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Problema clínico
Síndrome febril al regreso del trópico S. Puente Puente y G. Ramírez Olivencia Unidad de Medicina Tropical. Hospital Carlos III. Madrid. España.
Puntos clave • El 2-3% de los viajeros presentan fiebre al regreso. Muchos casos son autolimitados, y entre el 7 y el 25% se quedan sin diagnosticar.
• El período de incubación y la zona visitada permiten descartar algunas enfermedades.
• Toda fiebre al regreso de una zona malárica obliga a descartar el paludismo en las primeras 24 h.
• La presencia de una enfermedad que justifique fiebre (neumonía, rickettsiosis, absceso hepático amebiano, etc.) no excluye el paludismo, que debe descartarse siempre. Los 3 ejemplos reseñados han sido vistos en nuestro hospital.
• Un paciente puede tener más de una enfermedad.
• La actividad desarrollada por el paciente puede ser de gran ayuda para orientar el diagnóstico: contacto con agua dulce, exposición a garrapatas, etc.
• La protección del paciente, por vacunas, también puede limitar los diagnósticos.
• Los análisis de laboratorio rutinarios pueden orientar el diagnóstico.
En los últimos años ha aumentado de forma espectacular el número de personas que viajan a zonas tropicales, tanto por turismo como por motivos humanitarios y laborales. Se estima que en 2003 el número de turistas internacionales en todo el mundo fue de 694 millones. En 1999, más de 75 millones de personas viajaron de países desarrollados a otros en desarrollo. La fiebre, los problemas dermatológicos y los digestivos constituyen el motivo principal de consulta al regreso de zonas tropicales. Las causas de fiebre en zonas tropicales son múltiples, pues además de las infecciones típicas de zonas desarrolladas existen otras muchas, características de dichas zonas tropicales. Una primera aproximación diagnóstica viene dada por la clínica, que permite un diagnóstico a primera vista en algunas enfermedades, como es el caso de las rickettsiosis, enfermedad muy frecuente en una consulta del viajero en personas que han viajado a zonas de sabana, donde las picaduras de garrapatas son muy frecuentes. Comentamos aquí las enfermedades vistas más frecuentemente en nuestro medio, y complementamos la información con las tablas I-V y la figura 1.
Malaria El diagnóstico de paludismo se basa en la demostración de parásitos en sangre (gota gruesa/extensión sanguínea), detección de anticuerpos monoclonales frente a antígenos parasitarios o detección de ADN del parásito por medio de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La serología convencional no es de valor diagnóstico. La microscopia (gota gruesa y extensión sanguínea) requiere experiencia y sigue siendo la herramienta principal en la práctica diaria. Permite el diagnóstico de especie y del grado de parasitemia, así como la respuesta al tratamiento. Se precisa personal experto y emplear muchos minutos para considerarla negativa. Tiene baja sensibilidad si la parasitemia es muy baja. La gota gruesa se emplea, fundamentalmente, para determinar si hay parásitos. La extensión sanguínea es de más valor para la determinación de especie. En los últimos años se han desarrollado métodos de diagnóstico rápido, técnicas inmunocromatográficas que detectan anticuerpos monoclonales frente a antígenos maláricos liberados por los hematíes parasitados: 1. La proteína 2 rica en histidina (HRP-2), específica de Plasmodium falciparum. 2. La lactatodeshidrogenasa específica del parásito (LDH-p), enzima de las 4 especies de Plasmodium. 3. La aldolasa de Plasmodium (antígeno panmalárico), enzima común a las 4 especies. Tienen una alta sensibilidad y especificidad, del 80-97 y el 90-97%, respectivamente. Estos métodos de diagnóstico rápido son de fácil realización y no necesitan personal experto. Sus inconvenientes son que no determiJANO 23 DE FEBRERO-1 DE MARZO 2007. N.º 1.639
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Tabla I. Causas más frecuentes de fiebre en los viajeros Enfermedad
MacLean JD et al (1994); n = 587 (%)
Doherty JF et al. (1995); n = 587 (%)
O’Brien DP et al (2006); n = 624 (%)
Malaria
32
42
27
Infecciones respiratorias
11
2,6
12
Gastroenteritis
4,5
6,7
12
Dengue
2
6,2
7
Hepatitis vírica
6
3 (sólo A)
1 (sólo A)
Fiebre tifoidea/paratifoidea
2
1,5
4
Infecciones urinarias
4
2,6
3
Rickettsiosis
1
0,5
3
Absceso hepático amebiano
1
0
1
No diagnosticadas
25
24,6
7
Infecciones respiratorias: infecciones del tracto respiratorio superior, bronquitis y neumonía. Infecciones urinarias: infecciones del tracto inferior y pielonefritis. Un paciente puede tener más de un diagnóstico.
lizarla, así como requerir personal experto y laboratorios sofisticados.
nan el grado de parasitemia, no sirven para evaluar la respuesta al tratamiento (ya que pueden seguir siendo positivos tras el mismo) y puede haber falsos negativos, incluso con parasitemias altas, y falsos positivos en personas con factor reumatoide positivo. Tampoco sirven para detectar parasitemias mixtas. Son útiles para la autoevaluación de viajeros que no pueden recibir atención médica en zonas tropicales remotas. La PCR tiene gran sensibilidad y especificidad, y permite el diagnóstico en casos con parasitemias muy bajas y en las infecciones mixtas, que pueden ser indetectables con los otros métodos. Sus inconvenientes son el tiempo necesario para rea-
Figura 1.
Rickettsiosis En las rickettsiosis, el diagnóstico es clínico en un principio. Haber estado en zonas de sabana, principalmente si se ha estado cazando, obliga a su sospecha. Deben buscarse de forma dirigida la típica “mancha negra” (fig. 2) y el exantema papuloso característico, aunque pueden faltar, sobre todo el exantema. La
Algoritmo diagnóstico del síndrome febril al regreso del trópico. Fiebre al regreso del trópico ¿Posibilidad de paludismo? No
Sí
Valorar
Gota gruesa urgente –
Focalidad
Factores de riesgo*
Existencia de signos hemorrágicos
Considerar: Meningococemia Sepsis por gramnegativos Fiebres hemorrágicas víricas
Otras pruebas: Imagen Microbiología
Pruebas diagnósticas: serología y PCR Repetir gota gruesa
Positivas
Negativas
Tratamiento
Repetir
Negativas**
Considerar siemre la posibilidad de que la fiebre tenga un origen no tropical. *Véase tabla 3. **Valorar focalidad, factores de riesgo y pruebas de imagen.
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Positivas
Tratamiento
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Tabla II. Fiebre: período de incubación y distribución geográfica Enfermedad
Distribución Período de incubación inferior a 2 semanas
Brucelosis**
Cosmopolita. Más frecuente en zonas en desarrollo
Dengue
Tropical y subtropical
Fiebre tifoidea/paratifoidea**
Cosmopolita. Alto riesgo en el subcontinente indio
Fiebre Q**
Cosmopolita
Fiebres recurrentes
Cosmopolita
Gnathostomiasis**
Asia (fundamentalmente) y América Latina
Leptospirosis**
Más frecuente en zonas tropicales
Malaria**
Tropical y subtropical. Especialmente en el África subsahariana
Meningitis
Cosmopolita
Rickettsiosis
Cosmopolitas. Diferentes especies por regiones
Tripanosomiasis africana (enfermedad del sueño)**
Focos en el África subsahariana
Fiebre y hemorragia Bacterianas: meningococemia, leptospirosis Dengue Fiebre amarilla Fiebre de Crimea Congo Fiebre de Ebola, Lassa y Marburg y del Valle del Rift Fiebres hemorrágicas de América del Sur: Junín, Machupo, Sabia y Guaranito
Cosmopolitas Tropical y subtropical África y América Latina Este de África, Asia y Europa oriental África América del Sur
Fiebre y alteración del sistema nervioso central Gnathostomiasis Encefalitis Meningitis bacterianas, víricas y por hongos Rabia Tripanosomiasis africana (enfermedad del sueño)** West Nile
Asia (fundamentalmente) y América Latina Cosmopolita Cosmopolita África, América, Asia y Europa Focos en el África subsahariana Amplia distribución
Fiebre y manifestaciones pulmonares Fiebre Q Mieloidosis** Micosis sistémicas** (histoplasmosis, coccidioidomicosis, paracoccidioidomicosis y blastomicosis) Síndrome pulmonar por hantavirus
Cosmopolita Especialmente el sudeste de Asia América Cosmopolita, sobre todo América
Período de incubación de 2 semanas a 2 meses Las marcadas con ** en la parte superior
Descritas en la parte superior
Absceso hepático amebiano
Más frecuente en zonas en desarrollo
Bartonellosis
Andes en Perú, Colombia y Ecuador. Distribución focal entre 800 y 3.000 m de altitud
Esquistosomiasis
África (principalmente), Asia y América Latina
Hepatitis A
Más en zonas en desarrollo
Hepatitis E
Más en África, Asia y América Latina
Período de incubación de más de 2 meses Descrito en la parte superior: malaria, abscesos hepáticos amebianos, mieloidosis, gnathostomiasis y rabia, pueden superarlos
Descritos en la parte superior
Fascioliasis
Amplia distribución
Filariasis linfática
Zonas tropicales
Hepatitis B
Cosmopolita
Leishmaniasis visceral
Cosmopolita
Paragonimiasis
Asia, África y América Latina
Tuberculosis
Cosmopolita
serología confirmatoria no se hará positiva hasta unas semanas después del inicio del cuadro, y además da reacciones cruzadas entre diversas especies de Rickettsia. La introducción de la PCR permite un diagnóstico precoz y de especie.
Dengue y otras viriasis importadas De las enfermedades víricas importadas, el dengue es la más frecuente. Se sospecha por el antecedente del viaje y las alteJANO 23 DE FEBRERO-1 DE MARZO 2007. N.º 1.639
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Tabla III. Exposiciones que son factor de riesgo de infecciones causantes de fiebre Exposición
Infección
Agua dulce
Esquistosomiasis y leptospirosis
Suelo, especialmente cuevas con murciélagos
Micosis sistémicas: histoplasmosis, etc.
Ingesta de alimentos
Fascioliasis, brucelosis, salmonelosis, hepatitis A y E, vibrios, paragonimiasis, gnathostomiasis, triquinosis, toxoplasmosis, enteropatógenos
Sexual, sangre y otros fluidos corporales
Hepatitis A, B, C y E, sífilis y VIH
Mordedura de animales: perros, murciélagos, monos, etc.
Rabia, herpes virus B (monos), bacterias de la boca
Roedores y sus excretas
Peste, Hantavirus, fiebre Lassa y otras viriasis hemorrágicas
Animales y/o sus productos
Brucelosis, fiebre Q, tularemia, toxoplasmosis, etc.
raciones analíticas iniciales, de las que las más precoces son la leucopenia y la trombopenia. El exantema típico puede aparecer en la fase de convalecencia. La serología no se hace positiva hasta pasados unos 5 días, y hay que realizar un estudio en fase de convalecencia para detectar seroconversión. La disponibilidad de la PCR puede servir para un diagnóstico precoz, durante los 3-4 días de viremia, y determinar el serotipo del virus dengue. Los métodos de cultivo precisan de laboratorios más sofisticados. En las otras viriasis se emplean los mismos métodos diagnósticos que en el dengue.
Tabla IV. Causas de fiebre y exantema maculopapular en viajeros Dengue y otros arbovirus Citomegalovirus Virus de Epstein-Barr Fiebres víricas hemorrágicas Infección primaria por VIH Rubéola Sarampión
Absceso hepático amebiano
Fiebre tifoidea (roseola tífica)
El diagnóstico de sospecha se hace ante una lesión hepática ocupante de espacio. La serología positiva más una lesión ocupante de espacio es prácticamente diagnóstica. El diagnóstico se confirma visualizando los trofozoítos en el aspirado de la lesión, pero su ausencia no excluye el diagnóstico. La PCR aumenta la sensibilidad. No suele coexistir con amebiasis intestinal.
Meningococemia (púrpura)
Leptospirosis
Rickettsiosis Sífilis Toxoplasmosis Tripanosomiasis africana (enfermedad del sueño) Triquinosis
Leishmaniasis visceral El diagnóstico clásico se basa en la serología y la visualización del parásito en los tejidos. Estos métodos no permiten la de-
Figura 2. “Mancha negra” típica de la rickettsiosis.
terminación de especie, problema que se resuelve con la PCR y el cultivo, que además aumenta la sensibilidad.
Esquistosomiasis Debe tenerse la sospecha diagnóstica ante el antecedente de baño en agua dulce en zona endémica. De forma precoz se puede emplear la serología. El diagnóstico de certeza y de especie se hace visualizando los huevos característicos en la orina o en las heces. Las técnicas de PCR aumentan la sensibilidad.
Gnathostomiasis La sospecha clínica aparece ante tumoraciones subcutáneas transitorias y migratorias en personas que han ingerido alimentos crudos o poco cocinados, sobre todo en el sudeste asiático. Menos frecuentes son el paso subcutáneo de la larva de Gnathostoma spinigerum. Hay eosinofilia en el 70% de 50
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Problema clínico Tabla V.
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Síndrome febril al regreso del trópico S. Puente Puente y G. Ramírez Olivencia
Datos de laboratorio y pruebas diagnósticas en infecciones frecuentes en viajeros
Enfermedad
Leucocitos totales
Eosinófilos
Plaquetas
Enzimas hepáticas
Pruebas diagnósticas
Dengue
N/
Serología, PCR, cultivo
Hepatitis víricas: A, B, E
N/
N/
N/
Serología
Brucellosis
N/
N/
N/
Serología, cultivo
Fiebre tifoidea
N/
N/
Hemocultivo, serología, coprocultivo (falso positivo en portadores)
Leptospirosis
N/
N/
N/
/
Serología, cultivo
Rickettsiosis
N/
N/
N/
N/
Serología, PCR, cultivo
Malaria
N/
N/
/
N/
Microscopia (gota gruesa / extensión sanguínea), detección de antígeno, PCR
Leishmaniasis visceral
N/
N/
Serología, visualización del parásito en tejidos, PCR, cultivo
Absceso hepático amebiano
N/
N/
N
N/
Serología, identificación de trofozoítos (microscopia, PCR) en aspirado
Esquistosomiasis aguda: fiebre de Katayama
N/
N
N/
Serología, identificación de los huevos
Gnathostomiasis
N/
/ N
N
N
Serología con clínica compatible. Identificación del parásito si se extrae en paso subcutáneo
PCR: reacción en cadena de la polimerasa.
casos, por lo que su ausencia no la excluye. Habitualmente el diagnóstico se hace por serología. La identificación del parásito sólo es posible si se extrae en su paso subcutáneo. J
Bibliografía recomendada O’Brien DP, Leder K, Matchett RN, et al. Illness in returned travellers and immigrants/refugees: the 6-year experience of two Australian Infectious Diseases Units. J Trav Med. 2006;13:145-52. Puente S, Garate T, Grobusch MP, et al. Two cases of imported gnathostomiasis in Spanish women. Eur J Clin Microbiol Infect Dis. 2002;21:617-20. Rubio JM, Benito A, Berzosa PJ, et al. Usefulness of seminested multiplex PCR in surveillance of imported malaria in Spain. J Clin Microbiol. 1999;37:3260-4. Wilson ME, Pearson RD. Fever and systemic symptoms. En: Guerrant RL, Walker DH, Weller PF. Tropical infectious diseases: principles, pathogens, and practice. 1st ed. Philadelphia: Churchill Livingstone; 1999. p. 1381-99.
J
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