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Núm. 16 - 71 H

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IITEMPRIINAMIENTO ^EL TOMIITE CON FlTO HOR MDNAS ZOILO SERRANO CERMFNO Agente de Extensión Agraria

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ATEMPRANAMIENTO DEL TOMATE CON FITOHORMONAS Aunque el empleo de fitohormonas en la polinización o cuaje forzado de algunas hortalizas tiene diversos inconvenientes, estimamos oportuno divulgar su correcto empleo, pues puede resultar interesante a los horticultores que no lo conocen y servir de ayuda a quienes ya están utilizando dichas fitohormonas dc una forma más o menos acertada, pudiendo hacerlo con mayor conocimiento y evitando así los perjuicios que pueda originar su empleo.

En las provincias de Almería y Granada, sc están empleando estas fitohormonas para el atempranamiento del tomate desde hace algunos años, y se está consiguiendo un adelanto de más de un mcs a favor de los cultivos en que se utilizan. ^QUE SON LAS FITOHORMONAS? Las fitohormonas, son unos productos de síntesis que actúan sobre los factores de crecimiento de los distintos órganos vegetativos de las plantas, acelerando y aumentando el desarrollo de los cultivos en que se aplican. Estos productos hacen de biocatalizadores de los fenómenos de crecimiento, cs decir, cstimulan a la planta o al órgano tratado a desarrollarse rápidamente; es lógico quc para obtener el máximo resultado sea necesario quc las plantas estén en óptimas condiciones de cultivo, sin que les falte la temperatura, agua de riego, fertilidad del suelo, luminosidad, ambiente, etc., que precisen. Hay muchos tipos de fitohormonas, específicas cada una de ellas de distintas fases del cultivo y de cada grupo de especies de plantas.

Fig. 1.-Para aplic a r fitohormonas, ^as p^lantas de tomate deben estar en

p]eno desarrollo.

HORMONAS PARA EL CUAJADO Y DESARROLLO PRECOZ DEL TOMATE En esta Hoja Divulgadora sólo vamos a referirnos a aquel conjunto de hormonas que actúan sobre la floración y desarrollo de los frutos del tomate; estas fitohormonas, son las que están empleando en los cultivos de tomate del litoral almeriense, siendo sus características fundamentales, las de favorecer el cuaje de las flores cuando las temperaturas son bajas y acelerar el desarrollo y maduración de los frutos. Como consecuencia del empleo de estos tipos de fitohormonas, se presentan las ventajas e inconvenientes que a continuación se exponen:

Ventajas

1.° Precocidad en el cultivo del tomate no superada por ningún medio de forzado natural, ya que: - No se caen las flores. - Cuajan las flores tratadas, mientras que el resto se pierde como consecuencia de bajas temperaturas o nieblas.

- Se acelera el desarrollo dcl fruto, tardando por lo me-

Fig. 2. Frimer racimo de fruto, o "troncada", cuajado con fitohormonas.

nos 1/3 de tiempo menos de lo habitual desde que cuaja hasta que alcanza el tamaño normal.

2.°

Mayor tamaño de los frutos.

3.° Frutos con pocas semillas; esto, en unos mercados puede tener aceptación, mientras que en otros puede ser un inco^nveniente.

Inconvenientes

El empleo de estas fitohormonas puede ocasionar serios trastornos si no se realiza el tratamiento adecuadamente; entre ellos están: 1.° Debilitamiento de las plantas si se hace el tratamiento cuando el vegetal está "parado", es decir, cuando no tiene desarrollo vegetativo o acaba de iniciarlo despu^s de la parada invernal; como consecuencia de ello: - La planta envejece inmediatamente. - La planta tarda mucho en recuperarse. - Se producen pérdidas o dcfectos en los ramilletes que florecen más tarde. 2." Poco aguante de los frutos maduros, ya que desde que empieza el tomate a"pintar" hasta que se "pasa" de maduro, transcurre muy poco espacio de tiempo, en comparación con los frutos que no han sido tratados con fitohormonas.

- S -

3." Se obtienen frutos con pocas semillas, lo que en ciertos mercados puede crear algún problema. Para evitar cn lo posible los inconvenientcs que se derivan dcl emplco de fitohormonas y aprovechar mejor las ventajas, damos a continuación unas normas orientadoras, sacadas de la experiencia que tenemos en cultivos del litoral almcricnse. MOMENTO OPORTUNO DE APLICAR EL TRATAMIENTO

Está supeditado a las fechas en que deseamos recolectar y al estado vegetativo de la planta. Respecto a las fechas de recolección, hemos de tener en cuenta que el tomate necesita de 30 a 40 días desde que cuaja la flor hasta que madw^a el fruto. En el litoral de la Costa del Sol, no interesa recolectar tomates con fitohormonas antes de la segunda quincena de marzo ni, por supuesto, después de la primera decena de mayo; es Icígico que los tomates muy tempranos, es decir, los que se cosechan en febrero y marzo, se coticen a bajo precio, pues en esas fechas aún hay tomate procedente de las Islas Canarias y, además, todavía hace frío y no apetece consumir tomate en ensalada, que es el que mejor precio alcanza; por otra parte, los tomates con fitohormonas que se recolectan en mayo, entran en competencia con los tomates sin hormonas y se cotizan a peor precio. Entonces para conseguir en estas comarcas recolectar tomates del 15 de marzo al 10 de mayo, tendrán que cuajar las flores durante todo cl mes de febrero y 10 primeros días de marzo.

El empleo de estas hormonas, sólo es aconsejable para los primeros frutos que se piense recolectar y en fechas en que las bajas temperaturas no permitan el cuajado de las flores; cuando los ramilletes de flores cuajan por medios naturales, sin necesidad de aplicar estas técnicas, es preferible no utilizar las hormonas. Cuando se empleen fitohormonas, no debe faltar en el suelo la 1lumedad que el cultivo precisa y las plantas de to-

mate deben estar en pleno desarrollo, es decir, tienen que tener un color verde intenso, ha de apreciarsc el crecimiento de los tallos y deben de exudar las hojas y tallos cl típico "verdín" de las tomateras. Si una planta de tomate no tiene vigor y hacemos que cuaje artificialmente un ramillete de flores, ocasionaremos un daño considerable a la planta del que probablemente no conseguirá recuperarse nunca; si una tomatera está iniciando su desarrollo, después de la parada invernal, y hacemos que cuaje con hormonas alguna flor, es probable que sufra un parón y se perjudique el estado vegetativo de la planta. Cuando una planta está creciendo en los meses fríos, porque el terreno no tiene bastante fertilidad y las temperaturas han sido excepcionalmente agradables durante algunos días, tampoco se deben emplear fitohormonas, ya que cuando vuelva a hacer frío, es probable que la planta paralice su veg.,tación, con mayor motivo si se ha hecho alguna aplicación hormonal.

CUIDADOS A LA PLANTACION ANTES DEL TRATAMIENTO En todos estos casos que acabamos de exponer, en que cs recomendable el empleo de las fitohormonas porque la vegetación tenga poco vigor o esté iniciando su desarrollo, si cuajan algunas flores por sus medios naturales, es aconsejable cortar los frutos recién formados, antes de que la planta se debilite y no pueda recuperarse o retrase su desarrollo. Nunca es aconsejable emplear estas hormonas cuando las plantas tengan poco desarrollo vegetativo. Es preferible que las plantas estén tiernas cuando apliquemos las hormonas, aunque para ello sea necesario dejar perder algunas flores que hayan florecido antes del momento oportuno de hacer la aplicación hormonal; si se lleva el cultivo en estas condiciones, podremos iniciar el empleo de hormonas cuando queramos y dejar de utilizarlas cuando creamos que no nos

Fig, 3.-Esta plantación está iniciando su desarrollo y aún es prematuro aplicarle fitohormonas.

conviene aplicarlas, porque las flores cuajan ya sin necesidad de ellas. En plantaciones poco vigorosas, unas semanas antes de tratar las flores con fitohormonas, debe aplicarse un abono foliar que lleve en su composición hormonas de crecimiento y vitaminas. Ya se sabe que en la planta de tomate, ciertos pesticidas que se emplean para controlar sus enfermedades y plagas, hacen que se enternezcan las tomateras, tal ocurre con el azufre, zineb, faltan, etc.; en cambio, otros pesticidas las endurecen un poco. Pues bien, siempre que se vaya a emplear hormonas para el cuaje de las flores, se deben utilizar en todos los tratamientos fitosanitarios, que se hagan antes de la aplicación hormonal, productos que enternezcan la vegetación. DOSIS A APLICAR Hay que tener en cuenta que cada fabricante expende estas fitohormonas a distinta concentración y suele indicar la dosis en sus etiquetas.

- 8 La mayoría de las veces, la dosis que marcan los fabricantes suele ser alta, por lo menos para las rc:giones meridionales de la Península, y debe reducirse, ya que empleando la dosis mínima, es como menos se notan los defectos que producen estas hormonas en los frutos. Los agricultores que tienen experiencia de otros años, ya conocen con exactitud la dosis que mejor les va; los horticultores que nunca han empleado estas fitohormonas, conviene que realicen pruebas antes de emplearlas masivamente, con dosis reducidas, hasta encontrar la más idónea. La dosis que resulte más conveniente para los primeros tratamientos, se irá disminuyendo progresivamente a inedida que pasen los días y vayan aumentando las temperaturas. Cuando se inician los tratamientos de fitohormonas con dosis exageradas, además de causar trastornos en los frutos y en la planta, suele ocurrir que en los tratamientos siguientes hay que aumentar la dosis, lo que incrementa los defectos. Esto, no ocurre cuando el primer tratamiento se hace con la dósis mínima necesaria para que cuajen los frutos.

El recipiente que contenga las hormonas debe dejarsc herméticamente cerrado, porque puede ocurrir que al estar diluida la fitohormona en alcohol metílico o éter, se evapore parte del disolvente y aumentc la concentración de las hormonas, dando lugar a error cuando se vaya a preparar la solución para aplicarla a las flores. FORMAS DE APLICAR LAS HORMONAS La aplicación se hace mezclando con agua el producto que contiene estas hormonas. Después de hecha la mezcla o solución, preparada con la máxima exactitud, no a tanteo, se hará el tratamiento mojando las flores del tomate con el líquido preparado. Para ello, se puede usar un pulverizador doméstico de plástico de los que se emplean en el hogar para los perfumes o la laca, o un pulverizador de presión ya preparado para estos fines; otro sistema, consiste en introducir el ramillete de flores en un recipiente (taza, lata de conserva, etcétera) que contcnga el líquido.

Fig, 4. -Utensilios emp^leados en e] tra-

tamiento.

La forma de aplicar el producto con un pulverizador, es la siguiente: con una mano, el operador toma con bastante delicadeza el ramillete de flores, cuyo rabillo quedará cogido entre los dedos índice y corazón, colocándolo en dirección al cono de pulverización formado por el pulverizador que se Ileva en la otra mano. Hay que poner el máximo cuidado para que no se mojen las hojas de las plantas, pues, además de que se gasta más líquido sin resultado positivo, podrían pcrjudicarse. E1 sistema de mojar la flor introduciéndola en un recipicnte, tiene bastantes inconvenientes, porque se mojan de-

Fig. 5.-Tratamiento hormonal del ramillete de flores con pulverizador.

Fig. 6.-Otro tipo de pulver^zador para aplicar fitohormonas, más caro, pero menos laborioso de manejar.

masiado las flores, se ro.mpen algunos racimos, necesita más mano de obra, se gasta más producto y se mojan las plantas al caerles encima el líquido que sin querer salta del recipiente.

Tenemos alguna referencia de que mojando con un pulverizador, solamente los palillos del ramillete de flores, es suficiente para que se realice el cuaje del fruto, igual que si se mojara la flor. Las flores que se hayan perdido, por cualquier causa, antes de utilizar las fitohormonas, no deben tratarse porque resulta inútil el hacerlo. Una vez que se ha hecho la primera aplicación, habrá que repetirla nuevamente cada 6 u 8 días, ya que los ramilletes de flores van apareciendo paulatinainente; no se debe alargar demasiado este espacio de tiempo entre dos aplicaciones hormonales, porque las flores que vayan saliendo pueden perderse por baja temperatura o excesiva humedad. Aunque no pasa nada si se mojan los frutos ya cuajados al realizar un nuevo tratamiento, es aconsejable tomar precauciones y evitar en lo posible volver a mojar las flores o frutos ya cuajados por la aplicación anterior.

No conviene hacer el tratamiento de hormonas mientras haya rocío en las plantas o esté lloviendo, porque, como se ha dicho anteriormente, debe emplearsc la dosis mínima y puede ocurrir que, al hacer la pulverización sobre las flores y diluirse con el agua del rocío o lluvia, quede tan rebajada la concentración de hormonas que no tengan efectividad.

Los días en que se apliquen las hormonas no es aconsejable tratar con ningún tipo de pesticidas, pues, aunque carecemos todavía de experiencia a este respecto, pudicra ser que al mezclarse estos productos con las hormonas se destruyan éstas y pierdan efectividad; también pudiera ocurrir que tuvieran un efecto sinérgico y aumentasen la fuerza de la hormona, dando lugar a efectos acusados en el fruto. A1 hacer la solución, sólo se preparará la cantidad que se vaya a emplear en un plazo de tiempo breve; si al final de la jornada sobra algo de líquido preparado, dcbc tirarse y no dejarlo para el día siguiente.

Fig. 7.-Arriba, operaria aplicando fitohormonas. A la derecha, detalle de la aplicación, sumergiendo las flores, lo que tiene bastantes inconvenientes.

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CUIDADOS AL CULTIVO DESPUES DEL TRATAMIENTO Desde el momento que se hace el tratamiento con hormonas, hay que procurar que no le falte a la planta hum^dad en el suelo, porque el desarrollo rápido de los frutos, unido a la escasez de agua, da lugar a tomates huecos o defectuosos. Hay que tener presente que, como consecuencia del empleo de fitohormonas, la planta tiene que formar doble cantidad de fruto en el mismo espacio de tiempo; además, el desarrollo de la planta y del fruto cuando se emplean fitohormonas, suele realizarse en una época temprana, en la que las temperaturas no son óptimas para el desarrollo vegetativo. Por estas razones, habrá que adelantar las fechas de riego y abonado que cada agricultor tenga costumbre hacer en los cultivos normales.

Puesto que la formación de los frutos se hace en menor espacio de tiempo que en cultivos sin hormonas, debemos procurar que la planta tenga a su disposición todos los elementos fertilizantes que precise; para ello, antes de la plantación debe hacerse un abonado completo con las fórmulas y cantidades que cada terreno necesite. En algunos casos, será interesante echar en cada uno de los 3 ó 4 riegos siguientes a la aplicación de hormonas cierta cantidad de superfosfato y potasa, independientemente de los abonos nitrogenados que normalmente se empleen. En las plantas de tomate que se vaya a emplear fitohormonas, no conviene dejar nunca más de dos tallos; si se dejan más de dos brazos y se aplican hormonas, cuajarán bastantes flores y la planta tendrá que desarrollar estos frutos cuando todavía las temperaturas no son óptimas y hay poca circulación de savia; entonces puede ocurrir que la planta no sea capaz de desarrollar los frutos que se le han hecho cuajar artificialmente y se agote, ocasionando unos perjuicios al cultivo de los que no pueda recuperarse.

En las plantas tratadas con hormonas, no hay que descuidarse en los destallados, procurando no hacer mutilacio-

Fig. R. Rumillete de f:ores y frutas cuaj^:dos con hormonas.

ncs elcrsivas quc origincn desequilibrios fisiológicos en las plantas y afecten al buen desarrollo vegetativo de las misinas. Por otra parte, la savia que se desperdicia cn alimentar esos brotcs quc se cortan ya crecidos pucdc servir para qtte se dcsarrollen mejor los frutos.

En las tomateras de varicdades precoces tratadas con fitohormonas, el mejor rendimiento en calidad y precocidad se consiguc no dcjando más de 5 ó 6 ran:illefcs de flores por tallo, por esto debe despuntarse la planta inmcdiatamcnte qtte haya conseguido ese número de tomates. Muchas de las variedades precoces de tomate, Ilevan en casi todos los ramilletes una flor que dará lugar a un "rosco" o tomate monstruoso; en los cultivos normales, los buenos horticultores cortan esta Ror defectuosa o su fruto recién formado; cuando se emplean fitohormonas, es aun más intrresantc climinar esos frutos deformcs quc suclcn llevarse la mayor parte de la savia que al^lttyc p^r cl rabillo dcl ramillete de tomates. Una vez hecha la aplicación dc hormonas, es aconsejable emplcar siempre en los tratamientos productos pesticidas que hagan más tierna la vegetación y no utilizar aquellos que frenan a la planta.

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Fib. 9.-Cuando las fitohormonas se emplean mal, los defectos del fruto aumentan sensiblemente.

En caso de que la vegetación vaya un poco retrasada o no tenga bastante desarrollo, puede ser interesante hacer alguna pulverización de abono foliar. La recolección de frutos debe hacerse diariamente, procurando cortar los tomates en cuanto empiecen a tomar color.

CONCLUSION Cuando se empleen fitohormonas para el cuaje temprano de las flores de tomate, hay que tener presente las siguientes normas que resumen lo expuesto en esta publicación:

1." Determinar el momento oportuno de aplicar las hormonas, teniendo en cuenta que la planta debe estar en pleno

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desarrollo vegetativo y, también, las fechas en que desea efectuarse la recolección.

2.° No emplear hormonas cuando las flores cuajen sin necesidad de ellas. 3." Ensayar dosis para determinar cuál es la mfnima más idónca. 4.° Disminuir lentamente esa dosis a medida que pasa el tiempo y aumentan las temperaturas.

5.° Mojar las flores con el líquido en que se han diluído las hormonas, empleando para ello un pulverizador y procurando no mojar las hojas. 6.°

Repetir el tratamiento antes de 6 u 8 días.

7° No hacer tratamientos hormonales cuando haya rocío, esté lloviendo y haga excesivo calor.

Fig. 10.

Tomates de excelente calidad y aspecto, tratados con fitohormonas.

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8.°

No dejar preparado líquido de un día para otro.

9.° Evitar la falta de humedad y elementos fertilizantes en el suelo. 10.° Dejar solamente dos tallos por planta, deshijando cuando los brotes sean pequeños y despuntando cuando tengan 5 ó 6 racimos de tomate por tallo.

Por último, no olvidar que la aplicación de fitohormonas debe hacerse con el máximo cuidado, pues aun así, existe el peligro de que puedan sufrir algún trastorno el cultivo y los frutos.

PUBLICACIONES DE CAPACITACION AGRARIA Brawa Murillo, 101. Ma^dlric420

Se autoriza la reproducción ín2egra de esta publicación mencionando su origen: «Hojas Divulgadoras del Ministerio de Agricultura».

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