Mensaje de

Esperanza

A TEM “Sus vestiduras se volvieron ” resplandecientes (Mc 9, 3)

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Queridos amigos, A veces algunas personas me han preguntado por qué los santos están representados con aureolas. Pues bien, siempre he pensado que los santos son las personas más felices en el mundo, ¿y han notado alguna vez cómo las personas se ven resplandecientes cuando están felices? Lo pude observar en Madre Teresa de Calcuta y también en cada una de las ocasiones que estuve con el Papa Juan Pablo II. A pesar de que ambos estaban ya entrados en años y cansados, se podía percibir un resplandor inconfundible que fluía de su interior. La luz de Cristo brillaba en ellos y desde ellos, como para iluminar al mundo. Podríamos decir de ellos que sus vestiduras se volvieron resplandecientes. ¡Todos estamos llamados a ser santos! Y serlo es posible: esta es la gracia que recibimos en la Pascua. Dios nos ama tanto que nos llama a cada uno para que seamos felices, tan felices como podamos serlo. Y sólo encontraremos la verdadera felicidad si cumplimos con el plan que El tiene para nosotros. Existe un plan general, algo que Dios quiere para todos nosotros: que seamos santos, vivir una profunda y duradera comunión con Él, y precisamente así poder llegar a ser verdaderamente felices. ¿Pero cómo se hace para encontrar la felicidad? ¿Dónde la buscamos? Pues bien, Dios ha escogido un camino particular especialmente para ti y un camino concreto para mí para que alcancemos la santidad y la felicidad. Ese es tu plan personal, tu vocación. Tú y yo, hemos sido llamados desde el momento de nuestra concepción y de nuevo en nuestro Bautismo y en nuestra Confirmación para esa particular vocación. Y todo en mi vida,

Todos estamos llamados a ser santos! Y serlo es posible: esta es la gracia que recibimos en la Pascua. Dios nos ama tanto que nos llama a cada uno para que seamos felices, tan felices como podamos serlo.

EN ESTA EDICION 3 Fundamentos de Fe 4 Oración del Peregrino 5 Escritos Inspirados 6 Testimonio de Fe 7 Santos y Testimonios 8 Lugar de Peregrinación 9 Para meditar 11 Hacia la JMJ08

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Mensaje de

Esperanza

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todo en la historia de mi vida, todo lo que soy y he vivido, tiene una razón en vista a la vocación y para la misión que Dios me ha preparado. Descubrir cuál es el plan que Dios ha preparado para ti es muy importante. Y no se trata sólo de saber lo que quisieras hacer con tu vida, ni lo que otros esperan de ti. Se trata de una pregunta mucho más fundamental. Es saber responder a la pregunta: ¿Quién soy? ¿Para qué me ha creado Dios? El puede haberte creado para que te cases y formes una familia y seas santo/a entregándote a tu esposa/o y a tus hijos. Puede haberte creado para que seas sacerdote o le consagres tu vida a Él como religioso/a, y para servirle cooperando en su misión de contemplación y evangelización hasta los confines de la tierra. ¿Quién sabe? ¡Dios sí que lo sabe! Y Él siempre está amorosamente listo para respondernos. Nos habla a través de personas, señales, situaciones en nuestra vida, las Escrituras, la Liturgia, pero Él nos habla siempre en una forma especial en el silencio de nuestro corazón, a través de la oración. Tu llamado nunca será una imposición. Al contrario, es una respuesta libre al amor de Dios que responde a los anhelos más profundos de tu ser. Cristo toca a la puerta de tu corazón; ¡Él nunca le daría un empujón a la puerta para abrirla! La muerte de Jesús en la cruz que estamos celebrando en esta Pascua nos muestra que el llamado de Cristo es una invitación: ven a reunirte conmigo en el Paraíso. Algunas pautas generales que podrían ayudarte a discernir tu vocación son: 1. Comienza a fomentar una vida intensa de oración y trata de recibir más a menudo los sacramentos, especialmente asistiendo a Misa con más frecuencia y rezando frente al Santísimo 2. Escucha a Dios que te habla en las lecturas de las Escrituras, homilías y oraciones de la Misa y lectura de la Biblia en privado 3. Presta atención a las señales que Dios te envía, a través de la oración, a través de las personas y en tu corazón

4. Profundiza en el conocimiento de ti mismo

5. Confía a Santa María tu discernimiento, para que ella pueda guiarte a responder con generosidad a tu llamado. 6. Busca un buen consejero o director espiritual para compartir y discutir tus ideas y para que te ayude a discernir el plan de Dios para ti. Algunas personas no quieren pensar en su vocación porque tienen miedo que Dios les pedirá demasiado; tienen miedo de lo que Cristo quiere. A ellos desearía repetirles lo que el Papa Benedicto dijo durante la Misa para la inauguración de su Pontificado: “¡No tengáis miedo de Cristo! El no nos quita nada, y nos da todo. Cuando nos entregamos a Él, recibimos a cambio el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo y encontraréis la vida verdadera”.

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¡Felices Pascuas!

Obispo Anthony Fisher OP

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Fundamentos de Fe Vida consagrada, vida religiosa y virginidad para el Reino

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Por las aguas del Bautismo, el nuevo cristiano es purificado y también nace de nuevo a la vida. Desde ese momento, él o ella comienzan una nueva vida, una transformación de vida por la gracia, creciendo en el amor y en la semejanza de Jesucristo. A través del Bautismo cada uno de nosotros ha sido dedicado, pertenece o es consagrado, a Cristo. Recibimos los dones y los frutos del Espíritu Santo y estamos unidos en la tarea de construir el Cuerpo de Cristo (la Iglesia) y de llevar a Jesucristo a los demás en el mundo (nuestra vocación misionera). Algunos cristianos reciben el don especial o “carisma” de vivir de una forma particularmente radical un compromiso de vida consagrada y de devoción para toda su vida. Escogen libremente profesar (prometen, forman y dedican) su amor a Cristo ante la Iglesia al tomar una distintiva forma de vida. La forma de vida que escogen para vivir puede variar ampliamente: por ejemplo, las personas que viven en comunidades de clausuras pueden ser monjes o monjas; aquellos que pertenecen a una familia religiosa particular ingresan a una Orden para ser religiosos o religiosas; hombres o mujeres que viven en soledad pueden ser ermitaños; los que trabajan en el mundo podrían también pertenecer a un instituto secular, una sociedad de vida apostólica o hacer sus promesas en un movimiento eclesial nuevo. Todas estas formas de vida están universalmente fundadas en los tres grandes consejos evangélicos: a) pobreza (desapego de las riquezas) b) obediencia (el deseo de servir a Dios, a la Iglesia, a la comunidad)

c) castidad (el llamado a amar sin casarse ni tener relaciones sexuales) Estos tres consejos encarnan ese camino de sacrificio que el mismo Jesucristo vivió, en castidad y soltería, sin poseer propiedades o casa estable (Lc 9, 58) totalmente disponible para su Padre. Esta forma de vida es escatológica, es un signo de nuestra futura resurrección “donde no existirán matrimonios”. Allí esperamos ser glorificados y llenos de Dios. Todos los matrimonios y familias buenas son una reflexión de este cumplimiento. Jesús nos dice al referirse a ese “signo” elegido de forma de vida virginal y de soltería: “… hay eunucos que se hicieron eunucos por el Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!”. (Mt 19, 11-12) La vida religiosa o consagrada no es un cuestionamiento a las bondades de la vocación al matrimonio o de la vida de familia. El matrimonio y la vida consagrada se complementan entre sí y se apoyan mutuamente una a la otra en la vida de la Iglesia. El Papa Juan Pablo II llamó ambas en sus formas distintivas, “conyugal” pues ambas son una “donación personal” a una vida de fidelidad, conversión, generosidad, abandono y servicio cristiano.

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Oracion del Peregrino

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Oración del Papa Juan Pablo II por las vocaciones Señor Jesús, nuestro Buen Pastor, bendice nuestras parroquias con abundancia de sacerdotes, diáconos, hombres y mujeres para la vida religiosa, laicos de vida consagrada y misioneros, de acuerdo a las necesidades del mundo que Tú tanto amas y deseas salvar. Te encomendamos especialmente nuestra comunidad; concédenos el espíritu de los primeros cristianos, para que podamos ser un cenáculo de oración, en amorosa aceptación del Espíritu Santo y Sus dones. Asiste a nuestros pastores y a todos los que viven una vida consagrada. Guía los pasos de aquellos que han respondido generosamente a tu llamada y se preparan para recibir las sagradas órdenes o para profesar los consejos evangélicos. Mira con bondad a tantos jóvenes con buena disposición y llámales a seguirte. Ayúdales a comprender que sólo en Ti podrán alcanzar su plena realización. Con este fin invocamos la poderosa intercesión de María, madre y modelo de todas las vocaciones. Te rogamos nos sostengas en nuestra fe con la certeza de que el Padre nos dará lo que Tú nos has inspirado a pedirle. Amén

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Escritos Inspirados A TEM “Sus vestiduras se volvieron ” resplandecientes (Mc 9, 3)

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Pasaje de ‘Vita Consecrata’, Papa Juan Pablo II Haz clic aquí par accesar el documento completo El fundamento evangélico de la vida consagrada se debe buscar en la especial relación que Jesús, en su vida terrena, estableció con algunos de sus discípulos, invitándoles no sólo a acoger el Reino de Dios en la propia vida, sino a poner la propia existencia al servicio de esta causa, dejando todo e imitando de cerca su forma de vida. Tal existencia « cristiforme », propuesta a tantos bautizados a lo largo de la historia, es posible sólo desde una especial vocación y gracias a un don peculiar del Espíritu. En efecto, en ella la consagración bautismal los lleva a una respuesta radical en el seguimiento de Cristo mediante la adopción de los consejos evangélicos, el primero y esencial entre ellos es el vínculo sagrado de la castidad por el Reino de los Cielos[23]. Este especial « seguimiento de Cristo », en cuyo origen está siempre la iniciativa del Padre, tiene pues una connotación esencialmente cristológica y pneumatológica, manifestando así de modo particularmente vivo el carácter trinitario de la vida cristiana, de la que anticipa de alguna manera la realización escatológica a la que tiende toda la Iglesia[24]. En el Evangelio son muchas las palabras y gestos de Cristo que iluminan el sentido de esta especial vocación. Sin embargo, para captar con una visión de conjunto sus rasgos esenciales, ayuda singularmente contemplar el rostro radiante de Cristo en el misterio de la Transfiguración. A este «icono» se refiere toda una antigua tradición espiritual, cuando relaciona la vida contemplativa con la oración de Jesús «en el monte»[25]. Además, a ella pueden referirse, en cierto modo, las mismas dimensiones «activas» de la vida consagrada, ya que la Transfiguración no es sólo revelación de la gloria de Cristo, sino también preparación para afrontar la cruz. Ella implica un «subir al monte» y un «bajar del monte»: los discípulos que han gozado de la intimidad del Maestro, envueltos momentáneamente por el esplendor de la vida trinitaria y de la comunión de los santos, como arrebatados en el horizonte de la eternidad, vuelven de repente a la realidad cotidiana, donde no ven más que a «Jesús solo» en la humildad de la naturaleza humana, y son invitados a descender para vivir con Él las exigencias del designio de Dios y emprender con valor el camino de la cruz.

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Testimonio de

Fe

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Eileen Leyne - Canadá

Actualmente postulante de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, Manchester, Inglaterra

“Jovenes, escuchadme, responded al Senor con corazon fuerte y generoso. El cuenta con vosotros...” Juan Pablo II, JMJ 2002. Con el verano del 2002 por llegar, muchas personas en Canadá estaban ocupadas preparándose para el gran evento internacional que muy pronto se llevaría a cabo en Toronto. Yo estaba estudiando mi último semestre como estudiante de Ingeniería en Montreal y comencé a percibir una profunda inquietud en mi interior. Tenía una beca de estudios universitarios, vivía en una excitante ciudad cosmopolita, pero no lograba acallar los anhelos de ser más feliz. En mi niñez jamás dudé de la existencia de Dios. Sin embargo, aquí estaba viviendo en una micro cultura de estudios, fiestas y superficialidad, una cultura donde Dios no existía. Pero a pesar de todas mis incoherencias, no podía cortar totalmente con Dios. Me aferraba todavía a la única referencia que todavía me quedaba de Él, la Misa del Domingo, donde a principios del 2002 escuché el llamado de Dios para que fuera a la JMJ. En la JMJ 2002, en medio de la festividad, oración, y las palabras resonantes de Juan Pablo II, tuve mi

primer encuentro con el Señor Jesús. Habiéndome ya acostumbrado a un mundo crecientemente deshumanizado, descubrí la profundidad de la humanidad. Descubrí que Jesús era el significado de la vida, y seguirlo significaba vivir radicalmente. Él contaba con mi generosidad, pues mi respuesta tendría consecuencias para toda la humanidad. No podía quedarme indiferente. Las amistades auténticas que hice en Toronto se encargaron de que la JMJ no quedara en un simple recuerdo. Mis amigos me retaron a ser coherente con lo que ya había descubierto y a buscar con sinceridad el plan de Dios en mi vida. Dos amigos de la JMJ me dirigieron a la Fraternidad Mariana de la Reconciliación (las Fraternas), y en junio 2003 tomé el avión para ir a visitar la comunidad en Denver. Allí encontré mujeres que eran genuinamente felices, que anhelaban ser mensajeras de Cristo llevando la reconciliación a un mundo roto. Anhelando ser santas, ellas han respondido al llamado de Dios a llevar una vida de obediencia y celibato en comunidad. Empecé a darme cuenta cómo el Espíritu Santo me había estado guiado durante todo ese tiempo. En los meses siguientes, pude confirmar que Dios me creó para ser Fraterna, para estar totalmente disponible para ayudar a María en su misión de llevar a su Hijo a todo el mundo. Dejando atrás el futuro de un posible doctorado en ingeniería, me trasladé a Denver para comenzar la aventura de responder a mi vocación que ahora me ha llevado a Inglaterra para mi período de formación.

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Santos y

Testimonios

San Pedro Chanel (Pierre-Louis Marie Chanel)

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Nació: En 1802 Cuet, Bresse, Francia Falleció: En la Isla Futuna, Pacífico Occidental, 28 abril 1841 Día de su conmemoración: 28 abril Patrón de: Oceanía, misioneros del Pacífico Representación en obras de arte religiosas: como un sacerdote vestido con la sotana blanca y ribete negro de los sacerdotes Maristas del Siglo IX rodeado de palmeras o vegetación tropical al fondo Pedro Chanel nació en una familia de agricultores con ocho hijos. De jovencito era pastor y después ingresó al seminario para los estudios de sacerdocio. Un talentoso estudiante y maestro, fue ordenado sacerdote a la edad de 24 años. Lo enviaron a una parroquia casi en ruinas y desolada pero muy rápidamente devolvió la fe y la vida a la parroquia. Sin embargo, el padre Pedro se sentía más atraído a la vida de las misiones católicas en las partes más remotas y no cristianas del mundo. En 1831 pidió la admisión a la nueva misión de la Sociedad de María (los padres Maristas). En 1836 el Papa le pidió a la Sociedad establecer una misión en la región del Pacífico entre Nueva Zelanda y Sur América. Ese mismo año, Pedro Chanel se dirigió en un largo y arriesgado viaje hacia la región junto con otros cinco misioneros incluyendo al Obispo Juan Bautista Pompallier (quien más adelante se convertiría en uno de los primeros obispos de Nueva Zelanda). El grupo viajó hasta las remotas islas de Wallis y Futuna de paso por Sur America y Tahití. Padecieron enfermedades, retrasos y muertes durante su viaje.

Después de dejar al Obispo Pompallier en la Isla de Wallis, el padre Pedro Chanel y el hermano laico Marie Nizier viajaron más de 100 km hacia la Isla de Futuna. Eran los primeros cristianos misioneros que llegaban entre gentes que habían confrontado fieras guerras tribales durante muchísimos años. En un período de casi tres años y con muy pocas provisiones, los dos maristas aprendieron el lenguaje y las costumbres de los habitantes de la isla. Trabajaban cuidando y sanando a los enfermos, protegiendo a los locales de los mercaderes europeos estafadores que llegaban en sus barcos. Pero su prioridad era predicar sobre la importancia de vivir en paz y sobre el amor de Jesucristo y de su madre la Virgen María.

tenía sobre sus súbditos y ordenó a sus gentes que lo molestaran y amenazaran. El 28 de abril de 1841, varios de los guerreros más fieros del rey atacaron al padre Pedro con palos y hachas, cortándole la cabeza y despedazándole el cuerpo. Muy pronto fue declarado el primer mártir cristiano de Oceanía y poco tiempo después, todos los nativos de la Isla Futuna se convirtieron al cristianismo. San Pedro Chanel por Michael Galovic Capilla de los Hermanos Maristas de Nuestra Señora de la Visitación en Hermitage, Mittagong.

Gradualmente los locales se iban sintiendo atraídos por las oraciones y los himnos que el padre Pedro tocaba en su pequeña pianola. Le llamaban: “el hombre del corazón bondadoso” y algunos ya comenzaban a pedir que les impartiera la enseñanza cristiana y el Bautismo. Niuliki, el rey de la isla, estaba celoso de la influencia que Pedro

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Lugar de

Peregrinaje

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Isla de Futuna Lugar: Pacífico Occidental - entre Fiji y Samoa la isla, incluyendo el hombre que le partió en mitad el cráneo, pidieron su conversión al cristianismo. En la actualidad, las gentes de Futuna aún atesoran su fe cristiana, el recuerdo de san Pedro Chanel, su coraje y su dulzura. Las aldeas están construidas alrededor de una iglesia pequeña y los catequistas locales y hermanos Maristas, hermanas y hermanos religiosos son figuras importantes en la comunidad. La isla es remota y sólo puede llegarse por barco de carga, por avión o yate privado. Las islas de Wallis y Futuna son territorios franceses, por lo tanto el Presidente de Francia es el jefe de gobierno que es compartido con el rey local. El 50º rey, Tomasi Kuilin falleció en mayo 2007. La Isla de Futuna es una isla localizada en medio de una serie de islas volcánicas donde han vivido durante muchos siglos asentamientos de nativos de la Polinesia. Durante el siglo XVI, Futuna pasó a formar parte del Imperio de Tonga. La isla fue descubierta en los siglos XVII y XVIII por exploradores daneses e ingleses pero la primera misión cristiana que llegó a Futuna fue la de san Pedro Chanel y el hermano Marie Nizier en 1837. Los locales se sintieron particularmente atraídos por la belleza de la música y las oraciones que Pedro introdujo y todavía atesoran en la actualidad la celebración musical de la liturgia. Después de que Pedro fuera asesinado por los guerreros del Rey, los catecúmenos (aquellos que se estaban preparando para el bautismo), la Reina de Futuna y sus doncellas que aún no eran cristianas, arriesgándose a una represalia, ungieron y reunieron los pedazos del cuerpo destrozado del misionero para darle sepultura. En los siguientes dos años, todos los nativos de

En 1977 los padres Maristas regresaron a la Isla Futuna con las reliquias de Pedro Chanel (los restos de su cuerpo), los cuales habían sido trasladados a Nueva Zelanda, Australia y Francia después de su muerte. Hoy en día el Santuario de San Pedro está marcado por la Iglesia de San Pierre Chanel, un notable edificio de varios pisos con una torre alta al frente. La iglesia está decorada en su interior con diseños indígenas en blanco y café. Los restos de san Pedro yacen enterrados cerca del lugar donde fue asesinado, afuera de la iglesia actual.

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Para

meditar

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ePEREGRINACIÓN

El 20 de Julio, el Papa Benedicto XVI dirigió un mensaje a los jóvenes del mundo acerca de la JMJ08. El Papa expreso: “Con mucho gusto os ofrezco con este mensaje un motivo de meditación ir profundizándolo a lo largo de este ano de preparación.” Tómense un tiempo para reflexionar en estas palabras, para meditar y responder a la invitación del Papa a explorar el tema de la JMJ08. Pasajes del Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI dirigido a los jóvenes del mundo en ocasión de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud (20 julio 2007) Queridos jóvenes: 6. Los sacramentos de la Confirmación y de la Eucaristía Pero –diréis– ¿Cómo podemos dejarnos renovar por el Espíritu Santo y crecer en nuestra vida espiritual? La respuesta ya la sabéis: se puede mediante los Sacramentos, porque la fe nace y se robustece en nosotros gracias a los Sacramentos, sobre todo los de la iniciación cristiana: el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, que son complementarios e inseparables (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1285). Esta verdad sobre los tres Sacramentos que están al inicio de nuestro ser cristianos se encuentra quizás desatendida en la vida de fe de no pocos cristianos, para los que estos son gestos del pasado, pero sin repercusión real en la actualidad, como raíces sin savia vital. Resulta que, una vez recibida la Confirmación, muchos jóvenes se alejan de la vida de fe. Y también hay jóvenes que ni siquiera reciben este sacramento. Sin embargo, con los sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y después, de modo constante, de la Eucaristía, es como el Espíritu Santo nos hace hijos del Padre, hermanos de Jesús, miembros de su Iglesia, capaces de un verdadero testimonio del Evangelio, beneficiarios de la alegría de la fe. Os invito por tanto a reflexionar sobre lo que aquí os escribo. Hoy es especialmente importante redescubrir el sacramento de la Confirmación y reencontrar su valor para nuestro crecimiento espiritual. Quien ha recibido los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación, recuerde que se ha convertido en «templo del Espíritu»: Dios habita en él. Que sea siempre consciente de ello y haga que el tesoro que lleva dentro produzca frutos de santidad. Quien está bautizado, pero no ha recibido aún el sacramento de la Confirmación, que se prepare para recibirlo sabiendo que así se convertirá en un cristiano «pleno», porque la Confirmación perfecciona la gracia bautismal (cf. Ibíd., 1302-1304).

Pero -direis?Como podemos dejarnos renovar por el Espiritu Santo y crecer en nuestra vida espiritual? La respuesta ya la sabeis: se puede mediante los Sacramentos, porque la fe nace y se robustece en nosotros gracias a los Sacramentos, sobre todo los de la iniciacion cristiana: el Bautismo, la Confirmacion y la Eucaristia, que son complementarios e inseparables.

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La Confirmación nos da una fuerza especial para testimoniar y glorificar a Dios con toda nuestra vida (cf. Rm 12, 1); nos hace íntimamente conscientes de nuestra pertenencia a la Iglesia, «Cuerpo de Cristo», del cual todos somos miembros vivos, solidarios los unos con los otros (cf. 1 Co 12, 12-25). Todo bautizado, dejándose guiar por el Espíritu, puede dar su propia aportación a la edificación de la Iglesia gracias a los carismas que Él nos da, porque «en cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común» (1 Co 12, 7). Y cuando el Espíritu actúa produce en el alma sus frutos que son «amor, alegría, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí» (Ga 5, 22). A cuantos, jóvenes como vosotros, no han recibido la Confirmación, les invito cordialmente a prepararse a recibir este sacramento, pidiendo la ayuda de sus sacerdotes. Es una especial ocasión de gracia que el Señor os ofrece: ¡no la dejéis escapar! Quisiera añadir aquí una palabra sobre la Eucaristía. Para crecer en la vida cristiana es necesario alimentarse del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. En efecto, hemos sido bautizados y confirmados con vistas a la Eucaristía (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1322; Exhort. apost. Sacramentum caritatis, 17). Como «fuente y culmen» de la vida eclesial, la Eucaristía es un «Pentecostés perpetuo», porque cada vez que celebramos la Santa Misa recibimos el Espíritu Santo que nos une más profundamente a Cristo y nos transforma en Él. Queridos jóvenes, si participáis frecuentemente en la Celebración eucarística, si consagráis un poco de vuestro tiempo a la adoración del Santísimo Sacramento, a la Fuente del amor, que es la Eucaristía, os llegará esa gozosa determinación de dedicar la vida a seguir las pautas del Evangelio. Al mismo tiempo, experimentaréis que donde no llegan nuestras fuerzas, el Espíritu Santo nos transforma, nos colma de su fuerza y nos hace testigos plenos del ardor misionero de Cristo resucitado.

Y cuando el Espiritu actua produce en el alma sus frutos que son “amor, alegria, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de si”.

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Hacia la

J MJ

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G’DAY! Lo importante son los preparativos Nos acercamos cada vez más a la semana de la Jornada Mundial de la Juventud y a medida que avanzamos la marcha de los preparativos va acelerando con más fuerzas. Estamos seguros que tú ya estarás en la última vuelta de tus preparativos, has ingresado todos tus datos personales así como también las actividades para recaudar fondos están bajo debido control. Bueno, todos podemos soñar. ¡Por supuesto que sí! En el tópico de este mes, ePEREGRINACIÓN trata sobre la búsqueda de tu vocación. En la JMJ08, tendremos una Expo de las Vocaciones, será una oportunidad para que puedas dedicar más tiempo a profundizar en el tema de tu vocación. Podrás abrir tu corazón y tu mente para muchas y diferentes maneras sobre cómo vivir tu vocación bautismal. Te estaremos esperando con mucho entusiasmo cuando visites la Expo de las Vocaciones.

Enfoque de la JMJ08 para este mes Nuestra mayor prioridad en este momento es recopilar los datos de inscripciones, de anfitriones HomeStay (alojamiento con familias) y de voluntarios.

Las inscripciones de grupos continúan muy bien y cada vez las cifras de inscripciones por semana van en aumento. Las inscripciones individuales también aumentan cada día, hace poco pasamos las 50.000 inscripciones y esperamos llegar a 100.000 para finales de marzo. Necesitamos tu ayuda para lograr alcanzar esa meta. Ha dado inicio ya la asignación de asientos para la mayoría de los eventos y como se informó en ediciones anteriores, se dará preferencia a los que hayan ingresado sus datos personales. Se dará además preferencia adicional a los que hayan pagado el cargo de su inscripción. Los peregrinos internacionales podrán pagar con tarjeta de crédito. La opción de pago por transferencia bancaria estará disponible en nuestro sistema posiblemente a partir de la próxima semana. Los peregrinos australianos podrán pagar utilizando Bpay o transferencia bancaria a través de las cooperativas de ahorro y crédito australianas. Los residentes de Sydney que ofrezcan sus hogares tendrán la oportunidad de ser anfitriones de peregrinos que vienen de todos los rincones del mundo. Como en las anteriores JMJ, Sydney ofrecerá un extensivo programa de Homestay (alojamiento con familias) con casi 40.000 peregrinos que se alojarán en residencias

privadas. Para reforzar los aspectos pastorales del programa, Homestay tiene su base en las parroquias con uno o más coordinadores locales en cada parroquia. Si eres residente de Sydney, para asegurar que tus compañeros peregrinos se sientan bienvenidos pide a tus padres y amigos que les abran sus hogares. Visita: www.wyd2008.org/homestay Los peregrinos que han participado en anteriores JMJ saben de la importancia del trabajo de los voluntarios para que la JMJ sea un éxito. Hasta este momento todavía tenemos muchas oportunidades para peregrinos voluntarios en diferentes posiciones desde guías hasta servicios de comida y bebida. Los voluntarios obtendrán su inscripción para la JMJ libre de cargo, también uniformes y la oportunidad de asistir por lo menos a uno de los eventos mayores durante la semana. Mayor información está disponible en la página de la Web www.wyd2008.org/volunteer. Si has pensado en trabajar como voluntario pero no has aplicado aun, este es el mejor momento de hacerlo.

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