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Universidad de Colima FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA POSGRADO INTERINSTITUCIONAL EN CIENCIAS PECUARLAS FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PRO

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Universidad de Colima FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

POSGRADO INTERINSTITUCIONAL EN CIENCIAS PECUARLAS

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PRODUCCION LECHERA DE UN HATO CAPRINO EN EL SEMIARIDO MEXICANO

T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR EN CIENCIAS PECUARIAS P R E S E N T A: JOSE MANUEL PALMA GARCIA COMITÉ TUTORIAL DR. MIGUEL ANGEL GALINA HIDALGO DR. ROBERTO GARCÍA-TRUJILLO DR. CANDELARIO RUBIO TORRES DR. GREGORIO NUÑEZ HERNÁNDEZ

PICP COLIMA, COL, MÉXICO

Mayo 1995

INDICE

INDICE

RESUMEN

i

DEDICATORIA

iii

AGRADECIMIENTOS

iv

I. INTRODUCCION

1

II OBJETIVOS

3

II.1 OBJETIVO GENERAL II.2 OBJETIVOS PARTICULARES

3 3

III. REVISION DE LITERATURA

4

III.1. LA CAPRINOCULTURA EN EL MUNDO

4

III.2 CAPRINOCULTURA NACIONAL

13

III.3 SISTEMAS DE PRODUCCION CAPRINA

16

III.4 PRODUCCION DE LECHE DE CABRA

17

III.5 FACTORES QUE AFECTAN LA PRODUCCION DE LECHE DE CABRA III.5.1 RAZA III.5.2 NUMERO DE LACTANCIA III.5.3 EDAD AL PARTO III.5.4 DURACION DE LA LACTANCIA III.5.5 TIPO DE PARTO III.5.6 PESO VIVO DEL ANIMAL Y CONDICION CORPORAL III.5.7 EPOCA DEL AÑO III.5.8 SISTEMA DE ALIMENTACION III.5.9 NIVEL DE SUPLEMENTACION III.5.10 FACTORES CLIMATICOS

18 18 20 23 24 25 26 27 28 29 30

III.6 ESTIMACION DE LA PRODUCCION DE LECHE III.6.1 METODOS DE REGISTRO LECHERO III.6.1 METODOS PARA ESTIMAR LA PRODUCCION DE LECHE III.6.2 LACTANCIAS PARCIALES III.6.3 PERSISTENCIA DE LA LACTANCIA

30 31 32 33 34

III.7 COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO III.7.1 EDAD AL PRIMER PARTO III.7.2 ESTACIONALIDAD REPRODUCTIVA III.7.3 INTERVALO ENTRE PARTOS

35 35 38 39

III.8 ASPECTOS ECONOMICOS DE LA PRODUCCION DE LA PRODUCCION DE CABRA

41

INDICE

IV. MATERIAL Y METODOS

43

IV.1 AREA DE ESTUDIO IV.2 ANIMALES Y PERIODO DE ESTUDIO IV.3 MANEJO Y ALIMENTACION

43 43 43

IV.6 METODOLOGIA

44

IV.6.1 EVALUACION DE LOS FACTORES AMBIENTALES Y GENETICOS SOBRE LA PRODUCCION DE LECHE

45

IV.6.2 INFLUENCIA DEL MEDIO AMBIENTE SOBRE LA PRODUCCION DE LECHE EN GRANJA

48

V. RESULTADOS

51

V.6.1 EVALUACION DE LOS FACTORES AMBIENTALES Y GENETICOS SOBRE LA PRODUCCION DE LECHE

51

V.6.2 INFLUENCIA DEL MEDIO AMBIENTE SOBRE LA PRODUCCION DE LECHE EN GRANJA

73

VI. DISCUSION

83

Vl.6.1 EVALUACION DE LOS FACTORES AMBIENTALES Y GENETICOS SOBRE LA PRODUCCION DE LECHE

83

Vl.6.2 INFLUENCIA DEL MEDIO AMBIENTE SOBRE LA PRODUCCION DE LECHE EN GRANJA

93

VII. CONCLUSIONES

98

VIII. RECOMENDACIONES

99

VIII. LITERATURA CITADA

100

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo fue estudiar los factores que influyen en la producción de leche de cabras en un sistema semi-intensivo en el semiárido Mexicano. El trabajo se realizó en Villa del Marques, Querataro y se considero la información de 1987 a 1993 de un hato de cabras que en promedio constó de 87 animales, se registraron 606 lactancias separando los valores según número de lactancia en primeras y consecuentes, además de las características fenotípicas de las razas Alpinas, Saanen, Toggenbourg, Nubia y Granadina. Los animales pastoreaban agostadero, esquilmos agrícolas, pasto mejorado o vegetación espontánea según época del año y suplementación individual al momento de la ordeña con un concentrado de tipo comercial (16% proteína bruta y 3.0 Mcal energía metabolizable) o en grupo por la tarde con un concentrado comercial y forraje de corte de acuerdo a la época. El manejo reproductivo fue de tipo estacional según condición fisiológica de la cabra. El estudio se dividió en dos partes, en la primera se evalúo la influencia de los factores ambientales y de tipo racial sobre la producción de leche utilizando un análisis de mínimos cuadrados para distintos modelos lineales múltiples con el paquete estadístico LSMLW76 Harvey y en la diferencia múltiple de medias se empleó la prueba de Tukey; en la segunda parte se analizó el efecto del ambiente sobre la producción del lácteo ponderando los factores intrínsecos de la granja, se empleo un análisis de conglomerados o cluster y un análisis de componentes principales. Los resultados mostraron en forma general una producción de 315 ± 14 kg, con un valor medio de 206 ± 6 días de lactancia, con una producción media diaria de 1.44 ± 0.05, cambio de peso entre el inicio y final de la lactancia de 1053 ± 5 g, un intervalo entre partos de 359 ± 16, producción de leche por intervalo entre partos de 0.780 ± 0.160 kg/día, con el 75% de los partos durante los meses de octubre a enero. Los animales mas productivos fueron los de tipo Toggenbourg y Saanen con 383.3 ± 29.0 y 380.8 ± 16.0 kg por lactancia; los mayores valores por número de lactancia se obtuvieron entre la 4ta y 5ta lactancia; por otro lado, los animales que parieron entre los meses de octubre a diciembre fueron los que más productivos con 381.2 ± 14.9 y los de mayor duración de la lactancia 253.3 ± 6.2,

i

asimismo, el año y la interacción año/época tuvieron un efecto significativo sobre la producción de leche. La producción parcial fue a los 100, 200 y 244 días de 153.5, 290.7 y 347.4 kg respectivamente y la persistencia de la lactancia para los días 100 (48.2 ± 10.1), 200 (22.7 ± 5.3) y 244 (15.0 ± 4.9). En este periodo de estudio se obtuvo una producción acumulada de 211’801 kg de leche. Con el análisis de conglomerados se obtuvo un árbol jerárquico en el cual la relación más importante es la interacción de la época/año con los días de lactancia. El análisis de componentes principales indico que con tres factores representaron el 69.4 de la variación observada; siendo el eje principal el factor de estacionalidad reproductiva (34%), el segundo factor implica la influencia del medio sobre la producción de leche (23.6%) y el tercer factor sería el manejo alimenticio en la granja (11.8%). Se concluye que en el sistema estudiado el tipo racial, el número de lactancia, la época de parto influyen determinantemente sobre la producción total y duración de la lactancia, provocando una marcada estacionalidad productiva-reproductiva. Así mismo, se demuestra la viabilidad productiva del sistema semi-intensivo

de

cabra

lechera

con

base

en

suplementación estratégica.

ii

vegetación

nativa,

esquilmos

agrícolas

y

DEDICATORIA

La presente sirva como homenaje postumo a mi padre Justo Manuel Palma García, quien no alcanzó ha ver concluida esta etapa de mi formación. A mi madre María de Jesús García Ramírez y a mi esposa Guillermina Preciado Barbosa, así como a mis hermanas; Maribel, Aracelí, Noelia, Guadalupe, Carmen, Minerva, Adoración y a mi hijo Victor Manuel, a quienes les brindo este esfuerzo.

iii

AGRADECIMIENTOS

En primer término agradecer al pueblo Cubano por las innumerables enseñanzas que en forma continua recibo de su gente, en educación y amistad, por mencionar algunos valores. Al Instituto de Ciencia Animal por haberme dado un entrenamiento y las facilidades posteriores para concluir esta formación. Al Dr. Roberto García-Trujillo quién orientó el trabajo de esta tesis y permitió que este proyecto se cristalizara. Asimismo, a las Dra. Delia López, Dra. Miriam Ribas y a los técnicos Maritza Gutiérrez y Nydia Fuentes por el apoyo recibido para el análisis de la información. Hacer un reconocimiento particular por el apoyo, los consejos y las enseñanzas recibidas al Dr. Humberto Jordán Vázquez quien ha participado desinteresadamente en este trabajo. A la Universidad de Colima quien a través de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia me ha permitido continuar y concluir mis estudios de posgrado. Por este medio expreso un reconocimiento especial al Dr. Miguel Angel Galina Hidalgo quien ha sido el tutor en mi formación desde licenciatura hasta doctorado, con el cual a través de 12 años de trabajo hemos incursionado en el mundo de la investigación agropecuaria. Finalmente al pueblo de México, por la oportunidad de tener este desarrollo profesional, el cual significa un gran compromiso, que espero retribuir con mi trabajo cotidiano en beneficio de nuestra gente.

iv

II. OBJETIVOS

II. OBJETIVOS

II.1. OBJETIVO GENERAL Estudiar los factores que influyen en la producción de leche de cabras en un sistema con base en pastoreo y uso de esquilmos agrícolas con suplementación, en las condiciones del clima semiárido Mexicano.

II.2. OBJETIVOS PARTICULARES 1) Medir la producción de leche de cabra, duración y persistencia de la lactancia en un sistema semiintensivo. 2) Determinar la influencia de algunos factores ambientales y genéticos sobre la producción de leche. 3) Evaluar el grado de influencia de algunos factores ambientales y el tipo racial sobre el peso vivo de la cabra durante la lactancia. 4) Estudiar la duración del intervalo entre partos 5) Estudiar la relación del intervalo entre parto y producción de leche 6) Determinar el grado de influencia de algunos factores ambientales (temperatura, precipitación pluvial, nivel de suplementación) sobre la producción de leche y la variación de peso vivo en condiciones de la granja 7) Analizar la influencia del ambiente sobre la producción de leche y la variación de peso durante la lactancia expresada según el tipo racial.

3

III. REVISION DE LA LITERATURA

III. REVISION DE LITERATURA III.1. LA CAPRINOCULTURA EN EL MUNDO Según datos de la FAO (1993), la población mundial de cabras se estimó en aproximadamente 574 millones de cabezas, de los cuales el 60% se localizan en Asia, 29% en África, mientras que en Norte y Centro América se tienen el 3% del total. De esta forma los países pobres tienen el 95% de las cabras del mundo, como se observa en el cuadro 1.

CUADRO 1. DISTRIBUCCION DE CAPRINOS EN EL MUNDO, POR CONTINENTE Y CONDICIONES ECONOMICAS (MILES DE CABEZAS)

1990

1991

1992

% 1992

MUNDO

573 921

578 473

573 986

100.00

AFRICA

170 327

167 602

167 355

29.16

N Y C AMERICA

15 174

15 151

15 743

2.74

SUDAMERICA

22 006

22 122

22 2253.87

ASIA

342 702

350 240

345 924

60.27

EUROPA

15 346

15 214

14 994

2.61

OCEANIA

1 813

1 442

1 266

0.22

EX URSS

6 554

6 703

6 479

1.13

PAISES

31 485

31 067

30 609

5.33%

542 436

547 406

543 376

94.67%

DESARROLLADOS PAISES POBRES

FAO (1993)

4

III. REVISION DE LA LITERATURA

El cuadro 2 muestra los volúmenes mundiales de leche de cabra, siendo inversa y proporcional al grado de tecnología existente en países y continentes según su desarrollo, en donde con un menor número de cabras se obtienen mayores rendimientos en los países con alto uso de tecnología (FAO, 1993). CUADRO 2. PODUCCION DE LECHE DE CABRA EN EL MUNDO, SEGUN NIVEL TECNOLOGICO (MILES DE TONELADAS) 1990

1991

1992

% 1992

MUNDO

9 895

9 799

100.00

AFRICA

1 943

1 815

1 818

18.55

N Y C AMERICA

154

160

175

1.79

SUDAMERICA

171

178

178

1.82

ASIA

5 441

5 609

5 641

57.57

EUROPA

1 846

1 704

1 706

17.41

EX URSS

340

300

280

2.86

PAISES

2 201

2 019

2 001

20.42 %

7 693

7 746

7 798

79.58 %

DESARROLLADOS PAISES POBRES

FAO (1993) Los diez países con mayor número de cabras se encuentran en Asia, África y Latinoamérica, ver cuadro 3 (FAO, 1993). En particular de América, destacan Brasil y México con la mayor población de cabras, aunque en el caso de México parece estar sobreestimada tomando en consideración el último censo agropecuario de 1991, con 6’ 803,437 cabras (INEGI, 1991).

5

III. REVISION DE LA LITERATURA

CUADRO 3. PAISES CON MAYOR NUMERO DE CABRAS EN EL MUNDO (CABEZAS)

PAIS

No. CABRAS

INDIA

117 000

CHINA

95 530

PAKI STAN

38 564

NIGERIA

24 000

IRAN

23 500

SUDAN

18 700

ETIOPIA

18 100

BANGLADESH

18 000

BRASIL

12 000

MEXICO

11 008 FAO (1993)

Distintos autores analizaron la tendencia del número de cabras en el mundo y su nivel productivo, estos estudios indicaron que los países desarrollados producen el 25% del total de leche con tan sólo el 5% de la población mundial (Jaouen et al 1991; Morand-Fehr et al, 1991), con una producción diferente a lo indicado por la (FAO, 1993). En estos países los hatos caprinos se componen de 15 a 200 animales manejados con alto uso de tecnología en sistemas intensivos, en donde el principal producto es la leche y se subs idia la cría de cabritos (Morand-Fehr et al, 1991). Similares datos ofrece Jaouen le et al (1991), quienes agregan que de la producción total de leche de cabra generada en Europa, el 75% se obtuvo de Francia, España y Grecia. Por otro lado, los países pobres en donde se localiza el 95% de la población mundial generan el 75% de la leche (Devendra, 1991), aunque esta cifra difiere de lo resumido por la FAO (1993), al considerar como un 100% la cifra antes indicada, Asia y África contribuyen con el 64% de este producto. Para estos países la actividad principal es la producción de carne y como producto secundario se obtiene la leche, que se consume en fresco o transformada en forma artesanal en queso, crema y mantequilla. Los principales sistemas productivos son tres: 1) los extensivos o de bajo uso de tecnología, que combinan la agricultura con sistemas en los cuales los animales pastorean a los costados de las carreteras, campos comunales y agrícolas; 2) los sistemas de alimentación de

6

III. REVISION DE LA LITERATURA

corte-acarreo y finalmente 3) los sistemas silvopastoriles. La producción de cabritos también se divide en tres categorías; la carne de cabritos, el doble propósito con cabritos/leche y la producción de cabritos con suplementación (Devendra, 1991). Por otra parte, Acharya (1992) destacó en su trabajo sobre producción de cabras, que los sistemas caprinos poseen una escala muy amplia de posibilidades que se encuentran relacionadas con la tierra, la labor y el ganado, aunque también influyen los factores técnicos, culturales y sociales. Este autor sugiere una clasificación de los sistemas de producción caprina considerando las condiciones ecológicas donde se producen (Cuadro 4).

CUADRO 4. CLASIFICACION DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCION DE CABRAS DE ACUERDO CON SUS CONDICIONES ECOLOGICAS

Ambiente ecológico

Precipitación

Tipo de producción

Pluvil (mm/año) Desierto Sub-árido

50 50-200

Pastoreo nómada ocasional de camellos y cabras Sistema

de

algunas

pastoreo

veces

nómada

engorda

de

de

camellos

borregos

como

y

cabras;

continuadores

del pastoreo Árido

200-400

Sistemas

de

producción

trashumante

de

borregos,

cabras

y equinos, con pocas vacas. La carne, la lana, el pelo, el cuero y la leche se dedican para auto-consumo Semi-árido

400-600

-

Pastoreo extensivo de pequeños rumiantes. Sistemas de

producción en algunos casos en trashumancia o villas de hatos.

Las

cabras

en

algunos

casos

son

alojadas

en

pequeñas construcciones. -

Producción

tradicionales local

de

de

leche

derivados lana

y

de piel,

con la

la

obtención

misma.

con

de

productos

Producción

autoconsumo

artesanal

en

forma

mayoritaria de la carne. Húmedo

800

Sistema

silvopastoril

trashumante

en

montaña

o

en

planicie, con borregas, cabras y algún tipo local de vaca.

Acharya (1992)

7

III. REVISION DE LA LITERATURA

En el cuadro 5 se anotan las observaciones de Boyaz oglu y Morand-Fehr (1987), quienes mostraron las diferencias encontradas en los sistemas caprinos dedicados a la producción de leche al considerar las particularidades de manejo, reproducción y sistema de alimentación utilizado, estos autores establecieron las características de los sistemas intensivos y extensivos del mediterráneo europeo al interrelacionar variables de los animales y el ambiente.

CUADRO 5. DIFERENCIAS EN LOS SISTEMAS DE PRODUCCION INTENSIVOS Y EXTENSIVOS EN CONDICIONES DE MEDITERRANEO Intensivo

Extensivo

X X

X

o

X

X

Amamantamiento sólo seguido por ordeño

X

X

Sólo amamantamiento

-

X

Empadre de cabras primala en 1er año en 2do año

X

X

Empadre controlado

X

-

Empadre libre

X

X

Inseminación Artificial

X

-

Sincronización de estros

X

-

Sólo pastoreo

-

X

Número de ordeñas al día 2 ordeños 1 ordeño Amamantamiento con Seguido por ordeño

ordeño

Pastoreo + Forrajes cultivados

X

X

Pastoreo + Concentrados

X

X

Pastoreo + Forrajes + Concentrados

X

-

Ordeño manual

X

X

Ordeño mecánico

X

-

Producción de queso en granja

X

X

Producción de queso industrial

X

X

Boyazoglu y Morand-Fehr (1987)

8

III. REVISION DE LA LITERATURA

En cuanto las razas especializadas para la producción de leche, Acharya (1992) mencionó en su revisión 27 razas en el mundo, aunque algunas de ellas como la Saanen, la Toggenbourg se definen según el país del cual se este hablando (Cuadro 6). Asimismo se anotan las cabras para doble propósito (producción de leche y carne; leche y fibra) y triple propósito (leche, carne y fibra), Cuadro 7. Se observa la riqueza en diversidad genética y su distribución tan heterogénea.

CUADRO 6. RAZAS DE CABRA ESPECIALIZADAS EN LA PRODUCCION DE LECHE

RAZA

PAIS

RAZA

PAIS

ANGLO-NUBIA

GRAN BRETAÑA

SAANEN ISRAEL

ISRAEL

SAANEN BRITANICA

GRAN BRETAÑA

KAMORI

PAKISTAN

TOGGEN BRITANICA

GRAN BRETAÑA

KILIS

TURQUIA

ISLA CANARIA

ESPAÑA

MALAGA

ESPAÑA

CORSEGA

CORSEGA

MINGRELIANA

URSS

DAMASCO

SIRIA Y LIBANO

MURCIA GRANADINA

ESPAÑA

TOGGENBOURG HOLANDES

HOLANDA

NORDICA

NORUEGA Y SUECIA

HOLANDEZ BLANCA

HOLANDA

ROJA BOSNIA

FINLANDIA

ALPINA FRANCESA

FRANCIA

SAANEN

RUSIA

GERMANA COLOR CIERVO

ALEMANIA

NUBIA SUDANESA

SUIZA

GERMANA MEJORADA

ALEMANIA

TOGGENBOURG

SUIZA

GIGENTANA

ITALIA

ZARAIBI

EGIPTO

GORKI

URSS

BLANCA

Acharya (1992)

9

III. REVISION DE LA LITERATURA

CUADRO 7. RAZAS DE CABRA CLASIFICADAS COMO PRODUCTORAS DE DOBLE Y TRIPLE PROPOSITO CARNE Y LECHE RAZA BARBARI BEETAL BENADIR

PAIS INDIA INDIA SOMALIA

BENGAL

INDIA

BHUJ (ORIGEN INDIA) BOER CARPATHIAN CHAMOIS COLORADA CHARNEGUENG

BRASIL AFRICA EUROPA SUIZA PORTUGAL

CHENGDU GANJAM

CHINA PAKISTAN

GANJAM GARGANICA

PAKISTAN ITALIA

GRIEGA JAMUNAPARI KHURASANI

GRECIA INDIA PAKISTAN

MALABARI

INDIA

OSMANABADI

INDIA

PIRINEA SEKOTO ROJA

ESPAÑA NIGERIA

SAHEDINIA

ITALIA

SERPENTINA SERRANA SIND DESI SIROHI SURTI

PORTUGAL PORTUGAL PAKISTAN INDIA INDIA

LECHE Y FIBRA RAZA DON (CASHMIRE) GADDI (PELO LARGO) GOHILWADI (PELO LARGO) ORENBURG (CASHMIRE)

LECHE, CARNE Y FIBRA RAZA ANATOLIA BLANCA (PELO LARGO) CHAPPER (CASHMIRE) DERA DIN PANNAH (PELO LARGO) KAJIL (PELO LARGO) KUTCHI (PELO LARGO) MENBER (PELO LARGO) MARWARI (PELO LARGO) MONGOLIANA (CASHMIRE) NACHI (PELO LARGO) SANGAMNNERI (PELO LARGO) ZALAWADI (PELO LARGO)

PAIS URSS PAKISTAN INDIA URSS

PAIS TURQUIA PAKISTAN PAKISTAN PAKISTAN INDIA SIRIA, LIBANO, ISRAEL, JORDANIA INDIA CHINA PAKISTAN INDIA INDIA

Acharya (1992)

10

III. REVISION DE LA LITERATURA

Asimismo, en la zona del mediterráneo Boyazoglu y Morand-Fehr (1987) establecieron una relación del nivel de intensificación con la producción caprina y la raza utilizada, lo cual se presenta a continuación: Cabras Cabras del

Africanas

Criollo

Cabras del

Maltesa

norte del

Anglo-

del Desierto

este Dwarf

Alpina

Nubia español

mediterráneo

Jamnapari

Damasco

Saanen

CABRAS

Nivel de intensificación

Para mejorar la caprinocultura sería importante conocer cuales son las características de los animales que se tienen, con la finalidad de obtener el mejor rendimiento productivo para un ambiente específico con la máxima economía. De esta forma, el registrar las actividades productivas es una disciplina importante para el control de la labor realizada, información útil para determinar el avance del sistema y las posibilidades tecnológicas de la actividad (Roa y Sánchez, 1985; Ruiz et al, 1985). En el mundo son pocos los países en que se realiza un control lechero en cabras, al respecto cabe destacar la labor realizada en Francia, país en donde se llevan registros del 20% de su población caprina, cuadro 7 (Rubino, 1990).

11

III. REVISION DE LA LITERATURA

CUADRO 7. SITUACION INTERNACIONAL DEL CONTROL LECHERO EN CABRAS PAIS

NO. CABRAS

AUSTRIA BULGARIA CHIPRE CHECOSLOVAQUIA DINAMARCA FINLANDIA FRANCIA ALEMANIA FEDERAL ISRAEL ITALIA LUXEMBURGO HOLANDA NORUEGA PORTUGAL ESPAÑA SUDAFRICA SUIZA U.S.A.

NO. CABRAS CON CONTROL

%

NO. GRANJAS CON CONTROL

32,000 500,000 100,000 50,000 2,000 1,196,000 36,000

150 687 3,000 1,475 156 240,000 1,741

0.5 0.1 3.0 2.9 7.8 20.0 -

25 2 20 970 1 19 2,562 -

12,000 1,059,000 34,000 69,000 600,000 2,300,000 5,780,000 89,000 1,500,000

1,080 8,013 400 5,489 30,392 400 16,000 619 4,934 14,961

9.0 0.8 14.5 43.8 0.07 0.7 0.01 5.5 1.0

18 187 1 291 490 6 170 9 900 1,090

Rubino (1990) Desafortunadamente en México pocos ganaderos o asociaciones registran sus actividades productivas, se debería establecer un control de la producción de las cabras lecheras, herramienta útil para la evaluación genética de la especie, lo que se traduciría en una información que permitiría analizar de manera precisa los niveles productivos, así como los factores que afectan los diferentes sistemas de producción (Montaldo y Valencia, 1992; Roa y Sánchez, 1985: Ruiz et al, 1985; Sánchez y Montaldo, 1981). La información existente proviene de las publicaciones de los trabajos de tesis de posgrado (Valencia, 1992), de algunos productores (Peraza, 1987) o por el trabajo de las universidades y centros de investigación quienes han llevado registros de sus actividades (Galina et al, 1995; Montaldo y Valencia, 1992), por lo cual existe una importante tarea por realizar en este aspecto, en nuestro país.

12

III. REVISION DE LA LITERATURA

III.2 CAPRINOCULTURA NACIONAL La actividad agropecuaria en México en los últimos sesenta años en general ha mostrado tasas de crecimiento irregular, actualmente producto de la crisis económica y descapitalización en el sector pecuario particularmente desde 1982. La caprinocultura en un número total de vientres en estos últimos sesenta años, a partir de la década de los años treintas registra alrededor de 7 millones de cabezas, con un relativo avance tecnológico, social y económico como se observa en el, cuadro 8 (INEGI, 1991; Vargas y López, 1991). Las estadísticas ganaderas permiten analizar el desarrollo de la producción caprina. Desafortunadamente la confiabilidad de los inventarios en algunos casos es dudosa y en otros se tienen solamente estimaciones que no permiten evaluaciones confiables al respecto para la planeación de la actividad. En el cuadro ocho se hace un análisis histórico de la actividad desde 1930 a 1991. En 60 años se observa una tasa de crecimiento del 3.9%, con un aumento en el número de cabezas totales del hato nacional de 259,308, desarrollo similar al obtenido en la década de 1930 a 1940; por otra parte se registro un importante ritmo de crecimiento de los años 50’s a los 80’s y una caída sustancial en el número de cabras para los años de 1981 a la fecha 1995.

CUADRO 8. DESARROLLO DE LA POBLACION CAPRINA EN MEXICO DE 1930 A 1991 AÑO

No. CABRAS

CRECIMIENTO INDEXADO A 1 1930

1930* 1940* 1950* 1960* 1970* 1981* 1991^

6 544 129 6 834 903 8 521 854 9 731 880 9 191 655 10 003 876 6 803 437

100.0 104.4 130.0 149.0 140.0 153.0 103.9

No. CABRAS RESPECTO A LA DECADA ANTERIOR 290 774 1 686 951 1 210 026 - 540 225 812 221 -3 200 439

CRECIMIENTO RESPECTO A LA DECADA ANTERIOR 100.0 104.4 125.0 114.0 - 94.0 108.0 - 68.0

* Recopilación de fuentes oficiales por Vargas y López (1991) ^ INEGI (1991) 1 Cálculos realizados por el autor de este trabajo.

13

III. REVISION DE LA LITERATURA

Recientemente Galina y Guerrero (1993) analizaron la actividad pecuaria de México, trabajo que dimensionó el tamaño del sector pecuario tanto dentro de la actividad agrícola en conjunto como en el producto interno bruto en relación a la economía del país. Estos autores discuten los efectos de la política macroeconómíca de México en el periodo de 1988 a 1992 sobre el sector agropecuario, demostrando la dependencia alimentaria de nuestro país, siendo un ejemplo de ello los volúmenes de importación de leche o de carne, estos modelos macroeconómicos han desalentado la producción interna ante una competencia desleal y en desventaja con el exterior. En este contexto Se desenvuelve la caprinocultura, actividad importante por su impacto social y productivo, pero no por su tamaño en el producto interno bruto agropecuario del país. Similar información había sido abordada por Estrada (1990). En la actualidad México tiene una población de 6’803,437 animales, de ellos el 87% se ubica en el área rural, con el mayor número de cabras en las regiones áridas y semiáridas. Cinco son los estados de mayor importancia; Oaxaca, Coahuila, San Luis Potosí, Puebla y Nuevo León, los que aportan el 47.3% del inventario nacional. En diez estados se contabilizan tres cuarta partes de la población caprina, cuadro 9 (INEGI, 1991), mientras que se concentra en la región central de México el 45% de la producción nacional de leche de cabra (DGEA, 1989). Las cabras representan el 19% del total de rumiantes domésticos en el país. Se estima que del total de leche producida nacionalmente, el 2% corresponde a la leche de cabra, asimismo, la especie contribuye con el 1% de la producción de carne de México (DGEA, 1989), cifras que pueden ser subestimadas puesto que sólo contabiliza el aporte comercial y no consideran la matanza de tipo familiar para consumo de platillos tradicionales, ni la leche destinada para autoconsumo (Izquierdo y Solano, 1988).

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III. REVISION DE LA LITERATURA

CUADRO 9. NUMERO DE CABRAS NACIONAL Y POR ESTADO SEGUN CENSO AGROPECUARIO 1991

ESTADO

No. CABRAS

%

% ACUMULADO

1

OAXACA

739 059

10.9

10.9

2

COAHUILA

730 137

10.7

21.6

3

SAN LUIS POTOSI

657 590

9.7

31.3

4

PUEBLA

562 132

8.3

39.6

5

NUEVO LEON

529 448

7.8

47.4

6

ZACATECAS

450 664

6.6

54.0

7

GUERRERO

440 601

6.5

60.5

8

GUANAJUATO

421 554

6.2

66.7

9

HIDALGO

305 653

4.5

71.2

10

TAMAULIPAS

257 725

3.8

75.0

11

CHIHUAHUA

230 626

3.4

78.4

12

DURANGO

221 918

3.3

81.7

13

MICHOACAN

188 727

2.8

84.5

14

MEXICO

146 919

2.2

86.7

15

BAJA CALIFORNIA SUR

135 191

2.0

88.7

16

SINALOA

115 843

1.7

90.4

17

JALISCO

115 448

1.7

92.1

18

QUERETARO

109 228

1.6

93.7

19

VERACRUZ

99 891

1.5

95.2

20

SONORA

85 040

1.2

96.4

6 803 437

100.0

TOTAL

INEGI 1991

15

III. REVISION DE LA LITERATURA

III.3 SISTEMAS DE PRODUCCION CAPRINA Tradicionalmente se han descrito los sistemas productivos de cabras en México como intensivos, semi-intensivos y extensivos (Juárez y Peraza, 1981a;b). El primer sistema requiere más insumos de capital, mano de obra, organización y nivel alto de integración; en este sistema los animales se mantienen parcial o totalmente confinados, se alimentan con concentrados y forrajes de buena calidad, preferentemente de corte y reciben vigilancia sanitaria. Los sistemas intermedios, requieren también de un nivel relativamente alto de capital y trabajo, los animales se encuentran en confinamiento parcial o temporal, la alimentación se fundamenta en el pastoreo con un aporte suplementario, en el cual existe una gran cantidad de variantes de este sistema. El tercer modelo utiliza básicamente los recursos naturales, con un mínimo uso de tecnología, trabajo y capital, manteniéndose los animales en libertad para buscar su alimentación. Asimismo, Galina y Peraza (1984) y Juárez (1984) dividieron la producción de leche caprina tomando en cuenta sus posibilidades de alimentación en tres estratos; periférico, central e intermedio correspondientes a los sistemas productivos; extensivo, intensivo y pastoreo en esquilmos. Estos autores describen los sistemas de producción de cabras en México, de acuerdo a las siguientes características: a) sistema extensivo en agostadero, con baja producción de leche, aproximadamente 100 litros por lactancia, desarrollados principalmente en los estados de Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Nuevo León y Coahuila; b) sistema semi-intensivo con utilización de la vegetación nativa, alimentación en los esquilmos agrícolas y un mínimo de suplementacíón que permita producciones promedio de 250 litros por lactancia y c) sistema intensivo que se distingue por la estabulación y alimentación con altos niveles de suplementacíón y forraje de buena calidad generalmente de corte, con producciones cercanas a los 450 litros y una duración de la lactancia aproximada de 250 días, manejan en su mayoría razas como la Saanen, Alpina, Toggenbourg, Nubia.

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III. REVISION DE LA LITERATURA

Vargas y López (1991), por otro lado caracterizan los sistemas caprinos según el tipo de pastoreo empleado; así para el sistema extensivo lo dividen en los de tipo estacionario, nómada y trashumante produciendo leche y carne; en el tipo semi-intensivo se define por el modelo de alimentación en donde pueden observarse animales suplementados en pastoreo de agostadero o en esquilmos agrícolas y finalmente los manejados intensivamente en estabulación total, con mayor uso de tecnología, en pastoreo de praderas irrigadas, divididos con criterios económicos en los de propiedad familiar o empresarial

III.4 PRODUCCION DE LECHE DE CABRA Juárez (1984) observó que la producción de leche se ha desarrollado fundamentalmente en los sistemas intensivos y semi-intensivos. Asimismo, Peraza (1986b) describió algunas de las características de la producción lechera de cabras en México, destacando la marcada estacionalidad productiva, generalmente acompañada por una desorganización económica de los caprinocultores que dificulta la comercialización, los cuales destinan su producción para la fabricación de quesos (fresco o maduro), dulces y cajeta entre otros productos. En los estados de Guanajuato y Querétaro, Juárez (1984) realizó un análisis económico de seis explotaciones caprinas, señalando los costos de producción por litro de leche, los métodos de alimentación, el tipo de mano de obra empleada y los sistemas de transformación o venta del producto, entre otros factores. Los resultados mostraron el abandono de la actividad por algunos ganaderos, la importancia de la mano de obra familiar, la viabilidad económica de la granja en los casos que hacen la transformación industrial o artesanal del producto y los sistemas de alimentación empleados con la finalidad de abaratar los costos de producción, destacando económicamente aquellos donde se realizó el pastoreo más la suplementación. En este sentido Galina y Peraza (1984), plantearon como modelos de viabilidad productiva el pastoreo de agostaderos acompañado del uso de esquilmos agrícolas con suplementación; similar sistema fue considerado por Hoyos (1989) para la Comarca Lagunera. Al respecto Peraza (1984a; 1987), hace énfasis en el manejo nutricional de la cabra considerando el consumo global de materia

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III. REVISION DE LA LITERATURA

seca y los requerimientos para un animal medio de producción. Otro grupo de investigadores discutieron el comportamiento nutricional, productivo y económico de este sistema, con niveles promedio de 385 ± 154 kg de leche en 256 ± 32 días de lactancia con el uso de un 10 hasta un 35% de suplemento dependiendo de la época del año; en los costos del sistema la mano de obra y la alimentación representaron el 46% y 40% respectivamente de los gastos de producción de leche dentro de un sistema de pastoreo en agostadero, utilización de esquilmos agrícolas y suplementación en la región semiárida del país (Galina y Morales, 1987; Galina et al, 1995).

III.5 FACTORES QUE AFECTAN LA PRODUCCION DE LECHE DE CABRA Existe una cantidad importante de elementos que modifican la producción de leche de cabra los cuales pueden estar interrelacionados, siendo difícil determinar la influencia individual que pueden ejercer cada uno de ellos por separado, sin embargo, para su mejor compresión se han dividido en dos tipos; genéticos y ambientales. Dentro de los primeros, la raza es el principal factor que afecta la producción de leche, dentro de los segundos se consideran al clima, la alimentación, el sistema de manejo, el número de veces que se ordeñan los animales, el número de lactancia, el número de cabritos por parto, la época de parto, la edad y la duración de la lactancia. Existen además efectos particulares en cada granja, en éstos figuran el sistema alimentario, los cuidados sanitarios del hato, el tipo de construcciones y el manejo en general, entre otros. Trabajos previos en la literatura han indicado que del 60 al 80% de la variación obtenida en la producción de leche entre hatos con respecto a las características lecheras son debidas a las diferentes condiciones de producción; considerandose que la variación genética influyen entre un 20 a 40% (Iloeje, 1981; Iloeje et al, 1981; Mocquot, 1983; Mocquot y Ricardeau, 1983; Ricardeau et al, 1979; Valenc ia et al, 1992).

III.5.1 RAZA La diferencia de producción expresada por cada raza esta determinada en parte por el proceso de selección, así como por efectos acumulados debidos al azar en sus frecuencias génicas. El trabajo de Sigwald (1993), estudio el potencial lechero para las condiciones de Francia, este autor

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III. REVISION DE LA LITERATURA

indicó una producción total de leche por raza de 665 kg para Alpinas, 709 kg para Saanen, 623 kg para una cruza y para la raza Poitvine fué de 478 kg, siendo notoria la diferencia según el genotipo medido a favor de la Saanen y en segundo término para la Alpina. La medición más importante del potencial genético de las cabras de nuestro país probablemente sea el trabajo de Montaldo et al (1981), desarrollado en el centro caprino de Tlahualillo, Durango. Estos autores midieron el potencial para la producción de leche por medio de cruzas absorventes de la cabra criolla mayoritariamente Granadina con distintas razas especializadas (Nubia, Toggenbourg, Saanen y Alpina), así mismo se registraron aumentos de producción cuando el grado de pureza fue mayor, estos datos se generaron en un sistema estabulado con dos ordeñas al día, los animales eran alimentados con forrajes de corte y concentrado, como se anotan el cuadro 10. Asimismo, en ese cuadro se resumen algunos resultados de la literatura en la producción de leche según la raza de cabras utilizadas.

CUADRO 10. EFECTO DE LA RAZA SOBRE LA PRODUCCION DE LECHE DE CABRA RAZA Alpina

No. LACT 1er 3er 5ta

DIAS LACT 290

PROD. LECHE 358.8 569.9

SISTEMA

País

AUTOR

intensivo

Yugoslavia

Cisar, 1991

916.0 800.00 752.0 921.0 878.0

intensivo

E.U.A.

Dickinson y King, 1977

245

Alpina La Mancha Nubia Saanen Toggenbourg

Alpina La Mancha Nubia Saanen Toggenbourg

231

960.0 925.0 769.0 977.0 935.0

intensivo

E.U.A.

Alderson y Pollak, 1980

Alpina La Mancha Nubia Saanen Toggenbourg

227

789.0 659.0 617.0 787.0 786.0

intensivo

E.U.A.

Alí et al, 1983

Florida

216

445.0

semiextensivo

España

Doménech-García et al,

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III. REVISION DE LA LITERATURA

229±1 1 213±1 6 169±6 224±8

Alpina Nubia Beetal (Alpina/Nubia) x Beetal

Saanen

½ Saanen X ½ Black Bengal Alpina Saanen

1er 2da 3er 1er 2do 3er 1er

246 223

India

Jan y 1992

Gupta,

31.3.9±7.8 392.1±9.5 354.8±4.3 236.5±803 260.6±10.2 268.5±9.9

India

Kumar 1984

et

325.5 339.7

Yugoslavia

Mioc, 1991

México

Montaldo et al, 1981

España

Sánchez Herrera,

China

Songija (1992)

256±16 229±24 150±8 332±20

intesivo

intensivo

Mestizos Saanen Toggenbourg Alpina Nubia Granadina Puros Saanen Toggenbourg Alpina Nubia Granadina

428.0 459.0 422.0 370.0 353.0

al,

513.0 450.0 460.0 399.0 370.0

Florida sevillana

210 240 290

438.5 499.8 544.9

Saanen Saanen X Guanzhong Guanzhong

305 305

317.9±120.6 304.9±66.6

305

341.5±92.5

estabulación

y

et

III.5.2 NUMERO DE LACTANCIA Distintos autores han señalado el efecto del número de lactancia sobre la productividad de la cabra, se ha mostrado que la vida productiva de una cabra lechera puede ser de una a ocho lactancias, de las cuales, la mayor cantidad de leche se obtiene entre la segunda y cuarta lactancia, esto dependerá a su vez de la raza, la edad al primer parto, así como el manejo nutricional de los animales (Iloeje y Vleck van, 1978; Thilagar et al, 1991).

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al

III. REVISION DE LA LITERATURA

En este sentido, trabajos realizados en Chile, indican que en cabras criollas manejados en sistemas tradicionales extensivos, las máximas producciones se obtuvieron entre la segunda y tercer lactancia (Galmez et al, 1987; Pérez et al, 1990). Igual fenómeno se ha observado en la India con la raza Saanen y su cruza con una cabra nativa (Black Bengal), donde las máximas producciones en animales puros ocurrió durante la segunda lactancia, mientras que en los F1 se registró en la tercera (Kumar et al, 1984) Varios autores observaron las mayores producciones en la tercer lactancia, entre ellos Cisar (1991), quién trabajó en condiciones intensivas con animales Alpinos en Yugoslavia; Montaldo et al (1981), también registró similares resultados tanto en animales nativos como puros en México; Alderson y Pollak (1980) y Alí et al (1983) en Estados Unidos de América con animales Alpinos, LaMancha, Nubios, Saanen y Toggenbourg; Asimismo en España, Subires et al (1988; 1989) trabajando con cabras Malagueñas y Hernández et al (1990) en tres razas españolas de 34 ganaderías registraron este mismo evento tanto en animales con una o dos ordeñas al día. Por su parte Dickinson y King (1977), observaron en los Estados Unidos que las máximas producciones ocurrieron en la cuarta lactancia sin diferencia de grupo racial, considerando los registros de leche de las razas Alpina, La Mancha, Nubia, Saanen y Toggenbourg. De manera similar en España Rabasco e t al (1993), encontraron las máximas producciones en la cuarta lactancia de cabras Serranas de la raza Verata tanto en condiciones de confinamiento como de pastoreo, al igual que Roy et al (1992) en condiciones de pastoreo en un sistema semi-intensivo con cabras Jamunapari en la India y Mellado et al (1991) en México con cabras nativas en condiciones de pastoreo. Posible efecto de la heterosis encontró Das (1992) en Tanzania con una triple cruz a, en la cual la máxima producción en un sistema semi-intensivo con pastoreo diurno y suplementación con 250 g por animal fue en la quinta lactancia.

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III. REVISION DE LA LITERATURA

Cuando se analizó el efecto edad, al comparar la producción de animales jóvenes y adultos, Bouloc (1992) encontró que en los sistemas intensivos franceses las cabras adultas producen como media por día 3.5 kg contra 2.7 kg en las primiparas. Menor volumen indicó Sigwald (1993) en condiciones similares, con 2.4 kg y de 2.7 kg como producciones medias diarias en cabras primíparas y adultas respectivamente, aunque es probable que las diferencias se deban al manejo. En México para sistemas semi-intensivos, Peraza (1987), indicó producciones en lactancias de 276 días, de 400 y 200 kg respectivamente para cabras adultas y primíparas respectivamente, alimentadas en pastoreo más un mínimo de suplementación, comparativamente en este sistema se observaron producciones menores a las de los europeos posiblemente por tener menor acceso a los concentrados, no obstante animales jóvenes producen menos que las adultas. De igual forma el incremento porcentual obtenido entre la primera y las sucesivas lactancias ha sido estudiado por diferentes autores, entre ellos el trabajo de Dickinson y King (1977), señalan rangos de incremento porcentual de la primera a la cuarta lactancia de 27, 20, 31, 31 y 22% para cabras Alpina, La Mancha, Nubia, Saanen y Toggenbourg respectivamente en sistemas intensivos de producción en Estados Unidos de América. Por otra parte, Antunac (1990) señaló un incremento en la producción de leche del 18 y 37% en raza Alpina y de 23 y 25% para cabras Saanen, en la segunda y tercera lactancia en relación con la primera, cantidades inferiores a las publicadas por Peraza en (1987), donde las producciones obtenidas en la primera y segunda lactancia representaron el 50% y 70% de las obtenidas en la tercera. Este mismo autor sugiere que animales de más de cinco lactancias dentro del hato no deben representar más del 20% del total, al observar que en la quinta lactancia existe una disminución importante de la producción láctea.

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III. REVISION DE LA LITERATURA

III.5.3 EDAD AL PARTO Se ha demostrado que la producción total de leche esta influenciada ,por la edad del animal y que de la misma forma el peso de la cabra está fuertemente relacionado con la edad. Por ello, conforme se alcance el grado de madurez sexual en relación al peso y edad en el menor tiempo posible, las cabras tendrán más temprano su primer parto, con lo que se incrementa la posibilidad de conseguir un mayor número de lactaciones a través de su vida productiva (Gall, 1981). Se debe de considerar que en la medida que avanza la edad se traduce en un envejecimiento progresivo de los tejidos, por ello se disminuye su capacidad de regeneración y ritmo metabólico con los años de ordeña. La glándula mamaria es uno de los tejidos del organismo con mayor capacidad de biosintesis y secreción, la cual responde directamente a los estímulos fisiológicos. Así, la formación de nuevos alvéolos funcionales en lactaciones sucesivas tiende a disminuir a partir de aquel número de parto en el cual se haya alcanzado el máximo volumen de producción (Knight y Peaker, 1982) En sistemas intensivos, la edad al primer parto se obtiene aproximadamente al año de edad y alrededor de los dos años en el caso de sistemas semi-intensivo y extensivos (Boyazoglu y Morand-Fehr, 1987). El efecto de la edad con relación a la época de parto fue estudiado por lloeje et al (1980) quienes registraron mayores producciones para aquellos animales con partos de enero a marzo comparados con los que se observaron entre abril a julio, asimismo, estos autores en forma general señalan que las máximas producciones las obtuvieron cuando los animales tenían de 34 a 38 meses de vida y declinaba su producción después de los 50 meses de edad, información correspondiente a las razas Alpina, La Mancha, Nubia, Saanen y Toggenbourg en los Estados Unidos de América. Similares resultados registraron Alderson y Pollak (1980) quienes señalaron para estas razas y condiciones, producciones máximas en las cabras mayores de 40 meses en los meses de enero a febrero.

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III. REVISION DE LA LITERATURA

Mittal et al (1977), encontraron un incremento en la producción de leche conforme aumentó la edad, en las razas Jamnapari y Barbari en la India, con las mayores producciones cuando los animales tenían entre 4 a 6 años de edad. En este sentido, Montaldo et al (1991) describieron para las razas Alpina, Saanen y Toggenbourg x criolla valores máximos por lactancia y producción diaria entre el tercer y cuarto año de vida; en un segundo grupo formado por animales de las razas Granadina y Nubio x criollo las mayores producciones se obtuvieron entre el cuarto y quinto año de edad. La edad, la época y su interacción explicaron en un 7.6% la variación obtenida para la producción total de leche en el primer grupo y en el segundo grupo fue de 9.4% de la variación, ambas observaciones en un rebaño mantenido en condiciones de estabulación en el norte de México.

III.5.4 DURACION DE LA LACTANCIA La duración de la lactancia depende del tipo de raza utilizada y de las diferentes condiciones ambientales y manejo particularmente alimenticio de los animales, de esta forma se han estudiado rangos de duración entre 200 a 300 días (Gall, 1981). En condiciones intensivas de producción, Bouloc (1992) señaló que las primalas tiene una lactancia de 236 y 255 días las adultas. Similares resultados fueron observados por Sigwald (1993) sobre la duración de la lactancia; donde registró 248 días para Alpinas, 255 días para Saanen, 243 días para una cruza no especificada y de 223 días para la raza Poitevine en Francia. Asimismo, los resultados discutidos por Mioc (1991) muestran que las cabras Saanen y Alpina en las condiciones de Yugoslavia tuvieron una duración de 246 y 223 días de ordeño en animales de primer parto, mientras que en condiciones intensivas con animales Alpinos, Cisar (1991) mostró en un estudio de cinco lactancias sucesivas un promedio de 263 días, con 290 días para primalas y lactancias más cortas, de 245 días en la quinta lactancia. Por otra parte, Peraza (1987) indicó una duración de 276 días para condiciones semi-intensivas en México; en sistemas similares en nuestro país, Galina et al (1993), observaron 256 ± 32 días de duración de la lactancia. Por otro lado, Sánchez y Herrera (1990), obtuvieron para la raza Florida Sevillana 290 días en promedio para las condiciones del sur de España.

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III. REVISION DE LA LITERATURA

En sistemas extensivos de Chile, Galmez et al (1987) encontraron duraciones de 249, 239 y de 250 días para la primera, segunda y tercer lactancia, con manejo tradicional de pastoreo. En la India se han realizado distintos ensayos para estudiar el periodo de lactancia, al utilizar razas especializadas cruzadas con cabras nativas, para mejorar la producción de leche, así el trabajo de Kumar et al (1984), señalan para la raza Saanen 240.1 ± 7.8, 272.4 ± 9.5 y 241.3 ± 4.3 en primera, segunda y tercer lactancias respectivamente, similar comportamiento se encontró con animales Fl Saanen x Black Bengal, donde las duraciones de la lactancia fueron 246.5 ± 8.3, 260.6 ±10.2 y 235.1 ± 9.9 para la primera, segunda y tercera lactancias, respectivamente. En otro estudio también en la India, Jan y Gupta (1992) utilizando razas puras o sus cruzas con una raza nativa (Beetal), observaron duraciones de 229 ± 11 para cabras Alpinas; 224 ± 8 para la cruza Alpina/Nubia con Beetal; 213 ± 16 en la Nubia y la de menor duración encontrada fué en la raza Beetal con 169 ± 6 días. Así mismo se ha demostrado continuidad en la actividad secretora de la glándula mamaria de cabras cuando no se proporciona descanso entre partos, para estudiar éste fenómeno Fowler et al (1991) secaron la mitad de la glándula mamaria manteniendo la otra mitad en producción; no encontraron diferencias en la actividad enzimática en la mitad de la glándula mamaria con o sin descanso después de una lactancia, lo que puede explicar la producción similar de leche de las dos mitades en estudio, aun cuando fue distinto el peso del parénquima y el número de células secretoras en cada una de ellas.

III.5.5 TIPO DE PARTO Hayden et al (1979) demostraron que la hormona lactógeno placentario estimula el crecimiento de la glándula mamaria durante la preñez y observaron que cabras con varios fetos producían una mayor cantidad de leche al tener partos múltiples. También el tipo de parto en relación al número de crías de las cabras, afectan la producción de leche cuando se tiene un amamantamiento natural. Rabasco et al (1993) encontraron que las cabras multíparas producen 11% más que las de parto simple. Asimismo, Hernández e t al (1990) y

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III. REVISION DE LA LITERATURA

Subires et al (1988; 1989) indicaron que partos simples estimulan una menor producción de leche que partos múltiples en razas españolas, similar efecto observó Mittal et al (1977) en las razas Jamnapari y Barbari de la India.

III.5.6 PESO VIVO DEL ANIMAL Y CONDICION CORPORAL Estos son dos aspectos dinámicos del animal que varían con las diferentes etapas fisiológicas (descanso, gestación y curso de la lactación). La evolución del peso y el estado corporal a través del ciclo reproductivo y productivo dependen del sistema de alimentación y de la acumulación de reservas corporales que permiten a los animales responder en las diferentes etapas de producción (Frileux y Morand-Fehr, 1994). Estos mismos investigadores, muestran algunos resultados sobre la variación del estado corporal en un ensayo que considera cuatro etapas fisiológicas, 60 días antes del parto, parto, 100 días y 200 días de lactancia, en diferentes sistemas de alimentación. Así mismo, Ronningen (1964) encontró que el peso de la cabra tiene una correlación significativa de 0.379 con la producción de leche. Similares resultados confirmaron esta relación (Mishra et al, 1980) en cabras Sirohi con una correlación de 0.323. Cuando analizaron en este estudio la información según el número de parto, se obtuvieron resultados parecidos para cabras de primer y segundo parto, 0.32 y 0.31 respectivamente, pero mayores en animales de tercer parto 0.60. Por otro lado, los valores recopilados por Gall (1981) muestra valores de 0.122 a 0.490 en distintas condiciones productivas. Similar conclusión obtuvo García (1981) al observar que la producción de leche y la duración de la lactancia están relacionadas positivamente con el peso del animal. En la literatura se mencionado que el peso corporal es responsable de aproximadamente de un 30% de la variación de la producción de leche, las diferencias entre el tamaño de las razas ha sido documentada al comparar los animales mestizos con las cabras lecheras puras. En éstos estudios se manejaron pesos adultos entre 30 y 60 kg. La diferencia en tamaño tiene una marcada influencia en la producción de leche, tanto en cabras de razas especializadas en la producción de leche en

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estabulación (Gall, 1980), como en cabras criollas en pastoreo (Mellado et al, 1991) o en cruzas de criollas y especializadas (García, 1981). En un trabajo en México se observó que el peso del animal antes del parto y el número de parto explicaron el 44% de la variación de la producción de leche (Mellado et al, 1991). En los trabajos de investigación el tamaño corporal ha sido comunmente utilizado como un indicador de la capacidad de ingestión de los animales, fenómeno que favorece la conducción nutricional de las cabras, aunque para la producción de leche influyan otros factores (Gall, 1980). Otro grupo de trabajos han buscado correlacionar medidas corporales con la producción de leche, encontrándose valores de 0.695 para la circunferencia del tórax y de 0.589 para la circunferencia del abdomen (Mishra et al, 1980). En esta línea Songjia et al (1992), encontraron correlación con la circunferencia de tórax de 0.421 en Saanen, 0.355 en cruza de Saanen y Guanzhong y 0.377 para Guanzhong, una raza nativa de China en condiciones de estabulación, indicando mayor correlación entre tamaño corporal y producción de leche para la raza Saanen y su cruza y menor para la cabra nativa.

III.57 EPOCA DEL AÑO Distintos trabajos han demostrado que la época de parto es uno de los factores que mayor influencia tienen sobre la producción total de leche, la duración y la persistencia de la lactanc ia. Se ha observado que existen diferencias en partos de invierno o primavera, sin olvidar los partos precoces, que pueden ocasionar efectos positivos sobre la producción total de leche (Bouloc, 1992; Das, 1992; Hernández et al, 1990; Kennedy et al, 1981; Mavrogenis et al, 1984; Montaldo et al, 1981; Peraza, 1987; Rabasco et al, 1993; Ronningen, 1964; Sanchez y Herrera, 1990; Sigwald, 1993). En este sentido las observaciones de Bouloc (1992) y de Sigwald (1993), midieron la estacionalidad con el 88% de la producción láctea se ordeño en los meses de octubre a marzo para las cabras en Francia. Similares datos han sido informados para los climas mediterráneos en donde los animales con partos en verano e invierno tuvieron lactaciones más prolongadas, aumentando en consecuencia la producción de leche (Hernández et al, 1990; Rabasco et al, 1993; Sanchez y

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Herrera, 1990), estos resultados coinciden con los de Mavrogenis et al (1984) quienes han demostrado similar efecto en las cabras Damasco al tener los partos en .otoño-invierno. En las condiciones de Noruega, las mayores producciones se obtuvieron cuando los partos ocurrieron en Febrero (Ronningen, 1964). Similar tendencia fue estudiada por Alderson y Pollak (1980) al obtener las máximas producciones cuando los animales parieron entre enero a febrero. Otra investigación trabajando con una triple cruza en Tanzania, observó que los animales que paren en la época lluviosa tiene una mayor producción de leche y duración de la lactancia en comparación de aquellas que presentaron sus partos en la época seca (Das, 1992). En el caso de México, se ha estudiado que los partos que ocurrieron en el otoño (octubrenoviembre) tienen lactancias más prolongadas, sin embargo en la colecta del lácteo es común una mala distribución de la producción, alcanzando valores cercanos al 84% de la leche producida en primavera y verano (Peraza, 1987). No obstante otros investigadores midieron las mejores producciones totales y diarias, con una mayor duración de la lactancia cuando los partos ocurrieron en los meses de enero y febrero en condiciones de estabulación (Montaldo et al, 1981), trabajos posteriores de Montaldo et al (1991) no observaron diferencias significativas de época de parto sobre la producción total de leche, estas diferencias puedan ser posiblemente explicadas por la forma de agrupar los datos solamente en dos épocas de parto, antes y después del final del año.

III.5.8 SISTEMA DE ALIMENTACION Trabajos anteriores han discutido la nutrición como uno de los factores determinant es de la producción de leche de cabra, la cual define el sistema y nivel productivo; de esta forma Juárez y Peraza (1981a;b), separan los sistemas por el tipo de manejo alimenticio en extensivo, semi-intensivo e intensivo, mismos que alcanzan producciones de 100, 250 y 450 kg de leche respectivamente. Datos parecidos aporta el trabajo de Valencia (1992) quien midió 120, 241 y 335 para cada uno de los sistemas antes mencionados con diferencias significativos en intensivo, en el cual solamente se obtuvieron predicciones del 74% de lo publicado por Juárez y Peraza (1981 a).

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Por otra parte, Hoyos (1989 ) describió que en la Comarca Lagunera en donde, la producción de leche de cabra se basa en sistemas de forraje con utilización de vegetación nativa y esquilmos agrícolas de las cosechas de riego, destacando la vara de algodón y el rastrojo de maíz, en menor escala residuos de cártamo, tomate, sandía, melón y rastrojos de frijol. Trabajos previos indicaron el nivel productivo y la variación de peso vivo utilizando diferentes sistemas de alimentación, así Martínez et al (1981) utilizando animales Nubios con tres distintos niveles de alimentación obtuvieron; 1) 2.23 kg/leche al proporcionar heno de alfalfa con 500 g de concentrado; 2) 1.82 kg/leche cuando solamente dieron heno de alfalfa y 3) 0.78 kg/leche en animales alimentados a través de la lactancia con ensilado de maíz, heno de avena o pasto Sudán, los mayores pesos registrados fueron en el primer nivel y los menores en el tercer modelo. Similares datos fueron obtenidos para la producción de leche con distintos esquilmos agrícolas y tipo racial, encontrando para cabras mejoradas; 3.01 kg/leche con heno de alfalfa más un kg de concentrado al día, 2.14 kg/leche heno de alfalfa solo, 1.24 kg/leche heno de avena y de 2.02 kg/leche de heno de alfalfa, 1.10 kg/leche con heno de avena y 0.33 kg/leche con rastrojo de sorgo utilizando animales criollos (INIA, 1982).

III.5.9 NIVEL DE SUPLEMENTACION El uso de concentrados para la cabra lechera ha sido revisados desde el punto de vista fisiológico por Giger-Reverdin y Sauvant (1991), quienes recomendaron 0.350 kg/kg de leche producida. Por otro lado, otros trabajos discuten el uso del concentrado en sistemas lecheros con manejo intensivo, proponiendo una serie de estrategias para distribuir el concentrado durante la lactancia, en relación de la calidad del forraje utilizado y de la etapa de la misma, dando cantidades fijas por cabra o proporcionando el concentrado según el nivel de producción (Morand-Fehr y Sauvant, 1987; Hadjipanayiotou y Morand-Fehr 1991). En México, Peraza (1987) sugirió 0.423 kg de concentrado/Kg de leche producido en un sistema denominado semi-intensivo en condiciones del semi-árido de Querétaro, manejando niveles de suplementación del 23% al año. Similares niveles proponen Galina et al (1993) quienes sugieren

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una suplementación del 30 a 35% cuando pastorean esquilmos y de 10 a 15% cuando se alimentan en agostadero en la época de lluvias con ajuste por la época del año y nivel de producción. Otros trabajos menciona en este sentido, el efecto de proporcionar diferentes niveles de energía en la producción de leche en animales de raza Nubia; en los niveles altos, medio y bajo de energía dimensionan en este sentido el efecto en esta misma tendencia la respuesta en la producción de leche (Salinas y Martínez, 1988).

III.5.10. FACTORES CLIMATICOS La producción láctea ha sido correlacionada en la literatura con el ambiente, la temperatura por ejemplo ha tenido un efecto marcado sobre la producción de leche, la cual puede producir un estrés térmico y disminuir la producción de leche obtenida. En ese sentido Brown et al (1988), midieron el efecto de tres niveles de temperatura sobre la producción en cabras Alpinas y Nubias, manejadas a 20°, 27” y 34°C. Los mayores efectos detrimentales de la producción se registraron en la raza Alpina teniendo una disminución lineal cuando se aumentó la temperatura, igual efecto se observó en el contenido de grasa, nitrógeno y sólidos totales. Por otro lado. la mayor tolerancia al calor fue para la raza Nubia, manteniendo la producción de leche y sólidos totales con ligero aumento en grasa y nitrogeno. Asimismo, se observo que los animales Nubios en estas condiciones producen el 62% de lo obtenido con la raza Alpina.

III.6 ESTIMACION DE LA PRODUCCION DE LECHE En la literatura se han publicado varios estudios que han permitido conocer la producción de leche de las cabras y estimar el potencial de estos animales al realizar los ajustes correspondientes al manejo nutricional, reproductivo, genético y económico, siendo por lo tanto, necesario considerar que la producción depende del estado corporal al momento del parto, del potencial genético, del estado de salud y de la alimentación posparto. Estudios previos por Larson (1977) discuten la importancia de la cabra como modelo para entender la lactancia en los rumiantes, sobre todo en investigaciones de nivel básico. Por otra parte

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Sánchez y Montaldo(l991), en una revisión sobre la estimación de la producción de leche en México, señalan que las cabras presentan una curva de lactancia similar a la de la vaca con un pico de producción entre los 15 y los 75 días posparto, con una disminución posterior en el orden del 7 al 14% mensual. Por otro lado en un trabajo con animales puros, Kumar et al (1984) encontraron que el pico de producción en las razas Saanen y Jamnapari ocurre al segundo mes de lactancia y en el tercero para razas nativas y F1. Así mismo, Sutton (1990) señaló valores máximos en volumen diario de leche de 6 a 8 semanas para las cabras en los sistemas Ingleses.

III.6.1 METODOS DE REGISTROS LECHEROS En la literatura ha sido ampliamente demostrado el efecto del mejoramiento genético sobre la producción de leche al establecer registros de producción (Gall, 1981). No obstante los diferentes métodos de control lechero, deben considerar el periodo de intervalo entre las mediciones, la cantidad de leche asignada al control y el método de obtención, la mayoría de estos sistemas asumen que los animales se ordeñan dos veces al día (Bouloc et al, 1991; Gall, 1981; Martín et al, 1989). Que por su naturaleza no es comparable en México donde frecuentemente se ordeña una sola vez al día (Galina et al, 1995) Asimismo, se han ensayado distintos tiempos de control lecheros para evaluar los registros, en el siglo XIX se comparaban controles bi o trisemanales contra registros semanales, siendo estos últimos los más exactos; si bien con los primeros periodos de la ordeña los errores observados no superaban del 3 al 5%, esta metodología se mantuvo hasta principios del presente siglo (Martín et al, 1989) En este sentido, un estudio clásico de Porzio (1953) propuso el control mensual, su iniciativa se baso en un sólo ordeño diario, alternando el registro a lo largo de la lactancia, este método consistió en utilizar el valor obtenido por la mañana en una ocasión y en la siguiente medición mensual usar el volumen de la tarde. La exactitud de esta metodología fue confirmada hace casi treinta años por Poly y Poutous (1966), quienes no encontraron diferencias superiores al 1% respecto al control mensual tradicional. Por otro lado, Putman y Gilmore (1968) demostraron que un control

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alternado es preferible a uno bimensual, al considerar que el ir separando las medidas se incrementa progresivamente el error como había sido discutido anteriormente (O’Connor y Lipton, 1960). Posteriormente Delorenzo y Wiggans (1986), demostraron la validez de utilizar intervalos de control mensual, considerando que los animales se encuentran dentro de un margen de ±5% respecto a su producción real, estos autores consideran la cantidad asignada al día de control como la suma de los dos ordeños, definiendo esta forma de control lechero como método A. Gall (1981) en su revisión de la literatura sobre los diferentes métodos utilizados informo que estos tenían un coeficiente de correlación de 0.993 para el método de control cada ocho semanas, de 0.996 para el alterno tarde y mañana cada tres semanas, 0.988 control alterno tarde y mañana cada seis semanas y de 0.990 para control cada cuatro semanas, lo que permite una gran flexibilidad para el diseño de métodos de registro que permitan mejorar la producción con pocas medidas durante la lactancia. Uno de los países que mayor número de cabras tiene en control de producción es Francia, quién ha instrumentado como método oficial el conocido como A30 (Bouloc et al, 1991), el cual contempla la suma de dos ordeños cada 30 días. Otros métodos en la literatura son; AT (control alternado), AF (control fijo), ATC (alternado con correción) y AFC (fijo con correción), en estos últimos la corrección ha tomado en cuenta la producción total del rebaño en ese día, de manera que minimize el tiempo desigual del intervalo entre ordeños, aparentemente los métodos AT, ATC y AFC han dado buenos resultados (Martín et al, 1989). Bouloc et al (1991), propusieron el método conocido como AT30 (alternado cada 30 días) pudiendo ser una buena posibilidad para los sistemas de control lechero en hatos caprinos, aunque Martín et al (1989) indicaron que las mejores estimaciones las obtuvieron con el método A.

III.6.2 METODOS PARA ESTIMAR LA PRODUCCION DE LECHE Trabajos anteriores han discutido que la estimación del volumen de leche se establece con la medición diaria y pueden hacerse por pesajes periódicos o buscando la representatividad de la lactancia total, para lo cual es necesario conocer la fecha de parto y el primer pesaje de la

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producción, estos conceptos se resumen en el método propuesto por Sargent et al (1968), que considera en primer lugar la multiplicación del primer pesaje por el número de días transcurridos después del parto, para posteriormente en los pesajes subsecuentes calcular el promedio de los dos pesajes y este valor se multiplica por el número de días entre ambos pesajes, la suma de los valores obtenidos es la producción total. Este método fué aplicado para estimar el valor genético en cabras por Mellado (1991).

III.6.3 LACTANCIAS PARCIALES La mayor parte de los estudios realizados en investigación consideran la lactancia parcial como el pesaje por mes registrado de manera sistemática, así como las producciones acumuladas hasta los distintos pesajes. Por otro lado, se consideran generalmente los valores obtenidos hasta los 100 y 200 días, por ser estos más sencillos e indicativos del nivel de producción en un periodo determinado de la lactancia; estos conceptos han sido discutidos por Ribas (1988). La importancia de las lactancias parciales ha consistido en que permiten la estimación de la misma en forma total, con suficiente precisión para utilizarla en pruebas de selección de animales como ha sido demostrado a partir de trabajos pioneros en el campo (Vleck y Henderson, 1961). Por su parte, Ribas (1988) hace una revisión sobre los diferentes factores que afectan los registros de lactancia parcial y total en los bovinos, trabajo en donde se determinó la importancia de la edad al parto, la época de parto, del nivel de producción, de la raza, del intervalo parto-primer pesaje y del intervalo parto-gestación como los elementos determinantes. Otros autores que discuten este fenómeno en las cabras son, Sánchez y Montaldo(l991), quienes han revisado distintos resultados de la literatura donde se han establecido coeficientes de correlación entre la producción total y la acumulada a los 100 y 60 días con valores de 0.85 y 0.77 respectivamente; estos mismo autores mencionan otro trabajo en el cual los incrementos de los coeficientes de correlación fenotípica entre producción total y acumulada fueron de 0.76, 0.82, 0.86, 0.90 y 0.96 cuando se consideraron los dos, tres, cuatro, cinco y seis meses de lactancia. Similares resultados fueron discutidos por Sánchez (1980), que ha sugerido una correlación fenotípíca de 0.87 entre la

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producción total y la obtenida en los primeros 100 días de lactancia, por otro lado, la correlación genética para producción parcial y total fue de 0.997. La revisión de Gall (1981) ha mostrado resultados de la literatura con coeficientes de correlación entre los 200 días de lactancia y los parciales a los 35, 70 y 100 días para cabras coloradas Alemanas de 0.85, 0.87 y 0.93 respectivamente. Por otra parte, Roy et al (1992) trabajando lactancias parciales a los días 90 y 140 en cabras Jamunapari en condiciones semi-intensivas de producción, han obtenido producciones de (80.09 ± 0.98) y (121.07 ± 1.96) litros respectivamente, habiéndose considerado los efectos del año, época, peso vivo al parto y duración de la lactancia sobre la producción parcial de leche. En este muestran coeficientes de heredabilidad al día 90 del (0.50 ± 0.11) y de (0.31 ± 0.20) para el día 140, habiéndose propuesto el día 90 como un criterio de selección para producción de leche.

III.6.4 PERSISTENCIA DE LA LACTANCIA Estudios previos en bovino de leche, han definido que la persistencia de la lactancia mide la tasa de descenso del rendimiento después del parto, por lo cual se ha buscado que los animales tengan producciones máximas con persistencias elevadas para obtener con esto altos rendimientos lecheros durante la lactancia (Ribas, 1988). En estos trabajos se han descrito los primeros métodos empleados para medir la persistencia los cuales consistieron en utilizar proporciones, discutiendo en su revisión que la persistencia (P) es la relación entre la producción total y la cuenta máxima diaria. En este sentido el método original propuesto por Johansson y Hansson (1940) relacionaron la producción de los segundos 100 días como un porcentaje de la producción en los primeros 100 días en una relación de 2:1, dio como resultado proporciones relativas de leche producidas en las distintas etapas. Para estudiar la persistencia de la lactancia Kumar et al (1984), propusieron una tasa de declinación de la producción media mensual para la primera y segunda lactancia de 0.156 y 0.493 respectivamente.

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III.7 COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO La cabra es un animal poliéstrico estacional con ovulación espontánea con un promedio de 20 a 21 días. El estudio de la actividad reproductiva en las cabras permite en gran medida conocer la utilidad económica que se pueda obtener de la especie, independientemente del tipo de producción que se obtenga, sea leche, carne o ambas. La eficiencia productiva se tiene a través de un profundo conocimiento de las diferentes etapas reproductivas de estos animales (Valencia, 1984). Motivo por el cual, en el análisis de la activi dad reproductiva se deben considerar los diferentes factores que influyen en su eficiencia en los hatos, esta actividad se ve afectada tanto por factores genéticos como ambientales, siendo los últimos los que mayoritariamente determinan su comportamiento (Riera, 1982). De los factores a considerar se encuentran; la edad a la pubertad, actividad reproductiva durante el año, por considerar el fotoperiodo, condición que determina una marcada estacionalidad en las cabras, la actividad ovárica posparto, entre otros (Benavides et al, 1984; Valencia, 1984).

III.7.1 EDAD AL PRIMER PARTO En la literatura ha sido discutido el efecto de la edad y peso de las cabritas como factor determinante para la reproducción, el cual ha sido producto de la raza, del tipo de parto, del estado nutricional, de la época época de nacimiento, del año de parto y del tipo de sistema de cría. La actividad reproductiva se inicia con la pubertad, definida en forma clásica “como el momento en que las gónadas, ovario o testículo, son capaces de liberar gametos” (Galina et al, 1991). En cabras ha sido el momento de exponer los animales jóvenes al primer servicio, que a su vez ha sido determinado por la edad, el peso mínimo ó por la combinación de ambos criterios. En la comunidad científica se ha considerando adecuado que las cabritas hayan desarrollado entre el 50 al 60% del peso adulto al primer servicio (Chemineau, 1993; Wilson, 1989; Shelton, 1978). Cuando se han combinando ambos criterios para la cabra lechera, se ha considerado ideal que los hembras obtengan entre 30 a 35 kg (60% de su peso adulto), con una edad promedio de 7 a 9 meses lo que les permitirá su ingreso dentro de un programa reproductivo, con el objetivo de obtener partos a los

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doce o catorce meses edad (Morand-Fehr, 1981; Hadjipanayiotou et al, 1991). Desde el punto de vista económico, ésta ha sido una propuesta interesante, ya que los partos a temprana edad han reducido los costos de la recria, incrementado el retorno económico y facilitado el progreso genético lo que ha sido altamente deseable (Devendra y Burns, 1983). Reciente estudio en México por Palma y Galina (1993), utilizando dietas con 60% de heno de alfalfa y 40% de concentrado, obtuvieron cabritas de 30 kg, entre los 7 y 8 meses de edad, que podrían programarse para tener partos a los 12 a 13 meses de edad. Investigaciones en África sobre la edad al primer parto de cabras, mostraron una media no ponderada de 513 días con una gran variabilidad desde 431 a 713 días, debida probablemente al manejo reproductivo de algunas granjas que no han tenido épocas de empadre definidas, en estos sistemas las hembras pueden perder un año de vida reproductiva, con lo cual han tenido una mayor edad y peso en el siguiente ciclo (Wilson, 1989). La gran variabilidad de manejo reproductivo ha sido factor importante, motivo por el cual los datos muestran dispersión, existiendo información sobre edad al primer parto en la literatura desde muy precoces entre 7 y 10 meses (Robinet, 1971) hasta dos años o más (García, 1981; Singh y Singh, 1974). Por otro lado, los resultados de Chawla y Bhatnagar (1984) para razas Alpina y Saanen en condiciones intensivas de producción en la India, discutieron que la edad al primer parto fue de (651.7 ± 23.1) y (585.2 ± 30.8) días respectivamente; los datos obtenidos en climas templados para estas razas muestran valores de 390 a 495 días. En condiciones similares Jan y Gupta (1992), observaron para animales Alpinos (622 ± 31), Nubia (849 ± 58), Beetal (742 ± 24) y Alpina/Nubia X Beetal (698 ± 17) en la India, en cambio, los valores fueron mayores para la raza Sirohi y sus cruzas con Alpina y Toggenbourg en condiciones de semi-árido, con valores medios de 855 ± 26.8, 687 ± 38.4 y 718 ± 36:6 días respectivamente. Aunque la heterosis de la raza nativa con las dos especializadas mejoro la edad al primer parto, estos resultados son altos para este parámetro (Kropf et al. 1992) En otros estudios en donde se ha relacionado el peso con la pubertad se demostró que el mínimo requerido para la primer monta fué alrededor de los 25 kg para la raza Angora en los Estados Unidos (Shelton, 1961) y 18 a 20 kg para la raza Katjang en Malasia (Devendra, 1966). De cualquier

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manera, se ha podido observar en forma natural una relación entre cierto peso vivo y su grado de desarrollo al momento en que aparece el primer estro, lo que representa un sistema de protección suficiente contra montas prematuras. En México varios trabajos en condiciones semi-intensivas de producción, han observado pesos de cabras aptas para la reproducción entre 22 a 26 kg con una edad de 7 meses (Hernández, 1978; Mora et al, 1985; Ramírez, 1985 y Rodríguez, 1980). Debido a los sistemas de manejo particularmente en lo referente a la nutrición Peraza (1987), menciono que en la mayoría de los casos de condiciones extensivas y semi-intensivas, la edad al primer parto es un valor igual o mayor de 18 meses de edad, más cercano a los dos años de edad. Otra serie de estudios sobre los factores que afectan la edad y el peso al primer parto han discutido los efectos del año de nacimiento de la hembra, el tipo y número de parto (Murayi et al 1987). Por otro lado, algunos autores indican la existencia de una relación nutricional durante la etapa de desarrollo fetal y el crecimiento posnatal, por haber observado una menor tasa de crecimiento de las cabritas en partos gemelares, necesitando 296 días para llegar al peso de pubertad, comparado con 194 de aquellos provenientes de partos sencillos (Badawy et al, 1972). Por su parte Wilson y Durkin (1988a), en sus estudios demostraron que no existe influencia de la estación, ni del número de parto o tipo de parto sobre la edad para el primer parto de las hembras en condiciones de trópico semiárido en un sistema agro-pastoril. Otra serie de estudios sobre sistemas extensivos del norte de México mostraron que, la pubertad en las cruzas de criollo con razas puras, osciló entre 273 a 283 días, con un peso promedio de 24.2 kg en crías de parto sencillo y de 271 a 279 días con un peso de 24.1 a 24.7 kg para las de parto doble; la cruza de criollo con Toggenbourg presentaron mayor peso en esta etapa, aunque el efecto de la raza fue significativo P

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