Economía de la Empresa - Tema I - La empresa y su entorno

TEMA I. LA EMPRESA Y SU ENTORNO

ÍNDICE

1. La empresa como realidad económica. 2. Concepto de empresa. 3. Funciones y objetivos de la empresa 4. Los elementos de la empresa. 5. La responsabilidad social de la empresa. 6. La empresa y el empresario 7. Clasificación de las empresas. 8. Marco jurídico de la actividad empresarial.

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1. LA EMPRESA COMO REALIDAD ECONÓMICA La actividad económica surge para superar el problema de la escasez de recursos para satisfacer las necesidades crecientes de la sociedad. El conflicto entre necesidades crecientes y recursos escasos obliga a la sociedad a tomar decisiones para resolver las tres cuestiones básicas de todo sistema económico: qué bienes y servicios producir y en qué cantidades, para cómo producir y para quién producir. Una gran parte de las respuestas que da una sociedad a las tres cuestiones básicas se genera en las empresas: •

Qué bienes y servicios producir. Las empresas responden a esta pregunta tratando de producir bienes y servicios que demanda el mercado.

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Cómo producir. Las empresas organizan su proceso de producción y deciden, dadas las posibilidades tecnológicas, cómo producir.

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Para quién producir. Una vez producidos los bienes, debemos analizar cómo se distribuyen entre los propietarios de los factores productivos (flujo circular de la renta). Las rentas representan la retribución que reciben los distintos grupos económicos de un país por su participación en la producción (salarios, beneficios, intereses y alquileres), y ello determina el poder o la capacidad de compra que posee cada uno. Dado que se adquieren bienes y servicios según la capacidad de compra que se tiene, el reparto que efectúan las empresas explica en buena medida la respuesta a la pregunta planteada.

Analizando las funciones que realiza la empresa dentro del sistema económico, se pone de manifiesto lo siguiente: La importancia como unidad económica de producción de bienes y servicios. La actividad productiva de un país se obtiene sumando la actividad productiva de todas las empresas. De esta forma la empresa satisface las necesidades de la colectividad mediante la oferta de bienes y servios. Su dimensión social. Crea empleo y genera riqueza. La mayor parte de la población realiza trabajo dependiente (por cuenta ajena), tanto en empresas públicas como privadas. Esta relación de dependencia tiene sus costes sociales. En los casos de crisis económica disminuye la actividad empresarial, y como consecuencia de ello, se reduce el empleo, produciendo secuelas de tipo social y personal. Es el motor económico del país. La impulsora de las grandes innovaciones lo que posibilita el desarrollo económico. Mediante las constantes innovaciones tecnológicas aumenta la productividad y el número de productos que se ponen a disposición de los consumidores, lo cual hace que aumente el nivel de vida. Estas innovaciones normalmente producen unos costes sociales de tipo ecológico y cultural. ────────────────────────────────────────────────────────────── 2

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De lo anterior, concluimos que la empresa constituye uno de los pilares fundamentales de sistema económico capitalista, hasta el punto que al sistema de mercado se le denomina en muchos casos. SISTEMA DE LIBRE EMPRESA.

2. CONCEPTO DE EMPRESA Desde el punto de vista económico, se define la empresa: “Como un conjunto de elementos y factores de producción (trabajo y capital) organizados y coordinados por la dirección, orientados a la obtención de una serie de objetivos y actuando bajo condiciones de riesgo.” Otro concepto de empresa: "Como una entidad integrada por el capital y el trabajo como factores de producción y dedicados a actividades industriales y de prestación de servicio con fines lucrativos y con la consiguiente responsabilidad". Otro concepto de empresa: "Un sistema en el que se coordinan factores de producción, financiación y marketing para obtener sus fines". Partiendo de esta definición se deducen las siguientes características: Es un conjunto de factores de producción. Estos pueden ser factores físicos y de capital, factores comerciales (dispuestos para la venta) y factores financieros (financiación de inversiones). Tienen unos fines u objetivos: Maximizar el beneficio empresarial. En la actualidad y dada la complejidad del entorno económico, la empresa persigue un abanico más amplio de objetivos. Los distintos factores se encuentran coordinados para alcanzar sus fines. Esta coordinación la realiza la administración o dirección de la empresa. Esta dirección planifica, organiza los factores, se encarga de que las decisiones se realicen y controla las posibles desviaciones. La empresa es un sistema. Todo sistema es un conjunto de elementos interrelacionados entre sí y con el sistema global que tratan de alcanzar un fin. (Esta característica engloba a las anteriores).

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3. FUNCIONES Y OBJETIVOS DE LA EMPRESA A la hora de analizar las funciones de la empresa, debemos distinguir aquellas que realiza de forma “global” dentro del sistema de economía de mercado en el cual de desenvuelve, y las funciones “específicas” necesarias para conseguir los objetivos o fines que persigue.

3.1. Funciones de la empresa en el sistema de mercado. Crean riqueza y generan empleo mediante la producción de bienes y servicios, innovaciones tecnológicas y la mejora en la calidad de los productos Coordinar, dirigir y controlar el proceso de producción, es decir, asignar los recursos de producción de forma óptima. Esto ha motivado el incremento continuo de la división del trabajo y la especialización, con el consiguiente aumento de la productividad. Reducir los costes de transacción generados por el mercado. Anticipan el producto social y asumen el riesgo que genera. La empresa adelanta a los factores de producción su participación en el producto, es decir, genera una renta monetaria (paga) a los factores antes de que esta haya acabado el proceso. Esta renta hará o generará capacidad para consumir. Este anticipo genera un riesgo. Crean o aumentan la utilidad de los bienes. Al transformar materias primas en productos más elaborados, las empresas crean o aumentan la utilidad de los bienes, es decir, incrementan su capacidad para satisfacer las necesidades humanas. Las empresas, al crear utilidad, añaden valor a los bienes, lo que provoca que aumente el precio que el consumidor está dispuesto pagar por los mismos.

3.2. Objetivos de la empresa En un sistema de economía de mercado serán los propietarios de la empresa quienes decidan los objetivos. Tradicionalmente, el objetivo o fin de las empresas ha sido maximizar el beneficio, pero entendido como la búsqueda de la máxima rentabilidad de capital invertido. Rentabilidad = Beneficio obtenido / Capital invertido Sin embargo, existen empresas cuyo objetivo no es la maximización del beneficio, pues no tiene ánimo de lucro; “organizaciones no lucrativas”. Otros objetivos que puede perseguir la empresa aparte de la maximización del beneficio, son:

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El crecimiento y poder en el mercado. Asegura la rentabilidad a largo plazo.

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Estabilidad y adaptabilidad al entorno. Si una empresa quiera crecer, debe adaptarse a los cambios en el mercado y a las innovaciones tecnológicas.

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Responsabilidad social. Cada vez más, las empresas están incorporando objetivos de responsabilidad social y ética hacia los colectivos que la integran, y hacia la sociedad y el medio ambiente.

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Optimizar su cadena de valor. Con ello pretende aumentar su competitividad respecto a la competencia. Según Porter la cadena de valor es una forma de análisis de la actividad empresarial mediante la cual una empresa desagrega su actividad global en diferentes partes, con el objetivo de identificar fuentes de ventaja competitiva en las actividades que generan valor. Se intenta averiguar que tareas o funciones realizadas en la empresa generan valor y cuales no, con el objetivo de centrar la actividad de la empresa en aquellas que realmente dan rentabilidad a la empresa.

Asimismo, la empresa está formada por diversos elementos: los propietarios o accionistas, los directivos, los trabajadores, los clientes, los proveedores, el Estado, etc. Cada uno de ellos puede perseguir distintos fines: los propietarios o accionistas, maximizar su rentabilidad; los directivos, el crecimiento de la empresa; los trabajadores, el máximo salario; los proveedores, el máximo precio de adquisición de los factores que aportan a la empresa; los clientes, el mínimo precio de venta de los productos que adquieren a la empresa; el Estado, el cumplimiento de las distintas normas fiscales, de seguridad, etc. Todos estos fines pueden, en ocasiones, estar enfrentados, por lo que debe solucionarse el denominado “conflicto de objetivos”. La solución al mismo, es el reto de la dirección, que debe buscar un punto de encuentro entre los distintos fines que tienen los elementos que intervienen en la vida empresarial. Para conseguir los objetivos y llevar a cabo las actividades propias de la empresa, ésta tiene una serie de AREAS FUNCIONALES BÁSICAS, así como otras complementarias: De aprovisionamiento. Están incluidas todas las acciones tendentes a la adquisición de los factores materiales de producción, así como los suministros y servicios. De producción. Actividades que posibilitan transformar los recursos (entradas) en productos o servicios (salidas). Comercial. Incluye las actividades que la empresa desarrolla para llevar los productos hasta los mercados finales y ponerlos a disposición de los consumidores. Financiera. Actividades de captación de fondos, tratamiento y colocación o empleo de los medios financieros de que dispone la empresa. De personal (Recursos Humanos). Agrupa las actividades de organización y gestión del ────────────────────────────────────────────────────────────── 5

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personal (contratación, adiestramiento, formación, etc...). De investigación (I+D). Para la creación y evaluación de las tecnologías. Contable. Se orienta hacia el apoyo de la gestión mediante la creación del sistema de información, la contabilidad, la organización, registro y archivo de los soportes en los que quedan reflejados los distintos aspectos de la actividad de la empresa. Todas las actividades anteriores, originan los flujos reales de bienes y servicios que se producen en la empresa. Básicamente su esquema sería el siguiente:

Aprovisionamiento Distribución ┌──────────┐ de de ┌───────────┐ │ │ factores ┌─────────────────────┐ Productos │ │ │ Mercado ├─────────────┤ Transformación ├──────────────┤ Mercado │ │ de │ │ (Tecnología) │ │ de │ │ Factores │ │ (Recursos humanos) │ │ Productos │ │ ├─────────────┤ ├──────────────┤ │ │ │ Pagos └─────────────────────┘ Cobros │ │ └──────────┘ └───────────┘

4. LOS ELEMENTOS DE LA EMPRESA Para el funcionamiento de la empresa se requieren una serie de factores que se pueden englobar o agrupar en cuatro elementos básicos:

A) EL PATRIMONIO O ELEMENTOS ECONÓMICOS Conjunto de bienes y derechos económicos de la empresa. Se incluye todos los elementos que integran el ACTIVO DEL BALANCE. En este conjunto, podemos distinguir entre los bienes que están ligados a la empresa de forma duradera y que representa el activo no corriente: material (edificios, maquinaria, herramientas, etc.) e inmaterial (marcas, patentes, etc.) y aquellos otros bienes que están ligados al ciclo de producción de la empresa y que están continuamente cambiando, y que constituyen el activo corriente (materias primas, productos terminados, dinero en bancos, etc.) B) El GRUPO HUMANO Son los elementos activos de la empresa. Estos elementos humanos están formados por las personas que aportan el trabajo a la empresa y se dividen en tres grupos: -

Trabajadores o empleados. Los que aportan su fuerza laboral por un salario.

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Empresario. Conjunto o personas que llevan la gestión empresarial, asumiendo la responsabilidad y dirección de la empresa. Propietario. Aquellos que detentan o tienen la propiedad de la empresa. No tiene porque coincidir propietario y empresario. (Normalmente en las grandes empresas).

C) LA ORGANIZACIÓN Es la combinación de los elementos pasivos y de los elementos activos para la persecución del fin según la estructura determinada. Los directivos deben establecer con claridad cuáles son las tareas que hay que desarrollar, cómo se divide y se distribuye el trabajo entre las personas, cuáles son las relaciones que deben existir entre ellas y cómo se fijan las responsabilidades.

D) EL ENTORNO Actualmente a la empresa no se le considera como un elemento aislado, sino que se la introduce dentro del país socio-económico que ejerce la actividad, por tal motivo se ve influenciada por un conjunto de normas (laborales, jurídicas, culturales, etc.) que condicionan su desarrollo. Asimismo, la empresa influye en el entorno, y debe cuidar los efectos que su actividad produce sobre la sociedad y el medio ambiente. Se puede diferenciar entre dos tipos de entorno: Entorno general, que afecta a todas las empresas en general y de forma similar. Hay muchos aspectos que influyen en él, como los culturales, tecnológicos, políticos, legales, demográficos, sociológicos, económicos, etc. Entorno específico, que afecta de una manera concreta a cada una de las empresas, por lo que varía según el tipo de empresa y su sector. Es el caso del tipo de proveedores, clientes, las empresas de la competencia, la relación con los sindicatos, normas específicas para un sector determinado, etc.

5. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EMPRESA: ÉTICA DE LOS NEGOCIOS Y BALANCE SOCIAL Los objetivos sociales han sido normalmente poco relevantes (a no ser que la empresa fuera de capital público), pero últimamente están cobrando más importancia dentro de la llamada “Responsabilidad Social Corporativa (RSC)”, impulsada desde la administración y adoptada por algunas grandes empresas. 5.1. La ética en los negocios La empresa no es un elemento aislado, establece con su entorno relaciones que no son únicamente económicas. Sus actuaciones tienen efectos no sólo en su entorno económico sino ────────────────────────────────────────────────────────────── 7

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también en el social y en el ambiental, adquiriendo un creciente protagonismo en la sociedad civil. Desde este punto de vista, la empresa no es sólo una institución privada sino que también lo es social. Su actividad se desarrolla y depende de la sociedad, por ese motivo hablamos de responsabilidad social de la empresa, responsabilidad que se llevará a cabo a través de toma de decisiones éticas. Este es el punto de partida de la ética empresarial. Las razones de tipo práctico que explican la creciente importancia que se le da a la ética en la actualidad pueden ser las siguientes: a) La proliferación de las malas prácticas empresariales que remueven a la opinión pública, tales como la utilización privilegiada de información, la ingeniería financiera, los sobornos... b) La excesiva juridificación de la empresa, la proliferación de normas jurídicas que no son suficientes para regular el adecuado funcionamiento de la empresa y, a la vez, la aceptación general de que el derecho es caro, lento y en muchos casos insuficiente. Frente a ello, la ética puede ser un medio para solucionar conflictos complementarios del derecho. Desde un punto de vista ético el comportamiento de la empresa se deberá concretar en satisfacer todos los intereses en juego. La empresa deberá pensar no sólo en satisfacer sus propios intereses como organización que busca el máximo beneficio, sino también los de todos aquellos agentes con los que se relaciona. Una empresa tendrá un comportamiento ético cuando permita el desarrollo de las personas que la componen y de las que se relacionan con ella. De esta forma una empresa ética contará con directivos que marcan el tono moral de la empresa, se preocupará por la formación del personal, por ofrecerle participación, ofrecerle un salario justo, valora y atiende debidamente a los clientes y proveedores, ofrece productos responsables, evitará gastos superfluos, tendrá interés en todo lo que ocurre en su alrededor, se preocupará por el medio ambiente, adoptará una actitud de diálogo permanente, será proactiva y pondrá los medios para evitar que lleguen a plantearse problemas y no sólo preocuparse de solucionarlos cuando aparezcan. Aunque algunos sectores puedan pensar que el cumplimiento de la responsabilidad social de la empresa no es compatible con la eficiencia económica, la realidad evidencia lo contrario y más bien se ha convertido en una ventaja competitiva. Sólo hay que pensar que, para la empresa, la obtención de beneficios económicos depende de su credibilidad social, puesto que, si la sociedad no confía en ella, está condenada a desaparecer a más largo o más corto plazo. En esta confianza es en la que se asienta el desarrollo de las actividades empresariales. La ética en la gestión empresarial es necesaria para responder a nuevos retos como los siguientes: - El crecimiento de la competencia entre empresas hace necesario fidelizar a la clientela mediante prácticas que produzcan confianza y credibilidad (ejemplo 0,7 sobre ventas para proyectos en el tercer mundo) - A medida que las relaciones internas en la empresa se vuelven más complejas es preciso ────────────────────────────────────────────────────────────── 8

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integrar a todos sus componentes identificándolos con su proyecto. - A medida que el entorno en el que se mueve la empresa se hace más complejo, es más rentable acudir a soluciones éticas en vez de a soluciones jurídicas para resolver problemas con justicia. - La mayor madurez de los mercados obliga a las empresas a acudir a planteamientos a largo plazo. Si bien a corto plazo prácticas poco éticas pueden ocasionar beneficios a las empresas, a largo plazo no será así, si disminuye su credibilidad social. - La rentabilidad de la empresa depende de su credibilidad social. La sociedad civil y la opinión pública exigen cada vez más a la empresa que asuma su responsabilidad social. La ética es rentable para la empresa puesto que aumenta la eficiencia de sus sistemas directivos, reduce costes de coordinación internos y externos a la empresa y es un factor de innovación y de diferenciación. 5.2. El balance social Se hace necesario un sistema de información sobre el comportamiento ético de la empresa, mediante el que ésta informe a la sociedad y a sus propios miembros del grado de cumplimiento de su responsabilidad social. El balance social es un conjunto de informes tanto internos como externos que hablan sobre los beneficios y los costes sociales de la actividad de la empresa. El término "balance" no debe interpretarse en el sentido de activo y pasivo sino en el sentido de instrumento para medir y comparar la incidencia de la empresa en la sociedad. El término aparece en Estados Unidos en la década de los 60, y llega a Europa en los 70 siendo en Francia obligatoria su realización desde 1977 para empresas de más de 750 trabajadores y desde unos años más tarde para las de más de 300. En Portugal es obligatorio el balance social desde 1985. En España, en la década de los 70, algunas grandes empresas, como el INI, el Banco de Bilbao, Mapfre, Renfe y Telefónica, entre otras, ofrecieron informes sociales más o menos desarrollados, decayendo el interés en los años 80. Mientras que en Estados Unidos el balance social ha centrado su atención en los aspectos externos de la empresa (consumidores, entorno físico, relaciones con la comunidad...), en Europa siempre se han centrado más en su situación interna, a la situación social y las condiciones de trabajo. Los pasos a dar para establecer un balance social correctamente planteado son (Informar ¿a quién? ¿cuánto? ¿cómo?): - Identificar los grupos que afectan a la empresa o son afectados por ella y sus intereses - De acuerdo con los intereses identificados, definir las necesidades de información y su concreción más adecuada en forma de indicadores. Estos indicadores necesariamente han de ser de dos tipos: Por un lado indicadores observables y cuantificables y, por otro, indicadores subjetivos o cualitativos que recojan la percepción que tengan los grupos implicados que se obtendrán mediante entrevistas, encuestas y otros instrumentos. Ejemplos del primer tipo de indicadores podrían ser el número de accidentes laborales producidos, el número de horas de trabajo perdidas por bajas laborales, el número de quejas de los clientes, medidas de la contaminación ocasionada ────────────────────────────────────────────────────────────── 9

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por la empresa, el porcentaje de mujeres en cargos directivos, los recursos dedicados por la empresa a actividades culturales en la localidad, el nivel de salarios respecto al convenio colectivo. En el segundo tipo se podría incluir el grado de satisfacción de los trabajadores con su puesto de trabajo, la opinión de los trabajadores sobre sus jefes, el grado de satisfacción de los clientes con la calidad de los productos. - Por fin, recoger y plasmar de forma adecuada esa información, de forma que se pueda evaluar el grado de cumplimiento alcanzado. Además, para que el balance social en todas sus etapas sea lo más objetivo posible, lo ideal sería que fuera realizado por grupos imparciales, por comités éticos como los que se han creado en muchas empresas.

6. LA EMPRESA Y EL EMPRESARIO La Teoría económica no comienza a estudiar la figura del empresario hasta principios del s. XVIII, y lo definió como "el agente que compra medios de producción a cierto precio, para combinarlos en un producto que venderá a un precio incierto en el momento del compromiso de sus costes". Sin embargo los economistas clásicos no prestan atención a la figura del empresario, pues según ellos los procesos de producción funcionan por sí solos. Es a mediados del s. XIX cuando los economistas empiezan a distinguir una función diferente para el empresario de la del propietario.

6.1. TEORÍAS SOBRE EL EMPRESARIO 6.1.1. Teoría del empresario innovador (Schumpeter). Considera que el verdadero papel del empresario consiste en detectar y poner en marcha una nueva oportunidad del negocio, aprovechando una invención o idea todavía no explotada, es decir, la principal función del empresario es innovar, es decir, aplicar las invenciones tecnológicas a usos comerciales o industriales. Esta capacidad para ser el primero es recompensada con unos beneficios extraordinarios, que se logran porque durante cierto tiempo el empresario innovador es un monopolista del mercado. Posteriormente surgen una serie de imitadores, con productos similares, que eliminan la posición inicial del privilegio del innovador. Asimismo, el proceso de cambio tecnológico genera el desarrollo económico en el ────────────────────────────────────────────────────────────── 10

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sistema capitalista y el empresario es el principal artífice de dicho cambio.

6.1.2. Teoría del empresario que asume riesgos (Knigth). El empresario es una persona que arriesga su capital y como consecuencia de este riesgo intentará obtener el máximo beneficio, por tanto el empresario riesgo, es aquél que va a recibir una recompensa por asumir riesgos en un mundo de incertidumbre.

6.1.3. Teoría del empresario como tecnoestructura (Galbraith). La obra de Galbraith, El Nuevo Estado Industrial, publicado en 1967, pone de relieve la realidad empresarial de la segunda mitad del sigo XX. Efectivamente, en la actualidad las grandes empresas manejan la mayor parte del negocio mundial, siendo creciente su influencia y su poder. El capital de estas grandes empresas, que adoptan forma de sociedad y pertenece por lo general a multitud de socios que aisladamente tienen un ínfima parte del total y carecen, salvo excepciones, de influencia en la marcha de la empresa. En estas grandes empresas, en la mayoría de los casos, los socios son inversores anónimos preocupados únicamente por la rentabilidad de sus acciones, pero se encuentran al margen de las decisiones empresariales, que son efectivamente tomadas por los altos directivos en quienes delegan los Consejos de Administración, y por los directivos y cuadros medios que dirigen las actividades de la empresa. Es esta estructura directiva o tecnoestructura la que ostenta el verdadero poder empresarial, al impulsar y marcar los objetivos de la organización y se convierte en el verdadero empresario, en la mayoría de los casos, desplazando del poder efectivo a los propietarios del capital, que ocupa el poder formal.

En la ACTUALIDAD, se considera al empresario como un profesional de la dirección, que realiza la planificación y gestión de la empresa con independencia de que sea o no el propietario (separación entre la propiedad y la dirección ejecutiva de la empresa), exceptuando las PYMEs, que por se en general de tipo familiar, la propiedad y la dirección suelen coincidir en la misma persona. Según lo anterior, definir al empresario, "como la figura que adopta las decisiones generales en la empresa, que planifica los objetivos y diseña los medios para alcanzarlo". Normalmente, existe una confusión entre el concepto de capitalista o propietario y empresario, sobre todo al hablar del beneficio del empresario. Debemos significar que el beneficio no pertenece al empresario sino al propietario de la empresa.

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Desde el punto de vista legal, el profesor Uría define al empresario como aquella persona física o jurídica que por si o por medios delegados, ejecuta y desarrolla en nombre propio una actividad constitutiva de empresa. Adquiriendo la titularidad de las obligaciones y derechos nacidos de esta actividad. El Código de Comercio en su artículo 1º, identifica al empresario como comerciante. Definiendo a este último como “aquella persona física que teniendo capacidad legal para el comercio y se dedica habitualmente a él”. Asimismo, en el mismo artículo, considera empresario o comerciante "a las compañías mercantiles e industriales que se constituyan con arreglo a este Código". Del contenido de este artículo se deduce, que el empresario es la persona física o jurídica que se dedica a realizar actividades dirigidas a la producción de bienes y servicios para el mercado. La clasificación jurídica de una persona como empresario, la hace acreedora de una serie de derechos y obligaciones (inscribirse en el Registro Mercantil, llevar una contabilidad ordenada, declarar impuestos, etc...).

7. CLASIFICACIÓN DE LAS EMPRESAS Existen muchos criterios para clasificar a las empresas, siendo todos ellos hasta cierto punto discutible. Los criterios más generalizados son aquellos en los que las empresas, según su tamaño, sector en el que ejerce la actividad, según su forma jurídica, propiedad, etc.

7.1. SEGÚN SU TAMAÑO Dentro de esta clasificación, podemos hablar de dos tipos: Las PYMES (que son la pequeña y mediana empresa), Empresas grandes y Multinacionales o Corporaciones. No existe un criterio generalizado para medir el tamaño de una empresa, ya que según sea el país al que nos referimos, este tamaño de éstas variará. (Ej. Una empresa pequeña de EE.UU., aquí en España sería una gran empresa). Los principales indicadores que se utilizan para encuadrar una empresa según su tamaño serán: - El volumen de ventas. - El capital económico de la empresa. - Número de trabajadores. - Los beneficios. ────────────────────────────────────────────────────────────── 12

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Tamaño Microem.

Pequeña Mediana Grande

Criterios Activo total neto (millones de euros)

Cifra de ventas (millones de euros)

Menos de 10

Menos de 2

Menos de 2

Menos de 50 Entre 50 y 250 Más de 250

Menos de 10 Entre 10 y 50 Más de 50

Menos de 10 Entre 10 y 43 Más de 43

Núm. de empleados

7.2. SEGÚN EL SECTOR ECONÓMICO

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Empresas Primarias, aquellas cuya materia prima es una parte de la naturaleza y el proceso de producción consiste en fomentar el desarrollo natural de ese elemento para comercializarlo. Dentro de este sector se incluye las empresas agrícolas, ganaderas y mineras, pesca. Empresas Secundarias. Estas empresas realizan procesos técnicos de transformación a las materias primas para obtener los productos. Dependiendo de las materias primas a transformar se clasifican en distintas ramas o sectores (mecánicas, construcción, manufacturas, químicas, etc..). Empresas Terciarias. Cuya actividad principal es la prestación de servicios. Se caracteriza por no realizar labores técnicas de transformación (hostelería, transportes, tiendas, banca, Compañías de Seguros, etc. En los países industrializados generan casi o alrededor del 60% del PIB. 7.3. SEGÚN LA ACTIVIDAD ECONÓMICA Empresas Productoras. Cuya función de producción implica la transformación de materias primas. Empresas Comerciales. Aquellas cuya principal función es la relación de intercambio, sin transformación. Empresas de servicios. Se dedican a prestar servicios.

7.4. SEGÚN LA PROPIEDAD O TITULARIDAD DE CAPITAL Empresa Privada. Su propiedad es de los particulares, ya sean personas físicas o jurídicas (sociedades). Es el tipo de empresa más común en el sistema de mercado y es a la cual nos referimos cuando hablamos de empresa. Empresa Pública. Su capital (total o su mayoría) pertenece al Estado u otro Organismo público. Se caracteriza por la existencia de fines u objetivos que están por encima de las empresas privadas, es decir, ya que no solamente persiguen el beneficio, sino cuestiones de otro tipo (estratégicas, de seguridad, etc.). Dos tipos: Financieras: ICO (Instituto de Crédito Oficial). No financieras: Eléctricas, siderúrgicas, químicas, de servicios, etc..(quedan pocas a nivel nacional, pero muchas de CC.AA. y Ayuntamientos) ────────────────────────────────────────────────────────────── 13

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Empresas Mixtas. Parte de su capital pertenece al Estado u Organismos Públicos y parte a particulares, ya sean éstas, personas físicas o jurídicas (Sociedades). En unos casos los Organismos Públicos son mayoritarios y en otros no. 7.5. SEGÚN SU FORMA JURÍDICA Una de las cuestiones fundamentales a la hora de constituir una empresa es la decisión de su forma jurídica; este asunto ocupará una parcela importante dentro del plan de negocio (business plan) que debe preceder a la creación de toda empresa. El promotor o los promotores del negocio han de decidir si abordarán la actividad desde el punto de vista individual o por el contrario constituirán una sociedad; en este último caso, interesa saber cuál es el tipo de sociedad más conveniente. Tipos de empresas según su forma jurídica: Empresa individual Comunidad de bienes Sociedad civil Sociedad colectiva Sociedad comanditaria Sociedad de responsabilidad limitada Sociedad limitada nueva empresa Sociedad anónima Sociedades laborales (limitada y anónima) Sociedad cooperativa

8. MARCO JURÍDICO DE LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL Para llevar a cabo una actividad empresarial es necesario tener en cuenta las normas que regulan el funcionamiento de las empresas. Las principales se recogen en la legislación mercantil y fiscal En nuestro país las empresas se ven afectadas por normas emanadas tanto de las instituciones europeas, nacionales, autonómicas y locales. Las principales normas que regulan la actividad de las empresas son las siguientes: La Constitución española. Es la norma fundamental y más importante del sistema legislativo y en ella se regulan de forma general muchos aspectos de la vida en un país. Por tanto no es una norma específica de tipo empresarial, si bien recoge algunos preceptos muy importantes para su funcionamiento entre ellos los siguientes: - La Constitución reconoce la propiedad privada - La Constitución dice que España se constituye como una economía social de mercado, es decir, se va a regir por las normas de la economía de mercado o capitalista pero el Estado puede intervenir en la actividad económica para salvaguardar los intereses de los trabajadores. ────────────────────────────────────────────────────────────── 14

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La Constitución reconoce la iniciativa privada empresarial pero reserva al estado la posibilidad de intervenir empresas por motivos de interés general.

Leyes Mercantiles. El Derecho Mercantil es la parte del Derecho que regula la actividad económica que desarrolla el empresario. El Código de Comercio. Es el principal marco legislativo de las operaciones mercantiles. Se aprobó a finales del siglo XIX y su última modificación importante es de 1989. Regula de forma general los principales aspectos de la actividad comercial en cuanto a contratos, tipos de empresas (individuales o sociedades), obligaciones contables, etc. La mayoría de temas están regulados por normas específicas y el Código de Comercio actúa como una norma supletoria. Leyes relacionadas con la forma jurídica de la empresa. Ley de sociedades anónimas, de responsabilidad limitada, sociedades laborales, cooperativas. Ley de Patentes y Marcas Reglamento del Registro Mercantil Ley Concursal Ley de Competencia Ley General de Publicidad Leyes fiscales. El Derecho fiscal regula los tributos que deben pagar los ciudadanos y empresas siendo las normas más importantes que afectan a las empresas las siguientes: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas Impuesto sobre el beneficio de las sociedades Impuesto sobre el valor añadido Impuesto sobre actividades económicas Impuestos especiales (sobre el alcohol, sobre hidrocarburos, sobre el tabaco, sobre la electricidad…)

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