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UN ENCUENTRO DE LOS NIÑOS DE SEGUNDO CON EL CENTRO HISTÓRICO DE BOGOTÁ Ruby Esperanza Arias Cadena Todos los que han hecho historia, han soñado mientras trabajaban. Giovanni Battista Guarini
Ésta historia, se desarrolla en la ciudad de Bogotá, capital de Colombia y como bien dicen a 2.600 metros más cerca de las estrellas, inserta en la cordillera de los Andes, con su icono más representativo el atractivo cerro de Monserrate. Y en pequeño punto de esta creciente ciudad, en una zona vulnerable por su condición socio cultural llamada Kennedy, bajo la mirada acogedora de Nuestra Señora de Guadalupe, otro icono de nuestra ciudad, se encuentra el colegio oficial Carlos Arturo Torres epicentro de mi quehacer.
Aquí cada día de mi actividad docente, la vida me regala frutos mejores que los del día anterior. En algunas oportunidades, mi experiencia, está llena de esperanza, optimismo, satisfacción, alegría y reconocimiento. En otras ese quehacer está lleno de preguntas, dudas e inquietudes por resolver. Esta situación por fortuna, inyecta en mí, un deseo profundo, por mejorar mis prácticas y resolver esas preguntas que constantemente me hago.
En éste escrito, pretendo mostrar, como a partir de la participación en el curso virtual del CERLALC la didáctica de la escritura en el marco de la pedagogía por proyectos, se logra desarrollar una experiencia que deseo compartir con ustedes sin omitir detalles. En esta narración encontrarán: las características de los niños de grado segundo, sus ritmos de aprendizaje, las bases conceptuales de escritura de textos descriptivos, la pedagogía por proyectos y lo más importante, la aplicación de todos estos saberes en un espacio real como el aula de clase. Por su puesto, quiero compartir con ustedes, las bondades, las dificultades, las limitaciones y las reflexiones que se generaron de la experiencia. 1
¿Quiénes son estos niños y cómo aprenden?
Los participantes son niños y niñas del grado segundo con edades entre 7 y 9 años. El grupo está formado por veinte (20) niñas, 2 de ellas integradas, 17 niños 3 de ellos integrados, cuando digo integrados, quiero decir que tienen deficiencia cognitiva (retardo mental) educable y están en las aulas regulares, para beneficiar su progreso. No podrían faltar los de moda, “los hiperactivos”, los llamo así porque ya están diagnosticados por un neurólogo. Ellos, que son irreverentes, despistados, inquietos, desordenados e impulsivos, pero muy inteligentes para mí son también muy graciosos y tendría muchas anécdotas para contarles, pero como no es el caso, coloquialmente diría, que permanentemente, se pasan el semáforo en rojo y a mí me mantienen en alerta amarilla. Como ustedes pueden ver, es un panorama muy normal en nuestras aulas de clase, -¿o me equivoco? Por ende sus ritmos de aprendizaje, también son diferentes, se podrían armar tres grandes grupos; unos que necesitan mucha ayuda y acompañamiento permanentemente, otros que con poca ayuda y acompañamiento salen adelante, y un grupo pequeño que llevan un buen ritmo de trabajo. Para éste contexto tan cotidiano, tengo como estrategia, desde hace mucho tiempo, organizar un trabajo cooperativo, donde los niños participan en grupos. Estoy convencida, que las aulas de clase de ésta época, necesitan personas que se miren cara a cara y juntas construyan ideas, elaboren hipótesis, aporten opiniones y eso sólo lo concibo cuando las personas tenemos la oportunidad de compartir para llegar a acuerdos mínimos.
¿Por qué la pedagogía por proyectos para escribir mejor?
Escribir es una práctica social, un medio para comunicarnos, una actividad cognitiva cuando la trabajamos como un proceso, paso a paso y no como un fin. Teniendo en cuenta este enfoque de escritura, el trabajo por proyectos permite comprender mejor el acto escritor convirtiéndose en opción para tejer la escritura en clase; de manera delicada, lenta, decantada, discutida. Al aplicar las diferentes fases de esta pedagogía encontramos que el proceso, se va dando de forma natural, por iniciativa del escritor y a su vez se va construyendo la dinámica 2
misma del proceso. Siendo una actividad acordada, socializada con todos los participantes, me refiero a los niños, los padres de familia y desde luego al docente, quienes planifican conjuntamente todo el proyecto de aula. Como lo afirma Josette Jolibert en su libro “Formar niños productores de textos” (Edit. Dolmen, Chile) y lo reafirma Anna Camps cuando dice “Es durante el proceso de construcción del texto cuando se aprende a escribir, se hace que los alumnos escriban en clase y se facilitan ayudas para gestionar las distintas operaciones de escritura. Se combinan las tareas de producción del texto con actividades de reflexión explícita y de aprendizaje de una selección de contenidos específicos de los géneros discursivos y de los tipos de texto objeto de enseñanza y aprendizaje”.
El texto descriptivo
La producción de un texto descriptivo, es mi objeto de enseñanza y motivo de aprendizaje. De ahí lo importante que es tener claro que los textos son híbridos, tienen narración, argumentación, pero según el caso predomina uno más que el otro. Sin embargo en esta ocasión el trabajo lo enfatizo hacia lo descriptivo, para lo cual, tomo los elementos, que me ofrece el enfoque psicolingüístico, donde describir es la acción que realizan las personas y donde manifiestan su visión del mundo con respecto al elemento que se va a describir, como lo expresa Alicia Rey en su modulo el texto descriptivo: “Describir en consecuencia, es una actividad lingüística que consiste en dar cuenta de la existencia de los seres del mundo, nombrándolos, localizándolos y atribuyéndoles cualidades que los singularizan”. El proyecto parte especialmente de la descripción de lugares para lo cual tuve en cuenta tres aspectos: el primero con relación a ciertas características de estos tipos de textos, en unos va a predominar más lo pictórico, en otros lo topográfico o cinematográfico. El segundo es con relación a los elementos de la realidad que necesita el texto (objetos, eventos, características, relaciones). El último, con la forma de lograr la descripción desde la psicolingüística que sugiere: Organizar el espacio según un cierto orden ( de izquierda a derecha, de principio a final, de lo general a lo particular) Nombrar sucesiva y precisamente cada parte del objeto descrito procurando hacerlo más visible. Localizo, lo que veo: formas, relieve. Vegetación, colores, firmamento. 3
Lo que escucho, ruidos naturales o creados por el hombre. Los olores, agradables La expresión de sentimientos
De las anteriores escogí las que no pueden faltar en una descripción de lugar de unos niños de segundo grado: nombrar, localizar, caracterizar, expresar sentimientos.
Desarrollo de la propuesta Hace varios años, hago intentos, por hacer realidad, lo que en los discursos pedagógicos se escucha muy bien. En esos intentos he encontrado instituciones como el CERLALC que me han ayudado hacer realidad esos sueños. En esta ocasión debo reconocer el aporte de su curso virtual, la didáctica de la escritura en el marco de la pedagogía por proyectos, que me permitió ratificar algunos conceptos, desechar algunas creencias, romper mis propios paradigmas, aclarar algunas inquietudes y además me aportó muchos conocimientos y estrategias pedagógicas sobre el tema. Aunque en mi aula de clase se trabajaba por proyectos, con este curso logré la habilidad para construir, desarrollar y sistematizar el proyecto de aula: Un encuentro de los niños de segundo con el Centro Histórico de Bogotá. El cual se llevó a cabo aplicando las siguientes fases:
Fase I Planificación conjunta
El grado segundo programó un proyecto para todo el año sobre la ciudad de Bogotá y en cada periodo académico se desarrolló un proyecto pequeño, con un aspecto relevante e interesante. Al haber aprendido en el curso virtual, que es mucho mejor sí es acordado con los niños y los padres de familia en ese orden de ideas tenemos que Primero, escuché las ideas de los niños y las fui escribiendo en el tablero, ellos querían saber más de los parques de la ciudad, del funcionamiento de las ciclo 4
rutas, conocer personajes históricos y chistosos, querían visitar el cerro de Monserrate, conocer la casa del presidente, visitar la Bogotá antigua. Con esta lista de posibilidades inicié la votación, esta se realizó con todas las de la ley, cada niño, pasó a un rincón del salón y escribió en una hoja una opción, que depositó en la urna elaborada para tal fin, al contar los votos, salió elegido el centro histórico de la ciudad. Segundo, una vez elegido el tema, los niños respondieron en el cuaderno algunas preguntas: ¿Qué vamos a hacer o aprender? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Con quiénes?, ¿Cómo se va a llamar el proyecto?, ¿Qué productos vamos a elaborar? ¿Cómo vamos a socializar nuestro trabajo? ¿Cómo se va a evaluar el proyecto? Tercero, las respuestas se socializaron, se priorizaron según los intereses y sustentos de los niños y se adecuó lo que fue necesario, los acuerdos fueron: Lo primero que los niños querían hacer era cambiar de equipo de trabajo. Escogieron sus compañeros, eligieron un representante y determinaron por cuanto tiempo los iba a representar, incluso les colocaron nuevos nombres a los grupos. Este fue un cambio importante en mi aula, ya que aunque siempre estaban en grupo, estos los formaba yo, cuadrando los indisciplinados, los desatentos, los de poca visión. El hecho de otorgar esa libertad a los niños los hizo más felices, trabajaron mejor, no gritaban, estaban calmados, dialogaban, se escuchaban. ¡Quedé sorprendida, ese fue mi primer aprendizaje! Sobre lo que querían hacer, surgieron mil cosas: expediciones, dibujos, salidas pedagógicas, maquetas, carteleras, exposiciones, campamentos, en fin. Optamos por algunas: dibujos, maquetas, exposiciones, escritos y una salida pedagógica al Centro Histórico de Bogotá, (la parte más antigua), que recogía varias de las cosas que ellos querían conocer: el sitio donde se fundó Bogotá, las casas más antiguas, las calles de la época, recuerdos de personajes que marcaron historia en la ciudad. Esta salida quedó planteada desde aquí y fue un elemento motivador todo el tiempo, nos ayudó a que las tareas fueran realizadas con intriga, amor y deseo por comprobar si la realidad era la misma que nos mostraban los diferentes documentos a los que tuvimos acceso. Sobre lo que querían aprender, hubo una discusión extensa, les planteé la necesidad de escribir sobre lo que íbamos a realizar --pero, ¿qué escribir?. Los niños, como casi siempre, quieren cuentos, poesías, chistes etc. Como 5
los niños tenían la noción de descripción y habían escrito un autorretrato, optamos por construir descripciones, de personajes y lugares, presentes en el Centro Histórico de Bogotá. Buscar el título para el proyecto, fue una tarea interesante y divertida para los niños. Ellos inventaron títulos pero estos salieron muy repetidos. Entonces les contamos por medio de una nota a los padres de familia sobre nuestro proyecto de aula y ellos, nos mandaron sugerencias de algunos títulos para determinar cual acogíamos, finalmente escribimos los títulos en el tablero y por votación quedó: “Un encuentro de los niños de segundo con el Centro Histórico de Bogotá”.
En esta planeación conjunta, con los niños y padres de familia se evidenciaron al menos tres funciones de la escritura tales como el apoyo a la construcción de acuerdos, el registrarlos para volver sobre ellos y programar las acciones que se van a realizar en un cronograma de actividades. Paralelo a esto y teniendo presente que el planear es inherente a nosotros los docentes, fui realizando mi secuencia didáctica, me refiero a los conceptos que voy a manejar, la forma de relacionar los saberes de las diferentes áreas del conocimiento, las actividades necesarias, la construcción de algunos instrumentos, la prueba de entrada para saber en que nivel de escritura están los estudiantes, que clases de intervención necesitan los niños para avanzar en el proceso de escritura, el diseño del plan textual, instrumentos para evaluar los procesos entre otros. Esta parte es muy importante hacerla simultáneamente y tenerla presente, en algunas oportunidades se cree que cuando se trabaja por proyectos, todo depende de los intereses de los niños, y eso no es así.
Fase II Realización de las tareas necesarias Con todo planeado y listo. El primer paso fue documentarnos, pero ¿cómo? Las voces de los niños se peleaban por ser escuchadas: ¡En una película, en los libros, en los periódicos, en internet! alguien dijo: “preguntándole a los abuelitos, mi abuelita me ha contado muchas cosas de la Bogotá antigua”. Entonces la tarea para una semana de vacaciones fue buscar información de los sitios y personajes más antiguos del Centro Histórico de Bogotá.
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Después de una semana me vuelvo a encontrar con los niños y desde la llegada al salón suceden cosas curiosas; todos realizaron su tarea muy juiciosos y compartían experiencias y documentos con sus compañeros, incluso antes de empezar la jornada formalmente, situación que dejé fluir. Para ellos fue una novedad buscar información en internet, se preguntaban, hablaban de lo divertido y presentaban lo encontrado; algunos preguntaron a los abuelos y nos dijeron que ellos vendrían a contar su historia sí eran invitados. Otros niños por su parte tres del curso, se dieron un paseo por el Centro Histórico de la ciudad y trajeron folletos de los sitios que visitaron como el museo del 20 de Julio, la Plaza de Bolívar, Monserrate. Estos niños contaron a sus compañeros la experiencia y los animaban a vivir la misma situación. Recuerdo a Viviana, una nena pequeña, de piel blanca y ojos verdes expresivos que mostraba a sus compañeros un folleto que le compró su tío en un bus urbano y traía fotografías y pie de fotos que leían cuidadosamente, todos referentes al Centro Histórico de Bogotá. Desde mi quehacer conseguí dos videos, uno mostraba la historia de algunos sitios importantes del Centro Histórico y el otro mostraba la transformación a través del tiempo de algunos lugares importantes de la ciudad. Como fue el deseo de los niños, invitamos a los abuelos a compartir sus historias con nosotros durante una mañana. Esta actividad aunque no se preparó desde el principio fue una experiencia inolvidable como se aprecia en la foto.
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Durante la visita semanal a la biblioteca escolar pedí que fuera trabajado durante un mes, el tema sobre el Centro Histórico de Bogotá. Allí nos brindaron información de la fundación de la ciudad, del fundador, de la arquitectura de la época, de los mitos y leyendas, de la transformación de la ciudad, de las costumbres, la alimentación, las fiestas, entre otras. Además construí una carpeta con lecturas y preguntas referentes a los personajes y elementos que estábamos trabajando. Con esa información los estudiantes estaban Considero que para escribir es necesario conocer escribir, es imposible escribir sobre lo desconocido. los niños han leído libros, revistas, periódicos, han han observado videos.
algo documentados. algo de lo que quiero Hasta éste momento escuchado historias y
Iniciaron sus primeros escritos, para lo cual me idee un muñeco que cada niño tuvo en una hoja y a su vez, estaba en una cartulina como símbolo de la situación comunicativa del momento y como y era también, la base de nuestra estructura textual; la idea que todos manejábamos era que la ropa interior era la construcción de las ideas, los párrafos, y el vestido completo, era ya el escrito terminado. Se me ocurrió esta analogía ya que los niños son de un curso tan pequeño y las ideas de situación comunicativa, experiencia generadora y estructura textual son un tema complejo para su comprensión. Las nociones las fueron construyendo en la medida en que diariamente hacíamos referencia al tema. El muñeco llamado plan textual estuvo pegado todo el tiempo como parte de una ayuda visual para el escrito, sirvió para definir si deseaban describir lugares o personajes, diferenciar un escrito del otro, establecer la manera de caracterizar cada uno de estos textos y al final para establecer los elementos de la realidad que utilizamos. (Veamos como fueron estos instrumentos realmente)
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La organización de la salida pedagógica fue uno de los acontecimientos más importantes que genero más trabajo, pero que logró encadenar las diferentes áreas del conocimiento y la interacción los niños y padres de familia. Determinamos por ejemplo: los recursos humanos, económicos, físicos necesarios, el recorrido a realizar, hora de salida y llegada, los acuerdos sobre las normas a aplicar, las tareas dentro de la salida, los conocimientos en matemáticas; sumamos el dinero, multiplicamos ese dinero por la cantidad de niños, restamos el gasto de transporte; lo mismo hicimos con las medidas del tiempo, con las medidas de longitud y espacio para la realización de la maqueta. Por fin la salida, se hizo realidad todos los niños estaban listos y muy ansiosos, nos acompañaron tres padres de familia y una docente. Salimos a las siete de la mañana y desde el comienzo del recorrido hice referencia a la hora, medimos el tiempo de recorrido, miramos el paisaje, el nombre de las calles y avenidas, la ubicación teniendo en cuenta los puntos cardinales, el paso por sitios importantes como parques, la casa de Nariño, sitio donde vive el presidente de la república.
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Después de subir y subir hacía el oriente, vimos muy de cerca el Cerro de Monserrate, eso quiere decir que nos encontramos en el Centro Histórico de Bogotá y al bajarnos del bus, ese ambiente está presente. Los niños gritan, preguntan ¿éste, es el sitio donde estaban viviendo los indígenas cuando llegó Gonzalo Jiménez de Quezada? por su puesto que aquí, el paisaje da muestras claras de la colonización, más de la época indígena; sus calles son de piedra y en las esquinas se encuentran los nombres de éstas, la calle de la culebra, del conde, del virrey, las casas tienen fachada de piedra, pintadas con colores vistosos como en su época, con puertas de madera y candados grandes, balcones grandes y pequeños. Este sector es patrimonio cultural y los dueños de las casas no les pueden hacer reformas sin autorización previa del gobierno distrital. ¡Los niños lo ven y es una muestra) no lo creen! miran, tocan. (Esta
Caminamos por este paisaje, hasta llegar a plaza Chorro Quevedo sitió donde se fundó Bogotá en el año 1538. En memoria de este importante hecho histórico encontramos una replica de la primer iglesia de la ciudad y un muro con doce espacios, seis arriba y seis abajo que representan las doce primeras casas y arriba de este muro reposan las esculturas de algunos personajes muy folclóricos de la época colonial como el bobo del tranvía, la loca Margarita, Pomponio, entre otros.
Luego bajamos por otra de sus calles para mirar de manera más detallada la arquitectura de las casas y lo mejor, entrar a una de ellas, por ejemplo la casa donde vivió Rafael Pombo poeta bogotano. Siendo éste personaje un icono para nuestra Bogotá, quisiera exponer una breve biografía suya. Nació en Bogotá (Colombia), el 7 de noviembre de 1833 comenzó a escribir teniendo como destinatarios principales de sus obras, a los niños. Desde que trabajó para la 10
editorial Aplpleton, de Nueva York. En su país les dedicó las obras “Cuentos pintados”, “Cuentos morales para niños formales” (1854), “Simón el bobito”, “Doña Pánfaga”, “El renacuajo paseador”, “Cutufato y su gato”, “Pastorcita”, “La pobre viejecita” y “El niño y la mariposa”. Esta casa es ahora La biblioteca infantil Rafael Pombo, allí realizamos un recorrido, un rato de lectura y un paso por las costumbres de la época. (Fotografías de la biblioteca Rafael Pombo)
Después de éste evento, de recoger todos los recuerdos, tener en cuenta las observaciones, mirar las fotografías realizamos la segunda versión de los textos descriptivos. Estos se tejieron párrafo a párrafo únicamente en el salón de clase. se autocorrigieron, los corrigieron otros compañeros y elaboraron la versión final del texto. La secuencia didáctica que utilice se basó en algunos instrumentos, uno para realizar la autoevaluación de los textos, otro la evaluación de los textos hecha por otro compañero y el referente del muñeco plan textual y un cuadro que ayudó a los niños a estructurar mejor su texto. (Comparto con ustedes estos instrumentos)
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Pulir el texto, implico tener diccionarios, escuchar el texto en voz alta, trabajar con un compañero de clase para lo cual ubiqué un niño que escribe muy bien con uno que se encuentra en proceso. Los textos finales tenían como propósito, ser publicados y armar un libro que se encuentra en la biblioteca del colegio para que otras personas realicen una experiencia parecida y se animen a visitar el Centro Histórico de Bogotá.
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Fase III Culminación y socialización del proyecto
Socializar el proyecto implicó varias acciones que las tuvimos presentes desde la planeación:
Tener evidencias de las acciones realizadas, dibujos, instrumentos, la maqueta, carteleras, fotografías y por su puesto los escritos. Estos elementos tuvieron que estar bien presentados, elaborados y organizados como para una exposición con invitación y recordatorio que elaboraron los niños. Invitamos a directivos del colegio, compañeros de otros cursos y padres de familia.
Organizar el espacio y la exposición. El espacio fue el mismo salón de clase, para esta tarea invitamos a los padres de familia, ellos nos ayudaron a pegar las evidencias y a organizar los productos. La exposición la preparamos entre todos, la idea era que los que expusieran y contaran la experiencia fueran los mismos niños. Eso implicó hacer un recuento de todas las acciones y ubicar en el tablero algunas ayudas que les sirvieran a los niños a la hora de hablarle al público. Ensayamos varias veces, los padres presentes nos ayudaron a corregir los defectos y ahora sí: ¡listos para atender a los invitados! (vemos algunas muestras de la exposición)
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Fase IV Evaluación del proyecto y de los aprendizajes de escritura La evaluación se realizó mediante tres instrumentos, uno media el desarrollo del proyecto, otro el avance de los aprendizajes y el último un cuaderno decorado para tal fin, donde los visitantes a la exposición escribían sus observaciones con respecto al proyecto y a lo que escuchaban en la presentación de los estudiantes. (Comparto los formatos)
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Con respecto al desarrollo del proyecto se pudo concluir que: Los niños disfrutaron de su proyecto de aula, se sintieron autores y actores del proceso, aprendieron a respetar la palabra y la diferencia entre las personas. Creó un ritmo de trabajo a partir de las secuencias didácticas, que optimizó el tiempo en el aula y lo hizo más grato. Logró la inclusión de los padres de familia, de la biblioteca escolar y de los medios audiovisuales importantes en el quehacer del aula. Se integraron transversal.
las diferentes áreas del conocimiento desde un proyecto
Faltó mucho más tiempo para desarrollar cada una de las tareas.
Con respecto a los aprendizajes son muchas proyecto permitió:
las satisfacciones, el
Un avance sustancial en los aprendizajes de los niños integrados, cuando escribían sus ideas, preguntaban, corroboraron sus hipótesis y lograban aprender lo que en otras oportunidades no habían podido. Aprendieron a tener como regla universal que todos los párrafos inician con mayúscula y terminan con punto aparte, esto es maravilloso en unos niños de segundo. Los niños vivieron la escritura como proceso y creó en ellos el deseo de escribir. Aprendieron que la letra, la presentación de la hoja, la ortografía y los signos de puntuación, son importantes en el escrito una vez hayan fluido las ideas y que son tareas propias del pulir la escritura: el preguntar a los compañeros y buscar en el diccionario. 9
No podría terminar este escrito sin manifestarles lo grato que fue para mí, realizar este proyecto de aula, con la aplicación de cada uno de sus pasos, digo esto porque yo realizaba proyectos, pero no tenían la estructura que aprendí en el curso virtual del CERLALC y que pude llevar a la práctica de una manera dinámica, alegre y con muchas satisfacciones, sobre todo al ver el progreso de los niños y la colaboración de los padres de familia. Las dificultades y limitaciones se dieron con los tiempos escolares. Esta es una característica de las instituciones oficiales donde llegan órdenes, proyectos y solicitudes y la institución le da paso a lo urgente y se descuida lo importante. Muchas veces tuve que aplazar actividades propias del proyecto, por darle paso a esas “constantes eventualidades”.
De mi parte, rompí paradigmas con respecto a los padres de familia. En mi mente estaba que ellos no les gustaba el trabajo por proyectos que venía realizando, debido a que cuando inicié con los niños en el grado primero, los padres se quejaban porque no dejaba planas, no enseñaba el abecedario y les pedía que escribieran. Señalaban que porque no, enseñaba las letras y sus combinaciones, sin embargo al pedirles colaboración vaya sorpresa, participaron y disfrutaron el proyecto como los niños. Algo parecido me ocurrió con respecto a los niños. El hecho de delegar funciones los hizo ser más personas. Respetar la forma como los niños organizaron los grupos me indicaron lo autónomos y responsables que pueden llegar a ser, jamás me imaginé que esa situación bajara los niveles de indisciplina y agresividad que a veces se presentaban en el salón.
Esta experiencia, alegra mi vida y me llena de esperanza, tanto así, que para el año entrante pedí el grado primero. Siento que ahí, la pedagogía por proyectos es como una vitamina que ayuda a la enseñanza de la lengua escrita de una manera agradable, motivadora, interesante para los niños. Ellos adquieren seguridad y son autores de su proceso, además la dinámica permite que los niños sueñen, disfruten sean escuchados, se les tengan en cuenta sus gustos y opiniones y de paso llenan mi vida de sueños, los invito a soñar y a hacer realidad esos sueños, ¡arriésguense a vivir una aventura como esta, estoy segura que la disfrutaran!.
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