LA ENORME IMPORTANCIA DE LA INDUSTRIA DE DEFENSA PARA ASTURIAS, ANTES Y AHORA Santa Bárbara fue martirizada por su propio padre, que murió fulminado por un rayo, de ahí que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Esto es la cruda realidad de una Empresa con dos Centros en Asturias, integrados en el potente e innovador Sector de la Defensa, del que las Instituciones Regionales se han olvidado. La industria de defensa se inicia en Asturias en 1794, sin que antes hubiera antecedentes de esta actividad manufacturera, relacionada estrechamente con la transformación de los metales. En aquella época, hace 210 años, en Asturias sólo existían algunas ferrerías para fabricar el hierro, pero sólo se fabricaban algunos utensilios para la agricultura, es decir la fabricación de piezas y de mecanismos como exigían ya entonces las armas no se conocía en nuestra región. Mediante Real Decreto se crean las Reales Fábricas existentes actualmente, la Fábrica de Armas de Oviedo y la de Cañones de Trubia, cuando se inicia esta actividad manufacturera que hasta entonces estaba muy concentrada en la zona limítrofe entre Vizcaya y Guipúzcoa. Fue necesario para iniciar esta actividad en Asturias trasladar a muchos expertos del país vasco tanto a Oviedo como a Trubia, para poder iniciar en Asturias la fabricación de las armas que el ejercito demandaba. Esto significó el comienzo del aprendizaje de los oficios metalúrgicos en Asturias mediante la transferencia de conocimiento y saber hacer que exigió la implantación de las fabricas militares de material de defensa. El General Elorza, un militar artillero de gran preparación técnica con formación metalúrgica en Sheffield implantó en la década de 1860 las Escuelas de Aprendices, al estilo de las que existían en Alemania y en Bélgica, donde los alumnos realizaban prácticas en las fábricas y los profesores alternaban sus tareas tanto en la producción como en la escuela. Trubia, fue pionera en la producción de fundición de hierro en Alto Horno con carbón mineral y Oviedo, ya fabricó bajo licencia Mauser fusiles que se utilizaron en Cuba. En estas Fábricas ya entonces existían distintos talleres: fundición, forja, tratamientos térmicos y superficiales que todavía hoy forman un conglomerado de un enorme potencial que podría definirse como la existencia de varias empresas dentro de una misma fábrica.

En la década de los años 50 sufren la pérdida de muchos operarios y técnicos cualificados que se desplazan por su saber hacer a las zonas que inician su industrialización, como Valladolid, con la fábrica Renault, Madrid con SABA y Barcelona con la SEAT. Aquí se inicia la desindustrialización de Asturias que no acoge ninguna industria importante de transformación de los metales relacionada con la pujante y dinámica industria del automóvil que tanto influyó en el crecimiento de Valladolid, Vigo, Valencia y Zaragoza. En 1962 la Fábrica de Armas de Oviedo, (FAO) se integra en el Instituto Nacional de Industria a través de la Empresa Nacional Santa Bárbara, constituida por Ley en 1960, y que mediante un contrato con el Ministerio de Defensa le cede temporalmente las fábricas militares. Precisamente este contrato de cesión de las fábricas vence el 3 de agosto de 2006. A partir del año 1964, se inicia en FAO la fabricación del CETME 7,62, pero es en los años 70, con el coronel de Ingenieros D. Pedro Calleja Manzanares como Director, cuando esta experimenta una modernización y rejuvenecimiento de la plantilla sin precedentes, así como la implantación de una cultura de compromiso con la innovación y la calidad sin parangón y que todavía es hoy modélica. Se inicia en 1974 la fabricación de la ametralladora alemana MG 42 de Rheinmetall con gran éxito y en 1980 comienza la fabricación de componentes del misil HOT en colaboración con el consorcio franco alemán de aeronáutica Euromissile formado por Messerschmidt y Aerospatiale, ambas integradas actualmente en la empresa aeronáutica European Aerospace Defense Systems (EADS); continuándose después con diversas fabricaciones de componentes para los misiles Milan, Roland, Mistral, Tow. Actualmente FAO participa con notable éxito en la nueva generación de misiles a través de programa Meteor con Francia, Alemania, Italia, Suecia, y Reino Unido. Esta colaboración internacional iniciada hace más de treinta años dio paso a la modernización de la maquinaria e instalaciones, la iniciación de la aplicación de aleaciones aluminio y otros materiales especiales, así como los tratamientos térmicos, termoquímicos, electroerosión y superficiales, como el cromatado, anodizado duro, etc. Nuestra fábrica fue pionera en la aplicación de las técnicas en el diseño asistido por ordenador introduciendo asimismo la medición tridimensional por coordenadas y la utilización del llamado control numérico, es decir la regulación automática de las máquinas mediante un ordenador, ya en los años 70. De hecho algunos de nuestros trabajadores trasladaron su experiencia a otros colegas a través de cursos en diferentes centros de formación.

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Esta transferencia de conocimiento en los oficios metalúrgicos ha sido una constante desde la implantación de esta actividad en Asturias hay que mencionar que en la Fábrica siempre existió un laboratorio de metrología, donde con gran precisión se miden los calibres y útiles que se fabrican y siempre fue referencia de otros laboratorios, calibrando aparatos para talleres del exterior. Sólo recientemente se ha creado un laboratorio similar en el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias. En la década de los años noventa el prestigio conseguido por FAO en el sector misilístico de la Industria Aeroespacial, sirvió para que Oviedo se introdujera en el difícil campo de la aeronáutica con la fabricación de piezas para aeromotores, para la compañía Rolls Royce PLC y dentro de un programa de compensaciones firmado entre el antiguo I.N.I. y la entonces Empresa Nacional Santa Bárbara. No obstante esta introducción en la aeronáutica civil no fue muy ambiciosa, a diferencia de lo que se hizo en el País Vasco que con los fondos para la reestructuración del naval se creó la empresa Industria de Turbopropulsores (ITP), que hoy da empleo de alto valor añadido a más de 1.500 personas lo que representa un buen ejemplo de lo que se puede hacer con fondos de reactivación. No obstante, en 1992, FAO consigue la aprobación de los primeros artículos y de los primeros lotes de serie, lo que trajo consigo la consecución de las máximas acreditaciones de calidad en este Sector, llegando a ser el primer proveedor de Rolls Royce en España en conseguir la homologación CQC-103 (actualmente SABRe:9000) para la fabricación de componentes clasificados de alto riesgo en su función dentro de los aeromotores (piezas críticas). ISO-9002 (en la actualidad ISO-9001). Sistema de Gestión de Calidad de ámbito internacional. QUALIFAS et AECMA-EASE. Certificación de Calidad para la industria aereospacial que acredita para fabricar componentes para empresas europeas: EADS, Eurocopter, Airbus, Bae Systems, Saab, SNECMA, etc. Formar parte de la industria aeronáutica significa participar de una riqueza tecnológica que nos aportan sus especificaciones, procedimientos, procesos especiales, etc. Imposibles de comprar en el mercado nacional y de suma importancia para el mundo industrial. En Asturias y antes de la creación de ITP en Vizcaya, un ingeniero de nuestra fábrica V. Folgueras, publicaba el día 4.12.1988 festividad de Santa Bárbara en el diario “La Nueva España”, un artículo “La economía asturiana: “Industria de Defensa y el Sector Aeroespacial”, destacando la oportunidad de crear una empresa en Asturias en el sector aeronáutico para participar en los proyectos de la industria aeroespacial europea, potente creadora de riqueza, relavante actividad de I + D y generadora de puestos de trabajo estables y con alto valor añadido por las tecnologías que exige.

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Lejos de aprovechar esta situación, con la seudoprivatización de Santa Bárbara realizada por el PP en el año 2001, asistimos a un declive de la actividad en el sector aeronáutico en Asturias, a diferencia de otras regiones como Galicia, Castilla León, etc. que luchan por ubicar empresas relacionadas con la fabricación del avión AIRBUS de la empresa EADS, con la que ya en 1979 como señalé antes, la FAO ya estaba homologada por sus dos accionistas más importantes, las empresas DASA de Alemania y AEROSPATIALE de Francia. Y si Asturias sistemáticamente y de forma inexplicable pierde las oportunidades de estar presente en los sectores de la alta tecnología que otras regiones saben aprovechar mucho mejor, yo me pregunto cuál va a ser el futuro de la FAO, que a pesar de la falta de interés en su desarrollo sigue siendo la factoría más apreciada por los clientes extranjeros, por los que ha sido ya homologada. No obstante, por la falta de inversiones desde su privatización y la carencia de proyectos claros, su futuro se está poniendo en entredicho. ¿Se puede permitir Asturias y en concreto Oviedo perder una actividad presente antes de la industrialización, desde hace más de dos siglos, que tanto ha reportado y debe aportar al desarrollo de las nuevas tecnologías en nuestra región como lo hizo en cada momento en las épocas anteriores?. Con la descripción hecha de lo que ha representado para Asturias la Fábrica de Armas de Oviedo, creo que queda suficientemente claro la importancia de esta factoría no solo como dinamizadora del metal, con aportación de puestos de trabajo de alta cualificación profesional sino también por su importante papel en la introducción de nuevas tecnologías y nuevos materiales asegurando el intercambio de conocimiento con otros países europeos que participan en los proyectos de defensa, aeronáutica y aeroespacial. ¿Por qué Asturias no apuesta por la industria aeronáutica y espacial a pesar de ser uno de los sectores más pujantes y con una proyección de futuro óptimo al ser un sector estratégico en total expansión?. Este sector genera en España 23.256 empleos directos que habría que multiplicar por 5 si considerásemos el empleo indirecto o inducido. A Asturias con 1,1 millones de habitantes le correspondería una cifra superior a la que se pierde por ejemplo en el nuevo plan minero. La facturación consolidada por el sector aeroespacial español ascendió en el 2003 a 3.188 € (530.000 MM ptas.), con sostenidos y significativos incrementos anuales. Esta industria cuenta con un gran número de empleos de alta cualificación siendo el 30% del total, empleados que cuentan con formación universitaria o similar. Incluso en el caso de operarios, que representan el 48%, muchos de ellos han sido entrenados en sofisticadas tareas de tecnología aeroespacial. El 15% de los empleados en el sector aeroespacial español se dedican a actividades de I+D lo que demuestra la importancia de esta actividad para las nuevas tecnologías. 4

La mayoría de las empresa de este sector no cuentan con muchas décadas de antigüedad y nacen al auspicio de ayudas estatales y regionales, con el apoyo de instituciones. Para entender este fenómeno es muy importante resaltar que el sector aeroespacial es de carácter estratégico en todos los países de nuestro entorno considerándose como tal, aquellos que son indispensables para cumplir con los objetivos estratégicos de un país, como es la Defensa Nacional, auspiciando asimismo el empleo, el crecimiento y en definitiva el bienestar social. Pero ojo, lo mismo que este sector genera un potencial enorme, también sucede con el sector de Defensa al que está íntimamente ligado, pues el Ministerio de Defensa invierte en material de defensa cada año la cifra de 4.200 MM € (700.000 MM. Ptas.) La decisión reciente del Mº de Defensa para la compra del helicóptero TIGRE que ha permitido la consolidación de EUROCOPTER ESPAÑA como el tercer pilar de la compañía en Europa y por otro, la creación de EUROPROPULSION INTERNACIONAL, oficina principal que el consorcio del motor TP 400 (motor que equipará el avión de transporte A–400M) ha establecido en España muestra a las claras el futuro de este sector en nuestro país. FAO estaría en condiciones, con muy poco esfuerzo, de moverse en unas cifras de negocio ciertamente ambiciosas. Si sumáramos un apoyo institucional a modo y manera de otras empresas similares, radicadas en otras autonomías, el aumento del volumen de negocio haría crecer a la par empleo propio y empresas emergentes. Oviedo cuenta ya con una fábrica que pertenece al exigente sector de la industria militar y quien además, ha sido capaz de alcanzar las más prestigiosas homologaciones como fabricante de productos civiles para uno de los sectores tecnológicos más exigentes , de un gran valor añadido y perteneciente a un mercado en fase creciente. ¿Seremos capaces de potenciar este enorme recurso para que siga desempeñando el papel dinamizador de la tecnología que ejerció de la mano de Elorza, Ladreda, Buylla, Uria y Calleja, por citar algunos de sus más ilustres directores y así garantizar la tan deseada y necesaria participación de Asturias en los sectores de futuro tan importante para el porvenir de nuestros hijos o habremos perdido una vez más otra oportunidad?. El desafío a nuestros responsables políticos, empresariales y sindicales está ahí, ¿cómo responderemos?. ¿Cuál será el resultado?. Esta locomotora tecnológica, Asturias no la puede abandonar. FAO, 4 de diciembre de 2005 Fdo.: Amador García Fernández PRESIDENTE DEL COMITÉ DE EMPRESA FAO 5