20 CÉNTIMOS NÚM. 931

ALBEBEDOB- EL BESO DE JUDAS cuadro d . H é b e r t - M u s e o del Luxemburgo. 2 *ÍB Abril de 1917 20 CÉNTIMOS NÚM. 931 t PRECIOS DE SUSCRIPCIÓ

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ALBEBEDOB-

EL BESO DE JUDAS cuadro d . H é b e r t - M u s e o del Luxemburgo.

2 *ÍB Abril de 1917

20 CÉNTIMOS

NÚM. 931

t

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN TjtniXSTEE ÍTUEÍIE rrÓMEBOS)

ODBIiMIfíBO SETIBT* BJMJÍSAL

España:, 2,50 pesetas. P o r t n g a l y G i h r a l t a r : .1 pesetcui. ¡Ms d e m á s p a í s e s : 4 p e s e t a s .

ILUSTRADA

Fundador: Llannel Alhama (WANDEBEB)

ABÜHCIOB PIDASE TABIFA

REDACCIÓN, iDUINiaiRACIÓN .T TILLERSS:

N ú m e r o s u e l t o ¡20 c é a t t m o s .

"^^aitio.

d o l o a I Í O I - O B , Q B . XiJ^adx'ld

AFABTAÍW DE DOKBEOI 216.

iGDi mum DATOiai PURGANTE de LOECHES

TKLfiTOno 4.5S9

«eHITCIA DE anSCBIFOIÓN T TENIA LlBRiERlA A.

R O M O , ALCALÁ, 6

PEfiAGALLO

DEPUBATIV*

amiartrlticc antitierp ética

iS) PPopletaPio: LUIS SflNZ; MDHlefa,23,liaJD.Teléfono 11-76

BEBED

Recomendadas por las más grandes eminencias médicas contra las enfermedades del estóma- go é intestinos Dcpósiío central: BARQUILLO. 4.-MADRID

TI:E O E¡ T J^ S El acero se recubre de zinc con la siguiente cooiposición; Prim'era disolución: Agua 10 litros. Nitrato de mercurio ñO gramos €Ianuro de potasio 150 " Segunda dlBoiociOn: ^ Sulfato ds zinc BO Efite último se disuelve en lejía concentrada y se mezclan en seguida las dos disoluciones, añadiendo una pequeña cantidad de fosfato de sosa para aumentar la conductibilidad del bafio. El metal que se ha de recubrir se limpia y se cuelga de una varilla para que no toque las paredes de la vasija. Lniego ee hace paear por el baño una co-

rriente eléctrica bastante intensa que produce, por el pronto, un depósito de mercurio y despuéa un depósito de 2fliic que se pega fl. la capa Intermedia del mercurio. «« + p ^ ^ ^ devolver á los objetos niquelólos exi brillo primitivo se sumerge durante unos cuantos seguntíos nada más &n un bafio compuesto de una parte de ílcldo suICtirico y 50 partea dis alcoiliol; en seguida ee los lava con agua fría y se los frota con alcobol, Y por último se los seca eorapletamente con una telit de hilo. Este procedimiento se emplea, principalmfin' te, para limpiar objetoa de níquel, en los cuales nO es posible emplear loa sistemas ordinarios de lini' pieza, porgúese estropean.

FuMDADOR: MANUEL ALHAMA ( W A N D E R E R ) A3T0 ZIS

2 DE ABEIL DE 1917

NÚU. S31

LOS DOS LADRONES DEL GÓLGOTA \ M H ;

SAN DIMAS Y GESTAS EN EL EVANGELIO Y EN LA

TBADICIOíC'"^--y-';^_-.,.

LA CKÜCIFIXIÜN

Notable cuadro anOrtiino, del siglo XV, en el Museo de Brujas, El autor, para espresar Ja ceguedad moral del mal íntliOn. que apnrcce ft la izquierda del espectador, no & la de Cristo, lo ba pintado con loa ojos vendados. Obsérvese Que el episwlio de Ja VerCnica, la crucifixión y el descendimiento aparecen como ocurriendo simnltüueamentc. Pocas figuras habrá en In trágica historia de la Pasión do Nuestro Soiíor más digerías de interés que las do aquellos dos malheeliores que tuvieron el alto Priviltígin dy íieompnñar en el último suplicio al Redentor del mundo, y sin embargo, de pocas tamliién *0 tienen inonoa datos auténticos. Parcos y concisos Oftsta In exageración, los evangelislas sólo nos dicen •310, a,l llevar A Cristo al Calvario, llevaron con él dos ladrones que fueron, como El, crucificados, uno á su ^ei'eclia y el otro á su izquierda. Sao Mateo añade que, *«ando ios sacerdotes, escribas y ancianos escarne^^^nn al Hijo de Dios, «los ladrones que estaban crucificados con él le llenaban de improperios", y San ^^caSj mus explícito, distingue entre el eoinporia-

miento de aquellos desgraciados y refiere que, mientras uno injuriaba á Cristo, el otro censuraba estas injurias con estas ó parecidas frases: "¿No temes á Dios ni aun estando en el mismo supliciol Mira que nosotros, al fin, lo sufrimos por nuestra culpa, y es lo que nuestros hochos mernccn; pero éste, ningún mal lia lipclio". Y á conl inunción se encomendaba 6. la miseríoordia divina: "Scor. cuando entres en tu reino no te olvides de raí". A lo (|ue el Señor contestó con aquella consoladora frase de perdón: "De veras te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso". Esto es cuanto acerca de aquellos personajes, y de jas palabras que cruzaron con su divino compañero de suplicio, cuenta la única fuente verdaderamente flde-

Alrededor del Mundo digna do información. Es decir, sabemos también por San Juan que murieron después quG Cristo, siendo preciso romperles las piernas antes de descolgarlos. Do sus nombres, del tugar que ocupaba cada uno de los dos, de sus culpas y de su procoso, nada so nos dice en el texto sagrado. Pero lo que el Evangelio omitió, lo lian snplido los libros apócrifos y los Santos Padres, no,osaremos decir si con su fantasía ó con datos verídicos, aunque hay que convenir cu que la tradición debió andar más mezclada en ello que los documentos irrreeusables. Así, la Iglesia admite que el ladrón arrepentido, el buen ladrón, como vulgamiente so lo llama, estaba á la derecha de Cristo y tenía por nombre Dimas, mientras el otro, el ladrón malo, se llamaba Gestas y se encontraba crucificado d la izquierda. Los artistas de todas las épocas so lian i n s pirado, ai representar la crucifixión, en esta tradición, qno t i e n e sn o r i gfen en la Iglesia griega. y procuran dar á 1 a 9 figuras de Jos ladrones una actitud y un g e s t o en c o n s o nancin con su distinto comportamiento en aquellos solemnes i n atantes. Por lo g e n e r a l , los pintan atados á la cruz, más bien que clavados, y en post u r a s imposibles, á veces s n s p o ndidos sólo de las manos, e o n l a s p i e r n a s col-

Año XíX

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g a n d o en el a i r e . Gestas, cl mal ladrón, ha preocupado poeo al mundo. La figura ile Dimas, por el contrario, ha sido tratada en detallo por muchos estiritores sagrados, ha merecido los honores de un libro (la "Histoiro du bitn Jarrón", por el prelado francés Monseñor Caumo) y ha sido introducida i>or Tivianri en su "7Munfo" y por Miguel Ángel en su ^"Juicio final". A^erdad es que Gestas será siempre mirado como oí último escarnceedor de Cristo, en tanto que Dimas es venerado por la Iglesia como mártir y confesor, celebrándose su fiesta ol 25 de Marzo.

CniSTO ENTltH LOa LAunONKS

Ariiiiiilnra de Foii(|iir>t en el Museo Conde

Sabemos positivamente que Dimas, ó ol malhechor así llamado, era ladrón; la tradición añado quo era salteador do caminos. Evidcnteraentd. en Palestina había por aquel entonces m u c h a gente maleante, en su mayoría desdichados á quienes las guerras políticas c o usiguientes á la dominación rom a n a liabíii puesto f u e ra de la l e y , y que la necesidad convertía en bandoleros. C u e n t a San Anselmo q u o .siendo DimaS joven, ya capitaneaba una c u a d rilla do bandidos, 1 o s cuales d e t u vieron á la Sagrada Familia c u a n d o , huyendo de la ferocidad de Iltírodes, se encnminaba á Egipto. AI saber Dimas til motivo de I» fuga, no' sólo

EL J>BaCENDlMIE?(TO. COADRO DE AUTOR FRANCÉS inEHCONOOlBO, DEL SIGLO XV, EN qVE LOS I.jU>no:rES APARECEN' COLOADOS DS LOS BRAZOS

Alrededor del Mundo

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im liizu niiifi^ún mal ú María y Josc, sino que los protRf5;íó como piulo. No (.liscutamos, siquiera sea en gracia á su buena intención, asía, singular idea del Niño Dios salvado gracias á la misericordia de im bandolero, aunque desde luego sea más simpática la opinión do nuestros antiguos pintores, (¡uc representaban la laiída á Egipto bajo la protección do los ángeles. Trein(a años más larde, Dimns, que babía continuado su vida de salteador, tomando como teatro da sus baxañas los alrededores ¿o Joricó, fué al fln capturado ])or uuos soldados romanos y cncen-ado en un calabozo. Después de pasar algún tiempo encarcelado,

3 de Abril de 1917

se le condenó á la última pena, lo qno desde luego induco á creer que, efectivamente, no eran sus deli(os do poca importancia, y fué, como sabemos, cruciñcado en e! Gólgola á la vez que Cristo y Gestas. Es fama que la cruz en que Dimas murió esturo por miiclio tiempo en la isla de Ciiipre, y pasa por travesano do la misma un madero conservado en Roma, en la iglesia do la Sania Cruz; pero conviene no olvidar ¡a pintoresca bistoria que sobre este famoso instrumento de suplicio y sus dimensiones se cuenta siempre que -se pono en duda la autenticidad de ciertas reliquias.

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