La literatura de los Binnizá. Zapotecas del Istmo

La literatura de los Binnizá. Zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO El pensamiento mítico de los antiguos zapotecas es muy dúctil para el desarrol

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La literatura de los Binnizá. Zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO

El pensamiento mítico de los antiguos zapotecas es muy dúctil para el desarrollo y cultivo de la literatura, ha dicho el escritor Macario Matus (1997), pues estos se creen hijos de las raíces de los vetustos árboles y de las fieras como el tigre y el lagarto, hijos de los peñascos y de las nubes. Toda esa mitología fantástica ha estado presente en la imaginación de los zapotecas de ayer y hoy para crear una peculiar obra de ficción artística. Los binnizá o zapotecas, son un pueblo indígena ubicado en el sureste de la república mexicana, en la región conocida como istmo, en el estado de Oaxaca. Su idioma es la palabra-nube, es decir, el diidxazá o zapoteco. Los zapotecos del Istmo, o binnizá, se han caracterizado por su vasta producción literaria, que inicialmente fue sólo oral, recreándose en la boca de nuestros padres y abuelos en los crepúsculos junto al pozo o en el patio de la casa, bajo la sombra de los tamarindos o viejos pochotes, después, casi a finales del siglo diecinueve, con la publicación de La Rosa del Amor, de Arcadio G. Molina, en 1876, se empiezan a producir los primeros relatos o poemas escritos, con los cuales y desde entonces los binnizá no han dejado de figurar en el panorama de la literatura nacional y en los años más recientes, incluso el internacional. Los géneros literarios en diidxazá Antes de dar paso al recuento de los escritores binnizá contemporáneos, quisiéramos señalar los géneros literarios, que según Víctor de la Cruz (1983) están presentes en la literatura de los binnizá, los cuales en la época prehispánica se manifestaban principalmente de forma oral, actualmente prevalecen tanto en la oralidad como en la escritura.

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La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO 1. Libana (sermón). Este género, conocido entre los nahuas como huehuetlatolli (discurso de los ancianos). Es un género específico perteneciente a la literatura didáctica o pedagógica. De una redacción literaria muy cuidada que fue cultivado por los mejores sabios o “profesores” con una rebuscada belleza de su lenguaje y un alto contenido de sus preceptos. 2. Diidxagola: para el proverbio o refrán. Hoy persiste como parte de la educación informa que reciben los niños zapotecas. 3. Riuunda’ o liuunda’. Poemas y canciones; poemas llamamos a aquellos objetos verbales en verso que no tienen una melodía con la cual puedan cantarse; canciones son las que tienen su correspondiente música. 4. Diidxaguca’-diidxaxhiihui’. Mentira y cuento. El primer término se refería en general a cualquier narración inventada, forjada por la mente humana, mientras que la narración de hechos reales, de sucesos humanos verdaderos, o historia, fue designado por el segundo término. “Los nativos de Juchitán hacen competencias sobre esta o aquella escena, y triunfa el que sabe mentir, gana el de la imaginación más audaz, más poética. Este último elemento es esencial en la confirmación de las “mentiras”. Se sabe de antemano las reglas de la competencia: escuchar bellas mentiras, aceptar de principio que son exageraciones mentales, verbales” (Matus, 1997). La “mentira” entonces, se da en dos planos: al principio en uno real, donde se manejan datos verídicos; y, al final, un segundo plano, imaginario, disparado de la realidad; pero así esperado, porque el narrador no pretende que se le crea; busca demostrar su audacia imaginativa. Y la correspondencia más cercana a este género en la literatura latinoamericana es lo que se ha llamado “lo real maravilloso”. 5. El mito y la leyenda. Cuya definición en la cultura zapoteca corresponde a la definición que se ha dado a este género en la literatura universal. En la que el mito es el relato fabuloso, de sentido simbólico que carece de una realidad concreta y la leyenda corresponde al relato de hechos históricos deformados por la imaginación popular o la invención poética. Los seres de la palabra-flor Uno de los primeros poetas que figuran en la literatura escrita de los zapotecos del Istmo es Enrique Liekens, quien publicó un libro de poemas, 294

DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México Mudubina, editado por la UNAM en 1940. Liekens nació en Juchitán en 1882 y empezó a escribir sus primeros textos desde muy joven. A principios del siglo XX Liekens se instala en la ciudad de México, donde formó parte del Estado Mayor del general Álvaro Obregón y desde esa posición contribuyó con su pueblo natal donando terrenos para construcción de escuelas. Enrique Liekens, por su amor a la literatura y a su origen, le dio un fuerte impulso a la cultura zapoteca en la ciudad de México, en donde apoyó al grupo de jóvenes estudiantes quienes formaron la Sociedad Nueva de Estudiantes Juchitecos y que posteriormente sería conocidos como la Generación Neza, ya que publicaban una revista nombrada NEZA (el camino, lo correcto). De Enrique Liekens es el siguiente texto que reproducimos y que fue tomado de la antología La Flor de la Palabra, de Víctor de la Cruz (ed. Premiá, 1982). Este poema aunque fue escrito en español (en 1909), refleja de manera intensa varios de los elementos propios de la cultura zapoteca, con lo cual reiteramos la posición de que la literatura producida por creadores originarios de los pueblos indígenas se constituye en un material que favorece la estética del lenguaje y que permite comunicar a otras generaciones y a otros pueblos la cultura propia, en este caso la zapoteca. A una bella juchiteca Si al velorio, huipil llevas bordado, prendida a la cintura la cenefa con blanquísimo olán muy bien plisado haciendo como en verso, sinalefa; Sin doblones ni traje de brocado que en la guzanagola acusa jefa, de la zandunga canto el zapateado por ti, xhuncu scarú, galana Chefa. Te llevaré a las velas de Cheguigo te cantaré mi amor en zapoteco y un jacal en Xadani te prodigo. Si me das a fumar guie’ xhuuba’ seco cual flor de guiriziña y vas conmigo a bailar al estrado juchiteco.

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La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO Unos años más adelante destaca el escritor Andrés Henestrosa; nacido en Ixhuatán el 30 de noviembre de 1906, al cumplir 23 años, el 30 de noviembre de 1929, tuvo como regalo de cumpleaños el primer ejemplar impreso de Los Hombres que Dispersó la Danza, escrito por él, este libro incluía una fotografía del autor y dos dibujos de Manuel Rodríguez Lozano. La edición había sido pagada por Antonieta Rivas Mercado. Henestrosa recupera parte de su infancia, a plasmar en papel las historias que le fueron contadas. Desde los primeros zapotecos que se dispersaron después de una danza, pasando por la fundación de Juchitán, la venganza del Dios Rayo, el nacimiento de San Vicente Ferrer (Santo Patrono de Juchitán), el romance entre los nenúfares mudubina y stagabe’ñe, la creación de algunos animales, hasta la figura del personaje presente en varias historias de la tradición indígena: el conejo siempre listo que logra vencer todas las adversidades gracias a su inteligencia y que logra burlarse de los más fuertes. En 1936 Henestrosa obtiene la beca John Simon Guggenheim Memorial Foundation, para hacer un diccionario zapoteco-español y rescatar el significado de la cultura zapoteca dentro del marco de Mesoamérica, a partir de investigaciones en los archivos y bibliotecas de Berkeley, Chicago, Nueva Orleáns y Nueva York. Para 1965, este escritor orgullosamente zapoteco, formaba parte de la Academia Mexicana de la Lengua. De esta generación de escritores zapotecos figuran también Gabriel López Chiñas (1906), quien en la Revista Neza publicó sus primeros textos, cuentos extraídos de la tradición oral zapoteca y poemas amorosos y épicos, de los cuales Ni gudxi’ba xmani’ Duarte (El que montó el caballo de Duarte), es quizá su mejor poema, publicado en 1936, este texto que hace referencia a un rebelde local, está escrito ajustando la lengua materna a octosílabos. En 1940 López Chiñas publicó en la editorial de la UNAM Vinnigulasa, libro en el cual plasmó diversos cuentos, mitos y leyendas en Juchitán. En 1975 aparece su obra Guendaxheela’ (El Casamiento) la cual es un referente sobre la forma tradicional de celebración de las bodas en el ritual zapoteca. En 1977 publicó Juchitán, Segundo Canto y en 1982 El zapoteco y la literatura zapoteca del Istmo de Tehuantepec, donde hace referencia al concepto cultural de varios términos importantes en la lengua de los binnizá, asimismo da una breve

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DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México muestra de la obra producida por sus paisanos zapotecos. De este autor es el siguiente poema, donde se refleja la preocupación por la lengua materna. Diidxazá

El zapoteco

Nácabe ma’ ché diidxazá

Dicen que se va el zapoteco

Ma’ guiruti zaní’ laa

Ya nadie lo hablará

Ma’ birá biluxe nácabe

Ha muerto, dicen,

Diidxa guní binnizá

La lengua de los zapotecas.

Diidxa guní’ binnizá

La lengua de los zapotecas

Ziné binidxaba’ laa

Se la llevará el diablo,

Yanna ca binni nuu xpiaani’

Ahora los zapotecos cultos

Guirá riní’ diidxastiá

Sólo hablan español.

¡Ay! Diidxazá, diidxazá,

¡Ay! Zapoteco, zapoteco,

ca ni bidiideche lii,

quienes te menosprecian

qui gannadica’ pabiá’

ignoran cuánto

jñaaca gunaxhiica’ lii.

sus madres te amaron.

¡Ay! Diidxazá, diidxazá,

¡Ay! Zapoteco, zapoteco,

diidxa rusibani naa,

lengua que me das la vida,

naa nanna zanítilu’,

yo sé que morirás

dxi guiniti gubidxa ca.

el día que muera el sol

De la generación NEZA, aunque un poco más joven que los autores aquí mencionados anteriormente, es Nazario Chacón Pineda, quien desde la infancia sintió el llamado de la sangre literaria y comenzó a escribir sus primeros versos en la lengua materna, diidxazá, y en español. De sus doce años, es el poema Bigu (La Tortuga), sobre el cual comentó en su momento Gabriel López Chiñas “nótese la ingenuidad infantil, primitiva casi, de este poema y la gran sonoridad de sus versos zapotecos”.

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La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO Cadi’di ca bigu

El desfile de tortugas

Rului’ca ti biga’

Simula un collar

Ne bigu ro’

De tortugas grandes

Ne bigu huiini’

De tortugas chicas

Guiriá nisado’

A la orilla de la mar

Bigu huiini’

Tortugas chicas

Bigu ro’

Tortugas grandes

Ne naró’ ne nahuiini’

Y grandes y pequeñas

Paraa bisaana xiiñi’

¿dónde dejó su hijo

Paraa bisaana xiiñi’

Dónde dejó su hijo

Nisado’

La diosa de la mar?

Nisado’, nisado’

Diosa del Mar, Diosa del Mar,

Biiya’ bigu huiini’

Mira a la tortuga chica

Biiya’ bigu ro’

Mira a la tortuga grande

Paraa bisaana xiiñi’

Donde dejó su hijo

Paraa bisaana xiiñi’

Donde dejó su hijo

Bigu ro’, bigu huiini’.

La tortuga grande, la tortuga chica

Nazario Chacón Pineda nació en Juchitán el 17 de noviembre de 1916, joven aun se traslada a la ciudad de México para estudiar la carrera de profesor en la Escuela Nacional de Maestros, en cuya imprenta publica en 1939 su libro Estatua y Danza, en el cual publica sus poemas y recoge algunas leyendas de la tierra nativa, este libro fue presentado por una carta del poeta Carlos Pellicer, poeta de la generación conocida como Los Contemporáneos, quienes reconocen en el juchiteco la calidad literaria merecedora de los comentarios y elogios que los ya consagrados escritores hicieran de su obra poética. Luego de varios intentos más por escribir de manera bilingüe poemas que publica posteriormente en Perdida Soledad y Poesía, Nazario Chacón Pineda se entrega de lleno a la poesía en español, en la cual su éxito literario se da con el

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DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México soberbio poema titulado Canción de la Sangre, publicado en 1962 y elogiado por José Vasconcelos y Los contemporáneos. Un poeta que trabajó exclusivamente en lengua zapoteca es Pancho Nácar, seudónimo que Francisco Javier Sánchez Valdivieso (1909) utilizó para sus escasas publicaciones en vida. Aunque muchos de sus textos fueron escritos en la ciudad de México, nos reflejan aspectos de la mentalidad de los binnizá, acontecimientos y elementos de su mundo primigenio. Pancho Nácar apenas vio publicados una veintena de sus poemas en revistas como Neza (Órgano de la sociedad Nueva de Estudiantes Juchitecos, que dirigió el mismo Henestrosa), la mayor parte de su trabajo literario fue descubierto después de su muerte y reunidos por Víctor de la Cruz, en el libro Diidxa (1973), todos publicados en zapoteco. Sobre Pancho Nácar ha escrito Víctor de la Cruz en el prologo de Diidxa’: “él es el primero que intenta seriamente –y lo logra- escribir poesía en zapoteco con momentos metafóricos tan luminosos y constantes, aprovechando el idioma en toda su capacidad expresiva y rompiendo o rodeando muchas veces las barreras que el uso y la vecindad del español le imponían.” Xandú’ Yaa

Primera Ofrenda

Cayaca xandú’ yaa stiu’ yanadxí,

Traducción: Irma Pineda

stubelu’cha’ zuba ndaani’ yoo;

Hoy es la primera visita de tu alma,

neca zitu ra ba’ napa’ lii,

sólo me encuentro en esta casa,

chupa xquíri’lu’ caguí lu bidó’.

aunque en un lejano sepulcro estás

Nandxó’ ñanda ñune’ lii xandú’ yaa,

dos cirios ofrezco a los santos por ti.

pa ñaca ndaani’ xquidxe’ nibeza’;

Una gran ofrenda colocaría en tu honor

dunabé huaxa naná rácani naa

si en mi pueblo yo viviera,

ti zitu nuaa ne xquidxi binni nabeza’.

cuanto me duele en estos momentos

Pa ñuaa’ ndaani’ xquidxe’ nugaanda’ biyé’,

estar lejos, vivir en la tierra de otros.

nicaa’ bichiisa nuzuchaahui’ ndaani’ yoo;

Si estuviera en mi pueblo pondría un altar

guirá’ cuananaxhi ña’ta’ lu bidó’,

con sagradas palmas tejería estrellas para adornar la casa, en la mesa santa 299

La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO ñaazi’ gueza, nisa dxu’ni’ nudiee’.

pondría frutos

Guirá gunaa huiini’ nidxiña ñacané,

repartiría tabaco y ofrecería aguardiente.

ca ni bidxaagu’ nidxiña nudii ná’;

Todas las mujeres se acercarían a ayudar

sica ti yoo, ra cayuutu’ binni dé

las que fueron tus amigas ofrecerían sus manos;

nihuinni ra yoo, cayaca xandú’ yaa.

como en una casa donde hay molienda se vería cómo preparamos la primera ofrenda por tu muerte. De generaciones posteriores son los escritores Víctor de la Cruz y Macario Matus, quienes desde los años setenta destacan por su producción literaria y el impulso que le dan a la cultura en la región istmeña. Víctor de la Cruz (Juchitán, 1948) se dio a conocer primero como literato y en los últimos años ha destacado más por su trabajo serio en la investigación del origen zapoteca, con lo que ha contribuido en buena medida a develar aspectos fundamentales del pasado histórico y el origen mítico de los binnizá. Macario Matus (Juchitán, 1943-2009), por su parte es el escritor más prolífico que ha dado el Istmo con una treintena de libros publicados, entre poesía, narrativa, ensayo, teatro, traducciones e invenciones, fue también un fuerte impulsor y promotor de la cultura zapoteca, su estancia al frente de la Casa de la Cultura de Juchitán por diez años (1979-1989) favoreció el surgimiento de varias generaciones de pintores, músicos y escritores, que actualmente destacan en nuestro país y en el extranjero. Este autor escribió sobre la historia de los zapotecos, las luchas sociales que se han dado en la región y en los últimos años su trabajo se caracterizó por el fuerte componente erótico. Que haré con el cuenco de mis ojos si la sombra de su pecho lejos se ha escapado. Más de mil días guardo su aroma,

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DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México el perfume de su sexo y el olor a hierba mojada de su generoso pubis alado. Ya en los años ochentas empiezan a figurar autores como Víctor Terán, Enedino Jiménez, Alejandro Cruz, Natalia Toledo, Rocío González, Jorge Magariño, Esteban Ríos y Antonio López Pérez, quienes se forman literariamente en los talleres que se impartían en la Casa de la Cultura de Juchitán (a cargo de Macario Matus) y cuyas primeras publicaciones son apoyadas precisamente por esta instancia. Ya en los noventas, estos autores consolidan su trabajo con diversas publicaciones, premios y reconocimientos en el ámbito nacional. Marcelina ( gunaa nanna gusianda')

Marcelina (curandera)

Natalia Toledo Nexhedxí ne naya'ni' xpiaani' saqueca guielú ne batanaa. Ra ruzulú ne riluxe diidxa' de guirá' xixe guibá' ni qui zannu' ra ruzulú ni ra riluxe. Xunaxi Teresa nisadó' ruzuhuaa lú xtiidxabe ne rutopa ndani' nabe guie' xtiá guundu', xcuaana' guendaró ne guidi nisaí ma' biyaaze' xti' binni naguundu' guidiladi. Ne bi guiruaabe rundúbibe yuxi napa guielú miati', rudxigue'tabe guendanayeche' ribeebe xindxa' ne nisaluna rudxigueta

Serena e iluminada de los ojos y las manos. Ser alfa y omega de todos los cielos que no principian, no terminan. Santa Teresa niña del mar se hace presente para recoger de tus manos la albahaca marchita, la cebolla morada, los limones obscuros de las pieles sombrías. Con el viento de tus labios retiras el polvo de los ojos, les devuelves el color y la alegría, liberas del cuerpo la calentura

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La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO guendabiaani.

y el sudor comienza a recuperar los sentidos.

En la actualidad destaca y viene pisando fuerte una generación de escritores zapotecos, jóvenes nacidos en los años setentas, que en estas fechas se constituyen en el relevo generacional y que de igual forma le cantan a la vida, al amor, a la naturaleza, pero cuyo trabajo se caracteriza por una preocupación constante por la lengua y la cultura originaria, lo cual dejan de manifiesto en los textos que publican estos autores como Víctor Cata, Luis Amador, Gerardo Valdivieso, Gubidxa Guerrero, quienes también han sido ya merecedores de diversos reconocimientos, poniendo así en alto la lengua y la cultura de los binnizá. Xizaa

Duda Por Víctor Cata

Naa cadi canaba’ ti ndaa gueta gahua’

Yo no mendigo un pedazo de tortilla para comer ni pido un lugar en el cielo

cadi canaba’ ti xilate guibá’ guicaa cadi canaba’ guiala’dxicabe naa cadi canaba’ bidxichi binni napa ni nica cadi canabadia’ guchacabe guendanaró’ xtinne’

ni imploro compasión

que

me

tengan

ni solicito dinero a los que lo tienen tampoco pido que me alaben

ni canaba xi’be’ ne guidubi ladxidua’

lo que pido de rodillas con todo mi corazón

ne guirá xixe xtipa’ nga ti diidxa xtiu’.

y con todas mis fuerzas es una palabra tuya.

Ti diidxa’ ni gaca’ sica ti biaani’ ni guzaani’ naa

Una palabra que sea como una luz que me alumbre

ni guchiña naa ruaa ti neza nayá ruaa ti neza ró’, ruaa ti neza

que me aproxime en el principio de un camino limpio

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DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México nexhedxi ra guidxela’ ni huandi’, ni nazaaca, ni gusibani naa.

de un camino grande, de un camino apacible donde encuentre lo verdadero, lo justo,

Pala nuu xiixa ni huandi’, ni rapa xneza

que me devuelva las ganas de vivir.

¡guní’ ni! ¡bizeete ni! Candanagueta ni ni

Si hay algo verdadero, si hay algo correcto

ti gucaa nati ni lu yuuba’ ró’ rí’ ni cayuuti naa, ni cusiguundu’ ladxidua’. Racala’dxe’ xtiidxalu’, racala’dxe’ ni.

¡dilo! ¡pronúncialo! Que tengo hambre de ello para que mitigue este gran dolor que me está matando, que me está marchitando el alma. Deseo tu palabra, la deseo.

Estos son tan sólo algunos ejemplos de la vasta producción literaria que están teniendo los binnizá, los zapotecos del Istmo de Oaxaca, de lo cual es importante destacar que la generación más reciente busca ahora la universalidad de la literatura, toca temas diversos, pero siempre en contacto con el origen y el entorno propios, estos nuevos escritores desde su propio espacio y estilo dan cuenta del movimiento vital; escriben sobre el amor, la vida, la muerte, el paisaje cotidiano, la transformación de los rostros de nuestros pueblos; mediante las letras buscan el fortalecimiento de nuestra lengua, el desarrollo de nuestra cultura, a través de sus cuentos y poemas manifiestan su preocupación por el mundo y lo que en él ocurre, pero siempre teniendo como herramienta principal, la sagrada palabra. La literatura binnizá en las escuelas bilingües Al considerar la literatura que se produce en el idioma local, el diidxazá, como un acervo que permite preservar la identidad étnica y la cultura de los pueblos indígenas, no debemos perder de vista que a través de ella se puede heredar a las nuevas generaciones información que les permita conocer más sobre su propia cultura, conocer una forma particular de ver el mundo y 303

La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO sentirse parte fundamental de ella, con una identidad cultural fortalecida, puesto que si los integrantes de un pueblo carecen de ésta, no podrán dialogar en términos equitativos con los miembros de otras culturas. “Cuando tenemos una identidad fuerte, sabemos lo que somos, conocemos nuestros defectos, nuestras limitaciones, nuestros miedos, o la manera en las que nos afectan los fracasos. Y conocemos también nuestras fortalezas, nuestras mejores cualidades y muchas de las potencialidades que, todavía, no hemos realizado. Cuando tenemos una identidad fuerte, tenemos también un destino y un rumbo conocido, sabemos cómo, por qué y hacia dónde vamos.” (Chapela, 2001: 16) En este sentido es importante considerar la literatura de los binnizá que se trabaja en las escuelas, ya que éstas tienen un papel fundamentales en la formación ideológica y cultural de los niños, y sobre todo, es necesario reconocer el papel que han jugado los maestros, particularmente del sistema de educación indígena, quienes en la mayoría de los ciclos escolares se enfrentan a la carencia de materiales didácticos y bibliográficos, que les permitan trabajar adecuadamente lo relativo a la lengua o la literatura indígena local, además de que en los programas académicos, se va reduciendo paulatinamente el tiempo dedicado a contenidos en lenguas indígenas. Me permito aquí compartir la experiencia en las escuelas primarias bilingües de Juchitán, Oaxaca, a las cuales me acerqué a propósito de una investigación sobre la vinculación de los niños con la literatura, por lo que debía conocer los materiales literarios a los que tienen acceso y con los cuales trabajan, me di a la tarea de buscar material bibliográfico en diidxazá-español que podría estar en las escuelas primarias del sistema indígena, como parte de las colecciones de Bibliotecas de Aula/ Libros del Rincón. Para mi descontento en dicha colección me encontré solamente con tres títulos: 

Cuento del Conejo y el Coyote. versión bilingüe de Víctor y Gloria de la Cruz.



Cuarto viernes en Chihuitán. Texto de Elisa Ramírez / traducción de Irma Pineda



Viva México. Texto de Marta Acevedo/ traducción de Irma Pineda

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DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México Para conocer un poco más sobre la forma en la que abordan el tema de literatura local, así como los materiales que existen físicamente en las escuelas bilingües, asistí a tres de las cuatro primarias del sistema indígena que existen en Juchitán. 

Escuela Primaria Bilingüe Saúl Martínez, ubicada en la octava sección, Cheguigo.



Escuela Primaria Bilingüe José Fructuoso Gómez, ubicada en la Col. Gustavo Pineda de la Cruz.



Escuela Primaria Bilingüe Gral. Heliodoro Charis Castro. Ubicada en la Séptima sección.

En estas tres escuelas, luego de platicar con los directores y algunos maestros, me encontré con que en sus Bibliotecas de Aula cuentan con los mismos títulos que se envían a las escuelas primarias generales, pero NO cuentan con los textos arriba mencionados, es decir, que aun siendo escuelas “bilingües”, no se les hacen llegar los materiales en diidxazá y tampoco información sobre los libros existentes en este idioma. Tanto directivos como docentes desconocen cuáles son las razones por las que no se les facilitan estos materiales, aún cuando los tirajes de los libros citados son altos (arriba de 60 mil ejemplares) en relación con la población escolar que podría leerlos en diidxazá. Ante esta situación, que ni la Dirección General de Educación Indígena (DGEI), ni el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEEPO), les hacen llegar los materiales publicados en diidxazá-español, estuve preguntando con qué textos trabajan cuando tienen que ver aspectos de lengua y particularmente de literatura regional. Frente a estas preguntas encontré la respuesta de que los maestros de estas escuelas primarias bilingües trabajan con los niños de dos maneras: 1.- Recurriendo a la bibliografía existente en la localidad, es decir, textos de escritores binnizá que han publicado por diversos medios, tanto en su versión en diidxazá como en español y cuyos materiales son de fácil acceso por encontrarse en internet, en periódicos locales, revistas regionales o libros donados a las bibliotecas de la localidad o adquiridos por los propios maestros.

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La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO Los autores de mayor recurrencia son: Gabriel López Chiñas, Pancho Nácar, Macario Matus y Enedino Jiménez, aunque también usan textos de otros autores más contemporáneos como Víctor Terán, Natalia Toledo, Irma Pineda y Víctor Cata. 2.- Solicitan a los niños que indaguen sobre historias de tradición oral, de tal forma que son los mismos niños quienes transcriben o recrean estas historias, formando así su propio material de lectura bilingüe. Lo anterior nos deja testimonio de la diferenciación que sigue prevaleciendo en el sistema educativo, ya que por un lado nos encontramos con la escasez de títulos publicados en diidxazá o zapoteco, y por otro lado, la deficiente distribución que de éstos se hace; por lo que el trabajo de los docentes para fomentar, reforzar o desarrollar la lengua indígena se dificulta, quedando solamente en dependencia de la voluntad individual del maestro frente al grupo y de su inventiva y creatividad. Estos aspectos a los que se enfrentan los docentes de las primarias bilingües en Juchitán, seguramente se dan en muchas otras regiones, en las cuales la población indígena, a pesar de los discursos oficiales y los avances legislativos en materia de derechos y culturas indígenas, sigue siendo marginada frente al avance de las prioridades del mercado económico, donde la diversidad cultural parece estorbar. Esto se nota cada día más en la región del istmo oaxaqueño, con la entrada de nuevos proyectos económicos, que aprovechan a la población como mano de obra barata, los conocimientos ancestrales como fuente de explotación económica y los recursos naturales para beneficio de grandes empresas. Los binnizá y la educación indígena La cultura binnizá en la región del istmo, está en constante contacto e intercambio con otras culturas como la ikoot, la chontal, la zoque, la mixe, además de la hispanohablante, que incluye no sólo a otros mexicanos, sino a españoles que cada día hacen mayor presencia en la región debido a los proyectos de generación de energía eólica. En este marco nos encontramos con que en la cultura binnizá, al igual que la mayoría de las culturas indígenas de México, vive en permanente tensión con la cultura hispánica-dominante, que ha usado la escuela para estandarizar a la 306

DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México población y lograr el control de los individuos con el fin de “continuar con un sistema económico-político-social basado en el capitalismo” (Guerrero: 2008), mientras que los binnizá recurren a diferentes herramientas de resistencia y persistencia, que van de la movilización social a la producción de literatura en su propio idioma, el diidxazá. En este sentido retomo el planteamiento de Gabriela Coronado Suzan (1993) sobre que “la persistencia de ciertas particularidades lingüísticas y culturales puede concebirse como la respuesta que han dado los llamados grupos étnicos a lo largo de su proceso de desarrollo para reproducir su particularidad, frente al intento sistemático de la colectividad dominante por imponer, de diversas maneras, su propia lengua, el español, su cultura y su hegemonía económica y política.” La literatura producida por los Binnizá de Juchitán cuenta actualmente con un amplio reconocimiento local y exterior, hay un uso cotidiano de esta literatura entre la población, así como en las instituciones educativas (específicamente del sistema indígena), tanto en las ceremonias, concursos, eventos especiales y trabajo en el aula, lo cual responde por un lado al cumplimiento de los programas de educación indígena que requiere trabajar algunas actividades en lengua materna y por otro lado, dadas las características propias del magisterio oaxaqueño, a la situación que señala Raquel Toral (2008), donde los docentes fluctúan entre lo científico, es decir el control y la evaluación cuantitativa, “y la aspiración de la construcción de una sociedad de sujetos sociales libres, constructora de valores…” Sin embargo, es importante mencionar que a la par del crecimiento y trascendencia literarios, hay una disminución en el número de hablantes del idioma local, como resultado de una larga historia de discriminación en la que la escuela ha desempeñado el papel de represora de los idiomas maternos y de transmisora de la ideología dominante, donde lo que sea indígena se desvaloriza. Aunque los métodos de dominio se han diversificado, ya no se recurre sólo al derramamiento de sangre y la violenta imposición, ahora nos encontramos con procesos sutiles que tienen que ver con un aparente reconocimiento de lo “otro”, que en realidad busca neutralizarlo y vaciarlo de su significado efectivo, lo que Catherine Walsh (2009) nos lleva a reconocer como la interculturalidad 307

La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO funcional, la simulación de “una inclusión que permite reducir conflictos étnicos e incrementar la eficiencia económica de la acción estatal”. Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en el sistema de educación dirigida hacia las poblaciones originarias. Tan sólo en el último siglo hemos transitado por: -

La castellanización compulsiva, que denostaba el uso de las lenguas originarias y prohibía su uso en la escuela, por considerarlas atrasadas, carentes de valor y señal de resistencia a la integración nacional.

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La educación indígena que va desde la alfabetización en lenguas indígenas para la castellanización, hasta la toma de conciencia de los maestros bilingües que proponen la educación bilingüe bicultural, para el desarrollo equilibrado de las dos lenguas y el conocimiento de la cultura indígena a la par de la nacional.

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La educación intercultural bilingüe que propone “el reconocimiento de la diversidad cultural y la necesidad de propiciar desde la escuela, el diálogo de saberes, de lenguas, de valores y de las distintas visiones del mundo para el fortalecimiento de la identidad individual y colectiva de los pueblos indígenas, así como de la sociedad nacional en su conjunto.” (SEP, 2004:13)

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Y más recientemente la política educativa que propone la educación en y para la diversidad, con un enfoque intercultural para todos los habitantes del territorio mexicano e intercultural bilingüe para las regiones multiculturales del país.

Si bien el sistema educativo bilingüe se creó como “respuesta” a las demandas de la población indígena, encabezada por maestros bilingües que exigían una educación en sus propios idiomas y más recientemente se habla de educación intercultural bilingüe, como si la inclusión del término resolviera añejos conflictos, cuando en la realidad vemos que los contenidos educativos no contemplan la enseñanza en las lenguas maternas, sino solamente algunas actividades de lecto-escritura. Esto nos deja claro que el sistema dominante solo respondió para simular la inclusión y neutralizar posibles conflictos con la población indígena.

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DE LA ORALIDAD A LA PALABRA ESCRITA Estudios sobre el rescate de las voces originarias en el Sur de México Frente a esta dinámica de conflicto, la literatura se puede establecer no sólo como guardiana de la memoria colectiva o restauradora del lenguaje (con la recuperación de arcaísmos y creación de neologismos), sino también como la comunicadora de la cultura, tanto al interior como al exterior del grupo. Aquí retomo la postura de Víctor de la Cruz (1993) cuando señala que “si la tarea de la literatura consiste en preservar la memoria del grupo y recrear sus formas de vida en tiempos de relativa estabilidad social, en época de crisis la literatura creada por miembros de grupos étnicos en peligro desempeña un papel todavía más importante y útil en dos ámbitos: el lingüístico y el ideológico” Estamos en una época de crisis, económica, ideológica, política, donde la cultura local, la binnizá y su lengua, el diidxazá se ven mermados frente a la cultura impuesta por el sistema económico, y es en este momento donde la literatura en la lengua local aporta elementos que puede contribuir al fortalecimiento y persistencia de la cultura binnizá, a través de su difusión en la redes de comunicación comunitarias, como las radios, altavoces, hojas volantes, lecturas púbicas, publicaciones en los periódicos, revistas y libros, además del uso constante que se le puede dar en la escuela. Esta propagación de la lengua a través de la literatura hace posible un posicionamiento de la misma, ya que a ubica en el mismo plano que otras lenguas como el español, con lo que la población binnizá, al reconocer su lengua en un espacio público, reconoce también su identidad y su cultura, lo que nos da esperanzas para revertir el largo proceso de exclusión de las lenguas indígenas. La literatura en el contexto de los binnizá, puede seguir aportando en la transmisión de los elementos culturales hacia los niños, y también puede reforzarse como una forma de resistencia, como un medio que recurre a la producción de sentido y al lenguaje estético para contarnos su historia, su filosofía, su sentir y su pensar, también como una forma de negarle al extranjero, al dxu’ y huada’1 el conocimiento y plagio de esa historia, sentimientos e ideas. Dxu’ y huada’ (vocablos en diidxazá) son los términos usados por los binnizá para referirse a los forasteros, los extranjeros, los no pertenecientes a su cultura. La palabra Dxu’ que se usa para designar al hombre se considera un derivado de la palabra Jesús (Cristo) y Huada’, que designa a la 1

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La literatura de los Binnizá, zapotecas del Istmo Irma PINEDA SANTIAGO Bibliografía CAMPBEL, Howard. (University Wisconsin-Madison) 1993, “Juchitán: la política de resurgimiento cultural en una comunidad zapoteca del istmo”, en periódico Tobi ne Tobi, 2ª quincena de mayo, Juchitán, Oaxaca, México. CHAPELA, Luz María (2001): Nuestras Identidades. Instituto Nacional Indigenista, México. 1. CORONADO Suzan, Gabriela (1993). “La literatura indígena: una mirada desde fuera”, en Situación Actual y perspectivas de la literatura en lenguas indígenas, CONACULTA, México. DE LA CRUZ, Víctor (1983). La flor de la palabra. Ed. Premiá, México. DE LA CRUZ, Víctor (1993) “Literatura indígena: el caso de los zapotecos del Istmo”, en Situación actual y perspectivas de la literatura en lenguas indígenas, CONACULTA, México. GUERRERO, Guadalupe (2008): Reformas educativas, discursos, prácticas y subjetividades. Ed. Fundapeducación. Querétaro, México. MATUS, Macario (1997). Escritor juchiteco. Entrevista. SEP (2004): Políticas y fundamentos de la educación intercultural bilingüe en México. Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe, México. TORAL, Raquel (2006): Investigación y Conocimiento. Ed. Undapeducación. Querétaro, México. WALSH, Catherine (2009): Temas de interculturalidad Crítica. Ed. Universidad de la Tierra, SCLC, Chiapas.

mujer, se considera derivado del nombre de Guadalupe (La Virgen de), quienes para la religión zapoteca son elementos ajenos, impuestos, no pertenecientes a su cultura, no aceptados totalmente.

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