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EDITORIAL Estimados lectores de la revista Terral: En los últimos meses, varios amigos han tenido que dejar de editar sus respectivas revistas, bien por motivos económicos – si se edita en papel-, bien por un trabajo excesivo, sin remuneración económica alguna, llegando a plantearse para qué tanto empeño, y a quién le importa lo que hacen. ¿Acaso no hay demasiadas revistas ya? Creo que cualquier proyecto cultural necesita de una gran dosis de entusiasmo, de esfuerzo y de paciencia. Editar una revista cultural en papel es costosísimo, a no ser que cuentes con publicidad o subvención, y luego está el problema de la distribución, de manera que suelen amontonarse cajas y cajas en el salón o en el trastero. Por eso, pienso que el diseño digital hace posible que se editen más revistas, sin limitación de páginas, con mayor difusión, más posibilidades de color en su diseño y bajo coste. Vivimos el boom de la edición digital; hay quien piensa que se editan demasiadas revistas, y que no hay tiempo para leerlas todas, pero también hay muchas películas, muchos libros, mucha música… lo único que tenemos que hacer… es elegir. Dicen que es relativamente fácil editar los primeros números de una revista, y que lo difícil es continuar, mantenerse. Terral se dispone a lanzar su número 5. No sé donde estará la frontera que separa ese fatídico número para mantenerse, pero tampoco me preocupa demasiado, lo importante es el camino recorrido; seguiremos hasta que el cuerpo aguante y la voluntad persista, si mis amigos lectores y colaboradores consideran que la revista Terral les interesa y entretiene. Lola Buendía Directora de la Revista Terral www.revistaterral.com Terral se edita trimestralmente Larga vida a terral, el viento que modela las nubes

Revista Terral ©Todos los derechos reservados

ISSN 2253-9018 Edición: Lola Buendía López _ Enrique Bodero Moral Colaboradores en este número Diseño de portada: Enrique Bodero Editorial: Lola Buendía López Cine: Ramón Alcaraz _ Ximo Tejado _Cine-Club Mas Madera Opinión: Erena B. Burattini_ M. José Moreno Crítica literaria: Ricardo Guadalupe_Manuel Mira Martín. Poesía: Mª José Gancedo_Mónica López Bordón_Eduardo Pérsico_ Puri Teruel Relatos: Rafael Borrás_Lola Buendía Infantil: María Barrionuevo _ Mar Solana Flamenco: Rafael Silva Martínez Trazos: Pablo Rodriguez Guy- (pintor)_Carlos Tajuelo ( fotógrafo) El viajero: Lola Buendía_ Rafael Borrás _Esperanza Liñán La otra realidad: Mariano José Vázquez Alonso Entrevista: Manuel de Mágina (Poeta) Diseño digital : Lola Buendía_Carmen Guerrero_Ana García de la Serna_ M. José Moreno Maquetación: Lola Buendía López Diseño Web: Ana García | 672 721 314 | [email protected]

CINEXPLICABLE Ramón Alcaraz García. www.tallerliterario.net

¿Sabías que La Revolución Rusa influyó en el desarrollo del cine?

Los dirigentes revolucionarios comunistas se dieron cuenta enseguida del poder propagandístico y de difusión de sus ideas que tenía el cine. En 1919, Lenin nacionalizó por decreto la industria cinematográfica, de la que dijo: “De todas las artes, el cine es para nosotros la más importante. Debe ser y será el principal instrumento cultural del proletariado”. Esta decisión se entiende mejor si pensamos que el 80% de la población rusa era en esos momentos analfabeta, por lo que la transmisión visual era la más rápida y efectiva, como ya había difundido en la Primera Guerra Mundial el cine ruso contra sus enemigos. Como muchos directores se habían exiliado, surgieron nuevos realizadores que innovaron en ciertos aspectos: Dziga Vertov, por ejemplo, revolucionó el género documental con nuevos movimiento técnicos, entre los que destacó el Cine-ojo, que usaba la lente como la visión del ojo humano, y que plasmó en su obra El hombre de la cámara. Vertov y su grupo cine-ojo estaban en contra de los elementos del convencional, y rechazaran el uso de guion, decorados, actores profesionales, rodaje en estudios… Lev Kuleshov descubrió las posibilidades del montaje, que permitía rodar escenas de manera independiente para hacerlas interpretar como si estuvieran grabadas en el mismo lugar. Otra de sus innovaciones fue el efecto Kuleshov, por el que los espectadores asociaban los gestos de un personaje según los planos que lo acompañaban. Rodó la película Las aventuras de Mr. West en el país de los bolcheviques, en la que el norteamericano Mr. West viaja a la “peligrosa” Rusia acompañado por su vaquero-guardaespaldas Jeddy.

Vsévolod Pudovkin también aportó importantes conceptos sobre el tratamiento de personajes y el uso del guion y del montaje. Y la gran figura del cine soviético fue Serguéi Eisenstein, conocido por su obra más famosa: El acorazado Potemkin, considerada más tarde como una de las mejores películas de la historia del cine. Para Eisenstein resultaba fundamental que el cine no fuera concebido como una sucesión de planos, sino que estos interactuaban para mostrar más. Para él, en cine uno más uno no sumaban dos, sino tres o más. Por ejemplo, la imagen de la cara de un personaje seguida de un plano con comida añadía, sin decirlo de manera explícita, el concepto de hambre. Las aportaciones de estos directores soviéticos fue relevante en el trabajo del montaje. Como disponían de pocos recursos, podían aprovechar antiguas cintas y a partir de ellas crear nuevas historias, usando solo los planos que otros habían filmado. La revolución rusa hizo del cine una forma de su expresión política; se buscaba el realismo que mostrara temas sociales e históricos, y la masa primaba sobre el individuo. El acorazado Potemkin (1925) narra el motín de unos marineros en el puerto de Odesa (Ucrania) en 1905, sus condiciones son precarias y el detonante es la intención de que se alimenten con carne en mal estado. El pueblo les apoya y, ante su solidaridad, es masacrado por los soldados del zar. La historia se basa en un hecho real, la Revolución de los trabajadores; aunque aquella masacre jamás se produjo en aquellas escalinatas de Odesa. Eisenstein lo mostró con tanto realismo que su película hizo creer que sí, y mucha gente desde entonces visita el lugar como una atracción turística más de la ciudad. La escena más importante, la de cochecito con el niño que baja los peldaños descontrolado tras la muerte de la madre, al tiempo que los cosacos bajan en formación, ha sido imitada muchas veces a lo largo de la historia del cine. La película fue prohibida en muchos países por su contenido revolucionario. En cuanto a anécdotas de su rodaje; no se pudo usar el acorazado Potemkin porque fue destruido en 1919. Se buscó un buque “gemelo”, del mismo modelo, que estaba anclado y medio desmontado. Se arregló para

poder filmar en él, pero el problema es que su uso en aquel tiempo era de ¡depósito de minas!, por lo que se prohibió fumar ni realizar ningún movimiento brusco, para evitar que alguna pudiera estallar y hacer volar el barco con todos dentro. Aunque el barco parece que navega en alta mar, no se movió ni un milímetro y el efecto de consigue por la situación de cámara y el empleo de planos con maquetas o imágenes de noticieros. Para la escena final, Eisenstein dispuso a su servicio de la flota soviética. Cuando se fue a trabajar a Estados Unidos, no entendía los problemas para disponer de grandes grupos de gente o rodar cuándo y dónde él quisiera; acostumbrado, por ejemplo, a disponer de todo el ejército o cortar el tránsito de las escaleras de Odesa el tiempo que hiciera falta.

Ximo Tejado

¡Qué manía tiene el bello de erizarse cuando un nudo se instala en la garganta! ¡O será la voz de Dulce Pontes! Nana, niño, nana del caballo grande que no quiso el agua. ¿Y si los muertos no estuvieran muertos? Vagar sin memoria por entre los vivos. El agua era negra dentro de las ramas. Como un niño en un cuerpo de poeta con el rostro demacrado por la guerra. Cuando llega al puente se detiene y canta. Por una tierra, la tuya, donde nadie sabe de tus huesos y tus malvas. ¿Quién dirá, mi niño, lo que tiene el agua con su larga cola con su verde sala? Por unos campos de olivos y naranjos donde trota un caballo negro que olvidó sus versos, su nombre y la muerte a él. Duérmete, clavel, que el caballo no quiere beber. Duérmete, rosal, que el caballo se pone a llorar. Han pasado más de setenta años de aquella guerra civil que jamás debió ser y en la moraleja de esta película se refleja el culto a su memoria. Los de mi generación, los que no la vivimos debiéramos tenerla presente y recordarla y los que la sufrieron, dejarlos en paz porque nunca podrán olvidarla aunque no la recuerden. 18 de agosto 1936. Granada. Un joven y solitario pastor recoge en mitad del campo un hermoso caballo negro moribundo, mal asesinado. Lo cuida y ayuda a curar sus heridas, las físicas; pero no puede hacerse cargo de las síquicas y lo abandona a la suerte de unas monjas. Un pesar que le acompañará toda la vida. No era un caballo lo que recogió el pastor sino un hombre mal fusilado por el frente nacional, pero yo vi un caballo y vosotros también lo veréis. Cuarenta años después ese pastor es el gran Alfredo Landa, con sus gestos de mala ostia con su cara de bonachón al que le cuesta tragar, que de vuelta a su Granada natal aprovecha para calmar ese pesar que lleva lastrando

sus recuerdos desde que era un niño. Aquel fusilado, interpretado mucho más que magníficamente por Nino Manfredi, logró sobrevivir pero sin memoria. Vaga mendigando y perdido por esas calles cultivadas de olivos y llenas de encanto donde los niños son afortunados si acarician la cicatriz que marcó la guerra en su frente. Y ¿Quién demonios es este vagabundo que no recuerda su nombre ni a quién pertenece? Se pregunta Alfredo Landa que, poco a poco y hurgando en el pasado, va descubriendo similitudes con un ilustre muerto ¿Y si resulta que es…? Y no estaba… Ahí empieza todo, en la búsqueda de un pasado que todo el mundo cree enterrado en los campos de Alfacar y que tal vez debiera seguir así. De esta emotiva y deslumbrante película poca más quiero contar. Muchas pistas he dado. La banda sonora la firma Ennio Morricone con la voz de Dulce Pontes, ahí es nada el escalofrío. Y el guión, de su propio libro, escrito por Fernando Marías; que no es poco. Y, aunque os va a resultar maravillosa por el personaje que os encontrareis de bruces, tuvo que irse a los extremos de este planeta para recibir dos merecidos premios. Nuestro ‘infravalorado’ cine español que cuando, verdaderamente, lo tenemos delante no somos capaces de verlo. Si la habéis visto, repasarla, y si no, no dejéis pasar más tiempo.

Sección Cine

Programación de Invierno/ Arroyo de la Miel

12 ENERO 18 COMIDAS. Dirección: Jorge Coira. Interpretación: Antonio Mourelos, Camila Bossa, España y Argentina. 2010 107 min. Un músico callejero se reencuentra el amor de su vida; dos borrachos desayunan cubatas con marisco; un hombre cocina, cocina y cocina para la mujer que nunca llega; dos hombres se quieren, pero se esconden; una cocinera sueña con ser cantante; una joven quiere lo que un hombre no da, mientras un camarero se muere por ella; un macedonio está perdido por desamor en Santiago de Compostela; una pareja de ancianos que ya se lo ha dicho todo, desayuna, come y cena en silencio. Todas estas historias se cruzan a lo largo de un día de ficción en “18 comidas”, una película de emociones servidas en torno a una mesa, un viaje por los sentimientos en la más universal de todas las luchas: la de ser feliz.

19 ENERO CARTAS A DIOS Dirección: Eric-Emmanuel Schmitt. Interpretación: Michèle Laroque, Amir, Amira Casar Países: Francia, Bélgica y Canadá. 2009. 105 min. En “Cartas a Dios”, Oscar tiene diez años y está ingresado en un hospital para niños. Ni los médicos ni sus padres se atreven a contarle la verdad sobre su enfermedad: Oscar tiene cáncer. Sólo Rosa, la mujer malhumorada que le lleva sus pizzas, habla con él directamente. Rosa le sugiere un juego: vivir como si cada día contase como si fuesen 10 años. De este modo, ella le ofrece vivir toda una vida en tan sólo unos pocos días. Además, para tratar de conseguir que Oscar se abra y hable con mayor facilidad, Rosa le propone que se lo cuente por escrito a Dios. En sus cartas, el joven confiesa su dolor y sus preocupaciones pero también sus alegrías, su primer amor…

2 FEBRERO ISPANSI (españoles). Dirección y guión: Carlos Iglesias. Países: España y Suiza. 2010. 101 min. Interpretación: Esther Regina, Carlos Iglesias “Ispansi (Españoles)” pretende ser ante todo un encuentro entre las dos Españas, representadas en este caso por dos enemigos de la

guerra civil: una mujer de derechas y un comisario político republicano, los dos con un ideal compartido: salvar un convoy de niños españoles en la Unión Soviética, de Stalingrado a Ufá, durante la Segunda Guerra Mundial. Inspirada en varios hechos reales, narra los odios y pasiones de dos mundos enfrentados en lo ideológico pero cercanos en lo compasivo y en lo humano

9 FEBRERO LA VOZ DORMIDA Dirección: Benito Zambrano. Interpretación: Inma Cuesta, María León España. 2011. 128 min. Pepita, una joven cordobesa de origen rural, va a Madrid en la posguerra para estar cerca de su hermana Hortensia que está embarazada y en prisión. Pepita conoce a Paulino, un valenciano de familia burguesa, que lucha junto a su cuñado Felipe en la sierra de Madrid. A pesar de la dificultad de su relación, se enamoran apasionadamente. Hortensia es juzgada y condenada a muerte. La ejecución no se llevará a cabo hasta que después del parto. Pepita intenta por todos los medios y en todas las instancias que condonen la ejecución. Va todos los días a la prisión con el objetivo de que le entreguen el futuro hijo de Hortensia, suplicando que no lo den en adopción o lo internen en un orfanato…

16 FEBRERO MI REFUGIO Dirección: François Ozon. Interpretación: Isabelle Carré, Louis-Ronan Choisy Francia. 2009. 88 min. Mousse y Louis son jóvenes, bellos, ricos y están enamorados. Pero las drogas invaden su vida. Un día, Louis muere de una sobredosis. Mousse sobrevive, pero pronto se da cuenta de que está embarazada. Aturdida, Mousse huye a una casa lejos de París. Unos meses más tarde, el hermano de Louis se reúne con ella en su refugio para ayudarla y revelarle un secreto…

23 FEBRERO VOCES INOCENTES Dirección: Luis Mandoki. Interpretación: Carlos Padilla, Leonor Varela México. 2004. 106 min. "Voces inocentes" cuenta la historia de Chava (Carlos Padilla), un niño de once años que atrapado por las circunstancias tiene que convertirse en "el hombre de la casa", después de que su padre los abandonara en plena Guerra Civil. Durante la década de los años ochenta en El Salvador, las fuerzas armadas del gobierno reclutaban niños de doce años sacándolos de sus escuelas. Si Chava tiene suerte, aún le queda un año de inocencia, un año antes de que él también sea enrolado y luche la batalla del gobierno contra los rebeldes del ejército FMLN (Frente Farabundo

Martí para la Liberación Nacional). La vida de Chava se convierte en un juego de supervivencia, no sólo de las balas de la guerra, sino también de los efectos desoladores de la violencia diaria. Con el amor de su madre (Leonor Varela) como única arma, Chava encuentra el coraje para mantener su corazón abierto y su espíritu vivo en su carrera contra el tiempo.

1 MARZO CENA DE AMIGOS Dirección: Danièle Thompson. Interpretación: Karin Viard, Dany Boon Francia. 2009. 100 min. Las cenas de amigos son la dictadura de las apariencias: te arreglas, te ríes, cuentas historias, te haces el interesante, compartes recuerdos y planes… La ansiedad se oculta tras el humor, y el dolor es sofocado por las carcajadas. Y, durante unas cuantas horas, ¡todos se lo creen! Y eso es lo que importa. Si manejas los códigos y muestras el respeto oportuno a los demás invitados, cordialidad, hipocresía y buen ánimo, lo más probable es que tengas una velada

8 MARZO EL HOMBRE DE AL LADO Dirección: Mariano Cohn y Gastón Duprat. Interpretación: Daniel Aráoz y Rafael Spregelburd. Argentina. 2009. 103 min. “El hombre de al lado” narra un conflicto entre vecinos que parece no tener fin. Una simple pared puede dividir dos mundos, dos maneras de vestir, de comer, de vivir. De un lado, Leonardo, fino y prestigioso diseñador que vive en una casa realizada por Le Corbusier. Del otro lado Víctor, vendedor de coches usados, vulgar, rústico y avasallador. Víctor decide hacer una ventana para tener más luz, y ahí empieza el problema: cada uno toma conciencia de la existencia del otro. La mirada del extraño corroe y pone en entredicho una vida aparentemente normal, y abre agradable. Pero las máscaras caen de camino a casa. 15 MARZO NADER Y SIMIN, UNA SEPARACIÓN Dirección y guión: Asghar Farhadi. Interpretación: Peyman Moaadi, Leila Hatami Irán. 2011. 123 min. Nader y Simin son un matrimonio que, junto a su hija Termeh, deciden abandonar Iran en busca de una vida mejor. Cuando todo está casi preparado, sin embargo, él se echa atrás por temor a abandonar a su padre, a quien le han diagnosticado Alzheimer. Ella, disgustada, decide pedir el divorcio y, al no serle concedido, se muda a vivir con sus padres. Las cosas se complicarán cuando Nader, quien se queda con la niña, decida contratar a una mujer para ayudarle con el cuidado de su padre. Un buen día, al llegar a casa, se encontrará al anciano atado a la mesa y, a partir de ahí, todo dará un vuelco en su vida y en la de la pequeña Termeh.

22 MARZO ANOTHER YEAR Dirección: Mike Leigh. Interpretación: Jim Broadbent, Lesley Manville Reino Unido. 2010. 129 min. “Another year”: Primavera, verano, otoño e invierno. Familia y amistad. El amor y la calidez. Alegría y tristeza. La esperanza y la desesperación. Compañerismo. La soledad. Un nacimiento. Una muerte. El tiempo pasa… Gerri, terapeuta, y Tom, geólogo, llevan muchos años felizmente casados, aunque les preocupa que su hijo Joe, que es abogado, permanezca soltero. Esta preocupación les impide darse cuenta de hasta qué punto María, una compañera de trabajo de Gerri, depende de su amistad.

29 marzo CUESTION DE PRINCIPIOS Dirección: Rodrigo Grande. Interpretación: Federico Luppi, Norma Aleandro Argentina. 2009. 110 min. El viejo Castilla está absolutamente convencido de saber lo que se debe hacer en cada ocasión donde intervienen la ética y los principios. Un día se da cuenta de que tiene el número 48 de la antigua revista Tertulias, justo el que le falta a su nuevo jefe para completar una colección que mantiene como hobbie. Castilla se niega a venderle este número de la revista frente a toda la plana mayor de la empresa “porque no todo se puede comprar”. Su jefe se propone demostrar a todos, sin echarlo, que logrará quebrar la voluntad del viejo Castilla. Todo al final será una cuestión de principios.

Vampirismo María José Moreno

La famosa saga de los Cullen (Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer), de Stephanie Meyer, ha vuelto a poner en primera plana de actualidad el fenómeno del vampirismo. Millones de personas en todo el mundo, jóvenes y no tanto, se han identificado con Edward y Bella. Él, un joven vampiro de buen corazón, se enamora de la tímida e insegura mortal Bella; todo aderezado con luchas entre vampiros buenos y malos y, cómo no, con esos otros personajes: los licántropos, mezcla de humanos y de bestias. Este fenómeno de masas ha llevado a las editoriales a hurgar en sus fondos. En los anaqueles de las librerías vemos de nuevo las novelas de Anne Rice, la creadora de Las crónicas vampíricas, o al mismísimo padre de todos ellos, el Drácula del irlandés Bram Stocker y todas las secuelas que sobre él se han escrito. Sin olvidar las nuevas series televisivas de vampiros como “True Blood” (“Sangre fresca”) de lo más peculiar, en la que en un pueblo americano conviven vampiros con mortales o Moolight, una serie televisiva que trata de un vampiro de profesión investigador privado. No obstante, el vampirismo tiene un tratamiento muy diverso según el enfoque que le demos. Desde un punto de vista científico se define como una excitación sexual asociada con una necesidad compulsiva de ver, sentir o ingerir la sangre. Vampiro sería el que practica el vampirismo. Es un tipo de parafilia (un patrón de comportamiento sexual en el que el estímulo no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad) poco frecuente. Hay quién lo equipara con una variedad de la necrofilia, quién lo considera un comportamiento muy cercano al sadismo (por las lesiones que provoca en su víctima sexual para poder chupar su sangre) y quién piensa que pertenecería al ámbito del fetichismo, donde la sangre sería el fetiche. El vampirismo en el campo psiquiátrico está considerado patológico, y se adscribe bien al ámbito de los trastornos de la sexualidad o de los trastornos psicóticos.

Sin tener que entrar en cuestiones de patología es constatable que la mayoría de las personas sienten una gran ambivalencia por el tema vampírico, de ahí su éxito. Se movilizan sentimientos en las clásicas biopolaridades amorodio, atracción-repulsión, deseo-temor. El vampiro es una ser omnipotente que vuelve de entre los muertos; y la muerte, uno de los mayores problemas del hombre. La inmortalidad es un deseo humano, burlar a la muerte, terminar con la finitud que contingenta su realización personal. Además, el deseo de que los muertos vuelvan con nosotros se genera por tres tipos de sentimientos: por amor, odio o culpa. Mientras elaboramos cualquier pérdida, nuestro afecto se mueve entre esos sentimientos. Quien ama a una persona, la odia en la misma cuantía de ese amor (cara y cruz de la misma moneda), y la culpa acompaña siempre a nuestros deseos reprimidos de muerte hacia alguien. ¿Cuántas veces nos sentimos culpables por haber deseado la muerte de alguien cercano a nosotros? ¿Cuántas veces hemos sentido miedo cuando nuestra fantasía ilimitada de deseo de muerte se cumple y pensamos que vendrán desde el más allá para vengarse? E.T.A. Hoffman (1776-1822) influyó en la literatura por su capacidad para impresionar a los autores románticos alemanes y franceses —entre otros Baudelaire, Nerval, Gautier y, posteriormente, Thomas Mann. Es indudable que sus visiones son un antecedente de los horrores narrados por Edgar A. Poe y Gustav Meyrink. En su célebre cuento Vampirismus, relata que Aurelia, una bella y silenciosa joven, hija de una madre terrible y prometida del conde Hipólito, acarició la idea de la muerte de aquélla; y cuando, en efecto, bajo circunstancias poco comunes la baronesa muere, es estremecida por una angustia indescriptible. “¿Hay en el mundo algo más espantoso que verse reducido a odiar, a aborrecer a nuestra propia madre?” Por una parte, en su fuero interno, Aurelia consideraba la muerte de su madre como una bendición, y por otra se veía atormentada por nuevas aprensiones, hijas de la culpabilidad, que amargaron su recién adquirida y celebrada libertad: “...reveló que, justo después de este suceso, la había asaltado un espantoso presentimiento de la idea abrumadora y siniestra de que la difunta surgiría un día de su tumba para arrancarla de brazos de su marido y arrastrarla al abismo”. El mismo Sigmun Freud puso como ejemplo diversos cuentos de Hoffmann para explicar el concepto de lo siniestro: “Tomemos lo siniestro que emana de la omnipotencia de las ideas, de la inmediata realización de los deseos, de las ocultas fuerzas nefastas o del retorno de los muertos. Es imposible confundir la condición que en estos casos hace surgir el sentimiento de lo siniestro. Nosotros mismos —o nuestros antepasados primitivos— hemos aceptado otrora estas tres eventualidades como realidades, estábamos convencidos del carácter real de esos procesos. Hoy ya no creemos en ellas, hemos superado esas maneras de pensar; pero no nos sentimos muy seguros de nuestras nuevas concepciones, las antiguas creencias sobreviven en

nosotros, al acecho de una confirmación. Por consiguiente, en cuanto sucede algo en esta vida, susceptible de confirmar aquellas viejas convicciones abandonadas, experimentamos la sensación de lo siniestro, y es como si dijéramos: “de modo que es posible matar a otro por la simple fuerza del deseo; es posible que los muertos sigan viviendo y reaparezcan en los lugares donde vivieron”. En este sentido, con ese "no muerto viviente" nos asaltaran esos ambivalentes deseos que nos hacen que psicoanalíticamente nos movamos en un terreno resbaladizo y por ello nos atrae tanto. Lo prohibido nos fascina, lo mismo puede decirse de la seducción que nos produce esa figura mítica, el vampiro, en la que se reúnen el mito de la inmortalidad y la eterna juventud, sin olvidar sus súperpoderes, como se dice actualmente. Pero, ¿es esta la verdadera razón de que este tema esté tan de moda? Con perdón de Freud y de todos los que trataron el tema desde su perspectiva psicológica, ha sido culpa de la industria del cine (Hollywood) que el vampiro haya pasado de ser un monstruo terrorífico a un ser enormemente erótico, con su palidez translúcida y sus grandes connotaciones sexuales. Un ser cuyo comportamiento es puro simbolismo, desde el morder hasta el lugar preferido de esa mordida, el cuello, sin olvidar lo sexys que son sus colmillos. El vampiro no ataca a las mujeres, sino que las posee. Sin olvidar, por supuesto, que cada vez nos los representan más humanos… Y qué decir de las vampiras, que son lo más parecido a la caracterización de la mujer fatal, con todas sus connotaciones. En el otro extremo topamos con el llamado vampirismo psicológico o emocional, término con el que se nombra a aquellas relaciones entre personas, en las que uno trata al otro como mero objeto. Es decir, no le adscribe al Tú la consideración de persona, sino de objeto. ¿Y qué es un objeto? Objeto es cualquier cosa que es captada por los sentidos, que carece de autonomía y sobre la que puedo ejercer cualquier acción o actividad. Bajo esta consideración, el vampiro emocional se aprovecharía de ese objeto (necesita su sangre fresca), que no persona, para su interés y crecimiento personal. Es fácil deducir, que no hace falta que estemos en Transilvania para entrar en contacto con alguno de estos vampiros (nos rodean por doquier); que no te chuparán la sangre, pero que terminarán apoderándose de tu vida hasta hacértela imposible, al punto de desear la propia muerte. Modélicos y encantadores en su apariencia, estos individuos pueden llegar a ser peligrosos para el equilibrio emocional de los que les rodean. Son personas que establecen relaciones tóxicas, bajo su control absoluto, y destruyen la autoestima y seguridad de los que se relacionan con ellos. En realidad estos vampiros son sujetos narcisistas, muy inseguros y envidiosos que ven en los demás aspectos de los que ellos carecen. Su autoestima depende de la minusvaloración de los demás. Quieren tener el funcionamiento de la relación bajo su control absoluto, lo que provoca una enorme inseguridad en quienes le rodean.

Son diferentes de la gente normal, pueden parecer más atractivos, más emocionantes, inteligentes, encantadores, creativos… pero “su necesidad” es superior a cualquier otra y asumen que las reglas no son para aplicarlas a ellos mismos, si no a la gente corriente. Nunca se sienten culpables, y cuando se les descubre se muestran rabiosos, manipuladores… Desempeñan tan bien su papel, que engañan a los demás con bastante frecuencia (A.J. Bernstein). Normalmente existen dos modelos de vampiros emocionales, los que no se ocultan, y por ello son fáciles de detectar, de alejarse de ellos; y los que se disfrazan bajo “piel de cordero”. Éstos son los realmente peligrosos, te “hincan el diente en la yugular” con múltiples estrategias de las que ni te das cuenta: —Suelen hacer uso de bromas y sarcasmos muy ofensivos en muchas ocasiones escondidos bajo un tono de enorme amabilidad y sinceridad, por lo que la persona que los recibe los vive como algo cariñoso y afectivo. —Suelen ser personas que observan muy meticulosamente el comportamiento de los demás. Hasta tal punto de que se creen en el derecho de opinar y criticar lo que los que a su alrededor hacen. —Suelen cambiar rápidamente de papel. Estos vampiros tienen una especial habilidad para pasar de verdugo a víctima, con lo que consiguen culpabilizar a la víctima. Este tipo de personas requieren atención, sentirse importantes, agotan a su interlocutor. La psicóloga norteamericana Judith Orloff, autora del best seller Energía Positiva, los clasificó en cinco tipos: El llorón, el culpador profesional, el rey del drama, el conversador constante y el adicto a la yugular. Auténticos depredadores, manipulan, utilizan, y abusan psicológicamente de los amigos, parientes, e incluso extraños, controlando situaciones y gente para sus propósitos, estos "chupadores de sangre" ganan fuerza para seguir haciéndolo una y otra vez. Las personas débiles, vulnerables mentalmente, son sus víctimas propicias; las sugestionan, minan su seguridad, crean una fisura emocional que el vampiro aprovecha para atacar, para absorber su energía; comienza la autodestrucción de la víctima embelesada por los encantos del vampiro. Vampiro y víctima, un tándem relacional patológico, enfermizo, tan difícil de separar que a veces sus fuertes lazos sólo los desgarra la muerte.

María José Moreno Psiquiatra y escritora . http://blogdemjmoreno.blogspot.com/

María José Moreno Díaz, nacida en Córdoba hace 53 años inicia su andadura en la literatura de ficción con un relato corto presentado en el 2008 al II Premio Internacional de Relato Breve Universidad de Córdoba

con el que obtiene un accésit. http://mariajosemoreno.webcindario.com/catedraticos.html Un año después termina su primera novela, La caricia de Tánatos, que aún no ha visto la luz. El dos de junio de 2009 inaugura su blog literario, Lugar de Encuentro, y comienza a participar asiduamente en los Sábados literarios de Mercedes y posteriormente en Este jueves un relato. Con más de doscientas entradas y seguidores continúa siendo un importante referente para la publicación habitual de sus relatos. http://blogdemjmoreno.blogspot.com/ Interesada en su formación se matricula en el Taller El desván de la memoria y asiste a cursos presenciales sobre relato y novela. Algunos de sus relatos han sido premiados en concursos literarios en la red y otros vieron la luz en publicaciones como la del Crack del 2009, coordinado por Noemí Trujillo http://elcatalogodeparnass.blogspot.com/2011/04/el-crack-de2009.html En el año 2010 termina su segunda novela, Bajo los tilos, pendiente de publicación y participa en un concurso de Ediciones Fergutson sobre novela corta por entregas con Vida y milagros de un ex, con la que queda finalista y que en el verano de 2011 ve la luz en la red convertido en ebook que se puede adquirir por descarga gratuita y del que hasta el momento lleva más de seis mil descargas. http://vidaymilagrosdeunex.blogspot.com/ Colaboradora habitual en la Revista Terral desde su creación, participa también en su diseño digital. http://www.revistaterral.com/ Para saber más de ella: http://www.mundopalabras.es/2011/12/13/maria-jose-moreno-exito-endescargas-de-su-ebook/

Opinión VOLATILIDAD Erena B. Burattini

¿No tenéis la sensación de estar cabalgando en un tiovivo o encaramados en una montaña rusa? Es tal la volatilidad de las imágenes, de los sucesos, de las estructuras que vienen y van, de tantas cosas, que ni nos da tiempo para familiarizarnos con ellas. Hasta el sentido de las palabras cambia, o aparecen expresiones nuevas que, a menudo, no tienen otro uso que cubrir con un velo espeso lo que se expresa. Soportamos la aparición continua de siglas nuevas que representan tecnologías de última generación; una jungla descifrable por los más jóvenes que se han formado en medio de esta revolución giratoria. Hasta para conducir se necesita hoy de toda nuestra atención. Las sorpresas son muchas: obras y variantes a diestra y siniestra, no siempre con indicaciones claras. Como ejercicio neuronal puede que nos venga bien. Y entre muchas otras cosas, también el simple hecho de comprar leche o yogur ha dejado de ser algo banal. Cada día resulta más difícil conseguir simplemente ese producto natural que deseamos consumir. Los aditivos y/o diferentes sabores aumentan día a día. Dentro de poco nos venderán esa suma de aditivos y sabores con algo del producto. ¿Y qué me dicen de las patatas fritas? Ya no se sabe si lo que comemos es un mal jamón o queso con sabor a patata. “Si lo que quiero son solo patatas fritas”, me digo desesperada mientras se me escapa el tiempo escarbando entre bolsas hasta que al fin descubro una que es solo eso, que no es poco. Resumiendo, con tanto cambio, tanto marasmo opcional, lo que antes se realizaba en poco tiempo y sin ningún estrés, ahora significa un gran esfuerzo para no perder la paciencia ni el buen humor. Me viene a la memoria el filósofo griego, Heráclito, que afirmaba que el fundamento de todo está en el cambio universal. Recordemos su famosa frase: “no te bañarás dos veces en el mismo río”. Hablaba de cambios naturales, no se refería a la necesidad de cambiar por cambiar. Hemos tergiversado su filosofía, hoy vivimos bajo la apología del cambio para mantener in crescendo el consumo. Por eso ya ni nos sorprendemos cuando nos enteramos que se ha puesto de moda beber cava con lasquitas de oro, y a quien no le apetezca beber, siempre podrá deleitarse con biscochitos bañados en oro. ¡Ay!, que paren el mundo que me quiero bajar.

Curriculum de Erena B. Burattini

Nace en Valdivia, Chile. Reside actualmente en Málaga, España, pero sus raíces chilenas la empujan al reencuentro constante con su tierra. Casada, con cuatro hijos. Estudia Bellas Artes en la Universidad Austral de Valdivia. Sueña con ser diseñadora y estudia diseño en el centro C.E.A. Monta Dilatín, una empresa de ropa de punto de diseño. Recuerda con nostalgia esa época, todo un torbellino creativo. Se produce el golpe militar de Chile, y se traslada a Barcelona. Trabaja como responsable de servicios en una multinacional. Compagina su trabajo con cursos de literatura, así como talleres de escritura. Participa en talleres de psicología en el Centro Humanista de Barcelona. Colabora con la Asociación Europea de Psicología Humanista, con sede en Roma, en congresos internacionales, dirigidos por el psicólogo Michele Festa. Se traslada por su trabajo a Madrid. Allí también realiza diversos cursos de psicología, entre ellos, programación neurolingüística. Su afición a la escritura se plasma en múltiples relatos infantiles. Después de una breve época en Madrid fija su residencia en Málaga. En la actualidad trabaja como guía de turismo. La novela corta Adiós, Pequeña Viajera ha sido usada en una universidad de Rochester (N.Y.) en clases de lengua española para el enriquecimiento del lenguaje. Colabora habitualmente en la revista digital Terral. Acaba de publicar su primer libro de cuentos infantiles, Los Cuentos de Clo Cló, en la colección La buena letra, de Editorial MN, de Santiago de Chile.

Crítica Literaria Ricardo Guadalupe

La vida fatua según La Rochelle

El fuego fatuo, de Pierre Drieu la Rochelle, fue reeditado en 2011 por Alianza Editorial en el 80 aniversario de su primera edición en Francia. Es muy posible que todos hayamos conocido algún Alain, el personaje que tan magistralmente retrata La Rochelle. Y seguramente todos caímos en el indudable atractivo que tienen este tipo de personas, tan osadas y con tanta capacidad para fantasear. Pero los Alains también tienen un lado oscuro que les condena y les aísla: su completa falta de madurez. De jóvenes no les supone tanto problema, aún cuentan con un físico que aguanta los excesos y que no tienen ningún reparo en utilizar para conseguir lo que quieren. Sus auténticas penurias comienzan cuando el frescor de la flor de su juventud se va marchitando. Primero porque tienen que abandonar una vida fácil por una vida de esfuerzo y responsabilidades. Y segundo porque el entorno que les rodeaba y alentaba resulta ser tan efímero y artificial como la visión que ellos mismos tienen acerca de la vida. Pero lo peor es que se empeñan en mantener esa visión irreal e ilusa de la vida, a menudo recurriendo al alcohol o a los estupefacientes, a cuya adicción son propensos. Todo esto es Alain, todo esto nos lo encontramos en la novela El fuego fatuo. Esto y una descripción sobrecogedora del síndrome de abstinencia, que puede ser tan mortal como una sobredosis, tal y como se ha demostrado, dramáticamente, con la muerte de la cantante Amy Winehouse. A continuación, he seleccionado una serie de fragmentos del libro que ilustran a la perfección el tipo de idiosincrasia al que nos estamos refiriendo y que a mi parecer marcan las líneas maestras de la historia. Para empezar, el que habla de la urgencia a la que se ve abocado el personaje para aceptar su inmadurez y a partir de ahí poder salvarse:

Entonces fue cuando quiso desintoxicarse según los ritos, entrando en un sanatorio. Allí se dio plena cuenta de su hundimiento. En medio de los locos y al mando de doctores y enfermeros, volvía a esclavitudes primarias: colegio y cuartel. Tenía que reconocerse niño o morir.

El siguiente es el mundo que rechaza Alain y en el que antiguos amigos, más consecuentes que él, han entrado:

Dubourg se dedicaba a la egiptología desde hacía poco, a la vez que se había casado. Alain vio, no sin ironía, cómo se amansaba su antiguo compañero de borracheras. ¿Qué derrota había buscado entre aquellos papiros? ¿Qué hacía con su mujer y sus dos hijas? ¿Qué era aquella soledad repleta? Cuando digo “consecuentes” quiero decir con las ideas más claras, con mayor conciencia del tiempo que les toca vivir. Alain, en cambio, sigue anclado en un tiempo que ya no existe y que ni siquiera sabe si realmente existió:

–No quiero envejecer. –Echas de menos tu juventud como si la hubieras empleado bien –dejó escapar Dubourg. –Era una promesa; he vivido de una mentira. Y el mentiroso era yo.

El engaño es su perdición. Adopta la postura de quienes creen que pueden eludir los cambios y el paso del tiempo simplemente no pensando en ello, la postura de quienes creen que correr es lo mismo que avanzar:

Había que desplazarse sin cesar, ir de un lado para otro, no quedarse en ningún sitio. Huir, huir. La embriaguez es el movimiento. Y sin embargo, se permanece en el mismo sitio.

La Rochelle escribió el personaje de Alain inspirándose en la vida de su amigo y poeta Jacques Rigaut, quien se suicidó con un tiro en el corazón. El propio autor, La Rochelle, acabó también suicidándose, aunque por otros motivos.

Crítica literaria Manuel Martín

La invención de Morel. Novela perfecta.

Cuando en 1940 Adolfo Bioy Casares publica “La invención de Morel “, en Argentina se debate sobre la situación de la novela y su futuro como género literario, en unos términos que no difieren demasiado de los que se han seguido planteando hasta la actualidad. El prologo que le escribe Borges (texto clásico que trasciende a la novela que lo origina), entra de lleno en esa polémica y, sin citarla expresamente, arremete contra la revista Sur (que se editaba en Buenos Aires en esa época), que siguiendo a Stevenson y Ortega y Gasset, pretende el fin de la novela de aventuras, defiende la novela psicológica (que quiere ser novela realista), y anticipa que el escritor debe ser el defensor de las grandes ideas morales y sociales de la humanidad. Borges, que no está de acuerdo con estas propuestas, defiende las novelas con argumento ( que no se proponen ser transcripción de la realidad, sino que crean una trama y la desarrollan) y equipara “ La invención de Morel” a otras que , según él, tienen admirables argumentos: “Otra vuelta de tuerca” ( Henry James), “ El proceso” ( Kafka), “El hombre invisible”( H.G.Wels) y “ El viajero sobre la tierra”( Julien Green). El prologo acaba con una frase que se ha hecho célebre: “He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta”. Aunque ya había publicado alguna novela, la aparición de “La invención de Morel”, se considera como el principio de la carrera literaria de Bioy Casares, siempre a la sombra de Borges y con colaboraciones esporádicas (libros a dos manos) con él. Fue gran conocedor de la literatura italiana, y en sus obras se reconocen influencias de Dante, Moravia y Calvino, con el que comparte el gusto por lo fantástico. El narrador, un prófugo de la justicia, llega a una isla desierta donde se encuentra con una serie de prodigios, que anticipa en el comienzo de la novela: “Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro, el verano se adelanto”. No entiende nada de lo que ve y huye a la parte inhabitable de la isla, ante la inminencia de su apresamiento. Es un narrador que ya en el segundo párrafo explica lo que va a escribir y porque lo escribe y mantiene un dialogo permanente con el lector. Durante todo el libro hace comentarios que más tarde encuentran su explicación, describe objetivamente, con un lenguaje preciso, aunque barroco, hechos inverosímiles para más tarde, encontrar la explicación de los mismos,

sin dejar ningún cabo suelto (esta es la supuesta perfección de que hablaba Borges). Por medio de la focalización interna, el narrador nos cuenta no lo que está pasando, sino la interpretación de lo que ve: un conjunto de personas que realizan una actividad que se repite a lo largo de un periodo de tiempo. Entre esas personas esta Faustine, que pronto se convierte en objeto amoroso inalcanzable. El narrador tiene que dilucidar si el cuerpo de Faustine es corpóreo ó incorpóreo, quiere tocarla, verla, sentirla, pero la aparente intangibilidad de la forma lo detiene. Con una prosa elegante y a la vez barroca, el narrador ( cuyo nombre no conocemos) va desgranando lo que ocurre en la isla : Morel, un científico que pasa del bien( descubrimiento científico)al mal( aplicación del mismo), ha inventado una maquina que reproduce eternamente ( la energía se toma de la fuerza de las mareas) lo que ha grabado durante un tiempo determinado, y la pone en práctica proyectando una semana compartida con un grupo de amigos. La proyección se superpone a la realidad, y acaba por sustituirla por completo, mientras el narrador en primera persona (y a través de el Morel), reflexionan sobre un mundo donde lo que existe solo son sensaciones y abren la posibilidad de que las imágenes tengan alma, se apropien de la que tengan los objetos reales. En este punto es donde la novela se vuelve más actual, anticipando a los medios de comunicación que conocemos, donde la imágenes, programas, secuencias, cobran vida propia, se convierten en “realidad virtual” y son objeto de deseo por los observadores. La imaginación es el elemento estructurador de la novela, donde el gran tema es la inmortalidad, junto con la ambición de querer ser Dios, la soledad del amor condenado a no realizarse, y el miedo y desesperación frente a lo desconocido. Aunque se ha calificado de ciencia ficción, no es precisamente una novela de género y se sitúa por encima de cualquier etiqueta. Recomendable, pero necesita varias lecturas, como toda novela considerada clásica.

Manuel Martín Miras Edad: 57 Reside en Arroyo de la Miel. Benalmádena Málaga (España) [email protected]

Apuntes biográficos Natural de Almería, vivo en Benalmádena desde hace doce años.

De formación técnica (Ingeniero de Telecomunicaciones), he trabajado durante veinticinco años en una multinacional de telefonía, ocupando en los últimos años puestos de dirección.

He participado en distintas actividades relacionadas con los libros como Personas-libro y club de lectura, colaborado en diversas web¨s literarias y actualmente en Mundopalabras y Revistaterral.

Recientemente he realizado cursos on-line de Escritura Creativa y de Crítica Literaria, y he asistido a un Taller de Escritura presencial.

Actualmente curso estudios de grado de Filosofía en la UNED.

Poesía Tras la muerte, Poesía Mª. José Gancedo Barreda

A VECES LA MUERTE A veces la muerte Se me antoja caprichosa, Como ruleta en anguladas órbitas. En el vacío de los nichos Golpea alto y bajo entre los vivos. Albergue ecuánime de la nada, Me posee lentamente Con infante anhelo de orfandad. La muerte, a veces, Se me antoja mariposa.

Te pienso, padre, te siento Allá donde te pienso, surge el viento: Manos eternas de aire, Caricias de cielo. Respiro tu muerte, Sed insaciable que anega este tiempo. Sinuosa y mansa la tristeza; De sal Se llena mi cuerpo. Soñarte que te huelo; Revivir tu mimo, Rozar con mis dedos el influjo de tu fuego. Sentir que me haces falta; Amarte ya, Libre, sin duelo.

Se presentó este libro de poemas de Mª. José Gancedo (Pepiña), el pasado mes de diciembre en la Biblioteca Manuel Altolaguirre de Benalmádena. Este libro está dedicado a su padre: El hombre de bien, que inspiró estos versos. Así lo introduce esta poetisa que nos hace sentir la muerte desde otro punto de vista, y tras el recital, pudimos descubrir unos versos donde es el amor el que triunfa sobre la muerte.

Poesía Mónica López Bordón

La poesía y el amor dibujaron sobre mí el epigrama de mis únicos refugios. No sabía dónde encontrarte, dónde encontrarme. Reluciendo en cada borde de luz vi florecer de nuevo el tiempo, los días. Seguí despierta para poder volar y nacer de nuevo en la carne del verbo. Mi amor asume el mundo y la piel se estremece. Espero desde este lado de la vida. Siembro rosas.

Los cuatro puntos cardinales del amor Acaricio los nuevos ojos del amor que florecen entre el alma y la piel. Vibran en mi cuerpo los secretos del mundo desde la raíz envuelta en la dulce armonía del sentir del verbo tan vivo. Misteriosa maravilla la de los cuerpos abrazados al calor de un verso en un poema. Cabalgan las noches sobre las conversaciones detenidas a flor de viento. Palabra y vida caminan sobre mil amores y nace de Adán y Eva la hermosura deshojando el desorden. Me acostumbro de nuevo a la sonrisa del mundo, sublime y sencilla. Descubro la vida que escribe el amor y sus bellos puntos cardinales. http://vivirparacontarlaconpoesia.blogspot.com

Poesía ESTE RODAR DEL TIEMPO Puri Teruel

Este rodar del tiempo sobre mis venas, el persistente aliento de la noche, mi vida reducida a un instante, y todo lo que aborrezco entrando a través de las grietas de mi memoria. El miedo por la huída de mis lágrimas, el no saber el horario de tus risas, mi cuerpo clavado en la cruz de tus desganas, y los recuerdos arrojando a la cara trapos sucios. La certeza de no haber aprendido nada, mis manos llenas de vanas promesas, saber que el dolor se arrastra hacia mí vilmente, y que jamás se repliega, sentir que a mi piel se le escapó la seda, que los años se pasean a sus anchas por mis canas y que tus ojos desvían su mirada hacia otros mares más azules y bravíos. Todo confirma la derrota. Se abren de par en par las puertas a la tristeza.

A este Buenos Aires lo inventamos cien locos, cien tipos aburridos cerquita del suicidio. Y esta tarde me puse a mirarle la entraña /boliche de mi barrio, cómo se habrán reído/ Los sábados se instalan sobre mi lado óseo, ese costado duro donde adormece el canto. Y este sábado agosto llueve todas las lluvias y yo esperando a nadie. Lo hago de tanto en tanto. Tuñón pasó hace un rato. Me regaló angelitos. Erdosain se fue lento chapoteando su angustia. Me proponen revueltas un rebelde barbudo y gardeles de trapo cantando letras mustias. Un diariero aguachento bancando pulmonías. Taxi, va una pareja y amueblada furtiva: un cafisho empolvado que olvidó el almanaque, rebusque vespertino de yiranta aburrida.

POESIA EDUARDO PÉRSICO

/Qué sábado a la tarde de lluvia y compañía/ Ni está el loco de siempre para explicar cuestiones y este costado duro donde adormece el canto, hoy lo mastica el solfa de antiguas frustraciones.

Me lo comen las minas que habitaron mi sábana y amasados acordes de insomnio guitarrero. Esta astucia constante de estafarme yo mismo y mi triste zoncera de creerme un mosquetero. Politeama, boliche, te inventaré otro sábado. Con pibes que nos suban remando la alegría y que canten gritando su manera futura, aunque la tarde escurra pañales de agonía. Que entren sin importarle lo que dijimos antes, y si importa, que apenas nos digan ‘buenas tardes’. Que esta mufa no siga llorando letanías, y se muera el cafisho y el diarero se salve. Yo te juro, me borro de escribirte palabras aunque aquella no vuelva cuando llegue ese día. Ni le diré al mozaico que manotea la guita /un feca cuatro mangos; qué cara está la vida/

Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.

Relatos

BENGASI Por Rafael Borrás Premio del Público del VIII Certamen de Narrativa Canal Literatura 2011

Algunos maledicentes postulan que nadie en su sano juicio puede fumar Gitanes; que lo eligen, en su mayoría, trastornados mentales sin diagnóstico y tipos que presentan delirios de artistas. Zayed no estaba loco y de artista sólo tenía la puntería. Se ganaba la vida como francotirador. A tanto por muerto. En su rincón de la casucha sintió un escalofrío bajo la manta cuando el canto de un gallo anunció la cercanía del alba. Llevaba allí diez días, acampado en el aduar en que pernoctaban las tropas leales al coronel; de noche casi no podía descansar, sometido a una especie de ingrata duermevela por culpa del repique de timbal de los nocturnos disparos de mortero. Calculó la hora, se había acostumbrado a inaugurar la jornada con el reloj infalible de aquel quiquiriquí quebrado que le sacaba definitivamente del sueño. Para entonces, algunos soldados iban y venían entre un trajín de aceros engrasados, paños, munición y correajes. En el dintel de la puerta asomó la cabeza un cabo que les urgió a darse prisa. Zayed era casi siempre el último en despertar. Después de lavarse repasó sus armas, dispuestas sobre una manta junto al catre; al contrario que la mayoría, antes de irse a dormir acostumbraba a limpiarlas minuciosamente y dejarlas a punto. Hacía tiempo que para esa tarea, como para disparar, usaba gafas. A cada nueva contienda le dolían más los riñones por la mañana, los pies le escocían por las noches y el hombro soportaba peor el impacto del retroceso del fusil. Cabeceó resignado. Se estaba haciendo viejo. Al menos para una vida a saltos de país en país y de guerra en guerra. Sin decir una palabra recogió su plato de alubias, encendió el primer Gitanes y se sentó en el suelo a desayunar, cerca de la radio. La indiferencia con que Zayed escuchaba las noticias se transformó en viva atención cuando el locutor de la cadena oficial anunció el parte de bajas de ambos bandos. Aguzó el oído con la cuchara detenida ante la boca. Le vino sin querer una sonrisa amarga que hizo sobresalir el mapa de arrugas de un rostro marchito por miles de horas al sol del desierto, encajado entre su larga melena rala y una barba entrecana 1

y rural. Minutos

después

empuñó

el

fusil

telescópico,

un

Dragunov

SVD

semiautomático, se calzó la gumía en el cinto y se dispuso a abandonar el refugio envuelto en su chilaba parda junto con unos cuantos camaradas somnolientos. Apenas unos gruñidos para desearse buena suerte. Salieron hacia la noche, muy fría y todavía negra. Mientras se encaramaba a la trasera del jeep, Zayed recordó con inquietud que la tarde anterior había perdido casi toda la paga semanal en una timba funesta de póker. Necesitaba urgentemente hacer caja. Por el camino sacó del paquete plegado otro cigarrillo que se fumó en silencio a largas bocanadas, absorto y serio, con el todoterreno machacándole la espalda al rebotar en los baches. Notaba en las sienes y los párpados el cansancio acumulado y la falta de sueño. En un momento dado extrajo del bolsillo una foto que iluminó con la tímida lumbre del cigarrillo. Una granja de dos plantas cercana al pico Shir Kuh, en los montes Rud, terreno fértil salpicado de plátanos y moreras. ─Tal y como marchan las cosas, en pocas semanas a casa. —se dijo. Y añadió resolutivo—: Y a la próxima que vaya otro. Se acabó. Llegaron aún a media luz a las inmediaciones de Bengasi, cerca de Garyounis, línea de vanguardia del ejército de un pintoresco coronel acorralado. Todo parecía tranquilo. Vieron mujeres que se escondieron enseguida, gallinas y alguna cabra merodeando en busca de restos de comida. Se acordó con el sargento el emplazamiento de las baterías de mortero, ametralladoras, y se decidieron los nidos para los francotiradores como él. Zayed se mantenía tranquilo, como si anduviera de excursión campestre. En realidad era una rutina archisabida, repetida decenas de veces en decenas de operaciones de castigo. Le asignaron la azotea de un edificio abandonado, carcomido por la artillería aunque todavía en pie. Desde allí se divisaba sin obstáculos la avenida principal de entrada en el barrio. Sobre un alero de la terraza colocó el fusil en el trípode, alimentado con un cargador de cartuchos 608 Winchester. A su lado fue ordenando sobre la colchoneta fina, con la organizada meticulosidad de un cirujano, todos y cada uno de los utensilios que pudiera necesitar: cargadores con munición variada, punzón destornillador, medidor de viento y temperatura, mira nocturna, correaje de transporte y la bayoneta por si había que evacuar a empellones. Una vez instalado, comenzó ensayando la puntería con una mora que poco después se aventuró por la 2

calle. Bingo. Incluso disparando desde unos cuatrocientos metros, la desgraciada acabó con el cráneo reventado sobre un charco de sangre. Pero no era suficiente. No con los treinta dólares por cabeza de mujer. Aunque, como no estaba para renunciar a un solo billete, al anochecer bajaría a cortársela. Encendió otro Gitanes que fue consumiendo con fuerza, como siempre, como si fuera el último. A las diez seguía sin aparecer nadie. La mañana transcurría con tediosa lentitud. Por fin, cerca de las doce y con el cielo cayendo a plomo, una columna de blindados rebeldes se aproximó por una carretera a su derecha. A casi un kilómetro de distancia, gracias a la mira telescópica pudo divisarla sin perder detalle, incluso con el humo del enésimo cigarrillo cegándole unos ojos entornados por la luz directa del sol. Los artilleros gubernamentales maniobraron con rapidez y las baterías vomitaron sus proyectiles. Se oyeron gritos lejanos de gente herida. Esperó paciente su oportunidad. Media hora más tarde el convoy progresaba hasta meterse en un desfiladero de casas derruidas, un terreno completamente expuesto en el área de tiro fácil para Zayed. En principio, ningún hombre a la vista. De pronto, en lo alto de uno de los carros de combate vio a un soldado asomar el torso por la escotilla y elevar al cielo un brazo triunfal y su mugrienta cabeza enturbantada. Luego gritó insultos obscenos contra Gadafi. Eso eran doscientos dólares. Impasible, enfocó al escandaloso en el centro de la cruz de cristal líquido de la mira. Empujó el cerrojo e introdujo un cartucho en la recámara. Mientras aspiraba una bocanada larga de humo, armó el percutor. Aguantó la respiración. El gatillo le rozaba la yema del índice. Aunque no lo sabía, aquel sujeto estaba ya muerto. No llegó a ver caer al del blindado. Una milésima de segundo antes de que disparara, un rebelde oculto en la terraza le descerrajó un tiro en la nuca con una vieja pistola oxidada, y la frente de Zayed fue a estrellarse violentamente contra las baldosas. Después le vació el cargador hasta que se hubo quedado rígido tras un último estremecimiento. Finalmente, con la propia gumía de Zayed le rebanó las orejas a modo de trofeo. Al día siguiente el cuerpo del mercenario fue amontonado en la calle junto con un puñado de cadáveres más. Desde Trípoli, el Comité Internacional de la Cruz Roja dio órdenes para que a los muertos sin identificar o no reclamados se les diera sepultura lo más pronto posible en una fosa común. Antes, un muchachuelo de los 3

tantos que deambulaban por allí rebuscó en los bolsillos de Zayed y se hizo cargo de unas cuantas monedas, la foto de una casa de campo iraní que tiró enseguida y medio paquete de Gitanes que guardó en una bolsa de plástico con otros botines de pillaje. Alá le había ahorrado a Zayed comprobar que, con enemigos silenciosos por la espalda, de nada le había servido su prodigiosa puntería. El Dragunov, naturalmente, se lo había apropiado el verdugo.

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Relato LA MALETA DE MI PADRE Pepa J. Calero Entonces, ella bajó los ojos y sacó de su enorme bolso rojo un bello cuaderno con dibujos de encaje, semejante a un grupo de pequeñas celosías en blanco y negro. Lo depositó con mucho cuidado sobre la mesa y comenzó a hablar. –– Este cuaderno es una joya. Resume la razón por la que estoy aquí. Es un muro de Jali, una ventana de piedra perforada, desde donde las gentes solían ver sin ser vistas ––suspiró––, contiene historias que escribí; y, lo más importante, frases, párrafos, capítulos de un libro que el azar dejó en mis manos. Un regalo: La maleta de mi padre, de Orhan Pamuk. Una hora antes daba comienzo el taller de escritura creativa. Era una tarde de primavera incrustada en diciembre. Corría el año dos mil ocho. Hacia unos minutos que habíamos terminado las presentaciones. Estábamos en silencio leyendo el programa, cuando se escucharon unos pasos lentos, sosegados, decididos, acercándose a nuestra sala. Una señora mayor, alta, delgada, con el pelo níveo recogido en un moño entraba en la habitación. Llevaba una enorme camisa blanca sobre un vaquero negro. Tenía un semblante amable y acogedor. Fuera el viento movía graciosamente las ramas de los árboles. Un tímido rayo de sol parpadeó sobre la mesa de trabajo. Se sentó frente a mí y pude ver como sus pequeños ojos claros sostenían con franqueza nuestras miradas. Su reloj marcaba las seis. ––Me presentaré ––dijo––. Mi nombre es Ana, Ana Crespo. Tengo 72 años. Resumir una vida en una frase es tarea de titanes; bueno, vivir también lo es. Intentaré ser breve. Voy a empezar. Fui maestra. Desde que recuerdo, la palabra escrita ha configurado mi mapa. Siempre he escrito cosas: reflexiones, cuentos, retales de historias, poemas y algún que otro conato de novelar la vida. Intentos. Nada terminado, folios y folios de conjeturas ––se detuvo, tomó aire––. Esperaba jubilarme para…,

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bueno, ya saben, tener tiempo y esas sutiles mentiras que nos decimos a nosotros mismos. Tonterías. Cuando llegó no tuve la osadía necesaria para llevar a cabo la tarea pospuesta durante tantos años. Las carpetas con el material que había acumulado eran descomunales. No sabía por dónde empezar. Hizo una pausa. ––Recuerdo la pena que sentí la noche que decidí abandonar mi sueño, porque a partir de ahí el genio de la tristeza quebró mi espacio y me quedé a oscuras, en silencio. Lo llamaron depresión. Bajó los ojos. Con tranquilidad saco una botellita de agua, bebió, al tiempo que miraba el post con mi nombre. –– Mi hijo se llama Simón, como tú ––dijo con una amplia sonrisa que iluminó su cara––. Esto es historia ––se irguió en la silla y continuó––. Una tarde de julio, cuando regresaba a casa, una tormenta imprevista y feroz me obligo a refugiarme en una cafetería. En la silla de al lado junto a la mía había un libro. Lo abrí, y conforme iba leyendo comencé a temblar. Era un guiño que el destino me hacia. En la portada, había un sello de bookcrosing. Me quede con el libro una semana. El libro trata del gozo de escribir y de una maleta que el autor recibió como legado. Esa maleta estaba cargada de fragmentos de historias, textos que su padre, un aspirante a escritor, nunca concluyó ––tomó aire, parecía esperar las palabras para continuar––. Me vi entre aquellas líneas, con esa triste maleta, o mejor dicho, con una enorme carpeta cargada de… nada. ¡No se imaginan la de veces que leí ese libro aquella bendita noche! Al día siguiente tomé la determinación: buscaría ayuda para escribir un libro, mi libro. El resto llegó solo. Compré el cuaderno, deje la medicación, me entusiasmé con la idea, y aquí estoy. Sonrió. A lo lejos se insinuó la luna, blanca, llena, redonda, colándose entre las nubes. Mas tarde, desfilaron las horas, los días y los años. Regresé a esta historia hace unos meses, el domingo de abril que encontré su libro publicado en el escaparate de una librería.

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Nacido para el mar Lola Buendía Era un domingo de final de verano. Me relajaba bajo el oasis de palmeras de la playa. En mis manos sostenía un libro que mis ojos se empeñaban en leer. El sol me lanzaba guiños tras las palmas, el frescor de la hierba cosquilleaba mis pies, (¡qué cosas, césped a la orilla del mar!), niños empeñados en construir castillos de arena demasiado cerca de la marea, otros pretendían llenar con su cubito improvisados océanos y corrían hasta la orilla trasegando agua hasta quedar decepcionados y abandonar su tarea desalentados por aquel agujero que parecía no tener fondo; algunos jóvenes se dejaban acariciar por los ardorosos rayos como amantes complacidos…, tantas sensaciones había a mi alrededor que guardé el libro en mi bolsa playera y me acerqué a la orilla. Demasiado fría. Decidí pasar de bañarme. Entonces vi que se deslizaba por la hierba del oasis un hombre joven en una silla de ruedas. Dejó a un lado las muletas y procedió a quitarse la camiseta. Su torso era robusto y velludo, sus hombros anchos y sus brazos musculosos y fuertes. Luego se bajó los pantalones y aparecieron dos piernas sin forma, delgadas y blandas, como si no las sustentara ningún hueso. Me pareció un hombre con dos mitades de cuerpos distintos, como si se los hubieran unido artificialmente. Después, con dificultad, se alzó de la silla apoyándose en las muletas. Luego las abandonó junto a su ropa, y reptó por la ardorosa arena como un remero trazando un sendero hasta el mar. Yo tenía curiosidad por ver cómo se las arreglaría en el agua. Para mi sorpresa, en cuanto se adentró en el mar su cuerpo se hizo ágil y sus brazos poderosos le llevaban a través de las corrientes frescas y amigables, compasivas y salutíferas; con decisión se dirigió hacia un punto en el horizonte. Le vi sonreír por primera vez, sin duda se sentía liberado de sus extremidades, inútiles para la tierra pero ligeras para el líquido salino que las sustentaba. El joven seguía adentrándose como un bañista más dejándose acunar por el único elemento para el que, quizás, este hombre había nacido.

Mis ojos dejaron de verlo perdiéndose en el infinito. Quién sabe si allí en el horizonte le esperaba una sirena en el reino sumergido del silencio. Cuando regresé al oasis ya se había borrado el sendero trazado en la arena.

Infantil EL Erizo más feo del bosque

Erino seguía liso y escurridizo como un cochinillo recién nacido. Todavía no le habían salido las púas y lo normal es que asomen a los pocos días de nacer. No parecía un erizo, era tan feo como una rata de cloaca. Mamá Eriza recogía el desorden del agujero. Sus cuatro hermosos y rosaditos erizos contaban muy pocos días de vida. Iban de aquí para allá, buscaban algo parecido a sus pezones para chupar, una vez más, la dulce y deliciosa lechecita tibia que tanto les gustaba. Se movían todos a la vez, pelota

de

formando una

pinchos,

menos

Erino… Se pasaba el día boca arriba, inmóvil, en un rincón de la madriguera; hacia

tan

ambos

sólo lados

agitaba sus

vivarachos ojillos negros como los arándanos. Cuando dormía roncaba tanto que apenas dejaba descansar al resto. Mamá Eriza le animaba para que comiera junto a los demás; se preocupaba mucho por él, cada día que pasaba lo encontraba más deslucido y, sobre todo,… ¡tan diferente a sus hermanos! Rezaba por las noches para que la primera púa saliera lo antes posible de aquella piel tan deslucida y resbaladiza… En el campo ya se veía un verde más fresco que anunciaba la llegada del calor y de días más luminosos. El verano por fin enseñaba su sonrisa tras una larga y perezosa primavera. Los erizos, aprovechando los momentos menos calurosos del día, buscaban por la sombra deliciosos insectos para su comida. Erino apenas salía de su escondrijo y casi siempre se quedaba alguno de sus hermanos con él. Mamá Eriza pensaba que así le protegía de todo peligro, al no tener púas era mucho más débil que los demás. Aunque no sólo se trataba de una mayor protección, también se avergonzaba de que los habitantes del bosque conocieran al hijo tan feo y extraño que le había nacido.

Sin embargo, hoy era un día distinto para nuestro amiguito. Su hermano no se conformaba, no quería perder más tiempo cuidando del feo e indefenso Erino, y con la escusa de cazar un apetitoso escarabajo cerca de la madriguera, desapareció dando brinquitos detrás de un tupido arbusto. Erino estaba entusiasmado, por fin podía dar un paseo, ¡su primera salida! Cambiar la oscuridad de su guarida por la hierba fresca, la brisa y la tibia luz del recién estrenado verano. Salió de su escondrijo muy despacio y miró hacia todos los lados, temeroso y excitado. Caminaba indeciso, asombrado por el fabuloso espectáculo que contemplaba por primera vez. Ajeno a cualquier peligro, Erino se sentía muy feliz por todo lo que estaba descubriendo él solo y se preguntó por qué no lo hizo antes… El agradable olor de la hierba fresca y la tierra mojada, los llamativos colores del bosque, los dulces y confortables sonidos que le rodeaban… ¡Cuántas cosas bellas se había perdido por no tener púas y por el miedo de su madre! Casi a punto de llorar, de repente vio un brillo muy intenso al lado de un árbol. Fue hacia aquel extraño objeto plateado, con formas cuadradas, que le atraía más que cualquier sabroso insecto. Cuando ya estaba cerca, recordó a su madre y sintió miedo. Pensó en sus advertencias acerca de no tener púas, él no podía defenderse del ataque de otro animal. ¿Y si aquella cosa brillante fuera algo peligroso? Pero la curiosidad fue más intensa que el miedo y Erino se acercó para ver qué era aquello. Subió con sus resbaladizas patas encima del cuadrado brillante y arrimó su carita para verlo aún más cerca… De pronto, sobre aquel extraño rectángulo plateado, apareció un espantoso ser de piel rosada que le miraba con unos ojos negros fuera de sus órbitas. Chilló con tanta fuerza que alarmó a todos los animalillos que por allí se encontraban, incluidos otros erizos. Erino siguió gritando sin parar, inmovilizado por el terror. Cuando el grupo de erizos y otros curiosos del bosque llegaron al lugar de los alaridos, se detuvieron en seco. Delante de ellos y encima de un flamante espejo, un bellísimo erizo, con las púas más afiladas y perfectas que jamás habían visto, les miraba con unos avispados ojillos negros como los arándanos. Cuento finalista en el certamen de la Editorial Fergutson Ilustracción: BIBIANA ANGIULLI ANGIULLI Texto; Mar Solana

http://www.marsolana.blogspot.com/

La sorpresa del Camaleón

Ilustración e idea: María Barrionuevo Almansa

Reloj sin Agujas y Nota Disonante vivían en la Casa del Verano. Nadie los visitaba nunca durante el invierno. Pasaron los meses de frío recogidos entre los muros de piedra. La primavera llegó. Reloj sin Agujas y Nota Disonante recibieron a la estación de las flores por todo lo alto. Hicieron una fiesta. Nota Disonante sonó sin parar. Se la oía correr por los pasillos, las esquinas y los huecos con sus liosas melodías. — Din, pling, fliiiinch... ÑÑeeeec. Reloj sin Agujas le seguía el ritmo al compás de su péndulo. — Fvhin... nn... fvhen, fvhin, fvheennn... Así estuvieron hasta que se agotaron de tanta diversión. Durmieron no se sabe ni el tiempo. Mientras soñaban debió llegar el verano porque cuando despertaron hacia mucho calor. — ¿Te has fijado, Reloj sin Agujas?... —le dijo Nota Disonante en acordes desafinados —Se vuelve a oír el río. La hierba ha crecido mucho y las flores han poblado todo el jardín. Pronto volverán los niños y su familia. — A mí la ajetreada vida de verano también me gusta —penduleó Reloj sin Agujas. A lo que Nota Disonante agregó: — Sí, sí... Aunque si no fuera porque los niños y su familia se olvidan de que existe el tiempo cuando están de vacaciones, tu vida no tendría sentido. — Sí, sí... ¡Suerte que vivimos en la Casa del Verano!... — celebró Reloj sin Agujas— Además, si no fuera porque la madre de los niños, famosa en el mundo entero por sus artes al piano, decide descansar y no tocar una tecla cuando viene aquí, tú no podrías decir ni mú... —le respondió Reloj sin Agujas.

— Sí, sí... ¡Suerte que vivimos en la Casa del Verano! —suspiraron ambos a la vez.

Texto: María Barrionuevo Almansa Ilustración: Z Del libro Piel de Nube y otros cuentos, Editorial Sarriá.

Rockberto Crónica del homenaje a un mito del rock malagueño El pasado 12 de Junio de 2011 fallece en el hospital Clínico de Málaga Roberto González Vázquez, más conocido como “Rockberto” Cantante, poeta y alma de una banda que ha hecho mella en la historia del rock andaluz, Tabletom. Tras semanas en estado grave por una avanzada insuficiencia respiratoria, esta vez el “Maestro” no logró superar su afección, arrastrada desde hacía dos años por las secuelas de una neumonía sufrida en 2009. Rockberto, cantante y poeta del pueblo, trovador de las calles de Málaga, nos ha dejado un legado de diez discos con Tabletom, mas de una centena de canciones compuestas por él y los hermanos Ramírez; numerosas colaboraciones con artistas como

Raimundo Amador, Kiko Veneno, Silvio, Extremoduro, Los Delinqüentes, Javier Ojeda, Chambao, Maria Jiménez, Luz Casal, Marea… Treinta y cinco años de trayectoria liderando Tabletom, y mas de cuarenta creando escuela y propagando su obra. Malagueño hasta la médula, tuvo varias oportunidades de consagrarse como artista, entre otras de la mano del productor Ricardo Pachón, quien lo consideraba un genio musical de la talla de Camarón. Sin embargo, él prefirió consagrarse como persona. Fue un tipo que en ningún momento ansió la fama o el dinero, se conformaba con una vida sencilla, rodeado del cariño de su gente. Pero eso sí, cerca de los escenarios. Cualquiera que siguiera sus pasos sabía que el escenario era su segunda casa, se movía por allí como un pez en el agua. Le encantaba pasear por las calles de la capital, casi siempre con un libro bajo el brazo, saludando a unos y a otros, con esa simpatía y empatía que le hacían único e inigualable. Lo mismo charlaba con el Alcalde que con un gorrilla del parque, eso sí ante todo amaba su tierra, su Málaga. 1

Treinta y cinco años de Tabletom un verdadero icono en Málaga

Ya hace años que Rockberto y Tabletom se convirtieron en un un verdadero símbolo para las jóvenes generaciones de músicos y aficionados . Un estilo propio y singular, unos instrumentistas de nivel, letras de corte poetico rematadas por un arsenal de humor y osadía,…Pero no cabe duda de que lo que más ha ensalzado a Tabletom siempre ha sido el espiritu libre y arrollador de Roberto, tierno y rebelde a la vez, sencillo y cercano. Y desde luego, su imprescindible toque de humor, sus frases improvisadas en directo, esperadas por su público entre canción y canción. Amante incansable de los juegos de palabras, para unos loco, para otros demasiado cuerdo, todo un truhán y todo un señor, un personaje salido de un cuento de corte moderno…

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Con los grandes y con los “chicos” Siempre apoyando a artistas noveles En el concierto homenaje de Tabletom a Roberto el pasado 1 de Octubre, Javier Ojeda (voz de Danza Invisible) afirmaba al respecto “el ADN de Rockberto y de

Tabletom corre por las venas de la mayoría de los músicos malagueños. Mi primer concierto a los quince años fue de Tabletom”. De hecho, el idolatrado malaguita siempre brindó su apoyo y colaboración desinteresada tanto a artistas consagrados como Luz Casal, Chambao o Kiko Veneno como a jóvenes músicos o artistas noveles con los que realizó grabaciones en estudio o apariciones en directo. Este es el caso de los percusionistas TantaTrampa, los raperos Sindrome Underground, los metaleros Bodega Canibal, el Sr. Gris, BuenaSombra,…

Kiko veneno hablaba de Roberto como “un artista completo”: cantaba,

componía y era un excelente improvisador encima y debajo del escenario . Tenía una capacidad propia para comunicarse con el público, en una ocasión una fans le gritó: Roberto, Gracias por hacernos sentirnos libres!! Cosechó grandes amistades con muchos de sus seguidores, de hecho pasaba largas temporadas, incluso meses en casa de músicos y amigos que le acogían con cariño y admiración

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El homenaje en vida, “el que no pudo ser” En vista del deteriorado estado de salud de Roberto, Tabletom decide dar un último gran concierto para despedirse de su publico malagueño. Las últimas actuaciones habían vaticinado que Roberto no podría estar mucho más tiempo soportando la dureza de casi dos horas de actuación con las que acostumbraban de deleitar a su público. Pero este concierto no llegó a materializarse, hubo dee suspenderse, pues poco antes de la fecha Roberto estaba ingresado en estado grave.

El primer homenaje Póstumo, en el sepelio El primer acto de despedida tuvo lugar a las 17.00 h. del 12 de junio, en la capilla del Parque Cementerio de Málaga, bajo numerosas muestras de cariño y respeto. Ejercieron como maestros de ceremonia los hermanos Perico y Pepillo Ramirez, que dieron el último adiós a su compañero interpretando “El Tango” y “Málaga” de Tabletom a guitarra y flauta. Mas tarde se incorporó al dúo Agustín Carrillo, el otro viento del grupo. Coreando los temas cientos de personas presentes, y vitoreando al querido artista con palmas y espontáneas ovaciones: ¡ Ese peaso de Roberto!

Se nos ha ido Rockberto, un trozo del alma de Málaga, un padre y patriarca, un maestro musical y espiritual, un referente y una escuela para jóvenes y no tan jóvenes, para músicos y aficionados…, Pero también se nos ha ido Roberto González Vázquez, una persona de una calidad humana excepcional, que a todos aquellos seguidores de su obra, nos ha enseñado que de nada valen los méritos ni los galones, todos somos de la misma casta y condición, nadie es más que nadie… y, sobre todo, con sus palabras, su música y su persona, nos ha hecho sentirnos libres a varias generaciones de malagueños boquerones

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Cita con en el

ALBERGUE DE LA MUSICA DE TORREMOLINOS ESPACIO MULTICULTURAL y ARTISTICO

Agenda de 5

Actividades Culturales Proximos … Conciertos Jornadas Talleres de formación Actividades infantiles…

VIDEOCLIP DEL ALBERGUE DE LA MÚSICA http://www.youtube.com/watchv=m2jcdNYF18Y&feature=share

Los Gringos

Ensayo de la banda

Siempre Rockberto

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Próximos

…Conciertos y fiestas musicales

Ciclo “Torremolinos VivelaMúsica” Sábado 7 de Enero

Fiesta de los 80´ clausurando las navidades y dentro del programa de actividades del “ciclo Torremolinos VivelaMusica”, el Albergue de la Música organiza la

I Fiesta de los 80´ con clips, videoproyecciones y canciones de Bauhaus - Christian Death – Joy Division - The Cure Paralisis Permanente – XTC Psychic TV - The Fall The Residents - Virgin Prunes MCNamara ...

Sábado 14 de Enero en Concierto desde Murcia

Antonio Cassinello Rock& Roll Trío Se acercan al Albergue estos rockeros murcianos con su trabajo "Un sueño a diario”, en cuya grabación han participado varios musicos de lo mejorcito de Málaga como ,Roberto Cantero (Flauta y saxo de Chambao) o Coki Jimenez ( batería de Amaral) Entre otras actuaciones programadas para los meses de Enero y Febrero : Lito Blues Band, Ramirez Brothers, BuenaSombra, Jarrillo´Lata,…

Talleres de formación 7

Aprende Flamenco

Para los pequeños de la casa: Jardín musical y Campamentos-taller musicales

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EL FLAMENCO COMO UN PRODUCTO CULTURAL Rafael Silva Martínez

SOBRE LA GÉNESIS MUSICAL DEL FLAMENCO (I) Como ya avanzamos desde el número 3, vamos a dedicarnos en primer lugar a estudiar las diferentes aportaciones musicales preflamencas, y su influencia en la génesis del Flamenco. Estudiaremos las diversas corrientes musicales que pudieron dejar su huella en la configuración de nuestro arte, sin entrar en mucho detalle, pues ni se trata de publicar un estudio científico exhaustivo, ni tenemos espacio para ello. Sólo tratamos pues de recopilar alguna información de referencia, para intentar establecer una idea aproximada, pegada a la realidad y al sentido común, sobre este tema. Quiero antes de continuar advertir a los lectores que los temas que desarrollamos aquí necesitan ser apoyados por conocimientos musicales muy profundos, que ni siquiera el que escribe los tiene, pues no soy musicólogo, pero dichos conocimientos musicales se han de apoyar también por referencias escritas, por investigaciones subsiguientes, por la tradición oral y por el sentido común. Sólo metiendo todos estos factores en la coctelera podemos imaginar y entender bien cómo se gesta musicalmente el flamenco. Mucho se ha dicho, opinado, investigado y publicado sobre estos asuntos, luego por tanto no vamos a descubrir nada nuevo, por lo que me remito a toda la gama de estudios y artículos publicados al respecto, y a recomendar su lectura a aquéllos lectores interesados en obtener una más amplia información. Un primer factor a destacar es la presencia del pueblo gitano, y toda su influencia en la gestación del primitivo flamenco. Al igual que ya hemos hablado del famoso triángulo fundacional del flamenco, también parece quedar fuera de toda duda razonable que los gitanos tuvieron mucho que ver con el alumbramiento de nuestro Arte, aunque existan mayores resistencias a una aceptación generalizada de tal supuesto. No obstante, la polémica en torno a este tema será desviada a otro número de nuestra revista, para no interferir mucho con nuestra línea argumental. Pero si la participación de los gitanos en el alumbramiento del cante (cuando ya llevaban varios siglos asentados en Andalucía) parece fundamental, aún sin desestimar cuánto pudieron asimilar de las canciones y danzas populares que hallaran en nuestra tierra (puesto que es impensable que se mantuvieran ajenos a todo lo que había a su alrededor), no deben desestimarse otras posibles influencias en una región que, como ya hemos dicho en otros artículos, se caracteriza decisivamente por haber sido solar de múltiples y ricas civilizaciones, desde la legendaria Tartessos hasta los ocho siglos de dominación árabe. Y todas las influencias son dignas de consideración, siendo lógico a todas luces que dejaran su huella en el flamenco, como la dejaron en tantas otras parcelas culturales presentes en nuestra privilegiada tierra. Las podríamos englobar en dos grandes grupos, siguiendo a Ángel Álvarez Caballero y otros autores:

1.- Los cantos y músicas autóctonas peninsulares, sin ninguna aportación foránea aparente, o debidos a aportaciones tan remotas que pueden considerarse ya patrimonio indígena. 2.- Lo que pudiéramos llamar el “Orientalismo musical andaluz”, tan presente en muy diversas culturas, y especialmente en las mediterráneas. Aquí metemos un sinfín de variadas influencias, que siguen generando polémica y diferentes opiniones hasta nuestros días, según sean los cantes y los autores. Respecto al primer grupo, distintos investigadores han señalado coincidencias llamativas o curiosas entre nuestro flamenco y algunos cantos regionales de distintos lugares de nuestra geografía. Valgan como ejemplo el caso de las Alegrías de Cádiz y su parentesco con la jota aragonesa, y las conexiones de la farruca con ciertos aires gallegos, así como las del garrotín con otros de procedencia asturiana. Otros estudios ponen de relieve el tremendo parecido entre los cantes de trilla andaluces y los de arada de Salamanca y León, tal como lo manifestaba el musicólogo Lothar Siemens. Se han rastreado también coincidencias con el folklore hispano en martinetes, sevillanas, peteneras, fandangos y otros estilos. Pero en toda esta cuestión de las mutuas influencias, hay que distinguir entre lo que realmente haya podido incidir en la gestación del cante procedente de otros acervos musicales, y las aportaciones musicales posteriores con las que el flamenco se haya ido enriqueciendo y desarrollando, caso en el que están, por ejemplo, la farruca, el garrotín o los llamados cantes de ida y vuelta, o de genealogía americana. En el segundo bloque de influencias, se agrupa un amplio espectro de corrientes musicales que se integran en lo que suele llamarse Orientalismo, del cual serían subsidiarios de alguna manera tanto lo árabe-morisco como el propio arte flamenco. Felipe Pedrell señala en su “Cancionero Musical Español” las hondas raíces del orientalismo musical en varios de los cantos populares españoles, que él remontaba a la influencia de la antiquísima civilización bizantina. También Manuel de Falla encontraba en la seguiriya elementos del canto litúrgico bizantino, como los modos tonales de los sistemas primitivos, el enarmonismo inherente a los modos primigenios (esto es, la división y subdivisión de las notas sensibles en sus funciones atractivas de la tonalidad), la ausencia de ritmo métrico en la línea melódica y la riqueza de inflexiones modulantes en ésta. Parece legítimamente admisible, pues, la posible influencia de esa remota presencia bizantina en toda la música popular española, en la que también creía el musicólogo Hipólito Rossy. Caballero Bonald, por su parte, alude a lo que él considera una de las más interesantes confluencias del flamenco con la música litúrgica de procedencia bizantina: los pregones sagrados que se cantaban en la localidad sevillana de La Puebla de Cazalla durante las madrugadas de los Jueves Santos, que a su juicio representaban “uno de esos

peculiares focos musicales andaluces de donde se nutrieron en su día las tonás gitanas”. Tenemos que referirnos también aquí a la tan traída y llevada influencia judía en el flamenco. En su día gozó de gran predicamento entre los estudiosos, a raíz de un artículo publicado en 1930 en la “Revista de Occidente” por el escritor judío Máximo José Khan (quien firmaba con el pseudónimo de Medina Azara), en el que exponía toda una teoría que explicaba los orígenes del cante en relación con los marranos (los judíos conversos al cristianismo). En estos últimos años, esta hipótesis de la influencia judía ha sido rigurosamente cuestionada por muchos autores, sobre todo Hipólito Rossy, que echó por tierra a conciencia todo aquello que Khan tan cuidadosamente había construido, dejando además al descubierto la ignorancia de éste sobre el tema flamenco. Continuaremos con estos temas en el próximo número. http://rafaelsilva.over-blog.es

A COMPOSTELA SIN MOCHILA El viajero

Rafael Borrás Bajé a cenar en el comedor de la hostería de Rabanal del Camino, en plenos montes de León. Al pasar por su lado y mirarla, aquella jubilada británica de pecas rosadas, ojos glaucos casi transparentes y enérgica delgadez, me dedicó esa media sonrisa amable, típica de las damas anglosajonas, que tanto nos desconcierta a los españoles. Poco después de acabar mis raciones de empanada, vieira a la gallega y lomo de merluza, la vecina de mesa me sonreía, ya abiertamente, cuando me observó pergeñar trazos a lápiz en el cuaderno de notas entre sorbo y sorbo de café. —Vaya —me dijo—, no escribe un diario. No es usted como la mayoría de los peregrinos. —No, supongo que no. Dibujo itinerarios jacobeos y líneas de la vida reflejados desde la Vía Láctea. ¿Y usted, a qué ha venido? —Soy profesora universitaria, especialista en sociología religiosa. He viajado hasta aquí por un trabajo de campo sobre el Camino de Santiago y su significado como búsqueda espiritual. Aunque, entre nosotros, sobre todo recopilo documentación para mi próxima novela. ¿Sabe?, dicen que el apóstol escribió al paso por estas montañas cartas durísimas a ciertas congregaciones cristianas que dudaban de la existencia de la Virgen María. Muy interesante. Tengo cita con los benedictinos de ahí al lado para que me informen. Y..., dígame, ¿analiza esos reflejos estelares por algún motivo especial? —Sí. Acabo de cumplir sesenta años y debo reflexionar en un entorno sosegado sobre el concepto científico de «sexagenario no desechable». El estudio de las estrellas forma parte de él. —Entiendo. Y, ¿desde dónde viene reflexionando? —Desde Valencia. —¡Ah!, Valencia. La paella, las Fallas, el Miguelete... ¿Y espera sacar alguna conclusión? —Si me da su correo electrónico le prometo que será la primera en enterarse. Tal vez me gane un papel en su novela. Rió divertida. Luego me interrogó con un punto de educada sorna. — ¿Piensa que su reflexión es en verdad científica? —Sin duda. Existen publicados al respecto estudios de toda confianza. —¡Oh, my God!, eso es mucho más divertido que las cartas del apóstol.

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Fueron diez días dale que te pego al pedal sin más compañía fija que mi bicicleta y las alforjas. Traté de explorar lugares en los que encontrar sueños que todavía no he vivido, muy lejos de la propia vida. Días que pronto se irán convirtiendo en jirones de memoria. Hasta entonces estaré atento para que las anécdotas, imágenes y emociones del viaje, gracias a la distorsión que el tiempo realiza sobre la realidad tan precisa del momento, se vayan transformando en literatura feliz. A mí el latido del silencio, bien dentro de una ermita llena de vitrales emplomados, en la cima de una montaña preñada de bosques o en mitad de una planicie pelada, y mucho más con el sol benévolo del otoño, me sabe a gloria porque me sacude la espina dorsal con algo parecido a un susurro íntimo. Y me conmuevo sin remedio puesto que soy bastante blando. Atravesé en un suspiro los seiscientos primeros kilómetros en seis días. Subí, bajé y llaneé. Había reservado las etapas cortas para la última parte, al paso por Galicia, la zona más atractiva. Pero llegado a ello se puso a llover. Temporal de Finisterre, frío y viento. Ni uno solo de los cuatro últimos días me salvé del agua. No hubo incidentes notables. La máquina se portó y yo, mejor o peor, mantuve el tipo. Coincidí con gente normalita, sobresaliente y excepcional. Caminantes herméticos o estridentes, piadosos ensimismados o simples aventureros de la pachanga. Pernocté, menos en albergues colectivos para los que no tengo el ánimo preparado, en todo tipo de hospedajes, por lo común tirando a baratillos, y comí generosos menús del peregrino por cuatro perras. Pasado septiembre el Camino es territorio internacional, en el que predominan los jubilados europeos, la tropa oriental y ciertos espíritus libres sin clasificar. A todos les salen las mismas ampollas. Una Torre de Babel pegada a las sendas tanto como a la mochila o al impermeable. Hasta el Bierzo, cuatro gatos; a partir de allí, una procesión de hormiguitas coloreadas bajo la lluvia. Me tomé cervezas, riojas, albariños y orujos con un surtido de personajes. Conocí, por ejemplo, a unos mecánicos navarros, las orejas traspasadas de aretes, que calibran con el dedo sin errar ni en media atmósfera la presión de la rueda, reí con un camarero de rastas como serpientes que prepara en un bar del barrio viejo de Pamplona majestuosos bocadillos «pal fútbol», paseé por las silentes callejuelas de Castrojeriz durante el intermedio impreciso entre el crepúsculo y las sombras espesas de la noche, me senté en un parque de Frómista a charlar con un alemán sonrosado de barba cavernícola que buscándose a sí mismo me dijo que se había desnortado, observé a una australiana dulcísima, en Grañón, comer castañas silvestres con cuchillo y tenedor rizando el meñique, también, en la taberna celta de Gaia, cerca de Foncebadón, me mezclé con una pandilla alborotada de nórdicos, y en lo alto del Cebreiro, con unos belgas fuertes como bueyes que hablaban catalán a trompicones. En Villafranca me atendieron dos gemelas maragatas muy románticas que cuidan amorosamente de los peregrinos en su fonda. Anduve por Molinaseca con tres coreanas que me hablaban por señas de las bondades de su país y con un matrimonio canadiense de melenas parejas. Pedaleé más de cien kilómetros junto a unos vascos, cinco chavales como torres y una muchacha muy curtida, que, para ahorrar, dormían en dos camas, me reencontré en el frondoso monte Manjarín (en octubre lleno de ocres y amarillos, los tonos de la perturbación) con el templario Tomás y su ascética generosidad, al frente de su tenderete de baratijas.

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Y volví a enamorarme hasta las cachas de la impronta elegante del poblado medieval de El Acebo, con su majestad proyectada contra cada balcón que hace equilibrios en las casas serranas de la calle Real. Pasada Triacastela, me emborraché con pócimas de románico musgoso y conté una concha de secano por cada recodo o murete entre Sarria y Melide, supe de los ritos galaicos para ahuyentar las tormentas, y al final apuré un par de tragos de vino de bota con una cuadrilla de gaditanos ruidosos que azotaban los panderos y movían la pelvis en el monte do Gozo. Al término de una de esas tardes compostelanas con cielos de nubes cenicientas y regada por una lluvia interminable, el interior de la catedral deviene en un espacio detallista, excepcionalmente bello y místico. De aspecto vertical y palaciego, posee una armonía singular. El olor a incienso recién inmolado, a cera derretida y a mármoles sagrados en los que reverbera la piadosa sombra de los peregrinos, cargan el ambiente de una densidad húmeda, adormecida por lo siglos. Uno traspasa el Pórtico, luego recorre con cadencia de procesión capillas, naves, soportales mudéjares y bóvedas de crucería, o contempla ventanales góticos o platerescos y tesoros litúrgicos, y finalmente se arrodilla, cargado con sus culpas, frente a un baldaquino barroco en el que el manto del Apóstol resplandece como un doblón de oro. Es entonces cuando, atrincherado tras una belleza espiritual de tamaño voltaje, sin la menor pizca de adherencia terrenal, sobreviene la certeza de que allí estás a salvo de cualquier catástrofe, al margen de toda desdicha. Las personas albergamos una especie de bulbo extraño en el cerebro que nos impide imaginar los conceptos infinitos de tiempo y espacio. Ahí, dicen, se originan los complejos de inferioridad. Para compensar tal carencia nos atraen sobremanera las gestas de superación que impliquen alcanzar metas en principio lejanas y difíciles. Ello requiere, necesariamente, la complicidad de unas convicciones firmes, de una coartada moral, o, en su defecto, de unas razones a veces erráticas y poco claras hasta para el protagonista. Ya saben por mi charla con la escritora, que yo, además de esas convicciones, tenía un motivo muy concreto para darme un palo de tal calibre en forma de peregrinación. Y termino con algo que no debo ocultar a mis sufridos lectores, por si en el futuro les suena algo de todo esto cuando lean literatura inglesa. Al salir de la catedral la distinguí a mi derecha, muy arreglada, en la puerta del Hostal de los Reyes Católicos. Pensé que siempre ha habido clases. Agitó el brazo a modo de saludo. Me calé hasta las cejas la capucha del chubasquero y, pisando la imagen de la catedral que espejeaba en las baldosas mojadas de la plaza do Obradoiro, fui a su encuentro. —¡Viva Santiago! —exclamé al darle la mano. —¡Viva la paella! —me contestó eufórica— ¿Ya llegó a alguna conclusión? —¡Por supuesto! Llevo cinco días esperando para contársela.

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—Todo un detalle, caballero. —No lo crea. Pura justicia. Es usted una erudita virtuosa y se lo merece. —Pues, por mi parte, he decidido convertirlo en el protagonista de mi novela. —Vaya, muchas gracias. —No hay de qué. También se lo merece. Pero, ¿me va a explicar sus deducciones o no? — De acuerdo. Empecemos como se debe. ¿Hace un ribeiro? —Of course, amigo mío.

CURRICULUM de RAFAEL BORRÁS AVIÑÓ DATOS PERSONALES Nacido el 10 de septiembre de 1951, en Manises (Valencia). DATOS PROFESIONALES DOCTOR EN FARMACIA LICENCIADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS Actualmente

soy titular

de una Oficina

de

farmacia en Llíria (Valencia). Debido a mi profesión de farmacéutico, he publicado artículos de opinión y científicos en diferentes periódicos y revistas. También cuentos y relatos en libros recopilatorios, revistas en papel y en la digital “Almiar”. 2004-2008.- Director y presentador del programa sanitario y musical "Onda farmacéutica" en Radio Turia de L'Eliana. 2006.- Finalista del certamen de Relatos Breves del Ateneo de Sanlúcar de Barrameda. 2007.- Ganador del certamen de narrativa de la Asociación Española de Farmacéuticos de Letras y Artes. 2008.- Ganador del Primer Concurso de Guiones de Teatro Radiofónico de RTVV "José Luis Tormo”. 2009.- Ganador del certamen de relatos Digi Book. 2011.- Ganador ex aequo del premio del público en el VIII Certamen de Narrativa Breve Canal Literatura. Actualmente colaboro en las revistas digitales “Terral” y “Canal Literatura” y en la revista en papel “Pliegos de rebotica”.

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Sección: El viajero Por Lola Buendía

En el muelle de Honfleur En “El arte de viajar” del escritor Alain de Botton, leo que uno puede viajar sin salir de su casa. Algo parecido es lo que hizo Charles Baudelaire en Honfleur, cuando pasaba largas temporadas en casa de su madre para reponerse de su maltrecha salud.

Charles Pierre Baudelaire (1821- 1867) fue un poeta, crítico de arte y traductor francés. El llamado poeta maldito, debido a su vida de bohemia y excesos, y a la visión del mal que impregna su obra. Las influencias más importantes sobre él fueron Théophile Gautier, Joseph de Maistre y, en particular, Edgar Allan Poe, a quien tradujo extensamente. Honfleur se encuentra en la parte sur del estuario del río Sena, próximo al Puente de Normandía que une la ciudad con el puerto de El Havre –antaño, una puerta abierta para quienes soñaban con visitar nuevos lugares. De sus puertos partían hacia América prestigiosos trasatlánticos, Normandie, Liberté, France. Una primavera hicimos un viaje en un coche alquilado desde Rouen hasta el Havre, siguiendo el curso del río Sena hasta su estuario. Atravesamos el Puente de Normandía -esta maravilla de la ingeniería-, con las aguas del río teñidas de ocaso. Presurosos corríamos al encuentro de la historia de una ciudad, Honfleur, reconocida por su pintoresco y antiguo puerto, que fue pintado muchas veces por artistas como Gustave Courbert, Claude Monet,

Eugene Boudin…quienes formaron la Ècole de Honfleur, la cual contribuyó al surgimiento del movimiento impresionista. Honfleur fue tomada y ocupada por los ingleses en varias ocasiones. En 1415 se produjo un gran asedio que culminó con la captura de Harfleur por las tropas del rey inglés Enrique V. Era la etapa de La Guerra de los cien años .El pillaje era frecuente. La proximidad de ambas costas favorecía que grupos de saqueadores partieran hacia las costas inglesas, como sucedió con la ciudad de Sandwich en Kent, en 1457 cuando los franceses destruyeron parcialmente la ciudad en un ataque. Hacia finales del S. XVIII Honfleur experimentó un gran crecimiento del comercio marítimo. Incluso la ciudad formó parte de grandes descubrimientos, en particular en 1503 con la partida de Binot Paulmierde Gonneville a las costas de Brasil y con la partida de la expedición que dirigía Samuel de Champlain, en 1608 que finalizó con la fundación de Quebec (Canadá). A partir de este periodo el puerto de Honfleur prosperó con la multiplicación de comunicación con Canadá, las Antillas, África y las islas Azores, haciendo que la ciudad se convirtiera en uno de los cinco puertos más importantes para el comercio de esclavos en Francia. Fue difícil conseguir aparcamiento en una ciudad donde la visitan miles de turistas (eso que aún no era verano). Nos dirigimos al puerto donde Charles Baudelaire, sentado en el muelle, cuentan que viajaba con la imaginación, viendo zarpar y arribar los barcos por el Canal hacia el estuario del Sena. Aquí escribió su libro: Los Paraísos Artificiales, un “viaje” a través de sus experiencias con el hachís y el opio. El problema de los excitantes artificiales, que transfiguran la imagen de las cosas, significaba para Baudelaire mucho más que la mera fantasía. El consumo de drogas se le representa asociado con la placidez espiritual… el hachís exige hermosas habitaciones o paisajes y un entorno social favorable - son sus palabras. Charles visitó a su madre en Honfleur en varias ocasiones: En 1858 y en 1866. Como su enfermedad (contrajo la sífilis en 1847) no le permitía viajar, el escritor eligió otra forma más sosegada: se sentaba en el muelle y contemplaba el ir y venir de los barcos e imaginaba los paraísos a los que arribarían aquellos navíos. Probablemente fue el mayor consuelo para soportar su enfermedad. Un día conoció a Eugene Boudin, que durante un tiempo fue ayudante de a bordo en el buque que su padre tripulaba entre el Havre y Honfleur por el estuario del Sena. Cuando murió su padre, Eugene se dedicó con fervor a la

pintura. Charles Baudelaire fue el primer crítico en atraer la atención del público hacia el talento de Boudin, cuando el artista hizo su debut en el Salón de París en el año 1859. Junto a Monet participó en la primera muestra impresionista en 1874. Escritor y pintor fueron grandes amigos. Sentada en el muelle, en una primavera donde la luz es especial (quizás por eso tantos pintores impresionistas visitaron la Normandía), yo imaginaba aquella época extraordinariamente creativa, y contemplaba el hermoso paisaje desde el muelle, el mismo que vería Baudelaire y que pintó Boudín y tantos otros de la generación del color y de la luz. Hay más de una docena de galerías de arte en Honfleur. No hubo tiempo de visitarlas, pero fui testigo de los cambiantes tonos del atardecer sobre las aguas, y presencié el ir y venir de los barcos al encuentro de la mar, como hiciera Baudelaire. Me sentía muy feliz y afortunada, aunque mi viaje tuviera que continuar por carretera.

El viajero

UNA PRAGA SIN KAFKA Esperanza Liñán Gálvez

Praga es, para la mayoría de las personas, una ciudad que sobre todo respira el aliento de Kafka en cada uno de sus rincones. Omnipresente a la vuelta de cada esquina, porque en cada una hay un café o una tienda con su nombre, lo que nos predispone a creer como en su “Metamorfosis”, que vamos a encontrar algún extraño insecto que irá creciendo y creciendo hasta llenar la habitación del hotel y no vamos a poder salir a disfrutar sus muchos encantos. Si lo ignoramos el tiempo suficiente para salir a la calle a caminar, seremos capaces de reconocer una ciudad que es mucho más que la literatura de Kafka

y sus muchos

incondicionales. ¿Por qué no serlo de Mucha? Del imponente vitral de la Catedral de San Vito, o de los carteles artísticos, con sus musas etéreas, que dieron fama a Sarah Bernhardt fuera de París. Su museo no se encuentra en la Plaza de Wenceslao, sino que está en una discreta calle que es la antesala de la belleza; una estatua o un monolito nos sorprende a cada paso en ese camino y nos susurra que estaremos rodeados irremediablemente de ese arte con mayúsculas que ha dado la vuelta al mundo, adaptado a fastuosas catedrales o a caprichos publicitarios de su tiempo y aún así, ha trascendido como un patrimonio cultural. Otro día y otros pasos pueden llevarnos al museo Art Noveau del Teatro Municipal y a su restaurante francés, que nos transporta al esplendor de su época. No nos dejemos la plaza del reloj, centro emblemático de la ciudad, lleno de turistas que miran embobados hacia arriba esperando su singular espectáculo cada hora del día. El museo Nacional es punto y aparte; los frescos de sus techos embovedados casi nos obligan a subir las escaleras literalmente mirando al cielo. Sus numerosas y variadas salas te hacen dudar adonde dirigir tus pasos y tu mirada; si queremos conocer algo más a los checos, nada mejor que detenernos en la sala de Costumbres Populares y en las alusivas a la invasión rusa del 68 y la segunda guerra mundial. Bajando las escalinatas dobles podemos sentarnos en sus peldaños de mármol a tomar un respiro y encontrarnos con un inminente concierto, los músicos se están situando en el rellano más próximo, afinando los instrumentos. No nos movemos del escalón-platea en el improvisado auditorio, mientras la música asciende hasta los frescos, traspasa las puertas, recorre vitrinas y salas enteras; sin olvidarse de inundar nuestros oídos hasta tocarnos el corazón.

En un rato todo vuelve a la normalidad y la marea humana serpentea otra vez por las escaleras arriba y abajo para seguir con su visita. ¿Qué tal si almorzamos en Gran Hotel? Un elegante restaurante que también nos envuelve con vidrieras emplomadas, espejos y artesonados de madera; con el orgullo de su lujoso pasado y de su clase social. Hoy en día ausente de los salones, pero que sigue esperando volver a escuchar el ir y venir de camareros con las bandejas en alto llena de comandas, las risas de los clientes y el tintineo de sus copas. Si nos damos prisa y volvemos a la plaza del Reloj, llegamos a tiempo para escuchar otro concierto de órgano y soprano en la Iglesia de San Nicolás, que está justo al lado. Su acústica, su sonido sobrecogedor y una excelente interpretación, son los ingredientes necesarios que, mezclados con nuestros pensamientos, pueden emocionarnos hasta el punto de llorar aunque no seamos melómanos. Amanece una nueva jornada y bien temprano vamos hacia el barrio judío. Nada más pisarlo, sentimos flotar en el aire el dolor por los muertos del holocausto y nos traspasa hasta el alma un escalofrío inexplicable. Las impresionantes Sinagogas y ese cementerio exterior que acumula tumbas superpuestas con sus lápidas vencidas por el tiempo, el musgo y la intensidad del sufrimiento, son sus silentes testigos. Cuando reponemos un poco el ánimo, podemos seguir hasta la plaza de la República para ver el edificio de la Estación, otro de los símbolos característicos del Art Noveau. Sí, la cafetería y el restaurante también tienen otras magníficas vidrieras emplomadas con motivos de Mucha, pero esta vez nos colorea la vista mientras tomamos un café y saboreamos algunos de esos deliciosos pasteles que los camareros pasean una y otra vez entre las mesas con antiguos carritos de madera, para incitar los sentidos y vencer voluntades. Hay muchos puentes centenarios, pero para ir a la iglesia a ver al Niño Jesús de Praga, tenemos que atravesar la torre de estilo gótico de la ciudad vieja y pasar por el puente Carlos, dueño indiscutible del trasiego humano que lo recorre diariamente. Atraviesa el río Moldava jalonado por sus treinta estatuas barrocas de santos. A lo largo de este puente hay arte, arte y más arte. No creo que encontremos tantos artistas por metro cuadrado en otra ciudad. Los coloridos estatistas y mimos conviven en armónica competencia con las verdaderas dueñas del puente, que lo custodian sin descanso. Marionetas de madera que nos hacen muecas, bailan y caminan con pasos seguros, manejadas por hábiles manos. Copas vacías o llenas de agua, que en un estudiado orden, esperan ansiosas ese toque mágico que les haga brotar una cascada de notas para convertirlas en la mejor de las melodías.

Trompetistas, pintores y violinistas; la vida hecha sinfonía y color palpita en ese puente y ahora entendemos su celosa escolta de piedra; para que nada se escape por los márgenes del río. Necesitamos otro día completo para admirar el más grandioso Castillo de estilo gótico y la catedral de San Vito, que tiene el privilegio de ser la más antigua de Europa. A pesar de haber caminado por sus calles, de equivocarnos y volver atrás, de preguntar a los serios habitantes de esta capital, que practican el difícil equilibrio de su vida cotidiana con la intensa actividad cultural, estamos relajadamente cansados. No hemos olvidado los encargos de los collares y pulseras de cristales checos, algunos Niños Jesús de Praga, anillos y pendientes de granate. Una litografía firmada del puente Carlos y ese calendario de Mucha que nos encandiló, nada más llegar a su museo; imposible llevarnos los vitrales, por exceso de equipaje. Estos días hemos comido en algún sitio de paso cualquier tentempié para seguir con las visitas y volver al hotel para la cena, salvo la noche de la comunidad europea, pero eso es otra historia. Mañana nos vamos y como último homenaje decidimos quedarnos en la parte de Malastrana a almorzar en una taberna típica, decorada con cerámica autóctona y aperos de labranza. También pedimos un menú típico: sopa de brócoli y parmesano, pato asado con dumplings de patatas y col, acompañado con una copa de vino tinto del norte de Praga, de postre: crepe de arándanos con chocolate. Para facilitar la digestión, nada mejor que caminar atravesando el puente otra vez en dirección a la plaza del Reloj. La gente seguía paseando hacia ambos lados y empezaron a caer algunas gotas que se convirtieron en una lluvia fina y constante, cambiando por completo su paisaje; artistas y vendedores corrían hacia los soportales y cafeterías al otro lado del puente, en busca de refugio. Gracias a esto, vimos una Praga de piedras mojadas y como se multiplicaba su belleza en el espejo de los charcos. Mientras le dedicamos una última mirada, podemos entender que es la ciudad de los epítetos y que ha conservado como pocas su patrimonio cultural en todas las vertientes, a pesar de la ingerencia invasora que la ha sometido tantas veces en su historia. Tiene una identidad propia y, sin descuidarlo, no rinde pleitesía al turismo, en la seguridad de que su música, arquitectura, pintura, literatura y la impronta del pueblo checo, son suficientes atractivos para el viajero que busca en principio la cuna de Kafka y se marcha seguro de haber descubierto una ciudad de ensueño, pero nada Kafkiana.

Sección Trazos

Pablo Rodríguez Guy - Artista plástico Nace el 23 de diciembre de 1950 en Santa Elena, Jaén. Reside en Benalmádena. Se inicia en la pintura en 1966 y en el grabado en 1974. Estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge y en las escuelas Massana de Barcelona, respectivamente. Ha realizado más de cien exposiciones individuales y colectivas en España y diversos países de todo el mundo. Ha participado en Ferias Internacionales de Arte: Arco- Madrid, Art Bassel, Montreal, Frankfurt, Valencia, Barcelona, Estampa- Madrid, Sevilla,Hannover… Tiene unos 80 premios, obtenidos en certámenes de pintura, grabado y acuarela. Su obra está repartida en diversos Museos e Instituciones de toda España. Es el promotor y coordinador de “La Oca de los artistas”, proyecto de grabado, música y poesía, a beneficio de la Fundación Vicente Ferrer.

Pablo es el autor del cuadro de la portada del número 5 de Terral.

Ahora, conozcamos al autor Te defines como pintor, grabador, escultor, fotógrafo… ¿En ese orden? SI, AUNQUE NO ME PREOCUPA ESE ORDEN. ¿Qué significa el arte en tu vida? TODO. ES MI VIDA. A los 16 años comienzas a pintar ¿Hay mucha diferencia entre ese pintor adolescente y el pintor maduro de ahora? NO, AFORTUNADAMENTE SIGO TENIENDO ILUSIÓN, CURIOSIDAD, SIGO PINTANDO CON LA MISMA PASIÓN E INTENSIDAD DE ENTONCES. ¿Cuándo llegó el primer reconocimiento en forma de premio? PRONTO. CREO QUE EN EL 74, POR ENTONCES IBA MUCHO A CONCURSOS DE PINTURA RÁPIDA Y NUNCA ME DABAN NADA, ASÍ QUE UN DÍA ME DIJE

“ESTO NO PUEDE SER” Y ESTUVE TODA UNA SEMANA HACIENDO BOCETOS DE POSIBLES SOLUCIONES PARA INTEGRAR MI PINTURA ABSTRACTA Y LA FIGURACIÓN. Y, DEBÍ DE HACERLO BIEN, PORQUE EN EL DOMINGO SIGUIENTE ME PRESENTÉ Y ME DIERON EL PRIMERO DE UNA LARGA LISTA DE PRIMEROS PREMIOS. Tu trayectoria artística está repleta de exposiciones a lo largo y ancho del planeta, más de cien, además de premios en múltiples certámenes. ¿Se puede decir que has podido vivir del arte? SI. ¿Cuál es la fórmula para tantos artistas que dicen que no es posible vivir de la pintura? NO LO SÉ. SON TANTAS CIRCUNSTANCIAS LAS QUE INFLUYEN, QUE NO TE SABRÍA DEFINIR QUÉ ES LO MÁS DETERMINANTE. EN CUALQUIERR CASO ES EL FRUTO DEL ESFUERZO Y EL TESÓN, DE ESTRATEGIA Y SUERTE. En tu trayectoria artística debe haber rupturas y necesidad de renovarse. ¿ Cuáles han sido las etapas más decisivas? EN VERDAD, HE TENIDO POCAS RUPTURAS, LO MÍO HA SIDO MÁS UNA EVOLUCIÓN A PEQUEÑOS SALTOS, A PRIMADO MÁS LA CONTINUIDAD QUE LAS RUPTURAS. El grabado ocupa gran parte de tu creación actual. Descríbenos qué técnica utilizas y la complejidad del proceso. EL GRABADO Y LA FOTOGRAFÍA. EL GRABADO, POR EJEMPLO, LO REALIZO EN LA TÉCNICA DEL “CALCO-RELIEVE” QUE PERMITE HACER UNAS ESTAMPAS CON MUCHO RELIEVE. TENGO GRABADOS CON RELIEVES DE HASTA 12 CM. Y TODOS ESTÁN ESTAMPADOS CON PAPEL RECICLADO QUE PREPARO YO MISMO. Recientemente has expuesto en Estampa ¿Tiene aceptación el grabado en el público? EL PÚBLICO SIGUE COMPRÁNDOLO, AUNQUE MENOS QUE ANTES, Y A LA VEZ, TAMBIÉN COMPRA OTRAS TÉCNICAS COMO LA FOTOGRAFÍA O LOS MULTIPLES. EN

LOS ÚLTIMOS AÑOS, PRESENTO EN ESTAMPA OBRAS QUE INTEGRAN EL GRABADO, LA PINTURA Y LA FOTOGRAFÍA Y QUE MUCHAS VECES SON PIEZAS ÚNICAS. Un día te decidiste a viajar: India, Japón, África… ¿Qué aportaron estos países a tu obra? UNA INYECCIÓN DE FUERZA, PASIÓN Y COLOR. MUCHOS DE ESTOS PAISES HAN DESPERTADO EN MI, NUEVAS EMOCIONES, QUE HAN BROTADO A FLOR DE PIEL Y QUE SE HAN TRADUCIDO EN UNAS PINTURAS REALIZADAS “IN SITU”, MUY FRESCAS, ESPONTÁNEAS Y SUGERENTES. La portada del número 5 de Terral es de un cuadro tuyo: -------En él resaltan los colores vivos, en especial el color azul. ¿En qué etapa surge esta explosión de color que es diferente de los tonos anteriores más neutros? ESA OBRA, CUYO TÍTULO ES “TERRAL” EN HONOR Y POR INFLUENCIA DE VUESTRA REVISTA. ES PRODUCTO DE MI NUEVA ETAPA EN ESTAS TIERRAS, ES EL SOL, LA LUZ Y EL MAR QUE NOS BAÑA, LA CHISPA DE LA GENTE. ESTA TIERRA ME HA CAUTIVADO. ¿Cuáles son las cosas que te inspiran? LA VIDA, LA NATURALEZA, LOS VIAJES, LA LITERATURA, LA POESÍA O LA MÚSICA. Dices en tu blog que te gusta la poesía, la música…Qué poetas…qué música? EN POESÍA ADEMÁS DE NUESTROS LORCA, MACHADO, Y LOS CLÁSICOS, ME GUSTAN OTROS POETAS COMO KAVAFIS, NERUDA, NUESTRO CORDOBÉS RICARDO MOLINA, Y OTROS MUCHOS. Y EN MÚSICA SOY MUY ECLÉPTICO, PUEDO PASAR DE LAS CARLOTAS A PAUL WINTER, DE LA PASIÓN SEGÚN SAN MATEO DE BACH A EL CABRERO O DE PAXARIÑO A DEEP PURPLE O TALVIN SING, Y TODAS LA MÚSICAS DEL MUNDO, INCLUIDOS EL FLAMENCO, LOS VERDIALES O LA JOTA. ¿Qué aconsejarías a los artistas recién obtenido su título de Bellas Artes? QUE NO SE DEJEN ESCANDILAR POR EL MUNDO QUE NOS RODEA Y TRABAJEN CON ESFUERZO. ¿Qué opinas de los Museos? ¿Y de la posible supresión del Ministerio de cultura? LOS MUSEOS DEBEN HACER SU LABOR Y SE DEBEN REINVENTAR CONTINUAMENTE. ¿EL MINISTERIO DE CULTURA? BUENO, PRIMERO HABRÍA QUE DEFINIR QUE ES CULTURA. Y YO ESTOY DE ACUERDO CON JOAQUÍN ARAUJO Y LA DEFINICIÓN DEL

QUE CUIDA Y MIMA LOS CULTIVOS. Y POR EXTENSIÓN TODAS LAS MANIFESTCIONES QUE NOS CARACTERIZAN A LOS HUMANOS, Y DIGO TODAS, NO SOLO LAS ACADÉMICAS, TAMBIÉN LAS POPULARES, LAS DE CADA DÍA, LAS QUE NOS NUTREN ESE ESPACIO QUE LLAMAMOS ALMA. LAS QUE NOS HACEN VIBRAR DE EMOCIÓN. YO ENTIENDO EL MINISTERIO DE CULTURA CON LA MISMA FUNCIÓN QUE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA: LA DE ORDENAR Y CONSERVAR TODA LA CULTURA QUE SE VA DESCUBRIENDO Y DESARROLLANDO EN NUESTRO MOMENTO. ¿Debería tener ayuda pública el arte igual que el cine? PODRÍA DECIR QUE SÍ, BARRIENDO PARA MI TERRENO. PERO NO, YO CREO QUE SE DEBERÍA DEDICAR TODO EL ESFUERZO A LA EDUCACIÓN, A LA FORMACIÓN DE LOS FUTUROS DEGUSTADORES DEL ARTE. PORQUE CON ESO ESTARÍAMOS AYUDANDO A TODAS LAS ARTES. En qué proyecto creativo estás ocupado ahora? PINTARAS, FOTOGRAFÍAS. ESTOY RETOMANDO, TAMBIÉN, EL PAPEL RECICLADO. HAY MUCHAS OBRAS QUE REALIZO ENTERAMENTE EN PAPEL RECICLADO, NO COMO SOPORTE DE LA PINTURA, SINO COMO LA OBRA EN SI MISMA, YA QUE ESTÁ HECHA EN PAPEL QUE PREPARO CON RESTOS DE TODA CLASE DE PAPELES; CARTAS, FOLLETOS DE PUBLICIDAD, ETC. LOS REMOJO, LOS TRITURO Y CON LA PASTA RESULTANTE HAGO LA OBRA. ¿Disfrutas con la pintura y con el arte en todas sus facetas? SÍ. ME SIENTO AFORTUNADO DE TRABAJAR EN Y CON LO QUE ME GUSTA Y GANARME LA VIDA CON ELLO.

http://rodriguezguy.blogspot.com www.rodriguezguy.com

Sección Trazos Carlos Tajuelo Sánchez/ Fotógrafo http://www.flickr.com/photos/tajuelo/ http://www.grupof8.com/index_fotografos.php?ideusu=30

Carlos Tajuelo Sánchez, nacido en Jaén en el año 1967. Mi interés por la fotografía va unido a una de mis grandes pasiones, viajar. Cámara y carretes formaban parte de mi equipaje, con el único fin de dejar constancia de los lugares que visitaba sin importarme demasiado los resultados fotográficos; pero hace más de una década me picó el gusanillo y empecé a realizar cursos de aprendizaje de fotografía tradicional, con maestros como Ricardo Bautista, Alfonso Infantes o Illam Wolf entre otros. Aparece la fotografía digital y tengo mi primer contacto con la informática y posteriormente con el photoshop (laboratorio digital). Mi opción por la fotografía digital va con mi carácter impulsivo, anárquico, visceral, la rapidez , “melón tajá en la mano”, que traslado sin ningún complejo a manipular mis trabajos sin olvidar que lo importante son los momentos, los momentos anteriores y posteriores al clic de la cámara, a lo que la cámara capta y el ojo cree haber captado. Desde entonces utilizo la fotografía como una herramienta que agudiza mi atención para contemplar el mundo que me rodea; intento buscar un equilibrio de lo que percibo, para encontrarme a mí mismo. Sólo me considero un receptor de experiencias y ando por el mundo exponiéndome a ellas, me involucro intensamente y la fotografía es el medio que utilizo y el pretexto de mis obsesiones y así la suma de experiencias pueden trazar el ritmo de mis impulsos. Como mi propia vida mi fotografía es anárquica. Hoy me inclino por el retrato, el reto de acercarme a las personas con la misma facilidad que lo hago sin cámara, la empatía con la que poder retratar la condición humana y captar el sentimiento a través de la mirada de una persona.

Mi obra ha sido premiada en diversos certámenes y concursos:

Primer Premio Jaén Acoge. Tercer Premio “Estación de Autobuses de Jaén”. Primer Premio Paraíso Interior. Certamen Internacional de Fotografía Cerdà y Rico- Premio Mágina. Tercer Premio “Estación de Autobuses de Baeza”. Además de menciones y publicaciones, como la de Derechos Civiles Madrid. Pertenezco a la Agrupación de Fotografía Santo Reino. Actualmente imparto cursos de photoshop avanzado para fotógrafos.

Último reportaje de Carlos Tajuelo durante su viaje a Katmandú en el Himalaya, y Terai (zona de selva fronteriza con la India).

Estas fotografías serán parte de la exposición que estoy preparando, “Nepal: Mito y Religión”, donde tocaré el tema de desplazados: los niños, la mujer, los excluidos, las dos religiones que conviven plenamente en Paz.

Amputación, es la historia de un hombre con lepra que va a morir a Pashupatinath. Según el hinduismo, para adelantar la reencarnación antes de conseguir el karma.

Sección Trazos Carlos Tajuelo Sánchez/ Fotógrafo http://www.flickr.com/photos/tajuelo/ http://www.grupof8.com/index_fotografos.php?ideusu=30

Carlos Tajuelo Sánchez, nacido en Jaén en el año 1967. Mi interés por la fotografía va unido a una de mis grandes pasiones, viajar. Cámara y carretes formaban parte de mi equipaje, con el único fin de dejar constancia de los lugares que visitaba sin importarme demasiado los resultados fotográficos; pero hace más de una década me picó el gusanillo y empecé a realizar cursos de aprendizaje de fotografía tradicional, con maestros como Ricardo Bautista, Alfonso Infantes o Illam Wolf entre otros. Aparece la fotografía digital y tengo mi primer contacto con la informática y posteriormente con el photoshop (laboratorio digital). Mi opción por la fotografía digital va con mi carácter impulsivo, anárquico, visceral, la rapidez , “melón tajá en la mano”, que traslado sin ningún complejo a manipular mis trabajos sin olvidar que lo importante son los momentos, los momentos anteriores y posteriores al clic de la cámara, a lo que la cámara capta y el ojo cree haber captado. Desde entonces utilizo la fotografía como una herramienta que agudiza mi atención para contemplar el mundo que me rodea; intento buscar un equilibrio de lo que percibo, para encontrarme a mí mismo. Sólo me considero un receptor de experiencias y ando por el mundo exponiéndome a ellas, me involucro intensamente y la fotografía es el medio que utilizo y el pretexto de mis obsesiones y así la suma de experiencias pueden trazar el ritmo de mis impulsos. Como mi propia vida mi fotografía es anárquica. Hoy me inclino por el retrato, el reto de acercarme a las personas con la misma facilidad que lo hago sin cámara, la empatía con la que poder retratar la condición humana y captar el sentimiento a través de la mirada de una persona.

Mi obra ha sido premiada en diversos certámenes y concursos:

Primer Premio Jaén Acoge. Tercer Premio “Estación de Autobuses de Jaén”. Primer Premio Paraíso Interior. Certamen Internacional de Fotografía Cerdà y Rico- Premio Mágina. Tercer Premio “Estación de Autobuses de Baeza”. Además de menciones y publicaciones, como la de Derechos Civiles Madrid. Pertenezco a la Agrupación de Fotografía Santo Reino. Actualmente imparto cursos de photoshop avanzado para fotógrafos.

Último reportaje de Carlos Tajuelo durante su viaje a Katmandú en el Himalaya, y Terai (zona de selva fronteriza con la India).

Estas fotografías serán parte de la exposición que estoy preparando, “Nepal: Mito y Religión”, donde tocaré el tema de desplazados: los niños, la mujer, los excluidos, las dos religiones que conviven plenamente en Paz.

Amputación, es la historia de un hombre con lepra que va a morir a Pashupatinath. Según el hinduismo, para adelantar la reencarnación antes de conseguir el karma.

La otra realidad

Introducción de la Nueva Sección: la otra realidad Por Mariano José Vázquez Alonso El título de esta Sección pretende hacer referencia al hecho irrebatible de que los acontecimientos de la Historia, al igual que sucede con los comportamientos personales, ofrecen múltiples lecturas. Y algunas de ellas resultan tan sorprendentes que se hace difícil aceptarlas. Lo previsible da paso a lo inverosímil; lo razonable a lo monstruoso; lo acertado a lo perverso. Los caminos de la Historia no se han trazado exclusivamente - por más que algunos así quieran creerlo- con el teodolito de la lógica sino, en gran medida, con el compás de lo irracional. Se especula sobre el futuro, y el futuro se revuelve como una víbora enloquecida; convenimos en lo pertinente, y el Destino nos presenta lo absurdo. A veces, nuestras previsiones se muestran acertadas y el éxito nos envanece hasta el punto de que establecemos nuevos y atrevidos cálculos que sólo sirven para cosechar rotundos fracasos. Es prudente, pues, que no queramos afianzarnos en lo previsible y, mucho menos, en lo seguro. Será mejor que aceptemos la posibilidad de que se produzca lo inesperado, de la misma forma que hemos de aceptar el paso del tiempo. ¿Dónde se encuentra la realidad o la irrealidad en el devenir del ser humano? Tal vez sea difícil establecer un límite separador. A fin de cuentas, a la Historia le importan con frecuencia muy poco nuestras apetencias individuales. Sus parámetros son muy otros. En ese proceloso discurrir del acaecer, tanto del personal como del histórico, se establecen en ocasiones inesperadas conexiones, paralelismos impensables, coincidencias insólitas entre personajes y circunstancias aparentemente muy distintos. No es que las unas originen y desencadenen las otras, sino que parece como si existiera una intuición arquetípica que encarnase de forma periódica en la mente de los hombres para hacerles discurrir por sendas sorprendentes. Iremos tratando en esta sección de ese universo, a veces inexplicable, que se mueve a caballo de la realidad - o, quizás, de lo que consideramos irreal -, pero que sigue estando presente en nuestra existencia. Expondremos hechos y comportamientos que pueden resultarnos difícilmente explicables, pero que si analizamos de forma un poco más meticulosa la urdimbre anímica que los conforma; si introducimos nuestro personal escalpelo, y vamos separando las distintas capas de su dermis impalpable, es posible que empecemos a descubrir un mundo de posibilidades insospechadas. Porque la Realidad tiene múltiples caras, y de ella sólo conocemos unas pocas.

Los ritos mistéricos egipcios

Dentro del universo de las Otras realidades es innegable que el mundo esotérico de los misterios egipcios tuvo una enorme importancia a lo largo de siglos o, mejor aún de milenios, en un país en el que la muerte estaba presente en casi todas sus manifestaciones. Pero no sólo fue el Egipto faraónico el que cultivó ese amor por lo misterioso y lo inefable. A lo largo de toda la Historia, e incluso en nuestro tiempo - tan poco proclive a lo que no sea pragmático y constatable-, el interés por lo que pudieron entrañar aquellos ritos enigmáticos a los que sólo podían acceder los miembros de una élite muy reducida, sigue acicatando muchas mentes. Pero ¿qué sabemos actualmente de aquellas ceremonias mistéricas? No mucho, ciertamente. Pero lo que se puede hallar en muy variados documentos y en escenas pintadas en los hipogeos sagrados es suficiente para que podamos hacernos una idea aproximada de la importancia y trascendencia que llegaron a tener aquellos ritos, de los que estaba terminantemente prohibido hablar. Según la tradición, la fundadora de todos los misterios fue la diosa Isis, que los estableció en honor de su hermano y esposo Osiris, muerto por la maldad de Seth, y luego vuelto a la vida gracias al denodado y sobrenatural esfuerzo de Isis. Los historiadores griegos Herodoto, Plutarco, Jámblico y otros son los primeros en hacer referencia, y lo hacen de forma unánime, a la importancia de esos ritos milenarios, pero también se cuidan mucho de decir lo que no les está permitido. Así, por ejemplo, Herodoto afirma claramente que "... esos misterios y otros muchos me son conocidos, pero cerraré mis labios guardando el más absoluto mutismo". Sin duda se trataba de una serie de pruebas iniciáticas mediante las cuales el adepto, después de presentar un largo currículo de valores y capacidades personales que le permitían ser aceptado en primer término, trataría de superar todas sus limitaciones psicológicas - temor, vanidad, egoísmo, etc.-, abriéndose a una nueva realidad ; muy posiblemente, a algo parecido a lo que la psicología actual entiende como una ampliación total de la conciencia. Dice Plutarco al respecto que la inmersión en esos misterios "...equivale a aspirar a la divinidad, al deseo de poseer la verdad... y ese deseo es como una admisión en las cosas santas..." Las ceremonias mistéricas de admisión del neófito constaban de dos partes bien diferenciadas. De la primera, o fase primordial, no se tienen muchos datos, porque son muy escasos los autores que la mencionan. No obstante, sabemos que el candidato debía pasar, a través de un subterráneo secreto, por terribles pruebas: la del pozo, la del agua y la del fuego. En ellas corrían un peligro extremo tanto su propia vida como su mente. Una vez superada esta primera fase se procedía a admitir al neófito en un lugar especial del templo. Era allí en donde le iniciaban los sacerdotes; una iniciación que conllevaba un largo periodo de adaptación. Entre enseñanza y enseñanza, el neófito realizaba

purificaciones especiales y asistía a distintas ceremonias religiosas. Con todo ello se pretendía que lograse, como antes decíamos, una apertura casi integral de su conciencia.

Currículum de nuestro colaborador: Mariano José Vázquez Alonso

La obra literaria del escritor vigués Mariano José Vázquez Alonso comprende más de una veintena de obras divididas en tres campos: narrativa, ensayo y divulgación histórica. En el primero hay que destacar Negro Vuelo de Cuervo, Premio de Novela Ciudad de Marbella (Ed. 29, Barcelona), La Balada del fuego fatuo (Ed. Argos Vergara, Ed. Planeta Agostini y Ed. Edaf) considerada como "una de las mejores novelas históricas de la actualidad", Los días de Lot (Ed. Argos Vergara), En un verde, lejano confín (Ed. Seix Barral). Nefertiti (Ed. Exedra) y El libro de Daniel (Ed. Robinbook). Aspectos herméticos de la poesía de William Blake, El Libro de los signos (Ed. 29) y La Leyenda del Grial (Ed. Rio Nuevo), Jesús, o el enigma de los templarios (Ed. Edaf), El universo de la alquimia (Ed. 29). Entre sus obras de divulgación histórica figuran: Akhenaton (Ed. 29) Noé o los señores del diluvio (Ed. 29), La estirpe Solar (Ed. Robinbook). Sus obras han sido traducidas a diversos idiomas. "Su obra recoge la tradición de su tierra gallega, inspirada en la historia, la leyenda, la realidad y la fantasía, para crear una atmosfera de ricas perspectivas" (Diccionario de Literatura Universal). Asimismo ha traducido más de sesenta obras de literatura, filosofía y ensayo del inglés, francés, italiano y portugués. es.geocities.com/marianojosevazquezalonso/

Entrevista a: Manuel de Mágina

A este nombre responde el amigo, paisano y escritor que conocí a través del taller literario El Desván de la Memoria. El taller, creado y dirigido por Ramón Alcaraz, acaba de poner en marcha su propia editorial www.editorialeldesvan.com y lo hace con un libro de poemas de Manuel, de título sugerente: Poeta sucumbiendo bajo un alud de ollas de acero inoxidable. El libro es el primero que publica la editorial y su presentación será a partir de Enero. Con esta edición, de portada sobria y elegante, la editorial El Desván apuesta por la poesía como fórmula de lanzamiento, aunque parece que se abrirá a otros géneros literarios en sucesivas entregas. Deseábamos saber algo más del autor para darlo a conocer a nuestros lectores y aquí os dejo sus respuestas.

Manuel, ¿Cuando empezaste a interesarte por la poesía? Desde el principio, desde que tuve noción de la literatura. Fue lo primero que escribí, muy rudimentario. ¿Escribir poesía es tu mejor forma de expresarte? No, no considero que sea mi mejor forma de expresarme, dado que no he experimentado lo suficiente, ni con este ni con otros géneros. ¿Cuándo y porqué empezaste a escribir? Creo que a los doce años o así. Sin duda lo que me motivó a hacerlo fue la naturaleza, la conciencia de la belleza que me rodeaba. Naturalmente, dentro de esa naturaleza, incluyo al ser humano. Tú inauguras con tu primer libro: “Poeta sucumbiendo bajo un alud de ollas de acero inoxidable” la joven editorial del Desván que dirige Ramón Alcaraz. ¿Qué sensaciones te produce este acontecimiento? El agradecimiento de haber sido honrado como el primer autor que edita El Desván de la Memoria. ¿Cómo surgió este libro que está dedicado a Un tiempo de las mujeres? Bueno, surgió de un cambio de rumbo en mi vida, un cambio drástico.

En estos poemas hay amor, pasión, desencanto, emociones, mucha intimidad… algunos sangran por la herida. ¿Fue una necesidad escribirlos? No creo que mi literatura provenga en ningún caso de una necesidad, la atribuyo más bien a que ese es mi canal expresivo. ¿Qué aporta la poesía a tu vida? Yo hablaría de literatura, más que de poesía en concreto, dado que, para mí, los géneros literarios nunca son puros y contienen mezclas diversas de varios de ellos o de todos. Pues la literatura me aporta, principalmente, satisfacciones de orden estético. ¿Qué sentiste al ver físicamente el libro en tus manos? Si te he de ser sincero, no sentí nada es especial, salvo los detalles físicos de la edición, el tacto maravilloso del papel, el olor a imprenta, lo bien conseguido del objeto. ¿Cuáles son tus poetas preferidos? No tengo a nadie ahí, en especial, me gustan muchos y no me gusta más que una parte de la obra de cada uno de ellos. ¿Qué opinas de los premios literarios? Para mí carecen de interés y su otorgamiento no significa que la obra premiada sea de calidad. En bastantes, el premio me parece un marchamo de vacuidad. 12 ¿Para cuándo y dónde la promoción del libro? Supongo que tendré que hablarlo con Ramón Alcaraz. Pienso que pronto. Gracias, Lola, y un saludo a todos los lectores de la revista.

Fragmentos de poemas incluidos en el libro De Infusión de Citrones y Flor

De Vals nº 2 o de los Sueños

antes de Dormir (...) ¡Golfa! ¿Por qué estaba ahí para que él la cogiera? Y entras en el sueño así, sin abandonar la perra.

(...) Es cuando los saxos – delicadísimos-, sacan de la mano a bailar a la princesa y tú lo tomas a él por el hombro bajo tu graciosa pamela clara, antes de que los violines comiencen a tejer en tus oídos nidos de seda blanca y antes de que se eleven

Ofrece su hermosura blanca a tipos como él, la jalea; se abre y derrama polen

hacia el cielo de la tarde como bandadas de palomas. (Aquí, acompaña a los timbales el estruendo de los coches que colisionan.

con fragancia a adormidera, para que todo el que pase pierda el juicio por ella.

A sus conductores, embelesados, los ofusca lo insólito de la escena.) Danzáis de una forma poco ortodoxa, pero preciosa, elevándoos en el aire

Para su ovario goloso arma toda su belleza.

con pasos etéreos y bajando de nuevo al asfalto; seduciendo a la gente que os mira desde los coches volcados,

Tiene ganas –dices tú, de que la llenen entera. Sí, quiere que la penetren, como a una mujer –sueñas, lo mismo que quieres tú que él haga cuando aparezca. (…)

aplastados, con un hilo de sangre que les cae de la nariz o de la boca. (...)

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