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INTRODUCCION A LA ANTROPOLOGIA , PSICOANALITICAl por ENRIQUE

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I l. ¿Qué es, y con qué fin estudiamos antropología psicoanalítica? El objeto de este seminario es el estudio del psicoanálisis en su aplicación a una serie de fenómenos y problemas que pertenecen a varias ciencias del espíritu, o sea, a la psicología de los pueblos) la historia de la cultura, la psicología de la religión y la mitología. Si queremos reunir todas estas ciencias bajo un solo concepto -lo que tiene valor práctico para la orientación y las consideraciones generaleslo podemos hacer con cierta exactitud, utilizando el concepto de "antropología". Puesto que tendremos que manejar con frecuencia este término, queremos, a modo de introducción, referirnos algo mas detalladamente a él y a su contenido. Definir lo que es antropología no es fácil, pues antropología es lo que los antropólogos hacen, y evolucionando y difiriendo éstos, se transforma y difiere también el concepto de aquélla. Pero para nuestros fines, será suficiente determinar aproximadamente el contenido y alcance del concepto. Antropología es, literalmente, la "ciencia del hombre" 2. Su pregunta fundamental se refiere a la naturaleza esencial del hombre: ¿qué es el hombre, y cuál es su puesto en la naturaleza? La antropología pregunta por lo específicamente humano, por los rasgos funda1 Conferencia pronunciada en 1949, en la primera reunión del seminario de "Antropología psicoanalítica", en el Instituto Psicoanalítico Argentino. 2 Este nombre que se ha dado a la antropología fué criticado por "presuntuoso", puesto que otras ciencias, más antiguas que la antropología, también han tomado al hombre como objeto de su estudio. Sin embargo, si se le da el justo significado, se puede tal vez prescindir de discusiones de término poco fructuosas.

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mentales y generales que caracterizan al hombre como entidad psicofísica dentro de los demás seres animados, y pregunta también por los diversos aspectos de lo humano. En otras palabras: le interesa la especie humana y sus variedades, lo que implica: 19 las diferencias entre hombre y animal; 29 los orígenes de estas diferencias, o sea:--si resumimos estas diferencias en el concepto de la cultura-- los orígenes y desarrollo de la cultura, y 39 las diferencias fundamentales entre las diversas razas humanas y sus culturas. También se ha definido la antropología como el estudio del hombre como entidad puesta en un ambiente. El ambiente consiste en los demás seres humanos y en la naturaleza. De esta situación surge justamente lo que se llama la cultura del hombre: sus instrumentos, sus instituciones y, en ge· neral, sus creaciones; o dicho en términos populares, todo lo que hace para "pasarlo" lo menos mal posible a pesar de que viven tamo hién los otros, y 10 mejor posible, justamente gracias a que viven también estos otros; y lo mismo con respecto a la naturaleza, gracias a la cual y a pesar de la cual el hombre quiere ser feliz. El conjunto de lo que produce y establece para estos fines y que lo diferencia de sus antepasados animales, constituye su cultura y es el tópico .central de la antropología. En diferentes regiones y tiempos existían y existen diferentes grupos de hombres, los que, animados por aquella misma finalidad de bienestar, tratan de resolver sus problemas en distintas formas, que son las diferentes culturas. La antropología abarca, pues, el estudio de estas culturas, desde las más primitivas hasta las más evolucionadas, sus organizaciones sociales, sus religiones, normas morales, sus costumbres, ritos, artes, etc. En .un sentido reducido, antropología es el estudio de los pueblos primitivos, de los orígenes del hombre y la clasificación de sus variedades. De estos tópicos se ha ocupado la mayoría de los antropólogos. En su sentido más amplio, la antropología estudia, por un lado, la cultura en todas sus manifestaciones, el funcionalismo del hombre en la vida, sus asociaciones con sus semejantes y las expresiones de su pensamiento y, por el otro, las distintas formas físicas del hombre, sus migraciones, sus restos arqueológicos, etc. 3. Para cumplir con esta tarea, la antropología necesita la ayuda de 3 Para diferenciar los dos campos principales de los que la antropología se ocupa, se habla también de antropología cultural (o social) y de antropología física.

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todas las ciencias que directa o' indirectamente se ocupan del hombre, como, para citar sólo las más importantes, la etnografía, la sociología, la psicología, la historia en todas sus ramas, las ciencias que se ocupan de las religiones y de las artes, la lingüística, la historia natural, la anatomía comparada, etc. La antropología, como parte de la ciencia y de la cultura, tiene -como éstas-, en última instancia, la finalidad de disminuir el malestar y de aumentar la felicidad del hombre. La investigación antropológica tiende, pues, a conducir a conocimientos que hagan posible influir con mas sabiduría sobre las instituciones humanas, las organizaciones sociales, económicas, políticas,' educativas, etc., de los que el bienestar y la evolución deperiden en gran parte. Si se conocen las condiciones que fundamentan 'el proceso cultural en general y las diferencias entre la's diversas sociedades humanas, y si se' conocen las causas del malestar y del bienestar en las culturas, aquella posibilidad de influir sobre el desarrollo de las culturas será mayor. En otros términos: Si se conocen los factores que producen uno u otro carácter e ideál de una sociedad, si se conocen las influencias mutuas entre cultura, temperamento y educación, si, en una pa· labra, se sabe mejor bajo cuáles condiciones los hombres llegan a ser de una' forma o de otra, se podrá intervenir mejor en lo que aun hoy se llama el "destino" dé la humanidad. En un principio, sin embargo, tanto los fines como los contenidos de la antropología eran mucho más modestos. Las primeras observadones de carácter antropológico fueron hechas en la antigüedad. Así, por ejemplo, ya Aristóteles hace comparaciones entre los monos y' los hombres, y Galeno funda la anatomía comparada. Hasta el siglo XVIII, es un asunto tratado casi exclusivamente por los médicos, y aun así, más bien ocasionalmente. Luego se incluye la antropología en las ciencias naturales, y se empieza a descubrir las variedades hu~' manas basándose en el estudio de los cráneos y sus mediciones. En el siglo XIX, los grandes viajes de exploración se vuelven cada vez más frecuentes y aumentan en gran escala los datos sobre las diferentes razas y pueblos de la tierra. Pero el interés profundo sólo empezó después que Darwin hizo comprender que la cultura actual es la continuación dé un largo proceso evolutivo y que los primitivos de hoy probablemente representan estados que equivalen a nuestro propio

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pasado, 'es decir, a etapas anteriores de nuestra propia cultura. Los antropólogos describieron con creciente exactitud e imparcialidad las costumbres de los pueblos, sus creencias, ritos, instituciones; las clasificaron, trataron de reconstruir su origen y desarrollo, se empeñaron en aclarar su función social y su influencia mutua y se esforzaron también en comprender sus motivaciones. Pero especialmente en este último y esencial punto, en la comprensión de las causas de todos estos fenómenos, faltó a la investigación antropológica el instrumento imprescindible: una psicología que permitiera penetrar en las profundidades del hombre. Mientras se desconocía el inconsciente y todo lo que implica, era imposible comprender algo más que aspectos superficiales de la psicología humana pasada y presente. Y esto -la comprensión superficialera el resultado en los mejores de los casos; en otros, resultó simplemente incomprensión, confusión o error. .

El psicoanálisis ha descubierto el reino del inconsciente y ha encentrado en él las fuerzas y motivaciones determinantes para la vida anímica en general. La comprensión de la dinámica, economía y topología del aparato psíquico eran aportaciones de importancia fundamental para la psicología. La aplicación del psicoanálisis a todas las Ciencias que tienen que contar con el factor psicológico era, pues, una consecuencia natural y necesaria. El argumento que con mayor frecuencia ha sido expresado en contra de estas aplicaciones consiste en que los conocimientos analíticos han sido obtenidos en personas enfermas y, por lo tanto, solamente tienen validez para el psiquismo neurótico. La contestación es simple: Primero, los conocimientos analíticos han sido comprobados en muchos hombres "normales" y segundo, todos los hombres son neuróticos. Dicho en forma menos paradójica: los hechos y procesos psicológicos descubiertos por el psicoanálisis son universales, y las diferencias entre lo normal y lo patológico no son de orden cualitativo, sino sólo de orden cuantitativo. Esta universalidad se demuestra con mayor evidencia en los sueños, que son un fenómeno normal y demuestran la existencia de los mismos impulsos, conflictos y mecanismos que se encuentran en los enfermos neuróticos.

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¿Qué es lo que relaciona en especial el psicoanálisis con la antropología, y cómo llegó a ocuparse de ésta? El psicoanálisis es una psicología genética, busca el origen y las raíces instintivas de los fe- . nómenos psicológicos, está interesada ante todo en la ontogénesis de todas las manifestaciones humanas, tal como lo está la antropología con respecto a la filogénesis. El enfoque genético es, pues, un primer punto común entre las dos ciencias. El psicoanálisis dirige además su atención principal a las relaciones del individuo con los objetos de su infancia (padres, hermanos, etc.) en las que ve la base de su personalidad y de sus relaciones futuras con los demás seres, es decir, de su conducta social, la que, a su vez, constituye un tópico central de la antropología. Pero mejor que por estas consideraciones generales, las conexiones internas entre las dos ciencias se evidencian por la historia misma de la antropología psicoanalitica. Antes de entrar en tal revista, deberíamos, tal vez, considerar otra pregunta: ¿por qué y para qué nos ocupamos del psicoanálisis aplicado y por qué en especial se ha elegido la antropología psicoanalitica? En primer lugar, ¿qué sentido tienen estos estudios para el estudiante cuya finalidad principal es prepararse para la labor terapéutica? Unas palabras de Freud pueden servirnos de base para dilucidar esta pregunta. Freud afirma que la enseñanza analítica debe abarcar también la "Historia de la cultura, la Mitología, la Psicología de la religión y las Ciencias literarias". "Sin una buena orientaciónen estos campos -continúa diciendo Freudse encontrará el analista sin comprensión frente a una gran parte de su material" 4. Quien tenga alguna experiencia analítica confirmará estas palabras. El analizado religioso, por ejemplo, no podrá ser bien comprendido sin el conocimiento de la psicología profunda de su religión y de los procesos inconscientes que están detrás de los diversos aspectos de la religiosidad. Ésta, además -y aun en nuestros amhientesno sólo aparece en las formas de cristianismo o judaísmo, sino en múltiple" manifestaciones, como corrientes filosóficas o políticas a las que uno u otro analizado aparece adherido "religiosamente". El psicoanálisis del arte, en modo análogo, hace comprender el material que traen los analizados vinculados al arte. En forma similar, la comprensión 4

Obras Completas, XII, pág. 87 (El análisis profano).

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analítica de un cuento de hadas o de una historia bíblica que haya impresionado al enfermo en su infancia puede ser una llave importante para la comprensión del caso. Las reacciones del analizado, además, corresponden a veces mucho más, por ejemplo, a imágenes de un padre arcaico, tal como aparece a través de ciertos mitos, que al padre real. Si la "herencia psíquica" (O "herencia arcaica") es una realidad, tal como Freud afirma, es decir, si es verdad que en el inconsciente de cada uno de nosotros, existen y obran las huellas mnémicas de las vivencias de las generaciones pasadas de toda la filogénesis, entonces el conocimiento de la prehistoria e historia de la humanidad es un auxiliar importante para el que quiere comprender la psiquis del hombre. Para mencionar tan sólo un ejemplo: posiblemente no sea casual el hecho de que Freud haya dado al complejo nuclear de ·las neurosis, al complejo de Edipo, un nombre que proviene de la mitología, es decir, de vivencias y fantasías prehistóricas del hombre. En efecto, las reacciones del niño en este conflicto (como en especial la angustia de castración) parecen explicarse en ciertos casos sólo a raíz de vivencias de la especie y no tomando exclusivamente en cuenta las del individuo 5. Hay muchos otros aspectos de la antropología cuyo conocimiento es necesario o, por lo menos, útil para la comprensión de los analizados. El psicoanálisis de nuestra cultura (es decir, de una parte importante de nuestra realidad), el psicoanálisis del carácter de los pueblos -tal como, por ejemplo, Freud lo hizo con "Moisés" para el pueblo judío- la psicología profunda de las masas, de los movimientos políticos, del fanatismo partidario, del antisemitismo, etc., son otros aspectos antropológicos que tienen valor práctico para la labor diaria del terapeuta analista. Además de todo esto, el estudio antropológico-analítico tiene el valor que, por ejemplo, para el estudiante de obstetricia, tiene el "ejercicio en la muñeca". Brinda al estudiante del psicoanálisis una ocasión más, antes o al comienzo de su traba jo en el objeto vivo, de ejercitar su intuición psicológica y de practicar sus conocimientos teóricos en este material, análogo en muchos aspectos, al material clínico. 5 FREvn: Moisés y la religión monoteísta.

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Todo lo que hemos dicho hasta aquí con respecto al por qué del estudio de la antropología psicoanalítica, se refería al sentido que tiene para el que se prepara para la labor terapéutica. Hay también otros enfoques de la misma pregunta, y no queremos dejar de mencionar uno de ellos sobre el que insiste repetidas veces Freud. En El análisis profano dice: "No creemos deseable que el psicoanálisis sea devorado por la medicina y encuentre su última morada en los textos de psiquiatría. . . merece mejor suerte y hemos de esperar que lo logre. Como "psicología profunda", ciencia del Inconsciente, puede llegar a ser indispensable a todas aquellas ciencias que se ocupan de la ,historia de los orígenes de la cultura humana 'y de sus grandes instituciones, tales como el arte, la religión y la organización social ... El empleodel análisis para la terapia de las neurosis es sólo una de sus aplicaciones y tal vez venga el porvenir a demostrar que no es siquiera la más importante. De todos modos sería injusto sacrificar a una aplicación todas las demás ... ". Pero no sólo el psicoanálisis representa una importante ayuda para la antropología, sino que también ésta lo es para la psicología; nos referimos ahora a la psicología no como instrumento terapéutico sino como ciencia, en su sentido más amplio. Así por ejemplo, mientras el psicólogo basa sus investigaciones exclusivamente en el estudiode individuos de ciertos grupos etnológicos, por ejemplo, del hombre civilizado, existe el peligro de "tomar fenómenos locales por fenómenos generales" (Money-Kyrle) o de atribuir a la herencia lo que puede ser consecuencia del ambiente. Así por ejemplo, el "período de latencia" es un fenómeno que no aparece (según Róheim) en ciertas tribus de Australia Central, ni en los habitantes de las islas Tobriand (según Malinowski ). ¿ Cómo se explica, pues, el período de latencia Z ¿Es un factor constitucional o ambiental, es un factor etnológico o sociológico el que lo determina? ¿Cuáles son los factores que determinan que un pueblo sea más pacífico y el otro más guerrero, uno más avaro y el otro generoso, uno perezoso y el otro trabajador, etc.? Éstos son problemas psicológicos que también sólo por la. colaboración de las dos ciencias, la antropología y la psicología, pueden encontrar su solución. . El hecho de que entre las aplicaciones del psicoanálisis a las ciencias no médicas hemos elegido la antropología psicoanaliticacse

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explica por dos circunstancias más: primero, porque las investigaciones analíticas en este campo son las más importantes. Ni entre las obras de Freud, ni entre las de sus discípulos hay aplicaciones del psicoanálisis a las ciencias del espíritu que igualen en jerarquía a Totem y Tabú o a El malestar en la Cultura -para nombrar sólo dos entre muchas. Segundo, porque, en general, existe justamente un interés creciente para todos los problemas antropológicos y sociológicos. Empecemos ahora a considerar a grandes rasgos-la historia de la aplicación del psicoanálisis a los campos de la antropología. Tal revista histórica debe servirnos para obtener cierta orientación gene· ral sobre esta materia tan ramificada. La primera aplicación, es decir, la primera interpretación analítica de un material antropológico fué hecho -puede decirse- "accidentalmente", lo que es un indicio para la conexión natural e interna entre antropología y análisis. Freud estaba empeñado en comprender la vida psicológica de los neuróticos para lograr su curación, cuando descubrió que entre los múltiples factores ocultos que intervenían en los procesos neuróticos, sobresalían dos tendencias: eran (en el varón) el deseo inconsciente de tener relaciones sexuales con la madre y el de matar al padre rival. Freud reconoció en esta situación, como todos saben, el antiguo mito de Edipo. La existencia de este mito y la fuerza y universalidad de su efecto psicológico, especialmente en la formulación dramática de Sófocles, le sirvió a Freud como prueba de la universalidad e importancia del complejo edípico. Muchas de las primeras aplicaciones del psicoanálisis a las "ciencias del espíritu" tenían primeramente esta finalidad, es decir, la de probar la verdad y la validez general de sus descubrimientos clínicos. Pero luego cambiaron los fines y el análisis fué utilizado para aportar nuevos conocimientos en otros campos. Con la interpretación de que la conducta de Edipo representa la satisfacción de deseos de nuestra infancia, quedaba establecido el primer vínculo entre análisis y mitología, entre psicología profunda y las protofantasías de los pueblos. La analogía superficial entre el contenido manifiesto de los mitos y de los sueños ya había sido reconocida antes de Freud. La comprensión psicoanalítica de los contenidos latentes, de los móviles inconscientes y de los mecanismos de

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elaboración en los sueños hizo ahora posible comprender también los significados profundos de los mitos. De esta manera se abrió un camino para el descubrimiento de la vida arcaica de l~ humanidad por medio del análisis de estos arquisueños míticos. Para citar un solo ejemplo al respecto: el análisis del mito de Moisés le sirvió más tarde a Freud dé punto de partida para su gran ensayo de reconstrucción de la historia de los orígenes del monoteísmo y del pueblo judío. Por medio del análisis de las neurosis, Freud penetró profundamente en la vida psicológica del niño. Lo neurótico se había demostrado como un residuo infantil. Ahora, por la interpretación de los mitos, lo arcaico y primitivo ha entrado también en analogía con lo infantil y lo neurótico. La ley fundamental de la biogénesis descubierta por Haeckel, que afirma la analogía entre la ontogénesis y la filogénesis en lo biológico, pudo ahora -aunque con prudencia y reserva-. ser extendida a lo psicológico. . La posibilidad de descifrar los enigmas de los mitos por medio de su analogía con los sueños y las fantasías, sus mecanismos y símbolos, estimuló a una serie de discípulos de Freud a dedicarse a este campo. Fué primeramente Q. Rank quien escribió varios trabajos sobre mitología en los que relaciona los mitos con los conflictos inconscientes de la infancia y sustituye las interpretaciones "astronómicas'; 6, que predominaban en aquel tiempo por interpretaciones psicológicas.

/l.

Primera introducción a la mitologia psicoanalítica.

La mitología viene a ser, pues, el primer campo de antropología psicoanalítica y constituye por esta razón el primer tópico de los estudios de este seminario. La. pregunta" ¿ Qué significan los mitos?" ya se había hecho ano tes de la aparición del psicoanálisis. Existían varias teorías. Una de ellas, la "teoría histórica", afirma que el mito· reproduce en defor6 Un ejemplo: la, castración de un dios en un mito pudo. significar, para esta~ interpretaciones, el eclipse de la luna.

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mación fantástica un acontecimiento real histórico. ASÍ, por ejemplo, en el mito de Dánae, Zeus entra en forma de lluvia de oro en la prisión en que Dánae se encuentra, fecundándola con el oro. Para la teoría histórica, se trata de un acontecimiento real, deformado por la trasmisión; el oro representa la "coima" para los guardianes de la prisión. En esta interpretación se ve ante todo la intención de negar el simbolismo sexuaL Pero mientras en este caso es fácil demostrar la falta de base para aquella interpretación, en otros casos la teoría' histórica tiene sentido y puede convergir con una comprensión profunda. Tal es el caso de la religión monoteísta, o sea del mito del dios único. El poder psicológico que tiene el monoteísmo sobre la humanidad se explica en última instancia -según Freudpor la verdad histórica que contiene. Una vez, en los comienzos de la historia de la humanidad, existía realmente en cada horda humana un padre único, todopoderoso y celoso de cualquier rival, tal como es el dios del monoteísmo. Anteriormente ya hemos mencionado otra teoría. Es la teoría alegórica, para la cual los mitos son representaciones de fenómenos naturales, y, en especial de fenómenos astronómicos. Por ejemplo, el mito en que Apolo persigue a Dafne expresa que el sol sigue al amanecer, pues la palabra para designar al sol era Apolo y para el amanecer, Dafne. Esta teoría fué rebatida por otros antropólogos que adujeron que los mitos no son .representaciones de la naturaleza, sino explicaciones animísticas de ella, es decir, analíticamente hablando, que son proyecciones de procesos internos sobre los fenómenos de la naturaleza. Son de interés para nosotros los motivos psicológicos de tales teorías. En el caso de la teoría alegórica, uno de sus representantes principales, Max Müller, lo expresa con toda ingenuidad: "Por este procedimiento -dice argumentando en favor de su teo· ríano sólo adquieren algunos mitos su significado propio y belleza, sino que también se eliminan de esta manera algunos de los rasgos más escandalosos de la mitología clásica". Y realmente hay mucho de escandaloso en la mitología, más que en cualquier página de "noticias de policía" en nuestros diarios de la tarde. Los mitos están, en efecto, llenos de incesto, parricidio, castración, matricidio, canibalismo, desmembramiento, etc. Sólo que el psicoanálisis no compartió la intención de eliminar estos rasgos y prefirió comprender su-

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origen, renunciando a la "belleza" que adquieren a través de las interpretaciones alegóricas, para conseguir en cambio la comprensión de algunas realidades. ¿ Cuál es, pues, la contribución del psicoanálisis a la mitología? Quizás' sea conveniente relatar en primer término algún mito y tratar de interpretarlo. De esta manera, a través de la comprensión que podemos obtener gracias a nuestros conocimientos analíticos, sabremos también algo sobre la contribución del psicoanálisis a la mitología por esta propia experiencia. Abriendo la primera página de una mitología griega 7 se lee: "Al principio era el caos, el vacío, la nada. Del caos surgió Gea, la tierra; al lado de ella apareció Eros, la fuerza formadora, el amor que obra en el universo. Gea creó en partogénesis a Urano, el cielo. Urano se casa con su madre Gea, dando ésta a luz a los Cíclopes y a los Titanes. Al principio era Urano el dios máximo. Cuando sus hijos, los Cíclopes, se volvieron demasiado poderosos, los arroja al Tártaro, el más oscuro y lejano submundo. Pero Gea exhorta a los Titanes a liberar a sus hermanos, los Cíclopes. Sólo el más joven, Cronos, se atreve a rebelarse y castra al padre cuando éste está por tener relaciones sexuales con Gea. De la sangre de Urano surgen las Erinnias, las diosas de la venganza. Cronos se convierte por este crimen en rey de la creación y se casa con su hermana Hhea. Cuando Cronos venció a su padre, éste, le predijo que también a él lo vencería uno de sus hijos. Para evitar esto, Cronos devoró a todos sus hijos apenas nacidos. Sólo al más joven, Zeus, pudo salvar la madre, escondiéndolo. Cuando éste hubo crecido, venció a su padre obligándolo, por medio de un emético, a devolver a sus inmortales hermanos y hermanas que había devorado, y dividió con éstos el dominio del mundo, guardando para sí el poder supremo." Reconocemos en este mito la expresión de fantasías [undametuales del inconsciente: el incesto, el parricidio, la castración del padre en la "escena primaria", el temor a la castración como castigo, fantasías canibalísticas, etc. El origen del sentimiento de culpabilidad en el complejo de Edipo está también claramente expresado en la imagen de las Erinnias, que surgen de la sangre del padre castrado. La sucesión temporal: primero la Nada, luego la aparición de la 7

E.

PEl'ERICH:

Kleine Mythologie.

(Verlag OUo Wa/ter AG Olten).

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madre, después la del padre, el conflicto con éste, el complejo edípico y la escena primaria, refleja con mucha fidelidad la sucesión. temporal de las vivencias del niño 8. Al mismo tiempo aparece este mito como relato deformado de la historia de la humanidad, tal como Freud la vió en T otem y Tabú: al principio el padre era todopoderoso, luego los hijos se rebelan. contra él y finalmente dividen los derechos entre sí. También nos encontramos. con algunas deformaciones de las fantasías inconscientes frecuentes en sueños nocturnos y diurnos, como por ejemplo, la afirmación de que era la madre la que exhortó a los hijos a rebelarse contra el padre. En realidad, la madre es el objeto deseado por el que surge la lucha; han de ser los sentimientos de culpa del hijo los que desplazan luego la causa: "No soy yo quien deseaba matar a mi padre, sino que es ella la que me impulsó a hacerlo". También el hecho de que fuera el hijo menor solamente el que luchara contra el padre es una deformación. Freud, refiriéndose al mito del héroe 9, destaca que seguramente eran muchos los hermanos que se rebelaron juntos contra el todopoderoso padre primitivo. Pero luego, cuando no se. permitió a nadie tomar el lugar del padre y los derechos de los hermanos se igualaron, debe de haber nacido entonces, en uno u otro de ellos, la fantasía de que él solo vence heroicamente al padre y se pone en su lugar. Con esto nació el mito del héroe y al mismo tiempo, la poesía épica. A través de otras versiones del mismo mito cosmológico, pueden verse también otras deformaciones que sufre el deseo original y su representación. Por ejemplo, Rhea, la hermana de Cronos con la cual se casa, aparece en otra versión, como la misma persona que Gea, es decir, la madre de Cronos. Tales deformaciones por las cuales relaciones familiares más prohibidas son sustituídas por otras menos prohibidas, son muy frecuentes tanto en los mitos como en los sueños. En estos casos la deformación toca al objeto, en otros, a la actuación, sustituyendo, por ejemplo, la castración por la paralización o la ceguera (ver el mito de Edipo). Las deformaciones que se encuentran en el mito cosmológico grie8 También la idea de que el padre (Urano) nació de la madre (Gaja), refleja una teoría infantil sobre el origen del padre. 9 FREun: Psicología de las masas y análisis del yo.

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go son, sin embargo, relativamente pocas. El correspondiente mito egipcio parece haberse alejado mucho más de su forma arcaica. Osiris es matado por su hermano Set, pero su hermana y mujer Isis y su hijo Horus le son fieles. Isis busca y junta las partes del cuerpo despedazado de Osiris y las encuentra a todas, con excepción del pene, comido por los pescados. Entonces su hijo Horus le da de comer al padre su propio ojo y le restaura así el pene. En otras versiones (como señala Roheim 10),. Set y Horus son una sola persona, con la que Set se convierte en el hijo hostil. Isis la mujer de Osiris, se confunde en otra versión con Nepthys, la mujer de Set, y también. con la reina Theris, que ayuda a Set. El mito original parece, pues, ser éste: Horus-Set mata a su padre Osiris, y es ayudado por su madre Isis-Nepthys, con la que se casa luego. Los egipcios convirtieron el parricidio en devoción filial, dividiendo una figura en dos. Esta división de una imagen en varias está evidentemente al servicio del superyo, por una parte y, por otra, al servicio del ello. Sucede lo mismo con las demás deformaciones de los contenidos inconscientes. Al mismo tiempo las deformaciones facilitan la identificación con los personajes del mito. En el referido mito egipcio, otros contenidos llaman también la atención. Es de interés, por ejemplo, la restitución del pene perdido por el ojo, con lo cual la simbolización o ecuación inconsciente del pene con el ojo, aparece con singular claridad. Así como en los mitos citados se expresan ante todo los conflictos de la fase edípica, en otros se manifiestan conflictos de etapas anteriores. Mencionaremos solamente el mito de Orestes, quien mata a su madre, manifestándose aquí -junto con conflictos ulterioresel conflicto oral con la madre. Esta afirmación se basa en algunos contenidos del mito. Clitemnestra, la madre de Orestes, sueña que da a luz una serpiente que le muerde el seno. El Orestes de Esquilo, al oír este sueño, dice que la serpiente lo representa a él. Y Clitemnestra exclama en el momento que precede a su asesinato: "Oh, Dios, ésta es la serpiente que concebí y amamanté". La interpretación de este mito como expresión de un conflicto oral con la madre no excluye, sin embargo, la interpretación (hecha por Bunker) de que el asesinato de Clitemnestra por Orestes sea una representación deformada 10

ROHEIII1:

Animism; Magic and the Dioine King, 19:;0.

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del coito incestuoso. Las dos interpretaciones, en realidad, se complementan. La prohibición genital que lleva a la deformación de las representaciones genitales conduce también a la regresión y a deseos y representaciones pregenitales y sádicos de las relaciones con la madre. En la próxima reunión, estudiaremos más detalladamente una serie de mitos; pero desde ahora podemos adelantar algunas conclusiones que complementan lo anteriormente dicho. Los ejemplos citados mostraron que en los mitos están expresados tipos fundamentales y universales de fantasías inconscientes que son más o menos d,eformados. Así como acontece en los sueños, el material inconsciente sufre una transformación por la cual se vuelve ininteligible para el consciente. Vimos como expresiones de tal proceso, el desplazamiento, la inversión a lo contrario, la simbolización, la división de una figura en varias. Comprendemos que esta deformación, análoga a lo que en los sueños es llamado el proceso primario, es obra del ello, "al que la posibilidad de descarga para sus cuantidades de excitación importa más que cualquier otra cosa" (Freud); al mismo tiempo, la transformación debe satisfacer la censura moral. El resultado de tal transformación sería un cuadro irracional y absurdo. Para satisfacer también las exigencias del consciente en lo que respecta a la lógica, el material mítico experimenta también una elaboración secundaria, tal como el material onírico. Este proceso secundario fracasa a veces, lo que lleva justamente a lo absurdo de ciertos mitos. Para citar un ejemplo: En la historia mítica de dos hermanos egipcios, uno acusa al otro de haber seducido a su mujer; el acusado, para demostrar su inocencia, se castra. Es fácil ver lo que ha pasado en esta historia: la culpa ha sido reprimida, pero quedó el castigo. De esta falla de la elaboración secundaria, proviene lo absurdo de la autocastración como prueba de inocencia. Sintetizando: los mitos son como sueños de la humanidad joven. productos de su fantasía y expresión de fuerzas psíquicas en lucha. Se expresan en ellos los instintos inconscientes que buscan su satisfacción en esta forma, como también las tendencias contrarias que impiden su realización completa. Se puede, pues, definirlos -en analogía con la fórmula para los sueños- como tentativas de satisfacción de deseos. De ahí también la atracción y el poder afectivo

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