2. BREVE INTRODUCCION A LA AGRICULTURA Y LA POLITICAAGRARIA DANESAS

coordina tanto al movimiento cooperativo, como al sindical. Finalmente, se analizan los Comités Profesionales y los de Exportación, comités que actúan

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INTRODUCCION A LA INFORMATICA
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INTRODUCCION A LA DEMOGRAFIA El conocimiento de la población, de su dinámica y de los factores determinantes de la misma es de real interés, cualquier

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coordina tanto al movimiento cooperativo, como al sindical. Finalmente, se analizan los Comités Profesionales y los de Exportación, comités que actúan en las distintas ramas como forma de articulación iñterprofesional entre el sector productor y las industrias agroalimentarias.

2.

BREVE INTRODUCCION A LA AGRICULTURA Y LA POLITICAAGRARIA DANESAS

A finales del siglo XVIII, se introdujeron numerosas reformas en la agricultura danesa impulsadas por la Gran Comisión Agraria (SERVOLIN, 1988) . Las estructuras feudales se disolvieron creándose una clase de pequeños y medianos propietarios que logró, de forma gradual, consolidarse en una posición dominante dentro de la agricultura, erigiéndose desde entonces en la espina dorsal de Dinamarca, tanto en el aspecto económico como político. A finales del siglo XIX, la agricultura danesa experimentaría, de nuevo, grandes cambios, ocasionados por la caída generalizada de los precios de los cereales ante la competencia del grano americano. Para hacer frente a la crisis finisecular, los poderes públicos daneses optaron, a diferencia de los de otros países europeos, por una política liberal no proteccionista, si bien apoyaron los planes de reconversión que los agricultores hicieron para orientar sus explotaciones hacia la producción animal, reconversión que tendría lugar a lo largo de los años 90. Las nuevas granjas de producción lechera y porcina creadas en el marco de ese gran esfuerzo de reconversión se convertirían en los centros más importantes de actividad de la economía danesa, estando acompañadas por el desarrollo de una extensa red de cooperativas y de mataderos. Este proceso de cambio conduciría a la creación de un potente complejo agroindustrial cuyo control sería llevado a cabo desde sus inicios por una clase de medianos agricultores, propietarios de explotaciones ganaderas (1) . Como consecuencia de dicha recon(1) Esa clase de medianos agricultores estaba constituida por titulares de explotaciones cuyas superficies oscilaban entre las 10 y las 50 hectáreas.

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versión, la producción de productos cárnicos se incrementó rápidamente, especializándose de un modo gradual en la exportación de productos de alta calidad, particularmente mantequilla y bacon. El Reino Unido proporcionó en este período un mercado en rápida expansión para estos productos, convirtiéndose en el principal importador de alimentos daneses. En este contexto de cambio acelerado, las pequeñas explota ciones familiares también encontraron oportunidades para expansionarse. Su perfil medio era entonces el de explotaciones con una superficie de 5 a 10 hectáreas, empleando unos métodos de producción que podrían ser calificados como de agricultura intensiva. Combinaban las ventajas de la pequeña escala como unidades de producción con las de la gran escala industrial, mediante su incorporación a las grandes cooperativas de transformación ya en auge a principios de siglo. Esta combina ción proporcionó la base económica para la expansión de la agricultura familiar danesa, si bien también influyeron en ello factores sociales y políticos, tales como los relacionados con el nivel de articulación alcanzado por los pequeños propietarios, articulación que les permitiría aumentar su grado de influencia como grupo de presión en las instituciones políticas del país. Desde entonces, la importancia de la pequeña y mediana agricultura familiar en Dinamarca no ha hecho más que acrecentarse, de modo que hoy en día puede decirse que es el modelo dominante.

2.1.

Datos generales

Según datos de 1991, la agricultura danesa emplea a un total de 150.000 personas, es decir, un 6% de la población activa, de las cuales sólo el 10%, es decir, 15.000 personas, corresponde a trabajo asalariado, y el resto a mano de obra familiar. Estas cifras dan una idea del carácter fundamentalmente familiar de la agricultura en Dinamarca, correspondiendo un obrero asalariado por cada seis explotaciones. El número de explotaciones agrarias registradas oficialmente se situaba en 1991 en torno a las 85.000, lo que, si se compara con las 200.000 registradas en 1950, muestra el cambio estructural 141

experimentado en los últimos cuarenta años, un cambio que ha elevado la media por explotación a las actuales 39 hectáreas de superficie, una de las más altas de la Comunidad Europea. Ello, no obstante, no ha significado la pérdida del carácter familiar de la agricultura danesa, sino simplemente un aumento de la eficiencia empresarial de sus explotaciones al aprovechar las economías de escala. La importancia de su producción agraria se pone de manifiesto en el hecho de que es suficiente para satisfacer las necesidades en productos alimenticios de origen animal de 15 millones de personas, cuando la población danesa es de sólo 10 millones. En la actualidad, puede decirse que un agricultor alimenta, por término medio, a unas 95 personas, casi cuatro veces más que en 1950, lo que indica el enorme incremento de la productividad experimentado en estos cuarenta años. En ese mismo período es de destacar también la concentración que han experimentado las estructuras comerciales de algunos sectores básicos del sistema agroalimentario danés, como el de productos lácteos o el de la producción porcina. Actualmente, Dinamarca cuenta, por ejemplo, con sólo 80 centrales lecheras, concentradas en su mayoría en una sola firma, frente a las 1.500 que existían de forma dispersa en 1950; el número de mataderos se ha reducido a 9(8 cooperativas y una sociedad no cooperativa de capital privado). Sólo un tercio de la producción agraria danesa se canaliza hacia el mercado interior, mientras que los dos tercios restantes se destinan a la exportación. De ellos, el 56% se dirige a los países de la CE (22% a Gran Bretaña) y el resto a países terceros, con EE.UU. como primer cliente (10%). Más de 45.000 millones de coronas entran cada año en Dinamarca gracias a estas exportaciones, de las cuales sólo 10.000 millones bastan para cubrir las compras de materias primas, tractores, carburantes y demás insumos utilizados por los agricultores daneses.

2.2.

g.a producción agrícola y ganadera

El suelo danés, desde el punto de vista edafológico, es muy heterogéneo. Permite cultivos muy variados, repartidos

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en función del suelo y del clima. La tierra más fértil predomina en el sureste del país (Seeland y Lolland-Falster), mientras que las tierras más pobres se encuentran en la Jutlandia occidental. El agricultor danés no encuentra, por el contrario, dificultades con el relieve, dados los escasos accidentes orográficos que existen en Dinamarca; los terrenos de cultivo son, en un alto porcentaje, totalmente llanos. Esta favorable situación hace que las condiciones para el transporte sean muy buenas y que la red de carreteras, caminos rurales, instalaciones portuarias, etc. esté muy desarrollada. Más del 60% de la superficie agrícola danesa es productora de cereales, predominando el trigo de invierno y la avena, habiéndose incrementado de forma espectacular la superficie dedicada al maíz en los últimos años. Hay una importante proporción de superficie dedicada a la producción de forraje para el ganado, cultivándose diferentes tipos de gramíneas. Alrededor del i% de las tierras agrícolas se cultivan para la producción de oleaginosas, principalmente colza. El 5% se destina al cultivo de remolacha azucarera y de semillas de remolacha, siendo la exportación danesa de este último producto cada vez más importante. Las patatas y las legumbres ocupan un 2% de la superficie cultivada en Dinamarca. El 72% de los ingresos de los agricultores proviene de la producción animal y el 28% de la de productos vegetales. En la producción animal, el vacuno de leche juega un papel primordial, contabilizándose en Dinamarca cerca de un millón de vacas lecheras. La leche, recogida de las granjas en camiones cisterna, es tratada en las grandes y modernas centrales lecheras, la mayoría de las cuales tienen estatuto cooperativo. En estas centrales, la leche es transformada en mantequilla, queso y otros productos especializados, siendo Dinamarca uno de los primeros exportadores europeos de leche, encontrando en el Reino Unido su principal mercado de consumo, y el cuarto exportador de queso, con Irán y Alemania como sus primeros compradores. La cabaña porcina ocupa, ya desde hace tiempo, el primer lugar entre las producciones agrarias. En torno a 15 millones

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de cerdos son sacrificados anualmente en los mataderos daneses, de cuya producción las 4/5 partes son destinadas a la exportación, siendo Dinamarca el primer exportador mundial de carne de porcino y encontrando también en el Reino Unido su primer comprador, principalmente de bacon. El transporte de bacon de uno a otro país se realiza en contenedores, directamente del matadero cooperativo al cliente británico, sin pasar por ningún tipo de intermediario. La alta calidad del bacon danés le asegura en el mercado británico precios más altos que los del bacon procedente de otros países. La práctica totalidad de las explotaciones danesas ha sido alguna vez productoras de aves; sin embargo, desde hace algunos años, cada vez es más difícil encontrar un buen precio para este producto, y las granjas avícolas son, por tanto, cada vez más escasas. No obstante, Dinamarca cuenta en la actualidad con unos cinco millones de pollos, lo justo para satisfacer su demanda interna. Las granjas especializadas en el sector avícola son tan sólo las orientadas hacia la obtención de carne, no de huevos. Por último, señalar que el país produce anualmente nueve millones de pieles de visón, lo que le sitúa entre los tres primeros paíse ^ productores del mundo, debiéndose añadir, además, una creciente producción de chinchilla y zorro azul. El sector agrario danés es igualmente productor de materias primas para la fabricación de productos transformados, como cerveza, licores, sidra, etc., así como para otros sectores industriales, como pinturas, colas, jabones, textiles, etc. A modo de resumen de este apartado introductorio, puede decirse que, a diferencia de otras agriculturas europeas, destinadas básicamente a cubrir las necesidades internas de sus respectivas poblaciones, la agricultura danesa dedica sólo un tercio de su producción al mercado interior, exportando dos tercios de la misma a un extenso mercado de 175 países. La mayor parte, un 72%, se destina, como se ha señalado, al mercado de la C.E., con Gran Bretaña como primer cliente; un 10% se destina a otros países europeos no comunitarios; otro 10% a los Estados Unidos, y un 8% al Japón. Recientemente, importantes cantidades de productos agrarios daneses se están destinando a países del Medio Oriente, como Irán. 144

Numerosas personas se ocupan por todo el mundo de consolidar y fomentar cada año las exportaciones danesas, existiendo, como veremos más adelante, comités sectoriales de promoción de exportaciones, así como agrupaciones de cooperativas y sociedades encargadas de la promoción de los principales productos. Además, existen delegaciones oficiales en el extranjero, especializadas en la promoción de los productos alimenticios daneses, lo que confirma el carácter industrial de la producción agraria de este país. Desde el punto de vista organizativo, la agricultura danesa moderna se caracteriza por la existencia de una compleja red de instituciones públicas y privadas. La estructura resultante no puede decirse que haya sido el resultado de un plan previo de racionalización organizativa, ya que las diversas asociaciones y organizaciones existentes en el sector agroalimentario danés son el resultado de procesos autónomos, no coordinados entre sí, y sometidos a los numerosos eventos históricos que han marcado sus respectivas trayectorias. Una de las principales características del panorama asociativo danés es su elevado nivel de especialización funcional. Así, existen, por una parte, organizaciones agrarias de tipo general, como, por ejemplo, los sindicatos de agricultores, y, por otra, asociaciones económicas más especializadas, como, por ejemplo, las cooperativas lecheras, las fábricas de bacon, las agrupaciones de com.pra o las sociedades de comercialización y exportación. Debido a la gran importancia histórica de la agricultura en este país y a la importancia de las explotaciones agrarias para el conjunto de la economía, las organizaciones agrarias danesas han ocupado siempre un lugar muy influyente en el sistema político danés, tanto en la toma de decisiones políticas en general, como en el dominio agrario en particular. A partir de los años 30, las organizaciones profesionales agrarias se involucraron totalmente en la actividad política y administrativa del país, convirtiéndose, en los años críticos de la década de los 60 y principios de los 70, en los principales actores de la formación y gestión de la política agraria en Dinamarca. Influyeron de forma decisiva en el establecimiento de precios especiales para el mercado interior y en su aplica145

ción, así como en la gestión de los diversos programas de ayudas públicas. Para consolidar sus estructuras, las organizaciones danesas dispusieron también de importantes medios financieros, acordados por el Estado y prácticamente exentos de control por parte del poder público. Sin embargo, la entrada de Dinamarca en la CE en 1973 modificó la posición preponderante de estas organizaciones en las tareas políticas y económicas relacionadas con la agricultura, obligándoles a cambiar de estrategia. En efecto, la adhesión de Dinamarca a la CE transformó profundamente la estructura del proceso de elaboración de las distintas políticas y modificó, de forma radical, la base y el lugar ocupado por las organizaciones agrarias. La estrecha relación que existía hasta entonces entre el Ministerio de Agricultura y dichas organizaciones sufrió cambios importantes, pasando a convertirse el ministerio en el actor principal, y perdiendo las organizaciones gran parte de su poder y autonomía. Sin embargo, a pesar del establecimiento de nuevas estructuras y procedimientos administrativos, el ministerio y las organizaciones agrarias han sabido encontrar nuevas vías de concertación para defender los intereses de la agricultura. Además, la incidencia de la PAC en la economía danesa ha sensibilizado a los sectores políticos y económicos del país, logrando reforzar los objetivos comunes en defensa del interés nacional. En los próximos apartados analizaremos con más detalle las relaciones institucionales entre las organizaciones agrarias y el poder público en aras de la defensa de los intereses nacionales en los organismos comunitarios de Bruselas.

3.

EL MOVIMIENTO C®®PEItATIVO EN DINAMARCA

A lo largo del proceso de modernización agraria, se desarrolló en Dinamarca un complejo sistema de intercambios entre las diversas esferas privadas y los poderes públicos, con el objeto de ejercer, en el marco de la economía de mercado, una acción constructiva sobre la competencia, bien para hacerla más eficaz o bien para limitarla o regularla. El hecho de que los propios agricultores hayan participado directamente en el con146

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