SON LOS DESASTRES NATURALES?

¿SON LOS DESASTRES NATURALES? En los capítulos precedentes hemos asistido al hecho extraordinario de la formación de la Tierra, al establecimiento de

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Neutralizar los desastres. Reduzcamos los riesgos: las calamidades no son naturales
Neutralizar los desastres Reduzcamos los riesgos: las calamidades no son naturales © Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la

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¿SON LOS DESASTRES NATURALES? En los capítulos precedentes hemos asistido al hecho extraordinario de la formación de la Tierra, al establecimiento de la vida en el planeta y al desarrollo de la humanidad. Sin embargo, también ha quedado claro que el desarrollo de la cultura y la tecnología, como rasgos característicos de la humanidad, ha llevado a algunos excesos que han afectado la vida en toda su amplitud de formas: terrestres, acuáticas, oceánicas y aéreas. El estudio de la relación de los seres vivos con su hábitat, ha puesto en claro los resultados negativos de la relación sociedad ambiente y ha llamado la atención sobre las consecuencias de tales excesos. El sentido común ha respondido a esas denuncias y le ha recordado a la humanidad que es una especie más en peligro, de las que forman el reino de los seres vivos. Así, ha comenzado a establecerse una relación más natural entre la sociedad y el ambiente, de la que naturalmente saldrán beneficiados ambos y las generaciones futuras.

UNA ESPECIE EN CONTINUA EXPANSiÓN A medida que el ser humano ha ido abarcando los espacios terrestres disponibles, como producto de una expansión incesante, los sitios que antes parecían hostiles se hacen habitables, como respuesta al cambio cultural y tecnológico que reduce los límites impuestos por la naturaleza. De esta manera, las antiguas civilizaciones de griegos y romanos fueron capaces de construir puentes para salvar abismos y valles fluviales, diseñar acueductos para llevar las aguas a poblaciones distantes y navíos para abandonar sus territorios y lanzarse a la conquista de los mares y los territorios situados más allá de sus fronteras. Veinte siglos después, rusos y norteamericanos viajan juntos al espacio y realizan experimentos destinados a llevar la vida y los humanos fuera de los límites de la Tierra

Por ejemplo, cultivan alimentos mediante la práctica de la agricultura hidropónica, en la cual la tierra es sustituida por una mezcla de agua con nutrientes minerales que permiten, conjuntamente con la energía solar, la transformación de esas sustancias químicas en nutrientes para vegetales producidos en el espacio. Ese salto en los sistemas de vida del hombre, parece mostrarnos que el límite de las posibilidades en el desarrollo de la humanidad es tan distante como su imaginación e inteligencia lo permitan. Aún se ignoran muchos aspectos de nuestro planeta como los fondos oceánicos. En el futuro, esas áreas podrían ser el destino de la expansión humana.

INNOVACIONES Y DESARROLLO La exploración es una fuente inagotable de descubrimientos y nuevas fronteras para el conocimiento y la aventura; es quizás la llave que abrirá a la humanidad un porvenir mejor. Pero la bondad de las innovaciones no se distribuye inmediatamente y a todos: lo cierto es que no toda ella participa de esos adelantos, aunque se maraville con ellos.La humanidad no crece y se desarrolla al mismo ritmo, los recursos económicos y las ventajas de disponer de una tecnología apropiada, no están igualmente disponibles para todos. Eso también ha quedado demostrado en los capítulos anteriores. De esta manera, muchos hombres y mujeres enfrentan el reto de existir en condiciones precarias. A medida que faltan o

son escasos recursos como el agua, los bosques, suelos para la agricultura, educación y medios de producción, la relación sociedad ambiente se orienta hacia el sacrificio de la naturaleza y hacia el empobrecimiento de las comunidades.

FENÓMENOS NATURALES Y DESASTRES NATURALES Benévola y a menudo pasiva, la naturaleza nos recuerda que, conjuntamente con su inagotable fuerza creadora, existen en ella fuentes de energía y procesos de extraordinaria magnitud, como terremotos, maremotos y erupciones volcánicas. La activación de esos eventos supera cualquier condición socioeconómica humana, sometiéndonos a sus imperativos. Esos son fenómenos normales pero, en presencia de comunidades humanas, se convierten en desastres o catástrofes, cuando afectan en alguna proporción la vida social. Diferentes factores convierten a los eventos naturales en amenazas, fenómenos como las erupciones volcánicas, las nubes ardientes, los flujos de lava, los terremotos, tsunamis, inundaciones, avalanchas, deslizamientos, sequías, tormentas, huracanes, tornados, rayos, plagas, pestes, no representan ningún peligro cuando afectan áreas despobladas. Es la presencia de seres humanos lo que convierte a cualquiera de ellos en amenaza y si se afecta severamente a las poblaciones, en desastre o catástrofe.

LAS REACCiÓN MUNDIAL ANTE LOS DESASTRES NATURALES La prevención de los desastres y el control de las amenazas ha llevado a la humanidad a tomar acuerdos globales; de este modo, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró la década de los noventas como el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales. Asimismo, la Conferencia Mundial sobre la reducción de los Desastres Naturales, celebrada en Japón, en 1994, examinó la situación de los desastres naturales y consideró que estos se siguen produciendo y su magnitud va en aumento. El examen de la situación mundial con respecto a los desastres naturales, se fundamenta en las consideraciones siguientes contenidas en el informe de dicha Conferencia, ampliadas con información y datos de otras fuentes. Las razones para que ese incremento se produzca no tienen necesariamente que ver con cambios en el comportamiento de los fenómenos naturales: sino muchas veces estos se convierten en amenazas naturales debido al aumento de la población mundial, que ocupa sitios vulnerables. Son cada vez más numerosas las poblaciones que ocupan las tierras a orillas de los ríos, en las laderas de los volcanes activos, en la franja costera y en tierras montañosas, condiciones que favorecen los desastres como inundaciones, erupciones volcánicas, deslizamientos, huracanes y tsunamis. Los fenómenos naturales que causan desastres, en la mayor parte no son controlables y la vulnerabilidad resulta generalmente de la actividad humana. La necesidad de reducir las pérdidas humanas y económicas sugiere una mayor consideración a la experiencia lograda a través de su historia por muchos pueblos de la tierra, que se han adaptado de modo adecuado a amenazas, reduciendo su vulnerabilidad ante las mismas. Ha sido una práctica común entre nuestros aborígenes construir las viviendas sobre pilotes y alejadas de los lechos fluviales. En muchas culturas la consideración de los volcanes como sitios sagrados posiblemente era una forma de cuidarse de la

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parte perjudicial de su actividad, Por ejemplo, nuestros indígenas consideraban al volcán Arenal un lugar sagrado, de ahí el nombre de Volcánde Fuego que le pusieron.

La Conferencia Mundial ha considerado que los pequeños estados insulares en desarrollo y los países en desarrollo sin litoral son los más vulnerables, ya que son los que cuentan con menos medios para mitigar los desastres. Fenómenos como la desertificación,la sequía y otros son a los que se encuentran expuestos, sin embargo no cuentan con los recursos económicos que les ayuden para mitigar los efectos de los desastres naturales. En todos los países, los grupos más pobres son los que más sufren a causa de los desastres naturales y son los que menos cuentan con medios para hacerles

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frente. De hecho, los desastres incrementan los problemas sociales, económicos, culturales y políticos en las zonas urbanas y rurales. Las grandes concentraciones urbanas son particularmente frágiles, debido a su complejidad y a la acumulación de población e infraestructura en zonas reducidas. Las concentraciones urbanas en los países en desarrollo, han dado lugar a los fenómenos de migración del campo a las ciudades, debido a la concentración de servicios y un mayor número de oportunidades, sobre todo para las personas jóvenes y para los campesinos sin tierra. Como resultado de este proceso, han surgido los tugurios, áreas de viviendas improvisadas e inseguras situadas en terrenos poco aptos para la construcción. Estos terrenos marginales son con frecuencia afectados por derrumbes, deslizamientos, e inundaciones, cuando las construcciones avanzan hacia el lecho de los ríos.

¿QUÉ HACER PARA MITIGAR LOS DESASTRES NATURALES? Algunas modalidades económicas de consumo y producción, como por ejemplo la extracción de materiales de un tajo, tienen el potencial de aumentar la vulnerabilidad a los desastres naturales, especialmente de los grupos pobres que se asientan en las cercanías y que presentan una situación social desventajosa. En cambio, si se planifica y administra de manera que se mejoren las condiciones sociales y económicas de los grupos y las comunidades afectados, se puede contribuir a reducir esa vulnerabilidad. Resulta evidente que el aspecto más importante en el combate de los desastres naturales es la vulnerabilidad, o sea la exposición ante el peligro, una condición que resulta más grave en grupos desposeídos que ocupan sitios frágiles, y que tienen poca capacidad de respuesta ante la amenaza natural. Frente a esta realidad, tan frecuente en nuestros países, se hace necesaria la práctica de un verdadero desarrollo sostenible, tal y como la han propuesto los presidentes de la región centroamericana en la Declaración de la Alianza para el Desarrollo Sostenible de la América Central, firmada en el año 1994. La Conferencia Mundial sobre Desastres Naturales estableció también que los países en desarrollo deberían tener la posibilidad de recuperar, aplicar y compartir métodos tradicionales para reducir los efectos de los desastres naturales, complementados y reforzados con el acceso a los conocimientos científicos y técnicos modernos. No obstante, es necesario estudiar los conocimientos y técnicas existentes, y tratar de que se mejoren, se puedan desarrollar y que su aplicación sea lo más efectiva posible.

LA EXPERIENCIA ACUMULADA Y LAS RECIENTES TECNOLOGíAS Lo que pregona esta estrategia no es ni más menos que el reconocimiento a la experiencia acumulada en la memo-

ria colectiva de la humanidad para mitigar las consecuencias de los desastres naturales. Ese saber reaccionar debe ser robustecido con los aportes tecnológicos más recientes. El uso de imágenes satélite, ayudan en la predicción de los procesos atmosféricos y oceánicos, y son una herramienta muy buena en la prevención y alerta de los desastres naturales, y resultan muy útiles en la evaluación de los daños y en la respuesta con respecto a los mismos. En Costa Rica, la promulgación, en el año 1995de la Ley Orgánica del Ambiente, introdujo el concepto de ordenamiento territorial como instrumento de la política social y económica, que permite la armonización del desarrollo social y la naturaleza con una visión de largo plazo. El ordenamiento territorial permite corregir a nivel de las regiones geográficas del territorio las desigualdades sociales, mejorando al mismo tiempo la calidad de vida de la sociedad y la conservación de los recursos naturales. Estos aspectos son muy importantes en la reducción de la vulnerabilidad ante los desastres naturales. La estabilidad social y ambiental del mundo se ha vuelto más frágil y la reducción de los desastres naturales contribuiría a mejorarlo. En el intento de lograr un manejo eficaz de los desastres, el concepto básico para reducir las pérdidas humanas y materiales, que sigue siendo el objetivo último, debe ser toda la gama de actividades, desde el socorro, la rehabilitación, la reconstrucción y el desarrollo, hasta la prevención.

HAY QUE PREPARARSE PARA UN DESASTRE NATURAL La humanidad se enfrenta con mayor frecuencia a procesos de carácter mundial, y los medios de comunicación desempeñan un papel muy importante en el acercamiento de los pueblos, haciendo partícipes a las naciones de las circunstancias de cualquier orden que las afectan. Las luchas por la libertad de los pueblos, y el sometimiento de otros por la fuerza, muestran la fragilidad en la estabilidad de muchos países. Las naciones afectadas por esas conflagraciones son muchos más vulnerables a los desastres naturales. Así, el frío y la guerra se han combinado en el conflicto de los Balcanes, en Chechenia, y el hambre en muchos países africanos afectados por las dictaduras y la sequía. La paz y la justicia deben existir internamente para poder organizarse más fácilmente y estar preparados para enfrentar un desastre natural. Es mejor prevenir los desastres que tener que reaccionar ante ellos, y el logro de los fines, los objetivos y las metas del Decenio aprobados en las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, causaría una gran reducción de las pérdidas derivadas de los desastres. Para ello se requiere la máxima participación de la comunidad, que puede movilizar un potencial considerable y conocimientos tradicionales para la aplicación de medidas preventivas.

METAS DEL DECENIO INTERNACIONAL LOS DESASTRES NATURALES:

PARA LA REDUCCiÓN DE

Todos los países deberían tener en funcionamiento como parte de su plan para la reducción de los desastres naturales las siguientes metas: 1. La determinación general de los riesgos naturales que suponen una amenaza de desastre; 2. Planes nacionales y/o locales de prevención, preparación y sensibilización de la opinión pública; 3. Rápido acceso a los sistemas de alerta a nivel mundial, regional, nacional y local y una amplia difusión de las advertencias.

Agudos A Accidentes Nucleares Derrames de petróleo

Erupciones Tifones Huracanes

En el primer caso, es necesaria la determinación de los riesgos naturales, es decir todos aquellos eventos de orden natural que pueden producir pérdidas o daños estimables de vidas, bienes, infraestructura pública y privada, servicios. En lo que respecta a Costa Rica el Estado se ha organizado a través de la Comisión Nacional de Emergencias, que es un organismo autónomo con amplias potestades, para atender las actividades durante todo el ciclo de los desastres naturales. Esta organización tiene como finalidad coordinar las acciones del Estado para la protección y salvamento de las personas, pro-

Sequías Inundaciones Hambrunas

Deforestación Agotamiento de acuíferos Grandes embalses Desvío de cauces de ríos

piedades y bienes, en caso de emergencia o de calamidad pública. La Comisión cuenta con organizaciones regionales y locales para la atención de los desastres naturales. La experiencia acumulada en la atención de las consecuencias de la actividad volcánica del Irazú en el año 1963,Arenal desde 1968,los daños causados por los huracanes Juana y César, los terremotos de San Isidro General, CÓbano, Puriscal, Limón, y las inundaciones en el Caribe y el Pacífico,le han permitido desarrollar una buena capacidad de respuesta ante los eventos naturales.

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