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Introducción General a la Degradación de las Tierras y la Desertificación
Anton Imeson Serie Folletos: A Número: 1
Contenido: INTRODUCCIÓN: ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE ESTE FOLLETO? NATURALEZA Y ALCANCE DE LA DESERTIFICACIÓN EN LA EUROPA MEDITERRÁNEA EJEMPLOS DE DESERTIFICACIÓN INVESTIGADOS POR LOS AUTORES DEL PROYECTO LUCINDA ¿POR QUÉ ES URGENTE AFRONTAR LA DESERTIFICACIÓN Y SU COSTE A LA SOCIEDAD? ¿CÓMO AFECTA LA DESERTIFICACIÓN A NUESTRAS VIDAS? CÓMO ESTÁ CONECTADA LA DESERTIFICACIÓN CON EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN EN LA EUROPA MEDITERRÁNEA: LA DIRECTIVA DEL SUELO CONTEXTO GLOBAL Y DIMENSIÓN DE LA DESERTIFICACIÓN DESERTIFICACIÓN: ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA COMBATIRLA? HERRAMIENTAS DISPONIBLES PARA LA LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN REFERENCIAS Y BIOBLIOGRAFÍA ADICIONAL
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INTRODUCCIÓN: ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE ESTE FOLLETO? La desertificación supone uno de los principales retos de Europa. El objetivo de la serie de folletos LUCINDA es difundir el conocimiento adquirido a partir de proyectos sobre desertificación realizados durante las últimas décadas. La desertificación presenta múltiples aspectos, uno de los cuales es la consecuencia de los procesos de degradación del territorio de origen antrópico sobre el medio ambiente. Por definición, éstos incluyen las consecuencias a largo plazo, a veces involuntarias, de la erosión del suelo, evaporación y salinización, incendios forestales, y agotamiento y contaminación de las aguas subterráneas. El funcionamiento y el estado del ambiente físico se ven afectados por cómo utilizamos el territorio y asignamos los recursos hídricos. Otros aspectos de la desertificación son las influencias del
clima y del cambio climático, así como el legado cultural y de degradación del suelo que hemos heredado. ¿Podemos enfrentarnos al reto de la desertificación? Las investigaciones demuestran que, aunque la desertificación es compleja y difícil de cuantificar, tenemos muchas soluciones a nuestro alcance. Éstas requieren la aplicación del conocimiento científico y técnico, la participación de las partes interesadas tanto a nivel local como nacional y leyes que se apliquen para regular las consecuencias de los usos del suelo y de la asignación de recursos hídricos. De hecho, estas leyes se pueden encontrar en los tratados de las convenciones internacionales, en las Directivas de la Unión Europea (Suelo, Agua y Nitratos por ejemplo) y en legislaciones nacionales en áreas de desarrollo sostenible y ordenación del territorio. Los resultados obtenidos por miles de científicos de la Unión Europea involucrados en este tema contienen mucha información que puede ayudar a desarrollar e implementar las políticas y las leyes necesarias. A pesar de ello, gran parte del conocimiento científico se presenta, de forma exclusiva, como artículos científicos crípticos, dispersos y difíciles de localizar, en los que las implicaciones políticas no siempre 1 están claras (14). Los políticos se centran en la distancia que existe entre la ciencia y la política. La laguna que el científico ve es la que hay entre la urgencia del problema demostrada por las investigaciones y la implementación de planes de actuación y control adecuadamente gestionados. Pueden existir docenas de respuestas que funcionarían. La lucha contra la desertificación debería ser una piedra angular del desarrollo sostenible. Las tres series de los folletos LUCINDA presentan al lector la investigación que se realiza en el tema de la desertificación y explican sus implicaciones. La Serie A, de la cual este folleto es el primero, proporciona una introducción holística al problema. La Serie B describe los principales procesos de desertificación. La Serie C describe la desertificación en relación a los tipos específicos de paisajes mediterráneos en los que la degradación está teniendo lugar. El objetivo de este folleto de LUCINDA es proporcionar una introducción general a la
desertificación y a la degradación del territorio en su conjunto. Se puede encontrar más información en los otros folletos, mucho más detallados, que acompañan a éste.
NATURALEZA Y ALCANCE DE LA DESERTIFICACIÓN EN LA EUROPA MEDITERRÁNEA La desertificación y la degradación del territorio han afectado, en sus diferentes formas, a la mayoría de la región Mediterránea durante los últimos 10.000 años, y probablemente durante mucho más tiempo. La desertificación se define como “la degradación del territorio inducida por el hombre que reduce la capacidad del mismo territorio y del suelo de producir bienes y servicios de los que depende la sociedad”. La Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD) sostiene que la degradación del suelo puede considerarse desertificación sólo en regiones secas, pero éste no es el consenso actual de la comunidad científica. La desertificación puede tener lugar casi en cualquier parte, si bien algunas zonas son más vulnerables que otras. El lector puede encontrar numerosas fuentes de información sobre desertificación en Internet. Las 2 páginas nacionales oficiales de la CLD describen el alcance de la desertificación en los países respectivos y existen mapas de indicadores de desertificación que muestran las áreas afectadas. En el sitio web del proyecto Desertlinks (3) se puede encontrar información más detallada sobre la desertificación y cómo nos puede estar afectando. Hay muchos indicadores que pueden utilizarse para plasmar la desertificación. Existen indicadores relacionados con procesos físicos y sus consecuencias, como sequías, descenso del nivel de las aguas subterráneas o erosión del suelo. También pueden estar relacionados con condiciones socio‐económicas, como la reducción de ingresos. También pueden ser una combinación de ambos, como las consecuencias de la sequía en la reducción de ingresos. En 1992, la UE publicó una excelente revisión general de la naturaleza de la desertificación y la degradación
del suelo en el Mediterráneo (15). Desde entonces, mucha de la investigación europea sobre desertificación ha tenido como objetivo encontrar soluciones a los problemas destacados en esta publicación. Éstos incluyen la trampa tecnológica agrícola, prácticas de cultivo, pastoreo, deforestación, gestión del regadío y turismo. La UE defendió el uso de una aproximación sistémica para explicar y gestionar la desertificación. De alguna manera, esta postura ha sido recogida en la estrategia del suelo de la UE. Tanto la naturaleza de la desertificación como el papel que la sociedad, de manera colectiva, puede tener sobre ella puede explicarse si consideramos las fuerzas que están causando desertificación como Causas del problema, que con posterioridad ejercen una Presión, que genera una Consecuencia a la que podemos Responder. En la actualidad, la desertificación en Europa es a la vez parecida y diferente a la que tuvo lugar en el pasado y a la que está ocurriendo en el presente en muchos otros países. Las Causas y Respuestas en una sociedad rica crean un contexto totalmente diferente en las que se deben enmarcar las soluciones. No obstante, en todos los casos los motores son normalmente los cambios en el uso del suelo y sus prácticas. Éstos forman parte de nuestra actitud cultural y ética frente al medio ambiente. Alrededor de la Cuenca Mediterránea la geología y la geomorfología, el clima, y la cultura se combinan para hacer de la desertificación un proceso aparentemente inevitable. Los factores físicos que hacen vulnerable al territorio incluyen el clima, con su marcada estacionalidad e irregularidad en las precipitaciones, y la geomorfología, con sus relieves abruptos y rocas sensibles a la meteorización y a la erosión. Pero es nuestra cultura y nuestro comportamiento los que hacen que la desertificación tenga lugar. En algunas publicaciones (p.ej. 4) pueden encontrarse ejemplos de cómo y por qué la desertificación puede conducir al colapso de las sociedades. En el pasado, algunas sociedades han demostrado cómo políticas acertadas pueden crear las condiciones para evitar que la degradación del suelo destruyera sus civilizaciones.
Figura 1. Cómo ocuparse de la desertificación (Cinque Terra, Italia)
Figura 2. Cinque Terra, Italia Existen numerosas estrategias en la lucha contra la desertificación. Un ejemplo, comentado más adelante, es el de Cinque Terra en Italia. Las terrazas realizadas en pendientes muy pronunciadas hacen posible una agricultura productiva, aunque requieren trabajo y manejo. Una región que estaba perdiendo población y suelo por erosión se ha convertido en un activo a nivel nacional que proporciona puestos de trabajo y ha creado un paisaje que es en la actualidad Patrimonio de la UNESCO (2, 16).
EJEMPLOS DE DESERTIFICACIÓN INVESTIGADOS POR LOS AUTORES DEL PROYECTO LUCINDA Muchos proyectos de la UE emprendieron una investigación en profundidad en áreas diana, representativas del Sur de Europa, durante 10 o más años entre 1990 y 2000. Esto permitió el estudio de
procesos complejos, la toma de datos de tendencias a largo plazo y la realización de comparaciones entre secuencias de años secos y húmedos (1, 4, 6). La consecuencia física más crítica de la desertificación es la pérdida de la capacidad de una zona de almacenar el agua de lluvia. De esta forma, se pierde la capacidad de regular los ciclos hidrológico y bioquímico. Como consecuencia, los suelos se vuelven más cálidos y secos. A efectos prácticos, la gente encuentra difícil vivir en estas condiciones, pues el terreno pierde fertilidad, apareciendo la hambruna y las inundaciones. Grecia, España, Portugal e Italia presentan grandes áreas que han perdido parte de la capacidad que tuvieron de proporcionar agua, comida y materias primas a la población. Con la pérdida de suelo hace 2.000‐5.000 años también se perdieron los recursos que beneficiaban a la población que vivía allí. Aunque en la actualidad el suelo puede estar ecológicamente degradado en comparación con el de entonces, también puede tener otras cualidades que lo hacen excelente para nuestro uso actual debido a que nuestra cultura, valores y tecnología son diferentes. Existen nuevos mercados, cultivos alternativos y servicios de los ecosistemas totalmente diferentes a los que nuestra cultura moderna les da valor. Estos valores pueden ser dispares, incluyendo turismo y ocio, agua potable 3 y vino, así como biodiversidad. Esto es adaptación. La naturaleza de la desertificación es tal que, aunque cada lugar es único y la desertificación es siempre contextual, los procesos físicos y el comportamiento humano que la causan suelen ser similares. Las consecuencias de los procesos físicos de degradación del suelo son específicas de la geología y del tipo de roca. También depende del régimen de precipitaciones y de cómo el ciclo hidrológico ha sido modificado antrópicamente. Ésta es la razón, por ejemplo, por la que todas las áreas degradadas sobre rocas calizas presentan un aspecto similar a lo largo de todo el norte del Mediterráneo. Esto significa que las lecciones aprendidas sobre cómo gestionar la desertificación pueden ser transferidas entre distintas regiones de naturaleza caliza.
Figura 3. Pastoreo de ganado caprino en Lesbos, Grecia
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Figura 4. Pastoreo de ganado caprino cerca de Málaga, España
Figura 5. Cría intensiva de ganado porcino en el Guadalentín, Murcia, España Desde siempre, una de las causas principales de la desertificación ha sido la sobreproducción y el sobrepastoreo.
Las Figuras 3 y 4 pertenecen al Mediterráneo Oriental (Lesbos) y Occidental (Málaga), y en ambos casos la erosión del suelo está desencadenada por ovejas y cabras que han creado patrones de vegetación típicos. Los suelos volcánicos de la parte Occidental de Lesbos son altamente sensibles a la erosión, ya que sin materia orgánica pueden retener muy poca cantidad de agua. No existe relación entre el número de cabras que la población quiere mantener y la capacidad de carga del terreno, ya que los animales se alimentan de grano importado. El clima y los suelos no admitirían la producción de trigo necesaria en la actualidad, si bien habrían sido más productivas en el pasado. La Figura 4 (Málaga, España) muestra los efectos de las cabras y las ovejas. Han desplazado materiales ladera abajo haciendo el suelo más compacto y eliminando completamente la vegetación, lo que provoca que el suelo se erosione con las lluvias. Cambios en los usos del suelo y en la asignación de los recursos hídricos Cuando los agricultores o los gestores forestales deciden cambiar el uso del suelo y crear nuevos cultivos debido a una nueva oportunidad de mercado o a un cambio en la política forestal o agrícola, a menudo las áreas se transforman de manera drástica. Los servicios de los ecosistemas, que tardaron siglos en establecerse y de los que dependen otros servicios (p. ej. agua limpia y protección frente a inundaciones), no se incluyen en la ecuación, de manera que las generaciones futuras deberán pagar el precio (7). La Figura 5 muestra un ejemplo de cambio en el uso del suelo en la provincia de Murcia. La agricultura de regadío y la cría de cerdos se expanden en zonas consideradas como forestales (de monte bajo). A menudo, el agua y el suelo se explotan de manera insostenible. Con frecuencia, hay un cambio en los modelos agrícolas a través del cual los suelos contaminados por productos químicos y plásticos se salinizan y se abandonan a los pocos años. Entre los retos principales para los criadores de cerdos está el aprovisionarse de suficiente agua para los animales y
el evitar que sus efluentes contaminen ríos y aguas subterráneas. Cuando las actividades locales producen contaminación, erosión o degradación del suelo, sus consecuencias pueden extenderse a otras localidades y prolongarse en el tiempo.
Figura 7. Recuperación de la vegetación en campos de cultivo abandonados. Nótese el suelo desnudo y la erosión causada por el pastoreo del ganado vacuno
Figura 6. Campos abandonados en el río Guadalentín (Murcia, España). La región en torno al tramo inferior del río Guadiana, entre España y Portugal, presenta una larga historia de degradación ambiental como consecuencia de políticas de uso del suelo pasadas y presentes, de la minería y de la sequía. Las Figuras 7 y 8 pertenecen a la región de Alentejo (Portugal) y muestran la recuperación de la vegetación en campos de cultivo abandonados que antiguamente fueron bosques abiertos (Montado) y que fueron talados para la producción de trigo. Los suelos, poco profundos y ya erosionados, son extremadamente sensibles a la erosión. A mediados del siglo pasado, estos suelos sufrieron unas tasas de erosión elevadas y los sedimentos están alcanzando actualmente la costa de Lisboa, 50 años más tarde. Las inundaciones que ocurren en la actualidad en Lisboa son respuestas demoradas de la erosión del suelo de entonces en Alentejo. El suelo erosionado, que una vez estuvo en las laderas y ahora está en el río, es un factor importante en las inundaciones. Procesos similares ocurren en muchos lugares de Europa.
Figura 8. Guadalentín 5 La Figura 9 pertenece a la cuenca del Guadalentín, en España. Aquí, en la provincia de Murcia, los suelos han sido decapados, nivelados y compactados para crear un sustrato para el cultivo. Transformaciones parecidas del uso del suelo están ocurriendo en el río Guadiana, en Huelva, donde los problemas se ven agravados por el efecto de la gran presa Almacreva, que pone en peligro la calidad para el baño de las aguas de la costa (16).
Figura 9. Guadalentín La Figura 10 muestra el efecto de la sobreproducción de ganado vacuno en la región de Alentejo, en Portugal. En la región no hubo ganado vacuno hasta que esta práctica fue subvencionada por la UE (14).
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Figura 10. Degradación del suelo por el ganado vacuno en la región de Alentejo, Portugal (fuente: Roxo) El nivelado del terreno y el decapado son causas importantes de degradación del terreno y de inundaciones. La compactación y remodelación mediante excavadoras en zonas inapropiadas puede tener consecuencias desastrosas y llegar a ser uno de los principales motivos de erosión del suelo. Esto ocurre en Italia, pero también en España, Noruega, Inglaterra y los Países Bajos. Los badlands (zonas acarcavadas, con vegetación muy reducida o inexistente y suelo formado por un
regolito poco profundo) se presentan sobre rocas blandas fácilmente erosionables, sobre las que la vegetación tiene problemas graves para establecerse. Los badlands incluyen áreas de rocas blandas margosas. En Italia y España es común que estos badlands sean remodelados mediante nivelación del terreno y sean utilizados posteriormente para el cultivo de cereal. En estas situaciones, las lluvias intensas erosionan el suelo y pueden producir corrimientos de tierra que pueden llegar a sepultar pueblos y causar pérdida de vidas humanas. Adaptación a la desertificación: recarga de aguas subterráneas, erosión, regadío y cubierta arbórea Las evidencias de episodios pasados de degradación del suelo se encuentran en cualquier parte del paisaje mediterráneo y también en registros escritos. La desertificación y la erosión del suelo tiempo atrás ha dejado suelos rocosos, muy poco profundos, en muchas zonas. La génesis natural de suelo es un proceso muy lento, por lo que no suele ser posible o práctico restaurar las condiciones previas. Cuando los bosques originales fueron talados hace miles de años y el suelo fue utilizado para el pastoreo, buena parte del material edáfico se redistribuyó desde las laderas hasta los fondos de valle. Esto cambió la hidrología y la distribución del suelo que podía ser cultivado. La pérdida de agua por evapotranspiración disminuyó en las laderas y, en consecuencia, una mayor cantidad de aguas subterráneas recargaba los acuíferos. Los nuevos suelos aluviales que se formaron en los fondos de valle podían ser fácilmente cultivados, mientras que los niveles de agua podían ser regulados y así incrementar significativamente la productividad agrícola. Las antiguas civilizaciones probablemente se beneficiaron de este modo de la erosión y de la desertificación. Actualmente, la erosión de las laderas implica que los recursos se transfieren aguas abajo y a los valles. Si la sociedad y la planificación del uso del suelo se pudieran adaptar a estos cambios, las poblaciones resultarían beneficiadas. Actualmente, el abandono de muchas áreas de antiguos cultivos de secano supone que la cubierta vegetal natural de la región aumente. Por desgracia,
más árboles puede significar menos recarga de acuíferos, como está bien documentado por hidrólogos. Esto puede producir mayor salinización y degradación en las zonas aluviales. Sin embargo, la principal causa del agotamiento de las aguas subterráneas no es la recuperación de los bosques, sino el bombeo de las mismas por parte de agricultores, que es un orden de magnitud mayor que la recarga por percolación. Las numerosas consecuencias que la agricultura de regadío tiene sobre la cantidad y calidad del agua, así como la incapacidad de regular y controlar su uso, son cuestiones clave en la desertificación. En todo el Mediterráneo, los ríos están desapareciendo al agotarse su aporte natural, como es el caso de Valencia, España.
¿POR QUÉ ES URGENTE AFRONTAR LA DESERTIFICACIÓN Y SU COSTE A LA SOCIEDAD? La urgencia para afrontar la desertificación es extrema, tanto a una escala global como local. De manera global, la desertificación está costando incontables miles de millones de euros, mucho más de lo previsto por la CLD, que restringió el informe de costes a países con problemas claros de sequía. Las razones de que las actuaciones sean urgentes se pueden encontrar, por ejemplo, en el Manifiesto del Campus de Excelencia (14) y en los resultados de la Conferencia sobre Suelos, Sociedad y Cambio Global (1). Durante los últimos tres años, numerosas organizaciones han alzado la voz de alarma sobre la desertificación a escala global. Aunque esas alarmas sobre la desertificación también las sostienen algunos gobiernos, Naciones Unidas y cada vez en mayor medida el público en general, la Comunidad Internacional ha formulado pocas medidas apropiadas. La degradación del suelo, de los ecosistemas y del territorio continúa a una velocidad creciente. Cada vez más, los científicos proponen afrontar la desertificación como medida de enfrentarse al cambio climático. La sociedad debe, de manera urgente, crear paisajes vivos y sanos que no estén diseñados principalmente como sumideros de
carbono sino, de un modo más sofisticado, que sostengan la vida y los ciclos globales que también proporcionan oxígeno, nitrógeno, carbono…. El coste de no actuar de este modo será la degradación catastrófica de la Tierra como hábitat para las generaciones futuras. Localmente, también existe la urgencia de actuar ya que, a esta escala, los países continúan degradando su propia base de recursos naturales. En todos los paisajes los animales y las plantas, bajo la influencia del clima, interactúan con el sustrato para producir unos niveles de suelo y de vegetación que regulan el ciclo hidrológico y el clima. Aunque éste es nuestro hábitat humano y nos proporciona beneficios (comida, agua, cobijo y protección frente a inundaciones), también es el hábitat de otros organismos y formas vitales que lo crearon con nosotros. Cuando el suelo formado a lo largo de miles de años se erosiona, no se pierde solamente la materia orgánica, la arcilla o la arena, sino también el trabajo y las inversiones de muchas formas de vida a lo largo de muchos miles de años. Esto incluye a los microorganismos y las plantas que crearon un hábitat por sí mismos y también a los agricultores que prepararon el suelo para el cultivo. Para la mayoría de la gente, su tierra tiene unas dimensiones estéticas, psicológicas y espirituales que les proporciona valores dentro de un marco cultural específico. En este sentido, la gente se identifica con 7 su lugar de nacimiento y le atribuye cualidades y valores que lo hacen atractivo. Conclusión de la Evaluación del Milenio El estado de los ecosistemas del mundo ha sido revisado recientemente por la Evaluación del Milenio. También se ha elaborado un informe sobre el estado de los ecosistemas de zonas secas de todo el mundo. El informe dice:
“Los cambios en los ecosistemas, que han contribuido a proporcionar beneficios positivos al bienestar de los seres humanos y al desarrollo económico, se han alcanzado a costes crecientes de degradación de otros servicios. Sólo cuatro servicios de los ecosistemas se han potenciado en los últimos 50 años: aumento en la producción de cultivos, ganado y acuicultura, y aumento del secuestro de carbono para la regulación del cambio climático. Dos servicios – pesquerías y agua dulce – están actualmente a niveles que no pueden sostener las demandas actuales, y mucho menos las futuras. Los expertos dicen que estos problemas provocarán un descenso substancial de los beneficios para las generaciones futuras.” “El reto de invertir la degradación de los ecosistemas mientras se satisfacen las demandas crecientes puede alcanzarse bajo algunos escenarios que incluyen cambios significativos tanto políticos como institucionales. Sin embargo, estos cambios serán de envergadura y aún no están en marcha. La protección de los bosques naturales, por ejemplo, no sólo repercute en la conservación de la fauna salvaje, sino que también proporciona agua dulce y reduce las emisiones de carbono.” Evaluación del Milenio, 2007
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¿CÓMO AFECTA LA DESERTICACIÓN A NUESTRAS VIDAS? La desertificación nos está haciendo a todos nosotros más pobres y menos sanos. Es necesario gastar dinero en la restitución de servicios que se han perdido por negligencia o por ignorancia de los procesos ambientales. Los bienes han de ser importados ya que no pueden seguir produciéndose en las tierras donde se producían antaño. La desertificación también afecta a la salud. Tiene como resultado un aumento de la temperatura ambiental que puede provocar deshidratación, y más polvo que causa problemas respiratorios. Hay más incendios forestales que se cobran más vidas y medios de vida. La desertificación es una de las causas principales del cambio climático, tanto local como globalmente, ya que los cambios negativos en la superficie terrestre
afectan severamente a los patrones y a las respuestas en la atmósfera. Pero sobre todo, por causa de la desertificación tenemos mucha, mucha menos agua donde más la necesitamos. La desertificación puede suponer que se trastornen nuestras vidas por inundaciones repentinas, que las propiedades en las llanuras aluviales y a lo largo de los cursos de agua se inunden o se dañen. Pagamos más por las pólizas de seguros. La desertificación se suele poner de manifiesto cuando la degradación del terreno reduce la capacidad de alguien de hacer algo que antes hacía, como dejar de poder cultivar algún tipo de planta o de extraer agua potable de un pozo. En China, uno de los indicadores de desertificación es el número de días a lo largo del año que un río no lleva agua. La cantidad de agua que está disponible para el riego, o la humedad edáfica disponible para un cultivo en particular, son otros ejemplos de este tipo de indicadores. Se puede decir que la desertificación pasa a ser peor cuando se pierde un servicio o capacidad de un ecosistema. Los ejemplos incluyen casos en los que la erosión ha reducido la profundidad del suelo de tal manera que no permite el cultivo de trigo, o si la intrusión de agua del mar impide el cultivo de naranjas. La capacidad también se pierde si el suelo se vuelve más compacto e incapaz de almacenar agua por el uso de maquinaria pesada, o a causa de la pérdida de buena parte de su flora y fauna. Si la gente ya no pudiese vivir en las llanuras aluviales debido a la pérdida de la capacidad de retención hídrica, la población en su conjunto se vería afectada de innumerables maneras. Algunos servicios pueden haberse perdido lentamente (por ejemplo cuando la erosión durante decenas de años reduce el espesor del suelo). Incluso la eliminación de las partículas de suelo adheridas a las raíces de los cultivos puede transformar, tras un siglo de agricultura, un suelo fértil en otro pedregoso e inutilizable (tal como ha quedado documentado en Maine, Estados Unidos). Los suelos que hace 100 años presentaban una profundidad de 150 cm son ahora sólo capas de piedras que no podrían ser usados para cultivar patatas.
CÓMO ESTÁ CONECTADA LA DESERTIFICACIÓN CON EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD Causas Comunes Existen numerosas conexiones entre la desertificación, el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, pero lo más obvio es que todas ellas comparten causas comunes. Hoy en día, la principal causa global de la desertificación (pero también del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la migración y la pobreza) es el cambio del uso del suelo y de las prácticas agrícolas que afectan al clima, la hidrología y los ecosistemas (como consecuencia del desarrollo económico y del aumento del consumo). La desertificación, el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, pero también la pobreza, las catástrofes y la migración, son todas ellas diferentes consecuencias del “desarrollo económico” conducido por el consumismo y por una carencia de conciencia sobre el impacto que esto tiene sobre la infraestructura ambiental, social y de transporte. En Indonesia, la conversión tanto de las tierras agrícolas como de las selvas tropicales para producir el aceite de palma proporciona un vivo ejemplo, como también lo hace el impacto de la pesca sobre la degradación de los ecosistemas en las Islas Galápagos. La desertificación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad integran sistemas locales y globales que interactúan entre ellos y que vinculan la sociedad, el comercio, la economía y el medio ambiente. Abarcan cuestiones globales que influyen en todos los sectores de la economía y sobre todos los aspectos del desarrollo sostenible. Las presiones que causan tanto la desertificación como la pérdida de la biodiversidad están siendo cuantificados por los científicos utilizando índices basados en la Producción Primaria y la proporción de la misma utilizada por la población (13) Este es un indicador de desertificación que permite mostrar las consecuencias de los impactos combinados de los factores biofísicos y humanos de la desertificación.
Puede pensarse como indicador de la proporción del capital natural que se ha producido en cualquier área que se deja sin tocar para mantener las actividades biológicas del suelo. Si se quita demasiado, no habrá suficiente para mantener el ecosistema del suelo. Es como un tributo. Si la población se ve forzada a pagar un tributo demasiado elevado, le resultará difícil explotar la tierra de modo sostenible o mantener su estado de bienestar.
Figura 11 A y 11 B. Cantidad de producción primaria utilizada por la población: ¿Es esto sostenible? La producción primaria indica cuánta sustancia vegetal puede ser producida bajo las condiciones prevalentes, y obviamente es más alta donde hay 9 mayor energía y agua. Está representada por unidades que dan la proporción de la cantidad de producción primaria (gC/año) apropiada por la población. Cada año, la población requiere aproximadamente el 20% de la Producción Primaria Neta generada por la tierra. El peligro que esto conlleva fue advertido hace ya más de un siglo. La desertificación se presenta a menudo como un problema típicamente africano. A pesar de ello, la Figura 11 muestra que las áreas de desertificación en India, China y Europa se encuentran donde la presión humana sobre la tierra es mayor. Esto es debido, simplemente, a su alta densidad demográfica y a los modos de vida de su población, que exigen una mayor demanda sobre los recursos. En estas zonas, la cantidad de material vegetal utilizado se ha incrementado mucho más que la producción del
lugar. La población en áreas escasamente pobladas, como el Amazonas, consume un porcentaje muy pequeño de la Producción Primaria Neta generada en la zona. Las grandes áreas urbanas consumen 300 veces más que lo producido en la zona. Los norteamericanos necesitan casi el 24 por ciento de la producción primaria de su territorio. Donde la gente consume mucho más que la producción primaria, cabe esperar un efecto sobre el ecosistema. Tienen que moverse cantidades enormes de biomasa desde las áreas azules de baja apropiación, en África y Sudamérica, para ser consumidas en otras zonas. Cuando la gente migra a Europa, deja atrás sus huellas tras de sí porque sus tierras de origen todavía deben proveerlos de alimento, ropa y energía. (http://www.nasa.gov/centers/goddard/news/topsto ry/2004/0624hanpp.html // visibleearth.nasa.gov/view_rec.php? (¿http: Id=16858) Un indicador similar del impacto que la apropiación tiene sobre la desertificación y los ecosistemas es el índice de consumo neto del agua, que fue desarrollado por los hidrólogos. En la figura 12 se ilustra el cambio histórico del uso global de agua por la humanidad desde el año 1600. En cierta época, toda el agua del mundo fue utilizada por los 10 ecosistemas naturales. Entre 1680 y 1800, la cantidad asignada para la agricultura aumentó de 600 a 2.900 km3/año. Hoy es muchísimo más. El incremento en el denominado flujo de agua azul (escorrentía), de 600 a 3.600 km3/año, es el resultado de la pérdida de la vegetación natural.
Figura 12. Apropiación del agua mundial para la agricultura (elaborado a partir de Falkenmark, que cita a Lvovich & White, 1990, p 247)
El impacto del dinero o del capital (suministrado principalmente por Europa del Norte) que está siendo utilizado para la agricultura y la selvicultura en otras partes del mundo, reside en la desaparición de las funciones hidrológicas y reguladoras en estas regiones. Por consiguiente se vuelven más calidas y secas. Soluciones Comunes Cada vez más, la lucha contra la desertificación también se ve como una estrategia para combatir el cambio climático. La restauración de las funciones y los servicios en áreas degradadas iniciaría una reposición del carbono del suelo. En el Mediterráneo Norte, el desarrollo de comunidades forestales en zonas abandonadas puede ser muy rápido y eficaz para restaurar muchas de las funciones perdidas. De esta forma se devuelven a la tierra grandes cantidades de carbono. La agricultura y el abandono del suelo se podrían gestionar con el objetivo de restaurar el suelo y las funciones del paisaje, lo que tendría un impacto beneficioso en la lucha contra la desertificación.
LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN EN LA EUROPA MEDITERRÁNEA: LA DIRECTIVA DEL SUELO Cada país de la región norte del Mediterráneo tiene su propia responsabilidad en la lucha contra la desertificación. En la mayor parte de estos países, las acciones para prevenir la desertificación están incluidas en la legislación y forman parte de estrategias nacionales para el desarrollo sostenible. Por regla general el Ministerio de Medio Ambiente coordina estas acciones. Las decisiones sobre la planificación de los usos del suelo y la asignación de agua, con gran impacto en la desertificación, caen fuera de la jurisdicción de las directivas europeas. Por otra parte, ningún país de Europa tiene un servicio de conservación del suelo y del agua como en los Estados Unidos. Políticas y directivas separadas para el agua y el suelo, y la carencia de integración en general, son la base de muchas de las amenazas
presentes. Los Proyectos de Acción Nacionales de la CLD reciben muy poco apoyo financiero, fuera de Italia. La Comisión Europea prepara una Directiva sobre suelos que se espera proporcionará un marco para combatir la desertificación. ¿Será capaz de proporcionar directivas y regulaciones que nos ayuden a prevenir este problema? El lenguaje utilizado por la Comisión Europea para describir la necesidad de un acuerdo legal para proteger el suelo es muy similar al lenguaje usado por la Convención de Lucha contra la Desertificación: “El suelo está sujeto a un aumento de la presión ambiental en toda la Unión, conducida o exacerbada por actividades humanas, como prácticas agrícolas y de selvicultura inadecuadas, actividades industriales, turismo o desarrollo urbano. Estas actividades dañan la capacidad del suelo para seguir realizando por completo la amplia variedad de sus funciones cruciales. El suelo, aunque sea mayoritariamente de propiedad privada, es un recurso de interés común para toda la Unión y no protegerlo debilitaría la sostenibilidad y competitividad de Europa a largo plazo. Además, la degradación del suelo tiene fuertes impactos sobre otras áreas de interés común para la Unión como el agua, la salud humana, la seguridad alimentaria, el cambio climático y la protección de la biodiversidad y de la naturaleza.” Unión entre Ciencia y Política con la propuesta DPSIR La aproximación de la Estrategia del Suelo fue analizar las amenazas del suelo, incluyendo la desertificación, siguiendo el esquema Causas ‐ Presión ‐ Estado ‐ Consecuencias ‐ Respuesta (DPSIR en sus siglas en inglés). Esta propuesta es útil porque permite que las políticas que conducen el cambio y causan presiones estén conectadas con el impacto que tienen sobre la tierra y el suelo. Asi, las diferentes respuestas adaptativas de la sociedad pueden ser analizadas y evaluadas. Las principales causas de la desertificación hoy en día ya han sido mencionadas. Las principales presiones provienen del uso del suelo y de las conversiones de los usos del suelo. Estas últimas cambian el estado de
nuestro suelo, de modo que pierde su capacidad de regular la precipitación y la escorrentía. Se necesitan respuestas sobre la gestión sostenible de la tierra, la organización territorial y la conservación y protección del suelo. La respuesta de la Unión Europea se ha producido a través de subvenciones agrícolas para apoyar el cumplimiento de normativas y el uso de buenas prácticas. Asi que, de hecho, la Unión Europea no tiene un servicio de conservación de suelo, sino un ejército de millones de agricultores y propietarios que conserva el suelo, combatiendo la desertificación y el cambio climático y mejorando la biodiversidad.
Causas Respuestas Presiones
Protección del Suelo
Gestión sostenible del suelo
Estado
Figura 13. Marco DPSIR que puede utilizarse para analizar los procesos de desertificación. Desde la perspectiva de la investigación sobre la 11 degradación del territorio, estas amenazas deben ser tratadas en conjunto, ya que son expresiones diferentes de un problema común, la degradación del suelo. Diferentes estudios muestran que no es aconsejable tratar estas amenazas individualmente y que deben considerarse en conjunto, dentro de un contexto específico. Por este motivo, en Estados Unidos se utiliza un indicador de calidad del suelo, la estabilidad del suelo, como indicador general de desertificación (12).
CONTEXTO GOBAL Y DIMENSIÓN DE LA DESERTIFICACIÓN La Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CLD) fue creada para promover y coordinar los esfuerzos para la lucha contra la desertificación (20). La CLD describió la desertificación como la degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y secas‐subhúmedas, causada principalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas. Esta definición tenía el objetivo político de animar a los países ricos a ayudar económicamente a los países pobres, diferenciándose de la versión original que consideraba la desertificación como un proceso producido por la población, por el cual áreas que antes eran arboladas ahora presentan condiciones similares a las de un desierto. La CLD sufrió las consecuencias de que la desertificación se integrase en programas financiados por otras organizaciones internacionales como UNDP (desarrollo), FAO (agricultura y selvicultura), Banco Mundial (pobreza) y UNEP (medio ambiente), todas ellas con sus funciones propias, pero ninguna de ellas con el objetivo específico de desarrollar y aplicar leyes y legislaciones que protegieran los recursos naturales del mundo de una forma exhaustiva. Se pensaba que la urgencia y la fuerza de la amenaza global de la desertificación bastarían para legitimizar 12 la lucha. De hecho, la CLD tiene una capacidad muy limitada para proteger el suelo y los recursos de la tierra en el mundo. Principalmente organiza los informes sobre las acciones que se llevan a cabo, pero no tiene recursos para gestionar los trabajos descritos en los informes. La CLD tiene el potencial necesario para convertirse en la base legal más importante del mundo para la conservación y protección del suelo y de la tierra pero, en lugar de esto, ha dedicado mucho esfuerzo a la lucha contra la pobreza. El cuaderno, “Conservando nuestro suelo común: 10 años de la UNCCD" (ref?) se publicó en 2004 en conmemoración de sus actividades. Proporciona una excelente descripción de los problemas que se afrontan, y describe claramente el enfoque que se ha seguido. Indudablemente, la Convención ha
contribuido a la descripción y divulgación de los problemas. Pero tal como se ha mencionado anteriormente, los procesos globales que conducen a la desertificación (por ejemplo el clima, la economía, el desarrollo y la explotación de los recursos naturales) son tan poderosos y persuasivos que resultaría simplista y cínico criticar a la CLD por no haber progresado en hacer frente a la desertificación. El Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP) también ha apoyado varios estudios sobre la desertificación en la región del norte del Mediterráneo, en algunas ocasiones dentro del marco de sus programas de acción regionales. Las paginas webs de la UNEP y de la FAO proporcionan recursos útiles y directrices prácticas que, en el contexto apropiado, contienen instrumentos valiosos. La Unión Europea y todos sus estados miembros se han suscrito a la CLD. Aquellos países afectados por la desertificación son requeridos a establecer Proyectos de Acción Nacionales y hacer un informe de progreso periodicamente. La mayor parte de la investigación europea sobre desertificación de los últimos años ha tenido como objetivo facilitar la puesta en práctica de la Convención en la región del norte del Mediterráneo y ayudar a trabajar conjuntamente en los Proyectos de Acción Regionales. Sin ir más lejos, la edición de los cuadernos LUCINDA forma parte de este objetivo. Durante los últimos tres años, muchas organizaciones han dado la voz de alarma porque, en lugar de una mejora, hay un empeoramiento evidente de los problemas de desertificación. Diferentes proyectos anteriores de la Unión Europea, como MEDALUS y MEDACTION han explicado el por qué de esta cuestión (18). Muchos de estos motivos se relacionan con las fuerzas que entran en juego a raíz de la incorporación de la región del norte del Mediterráneo en la economía de la Unión Europea y del resto del mundo.
DESERTIFICACIÓN: ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA COMBATIRLA? En los otros folletos LUCINDA aparecen más detalles sobre qué hacer sobre la desertificación. Los primeros pasos requieren el reconocimiento apropiado de la amenaza, su coste, y la necesidad de gestión de la tierra y el suelo a nivel global y local (nacional o provincial) Actualmente, la desertificación está en la esfera de competencia de diferentes ministerios, departamentos e instituciones. La desertificación lo afecta todo, pero los poderes y las responsabilidades necesarias para mitigar sus efectos están fragmentados y diseminados. El primer paso es aceptar la lucha contra la desertificación por sí misma como la clave que hará posible el desarrollo sostenible. El segundo paso debería ser promover en nuestra cultura una actitud más ética de responsabilidad hacia la tierra, sus ecosistemas y el suelo. Hoy día se anima y obliga a la gente a pensar en la tierra como un bien inmueble que puede crear riqueza para ellos mismos y para los demás. En áreas rurales esta actitud no es sorprendente porque la Unión Europea ha impulsado que el solo hecho de poseer tierra sea suficiente para generar y mantener riqueza. Las diferencias en el valor del suelo causadas por la ordenación del territorio (por ejemplo, entre suelo agrícola y suelo urbanizable), y la diferencia en el valor con o sin subvenciones, significan que la riqueza se crea por la explotación del suelo como bien inmueble. No importa si el dinero del gobierno se destina a la producción de trigo, la protección de un hábitat, o para luchar contra la desertificación: las decisiones sobre lo que debería hacerse se toman con el fin primordial de conseguir beneficios económicos. La actual política, a través del mecanismo de condicionalidad, de pagar a la población por servicios distintos a los que la tierra les proporciona directamente, puede ser una estrategia excelente a largo plazo, cuando la población sea consciente de la magnitud del problema. En lugar de limitarse a la política agraria y al desarrollo rural, esta idea podría ampliarse a un
marco de gestión y protección de los recursos naturales. También sería eficaz la incorporación de una ordenación del territorio y una regulación que proteja las funciones hidrológicas, edáficas y paisajísticas que se consideren críticas (por ejemplo, el cambio en los usos del suelo). Grupos de Trabajo SCAPE El proyecto SCAPE, financiado por la Unión Europea (DG‐RTD, EVK2‐CT2002‐20016) organizó reuniones de expertos para tratar la desertificación. Entre las conclusiones principales de estas reuniones destacamos las siguientes: • Una causa básica de la erosión del suelo y la degradación del territorio son los trabajos de nivelación del terreno y el uso de maquinaria pesada. La consolidación del terreno y la inversión del perfil del suelo tienen un efecto grave sobre la erosión, que persiste durante décadas. • En la actualidad existen conocimientos sobre cómo cultivar y utilizar el terreno evitando la degradación del suelo. De todos modos, con frecuencia no se aplican los principios de una gestión sostenible debido a los incentivos financieros, de manera que la gestión acaba siendo indiscriminada. Sin embargo, es posible añadir valor a los servicios proporcionados por la tierra de modo que pueda ser utilizada de forma sostenible. • Para ser capaz de hacer un seguimiento de la 13 degradación de la tierra y la calidad del suelo, se necesita información sobre las propiedades dinámicas del suelo. Son necesarios nuevos medios para la recogida y la organización de datos. • A menudo, la desertificación se produce por una pérdida de recursos debida a un uso diferente de los bienes y servicios que la tierra ha ido proporcionando, de modo que no es capaz de mantenerlos o restaurarlos. • Tierra y calidad del suelo: Hay que hacer todo lo posible para aumentar la calidad de la tierra. Hay que aprovechar las herramientas disponibles para registrar y demostrar los impactos positivos y negativos de las acciones que se tomen para aumentar la calidad del suelo.
HERRAMIENTAS DISPONIBLES PARA LA LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN Existen diversas fuentes para encontrar información y herramientas de lucha contra la desertificación. En primer lugar, el sitio web de la CLD proporciona información básica sobre los diferentes aspectos de la desertificación. Tiene un excelente buscador y permite acceder a los informes oficiales presentados por los gobiernos. Merecen especial atención los Proyectos de Acción Nacional y los informes que describen el progreso realizado en la implementación de la Convención. Algunos Proyectos de Acción Nacional contienen explicaciones excelentes de los problemas y su base conceptual. También existen las webs nacionales de la CLD en todos los países, que proporcionan información sobre las actividades en curso. Países individuales trabajan juntos en Proyectos de Acción Regional. Los Programas Regionales tienen prioridades temáticas y programas que se utilizan para coordinar el trabajo sobre los principales problemas comunes. Muchos de estos Programas de Acción Regional contienen información basada en las investigaciones financiadas tanto por la Unión Europea como por administtraciones nacionales. Un ejemplo es el DISMED, que ha financiado procedimientos para ser aplicados a nivel regional. 14 Muchos de los proyectos europeos de investigación ya finalizados tienen sitios web donde aparecen tanto herramientas como informes detallados. Normalmente pueden encontrarse utilizando Google, pero se recomienda utilizar el sitio web CORDIS y buscar utilizando palabras clave tales como desertificación (desertification), degradación del suelo (soil degradation), erosión (soil erosion) y CLD (UNCCD). El JRC (Centro Común de Investigación) es la principal organización dentro de la Unión Europea para desarrollar su política sobre desertificación. Por medio del JRC es posible localizar los análisis de la Unión Europea sobre la desertificación, los resultados de proyectos finalizados y los informes de reuniones de trabajo. Además, en Internet es posible obtener datos y mapas. así como resultados de sensores remotos, a diferentes escalas espaciales.
A menudo, los proyectos finalizados proporcionan una valiosa fuente de datos que describen las condiciones de hace 10 ‐ 15 años. Estos pueden compararse con los actuales para evaluar la tendencia de la desertificación. La Comunidad Europea también ha organizado muchos cursos de verano sobre la desertificación. Los documentos públicos ofrecidos por estos cursos son un recurso muy útil para aquellas personas que desean iniciarse en este campo. El curso de la Escuela Europea de Climatología y Riesgos Naturales sobre la Desertificación en un Contexto Europeo es una excelente fuente de información. La Unión Europea también organizó una importante “Conferencia sobre la Desertificación en el Mediterráneo: Resultados en Investigación y Desertificación”, en 1996 (4). Dicha conferencia contiene muchas recomendaciones, todavía válidas hoy en día, pero que no han sido llevadas a cabo. Fuentes Recientes El reciente Foro Internacional sobre Suelo, Sociedad y Cambio Global, celebrado en Islandia en septiembre de 2007, propuso establecer un panel de alto nivel para desarrollar una plataforma que permitiera el uso de las herramientas disponibles. Este panel ya ha proporcionado informes de los grupos en funcionamiento y material de apoyo, por ejemplo en la gestión del suelo y el cuidado de tierra, la fijación de carbono, la restauración del territorio y sobre diferentes aspectos de potencial urbanístico. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas también apoya la puesta en práctica de la CLD en varios proyectos. Aunque principalmente está siendo puesto en práctica en otras partes de Europa, ha habido diferentes reuniones de trabajo que proporcionan una evaluación de la situación en el sur de Europa y evalúan el estado de conocimientos en lo que concierne a la degradación del territorio. Otra fuente de apoyo es el 7º Programa Marco de la Unión Europea. Además, la Dirección General del Medio Ambiente proporciona subvenciones a organizaciones no gubernamentales a través del programa LIFE.
Brandt y colaboradores organizaron en el año 2006 una reunión por correo electronico denominada “Desertificación, el camino a seguir”. Las discusiones y conclusiones proporcionan información del punto de vista científico actual sobre la naturaleza del problema y lo que podría hacerse. En las referencias se proporciona el enlace (2).
Figura 14. La fotografía aérea muestra el uso del suelo en la región de la figura 9 (vista al oeste desde una ladera sobre campos de cultivo abandonados)
Figura 15. El concepto de las Unidades de Respuesta a la Desertificación desarrollado en esta zona. Considera la creación de patrones a diferentes escalas como resultado de retroalimentaciones positivas que promueven el desarrollo de la estructura del suelo, infiltración y escorrentía 15 Figura 16. Respuesta de las diferentes unidades de paisaje a la degradaciçon por erosión mostradas en la fotografía aérea. El método de Unidad de Respuesta a la Desertificación fue una de las herramientas desarrolladas en el marco de diferentes proyectos de investigación de la UE
Una de las áreas más afectadas por la desertificación es la cuenca del río Guadalentín. Algunas herramientas de investigación fueron desarrolladas para identificar las áreas sensibles a la desertificación. El uso y la gestión del suelo y del agua son siempre los aspectos principales.
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11. Figura 17. Ejemplo de buenas prácticas en la gestión del suelo en las islas de Cabo Verde, visitadas durante una salida de campo sobre desertificación
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REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFIA ADICIONAL
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