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Artículo Iniciación cristiana: Un asunto de vida y muerte por Jaime Bernardo Ávila-Borunda
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Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si nos hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante.1
or mucho que estas palabras puedan sonarle alegóricas e incluso hiperbólicas al cristiano contemporáneo, estas contienen la esencia, no solo de la iniciación cristiana, sino de la vida cristiana en general. La vida cristiana es un continuo camino marcado por un proceso de muertes y resurrecciones. Como el título de este ensayo lo indica, la iniciación cristiana es un asunto de vida y muerte. Nuestras vidas, aún al nivel más secular, son vividas moviéndose constantemente en un sendero de evolución con muchos hitos. Procedemos por el sendero de eventos que transcurren en un año para llegar al hito del cumpleaños, por el sendero de la educación para llegar a la graduación, por el sendero del cortejo para llegar al matrimonio, y por el sendero de la vida para llegar a la muerte. Constantemente nos envolvemos en una serie de procesiones y estaciones porque una inclinación litúrgica es parte de la naturaleza humana. “This anthropology is deeply embodied in the actual physicality of human personhood and embedded in the social context of human relatedness”2, observan Strawn and Yoon. Cuando hablamos sobre educación, y en particular cuando nos referimos a formación en la fe, esta antropología juega un papel crucial. Si uno aborda la formación como una simple tarea intelectual, difícilmente triunfará. En las palabras de K. A. Smith, On this account, educational strategies that traffic only with ideas often fail actually to educate; that is, they fail to form people. …we are, ultimately, liturgical animals because we are fundamentally desiring creatures. We are what we love, and our love is shaped, primes, and aimed by liturgical practices that take hold of our gut and aim our heart to certain ends, so we are not primarily homo rationale or homo faber or homo economicus; we are not even generically homo religiosis. We are more concretely homo liturgicus; humans are those animals that are religious animals not because
1 Rom 6, 4-5 (Nueva Biblia de Jerusalén). 2 Brad D. Strawn and Hammer Miyoung Yoon, “Spiritual Formation through Direction at Fuller Theological Seminary School of Psychology (Formación spiritual a través de dirección en la Facultad de Psicología del Seminario Teológico Fuller)” Journal of Psychology & Christianity 32, no. 4 (Winter 2013): 306. “Esta antropología está profundamente encarnada en el mismo carácter físico de la condición humana e incrustada en el contexto social de habilidad de los humanos para relacionarse”. Todas las traducciones de inglés son mías.
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we are primarily believing animals, but because we are liturgical animals—embodied, practicing creatures whose love/desire is aimed at something ultimate.3 Precisamente “no porque seamos primeramente animales creyentes, sino porque somos animales litúrgicos— creaturas encarnadas, practicantes, cuyo amor/deseo apunta hacia algo que es el máximo fin”4, esas mismas características de encarnación, práctica y amor/deseo de algo que sea el máximo fin deben ser el núcleo de nuestra formación cristiana. En el contexto de la vida cristiana, este tipo de formación nos lleva a un proceso de muerte y resurrección, un proceso el cual todos los cristianos estamos llamados a encarnar, vivir y pasarlo a las generaciones futuras. Por lo tanto, inspirados por el llamado a dar a otros lo que hemos recibido, 5 este ensayo pretende abordar el flujo litúrgico de procesiones y estaciones, muerte y resurrección, en el contexto de la formación como parte del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA), y explorará algunas de las implicaciones que esta noción plantea al ministerio pastoral a través de un análisis de algunos de los modelos de formación usados en los Estados Unidos en la Actualidad. Formación La senda litúrgica de la vida cristiana es una senda de constante conversión. Cuando hablamos de procesiones y estaciones en la vida, raramente hablamos de ir por la vida sin ningún cambio. No tendría sentido celebrar un cumpleaños si no hubiera crecimiento, aprendizaje, o maduración a cierto nivel. De la misma manera, en la vida Cristiana, hay una necesidad de crecimiento, aprendizaje y maduración constantes. Este es un proceso de morir constantemente al antiguo ego, para acoger una nueva forma de ser. Podemos decir que ser cristiano demanda un compromiso constante a una metamorfosis, “un proceso de muerte iniciática, en el que se abandona lo anterior para vivir algo nuevo” 6, en el lenguaje del Nuevo Testamento, “μετἀνοια” (metanoia). En el proceso de la iniciación cristiana, esta metanoia es vital para tener buenos resultados, como lo indica Santiago Cañardo Ramírez: El itinerario que se recorre en el bautismo de adultos es un proceso de muerte iniciática, en el que se abandona lo anterior para vivir algo nuevo: un nuevo nacimiento, por el que se acepta en la fe una vida y un sentido nuevo, dado por el descubrimiento de un Dios real, que en Cristo nos salva, nos hace salir de la muerte a la vida, y nos incorpora a la Iglesia como comunidad de redimidos, de hombres nuevos, que viven el mandamiento del amor. 7 Además nos recuerda que este proceso no es solamente un asunto didáctico, sino una inmersión existencial, i.e. un proceso gradual, como lo indican los sagrados ritos que acompañan el proceso: “El rito de entrada, la elección y los escrutinios, el rito bautismal y la mistagogia [sic] posterior significan y realizan la adhesión y vin3 James K. A. Smith, Desiring the Kingdom: Worship, Worldview, and Cultural Formation (Deseando el reino: culto, cosmovisión y formación cultural) (Cultural Liturgies), Volume 1, (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2009) 39-40. “Considerando esto, las estrategias educativas que trafican únicamente ideas, de hecho, a menudo fracasan en educar; es decir, fracasan en formar personas. …somos, ultimadamente, animales litúrgicos porque somos fundamentalmente creaturas que desean. Somos lo que amamos, y nuestro amor es moldeado, preparado y apuntado por prácticas litúrgicas que se asen de nuestras entrañas y apuntan nuestro corazón hacia ciertos fines, así que no somos primeramente homo rationale ni homo faber ni homo economicus; no somos ni siquiera genéricamente homo religiosis. Somos más concretamente homo liturgicus; los humanos son esos animales que son animales religiosos no porque seamos primeramente animales creyentes, sino porque somos animales litúrgicos—creaturas encarnadas, practicantes, cuyo amor/deseo apunta hacia algo que es el máximo fin”. 4 Smith, Desiring the Kingdom, 40. 5 1 Cor 15, 3-11. 6 Santiago Cañardo Ramírez, “Nueva Experiencia de Evangelización: La Preparación de Adultos Para El Bautismo”, Scripta Theologica 44, no. 3 (1 Diciembre 2012): 723. 7 Ramírez, “Nueva Experiencia de Evangelización,” 723.
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culación afectiva y efectiva a Cristo, la conversión y el cambio real del corazón y la vida, la inmersión vivencial en el misterio de Cristo y la introducción plena en la comunidad eclesial” 8. Μετἀνοια Ya que este “proceso de iniciación por la muerte, en el que se abandona el pasado para vivir algo nuevo” 9 es crucial para la vida cristiana, hago aquí una breve digresión del tema de formación para hablar acerca de la palabra metanoia (μετἀνοια), la cual procede del griego μετά (metá—más allá) + νοῦς/νόος (noüs/nóos—mente, percepción, entendimiento). En el nuevo testamento esta palabra aparece 56 veces en sus distintas formas. Aunque algunas veces este término se traduce como “arrepentimiento”, metanoia es mucho más que arrepentimiento, como lo indica James Glentworth Buttler, metanoia es “one of the most significant and vital words of Inspiration”10 en el Nuevo Testamento, yuxtaponiendo que en su verdadero significado metanoia ...no trace of sorrow or regret, no single element contained in the word Repentance. Hence its translation by that word has been, from the first until now, an utter mistranslation… Literally, the word signifies Change of Mind, a change in the trend and action of the whole inner nature, intellectual, affectional and moral, of the man, a reversal of his controlling estimates and judgments, desires and affections, choices and pursuits, involving a radical revolution in his supreme life aims, purposes and objects. Trench says: “Metanoia expresses that mighty change in mind, heart and life wrought by the Spirit of God.” De Quincey: “Metanoia concealed a most profound meaning… which bore no allusion to any ideas whatever of repentance. ... It expresses a revolution of thought, a great intellectual change in the accepting a new center for all moral truth from Christ… This Metanoia, or radical reversal of life-controlling thoughts, affections, choices and pursuits, the great theme of New Testament peaching, the high call and imperative demand of God. (Note that this demand, like all others, has behind it God’s pledge of help and assurance of success.)11 Consecuentemente, no debe sorprendernos que predicar y, en mayor medida, vivir una vida de metanoia, es el llamado de todos los cristianos. Sin embargo, como se puede inferir en base a las estadísticas de modelos de formación implementados en los Estados Unidos, los programas de formación a menudo relegan este asunto tan importante a un nivel de importancia menor. 12
8 Ramírez, “Nueva Experiencia de Evangelización,” 723-724. 9 Ramírez, “Nueva Experiencia de Evangelización,” 723. 10 James Glentworth Butler, Topical Analysis of the Bible: A Re-Statement of Its Moral and Spiritual Truths, Drawn Directly from the Inspired Text : Also Containing a Subject-Index to “The Bible Work” (Análisis temático de la Biblia: Una reafirmación de sus verdades morales y espirituales, extraídas directamente del texto inspirado: También conteniendo un índice de “El trabajo de la Biblia”) (New York: Butler Bible Work Company, 1897), 344 http://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=nnc1.cr60042729. “una de las palabras de inspiración más significativas y vitales”. 11 Ibíd., 443-444. “…no [hay] rastro de pena ni ningún elemento singular contenido en la palabra arrepentimiento. Por lo tanto su traducción con esta palabra ha sido, desde el principio hasta ahora, un total error de traducción… literalmente. La palabra significa cambio de mente un cambio en el modo y acción de la totalidad de la naturaleza interior, intelectual, afectiva y moral, del hombre, una reversión de sus controladores juicios y sugestiones, deseos y afectos, elecciones y metas, que implica una revolución radical en sus más altos objetivos de vida, propósitos y objetos. Trench dice: Metanoia expresa ese poderoso cambio de mente, corazón y vida hecho por el Espíritu de Dios.” De Quincey: “Metanoia escondía un significado profundísimo… el cual no contenía ninguna alusión a ideas de arrepentimiento. … Expresa una revolución de pensamiento, un gran cambio intelectual en la aceptación de un nuevo núcleo para toda la verdad moral de Cristo… Esta Metanoia, o reversión radical de los pensamientos, afectos, elecciones, y propósitos que controlan la vida, el gran tema de la predicación del Nuevo Testamento, el gran llamado y demanda imperativa de Dios. (Nótese que esta demanda, como todas las demás, tiene como respaldo la promesa de la ayuda de Dios y la seguridad de alcanzar el triunfo.)” 12 v. Dolly Sokol, “Parish Models of the RICA (Modelos Parroquiales del RICA)”, Liturgical Ministry 15 (2006): 92.
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Esto hace surgir preguntas importantes: ¿Sucede esto por falta de conciencia de su importancia, o falta de estrategias prácticas para formar a las personas en un camino de conversión? ¿La conversión, se puede enseñar? Quizá nunca comprenderemos plenamente las razones por las que muchos “programas” de RICA no consideran que la metanoia sea un elemento fundamental. No obstante, es necesario explorar maneras para que la metanoia tenga un papel más activo en el proceso de formación del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos. El camino de la iniciación cristiana
Desde el primer artículo de los praenotanda y a lo largo de sus diferentes secciones, el RICA hace explícitos tres puntos clave de los que los cristianos deben estar conscientes en cuanto a la iniciación cristiana. Primeramente, la comunidad cristiana tienen un deber clave de kerigma (proclamación o predicación) no de su propia palabra sino, de la palabra de Dios. “La misión primordial de la Iglesia, en efecto, es anunciar a Dios, ser testimonio de El [sic] ante el mundo. Se trata de dar a conocer el verdadero rostro de Dios y su designio de amor y de salvación en favor de los hombres, tal como Jesús lo reveló”13. Como dice la Epístola a los Romanos: “Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique?” 14 Por lo tanto, los precatecúmenos, vienen “al oír el anuncio del misterio de Cristo”15. También, Hechos de los Apóstoles (8, 26 – 8, 39) ejemplifica esta proclamación como parte de un proceso para llegar a conocer a Cristo. En esta perícopa, Felipe encuentra un eunuco etíope leyendo las escrituras hebreas, cuando Felipe le pregunta si comprende lo que está leyendo, él el responde, “«¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?» Y rogó a Felipe que subiese y se sentase con él… Felipe entonces, partiendo de este texto de la Escritura, se puso a anunciarle la Buena Nueva de Jesús. Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?» Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó”16. Segundamente, es Dios, no los precatecúmenos, quien inicia el proceso del camino de la iniciación y el trabajo de metanoia. Los precatecúmenos “bajo la acción del Espíritu Santo en sus corazones, consciente y libre mente buscan al Dios vivo y emprenden el camino de la fe y de la conversión [i.e. metanoia]”17. En otras palabras, esto reitera que “metanoȇiν and metάnoiα... became the fixed and recognize words to express that mighty change in mind, heart, and life wrought by the Spirit of God” 18. Es claro que Dios está a cargo de comenzar el proceso. Finalmente, “Con la ayuda de Dios se les provee de la ayuda espiritual para su preparación y para la recepción fructuosa de los sacramentos en el momento oportuno”19. Esto implica que Dios no solamente inicia el proceso, a través del ministerio de la iglesia, y comienza el proceso de metanoia, sino que Dios es también el que continúa el proceso, y a la larga da su gracia (por el ministerio de la iglesia) para que el individuo sea iniciado.
13 Congregación para el Clero, Directorium Generale pro Catechesi, (Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 1997), no. 23. http://www.vatican. va/roman_curia/congregations/cclergy/documents/rc_con_ccatheduc_doc_17041998_directory-for-catechesis_sp.html. 14 Rom 10, 13-14. Énfasis mío. 15 Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos. (Collegeville, MN: Liturgical Press, Chicago, IL: Liturgy Training Publications, and Washington D.C.: USCCB, 1993), no. 1. Cuando el número de la sección en la que se encuentra en la edición aprobada para uso en las diócesis de los EE.UU. difiera de la editio typica, el número de esta será indicado en paréntesis. 16 Act 8, 31; 8, 35; 8, 36; 8, 38. 17 RICA, no. 1. Énfasis mío 18 Richard Chenevix Trench, Synonyms of the New Testament (Sinónimos del Nuevo Testamento), (London: MacMillan, 1880), Digitized by Ted Hildebrandt, (Wenham, MA: Gordon College, Marzo 2006), 260. https://faculty.gordon.edu/hu/bi/ted_hildebrandt/new_testament_greek/text/trenchsynonyms.pdf. “metanoȇiν y metάnoiα... se convirtieron en las palabras fijas y reconocidas para expresar ese poderoso cambio de mente, corazón y vida hecho por el Espíritu de Dios”. 19 RICA, no. 1. Énfasis mío.
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Terceramente, “La iniciación de los catecúmenos se hace gradualmente. En conexión con la comunidad de los fieles”20. Una buena analogía para este proceso es la de una comida. Si la comida consistiera de comida rápida, uno podría ir a un restaurante, ordenar un par de hamburguesas por el autoservicio, y salir de ahí en un par de minutos. Por otro lado, un banquete que es preparado, desde cero, con ingredientes frescos, en un modo cuidadoso, requerirá tiempo y esfuerzo; uno tiene que preparar los ingredientes, marinar las carnes, cocer los alimentos por el tiempo apropiado, y mezclar las cosas en el momento justo y, a veces, incluso dejar las viandas reposar antes de servirlas. Lo que hace a la formación cristiana algo singular es que en el banquete cristiano siempre compartimos el mismo alimento: el cuerpo y la sangre de Cristo. 21 Aquellos que vienen al banquete no solamente piden participar en él, sino transformarse en ese platillo principal. Por lo tanto se requiere tiempo de preparación. Esa transformación, metamorfosis, metanoia, se toma tiempo en ocurrir, aun cuando Dios es el que prepara este banquete. Son muchos los eruditos que recalcan que el RICA es un proceso gradual. Como indica Jeffrey M. Kemper, “The insistence of certain scholars that the RCIA be referred to as a ‘process’ is not without merit. The term ‘process’ recognizes the necessity of certain dynamics for conversion, but also recognizes that these dynamics are not uniform in appearance, duration, or actualization”22. Este primer paso en el proceso es un acto inicial de fe. La fe permite que los precatecúmenos “consciente y libremente bus[quen] al Dios viviente” 23 ya que “La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado” 24. La fe tiene todavía otro papel importante en este encuentro inicial. Vivir en la fe implica una profunda conversión porque “La fe lleva consigo un cambio de vida, una «metanoia», es decir, una transformación profunda de la mente y del corazón: hace así que el creyente viva esa «nueva manera de ser, de vivir, de vivir juntos, que inaugura el Evangelio»”25. Se puede decir que desarrollar la fe implica metanoia, porque en este encuentro inicial, uno muere a la incredulidad para convertirse en una persona de fe. Además, el proceso de metanoia continúa mientras que el espíritu va abriendo el corazón del precatecúmeno, que a la larga logra mostrar signos visibles de conversión. Estos signos visibles de conversión abren las puertas al discernimiento para hacerse un catecúmeno. Desde el precatecumenado, la comunidad de la iglesia tiene una gran responsabilidad. El kerigma inicial se ha transformado al ser transformados los precatecúmenos. Por lo tanto, el kerigma inicial evoluciona a un ministerio de didaskalía (enseñanza), ya que “La catequesis es una acción esencialmente eclesial. El verdadero sujeto de la catequesis es la iglesia que, como continuadora de la misión de Jesucristo maestro y animada por el Espíritu, ha sido enviada para ser maestra de la fe”26. La iglesia enseña, como una madre, primeramente compartiendo la fe que ella está viviendo, y segundamente, en un modo activo recíproco, por el cual la iglesia nutre a sus miembros con la profesión de la fe (traditio), y los catecúmenos enriquecen la iglesia devolviendo/redituando (redditio) la fe que fue plantada en ellos después de que germinó y creció de formas personal e inculturada. 27 Por encima de todo, tenemos que tener en cuenta que, como iglesia, nuestra catequesis siempre debe de ser “- éducation de la liberté plutôt qu’imposition autoritaire de la vérité ... [parce que] L’apôtre s’adresse à l’âme, 20 RICA, no. 4. Énfasis mío. 21 Io 6. 22 Jeffrey M. Kemper, “Paschal Mystery and the Sacraments of Initiation, (El misterio pascual y los sacramentos de iniciación)” Liturgical Ministry 12 (2003): 165. “La insistencia de ciertos eruditos de que el RCIA sea llamado ‘proceso’ no es [algo] sin mérito. El término ‘proceso’ reconoce la necesidad de ciertas dinámicas para la conversión, pero también reconoce que estas dinámicas no son uniformes en apariencia, duración o realización”. 23 RICA, no. 1. 24 Catecismo de la Iglesia Católica (1992), no. 1814, http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a7_sp.html 25 DGC, no. 55. 26 DGC no. 78. 27 DGC, no. 78.
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c’est l’âme qu’il change, sachant que tout le reste viendra par surcroît... C’est là ce qu’ont fait les apôtres... Ils ont cherché à changer les cœurs, et une fois les cœurs changés, ils ont renouvelé le monde.”28 La idea de que la catequesis es una labor de toda la comunidad no es algo nuevo. Desde los tiempos patrísticos, la iglesia ha laborado como un cuerpo, no solamente en cuanto a obras de misericordia, sino también en sus celebraciones dominicales. “Rather, the Sunday eucharist [sic] and work among the poor and others were seen as the inevitable results of living in a communion of faith shared under the judgment of God’s word and in Jesus’s Spirit.”29 Por lo tanto, la comunidad entera se preocupaba por la formación de los nuevos miembros. Su metodología no era más que catequesis e iniciación.30 Pero la catequesis tenía un enfoque diferente que lo que nos imaginamos al oír la palabra catequesis hoy en día. Catechesis was understood to be not about education but about conversion. Conversion was perceived to be not about doctrinal formulations but about faith as a way of living together in Jesus Christ become a people. Initiation was known to be a whole sacramental sequence possessing its own logic that was about membership — that is, full, active and conscious participation…In this view the final cause of catechesis is not merely instruction: it is conversion therapy for membership.31 Si uno desempeña la catequesis de manera apropiada, los que fueron formados por Cristo por más tiempo sirven como modelo para los que acaban de tener su primer encuentro con Cristo. La fe cristiana se aprende de la misma manera que aprendemos cualquier otro comportamiento humano: por un proceso de imitación de ejemplo. Los catecúmenos lograrán convertirse en cuerpo de Cristo únicamente en el contexto de estar presentes con la comunidad de la iglesia, ya que esta es el cuerpo de Cristo. Esto es a lo que Jeffrey M. Kemper se refiere al decir: “Through catechesis, theological reflection, and living in the midst of the Christian community—coming to know Catholic Christians, praying with them, acting with them—catechumens surrender to the will of Christ that they be drawn into and conform to his paschal mystery.”32 Así mientras que continúa el proceso de catequesis, la comunidad forma a las personas en el catecumenado para que vivan la vida de conversión que la comunidad ciertamente ya está viviendo. Correspondientemente, cuando la comunidad y los candidatos disciernen que es el momento apropiado, esto es después de la deliberación previa33, los precatecúmenos participan del Rito de Aceptación en el Catecumenado. El Rito de Aceptación señala que ha comenzado el proceso de metanoia, i.e. de ser un hijo del mundo, convertirse hasta ser un hijo de Dios miembro de la iglesia. Este rito es la primera de las estaciones principales en el proceso. Es el momento en que la persona elige estar plenamente comprometida en el proceso de ser verdaderamente formada por la comunidad. Alegóricamente podemos comparar este proceso a un proceso en el cual unos futuros padres tienen con ellos 28 Abel Pasquier, “Lavigerie et Le Renouveau Du Catéchuménat, (Lavigerie y la renovación del catecumenado)”, Bulletin de Littérature Ecclésiastique 95, no. 1 (1 enero 1994): 97. “educación de libertad más que imposición de la autoridad de la verdad… [porque] El apóstol se dirige al alma, es el alma que cambia, sabiendo que el resto le vendrá por añadidura… he aquí lo que hicieron los apóstoles… buscaron cambiar los corazones, y una vez que los corazones cambiaron, renovaron el mundo”. Traducción mía. 29 Aidan Kavanagh, “Norm of Baptism: The New Rite of Christian Initiation of Adults, (Norma del bautismo: El nuevo Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos)”, Worship 48, no. 3 (1 marzo 1974): 51. “la eucaristía dominical y trabajo entre los pobres y otros eran vistos como la inevitable consecuencia de vivir en una comunión de fe compartida bajo el juicio de la palabra de Dios y el espíritu de Jesús”. 30 Kavanagh, “Norm of Baptism,” 151. 31 Kavanagh, “Norm of Baptism,” 151. “Se entendía que la catequesis no se trata de educación, sino de conversión. Se percibía que la conversión no es acerca formulaciones doctrinales sino acerca de fe como una manera de vivir[,] juntos en Jesucristo se convierten en un pueblo. La iniciación era conocida por ser toda una secuencia sacramental con su propia lógica que era acerca de membrecía—es decir, participación plena, activa y consciente… En esta perspectiva la razón final de la catequesis no es meramente instrucción: es terapia de conversión para ser miembro”. 32 Kemper, 165. “Por medio de la catequesis, reflexión teológica, y vivir entre la comunidad cristiana—conociendo cristianos católicos, orando con ellos, [inter]actuando con ellos—los catecúmenos se entregan a la voluntad de Cristo para ser halados por su misterio pascual y ser amoldados a este.” 33 RICA, 121 (137)
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una bebé en calidad de hija putativa mientras que esperan a que se finalice el proceso de adopción. Aun cuando la niña no es oficialmente parte de la familia, está ya de antemano abierta a ser formada por la familia y la familia está abierta a formarla y verla como parte de ellos. De la misma manera, los catecúmenos no son aún hijos de la iglesia, pero ya son parte de la familia, y tanto las personas del catecumenado están abiertas a ser formadas como la comunidad a formarlas. 34 Este es un momento de profundo crecimiento y profunda conversión, el mayor periodo de transformación en el proceso de iniciación. La redención se hace presente porque las personas en el catecumenado aceptan a Jesús en sus vidas. Sin embargo, Peter Fink nota lo siguiente: Redemption exercise is then not only a transformation of consciousness, the gradual overcoming of all other images by the images revealed by Christ. It is likewise, and more importantly, a transformation of affections and behavior. It takes time. It takes frequent doing (“exercise”). It takes openness and a deep vulnerability to the doing. And the transformation can be measured, guided, and observed. ‘In the liturgy human sanctification is manifested by signs perceptible to the senses, and is effected in a way which is proper to each of these signs’ (CSL, 7).35 Por eso, las liturgias durante el tiempo del catecumenado son parte esencial del proceso de formación. Aunque las liturgias de la palabra son primordiales, y la bendición de los catecúmenos ocurre durante estas liturgias, “Además, otros ritos pueden celebrarse para marcar los pasos de los catecúmenos de un nivel a otro de la catequesis” 36. De esta manera, las liturgias no solamente forman parte del camino de formación, sino que son estaciones o hitos que marcan diferentes etapas en el proceso. En sí mismas, las liturgias son un proceso de formación y transformación. Peter Fink menciona el adagio de la era escolástica que ora: “sacramenta significando efficiunt, that sacraments achieve their effect by signifying”37. Lo que me gustaría sugerir aquí es que extendamos esta noción a los ritos litúrgicos del RICA, ya que, como nos recuerda Sacrosanctum Concilium, “Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica”38. Así pues, podríamos aplicar a las liturgias del catecumenado lo que Fink dice con respecto a los sacramentos: They place an image in our consciousness which takes its place alongside of other images, sometimes even conflicting images, of the same reality. It may be an image of who we are before God, or in ourselves, or with each other. The images which… [liturgies] introduce to our consciousness are privileged images, for they are rooted in the revelation of Jesus Christ. By our partaking of our… [liturgies], we allow those images to be planted in our consciousness in the deep hope that they will
34 Concilio Vaticano II, Ad Gentes: Decreto sobre la actividad misionera de la iglesia (1965), no. 14 §5, http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html: Expóngase por fin, claramente, en el nuevo Código, el estado jurídico de los catecúmenos. Porque ya están vinculados a la Iglesia, ya son de la casa de Cristo y, con frecuencia, ya viven una vida de fe, de esperanza y de caridad. 35 Peter E. Fink, “Living the Sacrifice of Christ (Vivir el sacrificio de Cristo)”, Worship 59, no. 2 (1 marzo 1985): 138. “El ejercicio de redención, por lo tanto, no es solamente la transformación de la conciencia, la derrota gradual de todas las otras las imágenes bajo las imágenes reveladas por cristo. Es de la misma manera, y aún con mayor importancia, una transformación de afecciones y comportamiento. Se toma tiempo. Se requiere hacer con frecuencia (el ejercicio). Demanda apertura y una profunda vulnerabilidad para hacerlo. Y la transformación puede ser medida, guiada y observada. ‘En… [la liturgia,] los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre’ (SC 7)”. 36 RICA, no. 79. (103) 37 Fink, 137. “sacramenta significando efficiunt, los sacramentos significando hacen efecto”. 38 Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium: Constitución sobre la sagrada liturgia (1963), no. 7, http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19631204_sacrosanctum-concilium_sp.html.
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become the only, or at least the primary, operational images for our life.…The planting is the beginning of conversion, a seeding for the transformation which God wishes to work in us.39 No obstante, este gran proceso de transformación no debe por ninguna razón estar limitado a quienes están preparándose para ser cristianos. Dios nos llama a vivir el misterio pascual en nuestra vida cotidiana, ya que siempre se puede dar un paso más en el camino de la conversión. Los misterios que celebramos no son únicamente la muerte y resurrección de Cristo como un evento histórico desconectado de nosotros. “For humanity the paschal mystery is a conversion: a passing over from sin to grace, from alienation to reconciliation, from being ‘no people’ to being God’s people. With these points in mind, we can examine the relationship of the paschal mystery to the sacraments of initiation”40. Por lo tanto, en la gran vigilia, cuando los catecúmenos vienen para ser sumergidos en las aguas de la muerte de Cristo, también nosotros renovamos nuestra muerte y resurrección. Consecuentemente, podemos proclamar “Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva”41. Probablemente en este punto la pregunta es “¿y luego qué?” La respuesta es simple: Los catecúmenos ahora son neófitos, y comienzan un proceso de más catequesis (mistagogía), según el RICA, por los 50 días de pascua. Después de que una persona termina la mistagogía inicial, ya no es neófita. Desde ese momento se entiende que la persona es plenamente cristiana. Sin embargo, quiero proponer una perspectiva distinta: Después de que la persona termina su mistagogía como neófita, se convierte en una persona iniciada. El Diccionario de la lengua española define iniciar como “Proporcionar a alguien los primeros conocimientos o experiencias sobre algo”42, lo cual implica que al terminar el proceso de iniciación, la persona iniciada posee únicamente las primeras nociones, es principiante. Por lo tanto, como iniciados, los cristianos tenemos el reto de permanecer comprometidos en una constante conversión, i.e. metanoia. Los nuevos cristianos e, hipotéticamente, todos los cristianos caminamos por la misma senda de conversión, todos como principiantes, i.e. iniciados. ¿Cuándo entonces se convierte uno en un cristiano plenamente? Eso es simple. Ocurre cuando se completa la formación; la culminación sucede cuando la mente y corazón han tenido tanta transformación que se han hecho idénticos a la mente y corazón de Cristo. Innegablemente esa es la meta de toda persona auténticamente cristiana: pensar tan libremente y carente de juicios como Cristo piensa, aprender a amar sin límites como Cristo ama. Pero, para que esto suceda, debemos pasar por un intenso proceso de metanoia que puede durar más años de los que disponemos. Ahora que hemos establecido el papel clave de la metanoia en el proceso de formación para la iniciación cristiana y cómo se relaciona a las celebraciones litúrgicas, podemos enfocarnos en ver el proceso completo. A pesar de que las comunidades parroquiales pueden tomar diferentes enfoques, es importante mantener en la mente que sin importar qué modelo de implementación se use en el proceso de formación, la metanoia tiene que ser el corazón de este. 39 Fink, 137-138. “Ponen una imagen en nuestra conciencia que toma su lugar entre las otras imágenes, incluso discrepantes, de la misma realidad. Puede ser una imagen de quien somos ante Dios, o [interiormente] ante nosotros mismos, o unos para ante los otros. Las imágenes que… [las liturgias] presentan a nuestra conciencia son imágenes privilegiadas, porque están arraigadas en la revelación de Jesucristo. Por nuestra participación en nuestras… [liturgias], permitimos que esas imágenes sean plantadas en nuestra conciencia en la profunda esperanza de que se conviertan en las únicas imágenes, o al menos en las imágenes operativas primordiales para nuestra vida… la implantación es el comienzo de la conversión, una semilla para la transformación que Dios quiere hacer en nosotros.” 40 Kemper, “Paschal Mystery and the Sacraments of Initiation,” 164. “Para la humanidad, el misterio pascual es una conversión: pasar del pecado a la gracia, de la enajenación a la reconciliación, de ser no-personas a ser pueblo de Dios. Con esto en mente, podemos examinar la relación del misterio pascual a los sacramentos de la iniciación.” 41 Rom 6:4. 42 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 23.ª ed. (Madrid: Espasa, 2014), s.v. iniciar, no. 3. http://lema.rae.es/drae/?val=iniciar
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Modelos y Enfoques Como introducción a considerar diferentes modelos del proceso del RICA, prestemos atención las importantes observaciones de Cañardo Ramírez con respecto a este proceso, las cuales hablan de la importancia de tres elementos que se recalcan en casi todos los modelos: tradición, progresividad del proceso y liturgias. 1. “Sigue la estructura del catecumenado de los primeros siglos” 2. “Propon[e] para los adultos que desean recibir el bautismo un itinerario progresivo”. 3. “Los ritos que les acompañan, procedentes también de la iglesia primitiva, los sostienen interiormente en su camino hacia el bautismo, mediante la gracia de Dios que reciben en estas celebraciones”43. Modelos basados en características cualitativas
Al ver los modelos de formación del RICA, podemos diferenciar entre dos enfoques distintos. Uno de estos es el enfoque que busca ciertas características cualitativas en el proceso. James Dunning describe uno de estos modelos de formación del RICA. En su perspectiva, los cuatro periodos en el RICA proveen un espacio no solamente para aquellos en formación para la iniciación, sino también para todos los miembros de la comunidad. 44 Desde este enfoque, interpreta los cuatro periodos como un juego de movimientos alternantes, yendo adentro hacia la introspección y la meditación y afuera hacia la comunidad: The process begins with autobiography, sharing our personal pilgrimage... This leads to… a search for the meaning and significance of our lives. Second, that prompts reflection upon the biographies and faith of the Christian community to discern whether or not the Good News of Jesus’ story and the journeys of his followers bring depth and help people interpret their own pilgrimage. Third, each person asks the question, “Is the Good News truly Good News for me?” This is the moment of personal faith and turning to the Lord… Fourth, if I discern God’s presence in my journey… that leads to Eucharist… and also to sharing the Good News with others by Christian witness and ministry.45 James Dunning sugiere que, de estas cuatro etapas del RICA, tomemos siete imperativos que fomentarán un ambiente en el que “all Christians may enter more deeply into the life of the Lord and ‘build a new life” 46. Estos imperativos tienen la intención de hacernos recordar los imperativos de la creación en el primer capítulo del Génesis: 1. Hágase la narración de historias.—la dinámica de contar y escuchar permite construir relaciones con ambos entre individuos y entre individuos y la iglesia. (La autobiografía y el compartir el peregrinaje personal juegan un papel importante en este imperativo.) 43 Cañardo Ramírez, 722. 44 James B. Dunning, “Rite of Christian Initiation of Adults: Model of Adult Growth (Rito de la iniciación Cristiana de Adultos: Modelo de crecimiento adulto)”, Worship 53, no. 2 (1 marzo 1979): 143. 45 Dunning, “Rite of Christian Initiation of Adults,” 143. “El proceso comienza con autobiografía, compartiendo nuestro peregrinaje personal… esto lleva a… una búsqueda del significado e importancia de nuestras vidas. Segundo, esto da pie [a una] reflexión sobre las biografías y la fe de la comunidad cristiana para discernir si las Buenas Nuevas de la historia de Jesús y los pasos de sus seguidores traen más profundidad y ayudan a las personas a interpretar su propio peregrinaje, o no. Tercero, cada persona se hace la pregunta: ‘¿Es la Buena Noticia verdaderamente una Buena Noticia para mí?’ Este es el momento de fe personal y volverse hacia el Señor… Cuarto, si discierno la presencia de Dios en mi camino… eso me conduce a la eucaristía… y también a compartir las Buenas Noticias con otros a través del testimonio cristiano y el ministerio.” Énfasis mío, para señalar los movimientos. 46 Dunning, “Rite of Christian Initiation of Adults,” 144. “Todos los cristiano pueden entrar más profundamente en la vida del Señor y ‘crear una nueva vida’”. Los siete imperativos se encuentran con explicaciones extensas en Dunning (144-156).
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2. Hágase el preguntar.—Las preguntas son primordiales para tomar parte en el proceso del precatecumenado, discernimiento, y búsqueda de significado. 3. Háganse las comunidades de fe.—Medios de apoyo, formación y estímulo a muchos niveles. 4. Hágase la tradición.—Para poner nuestros pies en tierra firme y darle estabilidad a nuestro camino. 5. Hágase la conversión.—La cual, como se mencionó antes, es primordial para la vida cristiana. 6. Hágase la celebración.—Para descubrir los dones de Dios que recibimos y regocijarnos en ellos. 7. Háganse los ministerios.—para fortalecer los lasos de caridad y servicio entre los miembros de la comunidad y compartir lo que hemos recibido de Dios. Aunque a un nivel teórico es fácil identificar cuántos de estos elementos están presentes en el proceso de formación del RICA, cuando se trata de ponerlos en práctica, las cosas son muy diferentes; por eso es que existen muy distintos modelos de formación en el proceso de RICA. Comparablemente, John J. O’Brien propone una manera diferente de observar el proceso del RICA. En su ensayo “Hearts Prepared and Renewed : Conversion in the Community of the Church”, él hace un análisis de diferentes modelos utilizados por las comunidades que implementan formación del RICA. El relaciona la diversidad de modelos con distintas formas de espiritualidad bautismal, identificando siete tipos principales: 1. Conversional-escatológica—el bautismo se considera un signo de renovación escatológica después de una evidente conversión. 2. Celebrational—celebra la victoria de Cristo en los bautizados; “apasionada en su poesía de exaltación y su sentido de victoria.” 3. Moralista—enfatiza una fuerte instrucción moral y escrutinios meticulosos antes del bautismo. 4. Jurídica—”adquiere su fuerza de la seriedad con la que toma a la iglesia. El bautismo… es una función de una comunidad.” 5. Mística-metafísica—ve al bautismo como el zénit del camino de unificación de corazón humano, misterio y gracia. Los bautizados comparten la luz y la gloria de Cristo. 6. Relacional—expresa una relación personal con Cristo. 7. Social—”El bautismo incorpora ‘conversos’ a la comunidad cristiana”. 47 O’Brien también señala que, consciente o inconscientemente, las comunidades cristianas acogen uno o más de estos tipos de espiritualidad bautismal para concebir, comprender y dar significado a su imagen de comunidad y de bautismo. 48 Debemos preguntar, sin embargo, si alguna comunidad en particular podría decir que tiene una comprensión plena de que es el bautismo, y una comprensión integral de la formación catequética sin tener un balance íntegro de los siete tipos. Después de todo, es obvio por lo mencionado antes acerca de la formación, que un verdadero proceso de metanoia sonsacará una revolución en todas estas áreas. 47 John J. O’Brien, “Hearts Prepared and Renewed : Conversion in the Community of the Church (Corazones preparados y renovados: Conversión en la comunidad de la Iglesia),” Liturgical Ministry 15 (2006): 66–68. 48 O’Brien, “Hearts Prepared and Renewed,” 68.
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Similarmente, Jeffrey M. Kemper, presenta un modelo que propone lo que él considera los seis elementos del RICA que permiten a la persona entrar en una participación en el misterio pascual como una realidad a la que están siendo incorporados.49 El último de estos seis elementos tiene dos componentes; una conexión a una mayor tradición espiritual y una conexión a una mayor participación en el misterio de Cristo. Por lo tanto, este estudio lista estos componentes como dos elementos distintos, aun cuando están muy relacionados el uno con el otro. En la evaluación de Kemper, estos son los principales elementos que distinguen al RICA: 1. Es holístico—Trata de fomentar una metanoia de mente, corazón y voluntad hacia la obra salvífica de JesuCristo, no es una labor intelectual, sino que involucra todo la esencia de ser. 4. Efectúa y manifiesta la obra de Cristo a través de su iglesia—uno entra en el misterio pascual siendo halado por Cristo y a través de su cuerpo, la iglesia. 5. Reconoce la metanoia hacia el misterio pascual como un proceso—”una acción compleja y misteriosa, de Dios y el individuo”, tomando en cuenta la libertad personal en el contexto de la vida. 6. Emplea elementos rituales—”para dar reconocimiento del crecimiento y desarrollo y para incentivar a los catecúmenos hacia la meta de la vida en Cristo.” 7. Mantiene el enfoque de la formación en el misterio pascual—al celebrar las iniciaciones en el contexto de la Vigilia pascual con todos sus símbolos y de preferentemente con bautismo por inmersión. 8. Demanda la unidad del Rito de la Iniciación—manifestando plenamente la gama del misterio pascual desde la pasión hasta pentecostés. 9. Ilumina nuestra experiencia a la luz del misterio pascual—en las aguas del bautismo los neófitos se unen para siempre a la vida de Cristo en el contexto de los sacramentos y la vida existencial de la iglesia y sus miembros individualmente.50 Kemper concluye su análisis de elementos señalando: “neophytes are gifted with the Holy Spirit for the purpose of living the received mystery. By their own efforts alone this would be impossible, but through a new and irrevocable relationship with the Spirit this is quite achievable, since ‘with God, all things are possible’”51, lo cual es de profunda importancia para todos los cristianos. Como se mencionó antes, Dios inicia el proceso de metanoia, continúa trabajando con aquellos que eligen abrirse a esta conversión, y Dios confiere también la capacidad de vivir los misterios recibidos. Esta percepción hace evidente que los cristianos pueden tener parte de la plegaria eucarística, en la que, dando gracias y alabanza, celebran su llamado, obligación y gracia de estar en el camino de la metanoia, si lo hacen “Por Cristo, con él y en él”.52 Comprensiblemente, en este contexto, la única respuesta de un cristiano a esta oración es un “Gran Amén”53. 49 Kemper, “Paschal Mystery and the Sacraments of Initiation,” 165. 50 Kemper, “Paschal Mystery and the Sacraments of Initiation,” 165-166. 51 Kemper, “Paschal Mystery and the Sacraments of Initiation,” 166. “Los neófitos reciben el don del Espíritu Santo con el propósito de que vivan el misterio que reciben. Por sus propios esfuerzos, esto sería imposible, pero a través de una nueva e irrevocable relación con el espíritu es muy alcanzable, ya que ‘con Dios, todo es posible’”. 52 Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, “Ordo Missae,” Missale Romanum, Editio typica tertia, (2002), nos. 98, 106, 114,123. Ver también: El Libro De Oración Común Administración de los Sacramentos y otros Ritos y Ceremonias de la Iglesia Junto con el Salterio o Salmos de David Conforme al uso de La Iglesia Episcopal (New York: The Church Hymnal Corporation, 2001), 326, 328. 53 N.T.: “Gran Amén” es la forma en la que se denomina en inglés al “Amén Solemne”.
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Comparación de los modelos basados en características cualitativas
Cuando yuxtaponemos estos modelos reorganizando las características de cada subdivisión presentada por los autores, nos percatamos de que, aún si el enfoque de cada uno es muy diferente, todos tratan los mismos aspectos básicos de la formación cristiana. Independientemente de si el modelo procede del paradigma de los imperativos en el Génesis, el estudio de las diferentes espiritualidades bautismales o diseccionar el RICA, estos modelos tienen los elementos clave de metanoia, énfasis en comunidad, introspección, indagación/búsqueda de significado, celebración/reconocimiento de momentos importantes, conexión a una tradición espiritual, y servicio. En lugar de abordar estos elementos como características que uno usa para desarrollar o explicar una espiritualidad, como lo sugiere O’Brian, un mejor planteamiento es que las comunidades de formación del RICA se esfuercen por desarrollarlas todas. De la mima manera, en lugar de usarlas como características que pudieran estar o no presentes, deberíamos tratarlas como un cuerpo orgánico compuesto de esos miembros; por lo tanto, si hay deficiencia en uno o más de ellos, el resto sufrirá también. Por otro lado, el que uno de estos sea fuerte también nos ayudará a fortalecer los demás aspectos. El mismo razonamiento aplica a los cambios en cualquiera de estos, Es difícil imaginar que una comunidad que ha crecido considerablemente en celebrar/reconocer los momentos importantes, por ejemplo, sea una comunidad deficiente en las otras áreas. Si ese fuera el caso, no habría razón para celebrar. Los siete elementos trabajan como una unidad. Características Comunes
Modelos
Modelo de los imperativos de Dunning
Modelo de espiritualidad bautismal de O’Brien
Modelo de elementos del RICA de Kemper
5. Conversión
1. Conversional-escatológica
1. Holístico (metanoia de mente corazón y voluntad)
Énfasis en comunidad
3. Comunidades de fe
4. Jurídica
2. Efectúa y manifiesta la obra de Cristo a través de su iglesia
Introspectiva: Enfoque en la relación entre Dios y el individuo
1. Narración de historias
6. Relacional
3. Reconoce la metanoia hacia el misterio pascual
Indagación/búsqueda de significado
2. Preguntar
3. Moralista
5. Mantiene el enfoque de la formación en el misterio pascual
Celebración/Reconocimiento de momentos importantes
6. Celebración
2. Celebrational
4. Emplea elementos rituales
Conexión a la tradición spiritual
4. Tradición
5. Mística-Metafísica
6. Demanda la unidad del Rito de la Iniciación
7. Ministerios
7. Social
7. Ilumina nuestra experiencia a la luz del misterio pascual
Metanoia
Servicio
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Modelos Basados en características cuantitativas
Otra forma de plantear el estudio de modelos de formación del RICA es prestando atención a las características cuantitativas. Como ejemplo, el trabajo de Dolly Sokol presenta un juego de diferentes modelos basados en la duración. A pesar de que ella incluye aspectos cualitativos de los modelos que examina, ella diferencia los modelos principalmente por su duración en el proceso de formación. El cuadro sinóptico abajo nos ayudará a comparar lado a lado los diferentes modelos que Sokol estudia en “Modelos parroquiales del RICA”.54
Modelo escolar • Modelo principal del RICA en EE.UU.
Características
• Proceso de 9 meses
Modelo basado en el Leccionario • Prevalente en EE.UU. • Se basa en el leccionario
Modelo de todo el año
Modelo de aprendices
• Proceso de formación continuo
• La formación principal ocurre en el periodo de catecumenado
• Catecumenado más • fluye de como la iglesia enpurificación-iluminación • Precatecumenado— tiende el papel de las Sagradas dura por lo menos un año Inicia a fin de agosto Escrituras completo o principio de sep• Catequesis después de que tiembre • Quienes practican este se despide a los catecúmenos modelo son particularen la misa; puede incluir otra • Iniciación en la mente cuidadosos de sesión en la semana Pascua discernir las necesidades espirituales de los forman• Las lecturas dominicales son dos para no presumir que • Las sesiones son el enfoque de ambas sesiones todos necesitan comenzar claramente vistas como una educación donde mismo • Los catecúmenos reflexionan religiosa para adulto la palabra de Dios y buscan • Proceso continuo de las imágenes, pensamientos y indagación, crecimiento y sentimientos evocados conversión • Puede reflexionar aspectos de la enseñanza católica manifiestos en las lecturas
• El aprendiz es enseñado por la comunidad de creyentes • El aprendiz está con ellos participando de lo que ellos hacen, inquiriendo, reflexionando con ellos las razones por las que se hace una cosa u otra • Los catecúmenos mantienen una relación constante no solo con el equipo del RICA y los esponsores, sino con toda la comunidad • Los catequistas guían a los demás a ser creyentes, miembros de la comunidad, personas de oración y constructores del reino al hacer todas estas cosas en su formación
• Las etapas del proceso catecumenal no están claramente definidas • Puede seguir el modelo escolar—completando el proceso entre 6-9 meses • Puede seguir un modelo del RICA más pleno
54 Sokol, “Parish Models of the RICA,” 87–94.
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Modelo escolar
Ventajas
Enfoque
• Aprendizaje intelectual
Modelo basado en el Leccionario
Modelo de todo el año
• Método dialógico
• Transformar a los participantes en dis• La mayor herramienta son las cípulos líderes en su preguntas abiertas comprensión y uso de la catequesis basada en el leccionario • Comprometido a desarrollar los cuatro pilares del catecumenado sin omitir ninguno (RICA 75)
• Se maneja eficientemente, trascurre rápidamente, trata de causar la menor incomodidad posible y ahorrar tiempo
• Ofrece a los adultos la oportunidad de participar en crecimiento y aprendizaje espiritual • Valora su historia y experiencia y les da oportunidad de ponerlas en diálogo con las escrituras
Modelo basado en el Leccionario
Se basa en: • Ad Gentes no. 14: “… no… exposición de dogmas y preceptos, sino… formación… de la vida cristiana, en que los discípulos se unen con Cristo su Maestro” • Las preguntas del Rito de Elección que piden evidencia de la conversión
• La parroquia tienen un sistema y estructura establecidos para apoyar y sostener el camino de fe de los precatecúmenos, catecúmenos y neófitos en una manera continua e ininterrumpida
• Los catecúmenos aprenden a conectar las enseñanzas de las escrituras y la iglesia con su experiencia de vida
Modelo de todo el año
Modelo de aprendices
• puede dar experiencia constante de reflexión teológica que lleve a la conversión y actividad apostólica Modelo escolar
Modelo de aprendices
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• La experiencia puede ser un fuerte compañero de diálogo en el proceso de formación cristina
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Desventajas Presunciones comunes
• Raramente llega a durar nueve meses
• Puede convertirse en sesiones de reflexión bíblica
• Escasa oportunidad de que los catecúmenos disciernan si están listos para ser iniciados
• Todos dicen lo que piensan o sienten acerca de las escrituras
• Las sesiones no se basan en el leccionario • Los solicitantes deben esperar a que reinicie el “programa”
• Las percepciones compartidas del entendimiento bíblico de los catecúmenos puede diferir con las enseñanzas o las creencias católicas, pero por el bien de la aceptación, su entendimiento no es cambiado por las enseñanzas católicas bíblicas y teológicas
• No satisfice las expectativas del RICA (1-8) y la visión Cristiana de liderazgo
• Los facilitadores pueden ser capacitados con habilidades para escuchar y desarrollar relaciones, pero no suficientemente capacitados en catequesis
• “No hay que hacer que las personas pierdan tiempo”
• “Las escrituras son el núcleo de nuestras creencias”
• “Debemos escuchar a las • “lo único que necesi- personas que desean hacerse católicas, no retarlas” tan saber es qué es lo que hace que los católicos sean diferentes a otros” • “No tenemos suficientes personas para que hagan este ministerio así que es mejor que no las agobiemos”
• Puede ser un poco desordenado con las personas comenzando durante todo el año (la desorganización es prevista en el RICA “nada se puede determinar ‘a priori’” – No. 76 (20))
•Si la participación de los catecúmenos sucede sin orientación y lo ven como mero servicio social, se convierte en un proyecto de confirmación de bachillerato para adultos1
• Durante la cuaresma, tiene tres grupos simultáneos funcionando: precatecumenado, catecumenado y de purificación e iluminación
• “Debemos de respetar y responder a los solicitantes cuando la Gracia de Dios los lleva a acercarse a nosotros.”
• “Las personas aprenden como ser católicos practicando lo que los católicos hacen”
• “Necesitamos formar dis• “El camino de conversión cípulos, no apologistas” espiritual es gradual y se • “Los adultos aprenden tarda el tiempo que se mucho mejor cuando punecesite” eden ‘hacer’ en lugar de solamente ‘escuchar’” • “Debemos ser flexibles para no forzar a las personas a dar un paso para el que no están listas”
Unas palabras sobre los modelos basados en características cuantitativas
Primeramente, notemos que un proceso restringido a un margen de tiempo deja de ser un proceso, para ser más específico, un proceso espiritual que está bajo un calendario, un reloj (incluso si este fuera un reloj de arena), sería un programa y no un proceso. Esto directamente afecta el progreso de la conversión. Aunque algunas personas dicen que les agradan los cambios, en realidad, consciente o inconscientemente, la mayoría de las personas luchan en contra del cambio. Cambiar saca a la persona de su zona de comodidad para ponerla en lugares a los que no quieren ir. Si las personas evaden el cambio en general, con mucha mayor razón evadirán la metanoia. Es difícil decir con certeza qué es lo que lleva a las comunidades a tomar el camino más corto que les sea posible cuando se trata de procesos de formación espiritual. Si, en cualquier dada parroquia, la mayor preocupación
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es hacer que el proceso sea lo más fácil posible, y por esa razón utilizan el modelo escolar, eso significa que su “programa” tendrá a las personas en el “aula de clase” entre 48 y 72 horas, suponiendo que se reúnen dos horas a la semana por un periodo de seis a nueve meses. No cabe duda que pueden cubrir una cantidad significativa de material doctrinal, y algunas de las personas que están en el “programa” podrían incluso aprenderse la mayor parte, si no es que todo, el material. Sin embargo, si el objetivo de la catequesis es cubrir información, ¿por qué no entonces hacer que ellos asistan todo el día durante los sábados de cuaresma, y bautizarlos en la vigilia pascual? ¡Rápido y fácil! Muy probablemente más personas asistirían a ese tipo de programa; después de todo, solamente tienen que sacrificar sus sábados por no más de seis semanas consecutivas. Existe únicamente una razón para evadir este tipo de enfoque: no tenemos control alguno sobre el proceso de conversión. No podemos decidir cuándo un apersona estará lista y no podemos controlar un proceso de metanoia, primordialmente porque lo primero que una metanoia demanda es relegar el control y entregarse plenamente a la voluntad de Dios. Tampoco podemos pretender tener control sobre Dios como para decirle “Oye, Dios, ya es octubre, más vale que dejes de llamar personas al camino cristiano porque las inscripciones no se abrirán nuevamente hasta Junio”. Por lo tanto, debemos continuar preguntándonos: ¿Cuál es nuestra meta principal en el proceso de RICA? ¿Es nuestra meta principal crear un currículo académico cómodo? ¿Es nuestra meta principal crear el espacio para la posibilidad de que una persona comience un proceso de conversión y esperar que después del bautismo esa persona continúe en un proceso de formación constante? ¿Es nuestra meta principal, como comunidad, ayudar a los participantes a madurar hasta que tengan una profunda relación con Cristo que los lleve a una verdadera conversión de vida? Conclusión Al embarcarse en el proceso de formación cristiana dando la bienvenida a nuevos miembros, las comunidades parroquiales deben ser muy cuidadosas para llevar este proyecto a fruición. Aunque parezca sin importancia, la diferencia entre un proceso de formación bien hecho y un programa de formación mediocre, es un asunto de vida y muerte. Mientras que uno ofrece un camino a una transformación plena involucrando a los participantes en un proceso de muerte y renacimiento a muchos niveles, el otro ofrece la oportunidad de participar en un conjunto de liturgias que tienen un impacto a un nivel espiritual pero que pasarán casi totalmente desapercibidas a cualquier otro nivel. Por lo tanto, la metanoia tiene un papel crucial que no debe ser ignorado o escondido de ninguna manera, incluyendo restricciones del tiempo dado al proceso. Hay muchas maneras de enfocar el proceso de formación para aquellos que van en camino a una iniciación cristiana. No obstante, el RICA denota que aquellos que se embarcan en este camino van a acoger y continuar en un proceso de conversión que reconstruirá a quienes participen en él con todo su corazón. Entre los diferentes modelos para implementar el proceso del RICA, hay algunos más conductivos a una auténtica metanoia. Uno puede evaluar la calidad se estos modelos analizando el grado en el que el proceso incorpora los siguientes elementos que fomentan el crecimiento y concientización constantes: 1. Reconoce el papel e importancia de la metanoia en el proceso 2. Da énfasis a la comunidad 3. Cultiva la introspección/conciencia de uno mismo 4. Promociona de indagación/búsqueda de significado
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5. Tiene desenvoltura para celebrar/reconocer momentos importantes 6. Valora la conexión a la tradición espiritual 7. Fomenta un espíritu de servicio a otros. Finalmente, hemos de tomar en consideración que tener una visión clara de la intensión del proceso de formación es un factor muy importante en el éxito y efectividad del proceso. Por ello, es de suma importancia establecer prioridades a niveles personales y comunitarios. Si enseñar doctrina nos parece una prioridad por encima de la metanoia, eso es una buena indicación de la urgente necesidad de metanoia en nuestra propia vida. Después de todo, hay personas en el mundo con doctorados en estudios de la cristiandad y/o catolicismo que saben todo lo que se puede saber acerca de doctrina, aun así no son cristianos. Sin una participación plena, consciente y activa en un proceso de conversión en el contexto de una comunidad de fe, saber todo sobre doctrina no hace que una persona sea cristiana, más de lo que saber todo acerca de gimnástica hace que una persona que jamás se ejercita se convierta en un atleta.
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