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SEPTIEMBRE 2010 MÉXICO

D E V E N TA E X C L U S I VA PA R A M AY O R E S D E E D A D

yucatán de el

C atherwo o d Te x t o y f o t o s : M a r t y M c L e n n a n

Un recorrido inspirado en los primeros exploradores de la península, que revela todo el misterio, sabiduría y esencia de la extraordinaria cultura maya.

El Palacio del Gobernador en Uxmal es considerado uno de los más admirables ejemplos de arquitectura prehispánica en México.

Templo de Kukulkán en Chichén Itzá.

“Œ

s posible narrar la historia de Yucatán a través de sus construcciones”, afirma nuestro incansable compañero Alfonso, al tiempo que nos internamos en las fauces de un monstruo suficientemente grande para devorarnos a los tres al mismo tiempo. Por fortuna, el milenario ser se mantiene inmóvil en la roca (un enigma más que una amenaza) mientras lo fotografiamos como una pieza más del fascinante rompecabezas que constituye la arqueología de Yucatán. A punto de alcanzar la cima del monumento más grande en Ek Balam, sitio localizado a mitad del camino entre Mérida y Cancún y que por lo general se olvida, no puedo evitar sonreír ante la situación en que nos encontramos: henos aquí, en la antesala de una de las ciudades funerales más ricas del mundo maya, ¡y está abierta sólo para nosotros!

Mucho tiempo después del apogeo de la civilización maya, los fundadores del Mayapán construyeron una réplica de Chichén Itzá y su templo dedicado a Kukulcán (página opuesta). El Caracol en Chichén Itzá, de escalera en espiral, era un observatorio astronómico.

Jaguar de dos cabezas frente al Palacio del Gobernador, en Uxmal.

Bajo el calor de Yucatán, las máscaras de Chaac representan al dios maya de la lluvia.

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EN BUSCA DEL ORIGEN

Descubierto en la década de los noventa, el Mascarón de Ek Balam con sus esculturas ornamentales representa la entrada al inframundo y el escenario de ritos ceremoniales.

Ruth y yo vinimos a la península de piedra caliza en busca de una lujosa experiencia de relajación y descanso. Resulta que al haber reservado con Catherwood Travels, recibimos más de lo esperado. La compañía fue nombrada como el extraordinario artista y arquitecto del siglo XIX que, gracias a sus minuciosos dibujos publicados en Incidentes de viajar en Yucatán, provocó que las antiguas ciudades mayas se volvieran el centro de atención del mundo entero. Más de 150 años después, la encarnación más reciente de Catherwood continúa con la tradición de la exploración docta de primer nivel, al tiempo que garantiza viajes hechos a la medida y muy cercanos a la perfección.

Catherwood Travels, nombrada en honor al célebre explorador del siglo xix, garantiza viajes hechos a la medida. Reafirmo lo anterior tan pronto partimos del sitio milenario. Carlos, nuestro chofer vestido con una fresca guayabera, nos ofrece una toalla fría con aroma a menta y un buen tequila que sirve en un caballito helado, para refrescarnos antes de subir a nuestra deslumbrante Suburban, equipada con aire acondicionado. Una vez sentados (con mi amigo Don Julio de vuelta en su lugar, enfriándose en la hielera), Alfonso pregunta si estamos listos para la siguiente actividad: un picnic, seguido de un chapuzón en algún cenote. Es mi quinto día con Catherwood y a este punto tengo la certeza de que Alfonso siempre nos sorprenderá. Mi optimista compañero de viaje no es sólo un valioso y servicial personaje, también viene acompañado de importantes títulos: mi guía en todos los sitios de Yucatán es uno de los arqueólogos más sobresalientes en México, ha trabajado en diversas excavaciones a nivel internacional y dirigido hallazgos de la talla del trono tallado en piedra, ubicado

en el oculto Templo XIX de Palenque. Bienvenido a Catherwood: no hay simpleza en una experiencia verdaderamente hecha a la medida. El resultado: un proyecto de indudable calidad, uno que ha sido planeado durante casi una década y que ha contado con la participación de algunas de las personalidades más eminentes en diversos campos, así como de los propietarios más importantes. El producto trasciende todas las expectativas. Impactante sería una forma de definirlo.

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El nombre de Loltún, sistema de cuevas conocido como el más grande de la península, podría tener su origen en estos dos pilares. Cuando tocas el izquierdo, vibra con un sonido parecido a “Lol”, y el derecho, a “T ú n ”.

LA RUTA DE LOS SITIOS MAYAS

AMOR AMARILLO

Después de recogernos en Campeche, nos hospedaron en los cuarteles del Patrón, localizados en la espectacular hacienda del siglo pasado, con un mayordomo y un chef a mi entero servicio. Añade a lo anterior un magistral recorrido por las zonas arqueológicas de la región Puuc y una escala en las cuevas Jipijapa de Becal para comprar un sombrero. A continuación, visitamos los famosos sitios de Uxmal, Chichén Itzá, el poblado de Valladolid y sus alrededores, disfrutamos picnics en gloriosas haciendas y nadamos en los casi olvidados cenotes. Para no perder el ritmo, proseguimos con una excursión igualmente deleitable. Carlos recorre el sitio arqueológico por un camino alterno y en cuestión de minutos llegamos a Xchen, una de las haciendas del área, cuidadosamente seleccionada y renovada por Catherwood. Situada justo detrás de Ek Balam, una familia local espera en la reja para darnos la bienvenida. Doña Mariana, ataviada con su mejor vestido bordado, ha preparado algo especial para recibirnos: cochinita pibil al estilo tradicional (aún cocinándose en un horno bajo tierra –horno de hoyo–). Tan pronto llegamos, ella comienza a preparar tortillas en una fogata. Nos espera una encantadora mesa de picnic, perfectamente presentada bajo un árbol de higos. Alfonso descorcha un Rioja y a continuación nos conduce al cenote (privado) que se encuentra dentro de la propiedad. Una fresca brisa sale del acceso a este majestuoso pozo de agua que refleja una iridiscente agua azul, enmarcada por las raíces de árboles de higos que cuelgan como lianas de Tarzán. No será ni la primera ni la última vez que me sumerja en las profundidades de una cueva durante el viaje. En un territorio donde la temperatura promedio es cercana a los 30 grados centígrados, y en verano rebasa los 40, los cenotes son sinónimo de vida y han simbolizado lo mismo desde el día cero Pop del calendario maya (por ende, no sorprende que casi todos los sitios mayas se ubiquen en forma estratégica, cerca de estos profundos hoyos). Las cristalinas y nítidas aguas están conectadas entre sí por cientos de kilómetros que se extienden a lo largo de la región, y durante milenios han sido fuente de inspiración, sombra y agua potable para la gente que habita en la península. Además de ser nuestro, este cenote posee un encanto adicional: es el lugar que Ukil Kan Lek Tok, cuya acrópolis acabábamos de escalar, utilizaba para practicar su nado de espalda.

Retornamos a Izamal, la joya colonial color ámbar de Yucatán, después de un placentero almuerzo. Catherwood tiene un baluarte en los atributos turísticos del encantador Pueblo Mágico, gracias a las numerosas residencias distribuidas a lo largo del poblado y a su participación activa en el Centro Cultural y Artesanal. Esta noche, Ruth y yo descansaremos en su magnífica propiedad: Casa Azul. Nuestros mayordomos, Rubén y María, nos reciben en la puerta. Nos refrescamos con lujo colonial y un baño enorme, del tamaño de una cancha de squash, nos espera. La tina hecha por encargo ya está preparada para nosotros. Nos sumergimos rápidamente para luego seguir a nuestros anfitriones en un paseo guiado por el pueblo. Doble Exposición en Uxmal: los dibujos de Frederick Catherwood inspiraron fascinación por la cultura maya. Su técnica de “cámara lúcida” simulaba la fotografía digital de nuestros días.

Constituido como un importante centro religioso durante milenios, la principal atracción de Izamal son sus numerosas pirámides prehispánicas y el gigantesco convento franciscano de San Antonio de Padua.

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El Convento de San Antonio de Padua en Izamal fue construido sobre un templo maya. Su arcada es la segunda más grande en el mundo cristiano, después de San Pedro.

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Construido en la cima del sitio maya Pap Hol Chac, esta masiva estructura tiene un cenote y catacumbas (ambos cerrados al público) bajo sus cimientos. Requirió de casi cien años para que los franciscanos convirtieran la antigua residencia de sacerdotes mayas en el actual monolito religioso. Sus 75 sublimes arcos son los segundos más largos del mundo cristiano, después de los de San Pedro en el Vaticano. A un paso se erige la pirámide Kinich Kak Moo (“Guacamaya Resplandeciente”), la más alta en Yucatán, que alcanza los 35 metros de altura sobre la ciudad. Su base de 195 por 173 metros la posiciona como el tercer sitio arqueológico más grande, en cuanto a volumen, del país. El pueblo posee mucho más que inspiración religiosa: sus múltiples artistas trabajan para crear algunas de las más finas obras en la región. Nos detuvimos en el taller de don Esteban. El vivaz personaje es el creador del proceso de hacer joyería con las espinas del henequén. En el rústico taller, él toma las extremadamente duras (y afiladas) espinas y las muele hasta transformarlas en hermosas piezas de arte junto con la semilla de cocoyol. Algunos diseños integran piezas de oro o plata. Deambulamos por la parte trasera de la tienda, rumbo al taller al aire libre, en donde realiza su magia mientras canta una antigua canción maya.

Una vez satisfecha la curiosidad, abordamos uno de los taxis de Izamal, tirados por caballos (victorias, como los denomina la gente que ahí vive), para que nos lleve de vuelta a la residencia. Y con el sonido de los cascos en las calles empedradas, no puedo evitar emocionarme por todo lo que he aprendido durante el viaje. Mientras veo el convento y las estructuras prehispánicas que yacen en ruinas por todo el pueblo, no se requiere ser arqueólogo para intuir de dónde proviene el material con que se construyeron las casas y fachadas locales. Lo único que oculta la realidad de las actuales construcciones de su pasado es la capa de pintura amarilla que caracteriza al pueblo. Pero más que simplemente robar piedras, los líderes actuales conservan las tradiciones de sus antecesores: en 1993, el papa Juan Pablo II llegó en un helicóptero para celebrar una misa a la que asistieron miles de fieles. Después de colgarle un collar de perlas a la Virgen, voló de regreso en su espléndido pájaro mecánico, sin duda un movimiento resonante como la chamanería de la Guacamaya Resplandeciente.

Rubén sugiere que Ruth y yo nos dirijamos al patio trasero antes de ir a dormir. Para este punto, con una epifanía a la vuelta de cada esquina, sabemos que no debemos rechazar ninguna sugerencia hecha por Catherwood. Salimos y de inmediato enmudecemos: la luz de luna deslumbra una clásica pirámide maya que disfrutamos desde el patio; mientras tanto una botella de champaña, estratégicamente ubicada en la mesa, yace sumergida en hielo.

DE VUELTA A LA NATURALEZA Como resultado de nuestra petición por observar aves, ahora nuestros anfitriones de Catherwood han organizado una excursión que, desde luego, incluye algo especial. Localizada en el tranquilo estero en la costa noreste de la península de Yucatán, la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos es una especie de término confuso. Mientras que las más de 60 mil hectáreas de tierra protegida ciertamente poseen una población decente de colmilludos crocodylus moreletii y crocodylus acutus, su verdadera fama proviene de las aves que la habitan. La zona es hogar de más de 350 diferentes residentes y especies migratorias, incluyendo varias raras, vulnerables o en peligro de extinción, tales como el pato almizclado (Cairina moschata), la cigüeña de cabeza pelada (Mycteria americana) y el halcón peregrino (Falco peregrinus). Todos aprovechan la seguridad de los manglares locales y la abundante vida que surge de este rico ecosistema. Pero más que todo lo anterior, Ría Lagartos ofrece un espectáculo para el turista promedio, muy diferente a todo lo

demás (es el sitio de anidación más grande en el país para el Phoenicopterus ruber, conocido como el flamenco rosado). Estas maravillosas aves vuelan hacia estas aguas a comienzos de marzo y sus polluelos nacen a fines de junio. A mitad del verano, miles de elegantes aves rosadas merodean por la línea costera en busca de camarones y crustáceos que les confieren su fabuloso color, que evoca los cadillacs de los años cincuenta. Partimos del muelle en un navío privado, para internarnos en el estero de aguas poco profundas donde las aves de plumas rosadas se alimentan con tranquilidad. Parecen no percatarse de nuestra presencia, pero al mismo tiempo guardan su distancia. Grupos de doce o menos vuelan como aviadores en ataque, rosa brillante que contrasta con el cielo azul. Y de manera inesperada, el pánico se extiende: un halcón amenaza desde lo alto. El grupo entero de sobresaltados flamencos emprende el vuelo, pintando el cielo de rosa en un intento de solidaridad y unión. Qué mejor estrategia para confundir al depredador (¡y al fotógrafo!) que intenta capturarlos. Oriundo del pueblo, nuestro guía por el estero, Gabriel Pacheco, conocido como el Chino Mosca, se ha especializado en el área durante décadas. Nos lleva a un recorrido por las lagunas de sal producida por evaporación en la región. “La producción de sal ha sido una de las principales actividades en la zona desde los tiempos mayas”, nos platica. Un subproducto inesperado del proceso de desalinización es la arcilla rica en calcio e ideal para defoliar. El Chino Mosca nos cubre con la arcilla. Mientras esperamos a que se sequen y limpien nuestros poros, nos ofrece algo que define como un antiguo masaje de cabeza. Cierro los ojos y me preparo para gozar la experiencia, cuando de repente siento una docena de pequeños y duros dedos que me tallan la cabeza. Ruth y el Chino Mosca comienzan a reír, al tiempo que reacciono ante el cangrejo vivo que danza sobre mi mollera. Mientras que sus propiedades medicinales como masajeador de cabeza son cuestionables, sin duda el benevolente crustáceo local ha sido empleado en bromas similares por milenios.

Los artesanos de Izamal, como el reconocido Gabriel I. Pérez, siguen con la tradición artística maya.

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Lo que en el pasado fue protagonista de la economía mundial, hoy la producción de henequén de Yucatán atiende sólo un mercado local.

LA HACIENDA DEL ORO VERDE Conforme desciende el sol de Yucatán, Carlos acelera nuestro vehículo plateado con rumbo al pequeño asentamiento de Temozón, donde cenaremos y descansaremos después de una agotadora aventura. En el camino, Alfonso nos narra un poco de historia local. Justo antes del fin de siglo, nació el imperio del “Oro Verde” de Yucatán. El área alrededor de Mérida se volvió el hogar del increíblemente lucrativo comercio de henequén (la fibra esencial para hacer cuerdas que se utilizaban en la industria marítima) como la fuente primordial; también de los carnosos Agave sisalana y Agave fourcroydes que crecieron en forma endémica. Prácticamente, de un día al otro, los hacendados locales se convirtieron en unos de los hombres más ricos del país gracias a la compleja cadena de abastecimiento y demanda que los benefició de manera notable. Con grandes sumas de dinero circulando, estos terratenientes construyeron extravagantes casas amuebladas con finos objetos provenientes de Francia, como se acostumbraba en aquella época. La prosperidad estaba en el aire. El periodo de riqueza, sin embargo, duró poco: con la repentina desaparición del comercio, a finales de la primera guerra mundial, y la creación de fibras sintéticas, el imperio del henequén se vino abajo; sus haciendas pasaron de lujosas propiedades a ruinas. La insaciable jungla, las leyes socialistas federales conocidas como la Reforma Agraria que devolvieron al pueblo la tierra de los ricos terratenientes, y décadas de abandono dejaron estas construcciones en un estado de total deterioro. Los números narran una historia interesante: de las 1170 haciendas que existían en 1920, apenas un tercio permanece de pie, casi todo en ruinas. Hoy el ciclo continúa. Un reciente movimiento de restauración, junto con una ley post-NAFTA que protege la inversión privada, y el esfuerzo del Estado por mejorar su oferta turística, ha traído a estas construcciones de vuelta.

Cerca de una docena de restaurantes y hoteles de lujo, con más por venir, domina la región en torno a Mérida. Como los henequeneros que los precedieron, capital transnacional sostiene a muchas de estas empresas mientras que los mayas locales aportan su mano de obra. Catherwood Travels y sus amigos de Grupo Plan han sido pioneros en este trabajo al rescatar, restaurar y rehabilitar las haciendas con fines turísticos. Al hacer esto, también han dado empleo a las comunidades circundantes, inicialmente en la restauración y luego como proveedores de servicios. Como parte de su compromiso social con las áreas en donde Grupo Plan opera, la compañía ha desarrollado programas de capacitación y cerca del 90 por ciento del staff es local. Aún más, ha creado la Fundación Haciendas del Mundo Maya A.C., una organización sin fines de lucro fundada para producir desarrollo micro-regional en las zonas rurales mayas de la península de Yucatán.

La Hacienda Temozón ofrece la opulencia del imperio del henequén de antaño, con todas las comodidades para el viajero moderno.

La propiedad insignia de la marca Luxury Collection de Grupo Plan es Hacienda Temozón, hacia donde nos dirigimos esta noche. Es una joya de la arquitectura del siglo XVI (se dice que fue hogar de don Diego de Mendoza, pariente del conquistador español Francisco de Montejo) y de la hospitalidad yucateca. La propiedad ha sido renovada en varias ocasiones a lo largo de su existencia, convirtiéndose en una próspera hacienda de henequén a mediados del siglo XIX. En la actualidad cuenta con 28 espectaculares habitaciones y suites, todas ubicadas en los antiguos cuarteles de los trabajadores que una vez cosecharon los cultivos de sisal. Cada una posee techos de siete metros de altura, enormes baños, camas king size, hamacas y salas, tanto adentro como afuera. Un pequeño ejército de trabajadores se encarga de dar meticuloso mantenimiento a las instalaciones. No sería exagerado afirmar que el lugar es propio de reyes, después de todo, los presidentes Bush y Clinton aquí se hospedaron… en distintas ocasiones, desde luego. Cenamos en el magnífico restaurante Casa Principal, localizado en la Casa del Patrón, con vista a los acicalados jardines y la alberca. El menú sugiere platillos regionales preparados con productos orgánicos, muchos de los cuales se cultivan en la hacienda y otras propiedades vecinas. Al terminar la cena, caminamos rumbo a nuestra habitación; los encantadores mosaicos franceses que cubren las paredes y la ropa de cama le dan un aire de suntuosidad.

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LA CAVERNA CON AGUA

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Nos espera un día de descanso. Suizo de nacimiento, Reto Kade, director del spa y del hotel, que anteriormente trabajaba para el Hotel Tamarindo, en Costalegre, Jalisco, nos acompaña durante el desayuno. Después de tomar un vaso de jugo fresco, una buena taza de café y pan dulce hecho en casa, nos preparamos para nuestra primera aventura. Reto llama a José, la mula de la hacienda: él es, después de todo, el personaje central para llevarnos al cenote en que nadaremos. Subidos en José, recorremos un angosto camino rumbo a los límites de la propiedad. Los guías explican que el imperio del henequén fue construido en angostas vías ferroviarias, como en la que ahora viajamos. Como las distancias eran cortas y los cultivos variables, caballos y mulas más que locomotoras, dieron fuerza al auge del henequén como hoy lo continúan haciendo. Después de un placentero chapuzón en la profunda caverna, volvimos al hotel para disfrutar un masaje. Reto ha organizado un tratamiento para nosotros en un cenote ubicado a unos cuantos metros de la Casa del Patrón. Una escalera de caracol nos conduce al espacio iluminado por velas y ambientado por la música natural del agua en movimiento. Acostado boca abajo mientras un par de experimentadas manos mayas elimina todo rastro de estrés en mí, pienso en lo que Alfonso me dijo cuando estábamos en Ek Balam. Viajando en el tiempo, podemos ver que la geografía de Yucatán narra la historia de un paraíso terrenal, bendecido con un magnífico océano, agua fresca y bañado por un cálido sol. Las construcciones mayas prosiguieron esta historia, rindiendo tributo a sus dioses. ¡Y vaya tributo! Sus edificios se elevaron más alto y con mayor volumen y precisión que prácticamente cualquier otra estructura hecha por el hombre en aquellos tiempos. Estas edificaciones son de hace casi dos mil años, y a pesar de ello nos hacen enmudecer. La oleada de imperios de henequén muestra a un estado de abundancia y lujo sin precedente, mientras que las haciendas de hoy reviven aquella opulencia. Cada una de estas etapas de Yucatán se funde en una historia con muchos comienzos, finales, giros y transformaciones. Aquí, en el fresco cenote, mientras mi cuerpo es consentido, no puedo evitar pensar que la mejor forma de conocer la historia de Yucatán es experimentándola en carne propia.

Venerados por viajeros y residentes de Yucatán, los miles de cenotes de la península guardan agua de lluvia filtrada por piedra caliza, perfecta para un refrescante chapuzón.

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B LE U GU IDE CATHERWOOD TRAVELS T. (999) 944 0032. 01 800 823 0585. [email protected] www.catherwoodtravels.com DÓNDE HOSPEDARSE Las cinco haciendas de Starwood Luxury Collection son perfectas para quienes viajen a Yucatán. Rescatadas del abandono, abrieron sus puertas como hoteles a finales de los noventa, luego de una exhaustiva restauración. Espera encontrar lujosas salas, bibliotecas y otros encantadores rincones equipados con comodidades de la modernidad y amenidades de cinco estrellas, además de sus celestiales jardines llenos de plantas y flores tropicales, aves y senderos ondulantes. Cada hacienda cuenta con una zona con alberca. Lo más significativo probablemente es el staff, proveniente de los pueblos circundantes, que te conecta con la cálida hospitalidad de los yucatecos. www.haciendasmexico.com

Hacienda Temozón Domicilio conocido. Temozón Sur, Yucatán. T. (999) 923 8089.

Hacienda San José Cholul Carretera Tecanto km 30, Municipio de Tixkokob, Yucatán. T. (01999) 960 9033.

Hacienda Santa Rosa Carretera Mérida-Campeche km 129, Santa Rosa. T. (999) 923 1923. Hacienda Uayamón Carretera UayamónChina-Edzná-Uayamón km 20, Campeche. T. (981) 813 0530. Hacienda Puerta Campeche Calle 59 No. 71, Campeche. T. (981) 816 7508. ¿Buscas todavía más exclusividad? No hay problema, Catherwood organizará tu hospedaje con mayordomo personal en cualquiera de las haciendas privadas, distribuidas en la región y que incluyen sus propiedades en Itzincab, cabañas en Xchen y residencias privadas como Casa Azul, Casa de los Artistas y Casa de Madera en Izamal.

QUÉ COMER Y BEBER El cerdo domina la escena culinaria en el estado. La cochinita pibil, un platillo cocinado a fuego lento, marinado con cítricos y condimentado con achiote es el favorito de todos; sin embargo, los mariscos son espectaculares a todo lo largo de la costa, y el camarón gigante proveniente de Campeche es en verdad legendario. En toda la región, los locales beben limonada, cerveza y jugos de frutas para aminorar el calor. El magnífico Xtabentún es un licor hecho de miel de abejas locales que la extraen de las plantas endémicas de Xtabentún. Destilado con semillas de anís y ron, esta fuente local de orgullo ha sido reconocida como afrodisiaco y como remedio para infinidad de males. DÓNDE COMER Cada una de las haciendas antes mencionadas posee un restaurante de primera categoría. Otras opciones más casuales son las siguientes: Kinich Calle 27 No. 299, entre Calle 28 y 30. T. (988) 954 0489. sabordeizamal.com Es un sitio rústico pero elegante que sirve especialidades como sopa de lima, tacos de venado y cochinita pibil. Todos los platillos se acompañan de tortillas hechas a mano y una variedad de salsas preparadas por mujeres vestidas con trajes típicos.

QUÉ COMPRAR Yucatán es el lugar para adquirir productos hechos con henequén. Tapetes de mesa, bolsas, llaveros y una variedad de productos hallarás, todos elaborados con esta planta. También son muy populares los sombreros jipijapa hechos a mano en las cuevas de Becal, cerca de la frontera con Campeche. Para las mujeres están los huipiles y los bordados, famosos en la región. Los hombres pueden elegir una guayabera de seda, lino o algodón. Los hoteles en haciendas cuentan con tiendas de regalos que venden productos locales, realizados a mano. DÓNDE COMPRAR Centro Cultural y Artesanal Izamal Calle 31 No. 201, Plaza Central de Izamal. T. (988) 954 1012. Abierto: lunes a sábado de 10:00 a 20:00; domingo de 10:00 a 17:00. Esta organización sin fines de lucro, basada en un comercio justo, reúne productos artesanales de una docena de comunidades indígenas de todo el estado. Encontrarás hamacas de gran calidad, guayaberas, fedoras, bolsas y otros productos hechos a mano. No dejes de tomar un tour guiado del museo que muestra artesanías provenientes de todo el país. El Centro también renta bicicletas para aquellos que quieren pasear por los talleres locales que se mencionan a continuación. La Flor de Cocoyol Lol-Tuk Calle 26 No. 44, Izamal. T. (988) 957 2026. Ven a conocer a don Esteban, creador del proceso de espinas de henequén y cocoyol para elaborar joyería. Un tipo encantador, Esteban te dará gustoso un recorrido del intensivo proceso que realiza, y que probablemente acompañará con una canción en maya.

Patricia Martín Morales Calle 13, entre la Calle 25 y 28, Muna. Para algunas de las mejores reproducciones en cerámica disponibles en la península, vale la pena conducir hasta el pequeño pueblo de Muna para conocer el trabajo de Patricia. Laureada por varios y coleccionada por arqueólogos, sus cerámicas y pinturas son unas de las mejores en la zona. Trae efectivo porque no hay bancos ni cajeros en la zona.

Rí o Lagartos El efecto de convertirse en Reserva de la Biosfera y de la Humanidad en 2004, no sólo ha beneficiado al pueblo de Río Lagartos (no confundirlo con el estero Ría Lagartos), también se puede percibir en los manglares: hoy el río Salobre está más limpio que durante los últimos años y la población de casi todas las especies, incluyendo ecoturistas, está en expansión. La industria local de servicios ha crecido y ahora incluye varios restaurantes, un puñado de hoteles sencillos y austeros centros de comunicaciones que cuentan con Internet y servicio telefónico.

CLIMA Yucatán posee un clima riguroso. De mayo a septiembre es la época de lluvia, que se acentúa de junio a noviembre con la temporada de huracanes. De diciembre a enero es relativamente fresco, mientras que de febrero a junio llega la temporada de clima seco; no es de sorprenderse que Chaac, el dios maya de la lluvia, fuera tan venerado en la región.