

FRANCIA

Continuación carta Higinio 2 de julio de 1939

215

TESTIMONIO

Nos han tomado a cada uno las dimensiones del perímetro de la cabeza para comprarnos sombreros a la medida para bajar a la playa, esta operación ha dado lugar a muchas bromas sobre quien tiene el cabezón mas gordo; por otro lado nos da vergüenza llevar sombrero, nos parece ñoño y cursi, alegamos que a nosotros nunca nos hace daño el sol, nos contestan que puede ser perjudicial si vamos descubiertos. Esta organización sueca, nos atiende con verdadero interés, se preocupan por nuestros progresos individuales escolares y los respectivos trabajos realizados en clase son enviados a Suecia; incluso hacen planes sobre nuestro futuro profesional. Un industrial provisto de un calibre «pie de rey» de tamaño adecuado, nos ha medido uno a uno la longitud de los pies, para fabricarnos a medida unas sandalias playeras. Ahora competimos para ver quien tiene los pies mas grandes Acta del Ayuntamiento de Arbúcias de 7 de julio de 1939 Se acordó felicitar y dar las mas expresivas gracias al personal municipal y especialmente al SECRETARIO Sr. BRULL, por la patriota y altruista colaboración al frente de los servicios municipales, en los cuales no ha escatimado sacrificios en beneficio de la SANTA CAUSA NACIONAL, desde que fue liberada la Villa de la barbarie marxista. La de fechorías encubiertas que habrá hecho este personaje durante el periodo republicano, y las que estará haciendo ahora, para merecer estos elogios de las nuevas autoridades franquistas vencedoras en nuestra guerra. 13 de julio de 1939. Mañana es la fiesta nacional francesa. Cuatro de nosotros acompañamos a D. Vicente a la «Maison Blanche», de Biarritz, donde la «SousDélégation Espagnole Pour Les Enfants Evacués» tiene su sede, para recoger una bandera francesa que mañana colocaremos y ondeará en la fachada principal de nuestra casa. Biarritz está muy animado, cuando lo vimos por primera vez nos gustó muchísimo, ahora de noche y en plena temporada veraniega, en vísperas de fiesta, se le ve esplendoroso sobre todo en los alrededores del Hotel Miramar. El paseo nos ha resultado muy agradable. «Oiga D. Vicente, ¿y porque no ponemos al lado de esta, la bandera tricolor española?»; hace como que no me ha oído. Entre los actos conmemorativos de hoy 14, el que mas nos ha gustado y emocionado ha sido la actuación y las evoluciones de acrobacia aérea de Marcel Doret, (cuando estábamos en la playa), a veces a ras del agua para enseguida elevarse rápidamente y salvar el acantilado donde está situado el faro de Biarritz . Los fuegos artificiales de esta noche han sido de una calidad y una belleza para nosotros desconocida, que nos ha 216

FRANCIA

dejado impresionados. 15 de julio de 1939. La señorita Natividad Naval Ferraz, nuestra querida y jovencísima maestra se ha repatriado hoy. Sentimos muchísimo su marcha, pues pese a sus 18 años de edad cuando salimos de España, superó perfectamente todas las dificultades que se nos presentaron en los primeros días franceses. Se sacrificó abnegadamente y condujo a la Colonia en circunstancias de verdadero peligro, adversas e insólitas. Consagrada exclusivamente a nuestro colectivo infantil fue fundamental para todos. No perderemos el contacto pero no la volveremos a abrazar hasta dentro de cincuenta años, que organizaremos un emocionantísimo encuentro. La Srta. Nati que ya debía de venir preparando su regreso a España hacía algún tiempo (sus padres habían permanecido en la zona rebelde durante toda la guerra, y hacía tres años que no los veía), en distintas ocasiones lo mismo a Agustina como a mi, nos animó a acompañarla y a quedarnos a vivir en su casa, nos describió lo bien que lo pasaríamos en su pueblo, la cantidad de árboles frutales que tenía y que no nos faltaría de nada. Cuando llegamos aquí nos intrigaron los tres palos en forma de portería de fútbol, pero de mayor sección, que hay instalados en el jardín y que los demás chalets también tienen. No sabíamos cual sería su utilidad, ahora ya nos hemos enterado; ha venido un operario y ha colgado del palo horizontal un trapecio, unas anillas y una gruesa maroma lisa. Esto para nosotros es estupendo y disfrutamos mucho con estos aparatos. Nunca están libres y hay que pedir la vez para usarlos. Enseguida se destaca la habilidad y destreza de Joaquín Amores Alvarez «Quinito», sobre todo para trepar a pulso con el mas depurado estilo por la cuerda lisa; utilizando únicamente los brazos, quizás facilitado, además de su fortaleza, por su corta talla y menor peso. Una nueva norma que nos ha caído muy mal, y que por mas protestas que hemos hecho no hay manera de eludirla, es la de que tenemos que tomar una cucharada de aceite de hígado de bacalao, antes de la comida. Yo no lo he probado nunca pero los que lo han hecho, cuentan y no acaban de su sabor nauseabundo. Esto me alarma y acaba obsesionándome. Ante nuestras protestas D. Vicente se deshace en explicaciones sobre lo conveniente que es para nuestro desarrollo y fortalecimiento; dice que tiene muchas vitaminas. Para mi va a ser un martirio. 27 de julio de 1939. Contamos con un nuevo maestro, se llama D. Juan Moreno, es también exiliado español, natural de Irún. Es bastante mayor y viene acompañado de su esposa. Siempre que surge algún trabajo que realizar; como segar el césped del jardín, podar los árboles, cortarnos el pelo, o reparar cualquier avería en las instalaciones, D. Vicente 217

TESTIMONIO

busca siempre al profesional correspondiente entre los exiliados españoles, al fin de proporcionarles algunos ingresos y mejorar su situación. Así ha encontrado a un vascoespañol que dice que es médico, buena persona afable y correcto, pero que siempre que se le llama, yo le observo disimuladamente de cerca, interesado y receloso, porque dudo de sus conocimientos; ya que nunca le veo palpar un vientre, mirar una garganta o auscultar un pecho, y siempre prescribe lo mismo, «reposo y veinticuatro horas a dieta de agua de Vichy»; da lo mismo que se trate de una contusión, como de una erupción cutánea o de dolor abdominal o de un catarro. Pienso que lo mas probable es que no esté autorizado a ejercer en Francia; pero hacer una auscultación directamente con el oído a través de un pañuelo, como hacía el Dr. Dalmau en Arbúcies, podía hacerlo, aquí no le ve nadie ni va a trascender. Menos mal que la repetida prescripción es casi seguro que no tenga efectos secundarios, ni que exista riesgo de adicción. La suerte para él y principalmente para nosotros, es que no tendremos ningún problema grave de salud. Durante la comida del medio día, y cuando ya estaba servido el primer plato, se ha acercado Esperanza a darnos la reglamentaria abominable y repelente cucharada de aceite de hígado de bacalao; como a mi me tiene mucho cariño, la digo muy bajo «échame poquito», y así lo hace. Manolo Fernández Viñas (el hijo de Maxi, la cocinera) que está a mi derecha me ha oído, y la dice lo mismo, pero Esperanza no le hace caso y sigue echándole la dosis completa, él ha retirado la cuchara y el aceite le ha caído en la comida. Dice que ahora no la quiere; se acerca D. Vicente y dictamina que se la tiene que comer. Maxi acude también a ver que puede hacer por su hijo, pero el Director se sienta a su lado, y no se irá hasta que no se la coma. Al anochecer he pasado por delante de la puerta del comedor, y veo a Manolo llorando, que entonces empieza a comer, flanqueado por su madre y por D. Vicente. Ahora tenemos enfermera, joven también española exiliada, de las provincias vascongadas, se llama Argutxane y enseguida comprobamos que es profesionalmente competente. Su presencia nos da seguridad. Domingo Rincón Redondo ejercitándose en el trapecio, se ha dislocado un brazo y ella le ha colocado el hueso en su sitio. De nuestra alimentación una de las cosas mas apetecible para mí, es el café con leche; desprende un aroma tan grato y el gusto es tan delicioso, que algunas noches le digo a Esperanza Parra que en sustitución de la cena me sirva un tazón de este café con leche, y en él mojo un par de rebanadas de pan de fina, brillante y crujiente corteza y de suavísima y esponjosa miga. Nos relacionamos muy poco con los niños franceses, pero cuando lo hacemos (casi siempre en la playa), con los que son de nuestra edad o mayores que nosotros, nos sorprenden la sencillez de sus juegos y lo elemental de su comportamiento y formación; para nosotros son excesivamente infantiles y están sobreprotegidos. Los 218

FRANCIA

tratamos con tolerante condescendencia. Nuestros juegos son mas complicados y mas interesantes, somos mas hábiles que ellos y mas diestros. Nos consideramos autosuficientes y nuestra conducta personal y colectiva es mucho mas seria y responsable. Conocimientos muy superiores y mas amplios por nuestra parte; y también mayor el interés y la preocupación por todo, por la política, por lo que está ocurriendo en el mundo. Considerablemente mas avanzada y mas elevada nuestra educación. Las experiencias bélicas pasadas en España, nuestro forzado y prolongado alejamiento del entorno familiar, las situaciones límites por las que hemos pasado y sufrido; los peligros gravísimos a los que hemos estado expuestos, nos han hecho madurar prematuramente, y nuestro grupo tiene recursos para todo, y está preparado para sobrevivir en cualquier circunstancia que se nos presente, y nos da vergüenza y no nos gusta que se nos trate como a niños pequeños. Nuestras compañeras, las dos hermanas Flor y Mariquí Olmos Calvo, han abandonado la Colonia a primeras horas de la mañana de una manera imprevista. Se ha presentado un familiar en automóvil a recogerlas. Enseguida he pensado que este hombre tiene que ser un personaje muy importante e influyente en el nuevo régimen español, para que haya podido salir de nuestra patria, ya que actualmente y desde que se acabó la guerra, España mantiene cerradas sus fronteras, y a ningún español le está permitido salir al extranjero, y mas aún que disponga de vehículo. Las dos se han despedido muy cariñosamente de todos, uno por uno, su simpatía y su relación fraternal las ha hecho muy apreciadas y lamentamos su marcha. Hasta dentro de cincuenta años no las volveremos a ver. Rápidamente ha cundido la alarma, la Tita Paz y las chicas que colaboran con ella en el taller de costura (entre las que está Agustina), están confeccionando camisones de dormir para todos, de idéntica hechura e igual tela; solamente se diferencian en que los femeninos son de color rosa y los nuestros azul pálido. Acudimos a parlamentar con D. Vicente, «¿qué os pasa?»,«que no queremos ponernos esos camisones», «que se los pongan solamente las chicas y los pequeños». Nos da una conferencia sobre la conveniencia y lo saludable de dormir con ropas holgadas. Nuestra protesta no ha servido para nada. Todos tendremos que usar camisones. El fútbol es el juego que mas frecuentemente practicamos, y lo hacemos con entusiasmo y apasionadamente, pero cuando mas enfrascados estamos en él y el resultado incierto y la expectación mayor, llega D. Juan (el nuevo maestro) nos interrumpe el partido y dice «niños a cantar». Comentamos la oportunidad de este hombre, y pensamos que lo debe hacer a propósito, pues son ya varias las veces que nos ha hecho lo mismo, independientemente de la hora que sea. 219

TESTIMONIO

En el monte Gorbea en lo mas alto hay una cruz,.. aquí yo dejo de cantar …Marichu ven escúchame, óyeme esta canción de amor, ahora son cuatro los que cantan, únicamente …sube el monte y verás a la cruz del Gorbea brillar… Al llegar a este punto, Manolo Navarro se queda solo cantando; D. Juan me mira por encima de sus gafas, porque se da cuenta, que soy el primero en iniciar el silencio, que poco a poco se va extendiendo a todo el grupo. «A ver otra vez». En el monte Gorbea… Estando jugando a la pelota Arturo Rodríguez Sánchez, se acerca, «Pedrito, hemos tenido carta de casa, toma léela»; me reemplaza en el juego y me separo a un rincón del jardín para hacerlo. Escribe solo su madre, la Sra. Isidra, lo hace con una habilidad y un tacto sutilísimo, casi críptico, por un lado para soslayar la censura franquista, y por otro para mitigar en lo posible el dolor que va a producir a sus hijos por la tragedia que les afecta. Su padre ha muerto. Lo cuidado de la redacción de la carta ha hecho que Arturo no se enterase al leerla por primera vez. «Oye Arturo, ¿no te has dado cuenta lo que dice tu madre?». Los tres hermanos comienzan a llorar, la noticia se difunde enseguida y viene el Director y me regaña, porque dice que tenía que habérselo dicho primero a él, y no a Arturo. El padre de estos tres hermanos Rodriguez (Arturo, Mercedes y Santiago) no había tenido participación directa y activa en la guerra española, solamente estuvo afiliado a Izquierda Republicana, y por lo visto algún vecino o conocido le ha denunciado a las nuevas autoridades fascistas, y se ocultó a tiempo de no ser detenido 220

FRANCIA

en su domicilio, por una patrulla de moros, estos al encontrar sola a la esposa (con sus dos hijitos pequeños, Pacita y Ricardito) ha sido objeto de toda clase e inimaginable de abusos físicos y criminales vejaciones y brutalmente ultrajada por parte de estos marroquíes, mercenarios del ejército de Franco. El padre creyendo equivocadamente que con su desaparición terminaría con este terrible acoso, se suicidó en su misma casa y la viuda escondió el cadáver, momentos antes de que los asesinos regresaran de nuevo. Ante su nuevo fracaso repitieron de nuevo con la Sra. Isidra su execrable conducta, aún con mas saña que la primera vez. En estas circunstancias, esta mujer no tuvo mas ayuda que la de mi padre, ante el problema que se le presentaba para salir de esa situación y poder proceder al entierro de su marido. La viuda continuó al frente del comercio de zapatería que tenían en la calle Colegiata, con la vivienda anexa, vendiendo las escasas existencias que se podían, dada la escasez general, cuidando y alimentando a sus cinco hijos, una vez que los tres mayores fueron repatriados. Pero la tragedia familiar no acabaría aquí; ya que un falangista denunciará de nuevo a la madre y a su hija Mercedes (todavía una adolescente), detenidas, permanecieron las dos un mes en los calabozos de la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol, tiempo suficiente para que el falangista denunciante se haga con la tienda de zapatería y la vivienda, de manera que cuando son puestas en libertad, se encuentran en la calle solo con lo que llevan encima. Mi hermana Antonia, que tiene cuatro hijos pequeños las acoge en su casa. La señora Isidra será un testimonio vivo muy valioso, (pues siempre mantendrá perfectamente lúcida su cabeza) de aquella generalizada barbarie atroz de la posguerra madrileña, pues vivirá hasta el año 2000. Estamos perfecta y abundantemente dotados de material escolar, como en los meses anteriores no teníamos absolutamente nada, ahora lo valoramos mas y lo tratamos con cariño y cuidadoso respeto. Escribir a tinta en un buen cuaderno nos parece mentira además de un lujo. D. Vicente siempre que me entrega uno nuevo me dice lo mismo:» Pedrito haz buena letra para después enviarlo a Suecia». El Director es un estupendo calígrafo, se le da igualmente la letra redondilla, como la española, la gótica y la inglesa, yo trato de imitarle en todas, y le conseguiré igualar dentro de tres años, y esta habilidad me será muy útil en mi profesión. Escribir con las distintas plumas de acero que tenemos es una delicia, son de muy buena calidad. Las plumas «Perry 701 y 702», me entusiasman por su flexibilidad para conseguir los distintos gruesos de la letra inglesa. Al llegar a Anglet en un principio nos dijeron que iríamos a las Escuelas Públicas francesas, pero una disposición del Gobierno Republicano en el exilio, decidió que nuestra enseñanza se efectuará en el interior de nuestras residencias, al efecto de no perder nuestra identidad y cultura. Lo mismo ocurrió a nuestra llegada a Arbúcies el 16 de febrero de 1937. 221

TESTIMONIO

Ha llegado, Miguel Moreno, el hijo único de nuestro profesor D. Juan; es mayor lo menos tendrá 17 años, no participa en nuestros estudios y actividades, permanece algo distanciado siempre, y únicamente se limita a rastrillar los caminos y veredas del jardín que son de gravilla suelta, de la llamada «garbancillo». Dicen que viene para que al abrigo y proximidad de sus padres, se le pase el susto por el que ha pasado. Un niño de la Colonia de Ustaritz que se estaba bañando con él, en el afluente del Adour se ha ahogado; Miguel intentó salvarlo, pero ante el riesgo de perecer los dos tuvo que renunciar a ello de manera violenta y salvarse solo. Yo no le encuentro traumatizado. Por este desgraciado suceso a los de esta Colonia les han prohibido bañarse en ese río. No me explico porque no le envían a la Maisón Yriberri con los mayores. Ahora somos cuatro mas, han llegado los hermanos Herrera (niño y niña), son de Santander y su padre está exiliado aquí; y los apellidados Dorado también chico y chica. Nos reúne D. Vicente para decirnos que los padrinos suecos de las hermanas Flor y Mariquí Olmos Calvo (que recientemente se repatriaron) les han enviado una determinada cantidad de coronas y dada la situación española no hay posibilidad de mandárselas, y aunque la hubiera no llegarían a su poder, ya que las autoridades actuales españolas, se incautarían de ellas inmediatamente; y nos pide nuestro parecer sobre la mejor manera, mas útil y provechosa de emplear ese dinero. Propongo que se compren libros, como no hay otra sugerencia se acuerda así. Han traído como unos cincuenta libros, todos de contenido muy variado, y cuando yo estaba seguro que me encargaría a mí de su custodia, nombra bibliotecario a Domingo Rincón Redondo, y le dice que me racione la lectura y que solamente me entregue un libro cada quince días. De todas formas cogeré todos los libros que quiera y con la frecuencia que me venga bien, en contra de las protestas de Domingo, que se ha tomado el cargo muy en serio, y a pesar de sus amenazas de decírselo a D. Vicente. Para leer a escondidas he encontrado un lugar muy bueno y frondoso en el jardín, y desde el cual al levantar la vista del libro, diviso toda las costa. Acabo de leer la «Conquista de México», y ahora lo estoy haciendo con la «Conquista del Fuego». El ciclismo es uno de los deportes (con el fútbol) que mas me entusiasman, y hemos bajado con el Director hasta la carretera que va a la barra del Adour, donde se está celebrando una carrera ciclista profesional; distraído y embebido en ella y haciendo nuestros vehementes y apasionados comentarios, he pisado en una zapata de un antiguo tendido eléctrico de la que sobresalen unos hierros, me he escurrido en el cemento y me he clavado uno de ellos en la rodilla izquierda; sangro abundantemente. D. Vicente se ha asustado mucho, me ha cogido en brazos y dos espectadoras, aún mas alarmadas se ofrecen a llevarnos a la Colonia en su coche. D. Vicente me lava la herida con abundante agua oxigenada y me dice que me acueste para mantener la pierna 222

FRANCIA

quieta, hasta la caída de la tarde que llegue la enfermera, ya que hoy es domingo y tiene la tarde libre. Argutxane me ha curado y dice que tendré que estar varios días en la cama sin moverme, pues en cuanto lo hago comienzo a sangrar de nuevo. Me ha aplicado una pomada y me ha puesto un vendaje muy fuerte. Me tranquilizo cuando veo que no dice nada de llamar al «médico», porque ya me veía durante un día o dos, a dieta de agua de Vichy. Se incorporan otros dos hermanos, son vascos, de 11 y 13 años. Al pequeño le está costando bastante trabajo integrarse entre nosotros, es muy hosco, no se comunica con los compañeros. Por lo visto ha vivido siempre en el caserío familiar aislado, sin relacionarse con ningún otro niño a excepción de su hermano. Es muy primitivo y está muy atrasado. Este comentario, oí como se lo hacía D. Vicente en voz baja a D. Juan. 15 de agosto de l939. Han organizado una excursión y hemos comido en el campo. Se desplazó hasta aquí la Colonia «Bon Air» de Biarritz, y a todos juntos nos han llevado a los pinares que hay entre la playa y la carretera de la barra y linderos con el campo de golf. Lo hemos pasado muy bien. Mr. Argote estuvo con nosotros toda la jornada, al anochecer, antes de regresar, nos hizo desplegarnos y recoger todos los papeles y desperdicios que hubiéramos ocasionado, después de hacer un montón con ellos nos dijo que hiciéramos un hoyo y los cubriéramos con tierra.

223

TESTIMONIO

Carta mía de 14 de agosto de 1939

224

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.