1Corintios 16.5-12

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El duro trabajo en el ministerio Haga planes en su vida, y ubíquese en su lugar dentro del Cuerpo. (1) Contexto Estamos en los últimos versículos de la carta. Pablo ha dado instrucciones a los corintios para el asunto de las ofrendas, sabiendo que posiblemente le tocaría coordinar este envío personalmente. Estos recursos eran para el sostenimiento de los pobres en Judea, con los cuáles él se había comprometido desde el inicio de sus viajes misioneros (Gál. 2.10). Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil (2Tes. 3.16a), así que debemos prestar atención aun a secciones como la del día de hoy, en donde lo que vemos son planes de Pablo y comentarios acerca del su trabajo y el de otros discípulos fieles. Esto nos sirve desde ya para ir introduciendo la carta de 2Corintios, al pasar nuestra atención por un momento al trabajo de los ministros. 1Corintios es un libro que nos habla mucho sobre el ministerio. En todos los capítulos que hemos estudiado vimos problemas que tenía el cuerpo de creyentes de Corinto en su ministerio, y la forma de solucionar dichos problemas: sumisión al señorío de Cristo Jesús en todas las áreas de la vida. En unas cuantas semanas empezaremos a estudiar el libro de 2Coritios, que nos habla acerca de los ministros y su duro trabajo en la obra del ministerio. Así que este pasaje nos sirve muchísimo para irnos ubicando desde lo más general en la iglesia como cuerpo, hacia lo más específico de cada ministro del evangelio. Debemos progresar en nuestra perspectiva, dejando los problemas típicos de la iglesia inmadura de 1Corintios para enfocarnos en situaciones más comunes en la vida de un discípulo maduro, que necesita confirmarse en la fe, encontrar su lugar dentro del Cuerpo y desarrollarse en su actividad propia. Por eso preste mucha atención a los planes de Pablo. Preste cuidado al trabajo de los buenos obreros, para que también usted pueda tomar buenas decisiones en su vida planificando sus pasos en pos de ubicarse en su lugar dentro del Cuerpo. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Ef. 2.10.

(2) Lectura y Desglose del Pasaje “Iré a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar. Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir. Porque no quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés; porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios. Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo. Por tanto, nadie le tenga en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos. Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos, mas de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad”. 1Cor. 1.5-12. Hoy tenemos tres divisiones, basados en los tres servidores mencionados: • • •

v5-9. El duro trabajo de Pablo en el ministerio. v10-11. El duro trabajo de Timoteo en el ministerio. v12. El duro trabajo de Apolos en el ministerio.

A. v5-9. El duro trabajo de Pablo en el ministerio. ●

v5. Pablo tenía planes de llenarlo todo con el evangelio. ◦ Recordemos que Pablo escribe 1Corintios desde Éfeso, donde llegó en su tercer viaje misionero (Hch. 19.1). ◦ Él estuvo en Éfeso por más de dos años (Hch. 19.10), y luego se propuso ir a Jerusalén, pasando por Macedonia y Acaya. “Pasadas estas cosas, Pablo se propuso en espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, me será necesario ver también a Roma”. Hch. 19.21.

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El ▪ ▪

En la provincia de Macedonia Pablo había establecido iglesias como las de Filipos, Berea y Tesalónica. Por su parte, Acaya fue una provincia romana cuya extensión abarcaba la península del Peloponeso y otras zonas de la Grecia meridional, y sus principales ciudades eran Atenas, Corinto y Esparta. En todas estas regiones él había trabajando en la predicación del evangelio y en el establecimiento de los discípulos. plan de Pablo era llenarlo todo con el evangelio, y luego irse a otros lugares para seguir trabajando. Cuando escribe 1Corintios ya está pensando qué ruta seguir, para ir por la ofrenda para los pobres de Jerusalén, pasar hasta Roma y luego buscar dónde más llevar el evangelio. Aunque tuvo algunos contratiempos (2Cor. 1.23), eventualmente pudo pasar por Corinto nuevamente 1 (Hch. 20.2), desde donde escribe a los Romanos, confirmando el plan que había delineado desde antes.

“Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros, cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros. Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén”. Rom. 15.23-26. [Énfasis mío]. ▪

Sus ▫ ▫ ▫

planes no sólo incluían ir a Jerusalén y Roma, ¡sino que deseaba llegar hasta España! Ciertamente él deseaba pasar tiempo predicando el evangelio. Constantemente anunciaba las buenas nuevas en las sinagogas, en las plazas y por las casas. Tanto predicó que ya sentía la necesidad de buscar otras regiones, tomando en cuenta que también los discípulos estaban haciendo lo mismo por todos lados.

“Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada”. 1Tes. 1.8. ●

v6. Los planes de Pablo incluían pasar tiempo con los discípulos. ◦ Aunque Pablo quería visitar otras regiones, y predicar donde aún no hubiera llegado la Palabra, también tomaba tiempo para compartir con los hermanos. ◦ Esta es la parte de “confirmar” a los discípulos, que vemos en las metas de su tercer viaje misionero. “Y después de estar allí algún tiempo, salió, recorriendo por orden la región de Galacia y de Frigia, confirmando a todos los discípulos”. Hch. 18.23. ▪ ▪

Pablo sabía que era necesario proveer a los nuevos discípulos un apoyo para el crecimiento saludable. Esto incluye tanto la enseñanza bíblica como el compartir en familia.

“Porque deseo veros [romanos], para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí”. Rom. 1.11-12. ◦

◦

1

En el caso de los corintios, Pablo tenía una relación bastante intensa con ellos. ▪ Sabemos que eran una iglesia inmadura, y sin embargo Pablo les amaba mucho (1Cor. 16.24). ▪ De forma recíproca, aunque Pablo era un padre bastante duro con ellos, pero ellos siempre se acordaban de él (1Cor. 11.2). ▪ Al final, luego de muchas correcciones y regaños, ellos también se arrepintieron y se vindicaron de todas estas cosas (2Cor. 7.11). ▪ Pero vemos en el corazón de Pablo el deseo de pasar tiempo con ellos, si era posible incluso resguardarse del invierno en Corinto para ser encaminado por ellos en su viaje. A pesar de los problemas, él sabía que tenía que sacar tiempo para participar con ellos del proceso de discipulado.

Entre 1 y 2 Corintios Pablo fue a Corinto (ver 2Cor. 13.1), pero este viaje no está registrado en el libro de Hechos. Probablemente fue una corta visita desde Éfeso, en la cual quedó profundamente apesadumbrado por no ver la corrección que les había exhortado en 1Corintios (ver 2Cor. 2.1).

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v7. Los planes de Pablo no eran la última palabra. ◦ Leyendo el libro de Hechos y las cartas posteriores a 1Corintos, sabemos que los planes de Pablo no siempre salieron como él quería. ▪ Al final, aunque no quería ir a Corinto de paso, tuvo que hacerlo. ▪ El viaje para pasar tiempo con ellos debió ser postergado hasta luego de la escritura de 2Corintios. ▪ En Jerusalén tuvo oportunidad de predicar por algún tiempo, pero luego fue encarcelado. ▪ La llegada a Roma le tomó varios años, por causa del proceso judicial que se le abrió en Jerusalén. ▪ Cuando por fin llegó a Roma, lo hizo en cadenas, luego de un penoso viaje. ◦ Pablo sabía que dependía de la provisión del Señor para cumplir sus metas. “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”. 1Cor. 15.10. ◦ ◦

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Así que, en general, él pudo cumplir lo que se había propuesto, porque confiaba en la dirección de Dios. Pero al final el propósito de Dios, a pesar de las aflicciones de Pablo, fue para un bien aún mayor. ▪ Los corintios se corrigieron y Pablo pudo ir con ellos. ▪ La ofrenda a Jerusalén fue llevada con éxito (Hch. 21.17-19). ▪ Los cristianos de Jerusalén pudieron escuchar las noticias sobre el establecimiento de las iglesias entre los gentiles. ▪ Pablo pudo predicar a los judíos en el templo (Hch. 22). ▪ Por causa de su arresto, Pablo le predicó al sanedrín (Hch. 23.1-10), a los gobernadores romanos Felix y Festo (Hch. 24, 25), y al rey Agripa con todos los principales de la ciudad de Cesarea (Hch. 26). ▪ Por causa de sus cadenas, y naufragio, Pablo pudo predicar en la isla de Malta. Y luego de mucha tribulación, finalmente Dios le permitió llegar a Roma. De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli, donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma, de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento ”. Hch. 28.13-15. [Énfasis mío].

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v8-9. Los planes de Pablo eran para aprovechar cada oportunidad. ◦ Vemos esta puerta de la cual Pablo habla en la narración de Lucas sobre el trabajo de Pablo en Éfeso. ▪ Desde ahí estaba formando buenos obreros, y era un excelente punto para establecer a las iglesias de Asia. “Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús”. Hch. 19.10. ▪

Y también (a pesar que estaban en medio de la transición de Israel a la iglesia) Dios proveyó señales para confirmación a los judíos de que esta obra era enviada por Él.

“Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”. Hch. 19.11-12. ▪

Pablo aprovechó la oportunidad hasta que las circunstancias le indicaron que ya era tiempo de proseguir su viaje.

“Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia”. Hch. 20.1. ◦

Todas estas opciones de viajes y arduo trabajo eran para aprovechar cada oportunidad de evangelizar y confirmar a los discípulos. “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”. Fil. 1.21.

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Y Pablo tenía muy claro que la obra iba a levantar oposición de parte del mundo. ▪ La oportunidad para realizar un trabajo eficaz no siempre está acompañado de condiciones óptimas, humanamente hablando. ▪ En Éfeso había muchos que se oponían. ▫ Recodemos que era una ciudad dedicada al culto de la diosa Diana (Hch. 19.28). ▫ Tanto el comercio como la cultura de la ciudad dependía de la idolatría y los cultos paganos. ▫ Además muchos judíos no habían querido atender la predicación de las buenas nuevas (Hch. 19.9). ▪ Así que Pablo no evaluaba sus oportunidad midiendo la oposición y corriendo hacia donde fuera poca. ▪ Por el contrario, le vemos predicando en los lugares más peligrosos, como el Areópago de los atenienses, y el templo de Jerusalén. ▪ Todo lo que hacía tenía como objetivo que más personas escucharan el evangelio. “¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio. Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número”. 1Cor. 9.18-19.

B. v10-11. El duro trabajo de Timoteo en el ministerio. ●

v10. Los viajes de Timoteo. ◦ Cuando Pablo vio que se acercaba el tiempo de salir de Éfeso, mandó a algunos para que fueran preparando el camino (Hch. 19.22). ◦ Entre ellos estaba Timoteo, uno de los principales ayudantes de Pablo. ▪ Pablo da testimonio de que tenía una fe no fingida (2Tim. 1.5). ▪ También sabemos que le consideraba su colaborador (Rom. 16.21) y verdadero hijo en la fe (1Tim. 1.2). ◦ En este punto, Pablo recomienda a los corintios atenderlo bien porque hace la obra del Señor. ▪ Es decir, Timoteo también se dedicaba al evangelismo y la formación de los discípulos. ▪ Recordemos que Timoteo se unió a Pablo y Silas en el segundo viaje misionero (Hch. 16.1-3). ▫ Desde entonces lo vemos con él en sus misiones, llevando cartas y encargos. ▫ Así que, aunque Lucas no detalla mucho más los viajes de Timoteo, sí sabemos que anduvo con Pablo y también en otros viajes sólo o con otros discípulos. ▫ Sabemos que Timoteo dejó su familia, su casa y su ciudad para trabajar en la obra del ministerio. ◦ Aunque parece que durante un tiempo tuvo problemas por su juventud, Pablo le instaba para que fuera ejemplo a los creyentes. “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”. 1Tim. 4.12.

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v11. El camino de Timoteo. ◦ Pablo insta a los corintios a encaminarlo para que pueda llegar nuevamente a Éfeso. ▪ Acá vemos de nuevo este asunto de que le tuvieran en poco por ser joven. ▪ Pero 2Corintios está remitida a nombre de Pablo y Timoteo, así que sabemos que los corintios le recibieron bien. ▪ Luego del tercer viaje a Corinto, vemos a Timoteo en el grupo que acompañaba a Pablo (Hch. 20.5), así que esto nos confirma que ellos tuvieron una buena relación de compañerismo con él. ◦ Años después, luego de su primer juicio en Roma, Pablo sale libre nuevamente y deja a Timoteo encargado de asesorar la iglesia de Éfeso (1Tim. 1.3-4). ▪ Por lo tanto Timoteo trabajó mucho tiempo como misionero, y luego debió quedarse también pastoreando una congregación. ▪ El trabajo de Timoteo en Éfeso llegó a abrumarlo, así que Pablo le escribe 2Timoteo para darle ánimo. “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”. 1Tim. 1.6. ◦

Así que, aunque no tenemos tantos detalles sobre sus viajes, el camino de Timoteo muchas veces estuvo a la par del de Pablo, y luego de servir en la obra de levantar iglesias, también se ocupó de confirmar la doctrina como pastor en una congregación fija.

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El duro trabajo en el ministerio Haga planes en su vida, y ubíquese en su lugar dentro del Cuerpo. C. v12. El duro trabajo de Apolos en el ministerio. ●

Apolos en Éfeso. ◦ La primera vez que vemos a Apolos, fue en Éfeso, cuando Aquila y Priscila le corrigieron en su doctrina. “Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios”. Hch. 18.24-26. ◦

Una vez corregido, quiso pasar a Acaya, así que fue a Corinto y fue de gran provecho. “Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo”. Hch. 18.27-28.

◦

Incluso entre los problemas que vimos con los corintios, se llegó a formar un partido que decía ser de Apolos. “Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”. 1Cor. 1.12.

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◦ Pero al momento de escribir 1Corintios, Apolos está nuevamente trabajando en Éfeso. La oportunidad de Apolos para viajar. ◦ No debemos confundirnos. ▪ Apolos no era un mal obrero, que no tenía voluntad de ir a Corinto por estar ocioso. ▪ Pablo mismo da testimonio que Apolos era un siervo de Dios lo mismo que él. “¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios”. 1Cor. 3.5-6. ▪ ◦

Apolos ayudó muchísimo en la iglesia de Corinto, y ahora estaba ayudando en Éfeso.

Pablo es claro en que Apolos iría a Corinto cuando tuviera oportunidad. ▪ Así como los viajes de Pablo y de Timoteo estaban condicionados por la dirección y guía de Dios, también la posibilidad de Apolos para visitar a las iglesias. ▪ Apolos estaba ocupado en la obra en Éfeso, y esto es parte de trabajar como cuerpo. ▪ Cuando fue tiempo, regresó a los viajes misioneros, y le vemos por última vez viajando hacia a Creta, donde Tito debía encaminarlo. “A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte”. Tit. 3.13.

◦

Así que además del duro trabajo de Pablo y de Timoteo en el ministerio, también tenemos el ejemplo de Apolos. ▪ Cada uno tenía su parte dentro del Cuerpo, y cada uno seguía su camino. ▪ Lo importante es que ellos estaban trabajando en la obra juntamente, según los dones que se les habían dado. “Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros”. 1Cor. 12.18-21.

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El duro trabajo en el ministerio Haga planes en su vida, y ubíquese en su lugar dentro del Cuerpo. (3) Aplicaciones. Histórica: Pablo era un siervo fiel en la obra del ministerio. Los corintios eran en gran parte producto de su trabajo, y Pablo les instó para que sigan su ejemplo (1Cor. 11.1). Pero no únicamente Pablo trabajó en esta obra, sino también muchos otros entre los cuales vimos hoy a Timoteo y a Apolos. Sabemos que cada uno de ellos tuvo su camino lleno de problemas y tribulaciones por la causa del evangelio, pero perseveraron y fueron muy útiles para todas las iglesias. Hemos visto estos planes, que formaron parte de la vida de estos tres hombres en el contexto de Hechos 19, durante el tercer viaje misionero de Pablo, en plena actividad de levantar y establecer las primeras iglesias dentro del imperio romano. Este era el estilo de vida de los primeros cristianos. Así era su compromiso con la misión que El Señor nos encomendó, y gracias a su duro trabajo en el ministerio el evangelio fue esparcido al punto de llegar hasta nuestros días. Aunque no todo salió exactamente como Pablo lo había planificado, en general Dios le ayudó a cumplir con sus objetivos, y sus compañeros estuvieron ahí a su lado para ayudarle, cada quien cumpliendo su parte en el Cuerpo de Cristo. Doctrinal: Siempre regresando al contexto de la iglesia de Tiatira para meditar en la aplicación doctrinal, vemos unos pocos creyentes que no toleraban los abusos del liderazgo profano de Jezabel (Ap. 2.24-25). El Señor no les impone otra carga más que la de retener lo que ya hacían, porque en medio de gran persecución eran fieles y no se sometían al sistema mundano. Así como hoy vimos el ejemplo de unos cuantos siervos fieles, que retuvieron su misión hasta el fin trabajando duramente, las iglesias que estén sometidas a persecución e infiltraciones mundanas deben mantenerse firmes hasta el fin, y no ceder ante la tentación de abrirse a los engaños de Jezabel. Personal: No hay que pedir más dirección de Dios en cuanto a la obra: eso ya está bien clarito en la Biblia. La voluntad de Dios es que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. 1Tim. 2.3-4. [Énfasis mío]. Para nosotros la obra del ministerio resulta en la edificación de la iglesia (Ef. 4.11-12). No debemos pedir más instrucción en ese sentido, sino únicamente ponernos a trabajar en evangelismo y discipulado. Pero sí debemos ser sensibles a la mano de Dios indicándonos dónde hacer la obra. Debemos saber que no siempre las cosas van a salir como las planeamos, pero si no planeamos nada entonces difícilmente llegaremos a ninguna parte. Por otro lado, de nada sirve realizar planes si al final no los ejecutamos, o si estos planes no tienen nada que ver con la orientación bíblica para nuestras vidas. Entonces al formular nuestros proyectos sigamos el ejemplo bíblico de Pablo: hay que llevar el evangelio a donde no ha sido predicado; hay que llenarlo todo con la predicación del evangelio. También sigamos los ejemplos de Timoteo y Apolos según nuestros dones: hay que pasar tiempo formando a los discípulos y estableciendo iglesias; hay que trabajar como un cuerpo, porque uno sólo no puede hacer todo el trabajo. No sólo se trata de la predicación. No sólo se trata del discipulado. Hay que hacer ambas cosas, y mientras estamos en eso debe haber un buen compañerismo entre nosotros. El cuerpo no se rechaza a sí mismo, sino que se cuida a sí mismo. Así debe ser en la iglesia. Cada uno cumpliendo con su responsabilidad, y ubicándose en su lugar según sus dones. Estamos por empezar un nuevo libro. Uno libro que ya no nos habla sobre la sumisión, sino que pasa a tocar el asunto de la confirmación en la fe. Ya vamos a pasar de hablar del tema general del ministerio, para empezar a puntualizar en cada ministro. Pero si no dejamos atrás los problemas de 1Corintios, no tiene ningún sentido que estudiemos 2Corintios. Si usted no lo ha hecho, ya es momento para tomar en serio cada una de las correcciones recibidas en el libro de 1Corintios, hacer planes para confirmarse y establecerse en la madurez espiritual, asumir responsablemente su papel de ministro, dejar de andar fluctuante y en lugar de eso llegar a ser de mucho provecho, como lo fueron Apolos, Timoteo y Pablo. La iglesia le ayudará a ubicarse y encaminarlo, pero la decisión es suya si lo hace o no. Ore y tenga comunión con Dios cada día, para que encuentre y desarrolle su actividad propia dentro del Cuerpo. - FIN DEL ESTUDIO [1/1] [12 - Abril - 2013]

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