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Levítico: El manual de los sacerdotes UN ESTUDIO DEL LIBRO DE LEVITICO VIII Las Secreciones Lv. 15:1-33. El flujo de Semen 15:1-18 y La mujer con flujo de sangre 15:19-33
Todas las secreciones del cuerpo humano son impuras; por lo tanto, la persona es inmunda desde el punto de vista espiritual. Sin embargo, es un comentario de este tipo no vamos a examinar los aspectos físicos, sino concentrémonos en las interpretaciones espirituales de los mismos. En consecuencia, en esta sección hablaremos del flujo de semen y del remedio que exige la ley para esto.
Este capítulo trata de la impureza asociada a las secreciones de los órganos sexuales masculinos y femeninos, y muestra también cómo se contaminan objetos y personas que entran en contacto con gente impura. En los tiempos de Jesús, la comunidad religiosa se apoyaba en varias leyes levíticas para aislar a personas que, según ellos, se habían alejado de Dios. Jesús se opuso a esto al demostrar el deseo de Dios de acercarse al impuro y sanarlo (véanse Mar_1:40-41; Mar_5:24-34).
El objetivo de estas prescripciones se explica al final del capítulo: preservar la santidad del santuario, morada del Señor, para mantener los lazos de comunión con él. Todo el capítulo demuestra que el Señor es santo y espera que Su pueblo sea santo o se aparte de todo tipo de impureza, para que no profane el santuario de Dios medio de la impureza. El día de la Expiación Lv. 16:1-34 Lev. 16:1-2 “Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron, Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio”.
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Levítico: El manual de los sacerdotes El Propiciatorio, era el lugar en que Dios revelaba Su gloria. También era el lugar desde el cual Dios elegía hablar, como se registra en Números 7:89.
“Y cuando entraba Moisés en el
tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él”. Lev 16:3-4 “Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto. Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua”.
El día de la Expiación era el día más santo del calendario hebreo. Era el único día del año en que el sumo sacerdote podría entrar detrás del velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo. Se dieron instrucciones especiales para los procedimientos que debían llevarse a cabo en el día de la Expiación. El sumo sacerdote debía prepararse de la siguiente manera:
1. Tenía que lavarse, lo cual representa la limpieza por medio de la obediencia a la Palabra de Dios. 2. Tenía que ponerse los calzoncillos de lino, lo cual representa la pureza sexual. 3. Tenía que ponerse la túnica de lino, lo cual representa la justicia de Cristo. 4. Tenía que poner el cinturón, que representa la fidelidad es nuestro diario andar. 5. Tenía que ponerse la mitra de lino, que puede representar la majestad y autoridad del ministerio. Lev 16:5-6 “Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto. Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa”.
En las ceremonias del Antiguo Testamento, siempre se hace especial hincapié en la necesidad de ser purificado del pecado para poder acercarse a un Dios santo. Mientras que en esa época esto suponía actos externos de piedad, debemos comprender que para nosotros se refiere a la circuncisión del corazón y la pureza del mismo. Proverbios 22:11 “El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey”.
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Levítico: El manual de los sacerdotes Lev 16:7 “Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión”.
El acto ceremonial mediante el cual se tomaban los dos machos cabríos simboliza a los dos hombres, Jesús y Barrabas. Ambos estaban acusados de sedición o rebelión en contra de la autoridad romana. Uno de ellos era inocente, mientras que el otro era culpable. El inocente, Cristo, murió. El culpable, Barrabas, fue liberado. Leer Lucas 23:18-19. Lev 16:8 “Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel”. Aquí los términos utilizados tienen una gran importancia, ya que la suerte del Señor es el macho cabrío que habrá de morir. Por lo tanto, el Señor, el Inocente que se convirtió en pecado, es quien murió por Su pueblo. Lev 16:9-10 “Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. Más el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto”.
Al otro macho cabrío se le permite ser libre para internarse en el desierto. Esto representa a Barrabas, como vemos en Mateo 27:26.
AZAZEL (Macho Cabrío Que Desaparece). La palabra “Azazel” figura cuatro veces en la Biblia, todas ellas en el registro de las disposiciones reglamentarias relacionadas con el Día de Expiación anual. (Lev 16:8, 10, 26.) La etimología de esta palabra es objeto de discusión. Si nos atenemos a la grafía del texto masorético hebreo, `aza´zél parece ser una combinación de las raíces de dos palabras cuyos significados son “macho cabrío” y “desaparecer”, de ahí: “Macho Cabrío Que Desaparece”.
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Levítico: El manual de los sacerdotes Lev 16:11 “Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo”.
La ofrenda por el pecado, que el sumo sacerdote tenía que ofrecer por sí mismo antes de presentar la ofrenda por el pueblo, era también por su familia. Esto es importante porque nuestra familia puede ser que nos descalifique, y así no obtengamos lo mejor de Dios para nuestras vidas. Elí perdió su puesto porque sus hijos desobedecieron las leyes de Dios. Por otra parte, Abraham recibió la bendición de Dios porque crió a sus hijos en los mismos caminos. Que se diga de nosotros lo mismo que Dios dijo de Abraham en Génesis 18:19: “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de si, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él”. Lev 16:12 -13 “Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo. Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera”. Éxodo 30:34 menciona las especias de las cuales estaba compuesto el incienso: “Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso”.
Los cuatros ingredientes principales de este incienso eran:
Estacte.
Uña aromática.
Gálbano aromático.
Incienso puro.
Estacte. También se traduce como “resina de caucho”, un polvo muy costoso tomado de gotas endurecidas de mirra (el fluido para embalsamar en Oriente). La mirra, que representa la mansedumbre, generalmente se forma mediante una sesión prolongada de acusaciones falsas o ataques. Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” www.iglesialuzdecristo.org
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Cuando entramos a la presencia de Dios, nos presentamos delante de un rey: el Rey de reyes, y debemos tener la actitud adecuada en la oración. Nunca se exige algo a un monarca, sino que se implora su favor. Nuestra vida de oración debe ser mansa de tal manera que no exijamos cosas del Señor.
La palabra griega que se traduce como mansedumbre se usa en el griego clásico para hablar de un perro maduro que ha sido entrenado. En el griego, “mansedumbre” no se refería a un cachorro que corresponde únicamente a incentivos. El pueblo de Dios actúa muchas veces como cachorritos. Necesita incentivos de parte de Dios para hacer cosas, especialmente en su vida de oración. Necesitamos madurar hasta llegar a ser tan disciplinados que no nos movamos hasta que Dios nos diga que lo hagamos. Esta actitud de mansedumbre es uno de los componentes de la oración. Nuestras oraciones debe tener el origen en el Espíritu Santo. Debemos pedir únicamente de acuerdo con la voluntad de Dios. En 1 Juan 5:14-15 dice: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”. Nunca debemos de dar órdenes a Dios, sino que en un espíritu de mansedumbre debemos esperar en Él, para conocer cuál es Su voluntad y orar luego en esa dirección. ¡Nuestras oraciones solo serán contestadas si pedimos de acuerdo con Su voluntad!
Uña aromática.
La uña es el hueso que mantiene juntas las dos conchas de una ostra.
Cuando se rompe este hueso, termina la vida de la ostra porque ya no tiene el poder necesario para cerrar su concha. Su significado es la entrega de nuestra propia vida en oración, a favor de otro.
Desde el punto de vista espiritual, esto se refiere a la actitud de oración que tuvo Ester cuando se preparaba para presentarse delante del rey. Sabía que si el rey no extendía su cetro, ella podía perder la vida, porque en esos días era ilegal presentarse delante del rey sin haber sido citado por él. Sin embargo, mientras iba a la presencia del rey para pedir por la vida de su pueblo, Ester dijo: “Si perezco, que perezca” (Est. 4:16). Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” www.iglesialuzdecristo.org
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Levítico: El manual de los sacerdotes
Cuando nos presentamos delante del Rey de reyes, debemos tener esta misma actitud de oración. Como dice hebreos 4:16, debemos: “Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia”. Y para que se nos conceda la vida de los demás. Hay que pagar un precio por la oración.
Gálbano aromático. El gálbano es una resina de caucho de olor fuerte que se extrae de una planta asiática de la familia del perejil. El gálbano en realidad se parece a las lágrimas y las representa, porque sus hojas tienen que romperse para que salga el jugo. Tipifica el llanto intenso durante la oración. Hebreos 5:7 dice de Jesús; “Y Cristo, en los días de sus carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lágrimas al que le podría librar de la muerte, fue oído a causa de temor reverente”.
Esto se refiere al ministerio de intercesión de Cristo. No se refiere, sin embargo,
a Sus
oraciones en la cruz, sino a Su vida de oración mientras estuvo en la tierra. El rey David dijo del Señor: “Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿no están ellas en tu libro?” (Sal. 56:8). Había también un gran lloro en la oración ene l ministerio del “Altar de oro”. Incienso Puro. El incienso procede de ciertos arboles de la familia del bálsamo. Representa la fe probada por fuego. Hebreos 11:6 nos da una clave extraordinaria para la oración: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Nuestras oraciones deben estar combinadas con la fe, de manera tal que creamos que Él nos escucha y que nos va a responder.
La nube que formaba el incienso encendido es un tipo de las oraciones del Señor. Entramos en la presencia del Padre por medio de las oraciones intercesoras de Cristo. Los distintos aspectos de esas oraciones simbolizados por los componentes del incienso, deben hacerse visibles de manera práctica en nuestras vidas y manifestarse en las oraciones que presentamos antes el trono de Su gloria.
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Levítico: El manual de los sacerdotes Lev 16:14
“Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el
propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre”.
Ahora la nos encontramos con el relato que promulga las instrucciones para la ceremonia. La sangre del becerro era demandada por el pecado del sumo sacerdote. Por lo tanto, esta ofrenda tenía que ser llevada detrás del velo a la presencia de Dios, que habitada entre los querubines en el Propiciatorio. La sangre era rociada en el lado este del Propiciatorio porque este estaba orientado hacia la entrada del tabernáculo, y en particular, hacia el Lugar Santísimo. La sangre era rociada siete veces, para representar que debía limpiarse perfectamente, porque el número “siete” representa la perfección y lo completo. Lev 16:15 “Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio".
Lo que es importante comprender aquí es el sentido espiritual de este acto ceremonial. El propósito del día de la expiación es tratar con el pecado del pueblo de Dios. La Iglesia ya ha celebrado desde el punto de vista espiritual las siguientes fiestas: 1. La fiesta de la Pascua, que representa la salvación. 2. La fiesta de los Panes sin Levadura, que representa el alimentarse de la Palabra de Dios. 3. La fiesta de las Primicias, que representa el bautismo en agua. 4. La fiesta de Pentecostés, que representa el bautismo del Espíritu Santo. 5. Las fiestas de las Trompetas, que representa un llamado renovado a caminar con Dios.
A pesar de todas estas experiencias benditas, la naturaleza del pecado sigue estando en las vidas y en los corazones del pueblo de Dios. Este es el motivo para el día de la Expiación, que trata con el pecado en las vidas y en los corazones del pueblo de Dios. Expiación, que básicamente significa cobertura para el pecado, que fue realizada por nosotros cuando el Señor crucificó nuestro viejo hombre en la cruz. Es una experiencia eterna, o que dura mientras exista la Tierra.
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