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CLASE 6 Soledad Giannetti Qué hacer y cómo hacerlo… un binomio que propone resultados Si bien a lo largo del módulo 3 desarrollaremos algunos ejemplos de qué sucede cuando trabajamos con otros (ya sea en procesos de gestión asociada, de gestión pública o independiente) antes que nada es importante considerar que para concretar procesos colaborativos es necesario adquirir una serie de nuevos conocimientos, ya que el saber sobre técnicas destinadas a una labor individual no es el mismo que se requiere para el trabajo colectivo, entendiendo al mismo como procesos e iniciativas impulsadas por varios actores: personas, grupos, redes o instituciones. La definición de “colectivo” a que hace alusión este tipo de proyectos, implica que existe una intención explícita de generar un proceso de trabajo que trasciende lo individual. Aunque culturalmente hemos incorporado y naturalizado una serie de nociones de trabajo y dinámicas, es necesario desarrollar nuevos mecanismos para el hacer con otros, lo cual nos obliga a generar un cambio en nuestro esquema de pensamiento. Se instala como punto de partida la idea del “nosotros”. Es, en definitiva, un nuevo saber hacer. En su texto “Entre-tejer porvenires, reinventar con-textos, pensar movimiento, practicar redes, crear en colectivo”1 Lucía Russo dice: “comprobé que la metodología es lo que uno hace, no es algo externo, sino parte de su propia conformación futura. Es el “modo de ser en el hacer, por decirlo de algún modo. Las estrategias y metodologías implican decisiones políticas, se convierten en un medio entre praxis y discurso. El sociólogo inglés John Law sostiene que las metodologías y métodos (en investigación) no solamente describen realidades sociales, ayudan a crearlas. En éste sentido las metodologías siempre son políticas y hacen emerger la cuestión sobre qué tipos de realidades sociales deseamos crear2. Especialmente cuando las realidades son vagas, efímeras, complejas, desordenadas o implican un movimiento de transformación continuo, habría que reinventar o crear nuevos modos de pensar y prácticas que puedan ayudar a producir modos de comprensión-producción de esas realidades emergidas como desorden relativo, confusión, lío. Situaciones con las que muchas veces nos encontramos tanto en el campo creativo de la danza como en el plano de la configuración de una red sudamericana: la aparición de des-órdenes que resultan prácticamente inmanentes a sus modos de construcción implicará aceptar la emergencia de acontecimientos inesperados o no planificados que luego encontrarán su propia modalidad de organización y/o sistematización.3 Esta importancia que toma el modo de hacer en los procesos de 1
Russo, Lucía. En “Territorios en Red”.Publicación de la RSD con el apoyo de HIVOS y CCEBA. Disponible en www.movimiento.org 2
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John Law, After Method, Mess in social science research. 2004.
Russo, Lucía. Artículo publicado en la edición digital Territorios en Red de la Red Sudamericana de Danza (2009). Publicacion realizada con el apoyo de Hivos y Centro Cultural de España en Buenos Aires.
construcción colectiva como producción de realidad, vale para procesos colaborativos de todo tipo, tanto en el campo de lo creativo, pedagógico, gestión y producción.”4 Al transitar esta manera de hacer será importante prestar atención a ciertos aspectos (positivos y negativos) que surgirán en el desarrollo de la tarea. Hace algunos años, este terreno era para nosotras pura incertidumbre. Hoy, a través de transitar el camino del hacer colectivo, podemos echar cierta luz que posiblemente anticipe tensiones en el desarrollo de proyectos colaborativos (al menos para quienes asumen este desafío por primera vez). Tensiones
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Tensión entre la identidad individual (del grupo) y la identidad colectiva (de la red en su conjunto). Cómo cada persona se involucra en un proyecto de red dependerá de los intereses que ésta ponga en juego. En este sentido, siempre habrá disparidad entre los participantes. Por este motivo es necesario prestar atención a que cada miembro pueda mantener su identidad e independencia, pero que a la vez este aportando a la consolidación de una identidad más amplia. Esta identidad colectiva no puede en ningún caso ir en contra, opacar o reemplazar las identidades individuales. Es necesario el fortalecimiento de las organizaciones y grupos parte para que puedan ser permeables a los beneficios de la red sin diluirse en ella y sentir una pérdida de identidad.
Equilibrio entre estructura y proyectos. Existe un delicado balance entre la energía que el grupo dedica (en general voluntariamente) a la generación y sostenimiento de la estructura organizativa y el desarrollo de las actividades y propuestas, las cuales son el objetivo, el fin, para lo cual la red se forma.
Atención permanente para sostener la vitalidad de los grupos de trabajo como espacios de decisión. Para quien elija organizarse como red. Es importante valorizar los grupos de trabajo como espacios colectivos donde la gente siente y vive una toma de decisiones real. Si los grupos pierden vitalidad, continuidad, autonomía para tomar ciertas decisiones, fácilmente el sistema puede derivar en mecanismos delegativos que desalientan la participación horizontal planteada por la red.
“Al igual que la red en su totalidad, los participantes de los colectivos, se integran por afinidades, colaborando conscientemente con sus diferentes sabidurías por una idea en común, aceptando la multidisciplinariedad en su seno y siempre perfeccionando y explorando nuevos métodos de colaboración conjunta, reconociendo y aplicando sus potencias. Esta manera consciente también alude al carácter auto-reflexivo y de constante auto-observación que estas organizaciones practican, desarrollando un meta-discurso sobre sus mecanismos de integración, objetivos y principios. Así vemos que más allá de las acciones concretas entorno a las que se articulan estos espacios, al analizar el arte por el proceso colectivo se presenta la posibilidad de ampliar los limites transformadores del lenguaje y la experiencia, buscando intersecciones con otros territorios del conocimiento en una especie de filosofía-práctica y de estética-política. En primer lugar las prácticas colaborativas colocan lo colectivo y lo individual en una convergencia que no es dicotómica sino que presenta un entendimiento particular de la relación entre lo colectivo e individual. El concepto de “transversalización” (aportado por Derrida) parece dar cuenta de los nuevos modos de colaboración y convivencia. Como señala el crítico Ricardo Rosas: “la transversalidad implica un proyecto concreto, talvez temporario y precario pero con un objetivo político, integrando las habilidades de los agentes en una línea colectiva de acción”. La transversalidad disuelve la oposición entre lo individual y lo colectivo pues está “ligada a una crítica de la representación, a un rechazo a hablar por los otros, en nombre de otros…”. (ROSAS, 2007)”, Lucía Naser.
Tensión entre la modalidad de trabajo en red/colectivo como elección o como imposición del mercado (Cuánto de esta organización parte de nuestras ideas y principios y cuanto de ella es impulsado por los medios que el sistema nos ofrece para actuar). Muchas veces el propio medio nos impulsa a organizarnos en formatos cooperativos para “optimizar recursos” públicos o privados.
Tensión en la búsqueda de una nueva ética del trabajo (Cuáles son las nuevas responsabilidades de este individuo múltiple).
También es importante aprovechar las ventajas que el trabajo colectivo ofrece, y facilitarnos así la tarea. Decimos que los procesos de red o colaboración nos brindan:
Mayor facilidad para resolver problemas desde un colectivo de personas que de manera individual.
Posibilidad de potenciar el intercambio y concretar diversas iniciativas que en forma individual sería más complejo o imposible.
Facilidad para optimizar recursos, mejorando las condiciones de posibilidad para la realización de propuestas y actividades (equilibra las posibilidades locales)
Posibilidad de generar espacios abiertos de participación, los cuales aportan una mirada enriquecida y compleja. La diversidad de opiniones puestas en juego se complementan, aparecen distintos saberes (de campos profesionales distintos, por ejemplo el saber no formal).
Ampliación de la mirada y perspectiva. El trabajo en red implica articular, comunicar, informar a los demás grupos y personas. Esta presencia indiscutida e inevitable de un otro permanente amplía la mirada, genera un cambio de perspectiva. Nuestros proyectos dejan de ser solamente locales, de alguna manera, adquieren desde su esencia, una impronta más amplia.
Consolidación de un actor grupal fuerte. La organización en red permite que muchos actores individuales débiles puedan constituir un actor grupal fortalecido, lo cual permite tener una capacidad de gestión, de presión e impacto mayor sobre un problema o tema de interés.
Instalar, a través de esta forma de trabajo y acción en red, nuevas capacidades en las personas y grupos que son parte. Cada uno se va habituando y entrenando en una forma diferente de trabajo, que no es lo instalado culturalmente. Una forma de pensar colectiva. Y esto genera un nuevo saber, nuevas capacidades en cada uno de nosotros. Enriquece el trabajo con otros pero también nuestra propia capacidad individual.
Mayor protagonismo a través de la participación en la toma de decisiones. El protagonismo no viene dado por el simple hecho de estar, de participar de reuniones o espacios. Para ser protagonista es necesario poder incidir en la toma de decisiones. Decidir es hacerse co-responsable, comprometerse.
A propósito de la participación en la toma de decisiones, queremos alertar sobre lecturas simplistas sobre qué significa participar, sobretodo, si esta es una variable clave e intencionalmente buscada en procesos de colaboración. Consideramos que es importante esta pequeña reflexión, porque en la medida en que entendamos que participar es realmente hacer parte a otros, elegiremos conscientemente con quién nos queremos asociar. Sumando a las ideas puestas en juego por Mariana Segura en el modulo 1, nos gustaría agregar una reflexión sobre estilos de participación (o cómo muchas veces la práctica participativa es vaciada de contenido…). “Se hace evidente que aquello que muchas veces se plantea en términos de participación no es más que formas poco genuinas de ella. Está el caso de la manipulación (se obliga a hacer lo que otros quieren), la participación ´decorativa´ (la gente está presente sin saber por qué está ahí ni para qué está) o la participación simbólica (parece que la gente puede participar pero en realidad le falta información y elementos para hacerlo). Para que se den verdaderos procesos de participación es necesario que la gente sienta que FORMA PARTE (que pertenece, que está informado), que TIENE PARTE (que puede opinar e intercambiar ideas, conocimiento, visiones) y que TOMA PARTE (que puede tomar decisiones junto con los otros)”5 en todas las instancias del proceso de trabajo: en el análisis situacional, en el diseño de propuestas, en la gestión, seguimiento y evaluación. De esta manera existe en forma permanente un actor colectivo que interviene continuamente en el proceso.
Introducción a la acción Hemos dado buen espacio a la reflexión y a la problematización sobre las lógicas de colaboración vigentes, los desafíos para Sudamérica y la necesidad, desde nuestra perspectiva, de favorecer una nueva cultura de red. Para favorecer y habilitar procesos asociados a través de herramientas que la visibilicen, la materialicen. A partir de ahora entraremos de lleno en esto de hacer tangible los procesos de red, a través de las tecnologías de red. Para dejar rastros precisos de nuestro “hacer con otros”. Bruno Latour utiliza una metáfora muy clara de lo que es “dejar rastro”, o sea, generar lazo, vínculo. El dice que los fisiólogos han mostrado que para que haya percepción se necesitan movimientos y ajustes continuos: si no hay movimiento no hay sensación (…). Si se toma la mano de alguien y se la sostiene totalmente inmóvil, pronto no se siente más que un embotamiento vago y molesto, aunque sea la mano de la persona amada. Con la ausencia de movimiento se nublan los sentidos (Latour, 227-228).
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Burín, David y otros, “Hacia una gestión participativa y eficaz”, Manual para organizaciones sociales, Ediciones Ciccus, Buenos Aires, 1998.
La metáfora creo sirve perfectamente para describir la acción que genera red/nuevas asociaciones. En esta puesta en acción, en el pasaje de un estado a otro es donde detectamos la red en acción o en potencia. Entonces, es para facilitar, propiciar y recuperar estas nuevas asociaciones y redes que echamos mano a nuestras tecnologías de red.
Nuestro laboratorio Tecnología es “una capacidad propia del ser humano para construir una gran variedad de objetos, máquinas y herramientas, así como el desarrollo y perfección en el modo de fabricarlas y emplearlas". Es, ante todo, “un espacio de alternativas posibles; el lugar desde el cual se puede configurar el futuro que depende de la acción humana” (Denis de Moraes). Para hablar de tecnologías es necesario que exista una valorización y legitimación dado por el uso compartido, en un contexto social dado. Por ello, la necesidad de compartirlas y socializar su uso; de montar un “laboratorio” para darle forma a distintas herramientas para la gestión compartida. Para articular recursos y capacidades; para generar información relevante para el trabajo y articulación de redes y organizaciones; para promover espacios de formación, debate e intercambio en torno al trabajo colectivo y la creación colaborativa. Para Cultura Senda las tecnologías de red son medios que favorecen, generan, facilitan y mantienen conexiones entre dos o más actores. Son herramientas y artefactos. ¿Y quiénes las utilizamos? Todos aquellos que somos mediadores, responsables de procesos de colaboración. Esta idea es clave, ya que significa que las tecnologías de red no son una receta, son solo una guía para la acción. Se modifican y reinventan cada vez que son utilizadas (por los mediadores de la cultura de red, quiénes diseñan creativamente procesos estratégicos para el cambio social). La idea como PUNTO DE PARTIDA “Medio: cosa que puede servir para un determinado fin. Que está intermedio, en lugar o tiempo”. Cuando se trabaja colaborativamente existen trabas, problemas que resolver, tanto en el desarrollo del proyecto como en la organización del trabajo. Entonces, hace falta generar un nivel de reflexión al respecto, como colectivo para ver cómo se resuelve, creativamente, aquello que no está bien o que puede estar mejor. Sucede que tenemos buenas ideas pero no prestamos mucha atención a cómo serán implementadas. Las tecnologías de red son medios que ayudan en ese sentido a la correcta concreción y desarrollo de las iniciativas, generando propuestas para una dinámica acorde a los contenidos y espacios de trabajo planteados. Buenas ideas, que cruzadas con algunos PROCEDIMIENTOS, se transforman en HERRAMIENTAS. Pueden ser por ejemplo sistemas de evaluación de proyectos, criterios para la toma de decisiones, dinámicas de coordinación de grupos y reuniones colectivas. Pueden ser también herramientas que valorizan la construcción colectiva de conocimiento, como por ejemplo: los registros públicos
de la información, las actas que dan cuenta de los acuerdos alcanzados, la ponderación de actores y proyectos, las prospectivas, etc. Las tecnologías de red serán presentadas en esta clase a modo introductorio, y puestas en acción en el módulo 3 con la publicación "Gestiona tu aventura compartida". Como toda herramienta es “en contexto”, fueron generadas en base a situaciones que habitualmente surgen en los proyectos y organizaciones al planificar actividades, buscar solución a obstáculos, y analizar posibilidades de expansión y crecimiento. Una Caja Multimedia Vale aclarar que ninguna herramienta por sí misma es la respuesta o solución a un problema. Por ello recomendamos que sean puestas en relación para lograr un abordaje integral y en profundidad en base a una evaluación de las necesidades de cada proyecto en particular. Así como siempre decimos que es importante pensarse en una multiescala, es importante pensar el trabajo desde una estrategia multimedia (apelando a múltiples medios y formatos) combinando tecnologías de red que favorezcan el diálogo, el contacto y el trabajo de articulación y construcción tanto virtual como presencial. Y multimedia no solo por la diversidad de formatos que nos podemos pensar para su presentación (video, texto, imagen, etc.) sino también por la diversidad de escenarios en los que se puede usar (presenciales, virtuales, híbridos). Decimos que nuestra Caja es multimedia porque aprovechamos todos los medios posibles, complementando formatos que aporten las mejores soluciones a nuestros problemas, situaciones o desafíos. Una herramienta material (por ejemplo, un juego de mesa, o una dinámica de grupo) puede sumarse a una herramienta virtual (nuestro mapa vivo integrado al Google Maps, videos disparadores, cápsulas tec, guías para el desarrollo de proyectos colectivos que están subidas a nuestra página web). En el libro Lostologia aparece el concepto de narrativas transmediáticas, como aquellas obras que se caracterizan por expandir su narrativa a través de diferentes medios (cine, televisión, libros) y plataformas (blogs, foros, wikis, redes sociales)6. Lo interesante que suma este nuevo concepto a nuestra familia de palabras es la idea de complementariedad. No sólo se utilizan múltiples medios sino que estos medios se conjugan, resultando en una potenciación de los resultados. Es lo que intentamos buscar al plantear la Caja Multimedia: que cada tecnología de red opere en forma complementaria con otras, para resolver un problema o asumir un nuevo desafío.
En Cultura Senda proponemos dos momentos para promover la colaboración, facilitar las conexiones y redescubrir lo que podemos hacer poniendo en juego la Caja Multimedia:
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MOMENTO DE LANZAMIENTO MOMENTO DE CONDUCCION
Definicion de Henry Jenkins en Lostología. Estrategias para entrar y salir de la isla. En el artículo de Carlos A. Scolari “Narrativa Transmediática, estrategias cross-media e hipertelevisión” (2010).
El LANZAMIENTO es cuando estamos en la instancia de formular nuestras propuestas, buscando estrategias de lanzamiento, posicionamiento, inicio. Usamos herramientas que facilitan la etapa preparatoria del trabajo en red. Nos proponen ideas y estrategias para sensibilizar a los socios potenciales y para organizar el inicio de un proceso de colaboración (establecimiento de reglas para el trabajo conjunto, definición inicial de la propuesta, ponderación de posibles socios, etc). El momento de CONDUCCION es cuando la organización y sus equipos de trabajo implementan y gestionan sus planes de trabajo. También cuando hay que hacer algún tipo de reingeniería organizacional. Aquí las herramientas están dedicadas a facilitar la gestión (ya sea de un proceso, una reforma institucional o cualquier otra tarea que nos propongamos impulsar en el marco de la cultura de red). Permiten volver la participación algo real y no una mera percepción.
Una propuesta, algunos recortes posibles Si bien el proceso en el cual queremos incidir es la red, la organización o el colectivo, proponemos realizar distintos recortes que faciliten la comprensión de cuáles son las herramientas que podemos poner en juego para fortalecer el proceso de trabajo. Usemos la metáfora del proyecto o red como una esfera a la cual le practicamos cortes transversales para verla y comprenderla desde distintas perspectivas. Sin olvidar nunca que estamos incidiendo siempre sobre este todo, la esfera, más allá del prisma desde el cual la estemos mirando (su estructura, los vínculos entre actores, los proyectos que generamos, su modelo de gestión, etc.). En principio, proponemos tres posibles recortes: Una mirada desde la organización, desde el espacio de trabajo Una mirada sobre el grupo, el equipo de personas que sostiene la tarea Una mirada sobre el contenido que la organización produce: sus programas y proyectos asociados o en red En función de estos tres recortes posibles, hemos organizado paquetes de tecnologías de red. Repetimos, podrán ser usados tanto en el momento de lanzamiento como de conducción de proyectos, redes y colectivos.
1. Fortalecimiento de grupos y organizaciones Como el nombre de este primer recorte lo indica, la idea es pensar cómo trabajar sobre aquellos aspectos de funcionamiento y dinámica interna para un mejor desarrollo y articulación entre proyectos, grupos y espacios de trabajo en colectivos establecidos o que estén iniciando un
camino de acción. Esta apuesta por consolidar un modo de funcionamiento se traduce en la práctica en un abordaje integral de las áreas y acciones que cada una impulsa. De alguna manera pone en juego el conocimiento propuesto para la consolidación de equipos y la información descrita para el desarrollo de proyectos grupales (paquetes 2 y 3) pero desde una óptica más amplia y con algunas ideas específicas para fortalecer una manera de vinculación, llámese grupo, institución, asociación civil, colectivo o red.
A qué problemas o trabas responde Las tecnologías de red aquí propuestas buscan superar antes que nada la fragmentación en el abordaje de problemas o aspectos organizativos. Trata de poner la mirada en la complejidad y superar las herramientas destinadas únicamente a una dimensión o aspecto de la organización (por ejemplo comunicación, administración, recursos humanos, etc.). Ante la falta de propuestas y acompañamiento a un desarrollo integral, tratamos aquí de entrenar a sus miembros en una dinámica actual para el abordaje y resolución de situaciones conflictivas o de crecimiento de cada emprendimiento. En este recorte incluimos:
Organigrama
Sistema de toma de decisiones
Propuestas de comunicación
Ponderación de proyectos
2. Consolidación de equipos de trabajo Esta mirada propone brindar información útil para la organización del conjunto humano que busca sostener una propuesta, presentando varias tecnologías de red que permitan optimizar los tiempos de cada uno, así como compatibilizar intereses, saberes y experiencias. Hacemos foco ahora en los equipos que, enmarcados o no en una organización o institución, tienen por objetivo desarrollar un proyecto. Todo equipo implica el establecimiento de pautas, modos, roles y tareas. Puede ser uno estable que tendrá continuidad en el tiempo, o ser un equipo conformado específicamente en función de una actividad acotada.
En el campo sociocultural una gran parte de los proyectos surge de manera informal, por el impulso y la motivación de una persona o grupo. Sin embargo, muchas veces los proyectos sufren crisis de estancamiento o incluso de crecimiento por lo que se hace necesario analizar y evaluar cómo funciona el grupo que lleva adelante la tarea. A que problemas o trabas responde Por su impronta poco formalizada, es habitual en proyectos socioculturales la falta de diferenciación de roles, la superposición de los mismos en un número acotado de personas, la indefinición del perfil de persona para cada rol que el proyecto necesita, la inexistencia de acuerdos explícitos de trabajo, la planificación de las agendas y líneas de acción. En este caso desarrollaremos:
Definición de roles, tareas y responsabilidades
Seguimiento y evaluación
Facilitación de escenarios multiactorales
3. Desarrollo de propuestas colectivas En este recorte proponemos hacer especial hincapié en cómo diseñar, desarrollar e implementar un proyecto grupal. Desde Cultura Senda, definimos propuestas colectivas a todas aquellas iniciativas impulsadas por un grupo de personas, sean estas un grupo informal, una organización de red o una institución. A pesar de que la propuesta inicial pueda ser ideada por una sola persona, ésta se socializa en un grupo para su discusión, enriquecimiento y desarrollo. Así, este tipo de propuestas grupales son pensadas desde y para un colectivo a partir de una producción compartida de conocimiento. A que problemas o trabas responde La sociedad actual, marcada por el individualismo y la superación personal no nos prepara, educa ni brinda herramientas para llevar adelante proyectos junto a otros. Nos enseñan a pensar desde la individualidad y a buscar soluciones o salidas personales a los distintos problemas que se nos presentan. Es así que cuando nos enfrentamos a procesos colectivos surgen situaciones concretas que muchas veces dificultan tomar acuerdos y avanzar en el trabajo. Es difícil a veces encontrar dinámicas inclusivas que no terminen por dejar en el camino a parte del grupo (por no poder saldar diferencias de forma y contenido). Por eso, y para la construcción de procesos colectivos no conviene promover dinámicas de voto, donde siempre hay ganadores y perdedores. Suele suceder que se sostiene desde lo discursivo esta búsqueda de consensos, de construcciones grupales de conocimiento y trabajo, pero luego no se cuenta con las herramientas, los mecanismos y las dinámicas necesarias. No se sabe cómo armar un grupo, a quién convocar para
que el proyecto tenga éxito, cómo trabajar desde la diversidad, cómo ordenar las intervenciones y la producción de ideas, cómo registrarlas para contemplar la totalidad de opiniones, cómo incorporar al proyecto saberes de distinta índole. Por último, cómo sintetizar una gran variedad de ideas, opiniones y conocimiento en una propuesta realizable y poder concretar una planificación para su implementación. Presentamos en este apartado:
Diseño y redacción de un proyecto de perfil asociativo o en red
Ponderación de actores
Prospectiva (una mirada al futuro deseado)
Registros públicos
Mapa Vivo
Problemas, propuestas y consideraciones
En el documento anexo presentamos una descripción acabada de cada tecnología de red. Ofrecemos una descripción del contexto en el cual es posible aplicarla, a qué problema responde, descripción y ejemplos de implementación. Es importante su lectura como complemento a la clase para que estén familiarizados para abordar el modulo 3, en el cual a través de "Gestiona tu aventura compartida" estaremos transitando tres experiencias de aplicación de herramientas, según el interés específico de cada participante de REM. Preparen su equipaje porque en el modulo 3 salimos de aventura.
BIBLIOGRAFIA: Piscitelli, Alejandro, Scolari, Carlos A. y Maguregui, Carina. Lostología. Estrategias para entrar y salir de la isla. Editorial CINEMA. Buenos Aires, 2010. - Caja de Herramientas para emprendimientos culturales. Ver, Oír, Decir. Secretaria de Cultura de la Nación, Argentina. Disponible en: http://www.cultura.gov.ar/lic/pic/cajadeherramientas/moduloVerOirDecir.pdf