CENTRO DE CULTURA CASA LAMM

CENTRO DE CULTURA CASA LAMM CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, SEGÚN ACUERDO No. 994328 DE FECHA

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CENTRO DE CULTURA CASA LAMM CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, SEGÚN ACUERDO No. 994328 DE FECHA 10 DE SEPTIEMBRE DE 1999.

ARCHIPIÉLAGO

T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRO EN APRECIACIÓN Y CREACIÓN LITERARIA PRESENTA

LUIS EUGENIO PINEDA VILLASEÑOR

DIRECTORES DE TESIS: RAÚL RENÁN Y AURORA PIÑEIRO

MÉXICO, D.F. 2009

A Concha, mi única mujer. Inteligente Maga, que me ha dado una libertad enorme para soñar y andar por ahí, todos los juguetes rotos, ningún problema. Aunque ella no lo sabe, tiene lo que busco.

Agradecimientos:

A mis hijos, Adriana, Luis y Andrés por su crítica y paciencia. A mis amigos, Yola, Monique, Paco y Francisco, son culpables de lanzarme a la aventura de escribir. A todos mis maestros, por las huellas que han dejado impresas en mí. A mis compañeros, Anna, Patricia, Verónica, y Arturo por su estímulo y reto cotidiano a dar ese paso más. A mi directora de tesis, Aurora Piñeiro. Su dedicación y aportaciones acompañan este texto. A los poetas Rocío González, Maricruz Patiño e Ivan Leroy, sus enseñanzas me ha hecho amar más la poesía. A todos los poetas, por ser eso. Y muy especialmente a Raúl Renán, hombre sabio, maestro natural, con su infinita paciencia y respeto ha labrado en mi frente la sensibilidad por la palabra de dioses.

Índice

Archipiélago

1

Epígrafe

2

Prefacio

4

Historia del haiku,

4

El iniciador

5

El renga maestro,

6

El inventor

6

El cultivador de frases olvidadas

7

El bosque hablador

7

El maestro del espíritu

8

La verdad del haikai

11

La mayor

12

La mirada del arte

13

El olvidado

14

La grandeza de lo pequeño

14

El poeta doliente

15

La evolución del haiku

16

El haiku fuera de Japón Las palabras de los otros

16

El memorable

17

La mirada profunda

18

El sabio

19

El luchador sonriente

20

El maestro que experimenta

20

Concepto de haiku

23

Bibliografía

27

I Archipiélago

29

Haiku

30

Tanka clásico y experimental

50

II Jardín japonés

55

Rana, luna, estanque y otros

56

III Poesía breve experimental Otras aguas, otras islas

64

Metamorfosis

65

Muerte

65

Recuerdo

66

Eternidad

66

Cocaína

66

Letras I

67

Letras II

67

Letras III

67

Miradas

68

Playa

68

Al frente

68

Solbello

69

Presente

69

Contingencias

70

Sin título

70

IV Esquizotextos I

71

II

71

III

72

IV

72

V Laberinto

73

VI

74

Evidencias de VI

75

VII

76

Evidencias de VII

77

VIII

78

IX Tetrasolipsílabo

79

X Autismo

80

El extraño

81

Culpable de culpa

82

La perla

83

Merece lo que sueñas

84

Haikuelas

85

Haikuelas en glíglico

87

A Renán

89

 

Archipiélago

Serie de poemas breves, al modo haikai, haiku, tanka y otros derivados del género, en los que se presentan poemas experimentales que extienden el espíritu de búsqueda en la poesía breve.

1   

Homenaje al haiku

da un salto el haiku y la hoja se asombra todo está dicho

Bashô es el mago con las manos cultiva belleza breve

de cinco y siete pétalos las flores son la primavera

en el verano el agua no se mueve boga en poema

hojas de aire el otoño amarillo pinta el paisaje

2   

Buson e Issa abrigan el bosque para el invierno

*Chiyo es haiku desprende de sus dedos Raúl Renán

sol de mujer

Esta serie de siete haiku es el epígrafe de la autoría del maestro Raúl Renán para su alumno Luis Pineda V. * Una de las poetas de la tradición clásica del haiku. (1701-1775).

3   

Prefacio Historia del haiku El haiku es una forma de expresión poética de origen y larga tradición oriental. Se desarrolla y toma nacionalidad en el Japón y su estirpe se remonta al siglo XII. Es una evolución del renga-haikai, son poemas con estrofas encadenadas, hechos al menos por dos creadores, y sigue la estructura del tanka, serie de versos de 5,7,5 7,7 sílabas. En ellos la estrofa inicial del primer poema se llama hokku 5,7,5 sílabas y es la compuesta por un primer poeta y, la segunda parte, la de 7,7 sílabas es la respuesta de un segundo poeta a la propuesta o premisa de la primera estrofa. Una serie de tanka conforma un renga. Se tiene el antecedente de que el primer tanka o mínima estrofa fue compuesto en el reinado del emperador Gotaba (1186); participaron el poeta Yakamochi, con la primera estrofa de tres versos, y una monja compuso la respuesta de dos versos. Maldiciendo al río Saho siembra el arrozal: la primera cosecha será devorada por él mismo.

Yakamochi

El renga se desarrolló en forma notable, en dos vertientes: una popular, que a manera de una diversión de tipo social y en no pocas ocasiones con una intención de burla, chiste o adivinanza se elaboraban como un aparente juego, sencillo, de habilidad métrica y humor. La vertiente culta, por otra parte, desarrolló una complejidad formal en la que la habilidad y conocimiento del 4   

idioma se ven ligadas a la mención de elementos de la naturaleza, que le proveen un efecto de levedad poética; sólo que, la posición en que dichos elementos deben ser mencionados en el poema estaban reglamentados por rígidas normas, su mención era un elemento indispensable, la sutileza poética se sometía a una minuciosa combinación formal, dando por resultado un complejo rompecabezas, lo que limitó su difusión y escritura.

El iniciador Îo Sôgi (1421-1502) En el siglo XV, Sôgi deja instituido en la tradición poética que llegará al haiku dos principios que siguen los fundamentos del renga: la mención de la estación del año en la que acontece el poema de forma explícita o, como una relación simbólica asociado a los eventos y objetos naturales propios de ella y, el acierto de independizar el hokku, terceto o estrofa inicial de la serie, 5,7,5 sílabas del resto del poema; confiriéndole un poder y autonomía que serán fundamentales en el muy posterior advenimiento del haiku como tal. ¿Habrá escampado La llovizna de mayo? Sôgi

Murmura el agua

5   

El renga maestro Yamazaki Sôkan (1450-1542) Seguidor del renga culterano, tuvo mecenas de la aristocracia, su talento fue continuar la tradición del hokku como entidad autónoma, con la que creó y difundió haikai. Si a la luna llena se le pone un mango, Sôkan

¡un abanico!

El inventor Arakida Moritake (1473-1549) Incursiona más en el llamado haikai, a diferencia de su “hermano”, el hokku, se caracteriza en sus inicios por su estructura compuesta por versos cómicos e ingeniosos. Un ejemplo de haikai: ¿Una flor caída volviendo a la rama? ¡Era una mariposa! Y el célebre hokku que compuso a propósito del color azafrán de las túnicas en una reunión de monjes budistas: Mirando el cuarto veo que todos los presentes Moritake

son octubre

6   

El cultivador de flores olvidadas Matsunaga Teitoku (1571-1653) Un poeta, refinado en extremo, nos legó una obra delicada, francamente culterana. Usa mucho la terminología china que en su época era considerada como la propia del lenguaje literario. Parece ser que, en forma colateral a su exquisita producción, uno de sus mayores méritos fue haber provocado una reacción contraria a su propuesta manierista, de la que surgiría el pilar fundamental del haikai: Matsuo Bashô. Como una serpiente, la nube a la luna se traga Teitoku

como si fuera una rana

El bosque hablador Nishiyama Soin (1605-1682) Un antecedente intermedio respecto a la temporalidad y la orientación poética es Soin. Líder de la escuela Danrin la que se enfoca en una mayor libertad de la poesía. En contraposición de la escuela Teimón, dirigida por su contemporáneo Teitoku. Soin, retoma a Sôkan en cuanto a su amplitud líricotemática; sus haikai están llenos de humanismo: lo vulgar, lo obsceno, lo cotidiano no están excluidos. Según Bashô: «si no hubiese sido por Soin, todavía estaríamos lamiéndole los pies al viejo Teitoku». Se instala el rocío no distinguiendo nada, Soin

cada gota es su casa 7   

El maestro del espíritu Matsuo Bashô (1644-1694) Desde su nacimiento, Bashô fue educado en la tradición samurái, aunque abandonó esta actividad y continuó su formación como poeta en Kioto y Uedo. Usó seudónimos, pero fue hasta su madurez cuando emigró para vivir una vida de sencillez rural en Fukagagua. Adoptó el nombre de Bashô (plátano) y habitó en una choza hecha con hojas de ese material, la Basho-an. Desde sus inicios formó escuela y vivió rodeado por sus alumnos. Tuvo el mérito de restaurar el haikai a una calidad literaria que no había logrado plenamente. Con talento recogió de varias fuentes sus aciertos: de las escuelas Teimon y Danrin, del lenguaje popular y de las expresiones chinas, incorporándolas a su obra, y enriqueciéndolas con un sentido de significación en el que no es posible excluir nada, no considera el antes ni el después, su obra es intemporal. Busca a través del Zen la profundidad de la vida para acceder al todo o momento de iluminación. Concentrado en la poesía que lo precedió, se esforzó y logró un camino nuevo. Se le atribuye la frase “No sigas las huellas de los antiguos, busca lo que ellos buscaron”. Vivió sus últimos años como peregrino, pobre, anacoreta. En sus viajes sufrió de hambre, frío, necesidades y privaciones de todo tipo. Fascinado por el contacto con la naturaleza, en ella encontró el espíritu Zen que alimenta su obra. Al decir de Reginald Horace Blyth, el célebre autor y estudioso inglés de haiku “vivió la poesía que escribió y escribió la poesía que vivió”.

8   

Bashô, en su enseñanza establece un ars-poético, espíritu del haiku: “Qué tu verso se parezca a una rama de sauce batida por la lluvia tenue y a veces ondeando en la brisa” De acuerdo con los críticos, uno de sus mayores aciertos fue haber posicionado el principio de comparación interna dentro del haiku. Esto puede explicarse como la coincidencia de los seres dentro de un todo, lo que para el Zen es la naturaleza, conservando sus esencias independientes, aunque al mismo tiempo sean complementarias. Bashô usa un recurso técnico: el silencio entre versos, que conecta los focos de atención. En las traducciones, este silencio se hace visible como un signo de puntuación, pero en japonés no se utiliza. De la misma manera, no se afirma explícitamente lo que se compara, sino que se sugiere. Los términos así enunciados se refieren uno al otro, dando un resultante de unidad de significado. Este modo de comparar internamente tiene un poder de evocación muy fuerte: hace coincidir en simultaneidad, cambios, contrastes, permanencias, ausencias; las que por efecto de la brevedad y uso preciso de las palabras lleva a una fragmentación del pensamiento, evocando múltiples imágenes. Para lograrlo, el lector de haiku debe desarrollar un especial gusto en el que pueda captar estas sutilezas apenas sugeridas y son conocidas como el haimi . La obra de Bashô, testimonio de su vida, quedó plasmada magistralmente en Oku no Hosomichi, la que fue traducida al español por Hayashiya e interpretada poéticamente por Octavio Paz, en su versión Sendas de Oku. Se trata de un viaje real y a la vez alegórico por la vida misma, un texto en prosa poética que enmarca grupos de haiku. Poemas y prosa se complementan e iluminan; dos realidades unidas, inseparables, que no obstante, jamás se funden enteramente. 9   

Un relámpago y el grito de la garza M. Bashô

hondo y oscuro.

El grito del pájaro y la luz del relámpago. Se evidencia magistralmente el principio de comparación interna: no hay metáfora sino coexistencias que se interrelacionan y muestran una unidad de significantes. La luz no se menciona, pero nos deslumbra, la provee el relámpago y contrasta con la potencia menor del grito de la garza que es oscuro, hondo. La garza es blanca, el grito oscuro. La inmensidad del cielo relampagueando con la pequeñez inmóvil de la garza. Podemos ver el perfil de la garza sobre el vasto fondo natural que se ha invocado. Crea una fricción entre fuerzas que parecen contender, tan diferentes, tan sugerentes… Se trata de una poética de la contradicción, del enfrentamiento y el contraste, sin estridencia, con realismo. El lector gana a medida que la igualdiferencia se despega de la palabra escrita o dicha. La sucesión encadenada de imágenes hacen al lector una parte más activa y el poeta se va distanciando, ambos en este adicional contraste encuentran no sólo el deleite de las palabras, sino la iluminación interior. Otra característica que hay que destacar es la distancia de la personalidad del poeta, no hay un yo, hay un cosmos natural. Un eco de este poema es el sentimiento de soledad que en grado místico transmite. A pesar de estar dibujado monocromáticamente en escala de grises, logra el

color de la

armonía ambiental. Sin descripción, sólo mencionando los detalles

10   

particulares que se hacen patentes, los colores son otorgados por el valor de la experiencia vívida de las cualidades sugeridas.

La primavera pasa: lloran los pájaros y son lágrimas los ojos de los peces.

Montañas y jardín a una se van adentrando hasta la habitación en verano.

Sobre la rama seca un cuervo se ha posado; tarde de otoño.

Me llamarán por el nombre de «caminante» Tempranas lluvias de invierno

M. Bashô

La verdad del haikai Onitsura (1660-1738) Contemporáneo de Bashô, estuvo siempre fuera del círculo de los “diez filósofos”, como fueron conocidos los discípulos cercanos a Bashô. Onitsura usa un lenguaje más coloquial y se ocupa de temas de aparente ingenuidad.

11   

Ha legado a la tradición japonesa de haiku el famoso lema “Makoto no hoka ni haikai nashi” , que significa: “Fuera de la verdad no existe haikai”.

El ruiseñor haciendo caca Onitsura

en la ramita del ciruelo

La mayor Chiyo-ni (1701-1775) Notable mujer poeta, sigue la escuela de Bashô. Su poesía plena de emoción es de una claridad que no demerita el efecto de sugerencia, resalta la delicadeza femenina, nada se afirma, es el arte de insinuar el que habla por sí mismo. Sin niño que me rompa las paredes de papel, son tan frías… Este haiku tiene un valor autobiográfico importante: fue escrito a la muerte de su hijo pequeño. En la misma tónica se encuentra el siguiente poema, por cierto, uno de los más famosos y citados en el Japón contemporáneo. El cazador de libélulas, ¿hasta qué región Chiyo-ni

se me habrá ido hoy…?         

12   

La mirada del arte Taniguchi Buson (1716-1783) Buson entra al relevo en la tradición poética, la que para su tiempo languidecía con malas imitaciones de la escuela de Bashô. A diferencia de él, Buson no es místico, es un fino y agudo observador de la naturaleza. Pintor al mismo tiempo que poeta, desarrolla un sentido profundo del entorno. En consecuencia, su arte es pictórico, objetivo, casi fotográfico. El libro Sendas de Oku, que ya cité, está ilustrado con sus interpretaciones y caligrafía del legendario viaje de Bashô. Más cercano al confucionismo que al Zen, su haiku exalta la belleza sensible del mundo, de lo humano. Lluvias de primavera; ¡pobre de aquel que nada escribe!

Ante los crisantemos blancos las tijeras vacilan un instante

Lluvia de verano: miles de palabras sin sacar mi pluma T. Buson

13   

El olvidado Taigi (1709-1771) Discípulo de Buson, fue un escritor que brilló poco en su época, pero fue rescatado por Shiki, a fines del siglo XIX. Es un autor que habla de la soledad, de la necesidad del poeta por tener un interlocutor. El hombre necesita al hombre. La poética de Taigi es la vida misma. Luciérnaga en vuelo; ¡mira! Iba a decir, pero Taigi

estoy solo.

La grandeza de lo pequeño Issa Kobayashi (1762-1826) Issa es el poeta de la naturaleza, de sus pequeñas criaturas. Tierno y humano, no es un espectador como Bashô o Buson; se personifica en sus poemas. Permite, con su voz de poeta, hablar al entorno, con el que dialoga, porque es él mismo. Su poesía tiene un aire de ironía trágica. Se presenta ante el respetable público el sapo de este matorral…

Ahora que me marcho entreteneos jugando al amor, K.. Issa

moscas de mi ermita. 14   

El poeta doliente Masaoka Shiki (1867-1909) En su breve vida, Shiki se empeñó en rescatar el haikai de la artificialidad y amaneramiento que fue notable a fines del siglo XIX. Shiki vive la apertura del Japón al mundo occidental y su literatura, escribe ensayos y antologías en los que rescata la poesía de sus antecesores. A él se debe la palabra haiku, que acuñó fusionando hokku y haikai; no como un recurso fonético, sino en sus intenciones profundas. Intuyó los cambios y propuso la integración de lo tradicional a lo moderno, como un recurso de supervivencia.

La escuela de la alondra y la de la rana discuten sobre el canto.

Acá y allá en el archipiélago enciéndense luces; el mar en primavera.

La grulla salvaje vuela encima del sedero M. Shiki

en el rayo de luna

15   

La evolución del haiku. El siglo XX En el siglo XX, el haiku, influenciado por las corrientes no japonesas de la poesía y la inquietud propia de los poetas, evoluciona hacia una manifestación más cercana al verso libre, apartándose de la métrica rígida, del terceto y de las invocaciones o referencias a la estacionalidad. Así aparecen, bajo el nombre de haiku, nuevas propuestas. Es particularmente bien recibida una forma de cuarteto con una métrica variable de 5,5,3,5 y 5,5,5,3 sílabas. La idea es sustituir el triángulo tradicional por un rectángulo (dos triángulos), lo que permite una mayor claridad al poema el que, al autoexplicarse, permite evitar la referencia central o estacional. La controversia aparece entre los innovadores y los fieles seguidores de la tradición. En nuestros días, el conflicto persiste: se siguen creando haiku,

a la manera tradicional, y

paulatinamente se han ido incorporando el subjetivismo, los neologismos, la no necesaria mención de la estación y una métrica menos estricta, licencias que, en paralelo con el verso libre, llenan el mundo de la poesía japonesa actual.

El haiku fuera de Japón Las palabras de los otros Es en Europa y América, desde fines del siglo XIX y principios del XX, que se conoce esta forma de expresión literaria. El haiku alcanzó importante desarrollo en Francia, siendo uno de sus seguidores Paul L. Chouchoud, quien publicó Los epigramas líricos de Japón. Se trata de una colección de 16   

tercetos de métrica irregular y no siempre relacionados con la naturaleza, su intención es más bien simbolista, de versolibrismo. En Inglaterra, el grupo Imagiste incluyó poetas de diversas nacionalidades encabezados en su inicio por Ezra Pound. Estos autores se interesaron por el haiku, especialmente debido a su concisión, cadencia y potencia de imagen. En la actualidad se sigue practicando un estilo parecido al haiku; sin embargo, la dificultad silábica del idioma inglés respecto al japonés limita su desarrollo a la manera tradicional. Clear crystal water comes gushing down the mountain A. P. Braniff

to the dry parched lake

El memorable José Juan Tablada (1871-1945) Tablada es el poeta mexicano que crea en español su versión del haikai. El mismo Tablada los llamó “poemas sintéticos” y hace referencia a que sus poemas son: “disociaciones líricas al modo hokku y haikai japonés”. Destaca de su obra la poca importancia que da a la métrica, no así al ingenio humorístico creando imágenes brillantes, ricas en onomatopeya y aliteración, e incorpora referencias locales a sus imágenes, con un uso de la rima muy al estilo modernista de su época. Tierno sauz: casi oro, casi ámbar, casi luz… 17   

Trozos de barro: por la senda en penumbra J. J. Tablada

saltan los sapos

En España, en forma esporádica y tardía, autores como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y, en su poesía juvenil, Federico García Lorca presentan elementos métricos de haiku; sin embargo, la intención poética es diferente, recuerdan a la “seguidilla” de 7,5,7,5 sílabas. Esta última tiene la intención de la danza, el canto o el baile, diferente a la introspección del haiku. La tradición del haiku ha sido cultivada por diversos autores mexicanos, como lo atestigua la obra de Ceide Echevarría, El Haikai en la lírica mexicana, que incluye referencias a autores como José Rubén Romero, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia y otros.

La mirada profunda Octavio Paz (1914-1998) En Octavio Paz, el haiku encuentra un destacado admirador y creador. En sus ensayos, poemas y especialmente en su intervención poética de la traducción de Sendas de Oku, lo hace más que evidente. Sus haiku no siempre están apegados a la métrica tradicional, privilegian la música del idioma, destacan la importancia del mundo natural, los contrastes, oposiciones, ritmo, silencios y un fino sentido del humor. 18   

Mientras los periódicos se deshojan tú te cubres de pájaros

Sobre la arena escritura de pájaros memorias del viento

Luna, reloj de arena; la noche se vacía, O. Paz

la hora se ilumina

El sabio Jorge Luis Borges (1899-1986) Imposible no mencionar a Borges, quien publicó en 1981 su libro Diecisiete haiku, y no me parece casual, ya que con Borges todo tiene un porqué, es una evocación de las diecisiete sílabas del haiku tradicional. El autor hace en este texto un prudente comentario al mencionar que le preocupa la sonoridad de sus poemas en los oídos japoneses. Respeta la estructura tradicional a plenitud y los llama haiku. Algo me han dicho la tarde y la montaña. J. L. Borges

Ya lo he perdido

19   

El luchador sonriente Mario Benedetti (1920-2009) Otro rioplatense que ha gustado de recrear las posibilidades del haiku es Benedetti. En su Rincón de haikus nos da su propuesta, que no es metafísica como la de el que cuenta las sílabas, sino chispeante, irónica, lúdica, y no siempre se ajusta a las normas clásicas. El escritor también abreva en el haikai. invierno invierno el invierno me gusta si hace calor

pasan las nubes y el cielo queda libre M. Benedetti

de toda culpa

El maestro que experimenta Raúl Renán (1928) El maestro Renán es un poeta que ha incursionado como pionero de la poesía experimental a través de sus obsesiones: la palabra y su riqueza polisémica. Le debemos a sus Lámparas oscuras una visión de fino erotismo y concisión, a la manera del haibum; es decir, un texto en prosa poética que enmarca una serie de haiku y tanka, los que tienen el punto de vista del poeta, que mira en el cuerpo femenino una región anatómica que ha cautivado su mirada, lo inspira. 20   

(…) En ese trance sacó el rollo de papel arroz en que escribía sus versos y con un pincel de bambú inició la creación de estos poemas. Luz repetida que es su propio espejo frente al deseo.

Espejo. Eco. Mejilla con mejilla. Bella sin rostro.

Bajo la falda se levanta un oleaje: R. Renán

lunas cautivas.

En Viajero en sí mismo, Renán nos obsequia un ejemplo de lo que puede llamarse una evolución del haiku, con sus cuartetas incursiona en lo rectangular: Corazón Picotean los pájaros, descarnan el mismo fruto. Siempre hay uno que se va. No hay parvada infinita. 21   

Los pájaros negros sólo están de paso en las ceibas, mientras la tarde se sacude R. Renán

de la lluvia reciente.

22   

Concepto de haiku Después de presentar un recorrido breve por la historia del haiku, nos damos cuenta de que esta forma poética admite muchas variantes y podríamos preguntarnos, entonces, qué es un haiku. La respuesta fácil es pensar en un poema breve de tan sólo tres versos, sin rima y con una métrica de 5,7,5 sílabas, que muestra, describe o sorprende un instante. Se antoja como un juego para niños, pero las cosas empiezan a complicarse cuando aparece una de las inocentes reglas de la tradición poética iniciada en el haikai no renga del siglo XV por Sôgi. El poeta establece que deberá incluirse una mención del entorno natural y una relación explicita o tácita con la estación de año, el llamado kigo. Otra regla es la referente a la llamada palabra o verso de corte, conocida como el kireji, no es otra cosa que el momento en el cual la evocación poética tiene lugar, hay un cambio en la mirada inicial del poema. Se introduce una forma de llamar al mundo, no describiéndolo, sino dando mecanismos o sugerencias que dotan de belleza al texto. Todo esto conforma un punto de partida inesperado, que tiene por objeto producir un asombro o iluminación muy al estilo Zen. Con este elemento se destaca la visión del poeta quien, sorprendido, capta el instante en que la naturaleza ofrece una imagen súbita, otra, diferente, la que produce emoción. El poema confronta los elementos presentados previamente en el texto y conduce, de un modo ideal, a mostrar y transmitir al lector el satori o revelación que ha percibido el poeta, compartiéndola y, al mismo tiempo, dejando que el lector entre en el texto por la vía de su propia existencialidad. Por si esto pareciera poca cosa, la tradición japonesa de haijines –poetas de haiku– evita el uso de figuras de la esfera del pensamiento, tales como la metáfora, la personificación y el subjetivismo. La propia figura del yo sólo es 23   

admisible en tanto es un yo poético; el individuo es un integrante de la naturaleza, nunca su objeto o centro. Al poema que no alcanza este grado de especificidad se le puede llamar haikai, copla, terceto, poema breve, adivinanza o, peor todavía, telegrama: no es considerado un verdadero haiku. Al creador de esta literatura se le denomina senryu, no ha alcanzado la categoría superior, la del haijin. Parafraseando a Roland Barthes en La fractura del sentido, «el haiku tiene la propiedad, algo fantasmagórica, de hacernos imaginar que nosotros mismos podemos hacerlo fácilmente: ¿qué hay más parecido a la escritura espontánea?». El poeta occidental puede pensar que el secreto es la brevedad, que garantice la perfección, y la simplicidad, que otorgue la profundidad. Esto puede llevarnos a pensar que el haiku, siendo plenamente inteligible, no busca decir nada. Nada, por supuesto, más alejado de la realidad. El haiku ha elegido el camino de la sugerencia y la simplicidad. La sugerencia la logra en tanto el contenido patente, lo obvio, no es sino parte del contenido latente, es decir de lo no dicho, lo no explicado. Evoca una zona silenciosa, más allá de lo textual y así asegura su existencia. Es una línea blanca, vacía. Tiene el principio de sugerencia de la imagen, la que como es insinuada, exige ser completada por el lector, debe ir aclarándose, descifrándose, poco a poco. Sus imágenes no están terminadas, no son finales… La simplicidad es el principio por el que se obtiene, con naturales y mínimos recursos, un texto válido. Por su brevedad, el haiku repele a lo artificioso, decorativo y profuso. De súbito ataca a la emoción, a lo sensible. Es un 24   

concentrado que, cuando somos tocados por él, provoca una respuesta igualmente concentrada. Lo que Barthes llama «anotación sincera del instanteelite». La combinación de sugerencia y simplicidad no son garantía del éxito. Los japoneses lo saben y esto puede aplicarse a otras expresiones de su arte tradicional. De hecho, la posibilidad real de conseguir que el sentido de las palabras y su fuerza emocional en un haiku lleven a despertar una sensación estética en el lector es bastante remota. El juego -infantil- se ha complicado, su inocente cara se ha transformado y su objeto tiene ya matices de utopía. Paradojas de la literatura. El haiku japonés está inmerso en el budismo Zen. Su práctica, escritura y lectura son un ejercicio espiritual. Estos breves poemas pueden tener la magia de elevarnos ipso facto al placer del lenguaje. Hay una ambigüedad implícita que es evidente en el haiku: apela al sentimiento en sus dos vertientes, la intelectual y la afectiva. Ambas están interrelacionadas, nunca mezcladas, son un jing y un jang, que por su naturaleza esférica nos engloba y, como un poliedro de infinitos ángulos en el que se han perdido las aristas, nos permite percibir su fuerza y profundidad con el sentido más noble del humano: el de sentir. ¿Es el haiku una forma de poesía pura? No lo sé. Dejo a León Felipe la palabra y al lector su opinión: Deshaced este verso Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma... 25   

Aventad las palabras… y si después queda algo todavía eso será la poesía. ¿Qué? importa que la estrella esté remota y deshecha la rosa?... Aún tendremos el brillo y el aroma

León Felipe

El haiku en castellano tiene características propias. El poeta normalmente proviene de la cultura occidental, y este solo hecho provoca que su visión del mundo y la naturaleza sean diferentes a su contraparte oriental. El concepto del yo como un individuo es muy arraigado y aunque la norma japonesa imponga su disciplina, el yo occidental es escurridizo y reaparece filtrándose, personificado. La métrica no siempre permite ajustarse al canon 5,7,5 sílabas, la acentuación fonética, el hiato, sinalefa, terminaciones en agudas, esdrújulas, imponen sus reglas, mismas que en el idioma japonés no se aplican. Creo que el haiku occidental tiene un aroma propio, que no lo demerita, lo caracteriza. Permite una posibilidad de expresión poética en lo concreto y sencillo, llena de sugerencias, visión emocionada y de una naturaleza lingüística diferente en la que el instante de iluminación se hace presente y es transmisible en nuestro idioma. Lo que lo hace válido como una forma de hacer poesía. Y es haiku. 26   

Bibliografía Barthes, Roland: El Imperio de los signos. Seix Barral, Barcelona, 2007. Bashô, Matsuo: Sendas de Oku, Versión castellana de Octavio Paz y Eikichi Hayashiya, México: F.C.E. , 2005. Bashô, Matsuo: Haiku/ Bashô… (et al).-1ª ed. Buenos Aires: Leviatán, (Poesía Mayor), 1997. Benedetti, Mario: Rincón de haikus, Alfaguara. Madrid, 1999. Blyth, Reginald Horace: Haiku. Vol. 1-4.The Hokuseido Press. Tokyo, 1963. Blyth, Reginald Horace: A History of Haiku. The Hokuseido Press. Tokyo, 1960. Borges, Jorge Luis: Diecisiete haiku. Alianza Editorial, Madrid, 1981. Camus, Albert. El extranjero. Alianza editorial. Madrid, 2006. Cortázar, Julio: Rayuela. Cátedra, Madrid, 2007. El árbol de los Haikus. Libermann A. Compilador. Editorial Océano, Barcelona, 2005. Esparza, Josefina: Haikús Haikais (sic), Gil editores, México. Haijin. Antología del jaiku (sic).Traducción de R. de la Fuente y Y. Kawamoto Poesía Hiperión, Madrid, 1992. Haya, V: Haiku-do, Selección, traducción..., Kairos, Barcelona, 2007. Keene, Donald: La literatura japonesa. F.C.E., Breviarios: México, 1969. León Felipe. versos y oraciones de caminante. (sic) Colección Málaga, México, 1967. Leroy, Ivan.: Helena y los amantes en Los silencios de Homero y Lámparas oscuras. Erótica en la poética de Raúl Renán. Ensayo, inédito. Paz, Octavio: El arco y la lira. FCE, México, 1956. Paz, Octavio: ¿Águila o sol? Tezontle, F.C.E., México, 2001 Poemas japoneses a la muerte. Escritos por monjes zen y poetas de haiku en el umbral de la muerte. Antologados, prologados y comentados por Yoel Hoffman. DVD poesía, Barcelona, 2004 Reyes, Alfonso: La experiencia literaria. Obras completas, XIV. Letras mexicanas, FCE, México, 1997. Rodríguez-Izquierdo, Fernando: El haiku japonés. Historia y traducción: Poesía Hiperión, Madrid ,2005. Renán, Raúl: Viajero en sí mismo. UNAM, México, 1991. Renán, Raúl: Lámparas oscuras. La Máquina Eléctrica Editorial. México, 1976. Renán, Raúl: Mi nombre en juego. ALDUS POESÍA. México, 2008. Renán, Raúl: Gramática fantástica. Colección biblioteca del ISSSTE, México, 1999. 27   

Renán, Raúl: Educación en línea. VersodestierrO, México, 2007. Shiki, Masaoka: Cien jaikus. (sic). Trad. de J. Rodríguez: Poesía Hiperión, Madrid, 2005. Tablada, José Juan: Obras, I- Poesía. UNAM, México, 1971. Yaura, Yukki: Haiga. Haikus ilustrados. Caligrafías y pinturas. Poesía Hiperión, Madrid, 2007.

28   

I

Archipiélago

Estos poemas breves viven dentro de un mar interior, son como sus islas y ocupan algo en su inmensidad. Forman un archipiélago. Creados, los poemas viven por sí mismos en un equilibrio asimétrico, inestable. Siempre a punto de romperse. Buscan encontrar -en el no orden- un soplo de sensibilidad que los lance a su orilla para conocer su instante breve y eterno; el que ilumina la gran nada.

29   

Haiku

voluta de humo

*cuando se escapan

puedo ver las palabras:

las palabras del haiku

que se me escapan

respira el otoño *Respuesta de Ivan Leroy A.

frente a la luna un conejo saltó dejó su sombra

el león de papel frágil y desdentado cruje en mis dedos

profundidades verdes en un charco podrido flotan corolas.

profundidades verdes

* estanque verde

en un charco podrido

coraje de otoño

beben mi sed

hiel de montaña *Respuesta de Ivan Leroy A.

30   

el mar alienta nubes que se hunden frías sopla la muerte

voluta de humo puedo ver las palabras cuando se enroscan

rostros nocturnos

*moscas en el arroz

luciérnagas de piedra

luciérnagas de noche

son enigmáticas

al centro Bashô *Respuesta de Ivan Leroy A.

la luna crece precipita la espuma de espinas blancas

gotas de lluvia vacías por el viento me gritan su sed

sueña la piedra con un vago humo siluetan los fantasmas

31   

lluvia de invierno silueta de fantasma sueño de piedra

¡silencio selva! se oyen los gritos verdes del papagayo

entre los labios la brasa arde en humo respira el alma

negro presagio los animales mudan bajo las nubes

pobre espectador hoy se mira a sí mismo como un Otelo

32   

el sol asoma atrás de la montaña al cielo reza

flores de mango por el viento arreciadas zumban abejas

entre los mangles el camarón me mira yo me sumerjo

el viejo río las ramas del zapote deja a su paso

agua del río discurre perezosa en sueños también

33   

entre los labios la brasa arde en humo respira el alma

bajo mi frente las palabras se funden en la escarchada

el mar arroja frío en las palabras no quiere oírlas

el placer vive cansancio vagabundo como en un viaje

el placer vive la miseria del viaje de un vagabundo

34   

viento del norte contra un muro desnudo se precipita

el sol se oculta envuelve a la montaña un pájaro gris

manto de flores repentino chubasco desparramadas

el viento pasa escucha su silencio raspa la pared

entre las ramas se oye viento silbar árbol inquieto

35   

el alma tiene los sueños del insomnio por esqueleto

el chorro escucha amenaza la cumbre truena el re lám pa go

*destila luz en el re lám pa go cumbre invertida

* Respuesta de Ivan Leroy A.

36   

el sol asoma

al cielo reza

detrás de la montaña al cielo reza

el sol asoma

collar de perlas adorna la garganta de la montaña

el sol derrama luz sobre sus astillas piedras quebradas

piedras quebradas que sobre sus astillas el sol derrama

*piedra quebrada que en tus fragmentos hondos el sol derrame

piedra quebrada que en tus fragmentos hondos el sol se astille

37   

piedra de invierno que por tus oquedades refresque el sol

piedra de otoño el árbol te lauréa con hijas muertas

piedra verano afila mis cuchillos de enamorado

la primavera enterró con sus flores todas tus piedras

cuando te miro el sol derrama astillas en mi piel pétrea

árbol quebracho abro tu herida entinta de buen xilógrafo *Respuestas de Ivan Leroy A. 38   

el sol derrama

piedra quebrada sobre sus astillas

piedra quebrada

el sol derrama

besar el tiempo con aliento caliente sol en el agua

el pan granado con su sonrisa llena la mesa

casa marina murmullo de secretos concha se sueña

son las nubes olas del aire con peces que vuelan

39   

ciega bombilla ilumina la oscura casa del cráneo

viento del norte contra muros de hielo se precipita

la noche llega airosa

* ruge en mis brazos

ruge en los brazos

noche que llegas de aire

que no la acogen

porque te acojo * Respuesta por Ivan Leroy A.

luna nublada silueta de fantasma sueño de piedra

frases disfraces ya me han abandonado soy nada

al fin

la nube pálida difunde luz de luto sobre los cables

40   

los abejorros asedian a los frutos buscan las flores

transparente penumbra los mismos árboles surgen enfrente

me desconcierta lo eterno femenino la inteligencia

chamuscan carne los colmillos del tiempo hambre perpetua

cabello al aire vibra en casa lejana sólo un instante

cabello blanco húmeda almohada terca peinan mis dedos

41   

cabello blanco nieve que se deshace mi frente clara

peinan mis dedos cabello húmedo mi terca almohada negra

la musa peina: su cabello húmedo escurre tinta

el mar me arroja frío de las palabras viaja la frente

un paso atrás se adelanta la vida es primavera

vive el placer cansancio vagabundo como en un viaje

42   

trigo maduro es festín de los tordos en el otoño

pétalos caen fragmentos de mis ojos se dan al vuelo

hierba silvestre envuelve al pie desnudo ¡pobres zapatos!

sólo creadores bajo el umbral penetran al sol oscuro

senos colgantes dónde lavan el agua ¡ay de mis ojos!

43   

una foca de piedra la maldición sigue ladrando

un milímetro dormido en la amapola no es un gusano

larga llovizna a cuenta gotas papel mojado

se corta el agua en la orilla del río surge un robalo

el viejo río las ramas del zapote besa a su paso

aran las ondas las ramas del zapote al viejo río

44   

pasan los tordos una caricia negra rasga la nube

raja la tierra cultiva las palabras el poema sangra

la sangre suda sol rojo de la noche resabio sin piel

jugoso lichi sabor rojo de tinta del mes de mayo

habla

me agita

*habla me agita

un recodo secreto

tu secreto recodo

el amanecer

al amanecer Respuesta por Ivan Leroy A.

el sol asoma detrás de la montaña el cielo reza 45   



trans

lle

la

e

sin

por

va

sin

luz

res

pro

tas

mi

pro

de

lu



luz

som



lu

bra

si

na

ciér

si

na

to

to

ga

al

al

gu

gu

no

no * Respuesta de Ivan Leroy A.

se oye el viento silbar entre las ramas árbol inquieto

la rana ve el follaje sombrío revienta el miedo

en la maralta rompen el viento airados los pescadores 46   

está conmigo el cansancio del viaje cuánto vacio

se escucha un canto en el pliegue del oído ¿un mosco zumba?

vibra el shamisen*

+vibra el tres su son

nueva música tañe

vieja música tañe

sueña un haijin**

que imita un jején +Respuesta de Ivan Leroy A. *instrumento musical de tres cuerdas ** poeta de haiku.

se deja escuchar música del haiku instante breve

ese invitado nunca será del tiempo ¡ah! la eternidad 47   

te desafío resuelve mi belleza ojo de sapo

del aire fresco es el humo sinuoso ya no me acuerdo

la nube oscura que ha mojado a los peces castiga al río

tan prolongado el llanto de los peces ¡gran marejada!

errática parvada busca a su padre vuela el gorrión

sabia mi savia

*cuándo mi savia

concha de dos colores

se enconcha en tus colores

un solo verso

es verso sabio 48 

 

sabe mi savia vaciar color en concha papel mojado

no sabe el verso sabe mi savia sabia cuando está solo *Respuestas de Ivan Leroy A.

crujen las brasas ríen las chispas ritual de invierno

relincho verde caballito del diablo truena la yerba

49   

Tanka clásico y experimental

punto cardinal centro de cuatro señala el rumbo ¿y el abajo y arriba? siete cielos los nuestros

manto de flores bajo la jacaranda del suelo suben mariposas moradas cielo de primavera.

lanzar al cielo puñados de maíz lluvia el invierno el otoño cosecha cuitlacoche maduro

50   

esta luciérnaga sin propósito alguno transporta luz pero la noche tiene manto de estrellas

¡ay la libélula! tienes alas de hierba vuelve el verano el sol despierta por los zumbidos

salta el relámpago el incendio descubre insectos negros ya no vuela la luna por sus alas quemadas

51   

nube tan grande sobre el cafetal destello de re lám pa gos prometen a su tierra cosecha de oro puro

esta luciérnaga

*rostros lucientes

ilumina una cara

luciérnagas goyescas

es la de otro

maja vestida

cara luciente

maja desnuda

que prende-apaga

San Francisco dea cinc *Respuesta por Ivan Leroy A.

las palabras se pudren en la escarchada bajo mi frente aquí

se quedan

acumuladas

52   

¡qué curiosidad! tiembla en esta cadera esa mirada por la mirada tiembla en su cadera la curiosidad

vínculo eterno

siempre a lo mismo el enjambre nos vuelve

siempre a lo mismo

vínculo eterno

-Tautología de Sísifo-

vida en la piedra retorna la montaña hasta la cima aquí nace la aurora instante eterno 53   

la voz del padre ante la vieja puerta jala mi mano me arrastra su grito y yo lo encuentro

54   

II

Los jardines japoneses son más bellos cuando las hojas empiezan a marchitarse: no requieren flores. Uno de los más notables es Ryōan-ji, un jardín seco, en el que rodeadas por un mar de arena, las rocas son el elemento básico. Están dispuestas en una asimetría equilibrada de tres, cinco y siete. El jardín invita a la contemplación. La roca más grande puede ser la alusión simbólica al monte Shumi o montaña eje. Para la poesía breve, asimétrica, en tres versos de cinco y siete sílabas, Bashô es el poeta eje. El equilibrio asimétrico.

55   

Rana, luna, estanque

A Matsuo Bashô

Furuike/ ya

el viejo estanque

kawazu / tobikomu

una rana que salta:

mizu / no / ot

ruido del agua

ya no refleja el estanque vacío la luna llena

la luna llena ya no refresca el estanque vacío

sonríe la luna que ve a la rana croando en el charco

56   

M. Bashô

la luna bebe la sombra de la rana del viejo estanque

la luna mira a su conejo azul que salta al charco

el conejo gris saltó desde la luna dejó su sombra

desde el viejo estanque la noche contempla pasa la luna

noche sin luna el estanque vacío nada se mueve

57   

en el estanque

*por el estanque

la luna mira

nos observa la luna

la sombra de la noche

porque envidia tu luz

desde el estanque tus pechos se confunden con vientre lunar * Respuestas de Ivan Leroy A.

la luna vieja acompaña a la noche nunca se cansan

también el agua del viejo estanque renace en luna

la luna también gusta reírse del viejo poeta

58   

Tanka

también a la luna

*sueña la rana

le gusta su imagen

la quietud del estanque

dentro del agua

sueña el estanque

agua de luna agua de otoño Respuesta de Ivan Leroy. A

ondula el agua sueña el estanque que la rana saltó quieta sueña la rana con su estanque dormido

luna enranada

rana enlunada juega en el estanque

a parecerse

a no encontrarse

*la rana traga la luna del estanque luz estancada *Respuesta de Ivan Leroy A. 59   

agua callada

*agua estancada

es instante perdido

verso en tinta viva

rana que duerme

papel mojado *Respuesta de Iván Leroy A.

el viejo estanque oculta la luna: noche vacía

noche sin luna

*luna sin noche

ya no salta la rana

estanque sin asaltos

estanque seco

creo que estoy muerto *Respuesta de Ivan Leroy A.

noche sin luna ya no salta la rana estanque quieto

luna en el río que mendulando pasa y se entristece

luna en el río que se mira ondulada y se entristece 60   

el viejo estanque hace suya a la luna croa la rana

desde el estanque la rana ve la noche con agujeros

llega la noche busca a la luna busca a la rana

llega la noche busca la luna busca la rana

llega negra la noche busca la luna busca la rana

la luna llena no cabe en el estanque la rana menos

61   

rana creciente como la luna en agua del viejo estanque

luna fugada no la mira el estanque quieta la rana

rana estatuaria sólo adorna el estanque agua sin luna

luna en el agua navega su estanque como la rana

los tres se juntan

*cuatro ya juntos

luna rana y estanque

luna rana y estanque

juego de Bashô

al centro Bashô *Respuesta de Ivan Leroy A.

Bashô y haiku: la luna en el estanque salta la rana 62   

Bashô y haiku: la rana en el estanque vuelve a la luna

sin luna y rana

* el agua tiene

el agua es triste ruina

de memoria la ruina

de un viejo estanque

de todo estanque *Respuesta de Ivan Leroy A.

la luna dijo el estanque es un viejo salto de rana

la luna llena no cabe en el estanque sacó a la rana

la luna ardiente se refleja en el agua su deseo hierve

¡ay! a la estrella se le perdió la luna ¡ya viene el sol!

63   

III Poesía breve experimental Otras aguas, otras islas

crece en mi frente

etnerf im ne ecerc

un inmenso pantano

onatnap osnemni un

menos que un sueño

oñeus nu euq sonem

crece en mi frente

menos que un sueño

un inmenso pantano menos que un sueño

crece en mi frente

crece en mi sueño un inmenso pantano menos en mi frente un inmenso sueño crece en mi frente menos en mi pantano

64   

crece

cede en mi frente

en mi cuerpo

el sueño

deseante

inmenso

un silencio pantano

un silencio

inmenso

deseante

el sueño

en mi cuerpo

en mi frente

cede

crece

Metamorfosis dios nace poeta vive ladrón muere vampiro

Muerte El eco de ecos se repite hasta el cansancio

hasta el cansancio

el infinito mira

el infinito mira

y

y

desmorona su silencio

desmorona su silencio

65   

Recuerdo con la mirada carcomida me alejo

no oigo

silencio tan duro que me rompe la frente.

Eternidad ¿el tiempo viene antes o después? sólo hay presente hoy

solo

Cocaína A polvo huele veladas líneas rayas que vuelan ya no existen dentro de la luz que entra por la ventana.

66   

Letras I Las consonantes son pulgas ruedan como piedras sobre mi pecho que las ladra.

II

Palabras y platos piden pensar y saber al hambre

su condimento.

III

Cada cosa su palabra si la digo repito es otra.

67   

Miradas Una mosca se ahoga en mi ojo mientras miro un pez que se come la mosca.

Playa Se oye un canto de arena rumor de agua que escapa caracola.

Al frente el pensamiento refleja agua de río discurren perezosos también sueñan

68   

Solbello

no puedo DOrmir REgresa obstinada MI FAntasía SOLA cuando digas SÍ

Presente La barca es más veloz que el río el corazón cae al agua la fuente se ríe. Navegan: pasado futuro no viajan en la misma dirección pasado en proa futuro en popa.

69   

Contingencias Rica esposa del rico marido cenan agua y silencio en carne y honor libres proceden claroscuro genial. Chapotean en el agua putrefacta del aburrimiento.

Entre el ángel y el animal: “el hombre” sonríen conmovidas las hadas

70   

IV Esquizotextos I ¿Dónde empieza el espacio? ¿Dónde acaba lo que no conozco? en mí, prisionero

en mi prisionero

trato de obtener el poder palabra de dios

II este cuerpo es otro yo: en el aire estoy entro salgo emprendo regreso en filamentos en toda esencia en sangre viajo en intersticios hurgo enrojecido la savia llama al fuego él

yo

71   

III Escucho fluir sobre mi cara el velo que vuela en una cas ca da es cu rre de mi sudor

se baña.

IV

comunico

no duermo

sueño

pienso

no siendo soy

siento

aguardo

quiero la brasa

que me llama

padezco

del amor

placer

72   

V Laberinto Cuando tu cielo busca la sombra luminosa incansable de tus caprichos que se enreden como serpiente y vuelvan se envuelvan cola y boca para e n c o n t r a r n o s presos en las trampas de mi

be la

rin to

73   

VI Vivo atado a un cuerpo que no soy yo yo sólo lo habito habito y rento por un instante instante prestado en carne encarne deleites de leite es todo soyyos Ese que no soy camina hacia el frente se baña se sienta yo

es

yo

todas partes en palabras me baño en las nubes sentado El que no soy se duerme no sueña yo me sueño despierto soy diferente de este cuerpo que es otro. 74   

Evidencias del poema previo:

Vivo atado a un cuerpo que no soy

yo

yo sólo lo

habito

habito y rento

por un instante

instante prestado

en carne

encarne

deleites

de leite

es todo

El / duerme / sueña/ despierto/soy diferente/cuerpo/es otro.

75   

VII Sin culpas soy todos y sólo a veces en el instante l

aaa

r

g

ooo

cuando el tiempo viaja al imposible y veo ese cuerpo el que no soy yos lo prefiero porque no se deja engañar le gusta reír y a veces dejo soñar que Él soy el otro. 76   

Evidencias del poema previo:

Soy todos/ cuando el tiempo/ al imposible/ engaña/ que/ soy el otro.

y/ l

aaa

r

g

ooo/ y/ yos/ y/ Él

Sin culpas/ sólo a veces en el/ instante/ viaja/ veo ese/ el que no/ soy/ lo prefiero/ porque/ se deja/ a veces/ dejo soñar

cuerpo/ fiero/ no/ le gusta reír

77   

VIII no soy yo ese cuerpo ni este espíritu si acaso relaciones contingentes con mis otros yoes iluminación de seres ¿yo? de todo s.

78   

IX Tetrasolipsílabos buenos días soy el yo yo no es ese es mi él yo soy todos y yo todos no te rías yo no soy yo soy ese yo eres él yo de todos todo yo telarañas y no soy yo acontece es el Él yo sin Todo y sin yo son patrañas no yo vía buenas noches.

79   

X Autismo No está por fuera o por dentro o arriba o abajo o a un lado o al otro no ¿estamos?

80   

El extraño

Para Albert Camus

Las manos del cura trampaganas prometen otra vida futura ausencia

Absoluta

condenan a muerte hoy, mañana, ayer… todos los cuándos ¿Piensas tú? No hay tiempo de liberarse ¿De qué? Después no. No hay nada. Nada.

81   

Culpable de culpa Brilla una luz oscura pensamiento obsceno del corazón elotrotú Satanás objeto sagrado Bafomet amo del deleite amas el mal y el sin temor bautizas con sangre tu transgresión sin control pletorgano

pletórgano

muerte con vida

DESCONECTO MI RA-ZÓN.

82   

La perla

A Alfonso Reyes

Arrojada a la playa de Falo-pio una perla en ansia desnuda su alma ruega peque y pene: si-si-si-as-i-así-asiií- sí trácale-re-trácale-cá-la-le lale-vale-leve-vela lade-dale-delade- ladame ma-maa-maaás ya-y-ya-ay-aaay uju- újule; epa-sépale pena- sape- pese-nada a-a—a-a-a—aaaa---el ansia

cumple

la perla

crece

ahhh…

chilla

83   

Hacia el poema. (Puntos de partida) Cortar el cordón umbilical, matar bien a la Madre: crimen que el poeta moderno cometió por todos, en nombre de todos. Toca al nuevo poeta descubrir a la Mujer. O. Paz

Merece lo que sueñas A Octavio Paz Desde

el revuelto

vientre temporal

violento

rebelde mar

surges

anónimo

asesino

retas

a la mosca

diccionario

negro

Árbol inmenso de follaje invisible: Maraña

emocionado

mineral frío

animal incendiado

fruto

sin nombre propio

Originado en mi frente

no de mi boca

desordenado vives

lo que sueñas

despiertas

la imagen convulsa

canto parido

que se grita

se hace acto

acontece el poema. 84 

 

Haikuelas

A Julio Cortázar

cambio la estopa de la muñeca verde juego Rayuela

siento la noche al rellenar la almohada aunque no la vea

la letra impresa se la llevó la pluma escribió el viento

a ser el amor después a freír huevos sabor de noche

85   

aquel hervor hoy huele a sopa fría de una pasión

sol trastornado el petróleo en el agua muerte jaspeada

volando el sol torpe golpea en el vidrio al hada mosca

tantas imágenes ¡ay! cuánta borrachera sirvan

metáforas

sabiduría maga cabello rubio en concha de oro

86   

Haikuelas en “glíglico”

en hidromurias en salvajes ambonios exasperantes él le amalaba el noema ella agolpaba el clémiso

se tordulaba permitiendo aproximar los orfelunios

extrayuxtados al clinón llegar juntos los jadehollantes

resolviraba en pínice profundo ordopenada

87   

se entreplumaban el ulocordio fácil encrestoriante

se espejunaban fílula cariaconcia dejando caer

en el orgumio temblaba el troc vanciando perlino esproemio

argutendido se sentía volposado el gunfio al límite

88   

A mi maestro Raúl Renán

cuero curtido con su propio tambor Renán el canto

89   

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