Joaquín Abellán. En las páginas siguientes se exponen algunos aspectos de la concepción del Estado que,

CONCEPCION DEL ESTADO EN MARX Y EN LA TRADICION MARXISTA Joaquín Abellán. En las páginas siguientes se exponen algunos aspectos de la concepción del

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CONCEPCION DEL ESTADO EN MARX Y EN LA TRADICION MARXISTA Joaquín Abellán.

En las páginas siguientes se exponen algunos aspectos de la concepción del Estado que, desde Marx y Engels hasta Lenin y Stalin pasando por los socialistas ortodoxos y "revisionistas alemanes, han elaborado estos políticos-pensadores que se reclamaban continuadores de la tradición marxista.

Los aspectos que se han seleccionado se refieren básicamente a la relación del Estado de la sociedad, al carácter del Estado como instrumento de una clase social o como un posible aparato conciliador de intereses contrapuestos, a la valoración de la democracia para la construcción de la sociedad socialista o al papel de un partido determinado en dicha construcción.

Al exponer estos aspectos del pensamiento de Marx y Engels, de Karl Kautsky y Eduard Bernstein y de Lenin y Stalin, se puede observar que gran parte de la elaboración teórica de los seguidores de Marx y Engels responde, en un cierto sentido, a una continua lucha por determinar la interpretación auténtica de Marx y por establecer, consiguiemente, quién se ha desviado de éste. En esa lucha, animada a su vez por las diferentes situaciones históricas en que se plantea, no es infrecuente que unos y otros hagan hincapié en determinadas afirmaciones de Marx o Engels y omitan otras, que podían conducir a planteamientos distintos. Por esta razón creo que tiene sentido exponer las aportaciones de los socialistas alemanes de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX - ortodoxos como Kautsky y

"revisionistas" como Bernstein -, para que se pueda divisar en parte el contexto intelectual con el que polemiza la otra tradición marxista, la de Lenin y el leninismo.

1. MARX Y ENGELS SOBRE EL ESTADO

La teoría marxiana del Estado arranca de la crítica de la filosofía política de Hegel. Este consideraba como un elemento carcterístico del Estado moderno - racional, superador del patrimonialismo del Antiguo Régimen- la diferenciación entre Estado y "sociedad civil". Hegel reconoía efectivamente la existencia, junto al Estado o sociedad política, de la "sociedad civil", que él definía como el "sistema de satisfacción de las necesidades", es decir, como el ámbito en el que los hombres producen los bienes para su vida en una relación de competencia entre ellos mismos. Pero esta "sociedad civil", dominada por el libre juego de la propiedad individual, no es capaz de generar por sí misma un orden social armónico, necesitando de la guía del Estado que está por encima de ella y de quien ésta recibe su sentido. El Estado se presenta en Hegel como la encarnación de la razón y de la libertad, como la realización de lo universal, pues sus intereses son generales y no están dominados por los intereses particulares de los individuos. Sólo el Estado puede, según Hegel, satisfacer el verdadero interés del individuo, pues sólo en él se logra la reconciliación de los intereses particulares y los universales. Sólo en el Estado puede el hombre -como ciudadano, por tanto- lograr su desarrollo humano completo; sólo en esa dimensión puede el hombre realizar su dignidad moral máxima como ser humano. Precisamente como el Estado está colocado por encima de los propios individuos y de la sociedad civil, pues Hegel no lo entiende como resultado de un contrato o pacto social

entre los individuos, puede actuar como conciliador de los contrapuestos intereses particulares que se desarrollan en la "sociedad civil". Las contradicciones que se generan en ésta no puede superarla ella misma y necesita, por consiguiente, del Estado, que encarna el orden de la razón y de la libertad completa.

Sociedad civil y Estado: crítica a Hegel.

Marx, que valora algunas características de la teoría hegeliana del Estado, altera por entero la relación que Hegel había establecido entre Estado y "sociedad civil. Para Marx ciertamente el Estado moderno es resultado de la secularización, es decir, de la emancipación o liberación de lo político respecto a lo religioso, la separación de lo político de sus antiguos fundamentos religiosos y la relegación de la religión institucional a una esfera determinada y separada de la política. Este proceso lo ve iniciado Marx en la Reforma protestante y lo encuentra culminado en la Revolución Francesa 1 ). El grado en que la religión se halle separada del Estado constituye para Marx el indicador de la modernidad del Estado, y más concretamente entiende que el grado de emancipación de los judíos en un Estado es un buen baremo para medir esa modernidad del Estado. Los Estados que no emancipan a los judíos han de ser considerados, según Marx, como menos desarrollados que aquéllos que los han aceptado y emancipado.

Pero, sin embargo, la realización del Estado moderno así concebido se encuentra frustrada 1

Vid. Marx, Sobre la cuestión judía (1844). Trad. cast., Buenos Aires 1969. La crítica a Hegel en: Marx, Crítica de la filosofía del Estado de Hegel (1843). Trad. cast., Barcelona 1974.

en la sociedad. En su teoría del Estado Hegel había considerado que el Estado, la esfera política, era un ámbito separado de la propiedad, situado por encima de las luchas derivadas de la propiedad y de los intereses particulares de los propietarios que tienen lugar en la "sociedad civil". El Estado se presentaba como el ámbito de lo universal, distinto y superior al ámbito de lo particular, de los intereses particulares de los individuos. Marx, por el contrario, piensa que el Estado hegeliano separado y diferenciado del ámbito de la propiedad no logra una emancipación real, una separación real de lo político respecto a la propiedad, pues no logra una auténtica liberación del hombre en cuanto hombre. Para Marx, el hombre en la sociedad y Estado modernos sigue escindido, dividido en ciudadano (citoyen) y en bourgeois. Como ciudadano, es decir, como miembro del Estado se espera que actué de acuerdo con criterios universales, que desarrolle una relación positiva con la comunidad (política). Pero como bourgeois, como productor integrado en la "sociedad civil" se guía por sus intereses propios y particulares, que lo enfrentan a los otros que se guían asimismo por sus intereses particulares. Esa escisión entre la dimensión de ciudadano y de productor-propietario, por tanto, impide que se pueda realizar la auténtica comunidad humana. Es más, esta comunidad humana verdadera, no basada en esa escisión, sólo se podrá lograr realmente cuando se supere la sociedad de clases y el Estado. Sólo con la superación de la sociedad de clases y del Estado que aquélla lleva necesariamente anejo se podrá alcanzar lo que el Estado moderno (burgués) promete falsamente, es decir, la reconciliación de los intereses particulares de los hombres y los comunes, haciéndose superflua toda coacción política-estatal. En una sociedad sin clases y sin Estado, los hombres podrán generalizar un comportamiento resultado de su identificación o reconciliación con los intereses comunitarios, lo cual en el Estado moderno (burgués) sólo

ocurre en la dimensión de los hombres como citoyens, pero no como sujetos productores en la ciega "sociedad civil". El Estado moderno tal como lo comprende Hegel es visto y criticado por Marx como una construcción "ideológica", como una construcción en la que se presenta como "universal" algo que realmente no lo es. El Estado hegeliano presenta para Marx una universalidad ilusoria; el Estado moderno (burgués) se encuentra condenado a aparecer, a presentarse de manera diferente a lo que realmente es. Es, en su esencia, una alienación. De manera similar a la religión, que proyecta sobre Dios los bienes y valores ausentes en la vida del hombre, el Estado hegeliano se autoimputa aquellos atributos realización de la esencia humana a su más alto nivel- que deberían formar parte de toda persona humana. El Estado se le presenta así a Marx como un espejo deformado de la realidad social y cotidiana, por lo que propone que se estudie directamente la sociedad y lo que en ella ocurre (producción, lucha de clases,etc..) sin acudir a ese espejo deformado de la sociedad. Es desde la sociedad de donde hay que entender al Estado y no al revés.

En esta propuesta de Marx se alteran por completo las relaciones que entre "sociedad civil" y Estado había establecido Hegel. Es desde el estudio de la sociedad desde donde se puede entender adecuadamente lo que es y representa el Estado moderno, que Marx identifica como "burgués". La existencia de éste queda ligada en Marx a la existencia de la sociedad de clases, y la superación de ésta última implica necesariamente la superación del Estado. Eliminado el origen de esa escisión entre hombre propietario y hombre ciudadano desaparece necesariamente la esfera política, el Estado, que ha sido entendido como un fenómeno vinculado a la sociedad de clases. La sociedad comunista del futuro prescindirá del Estado como innecesario. El pensamiento de Marx sobre el Estado es, básicamente,

antiestatalista, pues el destino final del Estado está directa y necesariamente unido a su origen social.

Dictadura del proletariado

Pero en la cuestión del tránsito entre la sociedad capitalista de clases y la sociedad comunista futura -sin Estado, sin poder político- plantea Marx una fase intermedia de transición -la dictadura del proletariado- que ha sido uno de los problemas de mayor envergadura en el debate posterior dentro de la tradición marxista.

Marx y Engels no ofrecieron una exposición sistemática general de la dictadura del proletariado, pero hicieron varias manifestaciones sobre ese concepto que se encuentran esparcidas en varios de sus escritos. En "El Manifiesto Comunista" (1848) hablan de la conquista del poder político por el proletariado "para ir despojando paulatinamente a la burguesía de todo su capital, de todos los instrumentos de la producción, centralizándolos en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase gobernante" y señala un Decálogo de objetivos a realizar 2 ). En "Las luchas de clases en Francia" (Die 2

Marx/Engels, El Manifiesto Comunista. Trad. cast., Madrid 1974, pag. 94. Las medidas que enumeran "que no podrán ser las mismas, naturalmente, en todos los paises..." son: 1) expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos, 2) fuerte impuesto progresivo, 3) abolición del derecho de herencia, 4) confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes, 5) centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacionalcon capital del Estado y régimen de monopolio, 6) nacionalización de los transportes, 7) multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de producción, roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo, 8) proclamación del deber general de trabajar; creación

Klassenkämpfe in Frankreich), de 1850, Marx declara que la "dictadura de clase del proletariado" era un "punto de transición necesario para la supresión de las diferencias de clases en general" 3 ). Pero las dos manifestaciones probablemente más famosas y citadas proceden de los años 1852 y 1875. En una carta a Joseph Weydemeyer, de 5 de marzo de 1852, dice Marx:

"por lo que a mi se refiere, no me caben ni el mérito de haber

descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna, ni el de haber descubierto la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de las clases. Lo que yo aporté de nuevo fué demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas del desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por si más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases"

4

). Y, finalmente, en la "Crítica al programa de Gotha"

(1875) dice Marx que entre la sociedad capitalista y la comunista media un periodo de transformación revolucionaria de la una en la otra; a ese período le corresponde también un periodo de transición política, cuyo Estado no puede ser sino la dictadura revolucionaria

de ejércitos industriales, principalmente en el campo; 9) articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad, 10) educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las fábricas bajo su forma actual.Régimen combinado de la educación con la producción material, etc.. ( C.Marx/F.Engels, El Manifiesto Comunista, pp. 94-95) 3

Marx, Marx-Engels-Werke (MEW). Berlin 1959 y ss. vol 7, pag.

4

MEW vol. 28, 508

89.

del proletariado 5 ). Por lo que respecta la duración de ese periodo de transición, Marx y Engels entendían que sería "un periodo corto, algo duro, pero ciertamente muy provechoso moralmente" 6 ).

La "Commune" de Paris como modelo

Para acercarse algo más al concepto de "dictadura del proletariado" que Marx y Engels acuñaron como la forma política de la transición a la sociedad comunista es necesario indicar que ambos se refieron en varias ocasiones a la "Commune" de Paris como un ejemplo histórico concreto de dictadura del proletariado. Fué aquélla una experiencia revolucionaria de corta vida - entre marzo y mayo de 1871-, pero de gran trascendencia para la interpretación posterior del pensamiento de Marx 7 ). El juicio y valoración por Marx de este acontecimiento histórico se convertiría décadas después en un punto de referencia esencial para las diferentes interpretaciones de Marx llevadas a cabo, por una parte, por la socialdemocracia alemana (Kautsky especialmente) y por Lenin, por otra. La interpretación de la "Commune" realizada por Marx está contenida en su "Der Bürgerkrieg 5

MEW vol. 19, pag. 28

6

Engels, Introducción a Karl Marx, Lohnarbeit und Kapital (Trabajo asalariado y capital) (1891), en MEW vol. 22, pág. 209. 7

Der Bürgerkrieg in Frankreich (La guerra civil en Francia), en MEW, vol. 17, p. 342. También Engels escribió : "Quiere usted saber a qué se parece esta dictadura? Contemple usted la Comuna de Paris. Ella fue la dictadura del proletariado": en el prólogo a Karl Marx, Bürgerkrieg in Frankreich (1891), en MEW, vol. 22, 199. La "Comuna" de Paris se proclamó el 18 de marzo de 1871 y tuvo una corta existencia de 72 días. El 26 de marzo se celebraron las elecciones para el Consejo Comunal, que desde su constitución el día 28 de marzo recibió el nombre de Commune.

in Frankreich" (La guerra civil en Francia) 8 ), en donde Marx utiliza la "Commune" de Paris realmente como un pretexto para desarrollar su propia teoría de la revolución y del Estado. En la "Commune" de Paris Marx vió la realización de una revolución que, a diferencia de todas las anteriores, no reconstruye ni fortalece el poder estatal centralizado, con sus órganos de policía, burocracia y ejército. La "Commune" representó para él una transformación radical del Estado en el sentido de que éste quedó convertido, de un órgano superior a la sociedad, en un órgano sometido a ésta. La "Commune", escribe Marx, "se formó de los consejos municipales, elegidos mediante sufragio universal en los diferentes distritos de Paris. Ellos eran responsables y en todos momento destituibles. La mayoría eran trabajadores o reconocidos representantes de la clase trabajadora. La Commune no debía ser una corporación parlamentaria, sino una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo. La policía, hasta entonces instrumento del gobierno, fue desprovista inmediatamente de todos sus caracteres políticos y transformada en instrumento responsable y destituible en todo momento de la "Commune", lo mismo que los funcionarios de todos los demás sectores de la administración" 9 ). Es importante señalar que, entre estas

características que Marx ve en la "Commune" de Paris, -intensa

participación de los trabajadores, una corporación ejecutiva y legislativa al mismo tiempo, despolitización de la policía y destituibilidad de los funcionarios- no se hace ninguna referencia a la existencia de partidos políticos ni menos todavía al papel hegemónico de

8

Marx, Der Bürgerkrieg in Frankreich, en: MEW, vol. 17, 319-

362. 9

339.

Marx, Der Bürgerkrieg in Frankreich, en MEW, vol. 17, pág.

alguno de ellos en concreto. Además, esta realización concreta de la dictadura del proletariado no constituía para Marx ninguna oposición a la democracia y al sufragio. Y como ejemplo concreto de dictadura del proletariado, y por tanto de transición, esta revolución no significaba todavía para Marx el socialismo sino sólo su comienzo: La "Commune" es la "forma política, finalmente descubierta, bajo la cual se podría realizar la liberación del trabajo" 10 ); la "Commune" es el comienzo, no la meta.

En los años siguientes son muy numerosas las expresiones de Marx sobre la etapa de transición del capitalismo al socialismo, y en ellas se pone de manifiesto la posibilidad de una transición pacífica al poder, sin revolución, por parte de los obreros, tomando en consideración el distinto nivel de desarrollo de cada pais. En una carta a Kugelmann, de 12 de abril de 1871, Marx limita expresamente a la Europa continental la vía revolucionaria para la conquista del poder, pues creía que en Inglaterra y en Estados Unidos cabía la posibilidad de una transición pacífica. En una entrevista publicada en un periódico norteamericano en 1871, Marx dice que la clase trabajadora de Inglaterra no necesita una revolución violenta para alcanzar el poder político: "En Inglaterra, por ejemplo, está abierta la vía para que la clase trabajadora desarrolle su poder político; en un lugar en que se pueden alcanzar objetivos de modo más rápido y seguro por la propaganda política, la insurrección sería una locura"

10

11

). Un año después, en su discurso en Amsterdam el 18 de

Marx, Der Bürgerkrieg in Frankreich, en: MEW, vol. 17, pág.

342 11

Woodhull&Claflin's Weekly (12 agosto 1971). Citado en S. Avineri, El pensamiento social y político de Carlos Marx. Trad.cast. Madrid 1983, pág. 294.

septiembre de 1872, recapitulando el congreso de la Internacional en la Haya, Marx dice: "Los trabajadores tendrán que conquistar un día la supremacía política para establecer una nueva organización del trabajo...Pero no pretendemos que el logro de este fin requiera medios idénticos. Sabemos que han de tomarse en cuenta las instituciones, costumbres y tradiciones de los diferentes países, y no negamos que hay países como Inglaterra y América y (en la medida en que conozco vuestras instituciones) Holanda, donde los trabajadores tal vez alcanzarían sus fines por medios pacíficos" 12 ).

Junto a estos textos de Marx sobre la relación a tener en cuenta entre revolución y contexto político-social de cada país habría que indicar que la conexión entre superación del Estado y sufragio universal era una conexión que Marx nunca había dejado de establecer. Ya en sus escritos de juventud ( Crítica de la filosofía del derecho de Hegel y La lucha de clases en Francia ) había presentado el sufragio universal como un elemento que permitiría la superación del Estado, al contribuir a que no se mantenga la escisión entre "sociedad civil" y Estado. Igualmente lo valora muy positivamente cuando Inglaterra amplía el sufragio en la segunda reforma electoral del siglo XIX, en 1867. En paises como Inglaterra el sufragio universal podía convertirse en una auténtica palanca para la transformación de la sociedad al ir cerrando el hiato entre sociedad y Estado. Es, en definitiva, el contexto social el que puede hacer del sufragio un instrumento de la revolución. Por eso Marx no estaba de acuerdo con la lucha por el sufragio universal en Alemania que había emprendido el 12

The First International: Minutes of the Hage Congress of 1872, ed. por Hans Gerth, Madison, Wis., 1958, pág. 236, citado por S. Avineri, El pensamiento social y político de Carlos Marx. Trad. cast. Madrid 1983, pág. 294.

fundador del primer partido socialista alemán (ADAV), Ferdinand Lassalle, porque creía que en esa situación concreta la consecusión del sufragio podría precipitar un putsch de las fuerzas aristocráticas y de las cortes alemanas. No hay, por tanto, en Marx una apología del sufragio universal en términos absolutos, pero sí un reconocimiento que en ciertos casos es una vía adecuada para la conquista del poder.

FRIEDRICH ENGELS

La concepción del Estado de Friedrich Engels (1820-1895), amigo y estrecho colaborador de Marx, es, sin embargo, algo diferente a la de éste. Marx concibe al Estado moderno como una tensión permanente entre la idea de la universalidad ( universalidad contra los intereses particularistas de la sociedad civil) y los propios intereses antagónicos; para Marx el Estado es testimonio de la existencia de una tensión entre lo real y lo ideal, entre las fuerzas sociales particularistas y concentradas en sus intereses y el postulado de la universalidad, por encima de los intereses particulares. Según Marx, esta tensión existe porque el Estado moderno sólo existe como tal en un sector de la vida real, mientras que todos los demás sectores de la vida están penetrados por lo particular, por la guerra de todos contra todos de la sociedad civil. Para Engels, en cambio, el Estado es fundamentalmente la organización externa de la coacción dirigida por los poderes económicos dominantes. En su libro, publicado en 1884, "El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado", después de haber analizado sus tres formas principales históricas ( Atenas, Roma, el mundo germánico), dice: "así pues, el Estado no es de ningún modo un poder impuesto desde fuera a la sociedad; tampoco es 'la realidad de la idea

moral', 'ni la imagen y la realidad de la razón', como afirma Hegel. Es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables, que es impotente para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna no se devoren a sí mismas y no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los límites del "orden". Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella más y más, es el Estado"

13

). Y la conexión entre

Estado y clase dominante la afirma un poco más adelante: "Como el Estado nació de la necesidad de refrenar los antagonismos de clase, y como, al mismo tiempo, nacio en medio del conflicto de esas clases, es, por regla general, el Estado de la clase más poderosa, de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de él, se convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida. Así, el Estado antiguo era, ante todo, el Estado de los esclavistas para tener sometidos a los esclavos; el Estado feudal era el órgano de que se valía la nobleza para tener sujetos a los campesinos siervos, y el moderno Estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital para explotar el trabajo asalariado. Sin embargo, por excepción, hay períodos en que las clases en lucha están tan equilibradas, que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra. En este caso se halla la monarquía 13

Engels, El origen de la familia, de la propiedad y del Estado. Trad. cast., Madrid 1975, 173.

absoluta de los siglos XVII y XVIII, que mantenía a nivel la balanza entre la nobleza y el estado llano; y en este caso estuvieron el bonapartismo del primer imperio francés, y sobre todo el del segundo, valiéndose de los proletarios contra la clase media, y de ésta contra aquéllos. La más reciente creación de esta especie, donde opresores y oprimidos aparecen igualmente ridículos, es el nuevo imperio bismarckiano de la nación alemana: aquí se contrapesa a capitalistas y trabajadores unos con otros, y se les extrae el jugo sin distinción en provecho de los mezquinos junkers prusianos" 14 ).

Extinción del Estado en Engels

Una parte esencial de la concepción del Estado en Engels se refiere a la extinción de aquél. Habiendo unido la necesidad del Estado a la existencia de las clases sociales en un cierto momento del desarrollo económico, la existencia del Estado dependerá de la evolución de las clases sociales: "Por tanto, el Estado no ha existido eternamente. Ha habido sociedades que selas arreglaron sin él, que no tuvieron la menor noción del Estado ni de su poder. Al llegar a cierta fase del desarrollo económico que estaba ligada necesariamente a la división de la sociedad en clases, esta división hizo del Estado una necesidad. Ahora nos aproximamos con rapidez a una fase de desarrollo de la producción en que la existencia de estas clases no sólo deja de ser una necesidad, sino que se convierte en un obstáculo directo para la producción. Las clases desaparecerán de un modo tan inevitable como surgieron en su día. Con la desaparición de las clases desaparecerá inevitablemente el Estado. La 14

Engels, El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado, pág. 175.

sociedad, reorganizando de un modo nuevo la producción sobre la base de una asociación de productores libres e iguales, enviará toda la máquina del Estado al lugar que entonces le ha de corresponder: al museo de antigüedades, junto a la rueca y al hacha de bronce" 15 ). La afirmación por Engels de la desaparición del Estado se ha hecho especialmente famosa en la formulación que le dio en un pasaje del Anti-Dühring, publicado en 1878, donde escribe: "Cuando el Estado se convierta finalmente en representante efectivo de toda la sociedad, será por sí mismo superfluo. Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que mantener en la opresión; cuando desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anarquía de la producción, los choques y los excesos resultantes de esta lucha, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza especial de represión, el Estado. El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad: la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad, es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención de la autoridad del Estado en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de la vida social y se adormecerá por sí misma. El gobierno sobre las personas es sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción. El Estado no es abolido; se extingue. Partiendo de esto es como hay que juzgar el valor de esa frase sobre el "Estado popular libre" en lo que toca a su justificación provisional como consigna de agitación y en lo que se refiere a su falta absoluta de fundamento científico. Partiendo de esto es también como debe ser considerada la exigencia de los llamados anarquistas de que el Estado sea abolido de la 15

Engels, El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado, pág. 177.

noche a la mañana" 16 ). Como Engels desempeñó un papel decisivo en la interpretación de la obra de Marx, de la que se constituyó en albacea intelectual tras la muerte de éste en 1883, así como en la configuración del marxismo como un sistema ideológico rígido, hay que señalar, sin embargo, que en algunos puntos claves de la teoría marxista -dictadura del proletariado, posición ante el sufragio- no mantuvo siempre un mismo planteamiento revolucionario, como lo ha presentado la tradición leninista posterior. La experiencia de la revolución de 1848/49 le había enseñado que la toma del poder por el proletariado no podría producirse de la noche a la mañana, sino a través de un proceso evolutivo de las masas a lo largo de muchos años

17

). Y en los últimos años de su vida, aunque todavía hablara en algunas

ocasiones del empleo de la violencia revolucionaria, se refería con ello a una especie de derecho de resistencia del proletariado frente a la violencia del enemigo de su clase

18

), y

recomendaba que en Alemania sólo se utilizaran medios legales de lucha, entre los que

16

Engels, Anti-Dühring, Berlin 1948, p. 347 y s. Marx, sin embargo, siempre que se refiere a la supresión del Estado habla de "Aufhebung", que es un término filosófico con un claro matiz dialéctico, que indicaría que la "Aufhebung" (superación) del Estdo sólo deviene posible después de que la estructura política ha utilizado todas sus potencialidades. El término que utiliza Engels der Staat wird nicht "abgeschafft", er stirbt ab (el Estado no es abolido, se extingue) indica un símil biológico, que remite a una tradición intelectual distinta a la de Marx. Sobre esta cuestión de la "superación" del Estado, vid. Shlomo Avineri, El pensamiento social y político de Carlos Marx. Trad. cast., Madrid 1983, 279-298. 17

Carta de Engels a Bernstein de 27 de agosto de 1883, en: MEW vol. 36, pág. 55 18

Así, por ejemplo, en la introducción de Engels a la edición de 1895 del libro de Marx Die Klassenkämpfe in Frankreich 18481850 (Las luchas de clase en Francia 1848-1850), en: MEW vol. 7, 511-527.

situaba la actividad parlamentaria en primer lugar. Así que, mientras que en 1865 todavía consideraba que el sufragio universal y directo carecía de valor para el partido obrero alemán, en 1893 abogaba decididamente por la conquista de los derechos políticos y del parlamento por la clase obrera a través de un partido político propio

19

). Pero, por otra

parte, parecía que se alejaba de la idea fundamental de Marx de que la revolución proletaria sólo podría acometerse desde la existencia previa de una revolución burguesa al reconocer en una carta al dirigente socialista August Bebel que, en Alemania, se podría omitir ese punto de partida habida cuenta de la falta de una burguesía radical 20 ).

2. REVISIONISMO Y ORTODOXIA MARXISTA A FINALES DEL SIGLO XIX

En los años finales del siglo XIX se inicia dentro del partido socialista alemán (SPD) un debate sobre la teoría y la práctica política del partido en conexión con los principios marxistas que habían sido integrados en el programa del partido en 1891 (Programa de Erfurt). Eduard Bernstein (1850-1932) fu el primero en sistematizar esta revisión de los principios programáticos del partido SPD, lo cual le llevó a revisar y criticar algunas tesis centrales del pensamiento marxista, tales como la utilización de la concepción dialéctica de la historia para fundamentar la lucha del partido socialista y las tesis vinculadas a la

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Vid. MEW vol. 22, pág. 400. No existe duda que esta opinión se debía al extraordinario aumento de votos que el partido socialista alemán (SPD) tuvo en los años noventa del siglo XIX en el Reichtstag. 20

Carta de Engels a Bebel, de 23 de enero de 1890, en: MEW vol. 37, pág. 349.

afirmación del derrumbamiento del capitalismo 21 ).

EDUARD BERNSTEIN

Al revisar estas tesis del marxismo, tanto la idea del Estado y de su superación como la de la democracia y de su papel para el movimiento obrero son presentadas por Bernstein desde otra perspectiva distinta a la interpretación habitual del marxismo en su época. El Estado no sólo no es para Bernstein un órgano de opresión, sino que puede ser también un "Estado popular" y de aquí arranca su alta valoración positiva de la democracia. Escribe: "El Estado no es solo órgano de la opresión y procurador de los negocios de los propietarios. Hacerlo aparecer así es la huida de todos los hacedores de sistema anarquistas. Proudhon, Bakunin, Stirner, Kropotkin, todos ellos siempre han puesto al Estado solamente como organo de opresión y explotación, que, por supuesto, lo ha sido durante bastante tiempo, pero que no tiene que serlo en absoluto necesariamente. El Estado es una forma de la convivencia y un organo de gobierno, que cambia su carácter politico-social con el contenido social. Quien una irremisiblemente su concepto -haciendo un nominalismo abstracto- a la situación de poder bajo la que ha surgido, ignora las posibilidades de desarrollo y las metamorfosis reales que se han realizado en la historia. En la praxis se ha impuesto en los partidos socialdemócratas otra valoración del Estado bajo la influencia de las luchas del movimiento obrero. Ahí ha ganado terreno la idea de un Estado popular, que no es el instrumento de las clases y capas superiores, sino que recibe su 21

Vid. E. Bernstein, Socialismo democrático. Selección y trad. de J. Abellán. Madrid 1990.

carácter en virtud de un sufragio universal e igual de la gran mayoría del pueblo. En ese sentido, Lassalle, en lo que podemos ver, tuvo razón ante la historia, a pesar de algunas exageraciones en las frases mencionadas más arriba." 22 ).

El Estado, por tanto, transforma su carácter por la existencia del sufragio universal, dejando de ser un aparato o instrumento utilizado por las clases superiores de la sociedad. La democracia es para Bernstein, efectivamente, la "ausencia de la dominación de clase" y en ella está implícita la igualdad de derechos de todos los miembros de la comunidad. A medida que la igualdad se convierta en el clima natural que domina la conciencia general, la democracia se convierte en sinónimo del máximo grado de libertad para todos. La democracia remite a un orden social en el que ninguna clase social goce de privilegios respecto a la comunidad.

Esta valoración positiva de la democracia le lleva a replantear las relaciones entre democracia y socialismo, que resume en su afirmación de "que la democracia es un medio y un fin. Es el medio de lucha del socialismo y es la forma de realizar el socialismo" (23 ). La democratización progresiva de las instituciones políticas se le presenta a Bernstein como el instrumento idóneo para llegar al socialismo; la socialdemocracia no tiene mejor instrumento para sus fines que la defensa sin reticencias - también en el terreno doctrinal-

22

E. Bernstein, Der Sozialismus einst und jetzt. Streitfragen des Sozialismus in Vergangenheit und Gegenwart. Stuttgart, Berlin 1922, 2. ed. aumentada, Berlin 1923, pág. 88. 23

E. Bernstein, Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia. Trad. cast. México 1982, pág. 218.

del sufragio universal y de la democracia. Por otra parte, la democracia como fín significa que el socialismo sólo será tal si se realiza en un sistema democrático. Este planteamiento implica, por tanto, el rechazo por Bernstein de la dictadura del proletariado.

La dictadura del proletariado se le presenta a Bernstein como un "atavismo político", perteneciente a un nivel de civilización más atrasado. La transición de la sociedad capitalista a la socialista no necesita hacerse mediante la revolución proletaria. Además, "la dictadura del proletariado -en que la clase obrera no dispone todavía de organizaciones autónomas de caracter economico muy fuertes y no ha alcanzado todavía un alto grado de autonomía espiritual- significa una dictadura de los oradores de club o de los intelectualoides" (24 ).

Con esta concepción del Estado se altera también la relación del movimiento obrero con el Estado: el movimiento obrero, aunque en los distintos paises pueda parecer que su posición respecto al Estado es distinta, es, sin embargo, en lo esencial la misma: el movimiento obrero es una fuerza del Estado, es como un Estado en el Estado, a pesar de su posición de oposición; y eso también en Alemania. Se ha convertido en un elemento de la fuerza del Estado: lo protege o lo apoya contra los intereses particulares de grupos económicos influyentes, le incrementa su seguridad hacia fuera, precisamente por el internacionalismo del movimiento obrero y por neutralizar fuerzas internas que laboran para que se produzcan complicaciones internacionales. 25 ) 24

E. Bernstein, Las premisas del socialismo...

25

Vid. E. Bernstein, Die Arbeiterbewegung, Frankfurt 1910, p.

pág. 270.

La consideración de la democracia como medio y fin del socialismo le lleva también a Bernstein a una revisión de la significación histórica del liberalismo. "Por lo que respecta al liberalismo como movimiento histórico universal, escribe, el socialismo es el heredero legítimo, no sólo desde el punto de vista cronológico sino también desde el punto de vista del contenido social "(26 ). Esta valoración del liberalismo y de las relaciones existentes entre socialismo y liberalismo le llevaría a la propuesta de una alianza política con algunos partidos liberales, que en Alemania no llegó a realizarse ( 27 ).

KARL KAUTSKY

La concepción del Estado y de la democracia, en la que desembocó finalmente Karl Kautsky (1854-1938), no estaba muy lejos de la de Bernstein, a pesar de que durante la polémica del "revisionismo" Kautsky había representado la ortodoxia frente al desviacionismo de Bernstein. Efectivamente, después de la muerte de Engels, en 1895, Kautsky había pasado a ser considerado como el principal teórico del SPD alemán, como el intérprete indiscutido de la teoría marxista, y no sólo dentro de Alemania. Hasta 1914 fue reconocido como una especie de guardián de la doctrina ortodoxa por la fracción 200 y s. 26 27

E. Bernstein, Las premisas del socialismo...pág. 223.

Los partidos liberales de izquierda que estaban mas proximos al SPD y que defendían la formación de un bloque, se aliarían con los otros liberales y la derecha formando un bloque de conservadores, nacional-liberales y liberales de izquierda en las elecciones de 1907(Bloque de Bülow), que aisló provisionalmente al SPD.

bolchevique de la socialdemocracia rusa, incluido Lenin.

28

). Kautsky había concebido la

parte fundamental del Programa de Erfurt (1891) del partido SPD alemán, en la que se recogía la tesis marxista sobre el desarrollo y derrumbamiento de la sociedad capitalista y en la que se afirmaba el carácter revolucionario del partido. En la polémica del "revisionismo", como ya he dicho, Kautsky defendió la ortodoxia frente a Bernstein. Posteriormente, analizando y criticando el bolchevismo, transformó sus ideas sobre el Estado y la democracia.

En la polémica del "revisionismo", Kautsky opinaba que la democracia ofrecía las mejores posibilidades para realizar, al menos en parte, las reivindicaciones del proletariado y creía que la democracia era un medio insustituible para madurar al proletariado con vistas a la revolución social. Pero la democracia real sólo se realizaría, sólo se daría, con el triunfo del socialismo. En sus escritos posteriores a 1918 Kautsky está convencido, sin embargo, de que la democracia es un medio para el fortalecimiento político del proletariado en el camino hacia la sociedad socialista, y que esta última necesitará también de la democracia. En esa misma dirección se modificaron sus ideas sobre el Estado.

El Estado democrático, órgano de la mayoría.

28

Lenin pensaba que Kautsky cayó en la confusión del "socialchovinismo" y oportunismo durante la crisis de los años 1914-1915 y, por eso, combatió sus escritos posteriores (Vid. Lenin, El Estado y la revolucion (1917). Trad. cast. Barcelona 1975, 153-162, esp. pág. 154 y pág. 52, donde se recoge el añadido de Lenin a la segunda edición del libro (1918). Sobre Kautsky, vid. H.J. Steinberg, Sozialismus und deutsche Sozialdemokratie. Zur Ideologie der Partei vor dem I. Weltkrieg. Hannover 1967.

Al principio pensaba que el Estado era, por esencia, un Estado de clase y que el Estado popular, es decir, el Estado conquistado por el proletariado sería también un Estado de clase, aunque no con el objeto de dominar a las demás clases sino de eliminarlas. Si la esencia del Estado es dominar y oprimir, una vez eliminada la opresión, el Estado y sus órganos tendrían que cambiar de función aunque sin desaparecer. El defendía la tesis de que Marx y Engels habían exigido "la conquista del Estado pero no su eliminación". Y en su libro, de 1927, sobre Concepción materialista de la historia, el Estado no aparece ya como un instrumento de opresión, ya que el Estado democrático es considerado por él como esencialmente distinto a los Estados históricos. En ese libro destaca, sobre todo, que la democracia moderna transforma esencialmente al Estado, y que, aunque no elimina las clases sociales, la utilización del aparato estatal, sin embargo, puede ser en beneficio de la mayoría. El Estado, en resumen, puede ser un instrumento de liberación de los explotados: "Todo el enorme movimiento de la sociedad que se ha generado por el surgimiento del capital industrial y que se continua por la lucha de clases del proletariado, no puede avanzar sin transformar totalmente al Estado, sin transformar no sólo dentro del estado sino también la naturaleza del Estado desde sus cimientos. Esto ocurre ya con la aparición de la democracia moderna, del estado democrático moderno. Este está ya...en total contradicción con la esencia del estado histórico, que de antemano descansa en la desigualdad jurídica de las distintas clases, estamentos, comunidades que lo forman. La igualdad de todos los ciudadanos ante el derecho, el reconocimiento de iguales derechos y deberes políticos y civiles a cada uno de ellos significa ya una ruptura con el Estado tal como era en su principio, con el Estado que

reposaba en la conquista y violenta subordinación de la mayoría de los pueblos y minorías miembros a una mayoría triunfante. Pero este estado democrático no significa todavía la eliminación de todas las clases. Significa solamente la eliminación de aquellas diferencias estamentales, que descansan en la violencia. No eliminó de antemano las diferencias de clase que se han formado en el seno del estado y que eran de naturaleza puramente económica y que descansaban en determinadas relaciones de producción y de propiedad que se podían compatibilizar con la igualdad jurídica general. El Estado democrático no impide que las clases explotadoras secuestren este poder estatal y lo utilicen en su interés de clase en contraposición a las clases explotadas. Pero el estado democrático moderno se diferencia de otros tipos de estados anteriores en que esta utilización del aparato del estado para los fines de las clases explotadoras no pertenece a su esencia, no está inseparablemente unido a ella. Por el contrario, el estado democrático se dirige, por su propia instalación, no a ser el órgano de una minoría, como eran los estados antes, sino a ser el órgano de la mayoría de la población, por tanto de las clases obreras. Si se convierte en órgano de una minoría explotadora, esto no reside en la naturaleza del estado sino en la de las clases obreras, en su desunión, ignorancia, falta de independencia o de capacidad para la lucha, que son nuevamente un producto de las condiciones en las que viven. La democracia misma ofrece la posibilidad, de destruir en la democracia estas raíces del poder político de los grandes explotadores, lo que al menos para un creciente número de obreros asalariados se va logrando cada vez más. Cuanto más ocurra esto, mas cesará el estado democrático de ser un instrumento de las

clases explotadoras. El aparato estatal está comenzando ahora en determinadas circunstancias, a dirigirse contra éstas, es decir, comienza a funcionar en clara contraposición con su actividad anterior. Comienza a devenir, de un instrumento de opresión, en un instrumento de la liberación de los explotados." 29 )

Dictadura del proletariado

De acuerdo con estas ideas es como Kautsky critica la revolución bolchevique y le reprocha a Lenin haber provocado prematuramente una revolución, en una situación no madura para poder pasar al socialismo, lo cual contradecía, según Kautsky, la teoría marxista sobre el desarrollo histórico

30

). En el contexto de la revolución bolchevique

Kautsky ofrece su exposición de cómo hay que interpretar la dictadura del proletariado en Marx, que él considera que Lenin no había entendido bien. En su libro "La dictadura del proletariado" (1918) viene a afirmar básicamente que la dictadura del proletariado no implica en Marx la eliminación de la democracia: "La democracia forma la base indispensable para la constitución del modo de producción socialista. Y bajo los efectos de la democracia, el proletariado alcanza esa madurez que necesita para poder llevar a cabo el socialismo. La democracia, finalmente, ofrece el seguro barómetro de su madurez. Pero entre ambos estadios, entre la preparación del socialismo y el socialismo realizado -los 29

Kautsky, Die materialistische Geschichtsauffassung. 2 vols, Berlin 1927, vol. 2: Der Staat und die Entwicklung der Menschheit, pág. 597 y ss. 30

La revolución de octubre de 1917 la valoraba positivamente en la medida en que podía conducir a un tratado de paz y podía contribuir a una rápida democratización en Alemania.

cuales necesitan de la democracia- existe, sin embargo, un tercer estadio, el de la transición, después de que el proletariado ha conquistado el poder político, pero todavía no ha realizado económicamente el socialismo. Se dice que en ese estadio intermedio la democracia no sólo no es necesaria, sino que hasta perjudicial"

31

). Y es en este momento

cuando Kautsky dice que Marx entendía por dictadura del proletariado no una forma de gobernar -sin democracia y con violencia- sino simplemente la situación que se presenta cuando el proletariado llega al poder. En la "Critica al programa de Gotha" Marx "no hablaba de una forma de gobierno sino de una situación, un estado de cosas, que se presentaría necesariamente en todas partes donde el proletariado hubiese conquistado el poder político. El que Marx aquí no tenía presente una forma de gobierno lo demuestra el que opinase que en Inglaterra y América la transición podía ser pacífica, es decir, realizarse por la vida democrática"

32

). El hecho de que Marx viera en la Comuna la dictadura del

proletariado, como constata Engels en su prólogo a la 3. ed. de La guerra civil en Francia (1871), no es para Kautsky un argumento en contra de la democracia, pues según él la Comuna de Paris no significó la abolición de la democracia, "sino que se basó en su amplia aplicación, sobre la base del sufragio universal. El poder gubernamental tenía que someterse al sufragio universal". Y después de citar expresamente el texto de " La guerra civil en Francia" donde Marx dice que la Comuna de Paris se formó a partir de los ayuntamientos elegidos, por medio del sufragio universal, concluye Kautsky: "la dictadura del proletariado era para él un estado de cosas (una situación) que surgía necesariamente de 31

Kautsky, La dictadura del proletariado. Trad. cast., Madrid 1976, pág. 35 32

Kautsky, La dictadura..., pág. 36

la democracia pura cuando predominaba el proletariado. O sea, que no se pueden basar en Marx aquéllos que se pronuncian por la dictadura en oposición a la democracia"

33

).

Entender la dictadura del proletariado como la situación que se presenta al llegar el proletariado al poder político es para Kautsky esencialmente diferente a considerar que la dictadura del proletariado encierra una forma de gobernar caracterizada por la dictadura, es decir, por la supresión de las libertades de prensa y reunión, por la eliminación del derecho a voto o por la negación de derechos a la oposición. Eliminar la democracia como si fuera un elemento antagónico de la dictadura del proletariado conduce mas bien, según Kautsky, a la dictadura de un partido, como ha ocurrido en los bolcheviques. De éstos dice expresamente en su libro "Terrorismus und Kommunismus" (1919) : "creyeron ponerse a bien con su conciencia científica y con la popularidad del apellido Marx por el hecho de apropiarse una expresión de Marx, la expresión de la 'dictadura del proletariado'. Con esta expresión creyeron conseguir la absolución de todos los pecados contra el espíritu del marxismo" 34 ). Y más adelante, dice: "los motivos de los bolcheviques fueron seguramente los mejores. Se mostraron al principio de su poder incluso enteramente llenos de los ideales humanitarios que brotan de la condición de clase del proletariado...Su culpa aparece en el momento en que.., no obstante el retraso de Rusia, proclamaron la 'inmediata emancipación total de la clase obrera', y con este fin, como la democracia 'no era idónea', fundaron su propia dictadura bajo la firma de la dictadura del proletariado" 35 ).

33

Kautsky, La dictadura.., pág. 37

34

Kautsky, Terrorismus und Kommunismus, Berlin 1919, pág. 110.

35

Kautsky, Terrorismus... pág. 138 y s.

3. ESTADO Y DICTADURA DEL PROLETARIADO EN LENIN Y STALIN.

Familiarizado con el marxismo desde los años noventa, a partir de su ingreso en el partido socialdemócrata ruso, en 1899, Wladimir Iljic Lenin (1870-1924) se propuso convertira éste en una organización de vanguardia, de revolucionarios profesionales y con rígida disciplina. Su aportación teórica más significativa acerca de su concepción del Estado se encuentra en su libro "El Estado y la Revolución", escrito durante los meses de agosto y septiembre de 1917. En esa obra pretende dar una interpretación adecuada del pensamiento de Marx y Engels, que él piensa que ha sido deformado por los "oportunistas" de los partidos socialistas, tanto del ruso como de otros paises europeos, analizando crítica y expresamente la obra de quien considera que es el principal representante de las tergiversaciones del pensamiento marxista, Karl Kautsky.

Su idea del Estado la expresa partiendo de un texto de Engels en El origen de la familia, de la propiedad y del Estado, desde el que Lenin afirma que el "el estado es el producto y la manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. El estado surge en el sitio, en el momento y en el grado en que las contradicciones de clase no pueden, objetivamente, conciliarse. Y viceversa: la existencia del estado demuestra que las contradicciones de clase son irreconciliables"

36

). Lenin insiste en este punto de la

imposibilidad de conciliación de las clases para la existencia del Estado y está en contra de los que "corrigen" a Marx diciendo que el Estado puede conciliar las contradicciones 36

Lenin, El Estado y la revolución. Trad. cast. Barcelona 1975, pág. 13

existentes entre las clases. El cree que el Estado en Marx es un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del "orden" que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases

37

). La crítica que Lenin

lanza sobre Kautsky apunta a la tesis de éste último de que el Estado pueda conciliar las contradicciones existentes entre las clases. Lenin constata que Kautsky reconocía teóricamente que el Estado era un órgano de dominación de clase y que las contradicciones de clase eran irreconciliables. Pero añade que, sin embargo, Kautsky oculta algo muy importante: si el Estado es un producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase, si es una fuerza que esta por encima de la sociedad, que se divorcia cada vez más de ésta, es evidente, dice Lenin, que la liberación de la clase oprimida es imposible si no se destruye el aparato estatal, es imposible sin una revolución violenta.

Dictadura del proletariado

Además del carácter supuestamente conciliador del Estado entiende Lenin que hay otro punto capital del marxismo, de Engels en concreto, que se ha prestado a tergiversaciones y confusiones. Se trata de la cuestión de la extinción del Estado. En un texto del AntiDühring de Engels, que Lenin recoge en su libro con gran extensión, se dice efectivamente que el Estado no es abolido, sino que se extingue. Pero Lenin se levanta contra la interpretación difundida de que esa expresión pueda significar un cambio lento, paulatino, sin revoluciones. Lenin afirma que cuando Engels habla de la extinción del Estado se está

37

Lenin, El Estado y la revolución,

pág. 14

dirigiendo contra los anarquistas, que querrían su abolición de la noche a la mañana, y contra los oportunistas, que no consideraban necesaria la revolución, pero que esas palabras de Engels sobre la extinción del Estado se refieren a la época posterior a la toma de posesión de los medios de producción por el proletariado en nombre de toda la sociedad, es decir, posterior a la revolución socialista

38

). La afirmación de la extinción del Estado por

Engels no puede implicar, según Lenin, una renuncia a la revolución violenta para destruir el Estado burgués. Lenin recuerda que en la misma época en que Engels hablaba de la extinción del Estado, entre 1878 y 1894, hablaba también con insistencia de la revolución violenta. La conciliación de ambos puntos -extinción y revolución violenta-, que pueden parecer contrapuestos, la encuentra Lenin interpretando que la doctrina de Marx y Engels sobre el carácter inevitable de la revolución violenta se refería al Estado burgués. Este no puede sustituirse por el Estado proletario (por la dictadura del proletariado) mediante la "extinción", sino sólo, por regla general, mediante la revolución violenta. El panegírico que dedica Engels a ésta (en su libro Anti-Dühring) coincide, según Lenín, con las manifestaciones de Marx al final de La miseria de la filosofía, del Manifiesto Comunista y en La crítica al programa de Gotha, en donde fustiga el "oportunismo del programa". Por ello concluye Lenin que la necesidad de educar sistemáticamente a las masas en esta idea sobre la revolución violenta precisamente es algo básico en toda la doctrina de Marx y Engels 38 39

39

). Para Lenin, en resumen, "la sustitución del estado burgués por el estado

Lenin, El Estado y la revolución,

pág. 28

Lenin, El Estado y la revolución, pág. 33. Y dice que Kautsky y los socialchovinistas han traicionado este punto. En la pág. 156 insiste en que "desde 1852 hasta 1891, a lo largo de cuarenta años, Marx y Engels enseñaron al proletariado que debía destruir la máquina del Estado".

proletario es imposible sin una revolución violenta. La supresión del estado proletario, es decir, la supresión de todo estado, sólo es posible por medio de un proceso de 'extinción'" 40

)

Esta defensa de la necesidad de la revolución violenta para la conquista del poder por el proletariado desplaza prácticamente hacia esta dictadura del proletariado la reflexión de Lenin. Es en la dictadura del proletariado donde él encuentra lo específico del marxismo y su interpretación de la misma difiere frontalmente de la realizada por los socialistas alemanes de la época. Efectivamente, en la segunda edición El Estado y la Revolución, en la que añade un epígrafe 3 al capítulo 2 con el titulo de "Cómo planteaba Marx la cuestión en 1852", dice Lenin que lo fundamental y específico del marxismo no es la lucha de clases y que afirmarlo no es exacto, pues la doctrina de la lucha de clases no fue creada por Marx sino por la burguesía, con anterioridad a Marx y es, en términos generales, aceptable para la burguesía. Quien se quede sólo en ese punto, dice Lenin, no es marxista. Lo auténtico del marxismo es" hacer extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado. Es en este punto donde radica la diferencia mas profunda entre un marxista y un pequeño ( o un gran) burgués adocenado. En esta piedra de toque es en la que hay que contrastar la comprensión y el reconocimiento real del marxismo" 41 ). Y en esa misma línea continúa: "la esencia de la teoría de Marx sobre el estado sólo la ha asimilado quien haya comprendido que la dictadura de una clase es necesaria, no sólo para toda sociedad de clases en general, no sólo para el proletariado después de derrocar a la 40

Lenin, El Estado y la revolución, pág. 33

41

Lenin, El Estado y la revolución, pág. 52.

burguesía, sino también para todo el período histórico que separa al capitalismo de la "sociedad sin clases", del comunismo. Las formas de los estados burgueses son extraordinariamente diversas, pero su esencia es la misma: todos esos estados son, bajo una forma o bajo otra, pero, en último resultado, necesariamente, una dictadura de la burguesía. La transición del capitalismo al comunismo no puede, naturalmente, por menos que proporcionar una enorme abundancia y diversidad de formas políticas, pero la esencia de todas ellas será, necesariamente, una: la dictadura del proletariado" 42 )

En la explicación de la naturaleza de la dictadura del proletariado se puede observar una cierta evolución en el propio Lenin. Con anterioridad a la Revolución de Octubre de 1917 caracteriza a la dictadura del proletariado como un estadio de transición "sin ejército permanente, sin una policía dirigida contra el pueblo y sin un funcionariado situado sobre el pueblo"

43

). Después de la Revolución, en su libro contra Kautsky (La revolución

proletaria y el renegado Kautsky, 1918) afirma que la dictadura del proletariado es un 42

Lenin, El Estado y la revolución, pág. 53. Las ideas de Lenin sobre la dictadura del proletariado se asumierono en el programa del partido bolchevique de Rusia, otoño 1919, y en las declaraciones programáticas del Komintern (internacional comunista), fundada en marzo 1919. El II congreso del Komintern, 1920, aprobó las 21 condiciones para el ingreso en esa Internacional, y entra ellas estaba la de la dictadura del proletariado: "De la dictadura del proletariado no puede hablarse simplemente como de una fórmula corriente aprendida de memoria, sino que debe propagarse de suerte que su necesidad sea inteligible para todo simple obrero, obrera, soldado y campesino" ). Aunque Lenin no consideraba que la DP soviética fuera la única ni la mejor. Esperaba que pudiera lograrse alguna mejor en otros sitios. 43

Lenin, Brief über die Taktik, (carta sobre táctica), abril 1917, en: Werke, Berlin 1955 y ss. (trad. alemana de la 4. ed. rusa), vol. 24, pág. 32

"poder conquistado y mantenido mediante la violencia del proletariado respecto a la burguesía, un poder que no está sujeto a ninguna ley", si bien su finalidad es implantar una nueva forma de organización social

44

). Cree que Kautsky no interpreta bien este concepto

de Marx y Engels, pues lo que implica realmente la dictadura del proletariado es "el requisito de suprimir por la fuerza a los explotadores de clase, y, por consiguiente, la violación de la 'democracia pura', es decir, de la igualdad y de la libertad por lo que se refiere a esa clase" 45 ). Desde esta perspectiva se explica la valoración por Lenin de la democracia y del sufragio universal. El cree que la democracia pura de la que habla Kautsky es un absurdo y que existe una diferencia esencial entre un liberal y un revolucionario proletario. Para él, el sufragio universal, siguiendo a Engels, es un índice que sirve para medir la madurez de la clase obrera, pero que no puede ser nada más en la situación de la época. El se aleja abiertamente de los socialistas alemanes que creían que el sufragio podía expresar realmente la voluntad de la mayoría de los trabajadores y que consideraban que era un medio adecuado para garantizar su efectividad práctica. La cuestión del sufragio, piensa Lenin, es un asunto nacional, dependiente de las condiciones peculiares de la Revolución rusa en concreto, sin constituir una condición indispensable del concepto de dictadura del proletariado. Al analizar la "Commune" de Paris desde los textos de Marx hace observar que "la "Commune" sustituye el parlamentarismo venal y podrido de la sociedad burguesa por instituciones en las que la libertad de crítica y de examen no 44

Que esta nueva organización social es lo decisivo en la dictadura del proletariado lo explicita en Una gran iniciativa. Texto en P. Vranicki, Historia del marxismo. Trad. cast., Salamanca 1977, vol. 1, pág. 378. 45

Lenin, La revolución proletaria y el renegado Kautsky. Trad. cast., Madrid 1976, pág. 114.

degenera en engaño, pues aquí los parlamentarios tienen que trabajar ellos mismos, tienen que ejecutar ellos mismos sus leyes...Las instituciones representativas continúan, pero desaparece el parlamentarismo como sistema especial, como división del trabajo legislativo y ejecutivo, como situación privilegiada para los diputados" 46 ).

Papel del partido comunista

Otro elemento que arroja luz sobre la concepción de la dictadura del proletariado en Lenin es el papel que atribuye al partido comunista en ese período de transición, papel que experimenta también un cambio significativo en relación al antes y después de la Revolución. En El Estado y la Revolución se manifiesta a favor de una máxima participación del pueblo en el desempeño de las actividades estatales. Cuanto mayor sea la participación menos se necesitará el poder. Sobre el partido no dice nada, sólo indirectamente, al definir la dictadura del proletariado o poder proletario en los términos de la organización de la vanguardia de los oprimidos como clase dominante para mantener a raya a los opresores 47 ). En Las tareas inmediatas del poder soviético, abril de 1918, Lenin se ocupa de definir el poder y el estado socialista, y se puede ver ve que el punto clave no es el fortalecimiento del Estado como tal, es decir, como aparato de poder separado del pueblo, sino el control directo de los trabajadores en las comunas, en las unidades económicas :"El estado socialista puede surgir únicamente como una red de comunas de 46 47

Lenin, El Estado y la Revolución,

Lenin, Sämtliche Werke. XXI, pag. 544.

pág. 72

Wien, Berlin, Zürich 1927-37, vol.

producción y consumo, que calculen concienzudamente su producción y consumo, economicen el trabajo, aumenten incesantemente la productividad del mismo y consigan con ello reducir la jornada de trabajo hasta siete, seis horas, y aun menos"

48

). Lenin, al

pretender que la dictadura del proletariado se organice en torno a los soviets y al poder soviético, está criticando tanto la teoría liberal-democrática (democracia burguesa) como la tendencia estatalista, burocratizada. La democracia soviética, de los soviets, le parece superior a la democracia burguesa, pues las masas van a participar en la gestión del estado, impidiendo así el surgimiento de una concepción y de una praxis burocrática del poder y la transformación de la dictadura del proletariado en dictadura de la burocracia. Para evitar esto, pretendía que cada trabajador, tras su jornada de trabajo, desempeñara de modo gratuito las funciones estatales

49

). Pero le evolución política de Rusia, atormentada por la

guerra civil (1918-1920) no sólo no fortaleció el sistema soviético, sino que condujo a la preeminencia del partido bolchevique. El incremento del papel del partido comunista en el Estado en detrimento de las masas populares queda reconocido por el propio Lenin en 1919, en el Informe sobre el programa del partido, donde dice que ha intentado unir a los trabajadores a la administración, pero que no se ha conseguido, y que, aunque la burocracia 48

Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, citado en Vranicki, Historia del marxismo, vol. 1, pág. 380. 49

Citado en Vranicki, Historia del marxismo, vol. 1, pág. 381. Precisamente los comunistas de izquierda, Zinovev, Rykov, entre otros, entre marzo y julio de 1918, manifestaron sus críticas a Lenin, en las que le reprochaban que se estaba alejando del modelo de la Comuna de Paris al ir eliminando el carácter independiente de los soviets (consejos obreros) locales; por eso le criticaban la introducción de un "capitalismo de Estado" y de un "centralismo burocrático". El cambio en Lenin, efectivamente, se puso de manifiesto con el fin de la guerra civil, es decir, se incrementó el papel del Estado y del partido en vez de los consejos obreros y de las masas (represión de obreros en Kronstadt).

trabaja para los trabajadores, lo hace una capa del proletariado que constituye la vanguardia, pero no lo hacen las propias masas

50

). El programa del partido comunista de

1919 establece un alineamiento entre las estructuras del partido y las estructuras administrativas y territoriales del Estado, introduciendo en el seno del partido un criterio jerárquico que implicaba la subordinación de las organizaciones locales respecto a las instancias superiores. A finales de 1919 el partido se había transformado totalmente. Causas de esa transformación habían sido, sin duda, sus nuevas dimensiones, pero también su burocratización, es decir, la interdependencia que se creo entre partido y Estado, derivada de la función de partido de gobierno que asumió el partido comunista soviético después de la Revolución. El nuevo Estado surgido de la Revolución se había concebido como una república de los soviets, en la que éstos debían detentar todo el poder. La realidad fue apartándose progresivamente de este modelo y el sistema de soviets fue perdiendo bastante rápidamente vitalidad y prestigio en beneficio de los órganos verticales y centrales que se iban constituyendo de manera progresiva en el Estado y en el partido comunista 51 ).

STALIN

Los planteamientos marxistas sobre el Estado, sobre la dictadura del proletariado y sobre la 50

Cita del Informe en Vranicki, Historia del marxismo, vol.1 pág. 381. 51

Vid. Giuliano Procacci, El partido en la URSS (1917-1945). Trad. cast. Barcelona 1977, 31 y ss.

realización del socialismo sufren una muy considerable alteración con el georgiano Iosif Vissarionovic Dzugasvili, que posteriormente tomó el apellido Stalin (1879-1953). Tras la muerte de Lenin a comienzos de 1924, Stalin configuró el leninismo como un sistema doctrinal cerrado que iba a utilizar contra sus oponentes (Trotski, Zinovev) en la lucha por el poder político. El leninismo configurado por Stalin era una conjunto de citas de Lenin, unidas por unos textos de engarce. Las citas proceden de escritos de Lenin de los más diversos momentos, sin tener en cuenta las circunstancias. Este "cuerpo doctrinal" debía ser transmitido a los cuadros dirigentes del partido comunista y tanto su estructuración en torno a fórmulas vacías, que sólo se podían interpretar desde el poder, como por su recurso constante a la autoridad (de Lenin) hacía imposible acudir directamente a las fuentes de Marx y Engels sin pasar necesariamente por Lenin. Stalin, como artífice del leninismo, había escrito poco después de la muerte de Lenin :"el leninismo es el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución proletaria. Más exactamente, es la teoría y la táctica de la revolución

proletaria en general y de la dictadura del proletariado en

particular" 52 ).

Socialismo en un solo país

La aportación teórica más importante de Stalin al socialismo es probablemente su tesis de la posibilidad de construir el socialismo en un solo pais. Todavía en mayo de 1924 hablaba

52

Vid. Stalin, Fundamentos de leninismo (1926. Trad. cast., Madrid 1975.

Stalin de que el socialismo sólo podría ser obra común de muchas naciones industriales53 ), pero en diciembre de ese mismo año ya habló por primera vez del socialismo en un solo pais

54

). Y Esa tesis de Stalin fue la que resultó triunfadora en los grandes debates entre

Trotski y Stalin entre 1924 y 1927. Esta tesis estaba en oposición a la concepción defendida por casi todos los comunistas soviéticos tras la Revolución de que la revolución bolchevique sólo podía considerarse como una parte de la transformación revolucionaria mundial, pues Rusia sola estaba demasiado atrasada y demasiado poco industrializada. Pero cuanto más tiempo tardaba la revolución mundial, tanto mas fuerte se hacía en Stalin el convencimiento de que se podía edificar una sociedad socialista en la Unión Soviética, incluso sin ayuda exterior. Además consideraba que la Unión Soviética era un pais acorralado por paises capitalistas y enemigos y tenía que construir, aunque fuera ella sola, la sociedad socialista. Esta teoría gozó de gran popularidad entre los militantes del partido, porque abría perspectivas optimistas en un momento en que la esperada revolución mundial parecía alejarse indefinidamente. Con esta tesis Stalin se convirtió en el adversario de los revolucionarios intelectuales como Zinovev, Kamenev y Trotski, defensores de la 53

J.W. Stalin, Werke. Trad. alemana, Berlin 1950-1955, 13 vols., vol. 8, p. 55 54

J.W. Stalin, Werke vol. 8, 320-358. Stalin buscó en la autoridad de Lenin apoyo para esta tesis del socialismo en un solo pais, pero realmente sin fundamento. Es verdad que Lenin explicó en una ocasión, durante la guerra mundial, que la revolución socialista podía realizarse en un solo pais y luego servir de modelo a otros; pero lo que en realidad esperaba es que se extendiera rápidamente por todas partes, y no contaba de ningún modo con que Rusia se hiciera con el mando. La revolución rusa había de ser modélica para Europa occidental sólo por lo que respecta a la forma del Estado de los soviets y a la acción revolucionaria, pero de ningún modo con respecto al socialismo. (Vid. C.D. Kernig (ed.), Marxismo y democracia, Madrid 1975, serie Conceptos Fundamentales vol. 3, pág. 47)

revolución mundial. En un discurso pronunciado por Stalin el 4 de febrero de 1931 ante funcionarios de la industria socialista expresó su fe en la posibilidad del socialismo en un pais: la Unión Soviética, decía, lleva de cincuenta a cien años de atraso respecto a los países avanzados del mundo y tiene o que salvar esta ventaja en diez años o perecer 55 ). La política de rápida industrialización llevada a cabo por Stalin ha de ser vista desde esta perspectiva, desde la voluntad y el convencimiento de construir el socialismo en un solo país. Pocos años después, en 1934, diría Stalin:

"Ha triunfado la política de la

industrialización del país. Los resultados están a la vista de todos. Hay algo que objetar? Ha triunfado la política de la liquidación de los kulaks y de la colectivización global. Los resultados están a la vista de todos. Hay algo que objetar? La experiencia de nuestro país ha demostrado que la victoria del socialismo en un solo país es perfectamente posible. Hay algo que objetar? 56 )

La tesis de la construcción del socialismo en un solo país no sólo implicaba una desviación del credo mayoritario de los bolcheviques que hicieron la Revolución de Octubre sino que comportaba asimismo una reinterpretación radical de la tesis marxista de la abolición del Estado. En realidad Stalin invirtió la tesis sobre la desaparición del Estado. El presentaba a la Unión Soviética como una potencia socialista rodeada por enemigos externos y amenazada en su interior por espías y disidentes, de los que tenía que defenderse. Esta tarea de defensa sólo le parecía posible con el fortalecimiento del poder estatal y no precisamente 55 56

J.W. Stalin, Werke, vol. 13, 27-28.

J. W. Stalin, Rechenschaftsbericht an den XVII. Parteitag (Informe al XVII. Congreso del partido), en: Werke vol. 13, 308309

mediante su abolición. Sólo cuando el entorno de la Unión Soviética se hubiera convertido en socialista, podría plantearse la supresión del Estado. Sin embargo y hasta entonces sería necesario el fortalecimiento y la ampliación del Estado y sus órganos, las autoridades estatales y el aparato policial. Al exponer los resultados del primer plan quinquenal, en enero de 1933, se manifiesta expresamente a favor del fortalecimiento del poder del Estado: "algunos camaradas han interpretado las tesis de la abolición de las clases, de la creación de una sociedad sin clases y de la extinción del estado como una justificación de la pereza y de la calma, como una justificación contrarrevolucionaria que habla de desaparición de la lucha de clases y de debilitamiento del poder del estado. No hace falta decir que hombres de esta clase están sobrando en nuestro partido. Son elementos degenerados, o hipócritas, que hay que echar del partido. La abolición de las clases no se obtiene mediante la extinción de la lucha de clases, sino mediante su fortalecimiento. La extinción del estado tendrá lugar no a través del debilitamiento del poder estatal, sino a través de su refuerzo máximo, indispensable para exterminar los residuos de las clases en vías de extinción, y para organizar la defensa contra el capitalismo, que está muy lejos de haber sido aniquilado y no lo será inmediatamente" 57 ).

Dictadura del proletariado y partido comunista

También la concepción estalinista de la dictadura del proletariado resulta muy característica de la transformación del marxismo efectuado por Stalin. Por dictadura del proletariado 57

J. W. Stalin, Die Ergebnisse des ersten Fünfjahrplans (Los resultados del primer plan quinquenal) en: Werke, vol. 13, 188189.

entiende realmente la dictadura del partido comunista, ya que el partido se identifica plenamente con el Estado. En su escrito de 1924, "Fundamentos del leninismo" Stalin formulo tres funciones capitales de la dictadura del proletariado: 1) quebrar la oposición de los hacendados y capitalistas sojuzgados y expropiados por la revolución y hacer fracasar todos sus intentos de restablecer el poder del capital 2) organizar la superestructura dentro del espíritu de la unión de todos los trabajadores en torno al proletariado y realizar esta labor en una dirección que prepare la liquidación, la abolición de las clases; 3) armar a la revolución, organizar el ejército de la revolución para la lucha contra los enemigos exteriores, para la lucha contra el imperialismo

58

). Y en ese mismo libro puede

leerse "podría afirmarse que la dictadura del proletariado es, en esencia, la dictadura de su vanguardia, la dictadura de su partido, como la fuerza dirigente fundamental del proletariado"

59

). Y el partido comunista sufrió una importante transformación en su XVII

Congreso, celebrado en enero de 1934, convirtiéndose el programa del partido de 1934 realmente en la carta magna del estalinismo

60

). El papel del partido se eleva al máximo

58

La expresión "dictadura del proletariado", sin embargo, se fue empleando cada vez menos desde la mitad de los años treinta en la Unión Soviética. En la constitución de diciembre de 1936, la Unión Soviética no se define ya como dictadura del proletariado sino como "Estado socialista de obreros y campesinos", que, eso sí, ha crecido y se ha robustecido como "resultado de las conquistas de la dictadura del proletariado". En vez de esta expresión fue tomando carta de naturaleza la expresión "Estado socialista". El concepto de dictadura del proletariado, sustituido ordinariamente por "dictadura de la clase trabajadora", se solía considerar ya como un periodo histórico superado. 59

Stalin, Fragen des Leninismus. Trad. alemana, Berlin 1951, pág. 40. 60

Vid.

G.

Procacci,

El

partido

(Cuestiones de leninismo). en

la

URSS

(1917-1945).

nivel en la Constitución de 1936, cuyo art. 126 lo establece como núcleo de todas las organizaciones de los trabajadores, tanto sociales como estatales. Las organizaciones son correas de transmisión en la movilización de las masas y de las fuentes de ayuda material para la misión histórica de la creación de la sociedad comunista. El art. 141 reconoce también a otras organizaciones distintas al partido ( sindicatos, asociaciones juveniles) el derecho a nombrar candidatos para las elecciones a los Soviets, que en la práctica significaba que esas organizaciones tenían células del partido organizadas en su interior. El partido comunista consumaba así el papel que ya Trotski había denunciado, en 1904, como un grave peligro, el de que el partido sustituyera al proletariado. En aquel entonces Trotski había acusado a Lenin de sustituir al proletariado por el partido, y al partido por el líder. Trotski, efectivamente, tenía confianza en las fuerzas elementales de la sociedad y en la lógica de la historia, lo cual le produjo ese enfrentamiento con Lenin, quien creía que la garantía de éxito de la revolución estaba en un partido rígidamente organizado. En 1904 escribía Trostki que el partido debía fundarse en bases mas amplias, que el tutelaje sobre los trabajadores debía reemplazarse por la iniciativa propia de los trabajadores y que el modo como los comités del partido hablaban y actuaban en nombre del proletariado era irresponsable: "estos métodos conducen...a que la organización del partido reemplace al partido mismo; el Comité central a la organización del partido, y finalmente, un dictador, al Barcelona 1977, cap. X. El programa de 1934 contiene una definición del principio organizativo del "centralismo democrático", cuyos caracteres son: 1) electividad de todos los órganos dirigentes del partido del más alto al más bajo; 2) responsabilidad periódica de los órganos dirigentes del partido frente a sus organizaciones; 3) severa disciplina de partido y sumisión de la minoría a la mayoría; 4) obligatoriedad incondicionada de las decisiones de los órganos superiores para los inferiores y para todos los miembros del partido (Procacci, ibidem, pág. 168)

Comité central" 61 ). Un partido organizado según quería Lenin conduciria no a la dictadura del proletariado sino a una dictadura sobre el proletariado. Las transformaciones del partido comunista acaecidas bajo Lenin apuntaron en esa dirección y con Stalin se consuma la reducción del partido y del aparato estatal a un instrumento del grupo dirigente, lo cual significa, en definitiva, una total desconfianza respecto a las iniciativas y posibilidades creadoras de obreros, campesinos e intelectuales. Para Stalin, en resumen, es socialismo lo realizado por el aparato estatal y, por tanto, la dirección ejercida por el partido comunista como instancia suprema se convierte en el factor principal de la construcción socialista. Para Stalin, la dirección de los asuntos estatales por el partido comunista es lo principal de la dictadura del proletariado, si se trata de una dictadura estable y completa 62 )

DESPUES DE STALIN

Tras la muerte de Stalin, en 1953, se pudo abrir paso en la Unión Soviética una época de reformas que suponían la eliminación del culto a la personalidad que se había sacralizado con Stalin.

El XX Congreso del partido comunista de la Unión Soviética (PCUS),

celebrado en 1956, acordó revalorizar nuevamente el principio del Estado de derecho, es 61

Trotski, Unsere politische Aufgaben, en: Trotski, Unsere politische Aufgaben. Schriften zur revolutionären Organisation. Trad. alemana, Reinbeck 1970, 7-134, cita en pág. 73. 62

La "Commune" de Paris le parecía a Stalin una dictadura inestable e incompleta. El hizo liquidar a los historiadores de la Comuna C.Fridljand y N.M. Lukin y los únicos trabajos publicados en la URSS sobre la Comuna con posterioridad a 1934 se ocupan de cuestiones politicamente irrelevantes (papel del artista o de la vida teatral); en 1939 apareció un artículo sobre la instrucción popular durante la Comuna.

decir, de la legalidad socialista. El gobierno fue ampliamente descentralizado y se redujero el número de ministerios de economía. Se avanzó en la tendencia a encomendar la dirección de las empresas industriales a la administración económica. En el XXI congreso del PCUS, en 1959, la jefatura del partido anunció que la sociedad soviética había alcanzado el nivel de desarrollo económico necesario para la creación del sistema social comunista. Empezaba ahora la "evolución del Estado socialista hacia la autoadministración comunista"( 63 ), es decir, la muerte del Estado, que cada vez entregaría más funciones a las organizaciones sociales. Pero por el riesgo todavía de un eventual ataque imperialista, Kruschev aplazó la muerte definitiva del Estado hasta un momento en que no existiera ya ese riesgo de un ataque imperialista a la Unión Soviética o alguno de sus países aliados ( 64 ). En el programa del PCUS de 1961 se dice: "la evolución histórica conduce indefectiblemente a la muerte del Estado. Para la muerte del Estado se necesitan tanto condiciones internas -la edificación de una sociedad comunista desarrollada- como también condiciones externas: el triunfo y la consolidación del socialismo en el terreno internacional"

65

). En ese mismo programa se da un contenido algo diferente a la dictadura

del proletariado y se afirma que en la Unión Soviética se ha dado un paso más allá con la creación del Estado de todo el pueblo: " la dictadura del proletariado es una dictadura de la mayoría sobre la minoría; se dirige contra los explotadores, contra la opresión de los 63

N.S. Kruschev, Über die Kontrollziffern für die Entwicklung der Volkswirtschaft der UdSSR in den Jahren 1959 bis 1965 ( Cifras para el desarrollo de la economía de la URSS de 1959 a 1965). Trad. alemana, Berlin 1959, pág. 127 64 65

1961,

Como en nota anterior, pag. 132 Vid. B. Meissner, Das Parteiprogramm der KPdSU, 1903 bis Colonia 1962, pag. 220.

pueblos y naciones; se propone la supresión de toda explotación del hombre por el hombre. La dictadura del proletariado expresa los intereses no sólo de la clase obrera, sino también de todo el pueblo creador; su contenido principal no es la violencia, sino la creación, la edificación de la nueva sociedad socialista y la protección de sus conquistas ante los enemigos del socialismo"

66

). Para la Unión Sovietica se afirma que la dictadura del

proletariado se transforma en un Estado de todo el pueblo, pues la dictadura del proletariado ha cumplido ya su misión histórica, consistente en asegurar el triunfo definitivo y total del socialismo y la transición a la edificación del comunismo. El Estado soviético que surgió como un Estado de la dictadura proletaria se ha convertido ya en un Estado de todo el pueblo, Estado que deberá seguir existiendo "hasta el triunfo total del comunismo", en el que entonces los órganos del poder estatal se transformarán gradualmente en órganos de la sociedad.

67

).

4. OBSERVACION FINAL

66 67

Vid. B. Meissner, Das Parteiprogramm... pág. 171

B. Meissner, Das Parteiprogramm... pág. 214. En la ideología soviética de 1961 la dictadura del proletariado es considerada como obligatoria para todos los paises, pero, atendiendo a las condiciones de cada pais, son posibles formas diferentes de la misma. Asi, además de la forma de poder soviético en la URSS, se reconoce también la democracia popular (en los paises de Europa oriental y suroriental, en los que la clase trabajadora se ha aliado con otras fuerzas, proporcionando una amplia base para la revolución, y donde se utilizan parcialmente instituciones del gobierno tradicional, reorganizadas según las nuevas exigencias. Para el futuro se reconocen otras formas de dictadura del proletariado en Asia, América Latina,Africa y Oriente Medio partiendo de las características propias de los respectivos paises.

Uno de los puntos más significativos de la concepción del Estado elaborada por Marx - su superación y desaparición -es tratada de muy distinta manera en la tradición marxista posterior. Tanto el socialismo alemán como Lenin y el leninismo desembocan en una valoración positiva del Estado que se traduce en un robustecimiento del mismo, si bien la finalidad y el funcionamiento del Estado responden a planteamientos muy diferentes en uno y otro caso. En el socialismo alemán a comienzos del siglo XX, el Estado, a consecuencia de su transformación esencial por la democracia, ya no es presentado como un instrumento de dominación de una clase social, sino que, por el contrario, se le comprende como un factor de conciliación a utilizar también por la clase obrera. En Lenin, aunque no se olvida la extinción final del Estado, éste se fortalece como el poder que el proletariado necesita para poder efectuar la transición hacia la sociedad comunista y se resalta el papel del partido comunista dentro de aquél. Con esas coordenadas básicas, rechazando la democracia como forma de organizar el Estado y de formar la voluntad política, la dictadura del proletariado se convierte bajo Stalin en la dictadura del partido comunista, que termina identificándose con el Estado y que posterga sine die su extinción. La consideración positiva del Estado y la creencia en la democracia como medio de transformación del mismo y de la sociedad -que el socialismo anterior a la primera guerra mundial ya defendió- se han convertido posteriormente en elementos esenciales del Estado social y democrático de derecho que se ha extendido ampliamente después de la segunda guerra mundial. El fortalecimiento del Estado desde la dictadura del proletariado, dirigido e identificado con un partido y en oposición expresa a la democracia -descalificada como "burguesa"- ha entrado en los últimos años en una crisis que parece definitiva. La escisión entre hombre productor y hombre citoyen , que está en la base del Estado moderno de la

sociedad capitalista, subsiste. El planteamiento de Marx para la superación de esa escisión permanece todavía como utopía: la superación del Estado como innecesario, la eliminación del poder político de unos hombres sobre otros y su disolución en la organización social no se vislumbra todavía.

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