Edilberto Moreno:

Testimonia hechos del pasado con su propia vivencia Deysi Godoy En cada narración que testimonia Don Edilberto Moreno relata acontecimientos del pasado y refleja hechos de su propia vivencia, que lo convierten en actor de nuestra historia regional y nacional. Nacido en Las Piedras, estado Mérida, en la dictadura de Juan Vicente Gómez, desde muy joven siente motivación por la política, lo que lo llevó a ser el fundador y dirigente regional juvenil de Acción Democrática y, a ocupar funciones públicas como diputado a la Asamblea Legislativa de Mérida y Gobernador de esta entidad. Asimismo, fue diputado y senador en el parlamento venezolano, y embajador permanente de Venezuela ante la OEA, entre otros, cargos.

Don Edilberto Moreno, Con entusiasmo narra hechos históricos vividos (Foto: Cortesía Henry Ramírez)

De profesión abogado, realizó estudios en la Universidad de los Andes, Central de Venezuela, Central de Madrid y Autónoma de México y, se ha destacado también como conferencista, cronista e historiador. Muchos son los personajes sobre los cuales ha escrito con fina pluma Don Edilberto Moreno y, diversos son los temas periodísticos y literarios que ha publicado. En esta oportunidad nos fascina con su memoria casi fotografía al relatar cómo se origina lo que hoy es la Feria Internacional del Sol de Mérida y, en una segunda entrega, nos narra las fuentes de las paraduras del niño Jesús.

La Fiesta de la Inmaculada Rememora que siendo él Gobernador de Mérida (1965-1967), en una reunión sostenida en la oficina de Perucho Rincón Gutiérrez, estando también Toto Dávila, Pedro Burguera, Germán Briceño Ferrigni y Angulo Mata, acordaron realizar la Fiesta de la Inmaculada y otras actividades, de modo que planearon simultáneamente se realizar esta fiesta popular que es costumbre de los pueblos andinos, junto a una exposición de ganado que sería una feria como nunca se había hecho en Mérida. “Yo llamé al Gobernador de Bolívar quien era mi amigo pues había estado preso conmigo durante la dictadura de Pérez Jiménez y le comenté lo de la feria y él se comprometió a hacer los contactos con los ganaderos y mandarnos la mejor representación de ganado en aviones especiales”, agregó. La feria se pautó para el 8 de diciembre de 1967 y al organizarla se promovió, por primera vez, un concurso con 12 reinas. Recuerda que el doctor Raúl Leoni, mandó una delegación desde Caracas para Don Edilberto Moreno, ha dedicado su vida a la Mérida, y allí venía un hindú quien política y a la cultura (Foto: Cortesía Henry Ramírez) había hecho un postgrado en Massachusetts, “era un tipo muy joven no tenía más de 38 o 40 años, supremamente inteligente y en la recepción que se les hizo empezamos a pensar en grande lo de la feria”. La Plaza de Toros Con su particular forma de narrar, Don Edilberto refiere que el Director de las Obras Públicas, en ese entonces, era Román Eduardo Sandia, un ingeniero muy inteligente que había construido la Plaza de Toros. “Yo le dije que tenía el dinero para financiar la feria, porque el Ejecutivo del estado no tenía ni un quinto. En aquel tiempo eran 38 millones y él me dijo vamos a hacer en todos los alrededores de la plaza un centro de salones de exhibición para la pequeña y la mediana industria y, mi Secretario General de Gobierno, que era un gallero espectacular, propuso también hacer una gallera y una pista

para los coleadores que fue inaugurada por un coleador de nombre Álvaro Parra Dávila”. Prosigue narrando que la dificultad mayor que se les presentó para hacer la feria era forma cómo traían los asientos para la plaza cuya estructura ya estaba lista, de manera que, contrataron 12 gandolas las cuales tardaban cerca de 8 días, desde la fábrica ubicada en Maracay hasta Mérida. “Pensábamos que si fallaba una gandola, poníamos la torta, pero todo salió como lo habíamos calculado, cuando llega esa primera gandola, la plaza se llenó de curiosos y la primera grada se montó, en menos de 24 horas”. La inauguración y las reinas Con el entusiasmo de aquellos tiempos nos dice que se mandó una delegación a España a contratar toreros y vino el Cordobés, quien fue el que abrió la Plaza de Toros. Se acuerda que el día de la inauguración cayó un aguacero y el Cordobés como gran torero siguió su faena, pero cuando vio que el barro le llegaba arriba, paró la corrida y los organizadores tuvieron que dar entrada libre al día siguiente. Así que se sacó toda el agua y el barrial que había en la plaza y cuando salió primer toro, empezó otro aguacero, pero el Cordobés ese día salvó su toreo. “Yo estaba por entregar la Gobernación pero tenía toda esta cosa lista, porque no iba a improvisar nada y no quería salir con las tablas en la cabeza. Pero cuando íbamos a inaugurar nos faltaban dos reinas, una joven que había traído el propio Carlos Chalbaud cuando hizo un curso en Italia, que sería la Reina de las Nieves y, como no llegaba, pusimos a mi mujer y, la segunda, era la Reina de las Truchas, una muchacha muy bonita hija del Director de Radio Universidad”. Cuenta que se realizó una exposición de truchas y se establecieron premios porque habían hasta de siete kilos, ese suceso le dio la vuelta a Venezuela. Luego, se hizo una gran reunión en el Hotel Belensate y aquello fue exitoso. Posteriormente se determinó que había que reinaugurar la plaza y cambiar de fecha de la celebración de la Fiesta de la Inmaculada y, es cuando nace la Feria del Sol, con un programa minucioso.

La paradura del niño Jesús Conocedor de tradiciones y crónicas de esta región de los andes venezolanos, Edilberto Moreno, comenta que la Feria del Sol de Mérida concuerda con algunas costumbres de los pueblos del páramo, como son las festividades de San Juan, San Pablo, San Pedro, el Santo Cristo de la Grita y las fiestas de los Reyes Magos. En particular, ahora nos habla sobre la celebración de la Paradura del Niño Jesús. Reseña que la paradura tiene dos fuentes: una, en Italia, en pueblito que se llama Asis, donde San Francisco, hizo por primera vez el pesebre y, la otra, se origina en un pueblo que llaman Llano de Hato, donde ahora está el Astrofísico. Recuerda que estando en Roma junto a los embajadores del Vaticano visitó un monasterio de San Francisco, allí estuvo tres días en muchas conferencias y fue cuando empezó a conocer el origen del pesebre, cuya realización se repetía en esta región de los andes. “Los vestidos de las campesinas de allá eran exactamente iguales a las de acá y, en los bailes folklóricos lo único que se distinguía era el atuendo, pues ellas se ponían unos pañuelitos multicolores para danzar, de modo que, todo era muy parecido a la celebración que se hacía al niño en Llano del Hato cuando yo era muy pequeño”, acotó. (Prensa-Mumcoa-CNP 6.255).

Museo de la Memoria y la Cultura Oral Andina MUMCOA Unidad: Archivo de la Palabra Serie: Historia Inmediata Línea de Investigación: Pensamiento Urbano Colaborador: (Estudiantes de la Maestría en Historia de Venezuela, Cátedra Historia Oral)