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Fundamentos de El Plato del Bien Comer
Indice Introducción Salud y Nutricion de la Poblacion Mexicana Hacia donde queremos ir La Representacion Grafica Pregunta I: ¿Se deben utilizar nombres genéricos o conviene utilizar nombres específicos o basta con incluir dibujos? Pregunta 2: ¿Es deseable ilustrar las proporciones que deben representar los diferentes grupos en la conformación de la dieta? Pregunta 3 ¿Qué icono conviene utilizar? Pregunta 4. ¿Cuántas categorías de alimentos ilustrar? Pregunta 5. ¿La falta de representación de la proporcionalidad conduce al diseño de una dieta desequilibrada? Pregunta 6. ¿La imagen propuesta es entendible y aplicable por la población? Primer nivel de percepción: análisis de figuras, colores, conceptos y proporciones Intención de uso (de la representación gráfica) Corolario
FUNDAMENTOS DE EL PLATO DEL BIEN COMER Los cambios en la salud de la población mexicana obligan a revisar las guías alimentarias nacionales y, como parte de ellas, la agrupación de alimentos y su representación gráfica. Por ello, en 1995, el Colegio Mexicano de Nutriólogos convocó a un taller denominado De Babel al Consenso con la finalidad de conjuntar esfuerzos y establecer consensos entre las instituciones mexicanas para unificar las políticas de orientación alimentaria a nivel poblacional. Del taller surgió la iniciativa de promover una Norma Oficial Mexicana que unificara los criterios para brindar orientación en materia de alimentación. A raíz de la propuesta del Colegio Mexicano de Nutriólogos, de reciente creación en aquella época, la Secretaría de Salud constituyó, en 1998, un comité de expertos formado por representantes de las principales instituciones relacionadas con la nutrición con el fin de desarrollar guías alimentarias que serían turnadas a un comité ad hoc en la misma Secretaría 1 para su revisión y posterior publicación en el Diario Oficial de la Federación como Norma Oficial Mexicana, y por lo tanto de cumplimiento obligatorio en el territorio nacional. Como parte de estas guías, debería desarrollarse y evaluarse una representación gráfica sencilla que ilustrara la información central contenida en dichas guías. Con base en estos antecedentes, el objetivo general de este documento es describir los procesos de evaluación de una representación gráfica de grupos de alimentos dirigida a proporcionar información alimentaria a la población general y que forma parte de la Norma Oficial Mexicana de la Secretaría de Salud NOM 043-SSA2-2005 Servicios Básicos de Salud. Promoción y educación para la salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación.
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Este grupo estuvo coordinado por el Dr. Rafael Camacho Solís con M.C. Ernestina Polo como secretaria ambos de la SSA y participaron el Dr. Héctor Bourges del INCMNSZ, Lic. Esther Casanueva (INPer), Dra. Elba Durán (DI F), M.C. Martha Kaufer (Colegio Mexicano de Nutriólogos e INPer), Lic. Maite Plazas (consultora independiente), Lic. Georgina Toussaint (HIMFG), Lic. Rosa María Ochoa (PROFECO e INCMNSZ), Lic. Laura González (SSA), Lic. Ma. Emilia Rosello (CONAVA), Lic. Rebeca López (SSA), Lic.Tania Cárdenas (UIA) y el Dr. Enrique Ríos (SSA).
SALUD Y NUTRICIÓN DE LA POBLACIÓN MEXICANA México es un país de grandes contrastes; por una parte, la desnutrición aún aqueja a un sector de la población, en particular a niños pequeños, mientras que la obesidad y una diversidad de enfermedades crónicas han emergido como problema de salud pública. La Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas, realizada por la Secretaría de Salud en 1993 con representatividad nacional en población urbana adulta, mostró que el 21.4% de los adultos residentes en zonas urbanas de México presentaba obesidad (con un punto de corte para el índice de masa corporal (IMC) de 30), el 26.6% padece hipertensión arterial y el 7.2% diabetes mellitus tipo 2. Más recientemente, en 1999, la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición (ENN) (ver: Cuadernos de nutrición, vol. 24, No. 2, 2001), también con representatividad nacional y que incluye tanto zonas urbanas como rurales, mostró un aumento dramático en la prevalencia de sobrepeso y de obesidad en comparación con los resultados de la primera levantada en 1988; el 30.8% de las mujeres de 14 a 49 años presentaron sobrepeso (IMC igual o mayor a 25 y menor de 30) y 21.7% presentaron obesidad (IMC igual o mayor a 30), mientras que en 1988 la prevalencia de sobrepeso fue de 16.4% y la de obesidad fue de 18.7%. Por otra parte, la prevalencia de sobrepeso en niños menores de 5 años (peso para la talla mayor a 2 desviaciones estándar por arriba del promedio) en la encuesta de 1999 fue del 5.4% (7.2% en el norte del país); una prevalencia tan alta a edad tan temprana es muy preocupante. Por otra parte, la prevalencia de bajo peso para la edad en niños menores de 5 años disminuyó de 14.2% en 1988 a 7.5% en 1999; mientras que la talla baja para la edad (indicador de desnutrición crónica) descendió de 22.8% a 17.7% en ese mismo período. Por último, la prevalencia de emaciación (bajo peso para la talla, indicador de desnutrición de corta evolución) disminuyó de 6% a 2%.A pesar de la disminución en su prevalencia en los últimos 10 años, es claro que la desnutrición infantil ―o mejor dicho, su prevención― es aún un tema de interés en la agenda nacional (ver: Cuadernos de Nutrición, Editorial, vol. 24. No. 5, 2001) Es importante mencionar además que, de acuerdo con la ENN más reciente, la anemia representa un grave problema de salud pública tanto entre los niños menores de 5 años, como entre las mujeres, particularmente las embarazadas.
En resumen, se puede indicar que nuestro actual patrón epidemiológico muestra persistencia de problemas de nutrición infantil y elevada prevalencia de sobrepeso y obesidad. Aunado a lo anterior es necesario agregar que las sucesivas crisis económicas entre otros factores hacen que en algunos casos existan limitaciones económicas para la compra de alimentos; que existe abandono y desprecio por los patrones tradicionales de alimentación y, por último, que existe gran desinformación y desorientación entre la población sobre lo que se debe considerar una alimentación correcta. HACIA DONDE QUEREMOS IR Ante la situación antes expuesta las metas de la orientación alimentaria en México deberían incluir Impulsar el consumo de una dieta suficiente pero mesurada en energía para evitar tanto problemas de obesidad como de desnutrición. •
Promover el consumo de una dieta variada, para prevenir deficiencias específicas.
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Fomentar el consumo de verduras y frutas, pues se trata de alimentos de baja densidad energética y que aportan cantidades significativas de fibra y vitaminas C y A, lo que las constituye en un grupo de alimentos particularmente relevante en la prevención de sobrepeso, obesidad y en general enfermedades crónicas.
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Promover el uso del sistema cereal/leguminosa ya que entre sus ventajas se cuenta su congruencia cultural con la alimentación de nuestra población que se basa en maíz y fríjol, lograr proteína de buena calidad, brindar fibras dietéticas y no contener colesterol.
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Racionalizar el consumo de alimentos de origen animal ya que si bien se reconoce que aportan proteína de buena calidad y hierro biodisponible también son fuente de grasas saturadas y colesterol, por lo que su consumo debe moderarse.
LA REPRESENTACIÓN GRÁFICA Las metas antes señaladas representan lo que se podría llamar el fondo o sustento técnico de la agrupación de alimentos propuesta (verduras y frutas, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal), falta entonces la forma, es decir el diseño gráfico. Antes de proponer un icono en particular hace falta contestar varias preguntas a fin de diseñar la imagen más adecuada. A continuación se presentan las preguntas relevantes en relación con este punto y las respuestas que se dieron a ellas. Pregunta I: ¿Se deben utilizar nombres genéricos o conviene utilizar nombres específicos o basta con incluir dibujos? Si se analiza la experiencia de otros países encontramos que existen muy diversas opciones; está por ejemplo el caso de la India que utiliza una agrupación con imágenes y una idea de la proporción a consumir de cada grupo de alimentos (ver: Figura I) o el caso de Guatemala (Figura 2) que utiliza un esquema tanto con nombres genéricos (leguminosas, cereales, etc.) como con dibujos de los alimentos. Para responder a esta pregunta en el caso de México, se diseñó y aplicó una encuesta previamente validada en más de 700 personas cuyas edades fluctuaron entre 6 y 74 años; de las cuales el 60% fueron mujeres y el 32% eran el o la responsable de la compra y preparación de los alimentos. Los sujetos fueron seleccionados al azar, en diferentes centros públicos, procurando muestrear diferentes estratos sociales tomando como variable la escolaridad. (Ver: Cuadernos de Nutrición Orientación alimentaria. Comenzando desde el principio 1994 ;17 (6):2 1-8). Dentro de esta encuesta se preguntó ¿qué es una leguminosa? y aproximadamente el 30%
dio respuestas erróneas. Cabe mencionar que el 70% de los niños y el 15% de los adultos refirieron no saberlo. Para el caso de los cereales el porcentaje de respuestas correctas se incrementó, pero sólo el 50% mencionaron a los cereales no procesados (maíz, trigo, arroz, etc.) mientras que cerca del 25% indicó alguna marca comercial de "cereal para el desayuno". Conclusión: Es preferible utilizar imágenes o dibujos de alimentos y se recomienda recurrir a nombres genéricos como apoyo didáctico. Pregunta 2: ¿Es deseable ilustrar las proporciones que deben representar los diferentes grupos en la conformación de la dieta? En el ámbito internacional se encuentra la tendencia a tratar de dar una idea de proporcionalidad dad en las representaciones gráficas. En las Figuras I y 3 se ilustran las agrupaciones de Tailandia y la India y en ambos casos se puede observar que se da un mayor espacio a los cereales y se pretende dar un menor peso al consumo de alimentos de origen animal. Representar de esta forma la cantidad (absoluta o relativa) de alimento a consumir constituye varios problemas, el principal de los cuales es la selección del criterio a utilizar para ilustrar las proporciones. ¿Debe hacerse con base en el peso, el volumen o el aporte energético de los alimentos? En el primer caso (peso o volumen) las verduras y las frutas deberían de ocupar el lugar principal, mientras que en el segundo (aporte energético) serían los cereales, las leguminosas e incluso algunos alimentos de origen animal los que ocuparan la mayor área, siendo igualmente correctas las dos opciones. El problema radica en que estos dos conceptos volumen y densidad energética- son ajenos para la mayoría de la población y por lo tanto es preferible no tratar de dar idea de proporciones para evitar malas interpretaciones.
Pregunta 3 ¿Qué icono conviene utilizar? Se observa que en los diferentes países se ha seleccionado diversos iconos para ilustrar su agrupación; en Guatemala se usa una olla para dar idea de que la alimentación debe ser compartida con la familia (Figura 2) mientras que en Canadá se utiliza un arco iris (Figura 4). En el caso de México, antes de seleccionar un icono en particular, se procedió a evaluar, mediante la encuesta antes mencionada, si la información sobre formas, tamaños y proporciones era bien entendida por la población. Para ello se presentaron 3 dibujos como los que se observan a continuación: Se hicieron 3 preguntas: ¿Cuál es el grupo más importante? La respuesta en cerca del 50% de los casos fue el grupo de color amarillo, pero para los tres dibujos hubo quien contestó que el café, esta respuesta fue significativamente más frecuente en el dibujo de la pirámide en la que el café ocupa la cúspide. ¿Cuál es el grupo más grande? Aproximadamente el 80% de los encuestados refirieron que el grupo amarillo, pero es de preocupar que cerca del 20% no fue capaz de dar una respuesta correcta y que esto fue independiente de la escolaridad de los individuos. ¿Cuál es el grupo del que se debe comer mayor cantidad? Una vez más cerca del 50% contestó que del grupo amarillo pero cerca del 20% refirió que el mayor consumo debía ser a expensas del grupo café.
Conclusiones. La idea de proporcionalidad no es del todo comprendida ya que se confunde tamaño con la jerarquía (que es un concepto incorrecto y riesgoso tratándose de alimentos), además de que los encuestados lo hicieron en forma inconsistente, por lo que no es recomendable tratar de ilustrar proporciones y es preferible dar el mismo peso o área a cada uno de los grupos a ilustrar. Adicionalmente, cabe señalar que la pirámide tiene el inconveniente de dar idea de jerarquías y obliga a establecer proporciones.
Pregunta 4. ¿Cuántas categorías de alimentos ilustrar? Evidentemente el número de categorías a utilizar se debe desprender de la naturaleza de los patrones de alimentación de cada país; así por ejemplo en Japón se emplean seis categorías (Figura 5), mientras que en Chile se emplean siete categorías (Figura 6) y en Canadá se opta por una representación con 4 categorías de alimentos (Figura 4). En el caso de México nuestros patrones de alimentación parecen indicar que la población identifica al menos cinco tipos de alimentos: cereales, verduras, frutas, leguminosas y alimentos de origen animal. Sin embargo y dadas las semejanzas entre la contribución de las frutas y las verduras por un lado y de las leguminosas y los alimentos de origen animal por el otro, surge la pregunta de si es conveniente juntarlos o dejarlos separados. Para contestarla se realizó una encuesta cuantitativa en la que se invitó a participar aleatoriamente a un grupo de 30 mujeres en edad reproductiva, aparentemente sanas, que no estaban ni embarazadas ni en período de lactancia, con un índice de masa corporal adecuado (entre 20 y 25), con escolaridad equivalente a primaria completa o secundaria, con al menos un hijo de edad preescolar y encargadas de la selección, compra y preparación de la alimentación familiar. A estas mujeres se les solicitó que diseñaran los menús correspondientes a una semana completa incluyendo los tres tiempos de comida (21 menús por mujer 630 en total) utilizando dos esquemas, uno con 3 categorías
de alimentos: 1) verduras y frutas, 2) cereales y 3) leguminosas y alimentos de origen animal, y otro con 5 categorías I) verduras 2) frutas 3) cereales 4) leguminosas y 5) alimentos de origen animal. En el cuadro I se presenta la distribución percentilar del número de veces que las mujeres incluyeron alimentos de los distintos tipos para preparar sus menús según el esquema de alimentos presentado; en el cuadro, los diferentes tipos de alimentos se encuentran ordenados de acuerdo al número de veces que fueron mencionados. Como se puede observar, no se encontraron diferencias significativas en la variedad de alimentos utilizados con una u otra agrupación. En términos generales los cereales fueron los alimentos que utilizaron en una mayor variedad de presentaciones, seguido de los alimentos de origen animal. Las verduras y frutas ocuparon una posición intermedia en cuanto a variedad y su separación en dos categorías distintas no indujo a utilizar una mayor variedad de ellas, lo que sorprende pues la diversidad de verduras y frutas es muy grande. Por último, el grupo con menor variación fue el de las leguminosas, ya que el mayor número de elecciones fue obtenido por los frijoles mientras que las lentejas, habas y garbanzos obtuvieron sólo unas cuantas menciones. CUADRO Distribución percentilar del número de veces que se incluyó un alimento clasificado por tipo según esquema de agrupación CUADRO 1
Número de categorías de alimentos
Cereales Frutas Verdura Leguminosas Alimentos de orig. Animal •
25 12 6 5 2 8
Tres Percentil 50 14 6 8 2 I0
75 15 8 11 3 13
25 8 5 4 1 7
Cinco Percentil 50 10 5 7 2 8
P 75 11 7 9 3 11
0.08 ns 0.17 ns 0.52 ns 0.52 ns 0.65 ns
El máximo número de veces que podía ser utilizado un alimento era 21 al incorporarlo en desayuno, comida y cena en cada uno de los 7 menús diseñados. ns = diferencia estadística no significativa.
Conclusión: La utilización de cinco categorías no representó ventajas en cuanto a la variedad de alimentos incluidos en la dieta, por lo que se recomienda utilizar tres categorías: I) verduras y frutas, 2) cereales y 3) leguminosas y alimentos de origen animal.
CUADRO II Aporte energético y distribución porcentual de los sustratos energéticos correspondiente a la suma de los tres tiempos de comida de un día* GRUPOS DE ALIMENTOS Tres Cinco P Energía Kcal. 1630 ± 1630 1340 ± 450 >0.05 ns Hidratos de Carbono % 63.5 ± 10.4 64.7 ± 6.3 >0.05 ns Proteínas % 17.6 ± 3.2 16.6 ± 2.9 >0.05 ns Lípidos % 18.9 ± 8.9 18.7 ± 6.11 >0.05 ns * Lo que corresponde al análisis de 630 menús Cabe mencionar que el orden de presentación de los diferentes tipos de alimentos en la clasificación de la norma no es aleatorio y pretende hacer énfasis en el consumo de verduras y frutas, y de ellas se mencionan en primer lugar las verduras por representar una opción más barata. Lo mismo sucede con el grupo de leguminosas y alimentos de origen animal.
Pregunta 5. ¿La falta de representación de la proporcionalidad conduce al diseño de una dieta desequilibrada? En la misma encuesta dirigida a las 30 amas de casa seleccionadas aleatoriamente se solicitó que, además de diseñar los 21 menús de la semana, en un día en particular especificaran los ingredientes y las cantidades que usan de ellos para preparar sus recetas, bajo la suposición de que sólo prepararan alimento para ellas. En el Cuadro II se presenta la distribución porcentual de los distintos sustratos energéticos de las dietas diseñadas con base en los dos esquemas (tres y cinco categorías). Como se puede observar, en términos generales con los dos esquemas de manera espontánea las mujeres lograron diseñar menús en los que existe una adecuada distribución de los sustratos energéticos y en ninguno de los casos fueron significativas las diferencias en cuanto a aporte energético según el tipo de agrupación. Cabe mencionar que el aporte energético fue adecuado. Conclusión: No es necesario dar idea de proporción puesto que espontáneamente las mujeres son capaces de diseñar menús equilibrados en cuanto a la distribución de le energía.
Pregunta 6. ¿La imagen propuesta es entendible y aplicable por la población?
Para contestar esta pregunta se diseñó una evaluación a través de grupos de enfoque (GE) también llamados grupos focales que constituyen entrevistas exploratorias grupales y son especialmente útiles en la investigación de tipo cualitativo. Al evaluar el icono a través de GE se investiga si esa población quiere y puede alcanzar las recomendaciones y analiza sus reacciones. Además permite identificar tanto el lenguaje que se debe emplear en los mensajes como las motivaciones para poner en práctica las recomendaciones. El producto del trabajo con los GE es una negociación entre lo teórico desde el punto de vista técnico y lo factible desde el punto de vista de la población. 2 Al utilizar el método de los GE se aumentan las probabilidades de que la población objetivo entienda, recuerde y aplique las recomendaciones. Los GE se formaron con mujeres de la población abierta entre 20 y 40 años de edad, no embarazadas ni lactando, de diferentes clases sociales (de acuerdo a la clasificación socioeconómica de BIMSA 3 ), cuando menos con primaria completa y con hijos en edad escolar. También fue requisito que no estuvieran bajo ningún régimen de reducción de peso que pudiera influir en su interpretación de los esquemas. 4
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MolinaV,Peña M. Guías Alimentarias y Promoción de la Salud en América Latina. Organización Panamericana de la Salud, Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP), 1998. Clasificación BIMSA en 1999: Clase alta: ingreso superior a 30 mil pesos por hogar. Clase media: ingreso de 6 mil a 30 mil pesos. Clase baja: ingreso menor a los 5 mil pesos
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Para realizar la evaluación cualitativa se contó con el apoyo financiero de la Organización Panamericana de la Salud y se contrató a Project Concern International A.C. México (PCI).
A partir de las respuestas a las preguntas 1 a 4 se elaboraron dos variantes del icono, cada uno tamaño cartel para que fueran fácilmente visibles por los participantes de los GE. La única diferencia entre las variantes, fue que en uno estaban escritas las palabras COMBINA, para señalar la combinación de cereales con leguminosas y los términos MUCHAS, SUFICIENTES y POCOS para indicar cantidades de consumo para los diferentes grupos de alimentos y en la otra no. A estos dos iconos se les agregaron dos recomendaciones: "Incluir al menos un alimento de cada grupo en cada una de las tres comidas del día" y "escoger diferentes alimentos de cada grupo a lo largo del día". Se elaboró una guía temática que exploraba la percepción del esquema en función de su forma, tamaño, color, diseño y agrupación; la facilidad de comprensión y aplicación de su contenido para la conformación de menús completos y variados y la intención de su uso. Los resultados que se presentan son principalmente las ideas, opiniones y percepciones que en los GE tuvieron mayor resonancia y aceptación y que, por lo tanto, marcan una tendencia o preferencia del grupo. La información se expone de acuerdo a los tópicos que se discutieron. Primer nivel de percepción: análisis de figuras, colores, conceptos y proporciones: •
Cinco GE fueron de lo general a lo particular, de lo conceptual o abstracto a lo concreto. Sólo en un grupo se dio totalmente lo contrario.
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A todos los GE, el esquema les resultó muy atractivo y les llamó la atención.
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Identificaron inmediatamente el esquema con un plato "que tiene poquito de todo"; "nutritivo" y lo relacionaron con una alimentación "completa"; "balanceada" y "buena".
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La gran mayoría de los dibujos se identificó correctamente con el alimento que representaban.
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Los colores de los alimentos y del fondo les parecieron muy llamativos y de manera particular los del grupo de verduras y frutas.
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Hicieron la reflexión y análisis sobre la clasificación de alimentos que reconocían dependiendo de si observaban el círculo exterior"3 grupos de alimentos que se subdividen en 5 tipos" o bien el círculo interior" 5 tipos de alimentos que se clasifican en 3 grupos". Tres GE identificaron la clasificación de 3, dos la de 5 y uno hizo una clasificación de 4.
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La tendencia en cuanto a la lectura y análisis del esquema fue hacia la izquierda, "contra reloj". Se inició con las verduras y frutas, después los cereales, seguido de las leguminosas y finalmente los alimentos de origen animal.
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A tres GE, el esquema les sugirió los componentes de los alimentos (hidratos de carbono, proteínas y vitaminas), señalados en otras clasificaciones, probablemente conocidas por los participantes.
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La variante del esquema que mostraba los conceptos de cantidad les pareció más claro. Argumentaron que da una idea de las proporciones en que debe consumirse cada grupo de alimentos. Contrastaron las proporciones extremas, consumir muchas verduras y frutas y pocos alimentos de origen animal Interpretaron correctamente el término combina indicando que se deben combinar los cereales con las leguminosas. Por las razones anteriores esta variante fue la más aceptada.
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Todos los GE reconocieron los nombres genéricos que se incluyeron en el esquema: verduras, frutas, cereales, leguminosas, alimentos de origen animal; salvo el grupo de nivel socioeconómico medio de 20 a 30 años que identificó el término cereales con los de caja para el desayuno.
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Todos los GE clasificaron correctamente diversos alimentos, mencionados por la facilitadora, que no estaban ilustrados en el esquema.
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En todos los GE se mencionaron el aceite, la manteca, la miel, el azúcar y el chocolate. Espontáneamente dijeron que no formaban parte de ningún grupo de alimentos porque se deben consumir poco.
Presentación de las recomendaciones y diseño de los menús: •
La primera recomendación: Incluir al menos un alimento de cada grupo en cada una de las tres comidas del día, fue clara, la interpretaron de forma correcta y la aplicaron al diseñar los menús.
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La segunda recomendación: Escoger diferentes alimentos de cada grupo a lo largo del día, en términos generales no fue clara, se prestó a diversas interpretaciones y no la utilizaron para planificar los menús.
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En la elaboración del menú, la tendencia fue partir de la clasificación de 3 grupos, independientemente de la percepción inicial que tuvieron. Argumentaron que es más fácil y barato planear los menús con tres grupos pues los alimentos que pertenecen a un mismo grupo se pueden sustituir. Es muy importante insistir en este punto pues demuestra que uno de los mensajes centrales de la agrupación de alimentos: la equivalencia entre los alimentos de un mismo grupo es fácilmente comprensible por la población.
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Un grupo de mujeres explicó: "Es un esquema que te presenta 5 tipos diferentes de alimentos pero divididos en 3 grupos, porque algunos alimentos tienen propiedades en común y que te apoya para elaborar un menú balanceado en el que si no tienes dinero para comprar algo puedes sustituir y de todas formas estás preparando un menú balanceado".
Intención de uso: •
Las mujeres consideraron que el esquema les puede ser útil para: "apoyar la compra de alimentos semanales, recordándonos lo que debemos incluir'; "hacer un menú, escoger de los diferentes grupos y variar los alimentos"; "para analizar si nuestras comidas están incluyendo todos los (grupos) de alimentos"; "nos hace reflexionar y cuidar la buena alimentación de nuestras familias".
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Para difundir el esquema las mujeres sugirieron imanes para el refrigerador, folletos, recetario con ejemplos de aplicación del esquema y carteles.
Conclusión: Las mujeres concluyeron que el esquema propuesto permite diseñar menús completos y variados, a más de ser atractivo y entendible. Los GF mencionaron como una ventaja mantener separadas por tipos, las verduras y las frutas, y a la vez en el mismo grupo. Opinaron lo mismo de las leguminosas y los alimentos de origen animal pues a su juicio esto permite un ajuste de acuerdo al presupuesto familiar. Con base en las sugerencias de los GE se decidió utilizar la variante del esquema con el término: COMBINA. También se hicieron algunas modificaciones a las ilustraciones de alimentos y se le puso nombre al esquema para hacerlo más didáctico: El plato del bien comer (Figura 7).
COROLARIO La información hasta aquí presentada da cuenta de las estrategias empleadas para el diseño de la agrupación de alimentos contenida en la Norma Oficial Mexicana de la Secretaría de Salud NOM-043-SSA2-2005 Servicios Básicos de Salud. Promoción y educación para la salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación. Será su uso homogéneo y sistematizado lo que brinde la oportunidad de evaluar su utilidad como herramienta para la orientación alimentaria. Ahora, la tarea es divulgar EL PLATO DEL BIEN COMER, teniendo siempre como referencia la Norma Oficial Mexicana antes mencionada. Para ello se debe utilizar la repetición frecuente por medio de técnicas educativas (como la mercadotecnia educativa) , estrategias múltiples y materiales ad hoc que hagan más efectiva la adopción y práctica de las recomendaciones por parte de la población general. Esta labor requiere de un esfuerzo organizado de los diferentes sectores de la sociedad: gobierno, iniciativa privada (principalmente industria de alimentos), organizaciones no gubernamentales, profesionales de la salud y de la educación y los medios de comunicación.