1
INDICE
Prólogo
I.
!......Y llegaron dos!
4
II.
"Ensartando mosquitos con una aguja "
8
III.
"...¡Venció Jesús¡..."
11
IV.
"Cambio de un beso"
15
V.
"Tú serás Fundadora...y esta casa tu primer convento"
18
VI.
"Por Cristo, la Iglesia, las almas"
22
2
PROLOGO Erase una vez... y los pequeños abren los ojos, los oídos y sobre todo el corazón así de grande... Los mayores nos sonreímos con cierta picardía. Amigo, las cosas de Dios son siempre historias verdaderas, tan sencillas, tan transparentes que, a veces, nos creemos que son irreales; sí, son tan maravillosas que nos parecen cuentos de hadas.
Es lo que nos quiere decir la Hna. Victoria en esta historia, donde nos narra la acción de Dios en esta mujer maravillosa que fue Nazaria Ignacia. Cuento?... ni mucho menos. Una vida como Dios manda, en plenitud, vivida sin desperdiciar ni un minuto desde la infancia hasta la madurez, cargada toda ella de una riqueza insondable de sacrificio y entrega. Su vida, su testimonio y sobre todo el modo de vivir el Evangelio, nos invita a seguirla a chicos y grandes.
Nazaria Ignacia es una mujer de nuestro tiempo y para nuestro tiempo. El hombre de hoy necesita testimonios al estilo de Nazaria, capaces de metemos por los ojos la presencia de Dios, porque cada día nos resulta más difícil reconocerlo en el laberinto de la vida. Hay tanta miseria, tanta injusticia, tanta pobreza, que pareciera como si Dios nos hubiera dejado solos. Sin embargo, Dios se hace cada vez más palpable y más real, sólo hace falta meterse en medio de la gente, compartir la vida con los pobres... Hay dos ideas fuerza a lo largo de toda esta historia... Uds, se habrán dado cuenta; el espíritu misionero y la fidelidad a la Iglesia desde los más pobres.
Hna. María Victoria, nos enseña, a todos, chicos y grandes con esta historia, que hay que estar bien despiertos para ir descubriendo poquito a poco, desde niños hasta que seamos viejitos, a este Dios, Padre Bueno, que nos invita a vivir nuestra fe, de verdad, de verdad... haciendo que la fe y la vida sea una misma cosa, y a servir a nuestros hermanos, los pobres, los pequeños, los abandonados... Los santos, nos invitan a eso, a salir, a "bajar a la calle" y metemos entre el bullicio de la gente para conocer bien sus necesidades, y hacer algo por ayudarles, como lo hizo Nazaria Ignacia.
Mons. Braulio Sáez Obispo de Oruro
3
CAPITULO I
!......Y LLEGARON DOS! No! no!, no es un cuento. Es una historia, una historia de verdad. Las historias siempre son de verdad. Es algo que ha ocurrido, no en la imaginación de una persona soñadora, sino en la vida; en un lugar y tiempo determinado, comprenden?. Pues ya lo saben. Yo les voy a contar una historia. ¿Listos?. Pues ahí va... En nuestra historia vamos a tratar de una niña como Uds., pero una niña que desde muy pequeñita, muy pequeñita descubrió EL DEDO GRANDOTE DE DIOS sobre ella. EL DEDO GRANDOTE DE DIOS que la marcaba, la llamaba y la escogía. ¿Para qué?. Para hacer de ella y con ella grandes cosas en la Iglesia, en Bolivia, y después en el mundo entero. Y ella, esta niña, se agarró fuertemente a este DEDO GRANDOTE DE DIOS y ya no le soltó nunca, nunca... Se agarró a él como la enredadera se agarra al tronco del árbol, y así creció, y creció, y llegó a ser una joven y luego una mujer maravillosa a través de la cual, nuestro buen Dios, hizo el mundo un poquito más bonito y un poquito más bueno. Pero no me puedo adelantar. Vamos despacito. Debo comenzar por el principio, y el principio de la niña de nuestra historia como el de todos los niños son sus papás... Pues bien, su papá se llamaba José Antonio March y su mamá Nazaria Mesa. Este matrimonio tenía al comienzo de nuestra historia tres hijos: una mujercita y dos varoncitos, María Pepa, José María y Melchor. El papá era marino, es decir vivía yendo y viniendo por el mar... mar arriba y mar abajo, desde España a América, sobre todo a México, y de América a España. Iba embarcado en unos barcos muy grandes como esos que vemos en el cine o en la televisión o en los cuentos de piratas. Era muy amante de su esposa y de sus hijos. Dinámico, audaz, noble, muy simpático. Su esposa Nazaria era bondadosa, flema, dulce, cariñosa, como una mamá creada por Dios para ser mamá de una niña tan encantadora como la niña de nuestra historia. Yo sé que ya les está picando la curiosidad... cómo se llama la niña de nuestra historia?... Adivina, adivinanza. Pero yo les ayudaré un poquito: La mamá se llama Nazaria... la abuelita, mamá de la mamá, se llama Ignacia... ¿Cómo se llamará nuestra niña?... NAZARIA IGNACIA ¡Exacto!. Acertaron..., pero, otro pero... ya me adelanté de nuevo. Tengo tantos deseos de presentarles a esta niña encantadora, que cuando quiero recordar, doy un salto... Todavía no ha nacido, y ya la hemos bautizado! Retrocedamos un poquito. El día 10 de enero de 1889, iba a ser un día feliz para la familia March-Mesa, que residía en MADRID ESPAÑA), en una casa cerquita de la parroquia de San José, su parroquia. Hacía frío. Había nevado mucho y las calles estaban vestidas de blanco como si estuvieran celebrando una fiesta. En realidad, en el cielo se celebraba en ese momento una fiesta... Siempre hay fiesta en niño, o un joven es bueno.
4
Una jovencita llamada Teresita, se entregaba a Dios de todo corazón, pidiéndole que enviase al mundo muchos misioneros y misioneras, que, amando mucho a Jesús, se dedicaran a servir a los pobres, a los necesitados... y fijense... en ese momento nacía nuestra pequeña Nazaria Ignacia, que sería de mayor una gran misionera...! qué poder tan grande el de la oración, verdad? Era, como hemos dicho, 10 de enero, viernes a las tres de la tarde. Todos en la casa andaban como locos , esperando el momento, María Pepa quería que fuese mujercita para tener una amiguita como ella; José María y Melchor preferían otro varoncito. Querían seguir siendo mayoría en sus juegos infantiles... y así pasaban las horas y los minutos. De pronto ¡qué alboroto! Idas y venidas de los mayores, gestos de asombro, de gozo, de sorpresa. ¡Dios mío! ¡una niña! ¡una mujercita!... pero, ¿qué digo?... parece que no viene sola... ¡si! ¡si! efectivamente, no viene sola. ¡LLEGARON DOS!. Esto no estaba previsto, y por eso aumentaron las idas y venidas, el nerviosismo... ¿qué hacer?. Al tener en los brazos a la primera, nuestra pequeña Nazaria, tuvieron que ponerla precipitadamente, - porque la mellicita tenía prisa también por llegar, en un cajón vacío de una cómoda... ¡qué duro el primer colchón de Nazaria! Jesús también tuvo en Belén un colchoncito duro y frío... las tablas de un establo... ¡qué coincidencia! Como todo fue así de imprevisto y precipitado, los papás tuvieron miedo de que las mellizas recién nacidas, se enfermaran o algo por el estilo, y entonces hicieron algo muy bonito: bautizaron a las recién nacidas enseguidita "por si acaso", como decía preocupada la mamá' que era muy cristiana... "por si acaso", habla que hacerlas hijas de Dios rapidito, aunque fuera con el agua de Socorro, y así las bautizaron de emergencia, pero tan pronto como las gemelitas dieron muestras de buena salud, las llevaron a su parroquia, y allí hicieron el bautismo solemne completando la ceremonia del bautismo de emergencia. Ya son hijas de Dios, Nazaria y Amparo ¡qué fiesta tan linda para todos!... hasta José María y Melchor, estaban felices y ya no se acordaban de que hablan preferido un hermanito. .1 El papá, como era marino, tenía que viajar mucho a América, por eso la mamá se fue a vivir a casa de los abuelos de Nazaria, en un pueblo llamado Sanlúcar la Mayor. Ya están todos reunidos en la casa de los abuelos. Según pasaba el tiempo, Nazaria comenzó a ser una niña vivaracha, alegre, audaz, generosa, con un corazón que no le cabía en el pecho; le gustaba compartir, disculpar a todos. Hacer lo que otros no querían hacer. Siempre sacaba la cara por sus hermanitos delante de la mamá cuando hacían algo que no estuviera bien. Nazaria y Amparo no fueron los últimos hijos de Don José y Doña Nazaria. Después de las mellizas llegan: Ausias, Manuel, Bautista, Delfina y Carmen. Otros cinco, pero ahora con predominio de varones. Ahora sí que estarán contentos José María y Melchor, aunque, a decir verdad, resultaban dos equipos equilibrados: cinco varones y cinco mujercitas! Nazaria se encariñó especialmente con su hermana menor, Carmencita, siempre enfermiza. Se privaba de dulces para Carmencita; se privaba de jugar con los mayorcitos, para distraer a Carmencita, y así siempre. Cuando alguno de los hermanitos agarraba en
5
brazos a la benjamina de la casa, Nazaria exclamaba aterrada; "Carmencita es mía, es mía, me la van a romper"! No consentía que nadie la hiciera llorar. Un día ocurrió algo extraño. Verdaderamente, Nazaria era una niña, por una parte, común y corriente, y por otra, era una niña singular. Verán lo que ocurrió un día. Se la vió muy afanosa. arrancar del rosal un tallo grande con espinas, y formar con él una cruz, y entre seria y festiva, se la enseñó a su pequeña hermana, que tendría unos dos años. Carmencita quiso tenerla en sus manos curiosas, pero Nazaria le dijo; "No, ésta no, A ti te haré otra igual", y en efecto, inmediatamente hizo otra más pequeña pero con más espinas y se la quiso colocar sobre la cabeza a Carmencita, cosa que le hizo llorar asustada. La empleada, reprende seriamente a Nazaria, y ésta en un tono serio poco usual en ella, respondió: "No te enfades. Carmencita y yo tenemos los mismos gustos... Tú no lo entiendes"... Y nosotros tampoco lo hubiéramos entendido, ¿verdad?. Pero después de muchos años sí que lo entendemos... Tanto Carmencita como Nazaria, amaron tanto a Jesús que éste regaló a las dos, toda clase de oportunidades de sufrir por El y por los demás... ¡En verdad que las dos tenían los mismos gustos!. Lo acabamos de decir, Nazaria, amaba mucho a Jesús, El había escogido y llamado a Nazaria para grandes cosas. Nazaria intentaba a toda costa inculcar en sus hermanos el amor a Jesús y el deseo de hacer sacrificios y, poco a poco, se convirtió como en la conciencia de todos ellos. Cada noche, les tomaba cuenta de cómo se habían portado, incluso a los tres mayores, María Pepa, José María y Melchor... A todos les hacia reconocer sus "pecados". "Tu has dicho una mentira, por comerte un dulce sin permiso de mamá"... y cuando el hermanito reconocía humildemente su culpa, le imponía una penitencia. "En penitencia tendrás que dar vuelta al patio de rodillas", les decía en un tono que no admitía réplica... Todos obedecían calladitos. Cuando sólo tenía cinco años, fué llevada al Convento de las Carmelitas Descalzas del pueblo de los abuelitos. Le iban a imponer el escapulario de la Virgen del Carmen. A un lado del altar, estaban las monjitas carmelitas con sus capas blancas y su rostro alegre. Nazaria no dejaba de mirar a aquellas monjitas, y de pronto sintió allá en sus "adentros" una cosa muy rara, que no la puede explicar... Luego, de mayor, lo explica así: "sentí como si alguien me dijera, calladito, calladito, que yo también iba a ser monjita Qué sabía ella entonces lo que era "ser monjita"... pero ya veremos si aquel infantil presentimiento se hace realidad... Nazaria, a veces, tenia algunas cosas, que a todos les dejaba asombrados... ¡Decía cada cosa! Un día que estuvo a punto de dejar caer contra el suelo a su querida Carmencita, le dijo a su mamá que la reprendió: No me regañes mamá... Carmencita no se hubiera caído... Nuestro Dios siempre nos sostiene para que no caigamos"... La mamá pensó: ¡qué cosas tiene esta niña! Y así Nazaria iba creciendo por dentro y por fuera... y yo voy a seguir buscando más cosas lindas que contarles de esta niña tan simpática y traviesa, pero tan singular, que va creciendo en edad, estatura y también en amor a Jesús... y entre tanto Uds., queridos amiguitos, hacen una pausa, y te pones a pensar:
6
- ¿Yo también voy creciendo por dentro como Nazaria?... - ¿Rezas de vez en cuando como Teresita, pidiendo a Dios misioneros? - ¿Has pensado alguna vez que si amas mucho a Jesús, a lo mejor El te llama y te escoge como a Nazaria para enseñar a otros, para ayudarles, etc.? No pases al capítulo siguiente sin hacerte estas preguntas, y sin responderlas con sinceridad... A lo mejor puedes preguntar a tus papás, a tus amigos, a tus catequistas, si ellos te ven "crecer", ser más bueno... Si te dicen que sí, qué alegría... si te dicen que no, que sigues siempre igual... tendrás que ver qué haces...
7
CAPITULO II
"ENSARTANDO MOSQUITOS CON UNA AGUJA" Nazaria tiene siete años. Las cosas van mal para su familia. Los barcos del papá se hunden, se van a pique. Quiero decir que sus negocios van de mal en peor y la economía de la casa lo mismo, hasta quedarse arruinados. Sí, arruinados. Y ahora?. Los hijos son numerosos, todos deben ir al Colegio, a la escuela, pero ¿cómo?... Por fin la familia encuentra una solución, que como todo en la vida de Nazaria, y en la nuestra, viene dada por Dios, por EL DEDO GRANDOTE DE DIOS, aunque ellos, la familia, tiene que corretear para encontrarla, porque Dios nos dice: "AYUDATE Y TE AYUDARE". Pues sí, una vez más Nazaria y su familia sienten sobre ellas la Providencia amorosa de Dios. Las mellizas logran ingresar en el Colegio del Espíritu Santo de Sevilla. Es un colegio para niñas de familias ricas, niñas nobles de la alta sociedad, pero nuestras mellizas ingresan en este Colegio, por la puerta de atrás, es decir por la puerta de los pobres, entran como pobres, becadas, como niñas ricas venidas a menos, pero al fin, en el Colegio internas, inician una vida de colegialas muy austera y exigente. Paen monjitas de verdad, y sus compañeras también. Allí hay mucha disciplina9 y mucho orden. Es mucho lo que tienen que estudiar, y muchas cosas las que tienen que aprender: bordar, pintar, coser, redactar, resolver problemas, quebrados, Nazaria siente que todo eso es muy aburrido; se cansa de estar quieta, de estar sentada, de estar calladita, y en cuanto tiene ocasión, en cuento la profesora se distrae ¡zas!, Nazaria se levanta y va de un lado a otro. Ha encontrado una ocupación que le gusta mucho más que el bordado, y las lecturas, y la redacción... No se lo pueden Uds. imaginar... Se siente contenta con esta nueva ocupación que hace a escondidas: ensarta mosquitos con una aguja!. Los ensarta y los mete en un hilo largo hasta formar como collares con los que adorna las columnas del patio, hasta que... llega la profesora y ¡pobre Nazaria!... Una reprimenda, un castigo... Pasará el resto de la mañana, sentada con un libro en la cabeza para que no se pueda mover... ¡qué martirio! Ella no podía entender por qué tenía que estarse quieta cuando sentía la vida que le bullía como a Uds., dentro empujándola a moverse, a jugar, a correr. No, No lo entendía, ni lo hubiera entendido nunca si la Madre María Jcsús Repiso, su maestra, un día no le hubiera contado, biencito, sin prisa, y con mucho amor, que Jesús, a quien Nazaria quería tanto, había padecido mucho y mucho en una cruz para salvarnos a todos... y por eso nosotros si hacemos sacrificios por amor a Jesús, también podemos ayudar en la tarea de la salvación... Rezar, sacrificarse, hacer favores a los demás... Todo esto agrada mucho a Jesús, y El se pone contento si lo hacemos por puro amor. Ah! esto es otra cosa, esto es otra cosa. Esto se parece a lo que ella había oído contar a un misionero jesuita, el P. Tarin que había ido al Colegio para hablar a las colegialas, de las misiones; sí ahora recordaba todo lo que el misionero les habla dicho... que todos los 8
cristianos deberían ser misioneros con la oración, el sacrificio... ahora ya lo entiende... Ah, ¿saben una cosa?. Con el correr de los años este P. Tarin, fue tan bueno tan bueno, que está camino de los altares... como Nazaria. Es importante que los niños, sepamos aprender lo que nos enseñan los mayores, como aprendió Nazaria del P. Misionero y de la M. María Jesús, su profesora. Bueno, me parece que me fui a otra cosa; sigamos. Ahora sí entendía Nazaria el por qué de estarse quieta, y callada, y de ser obediente, y de aprenderse bien la lección y de ser generosa y de estudiar con juicio y de rezar con devoción... ¡ah! y de dejar en paz a los mosquitos. Ahora sí. Por eso nuestra colegiala dio un fuerte cambio; todos lo notaban. Seguía siendo alegre simpática, juguetona, pero se hizo muy responsable y reflexiva... Pensaba mucho; se la veía de rato en rato como la que se hundía en sus pensamientos. ¿Cuáles eran sus pensamientos?... ¡Salvar almas!. ¡Colaborar con Jesús! ¡Ser misionero!. Y como no conocía otros misioneros más que al P. Tarín que era jesuita, pues ella decidió en su corazón ser "misionero jesuita". Y así años más tarde, en su casa, su abuelita, al ver el deseo de Nazaria de ser "misionero", le hizo una sotanilla negra y un bonete (sombrerito que llevaban antes los sacerdotes) y vestida de este modo y subida en una silla predicaba a su larga colección de hermanitos, primos, amigos, vecinos etc. ¿Ven?, ¿ven Uds. cómo EL DEDO GRANDOTE DE DIOS, seguía llamando, escogiendo y dirigiendo la vida de Nazaria?... ¿Y ella?. Ella, fiel y generosa, agarrada, siempre agarrada a este DEDO GRANDOJE y paternal de Dios, y desde esta época, con un amor creciente a Jesús, que vive, sufre y muere por salvarnos a todos y a ella también... ¡Gracias, Jesús!... Así era Nazaria, desde muy pequeña comienza a dar a Jesús amor por .0...., Nazaria cree, espera, ~.... pero no se contenta con conocer y amar a Jesús ella solita, no se contenta con creer en El con fe ciega y de esperarlo todo de su amor, sino que comienza a ser misionera, comienza a predicar, a hablar a sus compañeras de todo lo que lleva en el corazón, y de la necesidad de hacer sacrificios para ganar almas; para que los pecadores se conviertan, y así, cuando ya habla hablado y entusiasmado a un grupo de compañeras, organiza, funda una pequeña congregación a la que pone el nombre de "MISIONERAS OCULTAS DEL SAGRADO CORAZON", con su reglamento y todo. Sólo las niñas que amen mucho a Jesús y estén dispuestas a hacer sacrificios por su amor, y quieran ayudar a los demás a ser buenos con su cariño y amistad, sólo ésas podrán pertenecer a este grupo misionero. En el corazoncito de Nazaria ya había resonado el mandato de Jesús: "VAYAN POR TODO EL MUNDO PREDICANDO EL EVANGELIO". En 1.898, Nazaria se prepara para su Primera Comunión. Lo toma muy en serio. Se aprovecha muy bien de las catequesis que le dan sus catequistas, las buenas monjitas del Colegio, pero sobre todo, busca ratos para hablar con Jesús, para decirle que lo quiere mucho, que está deseando recibirlo y que quiere ser cada día más buena, y que lo único que le importa es que todos lo conozcan y lo amen. Una noche, la víspera de su Primera Comunión, en su cama, Nazaria reza, habla con
9
Jesús y poco a poco se va quedando dormida, pero mientras dormía, su corazón seguía hablando con Jesús, que así de hermoso es el amor cuando es de verdad... los ojos se cierran, pero el corazón sigue amando. De pronto Nazaria, ve a Jesús delante de ella. Está cargando con la cruz, subiendo una cuesta, coronado de espinas, sufriendo mucho, y sin dejar de mirarla a ella, a Nazaria, le decía dulcemente, suavemente: "Nazaria, tú sígueme, sígueme". Nazaria sintió que todo el amor de su corazón subía hasta sus labios para responderle: "SI, JESUS MIO, TE SEGUIRE LO MAS CERCA QUE PUEDA UNA HUMANA CRIATURA"... Qué lindo ¿verdad?. Jesús que invita a Nazaria y Nazaria que se compromete a seguirlo incondicionalmente y para siempre... y ¿saben Uds.? comprometerse es fácil, lo difícil es cumplir el compromiso, y eso es lo bonito... Nazaria fue siempre fiel a este compromiso como Uds. mismos irán viendo, pero antes hacemos otro alto en el camino, en la lectura... Uds. descansan un poquito para pensar en lo que han leído, y así, después de pensar, contestan a estas preguntas: - ¿Qué es lo que más les ha gustado en este capítulo de la vida de Nazaria? - ¿Por qué Nazaria cambia tanto y comienza a entender que vale la pena sacrificarse, rezar, obedecer, etc.? - ¿Tú no has sentido alguna vez también, el deseo de ser más bueno, más responsable, más obediente; de conocer más y amar más a Jesús? - ¿Tú no sabes que el DEDO GRANDOTE DE DIOS, está también sobre fi y quiere que tú le descubras en tu vida como Nazaria, y que ya nunca te separes de El?... Piensa, piensa... reza un poquito.
10
CAPITULO III
"...¡VENCIO JESUS¡..." El día 26 de septiembre de 1901, Nazaria sale del Colegio, de su colegio tan amado, y comienza para ella una etapa ~ nueva y llena de dificultades. Cómo le costó dejar el colegio, a sus profesoras, compañeras, a su grupo tan querido de '9MISIONERAS OCULTAS"... dejar el ambiente tan bonito que tenía en su querido colegio. Ahora todo le parecía precioso, hasta los bordados, las lecciones de matemáticas, los ratos largos de silencio... ¡cuánto había cambiado Nazaria! Estaba contenta de reunirse con sus papás y hermanitos, sobre todo con su querida Carmencita, pero extrañaba mucho el horario y las prácticas piadosas del colegio; sus hermanos se reían de ella, la llamaban "beatita" y ella sufría al ver que ellos no amaban a Jesús como ella hubiera querido. Tenía Nazaria cuando salió del Colegio l2aflosy poco a poco se convirtió en el apóstol y misionera de su propia casa, sobre todo son su ejemplo. Aguantaba sin enojarse las bromas y burlas de sus hermanos, hacia lo que los demás no querían hacer, no se disculpaba cuando la reñían, pero a sus hermanitos si les disculpaba y hacia quedar bien delante de la mamá... era alegre y cariñosa, ¡y eso que le hacían cada cosa...! Al poco tiempo de salir del Colegio, la situación económica de su casa se agravó... cada día peor. Nazaria vive intensamente la pobreza, la falta de cosas necesarias e indispensables... pero esto no la asusta; al contrario, se une cada vez más con Jesús que también fue pobre. Nazaria aprende no sólo a amar a Jesús pobre, sino a amar a los pobres, por ser los preferidos de Jesús, y por ellos se privaba de lo poco que tenía para compartir con los que aún tenían menos que ella, ¡era tan generosa!. Nazaria tenía también un gran amor por los sacerdotes... Ella había visto, que éstos eran los que perdonaban los pecados en nombre de Jesús, los que le habían dado, a ella y los demás, a comer el Cuerpo de Cristo en la comunión; ellos predicaban el evangelio. En fin, a ella le habían dicho que el sacerdote era como una prolongación de Jesús, y ella aprendió a amar mucho, mucho a los sacerdotes, y este cariño se lo iba inculcando a sus hermanitos: cariño, respeto, devoción. Por eso un día, Carmencita, que era la que mejor asimilaba las enseñanzas de Nazaria, hizo algo extraño... Había ido de visita a la casa, un sacerdote, en ocasión de estar allí el papá. Al despedirse el sacerdote, Carmencita se puso tras él, y como la cosa más normal, comenzó a besar las huellas, las pisadas del sacerdote que salía. Imagínense Uds. lo que ocurrió!. El papá se disgustó, reprendió a Nazaria, la llamó ridícula y le prohibió inculcar esas cosas en sus hermanos. ¡Pobre Nazaria!. Ellos no entendían, no sabían que EL DEDO GRANDOTE DE DIOS, le iba enseñando e indicando muchas cosas... El amor a la Iglesia, a sus ministros, a todos. Este amor, iba a ser como la médula, la esencia, la razón de ser de su vida. Ya vamos viendo, que Nazaria, por una parte, es una niña como todas y por otra, tiene cosas poco comunes. Entre las cosas iguales a todas las niñas es que Nazaria quiere muchísimo a su papá. Lo amaba tiernamente sin disimularlo. Tampoco el papá disimulaba la
11
preferencia por Nazaria. El día 19 de marzo de 1.903, (ya tiene Nazaria 14 años), era el santo de su papá, pues era el día de San José, y él se llamaba José Antonio. Nazaria organiza una función familiar por todo lo alto para festejarlo, componiendo un "himno oficial" con alusiones a las virtudes y cualidades paternas. No hay que decir que el papá se sentía feliz y contento con los halagos de su hija. Por este tiempo, Nazaria prepara para la Primera Comunión a sus hermanas Delfina y Carmencita, las dos menores. Pone en ella grandísima ilusión. Quiere que las dos pequeñas tengan una fiesta como la que ella tuvo, no se refiere Nazaria a la fiesta que le hicieron en casa sus familiares, sino a la FIESTA que ella vivió allá en su corazón al unirse con Jesús en el momento de la comunión. ¡Cómo recordaba aquellos momentos! ¡Cuántas gracias se siguieron después de aquella primera cita en la Eucaristía! Todo esto lo volvía a revivir Nazaria al preparar a sus hermanitas, y como hemos dicho, quería disponerlas para que su encuentro con Jesús fuera en verdad un encuentro de amistad que durase toda la vida, porque, eso es la primera Comunión. No un punto de llegada, sino un punto de partida; es comenzar a caminar siempre junto a Jesús. Por eso, ¡cómo les habla del amor de Dios que nos entrega a su HUO querido!... ¡Cómo éste se entregó por nosotros, haciéndose hombre, viviendo como uno de tantos, siendo que El, era Dios... padeciendo y muriendo en una cruz, y después, fue tanto su amor, que se quedó en el Sacramento de la Eucaristía para que todos lo comamos!... ¡qué milagro tan grandote!... ¡qué maravilla!. Bueno, y no se contentó con eso, sino que después de resucitar, nos hace el mejor regalo... nos regala el Espíritu Santo, el que nos enseña todas las cosas calladito, calladito en el fondo de nuestro corazón cuando sabemos escucharle... Pues así, todo esto se lo explica Nazaria, muy despacito, muy clarito, para que lo entiendan bien, y por los frutos, conocemos hoy, que silo entendieron las dos, pero sobre todo Carmencita, la pequeña, la enfermita...! ¡vaya si lo entendió! Mientras Nazaria les enseñaba todo esto, le decía al oído a su preferida Carmencita, que le pidiera al Señor en el momento de su unión con El, la gracia de que las dos (Nazaria y Carmen) fueran un día misioneras... Carmencita lo pidió, y Dios se lo concedió... Carmencita y Nazaria serían las dos, misioneras... ¡La oración alcanza tantas cosas! Pero sigamos, sigamos. La situación de extrema pobreza continuaba. ¡Válgame Dios! Y qué largo se hace el tiempo cuando falta lo necesario, ¿no? El papá se fue de Nuevo a Méjico a probar suerte, a ver si allí podía salir un poco de la pobreza La mamá con todos sus hijos se queda en Sevilla, pasando mil penalidades. Se fueron a vivir a una casa pobre, en un barrio pobre entre los pobres. Muchas veces eran socorridos por la caridad de las buenas gentes que nunca faltan. Otras veces tenían que aguantar hambre y frío, por que la carencia de lo necesario también da frío, sobre todo en el corazón. Nazaria trabajaba todo el día tejiendo mantillas, pero eran tantos en la familia y, sobre todo los chicos, tenían tan buen apetito, que no alcanzaba. El Jueves Santo de 1906, será un día inolvidable para Nazaria. Les voy a contar lo que sucedió. Era costumbre en Sevilla, que una Señora, presidenta de una asociación benéfica, con otras señoras, organizasen una comida y dieran un buen canasto de comestibles a doce pobres, en recuerdo de los doce apóstoles que cenaron con Jesús, aquel Jueves Santo memorable... Estas señoras conocían a la familia de Nazaria y sabían lo mal que lo estaban
12
pasando. Una de las señoras entregó un boleto a la empleada de la casa de Nazaria. (la que seguía con ellos por puro cariño a todos, pues hacía mucho tiempo que no le podían pagar>, para que pudiera asistir a la comida y recoger el canasto con los comestibles... pero esta empleada tenía su orgullo y no quería ir a mezclarse entre los pobres... ¿Qué hacer?... ¿Perder la oportunidad dé beneficiarse con tan buen regalo?... La mamá de Nazaria no quería ni podía obligar a la empleada a hacer este sacrificio por ellos... Ella, la mamá era demasiado conocida y tampoco se atrevía... Entonces Nazaria dijo con decisión: "'IRE YO"... y dicho y hecho. Se vistió con un velo negro para pasar desapercibida entre las viejitas que irían a la comida de caridad, y allá se fue... y allí tuvo una gracia grande, muy grande... y la puso en el sitio de Pedro, el Jefe al verla tan jovencita, las señoras que daban la comida quisieron ponerla en la mesa en el sitio que correspondería a Juan, el apóstol más joven, pero el P. Tarín, que estaba allí, dijo con autoridad: "No, ahí no, ésta tiene que ser cabeza", de los apóstoles. Y luego siguió diciendo a Nazaria, con una voz que le salía de muy adentro, como si Alguien lo estuviera diciendo por él: "Hija mía, Dios te ama mucho. Animo y adelante. Dentro de tres años, Dios empezará a colmar tus deseos, y luego todos, todos"... ¡Qué palabras tan extrañas! Nazaria no entendía... Cómo lo iba a entender si era una profecía, es decir, el Padre Tarín hablaba lo que el Espíritu Santo ponía en sus labios... y las profecías sólo se entienden cuando ya se han cumplido... Pero aún sin entender, Nazaria lo recibía todo en su corazón... creía, confiaba, amaba a Jesús, sabía que El no nos puede fallar como fallamos nosotros que somos unos fallutes... y Nazaria sentía algo por dentro... Era como si el DEDO GRANDOTE DE DIOS, estuviera de nuevo escogiéndola, llamándola a la vida misionera... Ser misionero o misionera quiere decir vivir con Jesús, amándolo mucho y luego ir por el mundo hablando de lo bueno que es Dios, y de lo bueno que es seguir todos juntos en el camino que Jesús nos dejó. En este momento- sintió que nacía en ella ya claramente, decididamente, LA VOCACION, la llamada a ser misionera, Fue la llamada a la vida apostólica... El gozo de Nazaria era grande... muy grande... Ahora le tocaba esperar... En esta espera, Nazaria luchó a brazo partido para ser fiel a Jesús, para ser fiel a esta vocación. Sus familiares no veían con gusto lo que llamaban beaterías de Nazaria, y entre todos hacen lo posible para distraerla y proporcionarle diversiones. ..?. ¿saben?. Si, hasta le buscan un novio, que se llama Juan de la Rosa... ¡si!, qué risa, si, sí, qué risa! Nada de risa. A Nazaria todo le costó mucho; muchas lágrimas, pues por una parte, no quería contrariar a sus papás, y por otra, tenía que seguir siendo fiel a Jesús. Como siempre, oraba, se sacrificaba, y al fin... ¡venció Jesús!, y el corazón de Nazaria superó intacto la prueba..., y Jesús se gozaba en la fidelidad de Nazaria... Y, de nuevo a descansar, que aún queda mucho camino por andar... Aún quedan algunos capítulos,... pero entre descanso y espera, de nuevo alguna preguntita: - Tú eres amigo de Jesús, ¿no?... ¿Cómo le demuestras tu amistad? - ¿Te gusta ser fiel a tu palabra, a tus compromisos? - ¿Crees que vale la pena comprometerse alguna vez, para hacer cosas en beneficio de los demás? ¿Por ejemplo?
13
Antes de seguir leyendo el próximo capitulo, contesta a estas preguntas... Si sales aprobado puedes seguir leyendo... si no... intenta hacer algo.
14
CAPITULO IV
"CAMBIO DE UN BESO" Parece que al papá de Nazaria las cosas comienzan a sonreírle en Méjico, la linda tierra del Tepeyac, de la Virgencita de Guadalupe y del indiecito Juan Diego, aquel a quien se apareció la Virgen, retratada en su tilma... ¿conocen la historia?... Pues si no la conocen digan a su papá o su mamá que se la cuenten... Es muy bonita. Pues sí Señor, parece que los negocios le empezaron a ir bien a Don José Antonio, y no pudiendo estar más tiempo separado de su esposa y de sus hijos, decide llevarlos a todos con él a Méjico, y como lo pensó, lo hizo. En un dos por tres, todo el mundo estaba metido en prisas de viaje. Había que empacar ligero; la partida era inmediata. Todo el mundo haciendo maletas e intentando llevar con él, a Méjico lo más querido ¿qué metió Nazaria en su maleta?... No lo sabemos. Lo que sí sabemos que llevaba en su corazón bien guardada, bien custodiada para que nadie se lo quitara, su VOCACION MISIONERA, la que descubrió, clarito, clarito, el día de Jueves Santo. Es cierto que antes de embarcar, Nazaria había intentado quedarse en Sevilla, quedarse, pero de monjita... Tenía prisa por entregarse a Dios, y por eso visitó a la Madre Angelita, fundadora de las hermanitas de la Cruz, para dedicarse como ellas a servir a los pobres en sus propias casas, viviendo con mucha pobreza y austeridad, rezando mucho... Pero la fundadora le dijo que no, que ella debía ir a América y que de allí volvería con compañeras... otra vez palabras extrañas que no entendía... ¿qué quería decir con eso de que volvería de América con compañeras?... Total, que Nazaria se embarca con su familia para Méjico.... Van como emigrantes, como pobres, pero Nazaria lleva en su corazón el tesoro más grande del mundo. Hacían el mismo viaje dos monjitas de los Ancianos Desamparados, a trabajar a la ciudad de Méjico, iban al Asilo de Matías Romero, donde atienden y cuidan a los ancianitos pobres y desamparados. Estas buenas monjitas hablaron a Nazaria de su trabajo con los ancianos, de su vida sacrificada, de la alegría que sentían en este servicio a los pobres ancianitos. Nazaria sintió admiración por ellas, pero sin embargo sentía que todo su ser se le iba por otro lado... Soñaba con ir por los caminos, las calles, los campos, las fábricas, las escuelas, las universidades y hasta el Parlamento, donde se reúnen los que gobiernan las naciones, para hablar a todos de Dios... En una palabra, soñaba con ser MISIONERA, ¡lo había visto tan clarito el Jueves Santo!... Ella quería ser como esos misioneros que van recorriendo el mundo, dejándolo todo por amor a Dios y a los hombres. Nazaria tenía grandes sueños de santidad, quería ser como Francisco Javier, Ignacio de Loyola4 Teresa de Jesús, Rosa de Lima, etc... ¿Qué dirá Dios de estos sueños de Nazaria? ¿qué dirá?. Pues Dios dice siempre, que el que algo quiere, algo le cuesta... y... vaya si le iba a costar a Nazaria realizar su sueño.
15
Los papás no le dan su autorización. ¡De ninguna manera!. No quieren que se vaya "de monja". Le ofrecen todo, con tal de que se quede con ellos... y Nazaria, llora, sufre, reza, y espera... Su fe, su esperanza y su decisión de amar a Jesús sobre todas las cosas, es inquebrantable. Y venció Nazaria. Por fin el papá se enternece y cede. Le da su consentimiento, pero nada más; No puede darle apoyo económico ni con un solo peso, pero ¿qué digo?... sí, le da algo; le da un recibo por una cantidad que le deben unos señores desde hace mucho tiempo y que sabe que nunca se lo podrán pagar... ¿A ver, qué saca Nazaria con ese recibo?. Nazaria, acompañada de un hermano suyo, va en busca del deudor de su padre para ver la posibilidad de Dios!... Nazaria encuentra una luchan por organizar su vida y su hogar, desde una gran pobreza. No tuvieron que decirle ni explicar nada. Nazaria comprendió enseguida, y porque comprendió hizo lo que hizo... Toma el recibo, y lo rompe en mil pedazos... ¡Se acabó! Ya puede la pareja de recién casados, quedarse tranquilos... ya está pagada la deuda... Es un gesto que la retrata. Pero, ¿y ella?... ¿qué hará ella?... Ella, Nazaria, pedirá de limosna lo necesario para arreglar sus cosas y poder ingresar en las Hermanitas de los Ancianos Desamparados... Pero, ¿cómo? Yo no les habla dicho que Nazaria, después de pensar y rezar mucho, había decidido sacrificar su ideal misionero y entrar con las abnegadisimas y sacrificadísimas Hermanitas (las monjitas del barco, ¿recuerdan?)... decidió entrar con ellas, porque era lo que más le costaba... Sólo para demostrarle su amor a Jesús, renunciaba a su ideal misionero... Con estas, disposiciones, Nazaria, pide el ingreso en las Hermanitas de Méjico, justamente en el Asilo de Matías Romero. Allí en la capilla de este Asilo, bajo la mirada de la Mamita de Guadalupe, comienza una vida nueva como POSTULANTE. (postulante quiere decir, que comienza a vivir como monjita, pero todavía no lo es..., está iniciándose, probando, viviendo ya con las monjitas para ser un día como ellas). Nazaria cuenta en sus diarios, que en estos momentos pidió a la Virgencita de Guadalupe, la gracia de seguir siempre a Jesús, como habla prometido en su primera comunión... cerca, muy cerca lo más cerca que pudiera una humana criatura... Nazaria amaba mucho, mucho a María, madre de Jesús y madre nuestra... y siempre que necesitaba algo importante, o tenía que hacer algo que le costaba mucho, acudía a María... Con ella lo podía todo hasta... lo que les voy a contar ahora: Antes de ingresar como postulante, quiso agradecer a Jesús, el regalo de su vocación, quiso darle algo a cambio, algo que le costase mucho, mucho... ¿Qué sería?... Nazaria pensaba... ¡ya está!... Le daría a cambio, UN BESO!... ¿Un beso?... ¡SI un beso! pero ¿a quién y cómo?... Pidió la ayuda de María, y sí, daría un beso a una leprosa del asilo, a una leprosa de aspecto repugnante... ¡qué horror! dirán Uds. ¿verdad?... Pues Nazaria quiso darle a Jesús esta prueba de gratitud y cariño. La Virgen le dió fuerza, y Nazaria puso en este beso todo el amor del mundo; la besó por amor a Jesús, y en ella besó a todos los pobres, a todos los abandonados, a todos los marginados, enfermos, encarcelados... A todos los que sufren hambre de pan o de cariño... También besó en ese beso a todos los pecadores, que son
16
enfermos del alma. ¡Cuánto ha crecido nuestra querida Nazaria, ¿verdad?. Ya no es una niña traviesa y juguetona; es ya una joven de corazón grande y alma generosa; noble, que sólo piensa en Jesús y en sus intereses; en hacer felices a los demás, aún a costa de sacrificarse ella. Queridos amiguitos. Yo quisiera creer que tú también, que Uds. van creciendo como ya dijimos en el capitulo primero, no sólo por fuera, en estatura; sino por dentro... Antes de seguir con el capitulo siguiente, pregúntale a tu mamá, y a tu papá, para que ellos te digan cómo te ven. Quieres algunas señales para que tú mismo sepas si te vas haciendo más "grande" a los ojos de todos, de ti y sobre todo de Dios?... - ¿Eres menos egoísta?... ¿buscas el dar gusto a los demás, en los juegos, en tus relaciones con tus hermanitos, amigos, vecinos? ¿Te gusta hacer favores, pequeños servicios, ayudar en las tareas, disculpar los defectos de los otros? - ¿Buscas ocasiones para rezar, hablar con Jesús, pedirle por las necesidades de la Iglesia, de los hombres, de tus papás? - ¿Has hecho alguna vez algo que te cueste mucho, mucho (como Nazaria al besar a la leprosa), por amor a Jesús? Anota, escribe en tu cuadernito. las respuestas a estas preguntas, y verás que te sientes contento, si tus respuestas son positivas, si puedes contestar sinceramente a esas preguntas con un rotundo ¡SI!... Si no es así, tendrás que esforzarte más. Pide ayuda a tus papás y profesores, catequistas...
17
CAPITULO V
"TU SERAS FUNDADORA... Y ESTA CASA TU PRIMER CONVENTO" Nazaria pagó el precio de su vocación con un beso. Devolvió amor por amor, y acto seguido ingresó en las Hermanitas el día 8 de diciembre de 1908, en Méjico. Pronto tuvo que dejar esta linda ciudad y cruzar de nuevo el mar y volver a España, para hacer allí su Noviciado. El Noviciado es otra etapa en la vida de las que se preparan para ser monjitas. Es una etapa intensa de formación en la oración, de estudio, de trabajo, pero sobre todo de conocer más íntimamente a Jesús, de intentar imitarle en su humildad, sencillez, obediencia, de servicio, de silencio... de saborear lo lindo que es saberse llamada, escogida por EL DEDO GRANDOTE DE DIOS, de oír allá dentro del alma estas palabras: "No me eligieron Uds. a mí, Yo los he elegido a Uds." Nazaria va gozando con este llamamiento... y viviendo intensamente su vida de Novicia en las Hermanitas. ¡Cuántas cosas podríamos contarles de estos dos años de formación en el Noviciado... Siempre llamaba la atención por su fervor, su piedad, su espíritu de sacrificio, su obediencia y su alegría... "Cuando oraba, parecía un angel", decían sus compañeras. Le gustaba mucho escribir, y escribía de lo que llevaba en el corazón. Ya dijimos que Nazaria amaba mucho a la Iglesia, y por eso escribió un artículo sobre LA IGLESIA y las Hermanitas... A todos gustó mucho, porque en él se reflejaba ese amor grande por toda la Iglesia, desde el Papa, hasta el último o más pequeño de los cristianos... y de todos los hombres del mundo. Los dos años de Noviciado pasaron volando. Nazaria tiene que hacer su Primera Profesión. Tiene que decir públicamente que quiere seguir a Jesús viviendo con él, virgen, con un corazón sólo para El; pobre como vivió El, y obediente como Jesús, hasta la muerte... Nazaria ya es monjita de verdad. Y Dios con su DEDO GRANDOTE, sigue marcando caminos a Nazaria... y la lleva de nuevo a América, pero ahora no a Méjico sino a... ¿saben dónde?... a Bolivia, a nuestra querida Bolivia... Ya está Nazaria en Bolivia... cuántas vueltas, idas y venidas... pero al Cm Dios nos la trae a Bolivia como un regalo. Ya lo verán poco a poco. Llega a nuestro país con un grupo de Hermanitas... Nueve y con ella, diez. ella es la más joven. Tiene en ese momento 23 años. Ya es una joven madura. Por eso, desde ahora, como ya es monjita, la llamaremos Sor Nazaria. Sor Nazaria, sigue viviendo su compromiso con Jesús... el compromiso de seguirle lo más cerca que pueda, contraído el día de su Primera Comunión. Sigue a Jesús como discípula. El es su Maestro y Sor Nazaria va aprendiendo mucho mucho lo que es la
18
humildad, la fortaleza, la vida sencilla y oculta, la obediencia, pero sobre todo su Fe es cada vez más - su confianza en el Señor cada vez más total, más incondicional, hasta llegar a abandonarse a su Voluntad, siempre, siempre... ¿y qué decimos de su caridad?... Sor Nazaria escribe en su diario: "Siempre hay un más en los labios cuando hay amor". Esta es su vida, siempre más, siempre mejor, porque en su corazón no hay más que amor, amor, amor... En el trabajo con los ancianitos, Sor Nazaria se señala por su delicadeza, cariño, atenciones y sonrisas; les habla de Jesús, los alienta en sus penas y soledades; pide limosna para ellos. Una vez, al pedir una limosna a un señor, éste se enfada y le escupe en la mano. Sor Nazaria sonríe, guarda el salivazo en su mano y dice: "Gracias, señor; este salivazo para mí, ahora dame unas monedas para mis ancianitos". El señor, confundido y asombrado, le da lo que le pide. ¿Quién pudo más?. El mal genio del señor, o la sonrisa amable de Sor Nazaria?. Y así un día y otro. Sor Nazaria, va, viene, trabaja, reza. Dios con su DEDO GRANDOTE, le va indicando toda la miseria, el dolor, la pobreza, el sufrimiento que hay a su alrededor; ¡cuántos niños sin hogar, sin pan, sin cariño; cuántos hombres sin trabajo, cuántas madres abandonadas, cuántos hombres que no aman a Jesús porque no lo conocen... ¡Dios mío, Dios mío!... Las sectas protestantes dividen a los cristianos. La Iglesia sufre en sus miembros la desunión, la deslealtad, el desamor... Sor Nazaria, que vive profundamente su conciencia de hija de Dios y de hija de la Iglesia, sufre también, y quiere hacer algo, pero, ¿qué puede hacer ella?. Un día, víspera de la gran fiesta de Pentecostés, en la que recordamos y celebramos la Venida del Espíritu Santo, Sor Nazaria, acompañando a unas monjitas, en Oruro, entra en un destartalado templo. Allí había, medio escondido por la poca luz, una imagen de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas (igualito al que Sor Nazaria vio en el sueño la víspera de su primera comunión y que le había dicho: "Tú sígueme"). Sor Nazaria miraba a esta imagen fijamente. Miraba sus ojos tristes y velados... y de pronto, sintió que toda la ternura de esos ojos, y todo el amor de Jesús, se le metía en el alma, que le decía: "Tú serás Fundadora, y esta casa tu primer convento". ¡qué escalofrío! ¡qué susto!... Qué habría sido eso?. otra vez oía, pero no entendía... No entendía pero todo lo guardaba en su corazón... Sor Nazaria, quería como olvidar aquellas palabras del Nazareno, pero no podía. Se habían grabado profundamente en su corazón. Dios le sigue hablando, hablando, haciéndole ver que ella, Nazaria, puede y tiene que hacer algo. Que no se puede cruzar de brazos ante el trabajo audaz de los hijos de las tinieblas; las sectas avanzan, se extienden, confunden a los cristianos. Nuestra gente es más ignorante que mala; es preciso que haya quien les enseñe, quien les predique, quien les haga conocer el verdadero camino... pero ¿cómo?. Desde su convento de Hermanita ella casi no puede hacer nada Las tareas domésticas, de lavar, fregar, atender a los ancianitos, le ocupan todo el tiempo... ¡Dios mío!... y este Dios bueno, le va a allanar el camino como siempre. Se va haciendo la luz. Sor Nazaria va viendo más claro. Es preciso bajar a la calle,
19
salir en busca de la gente, pero sola poco podrá... Si pudiera reunir un grupo de jóvenes decididas y valientes que quisieran embarcarse en una gran aventura al servicio de la iglesia, del Reino,... Pero esta aventura requiere mucho coraje, mucha decisión. Es más complicado que aquella otra aventura de su vida de colegiala, las "Misioneras Ocultas del Sagrado Corazón" en el colegio de Sevilla. Esto que ella siente ahora, no es cosa de niños. Un día, estando en oración, sintió que dentro de ella había nacido ya ese grupo de jóvenes valientes y decididas. En ese momento fuerte de oración sintió que Ignacio de Loyola, San Ignacio, que había amado mucho, mucho a Jesús y a la Iglesia en otros tiempos, ponía en su mano, la bandera pontificia, al mismo tiempo que la animaba a formar ese grupo femenino que llevara por todas partes la bandera de la Iglesia, y recorriera el mundo poniéndose bajo la obediencia y el amor al Romano Pontífice, y los Obispos y reunir a todos bajo el "estandarte de la cruz", y así colaborar, trabajar, por Cristo, la Iglesia y las almas. ¡Qué feliz se sentía Sor Nazaria ante esta idea! ¡Qué ideal tan hermoso! y Sor Nazaria repetía: "¡Por Cristo, la Iglesia, las almas!"... y rezaba mucho y se sacrificaba, y también consultaba con personas que sabían mucho de estas cosas, como el Sr. Nuncio, Monseñor Felipe Cortesi, y el Obispo de La Paz Mons. Sieffert, y el Obispo de Oruro, Mons. Antezana... y los tres, sin ponerse de acuerdo, deciden que eso que Sor Nazaria está pensando, que eso de levantar la bandera pontificia y organizar un grupo de jóvenes que tuvieran corazón de fuego y alma de apóstoles, para bajar a la calle y predicar, y enseñar, etc., etc., que eso es algo que vale la pena, y le dicen que es preciso poner manos a la obra..., Sor Nazaria con la bendición de estos Prelados, debe comenzar su Obra, entregándose a Jesús totalmente, a la Santa Iglesia, al servicio de los pobres y necesitados, de los pequeños, de los abandonados. ¿Recuerdan el beso a la leprosa?... ahora no es un beso, Sino toda la vida entregada al servicio de los más pobres... No crean que esta Obra ratos muy malos: dudas, incomprensiones, incertidumbres, miedos, pero Sor Nazaria, ha dado su palabra a Jesús, por eso venció todas las dificultades, y superó todos los sacrificios, sobre todo el gran sacrificio de separarse de sus queridas Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que tampoco entendían por es facilita. No, no. Tuvo que pasar qué razón tenía que dejarlas a ellas. Todas se resistían, todas floraban al abrazarse y despedirse, pero Dios pedía ese sacrificio grandote, para comenzar una Obra que iba a dar mucha gloria a Nos en la Iglesia, en Bolivia... y luego en todo el mundo. Los Obispos silo comprendían, y por eso, uno de estos tres Obispos, el de Oruro, Monseñor Antezana, fue a sacarla del Asilo de las Hermanitas el día 16 de junio de 1925, y le mandaron que se pusiera al frente de la nueva fundación de Misioneras... ¡Por fin el sueño de Nazaria desde niña se iba a hacer realidad! ¿Cuál fue esta Obra que inicia Sor Nazaria?... En el capitulo siguiente te lo contaré, pero ya sabes. Antes de pasar a otro capítulo, es preciso descansar, pararse a reflexionar en todo lo que hizo Nazaria y en qué cosas podrías hacer tú:
- ¿No te gustaría a ti también, ser capaz de hacer algo grande por Jesús, ¿qué podrías hacer? 20
- ¿Conoces algún grupo de niños en tu parroquia que se reúnan para aprender a ser valientes, decididos... y que quieran ser también misioneros? - ¿Crees que puedes, con tu ejemplo y con tu palabra, conquistar amiguitos para Jesús?... Yo creo que debes enterarte bien si hay algún grupo de estos en tu parroquia y anotarte en alguno. Te aseguro que te alegrarás...
21
CAPITULO VI
"POR CRISTO, LA IGLESIA, LAS ALMAS" Sor Nazaria salió de las Hermanitas el 16 de junio de 1925, como hemos dicho y ¿a qué no saben Uds. dónde fue a parar nuestra querida Nazaria?. No se lo pueden ni imaginar, pero yo se lo voy a decir. Le llevaron a aquel templo destartalado, donde la imagen del Nazareno le había dicho cinco años antes en 1920: "Tú serás fundadora, y esta casa tu primer convento". Qué casualidad, dirán Uds. No, no, no es casualidad. Es que el DEDO GRANDOTE DE DIOS seguía sobre Nazaria, y la llevaba y la traía de modo que ella hiciera siempre lo que El quería, y Dios quería que ella fuera Fundadora, y por eso le fue preparando el camino. Así lo comprendió Nazaria, al verse allí frente a aquel Nazareno, tan igualito al de su Primera Comunión. Al lado del Templo había una casa donde vivían juntas varias señoras, que no se llevaban muy bien; eran viejitas renegonas, que a veces peleaban entre ellas; querían ser buenas pero no tenían quien les enseñara a cambiar, y Sor Nazaria comienza a hablarles de cómo todos debemos queremos entre nosotros como nos quiere Jesús; de que todos debemos ayudarnos y colaborarnos, y así, poco a poco, las viejitas se fueron componiendo, y se hicieron buenas y ya no peleaban ni renegaban. Los Obispos, quisieron probar a Nazaria, y le dijeron que le ponían como condición para
aprobar su Obra, que lograse reunir en sólo seis meses, diez jóvenes que quisieran unirse a ella para ser monjitas de la nueva congregación, viviendo como ella en pobreza, en obediencia y entregándose a Jesús en el servicio de predicar, ayudar y servir a todos los necesitados... Sor Nazaria comenzó su Obra solita, pero como la cosa era de Dios, enseguida, fueron llegando jóvenes entusiastas que, admiradas de la obra de Nazaria y contagiadas por su ejemplo, se quedaron con ella. Antes de los seis meses ya eran diez sus compañeras... Ya podían los Obispos aprobar la Obra de Sor Nazaria. Otra cosa que hizo enseguida Sor Nazaria, fue "bajar a la calle", y recoger a niños huérfanos, a todos esos niños que ella veía con tanta pena por las calles cuando era Hermanita de los Ancianos; recogió a las niñas que estaban en peligro por no tener oficio; preparó un hogar lleno de cariño para todos, y un taller donde todos pudiesen aprender a ganarse la vida honradamente: aprender a leer, escribir, coser, bordar, cocinar... niños y niñas ganados para Jesús. Todos estos trabajos traían a Sor Nazaria de cabeza. No paraba. Sus diez compañeras también se multiplicaban. otra cosa que le preocupaba mucho era ver tantos hombres sin trabajo y por esta causa muchos hogares en problemas. Por eso organizó comedores populares con el nombre de "OLLA DEL POBRE" donde iban a comer hombres y mujeres, niños, jóvenes... todo el que tenía hambre y no tenía pan, y allí Sor Nazaria, y sus compañeras les daban pan, comida, cariño y les enseñaban a rezar y a conocer y a amar a Jesús y a amarse entre ellos. Madre Nazaria... ya tiene hijas,
como nuestro Papa Juan Pablo II decía: "hambre de pan, no, hambre de Dios, sí" y por eso la
22
Madre Nazaria y sus hijas van abriendo Casas por todo Bolivia: Cochabamba, La Paz, Potosí, Santa Cruz... y enseguida, bien rapidito, en 1930 la Madre Nazaria y sus hijas llegan a Buenos Aires y a Montevideo... Ya están las monjitas de Madre Nazaria en Argentina y Uruguay. Los Obispos, quisieron probar a Nazaria, y le dijeron que le ponían como condición para aprobar su Obra, que lograse reunir en sólo seis meses, diez jóvenes que quisieran unirse a ella para ser monjitas de la nueva congregación, viviendo como ella en pobreza, en obediencia y entregándose a Jesús en el servicio de predicar, ayudar y servir a todos los necesitados... Sor Nazaria comenzó su Obra solita, pero como la cosa era de Dios, enseguida, fueron llegando jóvenes entusiastas que, admiradas de la obra de Nazaria y contagiadas por su ejemplo, se quedaron con ella. Antes de los seis meses ya eran diez sus compañeras... Ya podían los Obispos aprobar la Obra de Sor Nazaria. Otra cosa que hizo enseguida Sor Nazaria, fue "bajar a la calle", y recoger a niños huérfanos, a todos esos niños que ella veía con tanta pena por las calles cuando era Hermanita de los Ancianos; recogió a las niñas que estaban en peligro por no tener oficio; preparó un hogar lleno de cariño para todos, y un taller donde todos pudiesen aprender a ganarse la vida honradamente: aprender a leer, escribir, coser, bordar, cocinar... niños y niñas ganados para Jesús. Todos estos trabajos traían a Sor Nazaria de cabeza. No paraba. Sus diez compañeras también se multiplicaban. otra cosa que le preocupaba mucho era ver tantos hombres sin trabajo y por esta causa muchos hogares en problemas. Por eso organizó comedores populares con el nombre de "OLLA DEL POBRE" donde iban a comer hombres y mujeres, niños, jóvenes... todo el que tenía hambre y no tenía pan, y allí Sor Nazaria, y sus compañeras les daban pan, comida, cariño y les enseñaban a rezar y a conocer y a amar a Jesús y a amarse entre ellos. Madre Nazaria... ya tiene hijas, como nuestro Papa Juan Pablo II decía: "hambre de pan, no, hambre de Dios, sí" y
por eso la Madre Nazaria y sus hijas van abriendo Casas por todo Bolivia: Cochabamba, La Paz, Potosí, Santa Cruz... y enseguida, bien rapidito, en 1930 la Madre Nazaria y sus hijas llegan a Buenos Aires y a Montevideo... Ya están las monjitas de Madre Nazaria en Argentina y Uruguay. ¡Ah! se me olvidaba una cosa, y es que los Obispos, muy contentos con los trabajos de la Madre Nazaria y sus hijas, pidieron a Roma les diera su bendición y aprobación, y con ella la Obra fundada por la Madre Nazaria se llamó CRUZADA PONTIFICIA, y sus monjitas, se llamaron "MISIONERAS DE LA CRUZADA PONTIFICIA". En el año 1947, después de la muerte de la Madre, Roma aprueba definitivamente en todas partes su Obra, con el nombre de MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIA9 que quiere decir lo mismo... (así se llama actualmente).
Los dos nombres son preciosos ¿verdad?. Los dos quieren decir que la Madre, lo que lleva en su corazón, es hacer como una cadena de amor alrededor de la Iglesia, amando y obedeciendo al Papa, y colaborando a los Obispos y sacerdotes en la tarea de predicar el Evangelio, entregándose alma, vida y corazón al servicio de los pobres, trabajando en la promoción de la mujer, sirviendo a todos según sus necesidades, y enseñando a todos a conocer, y amar a Jesús, y a la
23
Iglesia. En el año 1935, Madre Nazaria, llevó su Obra, su Instituto de Misioneras a España, y allí también se extendió rápidamente.
En el año 1943, Madre Nazaria, está muy enferma, muy agotada. ¡Ha trabajado tanto! ¡Ha sufrido tanto! ¡Ha amado tanto!, que en su corazón comienzan a darse pruebas de desgaste, de debilitamiento... y así, después de una larga y dolorosa enfermedad; después de una larga agonía, en la que repite su deseo de entregarse y de amar y servir a la Santa Iglesia, a los hombres. Madre Nazaria siempre agarrada al DEDO GRANDOTE DE DIOS, que ha sido el sostén de su vida, siente que es arrebatada hacia arriba, hacia el cielo, hacia Dios, y mientras se está yendo repite: "POR CRISTO, LA IGLESIA, LAS ALMAS". Se fue la Madrecita Nazaria; se fue, pero la fuerza de su espíritu, quedó entre sus monjitas, que son muchas y que pusieron y siguen poniendo todo su empeño en seguir su Obra, sus trabajos. Por eso el Instituto de MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIA, está extendido hoy por: BOLIVIA, ARGENTINA, URUGUAY , PERU, COLOMBIA, GUATEMALA, HONDURAS, MEJICO, NICARAGUA, y en Europa: ESPAÑA, FRANCIA, ITALIA, PORTUGAL y en Africa: CAMERUN y GUINEA. Así el nombre de Nazaria Ignacia, pues este es su nombre completo, ¿recuerdan?, fue siendo conocido por todas partes. Su nombre, su Instituto, pero sobre todo su fama de santidad: su bondad, su caridad, su generosidad, su espíritu de servicio, su alegría, su sencillez, pero sobre todo, sobre todo, su Fe, su Esperanza, su Caridad... ya lo dijimos, ¿verdad?. Por todo esto mucha gente invocaba ya desde su muerte a la "Madrecita buena", lo mismo que invocaban a San Martín de Porres o Santa Rosa de Lima, igualito, y le pedían gracias y favores, y hasta milagros, y la Madrecita Nazaria desde el cielo comenzó a responder con generosidad, pues como siempre fue tan amiga de Jesús, y hacía lo que El quería, ahora Jesús hacía lo que quería Nazaria, y por eso le concedía todo lo que Nazaria le pedía para los que pedían a ella favores... Parecía se le hubieran roto las manos de tanto derramar gracias... y como cada día eran más los que le pedían cosas y los que rezaban, y ella seguía concediendo favores grandotes y hasta milagros, pues por todo esto, todo el mundo decía ya que era "santa". Por eso el Papa en Roma y los Obispos, como prolongadores del Papa en su misión, decidieron estudiar a fondo la vida, las virtudes y la Obra de la Madre Nazaria, y después de mucho estudiar, y oír lo que han dicho y escrito y firmado sobre ella, muchos testigos que la conocieron, el Santo Padre, Juan Pablo II, los Cardenales de Roma, a petición de nuestros queridos Obispos, representados por la Conferencia Episcopal Boliviana, han decidido declarar ante todo el mundo que NAZARIA IGNACIA MARCH MESA, es BEATA. Beata quiere decir, que es bienaventurada, feliz, dichosa porque está en el cielo junto a Dios Padre, y junto a Jesús al que tanto amó Nazaria y junto a María su madre tan querida, y bajo la acción y fuerza del Espíritu Santo que siempre le enseñaba en su vida lo que tenía que hacer para agrandar a Dios... y que esto supone que ya la podemos poner en los altares y pedirle favores, y sobre todo podemos aprender de ella, su
24
gran amor a Jesús, a María, a la Santa Iglesia, a nuestros hermanos los pobres, los pequeños, los necesitados... a ser alegres, serviciales, y a pasar por el mundo como ella y como Jesús, haciendo el bien. Y colorín colorado, esta historia se está acabando. ¿A qué ha sido una historia muy bonita? ¿a qué esta historia de esta niña que quiso seguir a Jesús lo más cerca posible a una humana criatura, nos enseña muchas cosas? Pues ....... ¡LA GRAN NOTICIA!... El día 27 de Septiembre de este año 1.992 será la proclamación de la santidad de Madre Nazaria. El Papa, en Roma nos va a decir que NAZARIA IGNACIA es la primera santa boliviana, y nosotros todos unidos vamos a dar gracias a Dios por este regalo... y porque El es Bueno, y porque su Amor no tiene fin. .. y porque descubre grandes cosas a los pequeños y se las esconde a los grandes, a los soberbios, y vamos a pedir a Jesús por medio de Nazaria: - Jesús ayúdanos a seguirte de cerca como Nazaria - y a amar a la Madre Iglesia como Nazaria.. - y a servir a todos nuestros hermanos como Nazaria. AMEN.
25
Responsable de edición electrónica: Yuri Ccoicca Lima - Perú 2003 E-mail:
[email protected] URL Internet: geocities.com/project_metanoia2000
26