William Soto Santiago

TIEMPO DE CONFUSIÓN

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago es distribuido completamente Gratis “Y el Espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye, diga: ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Apoc. 22:17

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Así es que ustedes pueden ver que estos símbolos son la realidad prometida para este tiempo final, para sacar de confusión a las gentes que viven en este tiempo, que han sido confundidas por los falsos profetas, por los falsos cristos, por los falsos ungidos que hay en este tiempo, haciendo señales y prodigios de tal manera que casi engañan a los escogidos. TIEMPO DE CONFUSIÓN, pero tiempo también de bendición, porque es tiempo de cumplimiento de las promesas mesiánicas. Cualquier persona que escuche este mensaje debe entender que estas cosas son dichas para ayudar a toda persona, y aún a toda persona que sea predicador. Y aunque haga señales o prodigios debe sentarse y debe buscar en la escritura, y debe ser sincero, y mirar que hay algo más importante que señales y prodigios, y eso más importante es la Venida del Señor, la Venida del Verdadero Ungido, la Venida de Cristo, porque Cristo es el Ungido. Por lo tanto, a todos debe interesarles, no las señales y prodigios sino la Venida del Señor, la Venida del Verdadero Ungido. No deben hacer lo que hicieron en la Primera Venida del Señor, deben escudriñar la escritura, eso fue lo que El dijo en Su Primera Venida, y eso es lo que es recomendado en este tiempo. Escudriñad las escrituras, por ¿que? porque si son escudriñadas se encontrará lo que ha sido prometido para este tiempo. Y usted comprenderá que como el relámpago el Señor en Su Venida estará en esta tierra manifestado en el Occidente, resplandeciendo para sacar de confusión a toda persona, a la multitud que nadie podía contar. TIEMPO DE CONFUSIÓN. Dios nos bendiga a todos, Dios nos guarde y nos libre de toda confusión, y saque de toda confusión a toda persona que tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida. Dios nos siga bendiciendo. Vamos a ver por aquí a Pedro Márquez…

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ustedes tiene luz espiritual para comprender el tiempo en que vivimos y ver que hay confusión, es una realidad, pero también es el tiempo en que Dios dijo que el Señor en Su venida se manifestaría como el Sol Resplandeciente de la Mañana: “A los que temen mi nombre, nacerá el sol de justicia… dijo el Señor… y en Sus alas traería salvación.” Salvación para librar de confusión a todos los hijos de Dios. El dijo también que en este tiempo final en que habría confusión, en que habrían falsos profetas, falsos cristos; El dijo que no creyesen a los falsos cristo, El dijo que el verdadero cristo, el verdadero ungido vendría como el relámpago, como el relámpago que sale del Oriente y se muestra en el Occidente. Así sería la venida del Hijo del Hombre, como el relámpago. Como vino en el Oriente entonces se vería manifestado en el Occidente, en la tierra de América. Norte, Centro y Sur América, con todo el Caribe, porque esa es la parte Occidental. Y para ¿qué? el relámpago resplandece para sacar de confusión a la gente, y donde más resplandece es en el tiempo de confusión, ese es el tiempo en que hay oscuridad y tinieblas. Y si usted puede observar, el relámpago resplandece en el tiempo en que hay tempestad; cuando hay tempestad, cuando hay oscuridad y cuando se está de noche es que mejor se puede observar el relámpago resplandeciendo, resplandeciendo en el Occidente. Ese es el tiempo en que se truena, porque para que haya relámpagos, hay truenos y relámpagos, es tiempo de oscuridad. Pero viene luz desde los truenos y relámpagos. Así también lo muestra Apocalipsis capítulo 10, muestra la venida del Señor rugiendo como un león y siete truenos emitiendo sus voces. Ahí ustedes tienen los truenos que acompañan el relámpago. En el relámpago hay truenos, pero la luz del relámpago se ve primero y luego se escuchan los truenos. Se ve relampagueando, se ve resplandeciendo el relámpago, o sea, el Hijo del Hombre en su Segunda Venida y entonces se escucha los truenos que acompañan la Venida del Señor.

TIEMPO DE CONFUSIÓN William Soto Santiago 1 de noviembre de 1980 Cayey, Puerto Rico Muy buenos días amados hermanos, Dios nos continúe bendiciendo a todos en esta hermosa mañana en que nos reunimos para glorificar a Dios y escuchar Su Gloriosa Palabra. En esta mañana vamos inmediatamente a buscar en nuestras biblias y leeremos en el evangelio según San Mateo, en el capítulo… en el capítulo 24. Vamos a comenzar en el verso 24 donde dice: “Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas y harán grandes señales, y prodigios; de tal manera, que engañarán si fuera posible aún a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo de Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones. El tema para esta mañana, para esta ocasión será TIEMPO DE CONFUSIÓN (Pueden ustedes sentarse). La situación que señala el Señor para estos días finales, es una situación de confusión. En otra ocasión en el evangelio según San Lucas, en el capítulo 21, El dijo también la condición en que estaría la tierra y también en que estarían las cosas o las virtudes o potencias de los cielos. El dijo: “Entonces habrá señales en el sol en la luna y en las estrellas…” (Verso 25 en adelante del evangelio según San Lucas, capítulo 21). “Entonces habrá señales en el sol en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;

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Desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas. El dijo que habría confusión en la tierra, las gentes estarían confundidas porque este sería un tiempo de confusión. Confusión en todos los sentidos. Confusión a causa de las cosas naturales que estarán aconteciendo. A causa de las señales que estarán siendo realizadas, señales en el sol, en la luna y en la tierra también, y en todas las estrellas. Y todo eso ocasiona ciertos problemas aquí en la tierra que produce confusión a la humanidad. Sabemos que si una estrella se mueve de su lugar afecta a la tierra. Y cuando el Señor habló en estos días finales dijo que habría señales en las estrellas, porque las potencias de los cielos serían movidas. Por lo tanto todo eso afecta a la tierra, afecta a la humanidad, y la humanidad está confundida. Está confundida por las cosas que están aconteciendo, y está confundida por lo que ha de acontecer, porque el futuro de la humanidad es un futuro incierto. Y la humanidad está confundida. Y hablando en los términos espirituales hay algo que confundiría también a la gente, y aún podría afectar hasta los escogidos. Si fuera posible. Y eso sería la gran abundancia que hay en este tiempo de falsos cristos, de falsos profetas, y el Señor, el Señor Jesús cuando miró con su ojo profético, con su mirada de profeta, y vio los últimos días, El vio esa situación, y El alertó a la humanidad, El alertó a sus seguidores y El les dijo lo que estaría aconteciendo. El dijo que habrían falsos cristos y falsos profetas en estos días. Y ¿qué es un falso cristo? la palabra “cristo” significa “ungido.” Entonces habrían ¿qué? falsos ungidos. Falsos ungidos haciendo ¿qué? Dice que harían grandes señales y ¿qué más? prodigios. El dijo que estas cosas serían hechas por estos falsos ungidos, de tal manera que engañarían a los escogidos si fuera posible. Aquí podemos ver en esta escritura las cosas que los falsos ungidos o falsos cristos habrían de hacer

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los campos blancos para la cosecha, y El comenzó a hablarles a los discípulos de la cosecha, para que comenzasen a cosechar. Y también en una ocasión El dijo que habían pocos obreros, que orasen para que el Dueño de la cosecha, mandara más obreros a Su viña. Por lo tanto, viendo estas cosas, viendo el tiempo hoy, viendo el tiempo de confusión en que vive la humanidad, viendo las promesas divinas que Dios ha hecho para este tiempo para ayudar a la humanidad y sacarlos de la confusión en que hay. Los campos están listos para la siega para ¿qué? para cosechar a las gentes, a la multitud que nadie puede contar, para sacarlos de la confusión en que se encuentran. Es el tiempo de liberación, es tiempo de confusión, esa es la situación del mundo, esa es la situación de la humanidad. Pero es tiempo de bendición porque es tiempo del cumplimiento de las promesas mesiánicas que fueron habladas para este día final. Siempre que hay juicio, maldición y confusión por un lado, por otro lado hay bendición de Dios. Así es en lo natural también. Usted puede mirar el globo de la tierra y usted puede ver que cuando en un área hay oscuridad y noche, en otro lado hay luz, hay sol, hay vida manifestada, todo depende de qué lado usted esté. Si usted esta del lado en que se está de noche, pues lo que hay es oscuridad; y en la oscuridad no se ven las cosas como son, entonces lo que hay es confusión. Pero si usted está del lado que está la luz, que está el sol alumbrando, entonces usted puede ver las cosas como son, usted puede caminar sin tropezar. Lo único que hay que hacer entonces es llamar a la gente que están en oscuridad para que caminen hacia el lado que está en claridad, para el lado en que el sol está brillando y hay que hacer que esa luz, sea conocida, sea vista por aquellos que están en tinieblas, que están en oscuridad para que se cumpla la promesa profética que dice: “A los asentados en tinieblas y en sombra de muerte, luz les resplandeció.” Esa Luz resplandece para ¿qué? para sacarlos de confusión en este tiempo de confusión en que se está viviendo. TIEMPO DE CONFUSIÓN ese ha sido nuestro tema en esta mañana, y creo que con lo que ha sido hablado, cada uno de

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maravillaron. No de lo que estaba enseñando Jesús sino de que hablara con una mujer, y ellos de seguro se dieron cuenta la clase de mujer que era esta, porque ellos miraron por fuera, pero Jesús siendo Profeta estaba mirando por dentro, y El veía por dentro que esta era una simiente de Abraham, que era hija de Dios. El había dicho en una ocasión que la gente miraban lo que estaba por fuera y así juzgaban, pero que Dios miraba lo que había por dentro. Y Dios en El estaba mostrando lo que había dentro de esta mujer. Por lo tanto, El viendo lo que había dentro, entonces por esa causa El le habló la Palabra a ella y eso llegó adentro del corazón. Y cuando llegaron los discípulos se maravillaron de que Jesús estaba hablando con una mujer, y en un lugar como ese, y estaban solos, y cuántas cosas llegarían a la mente de los discípulos, pero ninguno se atrevió a preguntarle si qué hacía, qué hablaba con ella, pero tenían una duda, estaban confundidos. Ella salió corriendo, dejó el cántaro, y de seguro esto lo confundió más a ellos. Pero luego los discípulos le dicen al Señor: Come (ellos traían alimentos). El les dice: Yo tengo otra comida, otra comida mejor. Ellos se maravillaban ¿quién le habrá traído de comer? ¿sería esta mujer? Ellos tenían una confusión grande y Jesús comienza a decirle a ellos: Ustedes dicen que faltan cuatro meses, cuatro meses para la siega, para la cosecha, pero levantad vuestros ojos y ved los campos que están blancos para la siega. El no les estaba hablando de los campos naturales, ni de la cosecha natural, sino que aquello era el tipo y figura de la cosecha espiritual. Dice la escritura que esta mujer fue a Samaria, anunció lo qué había sucedido y dijo: “Vengan y vean un hombre que me ha dicho todo lo que soy, pues este es el Mesías, el que nosotros estamos esperando.” La ciudad completa salió hacia el lugar que ella dijo que estaba ese hombre, y cuando llegaron, allí estaba El con los discípulos, y El de seguro cuando veía esa multitud de gente, ese pueblo que venía a donde El estaba, El estaría mirando a ese pueblo como ¿qué? como la gran siembra, como el fruto que estaba ya maduro para ser cosechado. El veía esa multitud como

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en los días finales. Que cualquier persona en estos días viendo esas señales y esas virtudes o prodigios manifestados, pensarían tales ungidos o tales personas que dicen que están ungidos por el Espíritu de Dios, los cual les constituye: cristos. Porque la palabra cristo es ungido y al decir que son ungidos están diciendo que son cristo. Y habrían muchos cristos, muchos ungidos. Muchos ungidos en estos días haciendo señales y prodigios y las gentes al ver eso dirían: “Ese hombre tiene que ser de Dios porque está ungido y hace esas señales, y esos prodigios.”Pero el Señor dijo que así vendrían los falsos ungidos, los falsos cristos ¿por qué? porque este tiempo final sería el tiempo en que se levantarían muchas imitaciones ¿para qué? Para confundir la mente de las gentes. Y la condición de la gente es de confusión espiritual. Y este es el tiempo en que la Venida del Señor está prometida, pero las gentes están confundidas. Confundidas ¿por qué? porque muchos ungidos, muchos cristos se han levantado haciendo señales y prodigios, y diciendo que son siervos de Dios. Diciéndole a la gente que esas señales son hechas porque ellos son unos verdaderos siervos de Dios. Pero no importa cuántas señales o prodigios haga una persona, eso en ningún momento es señal de que la persona sea un siervo de Dios o de que la persona sea un verdadero ungido de Dios, porque muchos falsos ungidos, muchos falsos cristos se levantarían en los días finales haciendo señales y prodigios ¿para qué? para engañar. ¿Detrás de eso estaría quién entonces? el engañador. El diablo que engañaría aún a esas mismas personas haciéndoles creer que por que hagan esas señales están bien ante Dios, porque son verdaderos profetas de Dios. Pero esos falsos cristos vienen a ser falsos profetas ¿por qué? porque un profeta o un ungido no es identificado como un verdadero ungido por las señales o prodigios que haga sino por la clase de mensaje que traiga. Lo que identifica a una persona, a un mensajero, si eso no es de Dios, es su mensaje. Y si su mensaje no es el mensaje correspondiente para ese tiempo, no importa las señales y prodigios que haga, no está conceptuado en la escritura como un

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verdadero ungido de Dios sino que está conceptuado como un falso cristo, un falso ungido, un falso profeta, porque su mensaje, su profecía no es la profecía de Dios, el mensaje de Dios para el tiempo en que se está viviendo. Ahí es que tenemos nosotros que vigilar y es con la Palabra que podemos vigilar y podemos entender estas cosas. Estos días son días de confusión pero también son días en que las promesas de Dios están siendo realizadas, pero las gentes están confundidas. Confundidas con ¿qué? con fundidas con lo que los falsos cristos han traído, confundidas con lo que los falsos profetas han hablado y con lo que han hecho, con las señales y prodigios que han hecho. Más bien su actitud y sus ministerios han sido más para mal que para bien del pueblo, ha sido como en el tiempo de Moisés. Solamente había un Moisés, un verdadero ungido, un verdadero profeta con el mensaje para aquella nueva dispensación, para aquella dispensación que tenían ellos (entre ellos), pero muchos quisieron ser Moisés, muchos quisieron también liderato, y algunos decían: “También por nosotros ha hablado,” otros decían: “Todo el pueblo es santo.” Así actuaban. Pero había solamente un verdadero cristo, había solamente un verdadero ungido. Recuerden que la palabra “cristo” significa “ungido.” En aquel tiempo había un ungido, un ungido profeta de Dios, era el único profeta dispensacional en aquellos días. Solamente Dios envía un profeta dispensacional con el mensaje para ese tiempo, y ese mensaje solamente lo tenía aquel profeta y ese era Moisés, el fue el que trajo ese mensaje, los demás hacían señales, lo combatieron, imitaron a Moisés, quisieron ser como Moisés, pero lo que hicieron fue perjudicar el pueblo, poner al pueblo en contra de Moisés, poner al pueblo en contradicción con el profeta de Dios. Lo mismo pasó en los días de Jesús de Nazaret. En aquellos días se habían levantado muchos falsos cristos, muchos falsos ungidos, muchos falsos profetas, y cuando apareció en la escena Jesús, siendo al verdadero ungido, siendo al verdadero profeta del cual Moisés había hablado, cuando dijo:

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cuando el Mesías venga, El nos enseñará todas las cosas, El nos revelará todas las cosas. El le dice: Yo soy, que hablo contigo. El se identificó delante de esta mujer, El sabía que ella era simiente de Abraham, El sabía que ella lo habría de recibir. Ella ya había descubierto que era un Profeta y le dijo: Pareceme que eres profeta. Para otros Jesús de Nazaret parecía no un profeta sino un falso profeta, un Belcebú, pero para la mujer samaritana, para una mujer de mala fama Jesús parecía un Profeta verdadero de Dios. Entonces ella le habló de la esperanza que tenía y de la esperanza que su pueblo, los samaritanos, tenía en la venida del Mesías que estaba prometido, y que ellos estaban esperando, porque ella le dijo: “Sabemos que cuando el Mesías venga, El nos enseñará todas las cosas.” Ellos estaban esperando que viniera a ellos para que les enseñara todas las cosas. El comenzó a enseñarle a ella, comenzó a enseñarle que había una forma de adoración. Porque ella le dijo: Nuestros padres adoraron en este monte y ustedes dicen que tienen que ser allá en Jerusalén, en el monte de Jerusalén, allá donde está el templo. Jesús le dice: Ustedes adoran lo que ustedes no saben, nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos. Por lo tanto, El comenzó a explicarle todo esto espiritual, y dice: Pero la hora viene y la hora es, en que los verdaderos adoradores, adorarán al Padre en Espíritu y en Verdad. Ni en este monte ni en el de Jerusalén, en Espíritu y en Verdad. Porque tales adoradores busca el Padre que le adoren. Todo esto lo estaba enseñando Jesús a esta mujer samaritana. Esta mujer samaritana ya creía, ya sabía que este era el Mesías, y cuando llegaron los apóstoles, los discípulos trayendo alimento se

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en muchas ocasiones quisieron achacarle la confusión a Jesús, pero la confusión la causaron los falsos ungidos, los falsos cristos, los falsos profetas; los enemigos que se levantaron en contra de Jesús y en contra de Juan el Bautista. Los que confundían al pueblo eran los enemigos, pero querían mostrar que era Jesús el que estaba confundiendo al pueblo. Pero Jesús vino con la Palabra para esa nueva dispensación, para sacarlos de confusión a ellos, pero ellos desearon la confusión que tenían y rechazaron la Luz, amaron más las tinieblas de confusión que tenían, que la Luz que vino manifestada en carne humana para revelar todas las cosas. Pero habían personas, habían personas en aquellos días que tenían luz porque la recibían de la Luz que estaba manifiesta, eran pocos pero los había. No todo el mundo estuvo en contra de Jesús, fue la mayoría que estuvo en contra, pero hubo una minoría que pudo ver que aquel era el Mesías. En una ocasión allá en Samaria, allá en el pozo de Jacob se sentó Jesús luego de los discípulos haberse ido a comprar alimento, y vino una mujer (una mujer Samaritana) a la hora en que venían las personas despreciadas o las personas de mala fama, las mujeres de mala fama, pues en esa ocasión a esa hora no estaban las de buena reputación; pero la hora en que ella vino estaba uno allí, uno que tenía sed, estaba cansado, le pidió agua, ella le dijo que El estaba hablando en términos naturales, pero El estaba hablando en términos espirituales, de un agua espiritual. Y ella se interesó, aunque no comprendía qué era un agua espiritual, pidió de esa agua, aunque no lo comprendía. El entonces le dijo: Ve y busca tu marido. Ella le dice: No tengo marido El le dice: Bien has dicho porque cinco has tenido y el que ahora tienes no es el tuyo. Ella le dice: Paréceme que eres profeta, nosotros sabemos que

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“Profeta como yo os levantará el Señor entre vuestros hermanos a él oréis, y cualquiera que no escuchase ese profeta será desarraigado del pueblo.” Los demás profetas… y los demás falsos profetas que se habían levantado, no oírlos, no conllevaba juicio, no conllevaba una sentencia divina. Pero oírlos conllevaba un juicio divino. Pero cuando llegó el verdadero ungido de Dios, el verdadero Cristo, la gente estaba confundida. Pero el Señor dijo a través de Moisés: “El que no escuche ese profeta será desarraigado del pueblo,” no escucharlo llevaba una sentencia divina, un juicio divino. Cuando apareció no lo quisieron escuchar mucha gente, lo compararon con los demás falsos ungidos, con los demás falsos profetas, con los demás falsos cristos que habían aparecido antes de El. Decían: “Antes de él, vinieron Teudas y Judas, llevaron muchos discípulos tras sí, y cuando murieron todo se deshizo.” Así pensaban acerca de Jesús: que era otro falso profeta. Pero es que siempre que vienen falsos profetas, falsos cristos, falsos ungidos, es el tiempo en que Dios tiene un verdadero ungido para enviarlo, y antes que aparezca públicamente ese verdadero ungido el diablo ha inspirado a muchos falsos cristos, a muchos falsos profetas ¿para qué? para que salgan hablando y haciendo señales y prodigios, utilizando el poder de Dios, pero utilizándolo mal. En vez de utilizarlo para bien, lo utilizan para dar exhibiciones públicas para atraer a la gente y luego no le tienen la Palabra, el mensaje para ese tiempo. Entonces lo dejan divagando, le dejan la mente confundida, y cuando Dios cumple la promesa de quién es el verdadero ungido con el verdadero mensaje para ese tiempo, las gentes están tan confundidas, que la mayoría de la gente conceptúan al verdadero ungido con otro falso profeta, con otro falso cristo, con otro falso ungido. Pero habrá siempre una diferencia, la diferencia será, de que un verdadero ungido siempre trae el mensaje de Dios para ese tiempo, ya sea el mensaje de la nueva Edad o de la nueva Dispensación en que vive. Y ese mensaje en ningún momento se confabula, en ningún momento se ligará con un mensaje que ya

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pasó, sino que permanecerá puro para esa nueva Dispensación. Y lo que fue otras dispensaciones y el mensaje para otras dispensaciones, el verdadero profeta de Dios lo tomará y lo usará para tipificar, y para tomar en tipo y figura, y mostrar el nuevo mensaje que le ha sido encomendado para traerle al pueblo de Dios. Cuán duro fue para Moisés, cuán duro fue para Jesús, cuán duro ha sido para estos profetas de Dios, estos profetas dispensacionales que han venido a la historia terrenal con un mensaje, con un mensaje de una nueva dispensación en donde aparentemente han echado a un lado el mensaje de la dispensación anterior, pero no es que lo han echado a un lado, es que lo han tomado como tipo y figura del nuevo mensaje. En los tiempos de Jesús los líderes religiosos de aquel día, decían de Jesús que El invalidaba, quebrantaba el sábado, pero El no lo estaba quebrantando, El lo estaba engrandeciendo, porque el tomó el sábado que significa descanso y lo tomó y lo hizo de El, porque El era el Señor del sábado, el era el Señor del sábado. El dijo: “Si alguno está trabajado o cansado, venga a mi y yo le haré descansar. El era entonces el Sábado en carne humana, el Sábado se había convertido en una realidad humana, se había materializado y allí estaba el Sábado delante de ellos, trabajando, hablando, dándole descanso a la gente. Un descanso interior es el que realmente necesita el ser humano. La gente hoy día pueden descansar un día de la semana, pero al otro día se vuelven a cansar. Ahora el descanso espiritual, el descanso del verdadero Sábado, el Sábado materializado, el Sábado encarnado es un descanso espiritual en el alma. Y entonces eso sí que vale la pena y eso no es en ningún momento quebrantar el sábado, eso es engrandecerlo. Así es que hace un mensajero dispensacional con el mensaje de la dispensación que ya ha pasado, no lo echa al zafacón de la basura, si no que lo toma y lo engrandece, y entonces las cosas que fueron de una dispensación pasada vienen a ser tipo y figura de la

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al verdadero ungido, aunque habían aparecido muchos falsos ungidos, muchos falsos cristos, muchos falsos profetas, pero ellos esperaban el verdadero profeta el cual les había hablado Moisés, porque el Mesías sería un profeta. El pueblo hebreo tiene más entendimiento en cuanto a la Venida del Señor que el pueblo gentil, ellos sabían que sería un profeta. Pero hay muchos gentiles que no saben que la Segunda Venida del Señor cuando es realizada, lo que verán será un profeta verdadero en la escena. Así fue la Primera Venida del Señor por lo tanto ellos aunque sabían que sería un profeta no pudieron ver y no pudieron reconocer que Jesús de Nazaret era el verdadero ungido de Dios, era el verdadero Cristo, era el verdadero Profeta; Profeta dispensacional, con un mensaje dispensacional. Lo rechazaron, lo criticaron, dijeron que era Belcebú el príncipe de los demonios. La manera en que lo conceptuaron fue la peor manera en que se puede conceptuar a un hombre de Dios. A lo mejor a los falsos profetas que tuvieron entre ellos nunca los llegaron a conceptuar de esa manera, pero al verdadero lo conceptuaron así, pero El les dijo: “Yo no tengo demonios sino que hablo la Palabra de Dios, la Palabra de verdad. Y si yo por el dedo de Dios echo fuera a los demonios vuestros hijos ¿por quién los echan fuera?” Sabemos que Jesús se molestaba con ellos aunque El comprendía que ellos estaban ciegos. Jesús se molestaba con ellos y le daba tristeza porque aquel pueblo, era el pueblo que tenía la promesa, la promesa mesiánica, y Dios se la estaba cumpliendo allí. Y veía que habían líderes que no consideraban el ministerio que estaba siendo operado en Jesús. El veía que habían líderes que eran… que eran realmente unos hijos del diablo, y Dios había permitido que en la dirección estuviesen esa clase de personas. Jesús les dijo en una ocasión: “Vosotros de vuestro padre el diablo sois y las obras de vuestro padre el diablo queréis hacer.” El sabía que en aquellos días habían gentes ungidas, pero que eran falsos, y ellos estaban atacando al mismo ungido que ellos decían que habría de venir. Y había grande confusión en aquellos días. Y

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Espíritu del Señor, el cumplimiento de la Segunda Venida del Señor es la Señal, y esa Señal es lo que saca de confusión a todo el pueblo que le puede recibir. El que no, se quedará en confusión. Siempre que hay juicio, siempre que hay juicio y confusión la misericordia de Dios se mueve, para ¿qué? para que halla una oportunidad para la gente, y en este tiempo, aunque hay juicio sobre la tierra, juicio divino, todo eso es juicio divino cayendo sobre la gente porque ya la Segunda Dispensación ha terminado y una nueva Dispensación ha comenzado. Y no lo sabe la gente, las religiones no lo saben, los líderes religiosos de este tiempo con todo lo que han estudiado en los seminarios e institutos, todavía no saben que una nueva dispensación ha comenzado. Es la misma situación de los días de Jesús, allí estaba comenzando una nueva dispensación, la Segunda Dispensación, la Dispensación de la Gracia que estaba en medio de ellos comenzando, allí estaba la Señal, era Jesús, estaba entre ellos y estaba dando comienzo a una nueva dispensación. La religión de aquel tiempo, el judaísmo, con sus sectas religiosas de fariseos, saduceos y otras más, no sabían que una nueva dispensación estaba comenzando entre ellos, y ellos quisieron quedarse en la dispensación pasada, en la Dispensación de la Ley. Y comenzó allí una batalla, una guerra; los de la dispensación primera, los de la ley, le declararon una guerra al líder de la Segunda Dispensación, al líder de la nueva dispensación que era Jesús de Nazaret. Para ellos este era un líder que no tenía las cualificaciones para ser el líder del pueblo, ellos no comprendían que El tenía aparecer de esa manera, El no podía aparecer lleno de sabiduría humana, lleno de sabiduría de los institutos y seminarios. El tenía que aparecer lleno de la Sabiduría Divina para ¿qué? para poder traer el mensaje de una nueva dispensación, y para poder comenzar una nueva dispensación, y poder ser la cabeza de esa nueva dispensación, poder ser administrador de esa dispensación. Tenía que venir de esa manera, pero ellos no lo comprendían, aunque ellos estaban esperando al Mesías. Ellos estaban esperando

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nueva dispensación, de las cosas que hay en ella. El tomó también los demás mandamientos, que hizo la misma cosa con ellos. Porque la Ley de Dios es inquebrantable pero también es engrandecida, nadie la puede quebrantar pero sí se puede engrandecer. Por eso al decir en algunas ocasiones Moisés dijo… Pues Yo os digo… El lo estaba engrandeciendo. Así es que se hace en una nueva Dispensación, eso solamente lo puede hacer el verdadero ungido en esa nueva Dispensación con el Mensaje que le ha sido encomendado, el no tratará de probarle a la gente que él es el ungido, el verdadero enviado de Dios y profeta de Dios mostrándole señales y prodigios, sino mostrándole la Palabra de Dios, porque los cielos y la tierra pasarán pero la Palabra de Dios no pasará. Por lo tanto, estando en este tiempo de confusión la misericordia de Dios es tan grande que tiene que enviar un verdadero ungido, al enviado prometido de Su Palabra, al que en una ocasión dijo: “El Espíritu del Señor es sobre Mí, porque me ha ungido el Señor.” Ahí está el verdadero ungido en Su primera venida y en Su segunda venida El podrá decir la misma cosa. El podrá decir: “El Espíritu de Dios es sobre mi, por cuanto me ha ungido el Señor.” Y entonces identificar la labor para la cual ha sido ungido. Y al identificar la labor para la cual él ha sido ungido, él estará entonces mostrándole al pueblo que las cosas que él estará haciendo son las que le han sido encomendadas a hacer. Y no importa cuántos falsos cristos, cuántos falsos profetas, cuántos falsos ungidos hayan en la tierra, con todo y eso, el verdadero ungido de Dios, el verdadero profeta de Dios estará la tierra con la Palabra de Dios ¿para qué? para darle a conocer al pueblo, el mensaje de Dios para este tiempo ¿para qué? para que salgan de la confusión en la que se encuentran. La humanidad está en confusión, y lo único que saca de esa confusión a la gente es ¿qué? es un verdadero profeta de Dios. Con ¿qué? con la Palabra de Dios para el tiempo en que vive, con la cual les esclarece el entendimiento del alma y del espíritu, y

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pone cada cosa en su lugar, y descubre a los falsos cristos, a los falsos profetas, mirando por la Palabra de Dios esos falsos cristos y falsos profetas que habrían en este tiempo final. Haciendo ¿qué? señales y prodigios para engañar si fuera posible aún a los escogidos. Quedan entonces al descubierto los falsos cristos y falsos profetas, cuando aparece el verdadero cristo y verdadero profeta, cuando aparece el verdadero ungido. Porque él no viene buscando fama, ni viene buscando dinero, ni viene pidiendo dinero en sus actividades, ni viene vendiendo las cosas que le han sido encomendadas para el pueblo. El viene como dice el libro del Apocalipsis, trayendo el agua de vida eterna gratuitamente para toda persona. El no viene para negociar con las cosas de Dios, él viene para traer la Palabra de Dios, y el que quiera que venga y tome del agua de la vida gratuitamente. El sabe lo que él tiene y por eso el puede ofrecerlo gratuitamente, él no necesita negociar, el no viene como un comerciante terrenal, él viene como un mensajero celestial con el Pacto Eterno para todo los que son simiente de Abraham. Por lo tanto, el no le va a interesar negociar, él le va a interesar solamente una cosa: “Dar su mensaje.” Y después que lo haya dado, estará tranquilo, estará contento, estará feliz porque ha dado aquello que le fue encomendado dar y lo ha dado gratuitamente. Porque de gracia recibió el mensaje y de gracia él lo da. No le costó nada recibirlo, y nada le costará recibirlo a aquellos que lo han de recibir. Por lo tanto eso es lo que Dios ha prometido para este tiempo. Y Dios había dicho que en este tiempo habría confusión, y para sacar de confusión a las gentes Dios hizo la promesa de ¿que? de que enviaría un verdadero ungido, un verdadero profeta con el Pacto Eterno, con la Palabra de Dios, con todo lo que fue prometido. Con la revelación de los Truenos. Ese profeta vendría rugiendo como un león, como el León de la Tribu de Judá, porque él viene en el cumplimiento de la Segunda Venida del Señor. No es que el velo de carne sea el Señor, sino que en ese velo de carne estará cumplida la Segunda Venida del Señor, porque el

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Señor estará en él, porque el Señor lo habrá ungido y estará entonces ungido con el Espíritu de Dios. Podrá decir: “El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido el Señor. Cuando eso fue así en la primera venida del Señor, fue el cumplimiento de la promesa mesiánica y cuando eso vuelve a realizarse está el cumplimiento de la promesa mesiánica en medio de los gentiles. Estamos en ese tiempo, estamos en el tiempo en que hay grande confusión en la humanidad. Isaías dijo que vendría oscuridad y tiniebla sobre la tierra, y sobre las naciones. Eso es lo que hay. Pero también dijo que vendría un verdadero ungido ¿para que? para libertar a las gentes, para libertarlos de la confusión en que hay. Por lo tanto este es un tiempo de liberación, ese es un tiempo de grande bendición para todos aquellos que pueden escuchar la voz de ¿quién? de Dios a través del verdadero ungido ¿para qué? para salir de la confusión existente, y entonces se podrá entender la escritura, se podrá entender el tiempo en que vivimos. Entonces nadie se tendrá que lamentar de las condiciones de este tiempo porque son el cumplimiento de la profecía. Pero lo más grande no es haber visto las cosas que ya han pasado, no es haber visto los falsos ungidos o falsos cristos. No es haber visto los falsos profetas que ha habido en esta tierra, lo más grande en este tiempo es ver al verdadero ungido, al verdadero profeta de Dios en que se ha cumplido la Segunda Venida del Señor, eso es lo más grande, eso es ver la Señal más grande que Dios prometió para este tiempo final. De todas las señales, esa es la más grande ¿por qué? porque él será la Señal para este mundo. El será la Señal para el reino de los gentiles, la Señal de que el reino de los gentiles ha terminado, su tiempo ha terminado. Y también será la Señal para el pueblo de Dios de que ha llegado el tiempo para la Gran Resurrección y para la Gran Transformación de los que están vivos, y para el glorioso momento del arrebatamiento de los escogidos. El será la Señal, la aparición del verdadero ungido con el