Sermón en el día miércoles 14 de marzo de 2012. Título: YO SOY EL CRISTO (PARTE 1) Biblia: San Marcos 13:1-37 Predicador: Pastor Dong Han David Lee Iglesia Esperanza Presbiteriana Reformada Tte. 1ro. Leónidas Escobar 3913 c/ Av. Japón, Asunción, Paraguay www.evangelio123.org [email protected] (595) 021-301-706 / (595) 0981-815-179 ******************* 1)Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. 2)Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. 3)Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron: 4)Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de cumplirse? 5)Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; 6)Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. 7)Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin.

8)Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos. 9)Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. 10)Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. 11)Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. 12)Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13)Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14)Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. 15)El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa;

16)Y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 17)Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 18)Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; 19)Porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. 20)Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. 21)Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. 22)Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aún a los escogidos. 23)Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes. 24)Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25)Y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26)Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.

27)Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 28)De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29)Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30)De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 31)El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32)Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, si aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. 33)Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. 34)Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase. 35)Velad, pues, porque no sabéis cuando vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; 36)Para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. 37)Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

INTRODUCCIÓN Saben ustedes cómo existen muchísimas iglesias, tantas agrupaciones, tantas variedades de obras, de servicios, de ministerios, de iglesias, manifestaciones individuales de Jesús o que están relacionados con él en el mundo. También nos consta que todos utilizan el nombre de Jesús, pero no todos siguen las mismas reglas, ni buscan las mismas cosas, y vemos que incluso la propia Biblia ha dejado de ser un elemento común, solamente un nombre que aglutina variedades de asuntos, como París, Londres, Milán, Asunción. Escuchamos de tantas cosas y variedades de palabras y enseñanzas; que finalmente si una persona no leyera la Biblia se confundiría, y en realidad ese es el propósito. Claro que los autores y los actores no lo saben, pero tampoco se quedan a preguntar su obra, palabras o acciones. Si miramos el libro de Efesios en el capítulo 4, dice que todos los llamados de Jesucristo deben tener una vocación: que con humildad y mansedumbre se busque guardar la unidad del Espíritu, un vínculo en la paz, un cuerpo, un Espíritu, una esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos. Mas hoy sucede lo contrario, el único común denominador parece ser el nombre: “Jesús”, después todo es diferente, todo es extraño; muchos sacaron un versículo para decir que son bíblicos, y le agregaron

cientos incluso miles de sus propios pensamientos como doctrinas de hombres. Lo que nos dice este libro de Efesios es que todos los elegidos, los verdaderos creyentes en Jesucristo tienen una vocación común, un fin común, y este deseo de guardar la Unidad del Espíritu es bien marcado y el fin al cual cuando son encaminados en la Biblia, siempre llegan a “la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13). Hoy el error de muchos es “transformar”, “adaptar”, “cocinar”, “embellecer”, “modificar” la Palabra de Dios para cada gusto de la diversidad de hombres. ¡Este es el Error! En realidad, es la persona pecadora quien se debe despojarse de las inmundicias de la carne y de sus concupiscencias, transformarse a un nuevo hombre según Cristo Jesús. Es por eso que hoy Jesús nos dice: “Mirad que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos”. Y más adelante dice: “Se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.” Y para este menester Dios constituye a obreros en la iglesia que tienen como fin el “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación

del cuerpo de Cristo”. Y que eso se consigue cuando se llegue a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, para que lleguemos a ser varones perfectos a la medida de la plenitud de Cristo; pero primeramente los obreros de la iglesia, y luego pueden enseñar a otros. Significa que todo creyente quien tiene un verdadero llamado de Dios, debe buscar la unidad de la fe y del conocimiento (y no conformarse con la variedad porque es un error); deben ser deseosos de estudiar la Palabra, de perfeccionarse. Hacia la Unidad del Espíritu. Y que todo esto es necesario para que los creyentes dejen de ser niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, de estratagema de hombres que para engañar emplean diversas artimañas del error. Por eso, Jesús nos dice por medio del libro de San Marcos, cómo los hombres se han apartado de Jehová, que cada uno vive una fe diferente, que se han perdido en sus pensamientos y deseos. A tal punto, que Jesús vino a hacer una limpieza del templo de los hombres enseñando la verdad y vemos cómo la incredulidad de los hombres, la rebeldía que hay en ellos, lo erróneo en que están se manifiestan; y cuando aún con la limpieza del templo no se arrepienten, y cuestionan por la autoridad que tiene Jesús para realizar esa obra, finalmente se viene la destrucción

piedra por piedra. Y esto sucede primero en el hombre, y seguido a la iglesia. Es por eso que desde hoy veremos una serie de sermones sobre: de qué manera hoy los templos se están destruyendo piedra por piedra hasta que todo sea derribado; porque muchos se han dejado engañar porque vinieron en el nombre de Jesús, diciendo: “Yo soy el Cristo”. Y les decía en el sermón anterior, que nadie viene hoy diciendo abiertamente: “Yo soy el Cristo”; pero sí dicen: “Yo conozco a Cristo”, “Así es Cristo”, “Yo recibí el poder de Cristo”, siempre son peligrosos los que enfatizan solamente un aspecto de Jesucristo como por ejemplo “los milagros”, o “las sanidades”, sin interesarse en la Unidad de la Fe y del Conocimiento de Dios. ¡Miren que este es un punto fundamental y el principio de gran discernimiento! Por eso, a partir de hoy, basados en estas palabras de Jesús y las obras que él hizo y dijo en los últimos capítulos que hemos visto hasta ahora de San Marcos, buscaremos en la Biblia otros libros que justamente hablan de qué manera los creyentes de la época de los apóstoles tuvieron problemas, otros estuvieron engañados; pues muchas de las epístolas están escritas por este motivo: “mirad que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos”

Hoy relacionaremos este pasaje de San Marcos 13 con el libro de Gálatas, pues los gálatas también estuvieron engañados por los muchos predicadores que vinieron, y confundieron a muchos. EL ENGAÑO A LOS CREYENTES EN GÁLATAS Fíjense en las palabras del apóstol Pablo: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.” (Gálatas 1:6) Este es un ejemplo de cómo los creyentes de Gálatas fueron engañados por personas quienes se han acercado y les estuvieron enseñando un evangelio diferente. El tiempo en que sucederán estas cosas no tiene fecha ni comienzo. También a Timoteo le dice Pablo: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2 Timoteo 3:1-5) Realmente un de las primeras formas con que generalmente las personas abren las puertas de su corazón ante los predicadores es el “currículum” que

trae, o que anuncia, o que dice “ser”. Por decirles un ejemplo, si abren la contratapa de un libro, siempre está escrito el currículum del autor, o las letras de recomendación y las alabanzas al autor. ¿Por qué? Pero el verdadero currículum de la persona no es dónde estudió, qué obras hizo, en dónde ministró, a cuántos congregó, a cuántos sanó, cuántos títulos honoríficos posee (¿De qué sirve todo eso?); por eso, tomemos como ejemplo lo que dice Pablo: “Pablo, apóstol (no de hombre ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos).” Algo que siempre no entendí es: ¿cómo un pastor puede obtener un “doctorado” en alguna materia bíblica o pastoral? ¿Por qué no pueden poner simplemente: “David, siervo de Jesucristo”? ¿Y luego van a enseñar diciendo: “por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”? ¿Cuando estoy diciendo: “Fulano, doctor en misionología, o en teología sistemática” no estoy anunciando: “que nadie me afrente, que nadie me persiga, que nadie me critique si por lo menos no eres un par igual a mí: “con un doctorado”? Miremos lo que dice el apóstol: en Gálatas 2:6 “Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron”.

Más bien, esta es la seguridad que hemos de tener todos los creyentes, que por el conocimiento de la Palabra y de Dios, por el habernos llegado a la unidad de la fe seamos capaces de discernir y decir: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” (Gálatas 1:6-9) Pero los creyentes hoy se guían por la popularidad del predicador, del cantante, del testigo de las cosas más fascinantes según el “rating” de la televisión, de la radio o del internet. Deben tener el suficiente conocimiento y prudencia para juzgar no según la persona, o si es un apóstol, o si es un ángel, o un maestro; sino por las palabras que predica y enseña; y nuestro discernimiento debe ser tal que podamos concluir que es “VERDADERO” o decir claramente y clasificarlo como “ANATEMA”. EL CARÁCTER DEL CREYENTE Claro que los creyentes deben tener un profundo conocimiento de Dios y de sus palabras.

¿Están de acuerdo? Es lo primero, es la base, es el cimiento; y también tener una amplia base doctrinaria. ¿A qué punto es necesario conocer para no ser engañado por personas quienes vienen diciendo: “Yo soy el Cristo”? Pablo nos dice la medida: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare OTRO EVANGELIO diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica DIFERENTE EVANGELIO del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1:8-12). Por eso, a más del conocimiento, se debe tener carácter. Y un conocimiento de Dios no basado únicamente en letras, sino con vida, con verdad, con amplios testimonios, y una continua relación con Cristo Jesús en el Espíritu Santo. ¿Cuánto debe ser el carácter y el conocimiento de Dios que debe tener un creyente? Pues tenemos el ejemplo de Pablo, quien viendo cómo Pedro no obraba correctamente, frente a todos, le dijo en voz alta: “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que

viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?” Vean que aquí no estuvieron presente ninguna enseñanza, sino simplemente viendo el comportamiento de Pedro, y relacionándolo con las palabras que él enseñaba a los judíos, y a los gentiles; y notando que no coincidían; Pablo se levantó y discutió acerca de la justificación en la ley, cuando que nosotros tenemos que ser justificados en Cristo. Sí, este es el otro aspecto del conocimiento y del discernimiento cuando se llega a la Unidad de la Fe en Cristo Jesús. Que en los ACTOS DE LOS HOMBRES, en sus palabras, en sus conversaciones, en su modo de ser, en sus pensamientos; todo está embebido por un conocimiento de Dios y de doctrinas. La Biblia dice claramente: “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a

los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.” (1 Corintios 5:11-13) Y Pablo nos enseña en dónde estaba fallando Pedro: “porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.” (Gálatas 2:18-21) Miren que esto también es “la justicia de Dios que es por fe”, que nosotros cuando tenemos sabiduría y discernimiento, tenemos que “hablar”, tenemos que tomar una decisión, y asumirla valientemente. Pues si no, podrás ser cómplice y Jehová te pedirá cuentas porque te avergonzaste de Jesús y de sus palabras, o porque amaste al mundo y no quisiste perder tu vida. LOS ENGAÑOS Jesús ya nos dijo: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” (San Mateo 7:15) “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros:

¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? (Gálatas 3:13)” LA FASCINACIÓN: la grandiosidad, la espectacularidad, el show, lo atractivo, lo hermoso, todo lo que entra por los sentidos del hombre. Porque se trata de remplazar al Espíritu Santo por la fascinación que provocan los hombres en los sentidos del hombre. También pueden fascinar por medio de “grandes sanidades”, “grandes milagros”, “abundantes bendiciones”, sí todo esto es la fascinación en que caen fácilmente los creyentes de hoy. Las músicas a todo volumen y ritmo, los estruendos, el show programado e intencionado, las grandes sanidades, los milagros que se hacen en público. Podrán alegar que Jesús también lo hizo, pero es mucha fascinación, cuando los hombres no están en conocimiento. ¿Y qué hay de la unidad de la fe y del conocimiento de Dios, a fin de perfeccionar al hombre a la estatura de Cristo? LA FE: la fe no es cualquier forma de expresión de la fe, ni es tener fe en cualquier deseo. Sino que Pablo dice bien claro: “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham”. (v. 6-7). La fe expresado a la manera de Abraham, cuando se cree en el pacto, en las promesas del pacto y

se sigue ese camino, y en ese camino cuando se cree en las promesas, entonces la fe es contada como justicia. La ley está para que todos estuviéramos encerrados bajo el pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. ¿Saben cuál es la fascinación? Todos dicen que tienen el poder de sanar enfermedades, y muchos engañados van a ellos, mas ¿por qué es un engaño y es un anatema? Porque nadie se arrepiente de sus pecados, nadie porque ha escuchado al charlatán ha cambiado su vida y es fiel a Jesús y sus palabras. Existen grandes testimonios de alabanzas por las sanidades y “los favores recibidos”, pero nunca se escuchan testimonios de personas quienes arrepentido vendió todo lo que poseía y abrazó el reino de Dios. ¡NO, todos siguieron su vida de ayer! ¿Alguien creció y se fortaleció como hijo de Dios? ¿Es más fuerte espiritualmente? ¿Es capaz de vender sus posesiones y seguir a Jesús? Por eso, muchos vienen diciendo: “YO SOY EL CRISTO” y engañan por docenas y miles. ¿Han desechado toda práctica de los viejos rudimentos de la idolatría? ¿Comenzaron a leer sus biblias porque reconocieron sus errores y pecados? ¿Los pastores abrieron cursos de estudios bíblicos o se han afirmado más en enseñar la Biblia y no ser más charlatán comentando sobre política o el fútbol?

Cuando hoy los creyentes no son encaminados para dejar de ser niños espirituales y ser hombres están bajo aquellos quienes están enseñando esto: “YO SOY EL CRISTO”. ¿Qué nos enseña Gálatas a dónde hemos de llegar como creyentes? ¿A ser buenos “calienta bancos” y “tus ofrendas importan” a la iglesia? ¿Cuál es el deseo de Dios? “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?” (Gálatas 4:6-9) DECISIONES, PARA ESTAR FIRMES EN LA LIBERTAD Gálatas 4:28-31 dice así: “Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre”.

La fe para decidir, para desechar a Agar y a Ismael porque no son hijos de la promesa, requiere de un profundo conocimiento, amplio discernimiento de la Verdad y que puedas tomar decisiones, incluso la que es capaz de echar a Agar y a Ismael porque “en Isaac te será llamada descendencia”. Por eso, Gálatas 5:1 dice: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Ser maduros en la fe es la responsabilidad en primer lugar del propio creyente, porque de él depende escuchar, y vivir la Palabra de Dios. Y por supuesto debe existir el pastor que enseña con sabiduría y doctrina toda la Palabra de Dios. Hoy existen muchas personas que se acercan o entran en la iglesia utilizando o escudándose en ciertas palabras como el amor, la protección, la oveja pequeña, la lastimada, el evangelio para el pobre, y pretenden ser amados, queridos, tolerados; pero que son lobos rapaces. Que no es más que levadura que leudará toda la masa de la iglesia. Es por eso que hemos de ser muy cuidadosos, muy observadores de todo. Por eso Gálatas dice: 5:6-9 “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa”.

Gálatas 4:16-17 “digo, pues, andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas: 6:7-9 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” CONCLUSIÓN Una de las ideas de “fascinación” que ha entrado en la iglesia y que hoy hace muchos estragos es “LA MODERNIDAD”. Y muchos están tan convencidos de que si la iglesia no se “moderniza” perderá el ritmo de las otras iglesias “fascinadas”, y que los asistentes de su iglesia “migrarán” buscando las iglesias modernas. Por eso, muchos creen que la iglesia debe ser un “Hotel de 5 estrellas”, tener las comodidades de un “Shopping Center”, los espacios de un “campo de fútbol”, debe tener la acústica y los equipamientos sonoros de “una discoteca”, que los hombres y mujeres disfruten como “un country club” privado. ¿Y Jesucristo? Si hoy no se presenta en “Esmoquin” con cabellos peinados al mejor “estilista” y

vestido con la marca más “elegante”, ya no se reconoce a Jesús. Realmente es “FASCINANTE” ver la “fascinación” de las personas quienes se fascinan unos a otros con no menos “palabras fascinadoras”. Si Jesús en sus días hubiera aprendido este secreto de la “fascinación” y se presentara como “JESUCRISTO SUPER ESTRELLA” con una gran carroza estirado por doce pares de caballos y un ejército de proclamadores diciendo “Hosanna” en sonido “polifónico”, y si hubiese impartido “bendiciones” por todos lados, hubiera tenido mayor “aceptación”. Con tu ignorancia de la Biblia y falta de la Unidad en la fe, facilitas al fascinador en sus engaños. ¿Estás en conocimiento del Verdadero Evangelio de Jesucristo? ¿Eres capaz de vivir, de batallar y defender tu fe? Un poco de duda, un poco de desconocimiento de la Palabra de Dios y habrás abierto un gran resquicio por donde entrarán aquellos que dicen: “YO SOY EL CRISTO”. VELAD. VELAD. VELAD. Que Dios te bendiga con su sabiduría y discernimiento de la verdad.