87 Q&A about Parasitic Infections of Horses Question&Answer book

T H E V E T E R I N A RY P U B L I S H I N G C O M PA N Y SMALL ANIMALS EQUINE 87 Q&A about Parasitic Infections of Horses Question&Answer book Aim

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las infecciones urinarias (What you need to know about urinary tract infections)
Lo que usted debe saber sobre las infecciones urinarias (What you need to know about urinary tract infections) NATIONAL INSTITUTES OF HEALTH Nationa

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C EVA lb 41 MANACOR 11 DE ABRIL DE 1987 DIRECTOR: RAFAEL FERRER MASSANET I 1 1 1 1 1 ' A 11111

COMPARISON OF BLOOD GASES, ELECTROLYTES, AND METABOLIC DETERMINANTS OF ACID-BASE STATUS IN COLOMBIAN CRIOLLO HORSES
http://dx.doi.org/10.15446/rfmvz.v63n1.56900 Rev Med Vet Zoot. 63(1), enero - abril 2016: 20-29_______________________________________________ Investi

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T H E V E T E R I N A RY P U B L I S H I N G C O M PA N Y SMALL ANIMALS

EQUINE

87 Q&A about Parasitic Infections of Horses Question&Answer book

Aimed at veterinariy surgeons, students, professors and professionals in this field.

TECHNICAL SPECIFICATIONS Authors: Aránzazu Meana Mañes

Francisco A. Rojo Vázquez.

Format: 22 x 28 cm. Number of Pages: 276. Number of Images: 350. Binding: Hardcover. ISBN: 978-84-92569-35-9. Year: 2010. RRP: 75 e.

Through 87 questions and their corresponding answers, this book offers an entirely practical review of the endoparasites and ectoparasites which affect the equine species as well as the methods of controlling them. This work, structured in chapters separated by organ, presents real-life situations that deal with parasites of the horse in the professional veterinary practice. It contains around 400 images and diagrams, which gives this work a parasitology atlas-like nature.

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Parasites of the Horse. 87 Questions and Answers

DISPLAY OF CONTENTS 1. Q&A de endoparásitos del digestivo Introducción 1 ¿Qué son los gasterófilos? 2 ¿Cómo se transmiten los gasterófilos? 3 ¿Qué causan los gasterófilos? 4 ¿Cómo se puede saber si un caballo

tiene gasterófilos? 5 ¿Dónde se localizan los adultos que

causan la habronemosis? 6 ¿Qué riesgo tienen los caballos de estar

parasitados con especies de rumiantes si pastan juntos? 7 ¿Pueden los caballos transmitir

una larva migrans a las personas? 8 ¿Cómo se transmite Strongyloides? 9 ¿Cómo se infectan los potros por

Parascaris si los adultos son resistentes y no eliminan huevos? 10 ¿Qué repercusiones tiene la infección

por Parascaris? 11 ¿Por qué es tan difícil eliminar Parascaris

de una explotación? 12 ¿Cómo se transmiten los Parascaris? 13 ¿Existen Parascaris resistentes

a los antihelmínticos? 14 ¿Cuáles son los cestodos

de los équidos? 15 ¿Pueden los cestodos causar la muerte

de su hospedador?

19 ¿Se pueden ver las larvas de Strongylus

vulgaris en las arterias mesentéricas? 20 ¿Qué nematodo migra por el peritoneo

parietal derecho? 21 ¿Por qué hay tantas especies de

ciatostominos en el intestino grueso de los équidos? 22 ¿Cómo y cuándo se infectan los équidos

por larvas de estrongilados? 23 ¿Qué riesgo tienen los animales

estabulados de infectarse por estrongilados? 24 ¿Cómo se produce el cólico

tromboembólico? 25 ¿Qué es la cojera en caliente

de origen parasitario? 26 ¿Qué patología causan

los ciatostominos? 27 ¿Es lo mismo detectar huevos de

estrongilados en heces que diagnosticar una estrongilidosis? 28 ¿Hay estrongilados de équidos

resistentes a los antihelmínticos? 29 ¿Cómo se diagnostica una oxiurosis? 30 ¿Hay más de un oxiuro en équidos? 31 ¿Es frecuente encontrar fasciolas

en los équidos? 32 ¿Qué ocasiona Fasciola hepatica

en los caballos?

16 ¿Cómo se evita el riesgo de cestodosis?

33 ¿Cómo son los coccidios de los équidos?

17 ¿Cuál es la importancia real

34 ¿Hay parásitos implicados en las diarreas

de la estrongilosis en los équidos? 18 ¿Cómo son los estrongilados más

patógenos?

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de los animales recién nacidos? 35 ¿Puede haber Parascaris adultos en la

cavidad abdominal sin rotura intestinal?

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2. Q&A de endoparásitos del respiratorio

4. Q&A de las parasitosis cutáneas

Introducción

Introducción

36 ¿Cómo se diagnostica la dictiocaulosis

54 ¿Qué tipos de ácaros parasitan

en un caballo? 37 ¿Por qué parece que los burros

transmiten la dictiocaulosis a los caballos? 38 ¿Hay larvas de nematodos

en los pulmones de los équidos? 39 ¿Por qué hay tantos eosinófilos

en las bronquitis parasitarias? 40 ¿Qué larvas de moscas pueden provocar

un catarro en équidos? 41 ¿Qué parásito puede causar

estridor laríngeo?

3. Q&A de endoparásitos sistémicos Introducción 42 ¿Son similares todos los métodos

de diagnóstico de las piroplasmosis? 43 ¿Pueden matar los piroplasmas? 44 ¿Por qué no mueren los caballos en

zonas endémicas de piroplasmosis? 45 ¿Por qué los animales infectados por

Theileria equi continúan siendo portadores? 46 ¿Son los Sarcocystis especies en

extinción? 47 ¿Puede haber casos de EPM en España? 48 ¿Son los quistes hidatídicos de los

caballos iguales que en otras especies? 49 ¿Pueden transmitir la triquinelosis

los caballos? 50 ¿Qué enfermedad parasitaria pueden

transmitir los murciélagos? 51 ¿Qué es la “durina”? 52 ¿Pueden transmitir toxoplasmosis

los caballos? 53 ¿Qué parásito provoca nódulos

por todo el organismo?

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a los équidos? 55 ¿Es fácil ver el ácaro arador? 56 ¿Pueden los conejos transmitir

sarna a los caballos? 57 ¿Cómo se puede saber si un caballo

tiene sarna en las patas? 58 ¿Hacen falta machos de piojos para

que se multipliquen? 59 ¿Por qué hay tantas garrapatas? 60 ¿Qué transmiten las garrapatas? 61 ¿Hay garrapatas de invierno? 62 ¿Qué transmiten las pulgas? 63 ¿Qué provoca un ataque del

tábano cegador? 64 ¿Hay procesos alérgicos graves

causados por mosquitos? 65 ¿Qué transmiten las moscas y los

mosquitos? 66 ¿Pueden tener “barros” los caballos? 67 ¿Por qué no vuela la “mosca borriquera”? 68 ¿Qué parásito inhibe el salto

de un semental? 69 ¿Qué nematodo produce heridas

de difícil curación? 70 ¿Por qué fracasó la selección genética

de caballos chinos que se esforzaban tanto que sudaban sangre? 71 ¿Qué es un oncocercoma? 72 ¿Hay microfilarias en la piel de los

caballos?

5. Q&A de control antiparasitario Introducción 73 ¿Cómo se diagnostica y cura

una ciatostominosis larvaria?

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74 ¿Cómo se diagnostica y cura

un cólico tromboembólico? 75 ¿Cómo se diagnostica y cura una cojera

en caliente/intermitente? 76 ¿Cómo se diagnostica y cura

una habronemosis cutánea? 77 ¿Cómo se diagnostica y cura una sarna? 78 ¿Cómo se detecta y controla

Gasterophilus? 79 ¿Cómo se detecta y controla

Anoplocephala perfoliata? 80 ¿Cómo se detecta y controla

Strongylus vulgaris? 81 ¿Cómo se detectan y controlan

los ciatostominos? 82 ¿Cómo se detecta y controla

Parascaris equorum? 83 ¿Cómo se detecta y controla Oxyuris

equi? 84 ¿Cómo se detectan y controlan

las pediculosis? 85 ¿Cuál es el riesgo de que los équidos

adquieran infecciones parasitarias a lo largo del año? 86 ¿Cómo se comprueba la eficacia

de los fármacos antihelmínticos? 87 ¿Se tratan igual los burros que los

caballos? Índice alfabético de especies

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Gasterophilus

Q&A de endoparásitos del digestivo

1

Parásitos más importantes del sistema digestivo equino.

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¿Qué son los gasterófilos? Durante una necropsia rutinaria, se observan en el estómago numerosas formaciones de color rojo y forma de tonel. También hay algunas en el duodeno, de color amarillento, y otras en el recto. En esta localización son más pequeñas y están ancladas profundamente en la mucosa rectal. Son muy llamativas las diferencias morfológicas en las distintas localizaciones.

4

1. ¿A qué se puede deber? 2. ¿Es compatible la presencia de estos parásitos con algún cuadro clínico? 3. ¿En qué momento del año es más factible encontrarlos? 2

3

4. ¿Qué producto se recomienda para eliminarlos? 1

2

1

¿A qué se puede deber?

Se trata de larvas de moscas del género Gasterophilus. Las larvas se localizan en el digestivo de los équidos y raramente producen una patología grave; la mayor significación clínica de estas infecciones se debe a los accidentes ocurridos cuando los animales intentan evitar el ataque de las moscas adultas y a las lesiones en el tracto digestivo de las larvas en desarrollo. Son miasis específicas de distribución mundial, más frecuentes en climas cálidos donde las moscas, con un periodo de vuelo que abarca en general los meses calurosos, son más prevalentes.

1. Estómago Gasterophilus Habronema/Draschia Trichostrongylus

Instentino delgado Gasterophilus Parascaris Strongyloides Anoplocephala magna

2. Ciego y colon Anoplocephala perfoliata SF Cyathostominae SF Strongylinae Oxyuris

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3. Recto Gasterophilus

2

¿Es compatible la presencia de estos parásitos con algún cuadro clínico?

Es un proceso crónico con signos de malnutrición y, a veces, peritonitis, y afecta sobre todo a los animales jóvenes que se encuentran en los pastos. Son bastante frecuentes, habiéndose detectado su presencia en el 80% de animales sacrificados

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en la zona centro de España. La especie más frecuente es G. intestinalis y se localiza en el estómago, en el área que corresponde a la mucosa no secretora, apareciendo frecuentemente arracimados en cantidades elevadas. Aun cuando pueden causar lesiones crateriformes alrededor de la zona de fijación, no suelen provocar signos clínicos evidentes. Las otras especies tienen diferente localización, las cargas parasitarias son menores y pueden ocasionar algunos signos clínicos como úlceras duodenales – G. nasalis– o molestias en la defecación –G. haemorrhoidalis–. Menos frecuentes son G. inermis, G. pecorum y G. nigricornis. La especie G. tecnicintus es la única no descrita hasta el momento en la Península Ibérica. El desarrollo de Gasterophilus comprende las fases de huevo, tres estados larvarios, pupa y adulto. Las únicas fases parásitas son las larvas que se localizan en el digestivo. Los huevos y las larvas de primer estadio de algunas de esas especies se encuentran en la piel.

Dictyocaulus

Q&A de endoparásitos del respiratorio

37

El método de Baermann–Wetzel consiste en un soporte vertical, con anillo, en el que se coloca un embudo de vidrio de suficiente capacidad, prolongado en su parte tubular con un tubo de goma, que se cierra con una llave metálica de tipo clamp. Se colocan las heces en una bolsa de gasa o directamente sobre un filtro metálico y, a continuación, se añade agua templada, hasta que la parte inferior del colador quede cubierta de agua. Al cabo de 5–7 horas, las larvas abandonan la masa fecal y caen acumulándose en el tubo de goma, por encima de la llave de cierre. Se recogen 0,5–1,0 ml sobre un tubo de centrífuga, se concentran por centrifugación las larvas y se examina la muestra al microscopio. Como las larvas están vivas, se matan con formol al 10% o alcohol de 70° para facilitar su estudio al microscopio.

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3

La Asociación “Amigos del burro” recibe la documentación solicitada al centro británico “Donkey Santuary” para incorporarse como miembro del mismo. Esta institución comenzó como un centro de acogida y es actualmente un centro de reproducción y conservación de la mayoría de las razas existentes, estimulando la creación de centros satélites en otros países para la conservación de especies autóctonas. Entre sus actividades está la concienciación del uso del burro como animal de compañía para los caballos que se alojan solos en un campo privado, pero especifican claramente el riesgo de transmisión de enfermedades como la dictiocaulosis.

1. ¿Son diferentes las repercusiones patológicas de Dictyocaulus en ambas especies? 2. ¿Cómo es el ciclo biológico?

¿Qué análisis coprológico se debe realizar para descartar la dictiocaulosis?

La eliminación de larvas en las heces hace aconsejable la realización de una emigración larvaria ya que, mediante las técnicas rutinarias de flotación (por ejemplo, McMaster) son difíciles de detectar, especialmente en los animales adultos y en los que padecen procesos crónicos, con signos clínicos poco específicos. También se puede recurrir, mediante métodos de flotación, a la concentración de huevos. Estas técnicas, en cualquier caso, tienen una mayor validez para detectar a los animales portadores. A modo de orientación, se puede decir que, en los caballos, valores de 20-40 larvas por gramo de heces pueden ser indicativos de un proceso de cierta magnitud y que cifras de >100 larvas/gramo de heces ya son compatibles con un proceso clínico evidente. Sin embargo, en los burros normalmente la cantidad de larvas eliminadas con las heces es mayor, de forma que se consideran normales excreciones de entre 150 y 300 formas parasitarias. Además de los análisis parasitológicos mencionados, contribuyen a confirmar el diagnóstico, por ejemplo, la detección de determinados tipos de células, como eosinófilos y mastocitos, gracias al estudio de las secreciones bronquiales obtenidas mediante aspiración, con la particularidad de que, a la vez, pueden también visualizarse huevos embrionados y/o L1.

¿Por qué parece que los burros transmiten la dictiocaulosis a los caballos?

En todo caso, siempre hay que excluir otras posibles patologías respiratorios en los équidos, cuya frecuencia suele ser mayor. Definitivamente, la dictiocaulosis se confirma muchas veces post mórtem, observando lesiones y parásitos adultos en el aparato respiratorio.

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3. ¿Qué repercusiones patológicas tienen?

1

¿Son diferentes las repercusiones patológicas de Dictyocaulus en ambas especies?

Las larvas de D. arnfieldi son de tamaño pequeño, sin botón cefálico y con cola corta y afilada. La imagen corresponde a una larva de D. filaria (ovino) donde el botón cefálico es evidente.

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Las diferencias interespecíficas, por una parte, y las parasitarias por otra aconsejan que caballos, potros y asnos no deban compartir los mismos pastos por el riesgo de que estos últimos –portadores asintomáticos de dictiocaulos– contribuyan a la presentación de brotes clínicos en los caballos, principalmente en los potros jóvenes. En los potros, la susceptibilidad a la infección es mayor que en los caballos adultos. En efecto, la especie Dictyocaulus arnfieldi tiene como hospedador principal a los asnos en los que, generalmente, no causa problemas detectables clínicamente de forma que contaminan el medio ambiente durante periodos muy largos ya

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que, en esta especie, los dictiocaulos pueden vivir hasta cinco años. Esta es una de las razones por las que, en España, hay muy pocos datos sobre prevalencia de esta parasitosis, que es más frecuente en zonas húmedas y templadas. Sin embargo, los caballos son hospedadores “menos específicos”, razón por la cual padecen de forma más acusada la infección –casi siempre crónica– a pesar de que los síntomas son poco patognomónicos. Las infecciones cursan con clínica respiratoria evidente y suele haber excreción de L1 con las heces, pero también se confirma la sospecha clínica por el historial de pastoreo conjunto de caballos y asnos y por la respuesta al tratamiento.

Theileria/Babesia

Q&A de endoparásitos sistémicos

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Esquema del ciclo biológico de Babesia

merogonia

Esporozoítos

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Larvas con esporoquinetos

Cuerpos radiados muda

Huevos infectados

Quineto

¿Cómo se transmiten los piroplasmas?

La transmisión de los piroplasmas se produce, en condiciones naturales, únicamente por la picadura de garrapatas infectadas. En términos parasitológicos estrictos, las garrapatas son los hospedadores definitivos. En estos ácaros es donde tiene lugar la reproducción sexual de los piroplasmas. Se trata de ixódidos o garrapatas duras de las que sólo algunas son adecuadas para dicha reproducción. En las garrapatas tienen lugar las fases sexuales (gamogonia) y asexuales (esporogonia). Entre las garrapatas transmisoras para ambas especies destacan las especies de los géneros Dermacentor, Hyalomma y Rhipicephalus. Una vez que el parásito es ingerido por la garrapata tiene lugar la fase sexual de su ciclo biológico. La mayoría de los parásitos presentes en los glóbulos rojos mueren inmediatamente después de la ingestión de sangre por parte de la garrapata, otros abandonan los hematíes y se diferencian dando lugar a las denominadas Strahlenkorper o cuerpos radiados. A los 2-4 días de la ingestión de la sangre, los gametos se fusionan formando un cigoto esférico que se alarga, presenta un sólo núcleo y es móvil; este nuevo cigoto recibe el nombre de quineto. Estos quinetos invaden la mucosa del epitelio intestinal de la garrapata donde se reproducen de forma asexual (esporogonia) dando origen a más quinetos; en este caso son denominados esporoquinetos que invaden otras células del organismo de la garrapata: tubos de Malpigio, fibras musculares, células del ovario, etc. En estas localizaciones tienen lugar nuevas reproducciones asexuales que, al parecer, pueden repetirse hasta la muerte de la garrapata. Cuando se infectan los oocitos, los parásitos permanecen latentes hasta que se desarrolla el huevo y eclosiona la larva. Una vez que está desarrollada, continúa la multiplicación de los esporoquinetos en los tejidos de la larva y, tras la ingestión de sangre, los esporoquinetos invaden las glándulas salivales para continuar su ciclo. En las glándulas salivales se producen

Gamogonia ESPOROGONIA

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los esporozoítos infectantes para el hospedador vertebrado. Se forman varios miles de esporozoítos en cada célula de los acini de las glándulas salivales, completándose su maduración en unos cinco días. De esta forma, los esporozoítos pueden ser inoculados a un nuevo hospedador mientras la larva continúa alimentándose (21-28 días). Una vez infectados los ovarios de una garrapata parece que al menos dos o tres generaciones son infectantes. Este tipo de transmisión transovárica es típica de Babesia spp. Las garrapatas durante su desarrollo sufren dos metamorfosis por las que evolucionan de larva a ninfa y de ninfa a adulto. Los piroplasmas ingeridos en una fase del ciclo pueden continuar su desarrollo en la siguiente y mantener la infección en el hospedador invertebrado. En este caso, la reproducción del parásito se realiza directamente al infectar las glándulas salivales en una fase. Al desarrollarse la siguiente fase y comenzar a alimentarse, se estimula la producción de esporozoítos que son transmitidos al nuevo hospedador vertebrado durante su periodo de alimentación. Es la transmisión transestádica. La transmisión de B. caballi en el hospedador invertebrado puede ser transováriva y transestádica, pero la de T. equi sólo es transestádica. Se admite que para B. caballi son las larvas de las garrapatas las principales responsables de la transmisión al nacer ya infectadas, aunque es más frecuente que sean las ninfas infectadas o incluso los adultos infectados al ser ninfas. Los caballos no son buenos hospedadores para las larvas de las garrapatas. En la difusión de T. equi sólo intervienen ninfas y adultos. Aparte de las hembras también los machos participan, pues estos hacen varias tomas de sangre y cambian de hospedador con frecuencia. La parasitación por T. equi es mucho más frecuente, de 3 a 6 veces más, que la de B. caballi. Es enormemente importante la identificación del agente etiológico del proceso. La frecuencia de presentación es muy distinta pero también la gravedad del cuadro difiere de manera considerable, si se trata de una parasitación por una especie u otra.

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Gasterophylus

Q&A de endoparásitos del digestivo

Lesión gástrica por G. intestinales. Las larvas en la mucosa gástrica producen inflamación en los puntos de asentamiento y pueden dar lugar a dilataciones gástricas y oclusiones o estenosis, preferentemente en la zona pilórica. A veces se producen perforaciones gástricas. Las zonas donde se adhieren las larvas presentan una depresión crateriforme, rodeada de una inflamación crónica con eosinofilia local.

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la cavidad bucal y migran por las mucosas de las encías y el paladar, mientras las larvas de G. inermis provocan una sintomatología particular al migrar directamente hacia la boca atravesando la piel y el tejido conjuntivo, causando una miasis subcutánea o “dermatitis estival de los potros”, o bien “dermatitis serpiginosa”. Esta afección en particular es muy frecuente en algunos países de nuestro entorno, como el este de Francia. La especie más frecuente y abundante, G. intestinalis, invade al hospedador cuando la larva, estimulada por la temperatura de la lengua, abandona el huevo, se adhiere a la mucosa lingual, alcanzando después la base de la lengua o el paladar blando. Cuando las larvas de esta especie abandonan la lengua pasan al estómago localizándose en grupos más o menos compactos en la mucosa escamosa no secretora, por delante del margo plicatus, donde tiene lugar una nueva ecdisis y se desarrolla la L3. Esta localización le permite al parásito permanecer en el hospedador largos periodos de tiempo sin provocar un cuadro clínico agudo de gastritis ni tan siquiera cuando las larvas alcanzan su máximo tamaño. El principal efecto patógeno de las especies de Gasterophilus se atribuye por lo tanto a las L3, cuando se fijan y crecen en su localización final, sea el estómago, el duodeno o el recto. La fijación y alimentación de las larvas provoca una acción inflamatoria local periférica en los puntos de asentamiento, por la reacción a la penetración en la mucosa de sus ganchos

Lesión duodenal por G. nasalis. Las L3 en la mucosa intestinal provocan una reacción local intensa que evoluciona a una inflamación crónica, con la formación de úlceras circulares y bordes elevados, especialmente visibles cuando las larvas se sueltan. Alrededor de los puntos de fijación, se observa un halo enrojecido, zonas tumefactas y, a veces, hemorragias pequeñas. En algunos casos, puede haber perforaciones y peritonitis.

orales, una acción de expolio, por la extracción continua de nutrientes y una acción mecánica por su simple presencia y el volumen que ocupan, con dilataciones gástricas y oclusiones o estenosis, preferentemente en las zonas pilórica y duodenal. También a través de las erosiones de la mucosa, pueden acceder agentes que desarrollan infecciones secundarias e incluso abscesos. De forma extraordinaria se producen perforaciones gástricas, aunque la reacción inflamatoria crónica suele conllevar el aumento de la pared gástrica. En el estómago, las zonas donde se adhieren las larvas presentan una depresión crateriforme, rodeada de una inflamación crónica con eosinofilia local. Estas zonas están separadas por 1-2 cm. Cuando las infestaciones son leves y las larvas están localizadas en el cardias del estómago, no hay manifestaciones marcadas, aunque pueden encontrarse hasta 200 larvas en un animal. No obstante, si la región afectada es la pilórica, se producen trastornos digestivos especialmente en los animales jóvenes, malnutridos, débiles, etc. Las infestaciones fuertes no son muy frecuentes y aparecen especialmente en individuos que permanecen mucho tiempo en libertad en el campo sin ningún tipo de control antiparasitario. Estas infestaciones fuertes dan lugar a trastornos de la actividad motriz y secretora del estómago, lo que provoca alteraciones de la digestión y estados de desnutrición. También se pueden producir estenosis en el píloro o en el duodeno.

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Lesión en mucosa rectal por G haemorrhoidalis. Las larvas aparecen adheridas en tramos finales del digestivo, principalmente el recto, hasta su “maduración”, llegando a alcanzar un tamaño de casi 2 cm. Están profundamente ancladas en la pared del intestino grueso presentando una coloración más clara en su extremo anterior en contacto con la mucosa rectal. Su número es bajo, pero pueden producir trastornos en la defecación. Es frecuente detectarlas durante la palpación rectal.

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