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VACUNA MENINGOCÓCICA DEL GRUPO B BEXSERO® (Novartis) ENFERMEDAD MENINGOCÓCICA INVASIVA Las bacterias que más frecuentemente pueden causar actualmente meningitis son Neisseria meningitidis (meningococo) y Streptococcus pneumoniae (neumococo). Neisseria meningitidis es un coco Gram negativo que incluye 13 serogrupos (A, B, C, D, H, I, K, L, X, Y, Z, 29-E y W-135), aunque los que se asocian con mayor frecuencia a enfermedad son A, B, C, W-135 e Y. En la Unión Europea, el 74% de los cuadros meningocócicos invasivos son causados por el serotipo B, especialmente en niños (88% de los casos); otro 14% (8,1% de los niños) está producido por el serotipo C. Bexsero® es una vacuna combinada de varias proteínas procedentes del serotipo B de la Neisseria meningitidis indicada para la inmunización activa de individuos a partir de 2 meses de edad frente a la enfermedad meningocócica invasiva causada por Neisseria meningitidis grupo B. Los resultados serológicos sobre la capacidad inmunogénica de la nueva vacuna son claros y contundentes, con porcentajes de sujetos con títulos preventivos de anticuerpos por encima del 98% medidos un mes después de la última dosis. El perfil de seguridad de la vacuna es similar al de otras vacunas convencionales. La enfermedad invasiva por meningococo B es un cuadro grave, con una mortalidad asociada superior al 8%, que afecta fundamentalmente a los niños pequeños, con un segundo pico de incidencia durante la adolescencia, y hasta ahora no existía ninguna vacuna eficaz para su prevención. Por ello, la vacuna está claramente dirigida para estos grupos de edad; no obstante, en caso de focos epidémicos es deseable vacunar a toda la población. Al hecho de ser la primera vacuna capaz de inmunizar frente al serotipo B del meningococo, que es el más prevalente en España y en el resto de la Unión Europea, hay que agregar que se trata de la primera vacuna eficaz que no utiliza el sistema de conjugación de proteínas y polisacáridos capsulares empleado con tanto éxito para prevenir meningitis y septicemias de otros serotipos de meningococos (A, C, W, Y), de neumococos (13 serotipos) y de Heamophillus influenzae tipo b. Esto último también supone un avance farmacotécnico nada desdeñable, que abre nuevas líneas de investigación para el desarrollo de vacunas frente a bacterias y otros microorganismos patológicamente relevantes.
Las bacterias que más frecuentemente pueden causar actualmente meningitis son Neisseria meningitidis (meningococo) y Streptococcus pneumoniae (neumococo); por el contrario, hace años el Haemophilus influenzae tipo B era la causa más común de meningitis en niños menores de un mes (raramente en adultos), pero la vacunación sistemática ha reducido drásticamente su incidencia. Por su parte, la meningitis producida por bacterias gramnegativas suele ser producida por Escherichia coli o especies de Klebsiella o Enterobacter y es más común en pacientes inmunodeprimidos, tras cirugía o traumatismo cráneo-encefálico, o con bacteriemia. Por su parte, la meningitis estafilocócica puede ser secundaria a traumatismos cráneo-encefálicos penetrantes, bacteriemia o intervenciones neuroquirúrgicas. Los casos provocados por Listeria puede darse a cualquier edad, especialmente en pacientes con insuficiencia renal crónica, enfermedades hepáticas, trasplantados e inmunodepreimidos. Neisseria meningitidis es un coco Gram negativo que incluye 13 serogrupos (A, B, C, D, H, I, K, L, X, Y, Z, 29-E y W-135), aunque los que se asocian con mayor frecuencia a enfermedad son A, B, C, W135 e Y. La clasificación serológica se basa en la composición de la cápsula que recubre la membrana externa que, junto con las proteínas principales de esta última, constituyen los componentes antigénicos principales. La cápsula está constituida por un lipooligosacárido que interviene activamente en la patogenia de la enfermedad meningocócica, ya que actúa como una auténtica endotoxina. La infección meningocócica invasiva se observa en todo el mundo y su reservorio es exclusivamente humano, provocando alrededor de 1,2 millones de casos anualmente. El mecanismo de transmisión es directo y con mayor frecuencia se produce de un portador asintomático a un individuo susceptible, que a partir de un caso clínico. El contacto indirecto es muy improbable debido a la labilidad del meningococo, muy sensible a la desecación y a otros agentes externos. En la Unión Europea, los últimos datos epidemiológicos publicados (ECDC, 2013) indican el registro de 3.808 casos de enfermedad meningocócica invasiva en los 29 países de la Unión Europea durante 2011, con una tasa de notificación de 0,77 casos por 100.000 habitantes, que en la mayoría de los países está por debajo de 1:100.000, con una distribución claramente estacional de casos y un pico máximo en enero. Los niños son los más afectados (12,3 casos por 100.000 niños), seguido de adolescentes y jóvenes (15-25 años).
En la Unión Europea, el 74% de los cuadros meningocócicos invasivos son causados por el serotipo B, especialmente en niños (88% de los casos); otro 14% (8,1% de los niños) está producido por el serotipo C. Actualmente, se aprecia un ligero repunte de los cuadros relacionados con el serotipo Y, aunque su incidencia sigue siendo muy baja. Por lo que se refiere a la forma de presentación clínica del cuadro invasivo meningocócico, el 43% fue la meningitis*. En cuanto a la tasa de mortalidad por enfermedad meningocócica invasiva en la Unión Europea, se sitúa en torno al 8%, sin que parezca existir relación entre ésta y el serotipo del meningococo causante; en cualquier caso, la mortalidad suele ser mayor entre los pacientes ancianos y en aquellos con presentación clínica en forma de septicemia. La meningitis meningocócica tiene un carácter endémico, intercalándose cada cierto tiempo (5-10 años) como brotes epidémicos. Desde 1979 (en que la incidencia ascendió a 17 casos/100.000 habitantes) no se ha producido en España ningún brote agudo que pueda ser calificado realmente como epidémico. El serogrupo más frecuente en España es también el B, aunque la menor circulación del serogrupo B a principio de la década de los 90 del siglo pasado fue interpretada erróneamente como aumento del serogrupo C. Con la generalización de la vacuna frente al meningococo C y de los otros grupos (salvo el B) y el consecuente descenso de su incidencia, actualmente la enfermedad meningocócica por el serogrupo B es, con gran diferencia, la causa más frecuente de meningitis y es responsable de 7 de cada 10 casos de meningitis en España. Las cepas de Neisseria meningitidis pueden poseer pequeños filamentos (pili) y prolongaciones no flagelares de la membrana externa que se expanden hacia el exterior, los cuales favorecen la adhesión de la bacteria a las células del epitelio y, con ello, su infectividad. También se encuentra un lipooligosacárido, que actúa como una endotoxina, como componente de la membrana externa que es determinante para la virulencia de las cepas de meningococo. Los meningococos se encuentran en la nasofaringe del 5-20% de la población española, dependiendo de la edad y otras variables, y se diseminan a través de las gotitas respiratorias y el contacto cercano. A pesar de su amplia distribución y por razones aún no bien comprendidas, sólo una pequeña fracción (menos del 1%) de los portadores acaba desarrollando la enfermedad invasiva (meningitis o septicemia). Una vez que estos microorganismos se depositan sobre la superficie de una mucosa, se produce una adherencia a la superficie de la célula eucariótica, la ingestión por la célula, el transporte el interior de fagosomas, la eyección a la submucosa y, ocasionalmente, la invasión del torrente sanguíneo. Los meningococos carentes de cápsula se adhieren mejor a las células epiteliales que los capsulados, y tanto éstos como los no capsulados se adhieren con mayor facilidad a la mucosa faríngea que a la bucal. Además del grado de encapsulación y la presencia de pili, intervienen otros factores en el estado de portador meningocócico, por ejemplo, ciertas co-infecciones víricas (como la gripe) o el consumo de tabaco, que favorecen la colonización faríngea por parte del meningococo. En el torrente sanguíneo, la cápsula bacteriana resiste el ataque de los neutrófilos, de las células del sistema reticuloendotelial y de la vía clásica del complemento. Los receptores de los pili y otros componentes de la superficie bacteriana en los plexos coroideos (un lugar de inflamación precoz en el sistema nervioso central) facilitan la penetración en el espacio subaracnoideo. La infección neurológica se desarrolla debido a los niveles relativamente bajos de anticuerpos, complemento y leucocitos existentes en el líquido céfalo-raquídeo (LCR). Los componentes de la superficie bacteriana, el sistema del complemento y las citocinas inflamatorias atraen a los neutrófilos hacia el espacio subaracnoideo y se produce el exudado inflamatorio que, al crecer, lesiona los pares craneales, destruye las vías de circulación del LCR (causando hidrocefalia) e induce una vasculitis y tromboflebitis (produciendo isquemia). Las prostaglandinas y las citocinas generados por la lesión de las membranas celulares y la rotura de la barrera hematoencefálica inducen edema cerebral, agravado posteriormente por la isquemia cerebral y el síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética. La presión intracraneal aumenta, la presión arterial baja (causando shock séptico) y el paciente puede fallecer a causa de las complicaciones sistémicas o de la isquemia cerebral masiva. Como se ha indicado, la enfermedad meningocócica afecta sobre todo a los niños, aunque puede aparecer en cualquier edad. En general predomina en los niños entre 3 meses y 1 año de edad. En España, el 50 % de los casos se dan en niños menores de 5 años, y en un porcentaje muy significativo (15-25 %) en menores de 1 año. A medida que la edad del niño aumenta, se incrementa la posibilidad de que su infección se limite la nasofaringe, quedando únicamente como portador. También suele presentarse en epidemias en poblaciones cerradas (cuarteles, residencias, etc.). *
Aunque que los datos de presentación clínica solo se refieren al 50% de los casos notificados.
Los antibacterianos modernos y las medidas de soporte iniciados precozmente han reducido la tasa de mortalidad de la meningitis bacteriana aguda a menos del 10%; sin embargo, la meningitis tratada tardíamente y la neonatal o del anciano suelen ser mortales y los pacientes que sobreviven suelen presentar signos de lesión de los pares craneales o de infarto cerebral, convulsiones recurrentes o deterioro cognitivo. Hace años, la vacunación antimeningocócica sólo era empleada durante las epidemias y en las poblaciones cerradas cuando se sospechaba una extensión epidémica; además, los miembros de la familia, el personal sanitario y otros contactos cercanos con un paciente infectado deben recibir quimioprofilaxis con rifampicina durante 48 h. La cuestión era que hasta hace poca más de una década no había vacunas que cubriesen suficientemente el amplio espectro de serotipos del meningococo; por otro lado, la tecnología de las vacunas distaba de ser la más eficiente desde el punto de vista de la respuesta inmune. En el año 2000 se registró en España una vacuna antimeningocócica C de tipo conjugado, que mejoraba notablemente la capacidad preventiva, incorporándose al calendario oficial de vacunaciones. En este sentido, la mejora de la farmacotecnia de las vacunas conjugadas con proteínas (que tan espectaculares resultados ya había producido con la vacuna del Haemophillus influenzae de tipo b) permitió el desarrollo de una vacuna antimeningocócica C conjugada mucho más inmunogénica que las anteriores. Junto con la vacuna frente al serotipo C, se dispone de otras frente al resto de los principales serotipos implicados en la mayoría de los cuadros invasivos meningocócicos, salvo para el grupo B que, lamentablemente es el más común (tanto por ser el más prevalente de forma natural, como por el hecho de que la población se haya ido seleccionando paulatinamente – al menos en los países desarrollados – al vacunarse frente al resto de los serotipos). Hasta ahora, no había sido posible el desarrollo de una vacuna frente al serotipo B siguiendo las líneas marcadas por el resto de serotipos de meningococos. El motivo de ello es que su lipooligosacárido capsular es antigénicamente similar al de algunas moléculas fisiológicas humanas, particularmente la molécula de adhesión celular neural fetal, lo que limita notablemente su capacidad inmunogénica y facilita la formación de autoanticuerpos. Por este motivo, los investigadores han centrado sus esfuerzos en el desarrollo de vacunas de origen no capsular o, al menos, no enteramente capsular. En este sentido, uno de los candidatos inmunogénicos alternativos investigados han sido las vesículas de la membrana externa (outer membrane vesicles, OMV); sin embargo, la protección conseguida con vacunas monovalentes es específica para cada cepa bacteriana, ya que la respuesta inmune va dirigida fundamentalmente frente a la proteína inmunodominante (PorA), muy variable entre los diferentes clones (Findlow, 2014). Por este motivo, las vacunas OMV monovalentes son poco eficaces en la prevención de la enfermedad meningocócica B en zonas donde coexistan diversas variantes antigénicas, lo cual es relativamente común; de ahí que se hayan ensayado formulaciones multivalentes (hasta 9 subserotipos OMV diferentes). Tras haber conseguido la secuenciación completa del genoma del serotipo B de Neisseria meningitidis, se estudiaron cerca de 600 proteínas con potencial antigénico producidas por esta bacteria, susceptibles de convertirse en vacunas efectivas.
ACCIÓN Y MECANISMO Se trata de una vacuna combinada de varias proteínas procedentes del serotipo B de la Neisseria meningitidis indicada para la inmunización activa de individuos a partir de 2 meses de edad frente a la enfermedad meningocócica invasiva causada por Neisseria meningitidis grupo B.
ASPECTOS MOLECULARES La vacuna está formada por la combinación de cuatro ingredientes inmunológicamente activos. El primero es extraído mediante la utilización de detergentes sobre las vesículas de la membrana externa (outer membrane vesicles, OMV) de la cepa NZ98/254 (PorA P1.4), y los tres restantes corresponden a sendos antígenos procedentes de la superficie celular, las proteínas 961c, 287-953 y 936741 de Neisseria meningitidis grupo B, producidas por tecnología de ADN recombinante. Se trata de la proteína de unión al factor H (factor H binding protein, fHbp), antígeno de unión a heparina (Neisseria heparin binding antigen, NHBA) y adhesina A (Neisseria adhesión A, NadA). Adicionalmente, se han utilizado otras proteínas procedentes del genoma de Neisseria (GNA 2091 y 1030) como proteínas de fusión accesorias de fHbp y NHBA para incrementar la inmunogenicidad y la estabilidad de estas últimas. Las principales proteínas procedentes de la membrana externa (outer membrane proteins, OMP) de la Neisseria meningitidis se clasifican en cinco clases diferentes. Las de las clases 1 (PorA), 2
(PorB2) y 3 (PorB3) son porinas específicas para determinados aniones y presentan una elevada variabilidad antigénica, aunque todas las cepas de meningococo presentan PorB2 y PorB3. Las de clase 4 (reduction-modifiable proteins, RMP) están estrechamente relacionadas con ciertas proteínas (PIII) de la Neisseria gonorrhoeae, son antigénicamente invariables y suelen asociarse a las porinas, actuando como estabilizadoras de éstas. Finalmente, la de clase 5 (Opc) es una proteína presente en el exterior de la superficie celular, donde forma trímeros o tetrámeros.
EFICACIA Y SEGURIDAD CLÍNICAS La capacidad inmunogénica y la seguridad de la vacuna frente a la Neisseria meningitidis grupo B han sido adecuadamente contrastadas mediante dos ensayos clínicos de fase 3, multicéntricos, aleatorizados, parcialmente ciegos (para el observador) y controlados con placebo, en lactantes y niños desde dos meses de edad y en adolescentes. Las pautas posológicas utilizadas en lactantes fueron de tres dosis, siendo la primera a los dos meses de edad, seguida de otras dos a los 4 y 6 meses de edad, o a los 3 y 4 meses, más otra de recuerdo entre los 12 y 24 meses; para los lactantes no vacunados de 6 a 11 meses se utilizaron dos dosis separadas por 2 meses, con una dosis de recuerdo en el segundo año de vida; los niños de 12 a 23 meses recibieron dos dosis separadas por 2 meses, con una dosis de recuerdo 12-23 meses después de la última; los niños de 2 a 10 años recibieron dos dosis separados por dos meses y los adolescentes y adultos (≥11 años), dos dosis separadas por un mes. El ensayo clínico principal realizado en lactantes y niños pequeños (V72P13; Vesikari, 2013) es un estudio de fase 3, parcialmente ciego, aleatorizado, multicéntrico (70 localizaciones) y controlado con placebo para evaluar la inmunogenicidad, seguridad y homogeneidad de los diferentes lotes de la vacuna recombinante frente a meningococo B, administrada sola o conjuntamente con el régimen convencional de vacunación infantil. Este estudio tuvo una extensión abierta, en la que los pacientes que finalizaron el anterior recibieron una dosis de recuerdo durante el segunda año de vida, y aquellos mayores de 6 meses no vacunados anterioremente recibieron dos dosis durante su segunda año de vida. Los 2.481 niños incluidos en el estudio tenían entre 55 y 89 días de vida (mediana de 74,3 días), una edad gestacional de al menos 37 semanas (mediana de 39,5) y un peso al nacer de al menos 2,5 kg (mediana 3,5 kg); un 52% eran varones, 99% de raza caucásica, con una mediana de peso de 5,8 kg y de longitud de 59,5 cm al inicio del estudio. En la fase de refuerzo/recuerdo, el número de niños mayores de 12 meses fue de 2.249, con una mediana de edad de 12,3 meses, 51% varones, 10,0 kg de peso y 76,5 cm de altura. El objetivo del estudio fue demostrar que todos los lotes ensayados eran homogéneos desde el punto de vista de la inducción de anticuerpos específicos une mes después de la tercera dosis, mediante un ensayo bactericida sérico con complemento humano (human serum bactericidal assay, hSBA) frente a las cepas vacunales ensayadas, considerándose como seroconversión a partir de títulos de 1:5 (≥1:5) para cada antígeno. Los resultados obtenidos mostraron que la relación de los títulos de anticuerpos entre los diferentes lotes ensayados osciló entre 0,74 y 1,33 (IC95%), demostrando la homogeneidad inmunogénica. El 100% de los niños vacunados (IC95% 99 a 100) mostraron una titulación hSBA ≥1:5 para la adesina A (NadA) y proteína de unión al factor (fHbp), del 84% (IC95% 82 a 86) para la OMV de la cepa NZ98/254 (PorA P1.4) y del 84% (IC95% 75 a 91) para el antígeno de unión a heparina (NHBA). A partir de los doce meses de edad, tras la administración de la cuarta dosis (la de recuerdo) los respectivos porcentajes fueron un mes después de su administración del 100% (NadA y fHbp), 94% para PorA P1.4 y 98% para NHBA. Doce meses después de la dosis de recuerdo, estos porcentajes habían descendido al 62% (IC95% 56 a 67) para fHbp; 97% (IC95% 95 a 99) para NadA; 17%% (IC95% 13 a 22) para PorA P1.4 y 36% (IC95% 31 a 42) para NHBA. Los resultados de los esquemas de dos dosis de vacuna a los 13 y 15 meses o 12 y 14 meses de edad en niños no vacunados previamente mostraron títulos ≥1:5 en el 100% para todas los antígenos, salvo para PorA P1.4 en el grupo 12+14 (96%). Por su parte, en el ensayo clínico realizado sobre 1.631 adolescentes entre 11 y 17 años (mediana de 13,8 años, 13,2 kg de peso, 158,4 cm de altura; 48% varones y 100% hispanoamericanos), fue un estudio de fase 2b/3, multicéntrico (12 localizaciones de Chile), aleatorizado, parcialmente ciego y controlado con placebo, se les administró 1 (N= 375), 2 (628) o 3 (628) dosis de vacuna, con intervalos, en su caso, de 1, 2 o 6 meses (V72P10; Santolaya, 2012). Como criterios de eficacia inmunogénica se utilizaron los mismos que en el anterior estudio, salvo por el hecho de establecer el límite de título de anticuerpos como seroconversión en ≥1:4.
Después de 2 o 3 dosis, el 99-100% de los sujetos tenían un título de anticuerpos por encima del límite de seroconversión, frente al 92-95% de aquellos que recibieron una única dosis (p< 0,0145) y del 29-50% con placebo. A los seis meses entre el 91% y el 100% presentaban títulos ≥1:4 para cada uno de los cuatro antígenos después de dos o tres dosis, frente a solo el 73-76% con una sola. Desde el punto de vista de la seguridad, los eventos adversos más comúnmente observados (>10%) en niños pequeños y lactantes fueron pérdida de apetito, somnolencia, diarrea, vómitos, erupciones cutáneas, fiebre e irritabilidad, así como induración y enrojecimiento en el punto de inyección. La fiebre (≥38,5º C) se manifestó en el 69-79% de los lactantes y niños pequeños cuando la vacuna se administró en conjunto con el resto de las vacunas infantiles habituales, frente al 44-59% cuando se administró sola; no obstante, menos del 1% experimentó reacciones febriles intensas (≥ 40ºC). Por su parte, en adolescentes y adultos los eventos adversos más comunes fueron cefalea, náuseas, mialgia, artralgia y dolor e induración en el punto de inyección.
ASPECTOS INNOVADORES Se trata de una vacuna combinada de varias proteínas procedentes del serotipo B de la Neisseria meningitidis indicada para la inmunización activa de individuos a partir de 2 meses de edad frente a la enfermedad meningocócica invasiva causada por Neisseria meningitidis grupo B. Los resultados serológicos sobre la capacidad inmunogénica de la nueva vacuna son claros y contundentes, con porcentajes de sujetos con títulos preventivos de anticuerpos por encima del 98% medidos un mes después de la última dosis. Los estudios clínicos son de actividad bactericida de los anticuerpos generados y de la persistencia de estos, ya que es prácticamente realizar un estudio clínico convencional de eficacia, dada la baja incidencia de la enfermedad invasiva por meningococo. Por ello, el beneficio real de esta nueva vacuna solo podrá evaluarse realmente tras su implantación en los programas oficiales de vacunación sistemática. En cualquier caso, la utilización del ensayo bactericida ha demostrado anteriormente una estrecha correlación con la protección frente a la enfermedad invasiva meningocócica. La duración de la protección todavía no es conocida, aunque se ha podido observar que los títulos de anticuerpos para dos de los antígenos (PorA P1.4 y NHBA) declinan rápidamente (6 meses después de la primovacunación y 12 después de la dosis de recuerdo. La dosificación finalmente aceptada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) es en lactantes de 2 a 5 meses, 3 dosis separadas por un mes, a partir de los dos meses de edad, con una dosis de recuerdo entre los 12 y 15 meses de edad; en lactantes no vacunados de 6 a 11 meses de edad, dos dosis separadas por dos meses, con una dosis de recuerdo durante el segundo año de vida, al menos dos meses después de la última dosis; en niños de 12 a 23 meses no vacunados, dos dosis separadas por dos meses, con una dosis de recuerdo 12-23 meses después de la última; en niños de 2 a 10 años, dos dosis separadas por dos meses, sin que se haya establecido la conveniencia de una dosis de recuerdo; en adolescentes y adultos (≥11 años), dos dosis separadas por un mes, sin dosis de recuerdo. El perfil de seguridad de la vacuna es similar al de otras vacunas convencionales, aunque la incidencia de fiebre parece ser mayor cuando la vacuna frente al meningococo B se administra conjuntamente con otras vacunas que cuando se administra sola (Carter, 2013). Por otro lado, no se dispone de datos relativos a pacientes inmunodeprimidos, niños prematuros o ancianos. Con todo, debe valorarse en su justo término el hecho de que la enfermedad invasiva por meningococo B es un cuadro grave, con una mortalidad asociada superior al 8%, que afecta fundamentalmente a los niños pequeños, con un segundo pico de incidencia durante la adolescencia, y hasta ahora no existía ninguna vacuna eficaz para su prevención. Por ello, la vacuna está claramente dirigida para estos grupos de edad; no obstante, en caso de focos epidémicos es deseable vacunar a toda la población. Al hecho de ser la primera vacuna capaz de inmunizar frente al serotipo B del meningococo, que es el más prevalente en España y en el resto de la Unión Europea, hay que agregar que se trata de la primera vacuna eficaz que no utiliza el sistema de conjugación de proteínas y polisacáridos capsulares empleado con tanto éxito para prevenir meningitis y septicemias de otros serotipos de meningococos (A, C, W, Y), de neumococos (13 serotipos) y de Heamophillus influenzae tipo b. Esto último también supone un avance farmacotécnico nada desdeñable, que abre nuevas líneas de investigación para el desarrollo de vacunas frente a bacterias y otros microorganismos patológicamente relevantes.
VALORACIÓN VACUNA MENINGOCÓCICA DEL GRUPO B
BEXSERO® (Novartis) Grupo Terapéutico (ATC): J07AH. TERAPIA ANTIINFECCIOSA SISTÉMICA. Vacunas antibacterianas: meningococos. Indicaciones autorizadas: Inmunización activa de individuos a partir de 2 meses de edad frente a la enfermedad meningocócica invasiva causada por Neisseria meningitidis grupo B. VALORACIÓN GLOBAL: INNOVACIÓN IMPORTANTE. Aportación sustancial a la terapéutica estándar.
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Novedad clínica: Supone la incorporación de una nueva vía preventiva en ausencia de alternativas, con una gran relevancia clínica
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Novedad económico-técnica: Mejora aspectos farmacotécnicos.
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FÁRMACOS RELACIONADOS REGISTRADOS ANTERIORMENTE EN ESPAÑA† Fármaco
Medicamento®
Laboratorio
Año
Meningococo C
Neisvac C
Baxter
2001
Meningococo C
Menjugate
Novartis
2005
Meningococo C
Meningitec
Pfizer
2008
Meningogoco A+C+Y
Menveo
Novartis
2010
Meningococo A+C
Nimenrix
GlaxoSmithKline
2013
Meningococo B
Bexsero
Novartis
2014
BIBLIOGRAFÍA -
Carter NJ. Multicomponent meningococcal serogroup B vaccine (4CMenB; Bexsero(®): a review of its use in primary and booster vaccination. BioDrugs. 2013; 27(3): 263-74. doi: 10.1007/s40259-013-0029-2. Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Bot PLUS WEB. https://botplusweb.portalfarma.com/ European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). Surveillance of invasive bacterial diseases in Europe, 2011. Stockholm: ECDC; 2013. http://www.ecdc.europa.eu/en/publications/Publications/invasive-bacterial-diseasessurveillance-2011.pdf European Medicines Agency (EMA). Bexsero®. European Public Assessment Report (EPAR). EMA/755874/2012; EMEA/H/C/002333. http://www.ema.europa.eu/docs/en_GB/document_library/EPAR__Public_assessment_report/human/002333/WC500137883.pdf
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Findlow J. Meningococcal group B vaccines. Hum Vaccin Immunother. 2013; 9(6): 1387-8. doi: 10.4161/hv.24689.
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Roderick M, Finn A. Advances towards the prevention of meningococcal B disease: a multidimensional story. J Infect. 2014; 68 Suppl 1: S76-82. doi: 10.1016/j.jinf.2013.09.026.
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Santolaya ME, O'Ryan ML, Valenzuela MT, Prado V, Vergara R, Muñoz A, Toneatto D, Graña G, Wang H, Clemens R, Dull PM; V72P10 Meningococcal B Adolescent Vaccine Study group. Immunogenicity and tolerability of a multicomponent meningococcal serogroup B (4CMenB) vaccine in healthy adolescents in Chile: a phase 2b/3 randomised, observer-blind, placebo-controlled study. Lancet. 2012; 379(9816): 617-24. doi: 10.1016/S0140-6736(11)61713-3.
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Vesikari T, Esposito S, Prymula R, Ypma E, Kohl I, Toneatto D, Dull P, Kimura A; EU Meningococcal B Infant Vaccine Study group. Immunogenicity and safety of an investigational multicomponent, recombinant, meningococcal serogroup B vaccine (4CMenB) administered concomitantly with routine infant and child vaccinations: results of two randomised trials. Lancet. 2013; 381(9869): 825-35.
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Se indican únicamente los primeros registros autorizados con ese principio activo.