Story Transcript
SIERRA DE BENEJÚZAR Juan C. Aguilera1, Mª Carmen Espinosa2, Ernesto Fernández3, Luis A. García4, Fco Javier Montesinos3 y Adoración Sánchez3 1. IES VALLE DE ELDA, ELDA 2. IES ANTONIO SEQUEROS, ALMORADÍ 3. IES Nº 1 LIBERTAS, TORREVIEJA 4. IES MARE NOSTRUM, TORREVIEJA
1
I. LOCALIZACIÓN DEL ITINERARIO La Sierra de Benejúzar se ubica al Sur de la depresión del Bajo Segura. Se trata de una pequeña sierra situada al Sur de esta población, con una altitud máxima de 214 m y que se pone en contacto con los depósitos de la llanura de inundación del río Segura, en su flanco Norte. El itinerario geológico que se propone consta de cuatro paradas (figura 1), cuya dificultad de acceso es baja, salvo para la segunda parada de dificultad media, debido a la pendiente y al estado suelto de los materiales.
Figura 1. Mapa de localización del itinerario geológico de la Sierra de Benejúzar. A la primera parada se accede desde el pueblo de Algorfa en el que se toma la carretera CV-935 en dirección a Los Montesinos) (figuras 1 y 2). A unos 3.5 km del pueblo, a la altura del PK 5.5 ó 6, se encuentra una rotonda de la urbanización y del campo de golf “La Finca”, entramos por dicho cruce a la urbanización y a unos 200 m se encuentra la parada desde la que podremos ver, hacia el Oeste, una magnífica panorámica de toda la Sierra. Para llegar hasta la segunda parada, deshacemos el recorrido anterior hasta el pueblo de Algorfa. En el semáforo que hay al final de la bajada giramos a la izquierda en dirección a Benejúzar desde donde nos dirigimos hacia la Ermita del pueblo. A su izquierda se encuentra el anticlinal objeto de esta parada. La tercera parada consta de tres puntos de observación, los cuales se encuentran a 400, 800 y 1500 m respectivamente en dirección Este desde el punto inicial de la segunda parada. Para acceder a la cuarta parada se debe tomar de nuevo el autobús y pasar por detrás de la Ermita. Se deja atrás el polideportivo hasta llegar al nuevo IES, donde tomaremos a la izquier2
Figura 2. Croquis de las paradas. da hasta llegar a la depuradora y al vertedero (parada BUS). Desde aquí, siguiendo el camino, a 800 m y a la izquierda, se encuentran varios afloramientos de yeso.
II. INTRODUCCIÓN GENERAL A LA GEOLOGÍA DEL ITINERARIO La Sierra de Benejúzar constituye el límite Sur de la cuenca del Bajo Segura. Esta cuenca, que se localiza en la Cordillera Bética oriental, está sometida actualmente a esfuerzos compresivos NNW-SSE (Alfaro et al., 1999) que han plegado considerablemente la cobertera sedimentaria neógeno-cuaternaria (figura 3). El empuje de la placa africana sobre la euroasiática, responsable de la actividad sísmica de la zona, ha ido conformando estas estructuras. Desde el punto de vista geomorfológico el relieve de la región es concordante con las estructuras geológicas, es decir, los anticlinales coinciden con relieves positivos mientras que los sinclinales corresponden a depresiones. Los estudios neotectónicos realizados en la cuenca del Bajo Segura y sectores adyacentes citan como fallas más activas la falla del Bajo Segura, la de Crevillente y la de San Miguel de Salinas (figura 3). La falla del Bajo Segura (FBS) es la que lleva asociada una mayor deformación de los sedimentos más recientes. Se trata de una falla inversa ciega que buza hacia el Sur y que se manifiesta en superficie por varios anticlinales asimétricos, de rocas neógeno-cuaternarias, de dirección aproximada E-W (Alfaro et al., 2002). Entre los pliegues destacan el de Guardamar, Lomas de La Juliana, Benejúzar y el de Hurchillo, todos en la margen derecha del río Segura. Se puede constatar que la intensidad del plega3
miento disminuye hacia el Este, siendo el pliegue más apretado el de Hurchillo cuyos estratos llegan a ser verticales en el flanco septentrional (figura 4). Estos pliegues, junto con las pequeñas sierras del Sur de Murcia, son los responsables del cambio brusco de dirección del río Segura.
Figura 3. Mapa geológico general. A ambos lados de los anticlinales existen dos sinclinales que coinciden con la llanura aluvial del río Segura al N y con las lagunas de Torrevieja-La Mata al S. De los dos sinclinales, el del río Segura es el más subsidente. La FBS, aunque presenta una actividad sísmica moderada, es de las más importantes de la Península Ibérica, siendo la responsable de la mayoría de los terremotos históricos de la zona. A pesar de la baja sismicidad, hay que destacar algunos terremotos catastróficos como el de Torrevieja de 21 de Marzo de 1829, el cual destruyó la población y causó serios daños y víctimas en la cuenca del Bajo Segura (Intensidad =X y magnitud = 6.3-6.9). Según Larramendi, fueron 389 las víctimas, 2965 las casas destruidas totalmente y 2396 las casas parcialmente dañadas. Considerando los mapas isosísmicos de este terremoto y el buzamiento hacia el Sur de la FBS, es muy probable que sea esta falla la responsable del mismo (Canales, 1999; Rodríguez de la Torre, 1984; Badal, 2001). Además de este terremoto, ha habido otros con una intensidad en el epicentro de VII y VIII (MSK), localizados también probablemente sobre la FBS: el de Guardamar en 1523 y el de Rojales en 1726 (Canales, 1999; Badal, 2001). 4
La sismicidad registrada en el siglo XX se caracteriza por tener baja magnitud y sólo unos pocos sismos sobrepasan la magnitud 3.5. Podemos destacar entre éstos el de Jacarilla-Benejúzar de 1919, con una magnitud de 5.2, seguido por réplicas, una de las cuales alcanzó una magnitud de 5.1, o los recientes de Junio de 2003 (Torrevieja-San Miguel de Salinas), de magnitud en torno a 4.
Figura 4. Esquema de los pliegues y fallas de las sierras de Hurchillo, Benejúzar y Guardamar (modificado de Alfaro et al., 2002).
Figura 5. Serie estratigráfica. 5
Los materiales que conforman la sierra son terciarios (neógenos) y cuaternarios (figura 5). El Mioceno es fundamentalmente margoso intercalando niveles de yesos, areniscas y calcarenitas. El Plioceno que aflora sobre todo en la margen derecha del río Segura está constituido por dos tramos, ambos marinos: uno detrítico basal de calcarenitas y areniscas y sobre él, otro arcilloso. El Cuaternario de origen aluvial está constituido por gravas, arenas y margas con una distribución heterogénea tanto en vertical como en horizontal (Montenat, 1990). Evolución de la cuenca del Bajo Segura Durante el Plioceno Inferior, un mar poco profundo abierto hacia el SE ocupaba todo este sector, mientras en la plataforma somera se depositaban calcarenitas fosilíferas amarillentas (figura 6).
Figura 6. Evolución paleogeográfica (modificado de Goy et al., 1990). 6
En el Plioceno Superior el mar comienza a retirarse (regresión) hacia el SE, debido a la elevación de la Sierra de Crevillente y Macizo del Segura, quedando el interior como una zona de lagoon aislada del mar mediante un conjunto de islas barrera. En este momento la línea de costa se sitúa próxima a la actual, aunque con distinta morfología. La elevación de los relieves genera la formación de abanicos aluviales en los bordes. Durante el Cuaternario continúa la subsidencia de la cuenca del Bajo Segura y este río aporta gran cantidad de materiales clásticos, procedentes de los relieves Béticos, constituyendo los llamados conglomerados del Segura. De esta forma podemos constatar la gradación entre materiales eminentemente marinos (de plataforma) y continentales, pasando por episodios intermedios con el predominio de uno u otro medio en función de su posición respecto a la línea de costa (Goy et al., 1990).
III. OBJETIVOS GENERALES DEL ITINERARIO • • • • • • • •
Reconocer estructuras geológicas sencillas: pliegues, fallas etc., así como sus principales elementos. Valorar la importancia de la geología en el desarrollo de la actividad humana (explotación de canteras, ubicación de vertederos, etc.). Comprender algunos principios básicos de la estratigrafía: superposición, horizontalidad. Identificar diferentes litologías sedimentarias: arcillas, areniscas, margas, etc. Reconocer diferentes estructuras sedimentarias: estratificaciones cruzadas, laminaciones, rizaduras o ripples, etc. Reconocer aspectos fundamentales de la geología de la región y comprender su evolución. Razonar cómo se originaron los pliegues de la zona. Aprender a utilizar determinadas técnicas para obtener datos de campo: mapas, brújula, clinómetro, GPS, toma de muestras, etc.
IV. TRABAJO PREVIO CON LOS ALUMNOS Puede resultar conveniente como trabajo previo realizar una serie de actividades entre las que podemos citar: (A) Aprender a medir la dirección y el buzamiento de un plano con la ayuda de la brújula y del clinómetro. (B) Comprender y diferenciar términos como: anticlinal-sinclinal, antiforme-sinforme, fractura y falla, cierre periclinal, falla ciega, etc. (C) Buscar información y explicar cómo se obtiene el yeso empleado en la construcción. (D) Diferenciar las partes de un pliegue: superficie axial, eje, flanco, charnela, núcleo, cierre, etc. (E) Diferenciar las distintas partes de una falla: bloques, plano, salto de falla, etc. (F) Reconocer distintos tipos de rocas, especialmente las sedimentarias y aprender a distinguir diferentes estructuras. (G) Estudiar la génesis de dunas y rizaduras (ripples). (H) Aprender a realizar perfiles topográficos y cortes geológicos sencillos. (I) Buscar información sobre el término “tierra glea” y sus usos tradicionales. (J) Comparar diferentes tipos de fracturas (fallas y diaclasas) mediante dibujos y esquemas. (K) Analizar los distintos tipos de suelos en función de la litología y estudiar la idoneidad de los mismos dependiendo del uso. 7
(L) Buscar bibliografía de la sismicidad de la zona y de los terremotos acaecidos a lo largo de la historia reciente. (M)Estudiar la formación de las rocas evaporíticas y distinguir los procesos de cristalización y precipitación de sales y yesos.
V. DESCRIPCIÓN DE LAS PARADAS PARADA 1. PANORÁMICA DEL ANTICLINAL DE BENEJÚZAR Localización Aproximadamente en el km 6 de la CV-935 que comunica Algorfa con Los Montesinos, se encuentra una rotonda en la que se debe tomar, a la derecha, el desvío hacia el Campo de Golf “La Finca”; se sube la cuesta y se atraviesa la urbanización. Al llegar al cambio de rasante y a unos 100 m de éste hay un cruce amplio de calles donde se puede dejar el autobús y realizar la parada. Coordenadas: N 38º 03’ 35,6” y W 0º 47’ 1,5”. Descripción geológica En esta parada se puede observar una panorámica general de la Sierra de Benejúzar que presenta una estructura antiforme, correspondiéndose con un anticlinal asimétrico de dirección E-W, producido por la actividad de la FBS. A la derecha, en el flanco septentrional, las
Figura 7. Panorámica general del pliegue anticlinal que forma la Sierra de Benejúzar en donde se puede apreciar el diferente buzamiento de sus flancos N y S. 8
rocas del Plioceno y Cuaternario presentan buzamientos mucho mayores (hasta 35-40º) que en el flanco meridional (donde no se superan los 15º) (figura 7). Por otra parte, a partir de datos geológicos superficiales y de los perfiles sísmicos realizados en la zona, se deduce que estos pliegues comenzaron a formarse en el Plioceno y siguen siendo
Figura 8. Evolución de la falla ciega y génesis de la Sierra de Benejúzar. activos en la actualidad (figura 8). Datos muy precisos y recientes confirman que se trata de una zona activa hoy en día, con una velocidad de levantamiento del orden de 0,1-0,2 mm anuales (Alfaro et al. 2001 y 2002). Desde este punto también se observan dos relieves aislados de gran envergadura que emergen en el extremo occidental de la cuenca (Sierras de Orihuela y Callosa) a nuestra derecha. Estas dos sierras constituyen los macizos montañosos de las Zonas Internas que ocupan una posición más oriental dentro de la Cordillera Bética. Las sierras están formadas por materiales carbonatados de edad triásica, pertenecientes al complejo alpujárride y forman el sustrato de la zona; localizado a 1500 m de profundidad en un sondeo petrolífero realizado en la Sierra de Benejúzar (Montenat et al., 1990). Objetivos específicos • • •
Reconocer la morfología antiforme de la sierra. Observar que la topografía se corresponde con la estructura geológica. Relacionar el origen de esta sierra con la tectónica de la zona.
Recomendaciones didácticas A. Observar la dirección aproximada del plegamiento de estos relieves (Moncayo, La Atalaya, Benejúzar, Hurchillo etc.) y relacionarla con el cambio brusco de dirección que experimenta el río Segura (predominante NW-SE en su recorrido por la provincia de Murcia, pero que al llegar a la capital y encontrarse con los relieves de dichas sierras, cambia bruscamente hasta su desembocadura). B. Se debe insistir en el principio de horizontalidad de los estratos y la actuación de procesos tectónicos posteriores para explicar la disposición actual de las capas. C. Es aconsejable llevar un mapa topográfico regional de Murcia y Alicante.
9
Actividades 1. Observa el pliegue de la Sª de Benejúzar. Desde un punto de vista geométrico ¿Qué tipo de pliegue es? Un antiforme. La serie es normal (no está invertida) ¿De qué tipo de pliegue se trata? De un anticlinal. El relieve coincide con la estructura geológica ¿Crees que es un relieve antiguo o joven? Razona la respuesta. Es un relieve joven. Si fuese antiguo, la erosión habría hecho que no existiese esta coincidencia.
PARADA 2. ANTICLINAL DEL PILAR (ANTICLINAL DE BENEJÚZAR) Localización Desde el centro de Benejúzar tomamos la calle Concordia que conduce hasta la Ermita del pueblo, situada a 2.5 km al Sur. Inmediatamente antes de llegar a la Ermita se toma el camino a la izquierda. A unos 200 m se gira nuevamente a la izquierda y a 500 m de este último cruce se encuentra la parada, frente a unos eucaliptos que hay a la derecha (ver figura 2). En esta parada se realizan observaciones en cinco puntos: 2a, 2b, 2c, 2d y 2e (figura 9). El nivel de dificultad de esta parada es medio y se recomienda que los alumnos lleven un calzado adecuado. Descripción geológica El recorrido comienza andando por el camino unos 30-50 m hasta el primer puente de la rambla, por donde cruzaremos para comenzar el ascenso por la margen izquierda del cerro hasta llegar al primer pino (punto 2a). Aquí podremos observar una magnífica panorámica de un pliegue: antiforme, porque la superficie es convexa hacia arriba, anticlinal, porque en el núcleo se sitúan los materiales más antiguos, recto, porque su superficie axial es vertical, y simétrico, porque los dos flancos buzan aproximadamente igual (figura 9). Este pliegue de escala hectométrica, conocido como anticlinal del Pilar, está situado en el flanco septentrional del anticlinal de Benejúzar (ver parada 1). Los niveles guía que nos sirven para identificar el pliegue son areniscas y calcarenitas de edad Mioceno Superior. Las rocas de edad Plioceno y Cuaternario, aunque no se observan en esta panorámica, también están plegadas, con buzamientos hacia la cuenca, conformando el flanco S de la depresión o Vega del Segura. Esta depresión ha sido rellenada por materiales muy recientes que presentan una disposición discordante frente a los anteriores. Seguimos ascendiendo hasta encontrar el segundo pino y a unos 2 m a su izquierda se encuentra el punto 2b. En él, se observan unos bancos en los que se puede apreciar laminación horizontal, laminación cruzada y bimodal o “herring bone” (raspa de arenque) (figura10 A). Estas estructuras sedimentarias se encuentran en las areniscas y calcarenitas plegadas de edad Mioceno Superior. Para explicar la formación de estructuras sedimentarias como la laminación cruzada (una disposición de láminas de sedimentación formando cierto ángulo con el techo y muro o superficies de estratificación, habitualmente producida por la migración de ripples de 10
Figura 9. Foto, croquis y coordenadas de los puntos de observación de la parada 2.
Figura 10. (A) Laminaciones cruzadas en areniscas (punto 2b). (B) Rizaduras o ripples (punto 2c). 11
corrientes u oleaje y dunas), y la laminación bimodal (laminación cruzada en dos direcciones o sentidos diferentes dentro de un mismo banco o set), podemos situarnos en ambientes marinos sumergidos o no (dunas, lecho arenoso costero, rizaduras, etc.). Una de las posibles causas de la aparición de laminación bimodal es reflejo de la comunicación del lagoon y el mar, puesto que se suele dar en los canales de comunicación donde las corrientes cambian de sentido varias veces al día. Si regresamos al punto inicial de la parada encontraremos a la derecha del pliegue, sobre su flanco N, un estrato que presenta ondulaciones a techo (punto 2c). Se trata de rizaduras o ripples de origen marino formadas cerca de la costa (figura 10 B). Para acceder al siguiente punto de observación, tomaremos de nuevo el camino hasta llegar a la segunda presa de la rambla en donde subiremos por la vereda de la derecha. Siguiendo este sendero llegaremos a un collado en donde podremos observar y medir las direcciones y buzamientos del flanco S del pliegue (punto 2d).
Figura 11. Cierre periclinal del pliegue y esquema del mismo (modificado de Hobbs et al., 1981). Desde este collado podemos seguir subiendo hasta la charnela del pliegue en donde en dirección hacia la Ermita sale un camino hacia la misma que nos permite apreciar el cierre periclinal del pliegue, correspondiente al punto 2e (figura 11). Objetivos específicos • • 12
Aprender a reconocer algunas rocas sedimentarias como las areniscas y las margas. Reconocer las distintas partes de un pliegue (punto 2a).
• • • •
Observar la estratificación de ambos tipos de roca (punto 2b). Identificar las distintas estructuras sedimentarias (punto 2c). Medir la dirección y buzamiento de estratos y flancos del pliegue (collado) (punto 2d). Reconocer el cierre periclinal de un pliegue (punto 2e).
Recomendaciones didácticas A. Relacionar este plegamiento con la existencia de la falla ciega del Bajo Segura y las distintas estructuras anticlinales de los relieves circundantes. B. Debido a la situación privilegiada de este punto, desde donde se observa la Ermita y las Sierras de Callosa-Orihuela, además de diferentes poblaciones, podemos iniciar a los alumnos en las prácticas de localización en un mapa (método de triangulación). C. En el caso del punto 2e podremos describir las distintas partes de un pliegue y aprovechar para explicarle a los alumnos el cierre periclinal del mismo. D. Podemos aprovechar la situación para plantear un hipotético viaje hacia el pasado y preguntar a los alumnos si este lugar donde nos encontramos podría ser considerado una zona de fondo marino en el contexto de una plataforma somera, con profundidad inferior a 50-100 m.
Actividades Punto 2a 2. Observa el anticlinal. Haz un dibujo del mismo y señala en él los siguientes elementos: flancos, superficie axial, núcleo del pliegue y charnela (figura 12).
Figura 12. Esquema del pliegue. 3. ¿Cómo crees que estas rocas tan resistentes, estando en superficie, han podido plegarse? Por la actuación de esfuerzos unidireccionales permanentes actuando durante mucho tiempo (millones de años).
13
Punto 2b 4. Desde aquí se puede observar una magnífica panorámica de la Vega Baja del Segura. Según los sondeos, los primeros 30 metros de sedimentos se han depositado en los últimos 10.000 años (Holoceno). Si la tasa de sedimentación fuese constante, ¿cuánto se habría depositado durante el Cuaternario? Si en 10.000 años se han depositado 30 m en 1.8 M.a. se habrían depositado 5400 m. Sin embargo, en la Cuenca del Bajo Segura el Cuaternario sólo tiene algo más de 100 m de espesor ¿Qué crees que ha podido ocurrir? Las tasas han podido variar durante el Cuaternario y, además, durante los descensos del nivel del mar (asociados a las glaciaciones) se pudieron erosionar, en mayor o menor grado, los depósitos previos. Punto 2c 5. Observa las rizaduras (ripples) que presenta el techo del estrato. ¿Qué tipo de roca es? Areniscas. ¿En qué ambiente crees que se produjeron? En un ambiente marino litoral. ¿Qué dirección y buzamiento presenta el estrato en cuyo techo aparecen las rizaduras o ripples? Respuesta abierta, pues depende del punto donde se realice la medida. Punto 2d 6. Si nos situamos en el collado, observamos estratos a nuestra izquierda y derecha que no presentan el mismo buzamiento. Realiza varias medidas de la dirección y buzamiento de los estratos que se encuentran a ambos lados del collado. Respuesta abierta, pues depende del punto donde se realice la medida. ¿Qué tipo de estructura deduces de los datos obtenidos? Que se trata de un sinclinal.
PARADA 3. ZONA DE MARGAS (“TIERRA GLEA”) Localización A 400, 800 y 1500 m respectivamente de la parada del autobús y en dirección E, podemos observar cárcavas sobre terrenos margosos, llamados en la zona “ tierra glea o gleba” (del latín gleba: terrón que se levanta con el arado, tierra de labor), la formación de grietas de desecación en materiales arcillosos, una falla de dirección y la disposición de los conglomerados (similares a los de Hurchillo). Al igual que en la parada anterior, en ésta se realizan observaciones en tres puntos diferentes: 3a (zona de margas con surcos, grietas de desecación y falla de dirección), 3b (paso de materiales marinos a continentales en la curva de la balsa) y 3c (conglomerados). Ver figuras 13 y 14. La dificultad de esta parada es baja. 14
Figura 13. Croquis de los puntos de observación de la parada 3. Descripción geológica En esta parada, en la que se observa una ladera formada fundamentalmente por margas, se pueden realizar varias observaciones geomorfológicas como la formación de pequeños surcos o regueros que las aguas de escorrentía y arroyada hacen en la superficie de terrenos blandos, inclinados y desprotegidos de vegetación, junto con otros de una mayor profundidad (cárcavas), que ofrecen la imagen del paisaje de erosión conocido como “bad-lands“, (malas tierras) o las grietas de desecación sobre materiales margosos. Aquí mismo podremos observar la existencia de una pequeña falla de dirección en cuyo plano se aprecian estrías y cantos rotos en su plano, como evidencia de su existencia (punto 3a). En el punto 3b se observa la estratigrafía de los materiales, su disposición geométrica (discordantes) y el tránsito de materiales marinos a continentales.
Figura 14. Cárcavas sobre margas, grietas de desecación y falla de dirección. 15
Figura 15. Gradación de materiales (punto 3b) y conglomerados (punto 3c). Para terminar esta parada, en el punto 3c se observan los conglomerados continentales y su relación con los materiales de la cuenca del Segura (figura 15). Objetivos específicos • • • • •
Observar el plano de la falla de dirección y los distintos criterios utilizados para reconocerla. Comprender la importancia que tiene la litología en la erosión diferencial de los materiales. Explicar la formación de cárcavas y grietas de desecación en los materiales arcillosos finos. Identificar los elementos de una falla. Reconocer la disposición que presentan los materiales y la relación que existe entre unos y otros (discordancias).
Recomendaciones didácticas A. Aquí podemos aprovechar la existencia de un vertedero incontrolado y hacer una reflexión con los alumnos sobre el tema: idoneidad de los suelos, mapas de orientación e impactos medioambientales (visuales, etc.). B. Las margas denominadas “tierra glea” nos pueden servir para conocer las aplicaciones que desde antaño han tenido en esta zona como aditivo en jabones, tratado de la piel, etc. C. En épocas de lluvia se podrá observar el lavado de las laderas y el depósito de los materiales arcillosos en las zonas bajas y posteriormente la formación de grietas de desecación sobre ellas. D. La observación en detalle de los microfósiles que contienen nos permite reconocer el tránsito de los materiales marinos a continentales. Aquí podemos aprovechar para explicar a los alumnos las distintas técnicas de trabajo y realización de dataciones (recogida de muestras, tamizado, levigados y clasificación de foraminíferos y otros microfósiles). E. La serie estratigráfica nos permite también reconocer la existencia de diversas discordancias. F. En este punto conviene establecer la relación con el resto de los lugares visitados y preguntarnos sobre el origen de cada uno de ellos. 16
Actividades Punto 3a 7. En este punto se puede observar la formación de surcos o regueros en materiales margosos “tierra glea” y la formación de grietas de desecación en materiales arcillosos. ¿Por qué se producen estas grietas? En épocas de lluvias los materiales arcillosos son arrastrados y depositados por el agua en las zonas bajas. Al secarse se produce la retracción de estos materiales por pérdida de agua. Punto 3c 8. Observa ahora los bancos de conglomerados. ¿Cómo es la granulometría de sus cantos? Heterométrica con gran diferencia de tamaños entre las partículas que los forman. ¿Qué grado de esfericidad y redondez presentan? Tanto el grado de esfericidad (parecido al de una esfera), como el de redondez (ausencia de aristas y ángulos) son altos, lo que pone de manifiesto un largo y/o enérgico transporte.
PARADA 4. YESOS Y VERTEDERO Localización A 1700 m de la parada anterior, y después de pasar por detrás de la Ermita y girar a mano izquierda por la esquina del nuevo IES, se llega a la puerta del vertedero, donde deberá aparcar el autobús. (Ver el croquis de la figura 2). Coordenadas: N 38º 3´ 39,9” y W 0º 49´ 54,5”. Frente a la parada del autobús se encuentra un antiguo vertedero ya colmatado y sellado por lo que se puede aprovechar la ocasión para tratar diferentes aspectos sobre este punto. A 800 m de la parada se encuentra el afloramiento de yesos, si bien, se pueden observar en otros puntos de la zona (basurero, campo de tiro, barranco del vertedero, etc.). Coordenadas del afloramiento de yesos: N 38º 03´ 11,3” y W 0º 49´ 42,1“. La dificultad de esta parada es mínima debido a la existencia de un camino asfaltado en casi la totalidad del recorrido. Descripción geológica Al S de Benejúzar aparecen formaciones miocénicas formadas por margas grises con niveles de yesos que pueden alcanzar entre 3 y 10 m de potencia. El yeso es una roca sedimentaria evaporítica, cuyo origen es la evaporación. Su formación se produce en zonas someras de poca profundidad, con aguas sobresaturadas y ricas en sales, con un clima árido y de una intensa insolación y evaporación. Los cristales de yeso aparecen maclados y se disponen formando ángulos en una disposición que se conoce como puntas de 17
flecha (por su parecido con éstas). Muchos bancos de yesos presentan una estructura arborescente (ver figura 16). Es posible encontrar afloramientos de yesos en otros lugares cercanos de la comarca, como San Miguel de Salinas y Algorfa, en donde existen algunas canteras de yeso abandonadas.
Figura 16. Yesos arborescentes. Objetivos específicos •
Reconocer rocas evaporíticas (yesos).
Recomendaciones didácticas A. En este apartado convendría ampliar el conocimiento que los alumnos puedan tener sobre el yeso, haciéndoles ver su importancia como materia prima en la construcción. También podemos aprovechar para darles a conocer algunos términos empleados comúnmente: Yeso cocido (natural, deshidratado por cocción o calcinación, y molido); yeso de construcción o de mortero (natural, calcinado a 500ºC, que se emplea en pavimentos morteros etc.); yeso de estuco (cocido, para modelos); yeso vivo (fino, para moldes, esculturas, etc.). B. Se podría indicar a los alumnos que estos yesos, al igual que los que se encuentran en San Miguel de Salinas, han sido explotados económicamente hasta hace muy pocos años y sus canteras han sido reutilizadas como vertederos de estériles y basureros tradicionales. C. Hacer ver a los alumnos la importancia que han tenido los yesos a lo largo de la historia como materiales de construcción, sus formas de extracción y tratamiento, así como sus diferentes usos. D. Relacionar los materiales evaporíticos con los procesos de formación de sal y yeso (en menor cantidad) en unas salinas como las de Torrevieja y explicar su génesis. Actividades 9. ¿Cómo podrías distinguir en el campo entre el yeso, la calcita y el cuarzo? El yeso se raya con la uña y no produce efervescencia con ácido clorhídrico. La calcita no se raya con la uña, si con metal, y a su vez no raya al vidrio. Produce efervescencia con ácido clorhídrico. 18
El cuarzo no se raya con metal y raya al vidrio. No produce efervescencia con ácido clorhídrico. 10. Como se puede observar muy cerca de aquí, las zonas de materiales margosos y de yesos se suelen elegir como lugares para la ubicación de vertederos. ¿Qué características los hacen idóneos para este uso? Suelen ser zonas impermeables debido a la presencia de margas. Son zonas inadecuadas para otros usos (agrícola, construcción etc.). Con frecuencia han sido explotadas en el pasado y abandonadas recientemente, con lo que son zonas ideales o muy aptas para ser rellenadas por residuos.
VI. BIBLIOGRAFÍA Alfaro, P., Andreu, J.M., Delgado, J., Estévez, A., Soria, J.M. y Teixidó, T. (2002). Quaternary deformation of the Bajo Segura blind fault (eastern Betic Cordillera, Spain) revealed by high-resolution reflection profiling. Geological Magazine, 139, (3), 331-341. Alfaro, P., Delgado, J., Estévez, A., Soria, J.M. y Yébenes, A. (2002). Onshore and offshore compressional tectonics in the eastern Betic Cordillera (SE Spain). Marine Geology, 186, 337349. Alfaro, P., Delgado, J., Estévez, A. y López Casado, C. (2001). Paleoliquefaction in the Bajo Segura basin (eastern Betic Cordillera). Acta Geológica Hispánica, v. 36 (3-4), p. 233-244. Badal, J. I. (2001). Terremotos. Actividad sísmica en la comarca del Bajo Segura. ALQUIBLA, Revista de Investigación del Bajo Segura, nº 7, p. 489-513. Canales, G. (1999). La catástrofe sísmica de 1829 y sus repercusiones. Excmo. Ayuntamiento de Almoradí, Excma. Diputación Provincial de Alicante y Universidad de Alicante. Cartografía Oficial de la Comunidad Valenciana 1:10.000. CD nº 3. Instituto Cartográfico Valenciano, (2000). Corrales, I., Rosell, J., Sánchez, L., Vera, Juan A., Vilas, L. (1977). Estratigrafía. Editorial Rueda. Goy, J.L., Zazo, C., Somoza, L. y Dabrio, C.J. (1990). Evolución paleogeográfica de la depresión de Elche-Cuenca del Bajo Segura (España) durante el Pleistoceno. Estudios geológicos, 46: 237-244. Hobbs, Bruce E., Means, Wintrhop D.,Willians, Paul F., (1981). Geología Estructural. Ed. Omega. Mapa Topográfico Nacional de España 1:50.000. Hoja nº 914 (Guardamar del Segura). MOPT y IGN, Madrid. Montenat, C. (1990). Les bassins néogènes du domaine Bétique Oriental (Espagne). Tectonique et sédimentation dans un couloir de decrochement. Documents et Travaux, Institut Géologique Albert-de-Lapparent (IGAL), nº 12-13, p. 313-368. Rodríguez de la Torre, F. (1984). Los terremotos alicantinos de 1829. Instituto de Estudios Alicantinos, Excma. Diputación Provincial de Alicante, nº 100.
19