"Los Sueños En La Clinica Psicoanalítica (iii)"

"Los Sueños En La Clinica Psicoanalítica (iii)" (*) Seminario De Verano De La Efba - Escuela Freudiana De Buenos Aires. Clase Nro 3 (20 Enero 2011) A

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"Los Sueños En La Clinica Psicoanalítica (iii)" (*) Seminario De Verano De La Efba - Escuela Freudiana De Buenos Aires. Clase Nro 3 (20 Enero 2011)

Ana Rosa Dekmak - Adriana Rey

El ombligo del sueño Comentario sobre respuesta a Marcel Ritter Adriana Rey Comencemos por el principio: a qué se llama ombligo del sueño? Si como estuvimos sosteniendo de una forma u otra en estos encuentros (siguiendo a Freud), el sueño es una escritura, y agregaría, si el sueño se despliega en una escritura de la que resulta un texto que trabaja como un cifrado, si esto es así… esta escritura tiene un punto de detención. Ese punto de detención es el ombligo del sueño. Freud lo menciona por primera vez en el análisis del sueño de Irma. Aparece en una nota al pie, en el momento en que dice “por fin abre bien la boca”. Esta parte del sueño, dice Freud, sospecho que no ha sido analizada en todo su sentido oculto, y entonces dice que todo sueño tiene un cordón umbilical que se halla unido a lo incognoscible. Es interesante que lo mencione a propósito de esa boca abierta, esa boca que deja ver algo que es horroroso, algo que no debía haber sido visto, se podría decir. Una boca que se abre, por fin, y deja a la vista lo que podría haber hecho despertar a Freud, dice Lacan, y esto queda asociado con el genital femenino. Ahí es donde Freud recurre a la imagen del ombligo, justo en esa parte del sueño. Lo menciona luego en “el olvido de los sueños definiéndolo como lo unerkannte, traducido no muy bien como lo "no-conocido" en la versión de Etcheverry, o directamente mal traducido como "lo desconocido", en la de López Ballesteros. En el seminario VI Lacan lo traduce como lo no reconocido, que es una traducción mas adecuada por lo menos para la idea que quiere transmitir Lacan acerca de esto, aunque no se si se puede decir que la idea de Lacan y la de Freud coincidan cien por cien acerca de lo que sería el ombligo del sueño. En sí parece que la palabra en alemán tiene dificultades para ser traducida, con lo cual se nos presenta el problema de siempre en relación a la traducción y a la definición exacta de las palabras, que por supuesto es una tarea imposible.

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La pregunta que le hace Marcel Ritter a Lacan, se refiere a la articulación de la palabra Unerkannte, que como dijimos, se encuentra en Freud en la interpretación de los sueños acerca del ombligo del sueño, con lo real, y con lo real pulsional. Pero de por sí ya es interesante el modo que tiene esta pregunta de ser formulada. Les voy a leer la pregunta textual. “Es una pregunta que me surgió esta mañana, pero que está ligada también a preocupaciones teóricas personales. Esta mañana se trataba de ciertas palabras que comienzan por Un: Unbewusste, Unheimlich. Esto me ha hecho pensar en Unerkannte, que se encuentra en Freud en particular en la Traumdeutung, donde está muy mal traducido, puesta que está traducido por lo desconocido, en tanto que es lo no-reconocido.” “Encontramos este Unerkannte articulado con la cuestión del ombligo del sueño. El ombligo es ese punto donde el sueño, cito a Freud, es insondable, es decir el punto donde, en pocas palabras, se detiene el sentido o toda posibilidad de sentido. Es también el punto donde el sueño está más cerca de lo Unerkannte, de lo no-reconocido. Freud dice: Ersitzt ihm auf: traducido literalmente: está sentado encima, tal un caballero sobre su caballo. Pera agrega que de ese punto se levanta un ovillo de pensamientos que uno no llega a desenredar, pero que este ovillo de pensamientos no ha suministrado otras contribuciones al contenido del sueño, es decir al texto manifiesto. En otras palabras parece ser un punto donde la condensación falló, en el sentido de que es un punto que no está reunido más que por un solo hilo o por un solo elemento al contenido manifiesto, un punto de falla en la red.” “Entonces la cuestión que me planteo es, si este Unerkannte, este no-reconocido, indicado por este ovillo de pensamientos, si no podemos ver ahí lo real, un real no simbolizado, algo delante de lo cual finalmente el sueño en tanto que red, no es así, se detiene, donde no puede ir más lejos. Y entonces me planteo también la pregunta, ¿de que real se trata? ¿Es lo real pulsional? Y también las relaciones de este real con el deseo, ya que Freud articula la cuestión del ombligo con el deseo, puesto que es el lugar donde el deseo surge como un hongo.” Es una pregunta compleja, que tiene varias aristas. Lo que le contesta Lacan, es en principio que sí, que se trata de lo real, y que no es lo real pulsional, sino que tendría que ver con lo que para Freud es la represión primaria. Pero veamos qué quiere decir esto de no reconocido. Lo no reconocido es lo que no puede ser dicho en ningún caso, lo imposible de decir, lo imposible de simbolizar. Y siempre que Lacan habla de este punto imposible, surge la imagen del agujero. Es un agujero, dice, pero un agujero no en el sentido pulsional, como el orificio del cuerpo, que está erogeneizado. Es un agujero que tiene también la forma de nudo. Es un agujero anudado. Un ombligo. Pensemos en qué es un ombligo. Un ombligo es una cicatriz, de algo que fue un desprendimiento. Un nudo para cerrar algo que estaba abierto y que conectaba con otro lado. Otro lado, lo digo con mayúscula, porque evidentemente es de una Otredad abrumadora pensar que venimos de algún lado, de alguien, de otro cuerpo. Que hemos estado dentro de otro cuerpo. Eso no es fácil de pensar. Ese otro cuerpo nos ha dado origen, nos ha alimentado, y la marca de eso es el ombligo que llevaremos para siempre como - Página 2 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

un estigma. Lacan lo nombra así: es un estigma. Una marca que dice de nuestro origen. Y qué dice? Dice que no nos hemos originado a nosotros mismos. Pero el asunto en sí, no está en la marca por si misma. El asunto está en que por ser hablantes, de eso no podemos hablar. Pero no podemos hablar porque de ese origen no hay como hablar. No es hablable. Por ser engendrado, dice Lacan, por otro que lo ha deseado o no deseado, es que el parletre quedó excluido de su origen. Es decir, es de lo que nadie puede dar cuenta. Ese punto, del que queda la marca en el cuerpo, es un agujero anudado. Muy interesante esta imagen, no deja de ser una imagen, la del agujero anudado. Es el lugar donde el cuerpo hace nudo. Este nudo, nudo del agujero, agujero anudado… no es otra cosa que la imposibilidad del ser hablante. El un, designa lo no. La imposibilidad, el límite. Y el límite tiene que ver con que en el campo de la palabra no todo es reconocible. Entiendo que reconocer implica poder nombrar, así como decimos por ej. Qué es esto? Es una flor. Reconozco lo que es una flor, es más, puedo reconocer de qué flor se trata. Es una margarita. Entiendo esto, entonces, como reconocimiento significante. Eso es lo que no se puede hacer en todo el campo. Repito, en el campo de la palabra no todo puede ser reconocido. Lo no reconocido, lo unerkannte, no tiene palabra, es el límite. Y agrego a esto, lo que dice Lacan: esto no puede decirse ni escribirse. No cesa de no escribirse. Lo real. Verdadero punto de opacidad, punto infranqueable. Es decir, la insistencia de Lacan en esto de la imposibilidad, y de la imposibilidad como el ombligo del sueño, entiendo que tiene que ver con resaltar que decir que no todo del sueño es analizable, no se refiere a una característica y nada mas. Lo que está diciendo, es que en el sueño está incluido ese ombligo. Que no basta con detenerse allí en el análisis, por el simple hecho de no poder seguir. Que además hay que padecerlo. No podemos hacer otra cosa que padecer ese límite, eso que no cesa de no escribirse, y noten el movimiento que contiene esta frase, no cesa de no, una doble negación que permite intuir que en otra línea a su vez hay algo que no cesa de escribirse. Porque el sueño es eso también. Escribe, escribe, escribe, y a la vez no cesa de no escribirse. Pero sobre todas las cosas, esta imposibilidad sobre la que se hace tanto hincapié, es uno de los modos de decir que no hay relación sexual, que no hay verdadero encuentro entre los sexos, y que para que cierta clase de encuentro sexual sea posible ha sido necesaria una tercer categoría, el falo. Y también es uno de los modos de decir que hay muerte. Y que si no podemos decir del origen, tampoco podemos decir de la muerte. El sexo y la muerte son los imposibles por premisa. A lo que llegamos por este camino es a que el ombligo del sueño es una de las formas de decir que hay falla. Hay falla en el Otro, el Otro como lugar del significante contiene una falla. Nos interesa esto en tanto nos interesa el sueño. Que el sueño nos dice algo es por esta razón. Porque el sueño sale, si se me permite la expresión, sale de ese ombligo. Y entonces, al psicoanálisis le interesa el sueño como formación del inc. porque el que sueña está marcado por esa falla, y por eso es sujeto del inc. Aquí llegamos al asunto del sujeto, que - Página 3 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

ya lo veníamos anticipando cuando decíamos que el sueño no es sin el soñante, que por eso a nosotros no nos interesa que el agua sea el 01, o que signifique la felicidad, o la infelicidad. Porque lo que nos interesa es que el que sueña diga “soñé con agua” que en ningún caso implica lo mismo que podría ser por ejemplo decir “soñe con un río” o “soñe con H2O”. Porque la cosa agua no tiene nada que ver con esto. Entonces, esto nos lleva a pensar, que decir que un significante representa a un sujeto para otro significante, implica en sí una falla y que esa falla esta en el significante. Quiero decir, no es solamente como habitualmente lo pensamos, hay un significante que falta, sino que hay también una falla en el significante en tanto el significante tiene una imposibilidad. El significante no puede en sí mismo significarse ni tampoco puede representar al sujeto. Esa falta que la nombramos como significante que le falta al Otro que lo escribimos asi, (A barrado) todos creo que conocemos… significante de A barrado, encierra una paradoja interesante: que es que lo que le falta al Otro es un significante, pero que a su vez, no podría esa falta ser cubierta por un significante. Digo, esto tiene el valor de paradoja porque está bien decir, que lo que falta es un significante, pero también me parece que hay que estar advertido de que eso, no implica que hay un significante que falta porque está por ahí, y hay que buscarlo para ponerlo en su lugar. Que falta es que contiene esa falta. La ilusión neurótica es que si sigo hablando voy a decir, voy a poder encontrar ese significante para poder completar al Otro. Me parece que eso está hablando de dos cosas a la vez, en principio de qué implica la falta en el Otro y a la vez de cual es la imposibilidad misma que se halla en el significante. Cada noche, durante una semana esta paciente tiene un sueño de angustia. Está en su trabajo y tiene un problema. Hay algo que no puede resolver. En un caso es que tiene que entregar una mercadería que se olvidó de preparar, en otro es que cometió un error en el libro contable, otra vez que le cobró de menos a un cliente, etc. El contenido del sueño va variando, pero ella lo cuenta así: “todas las noches me pasa lo mismo” Si los sueños en sí son todos distintos, por qué ella lo cuenta como una repetición? Qué es lo que se repite? Lo que se repite es que todas las noches se despierta sobresaltada con una gran opresión en el pecho, taquicardia, etc. Esto le ha pasado otras veces, varias veces que ha padecido estos despertares en el medio de la noche, con angustia, y luego le cuesta muchísimo volver a dormir. Las asociaciones de estos sueños muestran que todas las veces algo le había quedado pendiente en el trabajo el día anterior. Es decir, se había ido a la casa y le había quedado inconcluso algo. Pero ella insiste en que no se había ido preocupada, porque sabía que al otro día lo podía resolver perfectamente, es decir, que eso podía esperar. Lo mas complicado del asunto, es que las asociaciones eran muy escasas, era poco el material que aparecía y todo giraba mas o menos en torno a no poderse equivocar, o no bancarse que las cosas no queden listas, etc. Pero la parte que nos interesa es la parte en que ella se despierta. A la semana siguiente viene contando otra vez lo mismo, otra vez los sueños que la angustian y la despiertan. Qué - Página 4 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

nos dice esto? Que aquí nos encontramos con algo que hace obstáculo al dormir, que algo fracasa en la simbolización, podríamos decir el proceso de trabajo del sueño se detiene y produce un despertar abrupto. El caso contrario ocurre cuando un sonido exterior, por ejemplo es incorporado al sueño, y así se logra seguir durmiendo. En ese caso, lo que es percibido no llega a la conciencia, es tomado por el trabajo del sueño y fagocitado por el contenido del sueño, hasta que eso no puede seguir, por alguna razón y se produce el despertar. Pero volvamos a mi paciente. Ella podría soñar que no hizo bien su trabajo y entonces llegó el jefe y la retó, o la maltrató, o peor, la echó del trabajo sin pagarle un peso, no sé… sin embargo cualquier cosa de esas podría haber hecho que el sueño continúe. En lugar de eso… se produce la interrupción del sueño. Y qué es lo que nos llama la atención de esto? No lo que soñó. Lo que nos llama la atención es lo que no pudo soñar. Esa repetición, siempre es la misma. La detención siempre es la misma. No tiene contenido significante. Allí se detuvo la cadena significante. Es como si seguir repitiendo el mismo sueño, intentase escribir lo que sigue, a la manera del trauma. Pero eso sigue sin poder escribirse. No cesa de no soñarse. No cesa de no escribirse. Lo real. Lo real, dice Lacan, es lo que va siempre al mismo lugar. Por eso, tanto en este caso, que se trata de sueños de angustia, como en cualquier sueño repetido, la repetición no es de aquello que va por la vía significante, porque la repetición en el sentido significante es imposible. Es mas, si alguien sueña con un elemento, y a la noche siguiente sueña con el mismo elemento, a ningún analista se le ocurriría decir que es el mismo sueño. No puede haber repetición de sueños. Lo unico que se repite es la imposibilidad de repetir. Lo que se repite es lo que no se puede decir de ningún modo. Por eso decir que el sueño tiene un ombligo, implica que contiene ese punto de detención, está incluido en el sueño mismo. Esa es la hazaña de Freud, dice Lacan, el haber incluido el ombligo en el sueño.

Ana Rosa Dekmak En primer lugar, me gustaría que nos ubiquemos en el contexto en que Marcel Ritter le hace esta pregunta a Lacan. Marcel integraba un Cartel, uno de los tantos que funcionaban en ese momento dentro de la Escuela Freudiana de París, que estaba abocado al estudio de La Interpretación de los Sueños desde hacía 2 años. Ustedes saben que un Cartel es un pequeño grupo de 3 personas como mínimo, y 5 como máximo, Más-Uno que asegura el pasaje a lo colectivo; con un tiempo estipulado (no más de 2 años) y con un objetivo: una producción propia, individual, un escrito. El objetivo no es acumular un saber sino resolver un problema, e intenta, evitar los efectos propios de la formación grupal, como es la identificación al grupo, la inhibición de lo particular en post de lo grupal, las escisiones, etc. El Cartel constituyó uno de los modos de ingreso a la Escuela Freudiana de París, y sirve también para asociar a personas ajenas a la comunidad analítica. - Página 5 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

Entonces, la pregunta de Ritter se despliega hacia la finalización del Cartel, en una actividad previa a las Jornadas de Carteles en las que luego cada uno de los integrantes de cada Cartel presentaría su escrito, su propia producción. Pues bien, en el marco de ese estudio, en enero de 1975, se lleva a cabo una jornada de trabajo como actividad preparatoria de las Jornadas de Carteles de la Escuela Freudiana de París, convocada bajo el título “Los Conceptos Fundamentales y la Cura” a realizarse en abril de ese mismo año. Es entonces pertinente ubicar que la intervención que Lacan hace en esa ocasión, estimulado por el planteo de Ritter, intervención previa entonces a las Jornadas, es lo que se conoce como “Respuesta a Marcel Ritter”, transcripta en las mismas actas de esas Jornadas de Carteles en abril de 1975. Por eso es algo que no encontramos en los escritos de Lacan, porque es una respuesta hablada. En esta época Lacan estaba dando su seminario 22: RSI El trabajo que Ritter presentará en las Jornadas, parte de una frase dicha y escrita por Lacan, en absoluta concordancia con el texto de Freud: el sueño es una escritura. A partir de este aforismo despliega su trabajo en torno a los distintos elementos que intervienen en el cifrado del sueño y la particular forma en la que en el sueño se produce lo escritural. Hasta que arriba a un punto de detención, a un obstáculo: el ombligo del sueño. Punto que Freud no vacila en nombrar como ovillo, madeja, o nudo, imposible de deshacer. Es el punto en el que el sentido se detiene, pero que sólo es advertible por la interpretación del sueño que lo aísla y focaliza como tal. Lo interesante del planteo de Ritter es que subraya que el ombligo del sueño opera como índice del límite de la escritura. Es ese signo petrificado que Ritter lee como defecto de la red significante por fracaso de la condensación, como un lugar donde el proceso de significantización tropieza. O sea que, el ombligo del sueño no responde a la función escritural de la imagen onírica, pero tampoco tiene el estatuto de lo no-reconocido puro. Es un estigma que marca la causa del deseo que en el sueño se articula. Ritter dice que “el ombligo del sueño es ese lugar del sueño donde el deseo es a la vez lo más cercano y lo más inaccesible. Es un inaccesible en la construcción del sueño pero sin embargo causa esta construcción…” En este punto de su ponencia articula lo imposible con la Represión Originaria, lo imposible de reconocer, lo que no cesa de no reconocerse. Así casi concluye su ponencia en términos de “el ombligo del sueño presenta esta doble característica de ser una abertura hacia ese no reconocido y al mismo tiempo el cierre de su acceso.” En esta Respuesta a Marcel Ritter Lacan se refiere a la represión originaria. Si partimos de la idea que psicoanalista es todo aquél que reconoce el descubrimiento freudiano, el inconsciente, es partir de la idea que hay algo que ha sido reprimido. Represión e inconsciente, dice Freud, son correlativos. Pero decimos que sólo tenemos sujeto si se ha producido la operación de castración, y no sólo la de represión. Castración y represión son dos operaciones distintas, pero que se anudan. En Freud se trata de la castración del sujeto. En Lacan castración a punta a la castración de - Página 6 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

la madre, es la castración del Otro la que nos permite construirnos. Decir que el Otro está castrado, es decir que el Otro no existe. En cuanto a la represión, tanto en Freud como en Lacan, la represión tiene relación con el lenguaje. Para Freud, la represión, en principio, es represión de la pulsión, pero fundamentalmente del representante de la representación de la pulsión. Dice Freud, y en esto Lacan lo sigue a pie juntillas, que lo que se reprime es lo que Freud denominó Vorstellungsrepräsentanz. Son dos palabras: vorstellung es representación, reprasentanz es representante, es decir, representante de la representación. La pulsión tiene un representante de la representación. No es pulsión solamente como energía o como investidura, sino que es pulsión que entra dentro del lenguaje, es un término que ha pasado al discurso. En Lacan este vorstellungsrepräsentanz es lo que denominó el significante, fundamentalmente, el significante que representa a un sujeto para otro significante (en Lacan). Freud plantea que hay un representante de la pulsión que es necesario reprimir: la agencia representante de la moción pulsional, así dice en “La represión”. Ahí Freud habla de una represión primaria o primordial y una represión propiamente dicha. La represión primaria es para Freud el núcleo de lo que constituye el inconsciente. La represión propiamente dicha es una represión que se asocia a la represión primordial. Qué es lo reprimido primordial? Para Freud es una pulsión, una satisfacción pulsional que, en caso de producirse, generaría a nivel de la conciencia, displacer. Valiéndose del esquema placer-displacer, plantea que la satisfacción de la pulsión sería placentera, pero que traería displacer en algún lugar del aparato. Freud se había dado cuenta que los seres hablantes somos retorcidos y que lo mismo que nos da satisfacción puede producirnos a la vez displacer. Como les comentaba Adriana, Marcel Ritter le pregunta a Lacan si lo que se reprime es algo de lo real, de lo real pulsional. Siguiendo el texto de Freud tendríamos que responder que sí, pero ahí Lacan establece una diferencia que va a desarrollar. Lacan va a responder que no cree que lo reprimido primordial sea lo real pulsional. Dice que efectivamente hay un real pulsional, pero es real en tanto tiene que ver con el agujero, con el orificio de la pulsión. Toda pulsión tiene conexión con un orificio corporal, y como dice Freud, la pulsión tiene un representante, una representación, o sea que hay algo que pasa a lo psíquico. Freud, cuando habla de pulsión, dice que está en el límite entre lo biológico y lo psíquico, entonces habla del representante psíquico de la pulsión, y luego de lo somático de la pulsión. Ciertos textos de Freud llevaron a que se descuidara el aspecto psíquico y se acentuara el carácter biológico de la pulsión. Esa fue una gran desviación en la que se perdió el psicoanálisis, en la misma medida en que se perdió el inconsciente. Por eso, revalorizar la interpretación de los sueños que implica el descubrimiento del inconsciente es atender a los últimos descubrimientos del psicoanálisis sin descuidar sus fundamentos. Lacan plantea que la pulsión tiene que ver con un orificio en el cuerpo y también retoma esto que señaló Freud acerca de que la pulsión es constante; no es como el hambre, no es como la necesidad, sino que la pulsión es una fuerza constante nos dice Freud. Lacan reafirma esto - Página 7 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

y dice que esta constancia es seguramente un elemento de lo real. Pensemos en que una definición de lo real es que es aquello que vuelve siempre al mismo lugar y que no tiene variación. Lo real, si no estuviera marcado por lo simbólico, sería caótico, sería constante, es decir, no tiene tiempos. Freud plantea como característica del inconsciente que es atemporal, que no tiene contradicción. Esta característica que Freud atribuye al inconsciente, pertenece en Lacan a lo que sería lo real. El inconsciente, según Lacan, está estructurado como un lenguaje y se lo puede leer. En cambio, lo real no. Freud y Lacan coinciden en que lo que está en el centro de la represión primordial es algo de lo que no se puede decir. Que no se pueda decir no implica que no podamos hablar de eso, y de hecho, lo estamos haciendo. Lacan se entusiasma con el término ombligo en la respuesta que le da a Ritter, hasta tiene un lapsus, habla del ombligo de la madre, se corrige ràpidamente y dice que en realidad el niño está ligado a la placenta y no al ombligo de la madre, la madre estuvo a su vez ligada a su propia madre. “es por el hecho de haber nacido de este vientre y no de otra parte, que un cierto ser hablante, o esto que aún llamo, por ahora, que designo con el nombre de parlètre…” Parlétre es un término fundamental en lo que es la topología lacaniana; es un término compuesto entre parler, hablar, y etre, ser. Decimos que somos seres hablantes, pero en realidad, primero hablamos y luego somos, es por hablar que somos. Ni siquiera es hablante, es hablar-ser, porque parlé traducido es el verbo hablar. Este parlétre, dice Lacan, aparece como una nueva designación del inconsciente. Dice “es por haber nacido de un ser que lo ha deseado o no lo ha deseado, pero que por este sólo hecho lo sitúa en una cierta manera en el lenguaje, que un parlétre se encuentra excluído de su propio origen. La audacia de Freud es decir que se tiene en alguna parte la marca en el sueño mismo”. Lacan nos dice que, sí como tenemos un ombligo, en el sueño hay una marca de este origen. Que el sujeto está excluido de su propio origen quiere decir que el origen está en otro lado, porque el ser hablante nace de dos otros seres que también habitan el lenguaje y que tienen la función de padre y la función de madre. El sujeto queda excluido de su propio origen: deseo del Otro, constelación previa, aquello previo que lo esperó ono lo esperó al llegar al mundo. O sea que nos dice, por un lado, que el hecho de habitar el lenguaje no algo que no deja trazas. En esto el psicoanálisis está confrontado con la ciencia. En el seminario “Momento de concluir” dice que sí, que el psicoanálisis no es una ciencia, que el psicoanálisis es una práctica. Cuando se descalifica al psicoanálisis diciendo que es una charlatanería (Mario Bunge), nuestra respuesta es que hablar tiene consecuencias. Las consecuencias de haber nacido hablante, y de dos seres singulares por los cuales nos es vehiculizado el inconsciente, no es algo que no deje trazas. A partir de esos dos seres con funciones totalmente distintas, el ser humano cae en un mundo de lenguaje, en un baño de lenguaje, como dice Lacan, en un mundo que ya estaba constituído antes de que advenga el sujeto, el lenguaje estaba y le es transmitido por el padre y la madre. En el lenguaje, el sujeto se constituye, y este lenguaje es transmitido por un hombre y por una mujer. Entonces, tenemos una estructura de lenguaje y una estructura parental. Las relaciones de parentesco - Página 8 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

se transmiten por el lenguaje y traducen si un sujeto fue deseado o no fue deseado. En la Conferencia de Ginebra Lacan habla que si un chico fue deseado o no deseado, deja, sin dudas, trazas. Si no fue deseado la a va a pasar mal. Puede ocurrir, y es absolutamente frecuente, que un niño llegue por accidente, que no haya sido deseado en un principio, pero que en algún momento este niño que nació por descuido puede lograr encontrar su lugar como deseado. Es decir que el hecho de no haber sido deseado en un momento, puede hacerse deseable después, lograr revertir la situación y pasar a la categoría de amado y deseado. Lacan es puntilloso en esa conferencia y dice que si no fue deseado originariamente y fue deseado a posteriori, eso va a dejar sus marcas, marcas en algún lugar de la estructura. El niño queda excluido de su propio origen y, en particular, queda excluido de la cama de los padres, de lo que es la relación entre ese hombre y esa mujer, teniendo en cuenta además las historias de cada uno de los padres. Hay dos cuestiones que no se pueden separar: la cuestión del lenguaje y la cuestión de mamá y papá. Todo ser hablante se las tiene que arreglar con el lenguaje, lenguaje que es transmitido no por diccionario, no por profesora de lengua, sino que es transmitido por un padre y una madre que transmiten la problemática que ellos tienen. Hay Otro en este principio, en estos inicios de la vida. Este Otro, en Freud, es el lugar del inconsciente. Freud se refiere al desvalimiento y a la angustia que genera en el recién nacido, por lo cual el otro, padre-madre, adquiere la categoría de Otro. Otro significa alter, lo diferente, lo distinto. La diferencia topológica entre Freud y Lacan es que en Lacan la topología del sujeto está en relación con el Otro. En Freud se trata de una topología cerrada, donde el sujeto tiene funciones que se van diferenciando, en la primera y en la segunda tópica, pero que no subraya el hecho de esta dependencia del sujeto con el Otro, esta alienación a partir de que el sujeto viene al lugar de una falta en el Otro, la madre. Lo que queda reprimido primordialmente para Freud, es el representante de la pulsión. Para Lacan, en cambio, se trata de un agujero en el inconsciente Hay una referencia al falo en este texto, una referencia a la función fálica, que sería el tercero que Freud introduce en la relación entre los sexos. Decíamos que el sujeto nace en un mundo de lenguaje y de dos sujetos, padre y madre. La relación al falo está en esta relación a estos dos sujetos, y es lo que conocemos como Edipo. Así tenemos dos cuestiones intrincadas: por un lado tenemos el lenguaje, que no puede decirlo todo, que es insuficiente. Freud mismo dijo que no hay representación psíquica del sexo femenino. Por otro lado, en el contexto de la castración, domina el falo. La relación con el falo es lo queda con la resolución del complejo de Edipo. El falo es lo que no hay, lo que no se tiene ni tampoco se es. Lacan se pregunta cuál es la relación del sexo y la palabra. La relación del sexo con la palabra se ubica en relación a la castración, pero de una manera distorsionada, porque en la castración se trata de tener o no tener el falo, y el fundamento del sexo, lo que está en el principio, es la diferencia de los sexos, lo cual no es lo mismo que tener o no tener. - Página 9 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

La distinción madre/padre alude a funciones, la distinción hombre/mujer alude a la diferencia de los sexos. Ser hombre o ser mujer es algo que se dice, no algo que se nace, no es la biología, ya que decirse hombre o decirse mujer puede no coincidir con el sexo biológico. Hay quienes dicen haber nacido en un sexo equivocado. Estamos hablando de la diferenciación entre lo que es del orden del lenguaje y lo que es del orden de la castración. Se dice quiere decir que alguien se coloca en un lugar, pero el sexo femenino no se dice, no hay representante psíquico del sexo femenino, sin embargo alguien puede decirse mujer incluso siendo un hombre anatómicamente hablando. Cada ser hablante se ubica donde más le gusta, o más bien, en la posición a la que ha sido llevado por el discurso de sus padres, que lo han orientado (aunque no intencionalmente) a decirse hombre o mujer, independientemente de su sexo anatómico. La relación al falo, la castración, nos aleja de esta cuestión de que hay dos sexos y punto, es porque la castración nos ubica en un mundo de lenguaje, por eso hay florecimiento de la sexualidad humana que tiene que ver con que se hace lo imposible para que haya relación sexual, se intenta de todas las maneras posibles; de a dos, de a tres, con aparatitos, con homosexualidad, se intenta que haya la relación sexual que no hay precisamente porque existe la castración, porque somos seres hablantes. Orientado, es otro término al que alude Lacan en este texto. Cita a Kant, haciendo referencia a un libro “¿Cómo orientarse en el pensamiento?”, y nos dice que ahí no está la cuestión, que no se trata de orientarse en el pensamiento, sino que hay que orientarse en el lenguaje. Orientarse en el lenguaje es lo que se dice y hasta dónde se puede decir, sabiendo que hay un límite del decir y que, fuera de ese límite, lo que tenemos es lo real,. Ese agujero en el inconsciente que en este texto Lacan llama lo imposible. Lo imposible es lo real. Qué quiere decir imposible? Para Lacan lo imposible es el agujero del inconsciente, es la represión primaria, es lo que no cesa de no escribirse, lo que está fuera del lenguaje. Lo imposible es lo que no se puede decir por más que se insista. En el sueño hay un núcleo patógeno, el ombligo del sueño, y hasta ahí se llega. El psicoanálisis permite que el sujeto hable, pero hay que saber que hay un límite, pero ahí, en donde no se puede decir, se puede inventar. Es necesario que el analizante se ubique frente a esto imposible. Qué quiere decir lo posible? Es lo que puede dejar de escribirse, como el síntoma, que cuando se disuelve deja de escribirse. La contingencia es que lo que no cesa de no inscribirse, doble negación, cese de no escribirse, es decir, es contingente que algo de lo real se escriba. Lo necesario tiene que ver, por ejemplo, con el padre, porque es necesario que haya un padre si queremos que haya castración. Lo real, lo dijo Freud, es sexo y muerte. Ahora bien, no es lo mismo la falta que genera la castración que el agujero de lo imposible de la represión primordial. La castración lleva implícito el deseo, y lo mejor que le puede pasar a un sujeto es que se constituya como deseante. - Página 10 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

Son 3 agujeros: 1-. SIMBOLICO.- La castración: falta en relación al deseo. 2-. IMAGINARIO.-El orificio pulsional, que conecta con un objeto que pertenece al Otro, que es el Otro materno. 3.- REAL.- Agujero inconsciente REAL SIMBOLICO IMAGINARIO Represión Primaria Castración Cuerpo Agujero Falta Orificio pulsional Más allá del Padre Padre Más allá del Edipo Más allá del Inconc. Cómo interviene el lenguaje de los padres en los hijos? Función fálica o función de castración, está en relación con el complejo de Edipo y con la función del padre. El Nombre del padre es el padre simbólico. Castración es lazo al padre. La castración implica la operación del padre real separando al niño de la madre. El padre tiene una función de excepción, no es cualquier hombre el que una mujer elige para padre de sus hijos, no puede ser cualquier hombre para que cumpla con la función de padre. No puede ser cualquier hombre para una mujer, porque el padre es presentado por la madre. La función de excepción tiene que ver con el segundo tiempo del Edipo (en el primero el niño es el falo de la madre) en que el padre no está castrado, es el portador del falo (la madre sí está castrada) y ejerce él la función de castración. Ese uno que no está castrado es el que se puede acostar con la madre y para quien esa mujer, la madre del niño, no está prohibida. En el tercer tiempo, por la amenaza, el niño ama al padre y se trata de tener el falo (no ya serlo para la madre como en los dos tiempos anteriores). No hay relación sexual quiere decir que no hay relación de un sexo con el otro, que no hay relación entre el goce de la mujer y el goce del hombre, pero sí hay entre ellos sexualidad. No hay fusión posible, ni unidad posible. Algunos analistas postulan (no todos), que la sexualidad humana no es otra cosa que el esfuerzo para ocultar que el Otro no existe, remitiendo el “el Otro no existe” y el “no hay relación sexual”, es decir, no hay posibilidad de que haya conjunción, no hay posibilidad de complementación, hay disarmonía entre el sujeto y el mundo, entre el sujeto y el otro. No hay relación sexual porque el Otro no existe. Se desea tener un hijo para suplir la falta de relación sexual. El fantasma implica la posibilidad de taponar la castración del Otro o taponar que el Otro no existe. Para que un sujeto se constituya como tal, y sea lo que un significante representa para otro significante, es necesaria la incorporación del lenguaje, y esto es posible cuando haya caída del objeto, cuando el niño cae como objeto de la madre, del Otro. El sujeto se constituye como tal en tanto y en cuanto pierde al objeto, pierde su lugar en relación a su madre, ese es el objeto. - Página 11 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

Esta no relación sexual se la trata de suplir de todas las maneras imaginables, y una de ellas el amor; otra forma de suplir la falta de relación sexual es a partir de todos los fantasmas que se inventan para ver si se logra que haya relación sexual. En Freud se trata de la castración del sujeto, en Lacan se trata fundamentalmente de la castración del Otro. El Otro no existe significa que hay un más allá del padre, y un más allá del Edipo. La castración es un lazo al padre. Se pasa de la madre al padre: Lacan habla de la metáfora paterna que es la sustitución de la madre por el padre. Se ama al padre en tanto y en cuanto él hace una mujer objeto causa de su deseo, y en tanto él ejerce la castración, constituye al sujeto como castrado con una falta que lo constituye en sujeto deseante. El amor al padre, dice Lacan, ubica la represión en su justo medio. Se ama al padre porque hace que una madre no se trague al hijo, permite que suelte al hijo. El Edipo es un síntoma, hace que toda la estructura se sostenga, se anude. Toda la cuestión del Edipo es, dice Lacan, un saber inconsciente, un saber heredado. El inconsciente es un saber que se ha constituido a partir de que uno ha sido hablado por el Otro, que ha sido deseado, amado, odiado. El inconsciente se constituye a partir de que el Otro le habla al sujeto; el contenido del saber inconsciente está marcado por los decires de los otros que le han hablado al sujeto, lo que funcionó y lo que no funcionó. Todo esto constituye saber inconsciente que en el análisis se pone en juego. El complejo de Edipo freudiano produce un sujeto barrado y produce el falo como significante de la falta, de la castración. La castración produce un sujeto dividido y un objeto perdido, que es el objeto a, causa de deseo. Lo reprimido primordial es algo a lo cual el lenguaje no alcanza. El lenguaje no alcanza a cubrir la falta de relación sexual. Construimos fantasmas para taponar esa falta; toda construcción inconsciente es un intento de dar cuenta de esto que no hay. El saber inconsciente es un saber que cada uno construyó para intentar dar cuenta de un agujero. El inconsciente es un modo de encontrar las marcas como cada uno intentó dar respuesta a esto que no hay. La castración es el vano intento de obturar que el Otro no existe, taponándolo con la identificación al padre y con este florecimiento fantasmático, de decires y saberes. Extenuar el inconsciente es llegar hasta qué respuesta cada uno dio a este real de que no hay relación sexual. El inconsciente no tiene límite, y puede producir indefinidamente porque está construido sobre algo que es real, es decir, que no tiene nombre y no tiene respuesta sobre un imposible. Uno no elige cualquier respuesta, uno tiene la respuesta que se le ha transmitido el Otro, es decir que nos han trasmitido determinadas respuestas sobre este real. Si el Otro existiera, el Otro sabría. Hay un saber inconsciente, pero el inconsciente está fundado sobre un no saber. Hay algo que se puede saber, pero es un saber que no es universal, es solamente para ese sujeto y no es saber sobre la relación sexual. Si en algún momento se logra saber algo más, esto enriquece al sujeto, no quiere decir que con eso se sabe todo: se sabe algo más y algo - Página 12 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

queda por fuera. La represión propiamente dicha es lo que está en relación con este núcleo de no saber, es el saber inconsciente, es lo que habla de nosotros, de nuestro Edipo, es nuestra historia infantil en relación a lo que puede pasar en el dormitorio de los padres, lo cual los padres de alguna manera lo transmiten y el niño recibe el efecto de eso que no hay. Es de el intento de decir lo que no se saber. La represión propiamente dicha es la castración. La castración no quiere saber nada de que el Otro no existe; detrás de la castración está el padre. La represión propiamente dicha está dada por el complejo de Edipo, por lo simbólico, por el pasaje del padre real al padre simbólico. La repetición es uno de los cuatro conceptos fundamentales. En más allá del principio del placer Freud descubre que el principio del placer no es el principio rector de toda la vida anímica, que no es que el aparato psíquico sólo quiere repetir satisfacción: las neurosis de guerra, los que fracasan al triunfar, el masoquismo, en fin, todas experiencias que contradicen el principio del placer y se plantea la cuestión de la compulsión de repetición, cuyo extremo sería el retorno a lo inanimado, la pulsión de muerte. Cada vez que se produce una situación de pérdida, se produce una marca en el aparato psíquico. El objeto de esa marca queda perdido, queda por fuera. La marca es la situación original, todavía no es una repetición. La marca se produce cuando uno no está preparado para esa situación, porque si uno está psíquicamente preparado no deja el mismo efecto traumático que una situación que a uno lo toma sin preparación, inadvertido. Esta marca es una marca simbólica, y es el comienzo de lo simbólico, se inscribe como letra. Esa letra conmemora el acontecimiento al que se refiere, pero el acontecimiento está perdido. Si ese acontecimiento perdido puede ser leído, será un real al cual podemos darle letra, pero muchas veces queda como una marca que retorna. O sea que el primer acontecimiento no es repetición, la repetición es cuando pasa dos veces por lo menos. El comienzo de la represión propiamente dicha pasa por la marca, esa marca que está marcando. Hay marcas que podemos leer, o sea que algo que no cesa de no escribirse puede empezar a leerse tanto que puede cesar como síntoma. El síntoma, los sueños de angustia, los sueños traumáticos, los ubicamos del lado del retorno de lo reprimido. Esas marcas iniciales, esos rasgos unarios, son los que se escriben y se repiten sin que el sujeto pueda hacer otra cosa que repetir el fracaso de esa marca. El sujeto está marcado por algo del orden lo simbólico tiene relación con el que ocupa el lugar del Otro. Esa marca simbólica remite a un objeto que está irremediablemente perdido; podría ser un objeto de satisfacción, pero perdido, que uno trata de recuperar a partir de la marca. Las huellas anémicas, en el esquema del peine, son rasgos que marcan al sujeto El objeto a como el objeto perdido refería Lacan. Pero hay otras cuestiones más radicales que ni siquiera tienen marca URVERDRUNG REPRESION PROP. DICHA REPRESION PRIMORDIAL - Página 13 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

Es el saber inconsciente No se puede saberEs lo que habla en nosotros de nuestro Edipo. El saber no puede alcanzarEs el intento de decir de lo que no se sabe. Es lo que está más allá del padreEs la castración (la que no quiere saber que el Otro no existe, por ejemplo e inventa saberes). Es lo primordialmente reprimido Es nuestra historia infantil en relación a lo que puede pasar en el cuarto de los padres En el fin de análisis, uno se topa con: •Para Freud: con la roca viva de la castración •Para Lacan: con la represión primordial Función paterna. Es el que le dice no a la castración: esto es un supuesto, es una creencia e implica creer que hay uno que no está castrado, a quien le dedicamos toda nuestra admiración y veneración … también nuestro odio. De aquí es que nace el concepto religioso de Dios, un Dios que sabe todo, que no se equivoca. Tiene que haber uno que ocupe ese lugar, que cumpla con la función de límite. Y digo, es necesario que exista, aunque es un supuesto el que no está castrado, pero es necesario que así sea para que un sujeto se constituya, para que se pueda promover la castración. Aquel que castra, que separa, cumple con esta excepción. Un padre es aquél que hace de una mujer objeto a causa de su deseo, o sea, es un sujeto deseante que toma a una madre y la convierte en mujer, separando de este modo al niño de la madre. Entonces, existe uno que le dice que no a la función de castración, y dice que nadie se acuesta con esta mujer porque el único que se acuesta con ella es él. Los demás aceptan fundamentalmente por amor, pero también por temor. Gracias a esto conserva su pene de la amenaza de castración, y con esta separación del niño de la madre, produce un sujeto barrado. En ese mismo momento en que un sujeto se constituye, él mismo se pierde como objeto del Otro. Hay dos posibilidades: o se está en el lugar del sujeto, sujeto barrado, o en el lugar de objeto a. el fantasma implica estas dos posiciones. Cuando alguien está en relación al deseo materno, en ese primer tiempo, está en posición de objeto. Cuando se produce la castración, el sujeto pierde esa posición de objeto para la madre y se instala como objeto deseante. Decir que alguien se constituye en sujeto, implica que hay un significante que lo representa como sujeto para otro significante. La mujer no existe. La mujer existe una por una. Freud y Lacan coinciden en que no hay significante de la mujer. Lo que tenemos es pene/no-pene El inconsciente es un saber molesto, que nos parasita. Es un saber agujereado. El inconsciente es un intento de dar respuesta a la sexualidad, de saber de eso que no hay - Página 14 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

relación sexual. El inconsciente es ese saber distorsionado que portamos, pero es más importante tener en cuenta al inconsciente que al fantasma, porque el fantasma nos lleva a la poca realidad en la que vivimos depende del fantasma, la realidad que vivimos es fantasma. Alguien puede decir que se siente maltratado por el mundo porque ese es el modo en que se constituyó su fantasma. El fantasma nos devuelve la realidad, en cambio, el inconsciente, que en su núcleo tiene este agujero, es el camino que conduce a lo real, y es por ese camino del inconsciente que tenemos acceso a lo real. El inconsciente tiene que ver con significantes que van hasta el punto de la insuficiencia del significante. En donde el significante es insuficiente, encontramos el agujero de lo real. La realidad fantasmática depende del fantasma, depende de la posición que cada uno adopte en la vida; la realidad es la realidad fantasmática. El inconsciente no es lo mismo que el fantasma, si bien el fantasma es inconsciente, la lógica del inconsciente es otra cosa, es la lógica del significante que nos puede llevar a un vacío estructural. El inconsciente está agujereado, no es un todo, no está completo. Donde el inconsciente hace agujero, éste se llena con el fantasma, necesario para no ser psicóticos. El fantasma viene a ubicarse en esa lógica del inconsciente tratando de dar respuesta a aquello a lo que los significantes no pueden dar respuesta, viene a dar respuesta a la inexistencia del Otro, a que el Otro está barrado, viene a tapar el agujero. El fantasma viene a taponar la falta existente en la lógica del significante, es decir, viene al lugar de la urverdrängung, de la represión primaria. La lógica del significante nos va a llevar, como analista, al agujero de lo real. Por eso, si algo podemos hacer con el fantasma, es que no tapone el agujero. Freud dice, en “Análisis terminable e interminable”, que al final del análisis se trata de levantar la represión, y dice que lo que no se puede levantar, lo que es irresoluble es la roca de base, es la castración. Para Freud uno se enferma por la represión y uno se cura levantando la represión Lacan difiere, dice lo contrario. Dice hay que ir más allá de la castración y hasta el límite de la represión. La represión es constitutiva de la estructura, por lo tanto, no se puede transformar todo en significante, hay un real que es imposible. Entonces se trata de ir más allá de la castración, más allá del padre, y de aceptar lo que queda reprimido primordialmente. La represión propiamente dicha es la primera marca. Es una marca simbólica, se inscribe como una letra que conmemora un acontecimiento perdido que, de ser leído, será un real. Muchas veces queda como real y se repite.

Preguntas Pregunta: Inaudible - Página 15 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

Adriana Rey: Está bien lo que decís, lo que pasa es que esto toca otro problema, que es la definición de sujeto. ¿Qué es un sujeto? Si estamos hablando de un sujeto como un “alguien”, es verdad, “alguien” está hecho de decires, pero un sujeto está entre significantes, con lo cual no es del orden de un significante, está en el intervalo. Esto nos trae otra complicación, con lo cual tendríamos que extendernos bastante. Que esté hecho de decires el “alguien”, por ejemplo, el señor que va al analista, que tenga que hablar de cosas, por ejemplo, si tuviera que hablar sobre su origen, seguramente tendría mucho para decir, como todos tenemos mucho para decir. Pero no tenemos ningún acceso a que eso tenga que ver con la verdad ni con lo acontecido. Lo acontecido es algo inaccesible para cualquiera, lo único que puedo hacer es hablar sobre eso, y cuando hablo, siempre yerro, por eso no nos ponemos de acuerdo nunca los humanos, es decir, hablando la gente no se entiende, y ese es el problema que nos interesa a nosotros. Ahora bien, que el sujeto está hecho de decires, tomando en cuenta que el sujeto sea una persona, eso es verdad. El problema es que no hay otra opción, no hay otra cosa que tenga que ver con la vida de alguien que no tenga que ver con eso. Pero esto otro que corre como por otra frecuencia, que por ejemplo lo podríamos ubicar en la causa. ¿Para qué soñar? ¿Para qué hablar? ¿Para qué escribir poesía? ¿Para qué decirle a la enamorada o al enamorado palabras de amor? Voy y le digo “te amo” y ya está, que le sirva para toda la vida. Sin embargo no, no le sirve, hay que ir y decirlo otra vez, y de otra forma, y con flores, y con bombones, y con canciones, y, no sé, hasta con actings. Digamos que hay algo ahí que se repite invariablemente, pero que no es del campo de lo que digo lo que se repite. Lo que se repite es eso que me hace que tengo que seguir diciendo: en ese punto, eso también es del campo del hablante. Es decir, es verdad, no puede dar cuenta de nada que no haya oído o no le hayan dicho, pero que no pueda dar cuenta no quiere decir que no le concierne, porque sino, cómo explicamos el sufrimiento… sino, hablando la gente se entendería, y entonces, por ejemplo, la gente que está en pareja sería feliz. Los padres se llevarían bien con los hijos porque los padres les explicarían las cosas y los hijos les harían caso, pero los guachos no te quieren hacer caso (risas). Entonces hay que repetirle y repetirle, pero cuando uno lo repite no lo puede repetir. Eso que me hace ir una y otra vez ahí, también me interesa, y me interesa porque soy analista, porque el mundo está armado para que eso no interese. A mí me gusta exagerar un poco cuando explico porque me parece que sirve. Está el psicoanálisis y está el resto del mundo. Para los analistas, y hablo de analista en el sentido de la posición, porque ahora, en este momento, ninguno de nosotros es analista sino que estamos hablando de los analistas, lo cual no es lo mismo. El que tiene que soportar la posición de analista no tiene nada que ver con el resto del mundo; el resto del mundo está armado para que hablemos, nos equivoquemos, digamos “no, no quise decir eso”. Por ejemplo, le dicen a una mujer “estás más linda que la vez pasada” y entonces le pregunta “¿cómo, la otra vez no estaba linda?” y le contesta “si, también”, y le refuta “no, pero vos dijiste….” Y entonces hay que seguir y seguir remándola. Eso por qué ocurre? Porque lo que - Página 16 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

quiere decir, no lo puede decir, y lo que quiere decir, nunca lo puede decir, nunca. No sé si te contesto, pero me parece importante marcar que están las palabras pero también está el intervalo. En el lapsus se ve bien, pero entre palabras también. Pregunta: Inaudible Adriana Rey: En realidad esto terminó por una interpretación que hizo ella; no lo conté porque no quería que se perdiera esta cuestión en relación al punto de detención. Las diferentes cosas que yo fui diciendo, que, a mi gusto, fueron sin importancia porque no producían ningún efecto ni nada, terminó toda esta situación haciéndola decir que ella no podía acabar. Esto produjo otro sentido que quedó ligado a la sexualidad, y ahí dejó de ocurrir esto del despertar. Esto tiene que ver con lo que decía Ana: algo cesó de no escribirse por algo que dijo ella. cuando ella dice eso, yo corté la sesión sin decir nada. O sea, ella interpretó el sueño produciendo el efecto ese de que no le ocurrió más, pero lo más interesante no es eso, sino que esto abrió un tema en relación a su sexualidad. Porque la idea no es que no le pase más que se despierte; con eso no hacemos nada; se podía tomar un somnífero que quizá no se despertaba. Pregunta: Inaudible Adriana Rey: Entender qué es lo real es algo en lo que estamos todos tratando de entender … no es algo que se pueda entender. Me parece que lo quería decir Ana es que hay una diferencia entre la idea de lo que es represion primordial para Freud y lo que es para Lacan, y voy a decir mi impresión. Mi impresión es que la represión primordial para Freud es algo que está muy muy enterrado y que ninguno va a llegar cavando, pero es un algo. Para Lacan la represión primordial es la falla que nos hace hablantes y está constantemente produciéndose: el inconsciente va produciéndose a medida que voy hablando; no es que está en un lado oculto. Sobre el fin de análisis es difícil hablar en dos líneas, pero diría que la propuesta lacaniana tiene que ver con que esto, que normalmente es algo que nos hace padecer, pueda tomar otro carril que nos abra la posibildad de gozar de otro modo. Ir más allá del padre quiere decir eso. Ir más allá del padre quiere decir que el “padre”, entre comillas, diría “hay que gozar así”, y se trata de poder encontrar otra cosa. No se trata ni de acotar goce, ni decirle al paciente que haga otra cosa, sino que tiene que ver con, esta falla que es estructural, me hace ir siempre al mismo lugar. Se trata de que con eso yo pueda inventar otra cosa. Eso sería el fin de análisis. Qué es lo real? Es esto que a vos te molesta de lo que estamos hablando, esto que vos no podés llegar a enganchar: eso es lo real. Ana Dekmak: La represión primordial, tanto para Freud como para Lacan, tiene que ver con el lenguaje, pero para Freud es la represión del representante representativo de la pulsión; para Freud esta represión primordial es la primera; son las primeras marcas, son las primeras - Página 17 de 18 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

represiones que quedan registradas en el aparato anímico, por lo cual, toda represión posterior va a ser generada no sólo por un esfuerzo de desalojo de un sistema (de la conciencia que no quiere recibir eso porque va a ser displacentero), sino que también por estos puntos de fijación inconsciente de estas primeras marcas (huellas mnémincas dirá Freud) que producen una atracción de aquello que se quiere reprimir por displacentero. O sea que, la represión propiamente dicha tiene fuerzas de dos lugares: de aquello que por resultar displacentero va a ser reprimido, y también la atracción, que por asociación va a recibir de lo reprimido primordial. En Lacan no es así, porque en Lacan no es primero la represión primordial. Lacan habla de la estructura del sujeto, de cómo somos estructuralmente, y que estamos constituidos por un lenguaje que nos antecede. Decir que lo real es: “no hay relación sexual”; “el Otro no existe”, son cuestiones difíciles de entender. Por eso se inventan permanentemente cosas para decir lo que no se puede decir. Decir que no hay relación sexual es un modo de decir lo real. Freud y Lacan coinciden en que no hay representación del genital femenino. Este es otro modo de decir lo real. “La mujer no existe”, “La mujer no toda” son distintas formas de decir lo real. Por supuesto que todo esto se intenta taponar. Se tienen relaciones sexuales de a dos, de a tres, con aparatitos, la homosexualidad: diferentes maneras de taponar ese agujero de “no hay relación sexual”. Que alguien se diga hombre o se diga mujer tiene que ver no con aquello que uno elige: nadie elige ser como es. De alguna manera, uno termina ocupando un lugar al que ha sido orientado por el discurso de los padres. Si uno recibe en tratamiento a alguien con una orientación homosexual, por ejemplo, se escucha que no es algo que elige. Nadie elige ser homosexual o heterosexual, más bien es un lugar que uno termina ocupando orientado por el discurso de los padres. En el texto de las respuesta a Marcel Riitter, Lacan hace referencia a la “orientación” haciendo referencia a la orientación del pensamiento y que el libro de Kant nos puede orientar … la orientación es en torno al lenguaje, no es en torno al pensamiento

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