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COMUNIDAD EVANGÉLICA DE HABLA ALEMANA DE BARCELONA ARQUEBISBAT METROPOLITÀ DE BARCELONA INSTITUT D’ESTUDIS CATALANS
500 AÑOS DE LA REFORMA PROTESTANTE WITENBERG 31 DE OCTUBRE DE 1517 -‐ RVDMA. SRA. ELFRIEDE TERESA BEGRICH, Con Martín Luther más allà de Martín Luther -‐ RVD. P. DR. HÈCTOR VALL, S. J., La Espitualidad Luterana: el sentido de sus protestas. -‐ Coloquio sobre el inicio de la Reforma Protestante -‐ Interpretación por el Coro Alemán “Jubilate” de unas canciones corales de J. S. Bach con letra de Martí Luther.
24 d’octubre de 2016 AULA MAGNA DEL SEMINARI DE BARCELONA Diputació, 231
“Con Martin Lutero más allá de Martin Lutero” – Barcelona 24 de octubre de 2016 Estimadas Señoras, estimados Señores, estimadas hermanas, estimados hermanos Ante todo quisiera darles las gracias por esta invitación. Estoy muy contenta y me siento honrada. Unas frases sobre mi persona: Vengo del corazón del país de la reformación – del centro de Alemania. Domingo tras domingo he celebrado los cultos, como obispo regional, en el convento en el que entró Lutero, el Convento Augustinus en Erfurt. A los pies tenía la placa sepulcral de Johann Zachariae, sobre la cual Lutero recibió, estirado y devoto, su profesión religiosa. Cada día me sentaba en el viejo nicho Dedilien, un banco de piedra cerca del altar, tal como Martinus, absorbida en la contemplación de las maravillosas y famosas vidrieras de 700 años de edad del convento Augustinus, que muestran la vida de San Augustinus. Hoy el Convento Augustinus es un lugar de convenciones y hospedaje. La vida y el trabajo están estrechamente relacionados con lecturas de las obras de Lutero e invitaciones a alegres mesas redondas con las conversaciones de Lutero. Obras de teatro y películas en este lugar original hacen que el pasado reviva. Cada habitación tiene un dicho apropiado de Lutero. Numerosas visitas para personas que quieren visitar la celda del monje Martin Lutero y conferencias y lecturas de libros le confieren hoy al convento su imagen. ¿Esto me hecho ser una luterana? De ninguna manera. Diría el apóstol Pablo. Pero ha ajustado mi mirada y, aparte del asombro y de la admiración sobre el gran discípulo y maestro de la Sagrada Escritura, me ha enseñado cada vez más los lados oscuros, los abismos y la inconsecuencia, incluso el menosprecio de su propia enseñanza con vistas a los hombres de su entorno que no podían o no querían seguirle. Es bueno, antes de pensar y reflexionar escuchar al propio Lutero: “Os ruego, no nombréis mi nombre, no llamados luteranos, sino cristianos. ¿Qué es Lutero? La enseñanza no es mía. Tampoco he sido crucificado por nadie. San Pablo tampoco quería permitir que los cristianos se llamaran “paulinos” o “petrinos”, sino tenían que llamarse cristianos. ¿De dónde me viene a mí, el pobre y maloliente saco de gusanos, que los hijos de Cristo tenían que llamarse con mi nombre sin salvación?”
Por lo tanto ninguna confederación mundial luterana, ninguna iglesia regional luterana, ninguna comunidad luterana, ninguna Biblia luterana y ningún happening luterano en 2017. Por favor, tampoco ninguna nueva estatua de Lutero, hay suficientes de ellas... El Lutero alemán, petrificado en bronce, terco – arrogante en Wittenberg, en Erfurt, Leipzig, Eisleben, en Eisenach, en Worms, en Berlín … sí, incluso en Springfield (Illinois) y en Fort Wayne, Indiana. En todas partes está, con el dedo gordo del que tiene la última palabra, sobre la letra de la Escritura, un santo de pedestal contra su voluntad. Porque también podía ser muy modesto, tal como también el resumen de su vida que era chocante para todo reformador ambicioso del mundo: “Si únicamente le hubiera abierto los ojos a un solo alma, no habría trabajado en vano.” ¿Quizás mejor el Lutero en tamaño bolsillo como figura de Playmobil con la pluma en la mano? Martin Lutero es, por un lado, el luchador que pisotea el suelo en la dieta de Worms: “Aquí estoy. No puedo hacer otra cosa. Que DIOS me ayude. Amén. Y, por el otro, a la misma hora y en el mismo lugar el que está profundamente desesperado que suplica: “Ayúdame, DIOS fiel y eterno, o, DIOS, DIOS, o DIOS; ¿no me oyes, DIOS, estás muerto…?” Aquí le tocamos el hombro y le recordamos: “La fe es y debe ser un mantenerse firme en el corazón, que no se mueve, se tambalea, se estremece, se agita y duda, sino que está firme y seguro,” ¿o sería más conveniente su afirmación: “Quien no duda, aquel ya está en el saco del diablo.” Quizás son precisamente sus contradicciones que hacen que Lutero sea tan interesante, porque muestran a un hombre que es auténtico en todo, como cristiano devoto, alemán típico que ataca vivamente a la autoridad y se convierte, a pesar de ello, en un hombre servil. Es un amigo amable que puede convertirse en enemigo irritado, un predicador inspirado del amor de DIOS y un predicador lleno de odio contra aquellos que él ve como enemigos de Cristo, un polemista agudo, una persona abatida por los miedos y rebosante de alegría, una cabeza con la vista clara pero también atrapado por prejuicios, un compañero de mesa hablador y un espíritu de las musas, de forma que se puede decir: la reformación ha entrado cantando en los corazones de los hombres con su mensaje central: “Alégrate, querida comunidad cristiana y dejadnos cantar alegremente, para que cantemos confiados todos juntos con ganas y alegría.” Con la rapidez del viento los compañeros de oficio ambulantes, los pobres zapateros en sus sótanos, los campesinos en los campos, los mendigos en los mercados y las criadas en las cocinas han aprendido esta canción y con ello han difundido el gran mensaje de consuelo de la reformación: DIOS ha llegado con todo su amor en
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Jesucristo a ti, tú, hombre, para tu salvación de toda culpa, para tu sanación. Esta teología no desempeña una cátedra, cantando crea un lenguaje común, que canta la historia del hombre liberado por la obra milagrosa de DIOS. Y luego lo otro: De la más profunda miseria te llamo. La melodía y el texto de Martin Lutero recogen congenialmente la caída del hombre de la más alta altura en la más profunda miseria (la coral empieza muy arriba y luego cae en la profundidad), para luego cobijarse en DIOS: “Cerca de ti solo hay gracia divina y bondad para perdonar los pecados.” Para estas canciones vale lo mismo como para la creación del lenguaje en la traducción de la Biblia. Un lenguaje que brinca y salta, lleno de poesía e imágenes. ¿Pero, quién lo entiende hoy en día? ¿Quién se esfuerza para escuchar el mensaje con este lenguaje? Canciones nuevas, traducciones nuevas de la Biblia se esfuerzan para que comprendamos mejor. Lutero traduce el salmo 126: “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo cosecharán.” En una nueva traducción se dice: “Quien siembra con lágrimas, puede cosechar con alegría.” Esta es la pequeña diferencia entre poesía y comunicación. Pero tenemos que seguir haciendo estas transformaciones si queremos que estas “buenas voces” del Evangelio se puedan oír también hoy. Porque: Somos testigos del mayor y más amplio proceso de secularización que jamás ha tenido lugar en la historia del cristianismo. Debido a la volatilización del ultramundo divino se ha realizado un movimiento de conciencia del más allá a este mundo. Por primera vez en la historia el hombre se enfrenta en todas partes únicamente a sí mismo, vive en su mundo como si no existiera DIOS. No sufre por sus pecados y su culpa sino por el vacío y la falta de sentido de la vida. No le asusta la ira sino la ausencia de DIOS; no pide perdón sino seguridad…” (así Waltraud Ingeborg Suer-‐ Geppert hace más de 30 años). Hoy uno quisiera decir casi, ojalá la ausencia de DIOS asustara a los hombres. Más bien es así: A DIOS no se le considera ausente, ya que nunca estuvo presente. Axel Noack, obispo sin servicio de la iglesia Alemania Central, lo ha traído al punto con su análisis: “Los hombres han olvidado que han olvidado a DIOS.” En todo caso esto es aplicable al tan citado país referente de la reformación, en el que vive el 14 % de los cristianos evangélicos. (hay que añadir un 4 % de cristianos católicos). La pregunta central en este aniversario de la Reformación es pues: ¿Cómo podemos transmitir el mensaje de la justificación, de la gracia incondicional y la salvación adquirida en Cristo a los hombres con los que vivimos? ¿Y por qué tendríamos que hacerlo? ¿Con que objeto, qué palabras, qué modelos de vida? Intentaré contestar a base de tres preguntas: 1. ¿Qué es lo que queda de la vida y la enseñanza de Lutero? 2. ¿De qué tenemos que despedirnos? 3. ¿Qué hay que desarrollar?
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Referente a 1: Lo que queda – lo que nos fortalece Por de pronto Martin Lutero sigue siendo el hombre de los dichos fáciles de recordar y acciones espectaculares. Las tres palabras de Lutero más populares no pueden comprobarse como tampoco los dramáticos golpes de martillo la víspera de Todos los Santos en 1517 en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg. Un golpe espectacular con el martillo no tuvo lugar pero las 95 tesis encontraron un eco sorprendente en toda Alemania. Todavía hay turistas que en la Wartburg buscan la mancha de tinta, última huella del fuerte ataque de rabia durante el cual Lutero lanzó el tintero al diablo. Entretanto ya no se renueva esta legendaria mancha de tinta, porque Lutero ha cambiado el mundo y la iglesia, no con el tintero lanzado pero con pluma y tinta. Las tres frases famosas: “Aquí estoy. No puedo hacer otra cosa” Lutero no lo ha dicho nunca, pero a través de su revocación el “Revoco” lo hizo. No lo dijo, pero lo hizo. Ni siquiera la frase popular al plantar un manzano es de Martin Lutero: “Si yo supiera que mañana se acaba el mundo, aún hoy plantaría un manzano.” No de Luther pero según Lutero la escribió un pastor en 1944 a un colega para darle ánimo después de la intentona fracasada contra Hitler el 20 de julio. Justo en un tiempo cuando toda resistencia parece no tener sentido, concuerda del todo con Martin Lutero cumplir con la responsabilidad en esta vida y la propia conciencia. El mismo lo ha dicho con otras palabras: “Hay que trabajar como si uno quisiera vivir eternamente pero también pensar como si tuviera que morir esta misma hora.” La tercera frase, se dice, estaba al lado de su lecho de muerte en un pedazo de papel: “Somos mendigos, eso es verdad.” No se ha encontrado este papel, pero no hay otra frase más impresionante que dice lo que significa la justificación solo por la fe. Estamos ante DIOS con las manos vacías pero abiertas y nos las dejamos llenar por EL en la vida y en la muerte. Esas cinco leyendas legendarias dicen algo decisivo sobre el reformador. Lo que queda es el don del lenguaje metafórico que en sorprendente brevedad puede resumir importantes conocimientos teológicos: “DIOS es un horno ardiente lleno de amor que alcanza de la tierra al cielo.” El camino hacia este entendimiento se le hizo difícil y estaba cubierto con ansias mortales y ataques de cólera ante el DIOS de justicia divina. “Es verdad, he sido un monje devoto y he cumplido mi orden tan rigurosamente que puedo decir: Si alguna vez un monje haya entrado en el cielo por ser monje, así yo también entraría. Todos mis colegas en el convento que me han conocido darán fe de ello. Su confesor y mentor, Johann von Staupitz era decisivo en el camino para salir de la desesperación.
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Era de él que oyó por primera vez: “No es DIOS que está enojado contigo, sino tú estás enojado con DIOS” – una palabra preciosa, grande y magnífica. Aquí también se ve que el movimiento reformatorio comenzó en las celdas de los conventos y fue apoyado por los monjes. Qué proximidad espiritual – teológica se ve entre Martin Lutero y Teresa de Ávila, cuando ella dice: “Hacia donde quiera dirigir y orientarse mi espíritu, solamente encuentro misericordia.” Como podríamos avanzar en el ecumenismo con este mensaje de la misericordia de Teresa y Martinus, que también el Papa Francisco ha hecho suya inmediatamente después de su elección: “Un poco de misericordia hace que el mundo sea menos frío y mucho más justo.” Volviendo a Lutero: Como primer decano y profesor de teología Johann Staupitz ha nombrado a Martin Lutero para ser su sucesor y predicador en la iglesia municipal en Wittenberg. “Oh, cuánto miedo tengo ante el púlpito” contestó Lutero y entonces redactó la más corta de todas las enseñanzas para predicar: “Ánimo, abre la boca, termina pronto.” Ni el mismo ha cumplido este último consejo, predicaba de 1 a 2 horas y cada día. Sin embargo sabía también decirlo todo muy brevemente: “Rota la cuerda y nosotros somos libres. Amén.” A la pregunta complicada sobre la relación del hombre con DIOS contesta breve y claramente: “Donde está tu tesoro, allí está también tu DIOS.” Ay, pobres de nosotros que somos tan ricos en bienes del mundo en los que está nuestro corazón. Sigue siendo importante lo que hoy se olvida a menudo entre los protestantes debido a tanta alegría por la gracia divina: la justificación solo por la gracia conduce hacia una fe que actúa en el amor. “La fe no puede andar ocioso.” ¿Para qué tiene el hombre dos manos? Una mano recibe y la otra da. La fe recibe y el amor da. La fe lleva al hombre hacia DIOS. El amor lo lleva hacia los hombres. El orden es lo determinante. Justificación y santificación. La vida justificada es vida santificada. Esto ya se verá y el hombre tiene que aportar algo decisivo para ello. Es por los frutos que se conoce el árbol, la imagen bíblica que Lutero cita incansablemente. Y, a pesar de todo esfuerzo humano allí están la alegría y la serenidad sobre el hacer de DIOS: “Mientras estoy sentado aquí bebiendo mi cerveza de Wittenberg, el Evangelio recorre el mundo.” Una mirada a lo que queda de la teología de Lutero. 1.-‐ La teología de Lutero viene de la experiencia “experientia facit theologum” – la experiencia hace al teólogo. Ahí está la experiencia de los sentidos “La Sagrada Escritura es una hierba; cuanto más la frotas, más olor da”. Pero allí está también la otra experiencia: la de las resistencias contra la fe. Aquí un hombre hace teología que cayó en el remolino de las angustias y
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dudas y quien, a pesar de todo, confió en la mano salvadora de DIOS. El que sabe de “desesperación provechosa.” Para nosotros queda: La teología no debe ser posible nunca sin relación con la propia fe, si no se convierte en un concepto de la vida pálido e intercambiable. 2.-‐ La teología de Lutero es una teología obtenida de la Biblia, ni es de una alucinación ni de un juego intelectual. Sabe describir exactamente como luchó durante días y noches con respecto a la frase de Romanos 1, 17: “En él, en el Evangelio se manifiesta la justicia, tal como está escrito: El justo por la fe vivirá.” Esta unión de estudio de la exégesis y la franqueza meditativa, de la lucha por el sentido literal del texto y la profundidad espiritual en él para la propia vida en la fe es y sigue siendo la medida de toda teología. Así la Biblia cambia de una palabra leída a una palabra para la vida. Por ello tiene que estar sobre la mesa y en el ayuntamiento. 3.-‐ La teología de Lutero es una teología profundamente liberadora. Una teología que libera de miedo y culpa. El mensaje de la justificación es, en esta teología de la liberación, el núcleo precioso y el secreto de la vida cristiana en liberación. El mensaje de la justificación no sirve como publicidad ni como un dogma que siempre se ha de repetir. Es el tesoro de DIOS en nosotros, los vasos de arcilla, y actúa directamente en cada uno de nosotros por el Espíritu Santo sin sacerdocio y jerarquía, porque somos, unos por otros y por el bautizo sacerdotes y sacerdotisas. Proclamamos la liberación como liberados mismos de miedo y fracaso, de exigencia de rendimiento y un egoísmo sin piedad. Que esto se note y que contagie, esto solamente lo puede dar el Espíritu Santo. Entre lo que tiene que quedar cuento los temas centrales de la reformación: de la libertad y el compromiso de conciencia de cada uno, del principio de los cuatro “solus” (sola gratia, sola fide, solus christus, sola scriptura), del sacerdocio general y mutuo de todos los bautizados, de la creación del primer orden social con la caja general, en la cual pagaban la nobleza, el ayuntamiento, la comunidad y los ciudadanos para los necesitados con el foco en la formación. Ésta empieza por la mañana con el catecismo en la mano. Además están las escrituras como la interpretación encantadora del Magnificat y las conferencias sobre la carta a los romanos, los salmos, las escrituras sobre el decálogo y los muchos sermones con tanta habilidad en el lenguaje y la riqueza de imágenes. Algo de ello lo mencionaré bajo el punto 3. Antes la pregunta: ¿De qué nos tenemos que despedir? Y con ello llegamos a los puntos más oscuros en la vida de Martin Lutero que no pueden ni atenuar ni perdonarse. Referente a 2: De lo que hay que despedirse – lo que nos duele No hay nada bueno en el antisemitismo de Martin Lutero. Nada, absolutamente nada. Tampoco diferenciando entre el Lutero joven y el Lutero mayor no dan ninguna dispensa ni permiten ninguna comprensión.
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Según dicen, el joven Lutero ha tratado con celo religioso de ganar a los judíos y solamente después de haber entendido que los judíos seguían fieles a su fe y su religión apareció su odio abismal. Su acritud en la condena ha aumentado, pero su antisemitismo ya se puede comprobar en las conferencias sobre los salmos, en las que interpreta todos los salmos de Cristo a Cristo privándolos así de toda interpretación por los judíos. Su documento “De los judíos y sus mentiras” de 1543 es en mucho lo más terrible y brutal que podemos imaginarnos. Allí repite como un molino de oración como hay que tratar a los judíos: “Primero hay que pegar fuego a su sinagoga o escuela y lo que no se quema hay que cubrirlo con tierra para que nadie pueda nunca ver una piedra de ello. …Por otro lado, también hay que romper y destruir sus casas. … En tercer lugar, hay que quitarles todos los libros de oraciones. … En cuarto lugar, hay que prohibirles a sus rabinos enseñar bajo la amenaza de muerte…” En quinto y sexto lugar – sigue y sigue y termina: “por ello “fuera todos ellos” Uno no quiere ni siquiera leerlo todo. Una cosa queda claro: no es solo una alegría ser evangélico. La reformación también es una herencia difícil. El mayor pecado de la iglesia es su antisemitismo. Desde Martin Lutero. Una y otra vez. No, nosotros que vivimos hoy no tenemos la culpa del antisemitismo de Lutero, pero tenemos una responsabilidad que nadie nos puede quitar. El encargado para el diálogo judío – cristiano de la Iglesia Evangélica de Alemania central explica porque el diálogo es tan importante para la iglesia: “Porque nos tenemos que acordar de nuestras raíces y no olvidar de dónde venimos. Al fin y al cabo somos seguidores del gran judío Jesucristo. No puede tener éxito una teología cristiana sin el judaísmo y con ello el Antiguo Testamento. El otro punto delicado y negro en la vida y las enseñanzas de Martin Lutero son sus discursos llenos de odio y sin piedad e incendiarias al asesinato sobre los campesinos. En su documento: “Contra las bandas de ladrones y asesinos de campesinos” le da carta blanca a la autoridad secular para actuar contra la revuelta de los campesinos que intentaron liberarse de su miseria y la horrible servidumbre. En el sentido propio de la palabra quiere decir: “a los campesinos los hay que machacarlos, estrangularlos, pegarlos en secreto y en público, todo el que pueda, tal como hay que matar un perro rabioso.” Thomas Müntzer se ha puesto a la cabeza de la revuelta de los campesinos para llevar a la práctica la libertad y la justicia no solamente espiritualmente y en el interior del hombre, sino más bien a la realidad política. Es verdad que el reino de DIOS no se puede nunca imponer en la tierra con el esfuerzo del hombre y todo intento ha sido terriblemente contraproducente hasta ahora. Y aun así nunca podremos hacer otra cosa que defender la justicia y la
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paz y la libertad, y esto ya ahora y hoy, tal como corresponde al mensaje bíblico-‐profético del Evangelio de Jesucristo. Asimismo tenemos que despedirnos de la valoración positiva del así llamado “ius emigrandi”. Lo que aquí se presenta tan tolerante es, visto desde hoy, expulsión, tal como sigue existiendo aún en el siglo 21 como “limpieza étnica.” Esta ley decía que todos los súbditos que no querían aceptar la confesión de su soberano podían emigrar junto con su familia, para así evitar un cambio obligado de su confesión. Esto también es una consecuencia de la reformación. Con cada vez increíble consternación y triste desconcierto me enfrento al fenómeno del odio y la tiradas de violencia de Martin Lutero y no puedo comprender, porque el mensaje de la justificación alcanzado con lágrimas y dolor, la gracia y el amor no valían para los hermanos judíos, los campesinos que sufrían, los rebautizados, los turcos disidentes, los que habían nacido enfermos. Con que horrible ceguera escatimaba a los hombres la gracia divina de DIOS, esto seguirá siendo una herida para todos los cristianos que admiran a Lutero. Solamente queda una cosa: Pedir también para el hijo de DIOS equivocado Martin Lutero la gracia divina libre y tomar muy en serio la primera de las 95 tesis: “DIOS quiere que toda nuestra vida sea una penitencia.” Referente a 3: Lo que hay que desarrollar – lo que es nuestro deber Lo que debemos hacer es seguir pensando allí donde Martin Lutero se ha parado. 1.-‐ El sacerdocio general y mutuo ya no tiene casi ninguna importancia en la iglesia evangélica, lo que no extraña tampoco porque en tiempos de Lutero nunca ha sido realizado. Sería un trabajo bonito ecuménico descubrir los carismas nombrados por San Pablo en nuestras comunidades y tomar en serio en una iglesia en la cual los miembros de la comunidad son sacerdotisas y sacerdotes el uno para el otro. Hoy Lutero tendría que decir: ¡Atreveos! Sed una comunidad de los santos! 2.-‐ Hay que desarrollar el solus Christus – que quiere decir: “solamente por Cristo serás justo y serás amado por DIOS” – un centrismo de Cristo petrificado. ¿Dónde queda en este mensaje central el aspecto de la trinidad, que representa la conversación divina y nos enseña que el Padre, el Hijo y el Santo Espíritu están siempre en movimiento y lejos de toda petrificación? Cristo es el centro de la Escritura, dice Martin Lutero. Yo quisiera ampliarlo: El centro de la Escritura es el amor tal como es válido para su pueblo en el Primer Testamento y, por Cristo, para todos los pueblos. Así el amor será el centro de toda vida y pasará a todas las confesiones, religiones, culturas y naciones uniéndolas.
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Esto tendría que decir Lutero hoy: Dejados abrir los ojos y los corazones al amor de DIOS para vuestra iglesia, para vuestro país, vuestro continente, para este vuestro mundo que DIOS ama. Vivid un ecumenismo de amor. Todo el mundo lo espera. Sois dos mil millones de cristianos, una tercera parte de la población mundial. ¿Queréis seguir quedándoos quietos viendo la miseria y economización, la radicalización y militarización? ¿No lo sabéis mucho mejor? ¿Qué os lo impide? 3.-‐ Habéis tenido la Sagrada Escritura como tan sagrada que Lutero habla de “sola scriptura”. Solamente la Escritura es la regla, pero el olvido de la Biblia es grande incluso en las iglesias reformatorias. Hemos de desarrollar la Sagrada Escritura como piedra de prueba para nuestras actuaciones económicas, sociales, políticas, las atenciones pastorales. La frase a menudo citada del Papa: “Esta economía mata” tiene los testigos bíblicos de esta verdad en Moisés y Ruth, los profetas y la comunidad cristiana primitiva. Únicamente la Escritura así como también hablando con la tradición de los rabinos y los padres y madres de la iglesia y junto con las hermanas y hermanos que preguntan y buscan a nuestro alrededor. Esto tendría que decir Lutero hoy: “Leed en la Sagrada Escritura y revisad vuestro hablar y hacer a base de ella. Dejad de mirar como paralizados los procesos frenéticos en el mundo económico, científico y técnico y correr detrás de ellos con procedimientos estructurales y confianza en los medios. Tenéis cosas que permanecen en la Sagrada Escritura ¿o queda invalidado el aviso de San Pablo: Nadie engañe a su hermano? 4.-‐ Ahora lo siguiente: sola gratia” solamente por la gracia. También en este caso hay que seguir desarrollándolo. Yo creo que no puedo creer en y llegar a Jesucristo, mi Señor, ni por propio juicio ni por capacidad. Esta es la verdad. Pero también es verdad que el hombre tiene libre voluntad, que puede decidirse libremente por o contra DIOS. Pero es solamente la gracia de DIOS si EL llena la libre voluntad con la que llegamos a EL con la fe. La fe es un regalo de gracia, la vida es un regalo de gracia. El amor es un regalo de gracia. Pero ello no habla en contra de la propia libre voluntad. La gran polémica con Erasmo alrededor de la libre voluntad es hoy en día obsoleta. Sola gratia no debe conducir al callejón sin salida del desmayo y resignación. Todos estamos responsables de nuestra conciencia. Lo que hoy llamamos heroísmo cívico se basa en la responsabilidad del hombre ante DIOS y ante el prójimo – con libre decisión de la voluntad. En la Biblia se dice: “Un país sin visiones se va a pique.” Yo creo: También un país sin gracia se va a pique y nosotros ya hemos avanzado mucho en este camino hacia el abismo. Esto tendría que decir Lutero hoy: Vivid de la gracia, actuad de la gracia, proclamad que todos los hombres son la viva imagen de DIOS. Esto es
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democracia de la mano de DIOS. En la gracia de DIOS basad vuestra democracia global. 5.-‐ Y también el “sola fide” necesita ser desarrollado: Sí, solamente la fe nos lleva a DIOS, pero la fe también necesita rituales, creemos desde dentro hacia fuera, pero también desde fuera hacia dentro. Necesitamos la imagen, el ícono hacia el cielo y el corazón de DIOS y nos dejamos obsequiar por las hermanas y hermanos ortodoxos. Necesitamos iglesias grandes y majestuosas para nuestras almas, (Sagrada Familia – uno de los templos más grandioso que conozco). El presidente de la iglesia Beier ha dicho en la inauguración de la catedral de Berlin: “La verdad no necesita de catedrales”. Sí, pero nosotros las necesitamos, necesitamos corales y cantatas como expresión de alegría de nuestra fe y la forma de la palabra en el Santo Sacramento para saborear y sentir la presencia de DIOS. Los protestantes pueden dejar incluirse tranquilamente un poco más en este misterio a través de sus hermanos y hermanas católicos. Esto tendría que decir Lutero hoy: Vosotros, los cristianos obsequiados los unos a los otros con la diversidad de vuestros dones que DIOS os ha prestado hacia una iglesia única, para que seáis auténticos en un mundo roto que busca orientación. Una última mirada hacia fuera: Una palabra personal sobre la situación como yo la vivo Para hacernos notar en general y poder dar respuestas válidas a las preguntas del tiempo hemos de mirar como habla el hombre de la calle, tal como lo hizo Martin Lutero, es decir tener en cuenta la voz y el estado de ánimo del pueblo y descubrir porque sufren los hombres, cuáles son sus miedos y sus objetivos. En lo que están resignados y lo que les despierta. “Cómo puedo tener un DIOS misericordioso” – esto no es la pregunta de nuestro tiempo, pero ¿cuál es? Tendremos que mirar primero la ley bajo la cual los hombres viven y sufren y luego, junto con ellos, dar los pasos para la liberación. Vds. lo encontrarán para Barcelona, para la población catalana, para el país España. Yo solamente puedo decirles lo que veo en Alemania. Este país se compone de dos países en uno. Las grandes celebraciones de unificación celebrarán una “patria unida”, vivir y alcanzada no está la unidad. Las libertades para viajar, tener propiedades, de residencia, para pensar e investigar no han conducido a la liberación, sino al miedo. El miedo es el fenómeno único que parece unir a todos los hombres. Lo contrario de libertad no es la falta de libertad sino miedo. El miedo personal ante la enfermedad, ante la muerte, el miedo ante las pérdidas, el miedo de quedar excluido, tener que compartir. El miedo ante los extranjeros, ante todo lo nuevo. Y el miedo atizado político mundial – social. Sí, hay un fantasma que
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anda en Europa: y se llama miedo. Muros más altos, más soldados, mejor equipamiento, armas más rápidas, todo ello para proteger el castillo de miedo Europa. Entonces nos presentamos ante la oficina de Frontex ampliada con los dos grandes en nuestro equipaje: Martin Lutero explica: “ninguna cosa de fuera puede hacer a un hombre piadoso y libre.” Y el otro grande, Carlos Marx sabe: “El hombre liberado por dentro es la condición para unas relaciones liberadas.” ¡Vaya unión! Decisivo para pensar sobre la libertad y ser libre es la pregunta por el punto de referencia desde el cual se entiende la libertad, quién y qué me hace libre, de qué y para qué. ¿Es DIOS, Allah, el bien, la regla de oro, el humanismo, la ilustración, el capital?… En una canción política se dice: “El que tiene el mayor número de posibles posibilidades, suya es la libertad.” Los cristianos tienen el poder de predicar y vivir: Ser libre quiere decir estar justificado. Tú, hombre, no eres lo que puedes y consigues, tienes y alcanzas. Antes de todo esto eres una criatura del amor, y ante todo eres un ser liberado de culpa y fracaso y de la presión en el trabajo. Una persona amada. Antes de toda realización personal ya eres realmente un hombre amado por DIOS. Con Lutero más allá de Lutero quiere decir: más allá de Wittenberg, de Roma, de Europa hacia todos los rincones de este mundo con el mensaje del gran amor que nadie puede ganar, calcular, merecer, reparar, perder, frustrar porque es el amor indestructible de DIOS que quiere que se ayude a todos los seres. Les agradezco su paciencia y su atención. Elfriede Teresa Begrich, Berlin en octubre de 2016 A+D+
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