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William Soto Santiago

LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE…

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago, Es distribuido gratuitamente. “Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Apocalipsis 22:17

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un privilegio muy grande estar con ustedes en esta noche en este Octavo Congreso Juvenil Centroamericano “Dios extiende Su Tabernáculo.” Hemos visto el subtema: “LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE MOISES Y ELIAS.” Muchas gracias por vuestra amable atención, amados jóvenes y también niños y adultos; y que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y pronto todos seamos transformados y raptados. Que Dios les bendiga y pasen todos muy buenas noches. Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín para concluir nuestra parte en esta ocasión. Vamos a pedirle a Miguel pase por aquí. Ya tenemos como una hora con veinte minutos, más o menos... Una hora con cuatro minutos; o sea, que nos rindió el tiempo. Tuvimos que hablar rapidito; porque todo lo que hemos hablado nos tomaría como dos horas. Bueno, que Dios les continúe bendiciendo, que Dios les guarde, y hasta mañana, Dios mediante, en que estaré con ustedes en la actividad de la mañana, de las 8:00 de la mañana, y en la actividad también de la 1:00 de la tarde, para ver “La Trayectoria del Ministerio del Señor Jesucristo.” ¿Y dónde lo vamos a ver? En Su Tabernáculo, en el Tabernáculo de Dios. Y luego veremos a la 1:00 de la tarde: “La Trayectoria del Angel de Jehová.” Así que mañana, ¿cuántos quieren ver la trayectoria del Señor Jesucristo, del Ministerio de Jesucristo, y la trayectoria del Ministerio del Angel del Señor Jesucristo? Pues lo vamos a ver mañana; así que pasen todos muy buenas noches, que tengan también buen provecho los que vayan a cenar, y que descansen, y estén bien descansaditos para mañana. Así que después que cenen, traten, pues, de ir tempranito a descansar, para que estén bien despiertos mañana, para captar todo lo que Dios nos vaya a mostrar en Su Tabernáculo, con relación al Ministerio del Señor Jesucristo. Bueno, que Dios les continúe bendiciendo, y hasta mañana, Dios mediante, o como dicen ustedes aquí en Guatemala: primero Dios. Bueno, Dios les bendiga. “LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE MOISES Y ELIAS.”

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correspondiente y tiempo presente en que estaba manifestándose esa etapa. Por cuanto se estaba manifestando por primera vez en medio de los gentiles, allá en Egipto y luego en las diferentes naciones gentiles por el desierto, por donde iban, el ministerio de Moisés estaba allí presente en esa etapa del Atrio que estaba cumpliéndose entre los gentiles, pero con el pueblo hebreo. Y cuando pasaron a la tierra prometida, encontramos que ya Moisés había partido, pero su Mensaje continuó allí en el Atrio del Tabernáculo de Dios, de la Casa de Dios. Y ahora, para el Día Postrero, cuando regresa el ministerio de Moisés, ¿regresa a dónde? Si regresa, pues tiene que regresar a donde estaba, a la Casa de Dios; pero no regresa al Atrio, sino que regresa al Lugar Santísimo de la Casa de Dios, para la Obra de ese ministerio correspondiente al Día Postrero. “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.” Eso es lo que Cristo dijo en San Mateo, capítulo 24 y verso 31. Esos dos son los ministerios para llamar y juntar a los escogidos del Día Postrero, para colocarlos en el Lugar Santísimo de la Casa de Dios. Esos son los ministerios con los cuales Jesucristo en Espíritu Santo, el Hijo del Hombre, viene en el Día Postrero. Porque el Hijo del Hombre vendrá ¿con quién? Con Sus Angeles, y entonces “pagará a cada uno conforme a sus obras”; y vendrán esos ministerios llamando y juntando a los escogidos con Gran Voz de Trompeta, o sea, con el Mensaje del Evangelio del Reino. “LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE MOISES Y ELIAS.” ¿Dónde? En el Tabernáculo de Dios. Hemos visto que no han salido del Templo de Dios, de la Casa de Dios, del Tabernáculo de Dios; porque son ministerios para la Casa de Dios. “Dios extiende Su Tabernáculo.” Miren hasta dónde lo ha extendido en este Día Postrero. Somos bienaventurados nosotros en la América Latina y el Caribe. Dios ha extendido Su Tabernáculo hasta la América Latina y el Caribe. Y la parte más importante es la que ha extendido hacia la América Latina y el Caribe, para colocar los ministerios de Moisés y Elías. Hemos visto la trayectoria de los ministerios de Moisés y Elías, hasta llegar esos ministerios a la América Latina y el Caribe. Ha sido para mí

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mismo sitio, en la misma Casa, en el mismo Tabernáculo, pero pasando de una parte del Tabernáculo, o sea, pasando del Atrio al Lugar Santo (así pasó el ministerio de Elías); y después pasando al Lugar Santísimo el ministerio de Elías, donde el ministerio de Moisés estaría manifestado en el Día Postrero. Pasando, vean ustedes, de lugar en lugar. Ahora, miren ustedes, cuando se estaba en la etapa del Atrio, correspondiente al pueblo hebreo, encontramos el ministerio de Moisés primeramente allí manifestado, ¿en medio de quién? Del pueblo hebreo; aunque estaban en Egipto y luego por el desierto, pero estaban en una nueva dispensación, la Dispensación de la Ley. Luego encontramos el ministerio de Elías, ¿dónde? En el Atrio, y en el territorio donde estaba el Atrio en ese tiempo siendo manifestado. El Atrio en el tiempo de Moisés pues estaba siendo manifestado en Egipto primero y después en el desierto; pero después, cuando entró el pueblo hebreo a la tierra prometida, ya el Atrio ¿dónde estaba? Estaba en la tierra de Israel. Y ahí apareció el ministerio de Elías por primera ocasión, y por segunda ocasión y por tercera ocasión también; porque en ese territorio estaba el Programa de Dios pasando de etapa en etapa. Pero cuando el Programa de Dios pasó a los gentiles, y llegó el tiempo para la venida o manifestación del ministerio de Elías por cuarta ocasión, ¿dónde apareció? Apareció en la Casa de Dios, en la etapa correspondiente al tiempo en que apareció; apareció en la etapa de la edad séptima, porque esa era la etapa presente para la venida del ministerio de Elías por cuarta ocasión. ¿Y esa etapa se estaba viviendo dónde? En Norteamérica, por eso apareció en Norteamérica. Y ahora para la quinta manifestación del ministerio de Elías, la etapa que estará viviendo la Iglesia del Señor Jesucristo es la etapa del Lugar Santísimo, la cual se estará cumpliendo, se estará materializando, en la América Latina y el Caribe. Entonces, ¿dónde tiene que aparecer el ministerio de Elías por quinta ocasión? En la América Latina y el Caribe. Y después de ahí podrá pasar a la tierra de Israel, donde se estará cumpliendo la etapa correspondiente al pueblo hebreo. Y el ministerio de Moisés pues tiene que aparecer también en la etapa correspondiente al Día Postrero, a la Edad de la Piedra Angular, que corresponde al territorio latinoamericano y caribeño. Vean que el ministerio de Moisés fue manifestado en la etapa

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primeros que escuchan la predicación del Evangelio del Reino y son los primeros que lo reciben, los que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero; y también lo recibirán los que están en la otra sección en cierto momento. Y después, vean ustedes, lo recibirán también las reliquias que han quedado de los diferentes mensajeros y diferentes edades, los que están escritos en la sección del Libro de la Vida; y también los que han quedado del séptimo ángel mensajero, del precursor, que están escritos en la sección del Libro de la Vida del Cordero, lo recibirán, aunque sea a lo último; pero ya también muchos lo han recibido, y han entrado a la Dispensación del Reino; como cuando Jesús estuvo sobre la Tierra y Juan dijo: “He aquí el Cordero de Dios,” y Juan el apóstol y Andrés, cuando escucharon decir esto a Juan el Bautista, ¿qué hicieron? Pues siguieron a Jesús; hicieron lo que tenían que hacer; y vinieron a ser apóstoles de Jesucristo. No fueron apóstoles de Juan el Bautista, pero fueron apóstoles de Jesucristo, que es algo mayor. Ahora, podemos ver dónde estarían los ministerios de Moisés y Elías. Pero no pueden ser manifestados esos ministerios de Moisés y Elías en la Casa de Dios en el Día Postrero en y por medio de uno de los siervos del pueblo hebreo, no puede ser manifestado por medio de uno de los siervos bajo la Ley. ¿Por qué? Porque ya en la Casa de Dios, en el Lugar Santo entran los hijos e hijas de Dios, y al Lugar Santísimo entran también los hijos e hijas de Dios; o sea, que esos dos lugares están compuestos por seres humanos pertenecientes a la descendencia de Dios, a los hijos e hijas de Dios, y por consiguiente tiene que ser manifestado el ministerio de Moisés y el ministerio de Elías, no en uno de los siervos, sino en uno de los hijos de Dios, en uno redimido por Jesucristo y lleno del Espíritu de Cristo. Por eso viene en Apocalipsis, capítulo 7, con el Sello del Dios vivo, o sea, viene con el Espíritu Santo. ¿Y cómo va a recibir al Espíritu Santo si no ha creído en Cristo como su Salvador? Tiene que primero creer en Cristo como su Salvador, recibirlo como Salvador, para después recibir el Espíritu de Cristo y luego tener el Ministerio del Día Postrero. Ahora, hemos visto “LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE MOISES Y DE ELIAS.” ¿Dónde? En la Casa de Dios, en el Tabernáculo de Dios. Vean, la trayectoria de estos ministerios ha estado siempre en el

Octavo Congreso Juvenil Centroamericano “Dios extiende Su Tabernáculo” LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE MOISES Y ELIAS Por William Soto Santiago 26 de abril de 1997 P.M. San Lucas Sacatepéquez, Guatemala Muy buenas noches, amados jóvenes presentes en este Octavo Congreso Juvenil Centroamericano “Dios extiende Su Tabernáculo”; es para mí una bendición muy grande estar con todos ustedes, jóvenes, niños y adultos, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios. Para esta ocasión nuestro tema es: “LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE MOISES Y ELIAS.” Para eso quiero leer en el libro del profeta Zacarías, en el capítulo 4, verso 1 en adelante, donde nos dice: “Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él; Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda. Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío. Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella. Vino palabra de Jehová a mí, diciendo:

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Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros. Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra. Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos; a la derecha del candelabro y a su izquierda? Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.” Que Dios bendiga nuestros corazones con Su Palabra y nos permita entenderla. Bajo el tema de este Octavo Congreso Juvenil Centroamericano “Dios extiende Su Tabernáculo,” veremos: “LA TRAYECTORIA DE LOS MINISTERIOS DE MOISES Y ELIAS.” Encontramos en este pasaje que están colocados los dos olivos y las dos ramas de olivo allí a cada lado del candelero o candelabro. Y este candelabro representa la Iglesia del Señor Jesucristo; y la Obra que sería realizada sería sin ejércitos y sin fuerza humana, y sin ejércitos terrenales, sino con el Espíritu del Señor. Y por medio del Espíritu del Señor, la Iglesia del Señor Jesucristo ha estado siendo formada de edad en edad; y encontramos que el Tabernáculo de Dios ha estado siendo formado de la Dispensación de la Ley a la Dispensación de la Gracia, y luego a la Dispensación del Reino, en donde las tres partes del tabernáculo que construyó Moisés y del templo que hizo Salomón son materializadas en el Tabernáculo de Dios; un Tabernáculo construido con seres humanos. Encontramos que el Angel de Jehová es el que ha estado a cargo de esa construcción. Y el Angel de Jehová es el mismo Jesucristo en el Nuevo Testamento, el cual vino en carne humana. Y ahora mirando hacia la historia bíblica, podemos ver que Dios para la Dispensación de la Ley levantó al profeta Moisés; un hombre sencillo descendiente de la tribu de Leví, el cual fue enviado por Dios como el Profeta Mensajero para el pueblo hebreo, para la Dispensación de la Ley,

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parte que ha sido extendida a la América Latina y el Caribe es la parte más importante, la parte del Lugar Santísimo. Hasta la América Latina y el Caribe Cristo ha extendido las cuerdas y ha colocado las estacas de Su Carpa, de Su Tabernáculo, de Su Templo; y las cuerdas nos han caído en lugares deleitosos, y grande es la heredad que nos ha tocado. Y ahora podemos ver que los ministerios de Moisés y Elías estarían nuevamente ¿dónde? Donde estuvieron en el principio: en el Tabernáculo de Dios, pero en una nueva parte del Tabernáculo de Dios. Nunca antes habían estado ahí en el Templo de Dios. Y cuando digo: “nunca antes habían estado ahí,” me refiero al Templo o Tabernáculo de Dios compuesto por seres humanos; porque en cuanto al templo o tabernáculo que hizo Moisés, el ministerio de Moisés estuvo en el atrio, estuvo en el lugar santo y estuvo en el lugar santísimo; pasó por todos esos lugares. Y desde el lugar santísimo, dice Dios: “Desde ahí yo me declararé a ti, de en medio de los dos querubines de oro, y te diré todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.” Capítulo 25 y versos 22 al 23 del libro del Exodo. Ahora, podemos ver hasta dónde llegaba el ministerio de Moisés en el tabernáculo terrenal que construyó; porque el ministerio de Moisés en el Tabernáculo de Dios construido por Cristo estaría en el Día Postrero en el Lugar Santísimo, para recibir la revelación divina del Mensaje del Evangelio del Reino y para luego comunicárselo al pueblo hebreo, para darle a conocer al pueblo hebreo todo lo que Dios le mandare para el pueblo hebreo; lo cual obtiene ¿dónde? En el Lugar Santísimo. Vean ustedes que los ministerios de Moisés y Elías, de Moisés por segunda vez y de Elías por quinta vez, no podían llevar el Mensaje del Evangelio del Reino al pueblo hebreo sin obtenerlo ¿de dónde? Sin obtenerlo del Tabernáculo de Dios, del Lugar Santísimo del Tabernáculo de Dios, de en medio de los Dos Querubines de oro, que representan los ministerios de Moisés y Elías. De ahí es que surge el Mensaje del Evangelio del Reino para el pueblo hebreo; pero antes lo recibe la Iglesia del Señor Jesucristo, que pasa al Lugar Santísimo de ese Templo espiritual. En palabras más claras, primero lo reciben los que estarán en el territorio donde Cristo estaría construyendo el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual; o sea, los latinoamericanos y caribeños son los

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para el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, en la Edad del Lugar Santísimo del Tabernáculo de Dios, compuesto por seres humanos. Y ahora vean ustedes que en el territorio donde se cumplió cada edad, fue la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo por medio de Su ángel mensajero. ¿Qué significa esto? Que en el territorio de la Edad de la Piedra Angular y del Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo es que la manifestación de Cristo en Espíritu Santo estará convertida en una realidad en el Día Postrero; y será donde el llamado de Cristo con Gran Voz de Trompeta por medio de Sus Angeles, por medio de los ministerios de Moisés y Elías, estaría surgiendo, y llamando y juntando a Sus escogidos en ese territorio; así como juntó a Sus escogidos de cada territorio en donde se cumplió cada edad de la Iglesia gentil. Y las grandes bendiciones en y para el Templo de Dios, para la Casa de Dios, para el Tabernáculo de Dios, corresponden al territorio donde el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo se esté cumpliendo. Y así como estaba en el Occidente, o sea, en el Oeste, el lugar santísimo del templo que hizo Moisés y del que hizo Salomón, ahora en el Templo o Tabernáculo que Cristo ha estado construyendo, ¿dónde estaría el Lugar Santísimo? En el Occidente, o sea, en el Oeste, que es el continente americano incluyendo el Caribe. Y por cuanto la séptima edad de la Iglesia gentil se cumplió en la parte norte del continente americano, ahora la parte del Lugar Santísimo, vean ustedes, corresponde a la América Latina y el Caribe, al continente latinoamericano y caribeño. Encontramos que el lugar santo y el lugar santísimo estaban muy cerca el uno del otro; pero eran lugares diferentes. Y ahora la parte del Lugar Santo final, estuvo en Norteamérica; y ahora la parte del Lugar Santísimo está pegadito a Norteamérica, porque después del Lugar Santo está el Lugar Santísimo; o sea, que lo que colinda con el Lugar Santísimo es el Lugar Santo. Por eso, vean ustedes, llegaron hasta la frontera, hasta la colindancia, los de la séptima edad de la Iglesia gentil; pero tienen que pasar a la tierra nueva del Lugar Santísimo, y a la tierra nueva de la nueva dispensación, la Dispensación del Reino, que es la que corresponde al Lugar Santísimo. Y ahora podemos ver cuáles son los ministerios que estarán en el Lugar Santísimo manifestados en el Día Postrero, en el Tabernáculo de Dios, el cual ha sido extendido hasta la América Latina y el Caribe. Y la

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el cual nació en el tiempo apropiado. Ahora, algunas personas piensan que cuando Dios ha prometido realizar una labor, es en ese momento en donde nace el instrumento de Dios; pero si vemos el caso del profeta Moisés, Moisés nació 80 años antes de la liberación del pueblo hebreo. Porque Dios tiene que tener primero aquí Su instrumento, y ya ser grande, tener la edad apropiada para el ministerio correspondiente que Dios va a colocar en ese velo de carne, para así Dios manifestarse a través de él y cumplir Su Programa correspondiente a ese tiempo. Cuando Cristo apareció sobre la Tierra, vean ustedes, apareció 33 años antes de la Obra de Redención que llevaría a cabo en la Cruz del Calvario. Y así por el estilo podemos ver que Dios ha enviado diferentes profetas en diferentes etapas, diferentes edades y dispensaciones; y luego cuando han tenido la edad correspondiente para el ministerio, la edad escogida por Dios para ese ministerio, han sido llamados, han sido ungidos por Dios y han sido los instrumentos de Dios. Vean al rey David: él nació aquí en la Tierra como 17 años antes de ser ungido por Samuel como rey sobre el pueblo hebreo. Pero vean ustedes que después que fue ungido todavía no se sentó en el trono; pasó algún tiempo, hasta que luego se sentó en el trono. Porque en el trono estaba sentado Saúl, y no quería levantarse del trono para darle la bienvenida al nuevo rey que se sentaría en el trono. ¿Por qué? Porque después que obtuvo la bendición del trono y falló ante Dios y perdió esa bendición, no se quería levantar del trono para darle lugar al Ungido de Dios conforme al corazón de Dios. Esto nos muestra que Saúl no era un hombre conforme al corazón de Dios, pero sí lo era David. Y miren ustedes, ya David estaba ungido cuando era un jovencito; pero le tomó algún tiempo y le tomó una etapa de lucha para obtener ese trono. Y aun fue perseguido David sin David perseguir a Saúl; porque ya Saúl sabía que David había sido ungido por Samuel; supo que había sido ungido como rey y quería matar al Ungido de Dios para ser rey sobre Israel; lo mismo que quiso hacer Herodes, el cual era rey sobre el pueblo hebreo (puesto allí por el César); y cuando supo que el rey de los judíos había nacido, lo mandó a matar; pero Dios lo había llevado a otro lugar, a Egipto. Ahora, encontramos que eso siempre ha sucedido. Cuando la noticia

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sale de que Dios tiene un Ungido, un nuevo Ungido sobre la Tierra, vean ustedes, las demás personas que no comprenden estas cosas y que no quieren perder la posición que tienen, tratan de combatir a ese nuevo Ungido que Dios envía. ¿Para qué? Para que no tenga éxito en el Programa que Dios le ha dado para llevar a cabo. Y lo critican, y lo hacen aparecer delante del pueblo como una persona que no es enviado de Dios, sino un enviado del enemigo de Dios. Dijeron de Jesús que era Beelzebú, que tenía demonios; y así por el estilo encontramos que la crítica en contra de Jesús fue grande. ¿Para qué? Para que el pueblo hebreo no lo recibiera. Y así ha sido en todos los tiempos. Por eso los profetas de Dios, los ungidos de Dios, han sido perseguidos, y muchos de ellos han sido matados en diferentes edades y dispensaciones. Pero ¿qué dice Dios? “No toquéis a mis ungidos”; o sea, no le hagáis mal a ellos. El que toca a uno de los ungidos de Dios, delante de Dios tiene problemas; y el que lo ayuda, pues tiene grandes bendiciones; porque aun un vaso de agua fría tendrá su recompensa. Ahora, el que recibe a profeta en nombre de profeta, recompensa de profeta recibe; recibe todas las bendiciones que trae ese profeta de parte de Dios para el pueblo. El que lo rechaza, pues pierde todas esas bendiciones; y por consiguiente, lo que recibe la persona que lo ha rechazado, es el juicio divino. Dice Dios: “Yo le pediré cuenta.” Eso está en Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 al 19; y también en el libro de los Hechos, capítulo 3, verso 22 al 23, dice: “Yo le desarraigaré del pueblo.” ¿Por qué? Porque no escuchó la Voz de Dios por medio de ese profeta en el cual Dios había colocado Su Palabra, Su Mensaje, para esa edad o para esa dispensación; porque Dios coloca Su Palabra en la boca de Sus profetas: “Y pondré mis palabras en su boca, y él hablará todo lo que yo le mandare.” (Deuteronomio 18:18) Ahora podemos ver dónde Dios coloca Su Palabra. Y ahora, hablando del ministerio de Moisés, encontramos que había sido rechazado cuando tenía 40 años, y luego se necesitaron 40 años más para el ministerio de Moisés comenzar en medio del pueblo hebreo, en beneficio del pueblo hebreo, y traer la liberación del pueblo hebreo trayendo las plagas sobre el imperio egipcio. Pero el que hacía esas cosas era Dios a través de Moisés; no era la mano de un hombre, sino la mano de Dios; y aquella vara que Moisés tenía representaba la Palabra de Dios,

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Moisés por segunda vez y de Elías por quinta ocasión, aparecerían manifestados. Y el ministerio de Jesús también; pero ese ministerio lo vamos a dejar para tocarlo mañana en la mañana, en “La Trayectoria del Ministerio del Señor Jesucristo.” Y luego en la tarde, a la 1:00 de la tarde, de la 1:00 de la tarde en adelante, tocaremos “La Trayectoria del Angel de Jehová.” Y vamos a ver cómo la trayectoria del Templo, la trayectoria de los ministerios de Moisés y Elías, y la trayectoria del Señor Jesucristo, y la trayectoria del Angel de Jehová, ¿la encontraremos dónde? En el Tabernáculo de Dios. Ahora, podemos ver que estos ministerios de Moisés y Elías, representados en los dos olivos colocados por el rey Salomón en el lugar santísimo, cuando construyó dos querubines de madera de olivo, y los cubrió de oro; mostrando que los ministerios de los Dos Olivos corresponden al Lugar Santísimo en el Tabernáculo de Dios. Conforme al tabernáculo que construyó Moisés y el que construyó Salomón es el Tabernáculo que Jesucristo ha estado construyendo. Y ahora podemos ver cómo estos ministerios de Moisés y Elías son los ministerios de los Dos Olivos, que para el Día Postrero, para el tiempo final, estarían manifestados ¿dónde? En el Tabernáculo de Dios, en la Casa de Dios. Y por cuanto la Casa de Dios entra en el Día Postrero a la Dispensación del Reino, en esa dispensación esos ministerios estarían manifestados. Por eso los ministerios de Moisés por segunda vez y de Elías por quinta vez no corresponden a la Dispensación de la Gracia; porque el ministerio de Elías correspondiente a la Dispensación de la Gracia ya fue manifestado por cuarta ocasión, o sea, fue manifestado en el mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil. Y para su quinta manifestación estaría fuera de la Dispensación de la Gracia, y estaría fuera de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil. Por eso es que los milagros que el cristianismo está esperando para ser manifestados dentro de la Dispensación de la Gracia, corresponden al ministerio de Moisés por segunda vez y de Elías por quinta ocasión; pues ya los milagros correspondientes al ministerio de Cristo por medio de Su ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil, donde estuvo el ministerio de Elías, ya fueron cumplidos. Y los vimos cumplidos en el Rvdo. William Marrion Branham. Pero ahora hay grandes promesas de grandes manifestaciones divinas

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su señor sobre su casa (sobre Su Tabernáculo, Su Templo) para que les dé el alimento a tiempo? (Esto es de edad en edad)” Moisés le dio el Alimento a tiempo en el tiempo del Atrio; luego encontramos a los diferentes profetas que fueron enviados también dando el Alimento espiritual en el Atrio; pero luego es en el Lugar Santo por los siete ángeles mensajeros; y luego, para la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles, en donde estará manifestando los ministerios de Moisés por segunda vez y de Elías por quinta vez, encontramos que viene a Su Templo el Señor, Jesucristo en Espíritu Santo, el cual ha estado en Su Templo todo el tiempo, pasando de una edad a otra y manifestando los ministerios correspondientes de cada edad, que son también los siete espíritus de Dios y los siete ojos de Dios o siete ojos del Cordero que están sobre cada cuerno del Cordero, o sea, están sobre cada edad de la Iglesia gentil; porque los cuernos representan cada una de las edades donde el poder de Cristo estuvo manifestado. Y ahora el ministerio de Elías por quinta vez está prometido para ser manifestado. Ya se fue el velo de carne donde estuvo por cuarta ocasión el ministerio de Elías manifestado ¿dónde? En el Tabernáculo de Dios, en el Templo de Dios. Ahora podemos ver que el ministerio de Elías no ha salido del Templo de Dios, ha permanecido en el Templo de Dios todo el tiempo; y va de edad en edad, de etapa en etapa, de dispensación en dispensación, porque ese ministerio será adoptado. En la Adopción de los Hijos de Dios encontramos que ese ministerio estará manifestado en el Día Postrero; ahora, estará manifestado por quinta ocasión, en donde la Adopción de ese ministerio estará vigente en la Dispensación del Reino. Y también el ministerio del profeta Moisés encontramos que ha estado en el Templo de Dios. Estuvo en el Atrio bajo la Ley; pero luego encontramos que aparece nuevamente en el Día Postrero en el Templo de Dios, en el Lugar Santísimo. Dios, vean ustedes, trae ese ministerio nuevamente en el Día Postrero, en la Casa de Dios, o sea, en el Tabernáculo de Dios que El ha estado extendiendo desde la tierra de Israel, pasando a Asia Menor, pasando a Europa, pasando a Norteamérica, y ahora en el Día Postrero ¿dónde? En la América Latina y el Caribe. En la América Latina y el Caribe, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, en el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, donde los ministerios de

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la Vara de Dios. Ahora, tengamos eso en cuenta, porque el ministerio de Moisés está prometido para ser manifestado nuevamente en la Tierra; y todo lo que fue manifestado en el ministerio de Moisés allá, será actualizado en el Día Postrero, en medio de la Casa de Dios, en medio del Tabernáculo de Dios; pues Dios colocó a Moisés en la Casa de Dios, en el Tabernáculo de Dios, dice el apóstol San Pablo en el capítulo 3 y verso 1 al 6 de su carta a los Hebreos. Y ahora, ¿a dónde regresará el ministerio de Moisés en el Día Postrero? Pues a la Casa de Dios. Y su ministerio, así como en el tabernáculo que levantó, obraba tanto en el atrio como en el lugar santo, como en el lugar santísimo; para el Día Postrero el ministerio de Moisés estará nuevamente en la Tierra en la Casa de Dios, dando el Mensaje del Evangelio del Reino, que es el Mensaje para la Dispensación del Reino; y por eso tiene que ser enviado un ministerio dispensacional, el cual es el ministerio de Moisés, para traer un Mensaje dispensacional; y tomar al pueblo hebreo de la Ley, y colocarlos en la Dispensación del Reino. Solamente creerán al Mensaje que estará trayendo el ministerio de Moisés. Ahora, ¿cómo vendrá el ministerio de Moisés en el Día Postrero? El ministerio de Moisés es uno de los Dos Olivos, uno de los Dos Ungidos, que aparece aquí en Zacarías, capítulo 4 y verso 14, donde el profeta Zacarías, dice, del verso 11 al 14, dice: “Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos; a la derecha del candelabro y a su izquierda? Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.” O sea, que los Dos Ungidos que están delante del Señor de toda la Tierra, están representados en los dos olivos y en las dos ramas de olivo. Y recuerden que la Iglesia del Señor Jesucristo está representada en este candelabro con siete lámparas; porque es la Iglesia del Señor Jesucristo pasando por las siete edades: Asia Menor, Europa (donde se cumplieron cinco edades) y Norteamérica (donde se cumplió la séptima

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edad de la Iglesia gentil). Y la Luz de Cristo, del Espíritu Santo, ha estado resplandeciendo en ese candelero o candelabro, en cada una de esas lámparas, en cada una de esas edades, por medio de la mecha, que es el mensajero sumergido en el aceite, y el fuego del Espíritu Santo ha estado manifestado en esa mecha, en ese ángel mensajero; y ha estado alumbrando Jesucristo en Espíritu Santo por medio de ese ángel mensajero en cada una de esas edades, en cada una de esas lámparas del candelabro. Ahora, encontramos que a cada lado del candelabro estaba un olivo a un lado y otro olivo a otro lado, y también estaban las dos ramas de olivo, que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro. Ahora, en Apocalipsis, capítulo 11 y verso 3 en adelante, miren ustedes, si miramos desde el verso 1, dice así: “Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.” ¿Dónde se encuentra Juan viendo esta gran visión que le está siendo mostrada? En el Templo de Dios. “Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, Y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses (que son tres años y medio de la gran tribulación). Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.” Ahora miren, estaban en el Antiguo Testamento y ahora aparecen en el Nuevo Testamento cuando el Angel del Señor Jesucristo le está mostrando al apóstol San Juan el Templo de Dios. Y ahora, en la visión que tuvo el profeta Zacarías, ¿dónde vio a los dos olivos? En el Templo de Dios. Ahora, encontramos que el profeta nos habla de que esos dos olivos son los Dos Ungidos; así como el candelabro con sus siete lámparas y sus siete mechas encendidas representan seres humanos, que vendrían a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo; y esa luz que estaba en cada candelabro, en la mecha de cada candelabro, representa al Espíritu Santo manifestado en cada ángel mensajero en cada edad de la Iglesia gentil.

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el cielo, ¿todos entienden? Quizás sea ahora el tiempo y la hora cuando aparezca esta gran persona que hemos estado esperando. Quizás este ministerio por el cual he tratado de convertir la gente a la Palabra, ha servido de fundamento. Si así es, entonces les estaré dejando para siempre. No habrá dos aquí al mismo tiempo. Y si aún así fuera, él crecerá y yo menguaré. Pero Dios me ha dado el privilegio de mirar y ver lo que es. Lo vi abrirse hasta donde lo vi.” Ahora, nos da testimonio el precursor de la Segunda Venida de Cristo, con el espíritu y virtud de Elías en su cuarta manifestación, de uno que vendrá y que él no sabe quién será. Pero dice: “No habrá dos aquí al mismo tiempo. Pero si así fuera (que estén dos aquí al mismo tiempo; él diciendo que él se tiene que ir; pero si tiene que permanecer aquí, dice:), él crecerá y yo menguaré.” Lo mismo que sucedió con Juan el Bautista. Cuando le dijeron a Juan el Bautista: “Mira, aquel del cual tú diste testimonio, ahora a él le siguen más personas que a ti, y bautiza más gente que tú.” Juan dijo: “A El le conviene crecer y a mí menguar.” ¿Por qué? Porque al precursado le conviene crecer, y al precursor le conviene menguar, para dejarle el camino libre al precursado; para que así las personas, con la preparación que trajo el precursor, reciban al precursado y puedan ver la venida del precursado en medio del Tabernáculo de Dios. Vean cómo todas estas cosas, todos estos eventos, del Programa divino, son cumplidos ¿dónde? En el Tabernáculo de Dios, en el Templo de Dios. Ahora, encontramos a Elías en su cuarta manifestación, ¿dónde? En el Tabernáculo de Dios, en el Lugar Santo del Tabernáculo de Dios, preparándole el camino al que vendrá después de él. Y el que vendrá después de él está prometido en la Escritura en diferentes pasajes proféticos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento; porque el Hijo del Hombre vendrá con Sus Angeles, ¿a dónde? Al Tabernáculo de Dios. ¿Vendrá el Señor a dónde? A Su Templo. Es Su Templo, Su Iglesia, la que por dos mil años aproximadamente ha estado esperando la Venida de su Señor. Pero Cristo dice (San Mateo 24:42): “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.” ¿Y a dónde ha de venir? A Su Casa, a Su Templo. Ahora, dice: “¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso

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Ahora vean ustedes cómo los discípulos de Juan estaban atrasados y no estaban recibiendo las bendiciones de la nueva dispensación, porque no habían creído en aquel que vendría después de Juan el Bautista; ni siquiera lo habían reconocido, ni siquiera sabían que Jesús era Aquel del cual Juan decía que vendría Uno después de él. Ese era el que ellos tenían que estar buscando. Porque después de recibir al precursor es necesario... después de recibir, creer, en el precursor y en su Mensaje, es necesario creer en el precursado que vendrá después del precursor, para recibir las bendiciones que traerá el precursado. Y las bendiciones que Jesucristo, el precursado, traía, vean ustedes, era la remisión de los pecados de las personas y el bautismo del Espíritu Santo, para así producirse el nuevo nacimiento en las personas que recibieran y creyeran en el precursado. Los discípulos de Juan no podían nacer de nuevo sin recibir primero al precursado. Y ahora tenemos la promesa para el Día Postrero de la plenitud del Espíritu Santo. Y no se podrá recibir la plenitud del Espíritu Santo y la transformación de nuestros cuerpos sin antes haber creído en el precursado, al cual le preparó el camino Elías en su cuarta manifestación. Elías en su cuarta manifestación dijo que vendría uno, y él dijo que ése que vendría debía crecer. Aquí en la página 474 y 475 del “Libro de los Sellos” en español, dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo, dice: “Estén preparados, porque no saben en qué hora algo pueda suceder (está hablando de los Truenos y de la Venida del Señor, del Séptimo Sello). Ahora, cuando esta cinta esté en circulación, quizás sea el instrumento para correr a diez mil de mis amigos, porque van a decir: el hermano Branham está tratando de hacerse un siervo o profeta ante Dios. Déjenme decirles esto, mis hermanos, eso es un gran error. Yo únicamente les estoy diciendo lo que vi y las cosas que me han sido dichas. Usted haga lo que le guste. Yo no sé quién será ni qué va a suceder....” O sea, que él no sabe quién será a quien él le está preparando el camino. El no sabe quién será aquel en quien el Séptimo Sello estará cumplido. Dice: “Yo no sé quién será ni qué va a suceder, no sé; solamente sé que esos siete truenos contienen el misterio por cuya razón hubo silencio en

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Vean cómo el candelero o candelabro se convierte en seres humanos; y los dos olivos son los Dos Ungidos de Apocalipsis, capítulo 11; y esos Dos Ungidos son Moisés y Elías. Esos son los ministerios de Moisés y Elías repitiéndose en el Día Postrero en el Tabernáculo de Dios, en el Templo de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo. Cuando ya han terminado, han pasado, las siete etapas de la Iglesia gentil, del Lugar Santo, ahora vienen los ministerios de los Dos Olivos, de Moisés y Elías. Pero miren una cosa muy importante: ¿Dónde encontramos los ministerios de Moisés y Elías en su trayectoria? En su trayectoria los encontramos en el Templo de Dios, en el Tabernáculo de Dios. Los encontramos primero en el Atrio, en la manifestación del ministerio de Moisés por primera vez. ¿Y el ministerio de Elías por primera vez, dónde lo encontramos? En el Atrio de la Casa de Dios. ¿Y por segunda vez dónde lo encontramos? En el Atrio de la Casa de Dios; el ministerio de Elías manifestado por segunda vez en Eliseo. ¿Y luego cuando es manifestado el ministerio de Elías por tercera vez, dónde lo encontramos? En la Casa de Dios, en el Tabernáculo de Dios. ¿En qué parte? En el Atrio también, precursando la Primera Venida de Cristo, para la apertura de una nueva dispensación con un Profeta Mensajero para una nueva dispensación, del cual Juan dice que sería Uno mayor que él y que era primero que él. Le está preparando el camino a Uno que vendrá. ¿Y a dónde vendrá? Pues a la Casa de Dios, al Tabernáculo de Dios. “Y vendrá el Señor, el Angel del Pacto (¿a dónde?) A Su Templo.” Ahí es que vienen los ministerios enviados por Dios: a la Casa de Dios. Y la Casa de Dios en el Antiguo Testamento, ¿dónde estaba? En el Atrio. Ahí en el Atrio estaban siendo enviados los mensajeros de Dios, los profetas de Dios. Luego cuando aparece nuevamente el ministerio de Elías, ¿dónde aparece por cuarta vez? En la Casa de Dios. ¿En qué parte? En el Lugar Santo. Así que el ministerio de Elías va en progreso. En esa manifestación, miren ustedes, está en una etapa superior, porque está en el Lugar Santo, está en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Ahora vean ustedes cómo ha venido ese ministerio de Elías: primero en Elías Tisbita estuvo ese ministerio manifestado, luego por segunda vez en un nuevo velo de carne; o sea, que el ministerio de Elías ha estado cambiando de velo de carne, de etapa en etapa. ¿Pero todo ha sido dónde?

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En el Tabernáculo de Dios, en el Templo de Dios, en la Casa de Dios. Porque tiene que ser siempre un miembro de la Casa de Dios el velo de carne donde esté ese ministerio manifestado. Por cuanto en la primera y segunda y tercera ocasión en que se manifestó el ministerio de Elías, se estaba viviendo en el tiempo del Atrio de la Casa de Dios, que pertenece a los siervos, tenía que ser de en medio del pueblo hebreo el instrumento en el cual estuviera manifestado el ministerio de Elías. Luego encontramos que ya cuando pasa a su cuarta manifestación el ministerio de Elías, tiene que ser también en la Casa de Dios, en la parte del tiempo presente correspondiente a la manifestación de ese ministerio. Y para la cuarta manifestación del ministerio de Elías, ¿en qué etapa estaba la Casa de Dios? Estaba en la etapa del Lugar Santo. ¿Y en qué edad estaba? En la séptima edad. Por lo tanto, tenía que ser en un hijo de Dios, en uno nacido de nuevo en la Casa de Dios; porque tiene que ser siempre en uno nacido en la Casa de Dios. Y ahora encontramos que en esa cuarta manifestación del ministerio de Elías fue realizada la introducción de la Segunda Venida de Cristo. El ministerio de Elías vino precursando la Segunda Venida de Cristo con el Mensaje que trajo para el tiempo de su ministerio por cuarta ocasión; así como fue el precursor de la Primera Venida de Cristo, Elías, el cual fue Juan el Bautista el Elías que tenía que venir en aquel tiempo, el hombre, el profeta, en el cual vino el ministerio de Elías manifestado por tercera ocasión, del cual Cristo da testimonio diciendo: “El es aquel Elías que había de venir.” Capítulo 11, verso 14 de San Mateo; y capítulo 17, verso 10 al 16 de San Mateo, también Cristo da testimonio de Juan el Bautista, diciendo que él es aquel Elías que había de venir. “Elías ya vino y no lo conocieron, e hicieron de él todo lo que quisieron.” Y entonces los discípulos de Jesucristo entendieron que les hablaba de Juan el Bautista. Y el arcángel Gabriel le dijo al sacerdote Zacarías, el cual vendría a ser el padre de Juan el Bautista, le dijo que tendría un hijo por medio de su esposa Elizabet, y que sería profeta de Dios, y que vendría con el espíritu y virtud de Elías (San Lucas, capítulo 1, verso 17), para convertir el corazón de los padres a los hijos, o sea, el corazón del Antiguo Testamento a la fe cristiana, a la fe de los hijos, bajo la Dispensación de la Gracia.

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O sea, que le prepararía el camino a Cristo para que le dieran la bienvenida a Cristo; aunque no lo hicieron todos los seguidores de Juan, y por consiguiente se quedaron sin la bendición del Espíritu Santo que vino sobre los creyentes en Jesucristo; porque las bendiciones que Dios da para los que estarán siguiendo al precursado son mayores que para los que siguen al precursor. Porque las bendiciones para los que siguen al precursor llegan hasta cierto límite, y luego el resto de las bendiciones corresponden a los creyentes en el precursado, a los que lo reciben tal y como fue profetizado que vendría. Y ahora podemos ver el porqué los discípulos de Juan que no siguieron a Jesús, se quedaron sin recibir el Espíritu Santo; hasta que a lo último, después, entendieron estas cosas de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención. Y ahora, vean ustedes, los seguidores de Juan ni siquiera habían recibido el perdón de sus pecados; todavía sus pecados estaban en ellos, aunque cubiertos con los sacrificios de los animalitos, que efectuaban; pero sin ser quitados por la Sangre de Cristo, porque todavía no habían creído en Cristo. Pero San Pablo dijo que Juan el Bautista vino llamando al pueblo al arrepentimiento y predicando y anunciándole al pueblo que después de él vendría Uno. Y dijo San Pablo en el capítulo 19 del libro de los Hechos lo que Juan les estaba anunciando. Vean ustedes, dice: “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo (miren lo atrasado que ellos estaban). Entonces dijo (Pablo): ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres.”