50º Campeonato de España en Pista Cubierta Sabadell: 22 y 23 de febrero

Sabadell

2014:

Unas boda

Las bodas de oro son un motivo de celebración, una fecha en la que todo el mundo se pone su mejor traje, el que quiere sonríe y el que no se obliga a hacerlo hasta que pase el convite. La 50ª edición del Campeonato de España Absoluto de pista cubierta, celebrada en la magnífica pista de Sabadell, dejó estampas de esfuerzo, de sufrimiento, de euforia y de dolor. Dejó la vuelta de Ana Peleteiro, la exhibición de poderío de Borja Vivas, la alegría de Mark Ujakpor y la desolación de Lorena Bokesa. Dejó también la caída en línea de meta de Laura Méndez, el doblete de la junior Fátima Diame y los “oooh” inacabables de la grada cada vez que Ruth Beitia rozaba el techo del estadio. Un campeonato, medio centenario, que ha escrito un nuevo capítulo en la renovación del atletismo español, y en el que los concursos le han robado el protagonismo a las carreras. Por Alberto Pozas. Fotos: Miguélez Ana Peleteiro, campeona de España de triple salto.

as de oro de lujo

Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta

Borja Vivas, un coloso en Sabadell: un grito huracanado desvió la mirada de todos los espectadores al lejano círculo del lanzamiento de peso. El malagueño Borja Vivas armó el mortero que tiene por brazo y en su primer lanzamiento por poco no sacó la bola de la pista: 20,51 metros que sentenciaron la competición y le enviaron directo al mundial de Sopot. Un lanzamiento demasiado bueno que terminó de golpe y porrazo con el otro atractivo de la competición: el nivel medio. En Sabadell, por primera vez, se juntaron dos atletas que han lanzado más de 20 metros en la misma temporada, pero el cántabro Carlos Tobalina (19,63) poco o nada pudo hacer para retener a un Borja Vivas en estado de gracia, con Yioser Toledo en el bronce. Gran competición del malagueño, que realizó dos lanzamientos por encima de los 20 metros, hablando bien claro sobre su estado de forma y sus posibilidades en el mundial de Sopot. A nivel general, una de las competiciones de mayor nivel de los últimos años que anuncia el renacimiento del lanzamiento de peso.

Úrsula Ruiz no tiene rival: el dominio de esta murciana volvió a ser aplastante e insultante a partes iguales, y eso que tuvo una competición complicada. Con la mínima de Sopot entre las cejas, la cual tiene del año pasado pero quería revalidar este invierno, Ruiz realizó muchos nulos y algunos lanzamientos cortos hasta un último intento de 17,39 metros que dejaba ver su verdadero estado de forma. Seleccionable para el mundial, Ruiz ganó a la joven Belén Toimil (15,10) y a Helena Gutiérrez que destrozó su marca personal al lanzar 14.69 y adelantar, por los pelos, a la aragonesa Patricia Heredia.

Ruth Beitia rompe el maleficio del nº 13: los malos augurios son para los que no entrenan lo suficiente. La cántabra Ruth Beitia, la misma que amenazó con retirarse hace ahora dos años, se ha proclamado campeona de España absoluta bajo techo por 13ª vez, arrancando gritos de asombro y admiración de la grada de Sabadell a cada intento, y de qué manera: saltando 2 metros, colocándose como segunda mejor atleta mundial del año (en ese momento) y mandando un claro aviso para navegantes sobre sus posibilidades para Sopot. Sufrió para saltar 1.98 metros, algo que ya había saltado esta temporada, pero se mostró sorprendentemente holgada para superar la barrera de los dos metros. La veterana discípula de Ramón Torralbo sacó billete directo no sólo para el mundial, sino para la lucha por las medallas, mostrando una solvencia tan sólo al alcance de las mejores. En la prueba masculina se forjó la sorpresa: el joven David Bolado arrancó a hacer marcas personales ante la mirada atónica de sus rivales, llegando a plantarse en unos 2,21 metros por delante del incombustible Javier Bermejo (2,17) y de Simón Siverio (2,14) que nada pudieron hacer para bajar del oro a este joven del equipo de la Universidad del País Vasco.

Ana Peleteiro y las lágrimas del ave Fénix: según la mitología más antigua, el ave fénix era una suerte de animal fantástico que, entre otras muchas habilidades, resurgía de sus propias cenizas cada 500 años y además, por si fuera poco, sus lágrimas tenían poders curativos. Algo parecido le ha pasado a Ana Peleteiro en Sabadell. Por suerte, ni se ha quemado ni ha tardado medio milenio en volver a su mejor versión, pero la gaenero/febrero 2014 l atletismo español

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llega se ha impuesto a las lesiones y a las dudas de los cambios para ser otra vez la joven que más ilusiona al atletismo español. En Sabadell, y siendo todavía una atleta en categoría junior, se proclamó campeona de España absoluta con un mejor salto de 13,91 metros, nueva marca personal de pista cubierta y récord de su categoría y de la siguiente. Por si fuera poco, con varios saltos atacando peligrosamente los catorce metros, y exhibiendo una técnica que habla muy a las claras de sus posibilidades. Y, como siempre, sus lágrimas de alegría incontenible cada vez que algo le sale bien, que como las del ave fénix parece que tienen algún tipo de propiedad curativa, o deportiva, porque con los ojos encharcados aún pudo hacer un último salto de 13,89 metros. Fue campeona del mundo junior hace dos años en Barcelona, y este verano tendrá otra cita con su competición predilecta en Eugene: mientras tanto, campeona de España. Por detrás, en la plata se quedó una Patricia Sarrapio que saltó 13,88 pero dando la impresión de

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poder plantarse por encima de los 14 metros en cualquier momento, con la misma dinámica de todas sus competiciones de este invierno: muchos nulos muy largos, saltos ajustadísimos para asegurar y la certeza de que está en su mejor momento de forma y sólo tiene que pillar el salto bueno. El bronce en esta gran competición, que puso de manifiesto el buen estado de salud del triple salto femenino español, se lo llevó Ruth Ndoumbe con una nueva marca personal de 13,62 metros.

pañeros y que se desmarcó ya desde el primer salto para finalmente ser campeón de España absoluto con 16,55 metros. Ganó por delante de su compañero y rival Vicente Docavo (16,32) y de Jorge Gimeno (16,14), todos a las órdenes del técnico estrella Claudio Veneziano. Un nuevo capítulo del triple salto nacional que, en el fondo, no deja de ser una rotación de los miembros del Playas de Castellón en el pódium, año tras año.

En la prueba de triple masculino se repitió la sangrante, y satisfactoria, situación que vive la prueba desde hace algunos años. Los chicos del Playas de Castellón coparon los tres puestos del pódium. No sólo eso, sino que de los seis primeros clasificados, cinco vestían la elástica del equipo. Se llevó el gato al agua, en esta ocasión, Pablo Torrijos, siempre tercero en discordia con sus com-

España absoluto ha sido una competición donde los más jóvenes, sobre todo las más jóvenes, han llegado pidiendo paso. El paradigma ha sido, sin duda, Fátima Diame: la junior (1996) consiguió un histórico doblete al proclamarse campeona en 60 metros lisos y salto de longitud. El título de velocidad estaba cantado: sus 7.8 segundos, que igualan el récord de España júnior, le colocaban co-

La ‘pantera’ júnior Fátima Diame consigue un históriDominio insultante del Pla- co doblete: como ya hemos comentayas de Castellón en el triple: do, la 50ª edición de este campeonato de

mo favorita y no decepcionó por delante de Alazne Furundarena y María Martín-Sacristán. En longitud, aprovechó la ausencia de Concha Montaner y sacó su mejor versión para imponerse, con una nueva marca personal 6.29 metros, a Marieta Jover, principal favorita al título. Histórico doblete para Diame, que ya avisó el año pasado saltando holgadamente por encima de los seis metros.

Kévin López, dueño y señor de Sabadell: como ya es tradición, Sevilla no faltó a su cita con el triunfo en Sabadell. Kevin López se ha vuelto a proclamar campeón de España de 800 metros (1:49.76), para variar sin dar ninguna op-

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ción a sus rivales en una carrera moderadamente táctica y proclamándose dictador oficial de Sabadell: ha ganado las tres ediciones del campeonato nacional absoluto que se han celebrado en esta pista. En una carrera dirigida en todo momento bajo la batuta de López, se repartieron las demás medallas a una distancia prudencial: segundo fue Daniel Andújar, uno de los mejores ochocentistas del invierno recién salido de categoría junior, con Francisco Roldán deleitando a la parroquia sacando un bronce ante el numeroso público que se desplazó a Sabadell para verle, pancarta incluida. Vic-

toria sin mucho color de Kevin López, que consigue su sexto título de campeón de España absoluto entre pista cubierta y aire libre, su última parada antes de mundial en el que está siendo el mejor invierno de su vida a nivel de marcas. En la prueba de mujeres, la aragonesa Elián Périz volvió a la senda del triunfo después de una etapa oscura de lesiones en su carrera deportiva. Ausente la vigente campeona Khadilla Rahmouni, Périz aprovechó una carrera lenta para imponer su zancada en la última vuelta con facilidad, por delante de Victoria Sauleda y Esther Guerrero.

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Manolo Olmedo renuncia al mundial pero vuelve a la senda del triunfo: la victoria del sevillano fue, sin duda, una de las mejores noticias del campeonato. Manolo Olmedo ha vuelto con todas las de la ley, ha vuelto a exhibir su famoso sprint y se ha proclamado campeón de España por delante del gran favorito Adel Mechaal. El sevillano, que este año se ha afincado en Palma de Mallorca en un drástico y beneficioso cambio de aires tras pasar muchos años en Soria, vuelve a ser el mismo de siempre, y la única pena es que no ha hecho la mínima para el mundial de Sopot. Amenazó con salir a buscarla en semifinales, pero finalmente esa idea quedó relegada por la necesidad de llegar fresco a la lucha por las medallas. En la final, extremadamente táctica, ganó incluso a Adel Mechaal, el único español con mínima de 1.500 este invierno, dejando el bronce para el madrileño Víctor Corrales. Gran victoria de Olmedo, que tiene claro que su objetivo de este año no es otro que el europeo de Zurich este verano, donde va directo a por el oro.

Isabel Macías, enchufadísima a Sopot: la aragonesa sobrevivió a algún que otro codazo en semifinales, y se hizo con su tercer título de campeona de España indoor de 1.500 metros en una carrera atípica. Atípica porque, a diferencia de lo que suele suceder en estos campeonatos, fue bastante rápida; tanto que Isabel Macías tuvo que aplicarse a fondo en el sprint y casi batió el récord de los campeonatos al ganar con 4:14.17 minutos, y en el que las ‘liebres’ no tuvieron, por poco, su premio. Primero Laura Méndez, y luego Solange Pereira, salieron tirando a muerte desde el primer metro en busca de la míni-

ma del mundial. Muy cerca se quedó Pereira, segunda con 4:15.17, mientras que el esfuerzo hizo mella en Méndez para dejar una de las imágenes del fin de semana: se desplomó en plena recta de meta, cuando disputaba el bronce con la joven Marta Pérez. En el momento que su rival se hacía con el bronce (4:19.11), Méndez recogía del suelo las pocas fuerzas que le quedaban para entrar en quinta posición.

Mark Ujakpor y Lorena Bokesa, las dos caras del 400: el atletismo es un deporte cruel, y los 400 metros lisos de esta 50ª edición de campeonato de España absoluto ejemplificaron esta fama a la perfección; dos historias paralelas con finales muy distintos. Dos cabalgadas solita-

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rias: la de Ujakpor terminó con una marca de 46.57 segundos y pasaporte para el mundial de Sopot, mientras que la de Bokesa murió a pocas décimas de la mínima (53.48) y un mal sabor de boca que le impidió disfrutar su tercer oro nacional consecutivo bajo techo. Ujakpor respiraba con alivio después de cruzar la línea de meta y echar un vistazo al videomarcador: había desperdiciado, por dos centésimas (46.82), la liebre de lujo que había tenido en semifinales, nada menos que el vigente campeón mundial de 400 metros, el costarricense Neri Brenes, pero había puesto toda la carne en el asador de la final y lo había conseguido, por delante de un estupendo Samuel García (marca personal con 47.14 y el toledano Lucas Bua. Lorena Bokesa, sin embargo, sólo pudo arro-

dillarse y llorar al lado del panel digital que reflejaba un gran triunfo, su tercera corona consecutiva con un dominio insultante sobre Laura Sotomayor (54.56) y Geraxane Ussía (54.72), pero sin su codiciado pasaporte (directo) para el mundial.

Eduard Viles aprovecha su momento y triunfa en casa: no estaba Ángel David Rodríguez, y el catalán Eduard Viles saltó a la pista sabiendo que era su momento. Sin ‘el Pájaro’ dando vueltas, Viles (6.74) tuvo que aplicarse a fondo para vencer a Rubén Pros (6.77, marca personal) en una carrera apretada y emocionante hasta el último metro de la recta. En tercer lugar, en un final cerradísimo, llegó una de las revelaciones de la velocidad de este invier-

Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta no: el madrileño salido de las escuelas del Sprint y ahora afincado en Soria, Mario López Moure, que con un tiempo de 6.84 se hizo con el bronce hombro con hombro con Iván Jesús Ramos. Tres firmes promesas de la velocidad, Viles integrante del récord nacional de 4x100, que supieron hacerse con la responsabilidad de la prueba.

Jackson Quiñónez y Caridad Jerez, campeones sin premio: hicieron dos grandes carreras, pero se quedaron a muy pocas centésimas de la mínima del mundial, dejando, eso sí, magníficas impresiones para el verano. Jackson Quiñónez ganó la final de 60 metros vallas sin ningún tipo de problema, con un tiempo de 7.79 segundos que le otorgaba una cómoda ventaja sobre el andaluz Juan Ramón Barragán (7.86), que ha ido mejorando su forma a lo largo de la temporada para sacar su mejor versión en el momento preciso: la final. En el bronce, el madrileño Julián Ortiz (7.91) que abandonó tierras españolas para irse a entrenar a Inglaterra, jugada que a la vista está que le ha salido a las mil maravillas. Sin mínima este año, pero seleccionable por te-

nerla desde el año pasado. Tampoco hubo mínima en la prueba femenina, pero sí la alegría del esfuerzo recompensado: Caridad Jerez arriesgó en semifinales y en la final, y no sólo se proclamó campeona de España con una nueva marca personal (8.22) sino que también se puso al frente del ránking nacional, demostrando que con el deporte limpio también se pueden ganar medallas.

Naroa Agirre, la mejor por undécima vez: la donostiarra es, desde hace ya bastantes años, la mejor pertiguista de la historia de España, pero aún cuando está algo alejada de sus propios récords sigue sin tener problemas para ser campeona nacional, con mucha diferencia sobre la segunda. Seis años después de su último récord nacional bajo techo, la distancia entre Naroa Agirre y sus competidoras es abismal y con un salto de 4,25 le bastó para proclamarse campeona por undécima vez en su carrera bajo techo. Una vez asumido que la mínima para Sopot es imposible hasta para la élite internacional, el objetivo de la donostiarra fue acercarse lo más posible a esos 4,40 que le hubieran dado medio pasapor-

te al europeo de Zurich: lo tiene a tiro. Por detrás, la catalana Anna Pinero no pudo contentar a la parroquia, algo alejada de su mejor nivel cuando le disputaba los campeonatos a Naroa, y se quedó en una discreta sexta posición. Abierta la lucha por las medallas, fue la navarra Rebeca Yagüe quien supo estar a su mejor nivel para sacar una valiosa plata con una marca personal de 4,10 metros, relegando al bronce a la campeona del año pasado, Carla Franch. En la prueba de hombres, el ‘principito’ volvió a triunfar, por segunda vez ya en pista cubierta, y como va creciendo dentro de poco nos va tocar cambiarle el mote y empezar a llamarle el “rey”. Didac Salas no llevaba un invierno brillante, algo alejado de sus mejores prestaciones, pero como los grandes campeones se creció ante su gente en

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Sabadell y con un salto de 5,50 metros, marca personal, se hizo con la medalla de oro por delante de un Igor Bychkov (5,40) que parecía que podía saltar mucho más ese día: las peleas deportivas entre estos dos saltadores llevan la pértiga española cada vez más alto. El atleta de Badalona, David Moya, ratificó su buen estado de forma del verano pasado para hacerse con el bronce.

Jorge Ureña, juventud y garra para unas combinadas de récord: las pruebas combinadas de esta 50ª edición del campeonato de España absoluto fueron un ejemplo vivo de la renovación que vive el atletismo nacional en estos momentos. Ganó el heptatló el joven sub’23 Jorge Ureña en una espectacular combinada de 5.760 puntos, nuevo récord de Espa-

ña de su categoría, noveno atleta absoluto de todos los tiempos y con marcas espectaculares como los 7.91 segundos de las vallas (medalla de bronce en la prueba individual) o sus 6.99 segundos en la distancia lisa. El joven alicantino, nacido en 1993, se impuso a una intensa pelea con el hasta entonces vigente campeón, el canario Jonay Jordán (5.500 puntos) y dejando en tercer puesto al catalán Albert Álvarez (5.434 puntos, destacando especialmente su salto de 5 metros en pértiga). Atletas jóvenes que marcan la pauta de la renovación de las combinadas, lo mismo que sucedió en la prueba femenina: emocionantísima lucha cerrada entre la vencedora, Carmen Romero (3.922 puntos) y la que fue dominadora de la competición hasta la última prueba, Estefanía Fortes (3.917 puntos). Fortes dominó la combi-

Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta nada en todo momento, mientras Romero mejoraba sus marcas personales prueba a prueba: decidieron unos agónicos 800 metros finales en los que Carmen Romero puso toda la carne en el asador siguiendo la estela de la noruega Ida Marcussen para no sólo recortar la ventaja de Fortes sino para pegar un mordisco final de 200 puntos a su marca personal. La imagen final de las combinadas, tanto masculinas como femeninas, propició una de las estampas para recordar de este campeonato.

Okutu doblega a un mermado Eusebio Cáceres: la rotura de isquiotibial se hizo notar. El gallego Jean Marie Okutu sacó su mejor versión para doblegar a un Eusebio Cáceres recién recuperado de una rotura de isquiotibial: saltó 7,81 metros, nueva marca personal, un bote al que Cáceres no pudo responder. El alicantino, después de haber sido 4º en el mundial de Moscú y campeón europeo sub’23, volvía a la competición calibrando si se encontraba en disposición de acudir al mundial de Sopot: después de un esperanzador primer intento, él mismo se dio cuenta de que su ba-

talla no era la de la competición internacional sino la medalla de oro. Y se encontró con un Okutu en estado de gracia que por poco se fue por encima de los 8 metros.

Nuria Fernández regresa por todo lo alto: la madrileña aparecía apuntada sin marca en los 3.000 metros después de más de un año fuera de la competición, y no defraudó lo más mínimo. Realizó la estrategia que cabía esperar de una mediofondista: se esperó al último kilómetro para atacar, y realizó los mil metros finales en menos de tres minutos (9:12.63), por delante de Paula González (9:15.89) y Elena García (9:18.39). Excelente vuelta de la madrileña a la competición, que con esta medalla se apuntala como una de nuestras mediofondistas más polivalentes después de haber subido a pódiums nacionales en distancias que van desde los 800 metros hasta los 5.000. En Sabadell triunfó en una carrera de ritmo asequible, lo que hace pensar en lo que podría haber llegado a hacer en una prueba más viva. Nuria ha vuelto, y justo a tiempo, para el europeo de Zurich.

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Víctor García saca su sprint en Estela García se impone a un ejército de juniors: la velocista, entrelos 3.000 metros: mucho atleta cer- nada en Barcelona, renunció a competir en los 60 metros lisos, y una vez que ya no podía reca de la mínima mundial y mucho caballo de carreras hacían pensar en una prueba de ritmos altos, pero finalmente no fue así. Con el aragonés Toni Abadía como único competidor con la mínima en el bolsillo, los atletas se lanzaron a por una carrera desesperantemente táctica cuyo final estaba cantado desde el ecuador de la prueba: tiró Sebas Martos, tiró Javier Nagore, pero al final se impuso el poderoso sprint del obstaculista Víctor García. El madrileño doblegó a su antiguo compañero de prueba, el aragonés Toni Abadía, que se quedaba de esta manera como único español con mínima para el mundial. En tercer lugar, un eufórico Alberto Sánchez ganaba al sprint nada menos que a un reconocido mediofondista como Arturo Casado. Una carrera lenta, táctica, en la que no se bajó de los 8 minutos y en la que no se reflejó el buen nivel de la prueba este año.

petir su doblete del año pasado, se centró en mantener la corona de los 200 metros, que sinceramente no le fue nada fácil. A lo largo de las clasificatorias y las semifinales, un auténtico escuadrón de atletas júnior empezó a hostigar su posición de favorita: Patricia Carballo (1996), Alba Fernández (1995) y Cristina Lara (1995) empezaron a batir sus marcas personales, a acercarse al récord de España de su categoría y a dejar claro que iban directas a por una medalla. En la final se impuso Estela García, con su cuarto título de campeona de España indoor de esta distancia, pero tuvo que aplicarse a fondo para imponerse a estas jovencitas: segunda fue Patricia Carballo con 24.36, tercera Alba Fernández con 24.38 y cuarta Cristina Lara con 24.51, todas muy cerca del récord de España de su categoría. En la carrera de hombres se impuso un joven que triunfó en categoría júnior, no tuvo un buen año pasado y este invierno ha vuelto a su mejor nivel: Óscar Husillos (1993) ganó la final de 200 metros lisos con un buen tiempo de 21.17 segundos, por delante de Adrià Burriel (21.63) y el júnior Daniel Mazón (21.66). La pena fue que Burriel corrió en una serie distinta a Husillos y Mazón, por lo que gran mérito el suyo pero se privó a los espectadores de un duelo todavía mayor.

Se puede decir con tranquilidad que el atletismo español de pista cubierta celebró su 50º aniversario, sus bodas de oro, con la misma melodía del año pasado: los veteranos pasando el testigo a los jóvenes. Y a los que no se lo quieren pasar, sencillamente se abren camino tirando de calidad, frescura y buenos resultados.