«Hace ya muy largos años que en todas partes te veo, pero no tal como eres, sino según mi deseo». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad»

«Hace ya muy largos años que en todas partes te veo, pero no tal como eres, sino según mi deseo». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad». «Tu

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«Hace ya muy largos años que en todas partes te veo, pero no tal como eres, sino según mi deseo». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

«Tu aliento es mi única vida, y son tus ojos mi luz; mi alma está donde tu pecho, mi patria donde estás tú». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

«El querer es una hoguera que en nuestro pecho se enciende; por eso cuando queremos toda nuestra sangre hierve». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

«Me he equivocado al decirte: por ti me muero, bien mío; quise decirte, y perdona, que tan sólo por ti vivo». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

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«Los cinco sentidos tengo en ti puestos a la vez: ¡ay!, ¡quién tuviera otros cinco para ponerlos también!». Augusto Ferrán, Obras completas. «La pereza».

«No me beses en la frente, porque así no podré nunca besarte cuando me beses». Augusto Ferrán, Obras completas. «La pereza».

«Si yo pudiera arrancar una estrellita del cielo, te la pusiera en la frente para verte desde lejos». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

«Si mis ojos no te dicen todo lo que el pecho siente, no es porque se están callados; es porque no los comprendes». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

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«Yo no sé lo que me has dado que me has quitado el sentido: me he puesto ya muchas veces a olvidarte y no he podido». Augusto Ferrán, Obras completas. «Cantares del pueblo».

«Mi querer y tu querer son dos quereres en uno; y siempre estamos riñendo por si es mío o por si es tuyo».

citas y frases recopiladas

Augusto Ferrán, Obras completas. «Cantares del pueblo».

«Ya no quiero querer más, quiero seguir tu opinión; que un querer con mucho extremo es causa de perdición».

por Mari Carmen Jerez

Augusto Ferrán, Obras completas. «Cantares del pueblo».

«¡Qué a gusto sería sombra de tu cuerpo!, todas las horas del día, de cerca te iría siguiendo». Augusto Ferrán, Obras completas. «La pereza».

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Autora: Mari Carmen Jerez, Ed. Título de la obra: El amor… citas y frases recopiladas Número de páginas: 55.

«Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo…». Antoine de Saint-Exupéry, El Principito.

Género: Aforismos, frases, pensamientos, poesía Año de Publicación digital: 2012

«No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos».

© Mari Carmen Jerez, 2012

Antoine de Saint-Exupéry, El Principito.

Para contactar con la autora: Email:

[email protected]

«Los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón». Antoine de Saint-Exupéry, El Principito.

Página de autora: http://www.mi-verdadero.blogspot.com.es/

«Paloma que vas volando y en el pico llevas hilo, dámelo para coser tu corazón con el mío». Augusto Ferrán, Obras completas. «Cantares del pueblo».

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«¿Por qué tiemblo si la mía con su mirada se encuentra? ¿Por qué, cuando no, parece que el corazón me atraviesan?». Ángel María Dacarrete, Poesía-Selección.

«¿Por qué si por ella sufro, por qué si muero por ella, sólo para bendecirla sabe nombrarla mi lengua?». Ángel María Dacarrete, Poesía-Selección. Mari Carmen Jerez

«No me digas que te olvide, que me lo dices llorando: toma tú misma el consejo y podrás venir a darlo». Ángel María Dacarrete, Poesía-Selección.

«Aunque todo lo pierdo con perderte, en ello cifraré yo mi ventura si así consigo venturosa verte».

Hay quien colecciona sellos, monedas, cromos, máquinas de escribir, soldaditos de plomo... qué sé yo... a mí siempre me ha gustado coleccionar frases, pero no frases cualquiera, sino de esas que nos hacen reflexionar o nos tocan el corazón. Estudié Filología Hispánica por amor a nuestras letras. Siempre me ha encantado leer. Desde mi niñez, en mis ratos de lectura, me he dedicado a guardar los versos o las líneas que me han parecido especiales. Tengo cuadernos y carpetas cargados de 'pedacitos' de libros y no me canso nunca de releerlos.

Ángel María Dacarrete, Poesía-Selección.

Los fragmentos que más me gustan son los que tratan sobre el amor, que para mí es el don supremo, el mejor regalo que nos da la vida. ¡Que nunca nos falte! 12

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Recopilado por Mª del Carmen Jerez Gaona. Torrellano 19 de septiembre de 2009.

«La pasión es como una chispa mágica que enciende el amor y lo mantiene vivo». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

Que tengas siempre alguien a quien amar y alguien a quien recordar y, lo más importante: que seas en todo momento digno de ser amado y de ser recordado.

«Quien ama perfectamente, con los ojos se despide». Andrés de Claramonte, El honrado con su sangre.

«[...] amor que está secreto, no tiene mucho de amor». Andrés de Claramonte, El honrado con su sangre.

El Amor… ese don supremo, ese maravilloso sentir, tan sencillo y a la vez tan complicado, tan difícil de explicar y al mismo tiempo tan conocido por todos. Necesario para el ser humano, no importa en cuál de sus facetas:

«[...] los perfectos amores no se encierran en el pecho». Andrés de Claramonte, El honrado con su sangre.

«Dicen algunos que el tiempo acaba con el amor: dime tú, los que eso dicen, ¿nos conocen a los dos?». Ángel María Dacarrete, Poesía-Selección.

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«Un regalo no es un regalo si no se entrega voluntariamente, y el amor no es amor si no se ofrece sin condiciones». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] pese a las dificultades y a la crueldad e hipocresía del mundo, cuando llenamos nuestros corazones de amor, la vida es hermosa». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«La verdadera base de una relación amorosa y duradera se construye compartiendo creencias, metas y aficiones, además de buscando el respeto y la admiración mutua». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] si amas algo, déjalo ir. Si vuelve a ti, entonces es tuyo, pero si no, nunca lo fue».

amor de madre, amor de hermano, amor de hijo, amor de amigo, amor de esposa… Todos necesitamos una buena dosis de amor en nuestro día a día. De hecho, nuestras vidas deben estar basadas en el amor: que cada proyecto que emprendamos tenga su fundamento en el amor, que cada pensamiento que nuestra mente engendre nazca del amor, que cada palabra que nuestra lengua emita brote del amor… porque el amor lo es todo, es el don que se nos ha otorgado para enaltecer nuestra existencia, para darle sentido a nuestras vidas.

Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] el amor no es algo estático, es más bien como una planta: crece y florece, o se marchita y muere. La comunicación es el agua que mantiene vivo el amor». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

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«Cuando llegues al final de tu vida, lo único que contará será el amor que hayas dado y recibido». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] una relación duradera basada en el amor verdadero no es una casualidad, algo que suceda por accidente o que sea el producto de la suerte. Tiene que construirse y cuidarse». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] el amor es el mejor regalo de la vida. Le da sentido y la hace merecedora de ser vivida». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«Amar a alguien es cuidar de esa persona, es estar allí cuando te necesite, ayudarla». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] el amor puede crecer de una atracción física mutua, pero el amor verdadero nunca puede ser sólo físico. Para amar, para amar realmente, debes comprender a esa persona, necesitas conocerla y respetarla. Es preciso que su bienestar te preocupe de verdad». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«Para amar a una persona de verdad debes verla por dentro –su naturaleza, su espíritu o su alma. Hay cosas que no pueden contemplarse con los ojos. En el amor lo esencial sólo puede verse con el corazón». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] si quieres recibir amor, todo lo que tienes que hacer es darlo. Y cuanto más des, más recibirás». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«[…] a diferencia de las posesiones materiales o del dinero, el amor es una fuente inagotable y todos podemos dar sin miedo a que se acabe. Cuando damos, no perdemos nada. De hecho, la única manera de secar el amor es si no lo entregamos». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

«El amor verdadero es incondicional, consiste en no pedir nada a cambio». Adam J. Jackson, Los diez secretos del Amor abundante.

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«Mi amor, que Dios ha bendito; mi amor, que es constante y ciego: grande, inmenso te lo entrego; devuélvemelo infinito».

«La noche oscura ya llega; todo en el sueño descansa, y tan sólo el corazón dentro del pecho trabaja». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

José Martínez Monroy, Poesías. «Voy a partir».

«Si uno, para que otro le guste, tuviera que esperar a conocerlo, no le bastaría la vida entera». José Saramago, La balsa de piedra.

«En verdad, dos son las cosas que el mundo entero gobiernan: el oro, por lo que vale, y el amor, por lo que cuesta». Augusto Ferrán, Obras completas. «La soledad».

«Para ti querría el cielo, para ti querría el mar, para ti, en fin, sería lo que mi corazón pudiera dar». José Carlos de Juana González, Canciones de amor.

«Como el mar necesita los ríos, como la noche necesita el día, como el llanto necesita unos ojos, mi vida necesita la tuya».

«Estréchame contra tu corazón para que los latidos de mi corazón y el tuyo se confundan y no puedan ser contados». Augusto Ferrán, Obras completas. «Una inspiración alemana».

«Te he querido con toda mi alma [...] y con veinte almas más, porque una sola no basta para quererte como te quiero». Benito Pérez Galdós, Cádiz.

José Carlos de Juana González, Canciones de amor.

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«La única manera de amar es enamorarse de la persona por las prendas del alma». Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta.

«Tus ojos son el sol... y yo la luna de tus ojos».

«Si los enamorados vivieran en la luna en noches de tierra llena -cogidos de la mano- contemplarían el océano azul de nuestro planeta y lo verían lleno de estrellas de mar». Jairo Aníbal Niño, La alegría de querer.

Benito Pérez Galdós, La de los tristes destinos.

«Por amor se apuran los cálices más amargos; por amor se acometen difíciles empresas, desafiando con semblante risueño la vergüenza, el dolor, la muerte misma; por amor se truecan las espinas en rosas, el miedo en confianza, las tribulaciones en alegrías inefables». Benito Pérez Galdós, La loca de la casa.

«Cuando una persona aprecia a otra a nivel profundo, puede ver su auténtica identidad por muchas fachadas que la otra persona levante». James Redfield, Las nueve revelaciones.

«Hace poco empecé a definir el verdadero amor como la desinteresada tarea de crear espacio para que el otro sea quien es». Jorge Bucay, Cuentos para pensar.

«[...] yo me llevo bien con tus defectos, y te quiero a pesar de ellos, y quizás por ellos... Acéptame tú a mí con mis asperezas, como yo te acepto a ti con las tuyas».

«Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos pero jamás atados». Jorge Bucay, El camino del encuentro.

Benito Pérez Galdós, La loca de la casa.

«[...] más fácilmente se apaga un volcán que el incendio de un corazón enamorado». Benito Pérez Galdós, La vuelta al mundo de la Numancia.

«En amores la ausencia es como el aire, que apaga el fuego chico, y aviva el grande». José Martínez Monroy, Poesías. «A mi madre».

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«-¿1 x 1? -Uno. -¿1 x 2? -Todo. -¿Todo? -Sí; si los dos se tienen cariño». Jairo Aníbal Niño, La alegría de querer.

«[...] el amor es el manantial de la poesía». Benito Pérez Galdós, La vuelta al mundo de la Numancia.

«El amor no es cosa que se reclama por derecho. Se inspira sabiéndolo inspirar, se siente cuando se siente; pero no pueden venir alcaldes y alguaciles a decirle a una: ‘pague usted el amor que debe’». Benito Pérez Galdós, Montes de Oca.

«-¿Me haces un favor? -¿Qué clase de favor? -¿Quieres tenerme mis avioncitos durante todo el recreo? -¿Durante todo el recreo? -Sí, es que tú eres mi cielo». Jairo Aníbal Niño, La alegría de querer.

«En secreto recogí el vaso en que habías bebido y lo llevé a mi casa. Por las tardes, cuando llego del colegio, lo coloco bajo el grifo y veo flotar un beso en el agua». Jairo Aníbal Niño, La alegría de querer.

«Cuando apoyo mi oído en el caracol de tu oreja escucho el mar de tu corazón».

«Eres la suprema necesidad de mi alma, que sin ti sería como el universo sin luz. Ninguna fuerza humana nos apartará mientras tú me ames. Esta convicción está tan arraigada dentro de mí, que si alguna vez pienso que nos hemos de separar en vida para siempre, se me representa esto como un trastorno en la naturaleza. ¡Yo sin ti! Esto me parece la mayor de las aberraciones. ¡Yo sin ti! ¡Qué delirio y qué absurdo! Es como el mar en la cumbre de las montañas y la nieve en las profundidades del océano vacío, como los ríos corriendo por el cielo y los astros hechos polvo de fuego en las llanuras de la tierra; como si los árboles hablaran y el hombre viviera entre los metales y las piedras preciosas en las entrañas de la tierra». Benito Pérez Galdós, Zaragoza.

Jairo Aníbal Niño, La alegría de querer. 30

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«El querer que puse en ti tan firme y tan verdadero, si lo hubiera puesto en Dios ya hubiera ganado el cielo». Canción popular citada en Poesía-Selección de Ángel María Dacarrete.

«¡No hay nada más suave que el tacto! ¡No hay terciopelo más suave que el beso! No hay seda más dulce que una caricia. ¡Qué suave encanto se desprende de los dedos! Es como una lluvia sobre pétalos de flores, como rayos de luz en ojos ciegos. Es un descanso para todo corazón ajetreado». Carlos Sáez Echevarría, Aspasia o la liberación de la Mujer.

«¡[...] yo la amaba como no he admirado y amado a ninguna otra persona en esta vida...! Me fascinaba su sabiduría, su prudencia, su delicadeza, todo su ser. Su voz para mí era como una música y hubiera dado mi vida por una caricia de sus manos. Me llegué a obsesionar tanto con su presencia que no vivía más que para verla y oírla». Carlos Sáez Echevarría, Aspasia o la liberación de la Mujer.

«El amor siempre está dispuesto a ver el lado positivo de las cosas y personas, explicándolas de la manera más favorable». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«Toda persona tiene a alguien a quien amar y a quien queremos volver a ver, con quien queremos estar y a quien nos gusta testimoniar nuestro afecto y sentir que somos correspondidos. Esta es la única razón por la que la vida se hace deseable. Amar y ser amado, aquí es donde reside la felicidad pues a pesar de todos los sufrimientos y desgracias que un hombre pueda soportar, siempre se hacen más llevaderos cuando se sabe que alguien te quiere. Siempre que uno tenga un amigo del que reciba y al que envíe su afecto, esta persona querrá vivir, pues vivir no es otra cosa que amar». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«Colombia limita al norte con el mar Caribe, al sur con Ecuador y Perú; al noroeste con la República de Panamá, al oriente con Venezuela y Brasil y al occidente con el océano Pacífico. Yo, al norte, al sur, al noroeste, al oriente y al occidente limito contigo». Jairo Aníbal Niño, La alegría de querer.

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«Es necesario que sea el móvil de nuestra existencia que, durante nuestra breve estancia en este mundo, nos anime y nos dirija, la fuente de donde debe manar cada una de las palabras que pronunciemos, cada acto que acometamos, por muy trivial que pueda parecernos, cada una de esas pequeñas cosas que componen el total de nuestros días».

«La atracción entre dos cuerpos es inversamente proporcional a la distancia entre ellos al cuadrado». Cesca Vázquez, Una carta de África.

«El amor da muchas fuerzas, ya se sabe; mientras que el desamor te deja hecha un higo». Cesca Vázquez, Una carta de África.

Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«El amor es la columna vertebral de la vida». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«Alá une a los que se aman». Cesca Vázquez, Una carta de África.

«Saber lo que es amar es saber lo que es vivir». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«No se debe perder ni una sola ocasión para intentar hacer feliz a los que nos rodean. Esta es sin duda alguna, la continua lucha de cada día, la victoria silenciosa pero no por ello menos real de aquel que posee un corazón que de verdad ama». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«¿No es acaso amor la ilusión de que podéis abriros totalmente el uno al otro, permitiendo que no haya distancias?». Chitra Banerjee Divakaruni, La señora de las especias.

«Nihil amanti difficile puto». (Nada es difícil para quien ama). Cicerón citado en Vida del P. Baltasar Álvarez de Luis de la Puente.

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«No puedo sin ti pasar, no puedo sin ti vivir: por fuerza te he de buscar, por fuerza te he de seguir, por fuerza te he de alcanzar». Cristóbal de Virués en Lecciones de Literatura Española: aplicadas en el Ateneo Científico Literario y Artístico de Alberto Lista y Aragón.

«Podrá nublarse el sol eternamente; podrá secarse en un instante el mar: podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor». Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas.

«¿De qué me sirve tanto libro en mi biblioteca, si no me enseñan la ciencia de amar?». Emilia Pardo Bazán, Dulce Dueño.

«El amor es lo único que merece estudiarse». Emilia Pardo Bazán, Dulce Dueño.

«Hay una ley imperiosa, grabada por la naturaleza en nuestros corazones, que nos manda amar». Emilia Pardo Bazán, Dulce Dueño.

«¿Qué es amor? ¿Dónde se oculta este talismán, que vaya yo a matar al dragón que lo guarda?».

«Amar es la regla de las reglas». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«Pueden pasar años para que aprendáis a hablar en chino, en hindú o en cualquier otra lengua, pero desde el mismo momento de vuestra llegada, el lenguaje del amor os hará sentir su inconsciente elocuencia». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

«El amor, ese don supremo, ese bien por excelencia, consiste en una amalgama de pequeñas acciones y virtudes cotidianas». Henry Drummond (traducido por Paulo Coelho), El don supremo.

Emilia Pardo Bazán, Dulce Dueño.

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«Lo que puedo te doy, y lo que he dado con recibirlo tú, yo me enriquezco». Garcilaso de la Vega en Poesía-Selección de Ángel María Dacarrete.

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«Yo no nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida; por hábito del alma misma os quiero; cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir y por vos muero». Garcilaso de la Vega en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«Sabe, si alguna vez tus labios rojos quema invisible atmósfera abrasada, que el alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada». Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas.

«Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso…, ¡yo no sé qué te diera por un beso!».

«[...] las de delicado sentir no disecan, no anatomizan; sólo miran al rostro, y en el rostro sólo buscan los ojos, y de los ojos la mirada, o, más bien, la ventana que abre sobre el alma el mirar». Emilia Pardo Bazán, El niño de Guzmán.

(El beso:) «Este deseo de cobrar cada uno que ama su alma, que siente serle robada por el otro, e irla a buscar en la boca y en el aliento ajeno, para restituirse de ella o acabar de entregarla toda...». Emilia Pardo Bazán, La madre naturaleza.

«-¿No te agradaría unir al mío tu destino? -¡Y me lo preguntas! Pídele al pez si le agrada el mar donde se agita y al pájaro si le agrada el firmamento donde vuela, y a la flor si le agrada el rocío que la baña, y al prisionero si le agrada el rayo de sol que va a visitarle en su calabozo…». Eugenio Infante, Los amantes de Teruel.

«Aun la distancia más larga, salvada contigo es corta». Eusebio Blasco y Soler, Jugar al escondite.

Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas. 26

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«Que no se acabe nunca la madeja del te quiero me quieres». Federico García Lorca en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, […] mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama el agua fría, y perder el respeto a ley severa». Francisco de Quevedo en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente». Francisco de Quevedo en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«La primera vez que le vi... [...] la sangre se agolpó a mis mejillas, el corazón me latía de júbilo, y cada latido me murmuraba: es él. Mi alma reconoció al que echaba de menos toda la vida, y dijo también: es él... Y esta palabra resonó alborozada en la creación entera». Friedrich Schiller, Cábalas y amor. Drama de costumbres.

«No hay mayor gloria que morir por amor». Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera.

«Estar enamorado, amigos, es encontrar el [nombre justo de la vida. Es dar al fin con la palabra que para hacer frente [a la muerte se precisa. Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en [que el alma está cautiva». Francisco Luis Bernárdez en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«Le parecía tan bella, tan seductora, tan distinta de la gente común, que no entendía por qué nadie se trastornaba como él con las castañuelas de sus tacones en los adoquines de la calle, ni se le desordenaba el corazón con el aire de los suspiros de sus volantes, ni se volvía loco de amor todo el mundo con los vientos de su trenza, el vuelo de sus manos, el oro de su risa». Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera.

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«¿Cómo entra luz en una persona? Si la puerta del amor está abierta». Paulo Coelho, Once minutos.

«Aún no me llego a acostumbrar a estar cerca de ti, y me parece soñar cuando te acercas a mí». José Carlos de Juana González, Canciones de amor.

«[…] el gran objetivo del ser humano es comprender el amor total. El amor no está en el otro, está dentro de nosotros mismo; nosotros lo despertamos. Pero para que despierte necesitamos del otro. El universo sólo tiene sentido cuando tenemos con quien compartir nuestras emociones». Paulo Coelho, Once minutos.

«El verdadero amor cambia con el tiempo y crece y descubre nuevas maneras de expresarse».

«Ni ser sin ser; ni noche sin aurora ni joven corazón sin bien amada ni sin ángel el ánimo que llora ni sin amor el alma enamorada». José Julián Martí y Pérez, Poesía. Selección.

«Siempre hay algo que amar, algo por que luchar. Es cuestión de descubrirlo...». José María Rivarola Matto, Follaje en los ojos.

Paulo Coelho, Veronika decide morir.

«Hay cosas en la vida que, no importa del lado que las veamos, continúan siendo siempre las mismas, y valen para todo el mundo. Como el amor, por ejemplo». Paulo Coelho, Veronika decide morir.

«[…] allí donde está él está mi hogar». Pearl S. Buck, Viento del este, viento del oeste.

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«La vida es un don que también se ama por el amor de otros». José María Rivarola Matto, Follaje en los ojos.

«Tuyo fue el primer canto de esta mi lira; tuyo mi primer beso, mis alegrías». José Plácido Sansón Grandy, La familia, poesías. «Siempre el mismo». 33

«Y de mis ojos brotan, brotan las lágrimas, al pensar en las leguas que nos separan... Porque sus besos son para mí la vida: ¡Sin ellos muero!...».

«Dios nunca entrará por tu cabeza, la puerta que Él usa es tu corazón». Paulo Coelho, Maktub.

«Amor no es dar o recibir, es participar». Paulo Coelho, Maktub.

José Plácido Sansón Grandy, La familia, poesías. «Tristezas».

«Quien dice que la ausencia causa olvido merece ser de todos olvidado. El verdadero y firme enamorado está, cuando está ausente, más perdido».

«[…] el amor era la primera de las cosas capaces de cambiar totalmente la vida de una persona». Paulo Coelho, Once minutos.

Juan Boscán en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«Éramos como las dos aguas de un tejado, que se sujetan con vigor evitando que la [lluvia penetrase en nuestra casa».

«[…] si no pienso en el amor, no seré nada». Paulo Coelho, Once minutos.

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Juan Navidad, Una pareja de tapas duras.

«Nuestras manos se buscaban como bienes [necesarios, las calientes a las frías calentaban en un [haz de dedos, nudos del mismo ancla». Juan Navidad, Una pareja de tapas duras. 34

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«Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. Es mentira: la libertad sólo existe cuando él está presente. Aquel que se entrega totalmente, que se siente libre, ama al máximo. Y el que ama al máximo se siente libre». Paulo Coelho, Once minutos.

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«El amor puede ser construido y no simplemente descubierto». Paulo Coelho, La bruja de Portobello.

«El amor es suficiente para justificar toda una existencia».

«-¿Por qué es tan importante el Amor? -Es la vela del navío. -Déjame que insista: ¿qué es el Amor? -Dar. -¿Dar? Pero, ¿qué? -Dar. Desde una mirada hasta la vida». Juan José Benítez, Jerusalén. Caballo de Troya 1.

Paulo Coelho, La bruja de Portobello.

«El verdadero amor puede resistir la distancia». Paulo Coelho, La bruja de Portobello.

«Quiérela, y nunca dejes de quererla, pues ella es sola de tu afecto digna, tanto como eres digno del afecto que cuidadosamente te dedica». Juan Nicasio Gallego, Poesías.

«El amor es». Paulo Coelho, La bruja de Portobello.

«Cuando la mano de un hombre toca la mano de una mujer, ambos tocan el corazón de la eternidad». Khalil Gibran, Arena y espuma.

«El amor sólo descansa cuando está a punto de morir». Paulo Coelho, Las Valquirias.

«Para Dios, los puentes son la fe, el amor, la alegría y la oración».

«Los amantes, más que abrazarse el uno al otro, abrazan lo que hay entre los dos». Khalil Gibran, Arena y espuma.

Paulo Coelho, Maktub.

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«Cuando el amor llame, obedeced a su llamada, aunque el camino sea duro y difícil. Cuando sus alas se abran, entregaos a él, aunque la espada allí escondida termine causando heridas. Y cuando el amor diga algo, creed en él, aunque su voz destruya vuestros sueños como el viento del norte devasta los jardines. Porque el amor glorifica y crucifica. Hace crecer las ramas y las poda. Atormenta a los hombres, hasta que están flexibles y dóciles. Los quema en fuego divino, para que puedan convertirse en un pan sagrado que será consumido en el banquete de Dios. Sin embargo, si tenéis miedo, y del amor no queréis encontrar más que la paz y el placer más os vale apartaros de su puerta y buscar otro mundo donde podáis reír sin toda la alegría, y llorar sin derramar todas las lágrimas. El amor no da nada y no quiere nada más allá de sí mismo. El amor no posee ni puede ser poseído, pues él solo se basta. Y no intentéis dirigir su curso: si el amor encuentra que sois dignos, él os dirigirá hasta donde debáis llegar». Khalil Gibran, El profeta.

«[…] de las naturalezas diferentes, nace el amor. En la contradicción, el amor gana fuerza. En la confrontación y en la transformación, el amor se preserva». Paulo Coelho, El Zahir.

«[…] la misión de todos los seres humanos, impregnar el mundo de la energía del amor total». Paulo Coelho, El Zahir.

«[…] el amor es una enfermedad de la cual nadie quiere librarse. El que ha sido atacado por ella no intenta restablecerse, y quien sufre no desea ser curado». Paulo Coelho, El Zahir.

«No se puede medir el amor igual que medimos una carretera o la altura de un edificio». Paulo Coelho, La bruja de Portobello.

«Las personas enamoradas acaban contagiando el ambiente en el que viven». Paulo Coelho, La bruja de Portobello.

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«Haz lo que te diga el corazón, y Dios estará contento». Paulo Coelho, El Demonio y la señorita Prim.

«Quien ama esperando una recompensa está perdiendo el tiempo».

«Sus ojos equivalían a una desnudez, pinchaban; si se recataban, peor, pinchaban más. Los contactos eran eléctricos, y cuanto más calladas, disimuladas y rápidas estas sensaciones extrañas, inverosímiles, más íntimo el placer, en que la reflexión no sabía o no quería pararse». Leopoldo Alas, Cuervo.

Paulo Coelho, El Demonio y la señorita Prim.

«Aunque hable el idioma de los hombres y de los ángeles, aunque tenga el don de profetizar y tenga fe para mover montañas, si no tengo amor, nada seré». Paulo Coelho, El peregrino de Compostela.

«Cuando alguien parte es porque otro alguien va a llegar; encontraré otra vez el amor». Paulo Coelho, El Zahir.

«La energía del odio no te va a llevar a ningún sitio; pero la energía del perdón, que se manifiesta a través del amor, conseguirá transformar positivamente tu vida». Paulo Coelho, El Zahir.

«[…] creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño: esto es amor: quien lo probó lo sabe». Lope de Vega en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«Y aunque amor se infama con tales recelos, no diga que ama quien ama sin celos». Lope de Vega, La Arcadia.

«[…] con quererte en naciendo, pienso que te quise tarde». Lope de Vega, Romances y canciones.

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«Para mí, ‘amor’ es apreciación llevada a un grado tal que me llena el corazón hasta rebosar». Louise L. Hay, Usted puede sanar su vida.

«¿Amó hasta entonces su corazón? Es la pregunta que se formulaba ante toda nueva pasión amorosa. El mejor amor, siempre el último». Luis Astrana Marín, Vida azarosa de Lope de Vega.

«Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en medio del desierto, ya sea en medio de las grandes ciudades. Y cuando estas personas se cruzan, y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierden toda importancia, y solamente existe aquel momento, y aquella certeza increíble de que todas las cosas bajo el sol fueron escritas por la misma Mano. La Mano que despierta el Amor, y que hizo un alma gemela para cada persona que trabaja, descansa y busca tesoros bajo el sol». Paulo Coelho, El Alquimista.

«En todo hombre hay dos seres, uno para la mujer que ama, otro para los que nos rodean». Luis Benjamín Cisneros, Edgardo.

«Las dunas cambian con el viento, pero el desierto permanece igual. Así sucederá con nuestro amor». Paulo Coelho, El Alquimista.

«No hay hechizo más eficaz para ser amado, como es amar». Luis de la Puente, Vida del P. Baltasar Álvarez.

«Se ama porque se ama. No hay ninguna razón para amar». Paulo Coelho, El Alquimista.

«[…] cuando te enamoras, sobre todo por primera vez, es como si antes de ese acontecimiento nadie en la Tierra hubiera sufrido esa serie de trastornos, esa suave locura, esa borrachera tejida de sensualidades y sueños».

«-¿Por qué hemos de escuchar el corazón? […] -Porque donde él esté, es donde estará tu tesoro». Paulo Coelho, El Alquimista.

Luis del Val, Las amigas imperfectas. 38

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«Quien decide es el corazón, y lo que él decide es lo que vale».

«[…] los amores que se van dejan el sitio a los nuevos». Luis del Val, Las amigas imperfectas.

Paulo Coelho, A orillas del río Piedra me senté y lloré.

«Amar es comulgar con el otro, es descubrir en él una chispa divina». Paulo Coelho, A orillas del río Piedra me senté y lloré.

«En ciertas reencarnaciones, nos dividimos. Así como los cristales y las estrellas, así como las células y las plantas, también nuestras almas se dividen […] así como nos dividimos, también nos reencontramos. Y este reencuentro se llama Amor». Paulo Coelho, Brida.

«Las personas dan flores de regalo porque en las flores está el verdadero sentido del Amor. Quien intente poseer una flor, verá marchitarse su belleza. Pero quien se limite a mirar una flor en un campo, permanecerá para siempre con ella». Paulo Coelho, Brida.

«La relación entre un hombre y una mujer por muy íntima que sea […] y por muy intensa que resulte la confianza mutua siempre guarda, y ello es un tesoro, mansardas del alma sin explorar, buhardillas de espíritu que ni uno ni otro conocerán». Luis del Val, Las amigas imperfectas.

«Mira qué cosa tan rara: pasé la noche contigo estando solo en mi cama». Manuel Alcántara en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«El amar sin conocer, no es fácil de concebir; porque si amor es sentir, ¿cómo se siente sin ver?». Manuel Eduardo de Gorostiza, Indulgencia para todos.

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«¿Sosiego un amante? Más fácil es dar constancia a la suerte, límites al mar». Manuel Eduardo de Gorostiza, Indulgencia para todos.

«Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible». Mario Benedetti, El amor, las mujeres y la vida.

«La caricia no es la copia de otra caricia lejana es una nueva versión casi siempre mejorada».

«La caricia es un lenguaje si tus caricias me hablan no quisiera que se callen». Mario Benedetti, El amor, las mujeres y la vida.

«El objetivo de la relación no es tener a otra persona que te complete, sino tener a otra persona con la que compartir tu completitud». Neale Donald Walsch, Conversaciones con Dios.

«[...] quién pudiera morir y crecer contigo, ser a tu lado la rosa que te señala el camino. Ser en tus labios el agua, tu sol entre nieve y frío. Las alas que te conducen, la estrella de tu destino». Óscar Castro en Mapocho (Revista de Humanidades y Ciencias Sociales).

Mario Benedetti, El amor, las mujeres y la vida.

«[…] el amor es una bahía linda y generosa que se ilumina y se oscurece según venga la vida».

«Todo lo llenas tú, todo lo llenas». Pablo Neruda en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

Mario Benedetti, El amor, las mujeres y la vida. 40

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«Cuando una mujer logra penetrar en el corazón de un hombre, los ojos de ese hombre están como hipnotizados por la visión interna de ella; y así siguen durante algún tiempo, ciegos a cualquier otra verdad». Pearl S. Buck, Viento del este, viento del oeste.

«[…] ¿cómo pueden las rudas imágenes, que son las palabras, contener la esencia y el espíritu del amor? Es lo mismo pretender encerrar una nube rosa en un recipiente de hierro, o pintar una mariposa con el duro pincel de bambú». Pearl S. Buck, Viento del este, viento del oeste.

«Busca a Dios en tu corazón. Nunca ha estado en la Meca, pero jamás ha dejado de yacer en tu propio corazón». Ramiro Calle, Los mejores aforismos y parábolas de Oriente.

«No hay otra cosa en verdad que el amor, y estamos en la senda de la vida para ayudarnos los unos a los otros. La verdad más alta es el amor; la única religión debería ser la del amor; el único color es el amor. El amor restaña todas las heridas y hace posible un maravilloso intercambio de ternuras, intimidades y energías balsámicas». 64

Ramiro Calle, Los mejores aforismos y parábolas de Oriente. 49

«[…] como el aroma sigue al jazmín, siempre yo te seguiré a ti suceda lo que suceda». Ramiro Calle, Padmini, el Amor Mágico.

«Hay amantes comunes y otros que no lo son […] Para los amantes comunes el acto amoroso es como un trámite; pero para los otros amantes, los predestinados, el acto amoroso es la esencia de la vida y el pasaporte hacia la otra realidad». Ramiro Calle, Padmini, el Amor Mágico.

«Ni los ciclos, ni los vastos universos, ni los océanos pueden separar a los amantes predestinados. […] Nacieron el uno para el otro». Ramiro Calle, Padmini, el Amor Mágico.

«La mayoría de los seres se encuentran casualmente, pero hay seres que están prodigiosamente predestinados para viajar juntos hacia la realidad suprema». Ramiro Calle, Padmini, el Amor Mágico.

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«Nada libera más que el amor y que la plenitud que él otorga». Ramiro Calle, Padmini, el Amor Mágico.

La presente versión encuadernable ha sido maquetada por Juan Navidad, en Béjar, Salamanca, España, el 26 de diciembre de 2012.

Conozca nuestro proyecto de libros gratuitos encuadernables en: www.librosparaelmar.com

«Como gonce y cerrojo en un postigo, que no abre sin el uno, ni sin el otro cierra, así el querer de la mujer y el hombre». Ramón Pérez de Ayala, Tigre Juan.

Existen más libros electrónicos de Mari Carmen Jerez a la venta en La Ovejita Ebooks. www.laovejitaebooks.com

«Quiero beberme tus ojos, desayunarte con mermelada y manteca, comerte en la pre y la poscena, en el aperitivo y el almuerzo, en cada merienda un poquito». Raquel Saguier, Esta zanja.

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«Los amantes que se van convirtiendo cada uno en el ideal del otro se tornan mutuamente más atractivos con el correr del tiempo».

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Richard Bach, Alas para vivir.

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«Hay mujeres llamativas que se vuelven feas cuando uno llega a conocerlas. Otras, las únicas, las almas gemelas, cuanto más amigas son, más hermosas resultan». Richard Bach, Alas para vivir.

«En un matrimonio el amor perdura mientras marido y mujer sigan interesándose por lo que piensa el otro». Richard Bach, Alas para vivir.

«[…] el verdadero matrimonio no consiste en que dos personas corran por un puente bajo una lluvia de arroz y cintas, sino en descubrir, después de una vida entera, que debemos construir juntos ese puente, con nuestras propias manos». Richard Bach, Alas para vivir.

«Sólo podéis amar a otros en la medida en que os amáis a vos mismo». Robert Fisher, El caballero de la armadura oxidada. 61 52

«Si queréis que vuestro planeta sobreviva es hora de empezar a amaros los unos a los otros». Robert Fisher y Beth Kelly, El gato que encontró a Dios.

«Amar, amar, amar, amar siempre, con todo el ser y con la tierra y con el cielo, con lo claro del sol y lo oscuro del lodo; amar por toda ciencia y amar por todo anhelo». Rubén Darío en Antología de las mejores poesías de Amor en lengua española de Luis María Ansón.

«De dos montañas distintas corren al mar dos arroyos, y en el camino se juntan para no caminar solos». Salvador Rueda, Estrellas errantes.

«Tengo los ojos rendidos de tanto mirar tu cara, si los cierro, no es que duermen, es tan sólo que descansan». Salvador Rueda, Estrellas errantes.

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«Rayito fuera de luna para entrar por tu ventana, subir después por tu lecho y platearte la cara».

Utilice estas páginas en blanco finales del libro para recopilar sus frases favoritas de otros autores/as o también para anotar sus propias reflexiones…

Salvador Rueda, Estrellas errantes.

«El día de conocerte, mira qué casualidad, tu nombre estuve escribiendo en la escarcha de un cristal». Salvador Rueda, Estrellas errantes.

«Creyendo en mis sueños poder abrazarte, ¡qué de veces, mi bien, he oprimido las ondas del aire!». Salvador Rueda, Estrellas errantes.

«Sólo le pido al Eterno que al despuntar cada día, las sombras de nuestros cuerpos sorprenda la luz unidas». Salvador Rueda, Estrellas errantes. 54

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«Cuando me miras atenta, yo no sé lo que me sube de los pies a la cabeza». Salvador Rueda, Estrellas errantes.

Libros para el mar.com agradece a Mari Carmen Jerez que haya puesto esta recopilación de frases en nuestro proyecto para su descarga gratuita.

Puede regalarse o regalar este libro y otros de esta autora y apoyar así su generosa labor de difusión, comprando sus ebooks en nuestro otro proyecto La Ovejita Ebooks en: www.laovejitaebooks.com

«Cosa que mucho se mira se dibuja en la memoria; no es extraño que en mi alma se dibuje tu persona». Salvador Rueda, Estrellas errantes.

«Mira tú si el pensamiento, llega lejos caminando, que tengo celos terribles del tiempo que no te he amado». Salvador Rueda, Estrellas errantes.

«[…] véante mis ojos, pues eres lumbre dellos, y sólo para ti quiero tenellos». San Juan de la Cruz, Cántico espiritual.

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«Hasta ese punto te he llegado a querer […] Y creo que si me llamaras cuando ya estuviera reposando en mi lecho de muerte, tendría la fuerza suficiente como para levantarme e ir hacia ti». Stefan Zweig, Carta de una desconocida.

«Deje palabras quien ama, que sin obras todas vuelan; porque palabras y plumas dicen que el viento las lleva». Tirso de Molina, Palabras y plumas.

«Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve». Susanna Tamaro, Donde el corazón te lleve.

«[...] obras son amores, que las palabras se van, como son hijas del viento, tras él, sin volver jamás». Tirso de Molina, Palabras y plumas.

«[...] yo no encarezco lo que os quiero con palabras, que el amor que es verdadero poca retórica gasta». Tirso de Molina, Palabras y plumas. 56

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