Literatura tercer trimestre

Edad Media. Marqués Santillana. Prosa narrativa

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TERCER TRIMESTRE Unidad 1. Lengua
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Literatura 3er Trimestre. LA LITERATURA DE LA EDAD MEDIA (II). 1.- Introducción histórica del siglo XIV. La Baja Edad Media comienza con el resurgimiento de las ciudades debido al comercio y la aparición de la burguesÃ−a. El siglo XIV es una época de profundas crisis que se manifiestan en todos los ordenes de la vida. Debido a la crisis, en España se originan dos posturas totalmente opuestas: • La postura vitalista. Donde podemos incluir el Carpe Diem. En ella se opta por aprovechar la vida, por corta que ésta sea, disfrutándola al máximo. • La postura de los moralistas. En la cual se nos hace reflexionar sobre la necesidad de conducirse en la vida rectamente para alcanzar la vida del más allá. 2.- La literatura en el siglo XIV. Supone un agotamiento del mester de clerecÃ−a, es decir, las obras del género que se encuentran en este siglo contienen algunas caracterÃ−sticas que las hacer algo distinta. Estas son: • Con respecto a la forma, se produce una relajación de la regularidad métrica caracterÃ−stica del siglo anterior. • Desde el punto de vista de los temas, se experimenta un retraso en el cultivo de las vidas de santos y de las obras marianas. 2.1.- El Libro de buen amor. Fue escrito por el Arcipreste de Hita, del cual no se sabe gran cosa. Es una obra que se adscribe al mester de clerecÃ−a, aunque es algo especial. El autor realizó dos redacciones distintas de la obra: una fechada en 1330; la otra, fechada en 1343. En la estructura de la obra llama la atención la presentación de una gran variedad de elementos. Estos elementos son: • Un prólogo en prosa en forma de sermón eclesiástico. En él explica la intención que tiene el libro y contrapone el llamado “buen amor” al “loco amor”. • Una narración amorosa ficticia en las que el autor nos va contando sus sucesivas aventuras amorosas fracasadas. Este relato actúa como hilo argumental y es, en buena medida, una adaptación medieval del “Arte de amar” del poeta latino Ovidio. • Una colección de “ejemplos”. • Una adaptación de una comedia latina. Concretamente se convierte en el episodio de los amores de don Melón y doña Endrina, los cuales necesitan la intervención de una alcahueta, trotaconventos, para acabar juntos (antecedente de la Celestina). • Batalla de don Carnal y doña Cuaresma. AquÃ− se verá sobre todo la importancia del paso del tiempo. • Reflexiones morales. Las más importantes son las que nos hace acerca del sacramento de la confesión y sobre las armas que tiene el cristianismo para combatir el pecado. 1

• Sátiras. Las más conocidas son aquella que trata sobre el poder del dinero y la que se centra en una reunión de clérigos en Talavera, afligidos al recibir una orden papal que los insta a dejar a sus amantes. • PoesÃ−as lÃ−ricas tanto religiosas como profanas. El hilo argumental del “Libro de buen amor” lo constituyen las diferentes aventuras amorosas que el Arcipreste dice haber tenido, interrumpido una y otra vez por otras composiciones de naturaleza muy variada. Con respecto al propósito de la obra, existe una gran ambigüedad. Su intención era didáctica, pero el modo de enseñar era desconcertante, ya que el autor no aclara la intención de su obra. Juega con el “buen amor” (amor a Dios, religión), y con el “loco amor” (amor humano, mundano). Este juego nos muestra en parte el cambio que se estaba produciendo en la sociedad al final de la Edad Media. En su obra, el Arcipreste hace una sátira y crÃ−tica directa, eso sÃ−, sin dejar el “enseñar deleitando”, clásico en la época. En el estilo de su obra destaca la utilización de una lengua muy cercana al pueblo, utilizando un léxico popular, refranes, diminutivos, etc. Todo ello confiere a la obra un carácter juglaresco que hace que se le denomine clérigo ajuglarado. Otro rasgo de la obra es su realismo. Observa y plasma la realidad convirtiendo asÃ− algunos pasajes de su libro en el reflejo de la realidad de la época. Podemos observar este realismo en la expresividad de los diálogos. Un recurso utilizado por el autor es la antÃ−tesis. De la métrica hay poco que decir, ya que se observa una métrica muy variada (polimetrÃ−a), como corresponde a una obra de carácter juglaresco. 2.2.- La prosa literaria: Don Juan Manuel y “El Conde Lucanor”. En este siglo la prosa literaria habÃ−a adquirido la madurez suficiente para convertirse en un vehÃ−culo de expresión literaria. Pero será la figura de don Juan Manuel la que haga entrar con pie firme a nuestra prosa en el terreno de la creación literaria original. 2.2.1.- Don Juan Manuel (1282-1348). Don Juan Manuel fue un hombre de armas y hombre de letras. Fue el primer autor con conciencia de estilo, individualista y celoso de la conservación de su obra, esto lo llevó a distanciarse de los juglares. Su obra principal fue el “Conde Lucanor”. Con ella llega a la cumbre el llamado “enxiemplo medieval”. Un “enxiemplo medieval” era un relato corto en el que participaban animales, personas, etc. y que nos mostraba una enseñanza con la cual se buscaba mejorar las relaciones entre las personas aparte de enseñar. El propio autor nos revela la intención didáctica de su obra con estas palabras: “ Deseando que los hombres hiciesen en este mundo tales obras que les fuesen provechosas a las honras, y a las haciendas y a sus estados y... porque pudiesen salvar sus almas” . Casi la totalidad de la obra de Don Juan Manuel está escrita en prosa, y sigue un hilo argumental sencillo: las consultas que un joven conde realiza a su ayo Patronio.

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Con respecto a su estructura, “El Conde Lucanor” consta de cinco partes muy dispares. En la primera parte encontramos los “enxiemplos”, 51 concretamente. Las cuatro restantes se componen de 100 proverbios aproximadamente. Cada uno de los “enxiemplos” siguen una organización fija, dicha organización hace que se les llame “cuentos con marco”. De forma general la organización aparece de la siguiente forma: • Planteamiento de un problema. • Respuesta en forma de cuento. • Moraleja. Centrándonos en la obra, la organización es: • El conde Lucanor expone un problema a su ayo y le pide un consejo. • Patronio relata una historia que sirve de ejemplo para la situación planteada. • Se pone en relación el tema del cuento con el problema expuesto. • El autor hace a modo de resumen en forma de pareado la enseñanza. 2.3.- OrÃ−genes del Teatro Medieval. El teatro europeo medieval nació en los templos cristianos, al calor de la participación de los fieles en determinadas celebraciones litúrgicas, especialmente las de la Navidad y las de la Semana Santa. En sus orÃ−genes, probablemente hacia el siglo XII, el teatro consistÃ−a sólo en unos breves textos dialogados, en latÃ−n, llamados tropos que tenÃ−an un fin didáctico, ya que la gente aprendÃ−a aspectos de la religión viendo estas obras. De las iglesias pasarÃ−an a ser representadas en las plazas de los pueblos e irÃ−an desvinculándose de los motivos religiosos originarios, generando asÃ− una mayor variedad de temas. En Castilla solo se conserva un texto, el “Auto de los Reyes Magos”, que además está incompleto, solo contiene 147 versos. Esto abre dos posibilidades: • O bien en Castilla existió el teatro del mismo modo que en otros reinos occidentales, pero los textos se han perdido. • O las condiciones especiales de Castilla impidieron estas manifestaciones. De esa manera, Castilla no habrÃ−a conocido el teatro hasta el siglo XVI, en el que el teatro se manifestará en su forma moderna. 3.- Introducción histórica del siglo XV. El siglo XV es una época de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Se pasaba de una sociedad feudal a una de estados modernos. En esta época sigue el crecimiento de los núcleos urbanos y de la burguesÃ−a. En el siglo XV se produce la ruptura del equilibrio en el que hasta entonces habÃ−an convivido los tres grupos religiosos integrantes de la sociedad: judÃ−os, musulmanes y cristianos. La intolerancia de los cristianos se manifestó con la expulsión de los judÃ−o (1492) y la persecución de los moriscos. Con la instauración de la Inquisición (1478) se pretendió defender y mantener la pureza de la fe cristiana. En el terreno de la ciencia y la cultura se producen avances que hacen tambalear la concepción del mundo hasta entonces impuesta. Algunos de los avances y hechos históricos producidos fueron: la imprenta, la 3

difusión del papel, el uso de las lentes y el descubrimiento de América. 4.- La lÃ−rica durante el siglo XV. Durante el siglo XV se desarrollan dos grandes ramas lÃ−ricas: la llamada lÃ−rica culta o cortesana, obra de poetas concretos, normalmente dueños de su técnica (con conciencia de estilo), que desarrollaban en torno a la corte. Se va a mover en un status social alto. Este tipo de poesÃ−a se entronca con la poesÃ−a trovadoresca (amor cortés) y con la poesÃ−a prerrenacentista. Y la lÃ−rica tradicional, anónima y transmitida oralmente. Dentro de este terreno de la poesÃ−a tradicional encontramos una de las joyas de nuestra literatura, el Romancero. 4.1.- La lÃ−rica culta o cortesana. Se llama asÃ− el arte literario que se desarrolló en torno al mundo refinado de las cortes medievales durante los siglos XIV y XV. Las obras que constituyen este género se han conservado gracias a los cancioneros. Destacan tres: • Cancionero de Baena. • Cancionero de Estuñiga. • Cancionero General. (al ser el último, es el que más recopila). Desde el punto de vista formal se manifiesta bajo dos formas poéticas: • El “Arte real”. Se caracteriza por utilizar un verso de arte menor, el predominante es el octosÃ−labo. • El “Arte mayor”. Predomina el verso dodecasÃ−labo con cesura y dos hemistiquios. Se utiliza en poemas cuyo tema sea más serio o dedicado a exaltar la patria. En cuanto a los contenidos, se observan dos influencias fundamentales. En un primer momento se perciben las claras influencias de la lÃ−rica trovadoresca y posteriormente comienza a percibirse la influencia de dos autores: • Dante (XIII y XIV). Influye con su obra “La divina comedia”. • Petrarca (XIV). Influye con su “Cancionero”. Trata principalmente el tema amoroso y sus efectos. Tres son los grandes temas que predominan en la lÃ−rica culta o cortesana: • El amor: encontramos dos lÃ−neas: una que sigue la influencia trovadoresca (amor cortés); y otra que sigue el amor tradicional de las jarchas y cantigas de amigo. • La sociedad: se muestra una sociedad en momentos de crisis. El enforque que se da es satÃ−rico continuando las cantigas de escarmio y maldecir. • La muerte: se considera la única que puede igualas a todas las personas de una forma irreversible. Con respecto al léxico, se considera un léxico culto y artificioso, parece que el poeta juega con las palabras en vez de escribir de una forma sentida y poética. Es más un alarde a la forma de escribir que una poesÃ−a sentida. Entre los poetas cultos de este siglo citamos principalmente a tres: el marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique. 4.1.1.- El marqués de Santillana (1398-1458). Poseedor de una gran cultura, se aproximó a la poesÃ−a Italiana. Podemos destacar dos de sus obras: 4

“Diálogo de BÃ−as contra Fortuna”, perteneciente al arte real; y “La comedieta de Ponza”, perteneciente al arte mayor. Destaco por intentar incluir el soneto y el endecasÃ−labo en la literatura española. Estos primeros intentos los realiza en la obra: “Sonetos fechos al itálico modo”. 4.1.2.- Juan de Mena (1411-1456). Fue uno de los mayores latinistas (conocedor del latÃ−n) de su época, y realizó un gran esfuerzo por igualar el nivel literario de la lengua castellana con la latina. Para lograr esta aproximación tiene que utilizar en su obra recursos propios del latÃ−n, que la dotan de una gran dificultad. Algunos de estos recursos son: • Hipérbole: en latÃ−n el verbo no suele venir al final, sino al principio de la frase. • Cultismo: es una palabra que se toma sin evolucionar de la lengua de origen. • Alusiones mitológicas e históricas: que hacÃ−an que el lector de su obra tuviera que dominar ambas cosas para entender la obra. La obra cumbre de Juan de Mena es “Laberinto de fortuna”. La obra es bastante extensa, concretamente consta de 300 estrofas, de ahÃ− que también sea conocida con el nombre de “Las trescientas”. Viene influida por la “Divina Comedia” de Dante. 4.1.3.- Jorge Manrique (1440-1479). Jorge Manrique fue un personaje que participó en la vida militar y polÃ−tica de su tiempo igual que en la literaria como buen cortesano. Su obra poética es bastante reducida, aún asÃ−, tiene un sitio muy importante en la literatura española. Su obra apenas comprende unas cincuenta composiciones en arte real octosilábico, la mayorÃ−a de las cuales son poemas amorosos. Pero debe su fama inmortal a una sola obra: las “Coplas a la muerte de su padre”. Las “Coplas” constituyen una de las elegÃ−as más emotivas de nuestra literatura, y en ellas están presentes algunas de las ideas que avanzan la visión del mundo propia del Humanismo, base del Renacimiento del siglo XVI. Los temas principales de la obra son: • La muerte: tema común en la Edad Media siendo en esta obra su motivo principal. Trata lo siguiente: ♦ La fugacidad de la vida. ♦ El poder igualatorio de la muerte. ♦ La vanidad de los placeres. Inutilidad de los bienes terrenos cuando alguien se muere. ♦ Nostalgia del pasado. • La fama: es una de las ideas que nos acercan al pensamiento renacentista. Se entiende la fama como un modo de pervivencia más allá de la muerte. En lo que respecta a su estructura, el poema puede dividirse claramente en tres partes: • Primera parte: abarca desde la copla I hasta la XIII. En ellas hace una consideración general sobre la muerte. Nos dice que la muerte es propia del ser humano y que es la única capacitada con el poder de igualar a todos los seres humanos. También menciona la inutilidad de los bienes terrenales. • Segunda parte: abarca desde la copla XIV hasta la XXIV. En ellas se centra en la inestabilidad de los 5

bienes terrenales, eso sÃ−, ejemplificándolo en una serie de personajes de la época, conocidos y allegados a la corte. Esta parte es una reelaboración del tópico latino del Ubi sunt? (¿dónde están?, ¿qué fue de ellos?), empleado en la Edad Media para subrayar el carácter efÃ−mero de la vida y las grandezas terrenales. • Tercera parte: abarca desde la copla XXV hasta la XL. En ellas se centra sobre la figura de su padre, Don Rodrigo, que hasta ahora no habÃ−a sido mencionado. Destaca dos ideas: ♦ Exalta las virtudes de su padre. ♦ Destaca la actitud que Don Rodrigo adopta ante la llegada de la muerte. La asume resignadamente como un buen cristiano. Se puede decir que en la obra aparece la concepción medieval de tres vidas: • Vida terrenal: sobre todo en la primera parte de la obra. Se considera un tránsito hacia una vida eterna. • Vida de la fama: en la segunda y tercera parte. Con ella una persona sobrevive en el recuerdo de los demás. • Vida eterna: en la segunda y tercera parte. Se entiende como el paraÃ−so que Dios concede a las personas que cumplen en la vida terrenal. En cuanto a la métrica, la obra se compone de coplas de pie quebrado, también conocidas como manrriqueñas. Las coplas constan de doce versos octosÃ−labos formados por dos sextillas. La distribución serÃ−a la siguiente: 8 a, 8 b, 4 c, 8 a, 8 b, 4 c, 8 d, 8 e, 4 f, 8 d, 8e, 4f. La rotura del verso interpreta la muerte. El lenguaje de la obra es sobrio pero solemne, como corresponde al tema. Lo verdaderamente importante que consiguió Jorge Manrique con las coplas fue transmitir emoción al concretar en la figura de su padre, esto es lo que hace a la obra original. 4.2.- LÃ−rica tradicional del s. XV: el Romancero. Castilla conoce también, en el siglo XV, el auge de una poesÃ−a tradicional, los romances, anónima, transmitida de padres a hijos, sentida por todo el pueblo como propia, y por lo tanto reelaborada por el propio pueblo en cada recitación. Al conjunto de romances que se elaboran desde la Edad Media hasta nuestros dÃ−as se le llama Romancero. Según la época de datación hablamos de tres grandes grupos: • Romancero viejo (s. XV hasta la primer mitad del s. XVI). Se caracterizan porque eran cantados por juglares, por ser orales, tradicionales y anónimos. Al ser oral, presentaba diversidad de versiones. • Romancero nuevo (desde la segunda mitad del s. XVI hasta el s. XVII). Estos conocen autores concretos, como eran Lope de Vega, Góngora y Cervantes entre otros. Los Romances eran más elaborados destinados a la lectura. • Romancero moderno (desde el s. XVIII hasta nuestros dÃ−as). Tratan temas tradicionales o hablan sobre la realidad del entorno. Un ejemplo serÃ−a el “Romancero Gitano” de GarcÃ−a Lorca. Ya que nosotros estamos viendo la lÃ−rica del siglo XV, debemos centrarnos en el romancero viejo. 4.2.1.- Romancero Viejo. Se dice que el origen del romance está en la fragmentación de los cantares de gesta rompiéndose el verso por el hemistiquio. Esta teorÃ−a dice que llegó un punto en el que se memorizaban solo algunas partes de los cantares de gesta (romances), al no poder memorizarlos enteros por su amplia extensión. De ahÃ− se 6

desprende una de sus caracterÃ−sticas: el fragmentarismo. Con todo, se produjeron ajustes cambiando un poco lo que habÃ−a sido el cantar de gesta. El Romance pasará a ser el poema no estrófico popular más utilizado. Pero aunque por su origen estén emparentados con la épica, los romances no tienen siempre este carácter, existiendo distintos tipos no mucho tiempo después. En la siguiente clasificación se agrupan los romances en: • Romances históricos o noticiosos: compuestos en torno a un suceso histórico concreto. Dentro de este grupo se consideran los llamados romances fronterizos (que trataban el tema de la reconquista). • Romances de tema épico: es el grupo de mayor éxito. Están basados en obras literarias en las que se da cuenta de las hazañas de distintos héroes. • Romances novelescos y lÃ−ricos: se consideran los romances más bellos y enigmáticos. Siguen historias legendarias, algunas procedentes de Grecia y Roma. Con respecto a las caracterÃ−sticas de los romances, hay distintos recursos empleados que dotan al romance de una serie de rasgos. Los recursos empleados van dirigidos a: • Facilitar la memorización. • Resaltar la intensidad y la emoción del poema. Los recursos anteriores dan lugar a una serie de rasgos como son: • Fragmentarismo: en casi todos los romances el asunto que se trata se presenta sin antecedentes ni consecuentes. ♦ Esencialidad: es una consecuencia del fragmentarismo. En el romance se eliminan elementos prescindibles quedándose con lo más interesante y emocionante. • Aparición del diálogo: da lugar a la consecución de un texto vivo y dinámico. • Uso de la narración y de la descripción: en algunos romances aparecen descripciones detalladas que dotan al texto de lentitud, pero, por el contrario, la forma de narrar dota al texto de rapidez. • Carácter juglaresco: dicho carácter se observa en distintos recursos: ♦ Uso de verbos y adverbios que introducen personajes o diálogos. ♦ Uso del apóstrofe. ♦ Uso de la exclamación para animar el recitado. ♦ Repetición de palabras relacionadas con el elemento que se desea destacar. Como hemos dicho ya con anterioridad, el romance constituye la poesÃ−a popular por excelencia, perviviendo hasta nuestros siglos. A lo largo de la literatura solo hubo una época de decadencia del romance, fue en el siglo XVIII, pero resurgió poco después, en el siglo XIX con el Romanticismo. 4.3.- La prosa narrativa. La prosa literaria castellana adquiere un gran nivel de desarrollo durante el siglo XV con la producción de novelas de caballerÃ−a y novelas sentimentales, además de obras de carácter didáctico e histórico. En las novelas de caballerÃ−a se exaltan las gestas y el amor cortés desde valores caballerescos. Suele ambientarse en geografÃ−as imaginarias y atestadas de peligros fabulosos, los cuales el protagonista tiene que superara como prueba de fidelidad a la amada. Las novelas sentimentales se caracterizan por la divinización de la amada, de tal forma que el amado se convierte en siervo de amor. Merece la pena destacar una obra de finales del siglo XV titulada “Cárcel de 7

Amor” y escrita por Diego de San Pedro.

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