ELABORACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES*

ELABORACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES* FUNDAMENTACIÓN Este curso pretende aportar elementos para un intento de abordaje acerca de la elaboración de proye

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ELABORACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES* FUNDAMENTACIÓN

Este curso pretende aportar elementos para un intento de abordaje acerca de la elaboración de proyectos sociales, que apunten a cambiar y mejorar aspectos relacionados con las problemáticas cuya esencia afectan al ser humano y a sus condiciones de vida. Los proyectos sociales pueden constituir un vehículo de expresión y participación comunitaria en las soluciones que interesan a la ciudadanía, donde el mismo interesado ya no responde a un patrón de mero receptor de una política o proyecto dado, sino que por el contrario, sirve como propulsor de su propio cambio y transformación, asumiendo un rol activo para el beneficio de su comunidad. Este sujeto activo, o líder comunitario, ayuda esencialmente (en su rol de articulador entre las necesidades socio-culturales, su lugar de pertenencia y la red de organizaciones e instituciones) a construir el tejido social comunitario a través de la elaboración y ejecución de proyectos sociales orientados básicamente a la búsqueda del bien común, la promoción humana y su desarrollo. Los cambios propiciados en los últimos años acerca de la relación estado – sociedad, supusieron el reconocimiento por parte de los decisores públicos de las capacidades y potencialidades de la sociedad civil y sus organizaciones. En este sentido los distintos tipos de gobierno (Nacional, Provincial y Municipal) han abierto el juego a la experiencia de muchas otras miradas y potencialidades para enfrentar las problemáticas. En este sentido, el proyecto social puede ser entendido como una propuesta de solución o vía de acción tal vez más efectiva, impulsada por quienes conforman la base institucional y comunitaria de un territorio. Dada la múltiple presencia de realidades y problemáticas actuales, es imposible determinar una única forma de abordaje o receta que dé cuenta de la cuestión social de manera unívoca. Cada proyecto que se emprende tiene características propias y temporales que imposibilitan su reproducción efectiva, fuera del contexto para el cual se originó. En este sentido, la forma más eficiente de elaborar un proyecto social debe necesariamente contemplar una participación plena de aquellos interesados o

*

Material preparado por el Lic. Gustavo López (UNLaM).

beneficiados por el mismo, generando así mayores posibilidades de éxito en nuestra gestión. Para ello, la realización de un diagnóstico para la elaboración de proyectos resulta necesaria porque permite aunar los múltiples puntos de vista presentes, para así llegar a una caracterización lo más completa posible de la realidad concreta a la cual se dirige nuestra elaboración. Por esta senda, se debe tomar en consideración el máximo de factores y variables que entran en juego, con la perspectiva de enfrentar el reto de una manera eficiente. Asimismo la planificación busca hacer explícitos los resultados que deseamos obtener y los medios que emplearemos (tanto materiales como humanos) para conseguir dichos resultados, contemplando los costos. Llegada esta etapa deberemos definir las orientaciones y normas de actuación, así como también los roles que asumirán los diferentes sectores involucrados, previendo posibles situaciones que requieran acciones correctivas. Se debe establecer un sistema de control que informe de manera continua sobre la marcha del proceso y la obtención de resultados. Una vez definida la planificación, accedemos a la ejecución o implementación del proyecto. Esta etapa se caracteriza por poner en práctica el mismo y prestar atención a su desarrollo, seguimiento y control, teniendo siempre presente la planificación realizada anteriormente. Finalmente la evaluación es el momento de reflexión que permite explicar y valorar los resultados de las acciones realizadas. La evaluación tiene como fin mejorar la implementación de futuros proyectos, enriqueciendo a estos con información eficaz y oportuna. La evaluación no debe ser un fin en sí misma, sino un medio para mejorar sistemáticamente el proceso sociocultural y para hacer un uso más adecuado de los recursos disponibles y para cambiar, si fuera necesario, el curso de la acción.

OBJETIVO GENERAL

Que el alumno logre adquirir las herramientas analíticas y metodológicas básicas para el análisis, la elaboración, el seguimiento y la evaluación de proyectos sociales.

OBJETIVOS ESPECÍFICO S

Que el cursante logre Reconocer las nuevas modalidades de vinculación entre el estado (Nacional, Provincial y Municipal) y la sociedad civil.

Comprender el contexto socio-cultural de la comunidad en donde se insertan las políticas sociales. Entender y detectar las características esenciales de los líderes comunitarios. Adquirir una base de herramientas operacionales para el diagnóstico de un proyecto social. Alcanzar una adecuada comprensión de las particularidades de la planificación y ejecución de los proyectos sociales. Abordar y proponer algún tipo de evaluación concreta para proyectos sociales.

METODOLOGÍA

El curso se organiza en 3 encuentros de 4 hs. cada uno, con una carga total de 12 hs. presenciales. Su carácter es eminentemente teórico-práctico, ya que combina la exposición del docente con diversas actividades prácticas y participativas desarrolladas por los cursantes.

PRESENTACIÓN

¿PARA QUÉ ESTE CURSO?

Este curso persigue el fin de brindar ayuda práctica a las personas y comunidades (ONG, cooperativas, sociedades de fomento, y otros tipos de organizaciones de base) para que formulen propuestas de proyectos sociales que sean factibles desde los puntos de vista social, político y económico. Abarca todas las etapas de la elaboración de un proyecto, desde la identificación de la problemática principal, el diagnóstico sobre dicha problemática y las modalidades de abordaje posibles, la planificación para la ejecución del proyecto, el seguimiento y la evaluación.

¿PARA QUIÉN ES ESTE CURSO? LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA Y EL ROL DE LOS LÍDERES

Toda persona o institución que pueda ser afectada (positiva o negativamente) por el proyecto social debe tener una participación activa en las fases de elaboración, toma de decisiones y ejecución. La formulación, ejecución y seguimiento de una propuesta

de proyecto debe involucrar a todas las partes interesadas, resultando de esta manera en una elaboración de proyectos sociales como producto de negociaciones y consensos. Es en este ámbito donde se suelen destacar personalidades más influyentes y con mayor llegada ante sus pares. Llamamos a éstos líderes comunitarios, personas que poseen un conjunto de capacidades para influir en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo en el logro de metas y objetivos. Los proyectos sociales pueden constituir un vehículo de expresión y participación comunitaria en las soluciones que interesan a la ciudadanía. Aquí el mismo interesado ya no responde a un patrón de mero receptor de una política o proyecto dado, sino que por el contrario, sirve como propulsor de su propio cambio y transformación, asumiendo un rol activo para el beneficio de su comunidad. En definitiva, se trata de personas que insertas en su comunidad pueden ofrecer estas cualidades para interactuar con los miembros de dicho grupo con el objetivo de identificar problemáticas e intentar la búsqueda de alternativas mejores. A ellos está dirigido este curso.

PRIMER ENCUENTRO

INTRODUCCIÓN Actividad N° 1 de introducción al curso y disparadora de la discusión. Solicitar a los asistentes al curso que comenten qué entienden por proyecto social. Preguntar quiénes participan o han participado en algún proyecto y pedir que detallen las características de la iniciativa.



¿Qué es un proyecto?

En líneas generales se define a proyecto como un conjunto de actividades concretas, que tienen relación entre sí y asimismo suelen encontrarse coordinadas. Su realización busca producir determinados bienes y servicios capaces de satisfacer necesidades o resolver problemas. En síntesis, un proyecto es un conjunto de actividades o una estructura destinada a obtener objetivos claramente explicitados dentro de un plazo fijado y con un cierto presupuesto.



¿Qué es un proyecto social?

Básicamente, es la propuesta concreta (con objetivos, herramientas y resultados) que nace como consecuencia del deseo de mejorar la realidad en la que nos toca vivir. En otros términos, se orienta a la resolución de problemas sociales. Su particularidad distintiva reside en que el proyecto social nace siempre desde la práctica, esto es, desde la óptica de quien vive el problema, cómo lo vive y que posibilidades vislumbra de solución del mismo. De ello resulta también su carácter participativo y dialógico. Por ello, el proyecto social se presenta como un plan de trabajo que busca ordenar bien los elementos para lo que tengamos que hacer posteriormente en pos de solucionar en problema. En tal sentido, recuerde que todo proyecto social es una propuesta de cambio.



¿Cómo elaborar un proyecto social?

Para la elaboración de un proyecto existen diferentes enfoques, a tal punto que muchas organizaciones de desarrollo y agencias donantes usan metodologías específicas. Sin embargo, muchos autores llegan a un consenso sobre que cada proyecto debe seguir una serie de fases o etapas, lo que permite que todo el proceso sea guiado y monitoreado, desde que se identifica el problema y hasta que es resuelto.

Asimismo, entienden que cada etapa es fundamental, por lo que debe ser completada antes de pasar a la siguiente. Por ello, la formulación precisa y concreta de un proyecto exige conjugar armónicamente todos los pasos que nos llevan a la consecución del mismo, tanto la fase de diagnóstico de necesidades, de identificación de objetivos, de especificación de actividades, de tiempo de ejecución, como los recursos de que se dispone para llevar a cabo el proyecto.



El ciclo vital de los proyectos sociales

En términos generales, y más allá de la particularidad de cada caso, todo proyecto social pasa por cuatro grandes etapas o momentos, a saber: 1. Identificación-diagnóstico 2. Diseño-formulación 3. Ejecución 4. Evaluación y monitoreo Cabe advertir que las dos primeras etapas comprenden el núcleo principal de la propuesta de este curso, mientras que las dos restantes corresponden a lo que se denominaría la gestión del proyecto. Sin embargo, hemos decidido dedicar también un espacio a estas fases, con la intención de proveer una mirada global de los proyectos sociales. A continuación nos ocupamos de explicitar cada una de estas cuatro etapas.

PRIMERA ETAPA: IDENTIFICACIÓN – DIAGNÓSTICO

Como se dijo anteriormente, todo proyecto social se propone intervenir sobre un problema o necesidad de una comunidad. De ello resulta que el proyecto debe diseñarse sobre la base de una necesidad real a la que queremos buscar solución y, además, podemos encontrársela con la participación de todos los involucrados. Por tal motivo, y aunque suele ser la menos formalizada, esta es la etapa principal sobre la que se asentará y construirá gran parte del diseño, estructura, sistematización y lógica del proyecto. Muchas veces no suele dedicársele el tiempo necesario, pero resulta fundamental hacer el esfuerzo, puesto que se trata, ni más ni menos, que de identificar cuáles son los problemas o necesidades que afectan a la comunidad y que pretendemos resolver con la ejecución del proyecto. Entonces, para comenzar debemos advertir la importancia de poner el foco sobre el problema o necesidad que se detecta en la comunidad o área a intervenir y no sobre lo que queremos hacer de antemano. Esto ayudará a evitar la previa existencia de

“soluciones” que parezcan no tener en cuenta las características propias de una comunidad dada, pudiendo terminar el proyecto con alta probabilidad de fracaso. Así, en esta fase se tratará simplemente de tener una mirada que se acerque, lo más precisamente posible, a la realidad social sobre la que el futuro proyecto pretende incidir o intervenir. En tal sentido, una de las principales dificultades que se presentan es de la cómo hacer la detección de necesidades o problemas de manera adecuada. Una buena opción es proponerse responder a las siguientes preguntas, que suelen ser consideradas por los especialistas como las básicas y centrales para este momento: ¿Qué sucede? ¿Por qué sucede? ¿A quiénes y cómo afecta? ¿Por qué es necesario un cambio? ¿Por qué es importante resolver el problema? ¿Cómo se puede solucionar? Para dar respuesta a dichos interrogantes, y si bien cada tipo de necesidad exige procedimientos diversos para su identificación, existe una técnica denominada “árbol de problemas”, que se utiliza para entender y analizar mejor el problema. Aquí una breve explicación y del uso del mismo: El árbol de problemas es una técnica que ayuda a detectar sobre qué causas de un problema uno puede intervenir. Concretamente, consiste en elaborar un diagrama que encadena las causas y efectos en torno al problema central detectado. Para su elaboración, en primer lugar, se identifica el problema central o principal. Éste debe ser expresado de un modo en el que sea factible encontrar diferentes posibilidades de solución. Para ello la principal recomendación es no expresarlo como la negación o carencia de algo. El problema central debe quedar bien delimitado, para lo que se recomienda buscar y presentar información que permita identificar sus contornos y, posteriormente, las posibilidades de acción. Para la delimitación del problema es conveniente obtener y presentar datos sobre: -

ESPACIO: se refiere al ámbito geográfico al que se circunscribe;

-

TIEMPO: se debe identificar el período;

-

ACTORES: identificación de la población afectada, directa e indirectamente, y de sus principales características demográficas y socioeconómicas. Asimismo otros actores que puedan estar interesados en la iniciativa o que se vean afectados negativamente por su implementación.

-

CONTEXTO: características políticas, sociales y culturales del lugar.

Una vez que se ha definido y delimitado el problema central, pasamos a establecer en primer lugar las causas que lo generan (“¿por qué se ha producido este problema?”), identificando los factores que ocasionan el problema, y luego los efectos negativos o consecuencias que éste produce. Tanto las causas como las consecuencias del problema central se interrelacionan de forma gráfica: las primeras debajo del problema y los efectos se ubican en la primera línea superior a éste. En ambos casos se irá avanzando para abajo y para arriba, donde se colocarán las causas de las causas y los efectos de los efectos. La correcta realización del árbol, además de ayudarnos a comprender la problemática e interrelacionar causas y efectos de la misma, nos permitirá visualizar la necesidad del proyecto (esto será de utilidad a la hora de redactar su justificación en la etapa 2).

Actividad sugerida N° 2 de realización colectiva con el total de los cursantes. Se propondrá la realización grupal, coordinada por el docente a cargo, de un árbol de problemas que atienda las particularidades de la comunidad en la que se dicta el curso. Se explicará la técnica de “lluvia de ideas”, que se utilizará para realizar el listado bruto de causas y consecuencias del problema que se quiere ayudar a resolver.

Actividad sugerida N° 3 de realización individual o en grupos pequeños. Tomando en cuenta las particularidades de su comunidad y sus preocupaciones personales dentro de la misma, ensaye un árbol de problemas utilizando como modelo el siguiente gráfico. Luego, se realizará una puesta en común.

EF E C T O S

Problema central o principal

C A U S A S

Además debemos identificar claramente al resto de los actores involucrados, no sólo a los afectados directamente por el problema. Ello nos dará una visión más amplia del problema y del entramado de relaciones sociales y espacios de interacción (formales e informales) de los actores, así como de las posibilidades de resolver el problema cooperativamente en red. Entonces, además de los afectados por el problema, que ya los hemos identificado con la construcción del árbol, se tratará aquí de encontrar a los actores que: (a) que implementarán e intervendrán en el proyecto; (b) tomarán decisiones que afecten al proyecto, y (c) que lo financien. Para realizar el mapa de actores, se sugiere representar mediante un gráfico la realidad social a intervenir, envuelta por tres círculos concéntricos en los que se situarán los diferentes actores de la intervención según la cercanía (círculo más próximo) o distancia (círculo más alejado) a la actividad del proyecto. Complementariamente, en la parte superior de los círculos se ubicarán a los actores gubernamentales involucrados, en el lado derecho las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y en el izquierdo las empresas y demás actores. El grado de cercanía al proyecto significará el nivel de implicación en la ejecución del mismo. Por ejemplo, el actor que ejecuta diariamente el proyecto estará ubicado en el círculo más cercano a la realidad social, mientras que aquel que sólo financia se encuentra más alejado.

Actividad sugerida N° 4 de realización colectiva con el total de los cursantes. Se propondrá la realización entre todos los cursantes de un “mapa de actores” a partir del problema identificado en la actividad N° 2. Se utilizará como modelo el siguiente gráfico.

MAPA DE ACTORES Estado - Gobierno

Realidad social

Sociedad Civil

Empresas Otros actores

Una vez visualizados los actores, es recomendable avanzar en un análisis de las funciones que podría tener cada uno de ellos. Para ello, se puede ensayar una matriz en la que al lado de cada actor que participe en el proyecto se indicará su función.

Actividad sugerida N° 5 de realización colectiva con el total de los cursantes. En base al mapa de actores construido en la actividad precedente, se solicitará a los cursantes que completen la siguiente matriz.

ACTOR SOCIAL

FUNCIÓN ESTADO – GOBIERNO

SOCIEDAD CIVIL

MERCADO – OTROS

Actividad sugerida N° 6 de realización individual o en grupos pequeños. Realizar las actividades 4 y 5 a partir del problema identificado en la actividad N° 3. Luego se realizará una puesta en común.

Finalmente, para completar la identificación del problema y el diagnóstico de la situación que dará origen a nuestro proyecto, debemos comprender las características del contexto. Las problemáticas sociales a las cuales intentan dar respuesta los proyectos no existen aisladamente. Por el contrario, suelen entenderse en dichos contextos, como consecuencia de cuestiones más estructurales. La no comprensión de estas características puede derivar en el fracaso del proyecto, por no hacer un correcto análisis del contexto en el que se desenvuelven los problemas. En este sentido es preciso destacar que parte de estos fracasos se deben a la existencia de soluciones prefabricadas o de problemas estructurales mal analizados que en realidad nos exceden en su solución o abordaje.

Actividad sugerida N° 7 de realización colectiva con el total de los cursantes. Reflexiones de cierre del primer encuentro. Espacio para hacer consultas, intercambiar opiniones y compartir experiencias, en el marco de lo trabajado durante la jornada.

SEGUNDO ENCUENTRO

SEGUNDA ETAPA: DISEÑO – PLANIFICACIÓN

Esta es la fase central en el proceso de planificación de la intervención. En ella se formalizarán y organizarán los resultados obtenidos en el proceso de identificación (etapa 1). Si bien suelen existir diversos modelos en cuanto a los componentes del documento que contiene la planificación y redacción del proyecto, muchas veces ello depende de la agencia financiadora o patrocinadora, existe cierto consenso respecto del esquema general de los proyectos sociales, que contiene los siguientes elementos: -

Denominación del proyecto

-

Información general

-

Fundamentación o justificación

-

Objetivos: general y específicos

-

Beneficiarios

-

Plan de trabajo

-

Resultados esperados

-

Cronograma

-

Presupuesto y determinación de los recursos necesarios

-

Monitoreo y evaluación

-

Plan de comunicación

-

Factores externos condicionantes o pre-requisitos para el logro de los efectos e impacto del proyecto

A continuación desarrollamos con mayor nivel de detalle cada uno de los componentes. Además, en cada caso sugerimos una pregunta orientadora, la que mediante su respuesta contribuirá en la elaboración de cada elemento.

2.1. DENOMINACIÓN DEL PROYECTO (¿CÓMO IDENTIFICAMOS EL PROYECTO?)

Todo proyecto lleva un título que, de forma sintética y representativa del contenido del documento, indica aquello que se quiere hacer (creación de una cooperativa de productores, de un centro de salud, de un taller de orientación para madres adolescentes, etc.). Asimismo, indica la institución responsable de la ejecución del proyecto, y si fuera el caso, debe hacer referencia a la agencia u organismo que financia, o si forma parte de un programa más amplio. De igual modo, es recomendable explicitar el emplazamiento o localización geográfica donde se desarrollará la iniciativa. Una vez que incluimos los componentes mencionados (lo que se quiere poner en marcha, la institución responsable de la implementación, la localización geográfica y, si corresponde, el organismo financiador y el programa), debemos revisar y tomar la precaución de no haber confundido el título del proyecto con el problema que pretendemos resolver, ni tomarlo como equivalente de la solución. Si esto nos ocurre, podríamos involuntariamente continuar con una formulación imprecisa o muy difusa de objetivos y actividades. Actividad sugerida N° 7 de realización colectiva con el total de los cursantes. El docente a cargo del curso leerá varios títulos de proyectos para que los cursantes identifiquen los errores más comunes a la hora de decidir la denominación del proyecto. A continuación, se pedirá a los asistentes que propongan títulos correctamente definidos.

2.2. INFORMACIÓN GENERAL / DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO (¿QUÉ QUEREMOS HACER?)

En esta sección incluiremos, como continuación y complemento de la denominación del proyecto, los datos más importantes que permitan indicar claramente lo que se desea poner en marcha. Es decir que tenemos que realizar una descripción más amplia del proyecto, definiendo y caracterizando la idea de lo que vamos a hacer. Es importante que la descripción, si este fuera el caso, ubique y contextualice el proyecto dentro del programa del que es. La idea de este punto es que cualquier persona (incluso ajena al proyecto) debería poder tener una idea cabal de él. Por ello, su objetivo es ampliar en sus aspectos esenciales la información que proporciona la denominación. No obstante, resulta conveniente que la descripción sea breve, ya que a lo largo de las páginas siguientes se detallará información complementaria de todos los componentes de la iniciativa. Esta información resumida es una manera clara y didáctica de presentación para las personas que no están en la organización del proyecto y que no conocen lo que se quiere llevar a cabo. Así se posibilita rápidamente tener una idea general de lo que se quiere realizar y facilita de esa manera su difusión.

2.3. FUNDAMENTACIÓN O JUSTIFICACIÓN (¿POR QUÉ LO QUEREMOS HACER?)

Todo proyecto debe ser justificado. Esto no es más que presentar el problema o situación que deseamos cambiar, y afirmar las razones por las cuáles nuestra intervención ayudará a darle una solución. En otras palabras, se trata de explicar la prioridad y la urgencia por buscar una solución al problema y, en consecuencia, justificar con una evaluación por qué este proyecto se constituye en un medio adecuado o viable ante esa situación. La descripción del problema es el momento en el que presentamos la situación tal cual existe hoy en día y es también aquí donde señalamos cuál es nuestra meta o corrección a lograr. Es conveniente señalar sus causas y consecuencias. Para ello, es conveniente recuperar el “árbol de problemas” utilizado en la etapa 1. Asimismo, se recomienda incluir un resumen del diagnóstico o de estudios previos que justifiquen la conveniencia de la implementación del proyecto, así como algunas previsiones sobre la transformación de la situación-problema que se pretende resolver con su puesta en marcha.

2.4. OBJETIVOS: GENERAL Y ESPECÍFICOS (¿QUÉ QUEREMOS LOGRAR?)

El lugar a donde deseamos llegar con la puesta en marcha de nuestro proyecto se materializa con los objetivos. Los objetivos son el elemento fundamental de un proyecto porque nos indican su destino, lo que queremos obtener con él. Por ello, definir los objetivos del proyecto es responder al interrogante de para qué se hace, esto es indicar los efectos que se pretenden alcanzar con su realización. En tal sentido, es conveniente distinguir entre los que creemos que serán los efectos de la implementación del proyecto (objetivos que se espera alcanzar) y el posible impacto del mismo (a qué fin contribuirá el proyecto si se desarrolla con éxito). Gráficamente, la ejecución del proyecto se realiza por medio de actividades que generan una serie de productos; éstos, a su vez, nos encaminan hacia a la concreción de los objetivos. Es por ello que las acciones, los productos resultantes y los objetivos no son medios para lograr un cambio mayor (impacto) que beneficie al grupo destinatario del proyecto. De ello se desprende la relevancia que tiene la definición de los objetivos, ya que determina en forma encadenada al resto de los componentes del proyecto, especialmente las acciones, el tiempo y los recursos que se les asignen.

Actividad sugerida N° 8 (de realización colectiva con el total de los cursantes) El docente a cargo del curso proveerá ejemplos en los que se permita apreciar la diferencia entre efectos e impactos del proyecto. A continuación, solicitará a los cursantes que propongan ejemplos, a partir del problema identificado en la actividad N° 2 (árbol de ideas), en los que se aprecien las diferencias entre objetivos y fines.

Habitualmente se distinguen dos tipos de objetivos: generales y específicos. El objetivo general suele ser uno sólo y expresa el propósito central del proyecto, que contiene la solución al problema que se ha identificado. Debe tenerse en consideración que en aquellos casos en los que la organización comunitaria ejecutará el proyecto en el marco de un programa, el objetivo general viene dado por éste. En tanto, del objetivo general se derivan los objetivos específicos, que representan los pasos para su concreción. Por ello, los objetivos específicos deben ser concretos (claros sobre qué, dónde, cuándo y cómo va a cambiar la situación), medibles (posibilidad de cuantificar los cambios y beneficios), factibles (que sean realizables teniendo en cuenta los recursos y las capacidades a disposición de la comunidad), realistas (que sea viable obtener el nivel de cambio propuesto en el objetivo), y restringidos en el tiempo (se definen límites temporales para cumplir cada uno de ellos). Actividad sugerida N° 9 (de realización colectiva con el total de los cursantes) El docente a cargo del curso proveerá un listado de verbos sobre los existe consenso respecto de su utilización para definir objetivos. A continuación, solicitará a los cursantes que propongan objetivos generales y específicos, a partir del problema identificado en la actividad N° 2 (árbol de ideas), en los que se aprecien las diferencias entre objetivos y fines.

Actividad sugerida N° 10 (de realización individual o en grupos pequeños) Luego se pedirá que de manera individual o en pequeños grupos establezcan objetivos acordes al problema o necesidad identificado en la actividad N° 3.

2.5. BENEFICIARIOS (¿QUIÉNES SERÁN LOS DESTINATARIOS DEL PROYECTO?)

Como el proyecto implica una intervención sobre un problema social, es imprescindible identificar a las personas que se verán favorecidas por lo producido con la puesta en marcha del proyecto. Debe distinguirse entre dos tipos de grupos beneficiarios: directos e indirectos. Los beneficiarios directos son aquellas personas, grupos u organizaciones a quienes está destinada la intervención. Son los afectados por la aplicación del proyecto sin mediaciones. Por ejemplo, en nuestro caso, quienes asisten a este curso de

capacitación serán los beneficiarios directos. En tanto, se dice que son beneficiarios indirectos aquellas personas, grupos u organizaciones en los que impacta la mejora de la población que se beneficiará directamente con la ejecución de la iniciativa. Siguiendo Continuando con nuestro caso, las comunidades que reciban los beneficios de los miembros que se capacitaron en este curso, serán los beneficiarios indirectos. Para identificar a los beneficiarios, puede resultar útil recuperar el “árbol de problemas” y la “matriz de actores” realizadas en la etapa 1.

2.6. PLAN DE TRABAJO ¿CÓMO SE REALIZARÁ?

La ejecución del proyecto requiere la realización de una serie de actividades y tareas concretas para alcanzar los objetivos propuestos. En tal sentido, es en este punto donde tenemos que especificar y clarificar, de manera concreta y precisa, con qué acciones se generarán los productos y qué serán actividades necesarias. Ello implica ordenar y coordinar en el tiempo y en el espacio todas las tareas, de modo que en la ejecución se pueda seguir un plan y que el proyecto no sufra variaciones que alteren negativamente su realización. Este plan de trabajo responderá a las preguntas: ¿cómo lo haremos?, ¿cuánto haremos?, ¿en dónde?, ¿cuándo? y ¿en cuánto tiempo lograremos los objetivos planteados? En primer lugar, debemos listar las actividades que pensamos desarrollar para cumplir los objetivos específicos, es decir, indicaremos cómo hacer para llegar a destino, con qué acciones lograremos generar los productos. Es fundamental que las tareas se correspondan con los objetivos establecidos. Es común que para alcanzar cada uno de los objetivos específicos de la iniciativa tengamos que disponer de varias actividades, las que tendremos que identificar y detallar en este momento. Un aspecto importante sería destacar los métodos que utilizaremos en cada actividad, especialmente cuando existan varias opciones. A continuación, deberíamos establecer cuánto haremos con esas actividades. Aquí se trata de establecer los resultados esperados de las actividades, lo que produciremos con ellas. De los objetivos específicos se derivan varias actividades, y de ellas esperamos ciertos resultados que debemos definirlos –y de ser posible cuantificarlospreviamente para poder evaluar su cumplimiento. Asimismo, corresponde indicar dónde se hará cada cosa. Esto es el lugar en que se desarrollará cada aspecto del proyecto. Finalmente, el componente central de un plan de actividades, una vez que éstas han sido definidas, es la denominada “calendarización del proyecto” (¿cuándo haremos cada cosa?). Esto no es otra cosa que la determinación de la duración de cada una de las actividades o tareas que se realizarán para cumplir con los objetivos. Una planificación de la duración de cada una de las fases del proyecto posibilitará un

desenvolvimiento prolijo y ordenado del proyecto, además de constituir uno de los aspectos centrales a la hora de evaluar la factibilidad del proyecto por parte de una agencia de financiamiento o patrocinante. Para calendarizar el proyecto es aconsejable construir con un cronograma detallado de ejecución de actividades, que básicamente se trata de un cuadro en donde se hace un resumen ordenado de acuerdo al tiempo de inicio y terminación del proyecto. En él se deben colocar todas las actividades programadas, constituyéndose así en una importante fuente de consulta para los encargados del proyecto. El primer paso para la confección del cronograma es el armado de una lista ordenada secuencialmente de actividades, esto es, de acuerdo al orden de su ejecución. Comenzamos indicando la actividad inicial y cerramos con la actividad final. Entre ambas actividades indicaremos con una secuencia lógica todas las tareas a realizar. A continuación, hay que estimar el período de tiempo que lleva cada actividad para su realización. La duración de las actividades está estrechamente relacionada con los recursos (ver el punto referido a presupuesto), por lo que se debe prestar especial atención a su efectiva disponibilidad, tanto humanos como técnicos, materiales y financiero. De ello dependerá que exista una razonable posibilidad de cumplir con la actividad en el tiempo previsto. Por último, realizaremos la elaboración gráfica teniendo presente el calendario operativo que se ha confeccionado en el paso anterior. La tarea principal es la construcción de barras horizontales cuya longitud representa cada actividad indicada en unidades de tiempo. En resumen, en las columnas ubicaremos las unidades de tiempo (semanas, meses o años) y en las filas, las etapas o actividades, señalando en las cuadrículas correspondientes la ubicación de las actividades en el tiempo del proyecto.

Actividad sugerida N° 11 (de realización colectiva con el total de los cursantes) En base a los objetivos específicos establecidos por los cursantes en la actividad N° 9, realizar su calendarización utilizando el siguiente cuadro como modelo.

Actividades (ordenadas en secuencia lógica) 1. (Actividad inicial) 2. 3.

Mes 1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

4. 5. 6. (Actividad final)

Actividad sugerida N° 12 (de realización individual o en grupos pequeños) Luego se pedirá que de manera individual o en pequeños grupos, realicen la calendarización En base a los objetivos específicos establecidos por los cursantes en la actividad N° 10.

2.7. DETERMINACIÓN D E LOS RECURSOS NECESARIOS Y PRESUPUESTO (¿QUÉ NECESITAMOS Y CUÁNTO NOS VA A COSTAR?

Para llevar a cabo cada una de las actividades que nos conducen al cumplimiento de los objetivos, necesitaremos disponer de una serie de recursos, tanto humanos como materiales y financieros. Éstos constituyen los insumos necesarios para la realización del proyecto. Es por ello que existe una clara interdependencia entre presupuesto y actividades. En cuanto a los recursos humanos, debemos identificar cuáles son las personas o perfiles que mejor se adecuan a las tareas y qué capacitación deben contar para realizar las tareas previstas. Además tenemos que establecer la cantidad de personal y sus cualificaciones, indicando quién será responsable de qué y cómo se distribuirá el trabajo. Si contamos con personas participantes dispuestas a colaborar pero se requiere una calificación especial, tendríamos que contemplar recursos para ello. Los recursos materiales se refieren a las herramientas, equipos, instrumentos e infraestructura física, entro otros, que son necesarios para llevar a cabo el proyecto. En tanto, los financieros refieren a los fondos necesarios para sostener el proyecto. Es conveniente plasmar esto en un plan de recursos. Éste debe contemplar el análisis y cálculo de los costos, especificados en cada uno de los rubros de los recursos y enunciando la cantidad y cualificación del personal necesario, material, equipo, gastos de funcionamiento, etc., todo ello expresado en términos monetarios. Para ello, se puede utilizar una matriz como la siguiente.

Actividad

Recursos Humanos

Materiales

Financieros

1. 2. 3.

Actividad sugerida N° 13 (de realización colectiva con el total de los cursantes) Proponer a los asistentes que compartan ejemplos de recursos utilizados en distintas actividades de proyectos sociales en los que hayan participado.

Contemplar las cantidades de estos recursos incluidos en el constituye el elemento inicial para elaborar el presupuesto. La función del presupuesto es la de asignar los recursos en el tiempo previsto, determinar la fuente u origen de los mismos, y asegurar el desarrollo normal del proyecto y funcionamiento de los servicios. El presupuesto es un resumen detallado de los gastos previstos, junto con propuestas para su financiamiento. La suma del costo de cada una de las actividades será el costo total del proyecto. Para la presentación sistemática de los costos (y en algunos casos de beneficios) en unidades monetarias, esto es la confección del presupuesto, suelen contemplarse los siguientes rubros: -

Costos de personal: es el cálculo en base al número de personas que participan en el proyecto de manera remunerada, especificando el tipo de cualificación y la dedicación que se requiere en cada caso.

-

Viáticos: incluye los gastos por movilidad del personal (transporte, alojamiento y alimentación), comunicaciones, etc., necesarios para realizar tareas fuera del lugar habitual de residencia.

-

Material y equipos: costos de material, gastos de transporte e instalación. Mobiliario de oficina, archivos, computadoras, impresoras, fotocopiadora, etc.

-

Gastos de funcionamiento: servicios (electricidad, agua, gas), gastos de oficina (papelería, teléfono, comunicaciones, etc.), limpieza y mantenimiento. Seguros, contribuciones e impuestos. Adquisición de libros, revistas, etc.

-

Imprevistos: se recomienda prever una cantidad de dinero para gastos imprevistos, por lo general es el 5% del total del presupuesto de gastos.

-

Beneficios: existen iniciativas en las que pueden obtenerse ingresos monetarios provenientes del mismo proyecto. Tal es el caso de aquellos de índole productiva y debe estar previsto en el presupuesto del proyecto.

Tenemos que tener en cuenta que siempre hay que realizar un presupuesto de gastos y de cálculo de recursos, incluyendo la fuente y procedencia de los mismos. Así, resulta que se tendrá diferenciar entre aquellos recursos que ya se poseen y que se van a utilizar (contraparte) y los que no se disponen pero que se solicitarán a alguna entidad financiadora; empresa, organización social, Municipalidad, entre otros. Estas dos categorías deben estar separadas, ya que en la mayoría de las convocatorias se utiliza el esquema de co-financiamiento, en el que se identifica cuánto aportarán los actors.

Concepto / Actividad

Aportes propios ($)

Monto solicitado ($)

Otros aportantes ($)

TOTAL

Personal Viáticos Material y equipos Gastos de funcionamiento Imprevistos TOTAL

Actividad sugerida N° 14 (de realización colectiva con el total de los cursantes) Proponer a los asistentes que compartan ejemplos de organismos financiadores y experiencias en las que formando parte del equipo de un proyecto han solicitado financiamiento.

Complementariamente al cronograma, es habitual realizar un calendario financiero que ordene lo que vamos a gastar en cada momento. Se indica la erogación del presupuesto total del proyecto para cada actividad o rubro junto a la fecha en que se

prevé la realización del gasto. Incluida la erogación del gasto que se hará cada mes, se procederá a sumar de manera horizontal (hacia la derecha) lo que costará cada una de las actividades. De igual modo, se hará una adición vertical (hacia abajo) que indicará el gasto previsto cada mes para todas las actividades o rubros. Dicha suma ayudará a visualizar cuánto costará cada actividad por un lado y, por otro, cuanto se necesitará cada mes para desarrollar los diferentes proyectos. Ambas sumas (total horizontal y vertical) deben coincidir.

Actividad o rubro

Mes 1

2

3

Total 4

5

6

1 2 3 4 5 Total

2.8. MONITOREO Y EVALUACIÓN (¿CÓMO SABER SI LO HEMOS HECHO BIEN?)

En la misma fase de diseño habrá que establecer los mecanismos de monitoreo (como se verá en la siguiente sección, a realizarse durante la etapa de ejecución) y evaluación del proyecto (una vez finalizado). Si esto lo hiciéramos una vez finalizado el proyecto, se perdería fiabilidad. Entonces, será necesario disponer de un mecanismo de recolección de información. Éstas no puede ser vaga o general, sino concreta y específica. Es por ello necesario diseñar un conjunto de indicadores, que son instrumentos que permiten medir la progresión hacia las metas propuestas. En otras palabras, ellos nos permiten realizar una evaluación adecuada teniendo en cuenta los objetivos propuestos y las actividades. Los indicadores representan características, propiedades o situaciones que se pueden observar y medir durante el desarrollo de un proyecto. Deben ser concretos para posibilitar la medición de los resultados del proyecto. y para ello se recomienda que cumplan ciertas características:

-

Independencia. es recomendable utilizar diferentes indicadores para medir distintas metas y objetivos. En otras palabras, no se debe usar el mismo para todos los resultados esperados.

-

Verificabilidad. Debe ser posible comprobar o verificar empíricamente los cambios que se van produciendo con la ejecución de proyecto.

-

Validez. Len conjunto, los indicadores deben reflejar los efectos del proyecto y no otra cosa.

-

Accesibilidad. Es importante que la información necesaria se pueda obtener fácilmente, minimizando esfuerzo y tiempo. Por ello, se sugiere pensar indicadores que demanden datos ya existentes o que se obtengan con facilidad.

Actividad sugerida N° 15 (de realización colectiva con el total de los cursantes) Taller de diseño de indicadores.

2.9. PLAN DE COMUNICACIÓN (¿DE QUÉ MANERA INFORMAREMOS LO QUE ESTAMOS HACIENDO?)

Un aspecto importante de toda actividad es su comunicación. Si nadie sabe lo que hacemos, los resultados e impactos de lo que hacemos pueden quedar inadvertidos. Por ello, cuando estamos diseñando un proyecto debemos contemplar la definición de un plan de comunicación, que se ocupe de dar a conocer las actividades que se realizarán y los resultados del proyecto. Dependiendo de quienes sean los públicos destinatarios, hablamos de comunicación externa e interna. La primera se dirige, por ejemplo, a los beneficiarios de las actividades, autoridades, otros ciudadanos, empresas. Para ello, hay que considerar las particularidades de la comunidad y definir los canales más adecuados para difundir la información. Por su parte, la comunicación interna se refiere a la circulación de la información al interior del equipo de trabajo. Es fundamental establecer los mecanismos para que todos los participantes estén al tanto de lo que va sucediendo en la ejecución del proyecto.

Actividad sugerida N° 16 (de realización colectiva con el total de los cursantes) Solicitar a los participantes que propongan canales de comunicación adecuados a las particularidades de la comunidad.

2.10. CONDICIONANTES EXTERNOS (¿QUÉ FACTORES AJENOS A NUESTRO EQUIPO PUEDEN FAVORECER O DIFICULTAR LOS RESULTADOS E IMPACTOS DEL PROYECTO?)

No debe pasarse por alto la existencia de situaciones o factores externos que exceden o escapan a las posibilidades de control de la administración o dirección del proyecto, pero que resultan fundamentales para el desenvolvimiento y el éxito de la intervención. El éxito o fracaso del proyecto no sólo depende de lo que produzcamos, sino que también en gran medida lo hacen ciertos factores externos. Pueden ser positivos y contribuir en la ejecución (y hasta ser un pre-requisito de la misma) o ser obstáculos para el logro de nuestros objetivos. Por ello es importante que en el diseño del proyecto intentemos identificar cuáles son esos factores externos de los que depende o puede verse afectado el proyecto. La inclusión de este punto contribuye al proyecto de un modo muy importante: reduce también la incertidumbre en que opera el proyecto y establece la responsabilidad de quienes llevan adelante su implementación. Actividad sugerida N° 17 (de realización colectiva con el total de los cursantes) Reflexiones de cierre del segundo encuentro. Espacio para hacer consultas, intercambiar opiniones y compartir experiencias, en el marco de lo trabajado durante la jornada.

TERCER ENCUENTRO

TERCERA ETAPA: EJECU CIÓN Y MONITOREO DEL AVANCE

La fase de ejecución es la tercera del ciclo de proyectos, durante la cual es implementado el proyecto social y se da seguimiento a sus avances hacia el logro de los objetivos. Esta etapa del ciclo utiliza como referencia el cronograma y el presupuesto. Estas dos herramientas funcionan como guía del plan de ejecución. El monitoreo es un examen continúo que lleva adelante el equipo de trabajo para conocer la manera en que se está ejecutando una actividad. Es una evaluación constante de las actividades realizadas que permite ajustar permanentemente el proyecto para el logro de los objetivos. En esta etapa solo se evaluarán las actividades y los resultados. Para ello es recomendable utilizar una tabla en la cual volcar la información referida a la puesta en marcha de las diferentes actividades y, cómo el desarrollo de éstas va afectando al cumplimiento de los diferentes resultados esperados.

Fecha de evaluación: Actividad

Grado de cumplimiento esperado

Grado de cumplimiento real

Correcciones

Más allá de que el monitoreo es recomendable como forma de seguimiento del nuestro avance, cabe destacar que las agencias financiadoras suelen solicitar informes parciales o de avance del proyecto. Cada una de ellas tiene sus propios formatos para los informes parciales que se requieran, y establecen los periodos para su presentación.

4. CUARTA ETAPA: EVALUACIÓN FINAL

Finalizado el proyecto, se evaluarán el cumplimiento de los resultados esperados y el de los objetivos general y específico. Esto es conocido como evaluación ex post y se ocupa en los resultados obtenidos para evaluar en qué medida se alcanzaron los objetivos previstos, cuáles han sido los efectos, buscados y no deseados, de la situación inicial que se pretendía modificar. Asimismo, los organismos de financiamiento requerirán de la presentación de un informe final. Actividad sugerida N° 19 (de realización colectiva con el total de los cursantes) El docente a cargo mostrará a los participantes de curso modelos de informes finales y criterios de evaluación. Discusión.

Actividad sugerida N° 20 (de realización colectiva con el total de los cursantes) Actividad de cierre. Integración de contenidos. Espacio para hacer consultas, intercambiar opiniones y compartir experiencias, en el marco de lo trabajado durante las 3 jornadas.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA PARA LA ELABORACIÓN DEL MATERIAL

Ander-Egg, E. y Aguilar, M.: Como elaborar un proyecto: guía para diseñar proyectos sociales y culturales. San Isidro: ICSA, 1989. Cejas, C.; Olaviaga, S.; Kremer, P.: Manual para la formulación de proyectos de organizaciones comunitarias. Buenos Aires: Fundación CIPPEC, 2006. García y Justicia, J.: Elaboración de Proyectos de Desarrollo para Organizaciones de la Sociedad Civil. Nuevo León: Secretaría de Desarrollo Social Estado de Nuevo León, 2012. Thomet, N. y Vozza, A.: Manual de elaboración de proyectos. Una herramienta paso a paso para apoyar el desarrollo de las cooperativas y otras formas de organizaciones de autoayuda. La Paz: Oficina de la OIT para los Países Andinos, 2012.

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