Mensaje de. Rector. Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos los peregrinos y lectores. Oraciones. Todos los fieles difuntos

Índice GRUPO EDITOR Presidente Mons. Diego Monroy Ponce Director Lic. Arturo Rocha Cortés Editorial Lic. Ángel Roa Hernández 3 Mensaje de Rector 7

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Índice GRUPO EDITOR Presidente Mons. Diego Monroy Ponce Director Lic. Arturo Rocha Cortés Editorial Lic. Ángel Roa Hernández

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Mensaje de Rector

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Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos los peregrinos y lectores

Inin Huey Tlamahuitçoltzin (fin) Lic. Arturo Rocha Cortés

Jefe de Formación Ricardo Galindo Melchor Colaboradores P. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio - Martha Reta Hernández - Lenice Rivera Hernández - Iván Martínez Huerta - Arturo Pardo Ayala - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez Lic. Marcela Vallecillo Gómez - Lic. Samuel Jiménez Hernández - María Guadalupe Bustamante Rosas.

Acontecimiento Guadalupano

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Oraciones

Familia Guadalupana

Todos los fieles difuntos

Base dogmática de la devoción a la Santísima Virgen

Boletín Guadalupano es una publicación mensual y gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg. Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 55776022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo electrónico: boletinguadalupano@basilicadeguadalupe. org.mx. web: www.virgendeguadalupe.org.mx.

Mario Bustamante Rubio

P. Gabriel Rodríguez M. del C.

Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2006-112409391300-30, expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el 24 de noviembre de 2006.

Los retablos novohispanos y su presencia en el Museo de la Basílica de Guadalupe

La Comunión entre la Iglesia del cielo y de la tierra

Alma Guadalupe Olguín Castro

Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano

Diseño Arturo Pardo, Arturo Rocha y Ricardo Galindo Formación Editorial Arturo Rocha y Ricardo Galindo Impresión Formas Continuas Administrativas, S.A. de C.V. Acalotenco 74, Col. Santo Tomás, C.P. 02040, Deleg. Azcapotzalco, México D.F., con un tiraje de 10,000 ejemplares. PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA Los artículos y demás contribuciones publicadas en el Boletín Guadalupano no reflejan necesariamente el sentir de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.

Portada: ANÓNIMO La Virgen de Guadalupe como intercesora de las almas del purgatorio Siglo XX Óleo sobre lámina de zinc 33.5 x 23.5 cms. Col. Museo de la Basílica de Guadalupe Diseño de Portada: Arturo Pardo Ayala Diseño de interiores: Ricardo Galindo, Arturo Rocha

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Cultura y Arte

Pastoral

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Conociéndonos

Retratos y Semblanzas

Departamento de Mantenimiento Área de Pintura

Pbro. Martín Muñoz López

Lic. Samuel Homero Jiménez

Lic. Marcela Vallecillo Gómez

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Peregrinaciones

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Tonantzin Guadalupe y los indígenas

Diócesis de Matehuala, Diócesis de Apatzingán Unión Mexicana de Mariachis

San Juan Diego Cuauhtlatoatzin y su santidad

María Guadalupe Bustamante Rosas

Rossana Ruiz y el Pbro. Salvador López Mora

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Para Leer

San Juan Diego Cuauhtlatoatzin

6 Editorial Serenata 32 Convocatoria Popular Guadalupana 2007 33 Donativos de Diciembre de 35 Actividades 2007

En Portada



Visita el sitio oficial de la Basílica de Guadalupe:

www.virgendeguadalupe.org.mx

MENSAJE DEL RECTOR

Q

ueridos hermanos y hermanas: la conmemoración litúrgica de Todos los Fieles Difuntos que celebramos el dos de noviembre, me permite compartir con cada uno de ustedes, desde el Magisterio universal de la Iglesia, una reflexión sobre el sentido cristiano de la muerte, así como las prácticas funerarias que privan en nuestra actual sociedad. Esto último, respecto del cuestionamiento que continuamente se nos hace en el sentido de si está permitido o no por la Iglesia la incineración de los cadáveres. La muerte es una realidad ineludible y propia de todo ser vivo, y en el humano con la característica propia de tener conciencia de ella. Todos vamos a morir, pero sólo el hombre tiene razón de ello, aunque no de la hora y el lugar. La muerte es la eterna acompañante de la historia de la humanidad. Quiero precisar ante las nuevas corrientes que atribuyen poderes sobrenaturales a la muerte, que ésta es sólo y meramente la cesación de las facultades vitales de cualquier ser vivo. No es un espíritu, no es una persona, mucho menos un ser divino. Es el proceso biológico que cierra la etapa de la vida. Desde siempre se han encontrado vestigios del honor y el culto debido a los muertos y de los lugares de su sepultura. Culturas milenarias nos hablan de esta realidad. Existen vestigios de la veneración de los antepasados de más de 100,000 años de antigüedad. Así, tanto el culto a los muertos como su sepultura, son naturalmente actos religiosos y el lugar para ellos, sagrado. Los cristianos le llamamos camposanto, el “lugar de los santos” o panteón como lugar consagrado a los dioses o también cementerio, que por su raíz griega, koimaw, significa “lugar donde se duerme”. Las formas de dar sepultura han sido diversas a lo largo del tiempo: el entierro, la cremación, el abandono de los muertos sobre los árboles, su inmersión, el entierro en las casas. Desde hace siglos, la práctica de enterrar los cadáveres, ha sido la regla, aunque también hay datos de que se practicaba la incineración. Para el mundo cristiano, a partir del segundo al quinto siglo, la inhumación llegó a ser la regla exclusiva. Dejó de ser un hecho privado para convertirse en un hecho social donde los demás miembros de la comunidad cristiana se involucraban desde la experiencia de la fe, comprendiendo este acontecimiento desde el horizonte de la esperanza. Para la primitiva comunidad cristiana, la práctica de enterrar a los muertos tiene como gran influencia el entierro de Jesús, así como la asociación de comunión entre el cielo y la tierra. 

Mensaje del Rector

También desde los orígenes cristianos, encontramos en las tumbas nombres y símbolos cristianos del recuerdo o de la resurrección. Enseguida las tumbas de los apóstoles y de los mártires se convirtieron en lugares de culto y peregrinación, teniendo por supuesto éstas como culmen el lugar del entierro y la resurrección de Jesús. A partir de este presupuesto, como ya lo he descrito anteriormente, la Iglesia comenzó a recomendar y aconsejar la inhumación, recordando la sepultura de Jesús y su salida de la tumba. Con esta práctica no sólo se reconoce el mérito del difunto, sino que se honra su cuerpo que es por el bautismo templo del Espíritu Santo, de ahí que estos despojos humanos deban de ser tratados con el mayor respeto y reverencia posible, pues junto a esto que acontece, se aguarda en una esperanza llena de fe, el retorno de Cristo y la resurrección de los muertos. Entre las prácticas que se realizan con los cadáveres nos encontramos con la incineración, costumbre que reapareció al final de la Edad Media, pues como anteriormente se apuntó, ésta quedó fuera de recomendación por considerarse contraria a la fe y a la resurrección. Se tenía como premisa el hecho de haber salido de la tierra y la necesidad de volverse a ella. La prohibición de esta práctica por parte de la Iglesia así como sus sanciones canónicas fue suprimida en 1963, y permitida por el nuevo Código de Derecho Canónico de 1983, que a la letra dice: “La Iglesia recomienda vivamente que sea conservada la piadosa costumbre de enterrar los cuerpos de los difuntos; no obstante no prohíbe la incineración, a no ser que ésta haya sido escogida por razones contrarias a la doctrina cristiana” (canon 1176, art. 3) Doctrina que se reafirma en el número 2301 del Catecismo de la Iglesia Católica, el cual dice: “La Iglesia permite la incineración si ésta no manifiesta un poner en duda la fe en la resurrección de los cuerpos”. Aunque esta práctica se ha difundido debido a la insuficiencia de los cementerios, lo mismo que por razones ideológicas en las que resaltan el orden práctico, estético, ético, la higiene y la ecología, la Iglesia aconseja en principio la inhumación, sin que nada obste para que quien quiera hacerlo pueda decidir sobre la incineración o la inhumación. Cada una de las decisiones, según la piedad cristiana, deberá celebrar religiosamente a sus difuntos. El fiel que ha ordenado la incineración de su cuerpo tiene derecho a los funerales religiosos. Todo esto nace del sentido cristiano que tenemos de la muerte: el trance definitivo de la vida es la muerte. La muerte es la contradicción de todo lo que de vida, proyectos, futuro, perspectivas, puede abrigar cualquier ser vivo. Aunque todos sabemos que debemos morir, la muerte nos desconcierta, asombra, produce estupor y extrañeza. Ante la muerte, muchas preguntas rebeldes y radicales se clavan en el corazón. Sólo Dios da sentido a toda nuestra existencia.



Mensaje del Rector

Frente al dolor y lo crudo de la muerte, la Iglesia celebra la fe en el Dios que salva, Jesucristo. En el corazón de la muerte, la Iglesia proclama su esperanza en la resurrección. Así, sirva la conmemoración de nuestros fieles difuntos, para comenzar a comprender el acontecimiento de la muerte, a luz de la fe y de la esperanza cristiana, convencidos de que el que vive, aunque muera, seguirá en la vida (Jn 11, 25). Pues la muerte no puede, aunque lo parezca, dominar el ímpetu de la vida. Quien bebe el agua verdadera, atravesará el desierto y no morirá de sed, porque lleva dentro un manantial de aguas vivas (Jn 4, 13-14; 7, 37-39). Quien coma del pan verdadero tendrá vida y reencontrará la fortaleza para vencer a la muerte con la muerte (Jn 6, 51). Ponemos a disposición de todos ustedes las nuevas Criptas Guadalupanas. En ellas encontrarán un espacio para esperar juntos el gran día de la resurrección, cuando al final de los tiempos, Jesucristo, el Justo Juez, venga a juzgar a vivos y muertos. Qué mejor manera de esperarlo que a los pies de nuestra Dulce Muchachita y Señora del cielo, la siempre Virgen Santa María de Guadalupe, quien como misericordiosa Madre, habrá de entregarnos en las manos de Jesús. Estar con ella es estar con Dios. Para más informes sobre este servicio, comunícate al 5748-9157 ó al 5748-5975 o acude al módulo que se encuentra en el atrio de nuestra Basílica.

Mons. Diego Monroy Ponce Vicario General y Episcopal de Guadalupe Rector del Santuario





EDITORIAL Estimados lectores del Boletín Guadalupano. Son ya más de cuatro años los que han transcurrido desde que tuvimos la dicha de emprender esta obra, inscrita en el marco de la pastoral profética de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Eran tiempos de estrechez económica y de grandes cambios al interior del santuario mariano más importante del mundo. Ha querido en aquellos tiempos nuestro rector, Mons Diego Monroy Ponce, de infatigable celo y apremio pastoral, continuar con la vetusta tradición de publicar, puertas adentro de la Basílica, un boletín informativo de las actividades pastorales más importantes del recinto guadalupano. Sólo que a diferencia de aquella sencilla publicación, esta nueva tendría que revestir todas las características de una revista formal. No se trataría de un mero instrumento informativo para los empleados de la Basílica, sino de un medio de difusión del Acontecimiento Guadalupano y un vehículo para la nueva Evangelización. Debería contener no sólo las acostumbradas secciones de índole pastoral y catequética, sino secciones específicamente dedicadas a difundir la riqueza museográfica de la Basílica, las fuentes primarias guadalupanas (en la forma de facsímiles de los documentos guadalupanos del s. XVI), la vida interior del santuario, su organización y diversos departamentos, etc. También debería acercar a los fieles a la oración y al conocimiento cada vez más puntual de lo que a lo largo de los siglos ha dado en denominarse Acontecimiento Guadalupano, a través de estudios y artículos de fondo. Igualmente debería contar con secciones que tuvieran a la familia y a los jóvenes como su natural referente, así como no soslayar a los indígenas que año con año, en numerosísimo contingente, acuden a esta Basílica a poner a los pies de la Virgen Morena sus necesidades, sus gozos y sus esperanzas. Asimismo, debería acercar a nuestros canónigos y capellanes a los fieles, a modo de que éstos conocieran de sus pastores las



anécdotas y experiencias más edificantes de su vida ministerial. En fin. Fue así como nació el Boletín Guadalupano que puntualmente, con el favor de Dios, ha llegado a sus manos cada 30 días. Y así como en sus principios se debieron remontar numerosos obstáculos, muchos de ellos de índole sobre todo económica, en el momento presente estas dificultades han tendido a multiplicarse. Ha sido la encomiable intención inicial de nuestro Rector, Mons. Diego Monroy Ponce, que esta publicación llegase gratuitamente a manos de los fieles que cotidianamente acuden a este Santuario. Nuestro deseo es poder seguir haciéndolo, aun a sabiendas de lo gravoso que ello puede resultar para la economía de la Basílica. En nuestro interés de no claudicar en este afán de llevar el BG a todos ustedes, sin demérito de su calidad editorial, nos hemos visto en la necesidad de abandonar a nuestra antigua casa litográfica y buscar una nueva, con el único interés de abatir costos, sanear nuestras finanzas y seguir haciendo posible esta obra pastoral. Recordamos que el BG es gratuito... pero siempre estamos a la espera de sus generosos donativos. Remitimos a nuestros queridos lectores a las últimas páginas de nuestra revista, donde encontrarán los formatos con los que pueden hacer efectivos los apoyos económicos que mucho necesitamos. Los alentamos, asimismo, a suscribirse por un año a esta publicación. Les aseguramos que el costo es prácticamente simbólico... pero muchos y muy reales los beneficios. Refrendamos desde estas páginas nuestro compromiso con todos nuestros lectores, al tiempo que rogamos a nuestra Madre Santísima María de Guadalupe nos allegue de su Divino HIjo la fortaleza y longanimidad para no claudicar en esta empresa. Paz y Gracia abundantes.

Acontecimiento Guadalupano

Inin huey tlamahuiçoltzin (ca. 1570) (fin) Lic. Arturo Rocha Cortés Director del Boletín Guadalupano [email protected]

C

on éste, damos fin a la publicación facsimilar del documento guadalupano conocido como Inin huey tlamahuizoltzin, custodiado en el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de México. Si algo llama la atención del pequeño texto en náhuatl final son las repetidas alusiones a la dignidad de intercesora de nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Paleuia, en náhuatl es “favorecer”, “ayudar”, “interceder”, que es lo que ha venido a hacer Guadalupe a estas tierras de Anáhuac. Ella viene a anunciar el mensaje de Cristo, a mediar entre su Hijo y sus hijos. Y así como María, en Caná de Galilea, con ocasión del milagro del vino obrado por Jesús, contribuyó a adelantar el reloj de la salvación a favor del hombre, María de Guadalupe, con su portentosa teofanía en el Tepeyac y con su milagrosa impronta en el ayate de San Juan Diego, adelantó también un reloj... el de la evangelización americana.



Acontecimiento Guadalupano

Inin huey tlamahuiçoltzin (Ms. 1475 del Fondo de Origen de la Biblioteca Nacional de México, f. 53 r).



Acontecimiento Guadalupano

Paleografía

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Traducción * 53



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Oncan quinmopalehuilia, quin moma-

“Allí se digna interceder por ellos, en lo que

quilia in tlein quimitlànililia, ça

ellos le solicitan / a los que le ruegan / En

nelli ca yn aquin huelquimotepan-

verdad quien bien la haga su intercesora con

tlàtòcatitzinoz, quimocenmacatzinoz.

amor / para que se le entregue totalmente

tetlaçotlaliztica huel ytlacauhtzin

con dignidad / con amor al prójimo, bien su

mochiuhtzinoz in Dios ytlaçònantzin

venerable intercesora / La Preciosa Madre de

ça nelli ca huel quimopalehuiliz

Dios aceptará / En verdad mucho lo ayudará

quimoteyttitiliz inca quimotlaço-

/ se mirará por él, allí donde les aliviará

tilia inca ycehuallotitlantzinco ye-

mucho / los hará entrar al lugar de su protec-

cauhyotitlantzinco maquiztinemi.

ción y amparo, / el lugar donde vives libre de peligro”.

* Basada en: Xavier Noguez, Documentos Guadalupanos, México: El Colegio Mexiquense/FCE, 1995, [Sección de Obras de Historia], p. 210.



ORACIONES

Todos los fieles difuntos

Mario Bustamante Rubio Diácono Permanente

Juan de Valdés Leal In Ictu Oculi, 1671 Óleo sobre tela 220 x 216 cm. Hospital de la Caridad de Sevilla

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rar por los difuntos es una de las tradiciones cristianas más antiguas. Es muy explicable que, al día siguiente de celebrar a todos aquellos que han llegado a la intimidad con Dios, nos preocupemos por todos nuestros hermanos difuntos que han muerto con la esperanza de resucitar y con una fe tan sólo conocida por Dios.

las preocupaciones, apuradamente van al panteón si la muerte es reciente pero de la misa ni quién se acuerde.

El propio mensual relativo al mes de noviembre en el día 2 que nos ocupa, contiene tres misas con sus respectivas lecturas, las cuales transcribo a continuación. Hace tiempo la mayoría de las personas se vestían de negro (en señal de luto) y después se iban a los panteones. Hoy en día ignorando los valores e inmersos en el torbellino de

Del libro de la Sabiduría: 3, 1-19. Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz.

Primera Misa Primera lectura Los aceptó como un holocausto agradable.

Oraciones La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable. En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Segunda Lectura Estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16. Hermanos: Nosotros estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna. Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Palabra de Dios. Evangelio Vengan, benditos de mi Padre. Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda”. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer,

sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme”. Los justos le contestarán entonces: “Señor, ¿cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?” Y el rey les dirá: “Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron”. Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron”. Entonces ellos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos? “Y él les replicará: “Yo les aseguro que cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo”. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”. Palabra del Señor.

Segunda Misa Primera lectura El Señor destruirá la muerte para siempre. Del libro del profeta Isaías: 25, 6, 7-9. En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos. Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor. En aquel día se dirá: “Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae”. Palabra de Dios.

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Oraciones Segunda lectura Estaremos con el Señor para siempre. De la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses: 4, 13-14-17-18. Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios los llevará con él, y así estaremos siempre con el Señor. Consuélense, pues, unos a otros, con estas palabras. Palabra de Dios. Evangelio El que coma de este pan vivirá para siempre y yo lo resucitaré el último día. Del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58. En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida”. Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”. Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, así también el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan, vivirá para siempre”. Palabra de Señor. Tercera Misa Primera lectura Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección. Del segundo libro de los Macabeos: 12, 43-46. En aquellos días, Judas Macabeo, jefe de Israel, hizo una colecta y recogió dos mil dracmas de plata, que envió a Jerusalén para que ofrecieran un sacrificio de expiación por los pecados de los que habían muerto en la batalla. Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección, pues si no hubiera esperado la resurrección de sus compañeros, habría sido completamente inútil orar por los muertos. Pero él consideraba que, a los que habían muerto piadosamente, les estaba reservada una magnífica recompensa. En efecto, orar por los difuntos para que 12

se vean libres de sus pecados es una acción santa y conveniente. Palabra de Dios. Segunda lectura En Cristo, todos volverán a la vida. De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios: 15, 20-24. 25-28. Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. Enseguida será la consumación, cuando Cristo entregue el Reino a su Padre. Por que él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte. Evangelio Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 44- 46. 50. 52-53; 24, 1-6. Era casi el mediodía, cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció el sol hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad. Jesús, clamando con voz potente, dijo: “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!”. Y dicho esto expiró. Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y justo, se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía. El primer día después del sábado, muy de mañana, llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron el rostro a tierra, los varones les dijeron: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado”. Palabra del Señor. Preferí hacer de este modo la exposición, confiando plenamente en que la Palabra de Dios es alimento para las almas.

FAMILIA GUADALUPANA

Base dogmática de la devoción a la Santísima Virgen

Pbro. Gabriel Rodríguez M. del C. Capellán de Coro

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Quién la ha venido descubriendo mejor? Seguramente los santos, los teólogos, los concilios, los papas.

El Concilio de Efeso, el año 431, tercer ecuménico, llevó y aprobó la Carta II de san Cirilo Alejandrino a Nestorio, uno de cuyos párrafos dice: “Porque no nació primeramente un hombre vulgar, de la Santa Virgen, y luego descendió sobre el verbo; sino que, único desde el seno materno, se dice que se sometió al nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne…” De esta manera (los Santos Padres) no tuvieron inconveniente en llamar Madre de Dios a la Santa Virgen”. En la fórmula de unión del año 433, entre san Cirilo de Alejandría y los Antioquenos, aprobada por san Sixto II, leemos lo siguiente:

“Confesamos, consiguientemente, a nuestro Señor Jesucristo Hijo de Dios unigénito, Dios perfecto y hombre perfecto, de alma racional y cuerpo, antes de los siglos engendrado del Padre según la divinidad, y él mismo en los últimos días, por nosotros y por nuestra salvación, nacido de María Virgen según la humanidad, él mismo consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad y concircunstancial con nosotros, según la humanidad. Porque se hizo la unión de dos naturalezas, por lo cual confesamos a un solo Señor y a un solo Cristo. Según la inteligencia de esta inconfundible unión, confesamos a la Santa Virgen por Madre de Dios, por haberse encarnado y hecho verbo de Dios y por haber unido consigo, desde la misma concepción, el templo que de ella tomó”.

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Familia Guadalupana San León, el magno, 440-461, en la Carta 28 Lectis Dilectionis Tuae dice: “En naturaleza, pues, íntegra y perfecta de verdadero hombre, nació Dios verdadero, entero en lo suyo, entero en lo nuestro. Entra, pues, en estas flaquezas del mundo el Hijo de Dios, bajando de su trono celeste, pero no alejándose de la gloria del Padre, engendrado por nuevo orden, por nuevo nacimiento. Por nuevo orden: porque invisible en lo suyo, se hizo visible en lo nuestro; incomprensible, quiso ser comprendido; permaneciendo antes del tiempo, comenzó a ser en el tiempo; Señor del universo, tomó forma de siervo, oscurecida la inmensidad de su majestad; Dios impasible, no se desdeñó de ser hombre pasible, e inmortal, someterse a la ley de la muerte. Y por nuevo nacimiento engendrado: porque la virginidad inviolada ignoró la concupiscencia, y suministró la materia de la carne. Tomada fue de la Madre del Señor la naturaleza, no la culpa; y en el Señor Jesucristo, engendrado del seno de la Virgen, no por ser el nacimiento maravilloso, es la naturaleza distinta de nosotros”. Concilio de Calcedonia, 451. Definición de las naturalezas de Cristo. Leemos: “Engendrado del Padre antes de los siglos en cuanto a la divinidad, y él mismo, en los últimos días, por nosotros y por nuestra salvación, engendrado de María Virgen, Madre de Dios, en cuanto a la humanidad; que se ha de reconocer a un solo y el mismo Cristo Hijo Señor unigénito en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación, en modo alguno borrada la diferencia de naturalezas por causa de la unión, sino conservando más bien, cada naturaleza su propiedad y concurriendo en una sola persona y en una sola hipótesis, no partido o dividido en dos personas, sino uno sólo y el mismo Hijo unigénito, Dios, Verbo, Señor Jesucristo”. Honorio I, 625-638. De la carta I Scripta Fraternitatis Vestrae a Sergio, patriarca de Constantinopla, del año 634. En ella leemos: “Porque Cristo, sin pecado concebido por obra del Espíritu Santo, sin pecado nació de la Santa e inmaculada Virgen Madre de Dios, sin experimentar contagio alguno de la naturaleza viciada”. Sixto IV, 1471-1484. Constitución Cum Praeexcelsa, de 28 de febrero de 1476. 14

De la Inmaculada Concepción de la B.V.M. En ella leemos: “La reina de los cielos, la gloriosa Virgen Madre de Dios… den gracias a Dios omnipotente (cuya providencia, mirada eterna, la humildad de la misma Virgen, con preparación del Espíritu Santo, la constituyó habitación de su unigénito, para reconciliar con su autor su naturaleza humana, sujeta por la caída del primer hombre a la muerte eterna, tomando de ella la carne de nuestra mortalidad para la redención del pueblo y permaneciendo Ella, no obstante, después del parto, Virgen sin Mancilla), den gracias, decimos, y alabanzas por la maravillosa concepción de la misma Virgen Inmaculada…” Sixto IV, 1471-1484. Constitución Grave Nimis de 4 de septiembre de 1483. En ella leemos: “A la verdad, no obstante celebrar la Iglesia Romana solemnemente pública fiesta de la concepción de la inmaculada y siempre Virgen María y haber ordenado para ello un oficio especial y propio”. Alejandro VII, 1655-1667. De la Bula Sollicitudo Omnium Eccel de 8 de diciembre de 1661. En ella leemos: “Renovamos las constituciones y decretos… publicados por los Romanos Pontífices a favor de la sentencia que afirma que el alma de la bienaventurada Virgen María en su creación e infusión en el cuerpo fue dotada de la gracia del Espíritu Santo y preservada del pecado original…” Definición de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María. Bula Ineffabilis Deus, de 8 de diciembre de 1854. Para honor de la Santa e indivisa trinidad, para gloria y ornamento de la Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe católica y acrecentamiento de la religión cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda marcha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles. De la bienaventurada Virgen María, medianera de las gracias. Continuará...

CULTURA Y ARTE

Los retablos novohispanos y su presencia en el Museo de la Basílica de Guadalupe

Alma Guadalupe Olguín Castro*

Anónimo Novohispano Retablo Dorado Siglo XVIII Madera tallada y estofada Col. Museo de la Basílica de Guadalupe

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l Museo de la Basílica de Guadalupe exhibe en una de sus salas dos piezas que, debido a sus dimensiones, impresionan gratamente a los visitantes. Se trata de un par de retablos dorados dedicados a la Virgen de Guadalupe.La palabra retablo, proviene del latín, retro, “atrás” y tabula, “mesa o altar”, y hace referencia al sitio donde se ubicaban éstos a partir del siglo V1 . Lejos de ser las estructuras doradas que hoy conocemos,

eran unas tablas donde se guardaban y exponían las reliquias de los santos, y se colocaban detrás de la mesa donde se oficiaba la misa. A lo largo de la Edad Media este tipo de tablas empezaron a ser decoradas, y recibieron el nombre de iconos. En el románico2, su decoración incluyó pinturas y esculturas; y en el gótico3 se consolidaron como piezas arquitectónicas útiles en la ornamentación del interior del templo. 15

Cultura y arte En la Nueva España las formas y estructura de los retablos evolucionaron, con la aparición y desarrollo de nuevas corrientes artísticas, que llegaron a América al igual que el catolicismo, con los españoles. Estas obras de arte fueron herramientas importantes en la propagación de la fe católica, así como en la evangelización de los naturales de estas tierras, ya que las imágenes que decoraban estos retablos, eran un medio a través del cual, visualmente, los indígenas conocían diferentes pasajes del catolicismo. La elaboración de los retablos estaba a cargo de un arquitecto, a quien se le encargaba la factura de una pieza. Atendiendo la solicitud del demandante, el artista elaboraba un boceto en papel, mismo que dividía en segmentos, éstos eran asignados a los diferentes ayudantes de su taller, para que realizaran la talla en madera. Concluida esta primera parte del trabajo, el ensamblador, armaba todas estas piezas y las montaba sobre la pared del templo.

Fueron realizados durante la segunda mitad del siglo XVII, alcanzando su esplendor en el XVIII. Éstos se dividen, a su vez, en barrocos salomónicos y estípites. La característica principal de los primeros, es el uso de la columna salomónica, que debe su nombre a la suposición de que en el interior del templo de Salomón se encontraban este tipo de columnas, cuyo fuste, es decir el cuerpo, se desarrolla en espiral. La columna estípite, se caracteriza por estar dividida en tres segmentos: el cuerpo lo constituye una pirámide invertida, seguida por un cubo cuya decoración varía de acuerdo a la creatividad del artista, y finalmente el capitel de orden corintio, es decir, el remate de la columna esta hecho a base de hojas de acanto.

Tras una capa de yeso y preparados naturales que tenían por objeto fijar el oro a la madera, el batihojas, luego de fundir el metal mencionado y martillarlo hasta obtener capas muy delgadas, “forraba” con ellas la estructura de madera, a lo que se le conocía como dorado de la pieza. Finalmente, se colocaban los lienzos y esculturas, que desplegarían el discurso iconográfico elegido para cada caso. Los retablos novohispanos se clasifican en dos grupos, siguiendo el criterio establecido por Francisco de la Maza, con base en las columnas que estas estructuras presentan. Por un lado están los retablos renacentistas y en el otro los barrocos. En el primer grupo aparecen los retablos elaborados a lo largo del siglo XVI y principios del XVII, y tienen por característica la sencillez de sus trazos y decoración, así como el predominio de la línea recta, cuyo antecedente directo fue la obra de los retablistas castellanos y andaluces. Al segundo grupo, corresponden los retablos barrocos, caracterizados por: la decoración excesiva, la utilización de las curvas y el predominio de tallas en madera estofadas y policromadas para decorarlos. 16

Anónimo Novohispano Virgen de Guadalupe con cuatro apariciones (detalle) Siglo XVIII Óleo sobre tela Col. Museo de la Basílica de Guadalupe

Cultura y arte Los retablos se dividen en calles, cuerpos y remate. Las primeras son las secciones que dividen la estructura verticalmente, mientras que los cuerpos son los segmentos colocados de forma horizontal. La pieza que en esta ocasión se comenta, pertenece al barroco estípite, consta de un solo cuerpo y tres calles, en la principal aparece un lienzo de la Virgen de Guadalupe con sus cuatro apariciones, flanqueado por dos columnas estípites; en las calles laterales figuran las tallas en madera estofada y policromada, de San Agustín y San Buenaventura, respectivamente. Delimitadas por columnas estípites, que sirven de soporte a un par de ángeles ubicados a la altura del remate del retablo. El segmento horizontal que antecede al cuerpo y sirve de soporte a todo el retablo, tiene por nombre predela, que en este caso, esta decorada con un sol, que en la iconografía católica se emplea para representar a Jesucristo, así como la luna lo hace con María, motivo por el cual a los pies de diversas advocaciones marianas, entre ellas la Virgen de Guadalupe, aparece este símbolo.

valor y conservación de estas piezas como parte del patrimonio cultural y artístico de la nación mexicana.

NOTA * Realizó sus estudios de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Actualmente colabora con el Departamento de Investigación del Museo de la Basílica de Guadalupe. Francisco DE LA MAZA, Los retablos dorados de Nueva España, México: ed. Mexicanas, 1950, p. 8. 1

Románico: estilo artístico europeo correspondiente a los siglos XI y XII. El origen del término procede del siglo XIX, y se hizo popular, sin embargo no es del todo correcto, puesto que lo que sobresale son elementos germánicos, del bizantino, algunos del islámico y sobretodo prerrománico. María Dolores ARROYO FERNÁNDEZ, Diccionario de términos artísticos, Madrid: Ed. Alderabán, 1997. 2

Gótico: Estilo artístico que cubre las fechas de mediados del siglo XIII hasta el primer tercio del XVI. Surgió en París y se desarrolló en todo el mundo cristiano dependiente de Roma. Loc. cit. 3

Es por eso común encontrar estos astros en portadas religiosas de iglesias coloniales y retablos. La luna es un tributo de María Inmaculada, pulcra ut luna, que lleva en su vientre al sol de justicia de Cristo. Entre la predela y el primer -y único cuerpo- de esta pieza, se encuentra una sección que recibe el nombre de piso, que en la parte central tiene un espacio reservado para albergar la custodia. A lo largo de todo el territorio mexicano es posible encontrar retablos virreinales, que destacan no sólo por la importancia que tienen como objetos litúrgicos, sino también por el valor artístico e histórico que poseen, por eso es lamentable el saqueo, ya sea de sus lienzos o esculturas, a los que en ocasiones están expuestos, lo que dificulta por una parte el estudio y análisis de estas piezas y por otro, se pierde en buena medida la belleza propia de estos objetos de arte virreinal. Es importante crear conciencia entre la población y las autoridades correspondientes, sobre el 17

PASTORAL

La comunión entre la Iglesia del cielo y de la tierra: María Santísima, Madre de Cristo y Madre de la Iglesia

Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano Vicerrector y Coordinador General de la Pastoral del Santuario

Anónimo La Virgen de Guadalupe, Reina de los Santos Óleo sobre tela segunda mitad del siglo XVIII (42 x 29.5 cm.)

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ara comprender un poco más el significado de las dos fiestas litúrgicas, tan llenas de piedad popular, que celebramos al inicio de este mes de noviembre: el 1 de noviembre, la Solemnidad de Todos los Santos, y el 2 de noviembre, la Conmemoración de los Fieles Difuntos, debemos reflexionar desde el Santuario de Santa María de Guadalupe: ¿qué es lo fundamental y necesario para el fiel cristiano pueda entender que es la Iglesia? ¿cuáles son los tres estados en que la Iglesia existe? ¿cómo María Santísima es Madre de Cristo y también Madre de la Iglesia? Lo fundamental y necesario para el fiel cristiano, pueda entender que es la Iglesia. 18

Primeramente diremos que la palabra iglesia es, según su interpretación cultural a través de los siglos, un término muy complicado: en los lenguas sajonas como el alemán Kirche, en inglés church, procede del griego popular bizantino kyriké, que significaba: “pertenencia del Señor” (Kyrios). En las lenguas romances tenemos en el castellano: iglesia, en francés église, en italiano chiesa que ha mantenido la dependencia directa de la palabra griega usada en el Nuevo Testamento ekklesia, que significa “reunión del pueblo”. La palabra ekklesia proviene seguramente de la palabra hebrea kahal yahveh, que significa “asamblea del Señor”.

Pastoral El Concilio Vaticano II (1965) retomó estos elementos en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia afirmando: “Fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente” (LG 9). De esta manera la Iglesia es un pueblo inserto en la sociedad, no sólo el edificio de culto en que se reúnen a los cristianos. Debemos siempre reconocer que somos el Pueblo de Dios, Familia de Dios, en camino por la historia, el cual experimenta la salvación como comunión fraterna y hace experimentar en toda comunión fraterna un momento de salvación. La comunión con Dios y la comunión entre los hombres son aspectos íntimamente correlacionados y necesarios del acontecimiento de salvación. La carta de identidad del pueblo de Dios no puede ser, de índole sociológica, cultural o política, sino que su estatuto, lo convierte en un pueblo que no se distingue de la sociedad en que está inmerso más que por el hecho de ser pueblo de Dios, cuerpo de Cristo, que crece y se articula mediante los ministerios y sacramentos que articula hacen crecer a un pueblo amorfo, dándole unidad orgánica y haciéndolo cuerpo de Cristo. Por tanto la experiencia litúrgica no puede entenderse como simple momento de culto que realiza en cada participante la virtud de la religión, sino que es el lugar privilegiado de la experiencia de la Iglesia, vértice al que tiende y fuente de la que mana toda la vida cristiana de la comunidad y de los individuos. La comunión entre la Iglesia del cielo y la de la tierra: los tres estados en que la Iglesia existe. Según el Catecismo de la Iglesia Católica en su número 954, los tres estados de la Iglesia son: “Hasta que el Señor venga en su esplendor con todos sus ángeles y, destruida la muerte, tenga sometido todo, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra; otros, ya difuntos, se purifican; mientras otros están glorificados, contemplando claramente a Dios mismo, uno y trino, tal cual es” (LG 49): Somos un pueblo que del bautismo a la eucaristía, en torno a los ministros ordenados y elegidos entre el mismo pueblo, seguimos un camino orgánico, por lento que pueda parecer, de conformación y de asimilación del Espíritu santificador, de vuelta al Padre. Estamos llamados a comprender cada día mejor, quienes somos, atender a los modos específicos de su crecimiento y vivenciar

los tres estados en que la Iglesia existe: 1- La Iglesia militante o Iglesia peregrina en la tierra, estos somos nosotros hasta el día de nuestra muerte. 2- La Iglesia purgante o Iglesia en camino de purificación (en el purgatorio), son los difuntos que aún no han ido al cielo, por ellos oramos el día de los difuntos, el 2 de noviembre y, 3- La Iglesia triunfante o Iglesia llegada a la Gloria, ya glorificada en el cielo, estos son los santos con Santa María al Virgen a la cabeza, que celebramos el 1 de noviembre.

La Iglesia militante o Iglesia peregrina: Los primeros dos días del mes de noviembre constituyen para el pueblo cristiano un momento intenso de fe y oración, que pone de relieve de modo singular la orientación “escatológica” recordada con fuerza por el concilio Vaticano II (cfr. LG, cap. VII). En efecto, al celebrar a todos los santos y al conmemorar a todos los fieles difuntos, la Iglesia peregrina en la tierra vive y expresa en la liturgia el vínculo espiritual que la une a la Iglesia celestial. Rendimos honor a los santos, mientras dirigimos oraciones en sufragio de nuestros queridos difuntos. Cómo nos consuela pensar que nuestros seres queridos, ya fallecidos, están en compañía de María, de los Apóstoles, de los mártires, de los confesores de la fe, de las vírgenes y de todos los santos y santas del paraíso. Debemos profundizar una verdad fundamental de la fe cristiana, que profesamos en el Credo: la “comunión de los santos”. Catecismo de la Iglesia Católica No. 948: La comunión de los santos es precisamente la Iglesia. La expresión “comunión de los santos” tiene entonces dos significados estrechamente relacionados: “comunión en las cosas santas (sancta) y “comunión entre las personas santas (sancti). “Sancta sanctis”, lo que es santo para los que son santos, es lo que se proclama por el celebrante en la mayoría de las liturgias orientales en el momento de la elevación de los santos Dones antes de la distribución de la comunión. Los fieles (sancti) se alimentan con el cuerpo y la sangre de Cristo (sancta) para crecer en la comunión con el Espíritu Santo (Koinônia) y comunicarla al mundo.

La unión de los miembros de la Iglesia peregrina con los hermanos que durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe.

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Pastoral Más aún, según la constante fe de la Iglesia, se refuerza con la comunicación de los bienes espirituales, en la celebración de los sacramentos y en la realidad de la vida litúrgica de la Iglesia peregrina. Esto lo vivimos intensamente cuando nuestra acción litúrgica-sacramental en el Santuario: estamos unidos los que peregrinamos, nuestros hermanos difuntos que aguardan la resurrección en las criptas de la Basílica y Santa María de Guadalupe y los Santos, todos unidos en torno a Cristo, el Señor. En la gloriosa asamblea de los santos, Dios quiso reservar el primer lugar a María Santísima, la Madre del Verbo encarnado. A lo largo de los siglos y en la eternidad, María sigue estando en la cumbre de la comunión de los santos, como protectora singular del vínculo de la Iglesia universal con Cristo, su Señor. Esta realidad de fe está contenida en el gran regalo del Dios por quien se vive, nos entregó en la tilma de nuestro hermano san Juan Diego. Santa María de Guadalupe, desde 1531, para los pueblos de América es la guía segura y experta, la Madre solícita y atenta a la que podemos confiar todos nuestros deseos, lamentos, lágrimas y necesidades. La Iglesia purgante o Iglesia en camino de purificación. En la Conmemoración de los Fieles Difuntos (2 de noviembre) la Iglesia recuerda la enseñanza de San Pablo, que somos una familia en que todos estamos llamados a la santidad. Por eso rezamos por todos los difuntos, nuestra oración beneficia a las almas que están en el purgatorio es decir en camino de purificación, no un estado de castigo o condenación, mas sí de purificación. Intercedemos por ellas para que pronto se encuentren en plenitud, con el Señor en el cielo. Es muy antigua costumbre cristiana visitar los cementerios el día de los difuntos, de arreglar las tumbas de los difuntos con flores y de rezar por los ellos. La Iglesia peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el Cuerpo místico de Jesucristo, desde los primeros tiempos del cristianismo honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció por ellos oraciones pues es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados (2 Mac 12, 45) (LG 50). Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor. Por lo tanto debemos creer en la comunión de todos los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de 20

muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia; esta realidad a diario cobra vida en nuestro Santuario de Santa María de Guadalupe, donde la comunidad que peregrina se reúne, incesantemente ora por los difuntos y se une con la Iglesia en el Cielo, de manera especialísima en la persona de Nuestra Madre Santa María de Guadalupe, así pues, en esa comunión está a nuestra disposición el amor misericordioso de Dios que siempre ofrece oídos atentos a nuestras oraciones. Ante el enigma de la muerte, muchos sienten el deseo y la esperanza de volver a encontrar en el más allá a sus seres queridos. Ahora bien, para nosotros, los cristianos, vida eterna no sólo indica una vida que dura para siempre, sino también una nueva calidad de la existencia, sumergida plenamente en el amor misericordioso de Dios, que libera del mal y de la muerte y nos pone en comunión sin fin con todos los hermanos y hermanas que participan en el mismo Amor. La eternidad, por tanto, puede estar ya presente en el centro de la vida terrena y temporal, cuando el alma, mediante la gracia, se une a Dios, su fundamento último, así pues, con los pies en la tierra, nuestro corazón ya está en el Cielo, morada definitiva de los amigos de Dios. La Iglesia triunfante o Iglesia llegada a la Gloria, estos son los santos que celebramos el 1 de noviembre: “Así pues, hasta que el Señor venga en su esplendor con todos sus ángeles y, destruida la muerte, tenga sometido todo, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra; otros ya difuntos, se purifican; mientras otros están glorificados, contemplando ‘claramente a Dios mismo, uno y trino, tal cual es.” (LG 49) Dice el Catecismo de la Iglesia Católica, citando Lumen Gentium 49: “Como todos los creyentes formamos un solo cuerpo, es decir, los del cielo y los de la tierra, el bien de los unos se comunica a los otros... es, pues, necesario creer que existe una comunión de bienes en la Iglesia. Pero el miembro más importante es Cristo, ya que Él es la cabeza... Así, el bien de Cristo es comunicado a todos los miembros, y esta comunicación se hace por los sacramentos de la Iglesia”. Como los santos están más íntimamente unidos a Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad... no dejan de interceder por nosotros ante el Padre y presentan por medio de Jesucristo, los méritos que adquirieron en la tierra a través de sus vidas de santidad, de virtud, de buenas obras y de sufrimiento.

Pastoral De esta manera, no sólo veneramos el recuerdo de los santos en el cielo como modelos nuestros, sino, sobre todo, la unión de toda la Iglesia en el Espíritu se vea forzada por la práctica del amor fraterno. Dice San Bernardo Abad, en uno de sus sermones (oficio del día de todos los santos): ¿De qué sirven a los santos nuestras alabanzas, nuestra glorificación, esta misma solemnidad que celebramos? ¿De qué les sirven los honores terrenos o nuestros elogios, si reciben del Padre celestial los honores que les había prometido verazmente el Hijo? Los santos no necesitan de nuestros honores, mas sin embargo, la veneración de su memoria redunda en provecho nuestro. Despierta en nosotros dos deseos: 1. El de gozar de su compañía, tan deseable, y de llegar a ser conciudadanos con los bienaventurados, santos, patriarcas, mártires, apóstoles, confesores, las vírgenes, para resumir, asociarnos y alegrarnos juntos en la comunión de todos los santos. 2. Que como a ellos, también a nosotros se nos manifieste Cristo, que es nuestra vida, y que nos manifestemos también nosotros con él, revestidos de gloria.

Aunque Jesucristo, el Sol de Justicia, ha sido rechazado por la humanidad aquí en la tierra, en el cielo no ha dejado de iluminar con su luz a quienes abren su corazón. Los santos son esas personas heroicas que brillan con el Señor. El Papa Benedicto XVI nos ha dicho: “El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo”. El luminoso ejemplo de los santos despierta en nosotros el gran deseo de ser como ellos, felices de vivir junto a Dios, en su Luz, en la gran familia de los amigos de Dios. Ser santo significa vivir en la cercanía de Dios, vivir en su familia, y ésta es la vocación de todos nosotros. El ejemplo de los santos es para nosotros un aliento a seguir los mismos pasos y a experimentar la alegría de quien se fía de Dios, pues la única causa de tristeza y de infelicidad para el hombre se debe al hecho de vivir lejos de Él.

María Santísima es Madre de Cristo y también Madre de la Iglesia En la gloriosa asamblea de los santos, Dios quiso reservar el primer lugar a la Madre del Verbo encarnado. A lo largo de los siglos y en la eternidad María Santísima sigue estando en la cumbre de la comunión de los santos, como protectora singular del vínculo de la Iglesia universal con Cristo, su Señor. Para quien quiere seguir a Jesús por el camino del Evangelio, la Virgen es la guía segura y experta, la Madre solícita y atenta a la que puede confiar todos sus deseos y dificultades. Pidamos juntos a Santa María de Guadalupe, la Reina de todos los santos que nos ayude a responder con generosa fidelidad a Dios, que nos llama a ser santos como él es santo. Recordemos lo que nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto: 963- A la Virgen María se la reconoce y se la venera como verdadera Madre de Dios y del Redentor... más aún, es verdaderamente la madre de los miembros de Cristo porque colaboró con su amor a que nacieran en la Iglesia los creyentes, miembros de aquella cabeza ...María es Madre de Cristo y Madre de la Iglesia” (Pablo VI, discurso 21 de noviembre 1964). 964- El papel de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de ella. Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte. Se manifiesta particularmente en la hora de su pasión: La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de Madre que, llena de amor, daba su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima. Finalmente, Jesucristo, agonizando en la cruz, la dio como madre al discípulo con estas palabras: ‘Mujer, ahí tienes a tu hijo’ (Jn 19, 26-27)” .

Esta maternidad de María Santísima de Guadalupe perdura de manera especialísima en el Tepeyac, donde resuena con solemnidad y ternura su palabras dirigidas a San Juan Diego y a cada uno de nosotros: ¿No estoy Yo aquí, que soy tu Madre?

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CONOCIÉNDONOS

Departamento de Mantenimiento

Foto: Comunicación Social

Área de Pintura

Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández

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entro del departamento de mantenimiento se realiza una gran actividad y de gran importancia que es la de pintura. Al inicio de cada año, este departamento presenta un proyecto que consiste en pintura general en todo el interior de la basílica, desde la cruz (mirador) hasta el sótano, (10 pisos), en el cual se analizan las paredes y plafones, si están muy dañadas por filtración de agua o algún otro tipo de defecto. Si lo están se limpian con espátula o cuñas las partes en mal estado, posteriormente se las resana (si se requiere) y se procede a pintar. Para que el color sea el adecuado se realizan unas pruebas con el color solicitado y de ser aceptado se continúa. Después de realizar la 22

primera “pasada” con la brocha o rodillo, se analiza si quedó bien y se continúa en otro lugar, de lo contrario se pinta las veces que sea necesario. Estas labores también se realizan en los edificios exteriores pertenecientes al santuario. Como muestra de estos oficios, el año 2006 se pintó toda la Casa Sacerdotal. Este año estamos trabajando en la Casa del Peregrino San Juan Diego y posteriormente lo haremos en los edificios que lo requieran. Para que este trabajo resulté de lo mejor, el departamento cuenta con cinco personas entregadas a esta actividad, supervisadas por el Ing. Guillermo Lara, encargado de Mantenimiento.

Conociéndonos

Israel Ramírez Sánchez, nos cuenta: “Ingresé en esta institución, Basílica de Guadalupe, en 1999, en mantenimiento externo, realizando trabajos de limpieza, lavado del atrio y pintura en pequeñas áreas. El año de 2003, me integré en el equipo de mantenimiento general, realizando diversas actividades, siendo la de pintura a la que que más me dedico. Es una satisfacción trabajar en el santuario más grande e importante de Latinoamérica”. Jesús Cárdenas, por su parte, relata: “Tengo estudios de 2 años de ingeniería química industrial, mismos que realice en el Instituto Politécnico Nacional en la Ciudad de México. Ingresé en este recinto sagrado el mes de enero del año del 2003, realizando diversas actividades como son el pulido de pisos, limpieza de muros y barnizado de madera. Actualmente mi función básica es la de pintura general”.

Foto: Comunicación Social

Julio César Roque Cruz, quien además de ser pintor también se dedica a barnizar, a la electricidad, etc., trabaja el turno matutino, de 9:00 a 17:00 hrs.. Dice sentirse muy orgulloso de colaborar en el mantemiento del Santuario

Jorge Vargas Morquecho, refiere: “Ingresé el 16 de abril de 2005, en el área de mantenimiento general. Mis actividades son varias: desde carpintería, albañilería, chofer, siendo la pintura la actividad con la que más he colaborado”.

José Cupertino Luqueño López, por su parte, relata: “Ingresé en este recinto sagrado el 16 de enero de 2006. Desde entonces he realizado diferentes actividades en el departamento, como carpintería, limpieza del atrio y pintura. Ha sido sido y es para mí y mi familia una gran satisfacción colaborar en el mantenimiento de la casa de nuestra Madre de Guadalupe, pues siempre lo he realizado con mucho cariño y amor”.

Foto: Comunicación Social

“En este corto tiempo que he formado parte de este grupo de trabajo, he aprendido muchas cosas y quiero seguir aprendiendo, porque me siento afortunado de trabajar en este hermoso lugar. Existe un gran compañerismo entre todos los que conformamos esta área y en lo personal como creyente de la fe católica, mi familia y yo estamos a gusto. Espero seguir trabajando durante mucho tiempo”.

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RETRATOS Y SEMBLANZAS Pbro. Martín Muñoz López Capellán de Coro. Secretario de la Coordinación General de Pastoral

Foto: Comunicación Social

Lic. Marcela Vallecillo Gómez Comunicación Social de la INBG

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ació en la Ciudad de México el 6 de septiembre de 1963, siendo el primero de dos hijos de la Sra. Victoria López Rodríguez –originaria de Guanajuato– y del Sr. José Demetrio Avelino Muñoz Molina, de Puebla.

Ingresó en el Seminario Conciliar de México el 27 de septiembre de 1981 y fue ordenado presbítero el 31 de mayo de 1990, a manos del Emmo. Sr. Cardenal Ernesto Corripio Ahumada. Aún siendo diácono fue destinado como prefecto adjunto del Curso Introductorio en el Seminario Conciliar de México, y después de su ordenación presbiteral le enviaron como Vicario a la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos. El 31 de agosto de 1990 partió a Roma para realizar los estudios de especialización en Teología Fundamental –Estudio de la Revelación y su credibilidad–, los cuales concluyó en junio de 1992. En agosto de ese mismo año recibió el nombramiento de prefecto auxiliar del Curso Introductorio del Seminario, y en 1993, el de responsable del mismo curso, cargo que ejerció hasta 1995. De agosto de 1995 a diciembre de 1998 fue designado Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Seminarios y Vocaciones. Y a partir de enero de 1999 a mayo de 2007 ejerció su ministerio como director espiritual del Seminario Conciliar de México. El 3 de agosto de este año fue llamado a la Basílica de Guadalupe, por el Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera. Con su característico entusiasmo, nos relata sus experiencias en el servicio ministerial. P.- ¿Cuál de todos sus servicios le ha representado mayores retos? R.- El trabajo de dirección espiritual (en el seminario), porque era un trabajo muy delicado. Ayudar a los chicos al encuentro con Jesucristo, tratar de descubrir la voz de Dios 24

Retratos y Semblanzas en la vida de alguien que no soy yo, para mí fue un gran reto […] Tratar de despertar en los muchachos la conciencia del servicio y el compromiso para la parroquia, para la comunidad, para el pueblo de Dios, fue todo un reto. […] A veces, con la dinámica que se vive en el seminario, con la insistencia en el área intelectual, se nos va olvidando poco a poco que Dios quiere ser, sobre todo, reconocido en los más pobres, en los necesitados, en los que no tienen fuerza. P.- Padre, ¿es complicado detectar problemáticas que después se reflejan en situaciones tan lamentables como la pederastia o la homosexualidad? R.- No es complicado detectar los problemas porque uno se da cuenta [...]. El problema es más bien detectar si esto va a conducir su vida por caminos lamentables. […] Lo que me parece importante es trabajar con todos, sea quienes traigan una historia lacerante o una historia ordinaria, para aprender a responder al amor de Dios. Un sacerdote pederasta o un sacerdote pedante, son incapaces de transmitir amor para los demás y dañan a los hermanos […] En el Seminario se lleva una vigilancia cercana pero no basta, es necesario prolongar este seguimiento, acompañamiento y fraternidad, por parte de la comunidad. Cuando los problemas se detectan en el seminario, inmediatamente se frenan […] En el seminario son muchos los filtros por los que pasan los muchachos: la dirección espiritual, la formación por parte de los prefectos, la comunidad en el seminario. Hay cosas que quizá escapen a los dos o tres formadores que tiene una persona, pero no a toda la comunidad ni a su grupo, y éste en un momento dado tiene el compromiso de informar de anomalías. Los fines de semana los muchachos salen a las comunidades parroquiales y ahí son observables. Antes de ordenarse tienen que cubrir una serie de requisitos, entre ellos el testimonio de las comunidades en donde sirvieron, y cuando hay alguna situación anómala definitivamente no se le ordena. Entonces, son varios los ojos, y se nos escapa, pero el trabajo es de Iglesia. P.- Y ahora viene a la Basílica donde son millones los que se atienden, ¿cómo sintió este llamado a servir en el Santuario? R.- Fui el primer sorprendido porque ya me habían dado fecha de toma de posesión en una parroquia pero hay algo que nunca he visto como casualidad:

todos los lugares donde he servido en mi Ministerio han sido marianos, y cuando el Sr. Cardenal nos indicó a donde íbamos, honestamente dije: “esto viene de Dios; Señora, yo sigo en tus manos, y aquí estamos”. Ahora estoy como secretario de la Comisión de Pastoral. El servicio es muy variado: atender a algunas [personas] en situación de calle, apoyar el trabajo del Cefalae... estoy preparando una guía para peregrinos que vengan a la Basílica, tenemos encima la Preasamblea diocesana.... ¡Es impresionante el trabajo que se tiene que hacer y todavía lo que nos falta! La atención al peregrino no es tan sencilla. Es importantísimo, por ejemplo, el trabajo de las damas voluntarias que reparten folletos para que la gente se prepare a la confesión, la participación de los ministros de la Eucaristía, y a todos ellos hay que atenderlos. Incluso debo fijarme como está alrededor, si hay drogadictos y a los mismos hay que atenderlos, en función de los peregrinos. También tenemos que ver que hay peregrinos que necesitan atención médica y de esto somos responsables. No sólo es atender confesionario y altar, sino todo el complejo. P.- ¿Cómo nació su vocación? R.- Mi familia siempre ha tratado de ser una familia de servicio […] Entré a Medicina y luego me cambié a Química; yo no asistía mucho a misa, pero empecé a ayudar como catequista, conocí la vida de los seminaristas y comenzó mi inquietud. Conocí el seminario en una fiesta de posadas, pero pienso que en realidad era Dios el que ya estaba marcando ciertos caminos. […] Aunque, honestamente, primero descubrí mi Iglesia, mi comunidad, y después, por mi Iglesia y mi comunidad, descubrí al Señor. P.- ¿Qué lo sostiene? R.- Me sostiene la experiencia de la presencia de Dios y su amor concretizado, sus manifestaciones. No puedo dejar de lado el papel que María, nuestra Madre, ha tenido para mí […] La comunidad de hermanos es la mejor manera en la que Dios me sigue diciendo que sigo por el camino que Él ha querido: sacerdotes que desde su ancianidad siguen dando testimonio del Dios vivo; sacerdotes que desde su juventud, con su empuje, siguen tratando de darle gracias a Dios por este don que nos ha dado. A fin de cuentas, Jesús no tuvo otra pretensión sino que fuéramos su Iglesia, su Cuerpo, un cuerpo fraternizado, hermanado por su presencia sacramental y por la manera en que respondemos a su invitación. 25

PEREGRINACIONES

X Peregrinación de la Diócesis de Matehuala, San Luis Potosí y la XXXV peregrinación de la Diócesis de Apatzingán, Michoacán María Guadalupe Bustamante Rosas Comunicación Social de la INBG

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l próximo seis de noviembre, la Comunidad Diocesana de Apatzingán acudirá en su peregrinación anual a esta Casita del Tepeyac para agradecerle su protección maternal. Presidirá la celebración eucarística Mons. Lucas Martínez Lara, Obispo de esa región. Vienen también a presentarle y ofrecerle a Ella los trabajos pastorales que realizan en sus 17 parroquias, por la cual está conformada. Dentro de su Plan Diocesano de Pastoral que tiene como tema: “Marco Doctrinal”, el cual tiene dos etapas. La primera: “La recolección de la memoria histórica”, en la cual, por medio de los sacerdotes, escriben sus experiencias personales, espirituales y experiencias que tiene con los feligreses. Y la segunda: “Etapa de análisis de la realidad”, se analizan los documentos entregados por los sacerdotes para identificar las realidades que se están presentando en ese momento en cada comunidad. De estas etapas surgieron talleres sobre derechos humanos, participación ciudadana y desarrollo humano, que fueron dados a los laicos y publico en general e impartidos por personal especializado en el tema. Por otro lado los sacerdotes de las diversas iglesias, tiene la encomienda de preparar espiritualmente a 26

las personas que se participan en esta celebración diocesana. Mons. Lucas Martínez Lara fue nombrado por Su Santidad Benedicto XVI, Obispo de Matehuala el 5 de octubre de 2006 y consagrado Obispo el 14 de diciembre del mismo año. Esta diócesis fue erigida el 28 de abril de 1997, siendo en ese momento Mons. Rodrigo Aguilar Martínez su Obispo titular. Los sacerdotes, religiosas y fieles laicos que forman parte de la Diócesis de Apatzingán peregrinarán el próximo 14 de noviembre a esta Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. La Eucaristía será presidida por Mons. Miguel Patiño Velásquez. En esta ocasión los peregrinos quieren agradecerle a la Virgen de Guadalupe las bendiciones y bienes recibidos durante este año y además de pedirle por cada uno de sus familiares y que los socorra con salud y trabajo. Su misa será a las siete de la mañana, por lo que llegan en autobuses a las inmediaciones de la Basílica entre las cinco y seis de la mañana. Mons. Miguel Patiño Velásquez fue nombrado por Su Santidad Juan Pablo II el 14 de abril de 1962 y consagrado el 21 de mayo del mismo año. La Erección de la Diócesis tuvo lugar el 30 de abril de 1962.

Peregrinaciones

XL Peregrinación de la Unión Mexicana de Mariachis

María Guadalupe Bustamante Rosas Comunicación Social de la INBG

E

l próximo 22 de noviembre, Día de Santa Cecilia, la Basílica recibirá a cerca de 250 mariachis con motivo de su peregrinación anual. Ellos con su música quieren agradecer a la Morenita del Tepeyac por las bendiciones recibidas durante todo el año. Se dan cita en la Plaza Garibaldi donde escuchan Misa, a cuyo término comienza su peregrinación hacia esta casita. Durante el recorrido los mariachis que portan sus trajes típicos amenizan con música. Usualmente la música y cantos que se escucha durante la celebración eucarística es la de los cantores acompañados del órgano. En esta ocasión los músicos son quienes tocarán durante ella con sus instrumentos de cuerdas y viento comunicando al recinto un toque de fiesta y solemnidad. Santa Cecilia fue una bella doncella romana que vivió en el siglo III, que fue arrestada y degollada por divulgar la fe cristiana. Se le relaciona con la música porque dicen que desde muy joven empezó a tocar el arpa, aunque otras versiones refieren que cuando la

iban a matar no dejó de cantar alabanzas a Cristo. La Plaza Garibaldi está situada en la parte centro norte de la ciudad de México, sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas y las calles de Allende, Montero y Ecuador, en la Colonia Guerrero; colinda con el barrio de Tepito. Es famosa por los grupos de mariachis que ahí se reúnen, vestidos con sus atuendos típicos y equipados con sus instrumentos musicales. El nombre de la plaza durante la época colonial fue Plazuela de Jardín, y más tarde El Baratillo, al ser sede de un tianguis donde se comercializaban objetos usados y baratos. Conservó ese nombre hasta 1821, año en que se celebró la consumación de la Independencia de México y cambió su nombre a Plaza Garibaldi en alusión al nieto de Giuseppe Garibaldi, José Garibaldi, quien combatiera en 1911 en las filas de Francisco I. Madero, en Chihuahua. El 22 de noviembre en la plaza se celebra a Cecilia de Roma, patrona de los músicos. 2727

Peregrinaciones

LIV Peregrinación de Tintorerías del Distrito Federal y Estado de México

María Guadalupe Bustamante Rosas Comunicación Social de la INBG

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rabajadores de las 700 tintorerías en el Distrito Federal y de Ciudad Nezahualcóyotl en el Estado de México, se congregarán en esta Basílica con motivo de su peregrinación anual.

T

especialmente por su trabajo, el sustento de su vida. Cada uno de los encargados de las tintorerías llevarán como ofrenda unas portadas de flores con el nombre de su negocio.

Los cerca de 2 mil tintoreros acompañados por sus familiares se reunirán en la ex-Glorieta de Peralvillo. Después caminan por toda Calzada de Guadalupe. Durante su andar, la banda de viento que los acompaña ameniza y alegra el recorrido.

El origen de esta peregrinación se remonta a 1953, cuando el señor Eustojio Torrejón (q.e.p.d), comenta con algunos de sus colegas que algunas asociaciones como los restauranteros realizaban peregrinaciones... Pero ellos no.

En esta acción de gracias, le pedirán a la Santísima Virgen de Guadalupe por su salud, su familia y muy

Fue entonces cuando el señor Torrejón junto con 20 personas inició este peregrinar.

TONANTZIN GUADALUPE

San Juan Diego Cuauhtlatoatzin y su santidad Rossana Ruiz Huaracha Pbro. Salvador López Mora Pastoral Indígena

S

an Juan Diego, indígena chichimeca, hombre justo, honesto, virtuoso, obediente, compasivo, nunca ajeno a la necesidad del otro. La semilla de estas virtudes le fueron inculcadas, cuidadas y protegidas por su ancestral cultura. Él, al conocer al único Dios verdadero, se hace bautizar; y al tener el gran privilegio de encontrarse con la Madre de Dios por quien se vive, Tonantzin Guadalupe, recibió total plenitud. Este varón santo (tlamacazqui) nos brinda enseñanza de servicio, humildad y obediencia al hacerse cargo de su tío Juan Bernardino quien se encontraba enfermo y a quien le prodiga todos los cuidados. Y es tal su entrega que piensa que es más importante cuidar a su tío que ir a atender los asuntos de la Señora del Cielo. Su tío estaba por morir y es cuando Nuestra Muchachita le dirige estas palabras: ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?, ¿acaso no soy la razón de tu alegría?, ¿No estás por ventura en mi regazo, en donde yo te protejo? ¿Acaso todavía te falta algo?

Hoy tomemos a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin como un verdadero modelo de santidad quien privilegió la atención al hermano, el servicio al prójimo sobre todas las cosas y, aun convertido, respeta sus tradiciones indígenas; sabe amar y respetar con obediencia y humildad, tanto que, una vez que es el emisario de la Virgen, se dedica a servirle barriendo la modesta ermita donde inicialmente colocaron la venturosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. 29

Tonantzin Guadalupe Así como San Juan Diego, tenemos que enseñar a nuestros hermanos indígenas a que no pierdan su cultura y sus raíces; a que no se avergüencen de su condición pues también son Hijos de Dios: demostrándoles amor, compasión, ayuda y la protección que nos dejó nuestro padre en la fe Juan Diego Cuauhtlatoatzin, como nos lo expresa el Nican Mopohua, la unión de dos verbos: Amar y Querer: yo quiero (nicnequi). Que todos como hermanos veamos esa mirada compasiva de amor, ayuda y protección en Nuestra Tonantzin Guadalupe, Madre de Nuestro Señor Jesucristo, que fue enviada por Dios Padre para acrisolar los pueblos de América y unirnos como hermanos en la paz y el amor. Que la santidad de un indio humilde que supo cumplir plenamente su misión, nos inspire para ayudar y seguir cumpliendo la propia misión que Dios nos ha encomendado, siempre buscando la santidad. En el amor es donde debemos florecer y cantar de alegría por que nos ha dado una Madre como María, Tonantzin Guadalupe, modelo de santidad perfecta.

La flor del cacao su perfume va esparcianedo; difundiendo su aroma la flor poyoma los caminos perfuma. Alli viviré yo el cantor. ¡Oh! ¡Oh! Oid mis cantos que brotan tiernamente. Telcacahuaxochitl Huiac Xeliuhtihuitza Ihpotocaya Inahuiyac Poyoma Octlin Pixahuia Oncan Ninnemi Nicuicanitl y ye ayvao ahui yoncaquiya itzmolini yonocuic Celia Ayyo. De jilote milticolor yo soy el grano derramense las variadas flores de nuestro sustento in tlapapal xochi-Centli Niyol Aya Nepapan Tonaca- Xochitl Moyahua Aya

Cada día estamos siendo enviados en medio de la ciudad. En donde estemos y lo que hagamos es oportunidad de hacer presente el Evangelio.

Te viniste a erguir, a estar en pie, como el abrirse de una flor que en presencia divina esta brillando como el sol.

Que el amor maternal de Tonantzin Guadalupe y su mensaje del Evangelio nos enseñe el camino, para que nuestra Iglesia Diocesana muestre también un rostro materno a todos los que se sientan necesitados y rechazados.

(¡Oh, Santa María!) Oncueponti Moque- Tzaco ya Anaya Aya ye Teoya Ixpan Tona a (Santa María Ayyo)

Que seamos capaces de comunicar la esperanza que nos ha traído nuestra Madre del cielo. Como fue la experiencia de San Juan Diego, el Señor es capaz de convertirnos en sus mensajeros en la ciudad. No tengamos miedo de poner nuestra sencillez a su servicio. Pregón del Atabal Dios te creó, Oh Santa María, entre abundantes flores, y nuevamente te hizo nacer, pintandote en el obispado. 30

Yehuan Dios Mitzyocox aya Xochitla ya Mitztlacatc yancuicatl Mitzcuiloa Santa María in obispoyac

PARA LEER

Ana Rita VALERO, Arturo ROCHA, Miguel LEÓN-PORTILLA, Diego MONROY, et al., Juan Diego Cuauhtlatoatzin, presentación de Norberto Cardenal Rivera Arzobispo Primado de México, proemio de Manuel Ramos Medina, México: Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe/ DGE Equilibrista, 2005, 224 pp., ils. y 2 CDs con la lectura a cuatro voces del Nican Mopohua en náhuatl y español

La Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, en coedición con la prestigiosa editorial DGE Equilibrista, ha editado el libro más completo escrito a la fecha sobre la vida e historicidad de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Se trata de una cuidada edición que incluye con facsimiles documentales, reproducciones de pinturas y grabados y una colección de siete eruditos trabajos y puntales crónicas, así como el más completo y detallado catálogo de obras artísticas relacionadas con el santo indígena. Le acompaña asimismo la versión náhuatl y castellana de la narración de las apariciones, el Nican Mopohua de Antonio Valeriano, en la autorizada versión de Miguel León-Portilla, que sirvió como base para la registración, en dos discos compactos, de lectura a cuatro voces, en náhuatl y español, del conmovedor relato, encomendada a locutores y nahuatlatos. Presenta el libro el Emmo. Sr. Card. Norberto Rivera Carrera y le prologa el destacado historiador Dr. Manuel Ramos Medina, direcor del Centro de Estudios de Historia de México CONDUMEX. El libro será presentado en próximos días al Emmo. Sr. Card. Norberto Rivera Carrera, y su presentación formal tendrá verificativo el mes de enero de 2006. Le mantendremos informado. El libro ya se encuentra a la venta en la Colecturía (tienda de artículos religiosos) de la INBG y próximamente lo estará en librerías y almacenes de prestigio de México y el extranjero. 31

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ACTIVIDADES PASTORALES

Oración Matutina de Laudes. Todos los días a las 8:30 hrs. Misa Solemne Capitular. Todos los días a las 9:00 hrs. Misa para “Etnias”. Todos los domingos a las 16:00 hrs. Misa Vocacional. Todos los domingos a las 15:00 hrs. Rito Penitencial Comunitario Todos los viernes de 11:00 -13:00 hrs, Exposición del Santísimo Jueves 10:00 -17:00, en su capilla: Santo Rosario: Lunes a jueves en el Altar Mayor 17:00 hrs. Viernes, sábado y domingo, 17:30 hrs., Antigua Basílica. Talleres Anuncio del “Acontecimiento Guadalupano”, todos los días de 12:00 a 15:00 hrs. Tienda del Encuentro, atrio. Taller de Pastoral Indígena  Sábados de 10:00 a 14:00 hrs.

MISA POR RADIO, TELEVISIÓN E INTERNET

Cadena RASA, 620 AM Todos los Domingos, 9:00 hrs. XHTV, Canal 4 TV 15 Noviembre de 2007 a las 9:00 hrs. www.virgendeguadalupe.org.mx Todos los Domingos, 9:00 hrs.

MISAS Y PEREGRINACIONES DE DICIEMBRE 2007 DÍA HORA 01 07:00 Ex Trabajadores de General Motors 02 11:00 Selección Mexicana 03 10:00 Tabiqueros de Santiago Chimalpa 04 19:00 Club Fátima 05 16:00 Antorcha de Tenextepe, Veracruz 06 07:00 Pereginación a pie de Atempan 07 07:00 San Miguel Atlapulco 08 11:00 Arquidiócesis de Tulancingo 09 05:00 Antorcha Guadalupana México, Tamazunchale, San Luis Potosí 10 12:00 Relevos de Axochiapan, Morelos 12 12:00 Misa Solemne de las Rosas 14:00 Santa Úrsula Chiconquiac 13 09:00 San Jerónimo Alfaro, Edo. de Puebla 14 13:00 Santa María Tecuanulco, Texas

15 19:00 16 18:00 17 15:00 18 11:00 20 20:00 21 10:00 22 17:00 23 18:00 24 11:00 25 15:00 26 18:00 27 12:00 28 18:00 29 07:00

Ciclista Arenal, Hidalgo Ciclista Singuilucan, Hidalgo Distribuidora Permo, S.A. de C.V. Industrias Unidas López Corporativo Empresarial Industrias Reyes, S.A. de C.V. Unión Guadalupana San Agustín Tlaxiaca, Hidalgo Cía. Manufactura de Veladoras Sociedad Noche Buena Mercado Reynosa Tamaulipas Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados Antorcha Guadalupana de Tlaxcala Santa Catarina Ayotzingo Chalco, Edo. de México

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