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La otra vida de los residuos Cada día se generan en el mundo millones de toneladas de residuos sólidos urbanos. El destino de la mayor parte de estos desechos es el depósito en vertederos, que representa la vía de gestión menos recomendable para el medio ambiente. Valoriza Servicios Ambientales, perteneciente al grupo constructor Sacyr Vallehermoso, pretende evitar la acumulación de basura con una tecnología propia destinada a reciclar, tratar y transformar los desechos en energía.
En tan sólo siete años, Valoriza se ha convertido en una empresa puntera en el campo de la gestión y tratamiento de residuos. Cuenta con dos líneas de negocio fundamentales: una destinada a los servicios municipales, es decir, a la limpieza viaria y recogida de residuos de núcleos urbanos, y otra, a la gestión de los desechos. En esta última división se incluye el diseño, construcción y explotación de plantas de residuos sólidos urbanos (envases, pilas, neumáticos y cementos); plantas de biometanización e incineración, y la joya de su negocio: la desgasificación y valorización energética de vertederos (transformación del residuo en energía).
“En nuestras 43 plantas de gestión de residuos convertimos la basura en energía y riqueza”, dice Carlos Guijarro, director técnico y de desarrollo de la firma. Sus soluciones de alto valor añadido la han posicionado como una compañía de referencia entre los integradores de plantas de valorización energética, uno de los sectores en los que está enfocada principalmente su actividad.
El gusto por la especialización tecnológica le ha servido a Valoriza para cosechar logros de relevancia en el ámbito internacional. Hoy, el 90 % de los sus proyectos de la empresa se cierran fuera de España. “Hay nuevos mercados como son los países Europa del Este, Brasil y Australia donde tenemos grandes oportunidades de negocio”, añade Guijarro.
Desde su creación, esta compañía ha centrado sus esfuerzos en desarrollar soluciones para gestionar residuos con mayor capacidad que otros sistemas convencionales. Esto ha sido posible gracias a que Valoriza ha encauzado su talento creador en plantas de gestión de residuos con los procesos y tecnologías más eficientes: instalaciones de clasificación mecánica, selección automática de recuperables mediante sistemas
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ópticos e infrarrojos, sistemas de pre-tratamiento seco de materia orgánica; sistemas de digestión aerobia y anaerobia, desgasificación y valorización energética de vertederos (tecnología propia), biometanización de desechos orgánicos, compostaje de biosólidos, valorización térmica de residuos, secado térmico de lodos y tratamiento y reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos.
“Nuestro objetivo es ofrecer a nuestros clientes soluciones integrales de ingeniería y construcción de plantas de tratamiento de residuos, participando y aportando valor en todas las etapas del proyecto, y aplicando las mejores soluciones técnicas en cada caso”, declara Guijarro.
Trómeles de la planta de residuos de Los Hornillos (Valencia). Foto: Valoriza Servicios Ambientales
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La otra vida de los residuos INTENSIVO AVANCE ESPAÑOL “En los últimos 10-15 años, en España se ha dado un paso enorme en el desarrollo de otras vías de gestión como el reciclaje y la valorización material y energética de los residuos”, señala el directivo de la firma. Y Valoriza es el claro ejemplo de este avance.
El know-how adquirido durante su trayectoria y su constante inversión en I+D permiten a la empresa española ofrecer a sus clientes (en la mayoría de los casos organismos públicos) unos modernos centros de gestión de residuos que integran la tecnología más avanzada de tratamiento mecánico – biológico y de valorización energética.
En estos centros, los residuos entrantes se someten en primer lugar a un tratamiento mecánico mediante el cual se separan y clasifican los materiales recuperables (papel, metales, plásticos, vidrio, etc.). Adicionalmente, dichos centros pueden equiparse con líneas de producción de combustible derivado de residuos (CDR o RDF en inglés), que a su vez puede aprovecharse en plantas termoeléctricas o en cementeras.
Por otro lado, la fracción biodegradable presente en la mezcla inicial del residuo se puede tratar a través de un proceso aeróbico, anaeróbico o una combinación de ambas tecnologías. Estos tratamientos biológicos permiten estabilizar la fracción orgánica y en el caso de la digestión anaerobia, ofrece la posibilidad de producir biogás (una fuente de energía renovable) que se puede usar para producir energía eléctrica.
“Todo este avanzado proceso reduce hasta el 50% los residuos que se destinan a valorización energética, garantizando así que sólo se transforma en energía aquel residuo del cual no es posible hacer un aprovechamiento material”, explica Guijarro.
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No sólo se trata de un sistema que revoluciona el tratamiento del residuo como indica Guijarro, sino que además supone "una reducción de los costes operativos del mismo gracias a la integración de las diferentes tecnologías en una única planta; se recuperan más materiales y en consecuencia, se reducen los desechos en vertederos, se producen combustibles de alto poder calorífico, y se genera compost, tan necesario para la agricultura”.
COMO APROVECHAR EL BIOGAS DE LOS VERTEDEROS
La aportación de Valoriza a la industria del residuo internacional es de gran importancia ya que permite lograr una adecuada gestión medioambiental. La compañía española ha sido la artífice de la técnica de desgasificación y valorización energética de vertederos, que, a grandes rasgos, consiste en aprovechar la energía contenida en el biogás generado en algunos residuos, sobre todo, la correspondiente al metano (CH4).
Interior de la planta de reciclaje de La Rioja. Foto: Valoriza Servicios Ambientales
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La otra vida de los residuos El funcionamiento consiste en aspirar el biogás generado en los vasos de vertido clausurado, realizar un posterior proceso de depuración de ese biogás en una estación de regulación, para luego impulsarlo ya tratado a motogeneradores, donde se produce la conversión de energía calorífica a mecánica y esta a eléctrica, que es inyectada a la correspondiente red de distribución para su consumo por los usuarios.
Todo un desafío, aunque no el único, que la empresa tiene entre manos y que fomenta el respeto al medioambiente.
Hace unos años Valoriza inició la aplicación de otra tecnología, la de biometanización. “Con ella se puede lograr un eficaz tratamiento y valorización de residuos orgánicos, tanto agrícolas, ganaderos como urbanos, y llegar a la estabilización de fangos procedentes del tratamiento de aguas residuales urbanas”, subraya Guijarro.
La biometanización de los residuos orgánicos es un proceso de descomposición anaerobia (en ausencia de aire) del residuo que mediante un conjunto de bacterias, hongos y actinomicetos, realizada dentro de digestores, se transforma fundamentalmente en biogás (aprovechable energéticamente) y en humus (para aprovechamiento agrícola). “La principal ventaja de este sistema es que aprovecha las fracciones biodegradables y evita llevarlas al vertedero”, sentencia Guijarro.
En el ámbito del compostaje de residuos municipales, la compañía del grupo Sacyr desarrolla una malgama de sistemas que permiten el control eficaz de la gestión de los desechos orgánicos generados en las urbes. Uno de ellos es el compostaje en parvas o mesetas con el que se mantiene el control del nivel de oxígeno, temperatura y humedad de los residuos mediante volteos y riegos periódicos con vehículos especiales (volteadoras).
Pero además, el control de oxígeno y demás variables de los residuos se puede realizar
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mediante un sistema informático. En este caso, el proceso de compostaje se realiza en el interior de un túnel o en trincheras.
Al mismo tiempo, Valoriza lleva a cabo una valorización térmica de los desechos que realiza a través de la incineración directa de los mismos o quemando el residuo que tiene mayor poder calorífico dentro de un horno. “El tipo de horno condiciona todo el proceso; así pues, se puede distinguir la incineración en hornos de parrilla, en hornos rotativo o en lecho fluido”, comenta Guijarro. En todos los casos, durante el proceso de incineración, se convierte prácticamente toda la energía química contenida en el combustible en energía térmica, dejando una parte de energía química sin convertir en gas de combustión y una muy pequeña parte de energía química no convertida en las cenizas.
El aprovechamiento del calor de ese proceso se realiza mediante la generación de vapor de agua recalentado, con un rendimiento térmico del orden del 80 %. Esta energía se puede utilizar directamente en la producción de tuberías preaisladas para una red urbana (District Heating) o se puede transformar en energía eléctrica o mecánica.
Tuneles de compostaje de la planta de Los Hornillos (Valencia). Foto: Valoriza Servicos Ambientales
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La otra vida de los residuos REDUCIR LOS LODOS La gran ventaja competitiva de Valoriza Servicios Ambientales radica, sin duda alguna, en el conocimiento y la especialización del equipo de la compañía. Otro de sus éxitos cosechados es el secado térmico de los lodos generados en las estaciones de tratamiento y depuración de aguas residuales. “El sistema consiste en la evaporación del agua contenida en los residuos, mediante el aporte de energía térmica”, señalan en la compañía.
De esta forma, los lodos que son unos productos pastosos se transforman en un producto seco, generalmente en forma de pelets o bolas.
“Utilizamos dos tipos de secadores para esta transformación, dependiendo de las especificaciones de cada planta: los de convección y los de contacto”, especifican las mismas fuentes. En el primer caso, se trasmite el calor a la materia a secar, a través de un gas caliente. En los secadores de contacto, los lodos a secar son calentados por contacto con una superficie caliente (indirecta) por medio de vapor o aceite térmico.
Con este sistema de secado térmico se logra una reducción drástica de los lodos, un ahorro en costes en la gestión de los mismos, y una importante minimización del impacto medioambiental.
El conocimiento específico sobre residuos adquirido durante años permite a Valoriza ser competitiva en cualquier mercado. Esta especialización unido a una gran dosis de I+D+i le ha posibilitado tomar una buena posición en la industria de residuos.
La aventura empresarial de Valoriza comienza en 2005 cuando el Grupo Sacyr Vallehermoso adquiere Sufi, la empresa de medio ambiente independiente más importante de España. En 2010, se transforma la estructura de la empresa y se cambia el nombre de Sufi por Valoriza Servicios Medioambientales. En 2011, el grupo logra
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una facturación 326 millones de euros, con un beneficio neto de 12,7 millones de euros, un 15% más al obtenido en el 2010.
Tras un proceso de consolidación, investigación y desarrollo la compañía ha conseguido afianzarse en su sector hasta el punto que sus obras y servicios en cartera alcanzan la cifra de 2.690 millones de euros.
Recogida de residuos en Toledo. Foto: Valoriza Servicios Ambientales
Artículo publicado en marzo de 2013 Arantxa Noriega