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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CALLAO FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES INSTITUTO DE INVESTIGACION
“APERTURA COMERCIAL, CRECIMIENTO ECONOMICO Y BIENESTAR SOCIAL EN EL PERU: 1994 – 2009”.
Econ. Mg CESAR AUGUSTO RUIZ RIVERA (Del 01/10/09 al 30/09/11) Resolución Rectoral Nro. 1081-09-R
Bellavista, Octubre 2011
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INDICE Pagina 1. RESUMEN……………………………………………………………….…...03
2. INTRODUCCION………………………………………………………….…04
3. MARCO TEORICO…………………………………………………………..05 Antecedentes…………………………………………………………………….05 Crecimiento Económico…………………………………………………………05 Apertura Comercial………………………………………………………………28 Bienestar Socioeconómico………………………………...……………………31 Comercio Internacional y Bienestar……..…………………………….……….44
4. MATERIALES Y METODOS…………………………………………….….53 MATERIALES………………………...…………………………..……………...53 METODOS.……………………………………………………….……………....54
5. RESULTADOS……………………………………………………………….55
6. DISCUSION……………………...…………………………………………...56
7. REFERENCIASBIBLIOGRAFICAS…………………………….……….…57
8. ANEXOS………………………………………………………………...…….62
1 RESUMEN: 2
El objetivo de la presente investigación es analizar, determinar y modelar la relación entre: Apertura Comercial, Crecimiento Económico y Bienestar Social para el Perú, en el periodo 1994-2009. Para ello, mediante la técnica estadística se recopiló información, la misma que fue analizada y modelada mediante técnicas econométricas, permitiendo con ello establecer un nivel de asociación entre las variables involucradas en el presente trabajo. La evidencia empírica observada para el horizonte temporal de análisis (19942009), permite establecer la existencia de una relación directa entre las variables apertura económica (exportaciones + importaciones), crecimiento económico (PBI, I, C, G, K, L,i) y un mejoramiento en el Bienestar Social (Consumo privado), reflejados en el comportamiento de las variables establecidas para nuestro análisis. Al identificar el comportamiento de la apertura comercial, observamos una tasa de crecimiento positiva
para los años 1994-2009 respectivamente, con
excepción del 2009 por efectos de la crisis financiera mundial; asimismo, la tasa de crecimiento del PBI tuvo una performance posivia para el periodo 19942009, la cual tomando como índice 1994=100 tuvo un desempeño de 1994=100 hasta 2009=195; finalmente el consumo privado se incremento para el mismo periodo de forma positiva y creciente.
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INTRODUCCION:
El Perú ha venido mostrando un alto desempeño en las variables macroeconómicas, especialmente aquellas asociadas al crecimiento; también muestra un mayor grado de globalización, lo cual requiere conocer el grado de asociación de estas variables respecto al bienestar socioeconómico, por lo cual, frente a la carencia de información estadística que establezca de forma directa dicha percepción, se identifica una carencia que es preocupación real del mundo económico y que acentúa la probabilidad de no tomar decisiones adecuadas a nivel de política económica. Por ello, esta investigación se propone analizar dicha relación, considerando para ello, el uso de variables proxy. En ese sentido se utilizan como variable (a) el PBI, para analizar el crecimiento económico de nuestro pais; (b) las exportaciones e importaciones, para analizar la apertura comercial existente y su dinámica; y, finalmente, (c) el consumo privado, para analizar el bienestar socioeconómico.
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MARCO TEORICO:
3.1
ANTECEDENTES
Siguiendo los aportes de Sen (2001), Hirshleifer et al(2006), Shaikh (2008) a nivel global;
Chirinos ( 2005) y Schuldt (2003) para el caso peruano; la
determinación del bienestar económico es el resultante de la comparación en un horizonte temporal determinado de una situación en que los agentes económicos experimentan una mejoría. En ese sentido, podemos considerar a nivel global, la información correspondiente al crecimiento económico, apertura comercial y bienestar socioeconómico. 3.2 CRECIMIENTO ECONOMICO La preocupación de los economistas por los temas de crecimiento tiene sus orígenes en el propio surgimiento de la teoría económica, cuando los autores clásicos como Adam Smith, Thomas Malthus y David Ricardo centraban su análisis en los cambios económicos y sociales por los que atravesaba Inglaterra entre los siglos XVIII y XIX, en particular, en el progreso material que esta sociedad experimentaba. Posteriormente, la ciencia económica centra los pilares de la teoría del crecimiento con los modelos de Solow-Swan y de Ramsey-Cass-Koopmans, desarrollados a mediados de las décadas de los 50 y 60, respectivamente. En el primer caso, se buscaba explicar el patrón de crecimiento que venían mostrando las economías industrializadas sin caer en los supuestos demasiados restrictivos del modelo Harrod-Domar; para ello Solow (1956) permitía el ajuste del producto marginal del capital vía los rendimientos decrecientes de este factor. El modelo de Solow-Swan hacía uso de una función de producción neoclásica, con tasa de ahorro constante y un parámetro 5
que medía el estado de la tecnología. La lección principal que dejaba este modelo era que el crecimiento no podía sostenerse solamente a base de acumular capital, pues la mencionada ley de los rendimientos decrecientes señalaba un tope donde la nueva inversión sólo permitía reponer el capital depreciado, alcanzándose un nivel de equilibrio conocido como el “estado estacionario”. Asimismo, señalaba que los países que usaran la misma tecnología y tuvieran características similares podían acceder a un mismo nivel de estado estacionario, condición conocida como “convergencia condicional”. Para sostener el crecimiento en el largo plazo, la economía debía ser capaz de combinar los factores existentes de manera más eficiente a fin de incrementar el nivel de producción, esto es generar progreso técnico. La principal debilidad teórica de este enfoque era que la fuente de esta innovación debía ser exógena. Al respecto, Solow sostenía que la innovación era resultado del “avance natural” de las ciencias básicas. En el caso del modelo de Ramsey-Casss-Koopmans, éste constituía un refinamiento del modelo anterior bajo el cual, el agente determinaba un patrón de consumo óptimo a lo largo de una senda de crecimiento. Sin embargo, los rendimientos decrecientes también conducían a un resultado donde la economía eventualmente dejaba de crecer. En general, las predicciones de ambos modelos (enfoque neoclásico) no se condecían con la evidencia empírica. Al respecto, los “hechos estilizados” de Kaldor (1963)1 señalaban que el PBI por habitante crece a través del tiempo y que dicho crecimiento no tiende a disminuir, asimismo, no se observaba descensos en sistemáticos en la tasa de retorno del capital. Este contraste del enfoque neoclásico con la realidad junto con la ausencia de datos a escala global que permitiera hacer mediciones adecuadas hizo que la ciencia económica perdiera interés por los temas de crecimiento por un período de casi 20 años. 1
Ver Barro & Sala-i-Martin (1999), pág.5. 6
A mediados de los 80 el interés de los economistas por este campo de estudio tuvo un resurgimiento con los trabajos de Paul Romer (1986) y Robert Lucas (1988); estos autores desarrollaron modelos donde se superaba el impasse inicial de los modelos neoclásicos, al proponer esquemas donde la fuente primaria del crecimiento (el progreso técnico) era generada al interior del modelo, dando origen a la literatura sobre crecimiento endógeno. Como producto de este enfoque, los países podían mostrar tasas de crecimiento sostenidas en el tiempo, basadas en su capacidad de innovar, y sin que se dé la anunciada convergencia de la teoría neoclásica. Una consecuencia de lo anterior era que ahora la teoría ofrecía dos visiones sobre el crecimiento que debían ser contrastadas con la evidencia internacional. De manera paralela con el resurgimiento de la teoría del crecimiento, Heston & Summers (1988)2 publicaban una base de datos sobre cuentas nacionales para más de 130 países con información desde 1960 a 1985.
Dicha
base
de
datos
tenía
la
ventaja
de
ser
comparable
internacionalmente, dado que los agregados macroeconómicos ahí publicados estaban expresados en la misma unidad (un estimado de la paridad del poder de compra de la moneda nacional respecto al US dólar). El primer estudio conocido en utilizar dichos datos para un análisis sobre los determinantes del crecimiento fue el de Robert Barro (1991), el cual dio origen a lo que hoy se conoce como literatura empírica del crecimiento. La literatura empírica del crecimiento tiene básicamente dos vertientes: determinar cuál enfoque es el correcto (el neoclásico o el de crecimiento endógeno) y señalar cuáles son los determinantes del crecimiento económico.
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Alan Heston y Robert Summers, What We Have Learned about Prices and Quantities from International Comparisons: 1987. The American Economic Review, vol.78, No.2 (mayo 1988). 7
3.2.1. Determinantes del crecimiento La literatura sobre determinantes del crecimiento ha estado guiada por una interrogante fundamental ¿por qué algunos países han crecido tanto y hoy son ricos en tanto otros se mantienen pobres incluso en niveles cercanos a los de subsistencia? Precisamente si partimos de la premisa de que los hoy países ricos tenían una situación similar a la del tercer mundo antes de experimentar su proceso de desarrollo, el interés es justamente establecer qué factores posibilitaron dicha divergencia a fin que los gobiernos de los países ahora pobres puedan reorientar sus economías hacia la senda del progreso. Del trabajo empírico de Solow (1957) se estableció que la mera acumulación de factores no podía explicar el crecimiento a largo plazo; pues el “residuo” representaba el 87,5 por ciento del crecimiento no explicado. Abramovitz (1956) denominó acertadamente a este residuo como “una medida de nuestra ignorancia” puesto que señalaba hacía donde los investigadores deberían orientar su atención (ver Griliches, 1996). Como se indicó anteriormente, la falta de datos comparables entre países hizo que hubiera que esperar varias décadas hasta que tal tarea pudiera ser emprendida, siendo el trabajo de Barro (1991)3 el punto de partida de dicha tarea4. Posteriormente, otros autores se sumaron a dicho esfuerzo proponiendo en cada caso un nuevo determinante así como nuevas técnicas para establecer su relación con el crecimiento.
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El estudio de Barros señalaba que el crecimiento del ingreso per cápita se relaciona positivamente con el grado de escolaridad y la estabilidad política del país y negativamente con el consumo gubernamental, debido a que este es financiado con impuestos que introducen distorsiones, y la tasa de fertilidad. Asimismo, Barro encontró evidencia a favor de la hipótesis de convergencia condicional, esto es, una vez que se controlan los factores que pueden afectar la tasa de crecimiento, las economías más pobres tienden a crecer más rápido que las más ricas. La muestra consideraba datos promedios para el período 1960-1985 para un total de 98 países. 4 Cabe mencionar que los estudios empíricos de crecimiento se remontan a Denison (en los 60) y Kormendi & Maguire (mediados de los 80). En el primer caso, Denison empleo series de tiempo por país a fin de identificar los determinantes del crecimiento y calcular los efectos de cada uno sobre la tasa de expansión del producto, enfoque conocido como “contabilidad del crecimiento”. 8
De manera similar a Loayza & Soto (2002) se propone un agrupamiento de dichos determinantes con base a las siguientes categorías5: capital físico e infraestructura, capital humano y educación, políticas estructurales, políticas de estabilización,
condiciones
financieras,
condiciones
externas,
factores
culturales e institucionales, y características demográficas. El cuadro N° 1 muestra los determinantes agrupados según las categorías arriba señaladas.
Fuente: En base a Loayza &Soto (2002).
Un elemento esencial a tener en cuenta es si estas variables realmente son las determinantes del crecimiento o es el crecimiento u otra variable el que los determina. A este problema la literatura sobre crecimiento lo denomina el problema de la simultaneidad6, esto es que las variables explicativas no sean exógenas sino que estén determinadas conjuntamente con la tasa de crecimiento, sea por que éstas a su vez dependen de la tasa de crecimiento o son causadas por una tercera variable no considerada en el análisis.
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La presente clasificación no pretende ser categórica, sino más bien ayudar a presentar al lector los potenciales determinantes de una manera ordenada dado el considerable número de estos en la literatura empírica. Al respecto, cabe mencionar que Sala-i-Martín & otros (2004) presentan una lista de hasta 67 variables que podrían constituirse en determinantes del crecimiento. 6 Ver Mankiw y otros (1995). 9
a) Capital físico e infraestructura Las medidas de capital físico e infraestructura representan el punto de partida en el análisis del crecimiento en el largo plazo. Si bien las implicancias teóricas del modelo neoclásico señalan que éste no constituye un factor de crecimiento sino tan sólo uno que explica la transición hacia el nivel del estado estacionario, no es menos cierto el ejemplo que nos han dado los casos de estudio de países que a base de un gran esfuerzo de ahorro han logrado acumular el capital e infraestructura necesaria para obtener elevados niveles de producto per cápita, como fue el caso de Japón y ahora lo es el de los países del sudeste asiático y China. En tal sentido, en una serie de artículos publicados a inicios de los 90s Alwyn Young señalaba que el extraordinario crecimiento de los tigres asiáticos se fundamentaba principalmente en la acumulación de factores productivos. Al respecto, Krugman (1994)7 advertía que el crecimiento de Asia con base al crecimiento de factores como el trabajo y el capital y sin importantes ganancias de eficiencias podía depararle un futuro similar al que experimentó la ex Unión Soviética. El efecto de la inversión sobre el potencial de crecimiento de la economía es medido a través del ratio de inversión respecto al PBI, también aproximada por la tasa de ahorro de la economía. Cabe destacar que una famosa investigación de Levine & Renelt (1992) determinó que esta variable junto con el nivel de ingreso inicial era la variable más robusta al explicar el crecimiento promedio en una muestra de 119 países para el período 1960-1985. No obstante, este estudio era altamente crítico con relación al resto de determinantes, debido a
7 Ver Fondo Monetario Internacional, economic issues No. 1, Michael Sarel “Growth in East Asia, What We and What We Cannot Infer”.
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que si se hacía cambios en el conjunto de variables de control, los determinantes podían presentar cambios de signo o resultar no significativos. Es conveniente considerar también que una economía cuanto mejor esté dotada de infraestructura poseerá mejores fundamentos para crecer. Sin embargo, los datos disponibles en este campo son limitados; Loayza & Soto (2002) y Bigio & Ramírez-Rodán (2006) usan como criterio de medición el número de líneas telefónicas por cada mil habitantes. b) Capital humano y educación Las disparidades en los niveles de ingreso predichas por el modelo neoclásico mejoraban ostensiblemente al incrementar el peso del factor capital en la función de producción, lo cual era equivalente a que en la contabilidad nacional el factor que recibía la mayor retribución era el capital y no el trabajo 8. Ello era cierto considerando una nueva definición, la de capital humano9, según el cual la capacidad productiva de un individuo puede incrementarse a través de mejoras en su salud10 y educación. La literatura sobre crecimiento enfatiza el segundo de los canales, la educación. Lucas (1988)11 postula que el proceso de adquisición de capital humano se da a través de dos fuentes: la educación formal propiamente dicha y el aprendizaje por la práctica, y que las diferencias entre las tasas de crecimiento de los países son atribuibles a la tasa a la cual las economías acumulan capital humano en el tiempo; por su parte, un segundo enfoque desarrollado por Nelson & Phelps (1966)12, señala que lo que explica las 8
En los Estados Unidos se considera que el capital recibe 30 por ciento de la renta nacional (α=0,3); sin embargo, las disparidades en los niveles de ingreso son mejor explicadas por el modelo neoclásico cuando α=0,8. 9 Este concepto fue popularizado por Gary Becker en la década de los 60. 10 Arota (2001) encuentra que la tasa de crecimiento en los últimos 100 a 125 años para un grupo de países industrializados fue precedida por mejoras en la salud. 11 Ver Aghion & Howitt, cap. 10 12 Ibíd. 11
disparidades entre las tasas de crecimiento de los países es el stock de capital acumulado por cada país. Cabe mencionar que este enfoque da lugar a la presencia de efectos escala, esto es, las economías que poseen una mayor fuerza laboral tienden a crecer más rápidamente. La medición de capital humano es aproximada a través de los ratios de escolaridad. Al respecto, un innovador trabajo de Mankiw, Romer & Weil (1992) utilizó la fracción de la población entre 12 y 17 años cursando educación secundaria, con lo cual el modelo de Solow aumentado con la participación de capital humano proveía una excelente descripción de las disparidades de ingreso entre países. Por su parte, Barro (1991) empleó las tasas de matrícula tanto en educación primaria y secundaria en los inicios de las décadas de los 50 a 70, encontrando una relación positiva con el crecimiento promedio del período 1960-85. c) Políticas estructurales En este rubro describimos una serie de variables asociadas a las características de un país que no pueden ser fácilmente modificadas en el corto plazo. Se considera para tales efectos la apertura comercial, al coeficiente de desigualdad y al consumo del gobierno. El considerar a la apertura como un determinante del crecimiento se basa en la observación empírica de que las economías más abiertas son a su vez las más desarrolladas y que a su vez, el comercio mundial se da principalmente entre los países del primer mundo. La literatura destaca 5 canales por los cuales el comercio exterior afecta el crecimiento económico de un país 13: mayor especialización que conduce a ganancias de eficiencia; aprovechamiento del uso de economías de escala al ampliar el mercado de las firmas locales;
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Ver Loayza & Soto (2002). 12
menores prácticas anticompetitivas al fomentar la competencia externa; disminución de las actividades de búsqueda de rentas y permitir la difusión de innovaciones tecnológicas y mejores prácticas empresariales que surgen tras el contacto con el mundo exterior. De las razones citadas, sólo la última conduce a un crecimiento sostenido (ganancias dinámicas), en tanto las cuatro primeras equivaldrían a ganancias de una sola vez que permitirían a la economía alcanzar un nuevo nivel pero no crecer más rápido (ganancias estáticas). La discusión sobre las ganancias dinámicas del comercio se ha dado tanto a nivel teórico como empírico. En el primer caso destacan los trabajos de Grossman & Helpman (1990), Ventura (1997) y Young (1991), en tanto en el plano empírico destacan los estudios de Edwards (1993, 1998), Frankel & Romer (1999) y Sach & Warner (1997), quienes señalan un efecto positivo del comercio sobre la tasa de crecimiento de largo plazo. Un estudio bastante crítico sobre el efecto del comercio sobre el crecimiento es el que realizan Rodríguez & Rodrik14, dichos autores argumentan que la mayoría de estudios conducidos en este campo no son robustos15, por lo cual la relación entre estas dos variables continúa aún en controversia. La variable tradicionalmente usada para medir la influencia del comercio exterior es el grado de apertura (el peso de las exportaciones más las importaciones en el PBI), aunque también se emplea el diferencial cambiario en el mercado negro, el nivel arancelario promedio, etc.16 La desigualdad tiene un efecto ambiguo sobre el crecimiento, Aghion y otros (1999) señalan que por un lado ésta puede ser beneficiosa si las diferencias de ingreso representan incentivos para los que menos tienen; asimismo, también 14
Citado en Baldwin (2000). 15 Kappel (2004) señala que la apertura sería una variable endógena que depende de las características políticas e institucionales del país. 16 Para una descripción detallada de estas medidas puede consultarse a Edwards (1998). 13
podría fomentar el ahorro17 y posibilitar la inversión en proyectos donde esta última es indivisible. Por otro lado, la desigualdad puede ser perjudicial si genera una mayor volatilidad macroeconómica. Otro argumento por el cual la desigualdad afecta negativamente al crecimiento es el señalado por Hirschman & Rothschild18, donde las sociedades menos tolerantes a la desigualdad pueden terminar obstaculizando procesos de desarrollos en los que inicialmente se genera una inequitativa distribución del ingreso. Alesina & Rodrik (1994) presentan un modelo donde la desigualdad en la distribución del ingreso tienden a fomentar políticas que retardan el crecimiento bajo la forma de mayores impuestos al capital y muestran evidencia empírica donde la desigualdad medida a través del coeficiente de Gini aplicado a la distribución de la tierra impacta negativamente sobre la tasa de crecimiento de largo plazo. Asimismo, argumentan que los países del sudeste asiático emprendieron una reforma en la distribución de la tierra y ello les permitió crecer más de prisa en comparación a sociedades donde no hubo tal reforma. Una variante del modelo neoclásico incluye el gasto público como argumento en la función de producción (ver Barro & Sala-i-Martin, 1999, pág. 152). La provisión de bienes públicos es visto como un factor positivo por tanto estimula el crecimiento, no obstante, su financiamiento vía impuestos crea una distorsión en la economía por lo que también tiene efectos que retardan el crecimiento. Barro (1991, 1997) presenta evidencia empírica en contra del consumo público19; Fatás & Mihov (2003) señalan una pérdida de hasta 0,8 puntos 17 Ray (1998), págs. 212-213, presenta un caso donde el efecto sobre el ahorro depende de la propensión marginal a ahorrar. 18 Hirschman, A. & Rothschild, M. “The Changing Tolerance for Income Inequality in the Course of Economic Development”, The Quarterly Journal of Economics, Vol. 87, No. 4, Nov. 1973. 19 Excluyendo el gasto en inversión pública. 14
porcentuales en la tasa de crecimiento debido a que el gasto público tiende a inducir una mayor inestabilidad macroeconómica; Loayza & Soto (2002) y Salai-Martin y otros (2004) también encuentran evidencia significativa de que un mayor consumo público tiende a retardar el crecimiento. d) Políticas de estabilización Un pobre desempeño del gobierno que genere inestabilidad macroeconómica tiende a ser perjudicial para el crecimiento. Se capta el efecto de esta conducta a través del efecto de la inflación y de la volatilidad del producto. En el caso de la inflación, si bien la literatura que la relaciona con el nivel de actividad es prolífica, su relación con el crecimiento a largo plazo es menos categórica, si bien trabajos como el de Barro (1997) le dedican secciones enteras en las que se destaca la relación negativa con el crecimiento, otros estudios empíricos como Levine & Easterly (2002) y Loayza & Soto (2002) la rechazan o no son concluyentes en cuanto a su relación con el crecimiento, en tanto la gran mayoría de estudios no la considera. Lo anterior sería resultado de que la relación entre ambas variables sería no lineal20, al respecto Sala-iMartin y otros (2004) ensayan con el cuadrado de la inflación como variable explicativa aunque encuentran que es una variable escasamente relacionada con el crecimiento. En los casos en los que la literatura incluye la inflación como variable explicativa, ello es hecho considerando el desvío de la inflación respecto al nivel de 3 por ciento, o bien definiéndola como el logaritmo de 100 más la tasa de inflación.
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El propio Barro (1997) señala que la relación negativa se exacerba para valores de la inflación mayores a 20 por ciento. 15
En lo referente a la volatilidad macroeconómica 21, Hnatkovska y Loayza (2003) discuten las razones por las que éste puede tener efectos tanto negativos como positivos sobre el crecimiento. Por ejemplo, si la mayor volatilidad resulta de los mayores retornos que representa una economía [emparejados con un mayor riesgo] y/o los procesos de destrucción creativa señalados por Schumpeter, ello tendría un efecto positivo en el producto. De otro lado, si el país carece de los mecanismos institucionales que permitan reducir el riesgo implícito de una inversión, la incertidumbre resultante sería perjudicial para el crecimiento. Los resultados encontrados por estos mismos autores indican una relación negativa con el crecimiento que se exacerba cuando el país es una nación de bajos ingresos. Ramey & Ramey (1995) señalan que la fuente de volatilidad proviene principalmente de las innovaciones y contrariamente a la referencia anterior, los países de la OCDE son los más afectados. e) Condiciones financieras El argumento principal por el cual los mercados financieros pueden afectar positivamente la tasa de crecimiento de un país es que éstos contribuyen a asignar el capital de manera eficiente22. King & Levine (1993) señalan que el desarrollo financiero es un buen predictor del crecimiento para los próximos 10 a 30 años, asimismo, destacan que sus resultados son robustos y que resisten alteraciones en el grupo de variables de control, superando la crítica de Levine & Renelt (1992). Los canales por los cuales el mercado financiero opera son diversos. Levine (1997) cita los siguientes: moviliza el ahorro de los sectores excedentarios hacía los proyectos de inversión más rentables, facilita el intercambio de bienes y servicios, ayuda a reducir los costos de información y transacción entre los 21 Definida como la desviación estándar del PBI per cápita o bien como la desviación estándar de la brecha del producto, Hnatkovska y Loayza (2003) usan ambas definiciones, Loayza & Soto (2002) analizan sólo la segunda. 22 Ver Becsi & Wang (1997). 16
agentes de un mercado, ejerce labores de monitoreo y control y diversifica los riesgos; dicho autor propone 4 medidas para medir el efecto del canal financiero sobre el crecimiento del PBI: obligaciones totales del sistema financiero como porcentaje del PBI, el grado de participación del Banco Central en las operaciones bancarias respecto al total de bancos del sistema y el crédito al sector privado como porcentaje del PBI y como porcentaje del crédito total. Levine encuentra que estas medidas de desarrollo financiero controladas por el PBI per cápita inicial impactan más favorablemente cuanto mayor es el desarrollo relativo del país. Claessens & Laeven (2003) encuentran que los mercados financieros operan más adecuadamente cuanto mejor definidos están los derechos de propiedad, dado que ello mejora el acceso de las empresas a los mercados de capitales. Otros estudios, entre los que se cuentan a Easterly & Levine (2002), Loayza & Soto (2002), Chang y otros (2005) encuentran evidencia positiva y significativa del peso del crédito al sector privado como porcentaje del PBI (expresado usualmente en logaritmos)23. La presencia de un mercado de seguros también puede resultar beneficiosa para el crecimiento, si se considera que éste permite a los agentes privados transferir parte del riesgo inherente a cada nuevo proyecto de inversión. Ward & Zurbruegg (2000) encuentran evidencia a favor de esta hipótesis empleando data para países desarrollados dado que la tasa de crecimiento del producto per cápita cointegra con la prima real por riesgo, aunque precisan que ello es condicional al grado de desarrollo de cada país.
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Este último estudio incluso lo considera como una variable de control. 17
f) Condiciones externas Factores exógenos al manejo político y económico de un país pueden afectar las perspectivas de crecimiento que éste tenga. Se consideran entre estos factores a los choques de términos de intercambio y los cambios que puedan presentarse en la economía mundial, estos últimos aproximados por dummies para cada quinquenio o década específico (ver Loayza & Soto, 2002). Dentro del rol que han jugado los términos de intercambio en los procesos de crecimiento, Blattman & otros (2003) encuentran que para el período 18701938 (previo a la segunda guerra mundial) la volatilidad de los términos de intercambio tiene un efecto negativo sobre las economías menos desarrolladas, pero no en las industrializadas de aquél entonces, en tanto que la tendencia de los términos de intercambio se asocian positivamente con el crecimiento de largo plazo, aunque con mucho menos intensidad en las economías más pobres. La razón teórica para el primer argumento explican los autores es que los países en desarrollo dependen con mayor intensidad de sus ingresos por la venta de materias primas para sus procesos de formación de capital, y que por tanto la volatilidad en sus precios se traduce en volatilidad macroeconómica, la cual está negativamente correlacionada con el crecimiento. Dentro de la influencia de las condiciones externas también debe considerarse el efecto que puede tener la ayuda externa sobre el crecimiento, al respecto Burnside & Dollar (2002) señala que las donaciones del exterior impactan favorablemente a aquellos países pobres que emprenden a su vez políticas económicas saludables, generando una corriente de que la ayuda de los organismos internacionales debía ser condicional a las políticas. Easterly (2003) critica este hallazgo al encontrar una muy baja correlación entre ayuda
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externa y crecimiento cuando extiende la definición de ayuda empleada por Burnside & Dollar24. g) Instituciones El rol que juegan las instituciones en el crecimiento y desarrollo de un país tiene sus orígenes en los trabajos de Douglass North en los 60 y 70, dando origen a una corriente de pensamiento conocida como nueva economía institucional. North25 define a las instituciones como el conjunto de reglas formales y no formales que regulan la interacción entre los agentes de una sociedad y los mecanismos existentes para asegurar su cumplimiento, de esta manera las instituciones contribuyen a reducir de manera significativa los costos de transacción e información con los que opera un mercado. Su estudio abarca no sólo a las leyes formalmente establecidas sino también aspectos culturales (reglas no formales) pues ellas también inciden en cómo opera una sociedad. La inclusión de factores institucionales y culturales en las regresiones de crecimiento es cada vez mayor, contribuyendo a reducir la parte no explicada por los factores físicos de producción. En el siguiente diagrama se presenta los principales aspectos institucionales y culturales tratados por la literatura empírica del crecimiento.
24 Easterly (2003) incluye en la definición de ayuda los préstamos las donaciones y los préstamos concesionales –este último elemento no considerado en la investigación de Burnside & Dollar. 25
“Economic Performance Through Time: The Limits of Knowledge”, mimeo. 19
Fuente: En base a Chirinos, Barro, et al (2006).
El concepto de capital social atrajo el interés de los académicos a inicios de los 90, con el trabajo de Robert Putnam Making Democracy Work26 según el cual la confianza y las normas de cooperación cívica contribuyen a mejorar el desempeño económico de una sociedad al reducir los costos de transacción (los individuos que dedican menos recursos a protegerse ellos mismos de verse afectados en una transacción económica pueden dedicar más recursos a la innovación).
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No obstante, el concepto fue introducido por Glenn Loury a fines de los 70 (ver Knack & Keefer, 1997). 20
Knack & Keefer (1997) operacionalizan este concepto con base al World Values Survey, el cual incorpora preguntas sobre el grado de confianza y respeto a los valores a un conjunto de 29 países medidos en la escala del 1 al 5. Por su parte, Hall & Jones (1999) trabajan con una muestra de 127 países empleando como proxy del capital social una medida combinada del index of government antidiversion policies del ICRG27 y el grado de apertura de la economía, señalándose que cuanto más abierta es una economía hay menos posibilidades de que se produzcan prácticas rentistas y/o poco transparentes.
La corrupción es un elemento que perjudica las posibilidades de crecimiento al desalentar la inversión privada y desviar el uso de los recursos públicos (escasos en países pobres) a fines no productivos. Bigio & Ramírez-Rondán (2006) encuentran que una mejora en los índices de corrupción en los países de América Latina y África elevaría sus tasas de crecimiento en un 0,5 y 0,7 por ciento, respectivamente. Mauro (1995) emplea los índices de corrupción elaborado por The Economist así como 9 medidas de control institucional y concluye que existe una asociación negativa y significativa estadísticamente entre corrupción e inversión y crecimiento.
El efecto de la religión sobre el crecimiento puede reflejarse en el sistema de valores que ésta transmita y que moldeen la cultura del país hacía la búsqueda del progreso. Barro & McCleary (2003) sostienen que las prácticas y las creencias religiosas fomentan valores como la honestidad, el esfuerzo y la confianza, los cuales son elementos positivos para el desarrollo de un pueblo; usando datos del World Values Survey encuentran una relación positiva entre 27
International Country Risk Guide. 21
la tasa de crecimiento y un conjunto de creencias religiosas, principalmente la existencia de un cielo e infierno; en tanto habría una relación negativa con la asistencia a los templos (pues representan un desvío de recursos).
Una de las hipótesis más recientes que se viene trabajando en este campo es la de la calidad de las instituciones. Acemoglu et al (2001) señalan que los países con mejores instituciones garantizan más adecuadamente los derechos de propiedad y evitan políticas que distorsionen las decisiones de inversión de los agentes privados. Estos autores emplean diversas proxies de la calidad institucional, principalmente, el índice de protección promedio contra el riesgo de expropiación de la Universidad de Maryland. Asimismo, destacan que existe un alto grado de persistencia de las instituciones y que la presencia de enclaves europeos, democracia y restricciones al poder ejecutivo al inicio de la vida independiente de un país son buenos predictores de la calidad institucional.
También cabe mencionar que Barro (1997) encuentra una relación cuadrática entre crecimiento y democracia; así, en un primer momento, un entorno democrático es positivo para el desarrollo de la iniciativa privada, pero más allá de cierto punto puede resultar en presiones redistributivas que comprometan la estabilidad política del país. También se menciona que el fraccionamiento social (diversidad étnica y lingüística) es negativo para las perspectivas de crecimiento de un país (Easterly, 2003) así como la ausencia de estabilidad política (medida a través del número de golpes de Estado y asesinatos).
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h) Geografía y población El problema de la simultaneidad entre variables económicas y sociales ha generado una corriente de investigación donde la búsqueda de variables instrumentales para lidiar con este problema recae en el análisis de características del país ajenas a las decisiones de política. Por ejemplo, Frankel & Romer (1999) señalan que la geografía es un poderoso determinante del comercio bilateral y en general para el comercio total de un país, siendo por tanto el canal comercial el medio por el cual la geografía puede afectar el patrón de ingresos de un país28. En este sentido, se constituyen en importantes características el tamaño (área) del país (un país grande tiene más posibilidades de compartir fronteras con otros países), el acceso al mar a no (un país mediterráneo tiene menores posibilidades de realizar actividades comerciales por la vía marítima) y el tamaño de la fuerza laboral, en cuyo caso operan externalidades como las señaladas por Romer (1990) –los mercados grandes inducen mayor investigación y por tanto mayor crecimiento, el cual representa el llamado efecto escala.
Por una razón distinta, la latitud o distancia en grados al Ecuador, también es considerada como una característica geográfica que afecta al crecimiento29.
El motivo es, como explican Acemoglu y otros (2001) que los colonos europeos replicaron sus instituciones en aquellas regiones con climas similares (ubicadas en una latitud similar a la del continente europeo), en tanto en aquellas zonas
28
Otros motivos señalados por Rodrik (2003) son que la posición geográfica determina factores como el clima, la calidad del suelo y la dotación de recursos naturales, elementos que afectan la productividad de un país. 29 Ver por ejemplo Hall & Jones (1999) y Rodrik (2003). 23
muy cercanas a la línea ecuatorial (inhóspitas para ellos) desarrollaron sistemas extractivos que subsisten hasta la fecha y que poco han colaborado con el desarrollo de la región antiguamente colonizada.
Finalmente, otra característica geográfica también empleada en las regresiones de crecimiento es si el país en cuestión proviene de África o de América Latina, regiones de lento crecimiento durante los períodos analizados por la mayoría de estudios. Por ejemplo, Barro (1991) encontró que las dummies para los países que provienen de estas regiones son negativas y significativas. No obstante, su inclusión simplemente señala que el modelo no está recogiendo adecuadamente los determinantes del crecimiento –características propias de estos países que hicieron que crezcan menos-, en un estudio posterior, el propio Barro (1997) señala que estas variables dejaban de ser significativas. Cabe mencionar que Rodrik (2003) destaca el carácter de variable exógena que posee las características geográficas de un país por encima del resto de variables empleadas comúnmente en los estudios de crecimiento.
En el siguiente gráfico presentamos la clasificación de las variables que Rodrik (2003) hace de acuerdo a su grado de exogeneidad.
24
3.2.2 Producto Bruto Interno, Crecimiento y Bienestar. Respecto al uso del PBI Producto Interno Bruto (PBI) como la variable Proxy más adecuada para usarla como indicador común de las condiciones de vida de las personas30 y de su relación no solo con el crecimiento de la economía, esto es posible de dado que según Hunt (1996) sí afecta el nivel de vida de la población, esto se evidencia con mayor claridad para el caso peruano, en sus fluctuaciones a lo largo del tiempo. De Ferranti et al (2000) han calculado la volatilidad económica del PBI de los países latinoamericanos en las últimas cuatro décadas, concluyendo que ésta variable se ha ido incrementando a lo largo del tiempo. Gonzales de Olarte & Samame (1994) indican que el análisis del PBI nos lleva a la identificación de los “ciclos políticos de la economía” que son explicados entre otros factores, por la fracasomanía: que consiste en la mala costumbre de
30
Ver al respecto, el Documento del FMI2003a 25
tildar de malo todo lo que el gobierno anterior efectuó, dando la impresión de tener que comenzar desde cero una y otra vez. Según Schuldt (2003) Esta percepción nos permite identificar que el crecimiento
posee
dimensiones cuantitativas,
expresadas en
términos
porcentuales y cualitativas, que involucran procesos económicos, políticos y psicosociales muy distintos; ya que crecer a tasas elevadas cercanas al 10% en forma sostenida, otorga sentido de seguridad a la población, genera expectativas de confort y no fragmenta el tejido social. Por otro lado, crecer a tasas elevadas y luego pasar a un estancamiento en el periodo siguiente, transforma radicalmente las expectativas y el nivel de vida de los agentes económicos y sociales, como consecuencia de su impacto diferencial en la población. Al crecer a una tasa elevada en un determinado año, los agentes perciben un futuro optimista, aumentan su gasto, se endeuda y considera seguro su puesto de trabajo; pero, inmediatamente después, si el crecimiento del PBI cae en 10% con respecto al periodo anterior, se desatan una serie de procesos: A nivel Sociopolítico, las caídas abruptas del PBI elevan los niveles de pobreza, ya que llevan a una ola de quiebras, incrementan el subempleo y desempleo, aumentan las tasas de interés y las deudas impagas, azuzan las protestas y movilizaciones sociales, entre otras consecuencias. El PNUD (2002) identifica en este proceso, una enorme pérdida de capital humano, social y físico que se deja de utilizar e incluso se destruye, cuando se presentan crisis de gran magnitud. En este proceso también se debilitan las instancias del Estado y sociedad civil, con lo que el “capital social” se deteriora y se dificulta aún más la canalización institucionalizada de las demandas y los conflictos sociales. 26
Ante esta situación, según Webb(1999) indica que los agentes económicos ubicados en el quintil mas pobre recurre a las redes de ayuda mutua, los profesionales del sector publico y privado, recurren a otras fuentes adicionales de empleo independiente, dándose también un fenómeno de “fuga de cerebros”. A nivel Familiar, según Clark & Oswald (1994) el impacto es aun más traumático, como consecuencia de la caída inesperada del empleo y el deterioro de los ingresos personales; son las causas mas importantes del malestar de la población, no solo por la pérdida de ingresos, sino por el perjuicio que causan en la autoestima de las personas afectadas, lo que es tanto o más importante que los valores pecuniario que pierden en el referido proceso. El PBI incluye una serie de componentes que no llega al bolsillo de la gente, que es lo que finalmente interesaría a cada persona para calibrar su impacto en el nivel de vida, a este efecto es lo que denominamos Ingreso Personal Disponible, que es dinero del que disponen las familias (neto de impuestos directos y otros descuentos) para destinarlo al gasto en consumo personal y, si alcanza, para ahorrar. Por otro lado, una de las debilidades críticas para los analisis económicos en nuestro país, es la falta de información, la que para el caso del YPD, es notoria y por ello es válido utilizar una variable Proxy, siendo la más adecuada según Webb(1999) el consumo privado “en la medida en que, presumiblemente, el ahorro privado de las personas ha sido irrisorio – por no decir, negativo – en los últimos años”
27
3.3 APERTURA COMERCIAL A comienzos de la década de los 50, Chile, Corea, Irlanda y Perú poseían niveles de ingreso per cápita, que en el mejor de los casos, no superaban el 40 por ciento del PBI per cápita de los Estados Unidos. De este grupo de países, el de mayor ingreso era Irlanda, con un margen apenas superior en 25 por ciento superior al de Perú y/o Chile; en tanto Corea figuraba como el país más pobre con un ingreso cercano a un tercio de sus pares latinoamericanos. Hacia el final del siglo, Irlanda sigue encabezando el grupo, pero con un ingreso que es 5,7 veces el de Perú y 2,6 veces el de Chile. En tanto Corea ha superado largamente a sus pares latinoamericanos con un PBI per cápita que es 3 veces superior al de Perú. Asimismo, si se comparan a los dos países latinoamericanos, Chile y Perú, entre sí, tenemos que si bien ambos países comenzaron con un ingreso similar, hoy día el ingreso per cápita chileno es 2,2 veces el de su similar peruano. ¿Qué explica estas diferencias tan grandes en los niveles de ingreso? La ecuación de Solow-Swan nos señala que la economía aumenta el stock de capital per cápita a una tasa que es igual a la diferencia entre la inversión bruta menos la depreciación y la tasa de crecimiento de la población. La inversión bruta es asimismo igual a la tasa de ahorro por el producto, por tanto, el primer determinante que deberíamos ver es cómo se comportó la tasa de ahorro para estos 4 países durante la segunda mitad del siglo XX. Al respecto, las estadísticas del Penn World Table nos señalan que la tasa de ahorro para Irlanda fue netamente superior con respecto al resto de países recién a partir de los 70s y que, entre 1950 y 1970, estuvo por debajo de la de Perú y Chile,
28
sin embargo, ello no determinó un mejor desempeño de estas dos economías frente a la irlandesa. La teoría del crecimiento también nos señala que el crecimiento de los países, tras alcanzar un estado estacionario, sólo es posible mediante mejoras en la tecnología. El desarrollo de la tecnología es un proceso costoso en el que sólo un grupo selecto de países posee la exclusividad de su generación31.
La transferencia de tecnología de un país desarrollado a uno en desarrollo puede hacerse mediante varios caminos: Uno de ellos es el comercio internacional32. Al respecto, Coe et al (1995) señalan que los países en desarrollo que no hacen (o hacen en muy escasa cuantía) inversión en investigación y desarrollo (I&D) se benefician de aquella generada por los países desarrollados cuando comercian con éstos. El mecanismo operaría de la siguiente forma: los países adquieren bienes intermedios y de capital del exterior y absorben la tecnología incorporada en ellos, efecto al que denominan “desbordamiento del conocimiento”. Este efecto beneficioso se enmarca de manera general en los beneficios que el comercio internacional puede traer a una economía. Loayza & Soto (BCCH) identifican cinco: mayor especialización y ganancias en la productividad total de los factores, conquista de mercados potenciales y aprovechamiento de economías de escala, reducción de prácticas anticompetitivas, menores incentivos a la búsqueda de rentas y difusión de innovaciones tecnológicas así como mejores prácticas empresariales. 31
Según cifras del Banco Mundial, entre 1970 y 1998 Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón, Suiza y Holanda realizaron entre el 90 y 98 por ciento del gasto en investigación y desarrollo (I&D) a nivel mundial (Hallward-Driemeir, 2001). 32 Otro canal estudiado es la inversión directa extranjera (Barro & Sala-i-Martin, 1999, págs. 276-279). 29
Sin embargo, los cuatro primeros efectos sólo producen ganancias de una sola vez (estáticas), en tanto el último hace que las ventajas de comerciar perduren en el tiempo (ganancias dinámicas), por las que el país puede crecer continuamente. En ese sentido, Ventura (1997) sostiene que una de las razones por las cuales el crecimiento de las economías del sudeste asiático no ha declinado conforme aumentaban los niveles de capital por habitante es precisamente el comercio internacional33. Sin embargo, los efectos también pueden ser los opuestos como sostiene Young (1991)34 si es que la liberalización del comercio puede inducir a que un país en desarrollo se especialice en una línea de productos donde las potenciales ganancias de la investigación se hayan agotado; o bien, que la relación entre estas variables sea espuria y que ambas variables respondan a terceros determinantes35. No obstante, una rápida inspección de los países anteriormente mencionados nos muestra que a mayor grado de apertura, el crecimiento y el nivel de ingreso per cápita alcanzado ha sido mayor (ver figura 3).
33
El autor combina el teorema de la igualación del precio de los factores con el modelo de crecimiento de Ramsey-Cass-Koopmans (1965), con lo que, si bien a nivel mundial se mantiene la ley de los rendimientos decrecientes, para un país pequeño que exporta cada vez más bienes intensivos en capital el rendimiento del capital permanece constante. 34 El autor combina el teorema de la igualación del precio de los factores con el modelo de crecimiento de Ramsey-Cass-Koopmans (1965), con lo que, si bien a nivel mundial se mantiene la ley de los rendimientos decrecientes, para un país pequeño que exporta cada vez más bienes intensivos en capital el rendimiento del capital permanece constante. 35 Rodríguez & Rodrik (2000) señalan que los trabajos que apoyan la relación entre comercio y crecimiento están mal especificados, puesto que las variables que usan como indicadores de apertura son a su vez proxies de variables institucionales y de política, los que serían los verdaderos determinantes del crecimiento. 30
Figura N° 03
En esta figura se aprecia que Irlanda tenía a comienzos de los 50s un coeficiente de apertura del 34 por ciento, Perú y Chile uno de 25 y Corea uno de sólo 6 por ciento. Hacía el final del período bajo estudio, estos coeficientes eran 186 por ciento para Irlanda, 86 por ciento para Corea, 61 por ciento para Chile y sólo 30 por ciento para el Perú, siendo éste el país más pobre del grupo al final del periodo de análisis.
3.4 BIENESTAR SOCIOECONOMICO En una forma general, la economía del bienestar se relaciona con las recomendaciones
de
política
económica,
donde
se
incluyen
en
la
fundamentación teórica aspectos relacionados con las preferencias del consumidor: utilidad, satisfacción o el bienestar logrado a partir de unas rentas y la asignación de recursos. Se parte del hecho que no hay una forma científica que permita comparar los niveles de utilidad entre los diferentes individuos, con el resultado de que no es posible decir si una distribución de rentas es mejor que otra.
31
Ya Aristóteles, en su ética nicomaquea (1908b, 13:82) recoge una doctrina antigua y aceptada por los filósofos, según la cual “los bienes se clasifican en tres tipos: los bienes externos, los bienes del cuerpo y los bienes del alma o psíquicos”; estos tres bienes parecen contribuir de diferente manera al bienestar total de una persona” Según Elías Jiménez (2007), bienestar es el sentir de una persona al ver satisfechas todas sus necesidades en materia fisiológica y psicológica, en el presente, así como contar con expectativas alentadoras que le sustenten su proyecto de vida. Los anhelos a futuro, y la posibilidad de poderlo realizar en el inmediato, corto y mediano plazo, son de vital importancia en dicho sentir. Desde esta consideración el bienestar social se traduce en la saciedad que experimentan los individuos que componen una comunidad en materia de sus necesidades desde las más vitales, hasta las más superfluas, así como la prospectiva aspiracional y su factibilidad de realización en un lapso admisible. El bienestar social parte del bienestar económico, el cual tiene que ver con la forma en que se ha dado el reparto de los recursos en una comunidad, y la retribución o remuneración tanto al trabajo realizado, como a los riesgos que toda empresa económica involucra. Así, el bienestar económico suple las necesidades patrimoniales de los individuos y debe garantizar la perpetuidad del confort en el ámbito de la herencia del mismo, y las mejorías que implican los anhelos de estos. 3.4.1 Enfoques acerca del Bienestar. Existen diversos enfoques teóricos acerca del Bienestar, el enfoque integralista, se basa en una visión de vida, en tanto la combinación de varias actividades entre las personas, en las que la calidad de vida debe evaluarse en términos de la capacidad para lograr resultados eficaces de sus acciones. 32
Algunos factores fundamentales para el bienestar como estar nutrido adecuadamente, tener buena salud, tener vivienda digna, tener acceso a la educación, entre otros pueden ser altamente valorados por suplir las necesidades primarias. Otros pueden ser más complejos, pero siguen siendo ampliamente
apreciados
como
alcanzar
la
aceptación
social
y
la
autorrealización. Sin embargo, los individuos pueden diferir mucho entre sí en la ponderación que le dan a estos factores por muy valiosos que puedan ser y la valoración de las ventajas individuales y sociales debe tener en cuenta estas variaciones. Por ejemplo, en el contexto de algunos tipos de análisis social, al tratar con la pobreza extrema en las economías de desarrollo, se puede avanzar mucho con un número relativamente pequeño de factores centralmente importantes y de las capacidades básicas correspondientes; tales como la habilidad para estar bien nutrido y tener buena vivienda, la posibilidad de escapar de la morbilidad evitable y de la mortalidad prematura. Para comprender mejor la teoría del bienestar, se hace necesario tener una noción de: a) Bienestar Social.Según Inglehat (2000), se entiende como bienestar social “al conjunto de factores que participan en la calidad de la vida de la persona y que hacen que su existencia posea todos aquellos elementos que den lugar a la tranquilidad y satisfacción humana. El bienestar social es una condición no observable directamente, sino a partir de juicios como se comprende y se puede comparar de un tiempo o espacio a otro”. El bienestar, como concepto abstracto que es, posee una importante carga de subjetividad propia del individuo, aunque también aparece correlacionado con algunos factores económicos objetivos"
33
Convencionalmente se ha optado por tomar, como medida del bienestar económico, la cantidad de bienes materiales y servicios útiles producidos por un país, dividido entre el número de sus habitantes (lo que se conoce con el nombre de PIB per cápita) o alguna medida directamente relacionada. Otros factores que contribuyen al nivel de vida material de una población son: El desempleo, en particular el desempleo y el subempleo crónico están asociados a la marginalidad, la pobreza y cierto tipo de disfunciones sociales. La distribución de la renta, se considera que beneficia a la sociedad, una renta que esté distribuida de manera más uniforme entre los miembros de un país, frente a una renta que presente fuertes contrastes entre ricos y pobres. PIB per cápita, el PIB per cápita es la cantidad de bienes y servicios útiles disponibles para una persona dentro de un país, medido a precios de mercado. Los tres factores que más contribuyen al incremento del PIB per cápita son: La productividad; medida normalmente por el valor monetario de la cantidad de bienes y servicios que produce un trabajador en una hora. La proporción de empleados por población o porcentaje de la población total que tiene un trabajo remunerado. El número de horas trabajadas por cada empleado al año. Debido a las fuertes críticas que ha sufrido el PIB per cápita como indicador del bienestar social, otros indicadores o medidas del bienestar social han sido creadas.
34
Son un ejemplo: El Índice de Desarrollo Humano (IDH) El Índice de Pobreza Humana (IPH) Las Necesidades básicas insatisfechas (NBI)
b) Índice de Desarrollo Humano (IDH) Es un índice estadístico que intenta medir el bienestar social a partir de tres elementos: La esperanza de vida al nacer (como medida de una vida larga y saludable). La tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matriculados en educación primaria, secundaria y superior (como medida del nivel educativo de un país). c) El PIB per cápita (como medida de un nivel de vida digno). Índice de Pobreza Humana (IPH); en cambio, el IPH intenta medir el nivel de pobreza existente en un país. Este índice fue elaborado por Naciones Unidas y en el caso de las economías en desarrollo comprende: La probabilidad de vida al nacer de no sobrevivir a los cuarenta años. La tasa de adultos no alfabetizados. La media entre la tasa de población sin acceso estable a una fuente de agua de calidad y la tasa de menores de edad con peso por debajo de la media. Así pues, éste último índice es más elevado en los países de mayor pobreza.
35
d) Necesidades básicas Insatisfechas (NBI) El indicador muestra la proporción de la población que no tiene acceso a satisfacer de manera adecuada sus necesidades básicas (salud, educación, vivienda y agua potable). El bienestar subjetivo es cualquier medida de la cantidad de bienestar que dicen tener las personas de un país. Una medida de esto por ejemplo es índice de bienestar subjetivo, que se elabora a partir de encuestas, se calcula a partir del porcentaje de personas que se consideran felices o muy felices menos el porcentaje de personas que se consideran no muy felices o infelices. El PIB per cápita real de una economía suele utilizarse como indicador del nivel de vida medio de los habitantes de un país, y el crecimiento económico suele verse por lo tanto como un indicador del aumento en el nivel de vida medio. No obstante, se presentan algunos problemas al calcular el crecimiento mediante PIB per cápita con la finalidad de medir el crecimiento del bienestar, por ejemplo: Los gastos para contrarrestar los efectos negativos del crecimiento sobre el medio ambiente, como la contaminación (estos se llaman gasto defensivo). Aspectos económicos negativos, como el costo del desplazamiento. Evaluación del rendimiento no comercializado, como el trabajo en el hogar: Es posible que parte de los buenos rendimientos no queden reflejados en el PIB, por ejemplo el de los padres que cuidan de sus bebés y el trabajo del voluntariado (defensa civil, brigadas médicas) Desigualdad (la distribución desigual de la renta; según la teoría de la utilidad marginal, los ingresos extra
36
tienen menor utilidad para quienes ya disponen de unos ingresos altos que para aquellos que tienen ingresos bajos, de modo que un aumento en el PIB puede aumentar la utilidad en diferentes medidas según el lugar del individuo en la cadena de distribución de la riqueza). Otras medidas de rentas nacionales, como el Índice de bienestar económico sostenible o el Indicador de progreso real, han sido desarrolladas como intento de ofrecer una visión más completa del nivel de bienestar, aunque no se ha llegado llegar a un consenso en cuanto a qué medida, si existe, es mejor que el PIB. Este indicador sigue siendo con diferencia la medida más utilizada, especialmente si se tiene en cuenta que, independientemente de todos los demás factores, un aumento del PIB real conlleva un aumento de la disponibilidad de empleo, necesaria para la supervivencia de la mayoría de las personas. Según Nicholson (2003) La teoría económica pretende establecer las bases que permitan una justa distribución de los recursos; sin embargo este aspecto corresponde a la rama más normativa de la microeconomía, porque implica, necesariamente, la difícil elección sobre los niveles de utilidad de distintos individuos. Al elegir entre dos asignaciones, A y B, el problema que surge es aquel en que algunos individuos preferirán A mientras que otros preferirán B. Se deben realizar comparaciones entre las personas para poder estimar cual es la asignación preferible. Como cabria esperar, no hay un criterio universalmente aceptado para hacer esta elección. La manera de valorar la distribución del ingreso es con base a una buena carga de juicios de valor. La forma del reparto económico finalmente debe estar contemplada desde aspectos de igualdad y justicia.
37
Los juicios de valor son los criterios de que se parte para poder valorar dicho reparto, y estos tienen que ver con la democracia, el grado de las necesidades entre los individuos, su condición y naturaleza, ventajas y desventajas, aptitudes y actitudes, etc. La igualdad económica y la legitimidad de la misma ante la justicia distributiva van conforme al bienestar (o malestar económico). Para poder medirla se requiere de un componente normalizador del criterio al que se denomina norma democrática, que desde luego parte de fundamentales juicios de valor. La norma democrática, es la síntesis de la moral en que gira la manera de evaluar la distribución, dado los distintos juicios que sustentan la base de justicia y democracia en el reparto. Luego se establece, se establece el componente comparativo valorativo para poder medir la desigualdad, por lo que es el normalizador del que parte todo indicador. El criterio normalizador está establecido por la norma democrática, y éste debe ser contemplado desde los juicios de valor que definan qué es justo y qué no lo es, desde el punto de vista del reparto económico. La
norma
democrática
debe
ser
comparable
con
los
estándares
internacionales. Al menos si no, como un indicador preconcebido de aplicación directa o bien, como uno que pueda deducirse de manera factible con base a como se presenta la información en distintas esferas como es la regional, estatal, nacional y la internacional. Un planteamiento más general del bienestar social que incluye los criterios de igualdad, el criterio igualitario y el criterio de Rawls., puede obtenerse analizando el concepto de función de bienestar social.
38
3.4.2 La Función de Bienestar Social La redistribución de recursos para alcanzar los mejores resultados, fue concebida originalmente por Jeremy Bentham, cuando empezó a desarrollar el cálculo utilitario. Sin embargo la idea de maximizar la utilidad agregada, fue seriamente criticada por Lord Robbins’s (1932) al reconocer que la utilidad era finalmente “no comparable” entre diferentes agentes. Esta función puede depender únicamente de los niveles de utilidad de A y de B:
El problema de elección consiste en asignar X e Y entre A y B de forma que se maximice W. este procedimiento se representa en la Figura 4 Las curvas denominadas W1, W2 y W3 representan curvas de indiferencia social, en tanto en cuanto la sociedad es indiferente ante cual sea la combinación de utilidad que se elija sobre una determinada curva. El punto E es el punto óptimo de bienestar social. Este es el mayor nivel alcanzable de W dada la frontera de posibilidades de utilidades. La única manera de establecer el punto del óptimo de Pareto sobre la curva de posibilidad de la gran utilidad que maximiza el bienestar social es aceptar el concepto de la comparación interpersonal de la utilidad para trazar las funciones de bienestar social. Una función de bienestar social muestra las diferentes combinaciones de u A y u B que le proporcionan a la sociedad el mismo grado de satisfacción o bienestar. El bienestar social máximo se obtiene en el punto donde la curva de posibilidad de la gran utilidad es tangente a una curva de bienestar social.
39
Al igual que antes, es necesario ir del punto E de la figura 4 al diagrama de la Figura 5 (caja de Edgeworth) para determinar cuál es la asignación de bienes socialmente óptima. En la figura 5, se muestran el conjunto de asignaciones eficientes para A y para B. Las asignaciones que estén por fuera de este conjunto, están dominadas por las que se encuentran dentro del conjunto, en tanto que A y B pueden mejorar, si se mueven para situarse arriba o abajo del punto C. FIGURA Nº. 04 “MAPA DE INDIFERENCIA”
Fuente: Varian (2002)
Elaboración Propia
40
FIGURA Nº 05 “CAJA DE EDGEWORTH”
Fuente: Miskin (2003)
Elaboración Propia
Se puede afirmar en principio que la teoría del bienestar es el ámbito de estudio que señala las proposiciones orientadas a ordenar en una escala de preferencias colectivas, situaciones económicas alternativas pertinentes a la sociedad. Considerando el mapa de indiferencia (Figura 4) de un individuo como la imagen de preferencias de todas las combinaciones posibles de bienes y servicios y si se considera el traslado a la curva de indiferencia mas alta se puede establecer en consecuencia que ha incrementado su bienestar. Al ampliar esta reflexión para un conjunto de individuos se estaría en capacidad de elaborar los siguientes juicios: 1.- Juicios para identificar el Bienestar. a) Cada individuo determina su particular concepción de bienestar;
41
b) El bienestar de la comunidad depende del bienestar de los individuos que la componen y de ninguna otra variable adicional.(Implica planear una función social de la comunidad) c) Si al comparar dos alternativas y al menos una persona queda mejor en una situación que en otra y ninguna queda peor, la comunidad en su conjunto queda mejor. d) Si al comparar varias alternativas, unas personas quedan mejor que otras o peor, se tienen los siguientes criterios para ordenarlas. e) El ordenamiento de las alternativas queda dependiendo de la función del bienestar social. f) Los juicios de valor respecto a la distribución del bienestar. g) Aplicación del principio de compensación. 2.-El ingreso es la remuneración monetaria percibida, ya sea por la retribución de su trabajo, o como pago a los riesgos que se corrieron durante una empresa económica. 3.-La distribución del ingreso, de hecho, es efecto director del reparto de riqueza a nivel patrimonial, y de las contradicciones que conlleva tal reparto. La desigualdad económica, por ende es el reflejo de la injusticia existente del reparto de la riqueza, y en el seno de la misma se pueden encontrar las inconsistencias que la expliquen. Así, de la injusticia social existente en el reparto económico, surgen las inconsistencias de una distribución injusta de las remuneraciones, y esto esta ligado directamente a la propiedad privada.
42
4. En materia de la norma democrática respecto a la distribución del ingreso, se debe considerar como criterio normalizador, que dicha distribución sea alícuota a toda la población (al menos por cabeza de familia, sino es que por cada individuo), de tal modo que todos tuvieran el mismo ingreso. Estos juicios se sustentan sobre el “óptimo de Pareto” donde el criterio básico para ordenar alternativas, es la posición desde la cual es imposible reasignar factores para mejorar a alguien, sin empeorar al menos a una persona. Estos resultados teóricos dieron origen, junto con los trabajos del Profesor Pigou, a la Economía del Bienestar, que se convirtió en el sustento teórico del Estado Benefactor europeo y del New Deal estadounidense. Este documento presenta las críticas más relevantes a la Economía del Bienestar, así como su evolución durante la segunda mitad del siglo XX. Se destacan en particular las críticas de Ian Little, el teorema de la imposibilidad de Arrow, la Escuela de la Elección Pública de James Buchanan, y los trabajos de Joseph Stiglitz sobre los supuestos mutuamente excluyentes que subyacen a la vieja teoría del bienestar.
43
3.5
COMERCIO INTERNACIONAL Y BIENESTAR, UNA APROXIMACION
Alfred Marshall señalaba una inconveniente mercantilización u objetivación del pensamiento
económico
en
detrimento
de
sus
aspectos
humanos,
institucionales y socio-históricos a partir de David Ricardo (aunque debe reconocerse su contenido científico parcial en el sentido de ser un reflejo acrítico de la creciente mercantilización de las relaciones humanas y sociales, particularmente en los dos últimos siglos) y su vulgarización con las tesis extravagantes y superficiales de los economistas de corte panglossiano (Marshall menciona a Bastiat, autor de las armonías económicas, pero igualmente se pueden añadir a J.B. Say y contemporáneamente, a los autores de las políticas fundadas en liberalizaciones unilaterales sin consideración de las condiciones institucionales y sociales específicas de cada país)(20). En este sentido, las dificultades crecientes para el incremento de la productividad media del trabajo y la tendencia declinante de la tasa media de ganancias en el largo plazo, nacional e internacionalmente son evidencias empíricas que apoyan los enfoques de la economía política clásica y del poskeynesianismo actual, y destacan que la crisis, crítica y reforma del estado, tiene una fundamentación en el proceso de producción y acumulación. De modo que, en términos clásicos, habrá que explorar la dependencia y falta de autonomía no solo de la política económica sino del estado como un todo y del pensamiento económico. Además es pertinente comentar que no sólo corrientes heterodoxas, como la del poskeynesianismo, no comparten las armonías económicas de los mercados libres, sino que la propia teoría económica neoclásica no las apoya. Asimismo, la perspectiva austríaca y del J. Hicks maduro, coinciden con la crítica de conceptos fundamentales como el equilibrio, el funcionamiento de los
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mercados, el papel de la innovación y del empresario emprendedor y de la competencia, entre otros, coincidente con la visión de Schumpeter y Marx. Así, es posible desarrollar la teoría y política del bienestar económico sobre la producción y acumulación, como antes se dijo, y asentarla sólidamente además en concepciones plausibles y útiles del funcionamiento de los mercados.
En su relación con el Comercio Internacional, en cuanto sector que amplia la interacción entre
los agentes económicos,
podemos
señalar algunas
precisiones adicionales compatibles con el enfoque de Sen: 1) Pensadores tan diversos como Alfred Marshall, dentro de la economía convencional; Max Weber, dentro de la sociología; Plotino, Kant-SchellingHegel, la escuela de Frankfurt, Heidegger, K. Jaspers, M. Buber, la corriente existencialista, J. Habermas, Ch. Taylor, K. Wilber, dentro de la filosofía; Octavio Paz dentro de la poesía y el ensayo político; O. Aktouf, y S. Covey, dentro de la administración de empresas; A Maslow, K Wilber y S Grof, dentro de la psicología humanista y transpersonal; plantean, desde diferentes perspectivas, una comprensión más adecuada de la razón, la sabiduría, las motivaciones y el comportamiento humano. Frey & Stutzer (2000) indican que “descubrir las fuentes del bienestar es una de las preocupaciones principales de las ciencias sociales” La economía del comportamiento sugiere la utilización de la teoría psicológica para mejorar el desarrollo de las teorías referentes al bienestar subjetivo; Camarera (2003) menciona que el propósito de toda teoría “no es de explicar cada descubrimiento diferente con solo ajustar la función de Utilidad; la meta es encontrar funciones de utilidad reducidas; apoyada por la intuición
45
psicológica, que sean suficientemente generales para explicar muchos fenómenos a la vez y además hacer nuevas predicciones. Otros esfuerzos teóricos relacionados al ingreso relativo Ball (2003), Richard & Chernova (2003) Kateryna (2005), Ada Ferre-i-Carbonell (2005); consumo: Frank (1985), Escalas et al (2003); Oferta de Trabajo: Sheshinski(2003),
Neumark
&
Postlewaite
(1996);
y
Boskin & Preferencias
Interdependientes: Itoh (2003), Zizzo (2005), Pollak (1996) 2), el concepto de la libertad para el bienestar de Sen, con base en el desarrollo de las capacidades y habilidades(“capabilidades”, según Sen) humanos, puede sustentarse radicalmente en el concepto de la libertad y la justicia interiores, en el sentido de la antigüedad y, de manera análoga, de las doctrinas cristianas y budistas, entre otras, dentro de la espiritualidad . N. Bobbio y Ch.Taylor también hacen contribuciones esclarecedoras. Quizá el antecedente más importante para entender el significado de los estudios de Sen sobre el bienestar económico sea el teorema de la imposibilidad de K. Arrow (1964). Lo que este teorema demostró fue que era imposible contar con una función de decisión social coherente que no implicara violentar las garantías individuales mediante decisiones dictatoriales. Sin embargo, la imposibilidad ocurre en condiciones en las que se evitan las comparaciones interpersonales. Es decir, como gran parte del esfuerzo teórico en la economía del siglo XX se ha encaminado en dirección de construir una teoría económica pura, desvinculada de juicios valorativos y de normas culturales y políticas, así también en la economía del bienestar se intentó desarrollar conceptos y
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análisis que permitieran dictaminar sobre el bienestar económico sin hacer juicios de valor ni comparaciones del bienestar y de la utilidad interpersonales. Después de grandes esfuerzos intelectuales, se obtuvieron dos conclusiones principales:
1), Los criterios de compensación que se idearon resultaron incoherentes, precisamente porque pretendían evaluar el bienestar económico evitando juicios valorativos sobre la distribución del ingreso. 2), K Arrow mostró posteriormente que ninguna función de decisión social era posible en condiciones generales y plausibles, sin hacer comparaciones interpersonales o sin recurrir a juicios normativos con diferente sustento (moral, ético, político, etc.). La profesión concluyó erróneamente creyendo que el estudio coherente del bienestar económico carecía de seriedad e interés científico porque era imposible estudiarlo coherentemente. Así, como escribiera M: Shubik a principios de los 70´s., en un memorable y certero diagnóstico de la teoría económica, el desprecio por la economía del bienestar fue tal en los grandes centros académicos del mundo que se llegó a pensar en que la mejor manera de dificultar la carrera académica de un estudiante era sugería que escribiera su tesis y se especializara en la teoría del bienestar económico. En cuanto a la definición del bienestar económico, Sen rechaza su concepción, a la manera del utilitarismo vulgar, como la simple suma de utilidades o satisfacciones de los individuos en un país o sociedad determinados. Además de que, en general, el bienestar económico depende de otras medidas como la distribución del ingreso, arguye con razón que el bienestar está influido de
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forma determinante por las capacidades y habilidades de los individuos y que es aquí, en consecuencia, donde los análisis y las políticas distributivas deben enfocarse: lograr la igualdad en términos de “capabilidades”; educación, salud, atención a los minusválidos, eliminar la discriminación de las mujeres y, en el mismo tenor, etnias o grupos socio-culturales, regionales, etc. Sen ha mostrado que es posible fundamentar axiomáticamente una medida del bienestar económico en términos del ingreso real por persona y de una medida de la distribución del ingreso(16). Así, el cambio porcentual en el bienestar económico resulta ser igual a la suma del cambio porcentual en el ingreso real per cápita más el cambio porcentual en la distribución del ingreso (negativo sí empeora la distribución, por lo que se reduce el impacto en el bienestar económico del crecimiento económico real por persona; positivo, si mejora la distribución, amplificando así el efecto del crecimiento económico real por persona en el bienestar económico). Esta medida del bienestar económico contrasta con el índice de miseria social de A. M. Okun, definido para Estados Unidos de Norteamérica, en función de los índices de desempleo y de inflación(17). También con el índice de bienestar económico o de desempeño macroeconómico
que
el
autor
de
estos
comentarios
ha
estimado
econométricamente para México en el período 1960-1994 y proyecciones al 2000, en términos de la remuneración media anual real por persona y de la deuda externa por persona (la primera con un efecto exponencial positivo y la segunda negativo, como es plausible). En sus estudios empíricos sobre la pobreza, fundamentó analíticamente la congruencia de un índice de pobreza en términos del porcentaje de población por debajo del nivel de la pobreza y de dos medidas de distribución del ingreso
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entre los pobres. P= H (I+(1-I)G), donde “P” es el índice de pobreza,” H” el porcentaje de población con ingresos debajo de la línea de pobreza, “I” es una medida de la distribución del ingreso entre los pobres y “G” el coeficiente de Gini también para los pobres. Sen(1979), Eisner(1988) , Krugman(1998) plantean que el crecimiento no es un indicador adecuado del aumento del bienestar económico; ya que, tal como indica Schuldt(2005) el PBI debe considerarse en términos no absolutos, debido al efecto del componente poblacional y la tasa de crecimiento que experimenta. La economía moderna, ha reconocido que la exposición de la economía al comercio exterior genera ganancias asociadas con una mejor asignación de recursos y mayor competencia que termina por eliminar las rentas económicas que puedan surgir en una situación de autarquía. No obstante, éstas son ganancias de una sola vez; por tanto, para que el efecto subsista en el tiempo, los beneficios deben tener una naturaleza dinámica. Entre las fuentes de ganancias dinámica sobre la productividad asociadas al comercio exterior pueden contarse36: transferencia y efecto desbordamiento de la tecnología; mayor competencia y reducción de las barreras de entrada a las innovaciones; acceso a bienes intermedios y de capital37 que incorporan nuevas tecnologías y mayor especialización en industrias con un consecuente crecimiento de la productividad y efectos de aprendizaje a través de la exportación. Desde ese punto de vista, al vender en el exterior, las empresas pueden explotar economías de escala, estar expuestas a nuevas tecnologías (mediante 36
Ver Hallward-Driemeir, 2001. Connolly & Yi (2004) señalan que éste es el elemento clave en el proceso de desarrollo coreano, pues le permitió tener acceso a nuevas tecnologías y diversificar su oferta exportable. 37
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la importación de insumos y bienes de capital) y ejecutar medidas que las lleven a ser cada vez más competitivas38. Al respecto, una serie de trabajos conducidos principalmente a nivel de firma (micro) ofrecen evidencia a favor de esta hipótesis. Jan (2004), empleando datos para cerca de 8 mil empresas manufactureras en Eslovenia para el período 1994-2000, encuentra evidencia a favor de la hipótesis LBE controlando explícitamente los procesos de auto selección39. Cabe resaltar que durante la década de los 90s, este país pasó de ser una economía planificada a una de mercado, alcanzando estándares por encima del promedio de la Unión Europea. Un estudio similar conducido para otras economías europeas en transición es el de Bleaney et al (2000) que encuentra evidencia positiva que respalda la hipótesis LBE para Rusia, Bielorrusia y Ucrania. Así, Trofimenko (2005), en un estudio para firmas colombianas, resalta que las ganancias en productividad se generan principalmente en las empresas que exportan a países desarrollados –dado que éstos exigen mayores estándares de calidad en sus mercados de origen- y que este efecto se acrecienta en industrias de alto desarrollo tecnológico.
38
No obstante, la causalidad puede ser a la inversa como reconocen algunos estudios; esto es, puede haber un mecanismo de auto-selección por el cual son justamente las empresas más eficientes las que exportan; entre los diversos argumentos se citan los [altos] costos de entrada a la actividad exportadora, motivo por el cual sólo las empresas que ya son eficientes serían capaces de exportar. Clerides et al (1998) ofrecen evidencia de esta hipótesis al señalar para una muestra de empresas en Colombia, México y Marruecos que la tasa de crecimiento de la productividad en empresas exportadoras no es significativamente diferente de las no exportadoras. Croce et al (2004) añaden que el propio volumen de exportaciones pueden aumentar o reducir los costos del comercio exterior dependiendo de las externalidades asociadas a la actividad exportadora (positivas o menores costos, en el caso de crearse mayores conexiones para exportar o externalidades pecuniarias y/o técnicas y, negativas o mayores costos, en el caso de restricciones financieras, institucionales y/o de infraestructura, deseconomías de escala, sesgos locales, grupos de interés etc). 39 El autor encuentra que las empresas que empiezan a exportar registran un incremento en su productividad del orden de 20 por ciento. 50
Por otro lado, Mengistae & Pattillo (2004) sostienen en un estudio para países del África subsahariana que las tasas de crecimiento de la productividad son hasta 10 por ciento mayores para las empresas envueltas en el comercio exterior con relación a las no exportadoras, especialmente en aquéllas que exportan fuera de África. Los autores concluyen señalando que es deseable que los países africanos vuelquen sus miras a los mercados del exterior.
Los estudios también mencionan los riesgos que el proteccionismo puede tener sobre el proceso de crecimiento económico. Diao et al (2002) conducen una simulación de dicho proceso para diversos países del sudeste asiático, asumiendo la hipótesis LBE como canal de desbordamiento de la tecnología. En él, se observa que el proteccionismo (barreras arancelarias) obstaculiza la inversión y el crecimiento en el sector exportador, expandiéndose estos efectos perjudiciales posteriormente al resto de la economía.
Greenaway & Kneller (2004) añaden como elemento para potenciar la productividad a cuán expuesto está el segmento industrial a la competencia extranjera. Haciendo uso de una muestra de empresas británicas para el período 1990-1998, los autores encuentran tasas de crecimiento de la productividad más altas en empresas exportadoras que en las no exportadoras, y que esta tasa se relaciona inversamente con el grado de exposición a la competencia externa -las empresas más expuestas se encontrarían más cerca de la frontera tecnológica y por tanto las ganancias del comercio serían menores.
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A nivel macro, destaca el estudio de Edwards (1998) quien para una muestra de 93 países encuentra una relación positiva entre la tasa de crecimiento del ingreso per cápita y el nivel de apertura, medida a través de 9 diferentes índices de política comercial. La hipótesis operativa es similar a la que se presenta en este estudio, la tasa de crecimiento de la productividad total de los factores (PTF) es afectada positivamente por el nivel de apertura de la economía, relación que puede ser incluso no lineal; esto es, el impacto de la apertura afecta con mayor intensidad a las economías de mayor desarrollo relativo (que tienden a su vez a mostrar mayores tasas de crecimiento), argumento al que se han aferrado las economías más pobres a fin de proponer medidas proteccionistas dada la escasa ganancia que obtienen del comercio exterior. Loayza & Soto (BCCH) también analizan el papel que cumple el grado de apertura en el crecimiento económico, estimando coeficientes similares a los de Edwards.
A continuación se propone un modelo teórico para estudiar a nivel macro, las mejoras en productividad40 que pueda conllevar la actividad exportadora. Las lecciones de este modelo se contrastarán con la evidencia empírica de largo plazo que se pueda obtener de fuentes como el Penn World Table o la base de datos del FMI.
40
Ray (1998) cita un argumento interesante por el cual el acceso al mercado exterior es un incentivo para experimentar con nuevas tecnologías cuyo uso sólo sería posible produciendo a gran escala. 52
4
MATERIALES Y METODOS
4.1
MATERIALES:
Los materiales que utilizamos para cumplir con nuestra investigación fueron de dos tipos: Materiales de ejecucion y materiales de impresión Los materiales de ejecucion fueron los siguientes: Papel Bond A4 60 gr. Papel Copia Papel Carbón Folders & Fasteners Engrapadora Grapas Perforador Archivadores Lapiceros & Otros materiales de escritorio Fotocopiadora Servicio de Computo para tipeo. Otros. Los Materiales de Impresión fueron los siguientes: Papel Bond
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Servicio de Tipeo Servicio de Computo para la impresión Fotocopias Anillado 4.2
METODOS a) Universo o Cobertura de la Investigación. La investigación cubre, el horizonte temporal b) Para la Constatación de nuestra Hipótesis utilizaremos los siguientes métodos de investigación :
1.-Método Descriptivo (Para presentar los antecedentes del asunto) 2.-Método Histórico (Para comparar las diferencias entre el instrumento anterior y el nuevo) 3.-El Analisis (Para el estudio del fenómeno en sus especificidades) 4.-El Método Sintético (Para reunir en un cuerpo sencillo pero completo las implicaciones de la síntesis).
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5
RESULTADOS:
A
La aplicación de la teoría del bienestar en forma racional conduce a minimizar los niveles de desigualad social, y a establecer una justa medida de la distribución de los recursos escasos.
B
El concepto de utilidad visto a la luz del bienestar es un concepto relativo, por cuanto depende de la valoración que cada individuo le asigne.
C
La economía del bienestar estudia todo lo conducente a la formulación de proposiciones y juicios que permitan ordenar situaciones económicas alternativas, calificadas en términos de mejor o peor. (pobreza Vs. Riqueza)
D
Uno de los problemas comunes en la economía y en toda sociedad consiste en buscar la forma racional de asignar los recursos escasos entre sus mejores usos alternativos: distribuir los insumos y/o factores productivos para la producción eficiente de bienes, repartir en forma equitativa los bienes y/o servicios entre las comunidades.
E
Cualquier cambio que no perjudique a un individuo y que proporcione a alguna persona calidad de vida, debe considerarse como una mejoría para el bienestar de la sociedad.
F
Las variables proxy son un instrumental pertinente para establecer un grado de asociación entre variables de corte transversal y medir a nivel de relación directa o inversa.
G
La Evidencia Empírica Observada para el caso peruano en relación a la Apertura Comercial (X+M), como una Variable Proxy de la evolución del Comercio Internacional, el PBI, como una variable proxy del crecimiento 55
y, el Consumo Privado, como una Variable Proxy de la Evolución del Bienestar Social, muestra un Trade –Off de carácter positivo.
6
DISCUSION
Tal como plantea Schuldt (2003); Sen(2002) , Shaikh( 2008) entre otros; la importancia del Bienestar social es consustancial con la humanidad y por ende la búsqueda de un nivel mayor del mismo constituye un elemento clave de las Políticas económicas. Al analizar la evolución de la apertura Comercial (Ver cuadro N° 02 del Anexo) observamos un crecimiento muy significativo con tendencia positiva, lo cual expresa que existe un flujo comercial más intenso y global en el comercio Internacional; esto se corrobora aun mas si observamos la figura N° 06. Al Analizar la evolución del Consumo Privado (Ver cuadro N° 03 del Anexo) observamos un crecimiento muy significativo del mismo con tendencia positiva, lo cual expresa que los Agentes económicos estarían logrando un mayor nivel de bienestar, conforme lo plantea Schuldt (2003). Al analizar el crecimiento del PBI para el horizonte de análisis (19942009) podemos identificar un nivel positivo de crecimiento (Ver figura N° 07 del Anexo) Al relacionar las variables PBI, Apertura Comercial & Consumo Privado; observamos la Existencia de un Trade Off, de carácter positivo, lo cual
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expresaría una relación entre apertura comercial e incremento del Bienestar para el periodo de análisis establecido (1994-2009).
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ANEXOS
Cuadro N° 02 : PERU: Apertura Comercial (X+M) 19942009 (Millones US$) Año Exportaciones (X) Importaciones (M) (X+M) 1994 4424 5499 9,923 1995 5491 7733 13,224 1996 5878 7864 13,742 1997 6825 8536 15,360 1998 5757 8219 13,976 1999 6088 6710 12,798 2000 6955 7358 14,312 2001 7026 7204 14,230 2002 7714 7393 15,107 2003 9091 8205 17,296 2004 12809 9805 22,614 2005 17368 12082 29,449 2006 23830 14844 38,674 2007 28094 19591 47,684 2008 31019 28449 59,468 2009 26962 21011 47,972 Fuente: BCRP
Figura N° 06: PERU / Apertura Comercial 1994-2009
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Cuadro N° 03 : PERU Consumo Privado 1994-2009 (millones de S/. De 1994) Año 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Consumo Privado 71306 78223 80635 84266 83502 83164 86202 87456 91769 94860 98313 102857 109483 118618 128961 131992 Fuente: BCRP
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Figura N° 07: PERU / PBI 1994-2009 / (Índice 1994=100)
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