EL LIBRO DE LEVITICO

Libro de Levítico: Manual del sacerdote 1 “EL LIBRO DE LEVITICO” LAS FIESTAS DEL SEÑOR (Lv. 23:1-44) Las siete fiestas del Señor que se describen e

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“EL LIBRO DE LEVITICO” LAS FIESTAS DEL SEÑOR (Lv. 23:1-44)

Las siete fiestas del Señor que se describen en Levítico 23 son: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

La fiesta de la Pascua (23:4-5). La fiesta de los Panes sin Levadura (23:6-8). La fiesta de las Primicias (23:9-14). La fiesta del Pentecostés (23:15-21). La fiesta de las Trompetas (23:23-25). El día de la Expiación (23:26-32). La fiesta de los Tabernáculos (23:33-44).

Estas fiestas se denominan las fiestas del Señor (Lv. 23:2), Pero además de estas siete fiestas, hay dos fiestas más que celebran los judíos. La primera era la fiesta de Purim (Est. 9:20-32), que conmemoraba la gran liberación que tuvieron los judíos de su enemigo Aman. Le pusieron el nombre de Pur, que significa “mucho”, y tenía que ser guardada los días catorce y quince del mes doce, o sea, el mes de Adar. La segunda era la fiesta de la Dedicación, que celebra el día en que los macabeos volvieron a dedicar el templo después de haber sido limpiado de la Abominación Desoladora ofrecida por Antíoco Epífanes IV. Jesus asistió a la fiesta de la Dedicación según Juan 10:22-23: “Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón”.

1. LA FIESTA DE LA PASCUA (Lv. 23:4-5) Lev 23:4-5 “Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová”. El Señor instituyó la Pascua exactamente antes de la décima y última plaga, la muerte de los primogénitos. Egipto representa la tierra de la muerte. La Pascua representa la salvación por medio de la sangre del Cordero, porque la sangre en los postes de las puertas de las casas de los hebreos protegió sus vidas. El antídoto contra la muerte es el derramamiento de la sangre del Cordero. La Pascua contiene muchas lecciones y símbolos espirituales. No obstante, necesitamos comprender que los símbolos y tipos mencionados en la Biblia nos dan una sombra o bosquejo básico de la verdad que representan, pero no necesariamente la imagen exacta de lo que representan. Heb 10:1 “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan”.

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La Pascua era celebrada en el primer mes, como vemos en Éxodo 12:2: “Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año”. Esto nos habla del hecho de que celebramos la Pascua, desde el punto de vista espiritual, al principio de nuestra vida cristiana, cuando nacemos de nuevo, la Pascua representa la salvación por medio de la sangre del Cordero, Nuestra experiencia cristiana comienza con la salvación, o la Pascua. El Señor dijo en Éxodo 12:3: “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia”. Dios ordenó a los hijos de Israel que tomaran un cordero por familia en el día decimo del primer mes. El número “diez” representa la Ley o los Diez Mandamientos. El hecho de que se tome el cordero al décimo día significa que debía cumplir la Ley. Jesus dijo en Mateo 5:17: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas, no he venido para abrogar, sino para cumplir”. El Señor Jesucristo es nuestro Cordero Pascual y Él cumplió la Ley. El cordero de la Pascua tenía que ser sin defecto, como vemos en Éxodo 12:5: “El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomareis de las ovejas o de las cabras”. Cristo, nuestro Cordero Pascual, no tenía defecto ni pecado alguno. Él fue el sacrificio perfecto y sin pecado, ofrecido por los pecados de este mundo. 1ª Pedro 1:19 dice: “Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. El inmaculado Cordero de Dios cargo nuestros pecados sobre Sus hombros. Pablo dijo en 2 Corintios 5:21:”Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Otro aspecto del cordero de la Pascua era que no podía tener huesos quebrados, como leemos en Éxodo 12:46: “Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebrareis hueso suyo”. La pierna quebrada es símbolo de la desobediencia. En la antigüedad, los pastores quebraban las piernas de las ovejas desobedientes y vagabundas para que no se alejaran más. Eso también fue profético acerca del Señor Jesús. Salmos 34:20: “Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”. Leemos en Juan 19:33 que ninguno de os huesos de Jesús fue quebrado: “Más cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo”. El Señor cumplió cada aspecto del cordero Pascual (1ª Co. 5:7; Ap. 5:6). Leemos en Éxodo 12:6: “Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes”. El cordero tenía que ser tomado el día diez y muerto el día catorce en la tarde. Durante esos cuatro días, se inspeccionaba el cordero para comprobar que no tuviera defectos. Cristo, nuestro Cordero Pascual, fue examinado por cuatro personas: Anás, Caifás, Herodes y Pilato. Ninguno de ellos pudo encontrar alguna culpa legítima en Él. De manera muy similar, nosotros seremos examinados por cuatro grupos: el mundo, la Iglesia, Satanás y el Señor. Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” www.iglesialuzdecristo.org

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¿Quién dio muerte al cordero de la Pascua? Toda la congregación de Israel. Éxodo 12:6 dice: “Y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes”. Los judíos fueron los que crucificaron al Señor Jesucristo. Pilato dijo a los judíos en Mateo 27:22: “¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?” ¿Cuál fue la respuesta de los judíos? ‘Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!” Pilato no quería aceptar la responsabilidad de enviar a un hombre inocente a la cruz. Los judíos le dijeron en Mateo 27:35:”Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos”. Los israelitas tenían que poner la sangre del cordero en los postes y dinteles de sus casas, como leemos en Éxodo 12:7: “Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer”. Recordemos que la sangre de Cristo no nos beneficia a menos que la apliquemos a nuestras vidas. Leemos en Éxodo 12:8-10: “Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego”. Los israelitas debían asar la carne del cordero al fuego, y comerla con pan sin levadura y hierbas amargas. La carne del cordero debía ser asada al fuego para garantizar la conservación de todos los nutrientes del cordero. Solo podemos participar de Cristo si estamos dispuestos a pasar por las pruebas “de fuego”, que son el precio de recibir y guardar la verdad que está en Cristo. La carne del Cordero y los panes sin levadura representan la Palabra de Dios. Jesús es el Verbi hecho carne (Jn. 1:14) y el Pan de Vida (Jn. 6:35). En la cena del Señor, somos participes, en forma simbólica, del cuerpo y la sangre del Señor, al participar de los elementos. Juan 1:14 dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. La carne de Cristo, el Cordero Pascual, representa Su Palabra. Debemos alimentarnos de la Palabra de Dios. En Éxodo 12:11 leemos acerca de la manera en la que los israelitas tenían que comer la Pascua: “Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová”. Debían comer la Pascua: 1. Con su lomos ceñidos. 2. Con el calzado en sus pies. 3. Con el bordón en su mano. El Señor dio a los israelitas estas tres instrucciones acerca de cómo comer la Pascua, porque estaba a punto de emprender un viaje, el éxodo de Egipto. Tenían que estar preparados para irse de Egipto inmediatamente después de comer el cordero de la Pascua. Sus ropas largas y sueltas debían estar recogidas ceñidas a la cintura, los calzados en sus pies y el bordón en su mano. La lección espiritual que encontramos aquí es que apenas aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, comenzamos un viaje espiritual. Tenemos que prepararnos para dejar este mundo, representado en este caso por Egipto. El Señor dijo en Éxodo 12:13: “Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto”. Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” www.iglesialuzdecristo.org

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Para estar protegidos de la muerte, los israelitas tenían que colocar la sangre del Cordero en sus casas. Lo mismo ocurre con los creyentes. Para estar protegidos de la muerte y del infierno, debemos colocar la sangre de Cristo en nuestras vidas al aceptar a Cristo como nuestro Salvador. La sangre es nuestra protección, y nos limpia de nuestros pecados (He. 9:22). Los israelitas también tenían que mojar un hisopo en el lebrillo que contenía la sangre que se colocaba en los marcos de las puertas de sus casas. Leemos en Éxodo 12:22: “Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana”. El hisopo era una pequeña planta tupida con gran cantidad de flores pequeñas en ramos. En Salmos 51:7, David oró al Señor: “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré mas blanco que la nieve”. En la Biblia, el hisopo está relacionado con la purificación o la limpieza. Por lo tanto, podemos afirmar que el hisopo mojado en sangre representa la verdad espiritual de que la sangre de Cristo nos limpia. Éxodo 12:23 nos permite apreciar el poder de la sangre de Cristo, el Cordero de Dios:” Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir”. Como ya hemos dicho, la sangre de Cristo nos protege del juicio y el poder de Satanás. En las Escrituras con claridad se dice que Satanás está controlado por Dios. Esto significa que únicamente puede hacer lo que Dios le permite hacer. Estamos protegidos por Dios solo mientras nos mantenemos cubiertos por la sangre de Cristo. 1 Juan 1:7: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. La sangre de Cristo nos limpia constantemente de todo pecado y nos cubre a medida que andamos en la luz: en obediencia al Señor.

Lecciones espirituales de la Pascua: 1. La Pascua era celebrada en el primer mes. Nosotros experimentamos la Pascua al principio de nuestra vida cristiana, cuando nacemos de nuevo. 2. El cordero de la Pascua era elegido el décimo día, lo cual representa la Ley, Jesucristo, nuestro Cordero Pascual, cumplió la Ley. 3. El cordero de la Pascua tenía que ser sin defecto. Cristo, nuestro Cordero Pascual, no tenía defecto alguno. 4. El cordero de la Pascua no podía tener huesos quebrados, que son símbolos de la desobediencia. Ni un solo hueso de Cristo, nuestro Cordero Pascual, fue quebrado en la cruz, lo cual es símbolo de que fue el obediente Cordero de Dios.

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5. El cordero de la Pascua era inspeccionado durante 4 días. Cristo, nuestro Cordero Pascual, fue examinado por cuatro personas y nosotros seremos examinados también por cuatro personas o grupo de personas. 6. Toda la congregación de Israel mataba al cordero de la Pascua el día catorce. Toda la congregación de Israel crucificó a Jesucristo. 7. Los israelitas tenían que aplicar la sangre del cordero a sus casas para estar protegidos. Nosotros debemos aplicar la sangre de Cristo a nuestras vidas para estar protegidos del juicio. 8. Los israelitas tenían que asar la carne del cordero al fuego y comerla. Nosotros debemos pasar por pruebas de “fuego” para participar del Señor. 9. Los israelitas tenían que comer la carne del cordero y el pan sin levadura, los cuales representan la Palabra de Dios. Por consiguiente, debemos alimentarnos de la Palabra de Dios. 10. Los israelitas tenían que comer la Pascua con sus lomos ceñidos, los calzados en sus pies y el bordón en su mano, porque estaban a punto de emprender un viaje fuera de Egipto. Apenas somos salvos, debemos estar preparados para dejar el mundo y comenzar nuestro viaje espiritual. 11. Los israelitas tenían que sacar toda la levadura de sus casas durante los siete días de la fiesta de los Panes sin Levadura. Como creyentes, debemos comenzar a sacar todo el pecado de nuestras vidas apenas somos salvos. 12. Los israelitas tenían que mojar un hisopo, que representa la purificación y la limpieza, en la sangre del Cordero. La sangre de Cristo nos limpia de todo pecado.

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