INSTRUCCIONES ANUDADO: LA CRUZ ENVUELTA Y TODAS SUS POSIBILIDADES INTRODUCCIÓN: Los fulares son el portabebés más versátil que hay, ya que te permite llevar a tu bebé desde recién nacido hasta el final del porteo y en muchas posiciones (delante, detrás, erguido, posición cuna). REQUISITOS DE UN BUEN NUDO CON EL FULAR: Los requisitos de un buen nudo con el fular son: • • • • • • •

Que la espalda del bebé quede arqueada (vista desde al lado) en forma de “C”, y que su columna vertebral quede erguida (que no se incline hacia un lado). Que las rodillas del bebé queden más altas que su culito (a la altura del ombligo). Que las piernas estén en 100º de flexión y 45º de abducción. Que tenga soporte en la cabeza. Que esté pegado al porteador como una venda (si el porteador se inclina hacia delante, el bebé no se separa del cuerpo del portador). Que la cabeza del bebé quede debajo de la barbilla del porteador, sin tocarla (a la altura del beso). Que la tela que queda entre las piernas del bebé llegue de una corva de la rodilla (para conseguir la postura de ranita).

LA CRUZ ENVUELTA: Para empezar a usar el fular, la cruz envuelta es un buen nudo. Sin mucha dificultad se consigue una buena posición para el bebé. La cruz envuelta es un nudo en el que el bebé va delante, barriga con barriga con el porteador. Puede ser un nudo de una, dos o tres capas, dependiendo de si desdoblamos o no las dos tiras verticales. Lo cual es muy interesante, ya que con una sola capa puede ser perfecto en días de calor o en bebés, y con las 3 capas es ideal para dar más sujeción conforme van creciendo. CARACTERÍSTICAS: Dificultad: es un nudo sencillo para empezar, y cuanta más práctica se tenga mejor ajustada quedará la tela. Tipo de fular a usar con la cruz envuelta: Se puede usar el elástico y el tejido (en niños mayorcitos el tejido les dará más sujeción). Medida del fular: se usa bastante tela, por lo que necesitaremos un fular largo (4,70m aproximadamente). Para qué edad es adecuada la cruz envuelta: desde recién nacido hasta que queramos. Lo que hay que tener en cuenta es que conforme el bebé vaya creciendo y ganando peso nos irá mejor un fular tejido y desdoblar las dos tiras verticales para dar más sujeción.

OTRAS POSIBILIDADES CON LA CRUZ ENVUELTA: Amamantar con la cruz envuelta: al ser un nudo que va delante, se suele usar para amamantar. En bebés pequeños se recomienda ponerlos en posición cuna (tumbados barriga con barriga), con una de las tiras verticales por detrás y por debajo de su cabeza (que tengan movilidad en la cabeza para que puedan mamar bien) y la otra sujetando el culito. Cuando ya no son tan bebés, también se puede aflojar un poco el nudo para que bajen un poco y se agarren al pecho sin dificultad, y entonces volvemos a ajustar el nudo. Llevar a dos bebés (mellizos o gemelos) a la vez en la cruz envuelta: para llevar a dos bebés (mellizos o gemelos) recién nacidos o pequeñitos, pondremos primero a uno (si hay diferencia de peso, el mayor de los dos primero) de la misma forma que si pusiéramos a uno sólo, pero lo colocaremos hacia un lado, sobre nuestro pecho. Y ajustaremos el nudo dejando un poco de espacio para el otro bebé, que lo colocaremos entrando por encima en el otro lado. Una vez colocados los dos, podemos deshacer y reajustar el nudo. (Nos resultará más fácil con un fular elástico que con un tejido). TRUQUILLOS O PRINCIPALES ERRORES: •

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Las primeras veces es bastante común que el bebé quede demasiado bajo. Para saber si está en la altura correcta tienes que poder darle un beso en su frente sin tener que agacharte. Las primeras veces también suele quedar la tela con mucha tensión en alguna zona y con poca tensión en otras zonas. Para ello, es muy importante ajustar la tela poco a poco, empezando por la costura que tenemos al lado del cuello (que es la que pasa por la cabeza del bebé) y estirando en diagonal hacia arriba (no hacia delante porque si no, no corre la tela). Luego seguimos ajustando la tela raya por raya (por zonas, no toda la tela de golpe) hasta la otra costura, para que nos quede toda la tela bien ajustada a lo largo de todo el cuerpo del bebé.

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Es muy importante conseguir una buena postura del bebé, con sus piernas en ranita (con las rodillas más altas que el culito) y su espalda arqueada en forma de “C”. Para conseguirlo hay que formar una buena sillita con la tela de la tira horizontal, llevando suficiente tela hasta el vientre y hasta las corvas del bebé. Cuando está echo el nudo podemos poner las palmas de las manos debajo de los pies del bebé, y empujar suavemente hacia arriba siempre sin forzar, para conseguir una mejor postura.

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La “postura del ganador”: una vez ajustadas las tiras verticales y antes de cruzarlas, tirar de ambas tiras hacia arriba a la vez, una tira con cada mano. Nos ayudará a ajustar la tira horizontal y a alejar las tiras verticales de las cervicales, ya que a veces las tiras de los hombros quedan demasiado pegadas a las cervicales y al cuello y resultan molestas para el porteador. Entonces, estiraremos de las tiras hacia arriba y en diagonal para alejarlas del cuello.

PASO A PASO:

Ponemos el punto medio del fular en la mitad del pecho. Con la mano izquierda aguantamos el fular en la mitad del pecho, y con la mano derecha, cogemos la tela que cae a nuestra derecha por la costura de arriba (la que irá en la cabeza del bebé). Hay que cogerla no muy cerca de nuestro cuerpo, dejando que cuelgue un poco.

Llevaremos la tela hacia atrás, que cruce nuestra espalda, y la pondremos encima de nuestro hombro izquierdo. La costura que tenemos cogida (la de la cabeza), quedará al lado de nuestro cuello.

Haremos lo mismo con el otro lado.

Cogemos al bebé apoyándolo en nuestro hombro. Le sujetamos el culito con nuestra muñeca y le cogemos la pierna.

Abrimos la bolsa, y lo vamos bajando y metiendo dentro. La costura de arriba tiene que llegar 2 centímetros por encima de sus orejas. Y toda la tela que nos queda debajo del culito, servirá para hacerle una sillita. Le tiene que pasar por debajo del culito y llegar a las dos corvas de las rodillas. Y que quede en postura ranita (las rodillas más altas que el culito).

Ahora hay que fijarse cuál es la tira que nos queda por dentro (más cerca de nuestra espalda), en la cruz que tenemos en la espalda. Esta será la primera que vamos a ajustar. Cogeremos la costura que queda más cerca de nuestro cuello, que es la que pasa por la cabeza del bebé. Y la ajustaremos estirando en diagonal hacia arriba para que corra la tela.

Una vez ajustada la costura, la llevaremos hacia debajo del culito del bebé, y procuraremos que no se nos afloje. Seguiremos estirando desde esta posición (con la tela debajo del culito del bebé) raya a raya esta tira, hasta que lleguemos a la costura que ajusta el culito del bebé. (Tiene que quedar toda la tela encima de nuestro hombro). Ahora ya cogeremos toda la tira junta fuertemente con la mano, para que no se afloje.

Haremos lo mismo con el otro lado.

La “postura del ganador”: una vez ajustadas las tiras verticales y antes de cruzarlas, tirar de ambas tiras hacia arriba a la vez, una tira con cada mano. Nos ayudará a ajustar la tira horizontal y a alejar las tiras verticales de las cervicales, ya que a veces las tiras de los hombros quedan demasiado pegadas a las cervicales y al cuello y resultan molestas para el porteador. Entonces, estiraremos de las tiras hacia arriba y en diagonal para alejarlas del cuello. Ahora se cruzan las dos tiras por debajo del culito del bebé, se pasan una tira por debajo de cada pierna y se llevan hacia nuestra espalda. Y hacemos dos nudos.

Amamantar:

Porteo doble con la cruz envuelta:

Trabajo final de: Aida Figuera Martin (instructora avanzada)