Programas PROFESOR TITULAR Marcela Coria - Jefe de Trabajos Prácticos de Lengua Griega I, por extensión de funciones

Programas 2015 1. PRESENTACIÓN 1.1. CARRERA Licenciatura en Letras 1. 2. NOMBRE DEL SEMINARIO Seminario de Licenciatura en Letras, con Orientación en

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Programas 2015 1. PRESENTACIÓN 1.1. CARRERA Licenciatura en Letras 1. 2. NOMBRE DEL SEMINARIO Seminario de Licenciatura en Letras, con Orientación en Lenguas y Literaturas Clásicas: “La koiné alejandrina de Septuaginta: análisis en algunos pasajes del Eclesiástico.” Fecha de dictado: Primer cuatrimestre de 2015. 1.3. CONTENIDOS MÍNIMOS DEL SEMINARIO - Características morfológicas y sintácticas del griego utilizado en Septuaginta, versión griega del Antiguo Testamento, analizadas en pasajes seleccionados del Eclesiástico. - Análisis y comparación crítica de traducciones de estos pasajes al latín, al español y a otras lenguas modernas. 1.4. PROFESOR TITULAR Marcela Coria - Jefe de Trabajos Prácticos de Lengua Griega I, por extensión de funciones.

2. OBJETIVOS 2.1. OBJETIVOS GENERALES Los objetivos generales de este Seminario son lograr que el alumno, a partir del análisis morfológico y sintáctico de los pasajes seleccionados del Eclesiástico: - profundice y aplique al análisis no sólo del sintagma, sino también de los constituyentes de las oraciones simples y complejas, los conocimientos morfológicos (la flexión nominal y verbal, el sistema de los casos, las palabras invariables), prosódicos (leyes de acentuación), léxicos y sintácticos adquiridos en sus estudios previos de lengua griega; - se familiarice con algunos de los términos más significativos del vocabulario de los libros sapienciales del Antiguo Testamento; - aprenda a reconocer algunas estructuras sintácticas usuales en los textos seleccionados; - analice las diferencias entre el griego clásico y la koiné alejandrina de Septuaginta. 2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Los objetivos específicos de este Seminario son lograr que el alumno, a partir del análisis morfológico y sintáctico de los pasajes seleccionados del Eclesiástico: - compare y analice críticamente diferentes traducciones de los textos seleccionados; - analice los paralelismos que presentan las estructuras sintácticas de estos textos.

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3. PROGRAMA ANALÍTICO DE TEMAS Y BIBLIOGRAFÍA CORRESPONDIENTE 3.1 FUNDAMENTACIÓN TEÓRICO - METODOLÓGICA Desde la irrupción de Alejandro Magno en Oriente y aun antes, la sabiduría tradicional hebrea experimentó el contacto con la paideia griega. Ambas entraron en una relación difícil y por momentos conflictiva. La Septuaginta o versión de los Setenta es la primera de las versiones al griego de la Biblia.1 Su nombre designa propiamente la traducción de la Torá hebrea (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento) al griego koiné, llevada a cabo en Alejandría durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (285-246 a.C.), por parte de setenta y dos traductores (seis por cada tribu), según la Carta de Aristeas,2 un escrito pseudo-epigráfico de finales del siglo II a.C., con el que nace lo que algunos críticos han llamado “la leyenda de Septuaginta” (WASSERSTEIN Y WASSERSTEIN, 2006). Por primera vez, la sabiduría de Israel pasaba de una lengua semítica a otra indoeuropea y, mediante ella, al mundo occidental. La Alejandría de la primera mitad del siglo III a.C. era una ciudad multiétnica y bilingüe. Septuaginta nace en este medio; está escrita en un griego (koiné alejandrina) que deja traslucir la sintaxis hebrea y algunos egipcianismos. En Alejandría, se verificaron algunos factores o circunstancias favorables que posibilitaron esta traducción, como por ejemplo el prestigio del griego koiné como lengua franca de la tierra habitada (oikouméne) y como lengua literaria, la política cultural de los Ptolomeos, el esplendor del judaísmo helenístico (FERNÁNDEZ MARCOS, 2008: 27) y la pérdida de familiaridad de los judíos de Alejandría con la lengua hebrea. En efecto, de acuerdo con la crítica, el mayor aporte del judaísmo helenístico fue la Septuaginta (WASSERSTEIN Y WASSERSTEIN, 2006: 16), dado que constituyó un documento fundacional para la comunidad judía de Alejandría, mediante el cual ésta podía ganar prestigio cultural en un ambiente intelectual en el que las distintas etnias intentaban ganar espacios frente a la cultura griega, que se imponía arrolladoramente. La Septuaginta fue la más influyente de las versiones griegas de la Torá. Fue la Biblia de los apóstoles (es decir, la que usaban y citaban los autores del Nuevo Testamento), y por ello gozó de prestigio entre los Padres de la Iglesia. Durante tres siglos fue la Biblia del judaísmo helenístico y acompañó la expansión del cristianismo tanto en Occidente como en Oriente, dado que fue aceptada por las primeras comunidades cristianas como su Biblia oficial. Los autores cristianos fueron quienes extendieron el nombre Septuaginta para designar a todos los libros bíblicos transmitidos en griego, traducidos o escritos originalmente en esta lengua. La traducción del resto de los libros del Antiguo Testamento, exceptuando al Pentateuco, es resultado de un largo proceso que duró cuatro siglos aproximadamente, o sea, hasta el siglo I d.C. (tal vez II d.C.).3 1

Las Escrituras judías fueron los únicos escritos religiosos de la Antigüedad traducidos a la lengua común, la koiné. A excepción de los datos que aporta la Carta de Aristeas sobre los traductores del Pentateuco y de los que nos transmite en el 132 a.C. el traductor del Eclesiástico o Sabiduría de Ben Sirá (posiblemente, nieto del escritor hebreo, que habría vivido en el siglo II a.C.), no conocemos la identidad de los traductores de la Septuaginta. Aparentemente, se trata de “escribas cultivados, intelectuales judíos competentes en las dos lenguas y en las tradiciones religiosas de los judíos y de los griegos, amén de estar en contacto con el clima intelectual de la Biblioteca” (FERNÁNDEZ MARCOS, 2008: 38). En español, disponemos de una valiosa traducción anotada de la Carta de Aristeas, obra de Jaume PÒRTULAS (2007). Si bien la Carta fue admitida como histórica en la Antigüedad, hoy en día, la opinión común de los estudiosos de la Biblia es que, si bien posee ciertos elementos históricos, se trata de una obra de ficción del judaísmo helenístico para vincular la Septuaginta con la política cultural de la corte de los Ptolomeos y la famosa Biblioteca de Alejandría. 3 El término Septuaginta, en la actualidad, suele aplicarse a todos los libros incluidos en la edición de Alfred Rahlfs (Stuttgart, Württembergische Bibelanstalt, 1935, reimpresa en 1971). 2

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A partir del siglo II d.C. se manifiesta de manera más evidente el descontento de los judíos con la versión de la Septuaginta, lo cual los llevará a realizar traducciones más fieles de la Biblia hebrea. De estas traducciones se destacan las del traductor Áquila, realizada durante la época de Adriano (117-138 d.C.) y reconocida por su fidelidad al texto hebreo por Orígenes y san Jerónimo; la traducción de Símaco, realizada posiblemente alrededor del 200 d.C.; y la traducción de Teodoción, difícil de precisar cronológicamente, entre el siglo I y el II d.C. A medida que los judíos abandonaban paulatinamente la Septuaginta y la sustituían por otras versiones más literales, los cristianos la adoptaban; tanto es así que puede decirse que para el siglo II d.C., la Septuaginta ya representaba la interpretación cristiana de las Escrituras. En este momento, comenzaron a separarse los caminos del judaísmo y los del cristianismo, cada uno con su Biblia. La mayor parte de la transmisión y la historia textual de la Biblia griega se llevó a cabo en círculos cristianos. Y esto sucedió porque fue adoptada como Escritura por el cristianismo primitivo desde sus comienzos, como se ha dicho, y se convirtió en la Biblia oficial de la nueva religión. Como se ha sostenido tradicionalmente, el cristianismo nació con un libro en la cuna.4 En efecto, son los cristianos los que transmiten tanto la Septuaginta como el legado del judaísmo helenístico (Filón de Alejandría y Flavio Josefo). Entre los cristianos se hizo una relectura del Antiguo Testamento en función del Nuevo, es decir, una lectura del Antiguo como anuncio y profecía de la aparición del Mesías. Gracias a la Septuaginta, pudieron los autores del Nuevo Testamento insertar los acontecimientos de la vida de Jesús en una tradición que entroncaba con Moisés y Abraham y se remontaba a la más remota Antigüedad.5 En el siglo XX se produce un hecho de extrema importancia para la revalorización de la Septuaginta: los papiros y manuscritos hallados en Qumrán, en el desierto de Judá, que comprenden fragmentos en griego y en hebreo. A partir de este momento se produce un notable renacimiento de los estudios sobre la biblia griega. Los fragmentos griegos apoyan la hipótesis del origen unitario de la Septuaginta, mientras que los fragmentos hebreos confirman muchas de sus lecturas. “Se ha reivindicado así el valor de Septuaginta como una traducción fidedigna no del texto masorético sino de un texto hebreo alternativo que en algunos libros circuló como edición distinta de la masorética” (FERNÁNDEZ MARCOS, 2008: 84). Los documentos encontrados en Qumrán, de este modo, han aumentado el prestigio y la fiabilidad de esta primera traducción. Durante estas últimas décadas, el interés por la Septuaginta se ha incrementado y se han multiplicado las traducciones de la Biblia griega a las lenguas modernas. El Eclesiástico (o Sirácida o Sabiduría de Jesús Ben Sirá) forma parte de la Biblia griega pero no figura en el canon judío; es un libro deuterocanónico, admitido por la Iglesia cristiana. Ben Sirá redactó el texto en Jerusalén y en hebreo por los años 190-180 a. C, casi al borde de la revuelta macabea; por el año 132 a. C. su nieto lo tradujo al griego en Alejandría, e incluso dejó un prólogo que precede al libro y que presenta un gran parecido con los prefacios de las obras de autores clásicos y helenísticos.A pesar de haber sido compuesto originalmente en hebreo (hay evidencias de que San Jerónimo lo conoció en su lengua original), y a pesar de que se encontraron cerca de dos tercios del texto hebreo, a fines del siglo XIX, y varios pequeños fragmentos más, en la segunda mitad del siglo XX, en Qumrán y Masada, el estado

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Sólo más tarde se añadirían a la Septuaginta otros escritos que, con el tiempo, terminarían por designarse como Nuevo Testamento. 5 Para el cristianismo, fue muy importante poder entroncar con la tradición judía y no presentarse como una religión nueva, dado el prestigio que los autores grecorromanos atribuían a la característica de la antigüedad.

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fragmentario del texto hebreo contribuyó a que durante mucho tiempo se utilizara la versión griega del mismo, que es la que será objeto de estudio en este Seminario. Para lograr los objetivos generales y específicos señalados, se pondrá especial énfasis en el análisis textual-filológico de pasajes seleccionados. Esto supone una participación activa del alumno, dado que antes de las clases deberá analizar el texto propuesto articulando sus conocimientos en los distintos niveles de análisis lingüístico (morfológico, sintáctico y léxicosemántico). Para ello, al inicio del Seminario, la profesora entregará una copia de los textos griegos seleccionados. Se guiará al alumno en el reconocimiento de las estructuras sintácticas predominantes, estimulando de este modo la reflexión sobre ellas. De acuerdo con los objetivos mencionados, no desarrollaremos los problemas estrictamente teológicos, religiosos o filosóficos que contienen los pasajes seleccionados –tarea propia, por lo demás, de los especialistas en el tema–, sino que pretendemos analizar morfológica, sintáctica y, hasta cierto punto, léxica o semánticamente, algunos pasajes del Eclesiástico para estudiar en ellos algunos aspectos relevantes del griego koiné, que se diferencia del griego clásico, básicamente, en los siguientes puntos: a) la completa desaparición del dual; b) la casi completa desaparición del modo optativo; c) la gran extensión de uso y significado de las oraciones introducidas por ἵ να; d) la extensión de uso de μή; e) la sustitución de las desinencias regulares de los verbos en -ω por las de los verbos en -μι en ciertos casos; f) la simplificación general del período sintáctico, y el uso frecuente de καί o δέ para unir oraciones o períodos. Se prestará especial atención, también, al uso de los casos. Los contenidos que se desarrollarán en este Seminario, en el cual, como se ha dicho, resulta indispensable la participación activa de los estudiantes, están directamente relacionados con los contenidos de las asignaturas Lengua Griega I y Lengua Griega II de la Licenciatura en Letras, asignaturas que los estudiantes deben tener aprobadas al momento del inicio del Seminario. Los pasajes seleccionados para el análisis morfológico y sintáctico permiten profundizar los contenidos aprendidos en estas asignaturas, a saber: a) el sistema de los casos (mediante el estudio de los diferentes matices que presentan los casos griegos en estructuras determinadas en este momento histórico, i. e. siglo II a.C.), b) las leyes de acentuación (ya que en el discurso se producen fenómenos fonéticos particulares –como la elisión, la crasis y la contracción– y es frecuente la aparición de palabras enclíticas que afectan la acentuación de las palabras griegas mediante la intervención de leyes particulares, que se suman a las principales estudiadas en esta asignatura), c) la articulación entre sujeto y predicado, las reglas de concordancia y la parataxis e hipotaxis (mediante el análisis de los distintos tipos de relaciones que se establecen entre los elementos oracionales en la oración simple e incluso en la oración compleja, dada la abundancia que el texto presenta de estructuras condicionales, causales, concesivas, etc.) y finalmente, d) el estudio del léxico (razón por la cual se hará hincapié también en la semántica de algunos conceptos clave). UNIDAD I Introducción: características del griego koiné y diferencias con el griego clásico. BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA DE LA UNIDAD I - Rodríguez Adrados (1999): Historia de la lengua griega. Madrid. Segunda parte, capítulo I: “La koiné y sus relaciones con otras lenguas”.

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BIBLIOGRAFÍA AMPLIATORIA DE LA UNIDAD I - Meillet, A. (1930), Aperçu d’une histoire de la langue grecque, Paris. Tercera parte “Constitution d'une langue commune”, capítulo I: “Définition de la 'koine'”, capítulo II: “Conditions historiques de la constitution d'une langue commune”, capítulo III: “Sources de la connaissance de la 'koine'” y capítulo IV: “Caractères linguistiques de la 'koine'”. UNIDAD II Análisis textual-filológico de los pasajes seleccionados. Análisis morfológico, sintáctico y léxico. Estructuras sintácticas predominantes. Traducción y comparación de distintas traducciones al español u otras lenguas modernas. Pasajes seleccionados (véase el cuadernillo): - Eclo., 1.1-40 - Eclo., 14.20-15.20 - Eclo., 3.1-29 - Eclo., 22.9-26 - Eclo., 5.1-6.37 - Eclo., 24.1-22 - Eclo., 8.1-19 - Eclo., 38.1-23 - Eclo., 9.1-10.5 - Eclo., 51.13-30 BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA DE LA UNIDAD II - Crespo, E., Conti, L. y Maquieira, H. Sintaxis del griego clásico, Madrid. Capítulo 31: “Oraciones compuestas. Coordinación”. - Mascialino, L. y Juliá, V. (2005), Guía para el aprendizaje del griego clásico 2, Buenos Aires. Tercera parte: “La oración compuesta”. BIBLIOGRAFÍA AMPLIATORIA DE LA UNIDAD II - Fernández Galiano, M. (1989), Manual práctico de morfología verbal griega, Madrid. 3.2 BIBLIOGRAFÍA GENERAL Fuente: - Septuaginta. Ed. Alfred Rahlfs, Stuttgart, Württembergische Bibelanstalt, 1935, reimpr. 1971. Gramáticas y sintaxis del griego clásico: - Berenguer Amenós, J. (1965), Gramática griega, Barcelona. - Crespo, E., Conti, L. y Maquieira, H. (2003), Sintaxis del griego clásico, Madrid. - Curtius, J. (1961), Gramática griega, Buenos Aires. - Humbert, J. (1960), Syntaxe grecque, Paris. - Pieraccioni, D. (1954), Grammatica greca, Firenze. - Ragon, E. (1961), Grammaire grecque, Paris. - Schwyzer, E. (1953), Griechische Grammatik, 3 vols., München. - Smyth, H. (1956), Greek grammar, Cambridge. Diccionarios de la lengua griega: - Bailly, A. (1960), Dictionnaire grec-français, Paris. - Liddell, H. and Scott, R. (1968), Greek-English lexicon, Oxford. - Pabón S. de Urbina, J. M. (1967), Diccionario Manual Griego-Español, Madrid. - Sebastián Yarza, F. (1972), Diccionario griego-español, Barcelona.

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Septuaginta: - Fernández Marcos, N. (2008), Septuaginta. La Biblia griega de judíos y cristianos, Salamanca. - Pòrtulas, J. (2007), “Introducción” y traducción de la Carta a Aristeas de Filócrates, en 1611: Revista de Historia de la Traducción, No. 1, 2007. - Wasserstein, A. y Wasserstein, D. J. (2006), The Legend of the Septuagint. From Classical Antiquity to Today, Cambridge.

4. RÉGIMEN DE CURSADO Y EVALUACIÓN ESTABLECIDO POR LA CÁTEDRA 4.1 EVALUACIÓN Y CONDICIONES PARA LA REGULARIZACIÓN Para regularizar el Seminario, el alumno deberá: cumplir con el 80% de la asistencia a las clases entregar un trabajo práctico individual durante la primera semana del mes de junio. Este último consistirá en: dado un pasaje del Eclesiástico de entre cinco y diez versículos, a) analizar morfológica y sintácticamente; b) traducir. Carga horaria semanal obligatoria del alumno para regularizar: 3 Hs. 4.2 CONDICIONES PARA LA PROMOCIÓN Para alcanzar la promoción directa, el alumno deberá: cumplir con el 80% de la asistencia a las clases entregar un trabajo práctico individual durante la primera semana del mes de junio. Este último consistirá en: dado un pasaje del Eclesiástico de entre cinco y diez versículos, a) analizar morfológica y sintácticamente; b) traducir; entregar un trabajo final (individual), antes del 30 de noviembre de 2015. Este trabajo consistirá en: dado un pasaje del Eclesiástico de entre quince y veinte versículos, a) analizar morfológica y sintácticamente; b) traducir; c) justificar la traducción propia comparándola con otras traducciones a lenguas modernas. Carga horaria semanal obligatoria del alumno para promover: 3 Hs. 4.3 EXAMEN FINAL ALUMNOS REGULARES El examen final consistirá en una instancia escrita y una oral. El trabajo escrito será presentado en forma individual, 15 días antes del examen oral presencial, y consistirá en: dado un pasaje del Eclesiástico de entre quince y veinte versículos, a) analizar morfológica y sintácticamente; b) traducir; c) justificar la traducción propia comparándola con otras traducciones a lenguas modernas. El examen oral consistirá en la defensa del análisis sintáctico y la traducción al español realizados por el alumno.

FIRMA Y ACLARACIÓN DEL PROFESOR TITULAR O RESPONSABLE DE CÁTEDRA

Marcela Coria

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