La prensa escrita y sus periodistas

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La prensa escrita y sus periodistas Primeros 25 años de periodismo en Florida José Monti

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Agradezco a Stella el tiempo y la paciencia puesta en las múltipes correcciones de este libro.

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José Monti es médico cirujano y oncólogo. Matiza sus responsabilidades profesionales y los deberes familiares, con una metódica y animosa pasión por hurgar en los anaqueles de bibliotecas y hemerotecas públicas y privadas. Esta pasión le llevó a publicar “Juegos y Deportes. Florida 1880 – 1920” (Colección Florida Nuestra 2003), fruto del esfuerzo del Grupo Identidad, un grupo de lugareños con quienes comparte el gusto por la historia de su Florida natal.

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© 2009 José Daniel Monti Aguzzi



Ediciones 25 de Agosto

Diario EL HERALDO S.A. Independencia 827 94000 Florida - ROU [email protected]

▓ Diseño de portada: Pablo Cortazzo ▓ Impreso en Talleres Gráficos de Servicolor S.R.L. Independencia 821 94000 Florida - ROU www.servicolor.com.uy

▓ Depósito legal Nº:

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La prensa escrita y sus periodistas Primeros 25 años de periodismo en Florida José Monti

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Prólogo Emitir una opinión supone estar dispuesto a tolerar la controversia y a defender la posición con argumentos. La palabra escrita fue la única perdurable e inalterable hasta bien entrado el siglo XX en que aparecieron métodos de preservación de la voz (grabaciones). A pesar de los adelantos técnicos la misma sigue teniendo vigencia universal. Cuando se opina, e incluso cuando se informa, se está creando la posibilidad de dos potenciales oponentes: los contemporáneos que lucharán con nuestras mismas armas, con los mismos parámetros culturales, sociales, económicos, etc. y las futuras generaciones que no podrán juzgarnos con la mirada de la época en que nos tocó vivir, pero que tendrán un aliado difícil de vencer, el paso del tiempo. La controversia con los primeros podrá hacernos ver que nuestro pensamiento es equivocado pero éste mantendrá parte de su valor si está basado en fundamentos lógicos. Sin embargo, la lucha con las futuras generaciones es sumamente desigual. Quienes hoy escribimos tenemos enormes ventajas cuando juzgamos lo hecho por quienes nos precedieron, el tiempo juega a nuestro favor. Este, se torna en desventaja si alguien nos lee dentro de algunos años. Quien escribe, aunque lo haga con claros fundamentos, puede caer en el ridículo si es mirado en el futuro con patrones culturales y escalas de valores de otros tiempos. El más liberal de los liberales del siglo XIX sería conservador en esta época. Famosos científicos de siglos anteriores tal vez supieran menos de ciencias que liceales de nuestro tiempo. Así también en las disciplinas sociales. Creemos que el que escribe realiza un acto de valentía al exponerse a la opinión en contrario de sus contemporáneos y, más riesgoso aun, a ese rival que no sabemos que forma tomará y del cual no podremos defendernos, el paso del tiempo. 9

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Es por esto que tendremos, y pedimos al lector que nos acompañe en este sentido, una mirada benevolente hacia quienes hayan escrito su pensamiento en materia política, social, moral, religiosa etc. con sólidos fundamentos y sin intereses deshonestos aunque la historia no les haya dado la razón. Bajo el título de “La Prensa escrita y sus periodistas” trataremos, en lo posible en forma cronológica, acerca de los primeros 25 años de la prensa en Florida. Veremos sus características, su formato, tamaño, número de páginas etc. e intentaremos dar un panorama de sus opiniones. Acompañaremos esto con información de los hechos históricos, locales y departamentales, a los cuales hacen referencia los periódicos. Agregaremos además algunas biografías de periodistas aquí nombrados o relatos de hechos o anécdotas que vengan al caso. Tomamos como fuente de información los originales de periódicos, diarios y revistas, consultados en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca Municipal de Florida. Complementaremos con publicaciones o comunicaciones las cuales figurarán como bibliografía. Este trabajo tiene como antecedente más importante la investigación hecha años atrás por Eduardo Díaz Maubrigade, publicada en parte por el diario El Heraldo. Después de su temprano fallecimiento, el maestro Carlos Martínez Latorraca escribió una semblanza que incluimos aquí. José Monti ◘◘◘◘◘

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Prólogo del Editor El Heraldo celebra 90 años de su fundación. El 3 de febrero de 1919, fruto del “aluvión y sedimentación” del pensamiento político y social del Batllismo nació el diario de Florida, cuyo compromiso con el departamento se ha mantenido intacto por nueve décadas. Don Andrés Martínez Trueba (presidente de la República desde el 1º de marzo de 1951), Juan Francisco Guichón (Ministro del Interior y representante de Uruguay en la creación de la ONU), Carlos T. Gamba, José Luis Rodríguez, C. Orestes Scotti y Modesto Etchepare formaron parte de ese grupo pionero, a quienes el 16 de agosto de 1922 se sumó Don Alberto Riva González. Fue Don Alberto quien logró la consolidación empresarial de El Heraldo una vez que aquellos combativos jóvenes emprendieron el derrotero político que los llevó a ocupar encumbradas posiciones en el Partido Colorado y en el gobierno del país. Por 45 años (hasta el mismo día de su muerte en 1967) Don Alberto lideró la transformación de El Heraldo en un diario independiente, erigiéndose en maestro de una generación de periodistas, hechos en la fragua del periodismo ideológico, crítico y combativo. El 2 de marzo de 1955 asumió la dirección responsable el joven Alberto Riva Buglio y se inicia allí el proceso de reconversión tecnológica y periodística más profundo de estos 90 años. Habiendo abrevado en la escuela de aquella casta de batllistas, formado junto a su padre, Riva Buglio asumió los riesgos de convertir a El Heraldo en un diario moderno y adecuado a los nuevos tiempos. Y así hasta su muerte, el 8 de abril de 1999, y a poco de cumplir 50 años en El Heraldo, Riva Buglio fue artífice del diario que hoy día es. Fue él quien recogiendo una definición de Juan Francisco Guichón, quien cambió el viejo lema “Por el Batllismo hacia la Democracia Integral” por el actual: “Por la Defensa de la Dignidad Humana”. Daba así por terminada

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una época e iniciada otra, cediendo el paso a una nueva –la tercera- generación de periodistas y empresarios del periodismo. Cuando nació El Heraldo la historia de periodismo en Florida tenía apenas 40 años. De los 130 años que reúne ahora, 90 han pasado por las páginas de El Heraldo. Por aquellos hombres movidos por las ideas, las pasiones y las cajas de tipos móviles es que hoy celebramos nuestros primeros 90 con la edición de “La prensa escrita y sus periodistas”, un esfuerzo honesto del Dr. José Monti por comunicarnos con aquellos hombres y con el tiempo político y social que contribuyeron a modelar. Un esfuerzo minucioso y desinteresado por rescatar de los anaqueles del olvido los ideales, los sueños, los desvelos y las convicciones filosóficas y políticas de los primeros arrojados que Florida tuvo, en el difícil ejercicio de la libertad de prensa. Álvaro Riva Rey ◘◘◘◘◘

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Eduardo Díaz Maubrigade Mtro. Carlos Martínez Latorraca

Eduardo Díaz Maubrigade había nacido, hace más de 40 años en Casupá. Allí hizo la escuela primaria y el Liceo. Estudió Magisterio en San Ramón y ahí recibió la influencia positiva de Vázquez Romero, Luis Gómez, Jaime Pedregosa. Ejerció en Nico Pérez donde conoció a Susana con la que iba a formar una hermosa familia. Fue a Cerro Colorado como Maestro efectivo y además fue Profesor de Historia, honorario, en el naciente Liceo. De allí lo arrancó la destitución. Antes, en Nico Pérez, sufrió la ignominia de la detención y de la tortura. Es que a esa fecha ya había hecho opción por la Libertad, la Justicia Social y la Solidaridad Social. Y eso era muy peligroso para los palurdos autoritarios de la época. Se instala en Florida buscando nuevos horizontes, tratando de subsistir con dignidad, y es vendedor de ferretería; construye jaulas para pájaros que luego vende; se prepara para dar concurso en la Cooperativa de Ahorro y Crédito e ingresa como bancario. Fue un gremialista de lujo, tanto como maestro como bancario. Siempre estuvo en primera fila en la militancia y organización de sus gremios – ADEMU y AEBU. Había hecho una opción política hace más de 20 años, y fue el creador del grupo socialista de Casupá, así como del Frente Amplio en años muy difíciles. En Florida trató de insertarse en los más diversos ámbitos, fundamentalmente en el cultural. Junto con Wilson Monti, Alberto Cruz, Mario Chenlo, Pepe Cosentino, Héctor René Rubio y otros creó el Centro de Estudios Históricos y Geográficos de Florida, intento serio de búsqueda de las raíces de nuestro pueblo. Se perfiló como el más enjundioso y al mismo tiempo el más humilde investigador del Grupo. Con un rigor científico excepcional y una pacien13

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cia extraordinaria abordó diversidad de proyectos. Esta experiencia lo lleva a “El Heraldo” y en el diario de Florida tiene la oportunidad de hurgar en la memoria de la ciudad. La Educación, el Movimiento Obrero, la Industria, el Comercio, la Música, el Deporte, la Cultura estaban en sus apuntes y en sus proyectos. Eduardo era sin lugar a ninguna duda el más importante investigador histórico que teníamos en Florida, el más riguroso y el más sistemático. Su desaparición es una verdadera tragedia para el campo de la cultura. Todavía no es posible tener conciencia de lo que realmente representaba Eduardo en el quehacer cultural del Departamento y el país, pues su humildad y su modestia era parte importante de su generosa entrega cotidiana en el rescate de nuestro pasado. Florida ha perdido a su investigador. Eduardo Díaz Maubrigade seguirá viviendo en los que retomen su tarea y en los que lo conocimos y pudimos apreciar sus solidarios valores. Carlos Martínez Latorraca Floridablanca, Diciembre 3 de 1991 ◘◘◘◘◘

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Contexto histórico Hemos creído imprescindible ubicar al lector en el contexto histórico nacional en el que aparecerán, se desarrollarán y desaparecerán los órganos de prensa que citaremos en este trabajo. El Dr. Hilario Castro Trezza nos ilustra sobre los distintos períodos de nuestra historia política y nos nombra a los más destacados personajes de cada uno de ellos. Esto nos ayudará a comprender mejor la situación política de nuestro país y la relación de los medios de prensa con los partidos y sectores de la época. Aunque la mayoría de los periódicos dijeron ser independientes muy pocos lo fueron. La política partidaria fue el gran motivo para llevar adelante órganos de prensa que proclamaban los proyectos de gobierno de cada uno de los sectores partidarios. El Dr. Castro Trezza creyó conveniente comenzar esta reseña histórica desde 1868, 11 años antes de la aparición del primer periódico editado en Florida.

Uruguay: 1868-1904 El exclusivismo El Gral. Lorenzo Batlle, ex Ministro de Guerra del Gral. Venancio Flores, fue electo Presidente de la República en 1868 y llevó a cabo una política de partido que excluyó a los blancos de todo espacio de representación en el Estado, la respuesta fue la denominada “Revolución de las Lanzas” acaudillada por Timoteo Aparicio quien comenzó su sublevación el 5 de marzo de 1870 y culminó con el acuerdo de paz de 6 de abril de 1872, bajo la Presidencia Provisoria de Tomás Gomensoro. 15

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La coparticipación Los blancos consiguieron que se le asignaran cuatro jefaturas políticas: Florida, San José, Cerro Largo y Canelones, esto los habilitó a acceder al Parlamento dado que conforme a la Constitución de 1830 cada Departamento elegía un senador y los diputados correspondientes, era el reconocimiento de la injerencia de los Jefes Políticos en el proceso electoral el cual obviamente estaba totalmente viciado.

Consecuencias políticas de la paz La euforia de la paz trajo consigo el renacer de la actividad política y periodística, se funda el Partido Radical en mayo de 1872 bajo la ideología liberal y con el propósito de superar las querellas y odios suscitados por las divisas blancas y coloradas, a su frente estarán José Pedro Varela y Carlos María Ramírez. En 1872 con la creación del Club Nacional surge el Partido Nacional con Agustín de Vedia y Francisco Lavandeira que habían acompañado en la revolución a Timoteo Aparicio pero que ahora aspiraban a formar una colectividad que superara a los tradicionalismos que estaban ligados al caudillaje. El Club Liberal congregó a los liberales colorados con Julio Herrera y Obes y José Pedro Ramírez. Para las elecciones de 1872 en las que se abstiene el Partido Radical resultan electos principistas blancos y colorados.

Principistas y candomberos Entre los principistas hay un gran consenso en cuanto a la defensa del liberalismo. Vamos a ver en el último tercio del siglo XIX y principios del XX una migración de dirigentes de unas a otras colectividades. El caudillaje y quienes los acompañaban fueron motejados de “candomberos” por Juan Carlos Gómez. De la Asamblea General electa en 1872 y luego de extenuantes negociaciones surge la nominación de José Ellauri para la Presidencia de la República a la cual accede el 1 de marzo de 1873. 16

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Las Cámaras -calificadas de “bizantinas” por Luis Melián Lafinur- y el Presidente embarcados en el principismo chocaban con los caudillos “candomberos”, el 1 de enero de 1875 en el acto de elección de Alcalde Ordinario de Montevideo los principistas nacionalistas, colorados y radicales postulan la candidatura de José Pedro Varela, en cambio los “candomberos” la de Isaac de Tezanos, en la lucha fratricida cae muerto el nacionalista Francisco Lavandeira.

El Ejército se pronuncia Ante la compleja situación de hecho el ejército a cargo del Cnel. Lorenzo Latorre se pronuncia corporativamente, Ellauri se asila y asume el Poder Ejecutivo el Presidente del Senado Pedro Varela -quien ya había ejercido en ese carácter entre los gobiernos de Flores y Batlle- las Cámaras seguirán funcionando pero los legisladores principistas que habían dejado de concurrir a las sesiones son declarados cesantes -al igual que los “vicentinos” durante el gobierno de Berro y los “cursistas” durante el de Batlle. Los principistas son desterrados en la legendaria barca “Puig”, cuya peripecia fue narrada con más ficción que realidad por Agustín de Vedia y de regreso preparan la “Revolución Tricolor” en alusión al carácter suprapartidario de la acción. Son completamente derrotados por el Cnel. Latorre Ministro de Guerra de Pedro Varela. Con este hecho de armas culminaba lo que los principistas inspirándose en Víctor Hugo denominaron “el año terrible”.

El entendimiento de Florida Es digno de destacar que todo este proceso que culminará con el acceso de los militares al Poder contó con el apoyo del caudillo blanco Timoteo Aparicio por acta de entendimiento, donde se respetarían las cuatro jefaturas políticas para los blancos, que se labró en Florida el 20 de enero de 1875. Timoteo Aparicio en carta que en su oportunidad le envía al Gral. Máximo Santos cuando éste ocupaba la Presidencia le dice que no es ni principista ni nacionalista sino blanco.

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Consolidación del Estado nacional En febrero de 1876 Latorre se manifiesta opuesto a la política financiera de Varela y éste se asila, aquél se hace cargo del Poder Ejecutivo en calidad de Gobernador Provisorio al igual que lo desempeñó Flores entre febrero de 1865 y febrero de 1868. Latorre provenía del coloradismo -luchó en la guerra del Paraguay y en filas gubernistas durante la revolución de Timoteo Aparicio- pero durante su gestión no se llevó a cabo política de partido, sus objetivos fueron la pacificación del país, el saneamiento financiero y la modernización del estado, para ello contó con el apoyo de los estancieros agrupados en la naciente Asociación Rural, los comerciantes, la Iglesia, sus camaradas de armas, los blancos liderados por Timoteo Aparicio, un grupo de veintinueve notables que apoyaron la prórroga de su mandato entre quienes estaban destacados masones como Lorenzo Batlle, Manuel Herrera y Obes y Juan José de Herrera y el pueblo liso y llano. Tuvo la oposición acérrima tan sólo de los liberales ortodoxos como Prudencio Vázquez y Vega, José Batlle y Ordóñez, Eduardo Acevedo Díaz y José Pedro Ramírez entre otros. Durante su gobierno las libertades fueron severamente limitadas pero no más que en el período florista, el estado se consolidó, la administración se modernizó y la estructura jurídica se perfeccionó. La colaboración de José Pedro Varela en la reforma escolar que culminó en 1877 con el decreto ley de educación común fue un aporte trascendental, pero ello no fue comprendido por los principistas que catalogaron a Varela de tránsfuga. En 1878 se estatiza el registro de estado civil mojón importante en el proceso de secularización. En dicho año Juan Manuel Blanes frente a Latorre y sus Ministros entre los que estaba José María Montero, descubre su gran obra pictórica “El desembarco de los 33 Orientales”, la masonería había logrado un objetivo trascendental que pocos percibieron. En 1878 se llevaron a cabo elecciones y la Asamblea General electa en aquellos comicios eligió a Latorre Presidente de la República quien asume el 1 de marzo de 1879. En ese año se inaugura en Florida el Monumento a la Independencia Nacional al que se opone por razones políticas José Batlle y Ordóñez y 18

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por motivos históricos Juan Carlos Gómez en memorable carta a Alejandro Magariños. En el acto Juan Zorrilla de San Martín da a conocer “La Leyenda Patria”, también se destaca el formidable discurso de Ángel Floro Costa durante el cual le replica a Juan Carlos Gómez; con el paso de los años se retractaría. La masonería con esta obra conquistaría una meta que pocos comprendieron. Los debates entre católicos abroquelados en el Club Católico (1880) y el diario “El Bien Público” (1878) con Juan Zorrilla de San Martín y Francisco Dura y los espiritualistas racionalistas atrincherados desde El Ateneo (1877) y el diario “La Razón” (1878) con Daniel Muñoz, que luego sería jefe político de Florida, y Prudencio Vázquez y Vega, se hacen intensos. Latorre renuncia el 13 de enero de 1880 asumiendo el Poder Ejecutivo el Presidente del Senado Francisco Antonio Vidal -quien fuera gobernador delegado de Flores durante la guerra del Paraguay- hasta el 28 de febrero de 1882, ya la influencia del Ministro de Guerra Máximo Santos era incuestionable, luego de las elecciones parciales de legisladores de 1881, la Asamblea General desestima la culminación del período constitucional -faltaba un añoy es electo Máximo Santos Presidente a partir del 1 de marzo de 1882.

El peculiar Período Santista Concluido el cuatrieño es electo Antonio María Vidal. Este asume el 1 de marzo de 1886, pero el Gral. Santos no se contenta con esperar cuatro años para retornar a la Presidencia, el proyecto continuista ya estaba en marcha, en 1885 por ley se había establecido que los generales si no estaban al mando de tropa podían ser electos legisladores, en diciembre de 1885 se crea el Departamento de Flores, Santos luego sería elegido senador por dicho departamento. Incorporado a la cámara su presidente Javier Laviña renunciaría y Santos sería electo Presidente del Senado, el 24 de mayo de 1886 Vidal renuncia y el Gral. Máximo Santos se convierte en Presidente del Senado en ejercicio del Poder Ejecutivo. Durante el período santista continúa el proceso de consolidación y modernización del estado, en 1885 se sanciona la ley de matrimonio civil obligatorio con lo cual se agudizan los conflictos con la Iglesia Católica, Alfredo Vázquez 19

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Acevedo reforma la Universidad sobre bases positivistas. Devuelve los trofeos y condona la deuda de guerra al Paraguay lo cual lo hace acreedor de los máximos reconocimientos por parte de la república hermana. Reivindica la figura de Artigas, los críticos del Protector son relegados, es separado de su cátedra universitaria Luis Destéffanis y las obras de Francisco Berra eliminadas por resolución del Ministro Carlos de Castro -quien fuera el Canciller del Gral. Flores- de la enseñanza Primaria. En 1881 el Fiscal de Hacienda Ángel Floro Costa es cesado por poner en duda la viabilidad del Uruguay como país independiente. Si bien tributa grandes homenajes a prohombres del coloradismo como Rivera, Suárez o Flores también lo hace con Leandro Gómez. La masonería lo apoya, sus ministros Manuel Herrera y Obes, José Ladislao Terra y Carlos de Castro pertenecen a la hermandad pero él nunca es admitido en la Orden. Santos, a diferencia de Latorre, hace política de partido al grado que crea el Gran Partido Colorado, y la ostentación y el boato en su gestión contrastan con la austeridad del gobierno latorrista.

El fin del receso político Luego del receso político forzoso surge el Partido Constitucional con José Pedro Ramírez y Aureliano Rodríguez Larreta, su vocero será “El Plata” (1880), se reorganiza el Partido Colorado Liberal con Julio Herrera y Obes y su órgano de expresión será “El Heraldo” (1881) y resurge el Partido Nacional con Agustín de Vedia y Duvinioso Terra con el diario “La Democracia” (1880). En marzo de 1886 durante la Presidencia de Vidal se produce la “Revolución del Quebracho” que al igual que la “Tricolor” es un movimiento suprapartidario, del que participan entre otros muchos los que serían Presidentes de la República: José Batlle y Ordóñez, Claudio Williman y Juan Campisteguy, también lo hace Rufino T. Domínguez quien luego sería jefe político de Florida. Son derrotados por el ejército gubernista al mando del Ministro de Guerra Máximo Tajes, se les perdona la vida por expreso telegrama del Gral. Máximo Santos quien luego les dará la libertad. 20

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En junio de 1886 el colorado liberal José Batlle y Ordóñez funda el diario “El Día”. La Asamblea General le concede a Santos el grado de Capitán General y lo declara benemérito de la patria, Latorre vencedor de la “Revolución Tricolor” rechaza en dos ocasiones el ascenso parlamentario a Coronel Mayor primero y luego a General. El 17 de agosto de 1886 el subteniente Ortiz le pega un balazo en el rostro a Santos ocasionándole heridas de gravedad.

La conciliación política Se impide por ley opinar de política a los extranjeros por medio de la prensa, esto determina que renuncien sus ministros, entonces Santos se acerca a la oposición, transa con ella y forma el primer ministerio de la conciliación con José Pedro Ramírez, Juan Carlos Blanco y Aureliano Rodríguez Larreta. El 18 de noviembre Santos renuncia aduciendo problemas de salud consecuencia del brutal atentado y la Asamblea General designa al Gral. Máximo Tajes Presidente de la República para completar el cuatrieño iniciado por Vidal. Tajes conforma el segundo ministerio de la conciliación con Julio Herrera y Obes, Duvimioso Terra y Domingo Mendilarzu, el Cnel. Pedro de León ocupa la Cartera de Guerra. La conciliación tiene la franca oposición de Domingo Aramburú quien califica de posibilistas a los liberales que participan de ella. Se procede sobre fin de año a desmontar el aparato santista disolviendo el quinto de cazadores, la escolta presidencial y el relevo de los jefes adictos al ex primer mandatario.

La civilidad colectivista El 1 de marzo de 1890 asume la Presidencia Julio Herrera y Obes -quien fuera secretario de Flores en la Guerra del Paraguay y uno de los desterrados en la barca “Puig”-, su gobierno se caracteriza por la “influencia directriz” en el proceso electoral. El Partido Nacional se reorganiza bajo la 21

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presidencia de Juan José de Herrera, otro sector nacionalista, el de Martín Aguirre, colabora con el gobierno al que se denomina “colectivista”. José Batlle y Ordóñez fustiga desde las páginas de “El Día” la gestión gubernamental. Las elecciones de 1893 son un desastre cívico, del 1 al 21 de marzo de 1894 hubo 29 votaciones para elegir Presidente -durante dicho período ocupa el cargo el presidente del senado Duncan Stewart- finalmente es electo Juan Idiarte Borda perteneciente al colectivismo.

La guerra y la paz con coparticipación En 1896-1897 se levanta en armas Aparicio Saravia con la pluma de Eduardo Acevedo Díaz desde “El Nacional”, el 25 de agosto de 1897 es asesinado por Arredondo el Presidente Idiarte Borda. Asume Juan Lindolfo Cuestas -quien fuera ministro de Vidal y Santos-, el 18 de setiembre de 1897 se acuerda la paz en la localidad de “La Cruz” Departamento de Florida, como consecuencia de ello se le conceden al Partido Nacional seis Jefaturas políticas: Rivera, Treinta y Tres, Maldonado, Cerro Largo, Flores y San José, debemos recordar que el número de departamentos desde 1872 había aumentado, en 1880 se crearon Río Negro y Rocha, en 1884 Treinta y Tres, Artigas y Rivera y en 1885 Flores. Cuestas se separa del “colectivismo” y con el apoyo de colorados, nacionalistas y constitucionalistas da un golpe de estado el 10 de febrero de 1898 e instituye un Consejo de Estado con participación de representantes de los citados partidos. Son desterrados Julio Herrera y Obes y Martín Aguirre. José Batlle y Ordóñez que apoya el golpe de estado como forma de terminar con un parlamento fruto del fraude electoral tiene una intensa polémica al respecto con Carlos María Ramírez.

El acuerdo de los partidos El Consejo de Estado reforma la legislación electoral y consagra el principio de representación de las minorías. Para las elecciones de 1898 se forman listas mixtas. El 15 de febrero de 1899 ocupa la Presidencia el senador Batlle y Or22

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dóñez y el 1 de marzo de 1899 la asume por cuatro años Juan Lindolfo Cuestas.

Ultramontanos y Jacobinos Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX surgen intensas polémicas entre los católicos desde “El Bien Público”, los Círculos y Clubes Católicos y los liberales que se reflejan en la Unión Liberal, el Club Liberal “Francisco Bilbao” y los periódicos “El Intransigente”, “La Antorcha” y “El Liberal”. El ambiente se prepara para la formidable polémica periodística entre Pedro Díaz y José Enrique Rodó que se dará en 1906.

La guerra y el fin de la coparticipación El 1 de marzo de 1903 asume la Presidencia de la República José Batlle y Ordóñez, había sido electo por la Asamblea General luego de un trabajoso acuerdo dentro del Partido Colorado y con ocho votos nacionalistas de Eduardo Acevedo Díaz denominados “calepinos” ello determinó que el Directorio nacionalista los suspendiera. Batlle designa a cuatro jefes políticos que responden al Directorio y dos al grupo de Acevedo Díaz lo que determina el levantamiento de Saravia, se llega al acuerdo de Nico Pérez el 22 de marzo donde se establece que cinco jefaturas políticas se designarán con acuerdo del Directorio y una la de San José la nominaba el Poder Ejecutivo de entre nacionalistas que hubieran apoyado la revolución de 1897 -clara alusión al sector de Acevedo Díaz -. El Ministro de Guerra de Batlle será el Gral. Eduardo Vázquez -que también había sido en esa misma cartera de Latorre- y que fue jefe político de Florida. El incidente fronterizo en Rivera y la negativa del gobierno de retirar las tropas de dicho departamento desencadena la revolución de 1904, Saravia herido en Masoller el 1 de setiembre de1904 muere el día 10 de setiembre de ese mismo año. El 24 de setiembre se firma la paz de Aceguá que en los hechos significó el fin de la coparticipación forzada.

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Una comprobación histórica Como habrán advertido de 1865 a 1903 se repiten los gobernantes, la circulación de las élites en el país fue muy lenta ello fue consecuencia de que el Partido Colorado tuviera el control exclusivo del Poder Ejecutivo, luego dicho proceso se acelera notablemente no obstante que aquél Partido siguiera en el poder luego de 1904 y por cincuenta y cuatro años más. Comenzaba un tiempo nuevo, el proceso de reformas fue tan hondo que su impronta se mantiene hasta nuestros días y ello se reflejó en el periodismo. Los prestigiosos periódicos decimonónicos como “El Siglo” (1863), “La Razón” (1878), “El Bien Público” (1878), “La Tribuna Popular” (1879), “La Democracia” (1880), y “El Día”(1886) entran al siglo veinte con lúcida vehemencia y se embarcan en memorables polémicas sobre todos los temas que preocupaban y afligían al país. Hilario Castro Trezza Florida, Agosto de 2008 ◘◘◘◘◘

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Capítulo I La prensa escrita y sus periodistas 1879 – 1904 ▓ EL ESTANCIERO ▓ 1ª Época La primera publicación periodística conocida es “El Estanciero”. Tuvo dos épocas. Las trataremos por separado ya que de la primera sólo tenemos referencias bibliográficas, de otros periódicos y de “El Estanciero” mismo en su segunda época. El propietario y Director fue el ciudadano francés Emilio Hachín. Según José Alberto Dibarboure(1), este periódico habría aparecido en 1878 imprimiéndose una vez por semana, hechos con los cuales discrepamos. El Nº 46 es del 10 de marzo de 1880 y el Nº 168 del 8 de mayo de 1881. Tenemos argumentos para pensar que se editaba dos veces por semana y que salió a la calle en la segunda quincena de setiembre de 1879. Se había inaugurado hacía pocos meses el Monumento a la Independencia Nacional en nuestra principal plaza. Era Presidente de la República el Coronel Lorenzo Latorre quien renunciará el 13 de enero de 1880. La reforma llevada adelante por José Pedro Varela provocó polémicas. La Iglesia Católica, desalojada de la conducción de la educación primaria, se esforzaba en procura de volver a la situación anterior. “El Estanciero” tenía una actitud crítica hacia la Iglesia Católica y hacia las autoridades nacionales y departamentales. Sobre estas últimas dice:

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“Sacándonos la única tabla de salvación, que tenemos, el único amparo que nos queda contra las arbitrariedades de los SICARIOS DEL PODER EJECUTIVO, ya no tendrá que ocuparse de nosotros, por que entonces sin leyes ni justicia, ni derechos ni la prensa se atreverá á levantar la voz, hallándose en el caso de la escuadra entre dos puertos enemigos, sin abrigo ni refugio contra los tiros de ambos.” (De El Estanciero) El Floridense. Nº 7. 23 de diciembre de 1880. Este artículo provocó una airada respuesta de “El Floridense” Hachín era un hombre temperamental y de carácter impulsivo. Vivía, con mucha razón, temeroso de alguna agresión, tal como lo muestra esta carta dirigida al co redactor Ricardo Iturriaga Torres, aparecida en “El Floridense” como “solicitada”. AL PÚBLICO Y á mis relaciones Habiendo aparecido y circulado difusamente en esta villa una hoja suelta, suscrita por don Ricardo Iturriaga Torres y en la que se registra una carta que parece ser dirigida á este señor, firmada por el Director de El Estanciero sobre asuntos de redacción existe una posdata en la que me acusa nada menos que de instigación hacia don José María Etchébéhere para que este pegase una puñalada al último de aquellos señores, esto es, al mencionado Director don Emilio Hachín. Para constatar públicamente nuestra inocencia, transcribiré los documentos que constituyen mi indestructible vindicación. Deogracias Fossalba Florida, octubre 29 de 1880. Señor don Ricardo Iturriaga Torres Amigo don Ricardo: siempre he dicho que era malo nombrar los amigos en la gacetilla, por lo que suele traer esto. Hoy a las diez y media el individuo Etchébéhere me mandó buscar con un muchacho, bajo el nombre supuesto de González (creo que el muchacho es hijo de la viuda que vive frente a mi casa). Como yo me puse un cáustico anoche, le contesté que no podía salir, como efec26

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tivamente no puedo, y supe después por personas cuyo nombre he prometido callar, que el tal González no era otro que el Etchébéhere, que me esperaba, para pegarme una puñalada, y que viendo errado el golpe, piensa darlo esta noche, no se si solo ó con otros. Como usted comprende, no es justo que paguen justos por pecadores, y que siendo usted el redactor de la gacetilla me peguen una puñalada á mí. Así es que espero que tanto el señor Oficial 1º de la Jefatura como mi amigo don Ricardo sabrán impedir que un chusma como Etchébéhere, pues no es otra cosa, amenace mi vida. En todo caso prevengo que arreglo mi revólver, para defenderme en caso de ser agredido. Espero, pues, mi amigo don Ricardo que arregle este asunto hoy. Si tiene un momento pase luego por casa. Yo no salgo en ocho días hasta que se arregle el cáustico. (Léase miedo). Su affma S.S. y amigo. Emilio Hachín P.D. – Creo que el Etchébéhere anda por la confitería de los Fossalba, que son de los que lo impelían, á que me pegase una puñalada.... Hachín El Floridense. Nº 54. 9 de junio de 1881. El atentado se llevó a cabo por varios desconocidos el 2 de noviembre de 1881. La imprenta fue “empastelada” salvándose apenas Hachín de recibir una paliza. Hace referencia a este hecho el mismo “Estanciero”(2) en su segunda época. El 10 de enero de 1882 se reitera la agresión, esta vez con éxito. Se dio cuenta por telegrama a la Tribuna Popular el que fue recogido por el periódico montevideano L´Italia: (…) “La Tribuna Popular” publicaba anteayer de tarde el siguiente telegrama: Florida 12 de enero de 1882. Emilio Hachín a La Tribuna Popular. Montevideo. “Hace poco he sido herido gravemente en mi casa. Creo inútil decir quienes son los asesinos. Comunique la noticia a “La Razón” (…)(9) 27

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Al otro día insistía L´Italia: “… Estos son los hechos acaecidos, agravados mucho más cuando se piensa que el Señor Hachín era mal visto por la Autoridad Local; que su diario, “El Estanciero”, por ser de oposición, había sido amenazado muchas veces, y que su imprenta hace ahora dos meses fue asaltada y destruida por algunos bandidos que la policía no supo –o no quiso- encontrar. Pero esto no es todo. Resultó que después del cobarde atentado del que fue víctima el publicista Hachín, no ha habido manera de tener otras noticias de Florida, por más que se haya escrito y telegrafiado allá, pidiendo explicaciones y detalles. ¿Como se explica tan misterioso silencio?(10) Dos días más tarde se anunciaba la mejoría de Hachín y se daba el nombre del agresor. “….. Nos alegramos. En cuanto al asesino Sixto Belén, no se sabe nada; él se ha desvanecido como desaparecen todos los cobardes sicarios autores de los delitos que se van cometiendo con escandalosa y terrible frecuencia.” (11) El hecho perduró en el recuerdo durante mucho tiempo. 15 años después lo comenta “El Tiempo”(3) y luego de más de 62 años lo revive Scotti en la revista Perfil. (4). Tomaremos el primero de ellos(3). “Aniversario de un empastelamiento1. El martes, pasado mañana, es el aniversario del gran empastelamiento efectuado en la tipografía El Estanciero propiedad de don Emilio Hachín, la mejor montada en aquel tiempo existía en campaña. Como se recordará, esa noche del 2 de Noviembre, aunque en este momento no recordamos el año, una turba de individuos, disfrazados con chiripás, sombreros de ala grande, y pañuelos en la cara, armados de garrotes y de facones, a las órdenes del comisario, y guiados por una mano hábil que entendía algo de Tipografía, se dirigió á El Estanciero y derribando la puerta a barretasos, empasteló todo el establecimiento tipográfico salvando el Sr. Hachín, que era propietario del periódico, por una de aquellas grandes casualidades. 1

N. del E.: Empastelar Impr. Mezclar o barajar las letras de un molde de modo que no formen sentido, mezclar suertes o fundiciones distintas. (Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española) 28

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Este hecho vandálico conmovió hondamente la población. Algunos de aquellos empasteladores, se pasean hoy por nuestras calles, y otros se encuentran ausentes de esta Ciudad.” El Tiempo. Nº 1107. 1º de noviembre de 1896. Los artículos de prensa y los hechos son claros y muestran las angustias de una época de semi barbarie, donde las instituciones democráticas y de justicia se hacían lugar a los golpes, con idas y venidas, luchando contra los que detentaban el poder irrestricto y sin control. El poco peso político del presidente Vidal hizo que buscara respaldo en alguna figura militar. Lo encontró en su Ministro de Guerra y Marina, el por entonces Coronel Máximo Santos. Los gobiernos de estos se basaron en la fuerza, tal como había acontecido con Latorre. Sin embargo no se tuvo la misma prolijidad ni honestidad administrativa que en el período anterior. Si bien se aprobaron algunas leyes progresistas, matrimonio civil obligatorio, ley de conventos, fue un tiempo en que peligraron los avances obtenidos en épocas anteriores, por ejemplo, la reforma vareliana y la laicidad de la enseñanza. Faltarán aun muchos años, sacrificios y muertes para que se afiancen las costumbres de convivencia pacífica.

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▓ LA LINTERNA ▓ No hemos podido obtener ningún ejemplar de este periódico que creemos tuvo corta vida, probablemente entre marzo y setiembre de 1880. Según Scotti (4) dirigía esta publicación el Sr. Ramón Eguren y tenía una prédica favorable al gobierno de Vidal. Esto último puede ponerse en duda ya que comienza la frase diciendo “si la tradición no desvirtúa o exagera”. Lo que sí es claro es la fuerte polémica que mantenía con el Director de “El Estanciero” Emilio Hachín, tal como lo vemos en lo escrito por Díaz Maubrigade (5). “En el número 46 de “El Estanciero”, del 10/03/80, se dice que la imprenta de “La Linterna” fue comprada a “La Reforma”, la califica de “imprentita” e indica que sus tipos están muy gastados. Como anécdota, “El Estanciero” la desafía, por 500 pesos, a realizar 8 trabajos determinados y de gran nivel, recogiendo con esta propuesta el desafío de “La Linterna” a un concurso tipográfico. Termina diciendo “El Estanciero”, “¡vamos a ver colega, a que no alumbra los 500 morlacos a pesar de ser linterna!”(5). La segunda referencia que tomaremos es un comentario sobre Lorenzo Latorre, de paso por Florida, rumbo a Cerro Largo, pocos días después de renunciar a su cargo de Presidente de la República. “La vía del viaje concluye en Florida, la ciudad del monumento, y del certamen literario de un año atrás. Un diario local – La Linterna – informa a propósito del viajero: “El Coronel Latorre, en viaje para Cerro Largo, llegó el Sábado á esta villa; deseamos al ex- mandatario todo género de felicidades”.(6) Latorre cenó en el hotel establecido en la misma estación, pernoctó en casa de Don Manuel Tubino y al otro día agradeció las atenciones y prosiguió su camino. Para finalizar con “La Linterna” tomamos un artículo de “El Estanciero” donde polemiza sobre hechos locales.

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Falsedad de “La Linterna” Dice el citado periódico que la nota del Gefe Político sobre el envenenamiento (que no es falso por más que lo diga) ha sido adulterada por varios periódicos de mala fe y habla de circulillas y otras yerbas. Por lo que toca á “El Estanciero” diremos que falta á la verdad; pues hemos reproducido exactamente la nota del gefe, y lo prueba él mismo en su inserción que es idéntica a la nuestra. Lo único que hay es un error de imprenta y eso “La Linterna” sabe muy bien lo que es. No somos bastante tontos para adulterar una nota oficial, ni puede venir á la imaginación de ningún escritor sensato. Pero “La Linterna” no encuentra nada que echarnos en cara, inventa calumnias. En otro de sus interesantes editoriales cree avergonzarnos diciendo que hemos sido un tipógrafo competente. Sepa el célebre doctor y eminente redactor de “La Linterna” que lejos de avergonzarnos de haber sido artesano, lo tenemos á gloria pues eso prueba que lo poco que poseemos lo hemos ganado honradamente con nuestro trabajo. El Estanciero. 14 de julio de 1880. El artículo trata de perros vagabundos que fueron sacrificados en masa por personal policial. La referencia al Doctor está dirigida a Domingo Toro y Zelaya, un abogado chileno que estuvo radicado algún tiempo en Florida. Sabemos por “El Floridense” que fue propietario de una imprenta. La Linterna dejó de aparecer en setiembre de 1880 o antes. Según Scotti (4) dio paso a “El Floridense” aunque esto es discutible ya que éste no seguirá la misma línea política.

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▓ EL FLORIDENSE ▓ “Periódico comercial y noticioso, eco de los intereses generales del departamento.” Sale jueves y domingos. Apareció el 2 de diciembre de 1880 bajo la administración y dirección de Carlos Crous y la gerencia de Pablo L. Fleitas. Nada sabemos de estas dos personas salvo que Crous era francés al igual que Emilio Hachín

Encabezamiento de “El Floridense” De 39 cm. x 28,5 cm. contiene en su interior artículos de opinión, solicitadas, noticias locales, nacionales e internacionales. También, gran cantidad de avisos comerciales. En enero de 1881 dice que su tiraje es de 600 ejemplares y que con eso no satisface la demanda. En lo local pide por la construcción de un hospital, un nuevo cementerio, nuevas escuelas y mejoras en las ya existentes. Elogia la actuación del maestro Manuel Buceta. Aparecen varias noticias sobre las bandas de música y carreras de caballos. Polemiza violentamente con Emilio Hachín, director de “El Estanciero”. Defiende la actuación del Jefe Político y de Policía del departamento, don Justiniano Salvañach. Trata con mucho afecto al general Timoteo Aparicio. No tiene una prédica a favor de la Iglesia Católica pero defiende al Colegio de las Hermanas del Huerto de las violentas acusaciones de su colega. Contrariamente a lo que sostiene Scotti(4), no defiende al Gobierno Nacional; toma distancia y critica a Santos y sus seguidores. Hay que hacer 32

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notar que las autoridades locales eran del partido Blanco mientras que no era así en lo nacional. Se muestra siempre como defensor de las endebles instituciones democráticas de la época. Como ejemplo de ello tomamos dos artículos aparecidos en enero de 1881. YA APARECE AQUELLO En las leyes históricas de la vida política de los pueblos hay una lógica que tiene por base la fatalidad de las consecuencias. Los gobiernos y los pueblos abusan á veces de la libertad; y si han sido libres para la elección de las causas, ya no lo son en las consecuencias de sus efectos. Por eso las anarquías permanentes traen el descontento social que lleva después como ingénita, la solución de las dictaduras y guardias pretorianas. Reflexionando sobre el estado de nuestra patria en sus relaciones con las leyes políticas que nos ha legado la historia, decíamos que necesariamente no teníamos en la historia más que dos soluciones del problema social en presencia del desquicio público en que nos encontramos. La regeneración por medio de un esfuerzo supremo y general de parte de los ciudadanos con ocasión del período de elecciones; correr á las urnas para la reorganización de los derechos políticos ó bien cayendo en la abstención, abandonarse cobardemente á la férula de la serie de déspotas que quieren disponer de la vida y derechos del ciudadano, consagrando de esa manera el imperio de las dictaduras permanentes basadas en el militarismo. Esto habíamos declarado con advertencia al pueblo uruguayo cuando he aquí que con el mayor cinismo y ultraje á los derechos de la soberanía popular un diario situacionista, el “Diario del Comercio” empieza a aconsejar al Coronel Santos que barra todo lo existente, incluso las Cámaras y forme un Gobierno provisional esto es, que dejándose de ambajes, suba a la Dictadura. Ya apareció aquello, exclamamos nosotros al leer tan estupendo y brutal consejo; habíamos anunciado el imperio de las dictaduras subversivas si el pueblo no se daba prisa á la reorganización social política del país; y los amigos de las dictaduras se apresuran á ahogar toda esperanza de elecciones libres y populares. Que desconsoladoras perspectivas para la patria, que terribles amenazas para el 33

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patriotismo de los ciudadanos que sueñan en la reconstrucción legal de los poderes del Estado! Con semejante política, si es aceptada por los actuales Dioses del Olimpo, nuestro país vá á ser un triste trasunto de la llamada República de Haití y nuestra Nación el país más despreciable, juguete y víctima del despotismo permanente. Con semejante política y con semejantes amenazas se desacredita el Gobierno que se quiere adular y se aumenta la zozobra y el desprestigio de esta pobre patria. ¿Aceptaría el Coronel Santos tan descabellados consejos? Sería suponerle el hombre de más menguadas aspiraciones y la más raquítica entidad política. Pues, ¿como se ha de comprender que de esa manera se hundiría él mismo junto con su patria que iría derecho al desquicio y al abismo? ¿Como se ha de comprender que de esa manera se convertiría en el tipo más despreciable en la historia política del Uruguay? Lo que al Coronel Santos coronará de gloria es garantir el libre sufragio de los ciudadanos y hacer que la fuerza pública, sea lo q´debe ser, una garantía de los derechos, de las leyes y de la Constitución. Recuerde que esto mismo es lo que él prometiera en un momento solemne y que solo con esta conducta digna merecerá bien de sus conciudadanos y de la patria. Contribuya eficazmente á la libre regeneración de los poderes públicos; deje que el pueblo recobre sus menoscabados derechos, que entonces el Coronel Santos lejos de ser una sombra fatídica, sería la más ilustre palanca del proceso político de la Nación y vería premiado por ese mismo pueblo cuanto él hiciera en pro de la regeneración. Quizá sería el afortunado que representase el protagonismo glorioso en esta época de transición. Entonces gloria a su nombre y honra a su memoria. No crea, pues, el Coronel Santos á sus ambiciosos aduladores. Si logra hacerse superior a ellos, labrando la felicidad de la patria, no le mirarán con indiferencia los abnegados ciudadanos que luchan en aras del patriotismo, por la regeneración del país. La patria nunca es injusta con los que generosamente la salvan de las críticas situaciones El Floridense Nº 14. 16 de enero de 1881.

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PRECIPITACION INJUSTIFICADA La patria sufre dolores acerbos; y pasa en esos momentos por una situación solemne, he ahí las consecuencias de un medio lustro de continuos errores, he ahí á donde nos ha conducido el lirismo de nuestros políticos. Desconsolador es el espectáculo que nos ofrecen algunos órganos de opinión que sin tener en cuenta que el patriotismo nos exige en esta anómala situación, el mayor grado de mesura y buen criterio en la discusión, se lanzan con impolítica precipitación, al resbaladizo terreno de las polémicas calurosas que solo pueden producir la exacerbación de los ánimos. Alguno de estos ha lanzado extemporáneamente una candidatura, encarnación de la fuerza y llega a sostener que es la única posible. ¿Se propondrán acaso marear con ese incienso al personaje cuya candidatura levantan para lanzarlo hundido al abismo?. En nuestra modesta opinión ha llegado el caso de estar alertas y precaverse contra las acechanzas de los que pertenecen á la funesta escuela de que todos los medios son buenos siempre que se obtenga el fin. Alerta, pues, Coronel Santos, vuestros amigos y el país confían en que como soldado y ciudadano honrado habeis de cumplir a despecho de todo con el solemne compromiso que habeis contraído á la faz de la Patria. Sois joven aun, y debeis tener bien presente que vale mucho menos un César despótico y un tirano impuesto al pueblo por la soldadesca, que obra inconsciente obedeciendo solo a su voluntad; que un militar modesto que con la conciencia del ciudadano austero que desposeído de aspiraciones bastardas cumple con sus deberes rindiendo culto a las instituciones democráticas de su patria. No olvide que el primero bajará vilipendiado en medio de las maldiciones del pueblo que oprimió para huir temeroso á ocultarse á algún rincón apartado de la tierra, lejos de su patria. Y el segundo irá eternamente mereciendo estimación y gratitud de sus conciudadanos, pasando su nombre a la historia con una gloria imperecedera que admirarán y exaltarán futuras generaciones. Sed más grande que los pigmeos que con proceder artero pretenden levantarlo á la altura inconmensurable asfixiándolo con el saumerio letal para lanzarlo desde allí con celeridad vertiginosa al abismo infernal. ¡ALERTA PUES CORONEL SANTOS! El Floridense Nº 14. 16 de enero de 1881. 35

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No era un periódico situacionista como lo describe Scotti en Perfil(4) A partir del 13 de febrero de 1881 será su nuevo administrador el Sr. César Ramella. No aparecerán gerente ni redactor. El 17 de febrero cambiará el formato de las letras y texto de su encabezamiento. Ahora dirá: órgano del partido Blanco y de los intereses generales del departamento. Es interesante destacar que se definía como del partido Blanco pero no del partido Nacional. Es más, a este último lo miraba con recelo. Los hechos políticos nacionales producirán un nuevo cambio. El 29 de mayo aparece publicado el siguiente decreto: DECRETO Montevideo, Mayo 26 de 1881. Siendo uno de los primordiales deberes del Gobierno, velar por la conservación de la tranquilidad pública, y garantir eficazmente la vida y los intereses de todos los habitantes del país, alejando las causas y conjurando los peligros que pueden alterar a aquella y atentar á estas, el presidente de la República, en virtud de lo preceptuado en el art. 79 de la Constitución, y haciendo uso de las facultades que le confiere el art. 81, en presencia de la agitación de los ánimos, de los temores y sobresaltos de la población honesta y laboriosa que se siente conmovida por los lamentables acontecimientos de los días anteriores, producidos por el desborde de las pasiones exitadas por la prensa que ha ultrapasado ya el límite de todas las conveniencias sociales y políticas. DECRETA Art. 1º Por el Ministerio de Gobierno diríjase una Circular á las Jefaturas Políticas de la República para que en el día notifiquen a los Directores, impresores ó propietarios de los diarios y periódicos, que les está absolutamente prohibida toda publicación, en cualquier forma que sea, que directa ó indirectamente se relacione con las cuestiones políticas del País, hasta tanto que la autoridad revoque esta disposición. Art.2º Queda igualmente prohibido á la prensa todo ataque personal ó político á las personas que componen los poderes públicos de la Nación. Art. 3º A los que infrinjan estas disposiciones se les aplicará administrativamente una multa de Cinco mil pesos, que se hará efectiva en los intereses de los multados 36

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ó en la imprenta por donde se haya hecho la publicación. Art. 4º Dése cuenta inmediatamente de este Decreto á la Honorable Asamblea General. Art. 5º Comuníquese, publíquese y dése al L.C. Firmado VIDAL MÁXIMO SANTOS JUAN L. CUESTAS OSCAR ORDEÑANA Ahora cambia nuevamente de encabezamiento diciendo : “Órgano de los intereses del departamento”. Dejará las noticias locales dando paso a las internacionales. Este tipo de decretos será constante en las dictaduras. Después de manipular o disolver las legítimas instituciones, los gobernantes de turno persiguen y cierran a los órganos de prensa. En tiempos en que el poder del Coronel Máximo Santos era casi ilimitado, los artículos “Ya aparece aquello” y “Precipitación injustificada” son actos de valentía. Lo allí dicho sobre las dictaduras y los grupos económicos y de poder que las rodean, tienen vigencia 125 años después. La última edición a la que tuvimos acceso es la número 73 del 14 de agosto de 1881. En ella no se despide y promete algunas noticias para más adelante. Por eso creemos que “El Floridense” siguió editándose aunque no sabemos hasta qué fecha.

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▓ EL MOSQUITO ▓ Periódico satírico del cual no hemos visto ningún ejemplar. De él tenemos tres referencias directas, dos de ellas contradictorias. “El Floridense” dice el 5 de junio de 1881 que “El Mosquito” aparecerá pasado mañana editado en la imprenta de ese periódico. El 9 de junio dice: ayer apareció “El Mosquito”. Por lo tanto situamos su aparición el 7 u 8 de junio . La tercera referencia la tenemos en el mismo periódico donde lo critica por decir falsedades en su sección “el organito del conventillo”. Hasta aquí las noticias concretas. El resto es leyenda. Incluso a veces se lo confunde con otros periódicos satíricos que existieron más adelante.

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▓ EL ESTANCIERO ▓ 2ª época Periódico especialmente comercial y noticioso, eco independiente de los intereses generales del Departamento. Regente: Pedro Iribarne; Director: Miguel S. Álvarez; Redactor: Solano A. Riestra. 4 páginas de 48 x 32 cm. Editado en la calle Comercio, luego Antolín Urioste, actualmente Luis A. De Herrera Nº 114. (Probablemente entre Gallinal y Batlle y Ordoñez). Aparece los miércoles y sábados.

Encabezamiento de “El Estanciero”. Hemos leído algunos ejemplares que van del Nº 352 (10 de marzo de 1883) al 377 (7 de junio). Fueron encontrados en la casa que ocupó la familia Salgado. Se encuentran en la Biblioteca Municipal de Florida. No sabemos cuando cambió de época. Pudo haber sido en noviembre de 1881 cuando su anterior director, Emilio Hachín, sufrió un intento de agresión y la imprenta fue “empastelada” o en enero de 1882 cuando la agresión se llevó efectivamente a cabo. En lo local comparte las preocupaciones de publicaciones anteriores: pide un Hospital y hace público el ofrecimiento de Doroteo Enciso, reclama también un nuevo cementerio. Exalta el valor de la Escuela Pública, de José Pedro Varela, del maestro Manuel Buceta y de la Comisión de Amigos de la Educación Popular. Trae 39

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noticias de las actividades de títeres y teatro en el salón de don Pedro Mir (18 de julio entre Batlle y Ordóñez y Gallinal). Mantiene la crítica hacia la iglesia Católica y sobre todo hacia la enseñanza en el colegio de la Hermanas del Huerto. Lo hace usando palabras ajenas, transcribiendo un artículo de Domingo F. Sarmiento”. A pesar de esto el presbítero Francisco Mujica se publicita dentro de lo que hoy serían avisos clasificados.

El Pro. Francisco Mujica ofrecía sus servicios. Contiene también gran cantidad de avisos comerciales. Su Regente, Pedro Iribarne era tipógrafo, tuvo larga actuación periodística y falleció el 9 de mayo de 1899. El 30 de mayo deja su cargo Miguel S. Alvarez ocupando su lugar, alguien a quien veremos repetidamente en la historia del periodismo de Florida: Solano Ambrosio Riestra. (1860 – 1930).

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Ilustración 1

Solano Ambrosio Riestra. Periodista, escribano, dramaturgo y político floridense. El 7 de junio de 1883 perdemos el rastro de este periódico pero tenemos indicios de que su vida no se prolongó por mucho tiempo.

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▓ EL DEMÓCRATA ▓ Periódico independiente, eco genuino de los intereses generales del departamento. Gerente: José Tarela. Director: Solano A. Riestra 4 páginas. Gran tamaño: 57 cm. x 39 cm. Aparece los miércoles y sábados Se edita en la imprenta del mismo nombre en la calle Comercio (Luis Alberto de Herrera) Nº 116. El primer ejemplar en buenas condiciones en la Biblioteca Nacional es el Nº 55 del 12 de enero de 1884. El Nº 102 del 1º de julio de este mismo año indica que el periódico cumple su primer aniversario quedando clara su fecha de aparición. A pesar del cambio de nombre de la imprenta se nota que corresponde a la continuación de “El Estanciero”. La empresa editora era propiedad de Riestra y Leopoldo Dibarboure.

Encabezamiento de ”El Demócrata”. Seguramente rigiera el decreto de Vidal y Santos que prohibía las noticias políticas en los medios de prensa. Por esto en “El Demócrata” aparecen pocas noticias de este tipo. El periódico se las ingenia para criticar al gobierno nacional muchas veces utilizando la ironía. Completan las páginas noticias y requerimientos locales. Se destacan en 42

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el primer año la construcción e inauguración del nuevo cementerio y la llegada y partida de médicos de nuestra villa. También el crecimiento de la Sociedad Cosmopolita y la creación de una de las tres asociaciones relacionadas con la colonia italiana: el Círculo Napolitano. En marzo deja de salir el nombre de Solano Riestra en el encabezamiento del periódico. Igualmente pueden leerse artículos firmados con su seudónimo habitual: Gil Blas. El 17 de mayo aparece su primer aviso como procurador. Desde el 31 José Iribarne figura como Gerente. En setiembre se anuncia la disolución “amigable” de la sociedad entre Leopoldo Dibarboure y Solano A. Riestra (20/09/1884) y una semana después este último se despide como Redactor.

Aviso que informa sobre la disolución amigable de la sociedad periodística entre Leopoldo Dibarboure y Solano Riestra A partir de este momento se interrumpe la colección de este periódico en la Biblioteca Nacional (último ejemplar Nº 127 del 27 .09.1884) la cual se reanudará en el Nº 181 del 3 de octubre de 1885. 43

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▓ EL PUEBLO ▓ Organo de los intereses del departamento. Director: Agustín Villagrán. 4 páginas. Gran tamaño. 59 cm x 37 cm. Aparece miércoles y sábados. Se edita en la imprenta del mismo nombre en la calle Comercio (Luis Alberto de Herrera) 116.

Encabezamiento de “El Pueblo”. El primer ejemplar es del 3 de diciembre de 1884. En la Biblioteca Nacional se conservan 27 ejemplares que van hasta el 7 de marzo de 1885. Ocupa en el tiempo parte del espacio en que no tenemos ejemplares de “El Demócrata” y se nota claramente que sale de la misma imprenta. En su primer editorial dice ser independiente de los partidos políticos. Aparecen artículos de opinión y noticias en la primera página, el resto es ocupado por avisos oficiales y propaganda. Opina más de lo departamental elogiando al gobierno local. Se lee poco de la situación nacional. Creo que las dos publicaciones nunca coexistieron. Probablemente ante la disolución de la sociedad de Riestra y Dibarboure, alguno de ellos alquiló la imprenta apareciendo en ella “El Pueblo”.

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▓ EL DEMÓCRATA ▓ 2ª Época Periódico liberal. El primer ejemplar en la Biblioteca Nacional es el Nº 181 del 3 de octubre de 1885. Han pasado un año y una semana desde su cierre en la primera época. En este período deberían haberse publicado 106 ejemplares (53 semanas). Sin embargo sólo han pasado 54 números (del 127 al 181). Caben dos posibilidades: que se publicara una vez por semana o que haya habido una interrupción en sus publicaciones. Nos inclinamos por esta segunda posibilidad. Cuando reaparece sigue siendo Gerente Pedro Iribarne, aquel que fuera regente de “El Estanciero” y Redactor Amabilio Martínez Paez. Este anuncia su alejamiento el 30 de diciembre. Dice estar en su 2ª época lo cual reafirma la hipótesis de una interrupción en su edición.

Encabezamiento de “El Demócrata” 2ª época Incrementa su prédica contra el gobierno nacional. También es crítico con la Iglesia Católica, especialmente con el cura Mujica que ya no aparece en los avisos clasificados. En sus editoriales pide por mejoras locales : un nuevo templo, teatro, hospital y mercado. De todos ellos sólo verá concretado el primero. Desde 45

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octubre la Comisión del Templo está llamando a propuestas para su construcción según planos ya confeccionados. De los otros pedidos se destaca la compra, con destino a Hospital, de una propiedad de Doroteo Enciso. Sin embargo éste, el Teatro, y el Mercado no se concretarán hasta la primera década del siglo XX. El último ejemplar que se encuentra en la Biblioteca Nacional es el Nº 211 del 16 de enero de 1886. En él dice que el 15 de ese mes se cumplirán 11 años del nefasto día en que es depuesto el presidente constitucional Ellauri asumiendo Lorenzo Latorre. No se despide de los lectores por lo que creemos que debe haber continuado su publicación aunque no sabemos hasta qué fecha.

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▓ EL PROGRESO ▓ Periódico político, noticioso, literario y comercial. Aparece los jueves y domingos. Se imprime en la tipografía de su nombre calle Comercio (Luis A. de Herrera) Nº 27 esquina 8 de octubre (Faustino López). Administrador Marcelino G. Gonzalez. En los primeros ejemplares dice redacción anónima. Sabemos que la hacía el Sr. Octavio E. Brianthe. Tiene 4 páginas de 55 x 39 cm. Marcelino G. Gonzalez El ejemplar Nº 1 es del 1º de febrero de 1891 y el último, según Dibarboure (1) y Díaz Maubrigade (5), del día 22 de abril de 1897. En su primer editorial titulado “nuestros propósitos” declara, entre otras cosas, que su bandera es la del Partido Colorado.

Encabezamiento de “El Progreso” Las primeras dos páginas estaban dedicadas al editorial, literarias, algunas noticias y gacetilla. En las otras dos se encontraban avisos oficiales y comerciales. La propiedad de este periódico estaba en manos de 84 accionistas. El mayor de ellos era el Jefe Político y de Policía del momento; Francisco T. Fernández. 47

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Paradójicamente figura entre los propietarios Rufino T. Domínguez quien siendo Jefe Político de nuestro departamento a fines del siglo XIX influirá en el cierre definitivo de este periódico. También formaban parte de la sociedad varias personas vinculadas a la masonería floridense. A pesar de levantar las banderas del Partido Colorado vemos como accionistas a gente que tendrá militancia en el Partido Nacional. De ideología liberal, declara no tener religión. No es agresivo con la

Iglesia Católica. Defiende a Venancio Flores, recuerda la fecha de su entrada a Florida y el aniversario y las circunstancias de su muerte. Apoya al presidente Herrera y Obes pero es crítico en los temas en que no está de acuerdo con el Gobierno. Es un gran defensor del interior del país y de nuestro departamento. Editorializa sobre la descentralización y critica los presupuestos nacionales cuando no aportan recursos al desarrollo de la campaña. Reclama constantemente la mejora de los caminos. Propugna la colonización del campo a través del estímulo a la inmigración otorgando el estado la seguridad suficiente a quienes habiten en zonas rurales. Promueve nuevas tecnologías para la explotación agropecuaria. En lo estrictamente local pide por la construcción del nuevo templo, por el cementerio y por un hospital. Sin embargo, el tema que lo destaca es el de la enseñanza pública. El siguiente artículo refleja su opinión sobre la enseñanza laica.

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Educar es redimir El número de escuelas en el departamento es, en la actualidad, de 21, y, sin embargo esta cantidad no es aun suficiente para satisfacer la difusión precisa de la instrucción del pueblo que la habita. Pero, para que la instrucción dé los frutos apetecidos, es necesario que ella sea confiada a manos expertas, a personas laicas; porque las ideas modernas rechazan aquel sistema egoísta y absoluto con que los partidarios de Loyola pretenden dominar a los hombres, inculcándoles desde su niñez ideas retrógradas que ya hicieron su camino. Las personas a quienes está confiada la educación del pueblo, deben de tener convicciones arraigadas y un gran tacto si se quiere ver desarrollar en los habitantes de nuestra campiñas las nociones que fueron consagradas por la revolución francesa de 1789, -es decir: que cada oriental conozca sus deberes y piense por sí, sin tener necesidad de recurrir al cura del pueblo para escribir o leer una carta y pueda así desempeñar los grandes deberes que le imponen la Patria y la familia. Escuelas! he ahí lo que hace falta. Edúquese al pueblo, y entonces se cumplirán los grandes principios liberales por los cuales se ha combatido y se sigue combatiendo. Elíjase con esmero el personal enseñante, y entonces veremos realizados los ideales del gran ciudadano, José P. Varela, que por la instrucción del pueblo no trepidó en sacrificarse y que desgraciadamente sucumbió en la demanda sin haber tenido la satisfacción de ver su obra realizada. Es necesario desarraigar de una vez por todas, aquellas máximas retrógradas y absurdas que nos han legado nuestros antepasados. El hombre libre debe pensar por sí y no debe tener otro juez de sus actos que a su propia conciencia y a sus inspiraciones, y esto se obtiene educando a las masas. Faltan 12 escuelas, según nuestros informes, para que el Departamento de la Florida marche a la vanguardia de los demás en materia de instrucción; pues bien, que se crean. El Inspector departamental secundado por la Comisión respectiva debe de no omitir esfuerzos, para obtener este resultado, haciendo las gestiones necesarias ante la Superioridad ya sea solicitando el concurso de las autoridades, ya sea pidiendo al pueblo su ayuda para llevar a buen término este pensamiento. Escuelas es lo que hace falta! El Progreso. 22 de febrero de 1891 49

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A pesar de estar vinculado con la jefatura Política y de Policía en la noche del 28 al 29 de junio de 1891 la imprenta fue empastelada lo que muestra que nadie estaba a salvo de la violencia. El 26 de julio de este año la Asamblea de Accionistas nombró al primer Directorio: Coronel Don Doroteo Enciso, Balduino Lima, Francisco T. Fernández, Manuel Tubino, Felipe Icasuriaga, Juan Furriol y Manuel Pagola, Juan Furriol Primer gerente del Banco República en Florida. Fundador de “El Progreso” y destacado integrante de la Masonería Floridense. A partir del 30 de julio se retira de la gerencia el Sr. Marcelino G. González quedando como Director y Redactor el señor Octavio E.Brianthe quien ya desempeñaba la última función. Otro tema que ocupará parte de las páginas de “El Progreso” será la sucesión en el cargo de “Venerable” en la logia masónica floridense “Amigos de la Verdad”. El 28 de junio de 1891 aparece en la gacetilla: Nuevo venerable El miércoles, el Sr. Dn. Rodolfo Liñán que tiene el grado más elevado en la masonería de esta villa, dio posesión del puesto de venerable, al Sr. Dn. José Tubino (padre) cumpliendo así las órdenes que había recibido del Gran Oriente de Montevideo. Un mes después, el 30 de julio, también en la gacetilla, se nos informa de la muerte del venerable. Dice así: 50

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Sensible fallecimiento – Ayer dejó de existir luego de una larga y penosa enfermedad el Sr. Dn. Rodolfo Liñán. Este caballero gozaba de generales simpatías por su carácter afable y bondadoso. Sus sentimientos filantrópicos, puestos a prueba en más de una circunstancia jamás dejaron de vibrar cuando se trató de socorrer a algún desvalido. Su existencia fue un modelo, pues jamás dejó de practicar los principios que a todo hombre imponen el honor y el deber; y si no deja a sus deudos bienes de fortuna, pueden estos sin embargo estar orgullosos por el nombre honrado que les lega. Ocupó por espacio de algunos años el empleo de Comisario de uno de los vapores que hacían la carrera del Paraguay renunciando para entrar en el Juzgado Letrado de lo Civil del que era actuario el Sr. Dn. Antenor Pereyra. Allí se granjeó la simpatía y estimación de todos sus compañeros de oficina, llegando a ocupar el cargo de Adjunto, una vez que se recibió de escribano. El año 1884 fue nombrado Secretario del Juzgado Letrado de este Departamento, y como lo decimos antes, su conducta siempre ejemplar le mereció el aprecio de todos los que como nosotros tuvimos el placer de tratarlo. Fue venerable repetidas veces de la logia Decretos de la Providencia establecida en Montevideo y también de la de los “Amigos de la Verdad” que funciona en esta localidad, distinguiéndose siempre por su acierto en el desempeño de tan difícil como delicado cargo. La muerte de Dn. Rodolfo Liñán produce en nuestra sociedad un vacío que difícilmente podrá ser llenado. Nos inclinamos con respeto ante la tumba que hoy se abre y nos asociamos al dolor que embarga a sus deudos por la pérdida que acaban de sufrir en la persona de su jefe.

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Ese mismo día aparecen dos avisos fúnebres que vemos a continuación:

Avisos fúnebres. Avisos fúnebres aparecidos ante la muerte del “Venerable” de la logia masónica “Amigos de la Verdad” de Florida, Rodolfo Liñán. Posteriormente se hacen comentarios sobre el sepelio del Sr. Liñán y se publica la carta enviada por la logia “Amigos de la Verdad” a su familia, firmada por Francisco José Tubino como Venerable y Manuel A. Pagola como Secretario. A partir del 31 de diciembre de 1891 se pierde la colección de “El Progreso” para reaparecer en el Nº 150 del 3 de julio de 1892. Pasa este periódico por un momento intrascendente, con editoriales de poco interés comparado con lo visto anteriormente. En agosto se llama a asamblea resultando electo Presidente del Directorio el Sr. Ventura Enciso. En octubre de ese año se intensifica la campaña para elegir senador departamental. 52

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La lucha es entre gente del partido colorado. Por un lado el Jefe de Policía de Durazno, Rufino T. Domínguez, accionista de este periódico y por otro, el Sr. Blas Vidal apoyado por el comité Venancio Flores y “El Progreso”. Paradójicamente esta publicación no apoya a su propietario. La colección se interrumpe definitivamente en la Biblioteca Nacional el 20 de julio de 1893. Dice su colega “El Tiempo” que entre fines de 1895 y principios de 1896 participaba de la redacción el señor Dalmiro Cordones y Martínez. El administrador era de apellido Romero. En junio de 1896 se muda a la casa de Manuel Bidegain en la esquina de Independencia y la actual calle Joaquín Suárez, frente a la antigua cancha de pelota. En octubre se aleja de la redacción el Sr. Cordones y Martínez. En diciembre comienza una nueva revolución armada y se decretan restricciones a la prensa. “El Tiempo” anuncia el cierre de “El Progreso” en su edición del 17 de diciembre de 1896. “El Progreso”. Este colega local cesa en su publicación mientras dure, dice el actual orden de cosas. Hacemos votos por la pronta reaparición del colega y despedimos con aprecio al Sr. Romero quien, durante fue Administrador Gerente de dicha publicación, supo hacerse querer por tirios y troyanos. Que pronto podamos saludar su vuelta”. El Tiempo. Nº 1120. 17 de diciembre de 1896. El mismo periódico menciona al ejemplar Nº 634 de fecha 18 de marzo de 1897. Según Lorenzo D´Auria (7) el cierre se produjo ese año ya que su personal fue reclutado por la Guardia Nacional, al mando de Rufino T. Domínguez, ante el levantamiento nacionalista. Esta fecha coincide con la Biblioteca Nacional que registra hasta el número 638 del 22 de abril de 1897. No volvió a aparecer. Octavio Brianthe vivió en Montevideo donde prosiguió ejerciendo el periodismo. Colaborará en la fundación del periódico La Vanguardia y será detenido en la capital en el año 1898 debido a artículos aparecidos en ese órgano de prensa. 53

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▓ EL TIEMPO ▓ Periódico político, literario, comercial y noticioso. Administrador: José Iribarne. Periódico de la mañana. Administración: Libres esq. 24 de setiembre. (Juan I. Cardozo y Antonio Mª Fernández) Fundado el 1º de agosto de 1886. Aparece jueves y domingos.

El Tiempo Encabezamiento del periódico “El Tiempo”. El primer ejemplar en la Biblioteca Nacional es el Nº 1000 del 13 de octubre de 1895. Se trata de un periódico de gran formato, de 4 páginas. Una página y media está dedicada a editorial, noticias y literarias. Dos y media se dedican a avisos comerciales. Tiene inquietudes similares a los de su época. Pide por un Hospital y por un Mercado. Se preocupa por la instrucción pública y destaca la acción de José Pedro Varela. También se interesa por la seguridad dentro de la villa. Dedica espacio a la vida social de Florida. Trata de nuevos noviazgos, sin dar nombres propios, y comenta las actuaciones de las tres bandas 54

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musicales que existían en 1895. Describe el Prado y la Plaza Constitución y nombra a las familias que encuentra en esos paseos. Habla con amabilidad del administrador y de los redactores de “El Progreso” y algunas veces transcribe artículos de este. No vemos en sus editoriales un análisis profundo de los temas que toca. Mantiene una posición crítica hacia el gobierno, tanto departamental como nacional. Sin embargo pueden encontrarse elogios si estos fueran merecidos. No hay menciones a los partidos políticos y parece que Iribarne no perteneciera a ninguno. Previo al levantamiento de 1896-97 se informa de algunas reuniones de grupos blancos y de la formación de comités. No hay críticas al levantamiento armado Es posible que los blancos utilizaran este medio de prensa ya que “El Progreso” era claramente colorado. Dicha revolución fue cubierta periodísticamente dentro de sus posibilidades. Durante ese período otra vez fue limitada la información. “El Tiempo” publica el decreto del presidente Vidal bajo el sugestivo título de: MORDAZA A LA PRENSA Florida, Diciembre 2 de 1896. Para su conocimiento y debido cumplimiento, transcribo a Vd. la disposición dictada por el Superior Gobierno. Dice así: “Comunico a usted que el P.E. haciendo uso de la facultad que en caso de conmoción confiere el artículo 8 de la Constitución, ha dispuesto que por intermedio de la Jefatura Política sean prevenidos los propietarios, administradores de Imprentas y editores de hojas periódicas que deben desde la fecha y hasta nueva disposición abstenerse en absoluto de comentar la situación política actual y de publicar de cualquier modo noticias que sobre movimientos de fuerzas armadas provengan de las informaciones particulares, debiendo atenerse únicamente a las comunicaciones oficiales que hará la autoridad por medio de un boletín oficial. Igualmente les comunicará V.S. que queda prohibido todo ataque personal o político a las personas que componen los poderes públicos de la Nación haciéndoles saber que a los que infrinjan lo anteriormente dispuesto se les aplicará como pena la suspensión del diario y la 55

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clausura del establecimiento tipográfico donde se haya editado mientras duren las causas extra ordinarias del P.E. Por lo tanto debe comunicar inmediatamente esta disposición a quienes corresponda y cuidar de que ella sea cuidadosamente observada y cumplida. Dios Guarde a V.S. muchos años. “Ministerio de Gobierno” Lo que transcribo a usted a sus efectos. J.P. Díaz Sr. Administrador gerente del periódico “El Tiempo” don José Iribarne. Conjuntamente con esto Iribarne nos muestra un cuadro desolador de la situación de miedo y ansiedad que se vive en Florida. Requisas de caballos, la leva que reclutaba hombres para formar las tropas de uno y otro bando, incertidumbre y enfrentamiento entre vecinos de la misma villa. La enseñanza pública es una de sus preocupaciones. Casualmente el título del artículo que transcribimos es igual a otro ya visto, publicado por el periódico “El Progreso”. Educar es redimir. Dadme la educación; y yo os prometo, la faz del mundo en breve transformar. Educad, instruid a la infancia, luchad con denuedo contra la ignorancia que degrada, que envilece:- esa es la guerra más sagrada,- es la lucha que en el porvenir no se recordará con lágrimas,- porque no está escrita con sangre de hermanos. El porvenir de los pueblos, la vida de la democracia, el reinado de la igualdad y de la justicia, tienen su punto de partida en la escuela; de este centro irradian las trayectorias del futuro, en las generaciones que hoy se educan está encarnado el porvenir, la paz y la grandeza de la república. La escuela moderna tiene por fin formar ciudadanos probos e instruidos, conocedores de sus derechos en la vida pública, y madres de familia que en el santo recinto del hogar doméstico, despierten en el tierno corazón de sus hijos la fibra del patriotismo, enseñándoles como se lucha, como se trabaja y como se consigue en el transcurso de la vida, - la firmeza de carácter, la honradez, y la virtud cívica, preciosos atributos que adornar deben la conciencia de los buenos ciudadanos. 56

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La misión de la escuela, no es otra que preparar ciudadanos para que, llegado el momento, defiendan la integridad de su patria y que con conocimiento de causas y derecho puedan cooperar con el progreso para que, llegado el momento defiendan la integridad de su patria y ejerzan con conocimiento de causa, sus derechos y puedan cooperar al progreso y al bienestar de su país; compenetrados en esa verdad, las naciones más cultas de Europa, dedican abultadas sumas al sostenimiento de la instrucción pública. Alemania, Francia, Suiza, Suecia Noruega y otros países que con los anteriores ocupan un puesto distinguido en el catálogo de las naciones cultas, prestan atención marcadísima a la escuela – y por ello son felices sus hijos, ejerciendo sus derechos ciudadanos sin trabas y sin obstáculos. Sin instrucción, no puede existir libertad; un pueblo ignorante, no puede ser sinó un instrumento ciego, que sufrirá resignado el yugo de la tiranía, soportando con mansedumbre estúpida, la usurpación de sus derechos, presenciando impávidos el derrumbe de las instituciones democráticas en el oscuro precipicio de la corrupción y la decadencia. Los pueblos que ansían ser libres, los pueblos que quieren bregar por implantar un régimen de gobierno que responden a las aspiraciones de la sociedad, no deben mirar en la lucha estéril y sangrienta el remedio que cortará de una vez por todas el avance de las prácticas corruptoras; hay que preparar ciudadanos, hay que instruir a la juventud, solo de esta manera se llegará en un día no muy lejano a ver realizada la suprema aspiración de los que desde la llanura, luchan por el reinado de la igualdad, de la justicia y del derecho. Paso a la Escuela! Despejad la senda! La juventud de hoy, al ejercer mañana sus ineludibles derechos, sabrá hacer flamear sobre la cumbre donde habita la libertad, la sacrosanta enseña que guiará a los buenos en la contienda entablada contra el poder deprimente y avasallador. J. P. y M. El Tiempo. Nº 1122. 3 de enero de 1897. Pasado el conflicto se retoma el ritmo habitual. Han quedado las secuelas. Entre ellas, centenares de muertos. Se busca consuelo a través de la fe. 57

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Invitación a misa por los muertos de la revolución. Otros temas preocupaban a “El Tiempo” son por ejemplo, el exceso de velocidad . Veamos la protesta: Que se prohíba. Creemos que existe una disposición que prohíbe galopar en las calles de la Ciudad, pero que sin embargo no se cumple. Día a día, ya por una ú otra calle, hasta por las más concurridas, se ven personas a todo galope en el caballo que cabalgan, que pueden muy bien en un descuido, llevar a alguna persona mayor o menor de edad por delante, pisoteándola o causándole algún otro perjuicio de mayor consideración. Que se suprima pues esa costumbre de galopar por las calles. El Tiempo. Nº 1194. 19 de diciembre de 1897. Según Orestes Scotti este periódico desapareció junto con su propietario el 29 de julio de 1901. En la Biblioteca Nacional está registrado hasta el 5 de mayo de ese año. Sin embargo la colección a la que pudimos acceder se interrumpe el 30 de diciembre de 1897. 58

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Transcribimos dos artículos relacionados con su Director José Iribarne escritos en sus colegas contemporáneos La Voz de Florida y La Ley . Otro artículo, de mayor extensión, escrito por Orestes Scotti puede leerse en la revista “Perfil”(8). José Iribarne Después de una prolongada y penosa enfermedad, falleció el lunes próximo pasado, el antiguo y conocido vecino de esta ciudad don José Iribarne, emparentado con las familias de Bastón, Unanue, Bentancor, Soust y otras. Hasta poco tiempo antes de su muerte, Iribarne fue administrador y propietario del viejo periódico “El Tiempo” el que como una verdadera encarnación del extinto, cesó de aparecer cuando el estado de éste ya no le permitía prestarle la debida atención. Por sus excentricidades, Iribarne se había hecho popular, lo que unido a un temple de hierro enteramente dedicado al trabajo, le había rodeado de una aureola de justa simpatía. Su muerte ha sido hondamente sentida en nuestra sociedad; su sepelio, que se efectuó el martes, fue una evidente prueba de ello, por el número y la calidad de los acompañantes. Descanse en paz el viejo colega e indomable luchador, que consagró toda su vida a la causa popular desde las columnas de su no menos viejo y simpático “El Tiempo”. Enviamos a sus deudos las expresiones más sinceras de nuestra condolencia. La Voz de Florida. Nº 353. 31 de julio de 1902 José Iribarne Después de largo padecimiento físico y cuyo mal no pudieron doblegar ni los esfuerzos de la ciencia, falleció el lunes a las 6 p.m. en casa de su hermana, señora Catalina C. de Astiz, el Administrador – propietario de nuestro colega “El Tiempo”, cuyo nombre precede a estas líneas. José Iribarne fue un constante obrero del trabajo y amigo decidido del arte tipográfico, al que dedicó los años de su juventud. Su carácter retraído le había hecho permanecer alejado de toda acción agitada, concretándose en absoluto a las tareas de su taller tipográfico, objeto de su predilec59

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ción. Durante más de veinte años que le tratamos, no hemos vislumbrado en él otros anhelos que los del trabajo y los de la paz y el progreso de su patria pues aun cuando era de condición humilde tenía gran pasión por el bienestar nacional. Sentíase satisfecho con ser propietario de “El Tiempo”, y aun cuando su periódico no descollaba en la importancia política o literaria, era leído con agrado por muchos vecinos del departamento, que siempre le guardaron al señor Iribarne las consideraciones a que se hizo digno el obrero del trabajo. José Iribarne baja a la tumba dejando en el seno de los suyos y de sus amistades un nombre señalado, por los actos de su proceder laborioso y los constantes anhelos del trabajo material a que siempre se ha dedicado. Nosotros depositamos una siempre viva sobre la tumba del amigo y nos asociamos al dolor que experimentan los suyos. ¡Paz en la tumba de José Iribarne! M.B. La Ley. Nº 273. 30 de julio de 1902.

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▓ LA PRENSA ▓ Periódico bi semanal. Político, noticioso, literario y comercial. Órgano colorado y de los intereses del departamento. Redactor y administrador: Alfonso Acosta y Lara. Aparecerá los jueves y domingos. Oficinas en la calle Independencia 209. El número 1 se encuentra en la Biblioteca Nacional y corresponde al 25 de agosto de 1897. Se trata de un periódico de 4 páginas y gran porte. En la primera aparecen artículos de opinión, en la segunda gacetilla, en la tercera avisos y en la cuarta los itinerarios de trenes. Su último ejemplar corresponde al Nº 128 del 8 de enero de 1899.

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▓ LA VOZ DE FLORIDA ▓ Periódico bi – semanal Político, noticioso, literario y comercial. Organo independiente y defensor de los intereses del departamento. Aparece los jueves y domingos. Director: Sebastián Romero. Redactor: Alberto Bahamonde Administrador: Maximino Román. Se trata de un periódico de gran porte: 56 x 32 cm. y posee 4 páginas. En la primera se encuentran los artículos de opinión, en la 2ª las gacetillas y en la 3ª y 4ª avisos comerciales y profesionales. La imprenta en que se edita se encuentra en las calles 25 de mayo (Batlle y Ordoñez) y Solís (Gral. Flores). El primer ejemplar visto en la Biblioteca Nacional corresponde al 2 de marzo de 1899. En su editorial dice perseguir un ideal de paz sobre ideas liberales.

Cabezal de La Voz de Florida Aunque en un principio no tiene una clara prédica partidaria es afín al Partido Colorado. Inicialmente no es anti religioso pero critica duramente algunas actitudes del cura párroco Salvador Capobianco. 62

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Rápidamente la dirección del periódico se va desmembrando. El 16 de abril de 1899, se informa el retiro momentáneo, por enfermedad, del director Sr. Romero. El 7 de setiembre se anuncia que, por discrepancias de opinión, se separa de la redacción el Sr. Alberto Bahamonde. Seguidamente se disuelve la empresa tipográfica quedando “La Voz de Florida” en manos de Maximino Román. A partir del Nº 76, del 16 de noviembre de 1899, será redactor responsable el Sr. Leopoldo S. Artucio. En estos primeros meses La Voz de Florida destaca la creación de la Sociedad Unión de Dependientes, tal vez una de las primeras asociaciones gremiales de nuestra ciudad. Tendrá una intensa actividad en reclamo de la jornada de 8 horas y el descanso semanal. Se menciona insistentemente la formación del Centro Democrático. Esta entidad con fines sociales fue inaugurada el 25 de agosto de 1899 con un baile al que estaba invitado lo más distinguido de la Sociedad Floridense. La prohibición del cura Capobianco a que concurrieran las niñas de la orden “Hijas de María” motivó la publicación de los artículos “Un reverendo convertido en dictador”, “La influencia clerical en la familia”, “Nota discordante” y “Con el cura Capobianco” entre el 20 y 30 de agosto. Tenía una actitud crítica hacia el Jefe Político y de Policía Sr. Juan Nicrossi. En setiembre de 1899 la Jefatura queda en manos del Sr Manuel Cuñarro hecho que La Voz de Florida celebra. No saluda la aparición de “La Ley”, propiedad de Bahamonde, a pesar de ser colorado y sí lo hace con “El Tesón” que era nacionalista (ambos en diciembre de 1999). Las relaciones Román – Bahamonde no quedaron bien luego de la disolución de la sociedad tipográfica. Seguidamente endurece su prédica defendiendo a la Junta Económico Administrativa, de la cual su Redactor Leopoldo Artucio es miembro, atacando a la Iglesia Católica y llevando adelante uno de los comités del Partido Colorado. En el primer tema cualquier comentario servía de excusa para remitidos, aclaraciones y contestaciones, todas estas interminables, entre los periódicos. Tal era la rivalidad que las disputas terminaron en varios incidentes graves entre colegas locales. 63

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En el segundo se da un debate entre un columnista que firmaba *** y otro del periódico “El Bien” que firmaba: “Cucaracha”. La discusión, que se diluyó sin mayores conclusiones, fue acerca de la enseñanza laica. El tercer tema en el cual hace hincapié son los postulados y la acción de uno de los comités del Partido Colorado. Defiende la actualidad del Partido, su historia y la trayectoria de sus hombres. Recuerda las fechas de nacimiento y fallecimiento de Rivera, Venancio Flores y otros. Un ejemplo de esta defensa del Partido Colorado es la invitación a misa por las almas de los mártires de Quinteros en un nuevo aniversario de aquel hecho.

Misa por los Mártires de Quinteros A principios de 1900 el Sr. Sebastián Romero vuelve a Florida a trabajar en “El Tesón”, en abril parte para Colonia a dirigir “El Deber” y en mayo de 1901 volverá a “La Voz de Florida” como Gerente – Administrador. En marzo se produce un grave incidente en el Café del Centro entre el redactor de “La Voz de Florida” don Leopoldo Artucio y el antiguo socio de Maximino Román y actual propietario de “La Ley”, el Sr. Alberto Bahamonde. 64

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Posteriormente se anuncian nuevas incorporaciones. En abril el Sr. Arturo Carbonell y Migal quien posteriormente tendrá una brillante carrera docente en Montevideo y en julio José R. Tubino. Luego aparecen dos temas de interés. El adoquinado de la calle Independencia y la instalación de la luz eléctrica. Aunque parezca poco creíble parte de la población estaba en contra del adoquinado por los costos que esta insumiría. La Voz de Florida estuvo fervorosamente a favor de esta iniciativa así como del proyecto de electrificación acompañando a la Junta Económico Administrativa. A fines de 1900 se termina la demolición del cementerio viejo. Los portones de entrada de dicho cementerio se encontraban cerca de la esquina de Calleros y Luis Eduardo Pérez y se extendía hacia el río ocupando parte de lo que es la cancha del Club Atlético Florida. La relación de Maximino Román (Director de La Voz de Florida) con Alberto Bahamonde (Director de La Ley) se encontraba sumamente deteriorada. La publicación de un artículo que agravia a Bahamonde desencadenará un nuevo y confuso incidente a tiros, esta vez en la estación de trenes No hay heridos pero ambos terminan detenidos. Debido a la epidemia de viruela que azota la ciudad debió improvisarse un Hospital de Caridad. Este brindaba un lugar de reposo y aislamiento a los infectados. Posteriormente se anuncia que se han confeccionado los planos para su ampliación. Comienza el año 1902 con una importante baja para la Voz de Florida. En enero de este año se aleja en forma amigable su redactor don Leopoldo S. Artucio. Poco después, en abril, nuestra sociedad es sacudida por el proyecto de ley de Divorcio presentado por el diputado por Paysandú Setembrino Pereda. La población se divide en sus opiniones. La Voz de Florida publica el texto completo del proyecto y apoya su aprobación. En ese mismo mes la imprenta se instala en la casa de Manuel Pérez en la calle Comercio entre Independencia y 24 de setiembre. (Luis Alberto de 65

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Herrera entre Independencia y Antonio María Fernández). En octubre de 1902 nuevamente Román y Bahamonde vuelven a sus acostumbrados incidentes. Es a balazos y en el Café del Centro. La Voz de Florida da su versión de los hechos. En mayo de 1903 existen rumores de alzamientos revolucionarios. En determinado momento gran cantidad de ciudadanos del Partido Nacional desaparecen de la población teniendo como destino algunos el campo y Buenos Aires otros. Paulatinamente se disipan los rumores. En julio del mismo año se rematan las escasas pertenencias de don José Iribarne. Entre ellas están los elementos que compusieron su taller tipográfico. Arturo Carbonell y Migal, colaborador de La Voz de Florida obtiene, por concurso, la dirección de una escuela en Montevideo. Se destacará en el magisterio y en el profesorado de Geografía. Será autor de varias publicaciones que se usarán como texto en nuestra enseñanza. A fines de julio el Sr. Leandro Barboza arrienda los talleres tipográficos donde se editaba “La Ley”. Tiene la intención de publicar un periódico al cual llamará “La Idea” que aparecerá el 1º de setiembre. En el segundo semestre de 1903 se comienza a hablar del puente sobre el río Santa Lucía. Los dos pasos de entrada a Florida, la Calzada y el Paso de los Dragones, se tornaban sumamente peligrosos en momentos de crecidas. Desde el principio se pensó en un lugar cercano a la Piedra Alta. A pesar del aumento de rumores de alzamientos revolucionarios, en diciembre tenemos noticias referidas a la propia prensa. Se anuncian nuevos emprendimientos. El 17 de diciembre aparecerá, editado en los talleres de “La Idea” un nuevo periódico al que llamarán “El Demócrata”. De filiación nacionalista serán sus redactores los Dres. Borro y Urioste, el escribano Abreo y el Sr. Duvimioso Barboza Terra. Se anuncia la aparición de una publicación humorística a la que llamarán “El Látigo”. Esta nunca vio la luz debido a la crisis institucional que se vivió en esos días. Planeaban ser sus redactores los Sres. Juan A. Cabrera, Máximo Saenz 66

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y Orestes Scotti y contaban con la colaboración de Justo Mieres, Arturo Carbonell y Migal, Angel C. Asuaga, Ulises W. Riestra y otros. Jóvenes con experiencia que pensaban incursionar en el humor. En los primeros días de enero de 1904 deja la redacción Sebastián Romero y el 14 de ese mes aparecen dos sueltos que dan la pauta de la situación que se vive. Uno llama a enrolarse en la Guardia Nacional. El otro lo vemos a continuación. Florida, enero 11 de 1904. Para su conocimiento y demás efectos, transcribo a continuación el telegrama del ministro de Gobierno, que dice así: “ A Jefe Político - Florida.El P.E. ha resuelto que se notifique a los directores de periódicos de esa, que solo pueden emitir opiniones y publicar comentarios sobre los sucesos políticos actuales, recabando previamente autorización de esa Jefatura.- Lo saluda – Ministro de Gobierno.” Dios guarde a usted muchos años. Manuel D. Cuñarro. Sr. Director de La Voz de Florida. Poco falta para el cierre definitivo de la prensa en nuestra ciudad. Los empleados de La Voz de Florida son reclutados haciendo imposible su salida a la calle. Maximino Román se queja amargamente de la situación. A nuestros favorecedores. Pedimos disculpas a los lectores de nuestra hoja, por la pobreza del material que ofrece hoy, pero los grandes inconvenientes con que luchamos, serían bastante hasta para suprimir su aparición. Todo el personal se encuentra prestando servicio en la Guardia Nacional, empezando por su director y siguiendo los redactores y tipógrafos, y a pesar de la falta que hacen y de lo justificado que sería que se les permitiera trabajar libremente, no se ha hecho así, por motivos que por el momento nos reservamos, pero que en la estación oportuna haremos valer sin miramiento alguno, discerniendo el grado de responsabilidad que en estas angustiosas circunstancias contraen algunos que abusan demasiado del mando que se les ha confiado. Por lo demás, no es para nadie secreto que todo el personal de La Voz de Florida pertenece al partido colorado, y demás está entonces decir, que si en un momento dado fueran necesarios los servicios de todos y cada uno, irían a ocupar el sitio que se les señalara sin rehuir el peligro que acarrea la defensa de los ideales partidarios en los actuales momentos. La Voz de Florida. Nº 516. 31de enero de1904. 67

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El periódico no se despide explícitamente pero este es su último ejemplar en la Biblioteca Nacional en su primera época. Es probable que haya cerrado sus puertas. Renacerá en 1908 y será, luego de “El Heraldo”, el de mayor permanencia en nuestra ciudad.

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▓ LA LEY ▓ Periódico independiente y defensor de los intereses del departamento. Director y redactor: Alberto Bahamonde. Administrador: Orestes Scotti. Aparece los miércoles y sábados por la tarde. Independencia 151. Entre Libres y 12 de octubre. (Juan I. Cardozo y Rivera) Periódico de 4 páginas, de 46 x 37cm. Como era habitual en la primer página se encuentran los artículos de opinión, en la segunda la gacetilla, en la tercera y cuarta avisos.

La Ley El ejemplar Nº 1 se encuentra en la Biblioteca Nacional y corresponde al 2 de diciembre de 1899. Su Director Alberto Bahamonde dice vuelve a la prensa. Lo vimos en La Voz de Florida del que prontamente se desvinculó por diferencias de opinión con su socio, Maximino Román. Dice ser del Partido Colorado y del sector del diputado Santos Icasuria69

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ga. Es crítico con la Junta Económico Administrativa (actual Intendencia) y con el Jefe Político del momento, Manuel Cuñarro. Entre sus corresponsales figura una empresa radicada en París.

Corresponsales de La ley La publicación gira en torno a la personalidad de su Director. Este, de origen chileno, es casado en Florida con Corina Vignoly, hija de José María Vignoly, uno de los mayores hacendados del momento, propietario de los campos donde se desarrolló la batalla de Paso Severino. Pocos días después de la aparición de La Ley se suma un nuevo periódico que se llama “El Tesón”. Su salida a la calle, el 5 de diciembre de 1899 será bien recibida. Con este último sumamos 4 publicaciones de circulación simultánea: El Tiempo, sin militancia política, La Voz de Florida y La Ley, colorados de distintos grupos y El Tesón, nacionalista. Todos salían a la calle dos veces por semana. El 20 de diciembre de 1899 aparece la primera foto que hemos podido ver en la prensa floridense. Se trata de la señorita Lila Amaro. Su impresión era sumamente cara ya que el cliché se enviaba a Buenos Aires. 70

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Lila Amaro. La Ley era contraria al Jefe Político, a la Junta Económica Administrativa y al Presidente de la República. Coincide con su colega y rival, La Voz de Florida, en los reclamos por las actitudes del cura Capobianco. No hay ataques a la Iglesia Católica sino hacia su representante. En marzo de 1900 se produce el primero de varios incidentes que mantendrá el Director de esta hoja. Leopoldo Artucio, redactor de La Voz de Florida ocupaba también un cargo en la Junta Económico Administrativa. La Ley era muy crítica de esta institución lo que al parecer produjo el enojo de aquel. Algunos artículos aparecidos fueron el disparador del incidente que tuvo balas, heridos y presos y que se desarrolló en el Café del Centro. Cuatro meses después de la primera, aparecerá la segunda foto. Corresponde también a una chica distinguida de nuestra sociedad: la señorita Amelia Miranda. 71

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Los movimientos que reivindicaban los derechos de los trabajadores comenzaban una época de auge. Las publicaciones veían con simpatía al movimiento obrero que pugnaba por mejores condiciones laborales, reducción de la jornada de trabajo y un día libre semanal. Cada 1º de mayo aparecían notas de opinión de gran valor. Destacamos la escrita por Arturo Carbonell y Migal el 2 de mayo de 1900. Dos grandes fiestas. Dos grandes fechas, son las únicas que tienen el privilegio de congregar a la humanidad entera y celebrarse en todo el orbe: el 14 de julio y el 1º de mayo. El 14 de julio, fiesta de la democracia y el 1º de mayo, la fiesta de la fraternidad obrera. ¿Qué celebran los obreros el 1º de mayo? ¿Qué solemnizan? ¿Qué recuerdan?. Simplemente cumplen lo acordado en un congreso obrero en 1888 y confirmado por otro en 1899; es una protesta por el estado actual de las cosas, es una manifestación de solidaridad, es una muestra de compañerismo que se dan todos para significar su unión y afirmar los vínculos que unen a los trabajadores de la tierra. No es como algunos creen, la fiesta del desquicio y del desorden, el preludio de la ruina universal; es la protesta muda e imponente de todos los que sufren sin consuelo, de todos los que padecen sin esperanza de remisión, de todos los que suspiran por la reforma bienhechora que ha de llevarles del estado de bestias de carga al estado de hombres libres. En balde duermen ese día todos los ejércitos con el arma en brazo, en vano en varias partes hay represiones brutales. La reunión se celebra a pesar de todo, los obreros van impávidos al sacrificio, como los mártires del cristianismo, como los cruzados con la frente levantada y el corazón en el derecho y la justicia; nada temen, nada los arredra; detrás del martirio está el triunfo de la causa. La causa del obrero es la causa de la humanidad; puede ser uno no socialista, puede no compartir la idea de los proletarios, pero no hay nadie que teniendo corazón no los acompañe en la lucha por su emancipación. ¿Qué causa puede haber más sagrada que la de esos millones de hombres, que inclinados día a día, mes a mes, año a año sobre la dura labor, no tienen más porvenir que la cárcel o el hospital, no más recompensa que la miseria?. Los que de estas cuestiones no se preocupan por miedo al problema pavoroso que encierran, y a la solución revolucionaria y en pugna con el actual estado de cosas de la 72

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sociedad que tienen los que no se animan a ser socialistas por el temor de ser tratados de revolucionarios o de cobardes, o no tienen corazón. Convengo a que el socialismo no haya dado aún una solución completa y satisfactoria a la cuestión social. Quiero creerlo así; ¿pero eso nos exime acaso de creer que necesitamos reformas? ¿Mitiga eso acaso el sufrimiento y el malestar de las clases trabajadoras? Los que así piensan olvidan que hay millones de obreros trabajando debajo de la tierra, en las minas de carbón, encorvados todo el día sobre las negras galerías arrancando el combustible, respirando aire malsano y cobrando un salario miserable que no cubre las más perentorias necesidades de la vida, olvida que hay millones de tejedoras que viven en estrechas guardillas expuestas a calores intensos en el verano y a fríos extremos en el invierno, sin poder abrigarse convenientemente por la exigüidad de los salarios, olvida que millones de estibadores y cargadores de buques que exponen todos los días miserablemente sus vidas por ganarse el pan, olvidan que hay millones de albañiles y plomeros que en el andamio están a pique de perder la existencia dos veces por segundo y que no ganan ni lo más necesario para vivir. Y no tienen presente que hay millones de mujeres trabajando en labores rudas a la par de los hombres, disputándoles el pan; el que así piensa no tiene madre, no tiene hermanas, no tiene novia, porque si no se las imaginaría en aquellas rudas faenas y una onda de compasión le subiría desde el fondo del pecho e invadiendo su corazón y su cerebro, le haría estallar en profundos y amargos sollozos. Tampoco recuerda que hay millones de niños trabajando en las fábricas en la edad más tierna, en labores que deforman su cuerpo y en una lucha que deseca su alma tierna y lo condena irremisiblemente a la ignorancia y al atraso que generan el crimen y la delincuencia y que conducen a la cárcel o al patíbulo. Todo esto viene a mi mente evocado por la fecha de hoy, y todo esto nos hace pensar que el día de la reforma no está muy lejano, que el socialismo ha de triunfar llevado por la misma lógica de los acontecimientos ya por una revolución, ya simplemente por la evolución, y me considero feliz de decir como Edmundo De Amicis “Vosotros conoceis la tremenda imagen de Carlyle que presenta al mundo actual como un páramo salvaje y caótico, cubierto de pestilentes brumas y agobiado por una atmósfera de plomo en la cual estallan diluvios y serpean relámpagos de revolución y no brillan por las tinieblas más que las fosforescencias de la filantropía, sin percibirse una sola estrella en el cielo”. 73

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Pues bien, falta una imagen al cuadro: una multitud inmensa que ocupa todo el horizonte, extenuado y en la mayor miseria, mirando hacia un punto que blanquea en el cielo, con los brazos extendidos, invocando al nuevo sol, el sol que enjugue las lágrimas, que de calor a sus miembros, que le embellezca la Tierra, que le haga amar la vida... Oh, este sol brillará, tengamos en ello absoluta fe!! y ojalá que vosotros que sois jóvenes, lo veáis surgir, y felices aquellos que, saludando su primer rayo puedan decir a su propia conciencia: Yo lo he esperado!!! A. Carbonell y Migal El 23 de mayo anuncia la aparición de un nuevo periódico que se llamará “La Lucha”. Será de filiación nacionalista y estará dirigido por Simón F. Granada. Saldrá solamente los domingos y será editado en Montevideo. También en ese día se comenta el incidente que tuviera Bahamonde con el señor Tubino Benitez a escasos metros del Café del Centro. Debido a las heridas recibidas por Bahamonde, “La Ley” pasó a ser dirigida por el señor Julián Miranda. Durante la dirección de Miranda no habrá editoriales con contenido político. A pesar de esto es agredido en junio de 1900, cuando no, en el Café del Centro. Veamos la crónica. Julián Miranda – Este inteligente joven, que está a cargo de la Dirección y Redacción de La Ley, por enfermedad del señor Bahamonde, sufrió anoche un ataque en el Café del Centro, el que gracias a los cuidados que en el primer momento se le prodigaron, no revistió importancia. Tan pronto se produjo el accidente, le prestó su asistencia profesional el doctor Gagliardi, siendo momentos después conducido en su carruaje a su casa y acompañado por el comisario señor Lázaro. La Ley agradece las numerosas atenciones prodigadas a su Director interino, y especialmente los cuidados del doctor Gagliardi. La Ley. Nº 53. 6 de junio de 1900. Se habla de un ataque, luego se refiere a un accidente. Lo cierto es que el tema no vuelve a ser mencionado. Tampoco se menciona al contrin74

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cante de Miranda. Poco después vuelve Bahamonde a la dirección del periódico. En junio encontramos otras dos noticias relativas al periodismo. La aparición de un periódico dirigido por el director del colegio católico Juan M. Orosa que se llamará “El Campeón Católico”. No tenemos otras noticias de él. Es probable que no haya tenido circulación entre el público en general. La segunda noticia refiere al periódico “La Lucha” que será editado en Florida, en los talleres de La Voz de Florida, saliendo dos veces por semana, martes y viernes, y no solo los domingos como hasta ahora. Dice, entre otras cosas, “La Ley”: “Es raro que el colega se haya decidido a imprimir un periódico de filiación nacionalista, siendo diario político y colorado, y tomando en cuenta los calificativos con que a menudo nos obsequia por el crimen de imprimir “El Tesón” en los talleres de La Ley”. La paja se ve siempre en ojo ajeno pero no la viga en el propio. La Ley Nº 58. 23 de junio de 1900. El 1º de agosto de 1900 aparece la tercera foto y es de la señorita Dolores Miranda. Insisto en las fotos porque pasarán algunos años para que otras publicaciones impriman este tipo de material. En setiembre la redacción del periódico recibe a un nuevo colaborador: el joven César Tubino. Se alejará amigablemente en noviembre. También en este mes Alberto Bahamonde renuncia al grado de sub teniente del ejército nacional. En noviembre aparece la 4ª foto, se trata de la señorita Domitila Díaz, se anuncia la salida de un semanario que se llamará “La Flecha” y el sobreseimiento de Bahamonde en la causa por el incidente con Tubino. El 1º de diciembre “La Ley” cumple su primer año. Su redacción se ve visitada por amigos de la casa. La ocasión es aprovechada para una fotografía, que reproducimos a continuación, en la que vemos a su Director junto a algunos de sus visitantes. 75

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Orestes Scotti, Juan Costa, Alberto Bahamonde, Roberto Camacho, Armando Tubino. En enero de 1901 cambia de formato. Aumentan sus dimensiones y sus páginas serán de 67 X 46 cm. Lo que no cambia es la agresividad. Esto trae un nuevo incidente, esta vez en la estación de ferrocarril. El contrincante de Bahamonde será Maximino Román, Director y propietario de la “Voz de Florida”. A pesar de haber revólveres en juego esta vez no hubo heridos. En febrero se anuncia que dejará de salir hasta marzo el colega “La Flecha” y en ese mes Bahamonde anuncia su retiro como Director del periódico. Aduce causas estrictamente personales. Lo sucede, a partir del 3 de abril de 1901, quien en ese momento era diputado por nuestro departamento y por el Partido Colorado, el escribano Santos Icasuriaga. Desaparecen las violentas controversias con los periódicos locales. Los editoriales son todos sobre temas políticos y eminentemente doctrinarios. Aparecen junto a la gacetilla en las páginas interiores. La primera y la cuarta páginas están ocupadas por avisos comerciales. 76

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En agosto deja de aparecer el Director. Solamente figura Orestes Scotti como Gerente Administrador. El 7 de ese mes se lee la crónica del duelo que sostuvo Bahamonde tres días antes, en Montevideo, con el doctor Vicente Borro. En el lance el primero fue herido y ambos fueron detenidos. Siete días después Bahamonde retoma la dirección del periódico. Vuelven los editoriales y artículos de opinión a la 1ª página y un mes después achica el formato a 47 x 36 cm. En setiembre aparece como Redactor Responsable el señor Julián Miranda. Comienza a imprimirse en la imprenta de “La Ley” el periódico “El Pueblo” de circulación en Durazno. Era su Director el señor Santiago Fernández y Fernández y su Administrador Belarmino Caetano. En ese mes vuelve de Europa, después de un año, el doctor Guglielmetti y en noviembre Miranda pasa a trabajar en la Administración de Rentas por lo que vuelve Scotti como Gerente. “La Ley” homenajea al primero publicando su foto.

Dr. Juan Guglielmetti A mediados de noviembre Bahamonde tiene un nuevo incidente, ahora en el Hipódromo, con Julián Uría pero por sobre todo con el Comisario de 77

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la 1ª sección de apellido Baños. Comparado con los anteriores este resultó ser un hecho menor. Alberto Bahamonde. En 1902 prosigue su prédica contra el Jefe Político y de Policía, Manuel Cuñarro. Desde sus páginas denuncia atropellos policiales en la ciudad y campaña. También señala a los subalternos que tienen acciones destacadas. Se pueden ver varios artículos contra las levas, enrolamientos forzados en el ejército, sobre todo cuando se trata de menores de edad. Publica varias denuncias de padres que reclaman la devolución de sus hijos a quienes se les hacía servir en el cuartel. Pide mayor cantidad de escuelas públicas sobre todo en la campaña. Confía en la educación como medio de superación del hombre. Se muestra a favor del adoquinado de las calles y sigue reclamando por un hospital. En abril y mayo se observan varios cambios en “La Ley”. Su enemigo, La Voz de Florida” dice que fue vendida primero a José Espalter y luego a Julián Miranda. La Imprenta “La Ley”. El joven Julián Miranda ha adquirido por la cantidad de $1200 el establecimiento tipográfico donde se imprimía nuestro colega “La Ley”. El señor Miranda ha confiado provisoriamente la dirección y redacción del colega, según se nos dice, a su inteligente hermano el joven José P. Miranda, favorablemente conocido en nuestro mundo literario. La Voz de Florida. Nº 335. 29.05.1902. Y posteriormente: La imprenta “La Ley” volvió a su dueño original. La Voz de Florida. Nº 339. 12.06.1902. 78

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“La Ley” no dice nada de esto. Sin embargo el 28 de mayo deja de aparecer Orestes Scotti como Administrador y Bahamonde como Director. José Pedro Miranda es el Editor Responsable. En junio se anuncia que ha sido separado del cargo el señor Miranda, lo reemplazará el señor Oscar A. Tubino. A partir del 15 de julio cambiará de formato: vuelve al tamaño grande, no aparece Director ni Administrador y publica como domicilio la calle Convención (actual Gallinal ) Nº 82. Mucho ha cambiado en los últimos meses. Los enemigos de Bahamonde habían anunciado que las máquinas estaban embargadas. La imprenta cambia de dueños y luego vuelve a su antiguo propietario. Cambia radicalmente el formato pero también cambia el tono cauto de su prédica tornándose nuevamente agresivo. Son tiempos de elección de un senador por el departamento. El Partido Nacional parece no existir para los colorados que se enfrascan en lucha a muerte entre sus candidatos. “La Ley” centra su accionar en la organización del Partido Colorado. Los enfrentamientos entre diversos grupos son frecuentes. Se delimitan por lo menos dos que quedan claramente marcados en la elección senatorial del año 1902. La Voz de Florida apoya a Benito Cuñarro, hermano del Jefe Político y de Policía del departamento, y La Ley al doctor Eduardo Lenzi. Quedaron atrás varios postulantes, entre ellos Ursino Barreiro que se alinea con el segundo. Es probable que esta inyección de vitalidad, y de dinero que recibió “La Ley”, provengan de la fuerza política que necesitaba de un órgano de prensa para llevar adelante su campaña. Bahamonde no escatimará esfuerzos y empleará toda su energía apoyando al doctor Lenzi. La polémica con Román se hace violenta. “La Ley” publica una agraviante carta de un señor llamado Francisco Peña domiciliado en el interior del departamento. Era lo que Bahamonde necesitaba, insultar a Román con nombre ajeno arrimando leña al fuego electoral y vengándose de los artículos que éste le había dedicado en enero de 1901 los cuales habían propiciado duros enfrentamientos y agresiones. Veamos la carta: 79

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PERSONAL Antes de dar cabida en nuestra hoja al remitido que nos ha enviado, nuestro estimado amigo don Francisco Peña, hemos meditado sobre el mal que puede acarrearle a un diario serio como La Ley, la publicidad de un artículo violento de carácter muy personal. Pero nos hemos decidido a insertarlo; en primer término, por estar firmado por su autor; y porque no nos creemos obligados a guardar consideración a quienes jamás la han tenido para con nosotros. No podemos olvidar que la dirección de “La Voz de Florida” dio cabida en las columnas del periódico a una publicación que a más de ser personal, traspasaba los umbrales del hogar; publicación de un testaferro irresponsable y a quien algún día le ha de pesar, haberse prestado a poner en ese artículo su firma. Bien es verdad que en ese entonces el Director de “La Voz de Florida” no había constituido hogar, pero quien quiera que sea, su conducta fue incalificable. Aceptamos los ataques de carácter político cualquiera que ellos sean, pero los insultos personales son armas de dos filos que se vuelven contra el que la esgrime. He aquí la explicación de porque hoy aparece en “La Ley” el remitido que más abajo leerán nuestros lectores. Y a fin de corresponder a la atención del colega hemos pedido autorización al señor Peña para dejarlo también en carácter de permanente. Señor Director de La Ley. Pte. Mi estimado amigo: Recordará usted que fui atacado en el periódico “La Voz de Florida, por un individuo llamado Maximino Román, muy conocido en estos parajes, teatro de sus fechorías. No contesté en ese entonces, a los artículos que él hacía escribir en contra mía; (pues Román apenas sabe firmarse) atendiendo al pedido de algunos amigos, que me ponían de manifiesto la insignificancia de Román, para que pudieran llegarme sus envenenados dardos. Hoy cambia de especie. Por conducto serio y fidedigno, se que este sujeto se ocupa de mi en forma denigrante y rastrera, como ha estado acostumbrado a hacerlo toda su vida. La importancia política y social que en esa se le da a este caballerito me induce a creer que allí no se le conozca, pues de otro modo no explícome como echan mano de él para Comisiones etc. Si es porque tiene un periódico, queda desde ya facultado Canuto para adquirir bien o mal una imprenta y constituirse en personaje. 80

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Este sujeto, armado caballero de la noche a la mañana, tiene una audacia inconcebible. Desde su insignificante periódico se insulta a todo el mundo agotándose los epítetos más injuriosos que darse puede. Nunca Florida le perdonará al caballero dueño de la imprenta “La Voz De Florida”, el haberle vendido a Román esos talleres, habiendo en ese entonces otras personas verdaderamente dignas que la hubieran comprado. Encaramado en la dirección del periódico se cree una personalidad y desde allí hace escribir, porque él es una nulidad, contra personas, que no tienen otro delito si de tal puede calificarse, que la pobreza. Román principia por olvidar el origen de su nacimiento, la vida que aquí llevaba, la vez aquella que tuvo que verse con el comisario Aramburu y de cuya entrevista vino a la jefatura. Olvida que siendo jefe político el señor Fernández él no pasó de un sargento asistente cuidador del caballo del jefe. Olvida el concubinato en que vivió, y de donde sacó la plata para adquirir la imprenta que posee. Olvida que su condición, antecedentes, pobreza de espíritu y nulidad intelectual no le permite deprimir y vejar como ha querido hacerlo conmigo, a quien también ha querido denigrar, por haber sido el iniciador de un acto de justicia para con otra víctima del señor Román, el señor juez Falco. Ese individuo antes de permitirse esas libertades, debía fijarse con quien se mete. Felizmente en mis años no he cometido un acto que pueda hacerme bajar la cabeza. ¿Puede decir Román lo mismo? Si siquiera escribiera sus artículos, si diera él forma a su pensamiento, podría encontrar este sujeto alguna disculpa, pues el talento, es respetado por más mal que se emplee, pero yo se como sabe Florida, que Román sabe apenas firmar, y con gran dificultad. Luego, hay más relajación cuando hace insultar con otros, por no ser capaz de hacerlo de frente. La culpa de la petulancia que muestra este sujeto, que viene aquí y se hace que no conoce a nadie, la tienen los elementos que algo valen y representan que le dan importancia admitiéndolo en paraje donde solo debe ir la gente bien nacida. Yo lamento que mis ocupaciones me impidan ir a esa y pedirle directa cuenta de sus actos a este individuo, dos veces canalla y miserable, pues si se ocupa mal de mi, es debido a que no estoy en Florida. Me conoce y seguro no lo haría si yo viviera ahí. Me tienen sin cuidado las apreciaciones que pueda hacer ese crapulín, de mi per81

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sona, pues entre yo y él hay una ventaja inconmensurable, pero he querido arrancarle la careta. Me ocupo de buscar datos, de un abigeo cometido en épocas pasadas y de lo que sabe algo el señor Román. Muy pronto lo molestaré señor Director. Salúdalo Francisco Peña La Ley. Nº 297. 22 de octubre de 1902. Tres días después de publicada la carta de Peña sus páginas denuncian bajo el título de “HOMICIDIO FRUSTRADO” la agresión de que fue objeto su Director, Alberto Bahamonde por parte de Maximino Román, como de costumbre, en el Café del Centro. “La Ley” no da su versión de los hechos. Solamente transcribe lo escrito en los grandes diarios de Montevideo tales como “El Siglo”, “El Tiempo” y “El Nacional”. La jugada de Bahamonde parece perfecta. Insultó a Román mediante un tercero, fue agredido, su lesión fue leve, dejó mal parados al Director de La Voz de Florida y al Jefe de Policía señor Cuñarro y el suceso tuvo repercusión nacional. En febrero asume como Administrador – Gerente el señor Francisco Crehueras. El periódico proclama su apoyo a la candidatura de Juan Carlos Blanco para la Presidencia de la República En marzo se desata un conato de revolución. Mientras el ejército convoca a los hombres a enrolarse algunos partidarios del Partido Nacional desaparecen de Florida. El Director de La ley se enroló inmediatamente recibiéndo el grado de Capitán ayudante. Veamos dos artículos que avalan lo dicho:

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Convocan a enrolarse.

Blancos Desaparecidos. En este lapso figura como Administrador y Gerente el señor Martín Irazoqui. El formato se hace más pequeño con la excusa de la falta de personal. 83

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El movimiento armado duró muy poco. El 28 de marzo se da cuenta de su terminación. Se vive en Florida y en todo el país un clima festivo. En mayo vuelve Bahamonde como Director y Redactor permaneciendo Martín Irazoqui como Administrador – Gerente. La colección de “La Ley” se interrumpe en la Biblioteca Nacional el 17 de junio de 1903. No se despide de sus lectores. La Voz de Florida lo nombra hasta julio. La Idea dice el 23 de setiembre de 1903 que reapareció y el 18 de noviembre le responde a un artículo. Inmediatamente después de pasada la revolución de 1904 Bahamonde ocupó un cargo en la Juta Electoral y “La Ley” fue el primer periódico en reaparecer el 4 de enero de 1905.

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▓ EL TESÓN ▓ Órgano del Partido Nacional y de los intereses del departamento Se imprime en la tipografía “La Ley”. Calle Independencia Nº 151. Aparece los martes y viernes Administración calle 25 de mayo Nº 86. Gerente – Administrador: Dionisio A Ledesma. Colaboradores: Dr. Juan Guglielmetti, Dr. Joaquín Ponce De León, Sr. Solano Riestra, Sr. Heraclio Zipitría, Sr. Andrés De Grossi, Sr. Pedro Mendizábal, Sr. Augusto W. Esquibel, Sr. Arturo Carbonell y Migal, Sr. Duvimioso Barboza y Sr. Ariosto Peyrallo. El ejemplar Nº 1 de este periódico se encuentra en la Biblioteca Nacional. Corresponde al 5 de diciembre de 1899. En un editorial dice compartir los ideales del Partido Nacional pero no ser su voz oficial.

Encabezado de El Tesón. Está constituido por 4 páginas. En la primera se leen artículos de opinión, culturales y literarios, en la segunda artículos de gacetilla y noticias y en la tercera y cuarta avisos comerciales. Su tamaño es más pequeño que el de sus competidores. Se constituye en el cuarto periódico de circulación simultánea en nuestra ciudad. Desde 1886 tenemos a “El Tiempo”, a fines de 1899 aparecen “La Voz de Florida” y “La Ley” y ahora, pocos días después “El Tesón”. 85

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No rehúsa la polémica pero lo hace en tono menos violento que “La Voz de Florida” y “La Ley”. Trata diversos temas con mucha altura. No hay ataques personales y trata con cierta estima a Bahamonde. Es un poco más duro con Román. Ataca la concurrencia a los prostíbulos y se menciona la dirección de estos: Cagancha a una cuadra y media de Independencia (Barreiro entre Batlle y Gallinal) y Comercio esquina Colonia (Rodó y Figueredo). El artículo recrea, sin dar nombres propios, algunos diálogos de clientes con matronas y pupilas. Fusta critica la concurrencia a estos lugares pero no fija posición sobre su existencia. Este fue uno de los puntos de mayor controversia con sus colegas. Se destacan dos series de artículos. Una firmada por el escribano Andrés De Grossi sobre temas técnicos del notariado y otra por el maestro y profesor de secundaria Arturo Carbonell y Migal sobre la educación. En enero de 1900 se hizo cargo de la dirección tipográfica el señor Sebastián Romero. El periódico duró poco tiempo. Terminó en el Nº 38 del 17 de abril. Se despide con el siguiente artículo que refleja fielmente lo que fue su corta vida: DESPEDIDA Cuando “El Tesón” por primera vez vio la luz de la publicidad en esta población, sintetizó en su breve programa los rumbos a seguir en el orden político y social, sustentando en primera fila las puras ideas del partido nacional, enarbolando su bandera y siguiendo sus principios dentro de las reglas más severas de la cultura, de la verdad y de la justicia. Creemos haber cumplido hasta el momento aquellas sagradas promesas, sin miedos ni cobardes vacilaciones y con la fe siempre inquebrantable de hallar un día el triunfo de las buenas causas. Acaso no olvidamos tampoco los grandes y valiosos intereses del departamento, señalando siempre aquellas mejoras que aparejen adelanto ya fuese moral o material;- y, en esta constante e ingrata lucha del periodismo, hubiéramos permanecido en el honroso puesto del deber y de nuestros más generosos anhelos, si poderosísimas causas, ajenas a nuestra voluntad y que no son del caso enumerarlas, no se opusiesen 86

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en el camino de nuestra labor, haciendo que esta hoja desaparezca momentáneamente para quizá antes de bien corto tiempo, volver de nuevo a su puesto de combate, sino con más bríos, con igual pureza de intenciones, con las mismas altiveces, el mismo amor a los ideales sinceros que encarna el programa del partido nacional y, por fin, para velar siempre por las libertades y el engrandecimiento de este pedazo de suelo, cuna de muchos héroes y de nuestro nacimiento. Al despedirse El Tesón no solo de sus favorecedores sino de la prensa local y la del país, cumple el grato deber de agradecer efusivamente la inmerecida acogida que le han dispensado, a cuya distinción queda reconocido por lazos de eterna gratitud. La Administración El Tesón. Nº 38. 17 de abril de 1900.

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▓ LA LUCHA ▓ Periódico político, científico, comercial y noticioso. Aparece los domingos. Se edita en “La Propaganda” en Montevideo. Nº 1 del 4 de marzo de 1900. Gerente – Administrador: señor Simón F. Granada Administración en la calle Convención nº 119.

Encabezamiento de La Lucha. Aparece simultáneamente en Durazno, Florida, Minas y Colonia (Rosario Oriental). Se imprime en Montevideo, es de formato grande y tiene 8 páginas y no 4 como los anteriores. La primera página debe ser escrita por el corresponsal de cada ciudad. Las otras siete son comunes a todos y traen noticias nacionales y de Montevideo. Problemas de organización hacen, por lo menos en Florida, que esta información local no aparezca, por lo que piden disculpas a sus lectores. El 20 de mayo (N° 9) aparece por primera vez información dedicada a nuestro departamento. Ese día cambia su encabezamiento; ahora dice: Periódico nacionalista, científico, comercial y noticioso. El 3 julio tomará un nuevo rumbo, comenzará a editarse en los talleres de La Voz de Florida, en nuestra ciudad. Aparecerá dos veces por semana, martes y viernes por la tarde, y tendrá 4 páginas en vez de 8. 88

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Su encabezamiento será ahora: periódico nacionalista, literario, comercial y noticioso. Aparecerá en todas sus ediciones un cuadro con las autoridades del Partido Nacional de la ciudad y de las seccionales rurales. Poco sabemos de sus colaboradores. No aparecen nombres salvo el de su director. Su prédica está claramente relacionada con la de las autoridades del Partido Nacional en lo departamental. Mantiene discusiones sobre temas banales con los demás órganos de prensa pero sin agresiones. En noviembre se anuncia el alejamiento del Dr. Vicente Borro. Este mantendrá, varios meses después, por motivos particulares, un duelo ilegal con Alberto Bahamonde del cual hablaremos. En su número 79, del 29 de marzo de 1901 se despide de sus lectores. Culmina un ciclo de algo más de un año, original por el hecho de salir simultáneamente en cuatro lugares, con información nacional e internacional común y con una página dedicada a cada localidad. Aparentemente la idea no tuvo éxito ya que rápidamente “La Lucha” siguió los pasos de sus antecesores locales convirtiéndose en un periódico netamente floridense.

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▓ LA FLECHA ▓ Se conserva un único ejemplar en la Biblioteca Nacional. Se trata del Nº 5 del 2 de diciembre de 1900. “La Flecha” está escrita a mano. No aparece Director ni Administrador. En sus páginas se encuentran cuentos y algunos comentarios. Seguramente pretendió ser una publicación literario – cultural.

Encabezado de La Flecha. 90

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▓ PEQUEÑECES ▓ La revista Pequeñeces es un emprendimiento cultural de un puñado de jóvenes floridenses. De tamaño pequeño, 27 x 19 cm. Sale a la calle en forma semanal el 6 de julio de 1902. Son sus redactores: Arturo Carbonell y Migal y Justo G. Mieres, su administrador, C. Orestes Scotti. A partir del segundo número será también redactor el señor Juan Ángel Cabrera.

Encabezado de pequeñeces. Como lo dice en su primer número, no se escribirá de política, filosofía ni religión. Será una revista sobre todo literaria, con noticias sociales y pasatiempos. Tendrán cabida poesías de niños y jóvenes de nuestra ciudad. Transcribimos un artículo escrito por el maestro Manuel Buceta, bajo el seudónimo de Antón Perulero, aparecido en el periódico La Voz de Florida, el cual da una imagen veraz de lo que significó aquella revista. “Siguiendo por la órbita del progreso periodístico departamental, apareció con fecha 6 del que luce, un periódico de formato de Rojo y Blanco, que si aun no está engalanado por los floreos del pincel artístico, promete hacerlo, estando, no obstante, sus páginas nutridas de selecto material y descollando en él un estilo claro, armonizado 91

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con la sencillez literaria de fácil comprensibilidad y buen gusto. Pequeñeces, aunque su formato no es grande, viene a llenar una necesidad harto reclamada en el seno del periodismo departamental, y a reportar grandes ventajas a la juventud estudiosa, que ansía para su porvenir todos aquellos datos que puedan contribuir al ensanche de conocimientos útiles, robusteciendo así su inteligencia y preparándose para soportar las asperezas de la vida cotidiana ante las esperanzas del porvenir. La dirección de Pequeñeces, está confiada a los jóvenes Arturo Carbonell y Migal, quien es bastante conocido del público floridense, no tan solo como inteligente educacionista, sino también por sus bellas producciones literarias, aparecidas muchas veces en los diversos periódicos locales, firmado con el seudónimo de Teseo, y Justo G. Mieres, que tampoco desmerecen en él análogas condiciones. – Comparten con ambos directores varios jóvenes de nuestra ciudad, en la redacción o colaboración, hijos o no del departamento, de cuya inteligencia no puede dudarse, lo que mucho abona a favor de la moderna revista. – Jóvenes como Cabrera, Riestra y otros que análogamente prestarán su concurso literario a Pequeñeces, deleitarán siempre con sus producciones a nuestra sociedad, en cuyo seno son leídas con gran placer aquellas. Tiempo es ya de que se reanimen los espíritus de nuestro público y que se ensanche la gran esfera del progreso departamental en todas sus manifestaciones, practicándose paulatinamente sus partes. No obstante los muchos asuntos de progreso material que se tramitan actualmente en nuestra ciudad, creemos que nuestro público sensato no debe negar su apoyo a Pequeñeces, contribuyendo con su ayuda a su sostenimiento pues bien sabido es, que toda idea desaparece cuando no hay quien la sostenga. Debe, pues, protegerse al nuevo adalid que nació a la vida del periodismo con una bandera simpática, con exclusión absoluta de los credos políticos y religiosos, ofreciendo en cambio conocimientos útiles, de preparación intelectual para esa pléyade de jóvenes afectos a las páginas literarias, cuya cultura e ilustración es en ellos una de las condiciones más predilectas. La prensa de un pueblo no debe concretarse puramente a la faz política o religiosa, quemando incienso, a veces, en aras de un absoluto personalismo o de antagonismos político- sociales; maldiciendo al sol que fertiliza los campos nacionales o a la libertad que simboliza grandeza, para ensalzar aquello que puede llevarnos a la ruina por esa senda de abrojos que para la contrariedad humana, existe desde los tiempos remotos. 92

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Pequeñeces, tal cual es, reviste para Florida un paso adelante en la importancia de la prensa local. Sus tendencias solo propenderán a la cultura del sentimiento, ensanchando los horizontes de aspiración juvenil en el derecho del saber humano en nuestro pequeño perímetro territorial, y dejando aparte toda otra cuestión de carácter perturbante, concretándose así al afianzamiento invariable de una cultura propia nacional, porque ella existe y hace conocer en todos los pueblos y en todas las razas, que no se lucha solo por la política, ni por los afectos de la religión, tan transformada en nuestros días, por diversas causas, sino por la transformación de ideas juveniles en un sentido reaccionario favorables a la cultura nacional. Plácenos sobremanera ver representada por un órgano más la prensa departamental, elemento, que a no dudarlo, ha de llenar cumplidamente su programa, sirviendo a la vez como base del desarrollo literario de nuestra juventud varonil que cursa sus estudios en la Universidad de la República, y cuyos actos comprobatorios de aplicación, son ya una esperanza para lo futuro, en pro del progreso departamental. Al felicitar a los iniciadores de la fundación de Pequeñeces, así como a sus directores y colaboradores, hacemos votos sinceros para que no se eclipse la idea que persiguen, y que el público concurso, sirva como aureola de estímulo a sus afanes, hasta que obtengan la terminación plena de sus aspiraciones. Antón Perulero La Voz de Florida. Nº 347. 10 de julio de 1902. Pequeñeces salió a la calle en 29 oportunidades. La última vez fue el 18 de enero de 1903. Su vida fue corta pero llena de méritos de los cuales resaltamos algunos. Presentada con el mejor material visto hasta ahora en publicaciones floridenses, desde sus páginas se dio oportunidad a poetas de nuestro departamento. Demostró que había otras formas de periodismo y sembró la semilla de futuras publicaciones. Publicó 4 fotos, hecho poco habitual y caro en aquellos tiempos. Estas fueron: arreglos en “La Calzada”, “La Calzada”, profesor de esgrima Enrique Casati y profesor Peregrín Riva. Los clichés de estas 2 últimas fueron cedidas por el Dr. Juan Guglielmetti al cual agradecen.

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▓ LA IDEA ▓ Periódico político, noticioso y comercial. Aparece los miércoles y sábados. Director: Leandro Barbosa. Se edita en la calle Convención Nº 82. Su salida se concretó en setiembre de 1903 Como la mayoría es de gran porte y tiene 4 páginas. Se define como colorado, liberal y progresista. Esta definición le cae justa. El periódico es declaradamente defensor del Partido Colorado. Dice ser “medio hermano” de La Voz de Florida.

Cabezal de La Idea No tiene editoriales agresivos salvo en una ocasión en que contesta a “La Ley”. Se preocupa por el Partido Colorado y editorializa sobre su organización. Sus opiniones son eminentemente conceptuales y no se detiene en hechos puntuales. Como ejemplo vemos el siguiente artículo del 30 de setiembre de 1903. LA PRENSA DE ROMPE Y RASGA Es sabido que en el fondo de todo corazón humano existe, aunque a menudo solo en forma rudimentaria, un sentimiento de maldad que nos conduce a encontrar cierto placer en la acción de deprimir o de escuchar a los que deprimen a nuestros semejantes. 94

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Esta mala inclinación, cuya explicación científica es vulgar a fuerza de ser conocida, se combate con éxito, por medio de la educación ética moderna, que, habiendo abandonado hace ya mucho tiempo los estrechos moldes escolásticos, nos enseña a ver en el bien individual el bien colectivo, y a no estorbar por lo tanto, la libre acción de nuestro prójimo, - siempre que esta se dirija a fines lícitos y morales – impulsados por la mezquina y errónea creencia de que sus triunfos y adelantos impliquen necesariamente un obstáculo a nuestro progreso y mejoramiento personal. Es así como la primera y más sublime máxima del Filósofo de Galilea, después de haber sido desobedecida o tergiversada durante diez y ocho siglos, ha venido a tener su interpretación científica, y es continuamente predicada por lo maestros de la escuela positivista contemporánea. El día que estos principios se hagan carne en todas las esferas de la sociedad, habrán desaparecido los más grandes males que dificultan la felicidad general, y que se originan del maligno sentimiento que nos ocupa, del cual vamos a analizar ahora una de las más frecuentes manifestaciones. ** * El doctor Julio Herrera y Obes, en una de las más brillantes polémicas sostenidas en el transcurso de su azarosa vida pública, trataba de explicar la causa de la popularidad y gran circulación de ciertos diarios, cuya reputación de mal inspirados y peor escritos era, sin embargo, notoria. Hablaba con este motivo del director de uno de estos órganos de publicidad, que al preguntar a sus redactores sobre qué tema pensaban escribir, no se fijaba si el asunto elegido era o no de utilidad pública; procuraba asegurarse sobre todo de si se rajaba a alguien, según la expresión corriente; es decir, si había alguna víctima que despedazar a punta de pluma, para ofrecerla a la voracidad de sus lectores, a manera de sabroso plato del día, aderezado con abundantes salsa de insultos y procacidades. Si acontecía alguna vez, que por olvido o negligencia, se descuidaba la confección del apetitoso manjar destinado a hacer las delicias del público grueso, había que temer las airadas recriminaciones del bueno del director, que expresaba su descontento en estos o parecidos términos: “¡Pero Vdes. me arruinan! ¿No saben acaso que cuando no se insulta a nadie la venta disminuye? Hay que rajar siempre. No importa a quien; pero lo esencial es que se raje a alguno.” 95

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Se demostraba con esto – triste es confesarlo- un profundo conocimiento de las miserias humanas, aduladas primero y explotadas enseguida, por estos falsos apóstoles del periodismo, que no vacilan en halagar los malos instintos del vulgo, sabiendo que al hacerlo, cultivan un terreno propicio, que les devuelve en forma de abundante cosecha de dinero, los insultos que ellos siembran a manos llenas. De ahí el nombre de prensa de a vintén, con que el eminente correligionario aludido motejó a la que olvidando a la noble y educadora misión que le está encomendada, se entrega a este vergonzoso comercio, solo comparable, por lo inmoral y nocivo, al que constituye el medio de vida de esos seres degradados, contra los cuales inició hace poco una campaña rudamente moralizadora, un distinguido periodista porteño. ** * La parte del público, cuyo gusto ha sido pervertido por esa clase de prensa, acaba por no sentir el menor placer en la lectura de un diario que no raje a nadie, sino que más bien se empeñe en una propaganda culta y moderada, empleando más frecuentemente el consejo que la crítica, y en los casos en que haya de recurrir a esta, hacerla de manera que no lesione susceptibilidades personales, esforzándose en llevar hasta su último límite la abstracción entre el individuo y el sistema, entre el hombre y el funcionario. Los que otro proceder esperan de nosotros, pueden ahorrarse el trabajo de desplegar esta hoja; y consentimos gustosos en soportar ante su concepto el peso del calificativo de oficialista con que fuimos obsequiados recientemente, en una correspondencia dirigida a “La Prensa” de Montevideo. Habíamos resuelto no tomar en cuenta, ni contestar sino con nuestro desprecio a esas majaderías; pero nuestro casi compañero “La Voz de Florida” (semi-oficialista, según el corresponsal) no lo ha entendido así, y al hacer su defensa nos tienta con el ejemplo a decir algo a favor de la nuestra. El mismo día en que leímos la citada correspondencia, destinada según su autor a aclarar algunos cargos que en una denuncia anterior se formulaban contra las autoridades del Departamento, procuramos recabar algunos informes al respeto, de los cuales resultó nuestro convencimiento de que lo único que consiguió poner en claro el autor de la denuncia Nº 2 fue la completa falta de fundamento de su acusación. Supimos también que el Jefe Político, luego de conocer la 1ª denuncia, se había apresurado a desmentirla categóricamente en telegrama dirigido al Ministro de Go96

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bierno, remitiéndole al día siguiente la copia de todos los antecedentes relativos al supuesto abuso cometido en la persona del vecino Pintado, los que demostraban la corrección del procedimiento seguido por aquel funcionario. A pesar de esto, no quisimos hablar del asunto, por considerarlo terminado y completamente desprovisto de interés. Para decir algo, hubiéramos tenido que tratar, no del hecho denunciado, sino de la denuncia en sí, y con franqueza, no valía la pena. Esta conducta, por una parte, y el no haber explicado con todos los detalles los motivos de la prisión y enjuiciamiento del comisario Iriondo, por la otra, han sido suficiente causa para que el sesudo corresponsal nos aplique el mote de oficialista. El comisario citado fue suspendido en su empleo y puesto a disposición de la Justicia departamental en virtud, según creemos, de una denuncia por un empleado de la misma policía a sus órdenes. No vemos que interés pudiéramos haber tenido en ocultar un hecho que no tardaría en conocerse, desde que la acción judicial no procede secretamente. ¿Debimos hablar entonces atacando a las autoridades que cumplieron con su deber, disponiendo la prisión del comisario acusado? No sería justo. ¿O sería más conveniente rajar al comisario Iriondo, después de preso y sumariado? Esto no sería noble. Esperamos más bien la terminación del sumario y la sentencia del Juez. Si esta llegara a demostrar – lo que no sospechamos – parcialidad a favor o en contra del funcionario enjuiciado, entonces expresaremos libres y serenamente nuestra opinión, porque no hemos venido a la prensa a encubrir faltas de nadie. Créanos el ilustrado colega montevideano y su celoso corresponsal. A este especialmente, le aconsejaríamos que meditara más sus elucubraciones, no en la parte que nos toca, sino en aquello que puede afectar la lucidez de su criterio, que a veces parece un tanto ofuscado. Así, al referirse al asunto de Pintado, echa a mano, para probar su tesis, la de este argumento aplastador:” La denuncia, en lo que se refiere al señor Pintado, es perfectamente cierta; pues este lo ha confesado así en un documento que suscribió ante dos vecinos respetables de esta ciudad”. ¡Como si no se pudiera mentir ante dos personas respetables, y aun ante el mismo público, entidad más respetable todavía! 30 de setiembre de 1903 97

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Una denuncia hacia un comisario por abuso de funciones motiva una investigación y escritos periodísticos cruzados. Más allá de atacar o defender puntualmente al acusado hay en estas líneas un aporte conceptual acerca de la prensa. Han pasado más de 100 años. La “prensa de rompe y rasga” sigue vigente. El mercado manda y a él se deben quienes no tienen reparos en destruir instituciones o personas con el mero propósito de vender. En diciembre de 1903 saluda la aparición de un periódico blanco: El Demócrata. En enero de 1904 comunica los hechos revolucionarios con un editorial que titula “vuelta a la barbarie”. El 30 anuncia la suspensión de sus ediciones debido al estado en que se encuentra el país. Reaparecerá en marzo de 1905.

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▓ EL DEMÓCRATA ▓ Somos idea. La unión nos hará fuerza. Periódico nacionalista. Administrador: Duvimioso Barboza Sale jueves y domingos. Independencia 60. Año 1 Nº 1 del 17 de diciembre de 1903. Según Díaz Maubrigade el Director era Ernesto Abreo.

Encabezado de El Demócrata. Este periódico tuvo solamente 5 ejemplares. El último fue el 31 de diciembre de 1903. Posteriormente la revolución hizo que se suspendieran las publicaciones floridenses. A pesar de su filiación política y del momento que se vivía no trae mayor información ni opinión sobre la revolución en ciernes. El contenido de sus páginas es totalmente intrascendente. Fue la última publicación aparecida antes del paréntesis de 1904. ◘◘◘◘◘

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Capítulo II Un período irrepetible en el periodismo floridense 1899 – 1900 Es difícil que encontremos en la historia del periodismo escrito floridense un tiempo más prolífero que el que nos ocupa. En medio de las últimas revoluciones de importancia que soportó nuestro país, estos 13 meses vieron aparecer múltiples publicaciones. De años anteriores prosiguió su actividad hasta julio de 1902 “El Tiempo” dirigido por don José Iribarne. El 2 de marzo de 1899 Maximino Román fundó “La Voz de Florida”. Esta tuvo una larga trayectoria desapareciendo en 1941 luego de algo más de 4000 ediciones. Si bien hubo algunas interrupciones es, después de “El Heraldo”2, el de mayor permanencia en nuestra ciudad. En diciembre del mismo año apareció “La Ley”, fundado por un controvertido personaje llamado Alberto Bahamonde. En un principio éste fue socio de Román en “La Voz de Florida” pero rápidamente se distanciaron. A partir de ahí se creó una larga enemistad que provocó violentos incidentes. “La Ley” tuvo varias épocas desapareciendo definitivamente en 1911. El 5 de diciembre de 1899, 3 días después de salir “La Ley”, aparece en nuestra ciudad un cuarto medio de prensa: “El Tesón”. Organo del Partido Nacional, dirigido y redactado por Dionisio Ledesma, tendrá corta vida y desaparecerá 4 meses después, el 17 de abril de 1900. Sin embargo, coexistirá con una 5ª publicación llamada “La Lucha” 2

Fundado el 3 de febrero de 1919 como se ha dicho. 100

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que se publicó entre el 4 de marzo de 1900 y el 29 de marzo de 1901. Vemos entonces que entre el 4 de marzo y el 17 de abril de 1900 había prensa para todos los gustos y casi todos los días. “El Tiempo”, sin prédica política, aparecía jueves y domingos; “La Voz de Florida” y “La Ley”, ambos colorados, salían jueves y domingo el primero y miércoles y domingos el segundo. “El Tesón” y “La Lucha” eran nacionalistas. El primero salía martes y jueves y el segundo martes y viernes. Estos 5 periódicos convivirán en nuestra ciudad con encuentros y desavenencias, con contraposición de ideas y con hechos violentos. No es fácil explicarse esta proliferación de medios de prensa. A la vocación de periodistas se agregaban intereses políticos. Salvo “El Tiempo”, todos los demás respondían a intereses sectoriales dentro de los dos grandes partidos. Pasados los años del militarismo, la violenta muerte de Idiarte Borda y culminada la Revolución del 97 se abre un período realmente civilista. Quedan atrás los forjadores de nuestra independencia, los hacedores de las instituciones y los primeros pasos constitucionales y se abren camino políticos jóvenes, entre ellos José Batlle y Ordoñez y Luis Alberto de Herrera que dejarán marcas duraderas durante varias décadas. Van quedando atrás las lanzas, las revueltas y las montoneras para dar paso a una política y una lucha electoral muy primitiva y poco justa todavía. Si en otros tiempos se habían destacado valerosos guerreros, hábiles en la lanza y en el combate cuerpo a cuerpo, el arma del político es la palabra, el concepto, la ideología y esta tenía y tiene un medio de propagación insuperable: la prensa. Tal vez esto explique su proliferación en este período. ◘◘◘◘◘

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Capítulo III Tiempos de disputas 1899 - 1902 La gran cantidad de órganos de prensa aparecidos y desaparecidos en este período trajeron aparejados grandes discusiones e incidentes entre periodistas. De las primeras hubo por temas ideológicos de fondo pero los incidentes, algunos de ellos muy graves, fueron siempre por temas banales o por pujas de poder en los cargos de gobierno departamental. Habitualmente una crítica a la tarea en la Junta Económica Administrativa, en la Junta Electoral o en cualquier otro órgano, servía como excusa para pasar a cuestiones personales y posteriormente a hechos físicos. Llamativamente las más frecuentes y violentas disputas se producían entre dos periódicos adherentes al Partido Colorado. “La Ley” fue crítica de la actuación del Redactor responsable de “La Voz de Florida”, Leopoldo Artucio, en la Junta Electoral. La discusión subió de tono, se intentó una solución pacífica pero ésta no tuvo éxito. Finalmente se produce un incidente del cual veremos las versiones de La Voz de Florida, La Ley y de El Tesón.

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INCIDENTE ARTUCIO - BAHAMONDE Incidente Artucio - Bahamonde Es de dominio público el incidente que el jueves próximo pasado a medio día se produjo en el Café del Centro, entre el redactor de esta hoja, señor Leopoldo S. Artucio y el director de La Ley, don Alberto Bahamonde. Son bien conocidas las causas que dieron margen a este doloroso incidente pero como lo que sucede en Florida no toma por límite obligado las fronteras de nuestro departamento, sino que sale de ellas para ser comentado, muchas veces sin conocimiento de causa, por los vecinos, severos espectadores de todo lo que por aquí pasa, creemos un deber dar algunas explicaciones que tengan por virtud el desautorizar cualquier errónea interpretación. Como se recordará al ser nombrado Presidente de la Junta Electoral, nuestro redactor, el señor Bahamonde, en un editorial de su periódico, hizo apreciaciones muy injustas respecto a su persona; el señor Artucio le replicó como era su deber y de ahí, vinieron en los órganos nombrados artículos de réplica y dúplica que los llevaron a la tentativa de un obligado lance de honor. Encarada la cuestión por los respectivos padrinos y como medio de evitar efusión de sangre, se declaró en un acta labrada, que las apreciaciones hechas por ambos eran puramente de carácter político, sin llegar a la vida privada de ninguno de ellos. Se creía con esto, todo habría terminado, pero el señor Bahamonde no sabemos porqué, al publicar el acta con esa terminante declaración, dijo, desmintiéndola, aun cuando la publicación a renglón seguido, que el señor Artucio era el que se había desdicho de sus apreciaciones. Nuestro redactor no podía, como se explica muy lógicamente, permanecer callado ante semejante injusticia, y contestó poniendo las cosas en su lugar, publicando como mayor justificativo una carta de sus padrinos y la de los del señor Bahamonde, en la que se ratificaban en los términos del acta, que declaraba que las apreciaciones de ambos eran políticas y no personales. A pesar de que el suelto en que hacía esta aclaración, estaba concebido en los términos más cultos y menos hirientes, el señor Bahamonde contestó en el número del miércoles próximo pasado, de la manera más descomedida y haciendo gala de provocación llegando hasta desafiarlo en cualquier terreno. 103

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Agregado al tono agrio del artículo la provocación produjo en el ánimo de nuestro redactor la más justa indignación y sus amigos vimos llegado el momento, en que el conflicto era inevitable. Efectivamente así sucedió; el señor Artucio se encontró en el Café del Centro con el señor Bahamonde sin cambiar mayores palabras dio a este una bofetada como respuesta a su artículo según se lo dijo al ponerle la mano en el rostro; Bahamonde sacó un revólver que llevaba en la cintura haciéndole un disparo a boca de jarro, pero con tan poca dirección y tan buena suerte para nuestro redactor, que la bala apenas le produjo una pequeña perforación en una pierna; al intentar hacer un segundo o más disparos fue desarmado por varias personas que había en el café, siendo reducido momentos después a prisión. Como se ve la causa generadora de este incidente, que pudo tener fatales consecuencias, está únicamente en la virulencia del artículo del director de La Ley, que no observó forma alguna para contestar el suelto de nuestro redactor, en nada ofensivo. Los hombres de dignidad, que estiman su reputación no pueden ni deben dejarse insultar públicamente sin menoscabo de su nombre, y habiendo llegado al estado en que se estaba y en el que era imposible ya un lance de honor, fue necesariamente este el resultado. Como se ve nuestro redactor no ha sido el que dio margen a este incidente y ha estado en su perfectísimo derecho al tomar tal resolución, obrando caballerescamente. Deben quedar las cosas en su lugar en honor a la verdad. La Voz de Florida. 22 de marzo de 1900. Incidente desgraciado El jueves a medio día se produjo en el Café del Centro un desagradable incidente entre nuestro director don Alberto Bahamonde y el redactor de “La Voz de Florida” don Leopoldo Artucio. A causa de las publicaciones hirientes que se habían hecho recíprocamente en estos últimos días, las relaciones de ambos habían llegado a un punto en extremo tirante. El día mencionado, encontrándose el señor Bahamonde en dicho café, sentado con varios amigos, fue repentinamente acometido por Artucio, y sin que hubiera mediado palabra alguna, asestole una bofetada. Aquel, al verse agredido, y antes que sus amigos pudieran impedírselo, hizo un disparo de revólver sobre su agresor, que desgraciadamente lo hirió en el muslo. 104

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Debido a la intervención de varios señores, el hecho no tuvo mayores proporciones. El señor Artucio al sentirse herido, abandonó el café yendo a casa del doctor Gagliardi a pedirle le hiciera la primera cura. Este le reconoció y curó la herida, diagnosticándola de leve, pero prescribiole guardara cama a fin de evitar complicaciones. Momentos después, el joven Artucio era transportado en carruaje a su domicilio, en donde se asistió en calidad de preso. En cuanto a nuestro Director, inmediatamente de acaecido el hecho, encaminose a la comisaría de la 1ª sección, presentándose como preso. En el mismo día fueron puestos a disposición del Juez de Paz, por ausencia del Juez Letrado quien instruyó el sumario respectivo y tomó declaraciones a ambos. El señor Bahamonde nombró defensor al escribano don Arturo T. Tebot, y el señor Artucio a don Leopoldo Dibarboure, quienes solicitaron la libertad bajo fianza para sus defendidos, habiéndola obtenido ayer de mañana. La Ley. Nº 35. 31 de marzo de 1900 Incidente. Ayer a las 11 a.m., se produjo en el Café del Centro, un desagradable incidente promovido por don Leopoldo Artucio, presidente de la junta electoral, al director de “La Ley” don Alberto Bahamonde. Según refieren testigos presenciales, Artucio, sin mediar palabras, dio una bofetada al señor Bahamonde en momentos en que este jugaba al “cubilete” con don Pedro Etchepare. Ante tan inusitada agresión, el señor Bahamonde, sacó su revólver y disparó un tiro al primero, siendo este herido en un muslo. La herida no reviste por el momento gravedad, pues parece no haber interesado sino el tejido muscular. El señor Bahamonde se presentó inmediatamente a la comisaría. El motivo del lance ha sido las apreciaciones personales que respecto del señor Bahamonde, hizo don Leopoldo Artucio a consecuencia de haber aquel juzgado su personalidad política. El Tesón. Nº 25. 30 de marzo de 1900 Como vemos cada cual da su versión. Sin embargo lo que es indiscutible es que el incidente fue grave y seguramente dejará huellas duraderas. 105

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INCIDENTE BAHAMONDE – TUBINO BENITEZ Dos meses después del primer altercado vuelve Bahamonde a ser noticia. Esta vez es agredido en la vereda del Café del Centro por un vecino del lugar. Vemos las versiones de “La Ley”, “La Voz de Florida” y “La Lucha”. Incidente Bahamonde – Tubino. Desagradable desde todo punto de vista ha sido el incidente ocurrido en la noche del 21, entre los señores Alberto Bahamonde y Manuel Tubino Benítez. No conocemos los móviles que han dado margen al lamentable suceso, así que solo narraremos la manera de cómo se produjo el hecho, según los detalles que han llegado a nuestra mesa de redacción. Encontrábase el señor Bahamonde en la Confitería del Centro compartiendo amigablemente con algunos señores, cuando un operario de esta imprenta solicitó hablarle, a cuyo llamado accedió el señor Bahamonde, retirándose un metro de la confitería, donde casualmente tiene su domicilio el señor Tubino. Un instante después, la puerta de calle de la casa del señor Tubino se abrió, apareciendo este, que al mismo tiempo de dirigirle al señor Bahamonde, por la espalda, algunas palabras que no conocemos, lo acometió con un estoque, dándole una estocada que fue a sepultarse en la hombrera izquierda, penetrando por detrás. Enseguida le infirió dos heridas en el antebrazo izquierdo, una en la muñeca y otra en las proximidades del codo, pues el señor Bahamonde ya de frente, trató de desviar los golpes que le eran dirigidos a la caja del cuerpo. El señor Bahamonde en la imposibilidad de salvarse de tan veloz acometida y sin armas con que defenderse, trató de deslizarse de su adversario, al penetrar otra vez en la confitería, el señor Tubino que le seguía, y trataba de hundirle de nuevo el estoque en la espalda, no lo pudo hacer gracias a la intervención del comisario señor Carlos B. Lázaro que en ese instante transitaba por el lugar del hecho e intervino, evitando mayor desgracia al señor Bahamonde. 106

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Ambos señores fueron conducidos a la comisaría, donde el médico forense Doctor Guglielmetti, procedió a la primera cura del señor Bahamonde, quien además fue muy bien atendido durante su permanencia en la comisaría por el diligente comisario señor Lázaro. A las diez de la misma noche fue pasado a la Jefatura el señor Tubino, en tanto que el señor Bahamonde era llevado a su domicilio por disposición del doctor Guglielmetti. Desde que aconteció el incidente hasta hoy a mediodía han permanecido incomunicados los detenidos, en virtud de que aun no se les había tomado declaración por el señor Juez Letrado a quien fueron pasados los antecedentes en el día de ayer, ordenando este se les notificara para que indicaran sus defensores; lo que hicieron, nombrando el señor Bahamonde al escribano señor De Grossi y el señor Tubino al procurador señor Guichón. La Ley. 23 de mayo de 1900. Incidente sangriento. El lunes las 8 y ½ p.m. se produjo en la calle Independencia, al lado del Café del Centro un incidente personal entre el señor Manuel Tubino y Benitez y Alberto Bahamonde, director de “La Ley”, resultando este último con dos heridas en el brazo izquierdo, producidas por un estoque, arma que llevaba el señor Tubino y Benitez. Según los informes que hemos obtenido, el hecho ocurrió de la manera siguiente: Entre los dos protagonistas existían motivos de enemistad, desde hace algún tiempo, enemistad que creció a consecuencias de las amenazas que contra el señor Benitez profirió el señor Bahamonde. Anoche encontrándose este último parado en el umbral de la puerta de la casa del primero, salió este increpándole su proceder al detenerse precisamente en la puerta de la casa, recibiendo de parte de Bahamonde una contestación bastante dura, lo que dio motivo al señor Tubino y Benitez para desenvainar el estoque y acometerlo hiriéndolo en el brazo al pretender este quitarse el golpe con la mano. Inmediatamente huyó el señor Bahamonde por no tener armas,- en dirección al Café del Centro, perseguido por su heridor que fue detenido en la vereda por el señor comisario don Carlos B. Lázaro, que acudió al lugar del suceso. Ambos fueron conducidos a la Jefatura Política en calidad de presos, permitiéndose al herido, pocos momentos después, dirigirse a su casa donde se le incomunicó 107

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rigurosamente hasta prestar la primera declaración. Gracias a la pronta intervención de la policía pudo evitarse que el hecho fuera más grave. La Voz de Florida. 24 de mayo de 1900 Lamentable suceso. El lunes por la noche encontrábase el señor Alberto Bahamonde, redactor de nuestro colega “La Ley” en tranquila plática con uno de sus operarios al lado del “Café del Centro”, cuando se le aparece el señor Manuel Tubino y Benitez, el que después de un breve cambio de palabras, acometió al señor Bahamonde infiriéndole dos estacadas en el brazo izquierdo. La oportuna presencia del comisario señor Lázaro al lugar del suceso, evitó que el hecho fuera más grave, conduciendo a ambos a la Jefatura, previa las indagaciones del caso. Se dispuso que el señor Bahamonde fuera trasladado a su domicilio, a fin de poderse atender mejor de la herida que recibiera. La cura de primera intención fue practicada por el médico de policía. Deploramos tan desgraciado incidente. La Lucha. 27 de mayo de 1900.

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INCIDENTE BAHAMONDE – ROMAN La enemistad entre los directores de La Voz de Florida y La Ley persiste. Ni las fiestas de fin de año ni la discutida situación del cambio de siglo atemperan los ánimos de los contendores. En enero de 1901 Román inserta el siguiente artículo lo que provocará la reacción de Bahamonde. Alberto Bahamonde Esperábamos de este sujeto la contestación que publica en “La Ley” de ayer; es bastante cobarde para conducirse en otra forma. El público que me conoce sabe bien que no tengo por qué avergonzarme de mi pasado, ni de mi actuación en Florida al frente de esta hoja. El mismo Bahamonde tuvo no ha mucho tiempo el honor de estar bajo mis órdenes como redactor de La Voz de Florida; y todos aquí saben medir la diferencia que hay entre un tránsfuga cobarde y capaz de las más ruines acciones, que no tiene más arma que la calumnia y la baja adulación, y un hombre que aunque humilde muy honrado. No hay en mi pasado un hecho que pueda hacerme bajar la serviz ante los hombres de bien, y por cierto que no puede Bahamonde decir lo mismo, pues no se atreverá jamás a manifestar entre sus muchas villanías, cual fue la causa que indujo al ex Jefe Político Nicrossi a echarlo de la Jefatura donde era oficial 2º para mengua de la administración pública. Individuos de esta clase deben recibir como castigo, ya que por desgracia no están en la cárcel, el desprecio más profundo de cualquier persona que se estime. Maximino Román La Voz de Florida. 6 de enero de 1901. Las consecuencias no se hicieron esperar y en la primera ocasión que se presentó los enemigos volvieron a enfrentarse. Esta vez fue en la estación de ferrocarril, lugar de importante movimiento en aquella época. Veamos las versiones del hecho. 109

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Consecuencias Las publicaciones personales que se han hecho en estos últimos días en nuestra hoja y en “La Ley”, por sus directores señores Maximino Román y Alberto Bahamonde, han dado lugar a que se produjera un incidente el domingo a medio día, en la estación de ferrocarriles, que felizmente no tuvo más graves consecuencias, debido a la serenidad del señor Román y pronta intervención de la policía y otras personas que estaban presentes. Según las versiones recogidas en el teatro del suceso, y lo declarado por el señor Román en el sumario, las cosas pasaron del modo siguiente. Estaba nuestro director parado en el umbral de la puerta que da acceso al vestíbulo y boletería de la estación, mirando distraídamente una familia que subía a un carruaje, cuando llegó Bahamonde en un break descubierto y de cuya llegada no se preocupó el señor Román, hasta que al mirar en la dirección en que se había detenido el carruaje, vio al Sr. Bahamonde que a muy corta distancia, un metro más o menos, sacaba su revólver tratando de dirigir el caño a su persona. Verlo en esa actitud y arrojarse sobre él, fue obra de un segundo, impidiendo así que Bahamonde hiciera fuego y sujetándolo contra la puerta de entrada, trató de sacarle el arma de la mano hasta que acudió el Sargento de servicio, que logró quitársela mientras llegaban el señor Jefe Político y otras personas. Separados ya ambos contendientes y por no haber ese día más policía de servicio en la estación que un sargento puesto que el Comisario estaba en las romerías españolas quedó el señor Bahamonde al cuidado de aquel, y nuestro Director al del Jefe Político, hasta que fueron conducidos a la Jefatura Política. Esto es, a estar por la versión corriente que comprobarán las declaraciones del sumario, lo sucedido entre nuestro Director y el señor Bahamonde que lo es de “La Ley”; con la garante de que antes del suceso había manifestado este a varias personas que “donde quiera que lo encuentre al señor Román le pegaría un tiro”. Este atentado, criminal puede decirse, produjo gran indignación entre los presentes y es general la opinión que condena el proceder del redactor de “La Ley”. Del resultado del sumario noticiaremos oportunamente a nuestros lectores. La Voz de Florida. 10 de enero de 1901

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Atropello injustificable. De tal puede calificarse el que fue víctima la mañana del domingo el Director de esta hoja, por Maximino Román, Director de “La Voz de Florida”. El señor Bahamonde concurrió a la estación a los efectos de franquear una carta en la estafeta del tren a Montevideo, y al penetrar al pasadizo que da acceso al andén, le fue aplicado un golpe de puño en el brazo derecho, siendo incontinenti abrazado por una persona que resultó ser Maximino Román. Ante ataque tan brusco, Bahamonde trató de desasirse de los brazos de Román, no logrando conseguirlo por la superioridad de fuerzas musculares de este último. Bahamonde entonces sacó su revólver, al solo objeto de que Román pudiera hacer lo mismo. En este intervalo de tiempo, la gente que había en la Estación, acudió al barullo producido, logrando separar a los combatientes, dándoles el Jefe Político que también llegó con el oficial 1º, la voz de preso, orden que fue acatada sin resistencia alguna. Quitadas las armas que llevaban Román y Bahamonde, fue remitido este último a la Jefatura en un break, custodiado por un sargento de policía, y Román conducido momentos después en el carruaje particular del Jefe Político y acompañado por el señor Cuñarro y oficial 1º señor Vallejo. En la repartición policial, Bahamonde fue pasado a una de las cuadras destinadas a las tropas y Román al cuarto de banderas, local de los oficiales de guardia. El lunes a las 10 fueron puestos a disposición del Juez de Feria, el que procedió a tomar declaración a los prevenidos, levantándoles la incomunicación que sobre ellos pesaban. Ambos prevenidos obtuvieron ayer su libertad bajo fianza. Román ha nombrado defensor al procurador Leopoldo Artucio, y Bahamonde al escribano señor Solano A. Riestra. El fiador de nuestro Director es el señor José R. Tubino. Tenemos en nuestro poder datos precisos que nos permiten desvirtuar ampliamente los comentarios que alrededor de este suceso se forja, suceso provocado primeramente en el diario que Román dirige, y después personalmente, pero preferimos dejar a la justicia el completo esclarecimiento de los hechos, como medio seguro de que se haga luz y se constate de que lado está la justicia. Desde luego, el parte pasado a la Jefatura no es la expresión genuina de la verdad, está firmado por comisario Baños, que no presenció los hechos por encontrarse en las fiestas de las Romerías. A su debido tiempo hablaremos, demostrando que de un hecho sin importancia se ha querido, con dañada intención, darle proporciones alarmantes. La Ley. Nº 115. 9 de enero de 1901 111

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Entre periodistas Con motivo de las publicaciones aparecidas en nuestros colegas locales “La Voz de Florida” y “La Ley”, el domingo en la Estación del Ferro Carril Central hubo de tener que lamentarse un desagradable desenlace entre los señores Maximino Román y Alberto Bahamonde, director y redactor respectivamente de los colegas citados. Según se nos informa, el hecho ocurrió de la manera siguiente. Estando el señor Román en la puerta de entrada a la estación, vio que se bajaba de un carruaje y en dirección hacia él, el señor Bahamonde que echando mano a su revólver lo sacaba y se dirigía a Román que apercibiéndose de ello le tomó la mano que esgrimía el arma evitando así fuera descargada por el señor Bahamonde, trabándose entonces en una lucha de soquis que terminó con la oportuna intervención del señor Jefe Político y otras personas que hallábanse allí presentes. Nos felicitamos que el lance no haya tenido las consecuencias que era de esperar se produjeran, dadas las ofensivas publicaciones aparecidas en ambos colegas. La Lucha. 8 de enero de 1901.

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DUELO BORRO – BAHAMONDE En este incidente los dos periódicos transcriben la crónica de “La Razón” de Montevideo. Se intentó realizar este duelo en Florida pero la Policía lo impidió. Los contendores se trasladaron a Montevideo donde se batieron. Esto les costó una breve estadía como detenidos. Duelo Bahamonde – Borro Como se preveía, y a pesar de la intervención tomada por la Policía de esta para que no se efectuara el duelo concertado entre el señor Bahamonde y el doctor Vicente Borro, estos, en cumplimiento de su palabra, y en salvaguardia de su honor, partieron para la capital con el propósito de batirse. De “La Razón” de ayer tomamos la siguiente descripción del asalto y sus resultados: “Hace algunos días varios diarios de esta capital dieron noticia de haberse solucionado satisfactoriamente el incidente producido en la Florida entre el doctor Vicente Borro y el teniente Alberto Bahamonde, a causa de que aquel, en un juicio entablado ante el juzgado de ese departamento a dicho oficial, habría presentado, en defensa de la parte contraria al teniente Bahamonde, un escrito cuyos términos consideró este ofensivos, por lo que nombró padrinos para pedir una satisfacción al doctor Borro. Sus explicaciones satisfacieron a los representantes del señor Bahamonde, pues dieron por terminado su cometido, pero no así al nombrado oficial quien, al publicar la carta de sus padrinos, hizo respecto al doctor Borro comentarios que este juzgó injuriosos, por lo que desafió a su vez al teniente Bahamonde. Después de algunos incidentes que no hacen al caso, el duelo se concertó para el último lunes - El lance, que se terminaría cuando uno de los combatientes quedara imposibilitado para continuarlo, sería a sable con punta, filo y contra filo y se realizaría a las tres de tarde en la costa del arroyo Pintado en la Florida. Cuando los duelistas y padrinos se hallaban en el terreno se presentó la Policía impidiendo su realización. Entonces los duelistas resolvieron trasladarse a Montevideo con el fin de lograr su 113

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propósito llegando el martes. Eran padrinos del doctor Borro los escribanos señores Solano A. Riestra y Antonio María Fernández y del señor Alberto Bahamonde los señores Ventura Enciso y Guzmán Papini y Zaz. Ambas partes resolvieron después designar un director de duelo nombrando la del doctor Borro al señor Felipe D. Segundo y la del teniente Bahamonde al profesor Enrique Casatti. El lance quedó resuelto para ayer a las dos de la tarde, y se realizó en el club Rivera, calle Mercedes esquina Magallanes. A la hora indicada – los duelistas acompañados del señor Segundo, llegaron en un coche al referido local donde se encontraban los señores Riestra, Fernández, Enciso, Papini y Casatti y los doctores Alfonso Lamas y Alfredo Garibaldi, que asistían en su carácter a los señores Borro y Bahamonde respectivamente. Enseguida comenzaron los preparativos para el duelo, eligiéndose los sables que llevaba el señor Bahamonde. Los padrinos echaron a la suerte los lugares que debían ocupar sus ahijados, resultando también favorecido el señor Bahamonde Los duelistas poco después eran colocados uno frente al otro. El señor Segundo que se hallaba a la derecha, dio la voz de adelante, señores! El señor Casatti, se encontraba a la izquierda. Los aceros se cruzaron.- Al segundo asalto el doctor Borro que es zurdo, paró un golpe de su adversario y contestole rápidamente, tocándole el brazo. El señor Segundo dio la voz de ¡alto! interponiéndose entre los combatientes. El golpe no había sido de consecuencias – la hoja del sable del doctor Boro cayó de plancha produciéndose únicamente una ligera equímosis. Los duelistas pusiéronse nuevamente en guardia.- El doctor Borro inició reciamente el ataque haciendo retroceder algunos pasos a su contrario.- Un instante después se suspendía el asalto.- El teniente Bahamonde había sido herido. En el último estoque el doctor Borro había hecho una batida de cuarta con el objeto de desviar el fierro de su adversario y tirar el golpe a la cabeza. Al hacer el primero de estos movimientos el doctor Borro quebró por el medio el sable del teniente Bahamonde y en el segundo hecho seguidamente alcanzó a herir a su adversario. Este movimiento fue tan rápido, que el profesor Casatti que se encontraba en 114

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esas circunstancias frente a los duelistas no pudo evitar las consecuencias.- El señor Segundo dio inmediatamente la voz de alto. El duelo se suspendió, y los médicos se acercaron inmediatamente al teniente Bahamonde. Este presentaba una extensa herida en el lado derecho del rostro que tenía su punto de partida en la sien. La herida continuaba después en el hombro del mismo lado en una extensión de tres o cuatro centímetros. La herida es de carácter leve. Los duelistas que demostraron perfecta serenidad, se reconciliaron en el terreno. El señor Bahamonde se asiste en el domicilio del Sr. Alberto Zorrilla. El Diario de hoy refiriéndose al mismo incidente escribe estas líneas: Al señor Alberto Bahamonde, herido ayer de un sablazo en el lance de honor realizado con el Dr. Borro – a consecuencia de publicaciones hechas en la prensa – ha sido muy visitado en el domicilio del señor Alberto Zorrilla. De los incidentes del duelo, que se efectuó en el local del club Rivera, han dado detallada noticia los colegas de la mañana y de la tarde, lo que nos exime de volver sobre ellos. La herida recibida por el señor Bahamonde en el rostro no es grave y aunque se considera delicada, se espera que dentro de una semana se encuentre completamente restablecido. Tanto el doctor Borro como el señor Bahamonde que residen en la Florida, partirán brevemente para esa ciudad. De “La Razón”. La Voz de Florida. 4 de agosto de 1901. Duelo Borro – Bahamonde. De “La Razón”. La Ley. 7 de agosto de 1901. Duelo Bahamonde – Borro

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INCIDENTE BAHAMONDE – ROMAN Se trata del último gran incidente de este período. Los involucrados toman diferentes actitudes. “La Ley”, bajo el título de “Homicidio frustrado”, hace un breve comentario y luego transcribe artículos de tres periódicos de la capital. “La Voz de Florida” da su versión de los hechos. Veamos pues los comentarios. Homicidio frustrado Es de dominio público la tentativa de asesinato de que fue víctima la noche del miércoles el señor Alberto Bahamonde, por el Director de la Voz de Florida, Maximino Román, la opinión ha juzgado los hechos con verdadera imparcialidad, lo que nos exime de entrar en detalles sobre lo sucedido. La calidad y número de personas que han visitado al señor Bahamonde, es una prueba palpable de que la sociedad de Florida condena enérgicamente el atentado de que fue objeto. Nos limitamos con amplia satisfacción a transcribir la manera como la prensa de Montevideo aprecia los hechos sucedidos. La Ley Nº 298. 25 de octubre de 1902 En La Florida Suceso sangriento – Excitación política – La Policía en acción – Regreso del Senador Domínguez Recibimos ayer noticias detalladas de la Florida por carta que nos escribe persona de insospechada veracidad. A estar a sus datos la tensión de los ánimos crece por momentos, en los círculos políticos de la localidad, siendo el primer factor en esas agitaciones la conducta de la autoridades policiales que dirige don Manuel Cuñarro, empeñadas en asegurar el triunfo de la candidatura del doctor Benito Cuñarro, para senador por el departamento, - vano empeño – lo decimos ahora con toda seguridad sea cual sea el calibre de los atropellos que la policía está decidida a cometer. Antes de anoche se produjo en la ciudad un hecho de sangre al que se atribuye con 116

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razón carácter político. El señor Alberto Bahamonde redactor de La Ley, diario que prestigia la candidatura del doctor Lenzi, fue herido de un balazo por el redactor de “La Voz de Florida” diario cuñarrista. He aquí como pasaron las cosas, según informes que consideramos insospechables. Bahamonde se hallaba sentado en la vereda, junto a la puerta del café, cuando el redactor del último diario citado, Maximino Román, lo agredió poniéndole un revólver en el pecho. Bahamonde hizo un movimiento, a la vez que salía el tiro, evitando así una muerte segura. La bala se desvió y solo alcanzó a tocar en el brazo del agredido. Este se levantó consiguiendo manotear el revólver. En eso estaban cuando el jefe político que se encontraba en el café se presentó, no hallando cosa mejor que hacer que llenar de insultos al herido. Personas respetables tuvieron que intervenir para poner término a la escena, increpando al señor Cuñarro su incalificable proceder. Con este suceso la población está seriamente alarmada, considerándolo síntoma inequívoco del malísimo carácter que presentará la lucha electoral. (De El Siglo) De Florida INCIDENTE ENTRE PERIODISTAS – UN BALAZO Y CASI CINCO – EL SEÑOR BAHAMONDE HERIDO. Por Telégrafo Florida, jueves 23 – A “El Tiempo” – En las primeras horas de la noche de ayer departía el señor Alberto Bahamonde, Director de La Ley, con un núcleo de amigos en el Café del Centro. De pronto acercose el señor Maximino Román, director de “La Voz de Florida” y, sin decir oxte ni moxte, descerrajó un tiro al señor Bahamonde, quien resultó levemente herido en el brazo izquierdo, a la altura del corazón. El agredido logró desarmar a su agresor. El Jefe político que estaba dentro del café- el incidente fue en la vereda- salió al oír la detonación, y al ver a Bahamonde con el arma de Román en la mano, no atinó más que a insultarlo en términos descomedidos, llegando hasta tratarlo de asesino.- El señor Valentín Pérez hizo ver al señor Cuñarro el error en que estaba, y censurando la conducta del Jefe Político le dijo:-“En todo caso el asesino será ese otro.” El diario de Román está estrechamente vinculado a la Jefatura.- Sostiene la candidatura del hermano del Jefe Político para senador. Bahamonde fue llevado a su casa, donde se encuentra, pero hase resistido a decla117

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rar ante el Juez Departamental y ante el Juez de Paz, por haber recusado a ambos de entender en sus asuntos.- El corresponsal. (De El Tiempo) Suceso sangriento en Florida Preludios de un concierto electoral – Suceso sangriento en Florida. Nuestro corresponsal en Florida nos trasmite: Florida, octubre 23 – Señor Director de El Nacional. – Distinguido correligionario: anoche a las ocho y media ocurrió un hecho sangriento en el “Café del Centro”. A consecuencia del remitido publicado ayer por el periódico La Ley y suscrito por un señor Peña, Maximino Román, dueño del periódico “La Voz de Florida” intentó matar de un tiro al teniente Alberto Bahamonde, director de aquel periódico. Este salvó de una muerte segura, recibiendo la bala en el brazo izquierdo, cuyo hueso desviola de la caja del cuerpo. El hecho prodújose estando Bahamonde sentado en la vereda conversando con algunos amigos y Román disparole por la espalda. El heridor está preso y el herido se asiste en su domicilio. Las autoridades se constituyeron a las 10.30 en casa de Bahamonde para tomarle la declaración que servirá de cabeza del sumario, Bahamonde negose a declarar, manifestando que el juez se había escusado de entender en sus asuntos. Parece que persiste en esta actitud, a pesar de las observaciones que le hiciera el fiscal respecto que podría perjudicar su propia causa, que era buena a juicio de todos, desde que consta que fue agredido sin que mediaran palabras que lo hubieran prevenido. (De El Nacional) Veamos ahora lo aparecido en La Voz de Florida. Incidente Román – Bahamonde. A pesar del poco tiempo que ha transcurrido muchos y muy torpemente se ha mistificado ya alrededor del incidente Román - Bahamonde, bordándose comentarios apasionados sin base alguna de verdad. Lo más lamentable es que esas mistificaciones tienen repercusión en diarios serios de la Capital, que se hacen así, inconscien118

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temente, sin duda alguna cómplices de la parcialidad de corresponsales interesados, sabe Dios por que causas, en desnaturalizar los hechos.- Tanto “El Siglo” como “El Tiempo” como “El Nacional” publican relatos que coinciden en la absoluta falsedad de los detalles.- En “El Nacional” se llega hasta decir que Bahamonde fue agredido por la espalda, adulterándose lo sucedido con una mala fe que apena, porque cuesta creer que haya almas tan pequeñas como la del corresponsal de ese colega, sujeto que, por respeto a la seriedad del diario en que escribe, siquiera, no debería faltar tan descaradamente a la verdad. Este suceso, como otros muchos en que ha sido actor el señor Bahamonde en el tiempo, relativamente corto, que lleva de residencia en nuestra ciudad, no ha tenido ninguna consecuencia para la epidermis del Director de “La Ley”. Ha tenido por otra parte, mediante una hábil explotación a que en parte se han prestado personas que considerábamos respetables la virtud de presentar a este como víctima de su entereza ciudadana. Bien dice el refrán que unos nacen con estrella y otros nacen estrellados; el señor Bahamnode que ha sido estrellado más de una vez, debe haber nacido con toda una constelación. La virulencia de su pluma nada ha respetado; el hogar, la vida privada, las reputaciones más acrisoladas, han sido salpicadas por la tinta que gasta este émulo de los escritores de “La Cotorra Liberal”, poniendo a más de un hombre honrado en el caso de sepultarle 25 gramos de plomo en el corazón; pero una circunstancia casual ha mediado siempre, impidiendo que la integridad física del señor Bahamonde sufriera otra cosa que un leve descuento y haciendo suponer, con justo motivo, que este señor debe hallarse amparado por esa inmunidad que parece rodear a las cosas completamente desprovistas de valor. “La Ley” del miércoles, traía en forma de remitido, un artículo de un personalismo brutal; aparecía suscribiéndolo un tal Peña, pero desde la primer palabra hasta la última, se veía allí el estilo ponzoñoso de Alberto Bahamonde transparentándose el ruin, el bajo propósito de vengar el ridículo inmenso que le acarreara la publicación de las vergonzosas cartas que escribió al Dr. Cuñarro.- Ante ese cúmulo de infamias, el señor Román no hubiera podido refrenar su justa indignación, si no le hubiera quedado un resto de reflexión que le permitiera apreciar el valor moral del autor. Serían las 7, cuando el señor Román, como acostumbra a hacerlo diariamente, 119

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se dirigió a visitar a su anciana madre.- A su regreso, después de una hora más o menos de permanencia en casa de esta, venía por la calle Montevideo; al llegar a la esquina del Café del Centro, el brusco movimiento de uno de los que se hallaban sentados allí, le llamó la atención notando al mirar en aquella dirección que Bahamonde echaba la mano a la cintura.- Sabiendo de lo que este es capaz y no pudiendo por otra parte dominar un impulso instintivo, se abalanzó hacia él en el momento en que se ponía de pie, abocándole el arma en el mismo tiempo en que le decía: “ven, bandido, que te voy a enseñar a insultar a la gente”. Tal vez por efecto de un movimiento nervioso más que por voluntad del señor Román, se produjo el tiro yendo el proyectil a herir superficialmente a Bahamonde en el brazo y bajo la tetilla izquierda.- Bahamonde, que solo había atinado a gritar que le quitaran el revólver a Román, tuvo sin embargo la suficiente calma para dar a guardar el suyo a Pedro Mir, aprovechando el tumulto que se produjo.- Bahamonde no puede negar este hecho, porque además de que conservaba la canana cuando se le practicó la primer cura, se sabe que esa tarde había mandado pedir a un amigo el revólver que días antes le había dejado en garantía de un préstamo.- Esto, por otra parte, demuestra que había previsto en incidente y que, como lo hiciera en casos semejantes, cuando tuvo el incidente con el señor Leopoldo S. Artucio y cuando intentó sorprender al mismo Director de La Voz de Florida, en la Estación del Ferrocarril, acechaba el instante, esperando aprovechar todas las ventajas que pudiera presentarle una situación naturalmente desfavorable para un contrario que se suponía enceguecido por la ira.- Pero el señor Bahamonde, que aun no se conoce suficientemente bien, no contaba con el miedo que paraliza los miembros y oscurece la vista. Eso es lo que ha pasado; solo pueden decir otra cosa los que, guiados por móviles inconfesables, tienen interés en desnaturalizar los hechos. La política no ha entrado para nada en este suceso.- Al atacar abierta, pero no injustamente al señor Bahamonde, La Voz de Florida, no ha pretendido herir en él otra cosa que la personalidad moral, incapacitándolo ante la sociedad floridense, para producirse violentamente contra la actuación política de personas dignas del mayor respeto. No podía perseguirse otro fin, desde que el señor Bahamonde, políticamente está muerto para su partido. Pero el Director de “La Ley” no podía dejar sin venganza la publicación de las 120

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cartas referidas, y con ese fin ha recurrido a su arma favorita: el insulto. Al mismo tiempo perseguía otro propósito: producir un incidente gracias al cual, pudiera aparecer como víctima, congraciándose nuevamente las simpatías de los pobres de espíritu que no aciertan a penetrar sus intenciones.- Otro tanto hizo en su polémica con el señor Artucio y en la que posteriormente sostuvo con el señor Román. Otro tanto hizo, cuando un escrito del defensor del señor Manuel Benítez lo retrataba moralmente, ante los magistrados que debían fallar en la causa que conjuntamente con este se le seguía por reyerta.- En ese entonces el señor Bahamonde, necesitaba también que alguien lo elevase y aunque el autor de aquel escrito lo entendiera así y por más que sus amigos lucharan por contenerlo, era tal la avalancha de insultos que se desencadenaban por las columnas de “La Ley” que, no pudiendo dominarse lo llevó al terreno del honor. Como siempre, el señor Bahamonde obtuvo también en ese caso la peor parte, pero había conseguido su objeto: se había elevado al nivel de su adversario! La Voz de Florida. 26 de octubre de 1902. El cambio de siglo, del XIX al XX, coincidió con un período de alta agresividad entre periodistas. En una población pequeña, la convivencia de dos impulsivos propietarios de periódicos hizo el campo fértil para estos incidentes. Al carácter de los protagonistas deben agregarse elementos tales como las disputas políticas y las apetencias por cargos de gobierno. Tanto Román como Bahamonde eran militantes del Partido Colorado pero ello no era obstáculo para dirimir a tiros, sables y estoques sus diferencias. Cuando creemos que la violencia aumenta, que los apetitos personales son mayores, cuando seguimos pensando que todo tiempo pasado fue mejor, si reflexionamos, tal vez podamos concluir que todas las épocas han tenido sus protagonistas violentos en diversos ámbitos. Dejamos por el momento a Román y Bahamonde, ambos harán un paréntesis, en 1902, en sus incidentes y en 1904 en la prensa. El Partido los necesitaba y, seguramente con algún recelo, sirvieron juntos a las órdenes del Gobierno. Reaparecerán con diferentes destinos. Bahamonde lo hará rápidamente, 121

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en enero de 1905. Su estadía en Florida será corta. En 1908 ocupará un cargo policial en Montevideo. Román vivirá aquí, trabajará en otros periódicos y finalmente volverá con “La Voz de Florida” hasta su muerte. ◘◘◘◘◘

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Comentario final

Hemos repasado los primeros 25 años de la prensa escrita de Florida. Dejamos para el lector el balance de lo que hemos visto. Sin embargo creemos pertinente hacer algunas consideraciones que resuman las características de nuestros periódicos. En su forma, la gran mayoría contaban de 4 páginas de gran tamaño. Prácticamente todos aparecían dos veces por semana. La calidad de la impresión era muy buena; pero lo que más nos importa y debemos valorar es el contenido. En este sentido es destacable que todos defienden a la enseñanza pública y laica. En momentos en que la Reforma Vareliana sufrió duros embates, la prensa floridense se mantuvo firme en defender los principios del gran reformador. Algunos lo hicieron argumentando sobre los méritos de la reforma en sí y otros atacando a instituciones que como la Iglesia Católica y sus defensores pretendían, y casi lo logran, volver atrás y quedarse para sí con la enseñanza Primaria. Hemos puesto énfasis en transcribir artículos que defendían la educación del pueblo y los derechos de los trabajadores quienes ya en esta época pugnaban por el día libre semanal y mejores condiciones de trabajo. Las páginas de la prensa estuvieron abiertas a los obreros. Hubo periódicos enemigos acérrimos de la iglesia. Otros que hicieron críticas sobre temas puntuales o sobre actitudes de sus representantes. Ninguno fue su vocero oficial ni defensor de sus posiciones en temas como la educación, el divorcio, etc. A través de sus integrantes, la Masonería floridense estuvo presente. En varios de los periódicos vistos hubo masones entre los responsables. La mayoría de los artículos de opinión reflejan el pensamiento liberal. Sin embargo, tampoco la Masonería contó con un órgano oficial. Otro punto destacable es la defensa de las instituciones democráticas. Vimos artículos que advierten a los venideros dictadores sobre las consecuencias de sus actitudes. Los dedicados Máximo Santos me parecen de una brillantez pocas veces vista. 123

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Tengo dudas acerca del periódico “La Linterna” del cual no pude leer ningún ejemplar. De los demás podemos decir que ninguno era situacionista en el sentido de sacar ventajas económicas obedeciendo ciegamente al gobernante de turno. Queda clara la relación de los periódicos con los gobiernos departamentales y nacionales. A veces defendían a uno pero atacaban al otro. Hubo más medios de prensa colorados que nacionalistas. Pertenecer al mismo partido no impedía tener discusiones o agresiones físicas. Del periodismo floridense salieron hombres que luego ocuparon importantes cargos políticos, en la enseñanza, etc. Solano Riestra, Orestes Scotti, Arturo Carbonel y Migal, Daniel Muñoz, Leopoldo Dibarboure son ejemplo de ello. Otros, a pesar de su modestia, y de la simplicidad de los artículos que escribían, fueron valorados por su tesón y su adhesión a la causa periodística. Uno de ellos fue José Iribarne, apreciado por sus contemporáneos y recordado con aprecio después de su muerte. La parte negativa fueron los hechos de violencia suscitados por artículos o comentarios. Unos provocados por las autoridades, como la persecución, empastelamiento de la imprenta y posterior agresión física al primer director floridense don Emilio Hachín. Otros provocados por los mismos periodistas. Es destacable que, en tiempos de importantes dificultades técnicas para la impresión, encontramos en nuestra ciudad un gran número de publicaciones y de periodistas preocupados por el progreso moral, cultural y material de nuestro pueblo. ◘◘◘◘◘

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BIBLIOGRAFÍA (1) Dibarboure, José Alberto. Un abril para Florida. Impresora Oriental. 1987. (2) El Estanciero. 2ª época. Nº 364. 21 de abril de 1883. (3) El Pueblo. Nº 1107. 1º de noviembre de 1896. (4) Scotti, Orestes. El Periodismo de Florida. Revista Perfil. Nº 24. 13 de mayo de 1944. (5) Díaz Maubrigade, Eduardo. Inédito (6) Herrera y Salterain, Eduardo. Latorre. La unidad nacional. (7) D´Auria, Lorenzo. Semanario Crónica. 8 de junio de 1968. (8) Scotti, Orestes. Revista Perfil. Nº 31-32. 12 de octubre de 1944. (9) “L´Italia”, “Cronaca. Echi della stampa” 14 de enero de 1882. (Tomado de Mario Dotta Ostria. Inmigrantes, Curas y Masones. En tiempos del General Máximo Santos. Ediciones De La Plaza. 4ª edición febrero 2007.) (10) “L´Italia”, “Cronaca. Il fatto di Florida”. 15 de enero de 1882. (Tomado de Mario Dotta Ostria. Inmigrantes, Curas y Masones. En tiempos del General Máximo Santos. Ediciones De La Plaza. 4ª edición febrero 2007.) (11) “L´Italia”, “Cronaca. Emilio Hachín”, 17 de enero de 1882. (Tomado de Mario Dotta Ostria. Inmigrantes, Curas y Masones. En tiempos del General Máximo Santos. Ediciones De La Plaza. 4ª edición febrero 2007.) ◘◘◘◘◘

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ÍNDICE Prólogo del Autor.................................................................................................... 5 Prólogo del Editor – Por Álvaro Riva Rey .........................................................7 Eduardo Díaz Maubrigade – Por Carlos Martínez Latorraca.....................9 Contexto histórico – Por Hilario Castro Trezza...............................................11

Uruguay: 1868-1904.............................................................................................. 11 La coparticipación..................................................................................................12 Consecuencias políticas de la paz............................................................................12 Principistas y candomberos.....................................................................................12 El Ejército se pronuncia........................................................................................13 El entendimiento de Florida...................................................................................13 Consolidación del Estado nacional.........................................................................13 El peculiar Período Santista..................................................................................15 El fin del receso político..........................................................................................16 La conciliación política...........................................................................................17 La civilidad colectivista..........................................................................................17 La guerra y la paz con coparticipación...................................................................18 El acuerdo de los partidos......................................................................................18 Ultramontanos y Jacobinos.....................................................................................18 La guerra y el fin de la coparticipación...................................................................19 Una comprobación histórica...................................................................................19 Capítulo I La prensa escrita y sus periodistas - 1879 – 1904.......................................21

▓ EL ESTANCIERO 1ª Época..........................................................................21 ▓ LA LINTERNA.................................................................................................27 126

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▓ EL FLORIDENSE...........................................................................................30 ▓ EL MOSQUITO................................................................................................37 ▓ EL ESTANCIERO 2ª época...........................................................................38 ▓ EL DEMÓCRATA...........................................................................................41 ▓ EL PUEBLO......................................................................................................44 ▓ EL DEMÓCRATA 2ª Época.........................................................................46 ▓ EL PROGRESO................................................................................................48 ▓ EL TIEMPO......................................................................................................59 ▓ LA PRENSA.......................................................................................................69 ▓ LA VOZ DE FLORIDA..................................................................................70 ▓ LA LEY...............................................................................................................78 ▓ EL TESÓN.........................................................................................................96 ▓ LA LUCHA.........................................................................................................99 ▓ LA FLECHA....................................................................................................101 ▓ PEQUEÑECES...............................................................................................102 ▓ LA IDEA...........................................................................................................106 ▓ EL DEMÓCRATA.........................................................................................111 Capítulo II Un período irrepetible en el periodismo floridense 1899 – 1900... 112 Capítulo III Tiempos de disputas 1899 - 1902................................................................................115 INCIDENTE ARTUCIO - BAHAMONDE................................................................117 INCIDENTE BAHAMONDE – TUBINO BENITEZ.............................................121 INCIDENTE BAHAMONDE – ROMAN...................................................................124 DUELO BORRO – BAHAMONDE.............................................................................128 INCIDENTE BAHAMONDE – ROMAN...................................................................131 Comentario final.........................................................................................................138

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BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................................141 ÍNDICE......................................................................................................................................142

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n 1979 aparece en la ciudad de Florida el primer periódico local: “El Estanciero”. Entre pasiones políticas, un acendrado sentido del honor, “fierros” y estoques, la razón se fue abriendo paso enancadas en las letras, sobre las cuales se fundaron las ideas que se plasmaron en negro sobre blanco. Eran tiempos de imprentas “empasteladas”, de tanto en tanto los cajistas tenían que devolver los tipos móviles a sus “burros” para poder volver a “parar” de nuevo los textos cargados de ideas, polémicas y noticias. Los primeros fotolitos con damas de la sociedad, los incidentes en el Café del Centro o en la estación del ferrocarril, los editoriales cargados de intención política se unían en una sociedad naciente que aún se abría paso, entre el acre humo de pólvora, a filo de sables. Como un cronista de viajes, ágil y entretenido, José Monti recorre los primeros 25 años de periodismo en la ciudad de Florida. Tiempos fermentales como pocos, tiempos de fundación de una nueva civilidad y patriotismo, de reformas y de idearios en pugna. “La prensa escrita y sus periodistas”, primeros 25 años de periodismo en Florida, es un trabajo imprescindible para comprender, en parte mejor, los orígenes de ésta comunidad de la que hoy somos parte.

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