HACER AMIGOS. ESTRATEGIAS DE PROYECCIÓN SOCIAL

Xavier Moreno Lara

Título: Hacer amigos. Estrategias de proyección social Autor: © Xavier Moreno Lara ISBN: 978-84-8454-649-8 Depósito legal: A-137-2008 Edita: © Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 61 33 C/. Cottolengo, 25 - San Vicente (Alicante) www.ecu.fm Printed in Spain Imprime: Imprenta Gamma Telf.: 965 67 19 87 C/. Cottolengo, 25 - San Vicente (Alicante) www.gamma.fm [email protected]

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ÍNDICE Introducción SABIDURÍA DE LA AMISTAD.............................................. 5 Un libro para la acción .......................................................... 8 Capítulo 1 EL HORIZONTE DE LA AMISTAD ................................... 11 La amistad como recurso humano en la Empresa ............... 13 El triunfo social como reto a nuestro alcance ..................... 14 Capítulo 2 ESTRATEGIAS A NUESTRO ALCANCE .......................... 19 Saber valorar a las personas: la caracterología.................... 22 La comunicación eficaz....................................................... 26 El lenguaje como estado de ánimo...................................... 29 De la retórica a la lingüística matemática ........................... 30 Evitar posiciones conflictivas.............................................. 40 Crearse un personaje para funcionar con libertad ............... 44 Recursos somáticos: la imagen física que nos define ......... 47 Mirar al rostro es tender un puente...................................... 49 ¿Cuánto vale una sonrisa? ................................................... 52 La voz matiza nuestro mensaje ........................................... 55 Diferenciar timidez y miedo................................................ 60 Repaso de estrategias .......................................................... 61

Capítulo 3 PARTIR DE UNA BASE SOLIDA ........................................ 65 Cómo definir nuestras estrategias........................................ 71 Capítulo 4 CINCO ETAPAS DE UN AVANCE SIN LÍMITES ............. 77 Primera etapa: Conocer mi perfil empático......................... 79 Segunda etapa: Qué eco despierto en los demás ................. 82 Tercera etapa: Convertir mis decisiones en metas............... 85 Cuarta etapa: Tomarme tiempo para cambiar...................... 86 Quinta etapa: Afianzarme en los logros .............................. 88 Capítulo 5 MOVILIZACIÓN DE RECURSOS ...................................... 91 Área del conocimiento: la base de una reflexión ................ 92 Área emocional: cómo armonizar nuestros estados de ánimo................................................................................... 94 Área de dinamización física: mens sana in corpore sano... 100 Capítulo 6 DERROTAR AL INCONSCIENTE .................................... 103 Apéndice SEAMOS AMIGOS DE NOSOTROS MISMOS ............... 107 Las dos orillas de nuestra relación con los demás............. 108

Introducción SABIDURÍA DE LA AMISTAD Una de las expresiones más utilizadas para ponderar la importancia profesional o social de una persona es decir que “tiene amigos”. Un logro que incluye muchos significados. Todos buenos. Porque tener amigos significa estar apoyado con cariño por los de cerca y con influencia por los de arriba... “Hay que tener amigos hasta en el Infierno” afirma una expresión castiza, llevando al extremo esto que estamos diciendo. Porque son precisamente los amigos los que pueden sacarnos del peor de los apuros. También, por supuesto, quienes nos facilitan los mejores momentos de la vida. Tener amigos significa disponer de uno de los valores más cotizados, si no el principal de todos. Un valor siempre en alza que en nuestro tiempo está afectado por la paradoja de una difícil facilidad. Facilidad porque el aumento de los medios de comunicación y de los recursos para viajar nos permite estar cerca de nuestros amigos; difícil, sin embargo, porque esas mismas dinámicas nos llevan de aquí para allá y en nuestro currículo se repiten los momentos de cambio de trabajo y de domicilio, el tener que volver a empezar entre desconocidos. Pero no echemos la culpa a las circunstancias. Porque los amigos no son algo ligado al tiempo y al espacio sino al corazón y a la manera de comportarnos con los demás: los amigos son personas que responden a nuestra amistad. De manera que si al hacer un examen de nuestro círculo de amigos encontramos que 5

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es más reducido de lo que nos gustaría, la primera consideración debemos dirigirla hacia nosotros mismos: ¿Sabemos ser amistosos? Se trata de una cuestión fundamental para el logro de los objetivos profesionales y sociales que nos hemos marcado y el de ese bienestar auténtico del que gozamos en el círculo de los íntimos. Este libro trata de cómo darle respuesta en los diferentes planos de tan amplio horizonte. Expone las estrategias eficaces para conseguir amigos y aliados en los distintos ámbitos de nuestra existencia. Emplearemos las palabras amigo amistad en su sentido más amplio, matizando en muchos casos si la estamos usando en un sentido restrictivo, los amigos íntimos, o en un sentido amplio, colegas, compañeros, miembros de una asociación... En lo relativo a relaciones sociales es más fácil entender que estamos hablando de participar en grupos de cualquier estilo y dimensión... También matizaremos este concepto cuando convenga, pero sin olvidar que nos movemos en un continuum, en una red de interrelaciones muy compleja. Sucede algo parecido a lo que explicaba el Dr. Joaquín Fuster, experto en neurociencia, a propósito del conocimiento: “Los conceptos abstractos –como serían la amistad y las relaciones sociales- se forman a base de percepciones que acaban desencadenando una acción... Así se van formando conceptos y principios cada vez más abstractos. El cerebro va desarrollando redes asociativas cada vez más complejas y más amplias hasta llegar al nivel de lo que podríamos llamar sabiduría”. En nuestro caso, sabiduría de la amistad. De aquí que este libro no se limite a las clásicas recetas para ser más simpático sino que busque comprometer al lector para que implique a su cerebro en este complejo entramado de las redes que nos unen a los seres humanos, que si se activan en toda su extensión y complejidad nos conducirán a dominar la amistad como un arte. Y que si no se ponen en marcha, nos van a dejar aislados. 6

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Porque en este terreno no cabe la neutralidad, el no hacer nada, porque la pasividad lleva a la pérdida. Hagamos una primera evaluación de nuestras amistades, de lo que valen y de lo que prometen, comenzando por aquella que todos consideramos como la amistad más fuerte y duradera, la que se entabla durante la infancia, los compañeros de juegos y de estudios. Siempre hemos idealizado ese paraíso de la infancia y adolescencia precisamente porque en ella logramos amistades de leyenda. ¿Cómo han resistido el paso del tiempo? Es fácil pasarlo bien en una reunión con esos compañeros de curso cuando nos juntamos para celebrar una fiesta de aniversario. Pero ¿cuántos de esos amigos para toda la vida siguen siéndolo y te echarían una mano en un apuro serio? Interrumpe por un momento la lectura para hacer un repaso de tus viejos amigos que han quedado atrás... Te bastarán unos minutos para ver que en su gran mayoría están a lo suyo, por la sencilla razón de que al separaros para emprender nuevos estudios o una actividad profesional, el centro de atención está en los nuevos retos que cada uno hemos asumido y en las nuevas amistades y alianzas que hacemos o necesitamos para sacar adelante nuestros proyectos y nuestros ideales. En lo referente a las relaciones profesionales, las cosas se ponen más difíciles porque el compañero puede ser muchas veces un competidor. “Colegas y, sin embargo, amigos” es una expresión que se dice con cierto retintín para indicar como hay amistades de fachada. Cuando no todo lo contrario, de manera que tengamos que abrir los ojos a alguien que aún no se ha dado cuenta de la falsedad de otros: “Con esos amigos, no te hacen falta enemigos”, decimos en este sentido. En el ámbito laboral, cada día más amenazado por el mobbing que reviste el carácter de una verdadera epidemia emocional, hacer amigos y convertir a los demás en aliados es un pieza clave en el éxito profesional. Se repite machaconamente en todos los análisis que se hacen sobre las cualidades de un buen directivo: por encima 7

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de cualquier otro talento ha de tener el de saber implicar a los demás, trasmitirles su voluntad como un proyecto del que todos pueden sacar ventaja, moverles incluso para que vayan más allá de sus simples obligaciones, reforzando la lógica con lo emocional. Si entramos en las aspiraciones que uno puede tener de participar activamente en la vida social, tanto si aspira a ser miembro de una asociación cultural o de ocio como si quiere hacer carrera en la política, ganarse amigos y aliados es la clave, la puerta que debe franquear todo aspirante a que le consideren los demás y le aprecien como representante suyo, como líder del grupo. Hemos repasado a grandes rasgos lo que significa la amistad en tres ámbitos tan significativos de nuestra existencia, y se ha puesto en evidencia lo que vale el talento para hacer amigos y con ello lo importante de invertir interés y esfuerzo en esta línea. He comenzado recurriendo a los tonos oscuros, a la dificultad y el reto que nos presenta el mantener y aumentar el número de nuestros amigos. Sería ingenuo reducir a eso, a utilidad práctica, lo que significa mantener y aumentar ese lazo de unión firme con otros que llamamos amistad. Es algo mucho más rico y estimulante hasta el punto de que todos pensamos que es uno de los grandes tesoros de la vida y el cauce para proyectarnos entre quienes nos rodean. Por eso, tratar sobre la amistad nos llevará a hacer muchas distinciones, a delimitar bien los diferentes campos y niveles de encuentro y nos hará deseable implicarnos a fondo en esta aventura con el máximo interés. Un libro para la acción Esta decisión será, por lo demás, una consecuencia lógica de la dinámica que van a crear las diferentes acciones que propongo al lector. Porque éste es un libro que no se queda en un análisis 8

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del problema / reto, ni se contenta con enunciar unos principios o lemas con los que el lector pueda motivarse. Da un paso más y propone estrategias de acción muy concretas y referidas a la problemática partícula de cada lector. Están basadas, por supuesto, en el conocimiento detallado de los distintos elementos en juego -imagen, actitud psicológica, recursos lógicos y emocionales...- que constituyen el conjunto de lo que hay que saber y poner en juego sobre la acertada relación con los demás. Tras una detallada exposición de cuanto hay que saber al respecto, paso a trazar un plan de acción que, a partir de una evaluación de nuestra situación actual: cuántos amigos tenemos, qué fuerza tienen nuestros lazos con ellos, etc, se convierte en un programa de objetivos en los diferentes ámbitos, programa debidamente respaldado con unas pautas para el control de resultados. Se trata de un camino apasionante que para muchos puede convertirse en la oportunidad de volver a repasar su existencia y rectificar muchos de los errores cometidos. Estos, por lo general, se deben a un mal planteamiento de la relación con los demás, no haber sabido convertirlos en aliados y amigos o haber dejado enfriar o perderse una relación que siempre da más de lo que reclama. Siendo éste un libro eminentemente práctico, que tiene como fin la mejora inmediata y constatable en los diferentes puntos de encuentro con los demás, deja abierto el camino y da las pautas precisas para seguirlo hasta los niveles de mayor contenido humanístico. Porque la capacidad de hacer amigos requiere algo más que una habilidad técnica. Si queremos conseguir una óptima rentabilidad en esta inversión, habrá que poner el corazón en ella. Sin duda por eso la amistad es una meta por la que vale la pena pelear con todo ese amplio despliegue de acciones que por su propia dinámica se convertirán en una sabiduría. 9

Capítulo 1 EL HORIZONTE DE LA AMISTAD ¿Sabía usted que cuando se acercan las vacaciones hay muchas personas que las ven como una amenaza? Y no por temor a una climatología adversa, ni por falta de presupuesto para poder hacer el viaje soñado a lo largo de los once meses anteriores. Se trata de un miedo más elemental: el de verse solos. Un miedo que puede llevarles a depresiones muy profundas, como ha dicho la psicóloga alemana Ulrica Mayer, especialista en este síndrome del aislamiento. “Cuando nuestra cultura nos brinda tantos alicientes para sentir que estamos en un mundo maravilloso, nos está lanzando al mismo tiempo el reto de poder disfrutarlos plenamente, y esto no puede hacerlo una persona que se encuentra sola, sin amigos”. Ulrica no está haciendo literatura sobre la importancia de la amistad: está constatando que tenemos una necesidad primaria de ella, hasta el punto de que quien no resuelve adecuadamente esta demanda puede ser víctima de una patología. Un trastorno que va a impedirle ver correctamente el mundo que le rodea y entender por que valores debe regirse para ser feliz. Todo porque, aunque sea un profesional muy bien formado o una persona con recursos económicos suficientes, tiene cerrada la puerta de acceso a la participación en los proyectos que hay que compartir con otros. Facilitar el paso de esta puerta es uno de los logros que brindo al lector al proponerle un método activo de “hacerse amigos”. 11

El horizonte de la amistad

Sin literatura, por supuesto, como un camino de búsqueda, de expansión de nuestra personalidad para abrirla al contacto con los demás mediante esa llave que es la amistad. Hablar del “síndrome del aislamiento” supone reconocer que, como individuos, no podemos quedarnos solos. Tenemos que integrarnos efectivamente en ese conjunto natural y dinámico que formamos con el resto de los seres humanos. Y el punto de partida consiste en traspasar el umbral de la amistad con los nos rodean. Se trata de poner en marcha formas de relación que vayan creando lazos de simpatía y de interés común con quienes comparten nuestra vida cotidiana: los vecinos, los habitantes de nuestro barrio, las personas con las que coincidimos cuando vamos al supermercado o al club deportivo. Con ellos podemos y debemos crear una red de contactos cuya fuerza se manifestará en el hecho de que al ir por la calle, en vez de ser transeúntes anónimos, hagamos gestos de saludo, breve pausa que puede alargarse en el caso de cambiar una información o una opinión relativos a cualquier noticia o asunto, sea o no de actualidad. Como hemos adelantado en la introducción, el encuentro e interrelación con los demás abre un panorama prácticamente sin fin. Quiero insistir en ello desde el principio y prevenir así a un lector demasiado pragmático que quiera reducir su batalla a las relaciones que ayudan a triunfar en el mundo de la empresa. También de ello nos ocuparemos. Pero avanzando por un horizonte con cimas diferentes, todas las cuales se conquistan si ponemos en marcha esa red de interconexiones que nos conducirá a la “sabiduría de la amistad”, por usar los conceptos del Dr. Fuster. Cada uno a nuestra medida podemos desarrollar y expandir este proyecto que se inicia con acciones tan sencillas como elogiar, cuando se presente una ocasión, a quienes nos rodean, a partir de un buen conocimiento de cómo son y de cuáles son sus aficiones, sus intereses, sus objetivos en la vida. Como se trata de un movimiento que genera ecos positivos, veremos cómo ampliar 12

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el círculo de nuestras amistades se convierte en fuente de nuevas satisfacciones. Es como poner en marcha una bola de nieve que se apropia de todo aquello que cae a su paso. Siempre, como es lógico, que sea compacta y firme en su origen, es decir que procedamos en nuestro acercamiento a los demás con sinceridad y verdadero aprecio. Todo lo que se hace con esta dinámica contribuye a sumar adhesiones. Y al contrario, todo lo que en nuestra relación con los demás obedece a un descarado interés o amor propio, en vez de sumar, resta apoyos. “El egoísmo consiste en no servir a nada fuera de sí -escribió Ortega y Gasset- en no trascender de sí mismo. El egoísta es un hombre sin proyección social”. La amistad como recurso humano en la Empresa La amistad básica, como fuerza que neutraliza el egoísmo, no sólo nos ayuda a superar el síndrome del aislamiento. Al crecer y convertirse en una actitud natural, proporciona las claves de ese “humanismo” que persiguen hoy los buscadores de talentos para las empresas. Reinhard Mohn, fundador del gigante editorial Bertelsmann, en su informe al Club de Roma titulado El triunfo del factor humano, atribuye a la capacidad de ganarse a las personas la clave del éxito profesional. “El activo más importante de una compañía son las personas -dice este empresario alemány el manejo de este activo con una gestión humanística y ética es la principal virtud de un líder”. La denuncia del trabajador innominado dentro de la cadena de producción que Chaplin plasma con tanto acierto en Tiempos modernos, fue pionera y ha sido aceptada paulatinamente por las empresas en los países más desarrollados. Se busca una integración cada vez más personalizada de trabajadores y directivos. Aún en las tareas rutinarias, donde la persona parece sólo una pieza 13

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mecánica, se hacen correcciones para evitarlo. Vemos cómo los empleados llevan una acreditación con su nombre y al llamar a la Empresa nos responde una persona que se identifica con su nombre: “... Le atiende Miriam.”. Lo vemos en otros mil detalles: la creación del departamento de Recursos Humanos, la encuesta para conocer las aspiraciones de los empleados. Son acciones “amistosas” que complementan y refuerzan lo que una política de incentivos puramente económicos podría tener de afán puro y duro de estimular la producción. Cuando se comenzó a trabajar en esta línea de humanización del mensaje comercial de las Empresas con los departamentos de Relaciones Públicas, la novedad resultaba equívoca y ese concepto nunca ha tenido buena prensa en nuestro país. Seguramente porque era una actitud de la Empresa en la que un interés materialista quería encubrirse bajo una capa de humanismo. Hoy hemos superado ese equívoco precisamente porque los buenos resultados de una relación amistosa en la Empresa han motivado que se invierta más en ello. Y no me refiero a invertir más dinero, más recursos materiales sino a invertir en sinceridad, para que la motivación que se busca despertar en el empleado o en el colaborar resulte bien fundada, creíble. Estos cambios han culminado en la declaraciones de Buenas Prácticas con las que Empresas y grandes Corporaciones expresan este cambio hacia una relación que, sin llevar el nombre de amistosa, tiene el ingrediente principal de la amistad: el interés positivo por el otro. El triunfo social como reto a nuestro alcance Pero la vida profesional, con ser uno de los apoyos más firmes en el desarrollo de cualquier persona, cede en importancia dentro del conjunto de las aspiraciones del individuo, en la medida en que aumentan los alicientes para participar más activamente en 14

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la vida social. El mejor reflejo de esto que digo está en el hecho de que se haya reducido sensiblemente la jornada de trabajo. Si en los años cincuenta la mayoría de los empleados sólo tenían el domingo como día de descanso, hoy son raras las profesiones en las que se trabaja el sábado. Vivimos la civilización del ocio y éste, además de expresarse en el disfrute personal en forma de viajes, hobbies, asistencia a eventos culturales, concede una creciente importancia a la vertiente social. Podemos distinguir en ella dos niveles: -

el de la simple participación en actividades con otros; el de la aspiración a la notoriedad, cuyas líneas más significativas son la carrera política y la búsqueda de la popularidad a través de lo mediático.

El tejido del que se hacen los trajes de todos los aspirantes a triunfar, en cualquiera de las vertientes de esta carrera, es la facilidad de relacionarse con los demás, hacer amigos para que se conviertan en respaldo y apoyo de las ambiciones del candidato a líder. Candidato es una palabra de origen latino que designa la túnica y toga blancas (blanco es candidus en latín) que distinguía a quienes optaban a un cargo público ante los electores. Una de sus prácticas “amistosas”, destinadas a conseguir votantes ha vuelto a tener arraigo entre nosotros. Me refiero al uso del Nomenclator, literalmente “el nombrador”, un esclavo instruido o un liberto que destacaba por el conocimiento de todo el mundo y los detalles de sus vidas. Cuando en sus paseos por el Foro o por cualquier otro lugar se acercaba una persona, el nomenclátor le susurraba al oído detalles significativos, cómo que acababa de traer de la Bética unos caballos para las carreras o que su mujer padecía unas fiebres desconocidas... Entonces el candidato se hacía el amistoso aprovechando esa información: hablaba de 15

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caballos de carrera como si fuera su deporte favorito o le brindaba los servicios de su médico, encomiando su reputación. No estoy proponiéndo que se busque usted un aliado de estas características, sino que llegue usted mismo a ser un buen nomenclátor en el área de sus aspiraciones sociales. Aún partiendo de cero, si algo hay fácil es ir haciéndose una agenda llena de nombres con referencias entrecruzadas. Motívese siendo consciente de la importancia que representa llegar al trato individualizado con los demás. Uno de mis conocidos, persona muy destacada en la vida política en la que ha ocupado los cargos más altos, dedica su primer rato de la mañana a leer el periódico y toma nota de aquellas personas conocidas suyas que aparecen allí por algo destacado para llamarles por teléfono o enviarles una nota de felicitación. Aprendamos de los triunfadores que, al llegar a las alturas, no han perdido el buen sentido de la amistad, el más humano de los gestos. Me gustaría destacar una costumbre que he conocido en una región española donde las personas a las que has invitado a tu casa para cenar y pasar un buen rato, al día siguiente te llaman por teléfono para expresar lo agradable que resultó el encuentro... Son hábitos de otros tiempos que lejos de representar rutinas vacías ponen de relieve el valor que tiene cualquier detalle en una relación amistosa. Al hablar de amistad es mucho lo que está en juego: la satisfacción de tener muchos amigos, el progreso en la vida profesional, el éxito social. No seamos ingenuos pensando que con cuatro sonrisitas vamos a tener a la gente en el bolsillo. Ya Aristóteles nos da un aviso en este sentido: “Algunos creen que para tener amigos basta con quererlo, como si para estar sano bastara con desear la salud”. Es un desafío que exige conocimiento y acciones bien planificadas. Pero comprometernos en ellas no será una tarea ardua, como pudo ser nuestra formación académica o 16

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profesional, marcada por los exámenes y las notas, sino un ejercicio estimulante. El más adecuado para alcanzar la cumbre de la calidad de vida que, en buena parte, reside en la “calidad de nuestros amigos”.

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