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Introducción
Los trastornos alimenticios cobran cada vez más importancia en nuestra sociedad, bien por una creciente sensibilización de la población o bien porque son los países desarrollados los que cada vez ven morir a más personas por estas causas. El comer compulsivamente, la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa afectan, por ejemplo en Estados Unidos, a más de cinco millones de personas, y lo más terrible de este dato es que la mayor parte de ellos fallecerá víctima estos problemas psíquicos. A las enfermedades más graves debemos unir las dietas, a veces muy peligrosas: vivimos en una sociedad en la que el uso de una determinada talla, nuestro peso, nuestro aspecto en general, se considera sinónimo de éxito y felicidad. Aunque las posibles causas de estos problemas son numerosas, existe especial preocupación acerca de esta obsesión por la imagen, y principalmente en las adolescentes, cuya seguridad en sí mismas depende muchas veces de lo cerca que estén de conseguir una cintura como la de su modelo preferida. Cada sociedad tiene una forma concreta de enfermar y en la nuestra las dietas son una práctica habitual, sin que impliquen ninguna enfermedad; pero determinadas personas en determinadas situaciones pueden verse influidas por el entorno y convertirlas en una obsesión. Las reacciones frente a este asunto han pasado por campañas publicitarias, comisiones en el Senado, reportajes, la prohibición en algunas pasarelas de contratar a modelos excesivamente delgadas... pero a la vez se sigue fomentando el ideal de mujer que roza la anorexia con anuncios, desfiles, o centros comerciales que etiquetan de forma engañosa la ropa y hacen desaparecer las tallas más grandes; globalmente sigue siendo una 1
asignatura pendiente para las naciones de occidente. Bulimia Nerviosa Los hombres y mujeres que sufren bulimia nerviosa generalmente presentan episodios de "atracones " seguidos de auto−purgación. Es decir, se consume compulsivamente una gran cantidad de calorías, pero el sentimiento de culpa por la mala conducta que se achacan, les lleva a purgaciones (eliminar dichas calorías o devolver), con ausencia total de control sobre los hábitos alimentos s, regularmente acompañados por el abuso de pastillas (laxantes, diuréticos y para dietas), de planes de ejercicio y dietas rigurosas y una permanente preocupación por el cuerpo y sus dimensiones, (estos pueden ser síntomas de alerta que indiquen que alguien probablemente sufre de bulimia nerviosa). Estos síntomas tienen una relación directa con la imagen que perciben de ellos mismos, cómo se ven o como se sienten acerca de situaciones particulares que crean angustia y ansiedad. Estos episodios surgen igualmente, para evitar o dejar salir sentimientos de rabia, decepción o depresión. El estrés, la ansiedad o incluso la infelicidad, pueden ser las claves detonantes que precipitan estos episodios. Hombres y mujeres con bulimia, son generalmente conscientes de que sus hábitos alimenticios no son normales. Se ven fascinados por el placer que les produce la comida,. En ocasiones, los bulímicos pueden presentar cuadros de anorexia nerviosa entre periodos de atracones y purgaciones, lo cual representa un peligro adicional. Es importante tomar en cuenta, que la bulimia se manifiesta en diferentes formas y puede presentar signos diversos. Las formas de auto−castigo que ya he nombrado varían igualmente de persona a persona: Algunas víctimas, después de sufrir atracones, hacen ejercicio compulsivo como jogging o aeróbic, con el fin de quemar las calorías ingeridas. Otros se auto−inducen al vómito, toman laxantes o ayunan los días siguientes al episodio. No es extraño que hombres y mujeres con bulimia, utilicen pastillas para quitar el apetito con el fin de controlar su ansiedad y evitar el atracón, o que igualmente, utilicen diuréticos para perder peso. (Cuyo efecto es falso, pues la utilización de estos medios, realmente producen una sensación momentánea de perder peso, pero el cuerpo al rehidratarse vuelve a su estado normal, desapareciendo así, la sensación producida). Quienes sufren de bulimia nerviosa, probablemente comprará y guardará comida para los atracones posteriores en forma secreta, sufriendo grandes fluctuaciones en su peso. Signos de Riesgo: Comer sin control Esconder comida, no querer comer en público Vomitar, abusar de diuréticos, laxantes y del deporte Uso frecuente del baño después de la comidas Preocupación por el peso Depresión Sentirse sin control Cambios de humor Hinchazones 2
Menstruación irregular Problemas dentales Catarro Indigestión Vomitar sangre Cansancio, deblidad Ojos rojizos Consecuencias médicas: Deshidratación Problemas cardiacos Problemas de intestino, riñones e hígado Anorexia Nerviosa La persona que sufre anorexia puede ser extremadamente sensible sobre su peso, creer estar gorda o sentir pánico de llegar a serlo. (aunque no todos los casos presenten la misma sintomatología). Se teme perder control sobre la cantidad de comida que se consume es permanente, lo cual va de la mano con el ansia de controlar igualmente las emociones y reacciones. Con una baja auto−estima seguida en la mayoría de los caso por una necesidad aguda de ser aceptado/a, la persona con anorexia se convierte en un individuo que recurre constantemente a dietas obsesivas y ayunos como formas no solo de controlar el peso sino también, sus sentimientos y acciones relacionados con la emociones guardadas y escondidas en el fondo. Como hemos dicho, las personas que se enfrentan un desorden alimenticio, tienen en la mayoría de los caso baja auto estima y un tremendo afán de controlar su entorno y sus propias emociones. La anorexia es igualmente una reacción o respuesta a la guerra interna entre influencias externas e internas, a conflictos emotivos, estrés y un profundo afán de perfección; ansiedad e infelicidad se convierten en el móvil principal de la persona, la anorexia resulta entonces, una forma negativa de manejar estas emociones. Algunas víctimas comúnmente creen no merecer el ser felices, asumen no ser dignos de disfrutar la vida y se privan de aquellas situaciones que proveen placer. (incluyendo el comer). Existen numerosas manifestaciones sintomatológicas de la anorexia nerviosa, que no todos los casos son iguales. En muchos casos estas personas aparentan tener hábitos alimenticios normales con algunos periodos de restricción. Los anoréxicos son conocidos por comer dulces ligeros, toman grandes cantidades de café o fuman. Pueden también utilizar píldoras para hacer dieta con el fin de controlar su apetito, (diuréticos para perder el apetito aún después de comer normalmente) o laxantes para deshacerse de las calorías consumidas, lo cual no solo es absolutamente perjudicial para la salud, sino que igualmente resulta ineficaz para aquello que se utilizan. La víctima se niega el sentimiento de hambre, crean excusas para evitar las comidas tales como "ya he comido" o "no me siento bien"; esconden la comida que dicen haber comido, y mantienen una persistente preocupación por la imagen que proyecta su cuerpo. Finalmente, no es extraño que la persona con anorexia alterne su desorden con otros del mismo género, tales como la bulimia (atracón y purgación 3
Signos de riesgo: Pérdida importante de peso Continuar dietas cuando ya se ha alcanzado el peso adecuado Sentirse gordo aunque se haya perdido peso Miedo intenso a engordar Pérdida de la regularidad menstrual Preferir comer a solas Cocinar para otros Caída del cabello Extremidades frías Desmayos Ejercicio compulsivo Mentir sobre la alimentación propia Depresión y ansiedad Cansancio, debilidad Hiperactividad Catarro Problemas respiratorios Piel poco hidratada Crecimiento de pelo muy fino en brazos y piernas Problemas de corazón Enfermedades consecuencia de la anorexia Osteporosis, pérdida de minerales en los huesos Temperatura corporal baja Tensión baja Metabolismo alterado
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Enfermedades coronarias Problemas en la mayor parte de los órganos Causas Comunes entre la Anorexia y la Bulimia Estos trastornos se dan por muy diversas razones, muchas comunes. El más común, la presión, que puede proceder de nuestro entorno más cercano, o del vivir en una sociedad en la que hay gran abundancia de alimentos y una obsesión por la delgadez (como la nuestra) También puede existir una sensibilidad biológica o genética a padecerlas, o deberse a trastornos emocionales y personalidad propios, siendo además la depresión causa y efecto de la dos enfermedades. Por último (aunque existen más casos) he de añadir los abusos emocionales, físicos y sexuales, en los que aparte del trauma, participa en la aparición del trastorno el asociar los primeros alimentos que se toman con el hecho en si de la vejación. Desórdenes Alimenticios y Diabetis Para algunos, parece existir una correlación directa entre la diabetes y los desórdenes alimenticios, incrementando el riesgo para la salud de los pacientes a través de los serios efectos reversivos y a largo plazo que pueden presentarse. El estricto control y manejo que en la diabetes se le brinda al consumo de nutrientes y las dietas pertinentes, la necesidad del control paternal frente a los jóvenes diabéticos, y el incremento de peso que produce el tratamiento a base de insulina, pueden ser factores determinante que ayuden a gestar problemas alimenticios tales como la bulimia y la anorexia. El agotador e infructuoso trabajo de mantener los niveles de azúcar en un paciente diabético , puede ser un indicador importante para el médico, en cuanto a que a través de el, puede determinarse si alguien sufre de un desorden alimenticio. Según las últimas investigaciones, parece ser que los pacientes diabéticos que sufren de desórdenes alimenticios entran en un nivel donde muy probablemente desarrollarán Diabétis Retinopática (cuyos síntomas son el rompimiento de vasos sanguíneos en el ojo), que podría conllevarlos a la invidencia permanente. Anorexia: Hay rechazo absoluto a mantener su peso dentro de los límites mínimos aceptados para sus estaturas, siluetas esqueléticas, supresión o disminución de las dosis de insulina ordenadas por el médico como intento de mantener o bajar de peso; Miedo exagerado a ser gordo/as, distorsión de la imagen corporal; hábitos y
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comportamientos alimenticios inusuales tales como el ayuno, dietas nuevas y permanentes, rechazo a comer delante y con otros, amenorrhea (pérdida del ciclo menstrual), preocupación desmesurada por la comida, el peso y la silueta, aislamiento, irritabilidad y depresión. Bulimia: Periodos cíclicos de atracones y purgaciones ( auto−inducción al vómito, abuso de diuréticos y/o laxantes, ejercicio compulsivo); comportamientos alimenticios aparentemente "normales", tales como el comer frente a otros, preocupación extrema por el peso y la silueta, ausencia de glucosa alta durante los atracones, sentimientos de aislamiento, irritabilidad y depresión. Aunque los hombres son un mínimo porcentaje de las víctimas de estos desórdenes, es importante anotar lo dicho en un reciente estudio, en el cual se dice que los hombre diabéticos y víctimas de desórdenes alimenticios están expuestos a la osteoporosis ( pérdida de la masa ósea y huesos). No sólo la diabetes puede ser la causa de un Desorden Alimenticio, esto tiene efecto reversivo, es decir, que igualmente resulta factible que el Desorden alimenticio conlleve a una diabetes (gran parte de los diabéticos son considerados médicamente obesos, siendo la obesidad una de las causas de los desórdenes alimenticios) Estar significativamente en sobrepeso puede incrementar los riesgos de ataques cardiacos y diabetes, algunos comedores compulsivos pueden encajar dentro de esta categoría y por lo tanto encontrarse en gran peligro. Los dos factores que influyen de forma categórica en la diabetes del adulto son la obesidad y la herencia familiar. En conclusión, el tener diabetes y el sufrir de algún desorden alimenticio conlleva a grandes riesgos para la salud de las víctimas a corto y largo plazo. Si la diabetes no es tratada con la seriedad y constancia que se merece, las consecuencias son de tal magnitud que incluyen deficiencias cardiacas, pérdida de riñón o ceguera; mientras que por otro lado, el desorden alimenticio puede conducir al paciente a sufrir ataques cardiacos, pérdida de riñón e incluso la muerte. Es evidente que la combinación de estas dos enfermedades resulta particularmente peligrosa y difícil de tratar en los pacientes. Comer Compulsivamente Se trata de arranques en los que las personas afectadas consumen grandes cantidades de comida (pueden llegar a las 20000 calorías) en un lapso de unas dos horas. Esto les ocurre unas dos veces por semana en una media de seis meses. Tras estos momentos, en los que el individuo es incapaz de contenerse aparece, como en los bulímicos, el sentimiento de culpa, con la diferencia de que los comedores compulsivos no sienten esa 6
necesidad enfermiza de eliminar peso, ni las actitudes que se muestran cuando se padecen las otras dos enfermedades. Naturalmente la comida se emplea con fines erróneos, como puede ser la búsqueda de placer huyendo de los problemas psicológicos o el estrés, causas principales de este comportamiento. También hay que añadir que se tiende a ocultar el problema, que no es extraño en nuestra sociedad, porque sobre el 40% de los obesos lo padecen. Signos de riesgo Comer muy rápido. Comer hasta sentirse muy lleno. Comer cuando no se está hambriento físicamente. Comer sólo por avergonzarte la cantidad de alimentos que ingieres. Sentirse culpable, deprimido después de comer mucho. Ser incapaz de parar de comer. Obesidad. Conducta algo hostil. Fluctuaciones de peso. Dietas frecuentes. Consecuencias Médicas Tensión alta. Colesterol alto. Diabetes. Problemas de Corazón. Problemas de Hígado y de riñón. Cáncer. Fobias La fobia es definida como un miedo intenso e infundado, que acarrea ataques de pánico, aceleración o disminución del ritmo cardiaco, naúsea, sudoramiento e hiperventilación (respirar rápidamente). Es importante tener en cuenta que hay rasgos comunes entre algunas fobias y desórdenes alimenticios, pero no es una regla generalizada el que las personas con estos desórdenes sufran alguna de las fobias.
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Existen tres tipos de fobias: Agrofobia: Este es un miedo a dejar un lugar seguro, como por ejemplo la casa. Es importante decir que un gran número de personas que sufren de algún desorden alimenticio desarrolla síntomas de esta fobia. Como ya hemos dicho no es extraño encontrar que quienes son Comedores Compulsivos, Anorexia y Bulimia presenten miedos intensos por el ingerir alimentos en público cuando creen que quienes se encuentran alrededor los observan atentamente. No pocas veces se presentan síntomas de aislamiento, los cuales crecen en la medida en que se evita cualquier situación que los obligue a dejar su hogar. Fobias Sociales: Intenso temor por la humillación o vergüenza en el entorno social. Personas comedoras compulsivas, anoréxicas y bulímicas, poseen éstas fobias representadas en infinidad de síntomas. Temen ser descubiertos en lo que ellos consideran hábitos vergonzosos tales como el comer en público, comprar en supermercado comida, laxantes o cualquier otro tipo de pastillas, o incluso el ser sorprendidos en cualquiera de las formas de purgación. A causa de la presencia constante de baja auto−estima, las víctimas de desórdenes alimenticios son extremedamente sensibles a ser calíficadas y poseen un temor intenso a ser juzgados por otros como "gordas", feas, tontas, locas o anormales. Este tipo de miedos pueden ser fobias que van y vienen cíclicamente, inclusive se convierten en el cimiento determinante para desarrollar un fobia social. Por otro lado, la agrofobia y las fobias sociales pueden ser la causa que conlleva al desarrollo de desórdenes alimenticios. Fobias Especificas: Estas se materializan en el miedo a un objeto o a una situación, y en relación con la comida van dirigidas esencialmente a la comida o al mismo hábito de comer. Lo interesante es que los mismos miedos pueden precipitar los desórdenes alimenticios, lo cual ocurre de la misma manera al contrario. Por ejemplo, las víctimas de abuso sexual son especialmente susceptibles al desarrollo de este tipo de fobias, pues temen a alimentos específicos que se asocian con el suceso (Como he dicho antes, como son el ofrecimiento de dulces tras el abuso); igualmente estas pueden devenir del estado de shock en el cual las personas se pueden encontrar durante el abuso o después de él. Índice Introducción ........................................................................ Pag. 1 Bulimia Nerviosa ................................................................. Pag 2 Anorexia Nerviosa ............................................................... Pag 3 Causas comunes entre Anorexia y Bulimia ......................... Pag 4 Desórdenes alimenticios ...................................................... Pag 5 Comer compulsivamente ..................................................... Pag 6 Fobias .................................................................................. Pag 7 Modelos como Kate Moss (en la fotografía) son frecuentemente criticadas por su aspecto cercano a la anorexia
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