SACERDOTES CON FRUTOS INTRODUCCIÓN Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncies las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pe 2:9 Todos los redimidos por Cristo Jesús hemos sido constituidos como sacerdotes de Él, igual el hombre que la mujer. A diferencia del sacerdocio levítico, en donde sólo la familia de Aarón podía ejercer el sacerdocio, en Cristo Jesús todos somos sacerdotes. Cristo Jesús nos ha escogido y designado para ir a dar fruto, y que el fruto permanezca; para que todo lo que pidamos al Padre en el nombre de Jesús, Él nos lo conceda. Sin embargo notamos que aún en Cristo, hay sacerdotes que no llevan fruto, y sienten que su vida es estéril. Un caso similar lo podemos ver en la figura del sacerdote Zacarías, cuya esposa Isabel era estéril, ambos de familia sacerdotal, justos, pero Zacarías no tenía hijos, o sea, frutos.

DESARROLLO Notemos aquí varias situaciones: 1.

Zacarías era sacerdote: Lc 1:5

Zacarías era sacerdote, como uno de los redimidos por Cristo, y ejercía su ministerio sacerdotal según el orden establecido a su grupo. Zacarías figura aquí al cristiano, que se ocupa de ofrecer su culto al Señor, con sinceridad, queriendo agradar a Dios, pero aun así no tiene frutos. Esto es que en la iglesia se ve muy bien, pero en su casa no hay frutos. 2.

Ministrando según la costumbre: Lc 1:9

No obstante que era sincero, Zacarías estaba atrapado por la costumbre del sacerdocio. O sea que ministraba ya por costumbre el incienso al Señor, y el incienso subía pero no llegaba a la presencia de Dios, su ofrenda de incienso no trascendía ante Dios. No obstante que Zacarías se esforzaba en la preparación de su incensario y todos sus elementos. Esto es como los cristianos que son atrapados por las costumbres ante el Señor, sin el rhema de buscar agradar mediante su ministración al Dios Omnipotente.

La costumbre se ve bien exteriormente, cumple como costumbre pero a Dios eso no le agrada. Zacarías ministraba vacío, realmente no estaba haciendo nada. 3.

Sin fruto en la casa:

Es como aquellos que sirven y sin embargo en su casa no hay fruto de sus actividades en el servicio. Mantienen bien su apariencia en la iglesia, grandes servidores, o participan admirablemente en el culto a Dios, pero su casa existe esterilidad. 4.

No daban frutos por ser viejos: Lc 1:7

No se refiere a edad avanzada en años, figura la acción de las costumbres en ellos, eran viejos porque la tradición y la costumbre los habían envejecido. 5.

Un encuentro con el Señor: Lc 1:11

Después que el ángel le habló, Zacarías tuvo fruto. El Señor no quería incienso, quería un corazón que se volviera incienso. El Señor no quiere servicio, adoración y oraciones por costumbre, no quiere atuendos sacerdotales exteriores, sino interiores. Vestirse como Aarón pero por dentro, esto es que las vestiduras de Aarón deben operar en nosotros, pero en el interior. Sacerdote sin fruto no sirve para nada. Pero el sacerdote que se viste interiormente como Aarón, si llevará fruto. Tales vestiduras cubrían tres niveles: PRIMERA PRENDA: LA ROPA INTERIOR Les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; llegaran desde los lomos hasta los muslos y los llevarán puestos Aarón y sus hijos cuando entren en la tienda de reunión, o cuando se acerquen al altar para ministrar en el lugar santo, para que no incurran en culpa y mueran. Sea estatuto perfecto para él y su descendencia después de él. Ex 28:42-43 La primera vestidura del atuendo sacerdotal eran los calzoncillos. Prenda íntima tejida de lino, no se veía normalmente por fuera.

2

Notamos que: 1.

Cubría la carne:

Estos calzoncillos cubrían completamente las partes íntimas de los sacerdotes. Además, era la primera prenda de vestir que se ponía el sacerdote. Esto significa que la primera situación que debe tomar en cuenta un sacerdote que quiere ministrar a Dios, es tener puestos sus calzoncillos largos, para mantener cubierta su carne. 2.

Evidencia de la carne:

La carne se opone a los deseos del Espíritu y se evidencia por sus obras, con la severa amonestación del Señor, que quienes las practican no heredarán el Reino. Tales obras son: Gal 5:19-21 Inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías, y cosas semejantes. Estas obras carnales deben estar cubiertas por medio de andar por el Espíritu, para no cumplir el deseo de la carne. En el Antiguo Testamento, cuando el sacerdote no se ponía ropa interior, la presencia de Dios lo mataba.

SEGUNDA PRENDA: LAS SANDALIAS Entonces Dios dijo: No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estas parado es tierra santa. Ex 3:5 Es de resaltar que el atuendo del sumo sacerdote no incluía sandalias para el momento de ministrar en el santuario, esto se debe a que el calzado con que se camina en el mundo no sirve para presentarse ante Dios. Lo anterior indica que: 1.

Dios es Santo: Cuando nos queremos acercar a Dios lo primero que debemos pensar, es que Él es Santo, esto es, que Él es Único, nada se le iguala, en Él no existe mancha ni pecado, Él es dueño de la Santidad absoluta, Él es la Divinidad. Y de esa manera le debemos tratar, con temor, 3

respeto y reverencia especialmente para honrarlo ante el pueblo. Esto implica que para acercarnos a Dios debemos estar convenientemente vestidos con el atuendo sacerdotal, empezando por tener los pies descalzos y limpios. 2.

Los pies lavados: Los pies de los sacerdotes debían estar lavados para entrar a ofrecer el incienso. Esto se refiere a la ministración del pecado en los sacerdotes, porque aquellos que han sido bañados, no necesitan sino lavarse los pies Jn 13:10, esto es quitarse la suciedad que se adquiere al caminar en el mundo.

3.

Descalzos, el incienso sube: El presentarse descalzo ante Dios es algo personal, sin lo cual el incienso no sube a la presencia de Dios. El pie descalzo es aquel que no se encuentra bajo ninguna cubierta que lo oculte de los ojos, lo cual figura la sinceridad que debe privar en nosotros, cuando nos acercamos a Dios, sin portar ningún disfraz

TERCERA PRENDA: LA TÚNICA DE LINO FINO. Te aconsejo que de mi compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez y colirio para ungir tus ojos para que puedas ver. Ap 3:18 La túnica era de lino fino y cubría desde los hombros hasta los tobillos Ex 28:39. En la túnica notamos varias características: 1.

La túnica blanca no es salvación:

Esta vestidura no se refiere a la vestidura de los salvos que es blanca, dado que el sacerdote desde el mismo momento en que ya es sacerdote, indica que ha sido comprado por la Sangre del Cordero, sino no pudiera entrar al templo a ministrar.

2.

Vistiendo lino fino:

La túnica en esta proyección figura las buenas obras de los Santos Ap 19:8, obras de fe que deben ser compradas, esto es que no son gratis y el sacerdote que quiera tenerlas debe pagar su precio. 4

Se sugieren seis obras de fe, las cuales deben ser realizadas durante nuestra estancia en el cuerpo: Dar de comer al hambriento. Dar de beber al sediento. Hospedar al forastero. Vestir al desnudo. Visitar al enfermo. Visitar al encarcelado.

CUARTA PRENDA: EL MANTO. Harás asimismo el manto del efod todo de tela purpura violeta. Ex 28:31 El manto se lo vestía el sacerdote sobre la túnica de lino fino y le cubría desde los hombros hasta los tobillos. En el manto notamos las siguientes características: 1.

Color púrpura:

En el color púrpura podemos ver el sacrificio de Cristo Jn 19:2. El manto era tejido en tela de ese color y cubría la túnica de lino fino, las buenas obras. Específicamente guardaba todo el cuerpo del sacerdote, lo cual proyecta la sangre de Cristo que nos guarda y nos cubre.

2.

De la misma naturaleza que las cortinas del templo:

Las cortinas del templo que se superponían ordenadamente sobre el tabernáculo formando la tienda Ex 26:1-14, representan la cobertura de los cinco ministerios en la edificación del cuerpo de Cristo. De tal manera que el manto en el sacerdote, representa la autoridad de Dios delegada sobre sus ministros, y el respaldo que va implícito en ello.

5

3.

El Sumo Sacerdote vestía el manto púrpura:

Todos los sacerdotes tenían túnicas de lino fino, pero solamente el sumo sacerdote se vestía el manto púrpura. Esto figura la cobertura del ministro en las congregaciones y la sujeción de los otros sacerdotes hacia él. En el tabernáculo servían muchos sacerdotes, pero tenían solamente un jefe, Aarón, autoridad máxima del tabernáculo y los sacerdotes se sujetaban a él. Esto representa el orden en las congregaciones, hay muchos diáconos, ujieres, cantores, ayudas, pero solamente un pastor es el que lleva la autoridad y la dirección de parte de Dios. 4.

En su borde granadas:

Las granadas figuran el fruto del Espíritu Gal 5:22 que los sacerdotes deben portar. Dar frutos es una misión para la cual Cristo nos ha escogido y enviado. Note que los frutos no estaban escondidos. Esto quiere decir que nuestros buenos frutos debemos llevarlos visibles, para que los que nos rodean vean en nosotros nuestros buenos frutos y glorifiquen a Dios. 5.

Las campanillas de oro: Ex 28:34

Cuando el sacerdote caminaba dentro del santuario, la iglesia, o afuera, el medio en que vivimos, las campanillas de oro sonaban. Las campanillas de oro representan nuestro testimonio, el cual debemos dar en todo lugar, para que aquel que las oiga sepa que hay un sacerdote caminando.

QUINTA PRENDA: EL EFOD. Harán también el efod de oro, de tela azul, purpura y escarlata y de lino fino torcido, obra de hábil artífice. Ex 28:6 El efod era una gabacha con dos partes: una delantera y otra trasera, unidas por medio de hombreras. 1.

Posición y materiales:

El efod era la vestidura de encima, cubría las otras vestiduras, en su color y confección tenía los mismos materiales que las cortinas del tabernáculo. 6

El efod figura la cobertura bajo la cual los ministros del Espíritu deben operar, los apóstoles son cubiertos a su vez por otros apóstoles. Todos los ministros del Espíritu operan bajo cobertura. Pensemos que en un cuerpo no hay miembros independientes. 2.

Las hombreras del efod: Ex 28:7

Cada hombro tenía su respectiva hombrera. Sobre cada hombrera se colocaba una piedra de ónice, en cada una estaban grabados los nombres de los hijos de Israel, seis en cada hombro, según el orden de su nacimiento. Las piedras de las hombreras representan la totalidad de la iglesia, los redimidos, puesta sobre los hombros del sumo sacerdote Cristo Jesús, que incorpora sobre sus hombros las ovejas rescatadas, desde la primera hasta la última.

3.

El cinturón del efod: Ex 28:8

El cinturón ceñía todas las vestiduras. Figura la sana doctrina que debe ceñir al cuerpo todas las vestiduras del sumo sacerdote, para que las mismas se conserven en su lugar, en el orden establecido por Dios. El sacerdote que quiera tener en su lugar sus vestiduras, debe estar ceñido por la sana doctrina.

SEXTA PRENDA: EL PECTORAL Y harás el pectoral del juicio, obra de hábil artífice; lo harás como la obra del efod; de oro, tela azul, purpura y escarlata y de lino fino torcido lo harás. Ex 28:15 Era una como bolsa de un palmo de largo y de ancho, que por medio de anillos de oro se sujetaba al efod por las hombreras, para que no se desprendiera del efod. En el pectoral vemos varias características: 1.

Esta vestidura atesora:

El pectoral era confeccionado doble, como una bolsa que por fuera tenía piedras preciosas y por dentro tenía un espacio para guardar, aquí se colocaba el Urim y el Tumim, que eran las luces y las perfecciones. El pectoral figura el corazón del hombre, donde se pueden atesorar cosas de mucho valor, recordemos que el Señor Jesús dijo: Donde está tu tesoro allí estará también tu corazón. 7

2.

El Urim y el Tumim: Ex 28:30

El Urim y el Tumim, las luces y perfecciones, figuran a Cristo y el Espíritu Santo, piedras preciosas, regalos de Dios, que deben morar atesorados en nuestro corazón. Con Urim y Tumim, Cristo y el Espíritu Santo, seremos verdaderos adoradores del Padre Jn 4:23.

3.

Doce piedras preciosas:

Las doce piedras preciosas somos nosotros, presentes por nombre en el corazón del Señor Jesús al momento e interceder ante el Padre. Como número de gobierno, éstas pueden figurar también el reino de Dios no literal, aún no impuesto, actualmente en nuestros corazones, pero no manifiesto.

SÉPTIMA PRENDA: LA TIARA Y pondrás la tiara sobre su cabeza, sobre la tiara pondrás la diadema santa. Ex 29:6 La tiara era como un gorro que portaba el sacerdote, especialmente notoria por la diadema santa, que era una placa de oro puro, colocada en la frente, donde estaba grabada la siguiente inscripción: Consagrado al Señor. Corresponde también esto a la renovación del espíritu de nuestra mente, el yelmo de salvación Ef 6:17. Vemos aquí figurada la consagración del Sacerdote al Señor, esto es nuestra separación del mundo, para atender y servir exclusivamente al Señor. La diadema santa tenía las siguientes funciones: 1.

Quitaba la iniquidad de las ofrendas: Podemos pensar que la consagración del sacerdote opera entonces, para que las ofrendas sean limpias de iniquidad al momento de presentarlas. También operaría lo contrario, o sea, que cuando el sacerdote no se consagra al Señor, sus ofrendas pueden ir contaminadas de iniquidad.

2.

Dios acepta las ofrendas: Cuando Dios veía la diadema santa, aceptaba las ofrendas. Podemos pensar entonces que las ofrendas de un sacerdote no consagrado, o sea, sin diadema, pueden no ser aceptadas por el Señor.

8

CONCLUSIONES Somos sacerdotes todos los redimidos por el sacrificio de Cristo Jesús en la cruz del calvario, sin hacer distinción de sexo. Cristo Jesús nos ha designado para ir y dar abundante fruto. Como sacerdotes debemos estar conscientes que nuestra vida ya no es la misma y mostrar los cambios que Él ha hecho en nosotros. Debemos vestirnos con la vestidura del Sumo Sacerdote Aarón, pero ahora por dentro para entrar a la presencia del Padre y recibir todos los beneficios que eso conlleva.

9