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LA CONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN DEL MUNDO Ciclo medio y superior de Educación Primaria Educació Secundària Àrea d’Educació i Activitats
«Si el Océano Atlántico fuese tan extremadamente amplio, podríamos navegar desde Argelia hasta la India». Eratóstenes, siglo III a.C.
«Igual que en nuestra parte hay una parte del mundo que vemos y conocemos, también puede haber en la otra, en la occidental, un continente que no podemos ver ni conocer». Ramon Llull, 1300 dC
«Desde la ciudad de Lisboa hasta el Oeste, la carta tiene 26 secciones de 250 millas cada una, casi un tercio de la circunferencia de la Tierra, antes de llegar a la magnífica ciudad de Quinsay» Paolo Toscanelli, en una carta a Alfonso V de Portugal, 1474
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LA CONCEPCIÓN DEL MUNDO La imagen que el hombre ha tenido del mundo que le rodea ha ido variando con el paso del tiempo, variación que dependía de las concepciones filosóficas y religiosas que imperaban en cada época, así como de la exploración que se había hecho del entorno. Atlas, mapas, portulanos, etc., han ido recogiendo el proceso de la construcción de la imagen del mundo, desde la antigüedad hasta nuestros días. El mundo en la Época Clásica Muchos filósofos de la Grecia clásica intuían que el mundo debía ser circular e, incluso, calcularon sus dimensiones. Era una concepción basada más en la intuición que en hechos empíricos, pero algunos fueron tan precisos en sus cálculos del diámetro terrestre que el error es casi nulo. Entre estos filósofos cabe destacar a Tolomeo, por la importancia que adquirirán sus teorías durante el siglo XV, si bien fueron olvidadas a principios de la Edad Media. El mundo en la Edad Media A medida que se fue extendiendo la religión cristiana se fue imponiendo también la concepción de un mundo plano y con el centro situado en Jerusalén. Un mundo en el que se ubicaba el paraíso terrenal, la fuente de la eterna juventud, unicornios y otros seres antropomórficos en tierras por descubrir, delimitando unos océanos misteriosos y terroríficos. Todo este cúmulo de fantasías tuvo mucha importancia en los viajes de exploración. Los mapas de la Edad Media solían plasmarse en un círculo. El mundo se divide en tres partes: Europa, África (más conocida como Libia) y Asia, dispuestas en forma de T: la columna representa al Mediterráneo y en un lado se sitúa Europa y en el otro África. En la cruz de la T encontramos Jerusalén y justo encima Asia. La representación de los países peca de ser demasiado alargada. Los contornos del círculo los conforman los océanos que envuelven a las tierras. La navegación en esta época era de cabotaje, es decir, se seguía la costa y se internaban mar adentro solo si no quedaba más remedio La exploración del mundo Razones económicas (comercio) y no tanto religiosas o científicas fueron las que provocaron el desplazamiento de los navegantes, así como la exploración de los diversos continentes. El interior de Asia se fue haciendo relativamente popular a partir de las
Mapa mundi de Martellus, 1489
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expediciones comerciales que Marco Polo había realizado en el siglo XIV por China, Mongolia y Japón, y que plasmó en una serie de relatos en los que lo conocido y lo imaginario en ocasiones se mezclaban (la existencia del Edén, por ejemplo). Existía una fuerte relación comercial entre Oriente y Europa, basada sobre todo en el comercio de las especias, un producto muy valorado como conservante de alimentos, como base para confeccionar toda clase de cosméticos, por sus poderes curativos, etc. A mediados del siglo XV, el Imperio Turco cortó las rutas de suministro de estos productos (hasta entonces, siempre llegaban a Europa por vía terrestre), de modo que arrancó una carrera por intentar volver a contactar con este lucrativo comercio por vía marítima: quien fuera el primero conseguiría la exclusividad de la ruta. Los portugueses iniciaron la circunnavegación del continente africano para llegar a las costas de la India navegando por la todavía desconocida costa oriental africana. Pero las ideas
Concepción colombina del mundo, donde no existe América
clásicas de la esfericidad de la Tierra habían vuelto a asentarse entre los científicos, y algunos llegaron a la conclusión de que también se podría llegar al mismo punto navegando en dirección contraria, es decir, hacia Poniente.
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1492. EL AÑO DEL DESCUBRIMIENTO. 1492 es una fecha muy importante para la Historia de la Humanidad. Representa un antes y un después, un cambio brutal de los conceptos que hasta ese momento se habían tenido del hombre, del mundo e incluso del Universo. Gran parte de estos cambios se produjeron a partir del descubrimiento de América, que tuvo una trascendencia capital. Imaginemos que entre la Tierra y la Luna, las primeras naves espaciales hubieran encontrado otro planeta desconocido. El impacto hubiera sido enorme. Por lo tanto, conviene estudiar a fondo este momento concreto de la historia de la Humanidad, ya que sus consecuencias siguen vigentes en nuestros días. La situación política durante el siglo XV era muy compleja. A partir del año 1476, coincidiendo con el enlace de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, se dirimió en la Península Ibérica una lucha por la sucesión de la Corona de Castilla, con la Corona de Portugal muy implicada, que culminó con el Tratado de Alcaçoves (1479), mediante el cual Portugal renunciaba a sus intereses sobre Castilla. En cuanto a la política exterior, se produjo el reparto de las zonas de influencia, según el cual los castellanos no podían ir más al sur de las islas Canarias, territorio que quedaba en exclusividad para los portugueses gracias a una sanción papal. Dos años más tarde, Castilla inició la guerra contra el reino de Granada (1481-1492), la cual agotó las arcas del Estado y supuso la expulsión definitiva de los árabes. En Portugal, el rey Enrique el Navegante había fundado unos años antes en Sagres la primera escuela naval del mundo, con diferentes finalidades: combatir a los árabes, recuperar Tierra Santa, establecer un intercambio directo con los mercados de oro y esclavos de África, conectar con el mercado de las especias bordeando la todavía desconocida costa africana… Pero es en el siglo XV cuando esta formación comenzó a fructificar, culminando en 1487, momento en el que Bartolomé Díaz llegó al cabo de Buena Esperanza, y abrió la vía africana para llegar al codiciado mercado de las especies, en el lejano Oriente.
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CRISTÓBAL COLÓN Desde el mismo instante en que se oteó el continente americano, la imagen de su descubridor, Cristóbal Colón, fue agrandándose hasta convertirse en la figura que concebimos hoy en día: personaje enigmático, intrigante y ambicioso, glorificado y rechazado por sus contemporáneos, encarcelado por los mismos que le dieron la oportunidad de pasar a la posteridad y finalmente ubicado en el lugar que le corresponde en la historia. Colón brindó a Castilla una gran oportunidad para convertirse en la primera potencia del mundo. Casi todos los autores coinciden en afirmar que Cristóbal Colón nació en la ciudad italiana de Génova, alrededor del año 1451. Era el mayor de una familia de 5 hermanos, los dos primeros de los cuales se dedicaron a navegar desde muy jóvenes. Así pues, encontramos a Cristóbal Colon navegando al servicio de la Corona de Portugal, haciendo recorridos comerciales, vendiendo azúcar en Madeira, en 1478, o bien de reconocimiento y descubrimiento de las costas africanas. Gracias a estos viajes pudo acumular la información que le proporcionaban los navegantes sobre tierras desconocidas, de las cuales procedían pedazos de árboles desconocidos o fragmentos de madera grabados con formas extrañas. Todo ello fue creando en la mente de Colón la idea de que había tierra más allá de los límites conocidos, y que si dicha tierra era Oriente, por fuerza debía ser posible llegar navegando en la dirección opuesta a los portugueses. Colón estudió obras geográficas con las que iba reforzando la teoría según la cual navegando hacia Occidente se podía llegar a las codiciadas islas de las especies. Se basó fundamentalmente en el libro «Imago Mundi», del francés Pierre d’Ailly, publicado hacia 1480. En su ejemplar, conservado en la Biblioteca Colombina de Sevilla, pueden verse notas en los márgenes que reafirman sus teorías. También en el libro de los viajes de Marco Polo pueden verse subrayados por él mismo los objetos que iba buscando en este proyecto y que describen su personalidad, obcecada con una fijación: perlas, piedras preciosas, marfil, pimienta, clavo, nuez moscada… Con esta idea, Colón escribe a Toscanelli, geógrafo florentino, para exponerle la idea de cruzar el Atlántico y llegar a las Indias y pedirle una copia de su famosa carta. Colón buscaba documentos que confirmaran su teoría, adoptando a unos autores y desestimando a otros, en función de lo que más le interesaba para obtener las pruebas con las que presentarse ante los personajes que pudieran hacer frente a los gastos que una empresa de estas características requería. De este modo, según explica su hijo Fernando, Colón esperaba hallar tierra a 2.760 millas de las islas Canarias, cuando la distancia real entre Europa y Japón, en dirección oeste, es de 12.200 millas.
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Con estos datos tan esperanzadores como erróneos, se presentó en la corte del rey Juan II de Portugal, donde su proyecto fue estudiado por los eruditos más importantes de la época, pero también rechazado al considerar que el Océano que les presentaba Colón era demasiado pequeño. Aparte, el Rey creía que, tarde o temprano, conseguiría bordear la costa africana, y en ese proyecto implicaba todos sus intereses. En 1484 Colón abandonó Portugal y llegó a Castilla, para exponer su proyecto a los Reyes Católicos, pero la dedicación exclusiva de la Corona en la conquista de Granada y la susceptibilidad de sus científicos decidieron a Colón a abandonar Castilla, para ofrecer su proyecto a las coronas de Francia y de Inglaterra, pero justo antes de partir consiguió otra audiencia con los reyes y finalmente la respuesta afirmativa para su proyecto, una vez Granada fue conquistada en enero de 1492.
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El VIAJE Hay muchos aspectos del viaje de Colón que han despertado sospechas entre muchos autores sobre la autenticidad de su aventura: el genovés sabía por dónde tenía que ir y volver para aprovechar al máximo los vientos alisios; supo predecir el momento en que llegarían a otear tierra, no únicamente en el primer viaje, justo cuando su tripulación estaba a punto de amotinarse, sino también en los siguientes, cuando sus barcos arribaban de forma perfecta a sus destinos, donde nunca nadie había llegado antes. Todo esto, unido a algunos pasajes de su diario que pueden interpretarse con diferentes lecturas, permite sospechar que Colón tenía cierta constancia de la existencia de estas tierras que él situaba en Oriente (¿qué otra cosa podía ser?), bien por haber recibido información privilegiada, bien porque él mismo había sido testimonio de este hecho. Colón tardó 71 días en recorrer los 7.500 kilómetros que separan Palos de Moguer de la isla de Guanahaní. El viaje fue accidentado desde la partida. Colón quería conseguir tres embarcaciones para la travesía, en concreto tres carabelas, pero solo consiguió de la corona la construcción de dos de estos barcos, mientras que el tercero, una nao, todavía no está claro si lo obtuvo de la Corona o si lo tuvo que alquilar él mismo. Las carabelas Eran naves muy ligeras, con un casco largo y estrecho, que podían navegar con facilidad de bolina, es decir, ciñendo la vela contra el viento. Tenían una única cubierta, con dos o tres palos donde aparejaban velas latinas – triangulares -, que permitían una navegación rápida, ideal para hacer reconocimientos, descubrimientos, etc. Las dos carabelas de la expedición de Colón eran la Niña, con aparejo latino, y la Pinta, construidas en Palos y que llevaban una tripulación de unos 20 y 30 hombres respectivamente. La nao Era un barco panzudo, más lento que las carabelas, ya que su finalidad era de nave mercante. Llevaba tres palos, con una vela cuadrada en los dos primeros, y triangular o latina en el último. Llevaba dos castillos a proa y popa para protegerse de los ataques. La nave que llevaba Colón se llamaba Santa María, aunque su nombre anterior era la Marigalante, y su tripulación estaba compuesta por unos 40 hombres.
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La travesía La travesía comenzó el día 3 de agosto de 1492, con los barcos comandados por Colón en la Santa María, y los hermanos Martín Alonso Pinzón en la Pinta y Vicente Yáñez Pinzón en la Niña. No tardaron en comprobar que el aparejo latino de la Niña no era el más adecuado para una navegación con vientos fuertes y constantes como los que se preveía con los alisios, ya que a menudo le hacía perder el rumbo. La Santa María fue el buque insignia de esta flota, pero su peso y dimensiones hacían retardar la navegación de las otras dos naves, mucho más marineras. La Pinta, por su parte, rompió el timón y el casco hacía aguas. Todas estas averías obligaron a Colón a ir a las Canarias para intentar realizar las reparaciones oportunas y continuar el viaje. Un mes después de llegar a las Canarias, el 6 de septiembre de 1492, los barcos se hicieron a la mar, rumbo a lo desconocido. A partir de este momento, los acontecimientos que sucedieron durante el viaje los conocemos gracias a las anotaciones que Colón escribía en su diario de navegación. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que, al tratarse de una escritura subjetiva, no nos podemos creer todo lo que hay escrito, o bien que hemos de interpretar leyendo entre líneas. Por ejemplo, se sabe que Colón llevaba dos cuentas diferentes de la distancia que navegaban cada día: una para él, que se correspondería con la distancia que él consideraba correcta, y otra para la tripulación, menor que la anterior, y que les transmitía para intentar tranquilizarlos sobre la distancia recorrida. Curiosamente, este último dato era más acertado que el que él consideraba auténtico. Los instrumentos de navegación En el siglo XV, la navegación practicada era básicamente de cabotaje, es decir, sin perder de vista la costa, para tener siempre una referencia del lugar en el que se encontraban. Los viajes se hacían entre puertos conocidos, y a distancias más o menos controladas. A pesar de todo, los barcos llevaban una serie de instrumentos para calcular su posición aproximada, llamada por estima. Estos instrumentos eran especialmente necesarios cuando se perdía el punto de referencia de la costa, como pasó en este viaje. Los más importantes eran los siguientes: *El astrolabio, la ballestilla y el cuadrante. Eran instrumentos que determinaban la altura de la Estrella Polar o del Sol sobre el horizonte, y consultando unos almanaques, permitían determinar la latitud a la que se encontraba el barco (es decir, la distan-
Ejemplo de utilización de una ballestilla
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cia a la que se encontraba entre el Ecuador y los Polos). * El compás náutico. Permite conocer cuál es la posición del norte magnético y, por lo tanto, obtener un punto de referencia para definir la posición y orientación del barco. Está compuesto por una aguja magnetizada que señalaba siempre al norte, dentro de una caja con agua. *El reloj de arena. Era el instrumento que permitía conocer la hora a bordo. Se utilizaba para calcular las medidas astronómicas, para los cambios de guardia (divididos en cuatro horas), etc. Los encargados de girarlos cuando llegaban al final eran los grumetes. *La sondaleza. Era un instrumento utilizado para calcular la profundidad que había bajo el barco. Estaba formado por una cuerda con nudos distribuidos con una distancia concreta (normalmente la distancia que hay entre los dos brazos extendidos, razón por la cual cada nudo corresponde a una braza), y con una pieza metálica en uno de los extremos, que ejercía de peso Sondaleza
y que permitía conocer el material del cual estaba compuesto el fondo.
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¡TIERRA! La noche del 11 al 12 de octubre de 1492, después de 35 días de navegación desde la salida de las Canarias, los vigías vieron tierra. El viernes 12 de octubre, por la mañana, los capitanes y parte de la tripulación establecieron contacto con los nativos de la isla de Guanahaní, que fue bautizada por Colón con el nombre de San Salvador. A partir de aquí, las naves fueron navegando de isla en isla, descubriendo estas nuevas tierras que, automáticamente, pasaban a formar parte de la Corona de Castilla, hasta llegar a la gran isla de Cuba, que Colón bautizó con el nombre de Juana, y Haití, llamada La Española. Todos estos lugares tenían nombres indígenas que Colón asociaba con los nombres de las ciudades que pensaba estar pisando. Fue precisamente en La Española donde la nave Santa María embarrancó al topar contra unos arrecifes, aunque por suerte no hubo víctimas. Pero no todos los marineros podían regresar a Europa en los barcos que quedaban y, por este motivo, una parte de la tripulación de la Santa María, en concreto 38 hombres (voluntarios, según Colón) tuvieron que quedarse en La Española, protegiéndose con unas construcciones hechas con los restos del barco, y que bautizaron con el nombre de Fuerte de la Natividad, ya que el barco se hundió la noche del 24 de diciembre de 1492. El 16 de enero, la Pinta y la Niña comenzaron el viaje de regreso a Europa, en dirección norte y aprovechando los vientos alisios que en aquella latitud soplaban hacia el este, los mismos que unos meses antes y unos cuantos grados de latitud más al norte, habían conseguido que entraran en la historia. A diferencia del plácido viaje que habían disfrutado en la ida, el de vuelta fue una travesía muy complicada, con tormentas, enfermedades a bordo, etc. Los dos barcos se separaron a causa del mal tiempo, y la Niña arribó el 17 de febrero de 1493 a las islas Azores, donde fue retenida por los portugueses, y llegó el 4 de marzo a Lisboa, arrastrada por las tormentas, mientras la Pinta llegaba a Bayona. Los viajes siguientes Las consecuencias del descubrimiento de América fueron muy importantes para la historia de la humanidad, no únicamente a nivel geográfico, ya que supusieron la ruptura con la concepción del mundo que se tenía hasta la fecha, sino también a muchos otros niveles (culturales, económicos, sociales, etc.) Se abrió un mundo radicalmente nuevo, que nadie imaginaba que existiera; el importantísimo caudal de riquezas, no solo materiales, sino también culturales que llegó a Europa procedente de este Nuevo Mundo hizo que la vida dejara de ser como había sido hasta aquel momento. La evidencia de que aún quedaba
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buena parte del planeta sobre el que habitaba el ser humano por conocer tuvo un peso enorme en el curso de la historia. Después de su primer viaje, Colón hizo tres más, intentando encontrar algún indicio que confirmara que las tierras que había descubierto eran las del Oriente de las especies, pero jamás logró hallar ni una sola prueba de los fabulosos imperios que iba buscando. Evidentemente, Catay y Cipango no eran lo que él había descubierto, ya que se encontraban situadas mucho más allá, hacia el Oeste. Colón fue nombrado virrey de las Indias Orientales y Almirante de la Mar Oceana. Así, el segundo viaje lo condujo a las islas Dominica, Guadalupe, etc.; entre los años 1493 y 1494, con 17 barcos y 1.200 hombres, una auténtica flota de colonización. En el tercer viaje, iniciado en 1498, se dirigió en primer lugar a la isla Trinidad para después poner rumbo al Continente hasta las costas de la actual Guayana, pisándolo por primera vez. Una serie de desórdenes y rebeliones en las colonias obligaron a los Reyes a ordenar su relevo como gobernador de las Indias y el 23 de agosto de 1500, tanto él como sus hermanos fueron encarcelados y sustituidos por Francisco de Bobadilla. Colón regresó a España, donde fue indultado por los monarcas, si bien no se le devolvieron los títulos que tenía. Hasta 1502 no consiguió la confianza de la Corona para hacer otro viaje de exploración, en pos de las ciudades descritas por Marco Polo, que según él debían estar muy cerca de las tierras que ya había descubierto. El cuarto viaje se preparó como si fuera a dar la vuelta al mundo, ya que coincidió en el tiempo con el viaje iniciado por Vasco da Gama hacia las tierras de las especias y la intención de Colón era llegar antes navegando por las tierras descubiertas. El genovés se dirigió a las costas mexicanas (Yucatán), y comenzó a navegar en dirección sur, en pos del paso que lo condujera directamente a Catay y Cipango. Cuando vio que la costa giraba hacia el Este en lugar de hacia el Oeste, comprendió que aquél no era el camino. Al intentar regresar a La Española, naufragó en Jamaica, donde permaneció casi un año. Cuando fue rescatado, en 1504, y volvió a España, ya se encontraba muy enfermo. Cristóbal Colón murió en 1506, en Valladolid, convencido de que lo que había más allá del Océano era el maravilloso Oriente, y no un Nuevo Mundo que a partir de aquel momento se conocería con el nombre de un cartógrafo florentino, Vespucio, uno de los primeros cartógrafos que representó estos nuevos territorios.
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LOS AMERICANOS En 1492, cuando los europeos llegaron a América, toparon con unos pobladores de estas tierras que no se esperaban. Ellos imaginaban personajes con ojos oblicuos, de piel pálida, con ropa de seda, enjoyados con elaboradas piedras preciosas, poseedores de una de las culturas más brillantes de la época Sin embargo, los castellanos se encontraron con unos individuos que iban prácticamente desnudos, con un color de piel parecido al suyo, algo más oscuro, y que hablaban un idioma desconocido para los intérpretes de la expedición. Colón hace una descripción bastante acertada de estos individuos en el momento de su llegada a la isla de Guanahaní: «Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vi más que una harto moza (...). Muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras. Los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballos, y cortos. Los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que jamás se cortan. Y todos de la frente y cabeza muy ancha, más que otra generación que hasta aquí haya visto. Y los ojos muy hermosos y no pequeños. Y ellos son de la color de los canarios, ni negros ni blancos (…). Ellos todos a una son de buena estatura de grandeza y buenos gestos; bien hechos (...). Las piernas muy derechas, todos a una mano, y no barriga, salvo muy bien hecha ‘’. Los indígenas de las primeras islas que descubrió Colón formaban un conjunto muy heterogéneo, desde los arauac, de la cultura Taina, hasta los temidos canibes, los antropófagos que asolaban las islas el Caribe en busca de víctimas. Todos recibieron el nombre equivocado de indios. Para los americanos, la llegada de los europeos también conllevó un cambio radical en la cotidianidad de sus existencias. Según los testimonios de algunas crónicas que nos han llegado, los interpretaron de la siguiente forma: ‘’Llegué a la orilla del mar grande desde donde vi caminar por en medio del mar una colina muy grande, iba de un lado a otro sin llegar a la playa (…). Se envuelven los cuerpos por todas partes, sólo se les ven las caras, blancas como si fueran de cal. Tienen los cabellos amarillos, aunque algunos los tienen negros. Larga la barba, también amarilla, el bigote también lo tienen amarillo. Los cabellos rizados y hasta un poco caracoleados’’. Los europeos trajeron consigo una serie de enfermedades desconocidas en el Nuevo Continente las cuales, junto a la esclavización de los indígenas y las guerras de exterminio, acabaron con la vida de muchos indios americanos en un breve periodo de tiempo.
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LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO El objetivo de llegar a Oriente planteado por Cristóbal Colón se mantuvo durante el primer tercio del siglo XVI, ya que desde que los turcos habían cortado el paso por tierra, todavía nadie había conseguido llegar a las codiciadas islas de las especias, y entre Portugal y España se disputaba una carrera para dirimir quién lo conseguía antes y tomaba posesión. Uno de los marinos convencidos de poder conseguirlo era el portugués Fernando de Magallanes, quien con un gran despecho contra el rey de Portugal por no haber reconocido sus méritos militares, se puso a las órdenes del rey de
Fernando de Magallanes
España, el Emperador Carlos, y comenzó este viaje de conquista y de descubrimiento. La flota, formada por 5 naves y 239 tripulantes, partió de Sanlúcar de Barrameda en 1519 y pronto quedó claro que no sería un viaje nada fácil. El hecho de estar comandados por un extranjero provocó cierto malestar entre la tripulación española, lo que se tradujo en conatos de motín cuando llegaban a la altura de Brasil, y en la deserción de uno de los barcos al intentar cruzar el estrecho que une el Atlántico con el Pacífico, estrecho que a partir de aquel momento se conocería con el nombre del navegante portugués. La parte más dura fue la travesía del océano Pacífico, cuando los víveres comenzaron a faltar y la escasez y las enfermedades eliminaban a muchos de los tripulantes de los barcos. Al llegar a las islas Filipinas, y en su intento por evangelizar a los indígenas, Magallanes, junto a algunos de sus hombres, perdieron la vida, y desde entonces se hizo cargo del mando de la flota el español Juan Sebastián Elcano, quien se encargó de conducir a sus hombres a las islas de las especias, demostrando de este modo que la Tierra era redonda. A partir de este momento, en lugar de realizar el viaje de vuelta por la misma ruta que en la ida, continuó navegando hacia Poniente y, evitando a los barcos portugueses, llegó finalmente a España en 1521, con únicamente un barco, la nave Santa María de la Victoria, y 12 de los 239 hombres que habían zarpado tres años antes, pero habiendo demostrado lo que durante mucho tiempo sólo se sabía teóricamente: que la Tierra era redonda
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LA NAVEGACIÓN EN EL SIGLO XVIII Una vez demostrado que la Tierra era redonda, comenzó una competición entre los diferentes países europeos para conquistar nuevos territorios. De este modo, a España y Portugal se sumaron estados como Francia, Holanda y, sobre todo, Inglaterra, los cuales comenzaron a dotar a sus flotas de barcos capaces de navegar durante mucho tiempo con condiciones adversas. Las técnicas de navegación se perfeccionaron, los barcos eran cada vez más grandes y más rápidos y, por lo tanto, podían transportar más mercancías y pasajeros a lugares cada vez más lejanos y en menos tiempo. De este modo nacieron embarcaciones como las fragatas, las corbetas o los bergantines, que navegaban mucho más rápido ya que portaban un sistema de propulsión con velas mucho más complejo que el de los barcos que habían navegado hasta la fecha. Había que aprovechar al máximo esta energía que permitía cruzar los mares, y los barcos de vela lo consiguieron, llegando al punto de su máximo desarrollo en esta época. No fueron superados hasta la creación de los barcos de vapor, a finales del siglo XIX. A bordo de estos barcos ya no viajaban soldados, con finalidades de conquista, sino investigadores y científicos, ya que una vez conquistadas las tierras, estudiaban no solo el territorio, sino también a sus pobladores. A esta época corresponden los viajes de Cook, Bougainville, Malaspina, Darwin, etc., que tuvieron gran importancia no únicamente a nivel geográfico (se descubrieron todos los continentes, incluidos los Polos), sino también científico (descubrimiento de nuevas especies animales y vegetales), cultura, social (estudios etnológicos), etc.
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Activitades sugeridas
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LA TIERRA, ¿ES PLANA O REDONDA? Lo primero que se necesita para conocer el planeta es delimitar su tamaño. En el siglo II a.C., Erastótenes, director de la Biblioteca de Alejandría, consiguió hacer un cálculo muy preciso. ¿Cómo se puede explicar que, el mismo día y a la misma hora, haya un lugar en el que el sol no produzca ninguna sombra y que, en otro lugar, ubicado más al norte, se produzca una sombra considerable? ¿A qué puede ser debido? Solución: Si tenemos en cuenta que, debido a la distancia a la que se halla el sol, sus rayos llegan verticalmente a la Tierra, esto sólo se entiende si el planeta es redondo.
En Syene (actual Assuán), los rayos del sol entraban directos a los pozos de agua, y se reflejaban en el fondo. Eso demostraba que había un día al año (el 21 de junio, solsticio de verano) en el que los rayos caían de manera totalmente vertical. En cambio, en Alejandría, ese mismo día, los edificios provocaban una sombra que formaba un ángulo de 7º respecto a los elementos verticales. Este dato permitió a Erastótenes calcular el tamaño de la Tierra. ¿Cómo crees que lo hizo? Solución: El ángulo de 7º es aproximadamente una quincuagésima parte de los 360º que forman la circunferencia de la Tierra. Por lo tanto, para conocer el tamaño del mundo, tan solo tenía que hacer una sencilla regla de tres, y comparar la distancia que había entre Syene y Alejandría, y extrapolarla al tamaño del mundo.
Para calcular la distancia entre Syene y Alejandría, envió a un grupo de soldados, con una velocidad media, y el resultado final fue de 5.000 estadios Por lo tanto, si para 7º hay una distancia de 5.000 estadios, ¿cuál será la distancia para 360º, es decir, para el total de la circunferencia de la Tierra? Solución: Una sencilla regla de tres: 7º ——— 5.000 estadios 360º —————— x estadios 7x = 1.800.000 x = 1.800.000 : 7 x = 257.142 estadios
Si bien esta distancia viene dada en estadios, sabemos que un estadio equivale a 1.570 metros. ¿Cuál será, pues, el tamaño definitivo de la tierra expresado en kilómetros? Solución: Otra regla de tres: 1.570 metros = 0’157 kilómetros 1 estadio ————— 0’157 km 257.142 estadios ————— x km 40.371 km = 1x
x = Tamaño de la Tierra = 40.371 km
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LA REPRESENTACIÓN DEL ESPACIO La concepción que tienen los europeos del mundo que los rodea cambia a medida que los descubrimientos geográficos hacen aparecer nuevos territorios, que los cartógrafos plasman sobre papel o pergamino.
* Ordena y asocia cada mapa con su autor y su época, según los conocimientos que has adquirido en esta visita. 1. Martellus, 1489.
2. Ptolomeo, 280 a.C.
3. Fra Mauro, 1459.
4. Oliva, 1614.
5. Guthrie, 1785.
6. Vespucci, 1526.
7. Saint Denis, 1370.
8. Malte-Brünn. 1812
9. De la Cosa, 1500.
C.
B.
A.
E.
D.
F.
G.
H.
Solución: 1 – F
I.
2–H
3–B
4–I
5–D
6–C
7–G
8–A
9-E
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LOS INSTRUMENTOS DE NAVEGACIÓN Cuando un barco iniciaba su viaje, tenía que saber hacia dónde debía dirigirse y, para hacerlo, necesitaba saber dónde se encontraba. Por lo tanto, lo primero que había que saber era la posición del barco sobre un mapa, es decir, el punto exacto donde se cruzaban las dos coordenadas que determinan un punto sobre un plano. * Estas coordenadas eran la longitud y la latitud. ¿Sabrías definir qué son cada uno de estos conceptos?
* Los grandes descubrimientos geográficos fueron posibles gracies a la invención de determinados instrumentos de navegación. A continuación os proponemos un juego de asociación entre algunos de estos instrumentos, su utilidad y sus nombres. 1. Astrolabio.
2. Corredera de barquilla
3. Sondaleza
4. Cronómetro
5. Cuadrante
6. Ballestilla
I. Velocidad
II. Latitud
III. Latitud.
IV. Latitud
V. Profundidad
VI. Longitud
A.
B.
D.
C.
E.
Solución: 1- III- B;
2- I- C;
3- V- F;
F.
4- VI- D;
5- II- E;
6- IV- A
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LOS BARCOS Los barcos de los siglos correspondientes al periodo que acabas de estudiar eran las máquinas más perfeccionadas y complejas de la época y, además, incorporaban un compendio de todos los avances tecnológicos más importantes de la época. A lo largo de doscientos años, estos barcos evolucionaron de forma radical, y pasaron de ser simples embarcaciones que permitían hacer un tipo de navegación de cabotaje, a convertirse en embarcaciones capaces de navegar durante meses sin necesidad de tocar tierra. Los sistemas de propulsión se perfeccionaron de tal modo que, cuando se aplicó el vapor a las embarcaciones, muchos de estos barcos de hierro no eran, ni de lejos, tan rápidos como los barcos de vela. Desde las carabelas hasta las fragatas, los barcos fueron evolucionando y permitiendo la llegada de los europeos a todos los rincones del planeta. Pero, ¿cuál fue la evolución de estos barcos?
* Ordena cronológicamente las siguientes embarcaciones. Carabela
Siglo XVIII
Fragata
Siglo XIII
Nao
Siglo XVII
Bergantín
Siglo XV
Navío
Siglo XVI
* Los barcos de vela se diferencian entre ellos por los diferentes tipos de vela que aparejan. Básicamente, podemos encontrar tres tipos: rectangulares, trapezoidales y triangulares. ¿Sabrías decir sus nombres? Rectangulares
Latina
Trapezoidales
Cuadra
Triangulares
Cangreja
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Para afrontar el viaje que lo convertiría en un personaje histórico, Cristóbal Colón necesitaba algo fundamental: barcos. En el siglo XV, Colón disponía de dos tipos de barco para hacer este viaje: carabelas y naos, y aunque Colón prefería las primeras, la Corona sólo le concedió dos carabelas y una nao.
* Relaciona las definiciones con la imagen correspondiente:
La Santa María era una nao, una embarcación que se dedicaba al comercio. Era el barco más grande de la flota, y por lo tanto más lento que los otros dos. Podía cargar entre 80 y 100 toneladas. Llevaba tres palos con vela cuadra en los dos primeros, y latina (triangular) en el último.
La Pinta era una carabela, con una única cubierta en la que se aparejaban tres palos y con aparejo redondo (velas cuadradas). Estaba comandada por Martín Alonso Pinzón. Su tripulación estaba integrada por unos 30 hombres. Fue la primera en llegar a España en el viaje de vuelta.
La Niña era una carabela muy ligera con un casco largo y estrecho. Tenía una única cubierta en la que aparejaban velas latinas (triangulares). Era la preferida de Colón, porque era la más maniobrable y marinera. Las velas latinas que llevaba al principio del viaje se cambiaron por unas cuadradas para afrontar la navegación atlántica cuando llegaron a las islas Canarias.
* Después de leer las definiciones, ¿por qué crees que Colón quería hacer el viaje con las carabelas y no con naos?
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LAS ESPECIAS La vía por la que llegaban las especias a Europa fue, durante siglos, la vía terrestre que unía las islas de las especias (actuales islas Molucas) con el continente europeo. Pero el crecimiento del Imperio Turco y la caída de Constantinopla en sus manos cortaron esta ruta comercial, y se abrió una vía nueva, marítima en este caso, para intentar conectar con tan lucrativo comercio.
* En el siguiente mapa, y con la ayuda de un atlas, intenta marcar los puntos siguientes: A - Localiza la ubicación de las islas de las especias. B - Señala el lugar donde estaba Constantinopla C - Localiza, con la ayuda de un atlas histórico, los dominios del Imperio Turco hacia finales del siglo XV. D - En color rojo, marca una línea que determine la ruta de las especias por via terrestre E - Con una línea de color azul, marca la ruta marítima ideada por los portugueses para conectar con el comercio de las especias, alternativa a la ruta terrestre cortada por los turcos.
* ¿Se te ocurre algún camino alternativo para llegar hasta las islas de las especias, que no sea el que escogieron los portugueses?
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Como ya sabes, Colón no pudo traer las especias, porque no encontró ninguna. Sin embargo, encontró muchos otros productos que también han tenido mucha importancia en Europa y en el resto del mundo, como por ejemplo la patata, que en un principio era un alimento para el ganado y posteriormente se convirtió en un alimento de primer orden, hasta el punto que pasó a conocerse como «el pan de los pobres».
* ¿Sabrías diferenciar de entre todos estos productos los que fue a buscar Colón, y los que finalmente trajo de América? Producto
Asiáticos
Americanos
Producto
Asiáticos
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Americanos
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