Tema 1: Llamados a vivir en la luz

Adviento Adviento Parábolas de la vida Tema 1: “Llamados a vivir en la luz” Canto de entrada: “Busco Señor ese Reino” (Cuba canta su fe Nº 181) M

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Adviento Adviento

Parábolas de la vida

Tema 1: “Llamados a vivir en la luz”

Canto de entrada: “Busco Señor ese Reino” (Cuba canta su fe Nº

181)

Monición:

Comienza el tiempo de Adviento, y la Iglesia nos invita a vivir este tiempo con la mirada en la esperanza que se fundamenta en el gran amor de Dios, que no nos abandona y nos capacita para conocerle y poseerle. Esperamos porque somos amados, por eso confiamos también en el hombre, y en todas las cosas buenas que realiza con la ayuda de Dios. Mantengamos nuestras lámparas encendidas, para entrar en los misterios más profundos de las cosas, de la vida del hombre y de Dios.

Signo para la celebración: Corona de adviento Explicación del significado y compromiso. Petición de perdón:

Reconociendo que somos pecadores y confiando en la misericordia de Dios, pidámosle perdón por nuestros pecados. 9 Por las ocasiones en las que no hemos sido luz para los que nos rodean. Perdón Señor, perdón. 9 Por las veces en que le hemos restado importancia al testimonio de vida que damos. Perdón Señor, perdón. 9 Por nuestra falta de responsabilidad en la conversión de los que nos rodean, por no haberles dado un verdadero testimonio cristiano. Perdón, Señor, perdón.

“La Parábola del invierno inclemente”

Había un barrio muy pobre, donde el invierno era muy crudo y la gente pasaba mucho frío. Durante estos inviernos la gente se organizaba como podía, conseguían algo de leña, algunas familias se ayudaban y compartían. Pero la vida les resultaba muy dura. El párroco del barrio hacía lo posible por ayudar, pero podía poco. Y trataba de mantener el ánimo de la gente recordándoles que el invierno no duraría siempre, y que pronto llegaría el verano y estarían bien. Pues el verano en esa región era largo y benigno. Algunos empezaron a criticar al sacerdote porque al hablar del verano futuro distraía a la gente de su realidad presente y de sus luchas por mejorarla. Y le mandaron decir que en las ocasiones en que hablaba del verano estaba alienando a la gente. El sacerdote respondió: “El verano por venir es tan realidad como el actual invierno y sus problemas. Y cuando uno habla de realidades nunca aliena a la gente, sino que les da esperanza. La gente tiene derecho a integrar en sus luchas y esfuerzos, y en la dura realidad en que viven, la realidad no menos cierta del verano próximo. No hacerlo sí que sería alienante, pues la gente no estaría considerando su realidad total, con toda su dimensión de esperanza. Y por otra parte, ustedes mismos pueden darse cuenta de que no porque la gente esté esperando el verano, deja de esforzarse para superar los problemas del invierno y hacerlo más llevadero y humano.

Para dialogar: 1. 2. 3. 4. 5.

Ante el duro invierno, ¡cuál fue la actitud del pueblo? ¿Estaban preparados para vivir lo que les acontecía? ¿Consideran que el sacerdote estaba actuando bien o mal? ¿Estaba siendo el sacerdote luz para su pueblo o no? ¿Qué similitud tiene esta parábola con nuestra realidad y nuestras actitudes? 6. ¿Cuál es el “verano” que esperas para tu vida? ¿Hasta qué punto eres consciente de que la llegada del “verano” es también una realidad?

Adviento

Texto bíblico: Mt 24, 37-44 Reflexión:

Jesús ha venido a despertarnos. Hay que tener siempre las lámparas encendidas. Velad porque el Reino de Dios se acerca. Es la gracia que llama a tu puerta. Es Dios que te visita. Al empezar este tiempo de Adviento se nos habla de vivir en la luz. La luz es un símbolo muy rico y alegre. Utilizamos la corona de adviento, que vamos encendiendo progresivamente, para significar nuestra actitud despierta, ilusionante, comprometida. Velar no es estar a la expectativa y preguntarse qué va a pasar. Tampoco es mirar el horóscopo o echar las cartas. Velar es escuchar la palabra, es descubrir la tarea a realizar. Es caminar hacia Belén, donde una familia busca posada, donde un joven se afana por realizarse, donde un enfermo necesita presencia, donde un pobre lucha por sobrevivir, donde muchos hombres se preguntan sobre el sentido y el por qué, donde todos los hombres sufren insatisfacción. Velar es amar. El que ama siempre tiene el corazón en vela. El que ama aunque duerma está despierto. Pregúntenle a una madre que tiene al lado a su niño de pecho. Velar es creer. El que cree quiere estar siempre en conexión con Dios. Sabe que Dios tiene muchas formas de hablar, hasta con silencios. El que cree, aun en los sueños escucha, como José, y será capaz de dialogar con los ángeles. Velar es esperar siempre y en todo. No una espera pasiva, se trata de una espera activa y comprometida como la comunidad de la parábola. Es la espera de los que caminan hacia la Tierra Prometida, la de todos los que luchan por cambiar las cosas, soñando por el mundo nuevo, por el Reino de Dios. Velar es orar, porque el objeto de nuestra esperanza no depende sólo de nosotros. El mejor compromiso del vigilante es la oración, porque en ella se incluye el amor, la fe y la esperanza. El que ora, cree, ama y espera. El que ora trabajará como el primero para cambiar las cosas. El que ora se convierte en semilla del futuro.

Adviento Estas son nuestras lámparas. Si todos los que celebramos el Adviento encendemos nuestras lámparas habrá menos noche y mucha más luz en nuestro país.

Preces: (Espontáneas)

A cada oración responderemos diciendo:

Cristo, luz del mundo ayúdanos a vivir en la verdad. Canto de comunión: “Eso es amar” (Cuba Canta su fe Nº 105) Canto de salida: Id y enseñad (Cuba Canta su fe Nº 174)

Tema 2: “La conversión: camino necesario en la vida del cristiano”

(Cuba canta su fe Nº 187)

Canto de entrada: “Las aguas del Siloé”

Monición: Un día en nuestra vida recibimos el sacramento del

bautismo, o estamos aquí, preparándonos para un día ser bautizados. El bautizo nos hace cristianos, miembros de la Iglesia, nos renueva en el Espíritu. La persona se define mejor por lo que está llamado a ser que por lo que es. Por eso la conversión tiene que ser permanente, porque siempre se puede crecer. Signo de la celebración: Un trozo de árbol seco, que significa las cosas oscuras de nuestra vida que necesitan ser convertidas y una flor que significa la nueva vida que florece, que es signo de fecundidad.

Adviento

Acto Penitencial:

9 Pidamos perdón por las veces en que nos hemos creído perfectos. 9 Pidamos perdón por las veces en que nos hemos fijado más en la pajusa del ojo del otro, y no en la viga del nuestro. 9 Pidamos perdón por nuestras incoherencias, por las veces en que decimos una cosa y hacemos otra.

Parábolas de la vida: “Parábola de la ciudad corrompida” “Había una ciudad en que sus habitantes vivían sin Dios ni ley moral. Las familias estaban deshechas y se practicaba el amor libre. Los políticos y dirigentes estaban corrompidos y buscaban sólo dinero y poder. La ciudad producía mucho y era muy rica, pero mucha gente vivía en la miseria porque unos pocos acaparaban todo. Tanto ricos como pobres eran violentos, viciosos y no respetaban los derechos de los demás. Un buen día un hombre muy santo se fue a vivir a esa ciudad. Arrendó un cuarto en un barrio pobre. Se dedicaba a servir y ayudar a todos; les hablaba sobre la necesidad de cambiar de vida, y pasaba muchas horas rezando por esa gente. Pero nadie le hacía caso ni se fijaba en él, y nada cambiaba. Y el santo estaba muy desanimado. Al Padre Eterno se le acabó la paciencia al ver esa corrupción que duraba tanto sin mejorar. Y consideró excluir esa ciudad de los cuidados de su Providencia. Y envió un ángel a la ciudad para que le diera un informe. El ángel fue y regresó, y dio su informe al Padre Eterno: “En esta ciudad todo el mundo vive como si tú no existieras; nadie te reza; nadie te agradece nada. Todos siguen sus malas inclinaciones, y la corrupción es completa. Sin embargo, hay un hombre santo que hace el bien y que ora y sufre por los demás. Pero nadie le hace caso”. El Padre Eterno reflexionó y decidió seguir cuidando de esa ciudad, pues el santo formaba parte de ella, y al Padre Eterno le había complacido mucho su vida. Pasó el tiempo, y los habitantes de la ciudad comenzaron a rechazar la presencia del santo, hasta que se les hizo intolerable. Y una noche lo

Adviento secuestraron, lo llevaron fuera de la ciudad, y nunca se supo más de él. Y la ciudad continuó su vida de corrupción. Al cabo del tiempo el Padre Eterno se enteró de lo que había sucedido, reconsideró su decisión, y volvió a enviar al ángel para que le hiciera un informe. El ángel fue y regresó, y dio su informe al Padre Eterno: “Las cosas siguen más o menos igual que antes, y efectivamente el santo fue secuestrado y desaparecido. Pero ha habido algunas novedades interesantes: la suerte corrida por el santo impresionó a varios de sus vecinos, así como a algunas otras familias de la ciudad. Y están comenzando a seguir su ejemplo y a cambiar. Son muy pocos, y están sumergidos en un mar de corrupción, pero están rezando y sacrificándose por los demás. Se sienten muy solidarios con todos, y aunque pareciera que no les hacen caso, ellos tratan de hacer lo que los otros no hacen: rezan, piden perdón y te agradecen; tratan de ser justos y serviciales y de seguir tus caminos, para ver si así compensan lo que los otros dejan de hacer. Sin embargo, no ven mucho resultado, y a menudo se desaniman. El Padre Eterno volvió a reflexionar y decidió seguir cuidando de esa ciudad, pues esa gente fiel formaba parte de ella, y la vida de ellos le complacía mucho, y le compensaba por los vicios y cegueras de los demás, y le daba esperanza que la ciudad un día cambiara”

Para dialogar:

1. ¿Qué mensaje nos transmite el personaje del santo en la parábola? 2. ¿Qué pasó en la ciudad después que mataron al santo? 3. ¿Por qué los que decidieron seguir el ejemplo del santo se sentían desanimados? 4. ¿Cuál era la esperanza del Padre Eterno?

Reflexión de la Parábola:

En muchas partes los cristianos son una minoría, aquí en Cuba también. Entonces viene la tentación del desánimo, y nos preguntamos para qué rezamos, para qué nos sacrificamos por los demás, para qué sirve convertirme y ser un testimonio.

Adviento Adviento La conversión de una persona, siempre es posible, recordemos a Zaqueo, miremos las personas corrompidas de la parábola, que impulsados por el ejemplo del santo decidieron cambiar de vida. Cada persona tiene su momento y Dios lo sabe. La santidad anónima, a la cual todos estamos llamados, vale más para la liberación de las personas y de la sociedad que la vida de muchos cristianos mediocres y que la multitud que no busca el bien y se complace con el mal. Muchas veces las cosas en nuestra familia, en nuestra escuela o trabajo, en nuestro barrio no van mejores porque los cristianos no somos mejores.

Texto Bíblico: Mt 3, 1-12 1. ¿Qué es lo que predica Juan Bautista? 2. ¿Qué relación tiene este texto bíblico con la parábola? 3. ¿Por qué Juan Bautista le dice a los fariseos “Raza de víboras”?

Preces:

Presentemos a Dios nuestras súplicas, humildes y confiadas, repitiendo: Padre escúchanos. 9 Para que los pueblos castigados por la violencia y la injusticia, envejecidos por los errores y los vicios, puedan abrirse a la necesaria liberación y renovación. 9 Para que la Iglesia, envejecida también por la rutina y por el pecado, esté siempre abierta a las fuerzas renovadoras del Espíritu 9 Para que los ancianos, los enfermos y los presos no sean objeto de rechazo y menosprecio y sepamos valorarlos como personas. 9 Para que los que son esclavos del vicio y de los apegos encuentren la fuerza de voluntad para liberarse y renovarse. 9 Para que todos nosotros vivamos en conversión constante, abiertos al Señor que viene cada día.

Canto de comunión: “Hombres nuevos” (Cuba Canta su fe Nº 110)

Comentar:

Al final de la celebración comenten las siguientes frases: “Cada uno de nosotros, en todo momento, puede emprender un porvenir nuevo” “Algunas personas transmiten luz, otras lo oscurecen todo” “Los optimistas viven más tiempo que los pesimistas. Los pesimistas no viven, están ya muertos antes de ser sepultados”

Canto de salida: “En medio de vosotros está” (Cuba Canta su fe Nº 184)

Tema 3: “Alegres, confiados y misericordiosos al estilo de Jesús”

Canto de entrada: “Un pueblo que camina” (Cuba canta su fe Nº

194)

Signos para la celebración: Semillas para significar la confianza, un niño chiquito (muñeco) representando la alegría de la vida y una cantina como signo de la misericordia.

Petición de perdón:

Reconociendo que somos pecadores y, confiando en la misericordia de Dios, pidámosle perdón por nuestros pecados. (Momento de silencio para una oración personal)

Adviento Adviento

Parábolas de la vida: “La parábola de la madre ingenua” “Una madre tenía un hijo al que quería educar lo mejor posible y transmitirle los valores que ella tenía. Así se preocupó de que el niño aprendiera a hablar bien su idioma materno y a leerlo y a escribirlo. Eligió para él un buen colegio, donde enseñaran idiomas, pues sabía que eso le sería útil en el futuro. Como pertenecía a una familia con antepasados importantes, introdujo al niño en la tradición familiar para que se identificara con sus valores. Le transmitió sus principios morales, y le inculcó el sentido de la justicia social que ella tenía muy arraigado. La madre era creyente, aunque no buena practicante. Y decidió que en cuanto a la religión era mejor no imponérsela al hijo, sino esperar a que éste creciera y él mismo eligiera tener una religión, a fin de respetar su libertad. Y por lo pronto no lo bautizó, para que el hijo lo hiciera más adelante como una opción personal, ni lo envió al catecismo, ni le enseñó las oraciones que ella sabía. Y lo dejó en libertad de seguir o no la clase de religión en la primaria. El niño fue creciendo y llegó a la edad de optar por los valores de su vida. Eligió una carrera, eligió un compromiso con la justicia social, eligió una mujer y fundó un hogar según sus valores familiares. Pero en lo religioso no se interesó por la religión, ni optó por la religión de sus padres, que eran católicos, pues no estaba motivado, y en el ambiente en que trabajaba y vivía nada lo invitaba a interesarse por la fe. Y aunque leía ocasionalmente sobre el cristianismo, eran tan sólo ideas que no le llegaban al corazón.”

Para dialogar:

1. ¿Consideras correcta la actitud de la madre de respetar la libertad de su hijo? 2. ¿En qué falló? 3. ¿Crees que en la actualidad se ven casos como este?

Texto Bíblico: (Mt 11, 2-11)

Reflexión:

Juan, el gran profeta, estando en la cárcel, entró en crisis, como si también se pusiera nervioso. ¿Qué pasa con el Mesías? ¿Será el que yo bauticé en el Jordán? Pero no empieza a dar señales. Todo sigue igual. No hay manifestaciones gloriosas, ni castigos ejemplares. La respuesta de Jesús es un rayo de luz en la noche de Juan. El Mesías no viene con hacha, sino con signos marcados por la misericordia y la liberación. El Mesías se reconoce si da buenas noticias a los pobres, no si vence a los enemigos o castiga a los pecadores. En este tercer domingo de Adviento nos llegan con fuerza tres grandes mensajes: Alegría, confianza y misericordia. En un ambiente duro y represivo, surge la voz del profeta que levanta el ánimo de los creyentes: “Sed fuertes. No temáis. La pena y la aflicción se alejarán” Hoy estas palabras nos hacen muy bien. Necesitamos profetas que nos levanten. La depresión es una enfermedad muy extendida. Tomamos muchas pastillas para animarnos. Y también abunda la tristeza. Para combatirla la gente acude a la droga, al alcohol, etc. El mundo necesita profetas de la alegría, muchos profetas de esperanza. Recordemos la parábola que escuchamos hace un momento, cómo vamos a querer que los que se encuentran a nuestro alrededor vivan los valores del Reino de Dios, si nosotros, bajo pretextos como el “respeto a su libertad”, no somos capaces de enseñárselos. Nadie puede hablar de lo que no conoce: y cuando lo hace, cae en ridiculeces y boberías, de esto tenemos muchos ejemplos. La confianza es otra de las luces del Adviento, confiar en la grandeza que se nos manifiesta en un recién nacido entra pajas, confiar en los buenos momentos, pero y sobretodo, en los malos, abandonarnos en las manos del Padre, que nos ama de una forma única; confiar es saber que detrás de cada noche viene la aurora, y la luz lo penetra todo, hasta el más pequeño agujero entre las rocas. También es muy importante poder confiar en las personas y en el grupo, porque el hombre, como ser social, está necesitado de este valor. Confiar no es hacer ciegamente lo que otros nos digan, siempre debemos tener criterio propio, pero sí significa valorar su opinión y sus actitudes para con nosotros, dándonos cuenta de aquello que es lo mejor cristianamente, porque no somos cualquier tipo de personas.

Adviento Adviento En un grupo de amigos es muy importante confiar, pero lo es más el ser merecedores de la confianza del otro. Es decir, vivir la amistad con responsabilidad. Y el amor se alimenta del trato diario, del esperar siempre al otro, con la certeza de que llegará, porque así lo ha prometido. Dios siempre va a estar. Confiemos en sus palabras: “Yo estaré con ustedes siempre” No por momentos. Cuando a Jesús le pidieron que se identificara – y la petición venía de una persona muy cualificada- presenta como su carné de identidad, los signos de misericordia. Lo mismo que Dios en el desierto, Jesús se define como el que se compadece las miserias humanas y se acerca a ellas para curarlas. Yo soy el que da buenas noticias a los pobres, el que da vista a los ciegos, el que resucita a los muertos. Rompe con la idea violenta de los que esperaban a un Mesías libertador con guerras y muertes. Jesús se mantuvo en la dirección y en la dimensión opuesta. Mi reino no es de este mundo. Dios actuará, pero desde dentro, desde el corazón. El Mesías de Dios viene desarmado, dispuesto a servir, a perdonar, a convencer y pacificar. Opta por el diálogo, la no violencia, y sobre todo, por la misericordia. Prefiere la misericordia al sacrificio. No más el yugo de la ley. No más ley que el amor. Que nadie perezca, sino que todos vivan. Todos los pueblos hablarán la misma lengua del Espíritu. Dios es de todos y su Mesías para todos. Dios es entrañas y su Mesías, Corazón.

Preces: (Espontáneas) Canto de comunión: “Si me falta el amor” (Cuba Canta su fe Nº 127) Canto de salida: “El Dios de paz” (Cuba canta su fe Nº195)

Tema 4: “Fijémonos en María”

Canto de entrada:

Iglesia” (Cuba Canta su fe Nº 189)

“Madre de la

En esta última semana de Adviento, ya próxima a la celebración de Navidad, o lo que es lo mismo, el Misterio de la Encarnación, pongamos nuestra atención en la Virgen María, modelo de todo cristiano y modelo para la Iglesia.

Signo de la celebración: Un vaso vacío que significa nuestra vida y nuestra disposición para que Cristo lo llene, para que Dios llene nuestra existencia de su Espíritu, y un cartel con un SI bien grande, a ejemplo del sí de María. Acto Penitencial:

El animador repite las siguientes palabras con el ánimo de que cada uno interiorice dichas palabras y nos demos cuenta de las cosas por las que tenemos que pedirle perdón a Dios. 9 Derrama sobre nosotros tu riqueza, no la nuestra, nuestros corazones están llenos de cosas, tenemos que vaciarnos para que nos llenemos de ti. 9 Derrama sobre nosotros tu Espíritu de amor, porque nuestro espíritu muchas veces es mezquino, envidioso y ambicioso. Lo que realmente necesitamos es amor. Y la fuente de todo amor eres Tú. 9 Haznos testigos de tu amor, un amor misericordioso, que nos lleve siempre a comprender al otro. 9 Haznos sensibles a los pobres, a los que sufren, que son tus preferidos.

Parábolas de la vida:

Adviento Adviento “Parábola de los Inquilinos” “Un apartamento era compartido por media docena de inquilinos. Sus condiciones de vida eran muy deficientes. Por un lado el clima de la ciudad era frío, y no había calefacción. El agua corriente estaba racionada, y la luz eléctrica estaba suspendida por la negligencia de los dueños de no repararla. La cocina era pequeña y no daba tiempo para que cada uno hiciera su comida, de modo que todos los días alguno se quedaba sin comer. Los inquilinos vivían en tensión, y reñían entre sí porque cada uno estaba pendiente de lo suyo. Además estaban desesperanzados, porque eran impotentes para resolver el problema del frío, y la falta de agua y de luz. Uno de ellos decidió hacer algo para cambiar la vida del apartamento. Ante ciertas cosas no era mucho lo que podía hacer: no podía cambiar el edificio, no podía cambiar el clima, no podía cambiar el racionamiento de agua para ese barrio, pero eso no lo desanimó. Comenzó a convencer a los demás inquilinos que tenían que acercarse y ayudarse, y no ser egoístas y competitivos. Así compartieron mejor la cocina y la ración de agua, y todos comían bien y había agua para todos. También se pusieron de acuerdo en presentar una queja en común para el arreglo de la luz, y al poco tiempo la electricidad estaba reparada. Por ahora no estaba en manos de ellos cambiar de apartamento o de barrio, ni cambiar las ordenanzas de la ciudad. Pero al cambiar su relación mutua y los valores que influían en su vida de inquilinos, habían logrado resolver los problemas de convivencia. Habían logrado humanizar su vida, de suerte que ésta ya no era deprimente. Y habían aprendido a mirar con esperanza los problemas que ahora no se podían resolver.”

Para dialogar:

1. ¿Por qué los inquilinos vivían en tensión y reñían entre sí? 2. ¿Por qué la vida cambió de pronto en el apartamento? 3. ¿Qué sucede cuando las personas deciden ayudarse unos a otros y no encerrarse solos en sus problemas? 4. ¿Qué tiene que ver esta parábola con la Navidad?

Texto bíblico: Lc 1, 26-38 Reflexión:

Dios se fijó en María porque era la más pobre y la más pequeña. La lógica de Dios no es la lógica del mundo, muchas veces Dios busca lo que para el mundo no tiene valor para hacer grandes maravillas. El Sí de María significa: 9 Amor, despojada enteramente del yo para amar con todas sus fuerzas al otro. 9 Confianza: Sí, Padre, no entiendo, no sé bien pero me pongo en tus manos. 9 Docilidad: lo que Tú digas, lo que Tú quieras, estoy dispuesta a hacer tu voluntad. 9 Entrega: haz de mí lo que quieras y pídeme lo que sea necesario. 9 Perseverancia: renovando el sí de cada día, cada instante.

Preces:

Renovando nuestra fe y nuestra esperanza en el Señor que viene a salvarnos, oremos confiadamente diciendo: Ven, Señor, a salvarnos. 9 Por la Iglesia, que necesita y vive de tu venida, para que sepa hacer presente a Cristo en nuestra sociedad. 9 Por nuestra sociedad, que necesita de tu venida, para que se superen los odios, resentimientos y prejuicios, y llegue a ser una sociedad libre. 9 Por todas las personas que sufren, los enfermos, los marginados, los presos y los desesperados para que encuentren en la próxima Navidad fuerza y esperanza. 9 Por nosotros, que tanto necesitamos y deseamos tu venida, para que sepamos reconocerte y acogerte, especialmente en los que más sufren.

Canto de comunión: “Qué bien” (Cuba Canta su fe Nº 125)

Comentar:

Adviento Adviento Terminada la comunión, se revisa y se comparte, lo más positivo que han vivido como personas y como comunidad en este tiempo de adviento. 1. ¿Qué actitudes necesitas asegurar para vivir mejor la ya cercana Navidad? 2. ¿De qué te tiene que salvar Dios a ti?

Oración Final:

Llena, Señor, nuestro corazón de tu riqueza. Derrama en nuestro corazón tu Espíritu de amor. Prepara nuestro corazón para recibirte, Y quédate con nosotros, siempre con nosotros, Para que seamos testigos de tu amor, Especialmente entre los pobres.

Canto de salida: “Toda la tierra” (Cuba Canta su fe Nº 193)

Adviento Adviento

Presentación Adviento significa una nueva llamada del Señor. Llama a las puertas de  la Iglesia, como fue llamando a las puertas de Belén. Llama a las puertas  de  tu  corazón.  Quiere  nacer  de  nuevo  en  ti,  en  todos  los  creyentes,  en  cada  comunidad,  en  el  corazón  de  cada  cubano.  Es  verdad  que  puede  llamar en cada momento, pero en este tiempo reitera sus llamadas.  ¿Qué crees, que viene a regalarte o a pedirte Jesús?  No vayas a pedir las cosas de siempre: que las cosas te salgan bien, que  no te pase nada malo, que te quieran y te admiren, y lo mismo para los  tuyos. Apunta un poco más alto, que haya paz y libertad para Cuba, que  se  recupere  el  valor  de  la  familia,  que  podamos  tener  un  salario  digno  con  el  cual  podamos  adquirir  lo  necesario  para  la  vida.  O  muévete  en  tras  coordenadas:  el  crecimiento  de  tus  virtudes,  el  vivir  una  fe  más  auténtica y comprometida, una vida santa y una Iglesia renovada.  Adviento es el momento de decir sí. Decir sí alegra el alma y embellece el  rostro,  pero  sobre  todo  cuando  ese  sí  es  a  Jesús.  Decir  sí  es  actitud  abierta  y  responsable,  es  compromiso  y  servicio,  es  apuesta  confiada  y  esperanzadora, es explosión de alegría.  La primera palabra que dijo Dios hacia fuera fue un gran Sí, un hágase,  y las cosas empezaron a ser. La primera palabra que se recoge del hombre  fue  un  sí  emocionado,  un  “esto  sí”,  a  la  vista  de  la  mujer.  La  palabra  más  importante  de  María  fue  un  maravilloso  sí,  hágase,  que  cambió  la  historia  humana.  Y  la  primera  palabra  que  dijo  Cristo  al  entrar  en  el  mundo fue un magnífico Sí: heme aquí, Padre.  Que  nuestro  sí,  nos  lleve  siempre  a  comprometernos  con  lo  bueno,  lo  ético  y  lo  justo.  Es  verdad  que  no  tenemos  en  nuestras  manos  las  soluciones  para  los  problemas  de  nuestro  pueblo,  pero,  frente  a  los  problemas  de  Cuba,  tenemos  nuestras  manos.  Cuando  el  Dios  de  la  historia venga, nos mirará las manos.   

Este  folleto  de  celebraciones  de  Adviento,  propone  una  celebración  semanal, con el siguiente esquema:  9 Canto de entrada.  9 Monición  9 Signo: debe ser explicado al terminar la monición..  9 Acto penitencial.  9 Parábolas de la vida: es una historia, con algunas preguntas, que  servirán para comentar entre todos, con una gran aplicación a la  vida.  9 Texto  bíblico:  Se  proclama  la  Palabra  de  Dios  y  se  comparte  a  través de un diálogo o la reflexión.  9 Preces  9 Comentario:  algunas  frases  o  preguntas  para  la  meditación  personal,  pero  también  se  puede  compartir  entre  todos  los  participantes.  9 Canto de salida.      Las parábolas de la vida que se han utilizado en cada   celebración fueron tomadas del libro “Música de Dios” del   P. Segundo Galilea.        

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