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M O D U L O La guerra de Exterminio Contra el Pueblo de Israel
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La derrota alemana en la Primera Guerra Mundial La Primera Guerra Mundial, que se desarrolló entre julio de 1914 y noviembre de 1918, contó entre uno de sus principales protagonistas al Reich alemán. Alemania confiaba en someter con rapidez a rusos y franceses, dejando sentado de este modo su derecho a dirigir la política europea como “correspondía” a una nación de tanta significación y potencial industrial. Si bien al iniciarse el año 1918 la situación general de la guerra parecía favorecer a las potencias centrales, diversos factores comprometieron la posición de Alemania en el conflicto bélico. Finalmente, fracasadas las ultimas grandes ofensivas alemanas en septiembre de 1918, y previendo entonces la victoria aliada, el Estado Mayor del ejército alemán aconsejó la inmediata petición del cese de fuego a las autoridades civiles. El 3 de octubre de 1918, Hindenburg 1, jefe del Estado Mayor del ejército alemán, escribió al príncipe Max Von Baden, canciller imperial, la siguiente nota: “El mando supremo continúa manteniendo la misma petición que expresó el 29 de septiembre de este año en el sentido de que sea enviada a nuestros enemigos una petición de armisticio. Como consecuencia del colapso experimentado en el frente de Macedonia, del consiguiente debilitamiento de las reservas en el frente del Oeste, y de la imposibili dad de reponer las reservas perdidas estos últimos días, no existe en lo que humanamente nos es posible juzgar, posibilidad alguna de obligar al enemigo a que solicite la paz. Nuestros adversarios disponen de tropas frescas sin limitación alguna. El ejército alemán todavía resiste y aguanta todos los ataques. Sin embargo, la situación es cada día mas crítica y el mando supremo puede verse obligado a tomar decisiones muy graves. Las circunstancias imponen un cese de hostilidades para ahorrar a la nación alemana y a sus aliados inútiles sacrificios. Cada día que transcurre se pierden las vidas de soldados valientes”. Gilbert, M. “Las potencias europeas 1900-1945”, pag. 121-122
La petición, que finalmente fue aceptada, era expresión de la creciente influencia de los altos jefes militares en la formulación de planes y en la toma de decisiones políticas. Hindenburg y Ludendorff 2 abdicaron su mando y sus atribu1- Hindenburg, Paul Von (1845 - 1934) Jefe del Estado Mayor del ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. Desde 1925 y hasta su muerte fue presidente de Alemania. En 1933 designó a Hitler Canciller de Alemania. 2- Ludendorff, Erich (1865 - 1937) militar y político alemán. Condujo la estrategia bélica de Alemania hasta fines de la Primera Guerra Mundial. Su influencia en la política y en la economía alemana fue notable. Representó al partido nazi en el Reichstag (1924 - 1928).
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ciones. Mientras que Ludendorff fue relevado de su puesto, Hindenburg permaneció como una simple figura, opacada por los últimos acontecimientos. El príncipe Max se contactó con Thomas Woodrow Wilson, presidente de los Estados Unidos, quien anunció que no negociaría un armisticio mientras Guillermo II fuese emperador. Unánimemente los diputados del Reichstag, el parlamento alemán, aceptaron la exigencia. Por su parte, la opinión pública alemana no estaba preparada para admitir la decisión que significaba reconocer la derrota del país, por los siguientes motivos: • En el curso del año 1918 los alemanes habían logrado varias victorias: En marzo habían firmado la paz con los rusos bolcheviques en Brest - Litovsk (Ver módulo 38), y en mayo firmaron la paz con Rumania en un acuerdo que convertía a Alemania en su amo económico. Estos dos pactos hicieron de Alemania el poder económico dominante en Europa central y le permitieron concentrar su poder bélico en el frente occidental que era decisivo. En la ofensiva de primavera en ese frente, Alemania obtuvo algunas victorias. • Cuando el Estado Mayor Alemán pidió el cese de fuego, el frente estaba fuera de las fronteras de Alemania. En realidad a pesar de las victorias y la situación en el frente, el ejército alemán estaba en una situación desesperada: • Los aliados de Alemania se habían derrumbado. El 29 de septiembre de 1918 se rindió Bulgaria. El imperio Austro-húngaro solicitó el cese del fuego el 4 de octubre, y el día 30 del mismo mes capituló el Imperio Otomano. • A pesar de las victorias durante la ofensiva de primavera, el 8 de agosto las unidades británicas atravesaron las líneas alemanas, y ese día –llamado por Ludendorff el “día negro del ejército alemán”- el supremo comando alemán se convenció de la necesidad de iniciar las negociaciónes para un futuro acuerdo de paz. En septiembre llegaron al frente las unidades estadounidenses, y la superioridad aliada fue total. • La propaganda nacionalista y el espíritu militarista de las potencias europeas, y particularmente de Alemania, constituyó uno de los elementos más importantes del clima que propició la guerra. Alemania era poderosa tanto militar como industrialmente, pero su sueño era el de sentirse respetada, temida y admirada por el resto de los países europeos. Existía un hondo deseo de romper el cerco establecido por Rusia, Francia y Gran Bretaña; el aislamiento era odioso y la humillación insoportable. La guerra constituyó el pretexto que contribuyó a la realización de las aspiraciones alemanas y por eso fue apoyada por la mayoría de la población alemana. No obstante, se iniciaba el quinto año de la guerra, las privaciones aumentaban y la situación parecía no tener solución. La agitación de la opinión pública alemana fue en aumento. El historiador A.G. Nicholls describe la situación de la siguiente manera: “Las muertes y los tormentos de la guerra influyeron en la población civil. Tanto la falta de mano de obra y de caballos, como el descenso de la producción, afectaron seriamente a los campesinos ale manes, y el mercado negro escapaba al control riguroso establecido por las autoridades. Los obreros urbanos padecieron especialmente por la
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carencia de alimentos, y su amargura se expresó en frecuentes mani festaciones públicas. La moral del ejército se perdía a medida que aumentaba el número de los caídos y el duelo por una muerte sin glo ria. En el frente se cuidaba la disciplina, pero los campamentos militares dentro de Alemania estaban llenos de soldados irrecuperables militarmente: heridos, enfermos, desequilibrados y víctimas emo cionales de la guerra o inconfiables políticos. Estos hombres causaron grandes inquietudes a los conscriptos “frescos” que eran entrenados para integrarlos al frente. Las autoridades del Estado no estaban preparadas para enfrentarse adecuadamente a la profunda desazón interna. Las fuerzas policíacas estaban agotadas a consecuencia de la guerra; los mejores oficiales se encontraban en el frente. La coordi nación entre las actividades del ejército y las autoridades civiles no siempre fue eficaz; por lo tanto, la situación interna de Alemania no era especialmente firme cuando Hindenburg y Ludendorff, decidieron que era necesario para Alemania pedir el cese de fuego. Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico”. Unidad 1 pag. , 73-74
Mientras el príncipe Max intentaba encontrar una salida a la crisis, los almirantes de la flota alemana proyectaron un último ataque a las costas inglesas a espaldas del Kaiser, del Reichstag y de Hindenburg. Con esta maniobra se proponían encolerizar al gobierno ingles y desvanecer toda esperanza de paz. Los marinos se rebelaron contra este proyecto y estalló entre la flota la revolución. El 29 de octubre las tripulaciones de dos cruceros rehusaron cumplir órdenes y seis mil marinos fueron arrestados. La revolución se extendió al interior, y el 3 de noviembre los marinos ocuparon la base marítima de Kiel. Hacia el 4 de noviembre el número de los amotinados superaba los cien mil soldados. Las sublevaciones dirigidas a la formación de consejos obreros y militares encendieron al país. El 7 de noviembre la revolución estalló en la ciudad de Munich. Bajo la dirección del socialista Kurt Eisner, Baviera se proclamo república. El 9 de noviembre se produjo otro levantamiento en Berlín, capital del país, y los socialistas marcharon por las calles exigiendo la implantación de una república. Finalmente el príncipe Max anunció la abdicación del Kaiser, quien huyó a Holanda, dando así fin al IIº Reich, y dimitió entregando la cancillería al líder socialdemócrata Friedrich Ebert. El último acto del canciller fue el de enviar al antimilitarista Matthias Erzberger, diputado del Reichstag y dirigente del partido católico del centro, a negociar un acuerdo con los aliados. El 11 de noviembre se firmaba en Compiegne, Francia, el armisticio que ponía fin a la primera gran guerra del siglo XX.
El mito de “la puñalada por la espalda” El ejército, que había mantenido oculta a la opinión pública la real gravedad de la situación en los frentes, pretendió quedar a salvo de cualquier posible crítica al conseguir la formación de un gobierno político que cargara con la responsabilidad de la petición del armisticio. Esta maniobra, sumado al hecho que la sociedad alemana resistió admitir la 241
derrota, generó la creación y difusión de mitos justificantes que explicaban la capitulación sin herir el orgullo nacional. La “leyenda de la puñalada por la espalda” propicio la imagen de un ejército que no había sido derrotado y que podía preservarse entonces, como reserva de las supremas esencias de la patria. El ejército había sido traicionado y obligado a una innecesaria y humillante rendición. Los aliados que exigieron negociar el cese de fuego con un gobierno civil le otorgaron la posibilidad a los generales de eludir su parte en el fracaso. El nuevo gobierno, víctima del mito, también contribuyó a su propagación aunque sin intención: el 10 de diciembre de 1918, Friedrich Ebert saludó a nueve batallones que desfilaban por el arco de Brandemburgo en Berlín diciendo: “Con alegría les damos la bienveni- La “Puñalada por la espalda” da al regresar a la patria. Ningún enemigo los ha der- según dibujos alemanes de la época. rotado”. Según el mito, no eran culpables los círculos nacionalistas leales, aquellos que se situaban junto a las autoridades militares y apoyaban a las fuerzas del ejército como los grandes capitalistas y algunos grupos de la derecha alemana. Era más fácil acusar a los elementos “debilitantes y traidores”: Los pacifistas, los círculos de izquierda con ideologías y relaciones internacionales e incluso los liberales moderados. Los intentos revolucionarios y las sublevaciones de distintas organizaciones de izquierda hacia fines de 1918 intensificaron aún más este sentimiento. Los integrantes del gobierno civil que notificaron la derrota alemana recibieron el nombre de “criminales de noviembre”. Al firmar el Tratado de Versalles tuvieron que cargar con un estigma más: haber consentido todas las obligaciones que imponía ese tratado a Alemania. En el país no se aceptaba el párrafo 231 del tratado que acusaba a los alemanes de haber iniciado la guerra; inclusive quienes firmaron el tratado rechazaron este argumento. Trataron de negar la acusación porque, además de ser la base legal para la demanda de indemnizaciones, atentaba contra su honor y su rango nacional. Esta cuestión también fue crucial en cuanto al significado interno: si Alemania no era responsable por la guerra, entonces el gobierno anterior tampoco era responsable del estado catastrófico del país, consecuencia del conflicto. El apoyo de los liberales y de otros grupos a la argumentación de que Alemania no era responsable de haber causado la guerra se volvió contra su propia existencia. El mito causó muchos perjuicios a la posición y al poder del nuevo régimen democrático. Si la República había surgido de una injusticia, entonces los partidarios de la república quedaban reducidos a una posición de constantes excusas y autojustificación, a pesar de no estar ellos tampoco conformes con las condiciones impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles. Como efecto, el gobierno provisional y sus sucesores fueron identificados en la opinión pública con la “derrota” y la “humillación”. Mas aún: la relación entre el surgimiento de la República y la exigencia de los aliados de recibir la rendición de un gobierno civil, convirtió a las fuerzas que apoyaban al régimen en “agentes aliados”, en “traidores”, en los “criminales de noviembre”. 242
El mito también fue particularmente ominoso para los judíos. Muchos de ellos actuaron en la política de la posguerra de manera relevante. Lo consideraban un hecho natural a la luz del patriotismo demostrado en la guerra: doce mil judíos murieron en el conflicto bélico, y su participación en unidades de combate fue, numéricamente, más elevada que su proporción en la población general. Sin embargo, a los ojos de los enemigos de la república, esa actividad sólo era una prueba de que los judíos manejaban los hilos del sufrimiento del país. Así, por ejemplo, la propaganda de las organizaciones derechistas describía al gobierno producto de las revoluciones en Baviera encabezado por Kurt Eisner, de origen judío, como un “pogrom” que los judíos realizaban contra el pueblo alemán como parte de su plan de conquistar el mundo. En abril de 1919 fue publicado en la revista conservadora Auf Vorposten el siguiente texto: “La mano blanda utilizada en Europa oriental y especialmente en Alemania en torno a la cuestión judía, confirma que todo descubrimiento de las intenciones de los judíos antes de la guerra era rechaza do con una sonrisa de incredulidad. Inclusive durante la guerra fueron pocos los que creyeron en la existencia indubitable de un gran plan para la destrucción de Alemania. Los enterados sabían que masones 1 y judíos habían preparado el plan diez años atrás para derribar a las monarquías europeas y empezar el combate contra las iglesias... ¡Exigimos que un tribunal inapelable investigue quién fue el culpable de la guerra! ¡Exigimos que los líderes de la masonería internacional, la organización judía mundial, y todos los grandes rabinos, comparez can ante él! Ibidem, pag.77-78
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: a- ¿Cuándo y por qué se creó el mito de “la puñalada por la espalda?” b- ¿Qué relación encuentras entre este mito y el texto “Los Protocolos de los Sabios de Sión?”
No cabe duda de que la leyenda de la puñalada por la espalda fue interpretada como una conspiración demócrata-judeo-marxista para provocar la derrota de Alemania e instaurar la república judía, como un paso más hacia la dominación universal del judaísmo. Es evidente que el mito sirvió a las necesidades psicológicas de la sociedad ale1- Sociedad secreta de origen medieval inicialmente de tipo laboral, posteriormente filantrópica y filosófica, y finalmente política. Sus miembros, reclutados tras un período de iniciación, son agrupados en logias y, organizados en una estructura jerárquica, se ayudan mutuamente, se reconocen mediante signos y emblemas secretos, y practican un ritual esotérico.
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mana después del fracaso. Implicó un ocultamiento de la verdad tras un pretexto que impedía enfrentarse a la realidad de los sucesos. El militarismo y el nacionalismo ambicioso del Segundo Reich permanecieron a salvo a la luz de las interpretaciones que la leyenda ofreció.
La República de Weimar El gobierno provisional, integrado por una coalición formada por seis diputados miembros del partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y del partido Socialdemócrata Independiente (USPD), fue apoyado por casi todos los estamentos de la sociedad y la política alemana. Encabezado por F. Ebert, ante los frecuentes tumultos encaminados a derribar al régimen instaurando un estado comunista, resolvió recurrir al ejército para imponer el orden. W. Groener, a cargo del mando militar desde la dimisión de Ludendorff, describió el acuerdo en los siguientes términos: “el objeto de nuestra alianza era el de combatir la revolución sin reservas de ninguna clase, implantar un gobierno legal y prestar al mismo todo el apoyo del ejército”. El gran partido socialdemócrata –SPD-, la mayor formación política del país controló finalmente la situación; dominó a los consejos y situó a sus hombres en los puestos claves del nuevo régimen. Los socialdemócratas alemanes parecían encontrar ahora la oportunidad histórica para la edificación de una nueva sociedad. Pero la república nació a la paz cargada con el pesado lastre de la derrota, hecho que habría de ensombrecer de forma determinante la vida del nuevo régimen. De hecho los socialistas no fueron más que meros instrumentos utilizados en esta difícil coyuntura por las tradicionales clases dominantes con ánimo de controlar una situación que se volvió amenazadora, agitada por el fantasma del comunismo, que a raíz del contundente triunfo de la revolución bolchevique en Rusia, parecía sobrevolar el país procedente del este europeo. Los hombres del gobierno provisional trataron de tranquilizar a los sectores potencialmente opositores, y para ello, se vieron obligados a aplastar cualquier tendencia de la extrema izquierda a la transformación revolucionaria. El 6 de enero de 1919, mientras en la ciudad de Weimar se configuraba la institucionalización del nuevo régimen, la ciudad de Berlín amanecía plagada de panfletos que anunciaban que el gobierno de Ebert habia sido derrocado. Lo que en realidad había ocurrido es que algunos edificios habían sido ocupados por el partido espartaquista 1 en la madrugada de aquel día. Encabezado por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo, el movimiento espartaquista, base del futuro partido comunista alemán, intentaba establecer en Alemania un estado comunista a la manera rusa. “El socialismo –proclamaba la dirigente el 16 de diciembre- no significa agruparse en parlamento para dictaminar leyes. Para nosotros este concepto quiere decir aplastamiento de las clases dominantes con toda la brutalidad que el proletariado es capaz de desarrollar”. Para los espartaquistas, la lucha de 1- Espartaco: gladiador romano de origen tracio que acaudilló la sublevación de los esclavos conocida con el nombre de “Guerra Servil” (73 AEC - 71 AEC).
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clases tenía que alcanzar todavía la meta final, la guerra civil y la implantación de un proletariado victorioso. Rosa Luxemburgo hizo desistir a sus correligionarios de la idea de participar en las elecciones para la asamblea nacional que habría de celebrarse el 19 de enero y propugno en su lugar una política de huelgas, luchas callejeras e insurrecciones eventuales del ejército. Para la tarde de aquel 6 de enero se había programado una gran manifestación pacífica, que tenía por objeto demostrar el apoyo al régimen republicano. Mientras la columna socialdemócrata se aproximaba proclamando a viva voz ¡Abajo Espartaco! ¡Viva la Democracia!; en sentido contrario los espartaquistas marchaban al grito de ¡Abajo Ebert! ¡Viva la Internacional! 1. Los dos grupos chocaron, produciéndose actos de violencia y confusión. Durante cuatro días los miembros del partido espartaco retuvieron el control del centro de Berlín. Ebert encomendó la tarea de aplastar la insurrección a Gustavo Noske, socialdemócrata del ala derechista a quien se le había adjudicado el ministerio de defensa en el nuevo gobierno. Nombrado ahora gobernador general de Berlín, Noske estableció su cuartel general en los suburbios, y durante tres días consecutivos disciplinó a la tropa asignada por Groener, el “Freikorps”, una fuerza equipada de cuatro mil hombres y marchó hacia el centro de la ciudad. La feroz represión y las luchas encarnizadas se prolongaron por un período de tres días. Finalmente la revolución fue sofocada. Liebknecht fue fusilado y Rosa Luxemburgo arrestada y condenada a muerte. El socialista Kurt Eisner, que había asumido el poder en Baviera en noviembre de 1918 fue derrotado en las elecciones locales de febrero de 1919. Cuando al día siguiente se encaminaba al parlamento a presentar la dimisión a su cargo, Eisner fue asesinado por un aristócrata derechista. A consecuencia de este crimen estallaron las luchas en las calles de Munich. Todos los partidos políticos se esforzaron por adueñarse del poder, pero el triunfo recayó en los comunistas, quienes proclamaron la República Soviet de Baviera. La acción del gobierno central no se haría esperar. El 30 de abril el “Freikorps” de Noske entraba en la ciudad. La lucha duró una semana produciéndose toda clase de horrores: fusilamiento de rehenes, malos tratos a prisioneros, y ejecuciones sin previo juicio. La República Soviet de Baviera fue aniquilada y sus cabecillas fusilados o encarcelados. El estallido de reductos comunistas en otras zonas también fue resuelto sangrientamente por la acción del ejército y de la policía, avalados por la socialdemocracia en el poder. Tras las primeras elecciones de 1919, la nueva asamblea nacional constituyente se reunió en la ciudad de Weimar y estableció un sistema de coalición de gobiernos, siendo demócratas sus tres primeros cancilleres. La larga tradición autoritaria alemana hizo posible que en estas elecciones aparte del SPD - de indiscutible ideología democrática- solamente el partido demócrata alemán (DDP) y el partido del centro (Z) se acercaran a posiciones de clara aceptación de la república, y no sin presentar todo tipo de reservas. En junio de 1919, durante el predominio de los gobernantes socialistas, se firmó finalmente la “Paz de Versalles”. Como ya has estudiado, fue un trance 1- Nombre dado a diversas asociaciones de carácter supranacional que se constituyeron en los siglo XIX y XX para la defensa de los intereses de la clase obrera.
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amargo para el pueblo alemán, que nunca consideró al tratado como una paz que clausurara la guerra, sino como un “diktat”, una imposición no consentida. Las duras condiciones que el tratado impuso a Alemania no condujeron, para muchos historiadores, a favorecer la causa de la paz. Al respecto escribió en su libro “Las consecuencias económicas de la paz” (1919) el economista ingles John Maynard Keynes: “La política de reducir a Alemania a la servidumbre durante una gene ración, de envilecer la vida de millones de seres humanos y de privar a toda una nación de felicidad, sería odiosa y detestable, aunque fuera posible, aunque nos enriqueciera a nosotros, aunque no sembrara la decadencia de toda la vida civilizada de Europa. Algunos la predican en nombre de la justicia. En los grandes acontecimientos de la historia del hombre, en el desarrollo del destino complejo de las naciones, la justicia no es tan elemental. Y si lo fuera, las naciones no están autori zadas por la religión ni por la moral natural a castigar en los hijos de sus enemigos los crímenes de sus padres o sus jefes.” Thornton M., “El Nazismo”, pag. 59
Consigna de Trabajo: Relaciona la expresión de Keynes con las cláusulas del Tratado de Versalles y el nacimiento de la República de Weimar.
Por el tratado, Alemania perdió su condición de gran potencia: su unidad territorial y su estructura económica quedaron despedazadas. Las medidas adoptadas por los vencedores, tendientes a evitar su recuperación, adolecieron del “grave error de hacer pagar las culpas del imperialismo prusiano a la naciente república democrática”. En agosto de 1919 la Asamblea Nacional redactó y promulgó la constitución que organizó formalmente al régimen denominado de Weimar. Alemania se constituyó en una república federal democrática con dos cámaras parlamentarias: el Reichstag con la base de la representación proporcional (cámara legislativa) y el Reichsrat (cámara de representación federal). El presidente era nombrado por elección popular y, a su vez, nombraba y separaba al canciller y su gabinete, y podía disolver al Reichstag. La asamblea eligió a F. Ebert como primer presidente de la república. Se mantuvo la estructura federal, aunque los poderes de los distintos estados eran inferiores a los reinos semiautónomos del régimen imperial, y por ende, se incrementaron las atribuciones del gobierno central. También se otorgaba a éste el control sobre el ejército. En la práctica, el sistema de la representación proporcional, según el cual los distintos partidos que se presentaban a una elección enviaban un miembro al Reichstag por cada sesenta mil votos obtenidos, trajo como consecuencia que tuvieran representación todos los sectores políticos, pero que ninguno de ellos alcanzara la mayoría absoluta. En consecuencia, las coa246
liciones fueron imprescindibles para el funcionamiento de un gobierno parlamentario. Las medidas democráticas de la constitución tales como el sufragio universal femenino (adoptado antes que en Inglaterra y Francia) y la representación proporcional, y otras de carácter social como la jornada de ocho horas de trabajo o los convenios colectivos, no estuvieron acompañadas de otras que hubieran supuesto una ruptura completa con la Alemania imperial; el antiguo régimen pervivió en los enormes privilegios de la aristocracia terrateniente, en la gran industria y en las altas finanzas. Ninguna nacionalización se llevo a cabo sobre las propiedades de quienes habían constituido la base de sustentación del régimen monárquico. Como complemento, la administración, la justicia y el ejército, permanecieron intactos en su organización y personal, constituyendo un factor de debilidad en el régimen democrático. Durante toda su trayectoria, estas clases conservadoras no dejaron de agitar ante la socialdemocracia el estigma de “antinacionalismo” como medio para conseguir de ella concesiones, compromisos, tolerancia y, en definitiva, sumisión ante la actividad de los enemigos de la república. El ejército, fuertemente disminuido en número por el tratado de Versalles, en ningún momento ocultó su verdadero pensamiento antirrepublicano. Aunque finalmente fracasado, el golpe reaccionario de marzo de 1920, denominado Putsch de Kapp, un intento del ala derecha para derrocar a la república dirigido por Wolfgang Kapp y apoyado por varios de los Freikorps, demostró que las fuerzas armadas estaban realmente dispuestas a coaccionar y a debilitar a la clase política y al régimen mismo. El cuerpo de oficiales, instruido en la tradición autocrática prusiana, gozó de una posición de inmenso privilegio y prestigio en la Alemania imperial. Elegía a sus propios miembros, que no podían ser llevados a responder por sus actos ante ningún tribunal civil sino únicamente ante sus propios tribunales de honor. Teóricamente la república disminuyó su poder, pero en la práctica el ejército continuó siendo su propio árbitro. El que la república hubiera superado sus primeras dificultades se debió en parte al cuerpo de oficiales, quienes a cambio recibieron un amplio margen de acción en sus asuntos, fuera de interferencias civiles. Por su parte, la gran derecha clásica (burguesía, aristocracia, industria y finanzas) entró al juego parlamentario desde un nuevo partido: el Nacional Alemán del Pueblo (DNVP). En muy poco tiempo agrupó en su seno a todos los posibles opositores a la república. Para la lucha cotidiana, la derecha encontraba más ventajoso utilizar la acción de los grupos paramilitares que proliferaban desde la finalización de la guerra y que constituían, junto con una multitud de asociaciones patrióticas y antisemitas, verdaderos focos de reacción. Valga como ejemplo el asesinato de Walter Rathenau, ministro de relaciones exteriores de la República de Weimar; artífice de un acuerdo con la Rusia comunista fue duramente atacado por ello y se lo presentó como el caso típico del judío que había logrado encumbrarse gracias a la derrota de Alemania. Fue acusado de ser uno de “los sabios de Sión” que actuaba como agente de un complot judío internacional. Junto a estas fuerzas adversas de primera línea aparecieron otras no menos esenciales: el extenso campesinado propietario medio y pequeño y la baja burguesía, que también se fueron agrupando progresivamente en las filas de la reacción antirrepublicana; en su caso, fue el fantasma bolchevique el instrumento implementado para fomentar el temor de estos sectores, inseguros de su posición dentro del esquema general de la sociedad. 247
Las cuestiones económicas, unidas a los conflictos exteriores que Alemania tuvo que enfrentar en este período, determinaron toda la política de la república. La Primera Guerra Mundial había originado numerosos problemas económicos al país que, además de tener que hacer frente a una elevada inflación y una gran deuda nacional, estaba atado a las condiciones impuestas en Versalles que exigían cuantiosas indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra a los países aliados, y lo habían privado de tierras cultivables y recursos mineros. El marco, la moneda alemana, sufrió el colapso definitivo y se devalúo hasta niveles difícilmente creíbles; como simple nota ilustrativa, mientras que en 1921 el marco cotizaba a doscientos setenta por dólar, a fines de 1923 un dólar equivalía a cuatro billones de marcos; propiedades de pequeño y mediano tamaño en forma de depósitos bancarios, garantías e hipotecas, fueron liquidadas. Con el aniquilamiento del efectivo, el mundo de los grandes negocios pudo terminar con sus deudas mediante el pago de marcos sin valor, por lo que muchos industriales y terratenientes emergieron de la crisis económicamente más fuertes. Mientras se producía la ruina de la pequeña burguesía ahorrativa, las grandes empresas multiplicaban sus beneficios con negocios rápidos y oscuros. La pérdida del valor del dinero junto con el descenso de la producción y el vertiginoso aumento del desempleo, colocaron a Alemania al borde del abismo. El renacer económico del país entre 1924 y1928 fue logrado por la política estabilizadora implementada por Gustav Stresemann 1, quien se hizo cargo del gobierno como jefe de la coalición constituida en agosto de 1923. Se implantó una nueva moneda, el reichsmark, sometida a un control monetario más severo, y se inicio una impresionante etapa de recuperación económica. Nutrida por fuertes inversiones extranjeras, la economía alemana efectuó un rápido despegue gracias a la aplicación de principios de modernización y racionalización; el auge de los salarios hizo disminuir la lucha obrera, mientras que el desempleo fue absorbido por la expansión industrial. En el orden externo, mientras que Estados Unidos y Gran Bretaña adoptaron una postura conciliatoria ante la imposibilidad alemana de hacer frente al pago de las indemnizaciones, Francia, junto a fuerzas belgas, ocupó la principal región industrial del país, el Rhur, alegando que Alemania no había satisfecho las reparaciones previstas. La política de entendimiento, cristalizada sobre todo a partir del Tratado de Locarno, en 1925, en el que Alemania reconocía las nuevas fronteras occidentales establecidas en Versalles, obtuvo resultados positivos: los aliados facilitaron a la república el pago de las reparaciones a través del plan Dawes 2 que establecía un calendario de entregas escalonadas de capital y de bienes, y Francia retiró sus fuerzas de ocupación. En 1926 Alemania ingresó a la Sociedad de las Naciones poniendo así fin al ostracismo al que la derrota la había arrojado. Para los ele1- Gustav Stresemann (1878-1929) Diputado nacional-liberal alemán (1907) y jefe del partido populista, formó gobierno en 1923 pero, abandonado por los socialistas, tuvo que dimitir el mismo año. De 1923 a 1929 ocupó la cartera de asuntos exteriores, orientando la política alemana hacia posturas de colaboración euro pea. En 1926 fue galardonado con el premio Nobel de la Paz. 2- Charles Dawes (1865-1951) Político y financista estadounidense. En 1923 fue nombrado po la Comisión aliada de reparaciones presidente del comité que elaboró el plan que lleva su nombre, destinado a solucionar el problema de las indemnizaciones que Alemania debía pagar a sus antiguos adversarios. El plan se man tuvo en vigor hasta 1930, en que fue sustituido por el plan Young. En 1924 fue elegido vicepresidente de los Estados Unidos, y en 1925 recibió el premio Nobel de la Paz.
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mentos antidemocráticos, esta política de concordia implicó una nueva traición a la patria; la figura de una Alemania humillada era más utilizable demagógicamente en su prédica antirrepublicana, que los logros obtenidos en materia de política exterior. Estos, también fueron los años en los que Alemania conoció el mayor grado de desarrollo intelectual y Berlín se convirtió en el principal centro de cultura y diversión de Europa. La Bauhaus de Weimar, centro de experimentación de arquitectura y diseño, que reunió a los mejores especialistas en la materia, constituyó un ejemplo ilustrativo de ese espléndido momento cultural. La escultura y la pintura, el teatro, el cine, la literatura y la música, todas las formas posibles de expresión, conocieron en esta etapa un florecimiento significativo y debido a su calidad conservan hasta hoy todo su valor y vigencia. También muchos judíos descollaron en las artes y las ciencias. El judaísmo alemán recibió de la República de Weimar la libertad cívica completa. Inmediatamente tomó pie en la única esfera de actividad que le había estado vedada bajo el régimen monárquico: la del gobierno y de la administración en general. La participación de los judíos en los movimientos artífices del nuevo estado fue sumamente significativa; entre los judíos que se destacaron en el gabinete gubernamental se encontraban Hugo Preuss, ministro del interior y redactor de la constitución, Walter Rathenau, ministro de relaciones exteriores, y Rudolf Hilferding, ministro de hacienda. Esto sirvió de argumento al antisemitismo para afirmar que habían consumado su dominación sobre Alemania. Con la república de Weimar acudió del este, especialmente de Polonia, un gran flujo de judíos extranjeros. Los recién llegados estaban habituados a un nivel de vida más bajo y dispuestos a aceptar salarios inferiores; sus costumbres, indumentaria tradicional y frecuente ignorancia del idioma, aumentó la repulsa, no sólo hacia ellos, sino hacia todos los otros judíos. No hay duda de que la historia del judaísmo alemán se desarrolló en contrapunto con las vicisitudes de la República de Weimar. La terrible confusión moral, el salvajismo determinado por la derrota misma, la miseria absoluta y el desclasamiento social de millones de alemanes a causa de la inflación fueron elementos que, tras rebasar totalmente el entendimiento del ciudadano medio, obtuvieron por primera vez un poderoso eco al grito de “los judíos son nuestra desgracia”.
El nacimiento del Nacionalsocialismo En las condiciones democráticas de la República de Weimar, en una atmósfera de tensión social y violentas contiendas políticas, la propaganda antisemita, estimulada por la difusión del mito de “la puñalada por la espalda”, adquirió en la vida pública alemana un carácter especialmente destacado. Varios grupos, a menudo de diferente orientación política, enarbolaron el antisemitismo presentando programas que contenían cláusulas antijudías. La hora del nacimiento de la república fue también la de las acciones contra el marxismo y la democracia, idénticos, a los ojos de los nacionalistas, a ciertas aspiraciones del judaísmo internacional.
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Ya en 1919 se produjo un acontecimiento que pasó casi inadvertido en la opinión pública alemana pero que llegaría a cobrar con el tiempo gran trascendencia: la fundación del Partido Obrero Alemán y con él, el ingreso en la arena política alemana de Adolf Hitler. Adolf Hitler nació el 20 de abril de 1889, en el seno de una familia de clase media baja, en Braunau del Inn, Austria, localidad de la frontera bávara en la que su padre era empleado en la aduana; cuarto hijo de una familia que vio morir en la infancia a sus tres primeros descendientes, cursó sus estudios en la ciudad de Linz y los interrumpió en 1905, cuando contaba con 15 años. Repitió el primer curso y sus profesores estaban de acuerdo en que, aunque bastante inteligente, era notablemente perezoso. Una cierta facilidad para el dibujo influyó en la elección de una idealizada vocación de pintor, de artista. Este deseo del adolescente fue causa de querellas con su padre, quien se opuso al propósito de su hijo de seguir una carrera artística a raíz de sus bajas calificaciones. En la pubertad, etapa crucial en la formación del carácter, murió su padre, y su madre se volcó a él satisfaciendo el menor de sus caprichos. Durante los dos años subsiguientes al abandono de sus estudios permaneció completamente ocioso. En abril de 1907, a los 18 años, Hitler recibió su parte de la herencia paterna y se trasladó a Viena. Dos veces fue rechazado su ingreso a la Academia de Bellas Artes, y también resultó en fracaso su intento de ingreso a la Escuela de Arquitectura. Resentido socialmente y frustrado vocacionalmente, durante estos años adhirió a las ideas nacionalistas y pangermanistas, hostiles al sistema democrático y al socialismo, y especialmente consustanciado con el antisemitismo vigente en los medios vieneses. Nada original hubo en la opinión de Hitler sobre los judíos. El antisemitismo, que era algo endémico en Viena, se expresaba cotidianamente en los periódicos y panfletos antisemitas que se editaban en el período de la preguerra. Aunque Hitler no tomó parte activa en la política antes de 1914, los partidos que terminaron ejerciendo en él una destacada influencia fueron el de los nacionalistas pan-germánicos de Georg Von Schönerer y el partido Social- Cristiano de Karl Lueger 1. En 1913 se trasladó a Munich, Alemania, centro artístico de la Europa prebélica y eludió así el cumplimiento de su servicio militar en Austria. Distintas circunstancias llevaron a las autoridades austríacas a someterlo a un examen médico en el que fue declarado “no apto; inútil para el servicio militar y servicios auxil iares; demasiado débil; inhábil para el manejo de las armas” según el texto de la comisión de reclutamiento de Salzburgo, librándose así de su obligación civil. Pero cuando en junio de 1914 se declaró la Primera Guerra Mundial, Hitler se alistó como voluntario en el ejército del Reich y fue designado a un regimiento de infantería bávaro. Probablemente su ardor nacionalista, la oportunidad de escapar a sus fracasos y el entusiasmo bélico que asoló a Europa, jugaron su papel a la hora de enrolarse en el ejército alemán. Por primera vez en su vida estaba dispuesto a aceptar órdenes, llevar una existencia disciplinada y sostener un compromiso.
1- Ver módulo 35.
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Sirvió en el regimiento de List como enlace entre el frente y los cuarteles, desplazándose por líneas de comunicación, objetivo frecuente de fuegos incendiarios. Ascendido a cabo y recompensado con la Cruz de Hierro, en 1918, víctima de un ataque con gases tóxicos quedó temporalmente ciego, y el final de la guerra lo encontró aún recluido en el hospital. La derrota de Alemania en la Primera Guerra supuso, sin lugar a dudas, un tremendo choque para Hitler. Si durante su estancia en Viena salió, según sus palabras, convertido a “un antisemitismo absoluto, enemigo mortal de la ideología marxista y totalmente pangermano”, la Alemania de la derrota y la revolución propiciarían el inicio de su carrera política y de su camino hacia el poder. Una vez recobrada la visión, Hitler fue dado de alta y se reincorporó a su regimiento en Munich, donde sus puntos de vista políticos llegaron a oídos de sus superiores, y fue nombrado oficial instructor afectado al gabinete de prensa y noticias del departamento político del ejército alemán. Su tarea era adoctrinar a los cuadros militares y a los soldados con el objetivo de contrarrestar y eliminar tendencias izquierdistas, pacifistas y democráticas. En septiembre de 1919 el ejército le encomendó una investigación sobre un pequeño grupo, que se autodenominaba Partido Obrero Alemán (DAP). La Alemania de la posguerra era un hervidero de clubes 2, partidos nacionalistas y grupos paramilitares alimentados por oficiales desarraigados por la guerra, dispuestos a combatir a bolcheviques y judíos por igual. El dirigente del pequeño círculo constituido por el DAP era Antón Drexler, un herrero empleado en los talleres ferroviarios. La composición social del grupo era representativa de la Munich de la posguerra: cuarenta y seis obreros, diez estudiantes, veintidos oficiales y soldados, diecinueve comerciantes, tres escritores y dieciseis oficinistas. Las preocupaciones básicas del grupo se articulaban en torno a la cuestión de la derrota, la aceptación del mito de “la puñalada por la espalda” y el temor por la resurrección de estallidos comunistas tras el asesinato del primer ministro bávaro Kurt Eisner; en síntesis, un oscuro partido antisemita, pangermano, nacionalista y revanchista, con una base obrera y de capas medias. El 12 de septiembre se celebró la reunión a la cual Hitler asistió, y en la cual el dirigente G. Feder habló acerca de cómo y por qué medios puede ser eliminado el capitalismo. A raíz de la exitosa intervención, Hitler fue invitado a formar parte de la agrupación. Cuando Hitler ingresó al partido, mientras aún formaba parte del ejército, redactó su primer escrito político, el 16 de septiembre de 1919: ... “el antisemitismo asume fácilmente el carácter de un fenómeno emo cional. Pero no debe ser así. El antisemitismo como movimiento político no necesita y no puede ser definido mediante sentimientos, sino mediante el conocimiento de los hechos. Y los hechos son: sin duda alguna, el judaísmo es una raza y no una comunidad religiosa. El mismo judío no se define como alemán judío o polaco judío o ameri cano judío, sino siempre como judío alemán, polaco o americano. Hasta ahora el judío no ha adoptado más que la lengua de los pueblos en cuyo seno vive. Igual que el alemán esta obligado a hablar francés en Francia- italiano en Italia- chino en China, y no por eso se hace 1- Club: grupo selecto.
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francés, italiano o chino, tampoco es alemán el judío que, por casuali dad, vive entre nosotros y utiliza nuestra lengua... ...no existe otra raza cuyos hijos, sin excepción, pertenezcan a una misma religión. Mediante una disciplina interna de miles de años, se cuida bien el círculo reducido de los judíos y se mantiene su raza y carácter independiente de manera excepcional, mucho más que otros pueblos, entre los cuales vive. Así se determinó el hecho de que entre nosotros vive una raza extranjera, no alemana, que no quiere ni puede sacrificar sus características raciales o renunciar a sus sentimientos, a sus pensamientos y a sus aspiraciones y que tiene los mismos derechos que nosotros en el campo político. Michman, D. “El holocausto, un estudio histórico” Unidad I, pag.83
El año 1920 fue el año fundacional del Nacional Socialismo. El partido adoptó el nombre de Partido Obrero Alemán nacional socialista (NSDAP) y con él, un programa oficial. Fue elegida la bandera del partido con la cruz svástica como enseña; el fondo rojo indicaba la idea social del movimiento, el círculo blanco el nacionalismo, y la svástica - la misión de lucha por la victoria del hombre ario. Además fue organizada la “división de gimnasia y deportes” que en 1921 fue rebautizada como “Sturmabteilung”, la S.A.; como un auténtico ejército privado, sus miembros llevaban uniformes marrones, y su función consistía en mantener el orden en las reuniones del partido y crear disturbios en las de sus opositores. El mismo año el partido compró un periódico antisemita, el Volkischer Beobachter, condición indispensable para difundir en Alemania la propaganda política. De publicación semanal al principio, pasó en 1923 a ser editado diariamente. El 10 de marzo de 1920 se publicaba en sus paginas: ¡Hagamos una buena limpieza de judíos! Acerca de objetivos finales y las tareas del movimiento Nacional Alemán (Deutsch-Volkish) en lo que a los judíos se refiere, existen varios puntos de vista. Uno de ellos piensa que se necesita un trabajo de esclarecimiento. Otro quiere solamente “eliminar” el espíritu judío del campo cultural; un tercero, eliminarlo solamente de la economía; el cuarto tiene además otros objetivos; en suma, todo se vuelve confuso. Por nuestra parte, consideramos que lo más urgente y necesario es que grupos locales procuren operar primero en sus propios círculos, y barran con una escoba de hierro a los Ostjuden (se refiere a los judíos que inmigraron a Alemania desde Europa del Este y particularmente de Polonia) y a la chusma judía en general. Debemos rechazar sin demora a los Ostjuden y tomar de inmediato medidas implacables contra los demás judíos. Estas medidas consis tirán, por ejemplo, en la introducción de listas de judíos en cada ciu dad o comunidad, y la expulsión inmediata de los judíos de todos los empleos gubernamentales, agencias de prensa, teatros, cines, etc. En resumen, los judíos deberán ser privados de toda posibilidad de seguir ejerciendo su desastrosa influencia. Para que los semitas desocupados no agiten secretamente e inciten contra nosotros, debere mos agruparlos en campamentos colectivos. Gutman I. ,“El holocausto en documentos” pag.17
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Toda esta actividad suponía una gran cantidad de gastos. El ejército ayudó a comprar el periódico, abasteció a la S.A. de armas cortas, les presto rifles, les proporcionó una instrucción táctica y les permitió participar en las maniobras. Algunos miembros como Dietricht Eckart y Hermann Goering 1, eran acaudalados y contribuyeron con considerables Hitler junto a los dirigentes nazis en 1920. Himmler, sumas. Eckart, por su parte, introdujo a Hitler en círculos Frick, Epp, Goering y Goebbels. financieros e influyentes entre los que se contaban los Bechstein, fabricantes de pianos, Ernst Hanfstaengl, cuya familia poseía un negocio de publicaciones artísticas, y Gertrud Von Seydlitz, dueña de acciones en las papeleras finlandesas; muchos colaboraron con préstamos o aportes voluntarios y en ocasiones se recibieron espléndidas donaciones como las de Fritz Thyssen, de Aceros Unidos, quien entregó cien mil marcos de oro. Durante 1921, Hitler conquistó definitivamente el poder en el partido. Su intransigencia en la cuestión de las relaciones con otros grupos afines (como el de Otto Dickel en Augsburgo o Streicher 2 en Nuremberg) para los que contempló como única posibilidad la simple anexión al NSDAP, supuso el definitivo desplazamiento de Drexler y su propio ascenso a Presidente del partido. En 1922, el número de afiliados creció fabulosamente, alcanzando los veinte mil miembros; fue el momento en que se reclutó a la mayor parte de la futura jerarquía del Tercer Reich: Rudolf Hess 3, Alfred Rosenberg 4, Heinrich Himmler 5, Julius Streicher y Gregor Strasser. Los nuevos militantes provenían de la clase media, la burguesía y las capas obreras. La propaganda nazi atraía a todos los insatisfechos, ex oficiales que habían perdido su status militar, pequeños comerciantes, y todos aquellos que con una ofensa pretendida o real, se sentían atraídos 1- Goering, Hermann (1893-1946) Comandante en jefe de la Lutfwaffe, aviación militar alemana, Presidente del Reichstag, Primer Ministro de Prusia y, en tanto sucesor designado por Hitler para ocupar su puesto, segundo hombre en importancia en el Tercer Reich. Como creador de los servicios de policía secreta implantó los primeros campos de concentración para los “enemigos políticos del régimen”. En 1941 dio a Heydrich instrucciones para preparar todo lo necesario para la “solución final” de la cuestión judía. En 1946 fue juz gado y sentenciado a muerte, pero se suicidó antes de ser ejecutado. 2- Streicher, Julius (1885-1946) Fundó y editó el periódico Der Sturmer, famoso por su fanático anti semitismo. Su semanario, que apareció desde 1923 hasta 1945, tuvo un papel de importancia en la difusión de la doctrina nazi. 3- Hess, Rudolf ( 1894-1987) Lugarteniente de Hitler y uno de los más radicales dirigentes nazis. En el pro ceso de Nuremberg fue condenado a cadena perpetua. 4- Rosenberg, Alfred (1893-1946) Ideólogo del movimiento nazi. Sus libros “Las huellas del judío durante las generaciones” y “El mito del siglo XX” se convirtieron en textos básicos del partido. En 1941 comenzó a desempeñar funciones de Ministro a cargo de los territorios ocupados en Europa Oriental. En los juicios de Nuremberg fue condenado como criminal de guerra y sentenciado a muerte. 5- Himmler, Heinrich (1900-1945) Jefe de la Gestapo y de la SS; Ministro del Interior del Reich desde 1943 hasta 1945. Organizó e implementó el terrorismo de estado contra los oponentes al régimen nazi. Responsable directo del asesinato de miles de judíos, prisioneros de guerra y enemigos ideológicos. Con la derrota de Alemania trató de escapar tomando una falsa identidad, pero fue capturado, suicidándose antes de empezar su juicio.
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por los principios ideológicos que el partido sostenía. El propio Hitler lo llego a definir mejor que nadie: “Para el trabajador consciente de su clase no hay lugar en el NSDAP, así como tampoco para el burgués consciente de su clase”. Si bien hacia 1923 el partido rebasaba la cifra de cincuenta mil afiliados, entre los cuales el número de los hombres encuadrados en la S.A. alcanzó a diez mil miembros, el partido aún era desconocido fuera de Baviera. Fue 1923 el año en el cual los nazis marcaron su primer paso hacia el poder. Las circunstancias eran propicias; la constitución de Weimar estaba resultando de difícil funcionamiento; como en cualquier democracia, existían en Alemania poderosos intereses implicados que actuaban como grupos de presión para persuadir a los políticos a que satisficieran sus exigencias especificas. Mientras que el Tratado de Versalles aún era desaprobado en todo el país, las fuerzas hostiles a la república crecían en forma vertiginosa. En el marco de la crisis económica, la inflación alcanzo el punto máximo con el hundimiento del mercado, coincidiendo con la ocupación del Ruhr por Francia para garantizarse el cobro de las reparaciones de guerra. En septiembre de 1923, el canciller Stresemann, que adoptó la impopular política de terminar con la resistencia pasiva de la población del Ruhr, y se hizo cargo del pago de las reparaciones, debió enfrentarse con disturbios en todas partes. Las reacciones políticas fueron generales y se expresaron en agitaciones nacionalistas y separatistas. En Sajonia y en el Ruhr se temieron revueltas comunistas; en la zona del Rin floreció un movimiento separatista y en el norte del país se intentaron revueltas por parte de la organización paramilitar “Reichswehr negra” que al intentar una reedición del putsch de Kapp fue frenada por el ejército. Un golpe militar convirtió a Baviera en bastión de la extrema derecha nacionalista. Gustav Von Kahr, que dirigió desde 1923 un gobierno separatista en la zona, pretendió sustraer a la región de la nación alemana vinculándola con la dinastía de los Wittelsbach 1. El 8 de noviembre de 1923, aprovechando la convocatoria de Von Kahr a un mitin político, Hitler decidió entrar en la escena con el fin de lograr sus objetivos: crear en Baviera un gobierno nacionalista cuya autoridad se debería extender a toda Alemania. El llamado “Putsch de la cervecería”, en el cual Hitler intento obligar por la fuerza a Von Kahr a constituir un gobierno afín a sus deseos, culminó en una serie de enfrentamientos callejeros que dejaron un saldo de catorce muertos. El juicio a los conspiradores arrojó una sombra de descrédito en la administración de justicia de la república de Weimar. Por sus influencias, Hitler logró que la sentencia fuera benévola con él: El Putsch de la cervecería - Noviembre de 1923 - Himmler en la Barricada nazi.
1- Familia bávara que tomó el nombre del castillo de Wittelbach en el que residió desde el siglo XII.
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cinco años de prisión, con la garantía de que sería propuesta su libertad condicional en seis meses. Aunque fueron varios los procesados, fue Hitler quien monopolizó la atención del público. De manera arrogante afirmó que no había cometido ningún delito, que el gobierno republicano era el verdadero criminal y que el Putsch era un legítimo intento de restaurar el honor alemán. Si bien el putsch fue un fracaso, le proporcionó a Hitler un renombre superior al de un dirigente local y le permitió proyectar su figura sobre el conjunto del mundo alemán. Hitler fue recluido en la fortaleza de Landsberg durante los nueve meses de prisión a que se redujo su condena. Allí comenzó a redactar la primera parte de “Mein Kampf”- Mi Lucha, una obra esencialmente autobiográfica en la cual presentó sus principios filosóficos básicos. La segunda parte del libro fue redactada en 1926 y en ella Hitler definió la ideoloPortada de la edición del año gía y los métodos policíacos del Nacional Socialismo. 1935 de Mein Kampf. Esta pausa en la carrera de Hitler coincidió con la recuperación política y económica del régimen republicano. Cuando Hitler fue puesto en libertad condicional, se encontró con un partido prohibido, reducido a veintisiete mil militantes, y fracturado en distintas tendencias. Convencido aún de su destino, había aprendido una valiosa lección política; si la rebelión armada había sido un fracaso, era necesario hacerse con el poder dentro del marco de la constitución vigente; a esto aludía Hitler con la “política de legalidad”, que finalmente impuso al partido. A tal efecto, Hitler se abocó a la tarea de construir una organización política que llegaría a constituirse en un “Estado dentro del Estado”. A la cabeza de la estructura se encontraba Hitler “líder supremo del partido y de la SA, y Presidente de la organización laboral nacional- socialista”. Directamente dependiente de este cargo estaba el directorio para el Reich, que reunía a los hombres más importantes del partido. Este fue dividido en dos secciones principales. Una estaba dirigida por Strasser y tenía por misión minar el Estado existente, y la otra contaba con los departamentos de agricultura, política económica, raza y cultura, cuestiones legales, trabajo e ingeniería y otros. Además Martín Bormann 1 administraba una fundación para asistir a los incapacitados o a las familias de los miembros muertos al servicio del partido. La propaganda estaba constituida en un departamento aparte, que se encargó de organizar Joseph Goebbels 2, un genio en la materia.
1- Bormann, Martín (1900-?) Secretario privado de Hitler, y Reichsleiter, la más alta jerarquía después de Hitler en el partido nazi. Desde 1933 a 1941 actuó como jefe de gabinete del Lugarteniente de Hitler. Desde 1941 se desempeñó como jefe absoluto de la Cancillería del Fuhrer. Numerosas señales indican que al con cluir la guerra logró escapar a Sudamérica vía Roma. Fue sentenciado a muerte en ausencia por el Tribunal de Crímenes de Guerra de Nuremberg en 1946. 2- Goebbels, Joseph (1897-1945) Jefe de propaganda del régimen nazi, y dictador de su vida cultural durante doce años. En 1933 fue nombrado Ministro de Propaganda del Reich, puesto desde el cual dirigió todos los medios de comunicación masivos de Alemania. Se suicidó junto con su familia en mayo de 1945.
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Por su parte, la SA tenía su propio cuartel general y sus propios mandos, independientes de los del partido, y una escuela en Munich para la formación de sus líderes. Contaba también con cuerpos auxiliares como las unidades motorizadas y una escuadrilla aérea. En 1929 la Schurzstaffeln-SS, creada en 1925 como un cuerpo de guardaespaldas, asumió la función de vigilar y controlar al partido y a su rama paramilitar; la SS bajo el liderazgo de Heinrich Himmler, se convirtió rápidamente en la organización más poderosa del partido y más tarde, del Estado nazi. Otras tantas organizaciones partidarias surgieron en este período: las juventudes hitlerianas agrupaban a los jóvenes de 15 a 18 años, y la kulturbund estaba destinada a intelectuales y artistas; las mujeres, los estudiantes, los maestros, los funcionarios, doctores y abogados tenían sus propias organizaciones. Los años 1925-1929 le permitieron a Hitler asegurarse la dirección exclusiva del movimiento, dotarlo de una ideología más cercana a su voluntad, y reorganizar a un NSDAP que creció en militancia y se conformó en un auténtico partidoestado férreamente centralizado, y en un partido-sociedad que multiplicó sus organizaciones horizontal y sectorialmente, penetrando en el conjunto de la estructura social.
La Ideología Nazi La primera plataforma del partido nazi, redactada por Adolf Hitler y Anton Drexler, se presentó el 24 de febrero de 1920 en una asamblea pública del partido nazi. Durante el transcurso de los años se agregaron interpretaciones y aclaraciones al texto, pero se mantuvo básicamente sin alteraciones durante la década de los años veinte y principios de la década del treinta. A continuación te presentamos su texto completo: PROGRAMA DEL PARTIDO OBRERO ALEMÁN NACIONAL-SOCIALISTA (NSDAP) MUNICH, 24 DE FEBRERO DE 1920 El programa del Partido Obrero Alemán es un programa para nuestra época. Sus jefes se niegan, una vez alcanzados los objetivos inscritos en este programa, a incluir otros que tengan como único fin posibilitar la prolongación de la existencia del partido, excitando artificialmente el descontento de las masas. 1. Reclamamos la unión de todos los alemanes en torno a una gran Alemania, sobre la base del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos. 2. Reclamamos la igualdad de derechos del pueblo alemán con las otras naciones, y la abolición de los tratados de paz de Versalles y de SaintGermain. 3. Reclamamos tierras (colonias) para alimentar a nuestro pueblo e instalar en ellas a nuestro excedente de población. 4. No pueden ser ciudadanos del Estado más que los integrantes del pueblo. Sólo pueden formar parte del pueblo los que tengan sangre alemana, sin tomar en cuenta su creencia religiosa. Por lo tanto, ningún judío puede ser miembro del pueblo.
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5. Quien no sea ciudadano, no puede vivir en Alemania más que a títu lo de huésped, y debe someterse a la legislación sobre extranjeros. 6. El derecho a decidir sobre el gobierno y la legislación del Estado sólo pertenece a los ciudadanos. En consecuencia, reclamamos que toda función pública, cualquiera que ella sea, tanto al nivel del Reich como del Land o de la comuna, sea desempeñada únicamente por ciudadanos. Combatimos el sistema parlamentario corruptor de atribución de bancas únicamente en virtud de un enfoque partidista, sin consid eración al carácter ni a las aptitudes del titular. 7. Reclamamos que el Estado se comprometa a asegurar, antes que nada, las condiciones de subsistencia y de existencia de los ciu dadanos. Si no es posible alimentar al conjunto de la población del Estado, se expulsará del Reich a los súbditos de naciones extranjeras (no-ciudadanos).1 8. Debe ser impedida toda inmigración suplementaria de no-alemanes. Reclamamos que todos los no-alemanes ingresados en Alemania des pués del 2 de agosto de 1914, sean obligados a abandonar el Reich inmediatamente.2 9. Todos los ciudadanos deben poseer los mismos derechos y deberes. 10. El primer deber de todo ciudadano es el de producir, intelectual o físicamente. La actividad del individuo no debe perjudicar los intere ses de la comunidad, sino ejercerse dentro del marco general y para beneficio de todos. En consecuencia reclamamos: 11. La supresión de los beneficios obtenidos sin trabajo ni esfuerzo; el fin de la servidumbre del interés. 12. Tomando en cuenta los inmensos sacrificios en bienes y en sangre vertida que toda guerra demanda al pueblo, el enriquecimiento per sonal gracias a la guerra debe ser calificado de crimen contra el pueblo. Reclamamos por consiguiente la recuperación total de todos los beneficios de guerra. 13. Reclamamos la nacionalización de todas las empresas (ya) consti tuidas en sociedad (trusts). 14. Reclamamos la participación en los beneficios de las grandes empresas. 15. Reclamamos una ampliación generosa de las jubilaciones. 16. Reclamamos la constitución y el mantenimiento de una clase media sana; la municipalización inmediata de los grandes comercios y su alquiler a bajo precio a pequeños comerciantes; que se tome en cuen ta en forma sistemática a todos los pequeños comerciantes para los suministros al Estado, Länder y comunas. 17. Reclamamos una reforma agraria apropiada a nuestras necesi dades nacionales; la elaboración de una ley sobre expropiación sin indemnización del suelo por causa de utilidad pública; la supresión
1- La distribución socioprofesional de los judíos en 1925 era la siguiente: independientes, 47,5% (Reich, 15,1%); empleados, 33,8% (17,2%); obreros, 9,2% (48,8%); otros, 9,5% (18,9). La confección de ropa, el comer cio (grandes tiendas), la banca, las profesiones liberales, estaban ampliamente abiertas a los judíos. 2- En 1910, había en el Reich 615.000 judíos (0,95%); en 1925, 564.000 (0,93%). Pero el 18,6% de los judíos de Prusia había nacido en el extranjero y 40.000 judíos polacos y rusos habían sido naturalizados entre 1919 y 1933.
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de la renta de bienes raíces y la prohibición de toda especulación del suelo. 18. Reclamamos una lucha sin miramientos contra los que, por sus actividades, dañan el interés general. Los infames criminales contra el pueblo, usureros, traficantes, etc., deben ser castigados con la pena de muerte, sin consideración a sus creencias o a su raza. 19. Reclamamos la sustitución del derecho romano, que sirve a un orden materialista, por un derecho alemán. 20. A fin de permitir a todo alemán capacitado y trabajador tener acce so a una instrucción de alto nivel y de ese modo poder llegar a desempeñar funciones dirigentes, el Estado debe encarar una reorga nización radical de todo nuestro sistema de educación popular. Los programas de todos los establecimientos de enseñanza deben ser adaptados a las exigencias de la vida práctica. La asimilación de conocimientos de instrucción cívica debe ser iniciada en la escuela desde el despertar de la inteligencia. Reclamamos la educación por cuenta del Estado de los niños particularmente dotados en el plano intelectual, cuyos padres sean pobres, sin considerar su estado o pro fesión. 21. El Estado debe tomar a su cargo el mejoramiento de la salud públi ca mediante la protección de la madre y del niño; la prohibición del trabajo infantil; el impulso de una política de educación física que comprenda la instauración oficial de la gimnasia y del deporte obligatorios, y ayuda máxima a las instituciones especializadas en la educación física de los jóvenes. 22. Reclamamos la abolición del ejército de mercenarios y la formación del ejército popular. 23. Reclamamos una lucha, mediante la ley, contra la mentira política deliberada y su difusión por la prensa. A fin de permitir la constitu ción de una prensa alemana, reclamamos: a) que todos los redactores y colaboradores de diarios que aparecen en lengua alemana, sean obligatoriamente integrantes del pueblo (Volksgenossen); b) que los diarios no alemanes sean sometidos a la autorización expresa del Estado para poder aparecer. Que no puedan imprimirse en lengua alemana; c) que toda participación financiera y toda influencia de no alemanes sobre los diarios alemanes sean prohibidas por la ley; y reclamamos como sanción para toda infracción, el cierre de la empresa de pren sa y la expulsión inmediata fuera del Reich de los alemanes involu crados. Los diarios que atenten contra el interés general deben ser pro hibidos. Reclamamos que la ley combata las tendencias artísticas y literarias que ejercen una influencia disolvente sobre la vida de nuestro pueblo, así como la clausura de los establecimientos que van contra las exigencias aquí enunciadas. 24. Reclamamos la libertad para todas las confesiones religiosas, en la medida en que ellas no pongan en peligro la existencia del Estado, y no vayan contra el sentido de las costumbres y la moral de la raza germánica. El partido, por su parte, defiende el punto de vista de un
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cristianismo positivo, pero sin ligarse a ninguna confesión determi nada. Combate el espíritu judeo-materialista entre nosotros y a nues tro alrededor, y está convencido de que una purificación perdurable de nuestro pueblo no puede lograrse más que desde dentro, sobre la base del principio: el interés general prevalece sobre el interés parti cular. 25. Para la realización de todas estas reivindicaciones, reclamamos para el Reich la constitución de un poder central fuerte; la autori dad absoluta del parlamento central sobre todo el Reich y sus orga nizaciones; la constitución de cámaras de oficios y profesiones para la aplicación, en los diferentes estados federales, de las leyes básicas dictadas por el Reich. Los dirigentes del partido se comprometen totalmente, con peligro de sus vidas si es necesario, a realizar los puntos enunciados en este programa. Ibidem. Pág. 13-17
Consigna de trabajo 1- Completa el siguiente cuadro, sintetizando los artículos que responden a los siguientes aspectos: POLÍTICA INTERNA RELIGIÓN ECONOMÍA SALUD GOBIERNO SOCIEDAD PRENSA POLÍTICA EXTERNA JUDICIAL EDUCACIÓN 2- Reflexiona y responde: a- ¿Qué demuestra que el Nacionalsocialismo era popular y renovador y no elitista y conservador? b- ¿En qué se puede ver la expresión del “socialismo” del partido? c- ¿Qué demandas se pueden considerar “totalitarias”, es decir, exigen la anu lación de la libertad del individuo y su subordinación a las necesidades de la comunidad? 259
Muchos historiadores consideran que el nazismo constituyó un movimiento que no estaba basado en un conjunto de normas razonadas y coherentes, aunque sus líderes sustentaran opiniones que proveyeran a sus acciones de una base y una justificación general que precedieron a la acción política. El mismo Hitler subrayó la importancia de lo que él denominaba la “Weltanschauung” es decir, “una actitud ante la vida” o “filosofía cotidiana” que no estaba estrechamente basada en un pensamiento racional. Entre los elementos más característicos de la Weltanschauung nazi destacamos: • idea del Folk o étnos: los nazis exaltaban la idea de un pueblo de orígenes raciales puros que estaba unido místicamente en una primitiva comunidad de sangre y tierra, y que no reconocía fronteras políticas. El Estado concebido como un organismo artificial tenía por único objetivo preservar al Folk. También el lugar que ocupaba el Folk determinaba la función del partido en cuanto expresión de sus deseos, y justificaba la subordinación de las libertades individuales a su servicio. Hitler sostenía que los verdaderos intereses del Folk no podían alcanzarse a través de formas democráticas de gobierno. Las votaciones secretas y las decisiones de la mayoría debilitaban la responsabilidad del individuo ante el Folk, destruyendo las heroicas cualidades características de la raza. Racismo científico. • Idea del romanticismo de la comunidad: el nazismo Mediciones de cabezas para destacó la importancia de las emociones y el rechadeterminar los tipos raciales. zo de la “lógica” en el sentido académico de la Ilustración. Puso especial énfasis en la revalorización del pasado, la Edad Media y la Antigüedad, momento histórico en el cual se cristalizó por primera vez la “nacionalidad” alemana. Dio relevante importancia a símbolos, nombres y lugares históricos. Por ejemplo, la preferencia en el uso de la escritura gótica, de palabras antiguas como Gau –región- y la instalación de numerosas bases y reductos de la SS en fortalezas medievales. El pasado simbolizaba la armonía, la pureza destruida por el modernismo. Los numerosos mitos creados en torno a la glorificación de la juventud y de la fuerza generaron el surgimiento del mito de la violencia como expresión de la espontaneidad (irracional) y como vía de realización de la virilidad. A nivel nacional, el significado de este mito era la guerra, entendida como un fin en sí misma y no sólo como un medio para alcanzar determinados objetivos. • Idea del Führerprinzip: la idea del “principio de liderazgo” implicaba la confianza ciega en el líder carismático. El natural instinto de las masas era seguir los dictámenes de su líder, quien manifestaba cabalmente sus verdaderos deseos. Teóricamente, el führer suponía ser la personificación del espíritu del Folk, espíritu que podía estar dormido o ser ignorado durante siglos, pero que podía expresarse en la persona de su líder. Este principio tomó la idea de Hitler, de que los grandes acontecimientos y realizaciones de la historia eran obra de 260
grandes hombres, aunque en determinadas circunstancias cabía atribuirlas, además, a un grupo selecto o elite. Tomando como modelo la organización militar tradicional, en el contexto nazi, el papel de elite le correspondió al partido, un organismo concebido como nexo entre el Führer y el Folk, una estructura jerárquica en cuya cúspide se encontraba el líder. • Idea del Lebensraum o espacio vital: el nazismo pretendía una Alemania poderosa en la Europa central y oriental que se extendería en tanto lo permitiera el poder militar. Animaba la reagrupación de todos los alemanes en torno a una “Gran Alemania” defendiendo una política expansionista para la ampliación de sus fronteras. Hitler consideraba que las amplias áreas contiguas a Alemania, una vez conquistadas y controladas eficazmente, proveerían de materias primas y otras exigencias económicas suficientes para convertir al país en una nación autosuficiente, factor vital para un estado de guerra o de tregua armada. Los pueblos sometidos de las regiones conquistadas estaban destinados a servir de medio a la raza alemana para mantener un alto standard de vida, mientras el suyo permanecería perpetuamente inferior, acorde a su origen racial. El aspecto más característico de la “Weltanschauung” nazi era su insistencia en la idea de “raza”. Toda la visión nacional-socialista del mundo giraba en torno a los conceptos de “pueblo-raza” y en esta concepción el judaísmo ocupaba el lugar central. Si bien el antisemitismo existió en Alemania y en otros países europeos durante muchos siglos, las doctrinas racistas que hicieron su aparición inicial en el siglo XIX, añadieron un nuevo impulso al odio antijudío al postular que la esencia judía se revelaba en su peculiaridad biológica, en la sangre que corre por las venas del judío. En muchos países, el antisemitismo moderno fue usado como instrumento de propaganda política para lograr el apoyo de las masas. Sin embargo, sólo con el surgimiento del nazismo el antisemitismo racial fue adoptado como directriz por un partido político de grandes dimensiones. La originalidad del nazismo radicó en haber sabido dar a los principios del antisemitismo moderno una forma coherente y dinámica, y a partir de la crisis de 1930, una expresión política de masas. La obra autobiográfica de Hitler “Mein Kampf” y el “Mito del Siglo XX” de Alfred Rosenberg son los dos textos más significativos de lo que el nazismo representaba para sus líderes y seguidores. Alfred Rosenberg, quien ostentó el status de filósofo oficial del movimiento, concibió a la interpretación histórica a partir de categorías de lucha interracial. La lucha que Rosenberg había creído percibir a lo largo de la historia había tenido lugar entre la super-raza nórdica o aria y otras razas menores de la humanidad. Influido por las ideas del conde de Gobineau y de Houston Chamberlain, expresadas en los textos “Desigualdad de las razas humanas” de mediados del siglo XIX y “Los fundamentos del siglo XIX” de principios de siglo respectivamente, Rosenberg sostenía que la raza aria provenía del norte de Europa, desde donde se había expandido a Egipto, Persia, India, Grecia y Roma; que esta raza, la única apta para crear cultura, había remodelado las antiguas 261
civilizaciones que florecían en aquellas áreas, y que el colapso de estas civilizaciones había obedecido a la degeneración provocada por la mezcla de los arios con las razas inferiores. “Los judíos pertenecen a las razas inferiores que proceden del Medio Oriente. En realidad son una “Anti-raza” y constituyen el factor princi pal del caos racial; este caos es promovido intencionalmente por el judío con el fin de deteriorar la grandeza nórdica y pegarse como parásito al lugar vulnerable, ya que el parasitismo es su esencia; se trata de una ley vital, de un hecho biológico inmutable. Se trata del carácter de esta nación, carácter que no puede ser cambiado ni siquiera por el bautismo... El peligro más grave estriba en su programa de dominar el mundo de acuerdo al plan de los filósofos judíos desde Esdras y Nejemias hasta Marx, Rothschild y Trotsky... Rusia está gobernada por judíos que usan la revolución comunista- que fue financiada por los judíos de Wall Street- como una máscara para la banca mundial... Resumiendo: también el marxismo debe ser visto como una lucha de razas” Rosemberg, A. “El Mito del Siglo XX”
La anti-raza y gran parte de la causa de lo que, para Rosenberg, era “degenerado”, era la raza judía. Para él todas las facultades mentales y morales eran raciales. “Pensamos con nuestra sangre” era la respuesta a cualquier argumento convincente de crítica analítica, basado consistentemente en la evidencia de los hechos. Rosenberg caracterizaba “su” raza aria como rubia, de ojos azules, alta y de cráneo alargado. Entre sus características personales incluía el honor, el valor, el amor a la libertad y un espíritu de investigación científica. No obstante, los aspectos mentales y físicos no siempre correspondían, y los límites exactos de la raza no quedaban demasiado claros. Aún así, la teoría de Rosenberg fue ascendida al rango de “antropología política” “Nos reprochan que nuestras nociones de raza y sangre son veladas y borrosas. Esto es así –dice Alfred Rosenberg- para aquellos que son guiados por el intelecto, esa facultad subordinada, terciaria, del hombre. Pero los Nacional-socialistas -continúa diciendo Rosenberg- arriban a la verdad por otros medios: para nosotros la verdad no significa una verdad o una falsedad desde el punto de vista lógico, sino desde el punto de vista de su utilidad o inutilidad, gobernada por una ley inmanente o carente de libertad”. “Mein Kampf” (mi lucha) escrita por Adolf Hitler en la prisión de Landsberg en 1923, constituye otro de los basamentos ideológicos que sustentaron el pensamiento y la acción de los nacional-socialistas en el transcurso de su existencia. A continuación, te presentamos algunos párrafos salientes del texto: Si triunfara el judío, con la ayuda de su credo marxista, sobre los pueblos del mundo, si alcanzara su victoria, ésta sería la iniciación de la agonía de la humanidad, y el globo terrestre volverá atrás a un éter vacío de hombres, como hace miles y miles de años. La naturaleza eter na se venga sin misericordia de todo atentado contra sus leyes. De
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acuerdo con esto yo creo hoy que actúo con el espíritu del Creador omnipotente, así me defiendo del judío y lucho a favor de la acciones del Señor del Universo (...) “Los protocolos de los sabios de Sión”, tan odiados por los judíos, mues tran obvia y singularmente hasta qué punto se basa la existencia de ese pueblo en una mentira continua. “Esos documentos son resultado de las falsificaciones”, clama y se lamenta el periódico de Frankfurt, Frankfurter Zeitung, cada semana en todo el mundo y ésta es la mejor prueba de que son verdaderos... El día que ese libro llegue a ser conoci do por todo el pueblo, será eliminado el peligro judío (...) La enemistad de los judíos se vuelve contra cualquiera que no se le parece espiritualmente. Dado que el judío no es el atacado, sino el ata cante, califica de enemigo no sólo al que lo ataca, sino también a quien se le opone. El arma mediante la cual intenta destruir almas nobles, pero temerarias, no es la lucha franca, sino la mentira y la difamación. El dominio de los judíos sobre la nación parece ahora tan seguro que puede presentarse no sólo como judío; sino por encima de eso, confiesa parte de su pensar nacional (Volkisch) y político sin recato. Parte de su raza confiesa abiertamente que es un pueblo extranjero, pero aquí tam bién se oculta una mentira, ya que el sionismo intenta engañar al mundo afirmando que las inquietudes por una respuesta nacional de los judíos encontrarán satisfacción en la creación de un estado palesti no - los judíos engañan una vez más a los “goim” (no judíos) tontos. No tienen intención alguna de crear un estado judío en Palestina para asentarse en él, sino que toda su ambición es crear un centro orgánico para sus actividades fraudulentas a niveles internacionales, un centro soberano protegido de la intervención de otros países, es decir, un refu gio para villanos y una escuela superior para el perfeccionamiento de impostores. El hecho de que se presenten descaradamente y con arrogancia como raza judía, en tanto una parte imita fraudulentamente al alemán, francés o inglés, es señal de su fe y seguridad crecientes. El joven judío, de cabellera negra, acecha con expresión diabólica en su rostro, a una joven inocente, la contamina con su sangre y así la cercena de su pueblo. Trata por todos los medios de destruir la base racial del pueblo que pretende dominar. Y tal como él mismo corrompe intencionalmente mujeres y jovencitas, no tiene recato en derribar la separación de la religión frente a otros. Estos fueron y son los judíos. Trajeron a los negros hasta las orillas del Rhin, con la intención pre cisa y oculta de destruir la odiosa raza blanca y bajar su nivel cultur al y político mediante un bastardeo inevitable, y elevarse al grado de gobernante. Un pueblo de raza pura, consciente de su sangre, no será sometido jamás por el judío. En este mundo, el judío será amo de bastardos úni camente. Por eso premedita alevosamente reducir el nivel racial mediante el envenenamiento de los individuos en el transcurso del tiempo. En el ámbito político empieza por reemplazar el principio democrático por la dictadura del proletariado.
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Encontró sus armas en las masas organizadas del marxismo, que le permiten deshacerse de la democracia y en su lugar, esclavizar a los pueblos con puño de hierro y dominar como tirano. Actualmente se conduce según un plan de revolución doble: revolución económica y política. A los pueblos que reaccionan a sus ataques con demasiada violencia, los encierra en una trampa que es una red de enemigos, gracias a su influencia internacional, alentados a declararles la guerra y final mente, si es necesario, despliega en los campos de batalla el milagro de la revolución. En el campo de la economía, confunde a los estados durante el tiempo necesario hasta que confiscan las empresas sociales que ya no son rentables y las pone bajo su supervisión financiera. En la política niega los fondos que les permiten a las naciones manten erse independientes, socava los cimientos de la autonomía y la autode fensa, destruye la confianza en la defensa, falsifica la historia y el pasado, y humilla todo lo que tiene grandeza. En la cultura pervierte el arte, la literatura y el teatro, crea confusión en los sentidos naturales, pone en duda todos los conceptos referentes a lo bello, lo sublime, lo noble y bueno y reduce al hombre al abismo de la actividad de los cerdos. Se burla de la religión. Considera las costumbres y la moral obsoletas hasta que despiertan la columna vertebral del espíritu nacional que lucha por su existencia en el mundo. Ahora empieza la última gran revolución. Con el poder político en sus manos, se despoja del último disfraz que aún llevaba. El judío popular democrático se convierte en el judío tirano sangriento. En pocos años intenta desvanecer a los representantes nacionales de la intelectuali dad y cercenar a los líderes espirituales naturales de su pueblo para imponerle un destino perpetuo de esclavitud y subordinación. El ejemplo más terrible es Rusia, allí incita a la muerte o a la elimi nación de treinta millones de hombres con un salvajismo diabólico y torturas infernales. Así quiere asegurarse el dominio sobre un pueblo grande, para un grupo de especuladores bursátiles y contemporáneos corruptos de raza judía. Pero el final conllevará no sólo la desapari ción de la libertad de los pueblos sometidos a los judíos, sino también la destrucción del propio parásito de los pueblos. Con la muerte de su víctima muere también, tarde o temprano, ese vampiro (...) Michman, D. “Holocausto, un estudio histórico”. Unidad 1, págs. 88-92
“Mientras el judío parece desbordarse en el ansia de “luces”, de “pro gresos”, de “libertades”, de “humanidad”, etc., practica íntimamente un estricto exclusivismo de su raza. Si bien es cierto que a menudo fomen ta el matrimonio de judías con cristianos influyentes, sabe en cambio mantener pura su descendencia masculina. Envenena la sangre de otros, en tanto que se conserva incontaminada la suya propia. Rara vez el judío se casa con una cristiana, pero sí el cristiano con una judía. Los bastardos de tales uniones tienden siempre al lado judío. Esta es la razón por la cual, ante todo, una parte de la nobleza está degenerando completamente. Esto lo sabe el judío muy bien y practica
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por eso sistemáticamente este modo de “desarmar” a la clase dirigente de sus adversarios de raza. Para disimular sus manejos y adormecer a sus víctimas no cesa de hablar de la igualdad de todos los hombres sin diferencia de raza ni de color. Los imbéciles se dejan persuadir”. (Después de explicar que el judaísmo no es nación ni religión) “La religión judía no es sino un medio para la preservación de la raza...” “Como el judío no posee capacidad productiva propia, debe vivir del trabajo y de la creatividad de otras naciones. Así, la existencia del judío mismo se convierte en una existencia parasitaria dentro de las vidas de otros pueblos. De aquí que la meta final de la lucha judía por la existencia sea la esclavización de pueblos productivamente activos. Para lograr su cometido... el judío hace uso de todas las armas que concuerdan con todo el aparato de su carácter... En la política exterior trata de llevar a las naciones a un estado de intranquilidad, desviar las de sus intereses verdaderos y arrojarlas a guerras recíprocas para ir dominándolas poco a poco con la ayuda del poder del dinero y la propaganda... Su objetivo primordial es la desnacionalización, la bas tardización promiscua de otros pueblos, la degradación racial de los pueblos de raza superior... El resultado del dominio judío es siempre la ruina de toda cultura y finalmente la locura del propio judío. Porque él es un parásito y su victoria significa su propio fin tanto como la muerte de su víctima... El marxismo es el arma de terror que el judío usa brutal y cruelmente en nuestros días... En Rusia el total de vícti mas de la lucha por la hegemonía judía llega a veintiocho o treinta millones... Después del éxito de la revolución, el judío destruyó por completo las normas del orden, de la moralidad, etc. Abolió el matri monio y proclamó en su lugar una copulación general con el propósito de procrear una mescolanza inferior, por medio de una bastardización caótica; esta mezcolanza no podrá producir un liderazgo propio y deberá recurrir a los judíos como su único elemento intelectual... Gutman, I. “El holocausto en documentos”, págs. 14-15
Consigna de Trabajo Reflexiona y responde a- Según la opinión de Hitler, ¿Cuáles son las dos concepciones de mundo absolutamente opuestas? Fundamenta tu respuesta citando expresiones del texto. b- Señala las expresiones en las que Hitler se refiere a los judíos. ¿Qué con cepción refleja su pensamiento? c- ¿Cómo se asocian los términos “marxismo” y “judaísmo” en la teoría de Hitler? d- ¿Qué lugar ocupa el antisemitismo en la doctrina de Hitler? Fundamenta tu respuesta. A los documentos ya analizados, es importante agregar otra fuente –el testamento político de Hitler-, dictado durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial en su refugio de Berlín, poco antes de suicidarse. 265
Adolf Hitler MI TESTAMENTO
POLÍTICO
Han pasado más de treinta años desde que otorgué mi fuerza modesta, en el año de 1914, a la Primera Guerra Mundial, impuesta al Reich. En el curso de esas tres décadas, los móviles de mi pensamiento, de mis actos y de mi vida misma han sido el amor y la lealtad a mi pueblo. Ellos me dieron la fuerza para tomar las decisiones más difíciles que jamás tuvo que enfrentar mortal alguno. Mi tiempo, mi capacidad para el trabajo y mi vida se agotaron en esas décadas. No es verdad que yo o cualquier otro en Alemania hayamos querido la guerra de 1939. Los que la querían y quienes hostigaron para llegar a ella fueron única y exclusivamente los políticos de origen judío o que trabajaban al servicio de los intereses judíos (...) Pasarán cientos de años, pero de las ruinas de nuestras ciudades y de nuestras obras de arte se levantará y resurgirá siempre el odio contra ese pueblo que al final de cuentas es el responsable de todo lo sucedido y de lo que padecemos: ¡El judaísmo internacional y sus lacayos! (...) Tampoco dejé duda alguna de que si los pueblos europeos no se consideran, nuevamente, más que un paquete de acciones en esas manos conspiradoras internacionales (en asuntos monetarios y financieros) deberán entonces reclamar la responsabilidad de ese pueblo que es el culpable verdadero de esos círculos de exterminio: el judaísmo. No dejé persona alguna sin la seguridad de que esta vez no sólo morirán de hambre millones de niños europeos de los pueblos arios, no sólo perecerán millones de hombres adultos y cientos de miles de mujeres y niños serán quemados y bombardeados mortalmente, sino que el verdadero culpable deberá pagar su culpa y no por medios más humanos (...) Por encima de todo obligo al liderazgo de la nación y a quienes los siguen, a guardar minuciosamente las leyes raciales y a oponerse sin misericordia al envenenador de los pueblos – el judaísmo interna cional. Hecho en Berlín, 29 de abril de 1945, hora 4:00 Adolf Hitler Testigos: Dr. Joseph Goebbels, Martin Bormann, Wilhelm Burgendorf, Hans Krebs Michman, D. “Holocausto, un estudio histórico”. Unidad I, pág. 97
Consigna de trabajo Considerando el contexto en el cual el testamento fue formulado ¿Qué ideas aporta el documento respecto al lugar que ocupa el judaísmo en la visión del mundo de Hitler?
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El historiador Ch. Browning en su libro “The final solution and the german foreign office” sintetiza en el siguiente texto la concepción de Hitler y el nazismo presentadas hasta aquí. “El concepto del judío como chivo expiatorio universal le confirió cohe sión interna a la concepción del mundo de Hitler, ya que era el eslabón que unía a todos los blancos de sus ataques: los dueños de las tiendas, de departamentos, los parásitos capitalistas y los provocadores comu nistas; las democracias plutocráticas occidentales dominadas por los judíos y la Rusia bolchevique-judía. La monstruosa irracionalidad, centro de su pensamiento, fue precisamente la que otorgó una aparente racionalidad a sus argumentos variados y contradictorios... El mismo concepto contribuyó a consolidar su movimiento. La clase media baja, que tantas esperanzas había depositado en el nazismo, recibió –en lugar de la realización de estas esperanzas- la recompensa de saberse miembro de la raza superior. Como dice Mosse, la revolución alemana se convirtió en la revolución anti-judía, una revolución segura, que no amenazaba al patrimonio ni tampoco a las relaciones tradicionales entre las clases... El antisemitismo no era, entonces, una de las obse siones de Hitler, sino una muy especial... Era imposible, para quien se encontrara en el partido nazi, negar o siquiera poner en duda, la exis tencia del problema judío... Todos debían partir del supuesto que el problema judío existía tal como Hitler lo veía... Esta era la explicación de todos los problemas y por lo tanto, el problema cardinal.”
La agonía republicana El 24 de octubre de 1929 (el denominado “jueves negro”) la bolsa de valores de Nueva York se hundió estrepitosamente. Cerca de trece millones de acciones se ofrecieron a la venta, mientras que la demanda fue nula. Los bancos intervinieron con escaso éxito para detener el pánico, y la crisis industrial se extendió con el crack financiero. Entre las principales causas que generaron la crisis podemos considerar: • La Primer Guerra Mundial favoreció una incipiente industrialización fuera de Europa y de los Estados Unidos. Algunos países americanos y coloniales, al faltarles las importaciones europeas por el conflicto bélico, crearon sus propias fábricas textiles y algunas siderurgias. Tras la finalización de la guerra, estas industrias no detuvieron su crecimiento. A partir de 1925, Europa, por su parte, entró en una fase de prosperidad y superó los índices alcanzados en 1914. El total mundial de productos agrarios y materias primas minerales aumentó en un 11%; las reservas mundiales de trigo alcanzaron los veinte millones de toneladas métricas, y la producción industrial se incrementó en un 25%. A finales de la época del veinte, la economía mundial producía más de lo que podía consumir. • La especulación de capitales fue otro de los factores desencadenantes de la “gran depresión”. La política crediticia de dinero barato fomentada por los Estados Unidos, fue aprovechada por un gran número de pequeños bancos 267
y compañías financieras que invertían en la bolsa y en el extranjero de manera confiada. El Federal Reserve System facilitaba dinero al 5% de interés, los bancos lo retiraban y prestaban al 12% a los inversores de bolsa. La psicología colectiva y el interés de las grandes compañías produjeron la suba de las cotizaciones en forma desproporcionada de acuerdo con su valor financiero y real. La caída de la bolsa de Nueva York arrastró a un gran número de estos pequeños bancos cuyos activos líquidos habían sido utilizados por los inversores privados en concepto de préstamos y que no pudieron reembolsarlos. A partir del Tratado de Versalles la relación de los países vencedores y su política internacional se vieron condicionadas por el problema de las deudas interaliadas. Francia e Inglaterra se habían transformado en grandes deudoras de los Estados Unidos, que emergió del conflicto bélico como líder hegemónico de la economía internacional. Londres perdió importancia y cedió su puesto a Nueva York como capital financiera del mundo. Como ya hemos visto, la revisión del pago de las reparaciones y la llegada de préstamos norteamericanos le facilitaron a Alemania el cumplimiento de sus obligaciones con el exterior. De esta manera Alemania logró saldar las reparaciones a Francia e Inglaterra, y estos países, a su vez, cancelar sus deudas con Estados Unidos. El peso de la economía norteamericana y sus préstamos al exterior extendieron la depresión por Europa y el resto del mundo. En Alemania la crisis tuvo tanta importancia como en los Estados Unidos. La retracción de las inversiones extranjeras, de las que dependía la economía alemana, se unió a la fuga de capitales y a la sucesiva quiebra de importantes entidades bancarias. La industria, a falta de capitales, no pudo seguir produciendo. Las exportaciones se encontraron en una situación complicada ante los elevados derechos aduaneros, y las devaluaciones en cadena convirtieron a los productos alemanes en mercancías muy caras. El gobierno, por su parte, redujo los salarios (20% para funcionarios y 15% para el sector privado) e intentó medidas deflacionarias para sostener la moneda. Muchos comerciantes se arruinaron al contraerse la demanda y el desempleo creció vertiginosamente alcanzando la cifra de seis millones de desocupados en enero de 1933. NÚMERO
DE DESOCUPADOS EN
ALEMANIA ENTRE 1930 Y 1933
Abril 1930 Octubre 1930 Diciembre 1930 Abril 1931 Octubre 1931 Diciembre 1931 Enero 1932 Abril 1932 Diciembre 1932 Enero 1933
2.786.912 3.252.082 4.383.843 4.358.153 4.623.480 5.668.197 6.041.910 5.739.670 5.772.984 6.013.612 268
En el plano político se abrió la pendiente final que condujo a la muerte de la República. Los últimos cancilleres –Brüning, Von Papen y Shleicher- apartaron de las decisiones gubernamentales a los socialdemócratas; estos hombres, que gozaron de la confianza de los poderes tradicionales, mantuvieron la apariencia legal del Parlamento, pero convirtieron la legislación de excepción por decreto en norma de uso corriente, utilizando los poderes que la constitución confería a los jefes de Estado en situaciones excepcionales. Los efectos y repercusiones políticas de la crisis le permitieron al partido nazi ganar apoyo rápidamente y reclutar en sus filas a miles de funcionarios públicos despedidos, comerciantes y pequeños empresarios arruinados, agricultores empobrecidos, trabajadores decepcionados con los partidos de izquierda y una multitud de jóvenes frustrados y resentidos que habían crecido en los años de la posguerra sin expectativas de llegar a alcanzar cierta estabilidad económica. A fines de 1931, el partido contaba con ochocientos mil militantes, trescientos mil reclutados en la S. A., de los cuales el 60% eran desocupados. Respecto de la crisis, así se expresaba Goebbels el 31 de agosto de 1930: ... “Todo el pueblo trabajador de Alemania languidece bajo una opre sión insoportable. La economía se derrumba, las huelgas quiebran la vida social. Los impuestos aumentan cuantiosamente por vía dictatorial. En lugar de la calma y el orden reinan la anarquía y la guerra civil. En lugar de la paz, la insurrección y la revolución rastrera!... Es Young1 quien hace la ley. En lugar de constituir una comunidad popular en el trabajo, somos una masa de ilotas... El Estado ha sido vendido en subasta por los tratados de Versalles, de Londres2 y de La Haya3 y reina sobre el pueblo como tiranos descarados un lamentable montón de partidos sumisos y conformistas, demócratas y pacifistas a quienes les importa poco el bien de Alemania trabajadora, pero que defienden con furor sus intereses y sus beneficios. Pero ahora, algo se ha levantado contra todo esto; contra la democra cia, que equivale al embrutecimiento de las masas en lo interno y a la opresión de las reparaciones en lo exterior; contra el parlamentarismo, que no es otra cosa más que la organización de la tontería abajo y de la irresponsabilidad arriba; contra el pacifismo, que agita hacia el exterior un ramo de olivo pero en el interior pega con la porra; contra el reinado de los partidos que ha desarrollado el sistema tan moderno de corrupción de los Barmat4 y de los Sklarek5; contra todas las necedades y locuras que en nombre de la política hacen en Alemania
1- Young: presidente de la General Electric y autor de un plan internacional sobre el pago escalonado de las reparaciones alemanas (7 de junio de 1929). 2- En esta conferencia, celebrada en Londres entre julio y agosto de 1924, se elaboró, el plan Dawes, que pre veía la evacuación del Ruhr mediante la fijación de reparaciones. 3- Se celebraron dos conferencias en La Haya (agosto 1929 y enero de 1930) sobre el plan Young, donde Alemania obtuvo a cambio de su aceptación, la evacuación total de Renania para el 30 de junio de 1930. 4- Los hermanos Barmat, hombres de negocios judíos, ligados a los políticos weimarianos, cuya quiebra en noviembre de 1924 provocó la renuncia del diputado socialista Bauer, que fuera canciller. 5- Los hermanos Sklarek, fabricantes de ropa, vinculados a los socialistas berlineses, reconocidos culpables de estafa en septiembre de 1929.
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desde 1918 su juego criminal, se levanta esta vez, con el nacionalsocialismo, todo el pueblo trabajador de Alemania ¡Y no se detendrá hasta conquistar el Reich!... “Der Angriff”, Munich. Págs. 88-89
En las elecciones al Reichstag de 1930, los nazis obtuvieron casi 6,5 millones de votos: los 107 escaños alcanzados los convirtieron en el segundo partido de importancia después del SPD, que logró 143 escaños. No obstante, su influencia se sintió más en la calle, especialmente en los centros urbanos, y se expresó mediante los ataques de las “patrullas de asalto”, las manifestaciones y los asesinatos de enemigos políticos. Embriagados por el éxito, los nazis declararon el boicot a los establecimientos judíos, situaron guardianes frente a los mismos y en septiembre de 1931 instigaron la ejecución de un pogrom contra la comunidad judía de Berlín. No caben dudas de que el partido nazi capitalizó al máximo el agravamiento de la depresión económica entre 1929 y 1932. En abril de 1932, durante las segundas elecciones presidenciales, los resultados de la votación fueron: Hindenburg Hitler Thaelman (comunista)
19.359.983 – 53% 13.418.547 – 36% 3.706.750 – 10,2%
En el marco de la campaña política para las elecciones presidenciales del 13 de marzo de 1932, el partido nazi proclamaba: ¡Hitler es la consigna de todos los que creen en la resurrección de Alemania! Hitler es la última esperanza de los que han perdido todo, casa, hacienda, economías, medios de existencia, fuerza de trabajo, y que sólo conservaron una cosa: ¡la fe en una Alemania justa, que restituirá a sus hijos el pan, el honor y la libertad! ¡Hitler es para millones de hombres la palabra de liberación, porque hoy están desesperados, y no ven más que este nombre en el camino que conduce hacia una existencia y una cruzada nuevas! Hitler es el ejecutor del testamento de nuestros dos millones de cama radas muertos en la guerra, que no murieron en aras del sistema actual, que aniquila poco a poco a nuestro pueblo, sino por el futuro de Alemania. Hitler es el hombre salido del pueblo, al que sus enemigos odian porque él comprende al pueblo y combate por el pueblo. ¡Hitler es la impetuosa voluntad de la juventud alemana que, en el seno de una generación extenuada, lucha por un orden nuevo y no quiere ni puede abandonar su fe en un porvenir mejor para Alemania. Es por esto que Hitler constituye un faro resplandeciente para todos los
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que anhelan un futuro para Alemania! Todos, el 13 de marzo, les replicaréis a los hombres del sistema que os han prometido libertad y dignidad y sólo os dan frases en lugar de pan: ¡A ustedes ya los conocemos demasiado! ¡Ahora ustedes nos conocerán a nosotros! ¡Hitler vencerá porque el pueblo quiere su victoria! Munich, 1º de marzo de 1932. Proclama al Reich del NSDAP. Völkischer Beobachter, edición bávara, núm. 63.
Si bien el nazismo no llegó nunca a obtener una mayoría parlamentaria transparente, y Hitler no fue electo presidente de la República, los éxitos que se vislumbraban reflejaban la maestría política de la propaganda, las demostraciones de poderío de la SA, los errores de sus adversarios y el cansancio de la opinión pública del país. En las elecciones al Reichstag, celebradas en julio de 1932, el NSDAP contabilizó trece millones setecientos mil votos y consiguió doscientos treinta escaños de un total de seiscientos ocho. Se había convertido en el partido más fuerte, y si bien no contaba aún con la mayoría, el presidente Hindenburg ofreció a los nacionalsocialistas ingresar a un gobierno de coalición. Hitler rechazó esta propuesta y reclamó gobernar en forma independiente. Se disolvió el parlamento y el NSDAP obtuvo once millones setecientos mil votos (196 escaños) en las elecciones convocadas en noviembre de 1932 para elegir una nueva asamblea; a pesar del retroceso electoral, el partido nazi continuó siendo la fuerza mayoritaria en el Reichstag alemán. No hubo partido político destacado o sector social que no hubiera contribuido directa o indirectamente a la concreción de estos resultados. “Nuestra última esperanza - Hitler” La derecha clásica, superada por los acontePropaganda electoral cimientos, comenzó a plantearse la posibilidad en Alemania, 1932. de colaborar con un partido al que hasta entonces había despreciado, y utilizado como fuerza de choque en la defensa de sus intereses. El partido nacional –DNVP- abandonó su posición conservadora y favoreció a la reacción, apoyando la consumación del ascenso nazi. Nunca perdonó la pérdida de la guerra y la desaparición de la monarquía. Apoyado por poderosos intereses terratenientes e industriales prefirió la oposición al régimen democrático, en la creencia de que cuando la República de Weimar quebrara, el poder pasaría a sus manos. En 1930 pactaron con Hitler.
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Por su parte, la socialdemocracia comprobó definitivamente la debilidad que la había acompañado en el transcurso de un régimen caracterizado por la ausencia de una política coherente y un liderazgo firme. Los comunistas, que consideraban que el socialismo moderno había significado la traición a los ideales proletarios, se negaron a unirse con la izquierda en la lucha contra el ascenso del nazismo. El Partido Comunista Alemán –KPD- que actuó según directivas de Moscú, consideró mucho más peligroso el espíritu occidentalista y burgués de la socialdemocracia que el irracional nacionalismo del partido nazi. El obrero comunista terminó apoyando en las urnas a la opción nacional-socialista, ya que le ofreció soluciones concretas al problema básico del desempleo, e incluso creyó que realizaría algunas de sus reivindicaciones socialistas. La clase media, azotada por la crisis económica y acometida sin pausa por la propaganda de un virulento nacionalismo xenófobo y racista, terminó por entregar su voluntad al nazismo. La promesa de soluciones al caos material, del restablecimiento de una Alemania fuerte y orgullosa, de la anulación del supuesto peligro bolchevique, fueron razones suficientes para la elección de la vía reaccionaria, incluso por parte de quienes se habían mantenido fieles a los principios democráticos. ELECCIONES AL REICHSTAG ALEMÁN PARTIDOS COMUNISTA ALEMÁN (KPD) SOCIALDEMÓCRATA INDEP. (USPD) SOCIALDEMÓCRATA ALEMÁN (SPD) DEMÓCRATA ALEMÁN (DDP) CENTRO CATÓLICO (Z) POPULAR BÁVARO (BVP) POPULAR ALEMÁN (DVP) POPULAR NAC. ALEMAN (DNVP) NAC. SOC. ALEM. DE TRA. (NSDAP) OTROS GRUPOS
}
I – 19 22 165 75
VI – 20 4 83 102 39
V – 24 62 19 100 28
XII – 24 45 19 131 32
V – 28 54 153 25
IX – 30 VII – 32 XI – 32 77 89 100 143 133 121 20 4 2
91
85
81
88
78
87
97
90
19 44 5
65 71 9
45 95 32 25
51 103 14 12
45 78 12 23
30 41 107 49
7 37 230 -
11 52 196 -
Hitler contaba ya con el apoyo y la disposición de buena parte del ejército empeñado en restaurar el poderío militar, consciente de las idénticas aspiraciones del nazismo, y de los grandes industriales (Krupp, Siemens, Von Shroeder, Thyssen y otros) que veían su único camino de salvación en el rearme del país. El día 30 de enero de 1933, Adolf Hitler fue nombrado por el Presidente Hindenburg, canciller de Alemania. Los nacionalistas celebraron la noche de aquel día con un gigantesco desfile de antorchas. El nazismo había llegado al poder. Hitler preside un desfile. Berlín, 1933.
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Consigna de trabajo Reflexiona y responde: 1- ¿Cuáles fueron los factores políticos, sociales y económicos que posibili taron la transformación de Hitler en una opción de gobierno? 2- ¿Qué tipo de soluciones ofrecía la propaganda nazi a la situación que se vivía? Ejemplifica. 3- A partir de los datos proporcionados por la tabla “Elecciones al Reichstag” y los textos leídos, responde: d- ¿En qué momento el nazismo se transformó en una alternativa de gobier no? Fundamenta tu respuesta.
El ascenso al poder Si bien Hitler había sido designado por el presidente Hindenburg, canciller del Reich, su partido y sus representantes no eran mayoría en el parlamento ni en el gobierno. De once ministros solo tres provenían de las filas del nacionalsocialismo: A.Hitler, W. Frick1, ministro del interior y H. Goering, Presidente del Reichstag y Primer ministro de Prusia. Hitler no era más que el dirigente de una coalición conservadora cuyos partidos habían sumado el 42% de los votos en las elecciones de noviembre de 1932. Por ello, la primer tarea que se impuso fue cimentar las bases de su autoridad y eliminar todas las fuerzas políticas que podían desviarlo de su objetivo. Estaba en la adecuada posición para poder destronar al Estado desde adentro, conclusión lógica de su “política de legalidad”. El 1º de febrero de 1933, el Presidente Hindenburg disolvió el parlamento, que apenas contaba con dos meses de existencia, y convocó a elecciones para el mes de marzo. Ese mismo día, Hitler dirigió un mensaje al pueblo alemán en el que señaló al “marxismo” como principal responsable del fracaso de la República y enunció un demagógico programa de gobierno destinado a “reconstruir la unidad de espíritu y de voluntad de nuestro pueblo sobre bases tales como la defensa del orden familiar, la protección de los valores cristianos, y el culto a nuestras viejas tradiciones”. Libre de trabas parlamentarias, el autodenominado “Gobierno Nacional” comenzó a promulgar decretos que fueron luego refrendados por el Presidente de la República. El decreto “en defensa del pueblo alemán”, promulgado el 4 de febrero, limitó el derecho de reunión y la libertad de prensa, quitándole a la oposición la posibilidad de desarrollar una campaña electoral libre. A modo de advertencia, la policía clausuró ese mismo día dieciseis periódicos comunistas, y la SA multiplicó las acciones de violencia callejera al abrigo del poder. Los nazis entraron en la campaña electoral seguros de su éxito. Mientras que 1- Wilhelm Frick (1877-1946): Ministro del interior del Reich durante los años 1933 a 1943 y uno de los con sejeros más cercanos de Hitler. En los juicios de Nüremberg fue encontrado culpable de crímenes contra la humanidad y sentenciado a muerte.
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monopolizaban las redes de emisoras controladas por el gobierno y los líderes del partido pronunciaban discursos a lo largo del país, la industria apoyaba al partido con contribuciones provenientes de las familias Krupp, Thyssen, I. G. Farben y otros. En el marco de la política de legalidad planteada por Hitler, Goering procedió a la depuración de la policía prusiana y nombró en puestos vitales a líderes de la SA. Además reclutó una fuerza auxiliar de cincuenta mil hombres, en gran parte entre la SA y la SS, quienes ofrecieron una máscara de legalidad cuando se trató de ayudar a sus camaradas a aterrorizar a los judíos y a los oponentes políticos del nazismo. Las cifras oficiales admitieron que cincuenta y un personas habían resultado muertas en la campaña. Pero el gran salto hacia el estado dictatorial lo dieron los nazis el 27 de febrero de 1933: el palacio del Reichstag ardía en Berlín. El joven comunista holandés Marinus Van Der Lubbe fue acusado del siniestro, declarado culpable y ejecutado. Si bien no se encontraron pruebas concluyentes respecto a la responsabilidad de los nazis en la maniobra, no caben dudas de que se beneficiaron con el suceso. Alarmado por lo que creía un atentado El incendio del Reichstag comunista y persuadido por Hitler, el Presidente Hindenburg promulgó el 28 de febrero un nuevo decreto “en defensa del pueblo y del Estado”. El documento suspendió las garantías constitucionales y abrió paso a una virtual dictadura gubernamental al decretar que las restricciones a la libertad personal, al derecho a la libre expresión de opiniones (libertad de prensa, restricciones a los derechos de asamblea y de asociaciones, violaciones del secreto de las comunicaciones postales, telegráficas y telefónicas), así como las restricciones sobre la propiedad, quedaban autorizadas más allá de los límites legales previstos. Además, permitía al gobierno del Reich asumir en caso necesario plenos poderes en los Estados y aumentaba la pena por delitos como traición, sabotaje e, irónicamente, violación grave de la paz. El decreto, que suspendió los seis artículos fundamentales de la constitución que afectaban a los derechos de las personas, nunca fue restablecido. La suspensión de garantías fue un auténtico golpe para la oposición. Torgler, jefe de la bancada comunista en el parlamento, fue detenido junto a otros camaradas acusados de promover el incendio del Reichstag; unos cuatro mil dirigentes y funcionarios comunistas, como algunos políticos socialdemócratas, fueron detenidos y encarcelados. El 22 de marzo de 1933 se inauguró Dachau, el primer campo de concentración en Alemania, testigo, durante años, del paso de miles de víctimas del régimen nazi. A pesar de los medios a su alcance, el partido nazi obtuvo solo el 43,9% de los votos. Pese a los poderes dictatoriales de Hitler, la situación no había mejorado
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sustancialmente para su partido; seguía dependiendo de los grupos conservadores para mantenerse en el poder, y la oposición, pese a las medidas represivas desatadas, continuaba siendo fuerte. Si bien una mayoría de alemanes había votado en contra, los votos a favor superaron los de cualquier otro partido, por esto es justo afirmar que el pueblo alemán había expresado su consentimiento a la destrucción definitiva del gobierno democrático. Hitler era ya capaz de llevar a cabo la “revolución” prometida por la vía legal. El 21 de marzo de 1933 un nuevo decreto, en “defensa del pueblo y del Estado”, prohibió la oposición pública al gobierno y a los partidos que lo integraban, como cualquier tipo de crítica, incluso privada, hacia los mismos. Dos días después, se inauguraron las sesiones del Reichstag. Si bien parecía que el Parlamento iba a retomar las funciones que le concedía la constitución, ello ya no fue posible; la oposición había virtualmente “En ocho meses dos millones desaparecido: la mayor parte de los diputados comudoscientos mil compatriotas nistas electos habían sido detenidos en las semanas que han recibido pan y trabajo. ¡Eliminad la lucha de clases sucedieron a la consulta electoral, y los parlamentarios socialistas y liberales estaban atemorizados. Por otra y a sus partidarios! ¡Construíd un imperio de parte, Hitler no estaba dispuesto a devolver su poder, orden y de limpieza! casi absoluto, a un parlamento de cuya fidelidad no Un pueblo - Un Reich podía estar seguro. En consecuencia, cuando se sometió Un Führer”. al rito de presentar su programa de gobierno ante el Reichstag, lo hizo basándose en un solo punto: la necesidad de que se le otorgasen plenos poderes durante los cuatro años siguientes. Aquel documento, base constitucional del régimen nazi, denominado “Ley para la supresión de la postración del pueblo y del Estado”; conocida como Ley de Poderes, afirmaba: Art. 1: “Las leyes del Reich pueden ser promulgadas por el gobierno fuera del procedimiento normal contenido en la constitución del Reich”. Art. 2: “Las leyes emitidas por el gobierno pueden anular las promul gadas, en consonancia con el contenido de la constitución, siem pre y cuando el Reichstag lo considere necesario para el bien del país. Los derechos del Presidente del Reichstag permanecen invariables”. Art. 3: “Las leyes promulgadas por el gobierno del Reich serán suscrip tas por el canciller e insertadas en la publicación oficial del gobierno”. Art. 4: “Los compromisos del Reich con otros estados no necesitan de la aprobación de los cuerpos legislativos correspondientes, siempre y cuando el gobierno lo estime oportuno”. Art. 5: “Esta ley entrará en vigor el mismo día de su publicación (...) y
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la misma quedará asimismo derogada por otra que emane en su día del actual gobierno del Reich” Solé Mariño, J. M. “La República de Weimar” Pág. 27
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: a- ¿Qué determinó, de hecho, la “Ley de Poderes”? b- ¿Qué efectos produciría la aprobación de esta ley? Fundamenta tu respuesta. La “Ley de Poderes” concedió al gobierno capacidad legislativa sin necesidad del consenso del Reichstag, e incluso, con alcance a desviaciones de la constitución y de tratados internacionales. De hecho, implicaba la muerte del poder legislativo y la implantación de una dictadura de derecho en Alemania. Por suponer una enmienda de la constitución, esta ley necesitó el acuerdo de dos tercios del Reichstag para su promulgación. Los nacionalistas quedaron conformes con una cláusula de la ley que dejaba los poderes presidenciales intactos, y los centristas, por su parte, fueron conformados con pródigas promesas de Hitler y una declaración escrita por el Presidente Hindenburg, de que el canciller no haría uso de sus nuevos poderes sin antes consultarlo. Hindenburg, con sus facultades cada vez más mermadas, era incapaz de oponerse a los deseos de su canciller, que contaba con amplias simpatías en los círculos conservadores próximos al jefe de Estado. Los socialdemócratas fueron los únicos que votaron en contra, acto de considerable valor, ya que miembros de la SA se encontraban fuera del edificio entonando a los gritos “Queremos la aprobación, o sangre y fuego”. Con la ley de plenos poderes en la mano, Hitler ya no necesitaba desembarazarse del parlamento. Por el contrario, un Reichstag leal a su persona podía ser un importante factor de legitimación para su dictadura. En los meses siguientes, y por vías diferentes, los diputados no nazis fueron abandonando sus bancas. En adelante se hizo costumbre que cada cuatro años, una cámara uniformada de color pardo, renovase los poderes absolutos de su führer - canciller. La conquista total del Estado, planteada desde los mismos orígenes del NSDAP, exigió a los nazis la eliminación de cualquier otro partido político en Alemania. La policía secreta de Goering, la Gestapo (Geheime Staatspolizei) entró en acción. Un número importante de “indeseables políticos” fueron conducidos a los campos de concentración. Los socialdemócratas, centristas y comunistas se encontraron con sus edificios, periódicos y fondos confiscados, y sus líderes arrestados. Gran parte de los miembros de los partidos burgueses se integraron al NSDAP, otros se retiraron a la vida privada o disolvieron sus agrupaciones políticas, y sólo una minoría orientó su actividad hacia la lucha clandestina contra el régimen nazi. 276
El 14 de julio de 1933 se promulgó la ley “contra la formación de nuevos partidos”, que, junto con la ley de plenos poderes, fue la piedra maestra del ordenamiento constitucional nazi. En su artículo primero decía: “En Alemania existe como único partido político el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores”.
Consigna de trabajo Enumera los métodos y mecanismos instrumentados por Hitler y su partido a fin de lograr la conquista definitiva del poder en Alemania.
La política antijudía – 1933-1939 El boicot económico del 1º de abril de 1933 Los objetivos que el partido nazi tenía con respecto a los judíos eran públicos y notorios. El libro de Hitler “Mi Lucha” y el de Alfred Rosenberg “El Mito del Siglo XX” exigían su extirpación definitiva de la vida alemana. Los lemas antisemitas se publicaban en los diarios –como el Völkischer Beobachter y el periódico de Julius Streicher, Der Stürmer-, en folletos de propaganda y en los órganos del partido, mientras que las multitudinarias reuniones nazis concluían con el grito de “mueran los judíos”. Si bien la asunción del poder les permitió a los nazis dar rienda suelta a su animadversión, durante las primeras semanas del gobierno de Hitler no se planteó una política antijudía estructurada. Esto no significó el abandono de los fines propuestos, sino la implementación de un orden de prioridades políticas acordes con el momento histórico que reinaba en Alemania en ese entonces. En consecuencia, la iniciativa para las primeras acciones contra los judíos surgió de las filas del partido nazi y no del gobierno. Ya antes de las elecciones del mes de marzo, se intentó canalizar la cólera del pueblo en el marco de la crisis que se vivía contra los “enemigos del Estado”, especialmente contra los judíos. Después de las elecciones, aumentaron los ataques contra la población judía, y algunos miembros de la comunidad comenzaron a emigrar del país. Los objetivos preferidos fueron los establecimientos judíos, en especial las grandes tiendas comerciales; estos blancos de ataque eran parte de la propaganda antisemita desde fines del siglo XIX, pues simbolizaban la cultura moderna de masas y la competencia capitalista que “destruía al ciudadano pequeño y honesto”. Los nazis enfatizaron este argumento en su propaganda durante la década del veinte, y a principios de los años treinta se empezaron a utilizar consignas como: “la población nacionalsocialista, evidentemente, no soportará más la existencia de las grandes tiendas judías”. En general, los ataques eran de carácter económico, ya que se sustentaban en la idea de que “el bolsillo es el lugar más sensible de los judíos”, y consistían en
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piquetes de las fuerzas de asalto, la SA, que cerraban el paso a los establecimientos judíos o a veces, los señalaban con pintura y para reforzar sus advertencias llegaban a fotografiar a quienes continuaban comerciando con los judíos. Estas “acciones aisladas y no coordinadas” eran consideradas por el gobierno como un peligro para su autoridad, para el orden y para la organización; no sólo implicaba el intento de las bases de imponerse sobre el liderazgo, sino que destacaban el poder de elementos fanáticos del partido que aún estaban fuera del dominio absoluto de Hitler; entre ellos, se encontraban los líderes de la SA, Ernst Röhm1 y Julius Streicher. Considerando la fuerza, el poder y la presión que ejercía la SA (en sus filas y en las de las organizaciones afiliadas al partido – la Hitlerjugend, juventudes Hitlerianas, la unión de jovenes alemanas, la SS– se contaBoicot contra el comercio judío ban cuatro millones de miembros), Hitler en Alemania decidió organizar un boicot general contra los judíos alemanes. El partido fue encargado de la organización, y Streicher como el responsable de la ejecución. Cuando el plan del boicot se publicó el 28 de marzo de 1933, en todo el país carteles gigantescos aparecieron con el siguiente mensaje: “¡Hermanos alemanes! ¡Hermanas alemanas! Los culpables de este deli to insensato, con sus incitaciones perversas y su boicot, son los judíos de Alemania. Incitaron a sus hermanos de raza en el extranjero a luchar contra el pueblo alemán. Esparcieron mentiras y maledicencia. Por esto, el “Liderazgo Nacional del Movimiento Nacional Alemán” decidió, en una medida de defensa frente a estas incitaciones delicti vas, proclamar un boicot contra todos los negocios, las tiendas y las oficinas de propiedad de judíos, a partir del sábado 1º de abril de 1933 desde las 10 de la mañana. Les pedimos, mujeres y hombres alemanes, contribuir al éxito del boicot. ¡No compren en tiendas o en negocios de judíos! ¡No acudan a los abo gados judíos! ¡Prescindan de los servicios de los médicos judíos! Muestren a los judíos que no pueden humillar el honor de Alemania y denigrarla sin ser castigados. Todo aquel que actúe contra esta procla mación demostrará que se coloca del lado del enemigo de Alemania”. Michman, D. “El holocausto, un estudio histórico” Unidad II, Pág. 11
Ese mismo día se publicaron las instrucciones del partido nazi para la ejecución de las acciones planificadas: 1- Ernst Röhm (1887 – 1934): líder de la SA, quien llegó a tener un enorme poder en el partido y en Alemania. Desilusionado de Hitler, a quien acusó de no ser bastante radical en sus acciones, fue depuesto de sus funciones por Goering y Himmler, y ejecutado por miembros de la SS.
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INSTRUCCIONES PARA EL PARTIDO Estas instrucciones están dirigidas a todas las filiales y organiza ciones partidarias: 1- Comité de acción para el boicot contra los judíos: En todo grupo y célula de organización del Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista se crearán inmediatamente comités de acción para la ejecución del boicot contra los establecimientos, mercancías, médi cos y abogados judíos. Estos comités de acción serán responsables de que el boicot no afecte a inocentes, sino que sólo perjudique a los cul pables. 2- Protección a todo ciudadano extranjero. Los comités de acción son responsables de la protección total de todos los ciudadanos extranjeros, sin distinción de religión, origen o raza. El boicot es una medida puramente defensiva, dirigida contra los judíos alemanes únicamente. 3- Propaganda del boicot. Los comités de acción deberán iniciar inmediatamente una campaña de propaganda y esclarecimiento para popularizar el boicot. Principios básicos: ningún alemán comprará desde ahora en adelante en un negocio judío. El boicot debe ser general. Será obra de todo el pueblo y deberá herir al judaísmo en lo más sensible. 4- La dirección central estará a cargo del compañero Streicher. En casos de dudas es necesario abstenerse del boicot hasta que lleguen instrucciones del comité central de Munich. El Presidente del Comité Central es el compañero Streicher. 5- Control de los periódicos. El comité controlará severamente los periódicos (para determinar en qué medida participan en la campaña de esclarecimiento contra la perversa propaganda de los judíos en el extranjero). Si los diarios no proceden de esa manera, o lo hacen en forma limitada, se evitará que lleguen a las casas habitadas por alemanes. Ningún alemán o negocio alemán publicará anuncios en esos periódicos. El público deberá referirse a ellos en forma despectiva, ya que son escritos a favor de la raza judía y no de la nación alemana. 6- El boicot como medida de defensa del trabajo alemán. Los comités de acción deberán distribuir en las fábricas, junto con las células del partido, la propaganda de esclarecimiento referente a la perniciosa propaganda judía contra el trabajo alemán y contra los obreros alemanes. Se deberá explicar a los obreros la necesidad del boicot nacional como una medida de defensa para proteger el trabajo alemán. 7- ¡Comités de acción aún en las aldeas más pequeñas! Los comités de acción deberán llegar hasta las aldeas más pequeñas de campesinos, para perjudicar especialmente al judío local. Básicamente, es una medida de defensa que nos ha sido impuesta. 8- ¡El boicot empieza el 1º de abril! El boicot no se iniciará arbitrariamente, sino al mismo tiempo en todas partes. Con este espíritu se realizarán todos los preparativos. Los miembros de las SA y la SS recibieron instrucciones para advertir a la población que no entre a los establecimientos judíos y, con ese objetivo,
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organizará piquetes que vigilarán el cumplimento de este boicot. Es necesario comunicar la iniciación del boicot en anuncios en las calles y en los periódicos, utilizando lemas, etc. El boicot empezará simultáneamente el sábado 1º de abril exactamente a las 10 de la mañana, y continuará hasta que la dirección del partido indique lo contrario. 9- Exigencias populares del “numerus clausus” Los comités de acción organizarán de inmediato múltiples reuniones populares, aún en los pueblos más pequeños, y exigirán la aprobación de un número de empleados judíos en todas las profesiones, de acuerdo con su proporción en la población alemana. Para incrementar la fuerza de convicción de esta actividad, es necesario limitar esta exigen cia, por el momento, a tres áreas: a- Escuelas secundarias y universidades. b- Profesión médica. c- Abogacía. 10- Campaña de información en el extranjero. Es tarea de los comités de acción preocuparse de que todo alemán que tenga alguna relación en el extranjero, la utilice para explicar y esclarecer en cartas, telegramas y conversaciones telefónicas la ver dad: en Alemania reina el orden y la tranquilidad. El pueblo alemán no tiene otra aspiración que la de trabajar y vivir en paz con el resto del mundo, y entabla esta guerra para contrarrestar los efectos de la perniciosa propaganda judía: es decir que es una guerra puramente defensiva. 11- ¡Tranquilidad y disciplina – sin violencia! Los comités de acción serán responsables de proteger absolutamente la tranquilidad y la disciplina. ¡Que no se toque ni un cabello de la cabeza del judío! Pondremos fin a sus incitaciones simplemente por medio de la fuerza que surge de los principios de acción señalados. Más que nunca es necesario que el partido se levante como un solo hombre tras sus líderes, con una obediencia ciega. Ibidem, págs. 12-13
Consigna de trabajo Reflexiona y responde a- ¿Cuál debía ser la característica del boicot? b- ¿Contra quiénes estaba dirigido el boicot? ¿Por qué? c- ¿Cuánto tiempo debía durar el boicot? d- ¿Cuáles fueron las causas y los objetivos del mismo? Desde un punto de vista propagandístico, el boicot señaló el inicio de la campaña para “eliminar la influencia exagerada y perniciosa de los judíos en Alemania”. Desde el punto de vista de la política interna, el boicot trató de canalizar las tendencias sin control en las filas del partido nazi. El plan del boicot se presentó como una reacción a la “propaganda de atroci280
dades” atribuida a los medios de comunicación “judíos” en el extranjero, dirigida contra la “nueva Alemania”. Los judíos no solamente denigraban el nombre del país, sino también promovían la disminución del consumo de sus productos y atentaban contra su comercio exterior, es decir: eran culpables y responsables de la crisis económica que azotaba al país. Así registraba Goebbels en su diario los sucesos del 1º de abril El boicot contra la propaganda internacional de atrocidades ha estallado con toda su fuerza en Berlín y en todo el Reich. He circulado a lo largo de la calle Tauentzien para observar la situación. Todos los negocios judíos están cerrados. Hombres de la SA están apos tados en las entradas. El público proclamó por todas partes su soli daridad. La disciplina es ejemplar. ¡Un resultado imponente! Todo se realiza en una completa tranquilidad; en el Reich también... Por la tarde, 150.000 trabajadores de Berlín desfilaron hacia Lustgarten, para reunirse con nosotros y protestar contra las incita ciones del extranjero. Hay una indescriptible excitación en el aire... La prensa está ya operando con total unanimidad. El boicot representa una gran victoria moral para Alemania. Hemos demostrado al mundo que podemos movilizar a toda la nación sin causar el menor disturbio. Una vez más, el Führer logró sus objetivos. A medianoche, el boicot será interrumpido por nuestra iniciativa. Estamos ahora esperando el eco que esto vaya a provocar en la prensa y en la propaganda extranjera. 2 de abril de 1933 Los efectos del boicot son ya claramente perceptibles. El mundo vuelve poco a poco a recobrar la razón. Va a empezar a entender que no es sensato dejarse informar sobre Alemania por los judíos emigrados. Gutman, I. “El Holocausto en documentos”, págs. 35-36
El boicot fue usado como una demostración de la fuerza del partido nazi y fue parte del plan para instituir métodos de terror en todo el país: intimidar a los enemigos, prevenir a la oposición, y atraer a las personas indecisas a las filas del partido; además demostró la convicción del gobierno y del partido de materializar sus ideas, especialmente en el área de la política antijudía. Desde un punto de vista simbólico, es importante destacar que el boicot comenzó un día sábado. El significado de esta elección radica en la relación con las fechas y festividades del judaísmo. Posteriormente, las acciones antijudías en fechas festivas judías se hicieron rutinarias. A pesar del éxito del boicot, existieron problemas antes de su ejecución, durante las acciones y posteriormente: 281
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Según las instrucciones de la dirección del partido, el boicot debía durar hasta que se recibiera la orden de suspensión del mismo; sin embargo, en la mayoría de los lugares se llevó a cabo durante un día solamente. Este hecho no fue una casualidad sino el resultado de presiones ejercidas por Hitler y su partido. Tanto el presidente Hindenburg como el ministro del exterior Constantin Von Neurath1 intentaron influir sobre el gobierno para que anulara el boicot. Si bien Hitler, por su parte, no quería renunciar a ninguna acción relacionada con el antisemitismo, como político consciente de su realidad, entendió que la prolongación del boicot implicaría un prejuicio para Alemania (por las reacciones de la oposición que se escucharon en muchos países, y las dudas respecto a si la población alemana acataría la medida) y emitió la orden de limitar su duración a un día. Frente al argumento de que el boicot era una “medida defensiva a favor del trabajo alemán”, el boicot perjudicó, de hecho, a muchos alemanes vinculados de una u otra manera a empresas judía. Los piquetes de la SA y la SS instalados ante negocios y comercios calificados de “judíos” y especialmente ante las grandes tiendas comerciales judías, dieron lugar a reacciones públicas, en el sentido de que esos negocios de ninguna manera eran judíos, ya que: sus capitales provenían de bancos alemanes o de inversiones extranjeras, la mayoría de sus empleados no eran judíos, o los accionistas judíos de esas sociedades anónimas no constituían la mayoría. En síntesis, surgió el problema de la definición de los negocios judíos y también se puso en evidencia la pregunta acerca de quién era judío.
El boicot condujo a una reflexión sobre las siguientes acciones antijudías a realizar. Era necesario lograr un equilibrio entre la conservación de los principios ideológicos y la conyuntura política del país. En la difícil situación por la que atravesaba entonces Alemania, era imprescindible utilizar otros métodos si se deseaban lograr los objetivos antijudíos sin atentar contra el país entero. Sólo cabía la posibilidad de canalizar las tendencias antisemitas mediante el aparato estatal, y no por medio del partido.
Ariedad y legislación antijudía A partir de los interrogantes que se plantearon a raíz del boicot, se presentaron diferentes enfoques respecto a la manera de solucionar la cuestión judía. Algunos preferían la propaganda y los ataques violentos; otros, despojar a los judíos de los medios básicos para la supervivencia económica, o valerse de medios legales para crear un ámbito de discriminación contra los judíos. Si bien estos métodos se complementaron, el período 1933-1935 se distinguió por la preferencia del método legislativo. La primera ley que se promulgó contra los judíos prohibió la matanza de animales de acuerdo con las leyes de Cashrut, por considerarla un acto de crueldad. 1- Neurath, Constantin Von (1873-1956). Ministro del exterior alemán desde 1932 hasta 1938. Como goberna dor de los territorios ocupados de Bohemia y Moravia, fue responsable de la política totalitaria implementa da en Checoslovaquia. Encontrado culpable de crímenes de guerra en los juicios de Nuremberg, fue sentenci ado a 50 años de prisión.
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Las leyes importantes en la creación de una nueva situación para los judíos en la sociedad alemana comenzaron a publicarse después del boicot del 1º de abril, y se precipitaron por los problemas surgidos durante el curso de esa acción. En este marco, la primera ley promulgada fue la “ley de restitución de las funciones públicas profesionales de la nación a su base”, del 7 de abril de 1933. La fórmula que utilizó la ley fue la siguiente: 1. (a) Con el objeto de restituir las funciones públicas profesionales de la nación a su base, y para simplificar la administración, se autoriza, de acuerdo con las siguientes instrucciones, el despido de funcionarios de sus actuales cargos, aunque las causales correspondientes no se encuentran en la ley existente. (b) Como funcionarios se entienden en esta ley (los empleados) de manera directa o indirecta por el Estado, los funcionarios de las diver sas administraciones locales y las organizaciones de administraciones locales, los funcionarios de departamentos que se rigen por la legis lación pública y de instituciones y empresas asimiladas a ella (...). Las instrucciones también tienen vigencia respecto de los empleados del Seguro Social que posean los derechos y las obligaciones de funcionar ios (...) 2. (a) Las personas designadas como funcionarios desde el 9 de noviem bre de 1918, que no tienen la preparación necesaria o la conducta exigida por sus funciones u otras capacidades – serán despedidas de sus cargos. Seguirán recibiendo sus salarios durante tres meses des pués de su despido. (b) Se les negará el derecho a recibir compensaciones temporarias, ind emnizaciones, jubilaciones u otras, el derecho de seguir utilizando el título del cargo que desempeñaban, el uniforme o cualquier otro distin tivo de sus funciones. 3. (a) Los funcionarios que no sean de origen ario, serán transferidos a jubilación cuando se trate de funcionarios honoríficos, es necesario destituirlos de sus cargos. (b) El párrafo 1 no se aplica a funcionarios que desempeñaban su cargo antes del 1º de agosto de 1914 o que lucharon en el frente durante la guerra mundial a favor del Reich alemán o de algunos de sus aliados, o que sus padres o hijos hayan caído en el campo de bata lla. Otras excepciones se aplicarán según autorizaciones del Ministerio del Interior en coordinación con el ministerio correspondiente o con la autoridad suprema que se ocupa de los problemas de los funcionarios extranjeros. 4. Se podrá destituir de sus cargos a los funcionarios que, por su con ducta política hasta el presente, no hayan mostrado su deseo de servir sin ninguna vacilación a los intereses de la Nación (...). Canciller del Reich, Adolf Hitler Ministro del Interior, Wilhelm Frick Ministro de Finanzas, Graf Schwerin von Krosigk 1 Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico”. Unidad II, pág. 24 1- Krosigk, Graf Schwerin von (1887-1952). Ministro de finanzas del Reich y miembro del gabinete de Hitler hasta 1945.
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Carteles antijudíos en Alemania. “Los judíos no son deseados. El negocio de enfrente pertenece al judío David Boaz”
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: a- ¿Qué párrafo constituye la base para la separación de los judíos de las funciones públicas? b- ¿Por qué el párrafo 4 representa un punto de partida para el proceso de nazificación de la jerarquía gubernamental? c- ¿Cuál es el alcance de esta ley? ¿Quién puede ser considerado como fun cionario profesional? d- ¿Quiénes están exceptuados? ¿Por qué? El objetivo de esta ley era eliminar la supuesta politización ocurrida en la administración gubernamental durante la República de Weimar y, especialmente, la inclusión de funcionarios judíos en su constitución. En 1933, cerca del 12% de los jefes de familia judíos eran funcionarios de los servicios públicos, y los nazis consideraban este número relativamente importante como una expresión más del dominio judío sobre Alemania. La importancia de esta ley radica en que por primera vez apareció un concepto racial que hasta ese momento no había sido reconocido por la ley alemana: No ario. La falta de una definición clara de este concepto obligó a promulgar el “Primer Reglamento para aplicar la ley de restitución de las funciones públicas profesionales de la nación a su base”, el 11º de abril de 1933. El reglamento se consideró más importante que la ley misma, pues en él se definió una cuestión esencial respecto al futuro de la implementación de la política antijudía: el concepto de judío. La definición apareció en el párrafo II del reglamento y fue designado más tarde como el “Párrafo de la ariedad”. 2. (1) Se considera como no ario a quien no sea de origen ario, especial mente si tiene padres o abuelos judíos. Basta con que uno de sus padres o de sus abuelos sea no ario. Esto se aplica especialmente cuando el
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padre o el abuelo pertenecen a la fe judía. (2) Si un funcionario no se encontraba en su cargo el 1º de agosto de 1914, deberá probar que pertenece a la raza aria, o que combatió en el frente, o que es hijo o padre de alguien caído en el campo de batalla durante la Gran Guerra. Es necesario presentar esta prueba mediante documentación: acta de nacimiento, acta de matrimonio de los padres, certificados del ejército. (3) Si el origen ario se presta a duda, es necesario obtener la opinión del especialista en la investigación de la raza del Ministerio del Interior... ibidem, pág. 26
Esta definición se representa gráficamente de la siguiente manera:
abuela
abuelo
abuela
abuelo
padre
madre
la persona en cuestión (en 1933)
Consigna de trabajo 1) Relaciona el contenido del “Párrafo de la ariedad” con los textos de Hitler y Rosenberg abordados bajo el título “La ideología nazi”. 2) Reflexiona y responde: Si tomamos en cuenta que dos generaciones nos retrotraen a 1870 ¿Qué suceso histórico importante ocurrió en ese año, qué se asocia al contenido de esta ley? En el año 1870 se proclamó la unificación de Alemania y se otorgó la emancipación completa a los judíos. Desde el punto de vista nazi, la “penetración de los judíos al cuerpo nacional alemán” comenzó en esa época, y por eso se tomó en cuenta este hecho a la hora de definir el concepto “judío”. Cabe considerar que esta ley guardó una pequeña concesión hacia los funcionarios nombrados antes del año 1914 o que lucharon en el frente en el curso de la Primera Guerra Mundial 1 (o a sus hijos). Esta concesión fue consecuencia de la 1- Alrededor de cien mil judíos sirvieron en el ejército alemán en la Primera Guerra Mundial.
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intervención del presidente Hindenburg, y demostró que en este período Hitler aún podía ser presionado respecto a la política antijudía de su gobierno. El siguiente documento es el intercambio de cartas entre Hindenburg y Hitler sobre la situación de los judíos que sirvieron en el ejército alemán. Berlín, 4 de abril de 1933 El presidente del Reich al Canciller del Reich Adolf Hitler Muy estimado Señor Canciller, Me han referido recientemente toda una serie de casos de jueces, juris tas y funcionarios de justicia, veteranos de guerra inválidos y cuyas prestaciones profesionales son perfectas. Fueron obligados a dimitir y serán próximamente despedidos, porque son de origen judío. Yo, que el 21 de marzo dirigí con la aprobación expresa del gobierno una proclama al pueblo alemán en la que me inclino ante los caídos de la guerra y recuerdo con gratitud a las familias enlutadas por la gue rra, a los inválidos y a mis viejos compañeros del frente, considero absolutamente intolerable... que funcionarios judíos a los que la gue rra transformó en inválidos, deban padecer tal tratamiento. Estoy seguro, Señor Canciller, que usted comparte estos sentimientos humanos, y le ruego cordial y urgentemente, que examine usted mismo este asunto y encuentre alguna solución uniforme para todas las ramas del servicio público alemán. Si fueron dignos de combatir y derramar su sangre por Alemania, debemos considerarlos como dignos de seguir sirviendo a su patria en sus respectivas profesiones. (...) 5 de abril de 1933 El Canciller, Muy estimado Señor Presidente, Usted, Señor Mariscal de Campo, ha defendido de la manera más generosa y humana, la causa de aquéllos miembros del pueblo judío que, en una ocasión y por los requerimientos del servicio militar obligatorio, fueron obligados a servir en la guerra. Comprendo enteramente estos sentimientos elevados, Señor Mariscal de Campo. Pero con el mayor respeto, me permito señalarle que los miem bros y partidarios de mi movimiento, alemanes ellos, fueron durante años rechazados de todos los puestos gubernamentales, sin ninguna consideración por sus mujeres e hijos o por su servicio en la guerra. (...) Los responsables de esta iniquidad fueron estos mismos judíos que hoy se quejan, cuando, con mil veces más justificaciones, se niegan a sus partidarios el derecho a ocupar puestos oficiales porque son de escasa utilidad en estos puestos, siendo, al contrario, ilimitados los daños que pueden provocar (...) Sin embargo, Señor Mariscal de Campo, con siderando sus nobles motivaciones, he discutido ya con el Ministro del Interior, Señor Frick, la preparación de una ley que dará la solución a estas cuestiones sin acción individual arbitraria, y que será una ley uniforme. Y he señalado al Ministro del Interior del Reich los casos en los cuales, usted, Señor Mariscal de Campo, desea que se hagan excepciones. Comprendo sus profundas motivaciones y por cierto que yo mismo sufro
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frecuentemente por la dureza del destino que nos obliga a tomar deci siones que, desde un punto de vista humano, mil veces hubiera preferi do evitar. El trabajo sobre la referida ley se adelantará lo más rápidamente posi ble, y estoy convencido de que también este asunto se solucionará de la mejor manera posible. Con mi más sincero y profundo respeto, soy su eterno servidor. Firma: Adolf Hitler Gutman, I. “El Holocausto en documentos”, págs. 37-40
A pesar de que la aplicación formal de la ley respecto a los funcionarios se limitaba a las instituciones públicas y municipales, su aplicación fue mucho más amplia y ejerció presión para reducir las relaciones comerciales y sociales de otros sectores con los judíos. El control que ejercieron los miembros de la SA y del partido otorgó validez a esas presiones que en la mayoría de los casos se convertían en exigencias. La definición del concepto “judío” fue utilizada profusamente en el curso de la ola legislativa antijudía que se promulgó durante el período que medió entre abril y diciembre de 1933. Entre los reglamentos y leyes que se publicaron se encuentran: 22/4/33 Expulsión de los médicos judíos del Seguro Nacional de Salud. 25/4/33 Aplicación del “numerus clausus” a los judíos en escuelas y uni versidades. 3/5/33 Inclusión de profesores y notarios en el criterio de “funcionarios profesionales”. Prohibición de aceptar asesores impositivos de ori gen judío. 2/6/33 Expulsión de los dentistas y técnicos dentales judíos del Seguro Nacional de Salud. 5/7/33 Interrupción de la asistencia a parejas jóvenes cuando uno de los cónyuges no es ario. 14/7/33 Cancelación de la ciudadanía a inmigrantes (especialmente judíos de Europa Oriental) que habían obtenido la nacionalidad a fin de 1918. 20/7/33 Obligación de las oficinas de abogados de implementar el párrafo de ariedad. 22/9/33 Establecimiento de la “Oficina nacional para la cultura” (Reichskulturkammer), abierta exclusivamente para arios. 29/9/33 Obligación de los campesinos de demostrar su origen ario puro desde 1800. 4/11/33 Publicación de la “Ley para la publicación de periódicos” pro hibiendo a los judíos y a los casados con judíos ser editores en los periódicos alemanes. Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico” Unidad II, pág. 27
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Consigna de trabajo Reflexiona y responde: ¿Contra quiénes estaban dirigidas estas leyes? ¿Por qué? Estas leyes, que atacaban sobre todo a los intelectuales judíos, manifestaban la decisión de “eliminar la influencia judía en la vida pública del país”, en especial de posiciones claves en la cultura y en el gobierno. El proceso de la expulsión de los judíos de la vida cultural y de las profesiones libres constituyó un terrible golpe, dado que la comunidad judía era identificada y se identificaba a sí misma en la opinión pública con las actividades en esos campos. En lugar de la integración, tan característica del judaísmo alemán, se inició el proceso de aislamiento y des-asimilación. Si bien el perjuicio económico real de estas leyes fue menos importante, muchos judíos resultaron perjudicados y se convirtieron en una carga para la comunidad judía, que se organizó en torno a actividades productivas y de beneficencia. Al margen del aspecto formal de la legislación, después del ascenso de los nazis al poder se creó una fuerte opinión pública antisemita en diversos niveles de la sociedad, en parte como consecuencia del proceso de intimidación y la propaganda, y en parte como efecto de la identificación con los métodos del nazismo. Las actividades antijudías eran ordenadas por las autoridades, pero también la jerarquía universitaria apoyaba y se identificaba con la línea oficial. Un efecto del espíritu reinante fue la quema de libros “no alemanes” arrojados a una gran hoguera en la Universidad de Berlín el 10 de mayo de 1933. Encabezados por Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del gobierno, estudiantes y nazis quemaron libros de prominentes judíos como Henrich Heine, Thomas Mann, Sigmund Freud, Stefan Zweig y de otros muchos autores calificados de pro-judíos o “decadentes” como Jack London, H. G. Wells, Emilio Zolá y Marcel Quema pública de libros judíos, Alemania, Proust. mayo de 1933. Como resultado del acto en Berlín, se organizaron quemas de libros en diversos lugares de Alemania, contribuyendo así a la “purificación” de la nación. Además se inició una extensa limitación en la publicación de escritores y científicos judíos. En el campo de las profesiones libres, tuvo gran significado la organización nacional en forma de asociaciones profesionales de acuerdo con un sistema corpo-
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rativo. Toda asociación de esta clase adoptó por su propia voluntad el párrafo de la ariedad y expulsó a la mayoría de los profesionales judíos de sus filas. Gran cantidad de abogados judíos estaban relacionados de una u otra manera con la jerarquía gubernamental, y desde un principio resultaron perjudicados; los médicos fueron expulsados del Seguro Nacional de Salud y de las asociaciones de Seguro Médico Privado. Se trataba de profesiones consideradas “muy judías” y en el curso de dos años, la mitad de los abogados y de los médicos judíos se encontraron sin trabajo. En poco tiempo, los judíos fueron expulsados también del periodismo y la radio. En las universidades este proceso llevó un poco más de tiempo, pero en el curso de un año a un año y medio se completó su expulsión. Maestros y profesores que trabajaban en escuelas públicas tropezaron con disturbios en sus clases, alumnos que abandonaban las aulas y a veces, incluso, con ataques físicos. Estudiantes judíos fueron expulsados por la fuerza del terror de sus pares antisemitas más que por la fuerza de la legislación. También en el territorio de las artes y las ciencias desaparecieron los judíos. Albert Einstein, Premio Nobel de física, fue expulsado de la Academia de Ciencias, y sus bienes fueron confiscados. Miles de artistas y científicos judíos padecieron el mismo trato. Como efecto de la drástica campaña antijudía, alrededor de mil científicos eminentes abandonaron en 1933 el país y fueron absorbidos por las más importantes universidades del mundo.
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: ¿Cómo explicas que la universidad alemana se haya asociado a los princi pios ideológicos del Nacionalsocialismo y a la implementación de la política antijudía?
Las leyes de Nuremberg A lo largo de sus dos primeros años de gobierno, el régimen nazi promulgó gran cantidad de leyes y reglamentos que afectaron a los judíos y sirvieron para crear en torno a ellos un marco discriminatorio. En este período no pocos judíos fueron arrestados o desterrados, acusados de ser hostiles al gobierno o aún de combatirlo. La tendencia a una legislación antijudía llegó a su culminación con la promulgación de las leyes de Nuremberg, que se anunciaron al público en una sesión del Reichstag el 15 de septiembre de 1935. La legislación incluía tres leyes. La primera enunciaba el cambio de la antigua bandera de la nación, por un emblema con la cruz svástica del partido nazi. A continuación te presentamos el texto completo de las leyes restantes.
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LEY
DE
CIUDADANÍA
DEL
REICH
El Reichstag decide en forma unánime la siguiente ley , promulgada aquí. 1. (a) Miembro del Estado (Staatsangehöriger) es todo aquel que se encuentra bajo la protección del Reich Alemán y por esto tiene obliga ciones hacia él. (b) El carácter de Miembro del Estado se concede de acuerdo con las indicaciones de la Ley de Pertenencia al Estado y al Reich (Reichs – und Staatsangeehörigkeitsgesetz) 2. (a) Ciudadano del Reich (Reichsbürger) es solamente el súbdito del Estado que tiene sangre alemana o afinidad con ella y que demuestra por su conducta ser una persona apta para servir con lealtad al pueblo alemán y al Reich. (b) El derecho para obtener la ciudadanía del Reich se otorgará por medio de un certificado de ciudadanía del Reich. (c) Solamente el ciudadano Reich posee derechos políticos íntegros, de acuerdo a las leyes. 3. (a) El Ministro del Interior promulga de acuerdo con el Lugarteniente del Führer las instrucciones legislativas y administra tivas necesarias para promulgar y aplicar esta ley. Nuremberg, 15 de septiembre de 1935 El Führer y Canciller del Reich, Adolf Hitler Ministro del Interior, Wilhelm Frick Ibidem, pág. 35.
LEY
PARA LA
DEFENSA DE
LA
SANGRE
Y EL
HONOR ALEMANES
Plenamente consciente de que la pureza de la sangre alemana consti tuye una condición previa para la continuación de la existencia del pueblo alemán, y con una voluntad plena e invencible de asegurar la nacionalidad alemana para la eternidad, el Reichstag decide procla mar la siguiente ley: 1. (a) Se prohiben los matrimonios entre judíos y súbditos del Estado que tengan sangre alemana o semejante. Los matrimonios realizados en oposición (a la ley) serán anulados, incluyendo los matrimonios realizados en el extranjero para soslayar esta ley. (b) Solamente el Fiscal General está autorizado para presentar una solicitud de anulación (de matrimonios). 2. Se prohiben las relaciones extramaritales entre judíos y súbditos del Estado que tengan sangre alemana o semejante. 3. Los judíos no podrán emplear para trabajos del hogar a súbditos del Estado que tengan sangre alemana o una sangre semejante, menores de 45 años de edad. 4. (a) Se prohibe a los judíos enarbolar la bandera del Reich y del Estado y portar los colores del Reich. (b) Por el contrario, les está permitido usar los colores judíos 1. El 1- Puede ser que se refiera a la bandera sionista, azul y blanca con la estrella de David.
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otorgamiento de este permiso se encuentra bajo la protección del Estado. 5. (a) El transgresor de la previsión del párrafo 1, será penado con encarcelamiento. (b) La persona que transgreda la prohibición del párrafo 2 será pena da con detención o encarcelamiento. (c) El transgresor de las instrucciones impartidas en los párrafos 3 y 4 será penado con encarcelamiento de hasta un año y una multa mone taria, o uno de estos castigos. 6. El ministro del Interior promulga, en coordinación con el Lugarteniente del Führer y el Ministro de Justicia, las instrucciones administrativas y legislativas necesarias para la promulgación y plena vigencia de esta ley. 7. Esta ley entrará en vigencia un día después de su publicación; en tanto que el párrafo 3 entrará en vigencia el 1º de enero de 1936. Nuremberg, 15 de septiembre de 1935 El Führer y Canciller del Reich, Adolf Hitler Ministro del Interior, Wilhelm Frick Ministro de Justicia, Dr. Franz Gürtner Lugarteniente del Führer, Rudolf Hess Ibidem, págs. 35-37
Consigna de trabajo 1- Reflexiona y responde: a) ¿Qué determina la Ley de la Ciudadanía del Reich? b) ¿La Ley de Ciudadanía del Reich, alude sólo a los judíos? Fundamenta. c) ¿Cuáles son los derechos políticos completos que se citan en el párrafo 2 (c)? d) ¿Qué determina la Ley para la Defensa de la Sangre y el Honor alemanes? e) ¿Por qué se prohibe emplear en el trabajo doméstico a menores de cuarenta y cinco años de edad? f) ¿Cuál es el significado fundamental de estas leyes? 2- Relaciona las citas del título “ideología nazi” con el contenido de estas leyes.
El significado de estas leyes radicó en que otorgaron validez legislativa a una situación que ya existía de hecho. Los judíos, discriminados y degradados en todos los campos, no gozaban ya de derechos políticos, pues de acuerdo a la ley ellos ya habían sido expulsados de todas las funciones públicas. De hecho, en Alemania no se llevaron a cabo elecciones después de 1933 y por eso, este párrafo no tenía sentido alguno, ni siquiera para los alemanes reconocidos como arios puros. La prohibición de matrimonios de judíos con alemanes tampoco representó un cambio fundamental en la política; para llevar a cabo un matrimonio civil, era necesario suscribirse en el registro civil municipal, en el cual las parejas mixtas no recibían los permisos correspondientes o eran presionadas para anular sus 291
intenciones. La importancia de estas leyes residió por un lado en la aceptación oficial del principio racial en la ley alemana, e implicaba la culminación de un proceso de infiltración de la ideología nazi en el estado alemán, y por el otro, en la creación de una base legal para la política antijudía que se llevó a cabo con posterioridad. El espíritu y los principios en que se basó la nueva legislación racial, dejaron la puerta abierta para cualquier opresión ulterior. A partir de 1935, toda la legislación antijudía promulgada se formuló en el marco de estas leyes, consideradas leyes fundamentales, desde el punto de vista jurídico. Debido a la generalidad de la “Ley de la Ciudadanía del Reich”, el 14 de noviembre de 1935 se publicó el primer decreto de implementación de la misma; los párrafos 4 y 5 aludían a los judíos y poseían vital importancia:
Portada del periódico Der Stürmer, de abril de 1936. El titular proclama: “¡Los Judíos no respetan las leyes de Nuremberg!”
4. (a) Un judío no puede ser ciudadano del Reich. No tiene derecho a votar en asuntos políticos; no tiene derecho de ser funcionario público (...) 5. (a) Un judío es aquel que desciendo por lo menos de tres abuelos judíos completos (Volljüdsch) (...) (b) También se considera como judío el hijo de un matrimonio mixto (Mischling), miembro de la nación, quien tiene dos abuelos judíos com pletos, y que: I. pertenecía a una comunidad judía en el momento de la procla mación de la ley o fue aceptado por ella más tarde. II. en el momento de la proclamación de la ley estaba casado con un judío o contrajo matrimonio con un judío más tarde. III. es hijo de un matrimonio con un judío de acuerdo con la defini ción del párrafo 1, que se llevó a cabo después de la aplicación de la Ley sobre la Defensa de la Sangre y el Honor Alemanes el 15 de sep tiembre de 1935 (Reichsgesetzblatt, I., página 1146). IV. es hijo de relaciones extramaritales con un judío de acuerdo con la definición del párrafo (1) y que nació después del 31 de julio de 1936 (...) Ibidem, pág. 45
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Según estas leyes se considera como judío a quien: (1) Tuviera tres abuelos judíos. De manera gráfica se puede expresar de la siguiente forma: abuela
abuelo
abuela
madre
abuelo
padre
la persona en cuestión (en 1933) (2) Tuviera dos abuelos judíos y una de las condiciones siguientes: casado con un judío o perteneciente a la comunidad judía. abuela
abuelo
abuela
madre
abuelo
padre
la persona en cuestión (en 1935), si además estaba casada/o con un judío/a o pertenecía a la comunidad judía.
Consigna de trabajo 1) Compara la definición de judío según: a- Las Leyes de Nuremberg b- La del párrafo de la “Ariedad”. 2) Reflexiona y responde a- ¿Cuál es la definición más severa en tu opinión? Fundamenta. b- ¿De acuerdo con qué principio se incluyen los hijos de matrimonios mixtos mencionados en el párrafo (b) en la categoría de “judío”? c- ¿Cuál es el significado de la fecha 31 de julio de 1936 en el párrafo 5 b IV? 293
La consolidación del Estado Nazi El 1º de diciembre de 1933 se aprobó una ley por la cual el partido nazi quedó indisolublemente ligado al Estado. Desde ese momento, el partido se convirtió en el principal instrumento del control totalitario del Estado y de la sociedad alemana. Los nazis leales no tardaron en ocupar la mayoría de los altos cargos del gobierno a escala nacional, regional y local. Los miembros del partido, de sangre alemana pura, mayores de dieciocho años, juraron lealtad al Führer y, de acuerdo con la legislación del recién instituido IIIer Reich, sólo debían responder de sus acciones ante tribunales especiales del partido. La desaparición de las estructuras de carácter político entregó a los nazis el control de los poderes ejecutivo y legislativo, y les permitió ocuparse de las numerosas organizaciones sociales que se negaban a sucumbir bajo la dictadura del NSDAP. A la eliminación de estos grupos de carácter dispar —laborales, religiosos, institucionales, etc.— se la designó como “igualación” esto es, la adecuación de toda la vida alemana a los rígidos patrones totalitarios del régimen nazi. Incluso antes de terminar con los partidos políticos, el gobierno del Reich emprendió la tarea de disolver a los sindicatos germanos, gigantescas organizaciones de clase o confesionales que movilizaron a grandes sectores de la población contra Hitler y sus seguidores. Las elecciones sindicales celebradas a fines de marzo de 1933 constituyeron un rotundo fracaso para el régimen: los nazis apenas obtuvieron la cuarta parte de los votos obreros. Un mes más tarde, las organizaciones victoriosas ya no existían; unidades de la SA ocuparon las sedes sindicales y detuvieron a sus líderes. Las instituciones del Estado, tal como ya estudiaste, sufrieron también el proceso de igualación. Una ley de reorganización de la burocracia permitió excluir de los escalafones oficiales a los funcionarios no arios o presumiblemente desafectos al régimen. La autonomía de los Estados (Länder) fue igualmente atacada por una serie de leyes que culminaron con la ley de unificación del Reich, que terminó con las tradicionales libertades regionales mantenidas desde la unificación de Alemania en 1871, y puso en manos de funcionarios nazis el gobierno de los antiguos estados, convertidos en simples provincias. Entre 1933 y 1935 las municipalidades siguieron idéntico destino. A través del proceso de “igualación”, todas las organizaciones empresariales, y agrícolas, así como la educación y la cultura, quedaron supeditadas a la dirección del partido. La administración de justicia fue también objeto de la intromisión del partido. En el mes de abril de 1934 se creó el Tribunal del Pueblo organismo de carácter político destinado a juzgar, en primera y última instancia, los delitos de alta traición contra el régimen. Con ello se violaba la independencia del poder judicial y se sometía a los ciudadanos alemanes a la arbitrariedad de la Gestapo y de las autoridades nazis.
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Sólo dos grupos de presión ajenos al partido fueron capaces de enfrentar el poder de Hitler y salir parcialmente victoriosos: el capital y la milicia. Para satisfacerlos y obtener su colaboración Hitler sacrificó a varios de sus viejos camaradas. Desde el momento mismo de su nacimiento había existido en el partido nazi un ala radical de izquierda que aportó a la agrupación un componente tan antidemocrático como anticapitalista: la SA. Ernst Röhm, su líder, acariciaba un sueño personal: fundir a la SA con el ejército en una única fuerza armada bajo su mando y al servicio del partido. Semejante posición aterraba a los militares de carrera, para quienes su integración en las filas de la SA suponía la muerte de las tradiciones militares. Empresarios y banqueros, a los que disgustaba la vertiente socialista del nazismo y militares, se unieron a los enemigos de Röhm en el propio partido entre los que se destacaron Gebring, general de la Reichwehr (ejército) y Himmler, jefe de la SS, subordinado a la SA, a fin de neutralizar su lugar de privilegio en el gobierno. El 30 de junio de 1934 se llevó a cabo una acción de represión contra la SA organizada por Himmler con la ayuda del ejército, en la cual unas mil personalidades dirigentes, entre ellas el mismo Röhm, fueron asesinadas. La purga sangrienta, conocida como la “Noche de los cuchillos largos” en la que se ejerció una violencia superior a la que se empleó con los opositores políticos, constituyó un claro ejemplo de hasta dónde era capaz de llegar Hitler. En adelante, nadie cuestionó la alianza de las fuerzas agrupadas en torno a él. Los empresarios lograron una favorable legislación laboral y una gran libertad de iniciativa mientras que los militares obtuvieron todo tipo de compensaciones materiales y morales (respeto a su tradición y la promesa de que la política exterior del país involucraría una acción militar eventual) a cambio de su sometimiento al führer. Cuando el 2 de agosto de 1934 falleció el Presidente de la república, el General Hindenburg, el canciller del Reich asumió la jefatura del Estado sin ninguna oposición. El 19 de agosto el pueblo alemán fue invitado a aprobar mediante plebiscito el ascenso al poder de Hitler como líder absoluto de Alemania. De los cuarenta y cinco millones y medio de votantes el 95,7 por ciento fueron a las urnas; treinta y ocho millones, el 89,9 por ciento de los votos respondieron afirmativamente. Si bien no hay que olvidar los cuatro millones y medio de votos negativos, la mayoría fue impresionante. La revolución nazi recibió entonces la confirmación popular. Solucionados los conflictos internos y concentrado el poder en sus manos, Hitler procedió a la construcción de una Alemania eficiente y llena de prosperidad. El Dr. Hjalmar Schacht 1 fue el arquitecto de la recuperación económica del país. Las obras públicas, cuya realización más sobresaliente fue la red de autopistas, fueron incrementadas, y el gobierno facilitó créditos y exenciones impositivas a las firmas que ampliaban la inversión. La industria se extendió y la economía progresó rápidamente. Las cifras del desempleo quedaron reducidas en 1936 a un millón de desocupados. Semejante reducción se explica, además, 1- Hjalmar Schacht (1877-1970) Economista, presidente del Banco de Alemania hasta 1939, ministro de economía desde 1934 hasta 1937 y ministro sin cartera hasta 1943. Sus relaciones con el gran capital y la industria alemana ayudaron a Hitler en su ascensión al poder. Luego de la guerra fue condenado a ocho años de prisión y absuelto de todo cargo en 1950.
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por el aumento de los efectivos del ejército, de la policía, del aparato del partido nazi y de la burocracia del Estado, que en conjunto supuso la absorción de unos dos millones de desempleados. La moneda fue tratada con tanta habilidad que llegó a tener 273 valores distintos en un mismo período, y se pactaron provechosos tratos comerciales con otros países. El alza del empleo aumentó el consumo interior, y la economía, al estar más estabilizada, volvió a atraer la inversión. El nuevo orden supuso la ilegalización de las cooperativas y la confiscación de sus posesiones y recursos financieros, la supresión de las negociaciones colectivas entre trabajadores y empresarios, la prohibición de las huelgas y los cierres patronales, y la exigencia a los trabajadores alemanes de pertenecer de forma obligatoria al Deutsche Arbeitsfront (Frente Alemán del Trabajo o DAF), una organización sindical nacionalsocialista controlada por el Estado. El Ministerio de Economía Nacional favoreció la expansión de las asociaciones de fabricantes e integró en cárteles 1 a industrias enteras gracias a sus nuevas atribuciones y al margen de acción que permitía la legislación. Asimismo, coordinó la actividad de los bancos, respetó el derecho a la propiedad privada, y reprivatizó empresas que habían sido nacionalizadas anteriormente. Por último, el nuevo orden implantó el dominio económico de cuatro bancos y un número relativamente reducido de grandes grupos de empresas, entre los que se encontraba el gran imperio de fábricas de armamento y de acero de la familia Krupp y la I.G. Farben, que producía colorantes, caucho sintético y petróleo, y controlaba a casi cuatrocientas empresas. La puesta en marcha del Plan Cuatrienal en 1936, expresión de la política de rearme iniciada por Hitler en 1935, llevaron al país a su momento de mayor prosperidad. La creación del nuevo orden permitió a los nacionalsocalistas resolver el desempleo, proporcionar un nivel de vida aceptable a los trabajadores y campesinos, y enriquecer al grupo de la elite del Estado, la industria y las finanzas. Los visitantes extranjeros que recorrían el país no podían dejar de admirar el nuevo espíritu de la Alemania de Hitler: actividad, optimismo, rapidez y fervor patriótico. Los juegos olímpicos de 1936 celebrados en Berlín fueron la gran vidriera de la Alemania de Hitler. Aquellas olimpíadas eclipsaron a todas las anteriores por sus instalaciones deportivas, residenciales y sanitarias, y generaron la envidia de todos los mandatarios del mundo. Todos aquellos que admiraban el espíritu de aquel nacionalismo, aquella autodisciplina y aquella seguridad en el gobierno no podían prever peligro alguno para Europa con una Alemania pujante y poderosa; todos aquellos que disentían de los métodos empleados por el nazismo, podían todavía confiar en que los aspectos más brutales del hitlerismo no podrían durar largo tiempo.
1- Cártel (del alemán “Kartell”: reglamento de alianza o ayuda) Inteligencia o acuerdo entre grupos sindi cales o políticos, para emprender una acción común.
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La arización De acuerdo con la intención de las Leyes de Nuremberg y de la política antijudía implementada por el nazismo desde 1933, las acciones del régimen nazi acusaron una tendencia cada vez más clara a desalojar a los judíos de la economía nacional. Se denominó “Arización” a la política oficial de despojamiento económico de los judíos, que se aplicó en todos los lugares y sectores donde no perjudicó el proceso de rehabilitación económica del país. El significado del término era la transferencia de los bienes de manos judías a manos arias y, por lo tanto, no implicó una nacionalización de la propiedad privada ya que los bienes eran transferidos a particulares o instituciones privadas y no al Estado. Los orígenes del proceso de arización se remontan a la segunda mitad del año 1933, aunque hasta 1938 el método se aplicó de manera circunstancial. Los nazis crearon situaciones de “ofertas imposibles de rechazar” por medio del cierre de fuentes de abastecimiento de las fábricas, licenciamiento de obreros, boicots y presión con el uso de la fuerza. No obstante, a pesar de que el propietario perdía en la venta, en el curso de estos años todavía podía elegir entre varias ofertas. Hacia fines de 1937, la arización de las empresas importantes aumentó notablemente, especialmente tras la puesta en marcha del Plan Cuatrienal. Entre los miembros de primera fila del partido nazi que adquirieron empresas judías a través de este método se encontraban J. Goebbels y H. Goering; en sus casos, no hay duda que se entremezcló el beneficio personal con la política oficial del país.
La emigración Otro objetivo fundamental del nazismo en este período fue la expulsión física de los judíos del país. Dado que la salida de los mismos de Alemania era un efecto consecuente de la política implementada por el régimen, la decisión de emigrar era recibida con aprobación por parte del gobierno e incluso propiciada por él. Los datos estadísticos respecto a la emigración judía muestran que hasta principios de 1938, sólo un tercio de los judíos de Alemania habían abandonado el país. Los lazos familiares y espirituales con la nación, las limitaciones en la inmigración a otros países, y los temores a la integración en nuevos lugares, fueron factores determinantes a la hora de tomar la decisión de permanecer o emigrar de Alemania.
El acuerdo de “transferencia” El primer acuerdo en favor de la emigración de los judíos alemanes fue firmado en agosto de 1933 entre el Ministerio de Economía Alemán y la Agencia judía 1. La ordenanza del Ministerio justificaba la firma del acuerdo en el hecho 1- Agencia Judía: Institución fundada en 1929 para ayudar a la emigración y a la absorción de judíos en Eretz Israel. En la época del Mandato Británico en Palestina (1918-1948), la Agencia judía fue reconocida como el organismo representativo del pueblo judío en cuestiones relacionados con Eretz Israel.
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de que el mismo “alentaba la emigración de los judíos alemanes a Palestina” y “propiciaba el aumento de las exportaciones del país”. Según los términos del tratado, todo emigrante tenía derecho a dos cuentas bancarias —una en Berlín y otra en Tel Aviv. El emigrante depositaba una suma limitada de dinero en Berlín, y después de su emigración recibía en Tel Aviv, el valor correspondiente en libras de Eretz Israel. Los fondos de su segunda cuenta provenían de la venta de productos alemanes a Eretz Israel, mientras que en Alemania se pagaba a los exportadores con las sumas depositadas en las cuentas de Berlín. No hay duda de que este acuerdo le otorgó a Alemania ventajas evidentes, ya que alentaba la industria y el comercio alemán e impedía la evasión de divisas, al mismo tiempo que propiciaba la emigración judía del país. La ventaja para el judío alemán era poder transferir legalmente de Alemania una suma de dinero mucho más elevada que si emigraba a otro país que no fuera Eretz Israel, ya que existía un impuesto de “huída” para todos los que abandonaban el territorio. La comunidad judía de Eretz Israel, por su parte, se veía beneficiada con la recepción de nuevos inmigrantes judíos. Este acuerdo, que permaneció dentro de los límites de un incentivo, estuvo en vigencia hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial a pesar de los intentos de importantes sectores del partido nazi de anularlo o reducir sus alcances.
La SS y la emigración En el marco del régimen del Tercer Reich, la SS se convirtió en una estructura excepcional por su carácter y organización. Las actividades de la fuerza que comenzó como guardia personal de Hitler, impusieron su sello sobre todas las facetas de la vida del régimen nazi. Liderada desde 1929 por H. Himmler, comenzó a interesarse especialmente por la “cuestión judía”, al comprender que era un aspecto fundamental para consolidar una posición de fuerza en el régimen y materializar los objetivos ideológicos del Nacionalsocialismo. Su carácter eficaz, le otorgó la capacidad de asumir rápidamente el papel de instancia ejecutora, entre todas las instituciones que aspiraron a lograr la hegemonía de la política antijudía. Si bien al principio la influencia de la SS en la política hacia los judíos fue limitada, aumentó a medida que se fortaleció su dominio en la política alemana. El primer escrito extenso sobre la “cuestión judía” en el marco de la SS fue el “Informe secreto de Situación” redactado por el SD 1 en mayo-junio de 1934. En su contenido se expresan, entre otras, las siguientes ideas:
(1) SD: Servicio de Seguridad de la SS. Desde 1932, Heydrich fue su primer comandante. Sus funciones fueron el espionaje y los servicios de información. Actuó también dentro de las filas del partido y de la SS, para evi tar actos de traición y asegurar la obediencia absoluta de sus miembros.
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“La pregunta acerca de cuándo se logrará la unificación completa del judaísmo alemán depende, en primer lugar, de la parte contraria, es decir de los alemanes. En la situación actual del problema el avance del proceso que conduce a ese fin trae consigo un peligro de gran importancia, sobre el cual no se ha reflexionado aún lo suficiente; puede suceder que no sea posible lograr que todos nuestros judíos emi gren, ya que el método que se aplicó hasta ahora podría llevar a un callejón sin salida. Los países limítrofes podrían rechazarlos, ya que han recibido en su seno cincuenta mil judíos y no podrán integrar los quinientos cincuenta mil judíos que restan (para no mencionar las personas de raza mixta). Los intentos para reubicar a los judíos hasta este momento no resultan suficientes, como es posible comprobarlo. En adelante no será posible referirse a ellos como huéspedes temporarios e indeseables en Alemania, porque, en ese caso sería necesario encontrar un marco legal para la situación temporaria que surge por la fuerza de las circunstancias presentes. Podría incluso suceder que nos veamos obligados a reconocer a los judíos como una minoría, y que permanecieran pegados como sanguijuelas a nuestros cuellos por toda la eternidad. Este peligro se intensifica a medida que los judíos se consideran a sí mismos como una minoría en Alemania. Nosotros mismos les ayudamos en ese sentido, en la medida que para simplificar la técnica administrativa de las negociaciones y hacer más efectivos los métodos de inspección, los reconocemos y llevamos a cabo negociaciones con sus representantes nacionales, con sus comisiones, etc., en lugar de hacerlo con grupos individuales [...] Michman, D. “El holocausto, un estudio histórico” unidad II, pág. 50-51.
Consigna de Trabajo Reflexiona y responde: a) De acuerdo con los detalles del “Informe de situación” ¿cuál es el objetivo de la política antijudía? Fundamenta tu respuesta. b) ¿Cuáles fueron las razones que demoraron la emigración de los judíos? c) ¿Cuál fue el riesgo fundamental de este proceso?
La SS actuó de acuerdo con el informe citado e intentó, en consecuencia acelerar el ritmo de la emigración de los judíos de Alemania. Ya en 1935, las oficinas de la Gestapo (policía secreta del Estado sometida a la jurisdicción de la SS desde 1934) emitieron ordenanzas para facilitar las actividades de reorientación profesional que realizaban las instituciones sionistas para facilitar la emigración a Eretz Israel. Un ejemplo de esta política se ve reflejada en el siguiente documento:
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Oficina de la Policía Secreta de Estado Darmstadt, 6 de noviembre de 1935 Número de Orden: 1131 Asunto: Doctor Martín Buber. Destino: Oficinas de la Policía Política; Departamentos Regionales; Departamento de Policía. En el memorandum del día 25 de febrero de 1935 se prohibió a la men cionada persona aparecer como orador en manifestaciones públicas y en asambleas cerradas de organizaciones judías. Buber 1 es profesor en la “Organizaciones para la Educación de Adultos Judíos”, auspiciada por la oficina central de la “Unión Sionista de Alemania”. Después de comprobar que esa tarea tiene un carácter total mente apolítico y está destinada a acelerar la emigración de jóvenes judíos a Palestina, el Comandante de la Policía Política de los Estados (de Alemania) decidió suspender la prohibición de dictar conferencias, incluída en la mencionada Ordenanza. Por la presente se aprueban nuevamente las actividades educativas de Buber en el marco de la Organización para la Educación de Adultos Judíos”. Ibidem pag. 52
También en 1935 se estableció dentro del SD un departamento especial destinado a tratar temas judíos: el “departamento II-112”. En el se destacó rápidamente la persona que se convertiría en el “especialista de asuntos judíos” - Adolf Eichmann. Adolf Eichmann nació en Solingen, Alemania, en 1906. Su familia se trasladó a Viena, donde Eichmann se afilió al partido nazi en 1932, y luego a las filas de la SS, en las cuales fue entrenado. Después de servir un tiempo en el campo de concentración de Dachau, en 1934 se presentó como voluntario en el SD, y en 1935 comenzó su trabajo en el Departamento II 112. Al principio se ocupó de asuntos de espionaje y fue enviado al Medio Oriente en misión secreta. Allí conoció las organizaciones judías e incluso adquirió algunas nociones de idish y hebreo. Desde agosto de 1938 actuó como responsable de la emigración judía de Austria. Hasta 1945 su oficina sirvió de base para la imple mentación del plan de la “Solución final del problema judío”. Al finalizar la guerra escapó de Europa y se refugió con un nombre falso en la Argentina. En 1960 fue secuestrado por agentes israelíes en la provincia de Buenos Aires y conducido a juicio en Israel. El juicio duró casi cinco meses y concluyó con su condena a muerte por crímenes cometidos contra la humanidad y contra el pueblo judío. Ibidem, pág. 53 1- Martín Buber (1878-1965) Filósofo judío. Nacido en Viena, desde joven se compenetró con el judaísmo y con el jasidismo. A la vez, realizó estudios de arte y de filosofía. Adhirió al sionismo, el cual entendía como un fenó meno de renacimiento espiritual del pueblo judío. sus numerosos libros de filosofía y de judaísmo han sido tra ducidos a un gran número de idiomas. Se desempeñó como profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén desde 1938.
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En enero de 1937, el departamento II-112 envió a sus superiores un informe sobre la “cuestión judía” y los métodos para lograr su solución. A continuación te presentamos un extracto de dicho documento. “Los judíos de todo el mundo representan una nación que no está ligada a ningún país, ni a ningún pueblo, solamente al dinero. Por esa razón son, y deben ser, los eternos enemigos del nacionalsocialismo. Todas las objeciones y los intentos de llegar a un acuerdo deben rechazarse de antemano por no ser relevantes, con la plena conciencia de que los judíos son los enemigos más peligrosos, pues nunca será posible con fiar en su verdadera naturaleza. La idea rectora es “desjudaizar” a Alemania (Entjudung Deutschlands). Y ésto sólo podrá realizarse si se destruye la base de subsistencia de los judíos en Alemania, es decir, si se eliminan sus actividades económicas. Es imprescindible incrementar la inmigración hacia regiones donde los judíos no puedan causar daño al Reich, sobre todo a la generación joven. Contra el argumento de que la emigración concentrada de judíos favorecerá a la judería mundial, ya que da a los judíos la posibilidad de fortalecerse nuevamente, es necesario indicar que el problema debe resolverse en Alemania. La única solución es la emigración a regiones de nivel cultural bajo (para evitar que los judíos puedan acumular riquezas nuevamente) donde los judíos se encuentren en un retraso de varias decenas de años y deban recurrir al trabajo pesado para sobre vivir. Sólo será posible superar el problema de la disminución de la emi gración —única oportunidad de liberar a Alemania de los judíos— si: 1. se elimina completamente a los judíos de la vida económica. 2. se incrementa notablemente la presión política legal. 3. se amplían las posibilidades técnicas para la emigración. 1. Eliminación de los judíos de la vida económica: El judío alemán encontró en el pasado —y también en el curso de los últi mos cuatro años— en algunos sectores económicos, un campo de activi dades que resulta remunerativo. Nuestro objetivo es identificar esas fuentes de riqueza y adoptar medidas de defensa. Empresas ficticias: El judío encuentra una remuneración segura que le decide a no emigrar, justamente en el caso de una empresa ficticia [...] Los judíos fingieron la arización de sus empresas —nos referimos espe cialmente a las empresas más remunerativas— previendo el futuro, poco antes de nuestra ascención al gobierno. Esta actividad llegó a su culmi nación en 1933 [...] Una campaña extensa con la cooperación de institu ciones financieras, tribunales comerciales, cámaras de comercio, etc. logrará nuestro objetivo. Se debe promulgar una ley económica que imponga penas graves, multas y boicot a todo aquel que colabore con una empresa ficticia o que acepte la colaboración silenciosa de los judíos en empresas arias. El judío encuentra en esas empresas ficticias una remuneración segura que lo convence para no emigrar [...]
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A todo precio es necesario pedir a los grupos profesionales y otros, que registren a todos los judíos activos en la economía en un fichero y en lis tas para llevar un control contínuo cuando se decida la eliminación de los judíos del campo de la economía. Tambiés es imprescindible cen tralizar y completar continuamente el fichero [...] 2. Incremento de la presión política Si la presión económica incrementara la disposición de los judíos para emigrar por razones materiales, la presión política servirá al movi miento de múltiples maneras. La consideración de las diversas medidas tomadas en el caso de los judíos, en el curso de los últimos cuatro años, permite identificar las medidas que resultaron más eficaces y que es necesario adoptar para cumplir nuestro objetivo [...] Información: Desde el punto de vista de la propaganda tenemos razones para suponer que una utilización extensiva de datos estadísticos influirá sobre el pueblo. El pueblo debe saber que el judío nunca podrá estar ligado a la Nación. Es decir, seguirá siendo siempre un elemento de perturbación a nivel internacional. Y por esta razón es un enemigo en todo el mundo. Es necesario despertar en el pueblo una corriente de enemistad creciente hacia los judíos para crear una base de ataque continuo y de ais lamiento efectivo. Al mismo tiempo, es de suponer la necesidad de infor mación general del personal del partido, de los jefes de los departamen tos locales, y de los responsables de grupos y de células, para que puedan dar explicaciones personales a los habitantes de la región. La intimidación: El miedo más efectivo para destruir el sentimiento de seguridad en los judíos es la cólera popular que se expresa en manifestaciones de violen cia. Aunque se trata de un método ilegal, su influencia ha sido recono cida desde hace mucho tiempo, como lo demuestran los “disturbios en Kurfürstendamm” 1 Desde el punto de vista sicológico, es comprensible, después de la expe riencia de los judíos en los pogroms a lo largo de varios siglos, que no exista cosa que los asuste más que una atmósfera de enemistad que pueda dirigirse contra ellos en todo momento y de manera espontánea [...] 3. Incremento de la emigración En los párrafos siguientes investigaremos los medios para ejercer mayores presiones sobre los judíos y aumentar su emigración. A pesar de que su emigración del Reich es urgente, está prohibido olvidar el objetivo final. Especialmente, debe controlarse que la emigración de los judíos sea concentrada, es decir, que se dirija sólo a países determinados, para evitar la creación de cuerpos enemigos en diversos países que puedan incitar constantemente a la población local contra Alemania. 1- Se refiere a los actos de violencia perpetrados en 1931 por bandas armadas nazis contra los judíos que salían del servicio religioso de vísperas del año nuevo judío de la sinagoga ubicada en esa calle de Berlín.
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Además de presionar a los judíos para eliminarlos de la vida económica y de intimidarlos, es aconsejable utilizar medios técnicos de apoyo; el medio más efectivo es la obligación de obtener permisos; ésto permitirá su revocación o suspensión y a la vez incrementar o disminuir el ritmo de la emigración, de acuerdo con las necesidades. En forma complemen taria, la ley de permisos para los judíos en Alemania esclarecerá la polí tica que seguimos [...] Una autoridad que controle la emigración es una necesidad imprescindible. Se debe proceder a una centralización de gran alcance. Aunque parezca aceptable denegar pasaportes de salida a los judíos de Alemania para limitar y eliminar la libertad de movimiento que siem pre se utilizó para difundir una “nueva provocación” en el extranjero, como ha ocurrido en el pasado, es aconsejable, si manifiestan un deseo sin reservas de emigrar, un apoyo incondicional al otorgamiento de pasa-portes [...] otorgamiento del certificado de honestidad política, y certificado del cumplimiento con las obligaciones impositivas. El estable-cimiento de una autoridad central también es imprescindible para el control de estos procedimientos y para la comunicación directa con las autoridades. La función de esta nueva autoridad será realizar toda la tarea técnica interna de Alemania a favor de la emigración, examinar y controlar, en forma exhaustiva, las regiones y mercados a donde se enviarán los judíos, o hacia dónde se debe dirigir la corriente emigratoria judía, negociar las condiciones económicas y el problema de la mano de obra con las representaciones diplomáticas de los países abiertos a la emi gración, tratar la transferencia de judíos pudientes con un control severo del límite máximo de bienes y capital. Nada de ésto se ha realiza do hasta el presente, ya que los organismos de emigración judíos se ocu paban del problema. En primer y primordial lugar se debe solucionar el problema en su generalidad dentro el marco del espíritu nacionalso cialista. Es fundamentalmente importante el hecho que, a pesar de la disminu ción de la población judía de Alemania en casi un 20% (de acuerdo con la religión y la raza), el capital judío, y junto con él la influencia judía en Alemania en general y en la economía alemana en particular, se redujo solamente en un 2%. Si se parte del hecho que, a pesar de todas las limitaciones, ha sido posible reducir el capital judío que constituye la base del poderío judío sólo en un 2%, es necesario concluir que su influencia— y el capital siempre representa influencia, por lo menos en el plano económico —se mantuvo a pesar de la disminución de la población. Justamente la disminución de habitantes nos confunde respecto a la situación real, y existe una fuerte tendencia a suponer que la influencia judía disminuyó de manera proporcional. Resulta claro que ésto no es cierto. Al mismo tiempo es posible afirmar que los judíos todavía no se han convencido de que Alemania les está negada y siempre permanecerá
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cerrada para ellos. Precisamente, desconocer la presencia renovada del oro judío (por intermedio del dirigente judío) constituye un peligro para la supervivencia segura y estable de la economía del país [...] Los economistas consideran la permanencia del capital judío como un elemento positivo y deseable, sin pensar en los peligros que acechan a la nación en el ámbito de la política y la economía.” Ibidem, pag. 53-58
Consigna de Trabajo Reflexiona y responde: a. ¿Cuál es el objetivo fundamental de la política antijudía, de acuerdo con los redactores del informe? b. ¿Cómo se describen las relaciones de la población alemana con los judíos en esa época? c. ¿Cuáles eran los sentimientos de los judíos en Alemania de acuerdo con las conclusiones de los redactores del informe? d. ¿Qué era necesario hacer para incrementar la emigración?
La última pregunta lleva a la conclusión fundamental que surge del informe: la exigencia de aumentar la presión sobre los judíos a partir del establecimiento de una autoridad central que aplicara la política antijudía y alcanzara los objetivos propuestos por el régimen. Pero a principios de 1937, Alemania aún no se encontraba bajo el dominio de la SS y la posibilidad de imponer sus soluciones aún no era posible.
La política expansionista de la Alemania nazi Dueño y señor de los destinos de una Alemania en la que la oposición política había desaparecido y la recuperación económica era una realidad tangible, Hitler se abocó a la tarea de concretar los objetivos propuestos en el ámbito de la política exterior, bosquejados por él mismo en su libro “Mein Kampf”: anular las restricciones impuestas a Alemania por el tratado de Versalles, reunir a todos los alemanes en un gran Reich, y sobre todo, la conquista del “Lebensraum” (Espacio Vital) necesario para la expansión de la raza mediante el dominio de la Europa oriental. Varios fueron los factores que Hitler supo aprovechar con notable habilidad para llevar adelante su política exterior y sacar ventaja táctica para el logro de sus propósitos; dos de esos factores fueron: la mala conciencia de las democracias occidentales por los términos del Tratado de Versalles, y el temor que sentían ante la
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expansión comunista. Sin duda también jugaron a favor de Hitler el oportunismo político de la Rusia de Stalin y el aislacionismo de Estados Unidos que optó por ignorar las pretensiones hegemónicas de Alemania en Europa. Entre los años 1933 y 1939 se sucedieron una serie de acontecimientos que determinaron el futuro de Europa y el mundo todo: • Alemania abandonó la Conferencia General del Desarme (1932-1934) y la Liga de las Naciones (octubre de 1933). De esta manera se desembarazó del obstáculo que suponían los compromisos internacionales a sus planes de rearme y conquista. • Hitler obtuvo un éxito moral importante en el plebiscito del Sarre cuando el 13 de enero de 1935 el noventa por ciento de sus habitantes votaron su incorporación a Alemania tras quince años de ocupación francesa. Con este triunfo Hitler intensificó sus pretensiones expansionistas. • El 16 de marzo de 1935 Hitler restableció el servicio militar obligatorio, violando una de las cláusulas más importantes del Tratado de Versalles. La Sociedad de las Naciones protestó, pero los dirigentes europeos, reticentes a irritar a Hitler, respondieron de forma pacífica. Políticos de Francia, Gran Bretaña e Italia se reunieron y acordaron oponerse a nuevas violaciones que “pudieran poner en peligro la paz en Europa”. Gran Bretaña se conformó con un acuerdo que limitó el poder naval de Alemania, mientras que la URSS firmó pactos de defensa mutua con Francia y Checoslovaquia, aunque ninguno implicó un firme compromiso. • El 7 de marzo de 1936 Alemania remilitarizó la zona de Renania en otra violación al Tratado de Versalles, ante la renovada pasividad de Inglaterra y Francia, empeñadas en evitar otra guerra. Frente a los hechos consumados la sociedad de las Naciones se limitó a declarar culpable a Alemania sin imponerle ningún tipo de sanción. • En noviembre de 1936 se firmó el pacto Antikomitern entre Alemania y Japón. El pacto preveía la defensa interna contra las actividades del comunismo internacional y ambas partes acordaban adoptar una mutua neutralidad en caso de que alguna atacara a la Unión Soviética. En noviembre de 1937 Italia adhirió al pacto. Así quedó integrado el Eje Roma-Berlín-Tokio. • El 12 de marzo de 1938 las tropas alemanas cruzaron la frontera con Austria y el 13 de marzo Hitler decretó su anexión al Reich alemán. Los soldados germanos fueron recibidos por multitudes entusiastas mientras que una minoría opositora era encarcelada en campos de concentración. En un plebiscito organizado por los nazis en abril del mismo año, el 99,75 por ciento de los austríacos aprobó el “Anschluss”. • Tras la anexión de Austria, Hitler se volvió hacia su próximo objetivo: Checoslovaquia. En 1938, la prensa alemana inició una campaña propagandística a favor de la liberación de los Sudetes, una región de Checoslovaquia limítrofe con Alemania en la que residía una importante minoría de población alemana que, alegando la discriminación que sufría por parte del gobierno checo, inició un movimiento separatista fomentado desde Berlín. Inglaterra, atemorizada y convencida que los Sudetes eran la “última de las ambiciones territoriales de Hitler” indujo a Francia
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a ceder ante la imposición alemana. El 30 de septiembre de 1938 se firmó el “Pacto de Munich” por el cual se determinó la cesión del territorio de los Sudetes a Alemania. A pesar de que Hitler prometió que esa sería su última reivindicación territorial, en marzo de 1939 las tropas alemanas liquidaron el resto del país: la mitad occidental se incorporó al Tercer Reich, Hungría y Polonia se apropiaron de algunos territorios y se creó el Estado de Eslovaquia, país títere de Alemania. • El 21 de agosto de 1939 se firmó el “pacto de no-agresión germano-soviético”. El pacto, acordado por Alemania y la URSS, contenía además un protocolo secreto adicional firmado en Moscú por el ministro de asuntos exteriores del Tercer Reich, Joachim Von Ribbentrop y el comisario soviético de asuntos exteriores Viacheslav Molotov. Además de establecer una mutua garantía de no-agresión, las dos naciones se comprometían a consultarse sobre asuntos de interés común y a abstenerse de unirse a cualquier alianza entre potencias que fuera hostil a alguna de ellas. El protocolo secreto establecía la partición de Polonia y permitía a la Unión Soviética mantener una política de “manos libres” en Finlandia, los países bálticos y Besarabia. Los beneficios mutuos del acuerdo eran evidentes. Mientras que Alemania lograba de esta manera neutralizar a la URSS en su inminente conflicto con Polonia, la URSS lograba extender sus fronteras hacia el oeste y evitaba cualquier implicación en una guerra para la que no estaba preparada.
El agravamiento de la política antijudía - el año 1938 En 1938, la actitud del régimen nazi con respecto a los judíos experimentó un manifiesto deterioro. El “Anschluss”, la anexión de Austria en marzo de 1938, sumó al Reich doscientos mil judíos a los trescientos cincuenta mil que continua306
ban viviendo en Alemania. Las restricciones y discriminaciones contra los judíos alemanes se extendieron de forma inmediata a los judíos que vivían en Austria y más tarde a los judíos de los Sudetes. En 1938, conocido como el “año decisivo”, se intensificó la actividad contra los judíos en todos los frentes. En el orden legislativo, se promulgaron (desde septiembre de 1937 a noviembre de 1938) 1234 reglamentos, ordenanzas y leyes antijudías y comenzaron a destacarse tres métodos fundamentales en el tratamiento de la “cuestión judía”: A- El método exhibicionista que enfatizó las acciones de efecto psicológico. B- El método económico que enfatizó la pauperización de los judíos. C- El método policíaco, cuyo objetivo central fue la emigración de la población judía. A- En el marco de las acciones de carácter psicológico, se realizaron muchas actividades a fin de diferenciar a judíos de no judíos; entre ellas podemos citar: • Se imprimió la letra “J” en los pasaportes de los judíos. • Se cambiaron los nombres de origen judío de las calles. • Se prohibió a los judíos dar a sus hijos nombres alemanes y se obligó a agregar al nombre propio el nombre “Israel” en el caso de los varones y de “Sara” en el de las mujeres. • Se prohibió a los empleados de agencias de seguridad hospedarse en hoteles o pensiones judías. Los pasaportes de los judíos • Se obligó a los judíos a llevar consigo sus cédualemanes debían ser marca las de identidad. dos con la letra “J” Estas y otras medidas tuvieron gran influencia psicológica ya que facilitaron la identificación de los judíos, aumentaron el temor a mantener relaciones con ellos y condujeron a su total aislamiento. B- En este campo, se ordenó limitar la cuota de divisas extranjeras y de materias primas de importación destinadas a las fábricas judías. Además, se suprimieron las ventajas impositivas para instituciones judías, se cancelaron los préstamos hechos por los judíos, y se elevó el “impuesto a la huída” de los emigrantes. Los judíos fueron expulsados de varias profesiones y en otras se limitó su número. El 20 de junio de 1938, los judíos fueron expulsados de la Bolsa y el 14 de junio se publicó por primera vez una definición estricta del concepto “negocio judío”; según esta definición un “negocio judío” era aquel cuyo dueño era judío según las Leyes de Nuremberg o del que un socio era judío, o en el caso de sociedades anónimas, uno de sus directores era judío, un cuarto del capital estaba en manos de judíos o la mitad de los accionistas con derecho de voto eran judíos. Junto con esta definición empezó la segunda etapa de la “arización” de empresas judías. En ella se des-
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ignaba un apoderado que se encargaba de la transferencia de la propiedad a un “ario”, de acuerdo a su propia decisión; de esta manera, gran parte de los negocios judíos simplemente fueron eliminados. El 22 de abril de 1938 se promulgó una disposición que estableció una pena para los alemanes que ayudaran a “ocultar la identidad judía” de empresas, ya sea administrando en nombre de judíos o representándolos sin mencionar su raza. El objetivo primordial era luchar contra la “arización aparente”, es decir, la venta formal de un negocio judío a un no judío, con el acuerdo tácito de que el judío seguiría influyendo en la administración del negocio y disfrutando de sus ganancias. Un nuevo reglamento promulgado el 26 de abril de 1938, obligó a los judíos de Alemania a declarar sus bienes en el país y en el extranjero, lo que posibilitó conocer el alcance sus actividades y sirvió de base para despojarlos económicamente. La implementación de esta política condujo a que los judíos perdieran toda estabilidad económica y aceleraran su emigración del país. C- El tercer método, que implicó la aplicación de presión policial sobre los judíos, fue implementado y perfeccionado por la SS y el sistema policíaco bajo su dominio. Con la anexión de Austria al Reich alemán, la SS estableció precedentes decisivos en la política antijudía. El 18 de marzo de 1938 se publicó la segunda reglamentación de la “Ley para la reunificación de Austria con el Reich Alemán” que en su texto estableció, entre otros conceptos: De acuerdo con el párrafo III de la Ley de Reunificación de Austria con el Reich alemán del día 13 de marzo de 1938 (Reichsgesetzblatt, I, p. 237), ordenó lo siguiente: 1 El Reichsführer-S.S. 1 y Jefe de la Policía Alemana en el Ministerio del Interior del Reich tiene la atribución de adoptar las medidas necesarias para la salvaguardia de la seguridad y el orden, incluso cuando se excedan los límites legales establecidos para estos fines. 2 Al Reichsführer-S.S. y Jefe de la Policía Alemana en el Ministerio del Interior del Reich le está permitido transferir atribuciones a otros Ministerios. 3 Este reglamento entrará en vigencia el día de su publicación. Berlín, 18 de marzo de 1938 Ministerio del Interior del Reich firmado - Frick Ibidem- pág. 71 1- Reichsführer-SS, comandante supremo de la SS, posición ocupada por Himmler desde 1929 hasta 1945.
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Consigna de Trabajo Reflexiona y responde: a- ¿Qué estableció el contenido de esta ley? b- ¿Qué efectos eran esperables respecto a la política antijudía en Austria?
La SS ya había realizado acciones de carácter violento contra los judíos austríacos antes de que su supremacía fuera confirmada desde las altas esferas. El siguiente testimonio describe uno de los sucesos ocurridos: “El domingo 13 de marzo, ciento cincuenta funcionarios de bancos y empresas judíos fueron arrestados por personal de la S.S. armados con bayonetas y garrotes de goma; las oficinas de la Organización Sionista de Austria, del Keren Kayemet Leisrael (fondo para la adquisición de tierras en Eretz Israel), del Keren Hayesod, de la Agencia Judía y de la organización de defensa sionista “Stimme” (Voz), fueron víctimas del vandalismo, y clausuradas; el dinero que se encontró fue confiscado. También se clausuraron las oficinas de la “Bnei Brit”. Ibidem - pag. 71
El 18 de marzo de 1938 se revocó en todo el territorio del Reich el reconocimiento oficial a las comunidades judías; en los días subsiguientes los dirigentes comunitarios fueron arrestados y enviados al campo de concentración de Dachau. La anulación del status jurídico de las comunidades y el arresto de sus líderes agitó con honda repercusión a todos los judíos del Reich. Entre las numerosas reacciones, y sobre el trasfondo de la grave situación, el 27 de julio se creó un frente representativo de los judíos que agrupó en su seno a todas las organizaciones judías existentes 1. Desde ese momento, la nueva institución debió informar continuamente sobre sus actividades al encargado de asuntos judíos: Adolf Eichmann. La reorganización del judaísmo ofreció a Eichmann y a su departamento la posibilidad de controlar de cerca todo lo que realizaba la comunidad judía. El siguiente documento refleja lo expuesto hasta aquí: Viena, 8 de mayo de 1938 ¡Querido Herbert! 2 Hoy quiero escribirte de nuevo una pequeña carta. Acabo de pasar por todas nuestras secciones. Comuniqué al personal que trabaja allí una idea general del asunto, cosa que acogieron con agradecimiento, porque, después de todo, hasta ahora no habían recibido ninguna información.
1- El tema se desarrollará en los próximos títulos. 2- Herbert Hagen, colega de Eichmann en el departamento de asuntos judíos de la SS.
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Dentro de poco, espero disponer de los anuarios judíos de todos los Estados vecinos y después te los enviaré a ti. A mi parecer, constituyen una ayuda importante. Fueron dadas órdenes a todas las organiza ciones judías de Austria para que presenten un informe cada semana. Estos serán transmitidos en cada caso a los expertos correspondientes de las secciones y sub-secciones del II 112. Los informes deberán presentar por separado un informe sobre la situación y otro sobre las actividades. En Viena éstos serán presentados cada lunes de la semana, y en las provincias, cada jueves. Espero poder enviarte, mañana mismo, los primeros informes. El primer número del “Zionistischen Rundschau” tiene que salir el viernes de la semana próxima. Me han enviado el manuscrito, y precisa mente ahora, me ha tocado el aburrido trabajo de censurarlo. Por supuesto, también ustedes recibirán el periódico. Con el tiempo, éste se irá transformando, hasta cierto punto, en “mi periódico”. En todo caso, puedes creerme que a estos señores les haré bregar. Desde ahora, ya están trabajando muy activamente. He exigido de la comunidad judía y de la Organización Sionista de Austria, la emigración de veinte mil judíos sin medios, durante el período que se extiende del 1ro. de abril de 1938 al 1ro. de mayo de 1939, y me han prometido cumplir con ello. También mañana voy a proceder a verificaciones en las oficinas de la comunidad judía y de los sionistas. Hago esto por lo menos una vez a la semana. Aquí están totalmente en mis manos; no se atreven a dar un paso sin consultarme antes. Es así como se debe proceder, porque esto nos da mayores posibilidades de control. Podemos ahorrarnos la creación de una cuarta organización directiva judía, equivalente del Hilfsverein 1. He dado instrucciones a la comunidad judía para que, den tro de la comunidad, establezcan una oficina central de emigración hacia todos los países, excepto Palestina. Ya se ha puesto en marcha el trabajo preparatorio para esto. En líneas generales, la situación se presenta ahora como sigue: con forme al decreto, el Gauleiter Bürckel se va a ocupar de la “arización”, de los judíos en la economía, etc. Incitar a los judíos a que emigren es sobradamente la labor más difícil, y ésta incumbe a la SD. Ahora que la comunidad judía y la Asociación judía de Austria han sido reorganizadas, sus actividades tienen también como objetivo la emi gración. Con esto, espero haberte puesto al corriente en pocas palabras. Saludos a todos los compañeros de II 112. Tu viejo Adolf. Gutman, I. “El holocausto en documentos” pag. 105-106
1- Sociedad de ayuda.
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El régimen de terror implementado contra los judíos durante las primeras semanas del gobierno nazi, provocó la huida de muchos ellos hacia Suiza e Italia; no obstante, la gestapo consideró su número insuficiente, e impuso un nuevo método para apoyar la emigración: expulsiones forzadas que se llevaban a cabo mediante evacuaciones inmediatas o mediante el anuncio de un ultimatum a abandonar la región en unos cuantos días. Un hecho de la campaña de expulsión tuvo gran difusión en la prensa mundial; cincuenta y un personas fueron arrestadas en la pequeña localidad de Kittsee, despojadas de sus bienes, conducidas en lancha a una isla en el río Danubio, y allí abandonadas sin víveres. En Checoslovaquia fueron encarceladas y luego expulsadas a Hungría, temiendo que los nazis continuaran expulsando a los judíos austríacos. En Hungría se les negó asilo y fueron nuevamente expulsados a Austria y arrestados allí por la SS. La presión sobre los judíos para que emigraran continuó durante el verano de 1938; sin embargo, los pasos de la emigración aún no habían sido coordinados a nivel gubernamental y por eso se retardaba la salida de los judíos al ritmo que el gobierno deseaba. Como resultado de la destacada actuación de Eichmann en Viena, se estableció en esa ciudad la “Oficina Central para la Emigración de Judíos” bajo su dirección. Las razones del establecimiento de la oficina y sus objetivos se explican en el siguiente documento: “En el curso de la emigración de los judíos se revelaron inconvenientes y demoras inaceptables; además, las actividades de varios ministros en este asunto han sido irrelevantes. Para adelantar y acelerar la emigración de los judíos se estableció la “Oficina Central para la Emigración de Judíos” en Viena, calle Príncipe Eugen 22, Palacio Rothschild, Tel. 40-0-60. La oficina será responsable de alcanzar los siguientes objetivos, en coor dinación con los ministros adecuados: 1. Crear oportunidades de emigración por medio de negociaciones con los entes de emigración alemanes. 2. Otorgamiento de las divisas extranjeras necesarias para la emi gración. 3. Creación de lugares de reorientación profesional. 4. Coordinar los esfuerzos con las compañías de navegación para ase gurar la implementación técnica de la emigración. 5. Inspección de las instituciones judías relacionadas con la emigración. 6. Dictar ordenanzas, y coordinar las actividades de emigración con todos los ministerios y entidades públicas relacionadas con la emi gración de los judíos de Austria [...] Esta reglamentación es válida para la región de Viena y del Bajo Danubio (Niederdonau). La ejecución en las otras regiones será deter minada por la “Oficina Central para la emigración de Judíos” en coor dinación con los líderes locales [...]. Heil Hitler Josef Bürckel” Michman, D. “El holocausto, un estudio histórico”, unidad II, pag. 74
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La creación de la “Oficina Central para la Emigración” implicó la subordinación de los judíos de Austria a la autoridad de Eichmann y constituyó un paso decisivo en el dominio de la SS y sus representantes en torno a la política antijudía. Los nuevos métodos de presión aplicados en Viena llevaron a que en el curso de ocho meses emigraran de Austria cuarenta y cinco mil judíos. En Alemania, también los nazis continuaron implementando la política de emigración. El 7 de Junio de 1938, se llevó a cabo la denominada “Acción de junio” en la cual se arrestó a un importante número de judíos considerados “antisociales”. El Dr. Arthur Prinz, director de un organismo Arresto de judíos en Viena. judío, describió esta campaña en sus memorias: Marzo de 1938. “Esta política de la Gestapo para incrementar la emigración de los judíos por medio de presiones y órdenes, se reveló por primera vez en toda su gravedad en la “Acción de Junio” de 1938. Se arrestaron mil quinientos judíos a los que se calificó de alementos antisociales. En ver dad eran personas que habían sido condenadas alguna vez en el pasa do, pero con grandes diferencias en la gravedad de su transgresión. De acuerdo con la gravedad de su delito fueron divididos en tres categorías de número más o menos semejante. En una estaban los que habían sido condenados por transgresiones leves, como estacionamiento de vehículos en lugares prohibidos, pero que podían considerarse ciudadanos decentes. Los miembros de la segunda categoría habían sido condenados por delitos más graves, pero aún no era posible calificarlos de elementos antisociales. Los miembros de la tercera categoría eran realmente crim inales, más numerosos de lo que se supone generalmente. Los detenidos en el marco de la “Acción de Junio” eran liberados únicamente si emi graban inmediatamente después de su salida del campo de concen tración. Ya que los detenidos en los campos de concentración corrían peligro de muerte, las oficinas de emigración de los judíos debieron encontrar caminos —legales o ilegales— para asegurar la emigración de esas personas.” Ibidem - pag. 75
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: ¿Cuáles fueron los métodos que implementaron la SS y la Gestapo para provocar la emigración de los judíos?
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La conferencia de Evian En julio de 1938, el gobierno de Estados Unidos convocó, por iniciativa del Presidente Franklin Delano Roosvelt, a una conferencia internacional que analizó e intentó resolver los problemas y el destino de los refugiados judíos. La situación de los judíos, que ya era grave a raíz de la política antijudía implementada por el régimen nazi, se agudizó aún más en marzo de 1938, cuando tras la ocupación de Austria, doscientos mil judíos se agregaron a la lista de los que debían encontrar refugio. Cuando la conferencia se reunió en Evian, Francia, cerca de medio millón de judíos habitaban en Austria y en Alemania. El resultado general de la conferencia fue negativo. Los treinta y dos representantes convocados explicaron, uno tras otro, las causas de la imposibilidad de la admisión de refugiados judíos a sus respectivas naciones. Así, por ejemplo, se expresó el representante de Australia: “Como no tenemos un verdadero problema racial en nuestro país, tampoco queremos importarlo”. Perú, Ecuador, Bolivia y Brasil se declararon dispuestas a recibir judíos, a condición de que fueran agricultores o mineros. La actividad del gobierno de los Estados Unidos hacia la cuestión de la inmigración judía se basó en su adhesión a los severos principios de cuotas. Entre 1936 y 1939 ingresaron solo treinta y cinco mil judíos al país del norte. Polonia y Rumania, por su parte, intentaron beneficiarse al solicitar la transferencia de sus ciudadanos judíos a otros países; pero su petición fue rechazada. A excepción de República Dominicana, cuyo delegado anunció que su país se hallaba dispuesto a recibir cien mil refugiados 1, y Holanda y Dinamarca a unos miles; ningún otro gobierno se manifestó dispuesto a ayudar a los perseguidos, y continuó aplicando una política inmigratoria de puertas cerradas. Representando a los refugiados judíos habló un miembro del Congreso Judío Mundial y un representante de la Agencia Judía, quienes exigieron la apertura de la inmigración judía a Eretz Israel y a otros países. Pero el gobierno británico, que sólo había aceptado participar en la conferencia a condición de que la cuestión Palestina no fuese incluida en las deliberaciones, continuó implementando una política restrictiva a la aliá judía a Eretz Israel. Otto Ritchter y sra. protestando en Nueva York contra las El único resultado positivo fue establecer un comité intergubernamental con sede en Londres, restricciones a la inmigración. (12 de junio de 1936).
1- La disposición de la República Dominicana a recibir refugiados judíos, respondió al deseo del General Trujillo, dictador de esa República, de congraciarse con los Estados Unidos. Las condiciones que impuso a la inmigración, como el aporte de capital para el desarrollo de la agricultura, condujo a que las cifras de emi gración judía a ese país en los años de la guerra se redujeran a unos mil judíos.
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que comenzó a negociar con Alemania un plan para organizar una emigración sistemática de judíos de ese país. El 15 de diciembre de 1938 se encontraron el estadounidense George Rublee, presidente de la comisión, y Hjalmar Schacht, representante del banco de Alemania a fin de convenir un acuerdo económico a favor de Alemania que posibilitara la salida de los judíos. Finalmente, en febrero de 1939, se llegó a un acuerdo sobre los detalles del plan; pero éste nunca llegó a aplicarse: el estable-cimiento de la “Central para la Emigración de los Judíos”, y luego el estallido de la Segunda Guerra Mundial que dificultó la posibilidad de encontrar destinos para la inmigración judía, pusieron punto final a todos estos planes.
Consigna de trabajo 1) Observa el mapa y responde: ¿Qué países en el mundo admitieron a refu giados judíos? 2) Reflexiona y responde: En función de las posiciones asumidas por las democracias del mundo en la Conferencia de Evian, ¿consideras que se cumplió el objetivo propuesto? Justifica tu respuesta.
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La expulsión a Zbaszyn La política que imponía la emigración por métodos policíacos, concebida y realizada por la SS, llegó a su punto más brutal a fines del mes de octubre de 1938, en el caso conocido como “la expulsión a Zbaszyn”. En 1938 vivían en Alemania y en Austria setenta mil judíos con pasaporte polaco. Polonia, que presionó a los judíos para que emigraran durante la década del treinta, temía que la política antijudía alemana obligara a los judíos polacos a regresar a su territorio. El 31 de marzo de 1938, el presidente polaco firmó una ley que permitía cancelar la ciudadanía polaca a todo ciudadano que hubiera vivido en el extranjero durante más de cinco años y que hubiera interrumpido todo vínculo con el país, así como a todo ciudadano que, encontrándose en el extranjero, no hubiera cumplido con la solicitud del gobierno polaco de regresar a su país en la fecha establecida. La consecuencia de esta ley fue la existencia de un grupo de judíos apátridas que sería difícil obligar a emigrar, ya que ningún país estaría dispuesto a recibirlos. El 15 de octubre de 1938 se promulgó un reglamento para que todos los ciudadanos polacos residentes en el extranjero presentaran sus pasaportes en los consulados para ser revisados y renovados. La intención era cancelar la validez de los pasaportes de la mayoría de los judíos polacos residentes en el extranjero, para impedirles el regreso al país. El proceso que se desencadenó entonces es descripto en la siguiente fuente: “En Wilhelmstrassse, residencia del Ministerio del Exterior alemán, se tuvo conciencia rápidamente de que solamente un número simbólico de los judíos polacos recibirían permiso para renovar sus pasaportes. El 26 de octubre se transmitieron, telefónicamente, órdenes a la Embajada del Reich en Varsovia; había grandes posibilidades de que Alemania expulsara inmediatamente de su territorio, por precaución, a todos los judíos polacos que perdieran el permiso de regresar a Polonia. Se procedería de esa manera porque no se podía seguir sopor tando la presencia de esas personas en el país. Este memorandum, presentado por la Embajada del Reich el 26 de octubre, fue contestado por el Ministerio del Exterior polaco al día siguiente, sin ambigüedades: Polonia no está dispuesta a abrir sus fronteras a personas a quienes las nocivas leyes promulgadas por Alemania habían confiscado todos sus bienes. En todo caso, estaba dis puesta a iniciar conversaciones sobre el problema. No es necesario decir que la Gestapo recibó con alegría la iniciativa de Wilhelmstrasse. El mismo día, el 26 de octubre, Heydrich 1 transmitió instrucciones a la policía de extranjeros, con una orden de ejecución inmediata, para enviar al máximo número posible de judíos polacos una cancelación de residencia y advertirles que debían abandonar el territorio alemán antes del 29 de octubre a medianoche. Menos de 24 horas más tarde, se emitió una orden complementaria que ordenaba a 1- Heydrich, Reinhard (1904-1942) Jefe de la Oficina Principal de Seguridad del Reich y uno de os arquitec tos de la “Solución final de la cuestión judía”. Se afilió al partido nazi en 1931 y activó en la SS. En 1932 fue designado jefe del SD. Murió a causa de heridas sufridas en una tentado contra su persona realizado por partisanos checoslovacos. El plan de la Solución Final en Polonia se denominó con el apodo clave de “Operación Reinhard”, a su nombre
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la policía proceder de inmediato a la detención de las personas com prendidas en la orden dada y enviarlas, en grupos especiales, a la frontera polaca antes de la fecha de vigencia del reglamento polaco. En el curso de dos días solamente, el 28 y 29 de octubre, se efectuaron de quince a veinte mil arrestos. Para incrementar su eficiencia, la Gestapo arrestó a los jefes de familia, pues sabía que las mujeres y los niños les seguirían los pasos. Los infortunados fueron arrancados de sus casas en medio de la noche, o arrestados por sorpresa en sus lugares de trabajo, o detenidos en persecuciones callejeras, y fueron transportados en trenes cerrados con sólo diez marcos en sus bolsillos hasta una distancia de siete kilómetros de la estación fronteriza de Zbaszyn. Se dirigieron inmediatamente a la línea fronteriza y allí se encon traron con los guardias polacos que les cerraron el paso. Al mediodía del 28 de octubre, la Gestapo informó sobre los acontecimientos a Wilhelmstrasse, que inició negociaciones con Varsovia a condición de que Polonia aceptara retrasar la vigencia del reglamento hasta el 15 de noviembre. Los polacos aceptaron. Esto no impidió que la Gestapo continuara con sus actividades, incluso con la aprobación de Wilhelmstrasse. En la noche del 29 de octubre, miles de personas fueron obligadas a cruzar la frontera en la oscuri dad. Cinco mil quinientas de ellas llegaron al sector de Katowice y dos mil quinientas a Chojnice. Otros varios miles de los expulsados resul taron atrapados entre dos fuegos: rechazados con violencia por las unidades alemanas, enfrentaban las formaciones de guardias polacos que los amenazaban con abrir fuego. El área fronteriza de Zbaszyn se llenó con alrededor de seis mil quinientas personas, viajeros forzados, con quienes nadie sabía qué hacer. Los polacos estaban decididos a hacer fracasar cualquier solución que se intentara imponerles, y la tarde del 29 de octubre ordenaron expul sar, con destino a Alemania, a los ciudadanos del Reich que residían en Poznan y en Pomerania (provincia de Danzig). Por los siete mil judíos polacos que ya habían ingresado a Polonia, un mismo número de alemanes sería obligado a emigrar de Polonia al Reich. De hecho, en ese mismo momento, por lo menos doce mil judíos habían logrado atravesar las líneas polacas, pero en el caos generalizado que se había creado, ni los polacos ni los alemanes pudieron obtener un cuadro estadístico exacto de la situación. Más tarde, la policía polaca liberó a los arios cuyos pasaportes había confiscado, y se conformó con transportar a la frontera con el Reich solamente a los alemanes que eran de raza judía. Alemania informó que estaba dispuesta a interrumpir la expulsión de judíos polacos, si por su parte Polonia interrumpía las represalias con tra los ciudadanos alemanes. A las 19.00 horas se llegó a un acuerdo entre Berlín y Varsovia. Los polacos anunciaron que estaban dispuestos a interrumpir las expul siones si también los alemanes lo hacían, y si al mismo tiempo se per mitía regresar a los judíos que habían sido transportados a la frontera y que todavía no la habían atravesado. Respecto a los expulsados que ya se encontraban en territorio polaco, se acordó iniciar conversa ciones más tarde para decidir su futuro.
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Como resultado la Gestapo liberó a los judíos que había transportado a la frontera, e incluso les permitió regresar a sus hogares. El 2 de noviembre se iniciaron las conversaciones, y los negociadores llegaron a un acuerdo en dos puntos: Polonia no solamente aceptó defi nitivamente a los miles de judíos expulsados que ya se encontraban dentro de sus fronteras, sino que también aceptó el ingreso de sus mujeres y niños menores de dieciocho años. Por su parte, los funcionar ios de Wilhelmstrasse anunciaron que estaban dispuestos a permitir que esos mismos judíos regresaran por un período limitado para que pudieran arreglar sus asuntos. No se llegó a ningún acuerdo respecto a la transferencia de bienes de las personas afectadas a Polonia. El gobierno del Reich aceptó el regreso temporal de los judíos expulsa dos que presentaran su solicitud al respecto en el curso de cuatro semanas. Si bien el tiempo de permanencia en Alemania, que al princi pio se había limitado a un mes, no se incluyó en forma detallada en el acuerdo, era claro que de ninguna manera serían más de mil expulsa dos los que estarían en territorio alemán en cualquier momento. Además, todas las actividades vinculadas con el regreso temporal lle garían a su fin el 31 de julio de 1939. En esa fecha los judíos saldrían definitivamente de Alemania, y se les permitiría llevar consigo sus efec tos personales, muebles y equipos necesarios para las profesiones que ejercían antes del 26 de octubre de 1938. Por su parte, el gobierno de Polonia se comprometió a permitir a las esposas de los jefes de familias que habían sido expulsados y a los niños menores de dieciocho años ingresar a su territorio, entendién dose que su llegada a Polonia debía efectuarse hasta la fecha límite del 31 de julio de 1939. Respecto a la venta de los bienes muebles o inmuebles de las personas afectadas, los polacos no pudieron recibir el permiso alemán para que los judíos llevaran consigo sus bienes. Entre el 26 y el 29 de octubre la Gestapo pudo transferir a Polonia un total de diecisiete mil judíos. Ibidem, pág. 77-79
El Sr. Shmuel Grynszpan relató, en el juicio a Eichmann realizado en Jerusalén en 1962, su vivencia del proceso de la expulsión: P. Sr. Grynszpan, ¿qué nacionalidad tenía durante los años en que residió en Alemania? R. Cuando llegué a Alemania, en 1911, era súbdito ruso. Pero cuando Polonia se independizó, me convertí en ciudadano polaco. P. En 1938, ¿donde se encontraba su hijo Herschel? R. En París P. ¿Cuándo había llegado a París? R. Llegó a París en mayo de 1936. P. Ahora, relate al tribunal lo que ocurrió el 27 de octubre de 1938. R. El 27 de octubre de 1938 no sabíamos nada de lo que estaba ocurriendo. Ese mismo día, jueves, en horas de la tarde se presentó un policía y nos ordenó dirigirnos al sector número once con nuestros pasaportes. Nos dijo: Uds. volverán enseguida; no es necesario llevar
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nada con Uds. (...) Sr. Bar Or (ayudante del fiscal): ¿Quiénes recibieron la orden de diri girse a esa región? R. Sólo mi familia y yo. P. ¿Y qué sucedió entonces? R. Cuando llegué a ese lugar pude ver toda clase de personas, de pie, sentados, llorando y a todos se les gritaba: “firmen, firmen la orden de expulsión”. Presidente del tribunal: ¿Quién ordenaba firmar la orden de expul sión? R. El comandante de policía. P. ¿Qué hizo usted? R. Debí firmar, como todo el mundo. Tuve que firmar. Alguien que no quiso firmar, creo que Guershon, debió permanecer de pie 24 horas en un rincón. Nos condujeron a una sala de conciertos a orillas del río. También allí se encontraban personas de todas las regiones. Personas que habían sido transportadas, alrededor de seiscientas personas. P. ¿Cuánto tiempo permanecieron allí? R. Estuvimos allí hasta el viernes en la tarde, alrededor de veinticua tro horas; sí: hasta el viernes a la tarde. P. ¿Y luego? R. Luego nos llevaron a un vehículo de la policía, para transporte de presos, alrededor de veinte personas en cada vehículo. Nos condujeron hacia la estación del ferrocarril. En las calles aparecía a cada trecho la consigna: ¡Judíos a Palestina! Más tarde, cuando llegamos a la estación del ferrocarril, nos llevaron hacia el tren con destino a Zbaszyn en la frontera polaca. Eso fue el sábado en la mañana. P. ¿Con quién estuvo en el tren? R. Todos juntos. Seiscientas personas. P. ¿Qué tratamiento recibieron en el tren? R. Cuando llegamos a Zbaszyn, a las 6 de la mañana, arribaban trenes desde todas las direcciones: de Berlín, Colonia, Hamburgo, Düsseldorf, Bremen, Wiedfeld. En total éramos doce mil personas. P. ¿Qué día llegaron? R. El sábado 29 de octubre. P. ¿Notificaron a alguien la expulsión? R. Sí. Cuando llegamos a la frontera nos revisaron para saber si alguien tenía dinero. Si alguien tenía más de diez marcos, nos decían: diez marcos. Ustedes no trajeron más que eso a Alemania y más de eso no sacarán. P. Cuando llegó a la frontera, ¿le avisó a alguien de su llegada? ¿le escribió a alguien? R. ¿A quién hubiera podido avisarle? Estaba sometido a los SS. Nos dijeron que caminaríamos dos kilómetros hasta la frontera polaca. ¿A quién podía haberle escrito? Estaba en camino hacia la frontera pola ca. Nos dijeron que camináramos. Los SS hacían restallar sus látigos por encima de nuestras cabezas. Aquellos que se retrasaban recibían golpes. Se derramó sangre a lo largo de todo el camino. En este punto sacaron los equipajes. Se comportaron con nosotros de manera brutal y
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salvaje. Era la primera vez que éramos testigos de la brutalidad alemana. Nos obligaron a correr rápidamente. Yo recibí un golpe y caí a una zanja. Mi hijo me ayudó y me dijo: “¡corre papá! si no, moriremos”. Cuando llegamos a la frontera libre –antes habíamos llegado a la fron tera de Polonia– entramos. Primero las mujeres. Los polacos comen zaron a disparar. No sabían quiénes eran todas esas personas. Llegó un general y dos oficiales polacos: revisaron los documentos y advirtieron que se trataba de ciudadanos polacos. Se trataba de pasaportes especiales y se decidió permitirnos entrar. Se nos otorgó per miso de entrar a un poblado de seis mil habitantes y nosotros éramos doce mil. Caía una lluvia torrencial, la gente se desplomaba. Algunos se desmayaban. Otros eran presa de convulsiones. De todas partes se empujaba a los ancianos y ancianas. Desde el jueves no habíamos probado bocado. No quisimos comprar pan alemán y teníamos mucha hambre. P. ¿Cuándo llegaron al campamento? R. Ese mismo día. Como no había lugar, nos hicieron entrar a un cam pamento del ejército, a establos con excrementos de caballos. En el campamento no había suficiente lugar. P. ¿Le escribieron a alguien inmediatamente después de llegar al cam pamento Zbaszyn? R. No de inmediato, recién el domingo; ese día llegó un vehículo con pan. P. ¿El domingo les dieron pan? R. Antes hubo por supuesto apretujamientos. El vehículo no podía repartir de otra manera. Arrojaban el pan por encima de las cabezas de la gente. El que podía, atrapaba un trozo, y el que no podía, se que daba sin pan. No estoy seguro. Después llegó otro vehículo hasta que todos recibieron una ración. P. ¿Y después? R. Luego escribí una carta a Alemania. No. Quiero decir a Francia –a mi hijo: “No sigas escribiendo a Alemania, estamos en Polonia”. P. ¿Era él Herschel Grynszpan? R. Sí. Ibidem, pág. 79-81
La noche de cristal: 9-10 de noviembre de 1938 El 7 de noviembre de 1938, un joven estudiante judío llamado Herschel Grynszpan, miembro de la familia que había sido expulsada a Zbaszyn, atentó contra la vida del consejero de la embajada alemana en París, Ernst Von Rath, declarando que era un acto de venganza por la injusticia cometida con su familia. Tras dos días de agonía, Von Rath murió, y como consecuencia, el miércoles 9 de noviembre de 1938, se desató en toda Alemania un pogrom denominado por los alemanes la “Kristallnacht” la “Noche de Cristal”. Presentado como un acto
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de violencia espontáneo a raíz del asesinato de Von Rath, diversas fuentes y estudios históricos realizados evidencian que la “Kristallnacht” fue resultado de la planificación de varias semanas previas, y que el atentado constituyó sólo un pretexto para iniciarla. Los ataques iniciados en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, y que continuaron durante todo el día siguiente, se basaron en instrucciones muy precisas de las autoridades: Urgente – entregar de inmediato al comandante o a su sustituto. Medidas contra los judíos que deberán ser tomadas esta misma noche. Como resultado del atentado contra la vida del Secretario de la Embajada en París, Von Rath, son de esperar manifestaciones contra los judíos en todo el territorio del Reich, en el curso de esta noche, del 9 al 10 de noviembre de 1938. Respecto a esos acontecimientos se detallan a continuación las instrucciones siguientes: 1. Los comandantes de las estaciones de la Policía Política o sus susti tutos deberán comunicarse telefónicamente y de inmediato después de recibir este telegrama con la dirección política responsable de la región, para asesorarse en la ejecución de las manifestaciones, en las que participarán el comandante, o el comandante responsable de la policía del orden público. En estas consultas es necesario comunicar a la dirección política que la policía alemana recibió del comandante de la SS y del comandante de la policía alemana las siguientes instruc ciones, a las que es preciso adaptar efectivamente las decisiones de la dirección política: a) Está permitido tomar solamente aquellas medidas que no pongan en peligro la vida o los bienes alemanes (por ejemplo, incendio de sina gogas solamente en el caso donde no exista peligro para los edificios vecinos). b) Está permitido destruir casas o negocios judíos, pero no el saqueo. La policía deberá controlar la ejecución de estas instrucciones y pro hibir toda acción de saqueo. c) En los barrios comerciales es necesario poner atención especial en la defensa de los negocios de los no judíos y evitarles todo daño. d) No deberá molestarse a ningún ciudadano extranjero, inclusive si es judío. 2. Partiendo de la base de que las instrucciones indicadas en el párrafo 1 se cumplirán, la policía no deberá prohibir los disturbios que surjan, sino solamente controlar el cumplimiento de las instrucciones. 3. Inmediatamente después de la recepción de este telegrama, la policía confiscará todo material de archivos que se encuentre en todas las sinagogas y oficinas de la comunidad judía, para que no se destruya en el curso de los disturbios, principalmente el material de valor histórico y no las listas referentes a nuevos impuestos y otras semejantes. Se entregará el material de los archivos a las instancias autorizadas del SD.
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4. El tomar medidas de carácter policíaco o de seguridad en los distur bios contra los judíos, constituye una atribución de las estaciones de Policía Política, en tanto los comandantes de la Policía de Seguridad no hayan recibido instrucciones. En las medidas de carácter policíaco o de seguridad, puede participar el personal de la policía criminal, así como personas pertenecientes al SD, Unidades de Refuerzo y de la SS General. 5. Inmediatamente después de haber iniciado los disturbios de esta noche, se liberará al personal enrolado para este objetivo, se le ocu pará en la ejecución de numerosos arrestos de judíos –especialmente de la clase adinerada– según lo permita la capacidad de los lugares de detención regional. En primer lugar se arrestarán judíos sanos de sexo masculino, que no sean de edad avanzada. Después de los arrestos, se comunicarán inmediatamente con los campos de concentración rele vantes, para enviarlos rápidamente a esos campos. Es necesario poner especial atención y no tratar con brutalidad a los judíos arrestados en base a esta instrucción (...) firmado: Heydrich SS – Gruppenführer Ibidem, pág. 88-90
Los trágicos acontecimientos de noviembre de 1938 “recorrieron como una tormenta” el terreno del Reich, en su totalidad. Una ola de intimidación, destrucción, saqueos, asesinatos y violencia, de un alcance antes desconocido en el país, causaron una terrible conmoción a los judíos alemanes. Los datos estadísticos testimonian acerca de la magnitud de los acontecimientos: entre veinticinco mil y treinta mil judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración, en especial a Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau. Noventa y un judíos fueron asesinados y otro tanto fue gravemente herido; alrededor de cuatrocientas sinagogas fueron incendiadas y siete mil quinientos comercios fueron destruidos; la misma suerte corrieron oficinas, escuelas y viviendas judías. Todas las oficinas de las organizaciones comunitarias judías fueron ocupadas por la Gestapo. El precio del vidrio que se destruyó en comercios y en viviendas, y que brillaba como el cristal sobre las veredas a la luz de los incendios, se estimó en veinticuatro millones de Interior de la sinagoga de marcos. Eberswalde después del pogrom No hay duda que el pogrom de “La Noche del 9-10 de noviembre. de Cristal” constituyó la expresión más destacada de la radicalización de la política anti321
judía en la década del treinta. Tras los violentos sucesos, el 12 de noviembre de 1938 se llevó a cabo una reunión en la oficina de Goering, en la cual se planteó el futuro de la política a seguir en relación a la “cuestión judía”. Como resultado de esta reunión, se adoptaron importantes medidas en las áreas económica y legal. Al conjunto de los judíos alemanes se les impuso una multa colectiva de un billón de marcos como “castigo expiatorio en razón de su conducta hostil hacia el pueblo y el Reich alemanes, conducta que los impulsó a cometer cobardes asesinatos”. Además se obligó a los propietarios de los negocios y viviendas destruidas a reparar los daños causados, y al mismo tiempo se confiscaron los seguros correspondientes. El 12 de noviembre se promulgó el “Reglamento para la eliminación de los judíos de la vida económica de Alemania”, que implicó la expulsión de los judíos de las empresas económicas, de los cargos de dirección, del comercio al por menor, del artesanado y de los sindicatos. Los niños judíos fueron expulsados de las escuelas públicas y se prohibió la presencia de judíos en actos culturales como así también su libertad de movimientos. Sus organizaciones fueron dispersadas y suprimidas sus publiEl periódico oficial del partido nazi anuncia el 13 de caciones. noviembre que los judíos deberán pagar un billón de Con ello, la vida cultural marcos como “multa por los daños causados”. y económica de los judíos quedó prácticamente anulada.
La emigración después del pogrom El resultado fundamental de la reunión en la oficina de Goering, fue la determinación de centralizar la expulsión de los judíos de Alemania; en lugar del auspicio a la emigración, se adoptó el “método de Viena”. El 24 de enero de 1939 se creó la “Central del Reich para la Emigración de los Judíos”, que concentró en manos de la SS el destino de los judíos alemanes. En el curso del año 1939 emigraron sesenta y nueve mil judíos de Alemania y cincuenta y cuatro mil de Austria. Si bien el número era significativo, las condiciones de emigración se deterioraron progresivamente, ya que aumentaron las limitaciones de los países extranjeros para recibir inmigrantes y refugiados. Por esto, la “Central para la Emigración” y los departamentos de la policía alemana intentaron utilizar otros métodos. En el curso del año 1939 un número de judíos alemanes fue embarcado en diversos barcos que debían conducirlos a cualquier 322
país: se les entregaron pasaportes y permisos de entrada falsificados, pero esto finalmente se descubrió. Barcos como el “Konigstein”, “Caribia”, “Cap. Norte”, “General Artigas” y otros navegaron por todo el mundo en busca de un refugio seguro. El más conocido fue el caso del barco “Saint Louis”.
Partió de Hamburgo con destino a Cuba el 13 de mayo de 1939 con novecientos treinta refugiados a bordo, pero no se les permitió el ingreso convenido al país. El barco debió regresar a su punto de partida, pero Alemania no lo recibió. Finalmente, después de arduas negociaciones y bajo la presión de la opinión pública, los refugiados se dispersaron el 17 de junio en Bélgica, Francia, Ingaterra y Holanda.
Consigna de trabajo Relaciona las resoluciones de la Conferencia de Evian con el caso del barco “Saint Louis”.
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La emigración se transformó en una evacuación, en una fuga de la que participaba todo aquel que conseguía un permiso de ingreso a un país extranjero. Toda nación que permitía el ingreso a su territorio constituía una posibilidad de salvación. Ningún lugar sobre la tierra fue rechazado. Grandes esfuerzos se invirtieron para obtener certificados de emigración para los detenidos en los campos de concentración, Judíos alemanes intentan emigrar del país. ya que las disposiciones permitían liberar de prisión a todo judío que tuviese un permiso de inmigración a otro país. Una estadía de más de un mes en los campos de concentración alcanzaba para destruir moral y físicamente al prisionero. Todo aquel que conseguía un certificado para ingresar a Eretz Israel, o una visa para cualquier otro país, no vacilaba un instante más y emigraba. El cambio radical en las opiniones de los judíos alemanes acerca de la emigración hizo que los mismos dirigentes decidieran tomar el camino de la emigración ilegal a diversos países, incluido Eretz Israel. En esto coincidían con la posición de la “Central de Emigración”, que auspició la emigración judía a Palestina despertando la cólera de los británicos que restringían el ingreso de los refugiados. Ya a fines de 1938, la lista de países que seguían manteniendo sus puertas abiertas a la inmigración judía se había limitado considerablemente. Existían algunas posibilidades de ingresar a países sudamericanos, a la ciudad de Shangai 1 en China y a muy pocos lugares más. Muchos judíos consiguieron solo visados de turistas por corto plazo, pero lograron quedarse, ilegalmente, en el país al cual “visitaban”. Hubo casos de judíos que declararon ser “agricultores” para conseguir permisos de entrada a países de América del Sur, y de judíos que se proveyeron de certificados falsos que testimoniaban su fe como católicos con la esperanza de acelerar los trámites de inmigración a otros países.
Consigna de trabajo Completa el siguiente cuadro teniendo en cuenta la política antijudía imple mentada por el régimen nazi entre los años 1933-1939
1- El puerto de Shangai en China se convirtió en refugio para miles de judíos europeos que escaparon de los nazis. En su calidad de puerto libre, no era indispensable poseer visas para entrar a la ciudad. Unos veinte mil judíos encontraron refugio en Shangai desde 1933.
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LEYES – EDICTOS – ACCIONES ASPECTO AÑO
Prensa y Propaganda
Jurídico
Económico
Migratorio
1933 1934 1935 1936 1937 1938
Las organizaciones judías alemanas durante el auge del nazismo La trayectoria del judaísmo en Alemania contó con casi mil seiscientos años de antigüedad. Con el transcurso de los siglos, nacieron en su seno personalidades destacadas que difundieron el nombre del país entre las naciones, y que sirvieron a su patria con honor en todos los aspectos de la creación espiritual. Como resultado del proceso de emancipación a fines del siglo XIX, la devoción y la identificación emocional de los judíos alemanes con su nación llegaron a su punto cúlmine. El amor a la patria y su lealtad sin reservas se manifestaron en las filas del ejército imperial en el marco de la Primera Guerra Mundial, sirviendo en todas las ramas de las fuerzas armadas, tanto en el frente como en la retaguardia; alrededor de doce mil víctimas judías cayeron en aras de Alemania, y otros miles fueron heridos; unos treinta y cinco mil judíos recibieron condecoraciones militares por su actuación en esa guerra, entre ellas la “Cruz de Hierro”, máxima condecoración otorgada a soldados que realizaron actos de supremo heroísmo en el
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campo de batalla. Sin embargo, estos sentimientos de amor, arrojo y heroísmo no resultaron suficientes para eliminar la atmósfera antijudía que reinaba al finalizar la contienda bélica. A pesar de sus contribuciones y su destacada actuación, los judíos no lograron dominar el antisemitismo, que se expresó especialmente en la difusión del mito de la “puñalada por la espalda”. Esta calumnia provocó una serie de reacciones en el seno de la comunidad judía. Una de estas respuestas, quizás la más significativa, fue el panfleto elaborado por la regional Munich de la “Asociación Central de Ciudadanos Alemanes de Religión Judía”, la institución más representativa del judaísmo alemán, que afirmaba: “Nosotros rechazamos ser los chivos emisarios de todas las perversi dades del mundo. Nosotros reclamamos nuestro derecho a seguir trabajando en paz –como hasta ahora– por nuestra patria alemana, con cuya prosperidad nuestro bienestar se encuentra íntimamente ligado en tiempo de gloria y de derrota” Huberman, A. “Revista de ciencias judaicas y Educación”, pág. 21.
Esto fue apenas el comienzo. Al conjuro de la terrible crisis económica que asolaba al país, la propaganda antijudía se extendió aún más. En noviembre de 1923, antes de los ataques que se produjeron en Berlín contra la comunidad judía, ésta trataba de consolarse afirmando que sólo se trataba de hechos aislados, a fin de no suscitar la impresión de que efectivamente existía una “cuestión judía” en Alemania. Muy diferente fue la interpretación del periódico sionista “Judische Rundschau” que publicó un artículo en el cual se expresaba: “El pogrom realizado contra los judíos de Berlín debe ser interpretado como un terremoto, como una amenaza contra la igualdad de derechos sobre la que se basa la existencia judía en Alemania. La asimilación ha fracasado. Tenemos un enemigo en común... y esto nos indica que debemos estrechar nuestras filas... toda la comunidad judía de Alemania debe expresar su solidaridad con cada uno de nues tros hermanos”. Ibidem, pág. 23.
La postura planteada en el periódico sionista no fue compartida por muchos sectores de la judería alemana. Aún fue necesario que transcurrieran diez años para que los judíos comenzaran a tomar plena conciencia acerca de las características, dimensiones y grado del odio antijudío existente en el país. Hacia 1929 la mayoría de la población judía se mostró relativamente indiferente ante el fortalecimiento del nacionalismo. Durante meses los judíos se acostumbraron a escuchar a sus dirigentes expresando que el nazismo se encontraba en proceso de decadencia en Alemania, y que no existía ninguna posibilidad de que Hitler tomara el poder. Los judíos, más atemorizados por el comunismo que por el
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nacionalsocialismo, distinguieron en los discursos electorales de Hitler, de forma casi exclusiva, su tono anticomunista. Solo una minoría, proveniente del sionismo alemán, supo prevenir desde las páginas de su semanario acerca del peligro que significaba subestimar la amenaza del nacionalsocialismo sobre los judíos. Tras el ascenso de Hitler al poder, se llevaron a cabo los primeros actos antijudíos, que si bien fueron moderados, generaron una ola de miedo, confusión e incertidumbre para la mayoría de los judíos alemanes, pero que no lograron desarrollar un sentimiento de peligro general. Entre los argumentos que esgrimían aquellos que sostenían una posición optimista, se encontraban: • El gobierno de Hitler, con solo tres ministros provenientes del partido nazi, no tenía posibilidades de gobernar, debido a la fortaleza de los partidos de izquierda y a que las potencias occidentales no estarían dispuestas a colaborar con él. • La opinión pública mundial ejercería una gran influencia y obligaría al canciller a retractarse de sus declaraciones propagandísticas extremas. • La crítica situación económica de Alemania obligaría al gobierno a concentrarse en solucionar los problemas “reales” del país. • Todo gobierno, no importa de qué ideología fuese, reconocería el aporte enorme del judaísmo a Alemania. • Los nazis no representaban a la “verdadera Alemania”; los judíos mantenían una relación sólida y leal con el país. • La emancipación de los judíos alemanes estaba protegida por la ley. No obstante, con el correr de pocas semanas, todo indicio de optimismo desapareció, intensificándose los temores respecto del futuro de los judíos bajo el nuevo régimen. Fue el rápido desarrollo de la política antijudía el que impulsó a las diversas organizaciones judías a actuar. Desde el punto de vista organizativo e institucional, el judaísmo alemán se encontraba dividido y disperso. Durante los años siguientes a la Primera Guerra Mundial, la comunidad judía en Alemania se caracterizó por la multiplicidad de sus organizaciones e instituciones. Además de las seiscientas comunidades locales, existían organismos comunitarios regionales, partidos políticos, asociaciones culturales, profesionales, religiosas y de beneficencia. Estos organismos funcionaban prácticamente sin coordinación entre sí, dado que existía una relación de competencia y, en ocasiones, hasta de hostilidad entre ellas. A continuación te presentamos las posiciones de las diversas corrientes judías durante los primeros años del gobierno nazi. • La “Asociación Central de Ciudadanos Alemanes de Fe Mosaica”: La “Asociación” fue fundada en Berlín en 1893 para defender los intereses civiles y sociales de los judíos frente al antisemitismo creciente de esa época. Consideraba que los judíos eran parte integral de la sociedad y del pueblo alemán, y conservaban la religión como único particularismo.
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La posición de la “Asociación”, que representaba entonces a la inmensa mayoría de los judíos alemanes, encontró expresión en el artículo escrito en junio de 1933 por Alfred Wiener 1 titulado “Entre el cielo y la tierra”: ... A pesar de todo, la gran mayoría de los judíos alemanes permanecen fuertemente arraigados al suelo de su hogar nacional alemán. Es posi ble que la magnitud de los recientes acontecimientos haya perturbado a ciertas personas en sus sentimientos hacia la patria alemana. Estas superarán el shock. No superarlo indicará que las raíces que las ata ban a la tierra madre alemana nunca fueron suficientemente fuertes. Debido a que no podemos engañarnos a nosotros mismos, rechazamos la idea de que seamos una minoría nacional o racial como lo son los alemanes en Polonia o los polacos en Alemania... Gutman, I. “El Holocausto en Documentos”, pág. 53
• La “Antigua Representación Nacional”: El deterioro de la situación de los judíos en 1932 y el ascenso del nazismo al poder en enero de 1933, obligaron al judaísmo alemán a actuar en forma unificada, en base al diálogo y la cooperación mutua, agrupando a las instituciones independientes en una estructura centralizada. El 31 de enero de 1932 se creó la “Representación Nacional de las Asociaciones Regionales de Comunidades Judías” como un comité temporario, ya que importantes sectores políticos de la vida judía alemana, organizados fuera del marco de las comunidades regionales, no estaban incluidos en esta representación. La posición de este organismo se expresó en una “carta abierta” publicada en junio de 1933: “(...) los judíos alemanes rechazan la acusación de que instigan o aus pician un determinado sistema (ajeno), ya que desde siempre han demostrado que en realidad aceptan con plena voluntad y alegría toda autoridad política que les permita salvaguardar el honor, la fuente de sustento y la libertad. Los judíos alemanes se niegan a tener que señalar permanentemente su cultura alemana centenaria, su estrecha relación con la Patria y el espíritu alemán; se niegan a tener que llamar repetidamente como tes tigos a sus hermanos judíos que cayeron defendiendo el honor de la Patria (...) (... Esperemos) que sea posible encontrar una definición clara y honorable de nuestra posición y de nuestra conducta. Una discusión abierta con la Representación Nacional de los Judíos de Alemania, que cuenta entre sus miembros a la mayoría de los judíos alemanes, a las
1- Alfred Wiener (1885-1964). Activista judío de la “Asociación Central” de la cual fue secretario general. Sirvió en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. A fines de 1933 fundó la Oficina Central de Información Judía en Amsterdam, que en 1939 pudo ser trasladada a Londres, donde se la conoció como Biblioteca Wiener.
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Asociaciones Regionales de Comunidades y sus organizaciones más importantes, puede ayudar a lograr ese objetivo”. Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico”, unidad 5, pág. 29
• La “Organización Sionista de Alemania”: Los hechos de 1933 convirtieron a la organización sionista de Alemania en un movimiento con gran fuerza de atracción; la organización multiplicó sus reuniones de esclarecimiento e inició cientos de cursos para la enseñanza del idioma hebreo, geografía e historia de Eretz Israel; también aumentó la tirada del periódico sionista “Jüdiche Rundschau”. El 1º de febrero de 1933 este periódico publicó una editorial, cuyos párrafos más significativos son los siguientes: “... Como líder de su partido, Hitler pudo descansar en el apoyo de las masas que había fanatizado. Como Canciller, debe saber que Alemania está compuesta por distintos elementos, que posee títulos suficientes como para exigir que sus derechos individuales sean salvaguardados. Los judíos germanos, constantemente amenazados, ofendidos y difama dos por el partido del Canciller, exigen de todo gobierno, sea el que fuera, que sean respetados su existencia, su honor y sus derechos como individuos... ... Esta lucha (contra el antisemitismo) solamente podrá ser llevada a cabo por judíos plenos de orgullo por su asimilación y de negación de la identidad judía... Huberman, A. “Revista de ciencias judaicas y Educación”, pág. 28.
• La “Unión Nacional de Combatientes Judíos”: La “Unión” que reunió en su seno a los soldados y oficiales judíos que lucharon en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, fue creada en 1919 a fin de contrarrestar la propaganda antisemita que acusaba a los judíos de evadir el servicio militar. En abril de 1933, a fin de lograr un acuerdo con las autoridades, su presidente, el Dr. Leo Loewenstein 1 dirigió una carta a Hitler y al Presidente Hindenburg en la cual consideró la posibilidad de que la juventud judía sirviese en el ejército o recibiese instrucción militar en un intento de conservar la igualdad de derechos de ciudadanía, y destacó la lealtad inconmovible al gobierno y al Estado alemán: “... Aseguramos que pondremos todos nuestros anhelos, toda nuestra fuerza, nuestras vidas y actividad a disposición del renacimiento nacional de Alemania, tanto en la actividad pacífica para el fortalecimiento del Reich, como en la defensa ante sus enemigos del exterior”... Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico”, unidad 5, pág. 31. 1- Locwenstein, Dr. Leo (1879-1956). Físico-químico y oficial del ejército alemán. Descubrió un sistema para medir el sonido, que tuvo usos militares en la Primera Guerra Mundial. También desarrolló procesos electro químicos que produjeron grandes ganancias a la industria alemana.
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• La “Vanguardia Alemana”: Se trataba de un reducido movimiento, cuyos miembros llegaban a algunos centenares. Hans Joachim Schoeps 1, presidente del movimiento, presentó en el siguiente artículo los problemas básicos de los judíos alemanes: “Actuaremos de manera que el sector (judío) liberal -que constituye un verdadero caso perdido, pero que todavía alienta la esperanza de recu perarse– resulte eliminado de su posición representativa del judaísmo con conciencia alemana. El lema de combate levantado por la “Vanguardia Alemana” es: “Contra los sionistas y asimilacionistas; como judíos por Alemania”. Los liberales en la comunidad judía elevaron el estandarte de la asimi lación a todo precio. En su concepción asimilacionista, los liberales (judíos) basaron su pretensiones en la exigencia de igualdad para todo ser humano. (...) Los liberales logran confundir el carácter de la religión judía, cuyos fundamentos y esperanzas se basan en definitiva en el principio de la raza (...) Los sionistas aspiran a una asimilación mucho más peligrosa que aquella auspiciada por los liberales: la asim ilación del Pueblo Judío como uno de los tantos pueblo laicos en el mundo (...) Nosotros, judíos conservadores de Alemania, mantenemos nuestra reserva ante los liberales y los sionistas. No tenemos una cultura propia (Kultur) sino solamente un culto (Kultus) específico: no tenemos un idioma distintivo sino solamente una lengua sagrada: fuera de la experiencia religiosa, no tenemos ninguna voluntad característica mente judía, sino una voluntad puramente alemana (...) Ibidem, pág. 32
• “Unión de judíos alemanes-nacionalistas”: Era una institución asimilacionista radical, que al igual que la Vanguardia Alemana, contó con un reducido número de miembros durante los años de su existencia. Su fundador, el Dr. Max Naumann 2, predicó una completa asimilación al “germanismo”, y criticó la posición de la “Asociación Central” por considerarla demasiado judía e insuficientemente alemana. • El Judaísmo Ortodoxo: La mayoría de los judíos alemanes pertenecían a una comunidad comprendida en el marco del judaísmo “liberal”, y sólo un quinto de ellos actuaba en las instituciones del judaísmo ortodoxo.
1- Schoeps, Hans Joachim. Profesor de historia de las religiones, nació en Berlín en 1907. En los años que antecedieron la subida de los nazis al gobierno adoptó una ideología germano-nacionalista extremista. En 1938 emigró a Suecia y volvió a Alemania después de la guerra. Sus padres murieron en campos de concen tración. En 1956 publicó sus memorias, donde reconoció su incapacidad de ver la verdadera naturaleza del nazismo. 2- Naumann, Dr. Max (1875-1939). Abogado y oficial del ejército alemán. En 1921 fundó la “Verband nationaldeutscer Juden” ¨(Unión de judíos alemanes nacionalistas), desde la cual llamó a los judíos alemanes a abandonar toda referencia de tipo nacional del judaísmo, llegando incluso a justificar algunos de los postu lados del antisemitismo clásico.
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En octubre de 1933 las organizaciones ortodoxas independientes enviaron una proclama al canciller en la cual expresaban: (...) El judaísmo ortodoxo continúa creyendo que el gobierno alemán no tiene intenciones de destruir al judaísmo alemán. Es posible que gru pos aislados abriguen esa intención, pero no creemos que el Führer y el gobierno alemán acepten un proceso que implique esas consecuencias. Pero si esta creencia resulta ser equivocada, y si el Canciller y su gobierno tienen como propósito expulsar a los judíos del pueblo alemán, entonces es preferible que no vivamos en una ilusión; preferi mos conocer toda la amarga verdad. (...) Aprendimos a amar el suelo alemán, donde se encuentran las tum bas de nuestros antecesores, hombres y mujeres ejemplares. Una histo ria de dos mil años de antigüedad nos une a esta tierra. Aprendimos a amar el sol que brilla sobre ella; gracias a ese sol crecieron y madu raron nuestros hijos en el curso de esos mismos siglos y a sus carac terísticas judías se agregaron una variedad de cualidades positivas. Así aprendimos a amar al pueblo alemán (...) El judaísmo ortodoxo nunca esperó ejercer una influencia desmesura da en la vida económica (...) Siempre luchamos con energía contra matrimonios mixtos y conversiones. Nosotros aspiramos a un espacio vital dentro del pueblo alemán (...) Siempre seremos leales al gobierno del país de acuerdo con la obligación que nuestra fe nos impone. Estamos convencidos de que una conversación podrá contribuir en no poca medida a los intereses alemanes en el dominio de la política interna y exterior. Se impone una explicación amplia y una reducción progresiva de la tensión, creada por las circunstancias actuales. Con la esperanza de que nuestra solicitud reciba una respuesta positi va, Muy atentamente, Unión Nacional de Comunidades Ortodoxas Ibidem, pág. 33
• El “Judaísmo Liberal”: La corriente religiosa más importante en Alemania era el Judaísmo Liberal (reformista). La mayoría de sus miembros pertenecían a la “Asociación Central” y el dirigente de ambos movimientos era el Rabino Dr. Leo Baeck 1. Heinrich Stern 2, Presidente de la Comunidad Judía de Berlín y de la “Organización para la defensa de los intereses del judaísmo liberal en Alemania”, presentó en 1933 la posición de los judíos liberales:
1- Baeck, Dr. Leo (1873 – 1956). Rabino, intelectual y líder del judaísmo liberal en Alemania. De origen pola co, paralelamente a sus estudios judíos estudió filosofía en las universidades de Breslau y Berlín. Desde 1912 ofició de rabino en Berlín. En 1933 declaró que “mil años de historia judía en Alemania llegaron a su fin”. Se negó a abandonar a la comunidad judía alemana, y en 1943 fue deportado al campo de Theresienstadt. Sobrevivió el Holocausto y emigró a Londres, y luego a Estados Unidos. 2- Stern, Heinrich (1883-1951). Abogado y una de las personalidades más destacadas del judaísmo liberal. Fue presidente del consejo directivo de la comunidad judía de Berlín desde 1930.
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“Siempre hemos constituido una minoría religiosa en Alemania. Otorgarnos lo que corresponde –libertad de cultos, de educación reli giosa de la juventud, de beneficencia comunitaria- es un asunto que concierne al Estado. Éste debe otorgarnos los medios para que propor cionemos lo que necesitan nuestros correligionarios, ejerciendo la propia responsabilidad en un marco autónomo. Por eso no se puede justificar que se anule la participación gubernamental en comu nidades y funciones comunitarias”. Ibidem, pág. 34.
• La “Nueva Representación Nacional de los Judíos en Alemania”: La influencia de la “Representación Nacional”, en tanto vocera del judaísmo alemán, fue muy limitada, ya que no tenía capacidad de dar respuesta a los problemas de la época; sus actividades se estancaron y resultó evidente la necesidad de crear una institución más fuerte, que incluyera a todos los sectores de la sociedad judía. El 17 de septiembre de 1933, luego de arduas y complicadas negociaciones entre los diferentes organismos comunitarios, se realizó la primera reunión de la “Representación Nacional de los Judíos en Alemania”, y se eligió al rabino Dr. Leo Baeck como presidente del organismo. Si bien la “Representación” no constituía un organismo ejecutivo, se consideraba como una institución que determinaba líneas de conducta política y coordinaba las tareas de las diferentes comunidades, cada una en su área específica, como caridad, educación, cultura, emigración y preparación profesional. En la “Carta Abierta” publicada en la prensa judeo-alemana el 29 de septiembre de 1933, se presentaba de la siguiente manera: “En estos días difíciles y penosos –sin parangón casi en la historia judía– y al mismo tiempo tan importantes como pocos en el pasado, se nos encomendó ejercer como líderes y representantes de los judíos ale manes siguiendo la decisión unánime de las organizaciones judías más importantes y de las grandes comunidades de Alemania. No existió ninguna consideración de orden partidario y ningún interés sectorial, sino única y exclusivamente el reconocimiento de que la vida y el futuro de los judíos alemanes dependen hoy de su unión y su coordi nación (...) Sólo en un campo de importancia decisiva podremos expresar nuestro pensamiento y desempeñar nuestras propias funciones: es el área de la vida judía y de nuestro propio futuro judío. Aquí deberemos enfrentar los desafíos más importantes. Debemos cumplir nuevas funciones aplicadas a la educación judía; es necesario crear nuevos ámbitos en la escuelas judías y defender los que existen, para asegurar a la generación que se educa una base espiri tual firme, una fuerza de resistencia interna, y fortaleza física. Hay que brindar a nuestra juventud la posibilidad de instruirse o de cam biar profesiones para ofrecer futuro a sus vidas. Debemos unirnos para
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ayudar, y defender la existencia y lo que proyectemos iniciar. Es nece sario defenderse contra todo el que sabotee nuestros esfuerzos, y dedicar todas nuestras fuerzas a construir sobre la base del fundamen to religioso del judaísmo. Con respecto a estos asuntos, esperamos recibir del gobierno apoyo en forma de comprensión, así como una actitud digna por parte de nues tros conciudadanos no judíos, con quienes compartimos nuestros sen timientos de amor y lealtad hacia Alemania. Ibidem, págs. 37-38.
La política que orientó a la “Representación” en toda la gama de sus actividades, fue el respecto a la ley, dado que no deseaba generar ninguna oportunidad de que se acusara a los judíos de desobediencia a la misma. En esta línea de acción fue enviado en enero de 1934 un memorandum a cada uno de los ministerios del gobierno, solicitando una audiencia, pero jamás fue contestado. La “Representación” advirtió entonces que había llegado a un camino sin salida y abandonó entonces la arena política. Sus esfuerzos ante las autoridades se limitaron a obtener alivio a los problemas de individuos aislados y a asuntos de interés comunitario; al estar constituida por la mayoría de las instituciones judías más importantes de Alemania, sus decisiones confirieron un carácter propio a la vida interna de los judíos bajo el régimen nazi, y hasta 1938 logró conservar un elevado grado de autonomía.
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: a- ¿Cuál era la principal tarea que se impuso a los dirigentes judíos con el ascenso del nazismo al poder? ¿Por qué? b- ¿Consideras que los judíos alemanes creían en que era posible continuar viviendo bajo el dominio del gobierno nazi? Fundamenta tu respuesta.
La reacción judía al boicot del 1º de abril de 1933. Como consecuencia del boicot se produjo una tremenda conmoción entre los judíos alemanes; partiendo de una violencia esporádica, los nazis convirtieron su antisemitismo en una campaña organizada que llevó a abrir los ojos a quienes todavía creían que el nacionalsocialismo se conformaría con actos de propaganda y arrestos a judíos comunistas o socialistas. Si bien el boicot provocó un resquebrajamiento en la seguridad que sentían los judíos alemanes, su confianza en las posibilidades de una vida judía en Alemania no se habían derrumbado por completo.
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El 4 de abril de 1933 Robert Weltsch 1, editor del periódico sionista “Jüdische Rundschau” publicó un artículo que se convirtió en expresión representativa del judaísmo alemán de esa época. El artículo titulado “Llevad con honor la insignia amarilla 2”, causó gran conmoción entre amplias capas de la población judía, sionista y no sionista, del país. Te presentamos los párrafos más relevantes del texto: “El 1º de abril de 1933 se recordará como una fecha importante en la historia de los judíos de Alemania e incluso en la historia del Pueblo Judío todo. Los acontecimientos de ese día no tienen sólo un significado político y económico, sino también moral y espiritual. Ya se habló mucho en la prensa sobre sus efectos políticos y económicos y los argumentos propa gandísticos oscurecieron el conocimiento de los hechos. Nuestro objeti vo es hablar del aspecto moral. A pesar de que en estos días se habla mucho del problema judío, nadie puede expresar lo que ocurre en el alma de un judío en Alemania ni lo que es necesario decir sobre los acontecimientos desde este punto de vista judío. Los judíos pueden hablar en la actualidad sólo en tanto judíos. Todo el resto carece de significado. (...) El error fatal de muchos judíos, en el sentido de que es posible repre sentar los intereses judíos bajo otras máscaras, fue eliminado. (...) Vivimos en una nueva época. La revolución nacional del Pueblo Alemán es un signo absolutamente claro de que el mundo del pasado se derrumba. Este hecho puede resultar doloroso para muchos. Pero en este mundo sólo puede sobrevivir aquel que mire de frente a la reali dad. Vivimos en la plenitud de una época esencial de la vida espiri tual, política, social y económica. Nuestra preocupación es cómo reac cionará el judaísmo: el primero de abril puede convertirse en el día del renacimiento y del despertar judíos si los judíos así lo desean, si los judíos muestran una madurez y una grandeza interna, si los judíos no son tales como los describen sus enemigos. El judaísmo, atacado, debe desarrollar una conciencia propia. (...) Hoy nos acusan de traición al Pueblo Alemán; la prensa nacionalso cialista nos denomina “los enemigos del Pueblo”, y nosotros permanece mos indefensos ante esa acusación. No es verdad que los judíos hayan traicionado a Alemania. Si hemos traicionado a alguien es a nosotros mismos, a los judíos. Ya que el judío no mostró con orgullo su carácter de judío y evitó considerar seriamente el problema judío –se convirtió en cómplice de quienes intentan humillar al judaísmo. Con toda la amargura que nos invade al leer el llamado al boicot nacionalsocialista, y ante las acusaciones faltas de todo fundamento, 1- Weltsch, Robert (1891-1983). Periodista y publicista, fue uno de los líderes del sionismo en Alemania. Desde 1920 fue responsable de redacción del Jüdische Rundschau, el periódico de la Organización Sionista en Alemania. En 1938 emigró a Israel. 2- El uso de la expresión “insignia amarilla” es simbólico, dado que sólo a partir de septiembre de 1941 todos los judíos de Alemania fueron obligados a usar ese distintivo. Weltsch se refiere al distintivo que usaban los judíos en la Edad Media, el cual volvió a aparecer en las pintadas que los nazis colocaban en los negocios judíos.
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algo podemos agradecer a la comisión organizadora del boicot. En el párrafo tres de las instrucciones del boicot se lee: “El objetivo es (...), por supuesto, los negocios que se encuentran en manos de miembros de la raza judía. La religión no tiene aquí ninguna importancia. Los hombres de negocios, aunque se hayan convertido al catolicismo o al protestantismo, o abandonado simplemente el judaísmo, se consideran, de acuerdo con el espíritu de estas instrucciones, como judíos”. Este es un aviso para todos los traidores del judaísmo. Todo aquel que reniega de su comunidad para mejorar su situación individual, no recibirá ningún premio por su traición. Al adoptar esta posición respecto de quienes niegan (el judaísmo), se presenta una posibilidad de esclarecimiento. El judío que reniega del judaísmo no es un ciu dadano mejor que aquel que lo reconoce públicamente. Renegar es una desgracia, pero en tanto el medio ambiente otorga un premio por esta decisión, parecería una ventaja. Pero hoy ya no existe tal ventaja. Al judío se le ordenó llevar una insignia como símbolo de su judaísmo. Debemos recibir una insignia amarilla. El hecho que la comisión organizadora del boicot ordenó desplegar sobre los negocios boicoteados carteles con una insignia amarilla sobre fondo negro, constituye un símbolo de enorme importancia. Esta orden tiene el objetivo de denunciar y de humillar. Pero nosotros lo aceptare mos y nuestra voluntad es la de convertirlo en un símbolo de honor. El sábado los judíos pasaron una dura experiencia. De pronto aparecieron como judíos, no por una convicción íntima, ni por lealtad hacia su comunidad ni por orgullo hacia un pasado glorioso lleno de logros a favor de la humanidad – sino en razón de la insignia roja y las letras amarillas que les fueron impuestas. Los grupos (nazis) pasaron de casa en casa, marcaron negocios y colocaron carteles, pin taron las vidrieras. En cierta manera, durante veinticuatro horas, los judíos alemanes estuvieron expuestos a la picota. Junto a otros signos y lemas, la mayoría de las vidrieras exhibían una gran Estrella de David, el escudo del Rey de Israel. El propósito era denigrar. ¡Judíos, acepten la Estrella de David y llévenla con orgullo!” Ibidem, unidad 4, págs. 22-24.
Portada del diario “Judische Rundschau” con el titular del artículo aquí traducido.
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Robert Weltsch con uni forme de corresponsal militar, 1945.
También el periodismo judío no sionista reaccionó ante el boicot. El periódico de la “Asociación Central” publicó el 6 de abril el artículo “Los límites del boicot”, que transcribimos a continuación: Con profunda vergüenza y con cólera recibimos nosotros, los judíos de Alemania, el boicot declarado en contra nuestra. Su corta duración y su ejecución no-violenta – no pueden compensar nuestra profunda humillación y pena, en un momento en que debemos redimir con nues tro honor la enemistad de ciertos extranjeros, o incluso servir de rehenes ante los otros países. Ya que el boicot estaba dirigido contra una determinada posición, la inclusión de la totalidad del judaísmo alemán fue, sin dudas, un hecho fuera de lugar. Esta medida fue segui da por otras que no estuvieron dirigidas contra personas individuales u opositores políticos. El objetivo fue amenazar la totalidad de la exis tencia judía: sólo las personas en cuyas venas fluye sangre alemana, se explica en las justificaciones de estas medidas, pueden representar la grandeza del país y el honor de la cultura alemana, ya que sólo de las raíces del pueblo (aus dem Volkstum) podrá florecer una verdadera cultura. No estamos convencidos de que estos principios, que exigen leyes de efecto de largo alance, puedan enfrentar un análisis equilibrado y res ponsable. Vemos que no toman en cuenta la realidad de la vida, ni rev elan el conocimiento mínimo de una antigua tradición y, por eso, tememos que su ejecución perjudique no sólo a aquel sector del Pueblo Alemán cuyo peso es aún más importante del que un grupo de propa gandistas puede demostrar con citas, sino que deshonre a la cultura alemana y al buen nombre de Alemania en el mundo entero. (...) Todavía podemos considerar esta situación, imposible de ser justifica da en forma alguna, como una senda que conduce hacia una solución apropiada al honor del Pueblo Alemán. Todavía podemos conservar nuestra tranquilidad y seguridad internas frente a la enorme presión moral que debemos enfrentar, y oponer a la teoría ciega nuestro ejemp lo viviente. Pero, ¿cuánto tiempo aún podremos sostenernos sin derrum barnos? Las cuestiones de creencias se resuelven poco a poco; por el contrario, el político verdadero debe enfrentarse con la realidad concreta. Podemos esperar que nuestro honor nos sea restablecido y que podamos volver a nuestra situación anterior que nos permitió trabajar en aras de la Patria, de nuestra Patria (...) Ibidem, págs. 24-25
Consigna de trabajo Compara ambos artículos y responde: a- ¿Qué posibilidades tenían los judíos de participar en la vida nacional ale mana? b- ¿Qué proposiciones prácticas se sugieren en cada artículo? 336
La reacción judía a las Leyes de Nuremberg Pocos días después de la publicación de las “Leyes de Nuremberg”, la “Representación Nacional” publicó la siguiente proclama: La “Representación Nacional de los Judíos en Alemania” desea expre sar lo siguiente: Las leyes promulgadas en el Reichstag en Nuremberg perjudican de manera muy aguda a los judíos de Alemania, pero están destinadas a crear una base que permita el establecimiento de relaciones tolerables entre el Pueblo Alemán y el Pueblo Judío. La “Representación Nacional de los Judíos en Alemania” está dispuesta a aportar sus mejores esfuerzos. Una de las condiciones previas para la creación de relaciones tolerables es la esperanza de que, mediante la interrupción de las acciones destructivas y del boicot, se permitirá una sobreviven cia moral y económica a los judíos y a las comunidades judías en Alemania. El orden vital de los judíos en Alemania exige el reconocimiento de parte del Estado, de un liderazgo judío propio. La “Representación Nacional de los Judíos en Alemania” es el organismo que recibió esas atribuciones. Las tareas más urgentes de la “Representación Nacional” –que por cierto llevará a cabo con toda la dedicación necesaria, continuando el camino que hemos seguido hasta el momento– se ubican en las siguientes áreas: 1) Sistema educativo judío independiente para la educación de la juventud, con el fin de convertir a nuestros jóvenes en judíos sólida mente establecidos en su fe religiosa, orgullosos de serlo, cuyas fuerzas radican en su relación consciente con la comunidad judía, y en sus esfuerzos para afrontar las difíciles experiencias que la vida les pre senta. Además de la adquisición de conocimientos, la escuela judía deberá proporcionar una formación planificada para obtener un oficio en el futuro. Teniendo en cuenta las necesidades de capacitación profe sional para la emigración, especialmente a Eretz Israel, se otorgará preferencia a estudios de artesanías y de la lengua hebrea. La instruc ción y preparación de las niñas deberá orientarse a las tareas nece sarias para asegurar la supervivencia de la familia, y como madres de la generación futura. Una institución de cultura independiente debe servir como canal para encauzar a los creadores judíos en el área de las artes y la cultura, y esforzarse para lograr una vida cultural independiente para los judíos alemanes. 2) La necesidad de un aumento en la emigración exige una preparación extensiva, que incluya en primer lugar a Eretz Israel, pero también a otros países, y esto es válido en primer lugar para la juven tud. A esta área pertenece también la preocupación para incrementar
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las posibilidades de emigración, la instrucción profesional en oficios adecuados para la emigración y, especialmente, en la agricultura y artesanía. 3) Es necesario asegurar el apoyo y cuidado a brindarse a los necesita dos, enfermos y ancianos, como complemento de las actividades de bie nestar público ofrecidas por el Estado, mediante la ampliación metódi ca de las instituciones de beneficencia judía, bajo el auspicio de las comunidades. 4) Una población reducida no tiene la capacidad de cumplir estas múltiples tareas. La “Representación Nacional” intentará por todos los medios asegurar la estabilidad económica de todos los judíos a través de la conservación de las fuentes de sustento existentes. Es necesario reforzar a los débiles desde el punto de vista económico, creando medios de apoyo suplementarios, como por ejemplo, oficinas de empleo, asesoramiento económico, ayuda y créditos personales. 5) Las fuerzas para enfrentar la experiencia actual, y la esperanza para el futuro, residen en la continuación de la reconstrucción vital de Eretz Israel Judía. Para que los judíos alemanes participen de esa empresa, más de lo que ya hacen, la “Representación Nacional” se une como tal al “Keren Hayesod” y lanza un llamado vibrante a las comu nidades y asociaciones judías para que sigan sus pasos. La “Representación Nacional” indica su disposición a crear la relación organizativa entre los organismos judíos en Alemania y la empresa de reconstrucción de Eretz Israel. Con plena conciencia de la magnitud de la responsabilidad y las difi cultades de estos objetivos, la “Representación Nacional” convoca a los hombres, mujeres y a toda la juventud judía, a la unidad, a la existen cia judía, a la autodisciplina severa, y a la preparación para los más grandes sacrificios. Ibidem, págs. 27-28.
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: a) ¿Cuál es el viraje que se produjo en la comunidad judía alemana a partir de la promulgación de las “Leyes de Nuremberg”? Fundamenta tu respuesta. b) Compara dicha posición con las actitudes adoptadas por las organiza ciones judía en los primeros meses del gobierno nazi.
En este manifiesto, la “Representación Nacional” expresó la urgente necesidad de asegurar las condiciones que permitieran la continuidad de la existencia de la mayoría de los judíos alemanes en el país, especialmente las fuentes de sustento y de supervivencia. Además, alentó el fortalecimiento de la especificidad
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espiritual judía, en especial el desarrollo del sistema educativo judío, como contrapeso a los decretos humillantes, abandonando de este modo la aspiración a una integración plena en el país, que había caracterizado al judaísmo alemán durante generaciones. Desde esta época fue posible advertir una tendencia a intensificar las relaciones con las grandes instituciones judías del exterior. Importantes organizaciones judías del extranjero estuvieron interesadas en apoyar al judaísmo alemán e impedir su desintegración. Así, por ejemplo, la “American Jewish Joint, Distribution Committee” de los Estados Unidos ayudó al judaísmo alemán contribuyendo con la tercera parte del presupuesto general de las instituciones judías más importantes en Alemania durante los años 1934-1937. Para los sionistas, la promulgación de las “Leyes de Nuremberg” señaló el fin de un capítulo importante en la necesidad de una profunda autocrítica y de una adaptación a las nuevas circunstancias. Los sionistas intentaron convertir la discriminación y el aislamiento impuesto a los judíos en un instrumento para intensificar la fuerza creativa judía e incrementar la cohesión interna. Para lograr estos objetivos, estimularon el desarrollo de una vida autónoma judía y ampliaron la red educativa. Las autoridades alemanas controlaron las reacciones de los judíos alemanes a las “Leyes de Nuremberg” de manera minuciosa. En un informe de los meses septiembre-octubre de 1935 señalaban lo siguiente: “En los sectores judíos las nuevas leyes fueron recibidas con sentimien tos de diversa índole (...) Las “Leyes de Nuremberg” provocaron, en el curso de las últimas semanas, vivas discusiones entre sionistas y asimi lacionistas. Es natural que estos últimos rechacen el contenido de las leyes de manera absoluta, en tanto que los sionistas esperan una unión nacional más estrecha entre los miembros de su raza que viven en Alemania (...) Es posible decir que, si bien inmediatamente después de promulgarse las leyes los judíos se sintieron conmocionados, con el cor rer del tiempo supieron reponerse del impacto causado e intentan, de una típica manera judía, restituirse el honor propio”. Ibidem, pág. 32.
La reacción judía al pogrom de “La Noche de Cristal” Como resultado de los trágicos acontecimientos de la “Kristallnacht” se produjo un profundo cambio en la mentalidad de los judíos alemanes, en lo que se refiere a las posibilidades de continuar viviendo en el país. Los judíos comprendieron que sus bienes y su integridad física enfrentaban un peligro real, al advertir que amplios sectores de la población alemana tomaron parte activa en las acciones antijudías, o se mantuvieron mudos e indiferentes ante los hechos de violencia. Algunos miembros de la “Representación Nacional” fueron detenidos durante el pogrom y conducidos al campo de concentración de Sachsenhausen; el resto, decidió continuar con sus actividades en la clandestinidad; se reunían en sótanos 339
de casas privadas y en túneles subterráneos a fin de evaluar el futuro de las tendencias de la política antijudía y reanudar las conexiones con los ministros de gobierno. Además realizaron todo tipo de esfuerzos para intentar liberar a los compañeros detenidos en campos de concentración. En el ámbito educativo también se realizaron grandes esfuerzos para permitir la renovación de las tareas habituales. Después del pogrom, a pesar de que muchos maestros y educadores habían sido encarcelados y la mayoría de las escuelas judías habían sido dañadas, la “Representación” pudo reanudar los estudios e incluso organizar nuevas instituciones de enseñanza. Cuando el 12 de noviembre de 1938 se discutió el “problema judío” en la oficina de Goering, se determinó la creación de la “Central del Reich para la Emigración de los Judíos”, que recibió entre otras atribuciones la de “crear una organización judía que coordinara todos los trámites referidos a la solicitud de emigración”. A tal fin, el 4 de julio de 1939 se creó la “Unión Nacional de Judíos en Alemania”, en los siguientes términos: SOBRE
LA BASE DEL ARTÍCULO
DE SEPTIEMBRE DE
1935,
3
DE LA
LEY
DE
CIUDADANÍA DEL REICH DEL 15 “UNIÓN NACIONAL DE LOS
SE ORDENA LO SIGUIENTE:
JUDÍOS” (REICHSVEREINIGUNG DER JUDEN): 1. (a) Los judíos deben asociarse en una “Unión Nacional”. (b) La “Unión Nacional” es un cuerpo jurídico. Llevará el nombre de “Unión Nacional de los Judíos en Alemania” con sede en Berlín. (c) Las comunidades judías locales servirán como filiales de la “Unión Nacional”. 2. (a) El objetivo de la “Unión Nacional” será promover la emigración de los judíos. (b) Además, la “Unión Nacional” será encargada de: I. el sistema educativo judío. II. el sistema de asistencia social judío. (c) El Ministerio del Interior podrá ordenar a la “Unión Nacional” tareas suplementarias. ESTRUCTURA EDUCATIVA 6. (a) La “Unión Nacional de los Judíos” es responsable por la edu cación de los judíos. (b) Para tal fin deberá fundar las escuelas primarias necesarias, y pre ocuparse por su mantenimiento. Asimismo es responsable por la exis tencia de escuelas secundarias y de institutos de educación superior, así como de escuelas técnicas o cursos que redunden en la aceleración de la emigración de los judíos. (...) Las escuelas mantenidas por la “Unión Nacional” son escuelas privadas. 7. Los judíos tienen el derecho a asistir única y exclusivamente a las escuelas mantenidas por la “Unión Nacional” (...) 8. (a) Las escuelas judías privadas y públicas existentes, así como (...) toda otra perteneciente a la red de educación judía, serán disueltas si no se transfieren al poder de la “Unión Nacional” (...) 9. Los maestros en el servicio público de las escuelas judías deberán tomar licencia sin goce de sueldo desde el 30 de junio de 1939. Deberán
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recibir toda oferta de trabajo en escuelas judías que les ofrezca la “Unión Nacional”. (...) 10. Las instrucciones anteriores respecto de la educación de los judíos impartidas por el Reich o las provincias, especialmente aquellas que se refieren al permiso otorgado a los judíos para estudiar en las escuelas, fundar escuelas públicas y mantenerlas, así como las subvenciones des tinadas a la promoción de la enseñanza de la fe judía, son anuladas. 11. La red educativa judía está supeditada al Ministerio de Ciencias, Educación e Instrucción Popular. ASISTENCIA SOCIAL JUDÍA 12. Por sus funciones, la “Unión Nacional” asume la responsabilidad por la asistencia social judía y debe ocuparse de los judíos menes terosos en tal medida que el público en general no tenga que mantener los. Deberá preocuparse de poner a disposición de los judíos necesita dos, fondos especiales. Ibidem, unidad 5, págs. 57-59
A la luz de los acontecimientos resulta claro que en esta etapa coincidieron las intenciones del gobierno con las aspiraciones de los judíos: concentrar todos los esfuerzos para promover la emigración, la educación y la asistencia social y económica para la totalidad de la comunidad judía de Alemania. Ésta, que se encontraba al borde de su destrucción, experimentó justamente durante los años 1933-1939, y debido a la necesidad impuesta por las condiciones externas, un despertar interno de gran magnitud que se expresó en una verdadera revolución social, espiritual y económica. Prácticamente en todos los ámbitos de la vida, los judíos alemanes debieron aprender a enfrentarse con una realidad que no habían conocido en el pasado.
Consigna de trabajo 1- Señala los principales elementos que caracterizaron al modelo de organi zación comunitaria judía en los años 1937-1939. 2- Reflexiona y responde: ¿Cuál era la principal tarea que se impuso a los dirigentes judíos en aquellos años? Fundamenta tu respuesta.
La Segunda Guerra Mundial: El nazismo y el Nuevo Orden europeo Durante el período de la entreguerra Europa vivió un clima de grave inestabilidad política en el cual todas sus estructuras se vieron afectadas. La economía, la sociedad y las relaciones internacionales sufrieron los efectos de la devastación provocada por la contienda bélica.
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Europa y Asia fueron los escenarios donde la confrontación política se reveló más radical durante los años treinta. El expansionismo italiano y la exigencia de un espacio vital de alemanes y japoneses, endurecieron las posiciones políticas opuestas arrastrando a la opinión mundial a una guerra inevitable. El sistema que parecía garantizar la estabilidad se tornó cada día más frágil, y una complicada red de situaciones vulneró una precaria paz que finalmente fue nuevamente alterada.
FACTORES DESENCADENANTES
Fracaso de la Sociedad de las Naciones Efectos de las disposiciones del Tratado de Versalles
DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Exacerbación nacionalista
Temor a la expansión comunista
Crisis socioeconómica
Sistema de alianzas
Descrédito de los gobiernos democráticos
Consigna de trabajo Desarrolla cada uno de los factores arriba mencionados a partir de los con tenidos estudiados.
Durante la Segunda Guerra Mundial casi todas las naciones del mundo se vieron afectadas directa o indirectamente por el desarrollo de la contienda. En la década del treinta, las tensiones políticas y la inseguridad reinante impulsaron a los Estados a conformar sistemas de alianzas y bloques, tal como había sucedido en la Primera Guerra Mundial: • Eje Roma-Berlín-Tokio: Desde su ascenso al poder en 1922, Mussolini persiguió una política agresiva y militarista. En 1926 el establecimiento de un Protectorado sobre Albania colocó a Italia en una posición de privilegio en el Mar Adriático; en 1928 conquistó Libia, amenazando los intereses franceses e ingleses en el Norte de Africa, y en 1935 se lanzó a la gran aventura colonial: la conquista de Etiopía. Este suceso y el apoyo brindado a las tropas de Francisco Franco en la Guerra Civil Española (1936-1939) le depararon la oportunidad de estrechar relaciones con Alemania, con la que formó el Eje Roma-Berlín en 1937. Hitler concedió a Mussolini manos libres en el área del Mediterráneo, a cambio de lo cual Italia
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no se opuso a la conquista alemana de Austria. Convertido en “Pacto de Acero”, de carácter ofensivo y defensivo, en mayo de 1939 encontró pronto la adhesión de Japón. Sus designios expansionistas, y el impacto de la recesión económica iniciada en 1929, llevaron a este último a buscar en el continente asiático una fuente de recursos para solventar la crisis. En 1931 conquistó Manchuria y en 1937 invadió el norte de China. Su hostilidad al comunismo supuso un vínculo común con Alemania que se tradujo en la firma del “Pacto Antikomitern” en 1936, al cual adhirió Italia en 1937, conformando el Eje Roma-Berlín-Tokyo, ratificado en septiembre de 1940 con la suscripción de Japón al “Pacto de Acero”. En noviembre del mismo año adhirieron al Eje Hungría, Rumania y Eslovaquia. España, que se mantuvo neutral a pesar de las presiones del Eje y de la deuda que tenía el General Franco con Alemania e Italia por la ayuda brindada en el marco de la Guerra Civil Española, envió un cuerpo de voluntarios que luchó en el frente ruso a favor de Alemania. • Bloque Aliado: Constituido inicialmente por Inglaterra y Francia, contó con la adhesión de numerosos países, entre ellos Estados Unidos y la Unión Soviética, tras la invasión del territorio ruso en junio de 1941 por tropas alemanas. La ciudad libre de Dantzig, cuya población era alemana, y la exigencia del tránsito a través del corredor polaco, que separaba la Prusia Oriental del resto de Alemania, fueron las nuevas reivindicaciones de Hitler, tras la ocupación definitiva de Checoslovaquia. A pesar de seguir creyendo en las posibilidades de la política de “apaciguamiento”, los gobiernos de Francia e Inglaterra, comenzaron un precipitado rearme, al tiempo que fijaron un punto límite a las pretensiones hitlerianas: Polonia. Haciendo caso omiso al acuerdo defensivo firmado en abril de 1939 por Polonia y Gran Bretaña, y tras un intento de solucionar la cuestión por vías diplomáticas, los ejércitos alemanes cruzaron la frontera polaca en la madrugada del 1º de septiembre de 1939, desencadenando el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Dos días más tarde, y ante la sorpresa de Hitler que supuso que no arriesgarían su poderío para salvar a Polonia, Francia e Inglaterra declararon la guerra al Tercer Reich. La nueva estrategia alemana implementada, la “Blitzkrieg” o “Guerra Relámpago”, se basó en la precisión y velocidad de los ataques combinados de las fuerzas aéreas y terrestres acorazadas, con el fin de romper las líneas enemigas de un solo golpe. De esta manera, y a pesar de la resistencia ofrecida por la población, Polonia sucumbió en un mes. Atacada también por los rusos desde el este, y en virtud del “Pacto de no agresión germano-soviético”, Polonia fue repartida entre las dos potencias. En el otoño de aquel mismo año la URSS invadió Finlandia, que tras una heroica resistencia finalmente capituló, y se anexó los estados bálticos: Lituania, Letonia y Estonia. Francia e Inglaterra, por su parte, dirigieron su atención a los países escandinavos pretendiendo una alianza que les permitiera proteger el hierro sueco, necesario para la industria de guerra alemana, e impidiera al Reich la salida al Báltico y al Mar del Norte. Pero ante el asombro europeo, con una rapidez sin
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precedentes y sin previa declaración de hostilidades, Alemania continuó su espectacular guerra relámpago: ocupó Dinamarca, y tras derrotar a las fuerzas aliadas conquistó Noruega (abril-junio de 1940). El plan germano de ocupar Holanda, Bélgica y Luxemburgo a fin de vencer la resistencia aliada y atacar Francia por el territorio de las Ardenas (zona francesa limítrofe con Bélgica) fue exitoso. La avalancha de unidades blindadas de la Wehrmacht avanzando por los campos europeos en perfecta sincronización con la Luftwaffe, no les dio tiempo a reaccionar. Entre el 27 de mayo y el 4 de junio de 1940 Holanda y Bélgica capitularon; trescientos treinta y cinco mil efectivos aliados debieron huir por Dunkerque rumbo a Inglaterra, abandonando en la playa todo su material bélico. Mientras los franceses inmovilizaron sus tropas detrás de la línea Maginot, una faraónica construcción defensiva que Francia erigió a lo largo de su frontera con Alemania en la década del treinta, las fuerzas del Tercer Reich entraban a territorio francés por los Países Bajos. El 14 de junio de 1940, las tropas alemanas ocuparon París. Francia capituló y, tras una campaña de escasas seis semanas, firmó el Armisticio de Compiegne, que estableció la división del país en dos zonas: la atlántica, ocupada por Alemania, abarcaba el norte y oeste del país, y la mediterránea o libre, con capital en Vichy, regida por el gobierno colaboracionista del Mariscal Henri Pétain, héroe de la Primera Guerra Mundial. El buen éxito obtenido en el continente impulsó a Hitler a lanzar su asalto final en el frente occidental: la derrota de Inglaterra. El objetivo de los alemanes era preparar la invasión de la isla, por lo cual intensificaron el bombardeo aéreo a los núcleos ingleses de concentración de efectivos y centros de abastecimiento, así como el intento de aniquilación de la RAF, la Fuerza Aérea Inglesa. Nombrado Primer Ministro en mayo de 1940, Winston Churchill asumió enérgicamente la dirección política y militar de la guerra, para la que exigió en un famoso discurso “sangre, sudor y lágrimas”. En su soledad, la lucha por la supervivencia tomó para Gran Bretaña un carácter épico. La Batalla de Inglaterra fue una dura lucha por el control aéreo, que se desarrolló entre agosto y octubre de 1940. Si bien los bombardeos alemanes masivos destruyeron ciudades como Londres o Coventry, no consiguieron abatir la potencia de la aviación inglesa; la mayor moviliHitler en París
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dad de sus aparatos, y la introducción del radar, permitieron contrarrestar los ataques alemanes. En octubre de 1940, ante el fracaso de la operación, Hitler abandonó el proyecto de invasión a Inglaterra y concentró sus planes en el este del continente. Italia, que invadió Grecia en octubre de 1940, solo obtuvo derrotas; los griegos resistieron, y con ayuda británica ocuparon un tercio de Albania, en manos italianas desde 1939. Además, en la defensa de sus colonias africanas, atacadas por Inglaterra, Italia sólo tuvo reveses. Ante esta situación Alemania decidió intervenir en esos frentes. En el norte de Africa una contraofensiva dirigida por el Mariscal Erwin Rommel, comandante del Afrika Korps, desencadenó un masivo ataque, y llevó a sus tropas victoriosas hasta El Alamein, Egipto, desde donde amenazó seriamente al Canal de Suez, de vital importancia para el Imperio Británico. En los Balcanes, los ejércitos germanos ocuparon Rumania y Bulgaria en marzo de 1941, y Yugoslavia y Grecia al mes siguiente. Dueño de una Europa “alemana”, Hitler, que jamás había perdido de vista uno de los objetivos más importantes de su programa –la conquista del “espacio vital”– se volvió hacia la Unión Soviética. En la noche del 21 de junio de 1941 dio comienzo la “Operación Barbarroja”, en la cual setenta y nueve divisiones germanas cruzaron la frontera soviética en dirección a Leningrado, Moscú y Ucrania, en la mayor operación militar de la historia. En tres meses las tropas alemanas conquistaron gran parte de Ucrania, cercaron casi por completo Leningrado, y llegaron a pocos kilómetros de Moscú, donde los detuvo un crudo invierno y el agotamiento de hombres y material. En el norte, la Wehrmacht ocupó en el lapso de dos semanas Letonia, Lituania y parte de Estonia. Como medidas defensivas la URSS decretó la movilización general de su población, proclamando la “Gran Guerra Patriótica”, y adoptó la táctica de tierra quemada, por la cual los ciudadanos soviéticos se retiraban de sus casas, e incendiaban y destruían todo cuanto podía ser de utilidad para sus adversarios: cosechas, ganado, medios de comunicación, etc. Japón, que había firmado el Pacto Tripartito con Alemania e Italia, llevó a cabo en Asia y Oceanía una política de expansión territorial y económica que enfrentaba los intereses ingleses y norteamericanos en la zona. En pocos meses ocupó parte de Singapur, Birmania y Filipinas. Mientras tanto los Estados Unidos, aparentemente neutrales, apoyaban la causa aliada, valiéndose de la Ley de Préstamos y Arriendos en virtud de la cual podían remitir suministros a Inglaterra y a sus aliados. A pesar de que los diplomáticos japoneses seguían negociando con los Estados Unidos un pacto general de no agresión, el 7 de diciembre de 1941 Japón atacó por sorpresa y desde el aire la base naval norteamericana de Pearl Harbour, situada en las Islas Hawai, en el Pacífico. La entrada de Estados Unidos a la guerra extendió el conflicto a casi todas partes del globo, y dividió al mundo en dos grandes bloques beligerantes.
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La política antijudía: 1939-1941 La invasión a Polonia y su significado La invasión a Polonia el 1º de septiembre de 1939 desencadenó el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes conquistaron el país en una campaña relámpago que duró aproximadamente cuatro semanas, a pesar de la resistencia que presentaron el ejército y la población polaca. La Unión Soviética, por su parte, atacó desde el este, conquistando cerca de un tercio del territorio polaco, en concordancia con el Pacto firmado en agosto de 1939. Sobre un total de tres millones trescientos mil judíos que residían en Polonia antes del comienzo de la guerra, alrededor de dos tercios quedaron bajo el poder de los alemanes, mientras que el resto permaneció bajo dominio soviético. Con la ocupación de Polonia, la propaganda antisemita de los nazis multiplicó las descripciones de la imagen del judío “típico”. Mientras que en Alemania, así como en Austria y Checoslovaquia, no había muchos judíos que respondiesen a estas características, en Polonia la mayor parte de la comunidad judía continuaba vistiendo a la manera tradicional, tanto en los pequeños “shtetlej” (aldeas) como en las grandes ciudades. Un artículo periodístico de la época describe las primeras reacciones de los nazis en su encuentro con los judíos polacos:
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PRINCIPALES COMUNIDADES JUDÍAS EN
POLONIA (1931)
Las principales comunidades judías de Polonia, según un censo del año 1931. Junto al número de habitantes judíos aparece su porcentaje en la población gene ral local. A comien zos de la guerra, más de tres millones de judíos habitaban el territorio polaco.
“Los jóvenes soldados, que no habían visto un judío semejante en sus vidas, se regocijaban ¡Ahí estaban, frente a sus ojos, los enemigos de Alemania y de la humanidad! Ahora rendirían cuentas por los sufri mientos del Tratado de Versalles, por el cual Alemania tuvo que per manecer sin “espacio vital”, exactamente como lo habían enseñado en las escuelas los nazis”. Michman, D. “El holocausto, un estudio histórico”, unidad 3, pág. 20.
Diversos testimonios señalan que este pensamiento se expresó en múltiples ataques contra judíos que llevaban barba y vestían las tradicionales “capotas” negras. No hay duda de que en los judíos polacos, los soldados alemanes vieron una confirmación de la propaganda nazi. En el curso de los combates que se desarrollaron con la invasión alemana, las comunidades judías sufrieron tanto como el resto de la población civil, aunque la intelectualidad, el liderazgo y el clero polaco fueron las primeras víctimas de la violencia nazi. A fines de octubre de 1939 se impuso a todos los judíos en territorio ocupado por los alemanes la obligación de llevar en sus ropas un distintivo 347
blanco o amarillo con el Maguen David. Además, se reclutó a todos los varones de entre catorce y sesenta años de edad para trabajos forzados “durante dos años, plazo que se prolongaría si no se hubiesen alcanzado los objetivos educativos perseguidos”. Pocas semanas después se aplicaron a los judíos de Polonia todas las leyes restrictivas promulgadas contra los judíos de Alemania. Se les prohibió visitar lugares públicos y participar en actividades culturales; se los expulsó de escuelas y universidades, se anularon sus derechos sociales como obreros, se los excluyó de las profesiones liberales y se confiscaron sus talleres, establecimientos y empresas industriales. En el marco de las comunidades judías, la escalada de medidas represivas generó una huida en masa. Jaim Kaplan, maestro residente en Varsovia, escribió al respecto en su diario el 5 de noviembre de 1939: “(...) la juventud judía no tiene presente y tampoco futuro, y huye para salvar su vida. La huida se realiza de distintas maneras: a pie, en automóvil, en carros, en tren, por todos los medios de transporte. La frontera está abierta. En la frontera soviética no se presenta ningún obstáculo. El conquistador no aplica un método rutinario: nunca se sabe qué está prohibido ni qué está permitido. Algunas veces actúa con severidad y en otros momentos con benevolencia, y esto se comprende: en un lugar donde existen la violencia y la perversidad, no existe un método permanente y determinado. Esto se aplica a lo que el gobierno permite y a lo que prohibe. En la primera época de la conquista, la frontera estaba abierta. Se dejaba atravesar a todos, sin requerir ningún permiso por escrito. A todo aquel que deseaba estar en fila tres días, incluso se le otorgaba un permiso por escrito, donde se establecía, en forma detallada, que el portador podía atravesar la frontera en dirección a Rusia con sus pertenencias y sus bienes, y se les permitía utilizar toda clase de medios de transporte. De hecho, el camino estaba plagado de peligros; de acuerdo con la “ley” estaba permitido a los peatones llevar consigo solamente veinte zlotes. Es una ley sadista que no es posible respetar. Se logró pasar de contrabando cantidades mucho más importantes, pero muchos fracasaron en esta operación. En el camino fueron asaltados y agredidos, y quedaron desnudos y carentes de todo. Los guardias fronterizos saben muy bien que se puede disponer libremente de la vida y los bienes de los judíos, y se comportan con las personas que atraviesan las fronteras según su estado de ánimo. En estos momentos, los que atraviesan las fronteras prefieren hacerlo en forma ilegal. No están seguros de las intenciones del con quistador. Cuando se atraviesa ilegalmente resulta más seguro, ya que no existe ningún refugiado que no lleve consigo una suma de dinero más elevada de lo que la “ley” permite. De esa manera se popularizó entre los refugiados el cruce ilegal de la frontera; el pago que recibían los contrabandistas fronterizos por su “tarea” alcanzaba sumas enormes. Los que conocen el asunto, suponen que más de un millón de refugiados escaparon a Rusia. Y, a pesar de este gran número, se recibe
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a todo aquel que llegue. Sin embargo, ¿a dónde podrá llegar esta enorme cantidad de personas? Algunos, especialistas en alguna profe sión reconocida, ya pudieron acomodarse. Otros, especialistas en algún oficio, ya pudieron trasladarse al interior de Rusia. Pero la mayoría – o tiene dinero y viven bien, o carecen de todo y están hambrientos y sedientos!”. Ibidem, págs. 25-26
Entre los fugitivos también se encontraban los líderes y dirigentes comunitarios; de esta manera, en la primera etapa de la ocupación, las kehilot quedaron en mayor o menor medida con organizaciones debilitadas y un liderazgo en transición. También en las primeras conquistas de Alemania en el oeste (Holanda, Bélgica y Francia) las autoridades nazis no impidieron la emigración judía, e incluso continuaron auspiciándola. Sin embargo, los destinos de emigración posibles se redujeron notablemente con el inicio de la contienda bélica. A fines de 1939 la URSS cerró sus fronteras a los refugiados, mientras que Estados Unidos promulgó, por su parte, la “Ley sobre parientes cercanos”, que determinó que a todo aquel que tuviera parientes en la Europa conquistada por los nazis no le sería permitido hacerlos ingresar al país. Durante los años de la guerra las posibilidades físicas de viajar, de llevar consigo los bienes y atravesar fronteras, fueron haciéndose progresivamente más difíciles. Durante la primer época de la Segunda Guerra Mundial la política antijudía no mostró una tendencia única en la conducta de los alemanes. Por un lado, siguieron alentando la emigración, y por el otro, adoptaron una serie de decisiones destinadas a reformular la implementación de la política antijudía en el marco de un conflicto bélico de carácter mundial.
La idea de las reservaciones Pocas semanas después que el ejército del Reich ocupara Polonia, se presentó la primera sugerencia de transferir a los judíos y concentrarlos en un lugar cerrado. La progresiva limitación de las posibilidades de emigración, llevaron a Heydrich a evaluar la “cuestión judía”. En julio de 1940 afirmaba: “No existe la posibilidad de solucionar a corto plazo la cuestión que incluye a tres millones doscientos cincuenta mil judíos en el territorio bajo la soberanía alemana, utilizando solo el método de la emigración; por lo tanto se presenta la necesidad de una solución territorial”. En el mes de octubre, Eichmann, responsable de la “Central del Reich para la Emigración de los Judíos” inició el transporte de la población judía de Viena hacia el poblado de Nisko, en la región de Lublin, Polonia. Rutinariamente todos los martes y viernes transportes con mil judíos aptos para el trabajo partían de Viena hacia el poblado de Nisko. Durante los meses de invierno de 1939-1940 trasladaron también a la zona a judíos del protectorado de Bohemia-Moravia, de Alemania, y de otras regiones. La intención era
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establecer ahí a ochenta mil judíos; pero solo veinte mil fueron evacuados. Al parecer, consideraciones internacionales, necesidades militares y conflictos internos en la administración nazi fueron las causas que llevaron a la definitiva anulación del proyecto. Con el fracaso de la idea de la reservación de Lublin, se propuso a la isla de Madagascar, situada al este de Sudáfrica, como “territorio para resolver la cuestión judía”. La elección de la zona fue justificada por Hitler en la siguiente afirmación: “allí las condiciones climáticas poseen una influencia debilitante sobre el organismo humano y limitan su resistencia. Rademacher, jefe del Departamento de Asuntos Judíos del Ministerio del Exterior (DIII), basándose en las conquistas de occidente en el verano de 1940, propuso el 3 de julio de 1940 lo siguiente: “La victoria cercana ofrece a Alemania la posibilidad, y de acuerdo con mi opinión también la obligación, de resolver la cuestión judía en Europa. La solución deseada es: fuera todos los judíos de Europa (...). El departamento DIII propone que en el marco de los acuerdos de paz, Francia deba poner a disposición la isla de Madagascar para resolver la cuestión judía, y evacuar e indemnizar a los veinticinco mil france ses que viven allí. Esta isla se entregará a Alemania como Mandato (...) Los judíos tendrán en ese territorio una administración independiente, alcaldes y policías propios, servicios de correos, ferrocarril, etc. Los judíos serán responsables, en su calidad de deudores, del valor de la isla. Por esto, deberán entregar los bienes que tengan en Europa para ser realizados por un banco europeo a crearse. Si estos bienes no fuer an suficientes para pagar por el valor de la tierra que recibirán, o por los elementos necesarios para la construcción en la isla, y adquiridos en Europa, el mismo banco otorgará crédito bancario a los judíos (...). Este plan impedirá que los judíos levanten un Estado vaticano propio en Palestina y que utilicen a su favor el valor simbólico de Jerusalén para el mundo cristiano y musulmán. Más aún: los judíos quedarán en manos alemanas como rehenes para asegurar la futura buena conduc ta de sus hermanos de raza en América. “El Holocausto, un estudio histórico”, unidad 3, pág. 32.
Consigna de trabajo Teniendo en cuenta la reseña histórica de los sucesos más destacados de la Segunda Guerra Mundial, reflexiona y responde: ¿Qué dificultades existieron para que el plan Madagascar no fuese implementado?
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Alemania no obtuvo la victoria que le posibilitara un “acuerdo de paz” con condiciones impuestas por ella misma; además, la idea de Hitler de conquistar colonias en Africa cedió lugar a su ambición de ocupar Rusia. Por ello, y porque constituía un verdadero delirio, el Plan Madagascar perdió relevancia. En general, el tema de las reservaciones se diluyó por sí mismo en el marco de los procesos y acontecimientos del año 1940, y fue sólo un breve episodio en la política antijudía. No obstante debemos suponer que quienes elaboraron este proyecto estaban seguros de que en el marco de estas “reservaciones” los judíos llegarían lentamente a su fin. Entretanto, las fuerzas alemanas seguían combatiendo y conquistando territorios, y el número de judíos bajo poder alemán aumentaba constantemente.
El proceso de guettoización El estallido de la Segunda Guerra Mundial inició una nueva etapa, la segunda, en la política y en la metodología implementada por los nazis respecto a la “cuestión judía”. El 21 de septiembre de 1939, mientras aún se libraban combates en Polonia, Heydrich, el jefe de los servicios de seguridad de la SS emitió una orden dirigida a los combatientes de los Einsatzgruppen 1, que se constituyó en uno de los documentos más importantes en la historia de la política antijudía del Tercer Reich. A continuación te presentamos la primera parte del documento: “Carta urgente” de Heydrich, 21 de septiembre de 1939. Berlín, 21 de septiembre de 1939 Jefe de la Policía de Seguridad Pf (II) – 288/39 Secreto/Urgente A todos los jefes de los Einsatzgruppen de la Policía de Seguridad Referencia: la cuestión judía en el territorio conquistado. Con referencia a la conversación que se llevó a cabo hoy en Berlín, llamo nuevamente su atención a que todos los esfuerzos generales ten dientes al objetivo final deben mantenerse en absoluto secreto. 1. el objetivo final (que exige mayor tiempo 2) y 2. las etapas en la ejecución del objetivo final (que deben aplicarse en períodos cortos). Los medios programados exigen una preparación muy minuciosa, tanto desde el punto de vista técnico, como desde el punto de vista económico. Es evidente que no es posible establecer desde aquí las tare as previstas en todos sus detalles. Las instrucciones y órdenes siguien tes deben servir para activar a los jefes de los Einsatzgruppen.
1- Einsatzgruppen: grupos de acción. 2- No alude a la Solución Final
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La primera condición (para alcanzar) el objetivo final es, antes que nada, concentrar a los judíos de poblados y pueblos pequeños en las ciudades más grandes. (Esta condición) debe realizarse con rapidez. Para esto es necesario distinguir entre: 1. El territorio de Danzig y Prusia Occidental, Poznan, Alta Silesia Oriental 1a y: 2. El resto de los territorios conquistados 1b En la medida de lo posible se debe liberar el territorio mencionado en el párrafo 1, de judíos, o cuando menos, es necesario aspirar a concen trarlos en pocas ciudades. En los territorios citados en el párrafo 2, es necesario definir sola mente el menor número posible de centros de concentración para facili tar las medidas posteriores. Con esto, es necesario tener en cuenta que los centros de concentración deben establecerse solamente en aquellas ciudades que sean cruces ferroviarios, o que al menos estén cerca de las vías del ferrocarril. Determinemos en principio que es necesario dispersar a las comunidades judías que tengan menos de 500 personas y trasladarlas a la ciudad de concentración más cercana. Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico”, unidad 5, págs. 64-65
La característica central en la implementación de la política antijudía con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial fue el proceso de Guettoización, esto es, el aislamiento de los judíos de la sociedad en cuyo seno vivían hasta entonces. Ya desde los años treinta el judaísmo alemán fue la primera víctima de este proceso de aislamiento que, en su caso, no incluyó la construcción de muros físicos de separación, sino más bien, murallas invisibles que, en la forma de una legislación profusa y sistemática, aislaron a los judíos en forma total de la Sociedad General. Aunque la palabra guetto es usada en este documento por primera vez, Heydrich no explicitó qué significaban esos guettos y lo que involucraban. Sin embargo fue claro desde el comienzo que esos no serían guettos en la acepción medieval del término, es decir, barrios judíos desde los cuales los judíos podían salir y dedicarse a sus ocupaciones habituales al mismo tiempo que conservaban su identidad, tradición y forma de vida. El régimen nazi apeló a distintos “pretextos” y “argumentaciones” para justificar la formación de los guettos; entre ellas: • Evitar las maniobras de especulación y la propagación de ideas políticas subversivas o derrotistas por parte de los judíos. • Detener la expansión de enfermedades infecciosas de las cuales los judíos eran el origen, salvaguardando de esta forma un estado sanitario normal. • Proteger a los judíos de la hostilidad de la población polaca. Estas argumentaciones no tenían ningún fundamento. No hay duda de que la política de aislar a los judíos estaba destinada a preparar lo necesario para su 1- La zona de Polonia ocupada por los nazis se dividió en: a) un territorio que se anexó a Alemania b) un territorio que se convirtió en la “Gobernación General”
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futura expulsión, mientras se reducía su número en forma “natural” por las condiciones de vida que allí imperaban, al mismo tiempo que se los despojaba de sus bienes y se utilizaba su fuerza de trabajo. El proceso de guettoización se implementó únicamente en Europa Oriental: Polonia, Unión Soviética y Hungría. El primer guetto se conformó en la ciudad de Piotrkow en el otoño de 1939, mientras que los de la región de la Alta Silesia fueron establecidos recién en 1942 y 1943. El régimen de aislamiento y el tipo de gobierno vigente también fueron distintos en cada lugar. Los guettos fueron rodeados por murallas, cercos de madera o alambres de púa. En algunos el cierre era casi hermético, mientras que en otros la entrada y la salida estaba severamente regulada. En Varsovia, la transferencia de los judíos al guetto, erigido en el barrio judío de la ciudad, tomó catorce meses. Implantado oficialmente el 15 de noviembre de 1940, el guetto se convirtió en un recinto totalmente cerrado; policías alemanes y polacos se apostaron en sus puertas impidiendo la entrada o la salida de cualquier individuo que no tuviera un permiso especial. MAPA DEL GUETTO DE VARSOVIA (1940-1943)
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El guetto que cubría una superficie de cuatrocientos veinticinco acres, llegó a albergar en marzo de 1941, cuatrocientos cuarenta y cinco mil habitantes. En cada habitación vivían un promedio de entre siete y nueve personas. Además de la falta de condiciones sanitarias del hacinamiento, uno de los mayores problemas era el hambre y la escasez de víveres; estos se repartían según cartas de racionamiento. La ración oficial para los alemanes era de 2614 calorías diarias, la de los polacos–669 calorías, mientras que los judíos recibían 184 calorías por día. Esta cantidad, contenida en alimento de baja calidad, constituía solo el 7% de lo indispensable para mantener el organismo en un estado normal de salud.
Con el correr del tiempo las condiciones de vida se fueron agravando y las tasas de mortalidad aumentaron a un ritmo vertiginoso. En enero de 1941 murieron 898 personas, en abril 2061 y en septiembre ascendió el número a 5560; el total de los muertos en ese año alcanzó la cifra de 43.000, es decir el 10% de la población total del guetto. El liderazgo judío oficial del guetto era el Jüdenrat – el consejo judío – Los Jüdenrate aparecieron en el escenario histórico a fines de 1939, después de la conquista definitiva de Polonia. A diferencia del fenómeno del guetto, limitado a las regiones del este europeo, los “Consejos de Judíos” fueron implantados en todos los territorios bajo el gobierno nazi, e incluso en zonas que se encontraban sólo bajo su influencia. El fundamento estructural para las actividades de los Jüdenrate se encuentra en la “Carta Urgente” que envió Heydrich a los comandantes de los Einsatzgruppen, el 21 de septiembre de 1939. A continuación te presentamos la segunda parte del documento: 1) En toda comunidad judía se establecerá un “Consejo de Líderes Judíos”, que se integrará dentro de lo posible por personalidades rep resentativas y los rabinos que hayan quedado en el lugar. Estos “Consejos de Líderes” se integrarán con hasta veinticuatro miembros judíos varones (de acuerdo con el tamaño de la comunidad judía). Recaerá sobre él la responsabilidad completa, tal como lo implica el significado de la palabra, por la ejecución exacta e inmediata de todas las instrucciones que se hayan decretado o se decreten. 2) En caso de sabotaje de las instrucciones se comunicará al “Consejo” acerca de la adopción de medidas más drásticas. 3) Los Jüdenrate deberán realizar un censo de los judíos, lo más com pleto posible, según el sexo (por grupos de edades: a- hasta 16 años, bde 16 a 20 años, c- edades más elevadas que las mencionadas) y según la clase de profesiones más importantes. Los resultados serán entrega dos dentro del más breve plazo. 4) Se comunicará al “Consejo de Líderes” las fechas de traslado de la población y el período que durará el traslado, los medios a utilizar y la ruta a tomar. Asimismo, los miembros del “Consejo” serán personal mente responsables de la evacuación de los judíos de los pequeños poblados y pueblos. Como explicación de la concentración de los judíos en las ciudades, se utilizará el argumento de que fue demostrado que los judíos tomaron parte en ataques contra combatientes alemanes y participaron en organizaciones delictivas. 5) Sobre el “Consejo de Líderes” de las ciudades de concentración recae la responsabilidad de ofrecer lugares de residencia adecuados a los judíos que lleguen desde los poblados rurales. La concentración de los judíos en las ciudades obligará, al parecer, a limitarles –por razones de seguridad policial general- el ingreso y tránsito por ciertos barrios; asimismo, y siempre dentro de las consideraciones de carácter económico, no se les permitirá abandonar el guetto después de una
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determinada hora de la noche, etc. 6) El “Consejo de Líderes” será también responsable por la manuten ción de los judíos transferidos a las ciudades. No se impedirá a los judíos trasladados que lleven consigo sus bienes muebles, siempre que esto sea posible desde el punto de vista técnico. 7) Los judíos que no respeten la orden de trasladarse a las ciudades, recibirán en casos justificados una corta prórroga. Hay que comuni carles el castigo gravísimo al que se exponen si no cumplen (la orden) después de esta postergación. (...) Michman, D. “El holocausto, un estudio histórico”, unidad 5, págs. 65-66
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: ¿Cuál habrá sido el objetivo de las autoridades nazis al determinar que los Jüdenrate debían ser responsables de la existencia judía en el guetto? Fundamenta tu respuesta. Las autoridades alemanas establecieron los Jüdenrate para aplicar su propia política. Desde este punto de vista los consideraban como una parte integral –aunque de nivel inferior- del sistema que controlaba a la población judía. Willy Lages, jefe de la filial de la Gestapo en Amsterdam, consignó al respecto: “En realidad el consejo judío era un departamento alemán (...). El con sejo judío fue establecido por las autoridades alemanas con la expresa intención de que este consejo de judíos gane la confianza de toda la comunidad judía y que esto ayude a acelerar la “depuración” de judíos”. Ibidem, pág. 85.
Como un organismo que se encontraba entre el opresor alemán y la comunidad judía, los Jüdenrate debían encontrar diversos caminos para llevar a la práctica su política, tanto para cumplir las órdenes de los alemanes respecto de los judíos, como para representar a éstos ante las autoridades y para cuidar su misma base de supervivencia. Entre los temas centrales de los que debieron ocuparse la mayoría de los Consejos se encuentran: • Reclutamiento de fuerza de trabajo forzado impuesto a los judíos. • Transferencia y asentamiento de los judíos al guetto. • Asistencia para confiscar los bienes judíos. • Distribución del distintivo identificador de los judíos (una cinta con una estrella de David, un trapo amarillo y otros).
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• Registro de la población judía y su posterior control, incluyendo información estadística. Los alemanes se servían de estos datos para organizar el trabajo forzado, proceder a la distribución de raciones alimenticias y, en la época de las deportaciones, determinar el número de los transportes y su tamaño. • Protección contra enfermedades y epidemias. Debido Distribución de alimentos en el Guetto de Varsovia. a las circunstancias difíciles por las que atravesaban los judíos y por ser considerados “agentes contaminadores”, existía el temor entre los nazis de que el guetto constituyera un foco de enfermedades. • Asistencia en la puesta en práctica en las deportaciones (posteriormente será analizado) La grave situación de la comunidad judía llevó a los Jüdenrate a asumir, por propia iniciativa, varias funciones suplementarias: • Impuestos: como todas las organizaciones, también el Jüdenrat requería de dinero para sus actividades. Estos medios financieros se obtenían por distintas vías. En muchos casos se decretaron impuestos obligatorios a la comunidad aunque en general se trataba de impuestos indirectos que se obtenían por medio de la venta de servicios y de productos sobre los cuales el Jüdenrat tenía dominio absoluto. • Aprovisionamiento de alimentos: el grado de importancia y la dificultad para lograr la provisión de alimentos se incrementaba a medida que se prolongaba la guerra y las fuentes generales de alimentación se hacían más inaccesibles. • Salud pública: el hambre, el hacinamiento y la ausencia de condiciones sanitarias elementales, convirtieron el tema de la salud en un problema de extrema gravedad. La tuberculosis, la sub-alimentación y las epidemias de tifus y disentería fueron combatidas, aunque sin éxito. Aún así, el Jüdenrat se preocupó por brindar servicios médicos a todos los pobladores del guetto. • Vivienda: La determinación de criterios para la distribución de viviendas y su ejecución constituía una tarea plena de dificultades dadas las dimensiones de los guettos. • Trabajo e industria: estas actividades llegaron a ser motivos centrales en los guettos. En primer lugar se encontraba el trabajo forzado que los alemanes habían impuesto a los judíos. En los guettos mayores se trabajaba en diversas labores vitales para el esfuerzo bélico alemán; en los guettos más pequeños los judíos eran utilizados para la construcción de carreteras. Además de estos trabajos, que obedecían a las necesidades directas de los alemanes, se desarrolló en el guetto una “ideología del trabajo”. En razón de que no existían en los guettos materias primas, mercancías o dinero, la fuente de los pagos que debían efectuarse provenían del trabajo o la producción del guetto. El trabajo servía también 356
para crear condiciones de vida más o menos normales. La falta de empleo y la ausencia de ingresos aumentaban la delincuencia y las tensiones en el seno de la sociedad judía. • Educación y cultura: aunque las autoridades pusieron obstáculos a la educación judía, no existió ninguna comunidad en la cual el Jüdenrat no se hubiera impuesto la tarea de ocuparse del tema: financiándola, preparando maestros o procurando edificios. Además, con el apoyo de los consejos, la creación cultural continuó desarrollándose. Si desde un punto de vista general es posible considerar las actividades de los Jüdenrate como una continuación de las comunidades, la presencia de la “policía judía” fue un fenómeno nuevo y desconocido en el ámbito judío. La encontramos solamente en los guettos, (aunque en algunos poblados actuaba una policía judía aún antes de la formación de los mismos), en la ciudad de Berlín y en el campo de Drancy en Francia. En el guetto de Varsovia la policía polaca, formalmente responsable del orden y de la seguridad, sólo estaba interesada en ganar dinero a costa de la población judía. Por ello, a instancias de la sugerencia presentada por un funcionario nazi, se creó una institución semejante dentro del marco judío. El reclutamiento para la policía se realizó por medio de anuncios, y las exigencias para la selección fueron mínimas. En realidad el criterio más importante era el estado físico y, a veces, alguna experiencia militar en el pasado. En Varsovia se determinó que los candidatos debían ser egresados de las escuelas secundarias, haber cumplido su servicio en el ejército y no haber sufrido ninguna condena. Dado que la pertenencia a esta institución despertaba una reacción de sospecha, las organizaciones políticas dentro del guetto ordenaron a sus miembros que no se enrolaran en la policía judía. Una inspección de más de cien comandantes de policía judía en la Gobernación General indicó que alrededor del 70% de los mismos no habían sido previamente activos en la vida comunitaria, que el 20% eran refugiados y no nativos del lugar, y que solo un 10% tuvo algún tipo de actividad en épocas anteriores a la conquista alemana. En Varsovia fue designado como jefe el servicio del orden el Mayor Szerynski, un judío converso que sirvió durante años a la policía polaca; las leyes raciales lo devolvieron al mundo judío. Entre las funciones que cumplía la policía judía se encontraban: • Cumplir con las ordenes de los alemanes emitidas directamente por éstos o a través del Jüdenrat. • Cumplir con las ordenes del Jüdenrat derivadas de sus actividades en la comunidad judía. • Dar respuesta a las necesidades internas de la población judía. A las dos primeras áreas de actividades pertenecen temas tales como la recaudación de multas e impuestos, confiscación de bienes, trabajo forzado y, en la época de las deportaciones, participación en los arrestos masivos. A la tercera área de actividad pertenecen las funciones de mantenimiento de la limpieza y del orden, el arbitraje y tratamiento de robos, asesinatos, y otros delitos que existieron en la vida cotidiana del guetto.
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Pese a todas las condiciones y circunstancias creadas por el gobierno nazi, surgió entre la gente del guetto una enorme voluntad de vida, un intenso deseo de vivir que se manifestó en las situaciones más difíciles y pese a todas las limitaciones y humillaciones. Los judíos sentían que con su mera existencia vencerían al enemigo que deseaba borrar el nombre del pueblo judío de la faz de la tierra. Llamamos resistencia a toda acción contraria al sometimiento que se realiza con fines de supervivencia; es un concepto que se Formación de la policía judía en el Guetto de Varsovia. refiere a acciones cuyo objetivo era frustrar las intenciones del enemigo. En idioma hebreo la palabra es amidá, y alude a todos los intentos de sobreponerse y resistir de cualquier forma a los objetivos nazis. En los guettos, la resistencia se expresó en formas muy variadas: • La industria ilegal: el liderazgo judío intentó cultivar el carácter productivo de la comunidad judía para lograr la dependencia de los nazis de su producción, y tal vez una valorización de los esfuerzos realizados. Más allá de esta actividad oficial, existía una actividad económica ilegal, principalmente industrial y de contrabando de alimentos. La industria clandestina en Varsovia funcionaba en casas privadas o en pequeños talleres en los que se encontraba maquinaria de antes de la guerra o introducida clandestinamente al guetto. Un ejemplo de esta actividad industrial era la producción de cepillos, que durante los meses de septiembre-octubre de 1941 incluyó unos ciento veinte talleres y mantuvo a unas dos mil familias. La producción clandestina comprendía productos textiles, cepillos y trabajos de carpintería que se comercializaban fuera de los límites del guetto. Los pedidos de productos de contrabando se recibían de mayoristas polacos y a veces también de instituciones alemanas. Oficiales de abastecimiento del ejército utilizaban los servicios de intermediarios polacos para conseguir mercaderías a precios bajos provenientes de los artesanos judíos. La mayor parte de la materia prima se introducía al guetto de contrabando; también se usaban grandes cantidades de desechos, chatarra y trapos, que los judíos podían juntar legalmente. • El contrabando de alimentos: fuera de los víveres oficialmente distribuidos, otros no podían ser introducidos sino por contrabando. La introducción de víveres por medios ilegales posibilitó la subsistencia del guetto. Se calcula que el 80 % de todos los alimentos que llegaban al guetto provenían del contrabando. Dado que era una actividad prohibida, centenares de personas pagaron con su vida el ejercicio de esta práctica.
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Las operaciones de contrabando individual eran el último recurso en el combate por la subsistencia de la familia. El contrabandista pasaba clandestinamente al sector ario, se quitaba el brazalete y buscaba víveres entre la gente conocida, o vendían objetos que traían ocultos. En este tipo de contrabando era muy común la participación de mujeres, dado que podían ocultar más fácilmente su origen judío, y de niños, dado que podían escurrirse, por pasadizos estrechos que conocían, de los guardias. Los niños, de entre seis y siete años de edad pasaban al sector polaco de la ciudad y allí pedían limosnas o conseguían alimentos de protectores fijos. En muchos casos, los niños representaban el único medio de subsistencia de sus familias. Además del contrabando individual, existía también el contrabando organizado, profesional y a gran escala. Estos contrabandistas se contaban entre los pocos habitantes que ganaban dinero en el guetto. Las operaciones desde el abastecedor alemán o polaco hasta el intermediario menor se planificaban metódicamente y en muchos casos contaban con la participación de policías, alemanes polacos y judíos, deseosos de ganar algún dinero. Como eran los más expuestos al peligro, fue entre ellos donde se contó el mayor número de víctimas. A pesar de que la motivación de la mayor parte de quienes se ocupaban del contrabando era la ganancia, todos los habitantes del guetto valoraban el papel objetivamente fundamental que los contrabandistas cumplían en la vida del guetto. • Resistencia cultural: la actividad judía en todos los campos de la cultura era sorprendentemente variada. El investigador Yejiel Szeintuch escribe acerca del tema: “Si usamos el término “resistencia” de acuerdo con nuestra definición, en el sen tido de rebelión contra el exterminio planificado no sólo de personas sino tam bién de su cultura y de su integridad espiritual, es posible calificar muchas actividades de los judíos en los guettos y en los campos de concentración como actividades de resistencia: la organiza ción de equipos para administrar los asuntos públicos y culturales; la fun dación de archivos clandestinos para la conservación de documentos que sirvier an de testimonio en el futuro; la creación literaria en idish, en hebreo y en otros idiomas; el mantenimiento de los esque mas de vida judíos en guettos y campos de concentración; la escritura de memorias personales, diarios y crónicas; la creativi dad en todos los medios artísticos, músi ca, artes plásticas; la publicación y difusión de periódicos clandestinos; el
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Certificado de fin de curso de una alumna en el Guetto de Lodz en 1941.
cumplimiento de los preceptos religiosos pese a las dificultades de la época, etc.” Ibidem, unidad 6, pág. 31.
Un ejemplo destacable de resistencia cultural-espiritual es, sin lugar a dudas, el archivo histórico clandestino creado en Varsovia por el historiador Emanuel Ringelblum, que se convirtió en una institución de investigación plena de vitalidad y sensibilidad. Israel Gutman describe el archivo, sus actividades sus logros: “De fundamental importancia era la empresa original del archivo clandestino creado en Varsovia y cuyo nombre clave era “Oneg Shabat” (disfrute sabático). El historiador Emanuel Ringelblum se dejó guiar por la sensación que los judíos en la época de la conquista del guetto se encontraban en una situación sin precedentes históricos –“Es indis pensable que los historiadores del futuro consigan material acerca del pasado anotado con exactitud”. Así surgió la idea del archivo clandes tino. (...) Ringelblum observa en su artículo sobre el “Oneg Shabat” que muchos escribían diarios durante la conquista. El judío huía a su casa y el desahogo de la escritura le proporcionaba una sensación de liber tad. Ringelblum se dirige a los distintos escritores y les pide que donen sus escritos al archivo. Y pese a que no todos están dispuestos a sepa rarse de sus escritos íntimos, algunos diarios importantes y obras liter arias llegaron al archivo de Ringelblum y por él llegaron también a nosotros. Otros diarios se perdieron, y de otros nos llegaron sólo frag mentos. En el archivo se concentraron grandes cantidades de material docu mental, artículos acerca de temas específicos, monografías parciales y material literario. En la etapa más adelantada del trabajo, que económicamente estaba apoyada por el Joint, surgió la idea de escribir ensayos que resumieran el material bajo el título de “Dos años y medio”, es decir resumir los dos años y medio de la vida judía en Varsovia durante la guerra. En medio de esta labor comenzó la gran expulsión de Varsovia que puso punto final al trabajo ordenado de “Oneg Shabat”, así como puso punto final a la totalidad de labores públicas clandestinas. “Oneg Shabat” publicó también un periódico informativo desde comienzos de 1942, cuando empezaron a fluir las noticias acerca de las expulsiones y las operaciones de exterminio. Hirsch Wasser, el secreta rio del archivo, relata que el archivo “Oneg Shabat” recibió de la dirección del movimiento clandestino en el guetto el pedido de preparar informes para el extranjero, como por ejemplo: acerca de los campos de exterminio (en marzo de 1942), acerca de la acción en Lublin (en abril de 1942), acerca de la situación de la población judía bajo la conquista hitleriana (en julio de 1942) y después, en noviembre de 1942, la primera descripción completa y detallada de la primera etapa de exterminio de los judíos en Varsovia. La redacción de estos
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trabajos estaba a cargo de E. Ringelblum, A. Gotkovski y H. Wasser. Durante las expulsiones, desde julio de 1942 hasta abril de 1943, el pequeño equipo de fieles del archivo se ocupó de ocultar el inaprecia ble material. Este material comprendía, entre otras cosas, los princi pales periódicos del movimiento clandestino, paquetes de cartas y material interno de las organizaciones políticas, y documentos de la organización judía combatiente. El mismo Ringelblum y algunos de sus allegados continuaron escribiendo y documentando también durante la época en que estuvieron ocultos en el lado “ario”. No exageramos al decir que el historiador Ringelblum se mantuvo fiel a su misión y obje tivo hasta su trágica muerte, acaecida al ser descubierto el escondite donde se ocultaban él, su esposa, su hijo y un grupo de judíos, en el lado “ario”, el 7 de marzo de 1944. Por milagro se descubrieron dos partes del archivo “Oneg Shabat” escondidos en el área del guetto, mientras que la tercera parte, que contenía material de importancia acerca de las etapas de organización y acción del movimiento clandes tino combatiente y de la organización judía combatiente se perdió, al parecer, para siempre. Las partes del “Oneg Shabat” que se encuentran en nuestras manos, son una fuente de gran importancia para compren der la vida interna de los judíos en la época de la conquista y del guet to, la creación del movimiento clandestino político y la lucha armada en el guetto de Varsovia.” Ibidem, págs. 33-35.
• Resistencia religiosa: la continuidad de la vida religiosa en todas sus expresiones no era consecuencia de una mera inercia, sino producto de la fe y plena seguridad que los judíos sentían de que su vida debía continuar sin rendirse a la opresión nazi. Aquellos cuya fe se mantuvo incólume y siguieron expresándola en todos sus actos, se vieron fortalecidos por ella. • Resistencia organizativa: no hay duda que la mayor fuerza de la resistencia judía provenía de su capacidad organizativa. La creación o el renacimiento de distintas organizaciones, trajeron como consecuencia una nueva sensación de pertenencia a un marco social, proponiendo nuevos objetivos de acción y proporcionando así algún “sabor” a la vida, evitando la desintegración de la sociedad judía. Las organizaciones eran de diversos tipos. En el campo de la Escena en el interior de una salud, la asociación TOZ, fundada antes del holosinagoga en Varsovia, 1941. causto con ayuda del Joint, construyó centros de desinfección, baños y dormitorios. Además contó con médicos y enfermeras, y realizó campañas de desinfección e higiene.
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• Los movimientos juveniles: en el marco de los guettos, los movimientos juveniles (especialmente los sionistas) continuaron llevando a cabo sus actividades sociales y educativas. Durante la guerra y la conquista de Polonia, huyó la mayor parte de los dirigentes reconocidos en el plano comunitario y partidario, e incluso en el de los movimientos juveniles. Sin embargo, en éstos surgió bien pronto la exigencia de renovar la actividad y, conseDispensario médico durante la primera época del cuentemente, “la necesidad de que sus Guetto de Varsovia hombres retornen a fin de actuar en la clandestinidad dentro del territorio ocupado por los nazis”. Hay que prestar atención al hecho de que en aquel momento, el concepto de la acción clandestina no significa acción armada, sino una actividad ilegal destinada a mantener la existencia de los marcos del movimiento y a estimular los ánimos. Así fue que retornaron a los territorios ocupados por los nazis en Polonia muchos de los dirigentes de los movimientos juveniles sionistas socialistas, entre ellos Itzjak (“Antek”) Zuckerman y Tzivia Lubetkin del movimiento “Dror” y Mordejai Anielewicz del “Hashomer Hatzair”. Los movimientos juveniles, impulsados por sus líderes, se asimilaron con relativa rapidez a la nueva situación y comenzaron a actuar en marcos clandestinos. La ideología como columna vertebral, el pathos social cultivado en la mayor parte de estos movimientos juveniles, el compañerismo y el entusiasmo: todos estos factores constituyeron elementos de peso en el mantenimiento y fortalecimiento de dichas agrupaciones. En la etapa que antecedió a la aniquilación, los movimientos juveniles clandestinos se ocupaban especialmente de actividades educativas y no de preparativos para una rebelión armada. Suponían que debían prepararse para el período que sobreviniese después de la liberación, porque entonces el pueblo judío requeriría de su joven generación, firme y entera en cuerpo y alma. La actividad clandestina en aquel entonces incluía, entre otros temas, los siguientes: - Organización de Centros Sociales clandestinos destinados a albergar círculos de estudio y talleres de literatura. - Organización de grupos para el trabajo agrícola, para preparación agrícola (“hajsharot”), y “kibutzim” 1 urbanos. Estos se ocupaban de trabajos fuera de Varsovia, suministrando alimento y bebida a los más famélicos. - Cuidado de la juventud abandonada en el guetto y lucha contra actos de delincuencia y pillaje. - Publicación y difusión de prensa ilegal; en un primer momento para el uso interno de los movimientos y, más delante, para el público general.
1- En los movimientos juveniles jalutzianos (pioneros), las células o grupos de miembros se solían denominar “kibutzim”, reflejando la identificación con el movimiento sionista pionero en Eretz Israel. Junto a las tareas sociales y educativas, estos “kibutzim” desarrollaron tareas agrícolas y proveían a sus miembros de alimentos. Algunos de estos “kibutzim” contaban con varios cientos de miembros.
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Los intentos esporádicos de preparación en el plano militar en esta época provenían más que nada de la sensación general de peligro que el nazismo despertaba en los judíos como en todo el mundo, y no de una expectativa previa a un operativo de liquidación física absoluta del pueblo judío. El estudio de la sociedad judía en la época del Holocausto nos lleva a la conclusión que la sociedad judía era un grupo humano de gran vitalidad y enorme poder espiritual. Los aspectos que señalamos en estos textos no vienen a mostrar un cuadro apologético de la época, sino a descubrir algunas manifestaciones de dicha vitalidad. Niños de poco más de ocho años traba Y tal vez sea mejor presentar las imprejaron como mensajeros en el Guetto de siones de quienes anotaban sus diarios en Kovno, transmitiendo mensajes y alertan Varsovia en aquella época, y a quienes no se do al movimiento clandestino cuando lle gaban inspecciones alemanas. puede acusar de nostalgia: Jaim Aharón Kaplan, anotación del día 10 de marzo de 1940. “(...) ¿Cómo puede alimentarse a una comunidad entera cuando no tiene nada con qué aferrarse a la vida? ¡No hay ningún oficio o profe sión que no esté limitado o fuera de nuestro alcance! Pero tampoco esta vez somos “iguales” ante la Naturaleza. Estamos marcados profunda mente por una fuerza oculta, misteriosa, secreta, que nos hace sobre vivir y resistir contra todas las leyes naturales. Si no es posible vivir de lo permitido, vivimos de lo prohibido, y nadie puede reprocharnos por esto. Lo permitido no es sino una convención, y también lo prohibido es convenido. Y quien no se presta a este convenio no se compromete con él, en particular tratándose de lo permitido y lo prohibido por un con quistador bárbaro que intenta imponer a la vista su imagen y figura de acuerdo con su concepción asesina e injusta. (...) Los judíos de Polonia –oprimidos y agotados, humillados y burla dos, aman la vida; y no desean abandonar este mundo antes de tiempo. Digan lo que digan, esta voluntad de vivir pese a la terrible miseria surge de alguna fuerza elevada y oculta cuya esencia nos es aún desconocida. Es ésta una fuerza que sólo los grupos más templados y resistentes de nuestro pueblo poseen. Hay que destacar en forma espe cial que casi no tenemos suicidas. Desnudos quedamos. Pero mientras esta fuerza superior esté en nosotros, no habremos de desesperarnos. Y el poder de esta fuerza está en la vivencia original del judaísmo pola co, profundamente arraigado en nuestra tradición eterna, que nos ordena vivir (...)” Ibidem, pág. 37.
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La persecución de los judíos en los países europeos conquistados El profesor S. Ettinger explica en el siguiente texto la situación de la judería de Europa occidental en la primera época de la ocupación nazi: Los sufrimientos de los judíos se iban extendiendo con cada nueva invasión alemana. Durante las escasas semanas que mediaron entre los meses de abril y junio de 1940, los alemanes ocuparon Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda y Francia. Aproximadamente medio millón de judíos cayeron de esta forma en sus manos, mientras unos ciento treinta mil quedaron dentro de las áreas no ocupadas de Francia, dependientes del Gobierno de Vichy. Los alemanes comenzaron a expul sar a los judíos de la región fronteriza entre Alemania y Francia –Alsacia, Lorena, Baden y Palatinado-, así como de la Francia ocupa da. El día 3 de octubre de 1940 se promulgó la primera ley antijudía del Gobierno de Vichy: excluía a los judíos de toda actividad pública y privaba a quienes no eran ciudadanos franceses de los derechos civiles. A fines de 1941 el Gobierno de Vichy nombraría un “Comissaire aux Questions Juives”. En el territorio ocupado, ya en septiembre de 1940 comenzó a llevarse un registro de los judíos en la policía, estampando un sello especial en sus documentos. A finales de año había en los campos de concentración cuarenta mil judíos “extranjeros”; eran, en su gran mayoría, ciu dadanos alemanes que habían huido de los nazis. En mayo de 1941 fueron arrestados, basándose en las leyes antijudías de Vichy, tres mil seiscientos judíos polacos que habían adquirido la nacionalidad francesa: incluso el mismo comisario de asuntos judíos trataría de intervenir en su favor. En Holanda la confiscación de bienes judíos comenzó ya en octubre de 1940. En noviembre los judíos fueron despedidos del funcionariado público, y a comienzos del siguiente año se les imprimió en los docu mentos de identidad un sello especial. Las actividades de los alemanes y de sus colaboradores del país causaría la indignación de muchos holandeses. Cuando los nazis atacaron el barrio judío de Amsterdam, a comienzos de febrero de 1941, muchos obreros holandeses acudieron en ayuda de los judíos. Los alemanes tomaron entonces rehenes judíos, torturándolos y posteriormente asesinándolos. Ettinger, S. “Historia del Pueblo Judío”, unidad III, págs. 1214-1215
En Alemania y en los países de Europa occidental, las autoridades y las fuerzas de ocupación alemanas no encerraron a los judíos en barrios aislados del resto de la población. En esos países, los judíos continuaron conviviendo con la población general, al menos hasta ser expulsados o trasladados a los campos de concentración y exterminio. Si bien los nazis no encerraron a los judíos en guettos, erigieron murallas invisibles entre la población judía y la población local.
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Entre las medidas que implementaron, se encuentran: • se prohibió todo contacto sexual con no judíos • se prohibió a los judíos el ingreso a lugares públicos de espectáculos y a lugares de veraneo • se restringieron las horas de movimiento de judíos fuera de sus casas y se les limitaron las horas de compras en los negocios • se cortaron sus líneas de teléfonos
La vida en los campos de concentración: el ejemplo de Mauthausen Debemos señalar que los campos de concentración nazis no fueron creados para encerrar sólo a los judíos, sino que fueron parte integral de la política de terror con la cual el nazismo intentó aniquilar toda oposición política e ideológica en el Tercer Reich. Para examinar el tema de la vida de judíos dentro del marco de los campos de concentración, hemos elegido el caso de un campo donde convivieron judíos y nojudíos: el campo de Mauthausen. El campo de concentración de Mauthausen fue creado en abril de 1938 como campo anexo al campo de Dachau, poco después de la anexión de Austria a Alemania. El campo se encontraba en las inmediaciones de una cantera de grani-
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to, unos ciento sesenta kilómetros al noroeste de Viena, y a veintiseis kilómetros al sur de la ciudad de Linz. La cantera de granito, que era propiedad del municipio de Viena, fue rentada a la SS el 5 de mayo de 1938 1. En la primavera de 1939 Mauthausen se independizó de Dachau y se convirtió en una red de varios campos de concentración y trabajo forzado que dependían de una misma administración central. Esta red incluía unos sesenta campos de diversos tipos y tamaños, algunos de los cuales eran tan grandes como el campo central. A pesar de que formalmente toda esa red de campos recibió el nombre de Mauthausen, por lo general el nombre se refiere sólo al campo central. Durante el primer año de existencia, la mayoría de los prisioneros en el campo de Mauthausen eran delincuentes, gitanos, Testigos de Jehová y homosexuales. En los primeros meses, los prisioneros fueron ocupados en levantar las instalaciones del campo. Más tarde comenzaron los trabajos en las canteras de granito y en la creación de los campo anexos. La construcción de Mauthausen finalizó en 1939. El campo contaba con tres dependencias centrales: el campo de prisioneros, la comandancia y los compartimientos de los guardias y SS. En total, todo el campo se extendía sobre una superficie de 150.000 metros cuadrados. A pesar de que formalmente el campo de Mauthausen no fue creado como campo de exterminio, en 1942 se instaló una cámara de gas que funcionaba tres veces por semana. A la cámara de gas fueron enviados prisioneros cuando el número de reclusos superaba las necesidades de mano de obra. Se estima que entre los años 1942-1945 sólo con gas fueron asesinados unos diez mil prisioneros en Mauthausen. Hasta el estallido de la guerra, las condiciones de vida de los prisioneros en Mauthausen fueron muy difíciles, pero todavía soportables. Con el estallido de la guerra, las condiciones de vida de los prisioneros empeoraron en forma extrema. La cantidad y la calidad de los alimentos disminuyó, y el trabajo forzado fue mucho más pesado. El índice de mortalidad entre los prisioneros subió considerablemente, de 38 muertos en 1938 a cuatroscientos cuarenta y cinco durante 1939. Durante esta época llegaron varios contingentes de prisioneros de diferentes nacionalidades: polacos, checos, españoles, rusos, etc. Según los registros del campo, durante el año 1940 llegaron once mil prisioneros; durante 1941, dieciocho mil; y en 1942, trece mil. Sin embargo, en razón del enorme índice de mortalidad entre los prisioneros, su número no sobrepasó los cinco mil. Los alemanes no definieron a Mauthausen como campo de exterminio, pero lo catalogaron como el campo de concentración de peores condiciones. En agosto de 1942, Heydrich publicó una reglamentación que catalogaba a todos los campos nazis en tres grandes categorías. Mauthausen fue catalogado como perteneciente a la “categoría III”, que debía recibir a los prisioneros “carentes de toda posibilidad de retornar a la sociedad”, o sea aquellos que debían terminar sus vidas en el campo. En esta categoría, la más difícil entre todas las categorías desde el punto de vista de los prisioneros, se incluyó sólo al campo de Mauthausen. 1- La SS tenía especial interés en conseguir materiales de construcción para los grandiosos planes de edifi cación que se proyectaban en Alemania. La escasez de tales materiales junto con la posibilidad de utilizar trabajo esclavo de prisioneros, condujo a Himmler a interesarse en este lugar como sitio apropiado para levantar un campo de concentración.
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El sistema de exterminio más común en Mauthausen fue el “exterminio por medio del trabajo” (Vernichtung durch Arbeit). El trabajo en las canteras de granito era completamente inhumano; no se utilizó casi ningún tipo de maquinaria o de sistemas mecánicos, sino sólo el trabajo humano de los prisioneros. Los prisioneros debían soportar transportar pesadas cargas de granito sobre sus espaldas desde la base de la cantera hasta la cima, subiendo por una escalera de ciento ochenta y seis escalones en la que murieron miles de personas. Quien no podía soportar la carga, moría en el momento. Miles fueron obligados a saltar desde la cima de la cantera y otros fueron arrojados por las escaleras para ser pisoteados por quienes subían las pesadas cargas. Por lo general, quien era enviado a trabajar en las canteras lograba sobrevivir muy poco tiempo. Hasta el año 1941 llegaron sólo menos de cien judíos a Mauthausen. Desde entonces, comenzaron a llegar judíos en grupos, en especial desde Holanda y Checoslovaquia. Durante 1941 llegaron unos mil seiscientos judíos, que recibieron el peor trato de todos los prisioneros y en su mayoría murieron durante ese mismo año. Desde 1941 hasta 1944, los judíos fueron recluidos en una barraca especial. Según los registros del campo, desde su comienzo y hasta fines de 1943, llegaron dos mil setescientos sesenta prisioneros judíos a Mauthausen, de ellos dos mil setescientos veinte murieron en el campo y el resto fue enviado a Auschwitz. Por lo general, los prisioneros llegaban al campo de Mauthausen en ferrocarril. Descendían en la pequeña estación de tren de la localidad de Mauthausen, donde los recibían fuerzas de la SS. Desde su llegada, los prisioneros eran tratados con suma brutalidad. En la estación de trenes debían formar en hileras de cinco y comenzaban a marchar hacia el campo, a unos cuatro kilómetros de distancia. Durante la primera época de existencia del campo, los prisioneros cruzaban la aldea de Mauthausen, a la vista de los pobladores. Una vez que los prisioneros cruzaban el portón de entrada al campo, se los conducía a un gran patio interno, donde debían desvestirse por completo. Desnudos, debían esperar parados por horas. A veces la temperatura era de varios grados bajo cero. De allí eran conducidos a las duchas. Después recibían vestimentas: una camisa, pantalón y sandalias de madera. Después de este proceso se registraba a los prisioneros. Cada uno recibía un número y un triángulo de color según su categoría. El número se cosía sobre el lado izquierdo del pecho y sobre el número se colocaba el triángulo de color 1. Desde ese momento, el prisionero se convertía sólo en un número. Después de recibir su número, el prisionero era conducido a unas barracas especiales para los recién llegados. Allí permanecía, en “encierro médico-sanitario” por un espacio de dos semanas, aunque este período no fue siempre el mismo. La mayoría de los prisioneros judíos eran conducidos a la “barraca de los judíos”, donde las condiciones eran las peores de todo el campo. No hay duda de que el trato brutal que recibían los prisioneros en el momento de llegar al campo tenía como objetivo quebrantar todo tipo de resistencia física y moral.
1- No se utilizó el sistema de tatuar el número sobre la piel de los prisioneros. El color del triángulo variaba según el tipo de prisionero: amarillo para los judíos, rojo para los presos políticos, rosado para los homosexuales, violeta o púrpura para quienes poseían una fe religiosa “perversa” (Testigos de Jehová, militantes católicos, etc.)
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El orden del día en el campo comenzaba con la orden de levantarse a las 4.45 de la mañana, salvo en invierno que se despertaba a los prisioneros una hora más tarde. Los prisioneros debían arreglar su barraca rápidamente y salir a hacer fila para usar los baños. Quien se retrasaba quedaba sin la comida de la mañana. Terminada la pequeña ración de comida, los prisioneros se debían ordenar en filas de diez frente a su barraca, y desde allí marchaban hasta el patio de formaciones del campo (Appelpatz) para ser contados. Todo esto se realizaba en medio de gritos y golpes. Las formaciones de prisioneros eran eventos centrales en el orden del día del campo. Hasta la primavera de 1944, cada día se realizaban tres formaciones: a la mañana, al mediodía y a la noche. En 1944 se eliminó la formación del mediodía, que molestaba al trabajo de los prisioneros. La formación se realizaba sin consideración a las condiciones climáticas. En largas filas esperaban parados, sin moverse, miles de personas, a veces durante largas horas. Cuando llegaban los hombres de la SS a controlar la formación, se registraba el número de prisioneros presentes. Después de la formación de la mañana, los prisioneros se dividían según grupos de trabajo. El trabajo continuaba sin interrupción hasta las 19 horas. A esa hora se realizaba la formación de la noche, en las “horas libres” de los prisioneros. Estas formaciones duraban por lo general más tiempo ya que no eran a cuenta de horas de trabajo. Una vez finalizada la formación, los prisioneros quedaban libres. Algunos se apretujaban alrededor de las pocas canillas de agua corriente del campo, otros corrían al dispensario médico del campo y otros buscaban algún alimento adicional. A las 20.45 todos los prisioneros debía estar acostados y a las 21 horas se apagaban todas las luces. Las barracas del campo de Mauthausen se construyeron según el modelo de Dachau: cada una medía 13 metros de ancho y 53 de largo. Cada barraca estaba dividida en compartimientos internos; por lo general uno estaba destinado al “kapo” de la barraca, otro servía de dormitorio de los prisioneros y, entre ellos, se encontraban las instalaciones sanitarias. Cada barraca estaba proyectada para albergar hasta trescientas personas, pero casi siempre el número era mucho más elevado. Los prisioneros recibían colchones de paja que colocaban sobre camastros dobles o triples que había en cada barraca. Estas eran las condiciones “normales”, de las cuales no siempre los judíos pudieron disfrutar. En muchos casos, especialmente hacia fines de la guerra, los prisioneros durmieron sobre el piso. El régimen alimenticio de los prisioneros en campos de concentración se fijó en una reglamentación de la SS de agosto de 1940. Las raciones de alimentos se determinaron según el mínimo indispensable para mantener a un individuo con vida 1. Sin embargo, estas raciones no siempre fueron recibidas por los prisioneros. Muchas veces la calidad de los alimentos era tan mala que no era posible consumirlos. En otros casos, los guardias del campo robaban de las raciones para venderlas en el mercado negro. Hasta mediados de 1944, los prisioneros comunes 1- La ración alimenticia semanal debía incluir: carne: 400 gramos; pan: 2740 gramos; harina: 225 gramos; aceite: 200 gramos; azúcar: 80 gramos, sustituto de café: 84 gramos; queso: 100 gramos; papa: 5500 gramos.
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tenían derecho de recibir paquetes con alimentos de parte de familiares, amigos o entidades de ayuda. Este derecho, que muchas veces determinó las posibilidades de vida del prisionero, fue negado a los judíos. En vista de esto, el hambre permanente era un tema central en la vivencia cotidiana del prisionero. El régimen de hambre, junto con las largas y pesadas horas de trabajo y la falta de condiciones higiénicas mínimas, provocaron que el promedio de vida de un prisionero en Mauthausen sea de aproximadamente sólo tres meses desde su llegada al campo. Respecto de la vestimenta de los prisioneros, desde comienzos de la guerra su abastecimiento se redujo considerablemente, hasta el punto que en Mauthausen se permitió, desde 1941, que los prisioneros reciban ropa interior y abrigos del exterior. Desde 1943 se permitió el uso de ropas civiles. Hacia el fin de la guerra la situación empeoró aún más también en este aspecto. Hasta 1944 se cambiaba la ropa de los prisioneros una vez por mes. Desde fines de 1944 muchos prisioneros vivieron casi sin ropas. Las enfermedades en el campo eran comunes, y el miedo frente a ellas era doble, ya que el prisionero enfermo era considerado como una molestia por las autoridades del campo. Enfermarse, aún de forma leve, significaba una sentencia de muerte. La ayuda médica que se otorgaba tenía como objetivo devolver al prisionero al trabajo por algunos días más, no curarlo. Por esta razón, muchos prisioneros que en una situación común hubieran sido considerados como enfermos, se negaban a solicitar toda ayuda médica o a declarar su enfermedad. La visita al dispensario médico era permitida sólo después de las horas de trabajo. Largas filas de prisioneros esperaban horas, en todo tipo de clima, y descalzos. A falta de médicos, muchas veces prisioneros carentes de preparación revisaban a los enfermos e inclusive realizaban pequeñas intervenciones quirúrgicas, sin anestesia y en pésimas condiciones higiénicas. En Mauthausen los judíos recibieron menos atención médica que el resto de los prisioneros. Hasta 1944, cuando las necesidades de mano de obra fueron más apremiantes, los judíos no fueron recibidos en el hospital. En ese entonces se levantó una barraca para enfermos judíos en el “campo de sanidad”. Un médico judío de Hungría, el Dr. Zoltan Klár, dirigió ese “hospital judío”, desde que se creó hasta la liberación del campo. Según los registros que este médico realizó en secreto, unos veintisiete mil judíos llegaron al hospital, de ellos veinticinco mil murieron. El hospital judío carecía casi completamente de vendas y medicinas. La cantidad de pacientes era tan grande que, en la práctica, no existían posibilidades de ofrecer algún tipo de servicio médico serio. Las condiciones higiénicas de todo el campo eran desastrosas e influyeron mucho en el proceso de des-humanización de los prisioneros. Junto con el desmoronamiento físico, se desarrollaba en los prisioneros un retroceso moral y psicológico. Diversas investigaciones demuestran que la constante necesidad de luchar por las necesidades mínimas de alimentación e higiene provocaron un retroceso psicológico en los prisioneros, quienes desarrollaron conductas infantiles.
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Las condiciones de trabajo en Mauthausen fueron, en general, las peores de todos los campos de trabajo forzado. El trabajo de los prisioneros, hasta 1944, no era más que otra forma de exterminio. El día de trabajo se prolongaba por 11-12 horas, con excepción del trabajo en las canteras, que duraba ocho horas. Por lo general, los domingos no se trabajaba. El principal lugar de trabajo en el campo de Mauthausen eran las canteras de granito. Hasta fines del año 1943, el grupo de trabajo (Arbeitskommando) de las canteras sumaba entre mil quinientos a tres mil prisioneros. El trabajo en las canteras era conocido como el peor castigo. El trabajo era sumamente pesado y los guardias sádicos. El trabajo consistía en transportar sobre las espaldas cargas de diez, veinte e incluso treinta kilos desde la base de la cantera hasta la cima, donde se colocaban las bolsas con piedras sobre vagones que viajaban sobre una vía angosta de ferrocarril. Todo se debía realizar corriendo, aún la subida por escalera. Quien no realizaba el trabajo a gusto de los guardias, recibía golpes. Muchos fueron arrojados desde el acantilado a la muerte. Muchos otros fueron abandonados heridos y murieron congelados por la noche. Los suicidios eran cotidianos. En las canteras no se introdujo ningún equipo mecánico de trabajo, todo se realizaba por medio de sistemas primitivos gracias al trabajo esclavo de los prisioneros. Judíos y no-judíos por igual sufrieron del trabajo en las canteras. Sin embargo, hasta 1944 todos los judíos que llegaron a Mauthausen fueron incluidos en la “unidad de castigo”, que incluía a todos los prisioneros que habían infringido alguna regla de comportamiento en el campo. Este grupo de trabajo debía trabajar once horas por día en las canteras y recibía la mitad de alimentos que el resto. La inmensa mayoría de los prisioneros de la “unidad castigo” lograban sobrevivir solo pocos días. Fuera del trabajo en las canteras de granito existieron otros grupos de trabajo, entre ellos grupos de construcción y de servicios. Desde 1944 se ocupó a prisioneros en talleres que fabricaban partes de aluminio para aviones militares. Entre los prisioneros existía una determinada jerarquía. Las autoridades del campo elegían a un prisionero para cumplir determinadas funciones. Por lo general estos prisioneros eran delincuentes comunes que debían demostrar a las autoridades su eficiencia. Muy pocos entre ellos intentaron ayudar a los prisioneros comunes. Como en la mayoría de los campos de concentración, los prisioneros se dividían entre delincuentes comunes y presos políticos. Estos dos grupos disputaban entre sí para recibir los cargos y funciones que permitían algún tipo de influencia en la vida cotidiana. En Mauthausen existieron prisioneros de varias nacionalidades: polacos, el grupo más grande; españoles, en su mayoría republicanos que habían huido de Franco y fueron tomados prisioneros en Francia; checos, entre ellos comunistas, intelectuales y judíos; rusos, que comenzaron a llegar en 1941; alemanes, en su mayoría delincuentes y “asociales” según la definición nazi; griegos, lituanos, belgas, holandeses, rumanos, suecos, suizos, norteamericanos, ingleses y otros. Los
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delincuentes alemanes gozaban de la simpatía de las autoridades del campo, y fueron el grupo más representado en cargos y funciones de todos los grupos de prisioneros. Las posibilidades de sobrevivir en el campo se basaban en dos criterios aparentemente opuestos: por un lado, la necesidad de preocuparse por uno mismo aún a cuenta de otros prisioneros, y por otro lado la pertenencia a algún grupo capaz de ayudar a los compañeros más débiles. Por lo general, los gestos de ayuda mutua se realizaban entre miembros de un mismo grupo nacional. Hemos visto que tanto los prisioneros judíos como no-judíos sufrieron una misma suerte en Mauthausen; las atrocidades del campo y de sus autoridades provocaron la muerte de decenas de miles de prisioneros. Sin embargo, los judíos fueron víctima de las peores condiciones entre todos los grupos de prisioneros, en especial en el período de los años 1941-1942. Además de ser víctimas de los nazis, los judíos de Mauthausen sufrieron también el odio o el desprecio de otros grupos de prisioneros. Junto a esto, debemos señalar que algunos grupos de prisioneros no-judíos demostraron sentimientos de solidaridad hacia los judíos. En este sentido, se destacaron los prisioneros políticos que llegaron al campo desde Checoslovaquia en 1941. No existieron contactos entre los prisioneros y los habitantes austríacos de las inmediaciones del campo. Estos últimos, que tenían prohibido acercarse al campo, conocían qué ocurría dentro, y por lo general vieron llegar a todos los prisioneros conducidos a Mauthausen, dado que la estación de ferrocarril estaba dentro del pueblo del mismo nombre. También muchos agricultores de la zona vieron a los grupos de trabajo en las canteras. Los pobladores locales no demostraron ningún tipo de intención de ayudar a los prisioneros. Por el contrario, en los contados casos de prisioneros que lograron escaparse del campo, los pobladores locales ayudaron a localizarlos y atraparlos. Esta situación continúo incluso en los últimos días de existencia del campo.
La política antijudía: 1941-1945 “La Solución Final” El 20 de enero de 1942 se llevó a cabo en un moderno suburbio de Berlín la llamada “Conferencia de Wannsee”. Dada la relevancia de la misma en la historia de la política antijudía implementada por el Tercer Reich, te presentamos los fragmentos más destacados del protocolo de la reunión: Asunto oficial secreto! Protocolo de la reunión I. Debate en torno a la solución final (Endlösung) de la cuestión judía que se realizó el 20/1/1942 en Berlín, en la calle Am Grossen Wannsee Nº 56-58, con la participación de:
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Gauleiter Dr. Meyer y Reichsamtsleiter Dr. Leibbrandt – Ministerio de los Territorios ocupados en el Este. Secretario de Estado Dr. Stuckart – Ministerio del Interior Secretario de Estado Neumann – Encargado del Plan Cuatrienal Secretario de Estado Dr. Freisler – Ministerio de Justicia Secretario de Estado Dr. Bühler – Oficina de la Gobernación General Subsecretario de Estado Dr. Luther – Ministerio del Exterior SS Oberführer Klopfer – Cancillería del Partido Director de Departamento Kritzinger – Cancillería del Reich SS Gruppenführer Hofmann – Oficina para Asuntos Raciales y Asentamiento. SS Gruppenführer Müller – Oficina Central para la Seguridad del Reich SS Obersturmbannführer Eichmann SS Oberführer Dr. Schöngarth – Comandante de la Policía de Seguridad y del S.D. en la Gobernación General SS Sturmbannführer Dr. Lange – Comandante de la Policía de Seguridad y del S.D. en Letonia II. El jefe de la Policía de Seguridad y del S.D., SS Obergruppenführer Heydrich notificó en la apertura su designación como encargado de preparar (el plan para) la solución final de la cuestión judía en Europa, por el Reichsmarschall Goering, y manifestó que la reunión había sido convocada para aclarar los puntos básicos. Él quería que se le presentara un plan de medidas administrativas, temáticas y mate riales de la solución final de la cuestión judía en Europa. Esto exigía una discusión previa de todas las instituciones centrales participantes en la cuestión, para coordinar las vías de ejecución. El aspecto administrativo en la preparación de la solución final de la cuestión judía, sin considerar límites geográficos, será coordinado por el Reichführer-SS y Jefe de la Policía alemana. El Jefe de la Policía de Seguridad y del S.D. resumió la lucha contra el enemigo hasta ese momento: Los principales elementos eran: A. Expulsión de los judíos de diferentes áreas importantes en la vida del pueblo alemán. B. Expulsión de los judíos del espacio vital del pueblo alemán. En el proceso (y ejecución) de estas aspiraciones se tuvo en cuenta la posibil idad de una solución con la emigración forzada y planificada de los judíos del territorio del Reich. De acuerdo con las órdenes del Reichmarschall se instituyó, en enero de 1939, la “Central del Reich para la Emigración de los Judíos”, Reichszentrale für jüdische Auswanderung, bajo la dirección del jefe de la Policía de Seguridad y del S.D. Su función especial era: a. Tomar todas las medidas para preparar la emigración forzada de los judíos.
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b. Dirigir la corriente de emigración. c. Acelerar la emigración de los casos individuales. El objetivo era depurar el espacio vital alemán de judíos, sobre una base legal. Las limitaciones en este proceso fueron claras para todas las instituciones; pero, debido a la falta de una solución distinta, debieron aceptar ese plan. Con el transcurso del tiempo, las actividades relacionadas con la emi gración no fueron solamente un problema alemán, sino un problema que debieron enfrentar las autoridades de los países de origen y los receptores. Las dificultades financieras –especialmente el aumento del precio de las visas y el derecho de ingreso impuesto por los diversos gobiernos extranjeros–, la carencia de lugares disponibles en los bar cos, la continua reducción de las posibilidades de emigración, dificul taron más aún la tarea de forzar la emigración. A pesar de todas estas dificultades, desde la toma del poder hasta el 31 de octubre de 1941, emigraron quinientos treinta y siete mil judíos de Alemania, Austria y el protectorado de Bohemia y Moravia. La emigración fue financiada por los mismos judíos o por los organis mos políticos judíos. Para evitar que quedaran judíos menesterosos, se determinó que los judíos pudientes debían financiar la emigración de los judíos pobres. Se creó un impuesto sobre la emigración acorde con cada uno de los niveles de patrimonio, para cubrir las obligaciones financieras implícitas en la emigración de judíos sin recursos. Además de las cantidades en marcos, se exigían divisas extranjeras en el pago de las visas y derechos de entrada. Con el objeto de defender las reser vas alemanas en divisas extranjeras, las instituciones financieras exigían a los judíos del exterior, por intermedio de las organizaciones judías locales, obtener las divisas extranjeras necesarias, y hasta el 30 de octubre de 1941 los judíos del extranjero pusieron a disposición de la “Central” la suma de nueve millones quinientos mil dólares, sin exi gir devolución. Entre tanto el Reichsführer-SS y Jefe de la Policía Alemana prohibió la emigración de judíos en vista de los peligros implícitos en la emi gración durante la época de guerra, y por las posibilidades que se ofre cen en el este. III. En lugar de la emigración, actualmente tenemos la posibilidad de otra solución – evacuación de los judíos al este, después de la aprobación del Führer. Aunque sabemos que estas actividades son indirectas, también sabemos que llevan implícitas las experiencias prácticas de gran importancia en la solución final futura de la cuestión judía. En el curso de la solución final de la cuestión judía en Europa, se tiene en cuenta un total de once millones de judíos, dis tribuidos en sus diferentes países de la siguiente manera:
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PAÍS
NÚMERO DE JUDÍOS
a. Reich Antiguo Austria Territorios del Este 1 Gobernación General Bialistok Protectorado de Bohemia y Moravia Estonia – libre de judíos (Judenfrei) Letonia Lituania Bélgica Dinamarca Francia/Territorio ocupado Francia/Territorio no ocupado Grecia Holanda Noruega
131.800 43.700 420.000 2.284.000 400.000 74.200
b. Bulgaria Inglaterra Finlandia Irlanda Italia/incluyendo Cerdeña Albania Croacia Portugal Rumania/incluyendo Besarabia Suecia Suiza Serbia Eslovaquia España Turquía (la parte europea) Hungría Unión Soviética Ucrania Bielorrusia, sin Bialistok
48.000 330.000 2.300 4.000 58.000 200 40.000 3.000 342.000 8.000 18.000 10.000 88.000 6.000 55.000 742.800 5.000.000 2.994.684 446.484
Total:
3.500 34.000 43.000 5.600 165.000 700.000 69.600 160.800 1.300
más de 11.000.000
Sin embargo, en el número de judíos de los diversos países extranjeros detallados, se incluyen solamente los judíos por su fe, ya que todavía faltan datos respecto a su definición como judíos de acuerdo con los principios raciales. En el marco de la solución final del problema, los judíos serán trasladados al Este para ser reclutados como fuerza de trabajo. Los
1- Se refiere a las zonas occidentales de Polonia que se anexaron al Reich.
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judíos aptos para el trabajo serán transferidos a los territorios en gru pos (de trabajo) numerosos de hombres y de mujeres por separado, para asfaltar rutas; sin duda, un gran número morirá naturalmente. Los que resistan hasta el final constituirán, seguramente, la parte con la mayor capacidad de resistencia, y se le dará un tratamiento corres pondiente, pues en el caso de librarse, servirá como núcleo para una nueva reconstrucción judía (recuérdese la experiencia histórica). En el curso de la ejecución de la solución final se rastreará Europa del oeste al este. Es necesario empezar en el territorio del Reich, incluyendo el protectorado de Bohemia y Moravia, por razones de vivienda y otras necesidades de carácter socio-político. Los judíos evacuados serán trasladados en trenes, en forma continua, a los guettos denominados “guettos de tránsito” y desde allí serán nuevamente embarcados hacia el este. En lo que se refiere a la solución final en los territorios de Europa con quistados por Alemania o sujetos a nuestra influencia, se determina que los especialistas del Ministerio del Exterior iniciarán conversa ciones con los directores de los departamentos correspondientes, con la policía de seguridad y con el S.D. IV. Respecto al problema de la influencia de la evacuación de los judíos de la vida económica, el Secretario de Estado Neumann explica que, por el momento, no existe ninguna posibilidad de evacuar a los judíos empleados en empresas básicas para el esfuerzo bélico, mientras no existan reemplazantes. El Secretario de Estado Dr. Bühler manifestó que la Gobernación General vería con sumo agrado que la solución final de la cuestión comenzara a aplicarse en la Gobernación General en primer lugar, porque ahí los problemas de transportes no constituían un elemento de primera importancia, y por el hecho de que el reclutamiento para el trabajo no retrasaría la iniciación de esta operación. Es necesario ale jar a los judíos con toda la rapidez posible del territorio de la Gobernación General, pues justamente ahí el judío representa un peli gro de primer orden, en tanto propagador de epidemias y, por otra parte, provoca un caos continuo en la estructura económica del país debido a su recurrente participación en el mercado negro. La mayoría de los dos millones y medio de judíos que habitan allí no son aptos para el trabajo. El Secretario de Estado, Dr. Bühler, continuó estable ciendo que la iniciación de la solución de la cuestión judía en la Gobernación General se concentra en manos del jefe de la Policía de Seguridad y del S.D., y que su trabajo recibe el apoyo de las autorida des de la Gobernación General. Solamente solicitaba una cosa, y era que la cuestión judía de esa región se solucionara lo más rápidamente posible. Como conclusión, se habló sobre los diversos métodos para solucionar esta cuestión. El Dr. Meyer, así como el Secretario de Estado, Dr. Bühler, afirmaron que ellos mismos participarían en el proceso de la solución final, mediante trabajos de preparación determinados en las áreas relevantes, aunque era necesario evitar que reinara la intran -
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quilidad entre la población. La discusión finalizó con una solicitud del Jefe de la Policía de Seguridad y del S.D. dirigida a los participantes en la reunión, de ase gurarle un apoyo en la ejecución de las tareas implícitas en la solución (final). Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico”, unidad 3, pág. 94-100.
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: a- ¿Cuál era la jerarquía de los participantes en la conferencia? ¿De qué ministerios provenían? ¿Cuál era, de acuerdo a tu opinión, el interés en el tema de cada uno de ellos? b- ¿Cuáles fueron los objetivos de la conferencia? c- ¿Qué entiendes por “solución final”? Fundamenta tu respuesta. d- ¿Por qué consideras que los nazis optaron por esa decisión? Fundamenta tu respuesta. e- ¿Por qué consideras que la reunión fue secreta y las resoluciones adop tadas en ella no fueron publicadas? f- En el párrafo III aparece una lista de los judíos que debían considerarse para el exterminio de acuerdo con sus países de origen. ¿Cuál es la diferencia entre la parte A y la parte B de esta lista? g- ¿De qué manera se llevaría a la práctica la “solución final”? ¿Qué argu mentos influirían en el ritmo de ejecución y sus características? h- ¿Quién estaba interesado en que se iniciara en su territorio la ejecución metódica del exterminio? Justifica tu respuesta.
Si bien “La Conferencia de Wannsee” fue muy importante dado que en ella se ajustaron los planes existentes entre el Departamento de Seguridad del Reich, los diferentes ministerios y las jurisdicciones pertinentes, no fue el foro en el que se decidió la “Solución Final”: el exterminio masivo y sistemático de todo el pueblo judío. A pesar de que no contamos con ningún documento que constituya un testimonio del momento exacto en que la decisión fue tomada, el investigador alemán Martin Broszat sostiene que pertenecía a una categoría definida como “las órdenes secretas del Führer”, conocidas solo oralmente por un número reducido de miembros de la jerarquía nazi. Así, Rudolf Hoess 1, transcribe en sus memorias las palabras de Himmler: 1-Hoess, Rudolf (1900-1947). Miembro de la SS desde 1934. Comandante del campo de concentración de Auschwitz desde el 1º de mayo de 1940 hasta diciembre de 1943. Más tarde sirvió como lugarteniente de Richard Gluecks, Inspector General de todos los campos de concentración. Después de la guerra fue juzgado en Polonia y sentenciado a muerte. Su ejecución se llevó a cabo en las cercanías de su casa en Auschwitz, desde donde envió a millones de hombres, mujeres y niños a la muerte en las cámaras de gas.
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“En el verano de 1941 – en este momento no puedo señalar la fecha exacta – fui convocado de improviso a la oficina del Reichsführer-SS (Himmler) en Berlín, por orden de su adjunto, como ocurría rutinaria mente, y me indicó aproximadamente lo siguiente: “el Führer ordenó proceder a la solución final de la cuestión judía, y nosotros, los S.S., debemos ejecutar esa orden (...) Esta orden debe quedar bajo secreto absoluto, incluso respecto a sus superiores jerárquicos”. Ibidem, pág. 40.
Si bien la idea de llevar a cabo el exterminio de la población judía figuraba entre los planes nazis desde hacía cierto tiempo, a partir de las fuentes disponibles diversos historiadores sostienen que la decisión se tomó entre noviembre de 1940 y junio de 1941. Ya en el otoño de 1940 se había abandonado la idea de las reservaciones y comenzado a rechazarse la idea de la emigración judía. El siguiente documento testimonia lo afirmado: En la orden del 25 de octubre de 1940 me fue comunicado por la Oficina Central de Seguridad del Reich lo siguiente: “Dado que en el caso de emigración de los judíos del territorio de la Gobernacion General (Polonia) se reducirían notablemente las posibil idades de emigración de los judíos del Antiguo Reich, de Austria y del territorio del Protectorado de Bohemia y de Moravia – que inlcusive sin este factor se redujeron cada vez más en contra de la voluntad del Reichsmarshal – solicitamos no se tenga más en cuenta la emigración (de judíos). Asumo personalmente la posición de la Oficina Central para la Seguridad del Reich, y solicito que se evite la transferencia de solici tudes de emigración de los judíos a las autoridades locales para que éstas decidan al respecto, o que se tome una decisión al respecto. Todas estas solicitudes deben ser rechazadas, por supuesto (...) En nombre de Eckhard 1 Ibidem, pág. 42
No es una mera coincidencia que el abandono del método de la emigración ocurriera justamente frente a la mayor concentración judía de Europa, la más importante y la más identificada al judaísmo. La invasión a la Unión Soviética, en junio de 1941, dio inicio a la concentración y el asesinato metódico de los judíos de ese territorio. Definida como una guerra ideológica, la conquista del país significó una confrontación decisiva entre dos concepciones básicas del mundo y de la historia. El discurso pronunciado por Hitler en el Reichstag en el sexto aniversario de su ascenso al poder, ratifica este concepto: 1- Eckhardt, Otto. Funcionario de alto rango en la administración de la Gobernación General. El documento presentado –una ordenanza emitida a los jefes de distrito del territorio de la Gobernación General- fue emiti da en Cracovia, capital de la gobernación General.
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... “En este día quisiera decir otra cosa, conviene que lo recuerden todos, no solamente nosotros los alemanes: en el curso de mi vida con frecuencia he hecho profecías y la mayoría de las veces fui ridiculiza do. En los días de mi lucha por llegar al gobierno, el pueblo judío fue el primero en recibir mis profecías con explosiones de risa cuando, por ejemplo, anuncié que un día llegaría a dirigir la nación y el pueblo alemán y entonces lograría, entre otras cosas, también solucionar la cuestión judía. Estoy seguro que esa ola de risa de los judíos ya se les paralizó en las gargantas. Hoy quisiera profetizar nuevamente: si la plutocracia judía interna cional lograra una vez más conducir a los pueblos a una guerra mun dial, el resultado no será la bolchevización del mundo y con ello el tri unfo del judaísmo, sino la aniquilación de la raza judía en Europa (...)” Ibidem, pág. 15
El pensamiento nazi, que juzgó al judaísmo y al bolchevismo como dos caras de un mismo mal, estableció una relación lógica y directa entre el comienzo del exterminio del pueblo judío y la invasión a la URSS.
Los métodos de asesinato La “Solución Final” se llevó a cabo desde el punto de vista técnico de dos formas principales: AEinsatzgruppen – Unidades Móviles de Asesinato: los asesinos iban a las víctimas, las tomaban prisioneras y las asesinaban en forma masiva. BCampos de exterminio: los judíos iban prisioneros, transportados a través de grandes distancias a los centros de exterminio masivo. A- El método de los Einsatzgruppen El método que inició la ejecución de la “solución final” fue el asesinato ejecutado por unidades especiales, los Einsatzguppen. Estas unidades se crearon en el marco del S.D. en 1938 y se les ordenó la ejecución de “objetivos especiales en el área político-policial”. De manera más específica, se trataba de “suprimir todas las bases hostiles al Reich y a Alemania en la retaguardia de las unidades combatientes, en especial el contraespionaje, el arresto de personas poco confiables desde el punto de vista político, la confiscación de armas, la recolección de testimonios importantes para los funcionarios del contraespionaje y de otros organismos, el apoyo a los comandantes locales para arrestar desertores y personas capaces de servir en el ejército”. En verdad, estas fueron las tareas que cumplió la “policía política” en el Reich. Con el transcurso del tiempo, se ampliaron estas unidades de operación en su estructura y magnitud. Sus servicios se utilizaron en marzo de 1938 con la anexión de Austria y, más tarde, cuando se anexó el territo-
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rio de los Sudetes, en la conquista posterior de Checoslovaquia y en la conquista de Polonia. Por estar subordinada al Reichsführer-SS y al comandante de la policía de seguridad y del S.D. (Himmler y Heydrich respectivamente), estas unidades fueron grupos de ataque que podían ejercer sistemas de terror sin control de otras instituciones. Al principio hubo cinco Einsatzgruppen, y posteriormente se sumó una sexta unidad. A fines del año 1939 los Einsatzgruppen se organizaron en Einsatzkommandos y en Sonderkommandos. Cada una de estas unidades contaba con 100-150 miembros. Con la invasión a la Unión Soviética se incorporaron cuatro “unidades de operación” A, B, C y D, a las distintas divisiones del ejército alemán, para operar en la retaguardia. Los comandantes de las “Unidades de operación” provenían de las filas de la policía de seguridad (Gestapo y Kripo 1) y del S.D., y algunos tenían un elevado nivel cultural: tres de los cuatro comandantes en la época de la invasión de la Unión Soviética tenían el título académico de doctor. Cada Einsatzguppe tenía entre 500 y 1000 miembros. El Einsatzgruppe “A” tenía en la primavera de 1941, por ejemplo, novecientos noventa miembros (ciento treinta y tres de ellos fueron reclutados de la “policía del orden” alemana, la denominada “Orpo” y trescientos cuarenta de la “WafenSS”; el resto eran oficinistas, choferes, traductores, soldados de comunicaciones, etc.). Un hecho de gran importancia es que los Einsatzgruppen fueron apoyados en sus actividades por unidades y milicias reclutadas entre los colaboracionistas locales. También cooperaron estrechamente las unidades del ejército en la lucha contra el “enemigo judeo-bolchevique”. De otra manera, los tres mil integrantes de los Einsatzgruppen no hubieran podido dominar metódica y efectivamente todo el enorme territorio conquistado en la Unión Soviética, y asesinar judíos en la magnitud que lo hicieron. La conclusión en este tema la da Walter Stahlecker 1, el comandante del Einsatzgruppe A, en el informe que redactó en los primeros meses de operación: Einsatzgruppe A Informe general hasta el 15 de octubre de 1941 [...] II, “Limpieza” del territorio y su seguridad. 1. Iniciación de acciones de purificación independientes (Selbstreinigungsaktionen). Basándose en la consideración de que la población de los países bálti cos sufrió mucho bajo el dominio bolchevique y judío en la época que fue parte de la Unión Soviética, es de suponer que después de la lib eración del yugo extranjero, exterminaría completamente, por sí misma, a los enemigos que permanecieran en el país después de la evacuación del ejército rojo. La tarea de la policía de seguridad era agitar la intención de acciones locales y orientarlas por el camino ade cuado, para obtener el objetivo de la limpieza del territorio a la mayor 1- Kripo (kriminalpolizei). Departamento de policía criminal, dirigido por Arthur Nebe. 2- Stahlecker, Dr. Walter (1900-1942): Comandante en la S.S. desde 1934. Desde 1941 comandante del Einsatzgruppe A.
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brevedad posible. No menos importante fue determinar para el futuro el hecho claro y evidente de que la población liberada tomó, por su ini ciativa, los medios más drásticos contra el enemigo bolchevique y judío, sin que sea necesario reconocer aquí, una orientación dada por elementos alemanes [...] Ibidem, pág. 59
El siguiente testimonio documenta los métodos de acción implementados por los “Grupos de operación”: Kovno, 1º de diciembre de 1941 Comandante de la Policía de Seguridad y del S.D. Einsatzkommando 3 Asunto oficial-secreto Conclusión general de las ejecuciones realizadas en el área EK3 hasta el 1º de diciembre de 1941. “[...] Puedo señalar hoy que el objetivo de solucionar la cuestión judía en Lituania fue alcanzado por medio del EK3. No existen ya más judíos en Lituania, salvo judíos de trabajo (Arbeitsjuden) y sus familias [...] La ejecución de esas acciones es en primer y principal lugar un proble ma de organización. La decisión de limpiar todo el área de judíos, sis temáticamente, exige una preparación muy minuciosa de toda acción individual y un estudio de las condiciones existentes en cada una de las áreas determinadas. Fue necesario concentrar a los judíos en uno o varios lugares. De acuerdo con su número fue necesario encontrar el lugar adecuado para las fosas. La distancia a cubrir desde el lugar de concentración general hasta la fosa fue un promedio de 4-5 kilómetros. Los judíos fueron transferidos en grupos de cinco mil personas y a una distancia de por lo menos dos kilómetros hasta el lugar de ejecución (Exekutionsplatz). Todos los miembros de la unidad y sus comandantes tomaron parte activa en la gran acción en Kovno. Sólo un funcionario del servicio de información recibió permiso para ausentarse por razón de salud. En lo que respecta al EK3, considero que la acción contra los judíos ha concluído básicamente. Los judíos y judías aptos para el tra bajo que todavía se pueden encontrar son requeridos con suma urgen cia, y puedo imaginar que después del invierno también se requerirá esta fuerza de trabajo con urgencia. Opino que es necesario empezar inmediatamente con la esterilización (Sterilisation) de los varones que se encuentran entre los judíos de trabajo, para evitar su reproducción en el futuro. Si sucediera que alguna judía quedara embarazada, es necesario eliminarla [...]” Jäger 1 SS Standartentführer Ibidem - pág. 64
1- Jäger, Karl (1888 - 1959): Miembro de la S.S. desde 1932. Comandante del Einsatzkommando 3 desde 1941 hasta 1943. Se suicidó en 1959.
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Al respecto el Profesor Sh. Ettinger agrega: En las localidades menores, las operaciones de los Einsatzgruppen se ajustaban a un esquema fijo. Inmediatamente después de ocupar una población averiguaban, con ayuda de la población local, los nombres del rabino y de los intelectuales judíos, para su inscripción y envío a una ”región judía”. La población judía, que nada conocía de los pro cedimientos de los nazis, generalmente se sometía. (Tras la firma del acuerdo Molotov-Ribbentrop de 1939 no existía en la Unión Soviética información alguna sobre la naturaleza del antisemitismo nazi, estando incluso prohibida la mención de sus actos en obras de ficción). Los Einsatzgruppen, juntamente con las milicias locales de ucranianos, rusos blancos, lituanos o letones, transportaban a los judíos a las afueras de la respectiva población y allí los eliminaban en su totali dad, hombres, mujeres y niños, mediante el uso de ametralladoras, en el interior de fosos o barrancos abandonados. Posteriormente se pro ducirían casos en los que las víctimas eran ahogadas en el mar o asfixiadas dentro de camiones que emitían gases venenosos cuando se hallaban en movimiento. Ettinger SH., “Historia del Pueblo Judío”, Unidad III, pág. 1215
Una de las mayores matanzas en masa fue la que tuvo lugar a fines de septiembre de 1941, en el día de Iom Kipur, en Babi Yar, cerca de Kiev. En el curso de dos días (29-30 de septiembre de 1941) fueron exterminados no menos de treinta y cuatro mil judíos, aunque según algunas fuentes se trató en realidad de una cantidad varias veces mayor. En Odesa los rumanos eliminaron a fines de octubre a veintiseis mil judíos. En los últimos meses de ese mismo año tuvieron lugar asesinatos en masa en Dniepropetrovsk, Rovno, Riga, Vilna, Kovno y Dvinsk; el 6 de noviembre se mató a quince mil judíos en Rovno, el 8 de diciembre a veintisiete mil en Riga, el 22 de diciembre a treinta y dos mil en Vilna y el 30 de diciembre a diez mil en Simferorpol. Después de la primera oleada de asesinatos, se instalaron guettos en varias localidades, pero eran utilizados principalmente como lugares de concentración, a la espera de la segunda oleada. Para reemplazar a los muertos, eran traídos más judíos procedentes del Reich y del Protectorado de Bohemia-Moravia. En relación al número de judíos exterminados por estas “Unidades de operación”, las estimaciones más modestas hablan de un millón de víctimas judías y las más elevadas, de dos millones. Sea cual fuere el número, es aterrador por su magnitud, ya que se trata de un período de sólo un año y medio, y comprende sólo territorios conquistados a la Unión Soviética. B - Campos de exterminio La “solución final” también tenía que ser aplicada en diversos lugares de toda Europa, y el modo de ejecución de los Einsatzgruppen no era adecuado para este 381
objetivo. Se necesitaba otra metodología por varias razones: • El daño sicológico que sufrieron varios de los que tomaron parte activa en los asesinatos. • La relación con los pueblos conquistados era tal, que no permitía ejecutar el asesinato masivo de judíos en su suelo, por temor a provocar rechazo o rebelión. • El método de los Einsatzgruppen generalmente exigía la participación de un número elevado de personas. Había interés en reducir, en la medida de los posible, el número de los ejecutantes en esta campaña, tanto por razones de efectividad, como por evitar que estas actividades fueran conocidas por muchas personas. Por lo tanto se decidió concentrar las actividades de exterminio de la mayoría de los judíos en un número limitado de lugares. Esto posibilitó la sistematización y la efectividad del aniquilamiento, y a la vez incrementó el secreto que lo rodeaba. Los “campos de exterminio” o “fábricas de muerte” implicaron una innovación respecto a los campos de concentración sólo por uno de los elementos que los caracterizaron: el asesinato como único objetivo. Aunque de hecho, la esencia del fenómeno no era ninguna novedad, sino parte integral y central de la política de terror que el Tercer Reich implementó desde los primeros días de su gobierno.
CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y EXTERMINIO
Los campos de exterminio fueron producto de la conjunción del método de los campos de concentración con la política del exterminio. Los judíos no fueron los primeros en ser víctimas de esta orientación política en el “Tercer Reich”: el asesinato sistemático ya había comenzado en 1939. En su libro Mein Kampf, Hitler estableció la necesidad de eliminar a los enfermos mentales, a las personas con taras y a los enfermos congénitos, para que no pudieran procrear otros seres 382
semejantes y atentar contra la raza y su perfeccionamiento. A comienzos de 1939 se dió una orden a los hospitales, a los médicos y a las parteras de todo el Reich, para que informaran sobre el nacimiento de retardados o enfermos y, de acuerdo con estos informes, se empezó a aplicar un método de asesinato a estos recién nacidos, al que se denominó “muerte de gracia” (Gnadetod). Miles de niños alemanes fueron aniquilados de esta manera. Poco después se decidió incluir a los enfermos mentales adultos, y la ejecución de este proyecto empezó desde el verano de 1939. Con este fin se estableció un departamento especial en la oficina de Hitler en Berlín, se denominó este proyecto T4 en clave por el nombre de la calle del edificio, Tiergartenstrasse 4 (calle del zoológico Nº 4). El equipo que se ocupó del programa “muerte de gracia” incluyó especialistas, médicos y administradores. Una comisión especial discutía los métodos para aniquilar a grandes números de personas, sin que las víctimas o los miembros de sus familias advirtieran lo que sucedería. Después de varios experimentos, concluyeron que el mejor método era el empleo del gas, y especialmente de gas de cianuro, cuya denominación comercial era Zyklon B. La primera cámara de gas, de acuerdo con este sistema, fue activada a fines de 1939 en Hadamar, en el estado de Hesse. En total se asesinaron entre ochenta mil y cien mil alemanes en el marco de este proyecto. En el curso del año 1940 se filtraron rumores sobre estos asesinatos, y llegaron a conocimiento de la población alemana. Desde el verano de 1940, diversas instituciones realizaron varias actividades para cancelar la campaña. Incluso se despertó oposición en las oficinas gubernamentales y entre los mismos nazis y, al fin, la Iglesia católica alemana la repudió pública y severamente en agosto de 1941. La vigorosa reacción pública ejerció su influencia sobre Hitler y sus colegas, y la campaña fue anulada casi totalmente. Los especialistas en asesinato del T4 (“técnicos para la ejecución con gas”) se quedaron sin trabajo, pero solamente durante un corto período: sus servicios fueron requeridos nuevamente en el marco de una nueva operación asesina, la campaña de “la solución final de la cuestión judía”.
Los principales campos de exterminio Los judíos fueron enviados a los campos de concentración con diversos propósitos: transferencia, trabajo, intercambios y otros; en muchos campos de concentración también se ejecutaron asesinatos de gran magnitud (uno de los más conocidos en este aspecto fue Mauthausen). También había algunos campos con instalaciones de gas para el asesinato. Sin embargo, desde el punto de vista de los nazis que organizaron el exterminio, sólo hubieron seis campos que operaron con la exclusiva finalidad de exterminar judíos en el marco de la “solución final”: 1. Chelmno, (en alemán - Kulmhof), en la región de Warthegau; funcionó de diciembre de 1941 a marzo de 1943, y desde febrero de 1944 a enero de 1945. Allí fueron asesinados por lo menos ciento cincuenta y dos mil judíos, aunque parece que el número real es mucho más elevado; en total fueron asesinadas en el campo más de trescientas mil personas. 2. Belzec, junto a las vías del ferrocarril Lublin —Lvov en Polonia. Empezó a instalarse en noviembre de 1941 y operó de febrero de 1942 a enero de 1943. Allí 383
asesinaron más de seicientos mil judíos. 3. Sobibor, al este de la Gobernación General, junto al río Bug; operó desde abril de 1942 hasta la rebelión de los ”Arbeitskommando” (“Unidades de trabajo”) judíos, el 14 de octubre de 1943. Allí asesinaron por lo menos a doscientos cincuenta mil judíos. 4. Treblinka, en el sector noreste de la región de Varsovia; su construcción se inició en la primavera de 1942, y operó desde julio de 1942 hasta octubre de 1943. Allí asesinaron más de setecientos mil judíos y alrededor de mil gitanos; algunos investigadores consideran que el número de víctimas puede ser de novecientas mil personas. 5. Auschwitz, comenzó sus operaciones en mayo de 1940 y funcionó como campo de exterminio desde noviembre de 1941 hasta octubre de 1944, pero incluso más tarde muchas personas fueron exterminadas allí. La aniquilación de los judíos con el método del gas, al parecer, empezó en febrero de 1942. El número de víctimas oscila entre un millón quinientos mil y dos millones de personas de varias nacionalidades y minorías, pero en su gran mayoría, judíos. 6. Maidanek, en la región sureste del área de Lublin; establecido en julio de 1941, funcionó desde noviembre de 1941 a julio de 1944. Hasta el otoño de 1942 se exterminaron prisioneros con armas automáticas, y posteriormente en cámaras de gas. Los detenidos fueron liberados por los soviéticos en julio de 1944. El número de judíos que aseVista aérea de Auschwitz, Polonia, tomada el día 4 de abril de 1944.
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sinaron oscila entre ciento veinte mil y doscientos mil. CAMPO DE
EXTERMINIO
AUSCHWITZ II - (BIRKENAU)
Chelmno fue el primer sitio que operó como campo de exterminio para los judíos, desde fines del año 1941. Posteriormente, empezaron a funcionar otros campos, que sirvieron principalmente para recibir a las víctimas de las expulsiones sistemáticas iniciadas en la primavera de 1942. Auschwitz y Maidanek se transformaron de campos de concentración en campos de exterminio; los otros fueron establecidos con el único propósito de exterminar y dejaron de funcionar cuando no hubo más necesidad. En total fueron asesinados en los campos de exterminio, alrededor de tres millones quinientos mil judíos.
Consigna de trabajo 1) Observa los planos de los campos de exterminio y lee con atención las referencias de los mismos. 2) Analiza la secuencia recorrida por el prisionero y compara a qué otra estructura organizativa se asemeja dicha rutina. 3) Reflexiona y responde ¿Por qué los nazis habrán construido los campos de exterminio en la Polonia ocupada? La ubicación de los campos no fue consecuencia de la relación entre la población polaca y la judía. Para ser más exactos, no todos los campos estuvieron realmente en territorio polaco. Este fue dividido por el conquistador en dos zonas: la Gobernación General y el territorio anexado a Alemania. Chelmno y Auschwitz, los dos primeros campos de exterminio activos, estuvieron justamente en el terri385
torio anexado, considerado como parte integral de Alemania. Sin embargo, había otras razones para la ubicación geográfica de los campos: las atribuciones de la S.S. en ese territorio. Ya el 7 de octubre de 1939, Himmler había sido designado como “Reichskommissar para el Fortalecimiento de la nacionalidad Alemana” y en ese marco se le otorgaron facultades especiales y de gran alcance en los territorios del este (incluyendo el traslado de la población). Además, en todo el territorio de la Gobernación General, donde se establecieron cuatro de los campos de exterminio, la S.S. tenía un dominio casi ilimitado en todo. El régimen allí establecido era mucho más severo que en el resto de los territorios conquistados. En cierto sentido, las autoridades nazis consideraban este sector como el “basural” de Europa. Esta conducta está ligada a las relaciones de los alemanes con los polacos, considerados grupo racial inferior. Los alemanes no demostraron ninguna consideración con los polacos, lo que no ocurrió con las naciones del occidente y del norte de Europa. Al parecer, también hubo razones técnicas que determinaron la elección geográfica para los campos de exterminio: la posibilidad de ocultar el exterminio en territorios alejados como éstos, la gran concentración de judíos en el este, y la extensa red ferroviaria. Estas circunstancias explican por qué los organizadores del exterminio prefirieron todas las dificultades que implicaba el traslado de personas a lo largo de enormes distancias, en lugar de proceder al asesinato de los judíos en toda Europa en las cercanías de sus lugares de residencia.
El proceso de exterminio en los campos Millones de judíos murieron en los campos de exterminio. Los pocos que quedaron con vida describieron el proceso, los sentimientos y las experiencias desde el momento que llegaban a las puertas del campo hasta la muerte de sus compañeros. También existen numerosos testimonios de observadores circunstanciales y de alemanes. Los judíos llegaban al campo en vagones cerrados, se abrían las puertas y los recién llegados eran obligados a descender a gritos. En algunos campos, especialmente en Auschwitz, donde parte de las personas eran separadas para el trabajo, se realizaba una “selección”: En una de las entradas al campo de Auschwitz, el cartel en alemán dice: “El trabajo libera”. quién estaba destinado a la muerte inmediata y quién al trabajo, cuyo fin también sería la muerte. Los recién llegados, despojados de sus pertenencias, eran conducidos al lugar donde debían desvestirse, y de allí al lugar de exterminio, en la cámara de gas, o junto a una fosa. El procedimiento era muy breve, y de esa manera los nazis pudieron aniquilar miles de judíos cada día en todos los campos, sin que las personas siquiera tuvieran conciencia de lo que les esperaba. 386
El método de los campos exigía transportar a los judíos de todos los rincones de Europa a los centros de exterminio. La organización de este proceso y la coordinación de sus múltiples detalles fue una tarea de enorme magnitud, que se realizó bajo la responsabilidad de Adolf Eichmann. Después de coordinar con el campo de exterminio y con las líneas ferroviarias alemanas, el Departamento de Eichmann transmitía una orden a los responsables del trato a los judíos (gobernadores, miembros de la S.S. y de la policía) en un determinado lugar para que organizaran el transporte de los judíos teniendo en cuenta la fecha y el número de transportados. Listado de los judíos deportados de la ciudad de Cuando se recibía la orden, la Lodz entre el 16 de marzo y el 4 de abril de 1942. administración local organizaba la operación (“acción”) de apresar a los judíos, ya fuera por el envío de una “orden de reclutamiento para trabajo” (Arbeitseinsatz), o por una campaña de arrestos en las calles. Se concentraba a los judíos en un lugar determinado, (en algunos lugares este sitio se denominó “Umschlagplatz”, lugar de intercambio de mercaderías) y se determinaba quiénes eran aptos para la evacuación y quiénes no. Desde allí eran transportados en trenes a los campos de exterminio; desde los lugares más alejados se implementaba en dos etapas: primero se les transportaba a un campo de tránsito (JudendurchHorario de los “trenes especiales” del ferrocarril alemán gangslager) y después al del 15 de enero de 1943 hasta el 18 de febrero del mismo año. campo de exterminio. En esta complicada operación de gran magnitud, tenía un papel central el aspecto técnico del transporte de judíos. Para esto se usaron las líneas ferroviarias alemanas, el Reichsbahn, y los servicios ferroviarios de los países conquistados. Basándonos en un estudio del conocido investigador del Holocausto Raul Hilberg, hoy podemos saber que la S.S. abonaba el precio completo por cada tren y locomotora, e incluso había una tarifa “reducida” para los transportes de “viajeros” por 387
encima de un determinado número. También sabemos de muchos casos en los cuales la S.S., cuya capacidad económica era limitada, financió el transporte de los judíos con los fondos confiscados a los mismos judíos.
El dilema de los dirigentes del jüdenrat En el curso de estas operaciones la mayoría de los jüdenrate recibieron la orden de cooperar con los alemanes en la elección y detención de las personas que cubrirían las cuotas de deportados. Para ejecutar las órdenes nazis, era casi siempre necesario utilizar medios de compulsión, incluyendo a la policía judía. En ese período recayó sobre esta organización la función más difícil y odiada por todos: participar en el arresto de sus hermanos judíos en el curso de las “acciones” de los alemanes. No es correcto afirmar que la policía judía cumplía las ordenes de los nazis sin ninguna oposición y que se transformó en un instrumento al servicio de la maquinaria nazi. A modo de ejemplo transcribimos los siguientes testimonios: A- De los escritos de Emanuel Ringelblum sobre Varsovia: “Con la policía judía siempre existió una relación hostil, aunque su perversidad llegó al máximo punto durante las deportaciones. No se escuchó ninguna expresión de protesta por parte de la policía contra la deportación de sus hermanos hacia la matanza. La policía se ade cuó mentalmente a la tarea sucia y la cumplía acabadamente. Algunos argumentan que cada sociedad tiene la policía que merece, y que la debilidad que significa ayudar al conquistador para sacrificar a trescientos mil judíos era el destino de la sociedad en su totalidad y no solamente de la policía, simple fachada de esa sociedad. Pero también hubo otros que, en su anhelo por sobrevivir, estaban convencidos de que la voluntad de vivir y de sobrevivir a la guerra concedía la gracia que disculpaba cualquier conducta, incluso el sacrificio de seres humanos.” B- Testimonio del guetto de Kovno “Una vez que los miembros de la policía judía fueron conducidos al “Fuerte Noveno”, la Gestapo tomó conciencia de que la mayoría de ellos no estaban dispuestos a revelar secretos del guetto. Entonces comenzó Keitel a interrogar a los jefes de la policía judía. El primero en ser llamado fue Moshe Levin. Durante el interrogatorio, que duró varias horas, fue brutalmente torturado, pero él se comportó como un héroe y no reveló nada a la Gestapo. Levin fue devuelto a la celda donde esperaban sus compañeros de la policía judía, cubierto de san gre y moribundo... Luego de un rato fue sacado de la celda y fusilado... Después de algunos días, la Gestapo fusiló cerca de cuarenta miembros de la policía judía... Ibidem . Unidad 5, pág. 97-98
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Consigna de trabajo Reflexiona y responde: ¿Por qué la SS endilgó al jüdenrat la responsabilidad de la confección de las listas para las deportaciones a los campos de exterminio? Fundamenta la respuesta. Los jüdenrate, por el hecho mismo de su existencia, debían acatar las ordenes nazis y al mismo tiempo, satisfacer las necesidades de la población judía. La vía principal para la solución de los problemas que se planteaban era la negociación y el pago de sobornos, incluso algunos dirigentes tenían plena convicción en el éxito de una política general de incremento de la producción por parte de la población judía; existía la creencia de que era factible de esa forma crear una dependencia de los alemanes respecto de los judíos, y que esto constituiría la mejor disposición posible para crear una atmósfera más tranquila. Pero en marzo de 1942, cuando comenzaron a funcionar a gran escala los campos de la muerte, los jüdenrate se hallaron en un trágico dilema que superaba todo lo conocido y que carecía de salida. A continuación te presentamos dos ejemplos paradigmáticos de reacciones de los jüdenrate ante el requerimiento de los nazis: 22.7.1942 Las 7.30 de la mañana en la comunidad. Los límites del pequeño guetto están vigilados por una división especial además de las tropas regu lares... A las 10 de la mañana se presentó el Sturmbannführer Hofle con sus hombres. Cortamos las líneas telefónicas. Se evacuaron los niños del jardín de enfrente. Se nos informó que los judíos sin distinción de sexo ni edad, salvo algunas excepciones determinadas, serían evacuados hacia el este. En el día de hoy hasta las 16 horas hay que presentar una lista de seis mil personas. Y esto (si no peor) se repetirá cada día... Hofle (responsable de la deportación) me citó a su oficina y me comu nicó que por el momento mi esposa estaba libre, pero si la deportación fracasara, sería la primera en ser ejecutada como rehén.” Ibidem - pág. 104
Inmediatamente después de esto Czerniakow, presidente del jüdenrat del guetto de Varsovia, se suicidó ingiriendo veneno en su oficina. Sobre su mesa de trabajo se encontraba una esquela en la que, de su mano, estaba escrito: “Para mañana solicitan diez mil; más adelante siete mil”. El discurso de Rumkowski a la población en momentos de la deportación de los niños, ancianos y enfermos del guetto de Lodz (4 de septiembre de 1942):
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El guetto recibió un golpe severo. Se nos exige aquello que nos es más querido —los niños y los ancianos. No tuve la suerte de tener un hijo propio y por eso los mejores años los dediqué a la niñez. Viví y respiré junto a ella. Nunca me imaginé que, con mis propias manos, debería elevar el sacrificio al altar. En mi vejez debo elevar mi mano y pedir misericordia: “!Hermano y hermana, entréguenlos! —Padres y madres, entreguen a sus niños...” (un llanto amargo sacude profundamente a la multitud reunida)... durante el día de ayer me entregaron órdenes para deportar más de veinte mil judíos del guetto, o si no, “lo haremos nosotros mismos”. Se plantea la pregunta: ¿Debemos aceptarlas y ejecu tarlas nosotros mismos, o dejar que lo hagan los otros? Pero por la razón que no actuamos guiados por el pensamiento de “cuántos desa parecerán” sino de “cuántos se podrán salvar”, hemos arribado nosotros, es decir yo y mis colegas más cercanos de trabajo, a la con clusión de que, por duro que sea, debemos aceptar la ejecución de esta sentencia por nosotros mismos. Yo debo ejecutar esta operación difícil, sangrienta; tengo que amputar miembros para salvar el cuerpo. Debo sacrificar niños porque en caso contrario, serán apresados también, Dios no lo permita, los demás... Intenté con todas mis fuerzas anular la desgraciada sentencia. Cuando advertí que no podía lograrlo traté de moderarla. Sólo ayer ordené presentar una lista de los niños de 9 años de edad; quise salvar por lo menos a los de 9 a 10 años, pero no quisieron concederlo, únicamente pude lograr salvar a los niños de más de 10 años. Esta es nuestra única consolación en nuestra terrible pena.” Ibidem - pág. 105
Consigna de trabajo Reflexiona y responde: ¿Cuál fue la consideración decisiva que guió la resolución de cada uno de los miembros del jüdenrat? En todos los casos, los dirigentes judíos debieron optar por terribles disyuntivas y decidieron en cada caso siguiendo sus propios principios. Algunos realizaron esfuerzos sobrehumanos para postergar el cumplimiento de las ordenes, para poner a sus hermanos en guardia ante el peligro, y para ocultar a los candidatos al traslado. Otros, cuando comprendieron lo que realmente ocurría, se quitaban la vida o acompañaban a los deportados en su viaje hacia la muerte. Pero también existían quienes se sometían y ayudaban a reunir judíos para aquellas “acciones”. No resulta posible establecer una valoración de las actividades desarrolladas por los jüdenrate en esa tremenda época, pero está claro que la nueva situación causó una honda conmoción en los guettos. Este proceso trajo la desintegración de la sociedad judía, pero al mismo tiempo sirvió para impulsarla hacia una nueva y audaz respuesta: la conformación de los movimientos de resistencia.
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El exterminio de los judíos de Europa Occidental y Central La política de discriminación racial y de exterminio físico se aplicó contra todos los judíos sin excepción. No obstante, la dimensión de la “Solución final” no fue igual en todos los países ocupados ya que el ritmo de las matanzas y las deportaciones dependía de las condiciones locales, el carácter del gobierno alemán, y la actitud de la población general. No hubo comunidad judía en un país ocupado por los nazis —a excepción de Bulgaria, Dinamarca y Finlandia— que no fuese seriamente socavada. Muchos de los judíos de Europa occidental y central que no eran enviados a los guettos de Polonia y de la URSS, eran trasladados directamente a los campos de exterminio. A comienzos del año 1943 comenzó el envío de los judíos que todavía permanecían en Berlín hacia Auschwitz. Las SS iban a buscarlos de casa en casa, mientras la organización comunitaria era disuelta. En mayo de 1941 había unos 170.000 judíos dentro de las fronteras de Alemania, hacia septiembre de 1944 ya quedaban solamente unos 15.000 judíos. En Francia las expulsiones con dirección Auschwitz comenzaron en junio de 1942. El 16 de julio de 1943 se llevó a cabo en París una gran cacería humana y, como consecuencia de ella, fueron arrestadas y encarceladas en Drancy unas 13.000 personas, entre las que se contaban 4.000 niños. Todas ellas serían trasladas a Auschwitz. Los envíos realizados durante los meses de julio y agosto sumaron un total aproximado de 25.000 judíos franceses, tras lo cual los destierros continuaron a un ritmo más lento. En total alrededor de una cuarta parte de los judíos de Francia (90.000 judíos) fue exterminada. La solidaridad de vastos sectores de la población francesa, posibilitó el ocultamiento de muchos judíos, así como su adhesión a las filas del movimiento francés de resistencia clandestina. En Holanda, residían hacia 1941, 150.000 judíos. En febrero de ese año estalló en Amsterdam una huelga general como expresión de solidaridad de la población del país para con sus ciudadanos judíos, que fue duramente reprimida por los nazis. Los traslados hacia Auschwitz comenzaron aquí en junio de 1942, pero en abril de 1943 aún seguía viviendo abiertamente en sus hogares más de la mitad de los judíos holandeses. Más tarde se acelerarían los arrestos, siendo los detenidos enviados a Sobibor; en abril de 1944 quedaría completado el programa de exterminio. De unos 115.000 judíos holandeses deportados a los campos de extermino sólo 10.000 salvaron su vida. Por su parte los traslados de judíos belgas hacia Auschwitz se iniciaron en agosto de 1942; en septiembre de 1943 había sido ya destruida una tercera parte de aquella comunidad. Los nazis cercaban vecindarios, bloqueaban las calles y arrastraban a los judíos hasta los campos situados en Polonia. El número de judíos belgas asesinados ascendió a 40.000 almas. La gran comunidad judía de Salónica, donde se hallaba concentrada la mayor parte de los judíos de Grecia, sería exterminada en Auschwitz entre los años 1943 y 1944. De los escasos judíos residentes en Atenas, la mayoría conseguiría eludir la muerte, pero en Grecia fueron alrededor de 60.000 los muertos. 391
En Yugoeslavia vivían unos 75.000 judíos. Los de Serbia fueron asesinados casi en su totalidad junto a la población gitana por la acción de los Einsatzgruppen y los comandos del ejército. En Eslovaquia y Croacia, estados satélites establecidos por Hitler, los judíos tuvieron un destino semejante. En marzo de 1942 el sacerdote padre Tisso, presidente de Eslovaquia, aceptó la expulsión de los judíos, y la fascista Guardia Hlinka llevó a cabo una gran matanza de judíos de Bratislava el 23 de mayo de ese mismo año. Fueron enviados “hacia el Este” unos 35.000 judíos, que hallarían la muerte en Auschwitz, Maidanek y Treblinka. Entre los días 15 de mayo y 30 de junio, fueron trasladados unos 15.000 más, parientes de los ya asesinados. El número de los enviados a los campos de exterminio en 1942 llegó a 58.000. En septiembre de 1944, una vez sofocado el levantamiento en Eslovaquia, fueron reanudadas las expulsiones; se desterró a otras 13.000 personas, de las cuales unos dos tercios perecerían. Los judíos de Croacia fueron torturados en los campos de trabajo, asesinados o deportados al Este con la ayuda activa de los “Ustachas”, que instituyeron en el país un régimen nazi-fascista. Sólo en la zona bajo administración italiana se eludió la entrega de los judíos a los nazis. Un número significativo de judíos escapó y se plegó a las unidades guerrilleras. En total fueron exterminados en Yugoeslavia unos 50.000 judíos. En Rumania, un país satélite obediente de los nazis, desde siempre prevalecieron tendencias antisemitas extremas. En 1941 y 1942 el gobierno rumano desterró hacia Transdmiestre a un cuarto de millón de judíos y se los sometió a un cruel trato; sólo una tercera parte de los judíos confinados allí, sobrevivió. El 23 de agosto de 1944, día de la capitulación de Rumania ante la URSS, Eichmann continuaba realizando grandes esfuerzos para organizar el traslado de los judíos a los campos de exterminio. Se estima que la “Solución final” causó 450.000 víctimas judías en Rumania. La eliminación de los judíos húngaros comenzaría en una etapa posterior. A pesar de la colaboración del país con la Alemania nazi, los judíos de Hungría no sufrieron daño alguno, hasta que el ejército alemán penetró en este país en marzo de 1944, y tomó el poder un Gobierno fascista. Fueron entonces inmediatamente nombrados directores de la sección que se ocupaba de los judíos en el Ministerio del Interior ciertos miembros de la organización fascista “Cruz de flechas”. Eichmann se trasladó a Hungría para dirigir la operación de exterminio, y entre los días 24 de abril y 5 de mayo de ese año fueron arrestados unos 200.000 judíos húngaros. El 15 de mayo se iniciaron los envíos a Auschwitz, y para el 30 de junio llegaba a 380.000 el número de los traslados; de ellos no menos de 300.000 fueron inmediatamente eliminados. Eichmann exigió la persecución de las expulsiones, pero las potencias occidentales presionaron sobre el regente húngaro, almirante Horthy; el Gobierno fue sustituido y comenzaron las negociaciones de rendición con la Unión Soviética. Cambió entonces la situación, pero no obstante, y con el ejército soviético estacionado a las puertas de Budapest, los alemanes arrestaron a unos 40.000 judíos, enviándolos a Austria en una marcha de la muerte; muy pocos de ellos sobrevivirían. Un reducido número de judíos se salvaría gracias a que los gobernantes de sus respectivos países no se sometieron a la presión nazi. En Finlandia se negaron a entregar a los judíos para su exterminio y muchos de ellos proseguieron sirviendo 392
en el ejército. La comunidad judía de Finlandia se hallaba integrada por poco más de mil personas. En Dinamarca, gracias a la resuelta posición del Gobierno y del pueblo contra el antisemitismo nazi, la organización clandestina consiguió entre septiembre y octubre de 1943 enviar secretamente a la neutral Suecia a la mayor parte de los judíos, más de 6.000 personas. Solamente unos 460 judíos fueron arrestados y enviados a Theresienstadt. En Italia fueron promulgadas varias leyes antisemitas, pero el Gobierno italiano, y sobre todo el ejército, se opondría a los envíos hacia el exterminio, a pesar de la presión alemana. Además, una parte de los judíos de Yugoslavia y del sur de Francia huirían a Italia, donde fueron retenidos en campos de concentración, pero en condiciones humanitarias. Cuando los aliados invadieron Italia en 1943 y los alemanes ocuparon el país, también de allí comenzaron las expulsiones, especialmente de Roma. En Noruega, donde se instituyó un gobierno colaboracionista, el movimiento de resistencia ayudó a los judíos a huir a través de las fronteras en dirección a Suecia. En 1942 los nazis iniciaron los arrestos, y habilitaron el campo de concentración de Borg. El pueblo noruego y la Iglesia se opusieron a los arrestos y a las deportaciones, y sólo 725 judíos fueron exterminados en Auschwitz. El ejemplo más destacado de una activa oposición a la política alemana del exterminio, el cual demuestra que adoptando una posición firme un Gobierno podía resistir a la presión nazi, es el que ofreció Bulgaria. A pesar de que se enviaron judíos a los campos de exterminio desde los territorios de Yugoslavia y Grecia, ocupados por los búlgaros, cerca de 50.000 judíos de la propia Bulgaria se salvaron gracias a la resuelta actitud de la mayoría de la población búlgara y de su gobierno.
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Intentos de disimulo y encubrimiento La operación de exterminio fue enorme, y participaron en ella muchas personas en sus diversas etapas. No obstante, la veracidad de los hechos se filtró lentamente y su magnitud total fue conocida con exactitud recién tras la rendición de Alemania. Sin duda, esto fue resultado del encubrimiento y disimulo consciente y minucioso que los organizadores de la “Solución final” llevaron a cabo. Pueden considerarse causas posibles de esta actitud: a- En el área táctica: era necesario cuidar el encubrimiento hasta las últimas etapas, para que la operación de exterminio se realizara en forma ordenada y con la menor oposición posible de los judíos y de otras personas. b- En el área personal: algunos de los responsables temían —especialmente hacia fines de la guerra— que el descubrimiento de huellas que fueran testimonio de la magnitud del exterminio, perjudicara notablemente a Alemania y a sus soldados prisioneros, principalmente a los implicados directamente, si eran apresados y juzgados. c- Sin embargo, es necesario buscar la causa principal en otra dirección: los responsables de la “solución final” estaban seguros que gran parte de la opinión pública alemana aún no estaba preparada, desde el punto de vista espiritual e ideológico, para “entender esa medida necesaria”. Himmler explicó en un discurso famoso: “El pueblo judío será exterminado” –afirma todo miembro del partido; “es evidente, así está escrito en nuestra palataforma, es necesario expulsar a los judíos, aniquilarlos, y eso es lo que hacemos”. Y entonces vienen todos ellos, ochenta millones de alemanes “rectos” y cada uno de ellos tiene un judío bajo su protección. Es evidente, que los otros son cerdos, pero éste [judío], su judío, es excelente.” Ibidem - pág. 113
Quienes cometían el asesinato se consideraban a sí mismos como pioneros ideológicos, realizadores de una misión ideológica esencial, en tanto que la mayoría del pueblo todavía no estaba madura para comprender su importancia, y quizá jamás la entendería. Diversos hechos testimonian el objetivo de encubrir y ocultar la implementación de la “Solución final”: • La conspiración del silencio: la operación del exterminio estuvo envuelta en un secreto absoluto. Hubo ordenes precisas de guardar silencio, y los que participaron en las operaciones se comprometieron por escrito a respetarlas. • La destrucción de los vestigios del exterminio. • El desmantelamiento de los campos. Cuando finalizó el exterminio de los judíos en determinadas zonas, se desmantelaron los campos que sirvieron para este fin. Treblinka, Sobibor y Belzec dejaron de funcionar en 1943. Tampoco quedaron los edificios: la división que 394
construyó los campos también recibió la orden de desmantelarlos sin dejar rastro alguno. En Auschwitz, a fines de 1944, al advertir que el fin estaba cercano, se realizaron intentos para evacuar el lugar. En octubre y noviembre se hicieron explotar los crematorios y los depósitos de equipo. Los restos de los exterminados fueron cremados. Cuando los rusos entraron al campo, a mediados de enero de 1945, encontraron solamente seis de los treinta y cinco depósitos construídos. Pero también esto fue un testimonio suficiente: cientos de miles de vestimentas, cepillos de dientes, dentaduras postizas, ollas y sartenes, toneladas de cabellos y mucho más. La operación de encubrimiento y desmantelamiento no fue completada, no tuvo éxito, pero la intención era evidente.
La resistencia judía “Como ovejas al matadero” - esta es una expresión difundida que se refiere al destino y al comportamiento de los judíos en la época de la Shoá 1. Más de una vez quienes hacen uso de esta frase aluden a un comportamiento pasivo y desprovisto de toda capacidad de reacción por parte de la generalidad del pueblo judío ante la política de exterminio implementada por el Tercer Reich. Sin embargo, como ya hemos visto, en las comunidades judías se desarrollaron diversas formas de resistencia para sobrevivir a los intentos nazis de terminar con la existencia judía; quien no acataba las instrucciones y órdenes del enemigo e intentaba pese a todo conservar su humanidad y su identidad, demostraba así su voluntad de resistir. La “Amidá” o “resistencia espiritual” se expresó en diversas acciones que implicaron una profunda toma de conciencia, y su objetivo constituyó una férrea oposición a las intenciones del nazismo en el más amplio sentido. Según este principio, la “Hitnagdut” o “resistencia armada” constituyó una de las formas de resistencia posibles. La resistencia judía se cumplió en tres planos distintos: • Ocultamiento de judíos en escondites diversos y salvación de grupos y niños. • Rebeliones armadas en los guettos y en los campos de concentración y exterminio. • Participación de los judíos en movimientos partisanos.
Escondite y fuga como formas de resistencia Los casos de quienes se salvaban a sí mismos o a sus familias, sea ocultándose o huyendo, forman parte también de las acciones destinadas a frustrar la intención del gobierno alemán de aniquilar al pueblo judío. 1- El término hebreo que define el destino de los judíos bajo el dominio nazi, es Shoá. El sentido original de la palabra es catástrofe, destrucción. El término se empezó a usar antes del inicio del exterminio metódico de los judíos en 1941. Su uso se generalizó tras la caída de la Alemania nazi y tomó carácter oficial en el Estado de Israel con la “Ley conmemorativa de la Shoá y el heroísmo, Iad Vashem, 1953” promulgada por la Kneset el 19 de agosto de 1953.
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El escondite de individuos o de pequeños grupos fue el que mejores resultados tuvo en cuanto a la cantidad de personas que lograron salvarse. Pese a que carecemos de datos oficiales algunos números nos pueden dar cierta idea de las dimensiones de este fenómeno: • Hasta ahora, el departamento de Jasidei umot ha-olam “Jasidei umot ha-olam” (Los justos del Los justos del mundo mundo) del instituto Iad Vashem de Jerusalén, ha otorgado a casi 6.000 gen- Así se denomina a aquellos gentiles tiles este título de honor, por haber sal- que prestaron ayuda a judíos durante el Holocausto ayudándolos vado a judíos, particularmente escon- a salvar sus vidas. El Estado de diéndolos pese al peligro que corrían Israel reconoció oficialmente este sus propias vidas. En muchos casos concepto en el artículo 9 de la “Ley eran escondidos en una sola casa varios conmemorativa del Holocausto y el judíos. heroísmo” de 1953. Una comisión • En Holanda se escondieron más permanente de Iad Vashem es res de 25.000 judíos, unos 8.000 fueron des- ponsable por su implementación. En cubiertos y apresados por los alemanes; Har hazikarón, la colina de en total se salvaron de este modo unos Jerusalén donde se encuentra Iad Vashem, existe una “Avenida de los 18.000 judíos. Justos” donde se plantan árboles en • En Bélgica se salvaron ocultán- nombre de quienes realizaron dose unos 5.000 niños. acciones de ayuda a los judíos • En Alemania se escondieron unos durante el Holocausto, general 10.000 judíos, 5.000 en Berlín; un 30% mente poniendo en peligro sus propias vidas. Medallas y certifica de estos judíos se salvó. La decisión de ocultarse presentaba dos de reconocimiento fueron entre serias dificultades. Significaba salir del gadas también a grupos y organiza ámbito del mundo legal, aunque éste ciones, como al grupo “Westerweel” de Holanda, a la organización pola fuera extremadamente peligroso. En ca “Zegota” y al movimiento clan otras palabras, quien se ocultaba deja- destino dinamarqués. ba oficialmente de exitir. Esto tenía consecuencias de máxima importancia: había que buscar un lugar donde esconderse, había que preocuparse de conseguir alimentos (dado que se dejaba de recibir comida en el reparto oficial o a cambio de bonos). Quien se ocultaba se separaba de su familia, de los allegados y de casi todas las fuentes de información. El aislamiento de la sociedad, y en particular la separación de la familia, eran sumamente dolorosos. Muchos desistieron, por responsabilidad ante su familia o por imposibilidad de separarse de los seres queridos. Por ser el esconderse un paso tan decisivo, no encontramos este fenómeno en la primera época de la conquista nazi, salvo en aquellos casos de personas buscadas por los alemanes o sus colaboradores. Pero cuando comenzó el arresto de judíos para los trabajos forzados, y a implementarse las deportaciones relacionadas con la “solución final”, muchos se decidieron a dar este paso. Encontrar un escondite era, por supuesto, una condición previa a la decisión de ocultarse. Hubo quienes escogieron de antemano un lugar adecuado e incluso lo planificaron y lo construyeron. En otros casos lo encontraron casualmente. Y otros muchos se escondieron en casas de no judíos, algunos en casas privadas y otros en instituciones como monasterios. A menudo no era suficiente un solo lugar 396
para un largo período de tiempo. Por distintas razones (por ejemplo delatores), había que buscar nuevos lugares. Hubo quienes cambiaron así de escondite varias veces. El éxito del escondite dependía mayormente de las personas que ocultaban, o de quienes ayudaban a los judíos en los lugares donde estaban ocultos. La acción de esconder judíos durante la época del gobierno nazi encerraba grandes peligros, incluso peligro de muerte. En muchos países no se difundió en forma expresa cuál era el castigo para quien fuera descubierto haciéndolo, pero era evidente que el castigo sería grave. Y efectivamente, en Polonia hubo quienes pagaron con sus vidas, y en Holanda se los encarceló y hasta fueron enviados a campos de concentración. El historiador Israel Gutman, en su libro acerca de Varsovia, escribe lo siguiente: “Durante la gran expulsión huyeron al lado “ario” de Varsovia y sus alrededores miles de judíos. Se calcula que en esa época se concentra ban en Varsovia unos quince mil hasta veinte mil judíos ocultos. Pese a representar este número sólo un 5% del total de los judíos de Varsovia en tiempos de máxima concentración judía, hay que tomar en cuenta que se trató, en números absolutos, de una gran cantidad de personas. En una época en la que en la calle polaca abundaban los delatores, y los chantajistas polacos eran una pesadilla para quienes se escondían o vivían bajo una identidad falsa, es evidente que sin la ayuda activa de muchos otros polacos no hubieran podido esconderse tantos judíos. Esta ayuda activa tenía varios aspectos. Era de suma importancia la actividad de un círculo de intelectuales —tanto progresistas como católicos piadosos– que se dedicaron con abnegación y constancia a la salvación de judíos. Al principio intentaban ayudar a aquellos judíos que pertenecían a su círculo de conocidos, en su mayoría judíos asimi lados; pero con el tiempo se entregaron a la causa general de salvar y ayudar a cuantos pudieran. Estos grupos fueron la base sobre la que se creó el Consejo de Ayuda a los Judíos. 1 También tomaron parte de esta labor de salvación mucha gente de pueblo, generalmente por motivos religiosos, ideológicos o por profun dos sentimientos humanitarios. Estas personas, en muchos casos campesinos, pusieron en peligro sus vidas para ayudar a los judíos a salvarse del exterminio. Muchos, posiblemente la gran mayoría de aquellos que se salvaron, se escondían a cambio de dinero. Entre los polacos que cobraban para ocultar a judíos, hubo algunos que fueron honestos –es decir que a cambio del pago hicieron lo posible por defender a los judíos que esta ban bajo su protección– mientras que otros querían apoderarse rápida mente de todas las posesiones de los judíos, y cuando éstos se quedaban sin nada, los echaban de sus escondites e incluso los delataban a los
1- Consejo de Ayuda a los Judíos: (Rada Ponocy Zydom —Zegota) Organismo clandestino fundado en diciembre de 1942 por polacos y judíos para ayudar a los judíos que buscaban refugio entre los polacos. La iniciatva para su fundación provino de miembros de la intelectualidad progresista polaca y de dirigentes católicos afectados por la tragedia judía. Las actividades del Consejo fueron patrocinadas por el gobierno polaco en el exilio, en Londres. Actuó como entidad colateral del movimiento clandestino polaco.
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alemanes. Sacerdotes católicos e instituciones religiosas ayudaron también a ocultar y salvar judíos, especialmente niños [...]”. Michman, D. “El Holocausto, un estudio histórico”. Unidad 6, pág. 44-45
Es importante destacar que quienes se dedicaron a esconder y sal- Ana Frank (1929-1945) var judíos en Polonia tenían un doble mérito ya que actuaban en un marco Autora del famoso “Diario de Ana social absolutamente hostil. La tradi- Frank”, escrito mientras se enconción antijudía de la sociedad polaca era traba escondida en una casa en Amsun elemento que creaba aún mayores terdam durante la ocupación nazi. dificultades a quienes deseaban ayu- Sus padres llegaron a Amsterdam desde Alemania en 1933. En julio de dar. 1942, cuando comenzó la expulsión El esconderse era particularmente masiva de los judíos de Holanda, su difícil para los niños. Los adultos familia se negó a creer las promesas podían de alguna forma comprender alemanas de un reasentamiento de las causas de su situación y llegar así a judíos en campos de trabajo en el este un cierto equilibrio. Para niños de de Europa, y decidió esconderse. corta edad esto era diferente. No es de Desde el 9 de julio de 1942 y hasta el 4 extrañarse que el esconderse haya de agosto de 1944 ella y su familia vivieron escondidos, junto a otras dejado en ellos cicatrices profundas. Pero más allá de la particular sen- cuatro familias judías, en un altillo sibilidad de los niños, su escondite y de una casa en Amsterdam, gracias a la ayuda de amigos no judíos. salvación tenían un carácter especial. Descubiertos por la policía alemana, En general, los niños no decidían por sí la familia Frank fue transferida al mismos si escapar o esconderse, sino campo de Westerbork, y en setiembre que sus padres lo hacían por ellos. La de 1944 al campo de Auschwitz. Poco decisión de esconder a un hijo —es después Ana y su hermana fueron decir separarse de él para confiarlo a trasladadas al campo de Bergenmanos de no judíos— era enorme- Belsen, donde enfermó y falleció en mente dolorosa. Pese a ello, miles de marzo de 1945. Ana demostró desde familias judías en toda Europa deci- temprana edad inclinaciones liter dieron salvar a sus hijos entregándolos arias. Durante la época del escondite a otros, sucediera lo que sucediese. No escribió varios cuentos y comenzó una novela. Su nombre se hizo famoso gra cabe duda que esta decisión provenía cias a su “Diario”, encontrado por los de la conciencia de la situación y la vol- amigos gentiles de la familia. En su untad de oponerse a las intenciones de “Diario”, Ana describe con fidelidad y los nazis —y es completamente opues- agudeza las condiciones de vida del ta a una actitud pasiva y fatalista. encierro y del escondite, la opresión, y La gente estaba mejor dispuesta, el miedo constante. La casa donde generalmente, a esconder niños que estuvo escondida con su familia es adultos, ya sea por el cariño natural hoy un museo histórico que lleva su que despiertan los niños, por la posibil- nombre. idad de adaptarlos con más facilidad a Ibidem, pág. 43 una nueva forma de vida, porque era más sencillo justificar su repentina aparición en el ámbito familiar (“hijo de 398
familiares o de conocidos cuya familia fue afectada por la guerra”) etc. Una forma especial de escondite era hacerse pasar por no judío, e incluso por “ario”. Para las mujeres esto era más sencillo que para los hombres, que llevaban la marca de la circuncisión. En estos casos el peligro de ser descubiertos era más inmediato, porque se encontraban en constante contacto con otras personas, y al más mínimo gesto poco cauto podían delatar su verdadera identidad. El cambio de identidad no era menos peligroso que el esconderse, y puede que aún más. De cualquier forma, era una escapatoria sólo para unos pocos. Otra forma de resistencia judía o intento de evitar que los nazis realizaran su obetivo, era huir fuera del dominio nazi. Este camino de salvación individual estaba sembrado de peligros. Había que recorrer grandes distancias —más de media Europa— para llegar a las fronteras de algún país neutral. Este movimiento era sumamente complicado en una época de minucioso control de medios de transporte —trenes, autobuses, puestos de control en las carreteras, documentos de identidad, etc. El que decidía huir tenía que cruzar fronteras, hablar otros idiomas o con otros acentos para no ser descubierto, y en general esta empresa era casi imposible. Había que sobornar a contrabandistas o funcionarios, había que encontrar dónde dormir, y conseguir alimentos. Y finalmente, después de todos los avatares del camino, había que lograr pasar la frontera del dominio alemán. Esto no era nada sencillo, porque por lo general, los países libres que tenían frontera con Alemania no abrieron sus puertas a los que huían. Las principales metas eran Suiza, Francia, la Unión Soviética, Suecia y Rumania. De todos estos países, Suiza se destacaba por su oposición a la entrada de los refugiados. Con el tiempo se fueron creando “derroteros de fuga” hacia estas metas. Los derroteros eran listas de estaciones y direcciones “seguras” en las que se podía confiar durante la fuga. Estas direcciones eran generalmente de no judíos que, por una u otra razón, ayudaban a los judíos que huían. Si bien muchos —decenas de miles— fueron los judíos que escaparon individualmente, moviéndose en forma independiente e instintiva hubo también algunas fugas organizadas. Un ejemplo de fuga organizada es la del movimiento clandestino pionero de Holanda. Un grupo de varios cientos de miembros de movimiento juveniles sionistas diferentes, que estaban trabajando y aprendiendo agricultura en granjas de campesinos holandeses, lograron, durante 1942 y principios de 1943, hacer huir a muchos compañeros a través de Bélgica, el norte de Francia hasta Vichy, y de allí a España.
Levantamientos en guettos y campos de exterminio Existieron sin duda, características comunes entre las insurrecciones en guettos y en campos de exterminio; en ambos casos los rebeldes eran personas prisioneras en un área cercada y aislada, al borde del agotamiento total producto de la política implementada por el Tercer Reich. Pero más allá de estos factores, existían diferencias básicas, y por eso trataremos ambos temas en forma separada. 399
Levantamiento en guettos: El objetivo de los levantamientos producidos en los guettos era ante todo manifestar una protesta combatiente contra la política de exterminio implementada por el nazismo. Quienes organizaron la oposición sabían que no había posibilidades de salvar a los habitantes del guetto, y por eso la resistencia se convirtió en una demostración de dignidad: la elección de otra forma de morir. En decenas de guettos de Europa Oriental existieron rebeliones armadas o intentos de sublevación. Sólo en la zona de Bielorrusia, se conocen al menos sesenta guettos donde se produjeron levantamientos, como en Tuczyn (octubre de 1942), Lachwa (3 de setiembre de 1942), Mir (9 de agosto de 1942), Vilna (1º de setiembre de 1943), Braslav (marzo de 1943), etc. En la zona de la Gobernación General hubo tres grandes rebeliones armadas en guettos: en Varsovia (en enero y en abrilmayo de 1943), en Czestochowa (el 25 de mayo de 1943) y en Tarnow (el 2 de setiembre de 1943). También hubo intentos de rebelión armada en los guettos de Kielce, Cracovia, Lvov, Brody, Wlodawa y muchos más. El levantamiento del guetto de Varsovia (19 de abril-16 de mayo de 1943) fue la primera sublevación urbana en la Europa conquistada por el régimen nazi, y la más importante en el marco de las comunidades judías. Por la relevancia que adquirió este levantamiento te presentamos a continuación una síntesis de los principales acontecimientos que se produjeron en su desarrollo: Las noticias relativas al exterminio masivo en el territorio de la Unión Soviética en la primavera de 1942, movilizaron a un sector de las orga nizaciones clandestinas judías del guetto de Varsovia y especialmente a los miembros de los movimientos juveniles sionistas para organizar una fuerza de defensa activa que actuara en el momento en que se pro dujeran las deportaciones de los judíos hacia los campos de la muerte. En abril de 1942 se verificó un primer intento de crear una organiza ción judía conbatiente, el “bloque anti-fascista” en el que participaron los partidos y movimiento juveniles sionistas socialistas con el apoyo del partido comunista polaco. El “Bloque anti-fascista” no registró ver daderos logros y en junio de 1942 la organización dejó de existir. Por su parte, la mayoría de los habitantes del guetto se oponía a la resistencia armada contra los nazis por considerarla una medida peli grosa e irresponsable, ya que acarrearía mayores desgracias para la población judía. El 28 de julio de 1942, una semana después del comienzo de la “gran acción” alemana en el curso de la cual fueron deportados doscientos sesenta y cinco mil judíos al campo de exterminio de Treblinka, se creó la Organización Combatiente Judía (Zydowa organizacja Bojowa ZOB) formada por los representantes de tres miembros jalutzianos: Dror, Hashomer Hatzair y Akiva. Los fundadores del movimiento sabían bien que la misión era oposición por la fuerza, ya que la deportación constituía un plan de asesinato masivo. Sin embargo carecían de todo plan de acción para llevar a la práctica la voluntad de presentar lucha armada, y las operaciones que planificaron no con dujeron a resultados positivos: entre los fracasos se cuentan los esfuer -
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zos por lograr contactos con la organización clandestina polaca “Armia Kraiowa” 1 a fin de conseguir armas, y la pérdida de los dos comandantes de la resistencia judía: Iosef Kaplan y su lugarteniente Shmuel Breslaw. Después de la “gran acción”, a mediados de septiembre de 1942, cuando en el guetto no quedaban más de sesenta mil judíos, se produjo un sig nificativo cambio de concepción en el espíritu de la población judía, determinado por tres elementos principales: el odio a los alemanes, un fuerte sentimiento de culpa y desazón por no impedir la deportación de sus familiares, y la certeza de que la aceptación y la obediencia a las órdenes alemanas no aseguraba la supervivencia. Estos sentimientos afectaron también a las fuerzas clandestinas que comprendieron la gravedad de la situación, y se reorganizaron en torno al ZOB. A fines de octubre de 1942, el ZOB se amplió con el ingreso de nuevas fuerzas políticas: el Bund, los comunistas, y representantes de diversos par tidos sionistas. Fuera de este marco, se encontraban los miembros de Betar, quienes crearon su propia organización de lucha, la “Liga Militar Judía” (Zydowski Zwiazek Wojskowy - ZZW). El ZOB intentó nuevamente conectarse con “Armia Kraiowa”, el cuerpo principal del Movimiento clandestino polaco, con el fin de adquirir armas y lograr el reconocimiento de la organización judía y al mismo tiempo organizó un comando al mando de Mordejai Anilevich 2 que comenzó a capacitar y entrenar a los combatientes y a planificar las acciones de autodefensa. El 18 de enero de 1943, los nazis ingresaron nuevamente al guetto con el fin de llevar a cabo una segunda “Acción”. Dado que en la primera deportación habían trasladado al 83% de los judíos del guetto, los com batientes supusieron que esta acción estaba destinada a ser la última y la definitiva. A partir de la documentación alemana, hoy sabemos que los alemanes tenían la intención de implementar una acción parcial y que sólo deportarían del guetto a ocho mil judíos. Finalmente, en la acción de enero, que duró cuatro días, entre 5.000-6.000 judíos fueron deportados. La resistencia interpretó la interrupción de la “acción” como un signo de debilidad alemana, y la retirada –como una reacción a la fuerza judía que se les opuso. Dado que la “acción” comenzó en forma sorpresiva, el ZOB no logró una respuesta contundente; sólo dos compañías, las de Dror y Hashomer Hatzair, estaban armadas y participaron activamente en la lucha. Mordejai Anilevich, comandante del ZOB, y sus compañeros del Hashomer Hatzair, marcharon junto a un grupo de judíos que eran conducidos hacia los trenes, y en medio del camino atacaron a los nazis. El único que sobrevivió de aquel grupo fue Anilevich, cuando alguien lo arrastró al interior de una de las casas por las que pasa ban. Por su parte, el grupo al mando de Itzjak (Antek) Zuckerman 1, escondido en una casa de la calle Zamenhof, condujo a los nazis hacia
1- Armia Kraiowa: “Ejército Patrio”. Respondía a las órdenes del gobierno polaco exiliado en Londres. Su ideología era nacionalista, y entre sus miembros había muchos antisemitas. 2- Mordejai Anilevich (1919-1943) comandante del movimiento clandestino del guetto de Varsovia. Activista del movimiento Hashomer Hatzair, se destacó por su capacidad de liderazgo en medio de las difíciles condi ciones de la clandestinidad.
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el interior del lugar y abrió fuego contra ellos. La acción tuvo éxito y los alemanes se retiraron. Este sistema de combate fue aceptado y luego adoptado durante la gran rebelión. El bautismo de fuego del ZOB contra el enemigo nazi intensificó el apoyo al movimiento clandestino. La organización luchó por primera vez contra los alemanes y logró causar entre ellos víctimas. En el guetto consideraron que los alemanes se habían visto obligados a inter rumpir la “acción” gracias a los actos de resistencia, por lo que el ZOB fue rodeado de un halo de victoria que despertó entre la población un gran optimismo. Como consecuencia de ello, entre la “Acción de enero” y la rebelión de abril de 1943, el ZOB dominó absolutamente el guetto, gozando del abierto favor de la mayor parte de sus habitantes. Los sucesos de enero tuvieron una influencia determinante en los preparati vos hacia la prueba final. Se constituyeron 22 grupos de combatientes, organizados según el movimiento del cual provenían. Estaba claro que debían apuntar directamente al enemigo, por sorpresa, y desde posi ciones situadas en las casas y los tejados. Desde esta perspectiva, el guetto fue dividido en diferentes sectores de lucha, en los cuales se situ aron las posiciones de los diversos grupos de combate. Anilevich fue designado comandante de la totalidad de las fuerzas judías combatientes del guetto; Israel Naked se hizo cargo del sector central del guetto, Itzjak Zuckerman se encargó del sector de las fábri cas y Mark Edelman supervisó las acciones en el sector de la fábrica de cepillos. En la zona de la plaza Muranowski se encontraban las fuerzas revisionistas a cargo de Pavel Frenkel. Las armas, conseguidas por intermedio de las organizaciones polacas clandestinas, y en su mayoría compradas, eran básicamente pistolas. Además de éstas, las fuerzas combatientes contaban con algunas armas automáticas y fusiles robados a los alemanes, y bombas caseras fabricadas por los mismos judíos, destinadas a cumplir un rol funda mental en la rebelión. No hay duda que la organización combatiente hubiera podido, en el período que medió entre enero y abril de 1943, reclutar un número mayor de guerrilleros, pero el ínfimo número de armas con que contaba impidió el logro de este objetivo. Al acercarse el estallido de la rebelión se contabilizaron 500 combatientes armados divididos en 22 batallones en el marco del ZOB, mientras que las fuerzas del ZZW contaban con 200-250 combatientes. En abril de 1943 ambos grupos se unieron bajo la dirección de Anilevich. La población del guetto se abocó a la tarea de construir una red de bunkers y escondites subterráneos, como así también al almacenamien to de medicamentos y provisiones, lo que significaba la total aceptación de la propuesta de la resistencia. La comunión entre los combatientes y la población civil convirtió a la rebelión en una ver dadera sublevación popular. Los nazis ingresaron al guetto para consumar su liquidación definiti va en la víspera del primer día de Pesaj, el 19 de abril de 1943, y todo el guetto se rebeló. No hay duda que la SS sabía de la existencia de un 1- Itzjak Zuckerman: miembro del movimiento Dror. Segundo en la jerarquía de mando del movimiento clandestino del guetto de Varsovia. Logró sobrevivir a la guerra. En Israel vivió en el kibutz Lojamei Haguetaot.
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movimiento de resistencia judío organizado, pero, según parece, confió en poder sofocar la sublevación rápidamente. Himmler, por su parte, tomó ciertos recaudos y designó al SS Brigadeführer, jefe de los SS y de la policía del distrito de Varsovia Jürgen Stroop como responsable de la liquidación final del guetto. Durante veintisiete días los nazis lucharon con armas pesadas y tanques y con un promedio diario de 2.054 soldados y 36 oficiales. Frente a ellos se encontraban 750 comba tientes judíos jóvenes, faltos de experiencia militar, y armados sólo con pistolas. El 19 de abril, el primer día del levantamiento, los nazis no encontraron a una sola persona que respondiera a sus órdenes de abandonar las casas y escondites. Tras el primer enfrentamiento con las fuerzas conbatientes judías, los nazis se retiraron del guetto. En la plaza Muranowski flameaban dos banderas: la polaca y la bandera azul y blanca. En el informe diario de batalla alemán, escribió Stroop: “La clausura del guetto empezó a las 03.00 hs. A las 06.00 hs se ordenó a los Waffen SS registrar a fondo los restos del guetto. En cuanto entraron, los judíos bandidos abrieron un fuego concentra do sobre las unidades. Bombas incendiarias atacaron al tanque uti lizado para esta operación y a los dos vehículos blindados pesados. Este ataque del enemigo provocó la retirada de las unidades utilizadas en la primera etapa. En el primer ataque las pérdidas fueron de 12 hombres (6 hombres de los SS y 6 hombres de Trawniki, la policía auxiliar reclutada entre los ucranianos y los habitantes de los países bálticos)”. Tras los primeros combates frente a frente, cesó totalmente la resisten cia abierta que se realizaba en la superficie, porque no había ninguna posibilidad de enfrentar con tan débiles medios a miles de SS, policías y soldados alemanes armados con equipo pesado. La lucha se tornó en una verdadera guerra de guerrilla durante las noches. Los nazis incendiaron los edificios del guetto a fin de evitar el enfrentamiento con los combatientes que huían de un lugar a otro. Muchos eran los que permanecían en los sótanos, en los bunkers subterráneos del guet to, mientras que los edificios se derrumbaban sobre ellos. El fuego y el calor en los sotanos convirtieron la vida de los judíos en un verdadero infierno. Las provisiones escaseaban y el agua era imposible de ser uti lizada. Algunos judíos se vieron obligados a salir de sus escondites. No obstante, la mayoría de los judíos no quería entregarse a la fuerza ene miga. Por esa razón, los nazis se vieron obligados a ir de casa en casa y sacar por la fuerza a la gente que estaba escondida. El guetto se esta ba consumiendo por el fuego, y los nazis aún intentaban localizar los bunkers y túneles suterráneos un día tras otro, una semana tras otra; iban de un lugar a otro, inspeccionando, descubriendo los escondites y arrestando a sus moradores. Escribía Stroop en su parte diario del 16 de mayo de 1943 “Sólo un enérgico despliegue realizado de día y de noche por tropas de choque incansables, consiguió quebrar la resisten cia ofrecida por los judíos bandidos... Decidí llevar a cabo la total destrucción del barrio judío, incendiando todos los bloques residenciales, incluso los bloques de las fábricas de armamento... No fueron pocas las veces en que los judíos permanecieron en las casas
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que estaban ardiendo, hasta que el calor y el miedo de morir quemados les hiciera saltar de los pisos altos, después de tirar a las calles col chones y demás objetos mullidos de las casas que ardían. Luego, con los huesos quebrados, trataban de cruzar la calle arrastrándose hacia edificios que aún no estaban en llamas”... No obstante, a pesar de la férrea resistencia que presentaron los judíos, las fuerzas combatientes fueron debilitándose. El 23 de abril de 1943 le escribía Mordejai Anilevich a Itzjak Zuckerman, que se encontraba en el sector “ario” de la ciudad: “Es imposible describir las condiciones de vida actuales de los judíos del guetto. Sólo una minoría podrá resistir. El resto morirá tarde o temprano. Su destino ya está sellado. En casi todos los escondites no es posible ni encender una vela por falta de aire ¡que la paz esté contigo, amigo mío! Tal vez nos podamos encontrar de nuevo! He logrado transformar el sueño de mi vida en realidad. La auto-defensa del guetto es un hecho tangible. He sido testigo del magní fico y heroico combate de los luchadores judíos”. El 8 de mayo cayó el cuartel general de la resistencia en la calle Mila 18, y en la acción murieron Anilevich y su comando por la acción de gases tóxicos. Sólo se salvó un pequeño grupo que logró descubrir una salida del Bunker que no se conocía anteriormente. Gracias a un envío de auxilio proveniente del lado ario de Varsovia, ingresado al guetto a través de las cloacas, lograron permanecer con vida cientos de combatientes. Los combates se prolongaron durante semanas. El 16 de mayo Stroop anunció la liq uidación final del guetto: siete mil judíos murieron combatiendo, en tanto que los alemanes tuvieron entre veinte y cien bajas; los cincuenta mil judíos restantes fueron deportados a Treblinka! A pesar de este anuncio, la lucha entre las ruinas del guetto continuó. Existen testimonios donde se habla acerca de disparos en el área del guetto todavía en el mes de octubre. Los remanentes salían por las noches en busca de comida y contacto con otros judíos escondidos. Algunos lograron encontrar asilo en el sector ario de la ciudad, y otros permanecieron en sus bunkers hasta el estallido de la rebelión polaca en Varsovia en Octubre de 1944. “Enciclopedia de la Shoá”, pág. 743-748. “El levantamiento del guetto de Varsovia”. Traducción.
La rebelión del guetto de Varsovia se tornó en símbolo y bandera para el resto de las comunidades judías de Europa. A pesar de la desigualdad de fuerzas, el levantamiento del guetto fue la primera acción de resistencia, y la más prolongada que debió enfrentar el ejército alemán en territorios bajo su control. Los luchadores judíos no abrigaron ninguna esperanza de vencer ni de salvarse por medio del combate. La lucha que emprendieron fue un acto de sublimidad humana y nacional.
El número 18 de la calle Milá, sede de la Comandancia del Movimiento de Resistencia Judío.
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La lucha contra el dominio nazi llevada a cabo por los movimientos de resistencia no judíos supo estar envuelta en un aura particular de gloria y heroísmo. En efecto, la oposición armada exigió coraje y esfuerzos dignos de mérito, pero también dió lugar a la creación de mitos que no se correspondieron con la realidad histórica, y que influyeron negativamente en la evaluación de la resistencia judía. Uno de los mitos más significativos fue el del “movimiento de Soldados alemanes preparados para atacar a todo resistencia europeo”. La oposición aquel que escapase de las casas incendiadas. de los pueblos de Europa fue limitada, se extinguió con rapidez y no tuvo significación real. Más aún, los movimientos de resistencia armada en Europa comenzaron a tener algún tipo de incidencia solo en la última época de la guerra, hacia mediados de 1943. Al respecto afirmó el historiador Henri Michel: “Debemos mencionar que el día que estalló la rebelión en el guetto de Varsovia, aún no luchaba sobre el territorio francés ni un solo parti sano. Tampoco la guerra de guerrillas de Tito 1, fue un factor de impor tancia real hasta la rendición de Italia en septiembre de 1943”. Michman D., “El Holocausto, un estudio histórico”, unidad 6 - pág. 56
A fin de fundamentar estas aseveraciones examinaremos las acciones de los movimientos de resistencia más significativos de Europa: • Yugoslavia fue conquistada por los alemanes en abril de 1941. Poco tiempo después comenzó en Serbia a organizarse un movimiento clandestino bajo el comando del general realista Mijailovitch. Durante el verano de 1941, después de la invasión alemana a la Unión Soviética, comenzó a organizarse otro movimiento clandestino, comunista, bajo el comando de Josef Broz (Tito). Gradualmente la fuerza del movimiento comunista creció hasta convertirse en el principal. Pero llegó a influir realmente sólo dos años más tarde, particularmente después de la rendición de Italia (setiembre de 1943) y la conferencia de Teherán 2. Desde 1- Tito (Josef Broz) (1892-1980) Dirigente político yugoslavo, miembro fundador del Partido Comunista de ese país, y desde 1937 secretario general del mismo. En 1941, después de la conquista alemana de Yugoslavia (6 de abril de 1941), organizó el movimiento clandestino armado comunista y se convirtió en su comandante principal. Finalizada la guerra, Tito lideró el movimiento que convirtió a Yugoslavia en una república popular, y dirigió el país hasta su muerte. Su administración se caracterizó por la relativa inde pendencia que logró de la Unión Soviética. 2- Conferencia de Teherán: Encuentro cumbre entre los principales líderes de las potencias aliadas: el presi dente de Estados Unidos Franklin Roosevelt, el premier soviético Joseph Stalin y el primer ministro de Inglaterra Winston Churchill. La reunión se realizó en Teherán entre los días 28 de noviembre al 1º de diciembre de 1943. El tema principal fue la apertura de un “segundo frente” contra Alemania desde el occi dente, y la planificación de los esfuerzos bélicos. En la conferencia, Stalin manifestó también las aspira ciones territoriales soviéticas para después de la guerra.
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entonces los británicos les hicieron llegar armas y equipo, y una delegación militar-política británica saltó en paracaídas y llegó a la comandancia de Tito en las montañas. • Polonia: la rebelión polaca en Varsovia, organizada por “el Ejército Patrio” (Armia Krajowa), comandado por el general Tadeusz Bór-Komorowski, estalló en el verano de 1944, es decir, más de un año después del levantamiento del guetto de Varsovia. En aquella época (verano de 1944), el Ejército Rojo estaba a las puertas de Varsovia. • Francia: las rebeliones del movimiento clandestino francés estallaron en su mayoría después de la invasión a Normandía por los aliados (6.6.1944). En París estalló la rebelión el 19 de agosto, seis días antes de la entrada de las tropas de “Francia libre”, comandadas por el general Leclerc, a París. En Bretaña estalla la rebelión en el momento en que las fuerzas aliadas del general Patton están liberando la zona. No hay duda que existió una especificidad judía en la resistencia contra los nazis. Esto se debió a la situación particular de los judíos, diferente de los demás pueblos que vivieron bajo el dominio del régimen nazi. El pueblo judío era considerado como enemigo, y su futuro debía ser la aniquilación total. Por lo tanto la resistencia del pueblo judío contra el opresor nazi implicó una lucha por la supervivencia y no solo por la libertad o la soberanía nacional, tal como ocurría con los otros pueblos de Europa. Pese al fracaso del pueblo judío en salvar la vida de millones de sus hombres, no hay duda que no faltó la voluntad de resistir y sobrevivir.
Rebeliones en los campos de exterminio En los campos de concentración y de exterminio, el objetivo de una acción armada era la aniquilación de los instrumentos de muerte masiva y el intento de salvar prisioneros por medio de la fuga del campo, procurando llegar hasta las filas de los guerrilleros o partisanos(1). Fue la forma más difícil de resistencia. La primera revuelta estalló en Treblinka, donde se exterminaba a veinte mil personas por día. De un transporte de dos mil judíos de Grodno, un pequeño grupo atacó a la escolta con cuchillos y botellas. Los judíos fueron inmediatamente asesinados pese a que lograron herir a varios SS. La revuelta general se inició en agosto de 1943. Se había organizado un movimiento clandestino que repartió tareas, preparó la revuelta y planeó tomar armas en la armería del campo. Al estallar la revuelta, varios alemanes y ucranianos fueron asesinados, se incendiaron instalaciones, portones fueron abiertos y centenares de prisioneros escaparon. La mayoría, sin embargo, murió ametrallada por los controles de las torres de observación. Solo cuarenta lograron escapar con vida. Dos meses después, el 14 de octubre de 1943, estalló la revuelta en el campo de exterminio de Sobibor. Sus organizadores, fueron Alexander Pechersky y Leon
1- Partisanos: guerrilleros combatientes en los bosques, que forman parte de un ejército no regular que emplea tácticas de guerrilla.
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Feldhandler. La revuelta empezó a las 5:00 p.m., cuando los rebeldes rodearon la armería del campo y cambiaron disparos con guardias ucranianos. Novecientos cincuenta y cinco judíos murieron y cerca de trescientos judíos lograron escapar, entre ellos sus líderes. Pechersky se unió a partisanos soviéticos y sobrevivió a la guerra. Feldhandler fue asesinado por la clandestinidad polaca en abril de 1945. El campo fue desmantelado poco tiempo después de esa rebelión. Una semana antes de la revuelta en Sobibor, una revuelta estalló en Auschwitz, que sólo incluyó a trescientos rebeldes de Polonia, Hungría, Grecia, Francia y Bélgica. Eran miembros del Sonderkommando, que trabajaban en el crematorio. Rodearon a un alemán, lo empujaron hacia uno de los hornos, volaron la estructura y trataron de escapar. Casi todos fueron asesinados. En otros campos existieron intentos de sublevación de menor escala: en Kruszyna, Kyrchow y Minsk-Mazowiecki. Escribe al respecto Yehuda Bauer: “Éstas [rebeliones de prisioneros en campos] fueron las únicas rebe liones que alguna vez tuvieron lugar en cualquiera de los campos nazis, con excepción de prisioneros de guerra soviéticos en Ebensee, a fines de la guerra. Había movimientos clandestinos internacionales armados, como en los campos de Buchenwald y en Auschwitz, pero jamás actuaron. (En Buchenwald se hicieron cargo del campo después de retirarse la S.S.).” Ibidem, pág. 127
Los judíos en los movimientos partisanos Muchos judíos, hombres y mujeres, tomaron parte de las actividades del movimiento partisano en Europa. Muchas de ellos recibieron altas condecoraciones por sus demostraciones de valor en combate de los gobiernos de Polonia, Francia, la Unión Soviética y otros, después de la guerra. La proporción de judíos que participó en el movimiento partisano en toda Europa supera generalmente su proporción en la población general. Sin embargo, los judíos encontraron una serie de obstáculos específicos que hacían más dificultosa su participación en estos movimientos de resistencia armada. De todas las dificultades que los judíos encontraron para su participación en el movimiento partisano, nos concentraremos en tres problemas centrales: la relación con los grupos armados que activaban en Europa oriental, la actitud de los ejércitos aliados, y el factor cronológico. • Los movimientos partisanos no estaban libres de prejuicios antisemitas. Existieron casos en los cuales los partisanos judíos fueron despojados de sus armas e incluso muertos por sus “compañeros” de combate. Al respecto se refiere el historiador Itzjak Arad: “En Polonia, la “Armia Krajowa” (el Ejército Patrio que era respalda do por el gobierno polaco en el exilio) no estaba abierta a los judíos salvo contadas excepciones. Además, millares de judíos fueron asesina dos por las facciones derechistas del movimiento clandestino “oficial”
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polaco. Grupos de guerrilleros derechistas polacos asumieron un papel activo en el asesinato de muchas familias y guerrilleros judíos en las zonas de Polonia oriental y en Bielorrusia. Entre sus víctimas se con taron también algunos combatientes judíos que habían logrado irrum pir fuera del guetto de Varsovia durante el levantamiento del guetto, logrando organizarse en los bosques para la lucha contra los nazis.” Ibidem, pág. 130
El otro movimiento clandestino polaco, la “Armia Ludowa”, tuvo una actitud más abierta hacia los judíos que querían participar de la resistencia armada. Pero este movimiento fue creado en una etapa más tardía, y sólo en 1943 logró consolidarse; para ese entonces, las principales comunidades judías polacas habían sido exterminadas.
Grupo de partisanos judíos
• Los ejércitos aliados no demostraron gran entusiasmo en la creación de unidades judías. Por ejemplo, la Unión Soviética se negó rotundamente a reconocer la existencia de grupos armados judíos en Europa Oriental, y exigió desarmar tales grupos como condición para incluir a sus miembros en las fuerzas partisanas que recibían apoyo logístico del Ejército Rojo. Continúa el historiador Itzjak Arad: “Dentro del movimiento guerrillero soviético no existían casi unidades judías independientes. La política oficial era que las unidades guerrilleras debían fundarse sobre una base nacional-territorial. En Ucrania existía el movimiento clandestino ucraniano; en Bielorrusia el movimiento bieloruso; en Lituania - el lituano, etc. Basándose en la línea soviética oficial, los judíos, que no poseían territorio propio, debían sumarse a las unidades nacional-territoriales de cada lugar. Por su parte, los guerrilleros judíos, muchos de los cuales eran miem bros de los movimientos juveniles sionistas, veían la organización de unidades guerrilleras judías como una expresión de sus aspiraciones nacionales. En algunas regiones, como la de Vilna, las unidades guer rilleras judías tuvieron éxito en el mantenimiento de su identidad den tro del marco de las brigadas guerrilleras no-judías; pero a la larga se los obligaba a mezclarse con las unidades no-judías”. Ibidem, pág. 132
• El factor cronológico también dificultó la participación de judíos en el movimiento partisano. Recién durante el año 1943 las unidades partisanas consiguieron afianzarse y extender sus campos de acción. Para ese entonces, la mayoría de las grandes concentraciones judías habían sido encerradas en guettos, deportadas 408
a otros países cuyos idiomas no conocían, privadas de sus bienes y, por último, asesinadas en los campos de concentración y exterminio. A pesar de todos estos obstáculos, muchos judíos lograron incorporarse a unidades partisanas en toda Europa, sea identificándose como judíos o escondiendo su identidad. Existieron también unidades de resistencia armada que estaban compuestas sólo por luchadores judíos. En esta categoría se incluyen todas las organizaciones de resistencia que activaron dentro de los guettos y también unidades partisanas que actuaron en toda Europa.
La resistencia armada judía Principales actividades de resistencia armada judía en Europa oriental, 1941-1944. En los bosques de Europa Oriental, los primeros grupos judíos de resistencia armada se formaron con combatientes que lograron huir de los guettos, generalmente después del levantamiento. Por ejemplo, en Vilna un grupo de combatientes judíos logó escapar del guetto después de la acción contra los alemanes y llegar a los bosques de Rudnik, en la zona de Vilna. En setiembre de 1943 este grupo formó una brigada de combate judía, compuesto por cuatro batallones bajo la comandancia de Abba Kovner. En las cercanías de este lugar en los bosques de Narocz, luchó un regimiento judío bajo el nombre “Nekamá” (venganza) (1) Bojarski, Bomka (1923-1943) Llegó a Vilna después de la destrucción del ghetto de Grodno. En julio de 1943 salió con un grupo de jóvenes a los bosques de Narocz cerca de Vilna. Se unió a los partisanos y fue nombrado comandante del regimiento judío Nekamá (venganza). Cuando éste fue desarmado, Bojarski pasó a comandar un regimiento de los partisanos soviéticos. Murió en combate.
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bajo el mando de Bomka Bojarski(1). En la zona de bosques alrededor de Slonim existieron un número de unidades partisanas judías y de “campos familiares” 1. La unidad de combate más famosa de la zona fue la que comandó el doctor Iejezkel Atlas 2 , que logró importantes éxitos militares contra las fuerzas alemanas. Existieron Unidad de partisanos judíos en los bosques de Europa Oriental muchos más focos de resistencia armada judía en los bosques. A fines de la guerra salieron de los bosques de Polonia Oriental unos 15.000 judíos armados que habían participado en acciones partisanas contra los nazis. Muchos judíos que consiguieron escapar de los guettos y evitar el destino de los campos de exterminio, se sumaron a la “Armia Ludova”, a veces de forma individual y otras de manera grupal, constituyendo unidades judías. En su libro acerca de la oposición judía contra los nazis en Polonia, Shmuel Krakowski indica que: “[...] Entre los años 1942 a 1944 fueron creadas 27 unidades partisanas judías que lograron mantenerse y luchar contra los alemanes durante varios meses [...] 9 de las unidades partisanas judías se incorporaron a la “Armia Ludowa” polaca [...] Dos grupos pasaron a la orilla oriental del río Bug y de allí continuaron la lucha entre los partisanos soviéti cos. La mayoría de las unidades partisanas judías se desangraron durante esa continua actividad combatiente de año y medio. Los pocos combatientes que quedaron con vida pasaron a unidades polacas. Hasta el día de la liberación del territorio de la Gobernación General, subsistieron como organizaciones estables sólo tres unidades parti sanas [... los miembros de una unidad] lograron atravesar el frente y llegar a las posiciones del ejército soviético después de sufrir graves pérdidas. En el marco de la “Armia Ludowa”, fueron creadas 13 unidades parti sanas internacionales en las que los judíos, por lo menos al principio, eran un tercio de los combatientes [...] No pocos judíos llegaron a (1) Campos familiares: campamentos habitados por familias judías que huyeron a los bosques, comunes en Bielorrusia, la parte occidental de Ucrania y de Polonia. Algunos comprendían más de 1.000 personas pero la mayoría eran más pequeños. Por lo general se situaban en zonas bajo la influencia del movimiento parti sano, a quienes brindaban servicios. (2) Atlas, Dr. Iejezkel (1913-1942): Nació en las cercanías de Varsovia. Estudió medicina en Francia e Italia. En 1938 volvió a Polonia para dedicarse a la medicina en la ciudad de Lodz. En 1942 logró huir a los bosques con un grupo de jóvenes judíos y se dedicó a organizar la resistencia armada. En agosto de 1942 comandó un grupo de partisanos judíos que atacó el pueblo de Drereczyn, donde los alemanes habían asesinado a todos los judíos, logrando causar grandes bajas a los nazis y colaboracionistas. Desde entonces, su nombre se relacionó con grandes y audaces acciones militares contra el ejército alemán. Murió en combate.
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puestos de importancia en la partizanka polaca, particularmente en la unidad de la izquierda de la “Armia Ludowa” y en la organización combatiente socialista. [...] Por lo menos 70 judíos llegaron a ser ofi ciales durante su actuación en la partizanka polaca que luchaba en el territorio de la Gobernación General”. Ibidem, pág. 140
Muchos judíos tuvieron cargos militares de suma importancia, como el coronel Ignacy Robb-Rosenfarb (Narbutt), comandante de la “Armia Ludowa” para la zona de Kielce, Alexander, Skotnicki, Yehil Brawerman, y el capitán Lucyna Herz, la única mujer polaca con cargo de oficial que saltó en paracaídas para unirse a las fuerzas partisanas. El comandante del Batallón Especial de Ataque, un cuerpo de comando aerotransportado que actuaba tras las líneas enemigas, también era judío: el coronel Henryk Torunczyk. En el movimiento partisano de Tito, en Yugoslavia, lucharon unos dos mil judíos. Algunos de ellos se organizaron en unidades judías independientes que con el tiempo fueron absorbidas por el movimiento partisano general. Según fuentes oficiales, unos doscientos cincuenta judíos lucharon en las filas del movimiento partisano de Bulgaria. También en Italia hubo judíos que tomaron parte activa en el movimiento de resistencia, algunos de ellos con cargos de mando importantes. En Eslovaquia muchos judíos fueron miembros del movimiento de resistencia armada. De los quince mil combatientes que llegaron al momento de la liberación, unos dos mil eran judíos. En la zona ocupada por los alemanes se lanzaron cuatro paracaidistas judíos de Eretz Israel 1 para dar ayuda a los grupos de resistencia judíos. En Francia, la participación de judíos en el movimiento de resistencia fue de grandes proporciones. Los judíos, que constituían sólo el uno por ciento de la población francesa, eran entre el 15 al 20 por ciento de los miembros de la resistencia. En el marco del movimiento de resistencia francesa, existieron también unidades judías independientes. Entre estas unidades judías que operaron en Francia hay que distinguir entre dos tipos de grupos: los que estaban compuestos principalmente por judíos comunistas refugiados de Europa oriental, y los grupos formados sobre la base de motivos religiosos y nacionales judíos. En París operó el grupo comunista judío MOI 2 entre los años 1942 y 1943. Este grupo fue el primero en realizar actos armados contra los invasores alemanes en París, en la primavera de 1942. En el sur de Francia fueron especialmente activos grupos armados de la Organización Judía para la Resistencia y la Ayuda Mutua. Estos grupos lograron realizar varias acciones militares, incluyendo acciones de sabotaje contra fuerzas militares alemanas, ataques a depósitos de armas, y acciones contra colabora1- 32 paracaidistas judíos de Eretz Israel fueron enviados en acciones de combate y ayuda a las comu nidades judías en Italia, Rumania, Eslovaquia, Bulgaria, Hungría y Yugoslavia. De ellos 12 cayeron pri sioneros y otros 7 fueron fusilados por los nazis, entre ellos Jana Szenes, Enzo Sereni, Javiva Reik, Abba Berdichew y otros. 2- MOI: (Main d’Oeuvre Immigrée - Mano de Obra extranjera) Grupo de refugiados judíos de Europa Oriental de tendencia comunista que se organizó como movimiento de resistencia armada y actuó en París, Lyon y Toulouse.
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cionistas locales. Otro grupo armado judío fue formado principalmente por miembros de movimientos juveniles sionistas de Francia, a quienes se sumaron otros llegados como refugiados desde Holanda. En una primera etapa, este grupo se dedicó a la evacuación de niños judíos, a organizar la huida de grupos judíos hacia territorios que no se hallaban bajo el dominio nazi, a esconder judíos, y a falsificar documentos. Más tarde establecieron la Organisation Juive de Combat 1. Robert Gamzon fundó la organización de “maquis” 2 judíos, que entró en acción con el desembarco de las tropas aliadas en Francia, atacando la retaguardia alemana y apropiándose de armamentos. La Organisation Juive de Combat llevó a cabo casi 2.000 acciones de combate, causando gran daño al ejército alemán.
Consigna de trabajo Completa el siguiente cuadro: RESISTENCIA ARMADA
MODUS OPERANDI
OBJETIVOS
DIFICULTADES
PERÍODO DE OPERACIÓN
Levantamiento en Guettos Levantamiento en Campos de exterminio Movimiento Partisano Judío
La conducta de los aliados y la Shoá El profesor SH. Ettinger afirma: Los aliados adoptaron con respecto a la política nazi de exterminio una actitud en principio de categórica oposición, pero que en la prácti ca se manifestaría pasiva. Ni se tomaron medidas especiales para sal var a los judíos de Europa, ni se dio publicidad suficiente a los crímenes nazis. Ciertamente los aliados hicieron pública el 17 de diciembre de 1942 la advertencia de que “los responsables de estos 1- Organisation Juive de Combat: Fundada en la primavera de 1944, incluía a los principales grupos de resistencia judeo-franceses. El principal de estos grupos, la “Armée Juive”, fue creada en 1941 en Tolouse. Muchos de sus miembros pertenecían al “Mouvement de Jeunesse Sioniste”, creado en 1942 para unificar a todos los movimientos juveniles sionistas de Francia que actuaban en la clandestinidad. 2- Maquis: Nombre dado en Francia a los miembros de grupos de resistencia armada que actuaban en los bosques y las montañas.
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crímenes no quedarán sin castigo”; pero ninguna acción seguiría a este aviso. Los dirigentes del campo democrático temían, al parecer, a la propaganda nazi, que insistía en afirmar que la guerra era el resul tado de las intrigas del judaísmo mundial para dominar a los países anglosajones. Asimismo, producía recelos entre ellos la posible transfe rencia de varios millares de judíos hacia los países neutrales, soste niendo que causaría graves trastornos tanto en los transportes como en el suministro. Cuando llegaron a Estados Unidos las primeras noticias acerca del exterminio, los responsables del Departamento de Estado trataron de persuadir a los dirigentes de la comunidad judía de que no les diesen publicidad para no perjudicar el esfuerzo bélico. La situación no cam biaría ni siquiera en 1943, cuando los alemanes aumentaron el ritmo de las matanzas. El Departamento de Estado llegó incluso a prohibir la recepción de informaciones “para ser transmitidas a particulares”, es decir, reportajes sobre el exterminio de judíos enviados a través de los canales oficiales. Exigida por la opinión pública, se reuniría en las Bermudas, en abril de 1943, una conferencia internacional para debatir el problema de los refugiados; pero a pesar de que las organi zaciones judías presentaron en ella varias propuestas, tales como con ceder pasaportes de las Naciones Unidas a los refugiados, no se obten dría ningún resultado positivo. De la actitud adoptada por el Gobierno británico en aquella oportu nidad dan testimonio varias cortapisas 1, omisiones y evasivas. Cuando se leyó en diciembre de 1942 en el Parlamento Británico una declaración de los aliados que condenaba “la política alemana de exterminio de la raza judía”, varios de sus miembros pidieron que los aliados asegurasen un refugio inmediato a todos los que se hallasen en peligro. El ministro británico de relaciones exteriores respondió que “en primer lugar debemos discutir las medidas de seguridad”, y que existían “muchas dificultades geográficas”. A principios de 1943 se tuvieron noticias de la posibilidad de rescatar a 70.000 judíos de Rumania, depositando cierta cantidad de dinero en Suiza; pero Inglaterra bloqueó este plan. En 1943 una oleada de protestas judías contra la falta de acción en el tema del exterminio inundó los Estados Unidos. En enero de ese año se creó un “Comité de energencia de los judíos de Norteamérica”. Sólo tras la intervención del Secretario del Tesoro, Henry Morgenthau, Jr., anunció el presidente Roosevelt la constitución de una “Comisión para los refugiados de guerra” —22 de enero de 1944—, compuesta por repre sentantes de los departamentos de Estado, Tesoro, y Guerra, y autoriza da para “adoptar todas las medidas a su alcance para salvar a las víc timas de la opresión enemiga” y para “combatir los planes nazis de exterminio de todos los judíos”. Serviría para salvar a millares de judíos; pero cuando un representante de la “Comisión de salvamento de los judíos húngaros” llegó a Estambul con una propuesta de los nazis para negociar la liberación de judíos a cambio de la entrega de camiones, fue arrestado por los ingleses, quienes lo mantuvieron detenido hasta el fin de la guerra. Posiblemente Raúl Wallenberg, 1- Cortapisa: condición o restricción con que se concede o se posee de alguna cosa.
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secretario de la legación sueca en Budapest, hizo mucho más que todos los comités aliados por conseguir la salvación de los judíos húngaros. Wallenberg extendió la protección de su país a miles de ellos, impidien do de ese modo que fuesen enviados a Auschwitz. (Sería arrestado tras la ocupación soviética y falleció en una prisión rusa). La actuación de las autoridades soviéticas con respecto a los judíos sería todavía más cruel. Tras la firma del acuerdo con Alemania de agosto de 1939 desaparecería toda la propaganda antinazi, y los ciu dadanos alemanes que buscaron refugio en la Unión Soviética —gen eralmente comunistas—, entre ellos bastantes judíos, fueron entregados a los alemanes. Después de iniciada la guerra, no se dieron instruc ciones a las unidades militares ni a los guerrilleros que operaban detrás de las líneas del frente para que observaran una conducta espe cial con respecto a los judíos, a la vista de los peligros que les acecha ban. Los actos de valor de los combatientes judíos no se publicaban, salvo en periódicos redactados en Idish. En las numerosas proclamas de los guerrilleros que atacaban a los alemanes, publicadas por insti gación de las autoridades soviéticas, se omitía toda información refer ente al exterminio. Había unidades de guerrilleros soviéticos que no aceptaban judíos en sus filas. Los “campamentos familiares” de los judíos que huían a los bosques no sólo no recibían ayuda de los guerri lleros soviéticos, sino que a veces ellos mismos les robaban armas y ali mentos. Hubo muy pocos casos de protección de estos campamentos o de salvamento de judíos de los guettos. Cuando una importante unidad guerrillera emprendió una campaña tras las líneas alemanas en Galitzia, en 1943, tomando varias ciudades, apenas se hizo nada para rescatar a los judíos prisioneros en los guettos. Cuando comenzaron a actuar durante la guerra las comisiones encargadas de “investigar los crímenes nazis”, no solamente no resaltarían el sistemático exterminio de los judíos sino que se esforzarían por disimularlo describiendo a las víctimas simplemente como “ciudadanos soviéticos”. El fin de la guerra no aportaría ningún cambio básico en la actitud observada por los aliados con respecto a los refugiados judíos. Inmediatamente después de finalizadas las hostilidades, se reunieron en la Alemania ocupada por británicos y norteamericanos unos 200.000 refugiados judíos, y a pesar del cambio de gobierno producido en Inglaterra, pudo observarse claramente que no había variado el crite rio sostenido sobre los desplazados en cuestión. Un general británico que dirigía la UNRRA —Administración de ayuda y rehabilitación de las Naciones Unidas—, declaró en los primeros días de 1946 que una organización secreta judía trasladaba clandestinamente judíos desde el Este hacia Alemania. Afirmó que estos judíos, “bien vestidos, bien alimentados, rubicundos”, llevaban consigo grandes sumas de dinero. “No parecían perseguidos, por cierto.” Dio la alerta sobre el peligro de que los judíos europeos “estaban surgiendo como una potencia mun dial”. A mediados del año 1946 el Gobierno británico prohibió la entra da de refugiados judíos en su zona de ocupación en Alemania. Ben Sasson, H. “Historia del pueblo judío”, unidad 3, pág. 1227-1229
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La segunda Guerra Mundial: La caída de la Alemania nazi Desde fines de 1942, la intervención de los Estados Unidos en la guerra paralizó el avance del Reich alemán. A partir de entonces las fuerzas aliadas recuperaron uno a uno los territorios ocupados por el Eje. De esta manera, al cambiar la situación en los frentes de lucha, se preparó el camino para la caída de Hitler. Hacia 1943, la situación en los frentes se planteaba de la siguiente forma: • Norte de Africa: En noviembre de 1942, las fuerzas angloamericanas, comandadas por el general Dwight Eisenhower, desembarcaron en Marruecos y Argelia; en enero de 1943, ocuparon Trípoli. Después de tres meses de combates las fuerzas ítalogermanas fueron obligadas a capitular en Tunez (12 de mayo de 1943). • Italia: Controlado el norte de Africa, los aliados desembarcaron en Sicilia (julio de 1943); desde allí avanzaron sobre territorio italiano. Un golpe de Estado depuso a Mussolini quien cayó prisionero. El mariscal Badoglio, jefe del nuevo gobierno, disolvió el partido fascista, inició negociaciones secretas con los aliados y firmó un armisticio (3 de setiembre). Los alemanes se aseguraron el control de Italia y liberaron a Mussolini, a quien dieron el gobierno de una inexistente República de Salo (en el Norte). En octubre, Badoglio declaró la guerra al Reich, e Italia sufrió los ataques aliados y alemanes en su propio suelo. En junio de 1944, las tropas norteamericanas ocuparon Roma. Un año después, los alemanes capitularon (25 de abril de 1945). Mussolini intentó huir, pero, descubierto, fue ejecutado. • Los Balcanes: Los países balcánicos, excepto Grecia, se habían adherido a la política del Eje; sin embargo, existían en ellos numerosos grupos de resistencia contra el nazismo. Estos grupos recibieron el apoyo de las tropas soviéticas que, en 1944, quebraron el frente de los Balcanes. En un avance veloz, las fuerzas de la U.R.S.S. atacaron rumania y Bulgaria, naciones donde se establecieron gobiernos favorables a los Soviets. En octubre del mismo año, los partidarios de Tito —casi con sus solas fuerzas— liberaron Yugoslavia, y los alemanes debieron evacuar Grecia y Albania. •Frente Oriental: Hitler conjeturaba que una nueva “guerra relámpago”, en el transcurso de un solo verano, derrotaría a la Unión Soviética. Sin embargo, tal como hiciera Napoleón en el siglo pasado, no contó con la enorme extensión del territorio ruso, y con un enemigo acostumbrado a él. No previó que el alejamiento de las bases afectaría sus comunicaciones, así como tampoco que los elementos naturales ligados al clima (frío, nieve, lluvia, barro) conspirarían en su contra y entorpecerían los movimientos de tropas y del moderno material bélico de que disponía. Así como en Rusia se eclipsó la estrella napoleónica, también comenzó la declinación de la Svástica de Hitler.
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Stalingrado fue la primera gran derrota que sufrió Alemania. La batalla, que se prolongó desde septiembre de 1942 a febrero de 1943, concluyó con la capitulación del ejército alemán. En julio de 1943, los alemanes avanzaron hacia Kurst. El fracaso de esta ofensiva consolidó la estrategia soviética; la acometida de las tropas de la U.R.S.S. aisló a los germanos en Crimea y los obligó a evacuar la región. Un nuevo ataque ruso aniquiló gran parte del ejército enemigo y rompió el frente de los Balcanes (1944). En mayo, los soviéticos habían conseguido liberar la mayor parte de su territorio y franqueado en algunos puntos los límites de Rumania y de Polonia. El 1º de agosto llegaron a los suburbios de Varsovia, donde se detuvieron durante varios meses. Entre tanto, y desde Finlandia, el ejército soviético obligó a las tropas alemanas a retirarse al norte de Noruega, y a firmar un armisticio (setiembre de 1944); en octubre, alcanzó la Prusia Oriental. • Frente occidental: En noviembre de 1942, el gobierno de Vichy firmó un armisticio con los aliados. Las tropas alemanas, entonces, ocuparon la zona de Francia libre. Durante 1943 se organizó la resistencia popular francesa que hostigó a los invasores y estableció contactos con los aliados. El 6 de junio de 1944 (Día D) tuvo lugar el desembarco aliado en Normandía. Las tropas, comandadas por Eisenhower, abrieron el segundo frente europeo y avanzaron sobre Francia hasta ocupar París y liberarla (25 de agosto). La guarnición alemana capituló y el general De Gaulle entró en la capital. Tras la ocupación aliada del norte de Francia y Bélgica, los alemanes iniciaron una ofensiva en las Ardenas (diciembre); pero el contraataque aliado obligó el repliegue alemán. A fines de 1944, los británicos, norteamericanos y frances alcanzaron la frontera alemana y la cruzaron en distintos puntos. La suerte del Reich, poco a poco, había cambiado. Ante el repliegue y las pérdidas sufridas por sus fuerzas, Hitler ordenó, a partir de 1944, la movilización masiva de todos los hombres aptos para el combate, el alistamiento de las mujeres en servicios auxiliares (marzo de 1945), la reducción de las raciones de alimentos, y la destrucción de las instalaciones militares, comunicaciones y fuentes de aprovisionamiento alemán. Al mismo tiempo, pretendió obligar a las tropas a “luchar hasta la muerte”. Los extremos del totalitarismo nazi provocaron la aparición de fuertes grupos de resistencia alemana, integrados por socialdemócratas, comunistas, sindicalistas, jefes militares y diplomáticos (“rebelión de la conciencia”). El 20 de julio de 1944 intentaron eliminar a Hitler, mediante el estallido de una bomba colocada en el cuartel general del Führer; el plan fracasó y los conspiradores y sus familias, fueron perseguidos y ejecutados. En 1945, ante la derrota experimentada en el norte de Francia y Bélgica, Hitler se refugió en Berlín. Himmler, por su parte, entró en tratativas con los aliados, y Goering solicitó al Führer permiso para asumir la dirección del país. Hitler expulsó a ambos del partido y nombró al almirante Doenitz, presidente del Reich. En una rápida campaña, los ejércitos aliados penetraron en territorio alemán por el Este y por el Oeste. Los soviéticos concentraron enormes medios para la
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toma y aniquilamiento de Berlín, donde Hitler se suicidó el 30 de abril. Durante el mes de mayo, las fuerzas alemanas firmaron capitulaciones en los distintos frentes. El 23 de mayo se destituyó y arrestó al gobierno de Doenitz, quien, unos días antes, el 8, había firmado la capitulación de Alemania “sin condiciones”. El Tercer Reich se había desmoronado. Entretanto, en el frente del Pacífico, los Estados Unidos tenían la totalidad de sus fuerzas y decidían la estrategia global. El gobierno impulsó la industria bélica, y aumentó el número de efectivos de 2.000.000 a 12.000.000. Si bien los norteamericanos hubieran podido realizar una reconquista sistemática de las colonias europeas ocupadas por los japoneses, su objetivo fue otro: amenazar los enlaces marítimos entre las colonias y el Japón. En mayo de 1942, la batalla librada en el mar de Coral puso fin a la expansión nipona en el Pacífico. En junio del mismo año, los norteamericanos obtuvieron su primer triunfo aeronaval en Midway (archipiélago situado a unos 1.900 kilómetros de las Hawai) y, el 7 de agosto, el desembarco en Guadalcanal —llevado a cabo por tropas estadounidenses y australianas— destruyó las intenciones japonesas acerca de la ocupación de Australia. Guadalcanal significó el cambio de rumbo en la guerra del Pacífico: 1943 sería el año de las victorias aliadas. La última “batalla” de la guerra tuvo lugar en el extremo oriente: el 6 y 9 de agosto de 1945 las bombas atómicas americanas levantaron sus hongos sobre Hiroshima y Nagasaki, provocando una devastación total. Ante el desastre —acompañado por la declaración de guerra de la U.R.S.S. el día 8, a la que siguió la apropiación de la Manchuria— el emperador Hirohito se impuso al grupo de militares que persistía en una guerra suicida, y declaró su decisión de capitular. El gabinete imperial aceptó los términos propuestos por los aliados y, el 2 de setiembre de 1945, se firmó el armisticio. La guerra había terminado.Entre las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, la mayor catátrosfe de la historia, podemos citar: • El número de muertos alcanzó la cifra de 60 millones. De estos, veinticinco pertenecían a las filas de los ejércitos beligerantes, y treinta eran civiles. A esta pavorosa cifra hay que sumar las perturbaciones de los prisioneros, las secuelas de los campos de concentración, la desorganización familiar, el hambre y el esfuerzo de adaptación de los soldados vueltos a la vida civil. • Alemania debió aceptar la rendición incondicional y los aliados dividieron su territorio en cuatro zonas de ocupación: norteamericana, inglesa, francesa y soviética. La ciudad de Berlín, situada en la zona rusa, también fue dividida en cuatro zonas de ocupación. • Austria y Checoslovaquia recuperaron su autonomía. La frontera polaca siguió la línea del Oder-Neisse; en consecuencia, Alemania perdió la Prusia Oriental y los territorios ubicados al este de dicha línea. Los aliados de Alemania (Bulgaria, Hungría, Rumania y Finlandia) firmaron tratados de paz con los aliados, imponiéndose las condiciones dictadas por los soviéticos que ocupaban esos países. Italia perdió su imperio colonial; Trieste fue entregada a una comisión internacional, en tanto que la Venecia Julia pasó a manos de Yugoslavia. Japón perdió sus conquistas. China recuperó Formosa, y la Unión Soviética, Sajalín. Los Estados Unidos, por su parte, ocuparon posiciones estratégicas en el Pacífico, y Corea quedó ocupada por fuerzas norteamericanas y soviéticas. 417
• Europa perdió el poder global que conservaba antes de la guerra. Nació una “bipolaridad” del poder encarnado por dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. Algunas monarquías cedieron paso a regímenes republicanos: tales los casos de Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania y Bulgaria. El “mundo comunista” extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes. Se planteó un nuevo conflicto ideológico: por un lado los comunistas y, por otro, las democracias occidentales. Nació la “era nuclear” y, paulatinamente, fue imponiéndose un nuevo “equilibrio del terror”: La Guerra Fria.
La Shoá en la historia judía La Shoá constituyó un terrible golpe para el pueblo judío, más brutal e inhumano que ninguna otra desgracia que hubiese soportado nunca, tanto con respecto al número de víctimas, como a las razones que llevaron al exterminio y a la metodología implementada en él. Todos los progresos e innovaciones de la ciencia y la tecnología modernas se emplearon para el exterminio de una nación entera. La Shoá destruyó el judaísmo europeo, que antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial era la mayor concentración de judíos del mundo. De los seis millones de judíos exterminados, cinco millones aproximadamente vivían en países europeos que cayeron bajo el dominio de la Alemania nazi, y un millón vivía en territorio ruso. Del gran número de los que vivían en Polonia, Alemania, Austria, Holanda, Checoslovaquia, Yugoslavia y Grecia, solamente quedaron unos pequeños restos. De los judíos de la Unión Soviética, Rumania y Hungría sobrevivió aproximadamente la mitad de la población judía. Ninguna nación experimentó una tortura y humillación semejante, ni tales depravadas formas de asesinato; ninguna nación presenció una matanza igual de mujeres, ancianos y niños; ninguna nación perdió un tercio de su población; ni hubo otra nación sometida a un plan premeditado para evitar que ni uno solo de sus miembros pudiese escapar con vida. Esta maquinación sin precedentes contra el pueblo de Israel fue la cima de la tensión entre el mundo no-judío y el pueblo judío. El exterminio perpetrado por la Alemania nazi fue una empresa a la que innumerables personas a través de Europa aportaron su contribución. Del celo a la complicidad, del asentimiento a la pasividad, todo sirvió para su realización. Una vez lanzada, la máquina funcionó como por inercia: en gran parte se trató de un crimen de burócratas. Cada uno ejecutó su tarea concentrándose en el segmento de la cadena que le concernía, una cadena en cuyo extremo se administraba la muerte. Frente a esto y a las condiciones adversas en las cuales se hallaba, el pueblo judío presentó batalla e intentó por todos los medios a su alcance, lograr la supervivencia. Pero desde un principio la lucha fue desigual: un gobierno poderoso, casi omnipotente, condenó a muerte a pequeños grupos dispersos de un pueblo carente de todo medio de defensa, tanto civil como militar, mientras que muchas naciones, grandes y pequeñas, que poseían dichos medios, no resistieron la potencia del invasor. 418
“Without victory there is no survival” afirmó Winston Churchill cuando la ciudad de Londres era duramente bombardeada. Victoria o derrota, era la opción que tenía el pueblo inglés, y sólo la victoria le garantizaba la continuación de su existencia. Ante el pueblo judío se presentó una sola posibilidad: “Without survival there is no victory”. La alternativa no era victoria o derrota, porque la posibilidad de victoria era inexistente para los judíos. La opción era exterminio o supervivencia. Y, como hemos visto, la lucha fue ante todo por la voluntad de sobrevivir. Mientras la fuerza no lo traicionaba y el intenso deseo de vivir persistía, cada judío, a su manera, intentaba resistir, sobrevivir. Desde hace medio siglo, la “solución final” pesa sobre la conciencia del mundo. Ya se trate de negarla, conmemorarla o apreciar su singularidad, sigue cautivando la atención del hombre, excitando los ánimos y sobrecogiendo los corazones.
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